Visiones13

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ISSN 2027-0178

MACONDO SE QUEDÓ

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OCTUBRE 2014 - MARZO 2015


La revista Visiones No 13 presenta en esta oportunidad un recorrido por múltiples temas. Uno de esos temas que inquietan a nuestros colaboradores es el de las ciudades con su bullicio y sus personajes. En este marco, Maria Camila Triviño nos habla en su texto de Humberto Buenhombre, conductor de transporte público desde 1948, quien luego de casi 65 años se ha convertido en coleccionista de buses en la localidad de Fontibón. Daniel Salazar entre tanto, nos hace un descarnado retrato de la Avenida Rojas en Bogotá, un lugar sobrepoblado de Bogotá que se debate entre el caos y la anarquía. María del Mar Chaparro, por su parte nos muestra el perfil de un líder religioso con varias iglesias en ciudades como Miami y Bogotá, que se denomina el nuevo Jesucristo o el retorno del hijo de Dios encarnado. En la misma línea de los personajes, Sebastián Acosta nos cuenta la vida de Julio, un hombre que habita y trabaja en un local del centro comercial Terraza Pasteur, construido en 1987 por el masón Libardo Cuervo, el arquitecto que decidió recrear simbología masónica para los no masones. De los relatos urbanos y personales pasamos a temas nacionales. Lorena Díaz denuncia la explotación de los recursos nacionales por parte de las multinacionales que no han previsto los impactos que sus proyectos pueden ocasionar en el ambiente y en el desarrollo de las comunidades; y Natalia Caguasango alerta acerca del empleo informal en Colombia propiciado por empresas legalmente constituidas que se aprovechan de la necesidad de sus “empleados”. En un apartado especial de nuestra revista, tres de los autores, Camilo Rincón, María Fernanda Sánchez y Paula Andrea Cantor construyen sendos perfiles del fallecido nobel de literatura colombiano Gabriel García Márquez.

Victoria González

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LA NUEVA BÚSQUEDA

DEL DORADO LAS OFICINAS

DE LA CALLE

LOS CABALLOS VUELVEN

A CORRER UN HOMBRE DE

BUSETAS JESUSCRISTO ES DE

PUERTO RICO

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LA CALLE

DE NADIE

MASÓN DEL TERRAZA

PASTEUR LA CABEZA DETRÁS DE UN MITO

MEDUSA MACONDO SE QUEDÓ

HUÉRFANO

EL PERIODISTA PADRE DEL

REALISMO MÁGICO

17 19 20 22 23

EL ADOLESCENTE

MAYOR SU MEJOR AMIGA

LA SOLEDAD LA EXILIADA QUE DECIDIÓ

VOLVER

NARCISO

FOTOGRAFÍA

No. 13 / OCTUBRE 2014 - MARZO 2015

CONSEJO EDITORIAL: Luz Amalia Camacho Velásquez, Victoria González, Lisbeth Fog, Orlando Valencia Sarmiento, Lina Hernández Valencia. Directora: Victoria González. Editora: Lisbeth Fog. Diagramador: Orlando Valencia. Ilustradores: Víctor Barrera, Orlando Valencia. Asistente de edición: Lina Hernández Valencia. Docentes colaboradores: Alfonso Ospina, Diego Aristizábal, Yesid Lancheros, Sergio Ocampo, Ricardo Castro, Alejandro Pino, Guido Tamayo, Victoria González, Víctor Barrera, Paola Alvao, Lisbeth Fog. Impresión: Departamento de Publicaciones Universidad Externado de Colombia. Bogotá, Colombia, 2014. Correo electrónico: visiones@uexternado.edu.co Visiones es una publicación de la Facultad de Comunicación Social-Periodismo de la Universidad Externado de Colombia, sin fines de lucro, la cual tiene por objetivo divulgar la producción académica de los estudiantes. Las opiniones expresadas por los autores no corresponden necesariamente a las de la Universidad.

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VIGÍA

LA NUEVA BÚSQUEDA

DEL DORADO

La explotación de oro en la mina La Colosa por parte de la multinacional AngloGold Ashanti en el Tolima provocará consecuencias ecológicas irreversibles, como la destrucción de la red hídrica que dejaría a Ibagué y a otras ciudades sin agua. Lorena Díaz Consejo de redacción / Octavo semestre

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n Colombia parece ser que el capital ambiental que se tiene es de poca importancia. Con qué facilidad los gobiernos de turno han puesto en oferta la explotación de los recursos a las multinacionales, y no han previsto los impactos que estos proyectos pueden ocasionar en el ambiente y en el desarrollo de las comunidades. Según un estudio realizado por el Comité Regional para la Prevención y Atención de Desastres del Tolima (crepad), la explotación de oro de la mina La Colosa por parte de la multinacional AngloGold Ashanti, en el municipio de Cajamarca, provocará unas consecuencias ecológicas irreversibles, como la destrucción de la red hídrica que dejaría a Ibagué y a otras ciudades sin agua, la pérdida de reservas naturales y páramos y la posible variación de la actividad volcánica del Cerro Machín. En el año 2006, el entonces presidente Álvaro Uribe Vélez le abrió las puertas a la empresa sudafricana AngloGold Ashanti, y le concedió la licencia

de exploración minera de La Colosa, para perforar, procesar muestras e identificar minerales, principalmente oro durante 15 años. En la actualidad, AngloGold Ashanti está presente en 20 departamentos del país, y tiene posesión de derechos (en títulos mineros) sobre 9.920 kilómetros cuadrados de territorio nacional, es decir, casi siete veces Ibagué. Esta decisión ha generado controversia y oposición por parte de los habitantes de la región y por instituciones ambientales que evidencian un problema ecosocial de grandes proporciones. “Las actividades inherentes a la explotación minera, tales como el uso excesivo de material explosivo para remover la roca, afectarán el sistema de fallas que atraviesa la zona donde está el Cerro Machín y es de esperar que las condiciones tectónicas regionales incidan en una posible erupción que afectaría cuatro departamentos: Cundinamarca, Quindío, Valle del Cauca y Tolima”, dice Eduardo Rodríguez, director de la Secretaría del

Medio Ambiente y Gestión de Prevención del Tolima. Si este mega proyecto llegara a su etapa de desarrollo, la cuenca hidrográfica del río Coello se vería amenazada y con ella 161 nacimientos de agua. Además, se vería comprometida la región conocida como el “Plan del Tolima”, constituida por importantes despensas de alimentos que son determinantes para la economía agrícola de la región y del país en general. La puesta en marcha del proyecto cambiaría la vocación productiva de la región y acabaría con miles de trabajos agrícolas, a cambio de 500 puestos de trabajo que generaría en el período de ejecución. Este tema, que ya se ha puesto en evidencia con las protestas del 10 de septiembre de 2013, cuando los camioneros se movilizaron para denunciar los contratos con la minera, no son estables, como se les había prometido. Otro problema que afectaría el equilibrio ambiental y la biodiversidad de la región, es el de los lixiviados y los desechos químicos, que no solo afectarían los páramos, sino también los sistemas de aguas subterráneas. “La mina se encuentra en una

zona de alta actividad volcánica asociada al cerro Machín, con lo que se aumenta el riesgo de una tragedia ambiental por la ruptura del dique de las piscinas con agua cianurada, los cuales contaminarían los ríos y las aguas subterráneas de la zona”, dice Ulises Guzmán, geólogo de Cortolima. Por otra parte, se pone en juego una zona agrícola por el efecto del tipo de explotación minera que se realizaría en La Colosa, lo que se convertiría en la mina a cielo abierto más grande de Sudamérica. El problema es que al erosionar el suelo se pierde el área fértil de cultivo, lo que implica una lesión irreversible para los campesinos y cultivadores del municipio. “La deforestación y los impactos por la actividad minera, como la erosión y la sedimentación, son problemáticas de importancia que se identifican como retos para los actuales procesos de desarrollo y que ameritan ser analizadas para efectos de proyectar el futuro del territorio municipal, teniendo en cuenta que el daño que ocasionará a esta región agrícola del país será definitivo”, dice Ómar Montenegro Ramos, ingeniero forestal especialista en suelos, del Instituto Colombiano Agropecuario ica. Son muchas las razones expresadas por diferentes sectores sobre la inconveniencia de seguir adelante con este proyecto. La empresa minera ha recibido cuestionamientos respecto a su ética empresarial, ha estado vinculada a procesos de violación de derechos humanos, y en el manejo ambiental no ha tenido las mejores calificaciones. El ecosistema de Cajamarca es muy sensible y si se continúa con la explotación estaríamos frente a una tragedia anunciada.u

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Fotografía: Laboratorio de Medios Universidad Externado de Colombia

VIGÍA

LAS OFICINAS

DE LA CALLE

El empleo informal abunda en Bogotá. Luis Morales y Blanca Parra hacen parte de esta población desprotegida que se gana la vida al destajo, y cuyas condiciones laborales evidencian el peligro que puedan correr mientras trabajan, pues están bajo su absoluta responsabilidad. Natalia Caguasango Consejo de redacción / Octavo semestre

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a informalidad laboral se perfila como una alternativa a la que cada vez más colombianos se apuntan para afrontar el desempleo. Pero ¿bajo qué riesgos? En junio de 2013, el dane reveló que la tasa de desempleo fue de 9,2%. Para el gobierno nacional este dato es alentador pues en abril del mismo año llegó a 10,2%. Sin embargo, esta reducción puede estar relacionada directamente con que muchas personas buscan trabajos informales como solución a la carencia de empleo. La informalidad laboral es una elección que, según el dane, le ha permitido al 49,3% de la población bogotana ocuparse y

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ganar algunos pesos para poder sobrevivir. Desde hace ocho años, Luis Morales vende Bon Ice, un popular helado líquido que viene en diversos sabores frutales químicamente elaborados. Todos los días, de 9 de la mañana a 5 de la tarde y con una nevera rodante azul que le alquila a una agencia, se ubica en el semáforo que está diagonal al Centro Comercial Ciudad Tunal, al sur de Bogotá. “Yo salgo a trabajar todos los días, eso sí, cuando se ve como bueno porque cuando está nublado yo no salgo, para qué si sé que no voy a vender”, dice. En una buena jornada, Morales puede vender entre 180 y 224 refrescos, pero los días poco productivos no alcanza a las 25 o 30 unidades. A este hombre de 76 años, cuyas arrugas están expuestas al sol, al viento y a la lluvia, la empresa para la cual vende tales productos no le garantiza protección social ni un salario fijo mensual. Él, al igual que Blanca Parra, quien trabaja vendiendo Cream Helado, gana un salario a destajo; es decir, según la cantidad de mercancía que venda. La diferencia entre ellos es que al primero lo respaldan con cinco mil pesos diarios, venda o no venda. Según un estudio financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo y realizado por Jairo Augusto Núñez Méndez, el trabajo informal no está cubierto por la seguridad social y no es remunerado bajo las leyes del salario

mínimo. Es una actividad desarrollada por grupos marginados, como desempleados, individuos de bajos ingresos e inmigrantes, quienes además enfrentan condiciones de higiene y salud inferiores a las de los trabajadores formales. Teniendo en cuenta todo lo anterior, Blanca y Luis cumplen con aquellas características que definen a un empleado informal: no devengan un salario mínimo, no están afiliados a algún tipo de prestación social y para almorzar e ir al baño deben ingeniárselas por los alrededores de su puesto de trabajo, ya que su agencia no les ofrece estos servicios. Sin embargo, sus empleadores sí les exigen portar un uniforme y un vehículo que los identifica como parte de una marca y les definen un sitio específico en dónde vender sus productos. Para Francisco Ortiz Cabrera, experto en Derecho laboral, la situación expuesta “representa una subordinación, es decir, existe una disponibilidad de los trabajadores para prestar un servicio a beneficio de una empresa. Por esa razón tendrían derecho a un contrato ya que se presupone una relación laboral como lo indica el artículo 24 de Código Sustantivo del Trabajo (cst). Además si estos trabajadores no existieran a las empresas les tocaría contratar vendedores para que hicieran este trabajo”. El Ministerio de Trabajo, entidad que se autodenomina como promotora del empleo digno, hasta el momento no ha regulado estos casos de desprotección laboral. Según un boletín de prensa emitido por este ministerio el 10 de septiembre de 2012, se presentó la ley de riesgos laborales en Colombia con la cual se buscaba hacer obligatoria la vinculación de los trabajadores independientes al Sistema de Riesgos Laborales. “La meta es que ni un solo trabajador en Colombia esté por fuera del sistema de protección social”, expresó el entonces ministro Rafael Pardo. Siendo así las cosas, en caso de que Blanca o Luis tuvieran un accidente en su espacio de trabajo, es decir la calle, ni Nutresa (productor de Crem Helado) ni Quala (productor Bon Ice) tendrían la obligación de responder por los daños de los que estas dos personas pudieran ser víctimas. u


VIGÍA

A CORRER

Carolina Cortés Consejo de redacción / Octavo semestre

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on las 3:00 de la tarde en El Rosal, Cundinamarca. En el hipódromo se escucha el himno nacional y la voz de Álvaro Martínez se dispone a narrar la primera carrera de caballos del encuentro del 19 de octubre de 2013. Algunos aficionados miran de cerca a los corceles que se preparan para entrar a la pista, otros almuerzan y leen la Revista Hípica para empezar las apuestas. Los aficionados a las carreras de caballos en Colombia completaron 26 años sin vivir la emoción de los encuentros que antes se llevaron en escenarios como el Hipódromo de La Villa, en Villa de Leyva, Boyacá; los de Techo y los Andes, en la capital, y el de los Comuneros, en Guarne, Antioquia. Pero muchos continúan con la pasión hípica viva y por eso se encuentran los sábados desde hace cinco meses en el escenario de El Rosal. La carrera comienza puntual, son 950 metros de emoción que en menos de un

minuto dejan como primer ganador al caballo Deja la Huella. Desde ya se ve la agitación de quienes apostaron por la trifecta (adivinar los tres primeros puestos en una carrera) 8 / 7 / 5 que deja $98.000 pesos de ganancia por cada $2.000 apostados. Sergio Silva está sentado con la revista que tiene las predicciones para el encuentro de hoy y el histórico de los resultados. Este aficionado recuerda los tiempos en los que los premios eran millonarios y los periódicos dedicaban cada lunes una o dos páginas completas al deporte hípico. Silva ha recorrido cada uno de los escenarios ecuestres en Colombia. Recuerda el hipódromo de los Andes porque “en él llegó a haber más de 1.000 caballos de primer nivel corriendo jueves, sábados y domingos. Era el mejor recinto de Latinoamérica por su alta tecnología y comodidades. Las apuestas eran por tiquetes electrónicos y podían hacerse en todo el país, lo que era una novedad para la época”, cuenta. Además que allí se podría vivir la vida de las carreras, controladas por un marcador electrónico en pistas de arena y grama.

En el encuentro siguiente, Contralmirante es el primero en terminar el recorrido de 1.400 metros. En la tercera salida, Lucero, la yegua marcada con el número cuatro y una de las favoritas, se escapa antes de la partida, dándole paso a Ulises para que sea el ganador. Andrés Leaño, propietario de las tierras en donde se encuentra el hipódromo, observa con atención cada carrera, cuida los detalles y se asegura de que cada uno de los caballos del lugar sea tratado como un “niño mimado”. En general los caballos del lugar son viejos porque, como él lo asegura, “aún no contamos con el apoyo de los criadores de Pura Sangre inglesa –raza de los caballos de carreras– para los encuentros; estamos esperando una respuesta más favorable tanto de la afición como de los dueños de los caballos”. Para aumentar la frecuencia y mejorar la calidad de las carreras se necesitan cerca de 400 caballos, y hoy solo hay 138. Con ejemplares de dos y tres años de edad podría volverse a vivir un espectáculo como en la década de los años ochenta, cuando se corría el Derby, Pollas de Potrancas y Potrillos y la Triple Corona (premio nacional). En aquella época, recuerda

Fotografía: http://www.morguefile.com/

LOS CABALLOS VUELVEN

La carrera empieza, se escucha el himno nacional y los aficionados se muerden las uñas de la emoción. Unos caballos avanzan, otros se quedan atrás y la trompeta del hipódromo suena para hacer un gran anuncio. Vibra de nuevo la fiebre equina.

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VIGÍA

Silva, “se interrumpía la programación de los canales y emisoras para transmitir el minuto y medio de corrida y dejar unos minutos de comentarios posteriores”. La trompeta de hipódromo daba entrada a esas notas y aún se puede escuchar en la partida de cada carrera. Gala de Oro se corona como la ganadora de la cuarta carrera del día, así se escucha a través de la Emisora Kennedy 1430 AM, la única que cubre los eventos ecuestres en la actualidad. La voz de Freddy Domínguez Mercado y los comentarios de Carlos Enrique Rugge reviven en la afición hípica los antiguos años de gloria de este deporte. Rugge afirma que la crisis del deporte hípico se dio por los altos impuestos del gobierno que terminaron quebrando los escenarios ecuestres del país. Ya ha corrido la mitad del encuentro número 22 de El Rosal. La tarde está soleada, lo que favorece a los más de 100 aficionados que allí se encuentran. Catalina, de tan solo 8 años, va cada sábado a 6

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acompañar a sus padres. Durante la quinta carrera le hace fuerza a Alejandra, una hermosa yegua color café que entra tan solo unas centésimas de segundo detrás de Sin Agüero, que se corona primero. Como ella, son muchos los niños que van con sus familias a este escenario deportivo y por eso, pensando en que sea un plan familiar, en noviembre –muy cerca a la pista– se planeó abrir el Parque Hipódromo, con más de 13 atracciones. Una de las grandes novedades de esta nueva era hípica en Colombia está por empezar, es la primera carrera nocturna de la jornada, algo nunca antes visto en el país. A las 6:20 se encienden las luces del lugar, se da la largada en el partidor automático y el caballo Noche Buena recorre la pista. En las dos tribunas la expectativa se hace más grande, las carreras finales son las más prometedoras en premios. Los espectadores pagan $10.000 o $20.000 pesos para entrar al encuentro, una tarifa alta que, según ellos, al menos mientras las carreras cogen

fuerza, debería reducirse para incentivar la asistencia. Este hipódromo puede ser como aquellos en los que, en días gloriosos, se veía a los empresarios más importantes hacer transacciones millonarias, desfilar vestidos con los mejores trajes –que incluso eran premiados con pasajes de Avianca– y ocupar las primeras planas de los periódicos. Pero es cuestión de tiempo y de divulgación para que se cree en Colombia una nueva afición hípica, para que además se inicien las carreras de perros galgos que le van a dar más fuerza al lugar, y la trompeta vuelva a ser escuchada con fuerza. La séptima carrera ya termina. La gran ganadora de la noche es la yegua Escandinava y, como afirma Sergio Silva, “aquí no se hace dinero, pero se pasa rico porque la hípica es un espectáculo de unos personajes chiquiticos montados en monstruos de caballos corriendo a 80 km/h que lo transportan a uno por un momento a otro mundo y lo alejan de la realidad”. u


UN HOMBRE DE

BUSETAS

Humberto Buenhombre es un reconocido transportador de Fontibón que pasó de ser un conductor de buseta a tener una para cada uno de sus hermanos. El ocaso de una empresa. María Camila Triviño Consejo de redacción / Octavo semestre

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ientras Bogotá ardía en 1948 entre desórdenes y protestas, Humberto Buenhombre empezaba su vida laboral como conductor, luego de haber sido labriego en varias fincas. Aprendió a manejar un camión, apoyado por don Bernardino, dueño de una de las fincas donde había trabajado; ese fue su comienzo como conductor, en la ruta que hoy sigue recorriendo en el mundo del transporte. Propietarios y conductores de buses han escuchado alguna vez su nombre, pues el tiempo que se ha mantenido en el gremio de transportadores y lo que hoy guarda en un lote ubicado en el centro de Fontibón, dan de que hablar de este hombre que desde hace 65 años se ha dedicado al transporte, primero como chofer, luego como propietario y hoy como recolector de vehículos viejos. Así lo afirma Osmar Abril, propietario de buses. Hoy, a sus 86 años de edad, recorre el barrio donde empezó su labor de transportador. Su cuñado Montenegro lo involucró en el mundo del transporte público. En la época en la que Buenhombre inició en este oficio, Fontibón todavía era un municipio, en el que existían dos empresas de transporte: la flota Fontibón y la Nueva Flota, que a la vez hacían rutas intermunicipales hacia Bogotá. Tiempo después, la flota Fontibón cambió su nombre a Metropolitana de Transportes S.A., hoy todavía vigente. Humberto vivió la transformación de esta empresa de la que ha hecho parte

desde sus inicios hasta el día de hoy, cuando llegó a ser socio luego de varios años de manejar bus y conseguir para comprar uno propio. Jorge Méndez fue quien le vendió su primera buseta, una Reo modelo 1942 identificada con el número 54, por la cual pagó 17.000 pesos. Al darse cuenta de que este negocio era bastante lucrativo, más adelante adquirió más carros conducidos por sus hermanos Manuel, Israel, Raúl y Eduardo. Don Humberto, el menor de siete hermanos, resolvió que de esto viviría. “Él fue uno de los hombres quien más tuvo acciones en la empresa. Hizo plata con el transporte”, dice Danilo Poveda, conductor y propietario. En 1979 adquirió un lote cerca al ferrocarril en el barrio Fontibón, donde habita y guarda algunas de sus viejas busetas y carros particulares, pues a medida que sus hermanos morían estas quedaban sin conductor y no volvían a salir. Así lo afirma su hijo Humberto, quien creció y siguió los pasos de su padre en el mundo del transporte. Por eso allí reposan todos los recuer-

dos de un hombre que pasó toda una vida tras el volante. La estructura de estas busetas es mucho más grande que las de ahora: para abrir la puerta a los pasajeros había que jalar una manivela y empujar con fuerza hacia atrás. Los letreros de las rutas se veían en la parte superior del vehículo, un papel envuelto en un rodillo que tenía los destinos escritos con marcador; una puerta grande en el costado de atrás era la salida de emergencia; el timbre se accionaba por un largo cable con una campana en el extremo: al mover el cable, la campana sonaba avisando al conductor dónde debía parar. La tarifa que pagaban los bogotanos para llegar a sus destinos era de 10 centavos. Estos vehículos hacen parte de la memoria histórica de muchos colombianos, hoy los jóvenes las recordamos como las famosas “cebolleras”. Cinco busetas se alcanzan a ver en medio de los escombros y las ramas de los árboles que las rodean, pues la edad impide a Humberto realizar el debido mantenimiento, y aunque algunas todavía se conservan con sus sillas enteras, el volante y sus puertas funcionando, otras son chatarra con sus latas oxidadas y llenas de repuestos, aun así son apetecidas por muchos. Humberto, el hijo de Buenhombre, cuenta que por uno de los vehículos particulares recibieron una oferta de dos millones de pesos, pero su padre no quiso. “Yo le sigo la corriente, él prefiere dejarlas ahí antes que venderlas”. Con un bastón, y las canas que cubren su cabello, Humberto Buenhombre es un reconocido transportador en el sector de Fontibón y al no romper el mito de que los buseteros son toma trago, en medio de sus caminatas disfruta el tiempo con sus viejos amigos y apenas una cerveza, para finalmente llegar a su lote y dormir en compañía de sus viejas busetas. u

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Fotografía: Laboratorio de Medios Universidad Externado de Colombia

VIGÍA


VIGÍA

José Luis de Jesús Miranda nació en Puerto Rico y luego de un matrimonio fallido y una caída en la adicción a las drogas sintió que era el elegido: se siente Jesucristo y la gente cree en su poder. ma de rehabilitación Teen Challenge, que lo llevó a obtener grandes reconocimientos por parte de gobernantes como Francis Sargente, de Massachusetts. Obtuvo su licencia como vendedor de seguros, les ayudó a personas indocumentadas de habla hispana, se casó dos veces y tuvo cinco hijos. Pero algo dentro de él seguía diciéndole que ese no era el camino que debía seguir, y renunció a Metropolitan Life Insurance, la compañía de seguros con la que trabajaba. Fue el 17 de febrero de 1976 cuando sucedió el hecho más impactante en la vida de este hombre: su hijo menor, de cinco años, había bajado las escaleras y le había dicho “Papi, esta noche viene el Señor”. En ese instante, narra José Luis, apareció un resplandor que solo dejaba detallar las siluetas de dos personas, y uno de ellos se acercó a él, tenía su misma estatura y medidas físicas. José Luis solo recuerda que uno de esos hombres se acercó lentamente hasta que sus ojos se nublaron y sintió que algo entró en su cuerpo: “allí escuché que yo era limpio de pecado, que toda maldad había salido de mi vida y que yo era un ser perfecto”. Desde ese momento ha tenido experiencias sobrenaturales que lo orientan para darle a su iglesia un verdadero mensaje, explica José Luis. Una de las particularidades de su congregación, es el uso del número 666, simbología que no existe

JESUCRISTO ES DE

María Del Mar Chaparro Consejo de redacción / Octavo semestre

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n febrero de 2006, el diario Miami New Times publicó en su portada un artículo llamado He’s Back, que en español significa Él regresó. Fue una noticia que le dio la vuelta al mundo, fue traducida a ocho idiomas y llamó la atención de medios de comunicación como cnn, abc, O Globo y rcn de Colombia. Ese día todos los medios hablaron que el hijo de Dios, Jesucristo, había llegado a la tierra. José Luis de Jesús Miranda es el líder de la iglesia Creciendo en Gracia. Su congregación se ubica en 22 países del mundo, incluida Colombia. Muchos lo conocen como Papi pues, según él, es el escogido de Dios y su misión es que toda la humanidad pueda ser salvada gracias a su segunda venida. Alguien que no haya visto a este personaje se imaginará un hombre, tal como lo muestran las películas que hablan de la historia de Cristo. Pero este Jesucristo es igual a usted y a mí, e incluso hasta más moderno que otros hombres, pues se tintura el pelo, usa un particular anillo de oro en el dedo angular de la mano derecha, se fija su cabello con cantidad de geles y tiene una sonrisa diseñada como si se la hubiera hecho un odontólogo famoso. Nació el 22 de abril de 1946 en Ponce, Puerto Rico, en el barrio Gándara, uno de 8

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los lugares más pobres de la ciudad; fue el primer hijo de Antonio de Jesús y Ana Luisa Miranda. “Desde muy pequeño mis padres notaron que había algo especial en mí, algo que los otros niños no tenían y eso que me crié bajo una estricta doctrina católica”, dice José Luis. Sin embargo, nunca se inclinó por la religión de sus padres y por el contrario sentía en su corazón una voz que le decía que sus creencias serían otras. Sus inclinaciones espirituales se despertaron desde que era joven: asistía a algunos grupos de oración para jóvenes y participaba en eventos de la iglesia local. Pero no pasó mucho tiempo, hasta que un día decidió irse de su casa y las malas amistades lo llevaron por el camino ancho y fácil, viviendo la vida del hijo pródigo. Entró al mundo de las drogas iniciando con la marihuana; sin ser suficiente pasó a la heroína, lo cual se le convirtió en un vicio incontrolable. La conseguía con trabajos pequeños que realizaba, o robando en joyerías, incluso empeñando las cosas de sus padres. Debido a su historial como vagabundo, fue sentenciado y llevado a la cárcel. José Luis asegura que allí Dios le mostró que él sería un gran misionero, y con la ayuda de Margarita Toledo, una monja que lo visitaba, inició su ministerio religioso el 18 de agosto de 1966. La vida le fue cambiando en el progra-

Fotografía: http://maistatuagem.com.br/

PUERTO RICO


VIGÍA

en otras iglesias. “A la entrada de mi casa mandé a labrar en la puerta sss y el 666”, dice. Estos signos dentro de su comunidad religiosa significan: tres veces santo. El número representa la sabiduría y el conocimiento, según la Biblia. Pero la explicación más acertada que hasta el momento sus fanáticos le han podido dar está basada en la fecha de nacimiento de José Luis, 22 de abril de 1946 o (22-4-46), pues la suma de cada número da como resultado 666, por lo cual sus feligreses creen que no es coincidencia la revelación que tuvo con el resplandor y la fecha de su nacimiento. Gloria Rueda, una fiel creyente, explica que el tatuaje o sello del 666 en el brazo, es el número del hombre e identifica la segunda venida de Jesucristo a la tierra; además demuestra el sentido de pertenencia que tienen las personas hacia la congregación. Otra de las funciones del tatuaje, dice, es desmentir el mito que asegura que José Luis es el anticristo. José Luis es un predicador que ha despertado polémicas, alegrías y odios, como el caso de su ex esposa Josefina Torres, quien en entrevista con Jaime Baily en el año 2012 denunció la secta de este hombre como una manipulación y traición; además el 14 de agosto de 2013 declaró en la cadena de televisión Telemundo, que Jesucristo hombre había muerto de una cirrosis hepática, en Texas. Sin embargo, al día siguiente José Luis apareció en un video con su actual esposa e hija diciendo que estaba en perfecto estado de salud. “Hay gente envidiosa que quiere acabar con mi buen nombre, y como saben que soy Jesucristo creen que soy eterno, yo solo vine a preparar mi iglesia para el Armagedón”, argumenta el predicador. Gustavo Sedan, teólogo de la Universidad Javeriana, explica que hasta el momento ni la ciencia ni el hombre han podido descifrar la existencia de Dios: “la creencia y la fe son patrones a los que las personas se aferran, y muchas veces estos dogmas funcionan en cuanto a milagros”, dice el teólogo. Sin embargo, si los pastores, curas, ministros y evangélicos leen la misma Biblia, y estudian las versiones que existen sobre el tema, sabrán que en Mateo 24:36 dice que la segunda venida de Jesucristo la verán todas las naciones, y será como ladrón en la noche, nadie sabe ni la hora, ni la fecha de cuándo llegará. u

LA CALLE

DE NADIE E

La avenida Rojas es una de las más importantes de la ciudad y diariamente cientos de personas y autos transitan por allí. Sin embargo, a pesar de su historia, las modificaciones, los cambios y las construcciones hacen que esté en completo abandono. Es una calle sin dueño.

Daniel M. Salazar Consejo de redacción / Octavo semestre

l busto impávido del general Gustavo Rojas Pinilla custodia una vía que lleva su nombre, un proyecto innovador construido en 1960 en el occidente de Bogotá y que ahora se debate en el caos y la anarquía. Antenas de energía del tamaño de un edificio, invasión del espacio público, escombros, talleres mecánicos a lo largo de mil metros de trayecto, comercio desbordante y congestión vehicular caracterizan el paisaje de esta calle. Ubicada en la carrera 70 justo entre la calle 26 y la 80, se prolonga esta avenida por nueve barrios bogotanos: Normandía,

“Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre”. Mateo 24:27. OCTUBRE 2014 - MARZO 2015 / visiones 13

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VIGÍA

La Cabaña, Bosque Popular, El Laurel, San Joaquín, Palo Blanco, La Estrada, Las Ferias y Bonanza. Desde su construcción, la calle recibió el nombre de quien fue presidente de Colombia entre 1953 y 1957, el general Rojas Pinilla, al parecer en homenaje a la conciencia urbanista que caracterizó el periodo de gobierno del mandatario. Sin embargo, en los registros oficiales de Bogotá una avenida con este nombre nunca ha existido. “La Rojas”, como es conocida popularmente, en realidad fue bautizada solo hasta 1980 por los concejales de la ciudad con un nombre al que ningún habitante del sector hace referencia: La Constitución. Las primeras familias en llegar, como los Pulido, los Cárdenas y los Roa, se asentaron a mitad de siglo xx alrededor de esta avenida periférica. En aquella época había muchos lotes baldíos, el ambiente era rural, el pasto crecía como maleza salvaje y las personas construían sus casas al ritmo de sus bolsillos. Edificaban paso a paso el futuro de una comunidad trabajadora que se expandía al compás de la modernidad, el crecimiento de la ciudad y las migraciones. Según cuenta doña Melania, una octogenaria residente, famosa por su tienda casera de pólvora, y por su amabilidad, este embrollo inició debido a la construcción de la calle 26 y el aeropuerto Eldorado, pues las zonas vecinas empezaron a recibir a muchos pobladores que, motivados por el progreso, llegaron de forma masiva al barrio y generaron desorden en la zona. De acuerdo con un estudio sobre el sector transporte de la Asociación Colombiana

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de Fabricantes de Autopartes (Acolfa), a finales de la década de los años ochenta y principios de los noventa el parque automotor en Bogotá era de 344.262 vehículos, una cifra que influyó en la masificación de los talleres mecánicos en la Avenida Rojas. Para Jorge Álvarez, quien trabaja como técnico de autos hace más de 20 años, “esta calle se ha convertido en el punto de encuentro de muchos colegas que, favorecidos por la compra de carros, vieron en el oficio de reparar una opción para solventar las necesidades”. Sin embargo ya son más de cien locales que han privatizado el andén para parquear carros. Ya no hay por dónde transitar, para atravesar la vía es necesario esquivar partes de automóvil, latas con aceite quemado, cables y montañas de basura. Únicamente queda una ruta polvorienta que con las enormes torres de energía luce como el viejo Oeste: solo faltan los vaqueros. Las pollerías y los asaderos aromatizan la Avenida Rojas, una calle que en los días de lluvia, y debido a la suciedad, se convierte en un feriado de olores nauseabundos, perros hurgando entre las basuras, recicladores rompiendo las bolsas, zapatos colgados en los cables de alta tensión, expendedores de droga, contaminación auditiva, trancones y caos. Esta es la imagen de una calle apoderada por el olvido, la calle de nadie. La vía crece sin orden. Tres edificios residenciales de quince pisos se alzan entre la congestión. Wasichay y Banzai en obra negra y parques de San Joaquín ya terminado, son las grandes moles de ladrillo que

le dan un nuevo aire a una avenida atrasada en el tiempo. De acuerdo con el ingeniero civil Ariel Ulloa, “la renovación urbana será compleja”. Las torres de energía con una capacidad aproximada de 15.000 voltios van a ser difíciles de reemplazar, debido a que adquirir la tecnología que iguala esta capacidad implicaría gastos astronómicos y aún es difícil de conseguir. Según prevé Ulloa, es posible que la calle sea ampliada de acuerdo con la proyección del Plan de Ordenamiento Territorial (pot); sin embargo, es posible que las torres eléctricas se mantengan intactas en un carril central. Para ciudadanos criados en estos barrios el hecho de que la avenida esté contemplada en las obras del grupo iii de valorización (2012-2014), no es nada nuevo. Las promesas van y vienen, cuentan cinco en los últimos 20 años, la última, la del propio nieto del general Rojas, Samuel Moreno, actualmente en líos judiciales. Por ahora la incertidumbre y la resignación se adueñan de estos barrios. La comunidad solo espera que se cumpla el Acuerdo 180 de 2005 que incluye: “prolongaciones, intersecciones viales, pasos peatonales elevados y la reubicación de la infraestructura eléctrica”. Lo que fue en su momento el sueño de una avenida principal se ha convertido en la pesadilla de un leviatán de cemento. Pues como dice don Néstor, tendero del barrio durante dos décadas: “pasan y pasan los años y la esperanza de ver la avenida arreglada solamente es un sueño”. u


VIGÍA

MASÓN DEL TERRAZA

PASTEUR Sebastián Acosta Consejo de redacción / Octavo semestre

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n la carrera séptima con calle 24, en el Centro de Bogotá, se encuentra Julio, quien vive rodeado de templos. Su lugar de trabajo es un centro comercial construido por masones en 1987, de lo cual él se siente orgulloso. Julio puede ser el último símbolo vivo del Terraza Pasteur. Metales diminutos y máquinas de reloj que no dan ni la hora, invaden una mesa verde ubicada en el ángulo más desordenado del triángulo escaleno en el que Julio César García trabaja. No es problema para él. Desde que no se vea el desorden por la vitrina, le da igual si las tuercas ruedan y los minuteros se esfuman. En las paredes del triángulo hay unas puntillas viejas que sostienen siete relojes costosos. Solo uno, marca Orient, a diferencia de los demás, tiene la hora exacta y campanea tan fuerte que da espacio al minuto de silencio, escuchando así, unos tambores que en realidad son el tic tac de los demás relojes. Casi en el techo del triángulo hay una pirámide que tiene el ojo de Horus en el centro, el mismo ojo que tiene Julio como escudo de cinco milímetros en sus elegantes vestidos; la insignia es color dorada y la rodean hojas metálicas de acacia. Es misterioso con eso; sin embargo, mucha simbología que trata de esconder, sale a la luz en el desorden que tiene en el suelo. Hojas, libros filantrópicos, folletos de astrología y chacras son el tapete oculto de esa relojería ubicada en la última esquina

del segundo piso del centro comercial de la calle 24 con carrera séptima. Julio vive en un templo, trabaja en un templo y anda rodeado de templos. El triángulo donde trabaja es en el Terraza Pasteur, un centro comercial construido en 1987 por el masón Libardo Cuervo, un arquitecto que decidió erigir simbología masónica para los profanos, es decir, para los que no son masones. “Es para mí un sueño hecho realidad, entrar por las columnas griegas de la democracia, ver en el techo la pirámide de Keops y sentarme a trabajar en la trinidad escalena de mi relojería”, dice Julio con lentitud y aprecio. Lo único que le molesta es que el centro comercial haya sido un encargo a construir de Griselda Blanco, la reina de la coca. “Tal vez esa fue la mala suerte de este templo comercial”, expresa de nuevo, lento mientras mira los zapatos. Para Julio, la vida se basa en la construcción y la arquitectura. No solo de cemento sino de pensamiento. “La palabra masón, significa constructor espiritual, es la palabra que más me ha costado aprender desde 1970, cuando fui iniciado”.

Por otro lado, en el cuadro siguiente está el mesón que tiene la Biblia y la Constitución Política de Colombia en un mismo compilado. Y en la imagen superior derecha, la pirámide de Keops con el ojo de Horus, puesta casi en el techo del lugar de trabajo de Julio César. El 7 de agosto de1970, siendo las tres de la tarde, en la carrera 13 con calle 24, una pierna se movía igual de lenta al minutero; era la pierna enferma de Crótata Londoño, el presidente de la Corte Suprema de Justicia, quien al entrar a la relojería de Julio, no veía la hora entre todos los relojes de que se la arreglaran. “No tengo cómo agradecerle, señor García”, dijo. “Pero yo sí sé cómo, doctor Crótatas”, respondió: “quiero que me inicie en la muy respetable Gran Logia de Colombia”. Así recreó la escena. Sin embargo no todo fue tan fácil pues no tenía el dinero necesario para pagar la iniciación, que costaba 30 mil pesos, unos tres millones de pesos de hoy en día, algo complicado para un relojero. Llamó de nuevo a Crótatas, quien era el Venerable Gran Maestro de la logia en su momento, es decir el grado 33°, el más alto, y le dijo que era imposible ingresar porque no tenía dinero, y Crótatas inmediatamente lo pagó. Desde ese agosto de 1970, Julio César García hizo parte de los 1.800 masones iniciados de Bogotá y sigue siendo parte de los 3.200 actuales, según el informe anual de la Confederación Masónica Internacional. “No sé cuánto más necesito para ser Dios, soy grado 18°, soy Soberano Caballero Rosacruz en mi respetable logia y todavía me falta por aprender. No es que lo quiera saber todo, sino que quiero curarme del cáncer de próstata que me tiene goteando los calzoncillos”, dice sarcásticamente. Aunque a sus 82 años acepta estar rodeado de polos opuestos, como estar enfermo y saber curar a los demás y no poder con él mismo, también de ser masón y curar los domingos en la calle 27 con carrera cuarta en una iglesia católica liberal, “en la que repudiamos el celibato”, dice Julio, quien es el último sacerdote de cuatro que pertenecían a esa orden, y tal vez el ultimo símbolo vivo del Terraza Pasteur. u OCTUBRE 2014 - MARZO 2015 / visiones 13

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VIGÍA

La belleza de Medusa, según los relatos mitológicos, era despampanante, lo que causó una gran rivalidad entre Atenea y Poseidón. Este relato ha sido inspiración para artistas, como Caravaggio y Sara Yagi, quienes a pesar de concebirla en siglos totalmente distintos tratan de interpretarla y vivirla para que el público sienta su belleza.

LA CABEZA DETRÁS DE UN MITO

MEDUSA

Alejandra Ladino Semiótica de la imagen / Sexto semestre

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egún los relatos griegos, Medusa era parte de las Gorgonas, tríada de las mujeres más poderosas y antiguas de la mitología conocida. Contaban con poderes mentales, físicos y tenían el don de la curación. Pero Medusa se diferenciaba de las demás por ser la única mortal y la más bella de sus hermanas. Su belleza fue tan grande que llegó a fascinar a Poseidón, dios del mar, que podía dominar a su voluntad las fuerzas de la naturaleza. Al verse enamorado de Medusa decidió seducirla, aunque en otras versiones se habla de una violación, en el templo de Atenea. Esto produjo una rivalidad más fuerte entre Atenea y Poseidón. La decisión de Atenea, tras enterarse del hecho, fue la de castigar a Medusa condenándola a ser como sus hermanas: quien la mirara a los ojos quedaría petrificado. Además, celosa de la cabellera de Medusa, Atenea resolvió convertirla en serpientes. Así, Medusa fue desterrada para vivir en las tierras de hiperbóreas. El encuentro entre Poseidón y Medusa derivó en un embarazo, lo que llevó a que Atenea le pidiera a Perseo que matara a Medusa. En su misión, Perseo esperó a que Medusa se durmiera en su guarida. Volando con sus sandalias, otorgadas por Hermes, logró ubicarse por encima de Medusa, cor12

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tándole la cabeza, que utilizó Atenea como escudo en todas sus batallas. Este relato fue tomado como inspiración para crear obras artísticas, tales como la de Caravaggio, dada a conocer en 1597, Medusa, que representa el terror y hace énfasis en esta emoción por el plano que empleó el italiano. Además, la utilización de una base circular para apoyar la cabeza decapitada de Medusa le presenta al espectador un relato más completo, ya que da a entender que esta pintura en su totalidad representa el escudo que Atenea usó posterior al homicidio de Medusa a manos de Perseo. Es interesante cómo el pintor no necesitó deformar el rostro de la mujer para representar el terror que vivió mientras fue asesinada: los ojos de la Gorgona transportan al espectador a un escenario terrorífico acompañado de la expresión de su boca, un grito mudo que al parecer no fue escuchado ni por su verdugo. Adicionalmente, el movimiento artístico por el cual Caravaggio guió su obra apoyó el sentido de esta, una técnica oscura para ocultar lo que se encuentra detrás de la cabeza de la mujer, dándole protagonismo y reconocimiento para contar su historia, además para resaltar sus rasgos físicos llenos de terror y sufrimiento, enmarcándola con una cabellera extraordinaria, resultado de una maldición. Pero este relato no solo fue relevante para colarse en la inspiración de artistas de la corriente barroca. En la actualidad, específicamente en el 2008, la obra de la es-

tadounidense Sara Yagi, titulada Cabello de Medusa, logró acaparar la atención tanto de los amantes del surrealismo o el neo-surrealismo como de quienes solo navegan por Internet. Esta artista opta por pintar raras criaturas que se cuelan en su imaginación, además tiene curiosidad por lo macabro. El espacio en el que se muestra el cuerpo y la cabeza de la Barbie Medusa es más plano, ya no cuenta con pinceladas que remitan al lector a una superficie rocosa, trabaja un solo color, aunque con algunas variaciones por la impresión de luz, a diferencia de la obra de Caravaggio. Por la corriente artística la oscuridad ya no cuenta como elemento clave para resaltar al personaje. Algo que es imperante resaltar es la expresión: si bien la artista quiere contar la historia de Medusa, en esta ya no se demuestra ni se resalta el terror de la mujer. En cambio, toma diferentes discursos, uno el relato mitológico que hace alusión al sufrimiento de una mujer bella que fue condenada a una maldición y a una posterior decapitación, y otro que toma como referencia de belleza a una muñeca que llegó a imponer estándares de feminidad y perfección. Así es como se toman objetos como la cabellera de serpientes de la Gorgona, una cabeza retirada de un cuerpo y una expresión tranquila, casi feliz, y un escenario limpio sin ningún rastro de agresión más que el terrorífico hecho de la decapitación de una mujer. Para concluir, si bien las dos obras pueden basarse en un relato, claras diferencias las alejan, ya sea la corriente artística, una guiada por el miedo al vacío acaparando cada espacio con un trazo, una pincelada cargada con oscuridad y textura, u otra guiada por la subjetividad y creatividad del artista, además conducidas por estándares de la época. En la obra del italiano se puede apreciar a una mujer natural cargada de expresiones que reflejan una emoción terrorífica; en la obra de Sara Yagi se encuentran reflejados los estándares impuestos por una sociedad consumista, basados en la búsqueda de la belleza por medio de diferentes técnicas regidas por el materialismo, algo que se ve y se vive a través de su expresión fría y los rasgos físicos más producidos, alejándose de la naturalidad. u


VIGÍA

MACONDO SE QUEDÓ

HUÉRFANO Bajo difíciles circunstancias económicas, Gabriel García Márquez escribió y publicó su éxito rotundo “Cien años de soledad”. Desde distintas partes del mundo escribió otras cuantas novelas que lo consagraron como uno de los mejores escritores del siglo xx y xxi. Tras su fallecimiento queda un legado de historias e imaginarios, que sus lectores no olvidarán.

Andrés Camilo Rincón Lenguaje escrito II / Segundo semestre

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acondo, la tierra creada por Gabo y que él mismo perpetuó en las hojas de su obra maestra Cien años de soledad, ahora se queda sin progenitor. Eso sí, él falleció, pero sus letras no podrán morir, pues tendría el mundo que volverse muy frívolo, muy carente de identidad y mezquino para borrar esos textos hermosos que encantaron al mundo con esa mezcla pulcra de imaginación y realidad. Aracataca es un municipio del departamento del Magdalena. Un municipio con embrujo Caribe, que vio nacer a Gabriel García Márquez el 6 de marzo de 1927. El mismo que sirvió de fuente de inspiración para sus novelas, cuentos y demás textos que hoy día son conocidos por una gran población nacional e internacional. Las cosas para Gabo no fueron fáciles. Algo que siempre lo destacó fue la dedicación por sus proyectos, desde la escritura de su gran obra hasta sus últimas letras.

Para poder escribir Cien años de soledad, Mercedes Barcha, su esposa, tuvo que empeñar todas sus joyas. Este acto de fe en los textos de su marido no fue solo por la emoción de una enamorada. Fue un riesgo desenfrenado que lo convertiría en el principal escritor de la literatura en lengua española, o el exponente máximo del boom de la literatura hispanoamericana. Luego de escribir Cien años de soledad, en agosto de 1966, el escritor y su mujer fueron a la oficina de correos en México, dispuestos a enviar el manuscrito a la editorial. El texto era de aproximadamente 600 hojas y enviar el paquete costaba 82 pesos, pero no tenían el suficiente dinero para ello, solo contaban con 53 pesos. Luego de no encontrar una solución a su falta de dinero, resolvieron abrir el paquete y solo enviaron lo que ellos creyeron que era la primera parte de la novela. Seguramente la situación tan angustiante hizo que se confundieran y terminaron mandando la última parte. Este error no fue desafortunado; por el contrario, fue la causa por la cual el libro salió a la luz, puesto que el director de la Editorial Sudamericana resultó totalmente embrujado con lo que había leído y deseó inmediatamente la primera parte de la obra. Al contarle su precaria situación económica al director, este se compadeció y en un gesto de amabilidad envió el dinero restante a Gabo y su esposa. Luego de la publicación de la novela en 1967, la obra estaba totalmente agotada, lo que sorprendió a Gabo inmensa y gratamente. Lo que OCTUBRE 2014 - MARZO 2015 / visiones 13

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FLORILEGIO

él no sabía era que había conseguido inmortalizar su nombre, sus letras y su creatividad en una obra, su gran obra. Después del éxito con Cien años de soledad, Gabriel García Márquez se fue a vivir a Barcelona donde permaneció hasta 1975, cuando decidió regresar a México para publicar El otoño del patriarca, otra de sus obras más conocidas. Desde ese momento su vida se dividiría entre Cartagena de Indias, Colombia, y el Distrito Federal, México. Este cambio de ambientes le daban inspiración y aliento para seguir escribiendo grandes obras, como lo fue su favorita: Crónica de una muerte anunciada, publicada en 1984. Así seguiría un extenso índice de publicaciones entre las cuales se destacan El amor en los tiempos del cólera (1987), El general en su laberinto (1989) o Noticia de un secuestro (1997). Sus diarios, memorias, vivencias, que ocuparían más y más volúmenes, se redujeron a uno que tituló: Vivir para contarla, publicado en 2002. Luego de ello se tomó un corto descanso de casi dos años, donde retomó la escritura para dar vida a su último trabajo, que nombró Memoria de mis putas tristes. Por otro lado, el séptimo arte, el cine, fue para Gabo como un sueño frustrado, una labor que estudió a través de la crítica 14

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en sus textos y la pasión con la que escribió en sus guiones. Sin embargo, existen filmes basados en libros de este gran personaje, adaptaciones cinematográficas que él agradeció inmensamente por reconocer su trabajo. Impecable, majestuoso e inmortal se puede describir el trabajo de Gabo. ¿Quién no ha escuchado un título de sus obras?, ¿quién no conoce la palabra de ese

pueblo imaginario llamado Macondo? Estos son aspectos mínimos que nos dejan al descubierto que Gabriel García Márquez, sin duda alguna, es un personaje ícono de la literatura que será recordado por siempre, aunque en este momento inicien en nuestros corazones cien años de soledad por su partida. Macondo ha quedado huérfano, pero vivirá por siempre en la memoria del mundo. u


FLORILEGIO

EL PERIODISTA PADRE DEL

REALISMO MÁGICO

El legado que Gabo dejó en nuestro país marcará un antes y un después de su vida y obra. El autor de Cien años de soledad amó el vallenato, a Kafka y Joyce y mientras estudió lo que no debía, descubrió su pasión y vocación: el periodismo.

Paula Andrea Cantor Lenguaje Escrito II / Tercer semestre

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ocos días después de su muerte se le rindieron varios homenajes al pequeño niño que nació con el cordón umbilical enrollado en el cuello y que muchos años después demostró que se puede llegar a ser más grande de lo que se piensa. Así nació nuestro más grande orgullo colombiano: nacido en Aracataca, Colombia, el 6 de marzo de 1927, Gabriel José García Márquez llegó más lejos que cualquier otro colombiano lo ha hecho hasta ahora. Prefería decir que había nacido el 6 de septiembre de 1928, no por hacer creer que era un año más joven, sino porque aquel día ocurrió una de las tragedias que marcó la historia del país: la masacre de las bananeras. Hijo de un telegrafista y de la hija de un veterano de la Guerra de los Mil Días, la mayor parte de su infancia la pasó junto a sus abuelos en Aracataca. De cada historia que le contaban ellos viene, como él decía, la inspiración a sus más grandes obras. Desde muy pequeño llevaba grabadas en su memoria aquellas historias que lo harían dejarse llevar y empezar a escribir sus obras. Se graduó de bachiller en un colegio de Zipaquirá y en 1947 empezó a estudiar derecho en la Universidad Nacional. No era lo que él quería estudiar y de hecho le aburría, mientras que el periodismo le encantaba y se convirtió en más que su profesión, su gran pasión. Trabajó para el diario El Universal, de Cartagena; El Heraldo, de Barranquilla, y El Espectador. Así fue escalando poco a poco, haciendo lo que más le gustaba y lo que algunas veces dijo que era su vocación: el periodismo. En 1950, estando en Barranquilla, Gabo conoció a la mujer que sería su compañera de vida, Mercedes Barcha. Ocho años después se casaron en la iglesia del Perpetuo Socorro, de la arenosa. La pareja tuvo dos hijos, Rodrigo y Gonzalo. Mercedes siempre fue quien lo apoyó, y aunque casi nunca le decía que lo quería, encontraba momentos perfectos para demostrarle su afecto. Además ella estuvo junto a él hasta el último segundo de su vida. Viajó por muchos países, recorriendo las ciudades más importantes: Barcelona, Caracas, París y Ciudad de México. EsOCTUBRE 2014 - MARZO 2015 / visiones 13

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FLORILEGIO

tas dos últimas fueron a las que llegó en una apretada condición económica, pero siendo así eligió Ciudad de México como su lugar de residencia. También estuvo viajando a países del este de Europa, principalmente socialistas. Una de las noticias más grandes de su vida fue haber ganado el Premio Nobel de Literatura, en 1982. En el fondo no lo podía creer, pero la alegría que reflejaba en su mirada lo decía todo. Al día siguiente, jueves 21 de octubre de aquel año, cuando se hizo pública la noticia por todo el mundo, llegaron periodistas de diferentes países para felicitarlo y tomar una copa de champaña con él. Esa fue la primera celebración. Fue un gran escritor y periodista pero al mismo tiempo fue un buen lector. Influenciado por grandes autores, como Kafka y Joyce, consiguió escribir sus libros: Crónica de una Muerte Anunciada, Doce cuentos peregrinos, Del amor y otros demonios y El amor en los tiempos del cólera, entre otros; y así darle inicio al realismo 16

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mágico. Cien años de soledad, su obra más reconocida y traducida a 37 idiomas, la escribió para volver a recordar su casa en Aracataca, donde vivió hasta sus diez años. Como amante del vallenato describía el acordeón como un instrumento que nos arruga el sentimiento y nos da una nacionalidad. Le encantaban las parradas, especialmente si estaba su amigo Rafael Escalona, a quien conoció desde que eran muy jóvenes y cuando ambos estaban empezando a dar sus primeros pasos profesionalmente. Escalona confesó que García Márquez también era buen intérprete, pues en sus festejos había momentos en los que se le escuchaba cantar algunos versos de su amigo. Son inolvidables las mariposas amarillas, así como los personajes de cada una de sus historias. Nunca olvidaremos la manera tan sutil de contar desde las historias más simples hasta las más complejas. Nunca olvidaremos sus palabras tan profundas con mensajes únicos. Nunca olvidaremos el legado tan grande que nos dejó este maestro. Y nunca olvidaremos a alguien que siempre estará vivo entre nosotros.u


FLORILEGIO

EL ADOLESCENTE

MAYOR

La vida de Fernando transcurre entre altibajos, hijos por fuera del matrimonio, una relación de pareja inestable y un sentimiento contradictorio hacia sus padres. Una enfermedad pareciera que lo hace reaccionar... Paula Andrea Cantor Lenguaje escrito II / Tercer semestre

De qué se arrepiente? De todo. De toda mi vida. El tono de su respuesta fue un poco frío, como si no hubiese ni una sola parte de su vida que rescatar. Son las seis de la tarde y estamos en una habitación de la Clínica Palermo. Fernando está conectado a un monitor cardiaco y a mangueras que le suministran suero. El verde pálido en las paredes de la habitación combina con el color de sus ojos y hace que el ambiente sea un poco acogedor. Comienza hablando del año en que nació, 1949, cuando sus padres llevaban apenas un año de matrimonio. El mayor de ocho hermanos y tal vez uno de los más consentidos, como dicen sus familiares. A su infancia no le da mucha importancia pues toda su primaria la pasó en un solo colegio; pero sí hace énfasis en su adolescencia por la cantidad de veces que pasó de un colegio a otro. En el bachille-

rato conoció a la mujer que aún hoy en día es su esposa por la iglesia. Pasó por tres colegios para graduarse de bachiller e ir a estudiar idiomas. Siento que con cada pregunta que le hago atravieso muros antes impenetrables, como preguntarle por el hijo que tuvo con otra mujer, sus fallas con el dinero, su intento por ser concejal, su faceta de padre, su sentimiento por su hijo muerto y el porqué de la distancia con sus hijos Marlon y Leonardo.

***

Una mañana fui a la oficina de su padre, amante de los buenos vinos, para hablar sobre él. Marco, su padre, la única persona por la que él daría la vida y a la que le pide perdón infinito. Lo encontré en su escritorio haciendo cuentas en un cuadernillo. Noté que era una persona muy abierta, pues antes de ir pensé que le iba a incomodar que fuera a preguntarle sobre la vida de su hijo mayor. Su papá, de 87 años, me contó la alegría que sintió al verlo por primera vez y saber que su primer hijo era un varón, has-

ta el día de hoy cuando lo cuida como a un adolescente –no como un niño– porque el capricho y la rebeldía no los ha dejado. Al mirar a su padre a la cara, veo en sus ojos lo mucho que lo quiere cada vez que me habla de él y, aunque ya no le confíe nada, lo quiere como el primer día. Sus palabras son: “siempre hizo lo que quiso y siempre tomaba sus propias decisiones”. Marco piensa que el error tal vez fue haberle dado cierta confianza a su hijo para que después de darle la mano, él se tomara el brazo entero.

***

En 1966 Fernando cursaba octavo grado y Dora, su esposa, sexto. Un patio del Colegio Bolívar de Soacha fue el lugar donde inició el amor entre ellos. Él, muy detallista y celoso; ella, muy abierta a conocer personas y a lo que le deparara la vida. Hoy en día, cuarenta y ocho años después, todo es muy diferente. Se podría decir que las cosas dieron un vuelco total. Cuando hablé con Fernando, no dijo mucho acerca del principio de su relación con Dora. Así que me tomé el trabajo de hablar con ella y descubrir qué había más allá de esas palabras. Dora es una mujer que algunos considerarían una mala esposa por el simple hecho de que no es conservadora y no se toma el tiempo de ser la “mucama” de su esposo. Para otros, una mujer fuerte que ha soportado grandes golpes de la vida o errores, como les llama ella, después de haber tomado malas decisiones. El día que hablé con ella, entendí que Fernando y su esposa tenían algo en común: ambos se arrepienten de decisiones apresuradas que tomaron en momentos cuando uno no piensa con cabeza fría. Tal vez la culpable fue la juventud o la falta de carácter, pero esos fueron errores del pasado que ahora ya no se pueden revertir. Encontré en ella una mujer que prácticamente le entregó su vida a él; pero esa mujer enamorada ya no está. Las malas OCTUBRE 2014 - MARZO 2015 / visiones 13

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acciones lo destruyen todo y a pesar de que no esté detrás de él lidiando con su desorden, aún lo visita en el hospital donde se encuentra hace unos días. ¿Por qué?, se preguntarán muchos, por dinero o porque en el fondo aún guarda la esperanza de que él puede cambiar y así vivir su vejez juntos, como algún día ella lo soñó. Recuerda un día en que Fernando tuvo un accidente y cayó; un golpe fuerte en su cintura lo dejó incapacitado por unos días. Ni agacharse a lavarse los pies podía. Dora era su enfermera. Lo bañaba, le alcanzaba todo y estaba disponible cuando él lo necesitara. Días después del accidente se conoció la noticia de que un nuevo integrante a la familia iba a llegar y no es que fuera a nacer, si no que ya existía y no era de Dora.

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Todavía recuerdo los días de velación de su hijo mayor, Milton, en la funeraria Los Olivos. Era 2008 y su familia todavía se recuperaba de la muerte de otro integrante en el 2005. Milton murió por complicaciones posteriores a una cirugía. Para Dora y los dos hijos que le quedaban fue devastador como se suponía que para Fernando también, pero a los ojos de todas las personas que estuvimos presentes fue diferente. Como si nada hubiera pasado. Como si Milton hubiese agarrado una maleta diciendo: “me voy de la casa, no sé cuando vuelvo”. Según Fernando, es mejor no llorar, pero su actitud no fue la que comúnmente se ve en un papá cuando pierde a un hijo. De nuevo en la clínica hablando con Fernando me dice algo que me deja un tanto intrigada. Yo le dañé la carrera futbolística a Milton. Él hubiese sido un gran jugador. Ocurrió cuando Milton jugaba fútbol. Al lugar donde ellos vivían llegaron caza talentos de Millonarios. Interesados en su hijo, le propusieron jugar para ellos. Al saber que se trataba de Millonarios, Fernando hizo que Milton rechazara la oferta, todo por el hecho que Fernando era hincha de su equipo rival, Santa Fe.

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Con la última persona con la que hablé fue con su madre, Judith. Ella y su hijo coinciden en que la relación no fue la mejor hasta el día en el que Fernando enfermó. Antes de eso ella era la rígida, 18

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la que no le alcahueteaba ni una sola de sus vergüenzas pero cuando él enfermó volvió a sacar el lado tierno de madre que da absolutamente todo por su hijo. Con 80 años bajaba y subía tres pisos con el fin de llevarle un desayuno, un almuerzo o una cena. Ella dice que siempre fue despilfarrador de dinero y no era serio en sus proyectos; sin embargo, ahí está, presente.

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En un entrenamiento de baloncesto femenino fue donde empezó todo. Se llamaba Adriana y era apenas una joven cuando decidió aceptar los coqueteos de Fernando. La mujer tenía una hija, a quien Fernando aceptó como si fuera suya. Dos años después nació Luis Fernando, aquel bebé del que la familia se enteró cuando tenía 2 o 3 años. A Luis le dio el apellido desde que nació, pero a Paula, se lo dio cuando tenía 13 años. La decepción grande de saber que el papá de uno tiene un hijo con otra mujer que no es tu madre es difícil, más cuando se es hombre. Quizás esa es la consecuencia del cambio de conducta en sus hijos.

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Fernando también me hablaba de sus nietos y de lo mucho que los quiere. Primero habló de David, a quien le dice “Mi negro”; Dana, quien para él es muy inteligente y sobresaliente, y Juan Pablo, que aunque poco lo ve es su pequeño nieto. Sigo en la misma habitación, el mismo día, solo que un poco más tarde y Fernando sigue hablando de su vida. Menciona otra vez a su padre y le digo que sería bueno que hiciera algo para compensar algunos de los errores que lo hirieron. A veces algo del corazón vale más que una botella de vino. Después de estar hablando por un largo tiempo, entraron por la puerta de la habitación su mamá, su papá y su hermana, Carmenza. El ambiente se tornó diferente. Ya no veía al Fernando que me habló con naturalidad, sino al Fernando enfermo que quería que su madre le alcanzara cada cosa que veía. Estaba viendo de frente al Fernando caprichoso en acción. Parecía otra persona. Lo relacioné con el adolescente que no sabe qué quiere de la vida, al cual sus padres le dan todo y que aún pareciera que no tiene una personalidad definida con todas las personas. u

María Fernanda Sánchez Lenguaje escrito II / Tercer semestre

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ennis lleva 27 años viviendo en España. Luego de un accidente, del cual tiene pocos recuerdos, decidió darle un vuelco a su vida, dejar el alcohol y velar por el bienestar de su familia colombiana que aún espera verlo de nuevo. Me siento solo, es 24 de diciembre y yo me encuentro en un país que no es el mío, esperando que llegue el día cuando pueda volver a Colombia a ver a mi familia, amigos y conocidos. No saben lo que se siente pensar que el resto del mundo celebra estas fechas junto a sus familias. ¿Y yo? Yo estoy aquí, tirado en una cama que no es la mía, mirando el techo que está a punto de caerse, las cucarachas que corren de un lado a lado por todo el piso de la habitación, pero realmente no tengo otra opción, tengo que quedarme aquí, trabajando fuertemente para poder mandar dinero a mi familia. Estas son las palabras de Dennis, quien llora desconsolado esa noche. Este hombre, que siempre respondió por su madre y sus tres hermanas, ahora que han pasado muchos años, sigue pensando lo mismo, que es él quien debe cuidarlas y ayudarlas. Pero no, ellas tienen sus respectivos esposos y están bien, pero en la cabeza de Dennis lo único que existe es trabajar fuertemente para darles todo lo necesiten. Cada día se levanta, muy temprano, a recibir su turno de trabajo, a intentar ganar el suficiente dinero para enviar la cuota que él considera necesaria para ellas.


Además, Juan Esteban, su hijo, también espera desde Alemania que le envíe dinero, cartas, regalos, y hasta sueña con algún día volverlo a ver, puesto que lleva más de 5 años que no lo hace: “la situación no es fácil, extraño a mi familia, a mis amigos, y sobre todo a mi hijo”, asegura Dennis.

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Es 5 de febrero, Dennis se encuentra en un hospital en la ciudad de Madrid (España), luchando contra las heridas que el accidente le dejó, intentando que su cuerpo reaccione de forma favorable ante la cirugía que cinco horas antes se le practicó. Mientras tanto, al otro lado del mundo, en Colombia, su familia está desesperada por no saber qué es lo que le ha sucedido, intenta llamar a todos los hospitales de Madrid buscando alguna señal de vida pero no lo consiguen. Por fin, después de ocho horas de estar inconsciente, Dennis despierta con mucho dolor y muy confundido por lo sucedido la noche anterior. Los médicos intentan explicarle lo ocurrido, pero Dennis insiste en que no recuerda cuál fue el motivo del trágico accidente; pregunta por sus amigos que al parecer también se encuentran en el mismo lugar, y se lleva una gran sorpresa al escuchar decir al doctor “lo siento, uno de ellos falleció instantáneamente”. Dennis se siente culpable y comienza a recordar.

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A los catorce años decidió irse en busca de nuevas y mejores oportunidades de trabajo, puesto que su familia no tenía el dinero suficiente para sobrevivir, así que apenas su amigo de infancia, Harold, le dio la idea, Dennis no dudó un segundo

Fotografía: http://www.morguefile.com/

SU MEJOR AMIGA,

en aceptarla. Por mucho tiempo estuvo aventurando en diferentes países en busca de un trabajo estable, pero las oportunidades no eran muy convincentes para él hasta que llegó a España, donde consiguió un trabajo favorable y pudo empezar a ayudar en su casa. Dennis, con tan solo 45 años de edad, ha tenido muchos problemas por culpa del alcohol y las mujeres. En medio de su soledad, cree encontrar refugio, compañía y un poco de alegría en ello, así que su mejor pasatiempo es pasar de bar en bar buscando buen alcohol y suficientes mujeres, con las cuales, según él, “la pasa bien”. Pero, ¿Hasta dónde llega esta felicidad? ¿Hasta qué punto este vicio podrá hacerlo feliz? ¿Será que el alcohol es una felicidad pasajera?, son preguntas que Dennis no fue capaz de contestarme.

***

El 4 de febrero, Dennis salió de su trabajo y se dirigió a la entrada de un bar, en donde se encontró con el resto de sus amigos. Lo primero que hicieron fue empezar a tomar; a medida que pasaban las horas se iban acercando más a las mujeres que les gustaron desde que entraron a ese lugar. Eran las 5 de la mañana cuando terminó la fiesta, las mujeres se fueron y ellos cogieron el carro en el estado en que se encontraban, no eran conscientes de lo que estaban haciendo. Se hallaban por una avenida principal de Madrid, cuando de un momento a otro perdieron el control del vehículo y ocasionaron un trágico accidente. “En el hospital empecé a recordar lo que había sucedido en el momento del accidente; fue allí donde comprendí que la

culpa no fue solo mía, pues nosotros íbamos por nuestro carril pero el vehículo se quedó sin frenos. Después del accidente yo aún estaba consciente, la única parte de mi cuerpo que podía mover eran mis ojos, no podía hablar, la cabeza se me iba a explotar del dolor, de mi cuerpo salía mucha sangre, sabía que no estaba bien de salud pero sentía que debía ayudar a mis amigos, los vi muy mal, sentí mucha impotencia al saber que yo estaba consciente y ellos, no. Por la pérdida de sangre y la presión que el manubrio hacía sobre mi pecho, quedé inconsciente y luego mi recuerdo vuelve cuando estaba en el hospital”. Dennis sufrió un traumatismo craneal y tenía muchas heridas que los vidrios del carro le ocasionaron en todo su cuerpo. Cuando los médicos le dieron la orden de salida, Dennis no sabía de dónde iba a sacar el dinero para pagar la cuenta en el hospital, solo pensaba en su familia, en el tiempo que había perdido, que no había podido trabajar ni enviarles dinero. Así que planeó todo para huir del hospital sin pagar; le tocó esconderse en casa de un amigo, puesto que lo buscaron por algún tiempo. Cuando volvió a su trabajo, un mes después de su recuperación, estaba convencido del cambio que debía hacer en su vida: el salir a tomar, bailar, y conseguir mujeres de una noche, se había convertido en algo del pasado. Se sentía muy solo, triste, sin ilusión de seguir con su vida, pero aún existía algo que lo activaba diariamente a luchar contra su soledad, a levantarse muy temprano en la mañana, y a buscar dinero: Juan Esteban, su pequeño que tanta falta le hacía, por él y por el amor que Dennis le tenía siguió luchando contra viento y marea. Así que enfrentando su soledad consiguió el dinero suficiente para viajar a Alemania y pasar las mejores vacaciones de su vida junto a su hijo. Unos meses después volvió a Colombia, eran más de 27 años por fuera de su país, estaba muy ansioso de que llegara el día de volver a pisar su tierra. Sus sueños se estaban haciendo realidad. Luego de pasar unos meses en Colombia, volvió a España a seguir trabajando, pero ahora con más fuerzas que nunca, pues se pudo demostrar a sí mismo que todo lo que uno se propone en la vida lo puede cumplir. Motivado por su familia y amigos, Dennis continuó con su trabajo en Madrid y poco a poco fue organizando su vida, madurando y valorando más los momentos que pasaba junto a sus amigos en sano juicio, que momentos que pasaba solo y embriagado. Ahora yo, como todo el resto de su familia, espero que pase muy rápido el tiempo para poder volverlo a ver, para poder volver a compartir las más grandes de mis alegrías junto a él, mi tío, mi compañero, mi héroe.u OCTUBRE 2014 - MARZO 2015 / visiones 13

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LA EXILIADA QUE DECIDIÓ

VOLVER El exilio político permite ampliar horizontes y regresar renovado. La experiencia de Aida Avella en Suiza y lo que encontró al volver a Colombia. David Trujillo Taller de reportería avanzada / VII Semestre

A

ída Avella volvió de Suiza a seguir en la política a pesar de las preocupaciones de su familia. No obstante, a su regreso se topó con un país que ha cambiado. Esta entrevista fue hecha cuando recientemente habían pasado las votaciones para Congreso de 2014. En ese momento Aída era candidata de la up para la presidencia, pero contemplaba la posibilidad de una alianza de izquierda que luego sí se consolidó con el Polo Democrático. Por lo general, las mujeres que hacen parte de la política tienen un aura de irreverencia, firmeza, carácter fuerte y hasta hostilidad. Más aun cuando cuando ocupan cargos en el gobierno o aspiran a ocuparlos. Al menos eso demostraban Margaret Thatcher en Reino Unido y Golda Meir, en Israel, o más recientemente Angela Merkel, en Alemania, y Dilma Rousseff, en Brasil. Incluso en la política nacional, Clara López refuerza esa, llamémosla, actitud de mujer líder. Una actitud que puede ser justificada, en cierta medida, al considerar que son mujeres que han tenido que mo20

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verse enel mundo machista de la política y cuya estrategia para sobresalir ha sido la de endurecer su apariencia. Pero ese no es el caso de Aída Avella. Todavía cuando algunos de sus compañeros de la Up la llaman, de manera muy sexista, “la Bernardo Jaramillo con faldas”, Avella no deja de ser una mujer dócil y serena. Es una persona sencilla y cordial. Pareciera increíble que quieran deshacerse de ella. ¿Qué amenaza puede representar una señora de 65 años, de no más de 1,60 de estatura, con unas gafas redondas que le dan una imagen más de mamá o abuela que de política? Pues basta con decir que durante las décadas de los años setenta y ochenta, Aída Avella fue una de las líderes sindicales más importantes del país, llegando incluso a ser parte del comité ejecutivo de la Central Unitaria de trabajadores (cut), la mayor central sindical del país. En 1982 se vinculó al Partido Comunista y luego a la up. En 1991 llegó a la Asamblea Nacional Constituyente en la que trabajó en la Comisión Primera con temas de derechos humanos y el rol de los militares. Fue concejal de Bogotá durante dos períodos después de la Constituyente.

Me recibió en la sede del Partido: la casa de una de sus amigas. Una casa sin pretensiones, con muchos cuadros y flores, y cuyo único vínculo visible con la Unión Patriótica es una bandera puesta en la sala; amarilla al fondo y verde en el centro con dos letras: up. No hay nada de ostentoso allí. “Es que somos una campaña pobre pero digna”, aseguró Avella. “¿Pobre pero honrada, doctora?”, le pregunté. “Muy honrada”, fue su respuesta. Aída Avella. Hace 20 días no puedo abrir mi correo, está hackeado. Pero sí, queridos muchachos, eso hace parte de la vida nacional. ¡Vivimos en un país de locos! Visiones: Cuando joven ¿pensó que iba a terminar en esto, doctora Aída? Sí, a mí siempre me gustó la política. Yo fui dirigente estudiantil en la Universidad Nacional y dirigente sindical. Pero nunca pensé, jamás, que se llegara a estos extremos, en los que la gente era cazada por listas, y solo cuando nos mataban nos quitaban de esa lista. Ustedes son jóvenes para acordarse, pero fue una época muy horrible. V:¿Y continúan las amenazas? A:A: Claro. Siguen llegando cartas y panfletos en los que nos amenazan. Lo curioso es que son los mismos textos que nos llegaban en los ochenta.Es como si copiaran y pegaran. Cambian los nombres y las fechas, pero es igual. Cuando yo leí estas últimas amenazas le dije a mi secretaria que sentía como si eso ya lo hubiera


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leído antes. Ella lleva coleccionando todas las amenazas desde hace 30 años y me las mostró y efectivamente, son iguales. Ahora se supone que las envían “Los Rastrojos” y “Las Águilas Negras”, pero qué va, son los mismos. V:¿Y quiénes son esos “mismos”? A:A: Desde hace mucho tiempo se ha sabido, e incluso la Comisión Interamericana de Derechos Humanos lo ha declarado, que el Estado colombiano fue culpable del exterminio de la up por omisión, colaboración y acción. Es considerado un genocidio.En un sistema democrático nunca antes se había dispuesto toda la maquinaria estatal para desaparecer a un partido político. Eso pasa en los regímenes dictatoriales, ¿pero en una democracia? V:¿Se siente frustrada? A:A: Nosotros no nos sentimos para nada frustrados. Con las pasadas elecciones al Congreso, la Registraduría nos dice que tuvimos 250 mil votos, y eso en mes y medio de campaña, con todas las limitaciones económicas: hasta el viernes pasado nos dieron 200 millones de pesos que ni siquiera son para las elecciones. Son los presupuestos que se tienen para el funcionamiento del Partido. Con todas esas limitaciones, con todo el trabajo que hay que hacer: no hay una sola valla nuestra en el país, y creo que es el partido que no tiene tantos volantes, ni papeles de campaña. Total que nosotros nos sentimos muy bien. Igual el umbral de votos para nosotros no puede ser el mismo que el de los otros partidos y eso se lo estamos pidiendo al gobierno. En el fallo del Consejo de Estado se posibilita la interpretación de que al Partido no se le puede someter al umbral de votos actual. Entonces, en un acto de justicia, deberían valernos el umbral de los 50 mil votos. V: ¿No le parece que el Congreso que fue elegido es un Congreso de los mismos con las mismas? A:A: Completamente. ¡Por Dios! Si ya no pudieron hacerlo bien, pues háganse a un lado a ver si otros pueden hacerlo. Pero acá la gente como que no se quiere dar cuenta. Los que han dirigido el país quieren seguirlo dirigiendo. Ya me imagino el Congreso con el señor Uribe cómo será; se va a polarizar todo otra vez. Hombre, ¿es que no tienen oficio? ¿Por qué no se quedan en sus casas escribiendo o algo así? V: Cambiando el tema de las elecciones, ¿qué la hizo volver? A:A: Dos cosas: la primera, la devolución de la personería jurídica. Eso me hizo pensar que era un guiño o una seña de que las cosas podían estar cambiando. La segunda, el proceso de paz, que significó una luz en el largo túnel de la violencia. Es que los colombianos no podemos llevar todo el tiempo los odios, la intolerancia.

V: ¿Y usted encuentra un país igual al que dejó cuando se fue? A:A: No. Es completamente diferente… V: ¿Mejor o peor? A:A: Peor. Mejor tal vez en infraestructura; muchos edificios, construcciones, mucho cemento. Pero las cosas que he encontrado en el país que he recorrido son muy tristes. Yo dejé a un país con industrias y ahora ya no están, se acabaron. ¿Y la gente? Se quedó sin empleo. Entonces uno ve los barrios llenos de muchachos sin trabajo y eso causa un alto índice de criminalidad. En el Valle murieron 150 personas en enero y todas por delincuencia común. Por otro lado está el campo, que está sumamente descuidado por culpa de los tlc: es completamente injusto que el gobierno no esté subsidiando el campo y que todo lo que se consuma venga de afuera. ¿Y lo que se produce acá? Se exporta, solo nos dejan las migajas. Entonces eso hace que no haya dinero para suplir los problemas de educación, los subsidios de desempleo y todas las demás necesidades que requiere la población colombiana V: ¿Cómo se siente el exilio? A:A: El exilio es vivir la historia de otra manera, como decía Benedetti que escribió cosas sobre el exilio que siempre me han interesado. En el exilio hay dos posibilidades: o te hundes o flotas, y yo elegí flotar. Entonces cuando tú vas a un país cuyo idioma no conoces, tienes que aprenderlo, es la primera tarea política si quieres integrarte a esa sociedad. Si tú sales al exilio para hundirte en la melancolía y la nostalgia, pues no haces nada, porque siempre hay cosas nuevas por hacer.

V: ¿Qué aprendió en Ginebra durante el exilio? A:A: Tuve la fortuna de vivir en una ciudad de carácter internacional, donde se mueve todo: Naciones Unidas, la Organización Internacional del Trabajo –oit–, la Organización Mundial de la Salud, la Organización Mundial del Comercio. Pero nunca dejé a los colombianos. Siempre he dicho que yo vivía en la mañana en Suiza y en la noche, en Colombia. Por lo que viví allá, por lo que aprendí, al toparme con otra manera de ver la vida, de ver las cosas, entendí que nosotros no somos el centro del mundo, somos una partecita ínfima del mundo. Cuando convives con otras personas, con otras culturas, con otros gobiernos, te enriqueces y te das cuenta de que los colombianos hemos perdido el tiempo con estos gobiernos tan mediocres, y de que hay que procurar, por todos los medios, abrir la mente de la gente. V: ¿A qué le teme? A:A: En Colombia todo el mundo tiene miedo, este es el país del miedo. Todos tenemos miedo a algo que ni siquiera vemos. Nadie puede salir tranquilo. Y la gente no se da cuenta de eso. Es increíble. Es triste pero es así. A la gente le parece normal que uno salga a la calle a mirar para todos los lados para que no le hagan daño a uno. Pero es que acá te pueden matar por cualquier cosa. Y uno cómo puede vivir después de que le hayan matado tantos amigos y compañeros, y después de que casi lo matan a uno… Vive por eso. Vive para no dejar que eso se quede en la impunidad. Para eso. Todo el trabajo que hicimos en el extranjero fue para eso. Y para eso volvemos. u

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Eco y Narciso es una pintura que data de 1903 por John William Waterhouse. Ilustra el poema Eco y Narciso de Ovidio 's Metamorfosis.

NARCISO

El mito de Narciso ha trascendido en tiempo y espacio. Sus representaciones son infinitas. Está en el arte, la poesía, la música, el cine. No solo sucede con Narciso, basta conocer el token para identificarlo en sus infinitas posibilidades y polisemias. Nina González Semiótica de la imagen / Sexto semestre

E

l mito de Narciso tiene varias versiones: la griega, la romana y la helénica y podría decirse que son muy parecidas. En general se trata de un joven apuesto que generaba admiración tanto por hombres como por mujeres. Una vez uno de sus pretendientes (en una versión se trata de una ninfa –Eco–; en otra, del joven Ameinias) es rechazado de forma cruel por Narciso y como castigo recibe una maldición que consiste en enamorarse de su propia imagen reflejada en un estanque. Narciso trata de seducir su reflejo y al ver que no es correspondido se suicida con una espada, aunque en otras versiones se ahoga con su propio reflejo o muere contemplando su imagen. En el sitio donde murió nace una flor que lleva su nombre. En la pintura que Caravaggio realizó hacia 1597, Narciso admira su reflejo y está agachado muy cerca de un lago, no se alcanza a determinar en qué espacio se encuentra por la iluminación del lugar. Esa luz se centra en Narciso, se vuelve tenue en su reflejo y desaparece en el fondo del cuadro o alrededor de la figura central. El marco de la imagen establece un juego 22

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dentro-fuera de cuadro que le permite al espectador completar las manos y el reflejo de Narciso. Aunque el encuadre no posibilita determinar con exactitud el paisaje o lugar donde se encuentra Narciso, dirige la mirada hacia el personaje y muestra la intención de Caravaggio de invitar al espectador a hacer parte de su obra, acercarlo a Narciso en ese preciso momento en que se enamora de sí mismo.

Narciso, es el último cuadro de la segunda etapa de Caravaggio

El siglo xvi, periodo de la pintura, representa una época turbulenta en la que ocurren eventos como la conquista del Nuevo Mundo, la Contrarreforma y en el que Caravaggio se desenvolvía como un personaje poco sociable, agresivo (ocasionó varias riñas) y creador de polémicas por tratar de acercarse más a la realidad y no embellecer los modelos que empleaba para sus obras. En la imagen no solo se manifiesta esta característica, sino que se aísla al personaje de su contexto para quedar ensimismado y centrado en su reflejo, con el claroscuro que pone en contraste la belleza, la contemplación, la vida y la muerte, la realidad y la ilusión; contrastes de su estilo tenebroso que tanto lo caracterizaba. El reflejo y el agua remiten de forma clara al mito de Narciso. Sin estos dos elementos no se relacionaría con la historia y en ausencia de estos cambiaría el sentido de la imagen. El agua permite posibilidades de reflejo, no es estática como un espejo ni totalmente reveladora, permite imaginación e idealización. También suscita deseo y curiosidad. Se podría decir que esta obra trata de dos personajes: el principal es Narciso, totalmente iluminado y lleno de detalles desde su ropa hasta su cabello, inmerso y anonadado por su reflejo. El segundo personaje se trataría de su reflejo, con luz opaca, menos detalles y de menor tamaño; aparece menos hermoso que el “verdadero” Narciso. Debido a la posición de cada figura la obra también puede representar dualidad que se podría traducir en un propósito moralizante o reflexivo. ***** En un contexto actual, la imagen puede seguir teniendo éxito en su aspecto reflexivo o puede ser aún más profunda con los nuevos fenómenos que azotan la sociedad de hoy en la que el narcisismo ha desbordado los límites de lo macabro y tenebroso. El único aspecto que nos ata de forma in-


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confundible a la época del autor y su obra es la vestimenta del personaje central. Otra de las representaciones de Narciso es aquélla elaborada por Vik Muniz en 2012, quien la titula como Narciso, según Caravaggio. Su creación consiste en una gran cantidad de desechos de diverso tipo que forman la figura de dos personas, las cuales tienen diferencias entre sí. El de la parte superior tiene más detalles y es más claro, el de la parte inferior tiene menos detalles, es más oscuro y ocupa menos espacio en el marco de la imagen. La cantidad de desechos es tanta que se pueden intuir las inmensas proporciones de la obra. El contexto histórico tanto de la imagen como del autor es cercano al contexto del lector actual. Los elementos remiten a varias situaciones de una civilización contemporánea, como la crisis ambiental, el gran cúmulo de desechos y su mal manejo; en especial la conciencia de las personas con respecto a este tema se refleja de forma particular en la obra, quienes solo se interesan en sí mismas y no les importa lo que las rodea. El encuadre y la disposición de las figuras en el espacio nos remite a la obra de Caravaggio. Sin el referente es difícil definir con claridad la sección del reflejo; no obstante, se logra captar la dualidad y el título ayuda a identificar el tema: Narciso. Sin duda, los materiales y las dimensiones de la obra sobresalen, intervienen de forma directa en la polisemia de la imagen. Por otro lado, la forma y el manejo del espacio hacen difícil el análisis de la imagen no teniendo en cuenta al intertexto, que además es citado de forma explícita en el título de la obra. Muniz actualiza su obra a través de los materiales, que reemplazan por completo el claroscuro de Caravaggio, se pasa de un plano alegórico (el de Caravaggio) a uno más irónico y crítico que representa la actitud ya no de una persona narcisista, sino de una sociedad egoísta que no tendrá la misma suerte de Narciso –convertirse en una planta–, sino que por su conformismo tendrá un final catastrófico de las mismas dimensiones de la obra real de Muniz expresada a través de la fotografía. Por último, Muniz quisiera hacer más evidentes las diferencias entre los dos personajes por medio de una mutación sobresaliente en el rostro de la parte inferior del plano. En conclusión, las dos obras son polisémicas en tanto pueden remitir al mito de Narciso, al significado de la vanidad en sí misma, al hombre como individuo, pueden reflejar sentidos ulteriores sobre la humanidad y sus defectos o pueden representar todos los anteriores desde diferentes perspectivas. Sin embargo, el mito es el referente que guía de forma general las representaciones de Narciso, el token. u

La comunicación visual debe estar al tanto de las nuevas tecnologías digitales que permitan las representaciones gráficas, el desarrollo de piezas gráficas de calidad, y el conocimiento de las distintas herramientas que se ultilizan, en el caso de esta asignatura las características básicas de programas digitales de diseño y diagramación. Graficadores ofrece a los estudiantes las herramientas técnicas y digitales para que ellos puedan representar sus ideas, realizar productos gráficos de calidad, y presentar piezas que tengan un eje estético y visual que parte desde la utilización de programas vectoriales, de mapas de bits.

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EL REDACTOR Santiago Ramírez Daniela Izquierdo Danilo Bermúdez Daniela Quintero Sofía Gutiérrez KAMINANTE Vanessa Anzola Ana María López Paola Beltrán Valentina Calderón María Alejandra Neita Isis Palacios INFORMATIVO Nicolás Luque Canales Andrés Felipe Raigosa María Paula Sánchez Andrea Acosta Paula Cantor MIRADOR Camila Garzón Largó Christian Alejandro Morales García Andrés García González Juliana Hernández Vanegas Sergio Iván González Juan Camilo Triviño CORRESPONSAL Zayro Blanco Gutiérrez Santiago Cañón EL CHARLATÁN Sergio Eduardo Ángel Becerra Julián Abdul Roa Mejía Santiago Tovar Clavijo Juan F. Urrego Tovar

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Sergio Iván González Ruiz

Santiago Cañón

José Luis Marulanda Pérez

Sebastián Montes

Zayro Blanco

Ana Marisol Malagón 24

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Cristian Roa


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María Fernanda Gélvez Ardila

Santiago Rodríguez Pineda

Diego Martínez Téllez

Laura Bernal Ortiz

Karen Fernanda García

Andrea Acosta Castro OCTUBRE 2014 - MARZO 2015 / visiones 13

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A PULSO

Camila Garz贸n

Luis Sebasti谩n Rios Zarate

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Carolina Osorio


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Street Photography

FOTOGRAFÍA

Este género fotográfico es lo que algunos definen como expresión sugerente e intraducible. El Street Photography le adjudica al fotógrafo la postura de observador de la ciudad para reconocer las arquitecturas, las personas, las dinámicas y las situaciones particulares de la ciudad. Contrario a las foto-postales de las ciudades, el Street Photography está en búsqueda de la personalidad de la ciudad, por ejemplo sus colores, los actores que intervienen en ella y la relación que tejen con la urbe. Este tipo de fotografías transmite información sobre la ciudad que pocos ven en su cotidianidad.

Daniela Navas

Abel Bejarano

Whendy Ruíz

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Paola Savogal y Camilo Rinc贸n


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