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Mayo 2013

Entrevista a José Inostroza, respecto a caso guardias y subcontratación Roberto Rondanelli y el acceso a una universidad pública y nacional Sandra Jimenez y las deficiencias en el J. J. Aguirre

ADEMAS

Columna CEI - Columna ASOFING - Columna Estudiantil



EQUIPO

Editorial.

Director y editor: Benjamín Idini. Fotografía: José Cereceda y Luz Agüero. Colaboradores estudiantes: Yerko Montenegro, Carolina García, Marta Veas, Javier O’Ryan, Eduardo Rivera y Directiva Cei 2013. Colaboradores académicos: Roberto Rondanelli y José Inostroza. Colaboradores funcionarios: Directiva Asofing. Diseño y dibujo: Fabián Peña. E-mail: comunicaciones@cei.cl Web: www.cei.cl

Parte de la construcción de lo que se denomina comunidad universitaria corresponde, en una primera instancia, a cómo se relacionan los estamentos entre sí. Es decir, no depende de lo que haga o sea cada uno de ellos de manera particular. Al contrario, podremos hablar de una comunidad universitaria integral en la medida que los estudiantes, académicos y funcionarios desarrollen actividades sociales en conjunto y no de manera aislada. En segunda instancia depende también de las interacciones que realicen estos grupos, de manera asociada tal como se dijo anteriormente, con el espacio donde se desarrollan. Las comunidades desarrolladas se expresan en el espacio que ocupan, empoderándose del mismo; modificándolo e identificándose con él de forma colectiva. Hoy presentamos esta publicación como un esfuerzo, desde el Centro de Estudiantes de Ingeniería, por generar instancias o temas de debate que permitan construir diálogos comunes entre estamentos. A partir de columnas, artículos y entrevistas sobre el desarrollo actual de nuestra Universidad Pública y sus proyecciones, pretendemos levantar el debate universitario. En comunidad queremos seguir construyendo Universidad Pública.

Revisa nuestra versión digital en www.cei.cl @cei_uchile (twitter) /cei.uchile (facebook) 3


COLUMNA CEI

La Lucha

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oy vivimos momentos de mucha tensión en el país. Siendo Latinoamérica la región con más desigualdad del mundo, Chile, a su vez, se destaca por ser donde esto se da de forma más crítica en la región. Los guetos son cada vez más marcados y si bien en el mall somos “todos iguales”, no sucede así cuando nos enfermamos y tenemos que ir al doctor, ni cuando se trata de ir al colegio, ni cuando toca jubilarnos, o cuando tenemos que buscar un lugar donde vivir. En estos contextos aparece toda la crueldad del modelo chileno, que casi con una fe religiosa sostiene que el mercado es la mejor forma de asegurar los derechos fundamentales donde al Estado le corresponde simplemente un rol fiscalizador.

El cuento del jaguar. En Chile hace tiempo nos vienen contando aquella historia: que nosotros somos los jaguares de Latinoamérica; que el desarrollo sostenido de nuestro PIB nos hace merecedores de un estado de desarrollo “superior” al de nuestros países vecinos. La derecha y la Concertación se enor-

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INTERNA podemos distinguir nítidamente la disposición de mucha gente a cambiar las cosas, a renunciar al conservadurismo y ser parte activa de los procesos que hoy vivimos. Es esa llama la que nos motiva a seguir adelante. Sabemos con certeza que en este camino no estamos solos, que somos muchos y que día a día más gente se suma a los procesos vivos de transformación. Asumimos como nuestra responsabilidad crear los espacios comunes donde estas voluntades puedan confluir y unidas puedan causar con impacto. Nuestra apuesta es que de aquí saldrán ingenieros y científicos con vocación de servicio publico y con la capacidad critica Con pena y preocupación vemos como -y sin duda las capacidades técnicas- para esta realidad parece no afectar a nuestros llevar adelante las transformaciones procompañeros, profesores y funcionarios. fundas que creemos necesita esta tierra. Desazón nos trae ver que en estos lugar donde se da el espacio para la reflexión, Con la esperanza intacta. el análisis, la crítica muchos miembros de nuestra propia comunidad pareciera no Centro de Estudiantes de Ingeniería 2013 importarles esto: como si fuera un problema ajeno, como si no fuera tan importante y en definitiva como si nosotros no tuviéramos la responsabilidad de hacer algo al respecto. Pero no todo es pesimismo: aquí mismo gullecen de que Chile sea el ejemplo de implementación de políticas neoliberales exitosas y peligrosamente nos sitúa como un país modelo, obligando así a países pobres a subyugarse a la implementación de las mismas políticas implementadas en Chile durante los 80’s y 90’, a la hora de pedir ayuda en los Bancos Internacionales. Lo cierto es que el supuesto crecimiento de Chile no fue para todos, la teoría del chorreo fracasó en sus propios términos y el malestar de las mayorías abusadas por la minorías privilegiadas se expresa de manera cada vez más nítida, cada vez en mayores niveles de organización.


COLUMNA ASOFING

Estimados Compañeros, En esta edición de la Revista El Torque, nos han brindado un espacio de comunicación como Asociación de Funcionarios de Ingeniería ASOFING, donde queremos contar cuales son nuestros objetivos como gremio.

Directiva de ASOFING. Hernán Mendoza, Lorena Saldivia y Mario Carrillo.

tras problemáticas, y que a través de reuniones y discusiones podamos conocernos, comunicar los intereses de cada persona y saber quiénes son nuestros compañeros, con quienes trabajamos a diario.

Como asociac ón estamos organizados a Somos una asociación sin fines de lucro, partir de distintas comisiones que nos codonde nuestro mayor objetivo es mejorar laboran en difundir información, capacinuestras condiciones de trabajo, ser re- tación y recreación. spetados como trabajadores que somos, comprometidos con esta institución, in- Finalmente queremos agradecer al Centro sertos en una universidad de prestigio y de Estudiantes de Ingeniería CEI por este por la cual muchos de nuestros funcion- espacio, que nos permite acercarnos a arios han entregado gran parte de su vida ustedes por medio de estas líneas. laboral. Cualquier consulta hacerla llegar al correo Hacemos un llamado, una invitación, a Asofing@ing.uchile.cl. Nos encontramos todos nuestros compañeros a participar abiertos a toda la comunidad beuchefiana. de esta asociación para hacerla crecer. Una asociación creada para nuestra facultad de ingeniería, para solucionar nues-

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ENTREVISTA

Entrevista a José Inostroza, respecto a caso guardias y subcotratación José Inostrosa es el actual Director del Centro de Sistemas Públicos, organización hermana de Educación 2020. Es abogado de la Universidad de Chile y Magister en Gestión y Políticas Públicas del Departamento de Ingeniería Industrial.

¿Qué trabajo se desarrolla en el Centro de Sistemas Públicos? Este es un centro académico del departamento de Ingeniería Industrial que tiene 3 líneas: la primera corresponde a investigación, lo que quiere decir que concursamos por fondos con Conycit. Ganamos uno hace tres años y el año pasado acabamos de ganar un Fondef, el primer caso tiene que ver con implementación de políticas públicas y el segundo se relaciona con gestión del conocimiento. Esos son los dos grandes proyectos de investigación. Por otro lado, está la docencia, tenemos cursos en pregrado y postgrado, y además diplomas en gerencia pública. Hay ya más de 600 profesionales del Estado que han pasado por nuestros

diplomas. Además tenemos consultoría: el Estado nos contrata para proyectos de modernización, de asesoría. Por ejemplo, el año pasado trabajamos para la Central Nacional de Abastecimiento público en medicamentos de Chile, los asesoramos en el cambio de modelo de negocio. Ahora estamos trabajando con gobiernos regionales respecto de sus procesos y gestión estratégica de las inversiones. Además hacemos seminarios, charlas y conferencias; y tratamos de tener alguna presencia en los medios de comunicación. Tenemos también una nota técnica que tratamos de publicar en algunas revistas.

¿Qué opina acerca de la subcontratación? En particular, su funcionamiento en Chile. No soy especialista en el tema, solo estoy enterado por los diarios y conversaciones del día a día. Lo que uno escucha es que puede haber un abuso importante y hay


que tener mucho cuidado. Pareciera ser que es una cuestión que se está usando en demasía, y los perjudicados tienden a ser los trabajadores subcontratados: los que tienen más precariedad, menos derechos, etc. lo cual contribuye, como otras cosas en Chile, a que haya más desigualdad. Porque, obviamente, la desigualdad se explica por varios factores, y uno tiene que ver con la capacidad de negociación que tienen los trabajadores con la empresa, la subcontratación en general tiende a debilitar a los trabajadores en esa negociación. No manejo las cifras de subcontratación que hay en Chile, pero tengo la impresión de que son muy altas. A nivel mundial debe ser de los países que más subcontratan, tengo esa impresión. No creo que en Europa se subcontrate tanto, y tampoco en EEUU. Desde el punto de vista de la teoría de la empresa parece razonable, en el sentido de tener más utilidades. Pero el peligro es que lo que puede ser barato hoy, puede ser caro en el mediano plazo. Las condiciones laborales, o la calidad de los servicios de los proveedores puede no ser muy buena, o sustentable por distintos motivos: rotación de trabajadores, mala coordinación, etc. Es un tema que cada empresa debe definir bien: ¿Cuáles son los alcances? ¿Cuándo conviene? Y con una perspectiva más de mediano plazo. Hay que tener cuidado con la subcontratación.

En el caso del sector público es más complicado: no hay tanta opción de decidir qué se subcontrata, pues está muy definido qué es lo que se puede contratar.

¿Qué tipo de ataduras existen en el sector público con respecto a la subcontratación? Primero, la planta de trabajadores está definida por la ley de la organización. No se pueden inventar más puestos de trabajo, a diferencia de una empresa que puede contratar todas las personas que quiera. El Estado, y la Universidad de Chile, no pueden contratar a todo el que quieran, si quieres crecer, emprender más, producir más, etc., como lo podría hacer una empresa privada, en el caso del Estado, necesariamente tienen que recurrir a contratación por honorario, o subcontratar, no hay otra posibilidad, salvo que se cambie la planta u ocurran cambios legislativos, que son muy difíciles. En general, el Estado está constreñido, y la Universidad de Chile, como parte del Estado, mantiene una cierta restricción en cuanto a las personas que puede contratar, y eso es complicado, porque el Estado, al igual que cualquier otra organización, en muchos casos puede crecer. Esta es una dificultad importante que debe enfrentar.

¿Cuál es su opinión acerca de cómo se ha dado la subcon¿En qué casos cree usted que es tratación en la facultad? más recomendable? Desde la perspectiva de la empresa siempre será recomendable en la medida que haya muchos servicios de buena calidad, que le sean útiles y que pueda subcontratar. Desde una perspectiva país, puede ser bueno en aquellos casos en que se quiere desarrollar una industria, o una parte de la economía, pero la competencia es muy dura, en ese caso las ventajas competitivas de ese sector encuentran dificultades para crecer, y tal vez la flexibilidad laboral podría contribuir a tener más competitividad y crecer. Pero tengo la impresión de que la subcontratación opera más en términos del aumento de la renta de algunas empresas grandes o que no tienen mucha competencia, es decir, un aumento en la captura de renta de estas.

No conozco en detalle el caso, pero me parece que es difícil gestionar esta facultad, es muy grande y el decano ha enfrentado el proyecto gigantesco de la construcción del nuevo edificio, además con las restricciones que acabo de comentar del Estado. Esta es una empresa enorme pero que tiene restricciones burocráticas impuestas por la legislación. Me parece normal que se hayan intentado resolver cuestiones como los servicios básicos a través de la subcontratación, es comprensible. Veo difícil que esta gestión y cualquier otra hubieran podido resolverlo de otro modo. Pero eso hay que hacerlo de la mejor forma posible, por un motivo de eficiencia organizacional: si lo haces mal (por ejemplo, no cuidar que la empresa que subcontratas sea una empresa adecuada en términos de calidad, trato de los trabajadores, etc.), puede significar

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ineficiencia en el servicio. Pero además, en el caso de la Chile en particular, que es una institución pública, donde la comunidad tiene mucha opinión y el tema de la legitimidad es fundamental porque es un ejemplo para el país en muchas cuestiones, no lo puedes hacer como cualquier organización, tienes que hacerlo con estándares más altos. No conozco los detalles de la licitación, pero todo servicio subcontratado se hace por licitación pública, y a veces las licitaciones públicas tienen un montón de restricciones complicadas; no puedes contratar y romper contratos tan libremente como en el mundo privado. Como consecuencia de esto, puede ser que termines comprando algo que no te guste mucho pero que, según las reglas del juego, estás obli-

gado a contratar, y por tanto exige una capacidad superior de gestión. Yo no conozco el caso de esta empresa, obviamente hay que cambiarlo y mejorarlo, la pregunta es cómo mejorar los procesos de licitación de aquí en adelante, y cómo hacerlo bien, pero no solo bien, tiene que hacerse con estándares de legitimidad mucho más elevados que el normal: no puedes arriesgarte a que te pasen las cosas que están pasando, creo que eso es evidente.

¿Cree que en el futuro se tiene que seguir subcontratando o es posible también que la facultad tenga su propia área de seguridad? Veo difícil desde un punto de vista legal que la facultad pueda crecer mucho en el sentido financiero. Y del punto de vista de la eficiencia, veo muy complicado que la Universidad pueda administrar ese servicio adecuadamente. En eso comprendo

la naturaleza de la decisión, pero creo que se tiene que hacer muy bien, mucho mejor que si fuera cualquier subcontratación. Uno, por ejemplo, podría pedir a los proveedores mayores exigencias en su historial o condiciones superiores de contratación a sus propios empleados, beneficios especiales, etc., y mecanismos de regulación del contrato, de manera que si ocurren cosas como las que están ocurriendo, la empresa tenga que responder, cambiar el contrato o cambiar el servicio, etc. Hay que regularlo mucho mejor, pero es muy difícil que la Universidad de Chile se haga cargo de eso. Y tenemos que ser muy conscientes que la Universidad de Chile compite ferozmente con muchas universidades de este país, y las universidades privadas en Chile no tienen ninguna otra restricción, pueden hasta incumplir la ley y lucrar, y además, toda la administración interna para esas universidad es muy fácil, mientras la Universidad de Chile tiene que competir con una mano y un pie amarrados. Entonces, creo que hay lograr que la gestión vaya en un sentido que se coloquen muchas más dificultades, pero hay que hacerlo muy bien, es el arte del equilibrio hacer muy bien esta subcontratación. ¿Alguna consideración final? Solo quiero felicitar a los alumnos porque han levantado el tema. No creo que haya muchas comunidades universitarias donde el tema se releve como lo hace la Chile. La Chile tiene altos estándares de principios, valores, etc. y me parece muy bien que hayan reaccionado y que exijan mejores estándares de legitimidad en estas relaciones laborales: eso se los felicito, me parece buen signo.



PERSONAL ACADEMICO

El acceso en una universidad

pública y nacional Por Roberto Rondanelli, Académico del Departamento de Geofísica.

U

na lectura casual a la misión y visión de la Universidad de Chile, permite empaparse no sólo de su misión sino también de su carácter. Su misión es contribuir al progreso material y espiritual del país y avanzar en la creación y difusión del conocimiento. Su carácter es nacional, público y de excelencia. La palabra pública aparece luego y destacada en el carácter de la Universidad. No parece estar ahí de adorno. Sabemos que el carácter público no se limita sólo al acceso de los estudiantes. Tiene que ver con el tipo de problemas que ocupan a la universidad. Tiene también que ver con una sana independencia respecto de dueños o tutelas externas y usualmente interesadas que ven en la Universidad una herramienta para llevar agua a su molino. Lo público tiene también que ver con la inclusión, con el mandato de convertirse en un lugar de encuentro de los distintos grupos que forman la sociedad, que en libertad de profesar credos y de segregarse fuera de la Universidad, vienen a encontrarse en la tolerancia dentro de sus muros. La Universidad pública y nacional es el lugar natural en donde una sociedad reflexiona sobre su destino común (bajo el supuesto, por cierto, que ese destino común existe). Respecto del acceso, este carácter público y nacional que hemos heredado de la Universidad de Chile desde el siglo XIX se encuentra hoy más en el discurso y en las declaraciones que en los hechos. Las razones son variadas,

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algunos dirán que se trató de un desmantelamiento propinado con inusual efectividad en los oscuros años de la dictadura; otros más escépticos dirán que la universidad nunca fue ni muy pública ni muy nacional, sino sólo hacia finales de la década de 1960 cuando se materializó la existencia de la mayor parte de las sedes re g i o n a l e s . P e r o

unos y otros estarán de acuerdo que es al menos incómodo mantener en el papel una misión universitaria de claro carácter público y nacional que nadie se atreve a poner abiertamente en duda ante la sociedad, pero que tampoco nadie, salvo algunas honrosas excepciones (entre ellas el rector en su quijotesca batalla por un “nuevo trato” con el estado) se atreve a defender con demasiada fuerza. En una sociedad altamente segregada en que los valores públicos se diluyen y en que la educación pública en general es mirada con sospecha o con claro desdén, la Universidad navega exitosamente en el sistema universitario en que su mayor fortaleza no está en su carácter público sino en la excelencia de su tarea. Curiosamente, ese foco en la excelencia nos permite seguir atrayendo a algunos de los mejores jóvenes del sistema educacional chileno y nos permite al mismo tiempo lograr cierta diversidad, en la que solemos conformarnos. Somos una universidad de excelencia por un lado y pública y nacional “en la medida de lo posible”. ¿Qué se requeriría para conseguir una institución pública y nacional y de excelencia, es decir, para conseguir plena identidad entre nuestra misión y realidad? Tanto el actual sistema de admisión, ciego ante la falta de oportunidades de gran parte de los estudiantes de educación básica y media (y que sólo a partir de este año ha incorporado la jerarquización por


“Lo público tiene también que ver con la inclusión, con el mandato de convertirse en un lugar de encuentro de los distintos grupos que forman la sociedad, que en libertad de profesar credos y de segregarse fuera de la Universidad, vienen a encontrarse en la tolerancia dentro de sus muros.”

rendimiento de enseñanza media como uno de los parámetros de admisión) como el arancel y los costos de mantención (que incluyen traslado y alojamiento para los estudiantes de regiones) se conforman en barreras formidables para aquellos que teniendo la aptitud para acceder a nuestra universidad no tienen ni los conocimientos ni el dinero. El foco en la familia del estudiante y su patrimonio respecto de becas y créditos, y no en el estudiante en sí mismo como un ciudadano individual (y por lo tanto en cuáles serán sus retornos privados y públicos que su decisión de estudios generará en el futuro) es también sospechoso de una sociedad paternalista y desigual. El foco en el currículo de enseñanza media más que en la aptitud en las pruebas de selección, (y como fue advertido en su momento por muchos expertos) discrimina cruelmente a quienes han tenido una educación básica y media de mala calidad. Iniciativas como el SIPEE (Sistema de Ingreso Prioritario de Equidad Educativa) que incluye 370 vacantes este año a nivel de toda la Universidad son loables y van en la dirección de acercarnos a nuestra misión. Sin embargo se quedan cortas tanto por su tamaño (370 cupos sobre un total de casi 5000 vacantes que ofrece la

Universidad por año) como por el financiamiento que proveen que no cubre necesariamente la totalidad de los costos de los estudiantes, así como por la discriminación que produce contra aquellos que ingresan de manera regular y que tienen similares necesidades económicas. Ciertamente podemos refinar y someter a evaluación estos instrumentos, sin embargo, conseguir una reforma significativa que logre alterar la composición social y geográfica de nuestros estudiantes no se ve posible sin un pronunciamiento claro (en discurso y en recursos) del estado respecto de nuestro proyecto de universidad pública y nacional. Conseguir este pronunciamiento no ha sido posible en los últimos 30 años. Y aun si el estado decidiera hoy apoyar a la Universidad de Chile en el cumplimiento de su misión, se requerirá mucho trabajo en mejorar el sistema de selección a uno único, transparente, justo y efectivo en que podamos distinguir la “señal” del potencial de los estudiantes por sobre el “ruido” que producen las distintas calidades de educación media (y entrenamientos en las pruebas de admisión) que han recibido. Tarea que difícilmente pueda ser llevada a cabo por una agencia privada como propone el ministerio de

Educación. Si el Estado o la sociedad chilena no ven valor en un proyecto de Universidad pública y nacional es quizás porque no hemos sido capaces de defender sus virtudes, y mientras seguimos navegando exitosamente en estos mares a los que hemos sido traídos, corremos el riesgo de seguir mimetizándonos con el resto de los barcos.

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ESTUDIANTES

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or momentos pareciera que en el país los tiempos cambian, incluso las consignas de transformaciones y democracia han llegado a convertirse en moda: no al binominal, la nueva constitución, el cobre para chile, la reforma tributaria, las fuentes renovables de energía, la ley hinzpeter, ¡la desigualdad!; entre tantos otros conflictos que implican decisiones estratégicas para el país y a las que hoy los jóvenes les estamos poniendo ojo. Está claro que por un tiempo serán solo consignas, pero capacidad y energía para generar cambios tenemos para rato.

Democratización para el país y su universidad

des del primer y tercer mundo, que haya extensión o vinculación real con el medio, que no suban más los aranceles, que se pare la subcontratación, en fin. En este senido tenemos montones de “consignas”. Tantas que pareciera que la U es un Chile más pequeño. Además, está claro que estos problemas se pueden solucionar conversando en comunidad, es por esto que la participación democratica triestamental se transforma en un pilar fundamental y que hoy casi no se encuentra presente.

Afortunadamente quienes administran la universidad y los que gobiernan Chile no siguen los mismos horizontes. Sin embargo, en ambas instituciones podemos encontrar el mismo problema: no existe verdadera participación democrática. Según mi punto de vista esta es la principal razón de que cada día salga una Ahora bien, para llevar a cabo estos cam- consigna nueva, las que sin democracia bios nuestro día a día tiene que verse real no son tomadas realmente en cuenta. influido constantemente, lo que nos lleva a que estas consignas deban permear Por suerte la historia nos dice que La Chile en todo ámbito, donde la universidad no no siempre ha sido faraónica; allá por puede ser excepción. Específicamente 1968 había participación triestamental en aquí, a muchos nos gustaría que las en- proporciones decentes (65% académicos cuestas docentes fueran vinculantes, que - 25% estudiantes - 10% funcionarios) pudiéramos tomar ramos en JGM o en que fue mejorada el 71. Sin embargo, el Campus Antumapu, que existieran campus periodo trágico de la dictadura terminó sustentables, que no existan más faculta- con este esfuerzo democratizador y des-

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integró a La Chile y sus sedes regionales. Ya en democracia hay que reconocer el avance de mayo-junio de 1997 que dio pie para el actual Proyecto de Desarrollo Institucional -carta de navegación- y el Senado Universitario; todo esto plasmado en la reforma de estatutos firmada por el presidente Lagos. A pesar de esta última reforma, las consignas internas siguen existiendo, el rector y los decanos aún tienen super poderes y los estudiantes y funcionarios bien poco podemos hacer contra eso. Definitivamente hoy buscamos cambios y vemos que la falta de democracia es el principal obstáculo. Sin democracia los problemas se resuelven a palos, con democracia por lo menos podemos conversar y así construir una Universidad seria y en comunidad, dirigida por la mayoría. Todo esto pensando en que el país hoy más que nunca necesita una Universidad vinculada dispuesta a sacar la voz denunciando los problemas y pensando mejoras constantemente para las grandes mayorías.

Yerko Montenegro es Senador Universitario del estamento estudiantil. Actualmente cursa la carrera de Ingeniería Civil Industrial.


REPORTAJE

Sandra Jiménez, Senadora Universitaria: “Hoy, a la luz de la crisis, aparecen deficiencias en la gestión hospitalaria, hechos como las altas remuneraciones de los directivos han provocado que el Hospital J. J. Aguirre se encuentre al borde de la quiebra”

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El Hospital Clínico J. J. Aguirre de la Universidad de Chile presenta un déficit presupuestario de siete mil millones de pesos, además de arrastrar una deuda que cuadruplica esa cantidad. Esta profunda crisis económica ha permitido el cuestionamiento del rol del hospital universitario que desde 1994 es una institución privada.

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andra Jiménez es Senadora Universitaria representante del estamento no académico, y miembro del directorio de la Federación de Funcionarios de la Universidad de Chile (AFUCH), además de que ha sido presidenta de la Asociación de Funcionarios de Medicina. Esta trayectoria como dirigente le permite cuestionar la crisis financiera donde culpa a los directivos del hospital a los que denomina “gerentes”, además de denuncia malos tratos que han recibido algunos funcionarios. El Hospital José Joaquín Aguirre tiene un déficit presupuestario de siete mil millones de pesos ¿hace cuanto tiempo el hospital presenta irregularidades y qué provocó esta crisis económica? Existe un déficit presupuestario de 7600 millones, pero también una deuda de arrastre de 32 mil millones que se ha acumulado a lo largo de los años. Decíamos que el año 94 el Jota fue desligado de la red pública y con esto se generó el inicio del autofinanciamiento. A partir de esta lógica comenzamos a tener “gerentes” en un hospital universitario, sin ningún tipo de fiscalización externa. Como ejemplo tenemos el caso de uno de los antiguos gerentes de finanzas, quién según tengo entendido fue acusado de sobrevalorar la compra de equipamiento, lo que provocó al hospital una perdida económica no menor. Las gerencias comenzaron a trabajar completamente desvinculadas con la comunidad hospitalaria, generan-

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do desconfianzas especialmente con los gremios, una gestión administrativa deficiente, lo que se interpreta como malas decisiones en este “negocio” de la salud. Hoy, a la luz de la crisis, aparecen deficiencias en la gestión hospitalaria Hechos como las altas remuneraciones de los directivos han provocado que el Hospital J. J. Aguirre se encuentre al borde de la quiebra.

esta situación tanto para el personal médico, profesional y de colaboración. Sin embargo las autoridades han continuado llenando cargos.

En el año 1994 el Hospital J. J. Aguirre se transformó en una institución privada, aunque los funcionarios siguieron perteneciendo al Servicio Público. Para superar el conflicto, ¿cree que es necesario que el Hospital vuelva a La Universidad de Chile, otorga solo el estar en manos del Estado? 3% del presupuesto total del hospital, desde esta perspectiva ¿Qué inciden- Este es un hospital Universitario que pertcia tienen las soluciones que entregue enece a una universidad pública y en ese la Universidad para saldar el conflicto? sentido debe ser tratado como tal. Es decir, ser un hospital con financiamiento Las medidas que la Dirección de Hospital público, que cumpla un rol a cabalidad en ha propuesto al Consejo Universitario, son la formación de profesionales y que cubra medidas paliativas y cortoplacistas, que las necesidades de salud que los chileindudablemente afectan la fuente laboral nos tenemos. Es cierto que en 1994 al y la calidad de vida de los funcionarios. ser desligado de la red pública comenzó Cuando se plantea la desvinculación de la necesidad de autofinanciarse para soun porcentaje de funcionarios, ajuste tan- brevivir en el mercado de la salud, sin to en la reajustabilidad del IPC y no del embargo es momento que nuestra UniverIRSP, como en el incremento de las remu- sidad retome la necesidad de contar con neraciones por bienios y cortes de clase, un Hospital público con recursos públicos. sabemos que son medidas que afectaran a las rentas más bajas del hospital. Querer La deuda de los 32 mil millones de pebuscar soluciones en este segmento del sos es una de las aristas del conflicto, personal no tiene otra definición más que también la contraloría denunció irregla injusticia. ularidades en la creación de cargos. Se plantea que hay una sobre dotación ¿Considera que más allá de una crisis de personal, lo que es cierto. Esto se ha económica, existe una institucional? provocado por la perdida de pacientes en varias unidades del Hospital, por ejemplo Nuestra Universidad carece de una política en la Unidad de Obstetricia y Ginecología, general de recursos humanos, cada Facdonde estos últimos años se ha agudizado ultad “hace lo que puede” o “lo que quiere”


cuando se trata de la creación de cargos. El Estatuto Administrativo establece que el numero de contratas de una institución no puede exceder al 20% del total de los cargo de la planta del personal. Hoy esta legalidad no se cumple especialmente en el Hospital. De un total de 3529 funcionarios técnicos, administrativos, auxiliares, académicos, profesionales y directivos, hay 1637 funcionarios en planta y 1892 funcionarios en contrata según informe de remuneraciones Agosto 2012. En materia de contratas, existe un gran número de funcionarios con más de 10 años en esta calidad; en calidad de suplencia hay funcionarios que tienen hasta 3 años en esta disposición. Aquí nuestra pregunta ¿quién y cómo se regula? Los cargos no los crean los trabajadores, son creados por las autoridades de cada Organismo.

gestó por el incumplimiento de acuerdos contraídos hace años con las autoridades. Esto terminó con la desvinculación de 30 funcionarios, de los cuales la mayoría cumplió un rol activo en la movilización. Creo que esta decisión de las autoridades tenía un objetivo: establecer una medida ejemplarizadora para el resto de los funcionarios….”esto le puede suceder a ustedes también”, ya que fueron desvinculados funcionarios con calificación optima, y funciones permanentes. Hoy existe una tremenda incertidumbre en cada funcionario al interior del Hospital, el temor a ser desvinculados de un momento para otro, obviamente desmotiva al personal, genera pugnas internas, situaciones que no solo afectan la vida laboral, sino también la personal.

Efectivamente. Hace algunos meses se constituyó en el Senado Universitario una comisión para analizar la situación del Hospital. Luego de realizar una serie de entrevistas a autoridades del Hospital, de la Facultad de Medicina y a la propia Rectoría de la Universidad, podemos concluir que si bien no tenemos la solución para la crisis de Hospital, estamos en condiciones de sugerir algunas indicaciones que nos permitan una salida institucional. La comunidad universitaria debe discutir un proyecto a largo plazo que permita el desarrollo y sustentabilidad del Hospital. Este proyecto debe implicar una nueva relación con el Ministerio de Salud, con la Facultad de Medicina y con la Universidad misma. Es necesario que el Hospital cuente con un reglamento acorde con el Estatuto de nuestra Universidad y a la La Asociación de Funcionarios AFUCH, misión de un hospital Universitario. A parEl año antepasado fueron despedidos presentó una denuncia sobre las irreg- tir de allí definir el rol de lo que significa 30 funcionarios, este hecho generó una ularidades del Hospital ante el Senado formar parte de una institución pública movilización que denunció precarie- Universitario ¿Cuál ha sido el trabajo y estatal, resguardando y valorando la dad e inequidad laboral ¿Las autori- junto a ellos, y cuáles son sus pro- integridad del personal académico, prodades respondieron a las demandas puestas para solucionar el conflicto? fesional y de colaboración. exigidas? ¿Cómo se han visto afectados los funcionarios frente a esta crisis económica? La movilización del año antepasado se

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