Es un apoyo a la cultura de
A Matilde, que hasta aquĂ me trajo...
PABLO DAMIANI
La escultura es, por definición, arte en el espacio, es la generosa materia transformada, y porque su lugar es habitar en la tridimensión, aprehenderla es siempre un viaje en directo, una experiencia que difícilmente pueda ser sustituida por otra que no implique el contacto físico. Por ello, el reto que plantea este libro es de proporciones, porque da por tierra con todas estas implicancias, para establecer una renovadora sensibilidad visual que hace que la escultura no resulte despojada en la obligada bidimensión de la página, del sensual espíritu corporal que la anima. Y la magia que resuelve tamaño desafío, radica en la peculiar capacidad que tiene la obra de Damiani para estar habitada por un mundo íntimo y sofisticado que desborda en detalles, detalles en los que figuras y grafismos, texturas y colores, hendiduras y resquicios, dan cuenta de un universo de significantes autónomos de singular riqueza individual. El lector debe ser advertido; la experiencia que Damiani plantea en este libro es una tremenda zambullida hacia las profundas intimidades del objeto artístico, es hacer visible aquello que veríamos si estuviéramos frente a la escultura, pero que deja de ser “parte de” para convertirse en obra emancipada. Una especie de ritual en el que con lentos y cadenciosos gestos, la pieza va desnudando sus más privados secretos, y el lector, sin referencias de escala ni de dimensión, sin relación espacial ni volumétrica, se encuentra de repente enrolado entre las huestes de una expedición que va descubriendo –no sin sorpresas y sobresaltos– las huellas más intensas de la sensibilidad del artista. Y es así que esos pequeños personajes “mitad monstruos-mitad ángeles” que nos miran incautos desde los huecos horadados en un gran tótem, esos símbolos de grafismos ancestrales que rasgan con su textura sensible un viejo madero o esas figuritas cargadas de místicas reminiscencias con cuerpo de hueso y alma ritual, nos revelan la potencia enérgica de una materia preñada de múltiples preguntas, de metafísicos sueños, de añejos cuestionamientos religiosos y paganos. Pablo Damiani vive en una especie de “hangar” en el Barrio Sur, un gigantesco espacio fuera de órbita en el que parece tener prohibida la entrada el ritmo de la ciudad o las domésticas rutinas que imponen cotidianidades horarias. Quizá por eso en la calle Carlos Gardel, donde rumia soledad el gastado esqueleto del viejo gasómetro, este “mago” de la madera –o debería decir “brujo” a riesgo de perder la analogía popular– comparte el hogar con sus obras y con las viejas maderas y diminutos huesos que aún no son y esperan ser escogidos en algún momento. Desde las alturas de una ventana-observatorio, Damiani las custodia, las mira para seducirlas sin premura, para prometerles futuros encuentros y así como si estuviera jugando un duelo táctico con la materia,
alumbrar en sus estudiados dobleces y en sus meditadas texturas y rugosidades, una amarra sensible que le sostenga del desorden exterior. Este hecho que puede resultar pueril o anecdótico, adquiere relevancia a la hora de acercarnos a su obra; Damiani vive por sus maderas y es en ellas en donde vuelca ese humano mundo de clara vocación humanista. La obra de Damiani es vasta y extensa y si su cantidad habla de un trabajador incansable, la especificidad de cada pieza impone la presencia alerta y expectante de un ojo curioso y de unas manos siempre dispuestas al reto. Sus esculturas tienen distintos tamaños y diferentes intenciones, algunas tienen disposiciones geométricas, mientras que otras son agrupamientos en torno a una forma central, a veces hay intervención cromática, a veces prima la sencilla calidez de la madera; hay gigantescos y robustos tótems, frágiles estructuras creadas a partir de objetos en desuso, pequeños “teatrillos” de solitarias figuras de hueso pintado y grandes esculturas de bulto de las que surgen inesperados habitantes. Hay talla y hay rasguños, hay signos, símbolos y hendiduras, formas, figuras y personajes. Sin embargo, en todas ellas se conjuga un denominador común que hace a la forma en la que Damiani concibe la creación. En ellas está viva y palpitante la maravillosa habilidad del oficio, esa vieja reivindicación del “homo faber” en la que “mano” e “intelecto” se unen para que de naturaleza y hombre nazcan objetos que no reniegan de su origen natural –o mejor dicho salvaje–, pero que llevan en sus entrañas las tormentosas vulnerabilidades del hombre en constante cuestionamiento y la esquiva búsqueda de la belleza del que porfiadamente intenta hallar orden en el caos. Hace unos años, comentando una de sus exposiciones hice el intento de condensarla en dos ideas y dije: “Alma y oficio; esos dos mágicos elementos sin los cuales el arte es una mera ocurrencia y con los cuales alcanza el sublime gesto que conmueve”. Sigo pensando lo mismo, la obra de Damiani es la de un brujo dotado con el poder de conmover a la naturaleza –la que dócilmente se deja hacer– y de conmover al hombre –por develarle lo que no siempre quiere ver–. Por ello, este libro es para Pablo Damiani y para su obra, algo así como un peligroso y emocionante salto al vacío, esos a los que se arriesgan los que pueden y no los que quieren; no es cuestión de voluntad sino de solidez.
Emma Sanguinetti Montevideo, marzo 2010.
Sculpture, by definition, is art that occupies space, it is generous matter that has been transformed. And because it is three-dimensional, apprehending it always involves the direct experience of its immediate, living presence that can hardly be replaced by experiences that lack this physical contact. That is why this book represents a considerable challenge, since it refutes this axiom and offers instead a renewed visual sensitivity that ensures that its inevitably two-dimensional pages do not strip the sculptures of the sensuous physical essence that gives them life. And the magic that rises to such a bold challenge resides in the unique capacity of Damiani's work to harbour an intimate and sophisticated world overflowing with details –details in which figures and graphic symbols, textures and colours, cracks and crevices, tell of a universe of autonomous signifiers of rich individual value. Readers should be warned. The experience proposed by Damiani in this book is a headlong plunge into profound intimacy with the artistic object; it makes visible what we would see if we were standing in front of the sculpture, but ceases being “part of” it and becomes an independent artwork in its own right. In a kind of ritual, with slow and rhythmical gestures, the piece begins to disclose its most guarded secrets, and the reader, lacking any kind of reference of scale or dimension whatsoever, with no clue to spatial or volumetric relations, is suddenly engaged on an expedition that progressively unveils –not without moments of surprise and astonishment– the deepest imprints of the artist’s sensitivity. Small characters, half monsters-half angels, gaze at us unconcernedly from the hollows carved into a large totem; these ancestral symbols are graven into the texture of a weatherbeaten piece of timber; and figurines, with bodies of bone and a ritual soul, laden with mystical reminiscences, reveal to us the powerful energy of matter pregnant with innumerable questions, metaphysical dreams and ancient religious and pagan musings. Pablo Damiani lives in a sort of “hangar” in the neighbourhood of Barrio Sur, a huge space of retreat, where the hustle and bustle of the city and the domestic routines tied to daily timetables are forbidden entry. Here, on Carlos Gardel street, where the worn-out skeleton of the old gasometer ponders in solitude, this “magician” of wood art –or should I say “wizard”, for fear of losing the popular analogy with the tango singer– shares his home with his works and with the weathered timbers and minute bones that have not yet been transformed, but wait their turn to be chosen at some future time. From the vantage point of an upper window, Damiani watches over ‘Los parásitos’, 50 x 40 x 40 cm.
them, with the intention of seducing them without haste with his gaze and promising them future trysts. As if engaged in a tactical duel with his materials, he brings to birth from their closely studied folds and deeply pondered textures and irregularities, a tangible mooring-rope to hold him safe from the lack of external order. This fact, which might appear childish or merely anecdotal, becomes relevant when we approach his work. Damiani lives for his woods, and it is into them that he pours his human world, with a clearly humanist vocation. Damiani's production is extensive, and its volume indicates he is a tireless worker. Yet the specificity of each piece tells of his alert and expectant eye, and hands always ready for the challenge. His sculptures are varied in size and intention; some have a geometrical layout while others are grouped together around a central figure; in some, colour is used, in others, the simple warmth of the wood predominates; there are gigantic and sturdy totems, fragile structures created from discarded objects, small “theatrettes” of solitary figures of painted bone, and large bulk sculptures from which unexpected inhabitants emerge. There are carvings and scratches; there are signs, symbols and indentations, shapes, figures and characters. Yet they all share the common denominator that has to do with how Damiani conceives his creations. They are alive and throbbing with the wonderful skill of the craftsman, the primeval urge of “Homo faber” in which “hand” and “mind” are united so that nature and man together can produce objects: objects that do not deny their natural, untamed origin, but inwardly enclose the turbulent vulnerabilities of constantly cogitating man, and the elusive search for beauty of those who stubbornly attempt to find order in chaos A few years ago, when commenting on one of his exhibitions, I tried to condense his work into two ideas and I said: “Soul and craftsmanship; these are the two magic elements without which art is a passing whim, and with which art attains its sublime power to stir the soul”. My thoughts have not changed; Damiani’s is the work of a wizard endowed with the power to move nature –which compliantly accepts its role– and to move Man –by unveiling what he is not always willing to perceive. That is why this book is, for Pablo Damiani and his work, a kind of dangerous and thrilling leap into the void, the kind that is only risked by those who are fit to make it and not by those who wish to do so; it is not a matter of the will, but of the soundness of the work. Emma Sanguinetti Montevideo, March 2010
‘Los guardianes del cofre’, 200 x 45 cm.
‘Amanece, que no es poco’, 160 x 70 cm.
‘Cepo’, 180 x 20 cm.
‘El ser y sus habitantes’, 160 x 60 x 30 cm.
‘4 juguetes’, 50 x 60 cm.
‘De ida y vuelta’, (detalles).
‘De ida y vuelta’, 200 x 30 cm.
‘El coleccionista de recuerdos’ (detalle).
‘El coleccionista de recuerdos’, 230 x 80 cm.
‘Capullo’, 90 x 25 x 10 cm.
‘Se paró la mano’, 300 x 70 x 70 cm.
44
‘Matando el tiempo’, 70 x 40 x 25 cm.
‘Soporta con paciencia lo que te toca en suerte’, 60 x 40 x 40 cm.
‘Amuleto’, 35 x 20 x 10 cm.
‘Torre’, 210 x 15 x 15 cm.
‘La trampa’, 240 x 50 x 10 cm.
‘Las 8 horas’, 200 x 30 cm.
‘El pargo rosado’, 150 x 90 cm.
‘Bajo el peso de la luna’, 60 x 40 cm.
‘Coleóptero’, 70 x 40 cm.
‘Reposo’, 100 x 60 x 60 cm.
‘Hombre pájaro’, 35 x 30 cm.
‘Pez dorado’, 35 x 30 cm.
‘Gárgolas’, 40 x 15 x 10 cm.
‘La siesta de Zaza’, 70 x 40 cm.
‘Como un nido azul’, 150 x 70 cm.
‘Chamán’, 210 x 15 x 15 cm.
‘Mujer pájaro’, 150 x 30 x 30 cm.
‘Pescado’, 170 x 40 cm.
‘El invasor del nido’, 180 x 50 x 50 cm.
‘Picapalo’, 40 x 30 x 20 cm.
‘Pirámide’, 70 x 50 cm.
‘Ícaro’, 35 x 30 x 20 cm.
‘Pájaro parlante’, 80 x 50 x 30 cm.
‘Máscara’, (detalle).
‘Pariendo’, 150 x 40 x 30 cm.
‘V del arroyo’, 60 x 40 cm.
‘Pez espinoso de cola azul’, 60 x 30 cm.
‘Secreto’, 50 x 10 x 10 cm.
‘Caja para amuletos’, 40 x 20 x 20 cm.
‘Los 3 acusadores’ (detalles)
‘Los 3 acusadores’, 160 x 140 cm.
‘Caracola azul’, 70 x 10 x 10 cm.
‘Eclosión’, 60 x 40 cm.
‘Pájaro, 100 x 40 x 30 cm.
Pablo Damiani Nace el 10 de octubre de 1961 en Nueva York. Desde los dos años vive en Uruguay. Autodidacta, nacido en el seno de una familia signada por la vocación artística. Tempranamente se dedica a la escultura. La madera es el material central de su obra. Entre las distinciones que obtiene se destacan: Primer Premio en el Salón Nacional de Artes Visuales 2001; Primer Premio en Escultura, Instituto Italiano de Cultura 1985; Primer Premio de Esculturas, MAAM Punta del Este 1984; 1983 Primer Premio, Bienal de Plásticos Jóvenes. Representa al país en diversos envíos al exterior.
Principales exposiciones individuales 2009 Galería del Paseo. Punta del Este. 2006 Galería Niko Gulland. Buenos Aires. 2005 Universidad Católica de Montevideo. Galería GTLArt, Punta del Este. 2000 Sala Carlos F. Sáez, Ministerio de Transportes y Obras Públicas. 1997 Museo de Arte Americano de Maldonado. 1996 Embajada de Alemania, Montevideo. 1994 Galería Bruzzone. 1992 Alianza Francesa. 1990 Galería Bruzzone. 1988 Galería Bruzzone. 1986 Galería Bruzzone. 1984 Alianza Cultural Uruguay-Estados Unidos. Principales exposiciones colectivas 2008 Puentes, Museo del Tigre, Bs. As., Argentina. 2006 Arte y Madera, Museo Nacional de Artes Plásticas y Visuales. 2004 ARTE BA Bs. As., Argentina. Pertenencias formas de creer-crear, Centro Municipal de Exposiciones, Montevideo 1983. Bienal de Plásticos Jóvenes, Centro Municipal de Exposiciones, Montevideo. 2003 ARTE BA Bs. As., Argentina. 2002 ARTE BA, Bs As., Argentina. Cambium con madera de artistas, Museo Zorrilla de San Martín, Montevideo. 2001 Tercera Bienal del Mercosur, Porto Alegre, Brasil. Cinco Escultores en madera, Sala Federico Sáez, Montevideo. 1999 ARTE BA, Bs. As., Argentina. Cinco propuestas en madera, Ministerio de Educación y Cultura, Montevideo. 1998 Arte Contemporáneo en el Uruguay, Miami, Estados Unidos. Santas y vírgenes, Galería del Paseo, Montevideo. 1997 Artistry in Wood, Mainz, Hannover, Alemania. Wood.... from near and far art & design of the continents, Mainz, Hannover, Alemania. 1995 Influencia del Arte Italiano en Uruguay, Museo Nacional de Artes Visuales, Montevideo. 1989 Encuentro Nacional de Esculturas, Museo de Arte Americano Maldonado.
1987 1986 1985 1984
Lo mejor del 87-88, Sala de Exposiciones de la Intendencia Municipal de Montevideo. Bienal de Plásticos Jóvenes, Instituto Nacional del Libro, Montevideo. Homenaje a José Belloni, Centro Municipal de Exposiciones, Montevideo. Lo mejor del 85-86, Sala Vaz Ferreira, Montevideo. Bienal de Plásticos Jóvenes, Cabildo de Montevideo. Muestra de Plásticos Jóvenes, Museo de Arte Americano, Maldonado. Salón de San José, Teatro Macció, San José. Instituto Italiano de Cultura, Montevideo. XXXIII Salón Municipal, Centro Municipal de Exposiciones, Montevideo. Museo de Arte Americano, Maldonado.
Principales Premios 2001 Primer Premio, 49 Salón Nacional de Artes Visuales, Museo Nacional de Artes Plásticas y Visuales. 1990 Primera Mención, Concurso Paul Cezanne. 1985 Gran Premio de Escultura, Salón de San José. Segundo Premio de Escultura, Salón Automóvil Club del Uruguay. Primer Premio de Escultura, Instituto Italiano de la Cultura. 1984 Primer Premio de Esculturas, V Premio del Este, Museo de Arte Americano de Maldonado. 1983 Primer Premio, Bienal de Plásticos Jóvenes, Coca Cola. 1982 Tercer Premio, Concurso Tallas en Madera, Banco de la República.
Pablo Damiani Was born on October 10, 1961 in New York and has lived in Uruguay since the age of two. Damiani is self-taught. He was born into a family gifted with a distinct artistic inclination. He began to dedicate himself to sculpture at an early age. Wood is the core material of his work. Among the awards he has received are: First Prize at the Salón Nacional de Artes Visuales 2001; First Prize for Sculpture, Italian Cultural Institute 1985; First Prize for Sculpture, MAAM Punta del Este 1984; First Prize at the 1983 Bienal de Plásticos Jóvenes (Young Artists’ Biennial). Has represented the country at various events abroad.
Main solo exhibitions 2009 Galería del Paseo. Punta del Este. 2006 Galería Niko Gulland. Buenos Aires. 2005 Universidad Católica de Montevideo. Galería GTLArt, Punta del Este. 2000 Sala Carlos F. Sáez, Ministerio de Transporte y Obras Públicas. 1997 Museo de Arte Americano de Maldonado. 1996 German Embassy, Montevideo. 1994 Galería Bruzzone 1992 Alianza Francesa 1990 Galería Bruzzone 1988 Galería Bruzzone 1986 Galería Bruzzone 1984 Alianza Cultural Uruguay-Estados Unidos Main collective exhibitions 2008 Puentes, Museo del Tigre, Buenos Aires, Argentina. 2006 Arte y Madera, Museo Nacional de Artes Plásticas y Visuales. 2004 ARTE BA, Buenos Aires, Argentina. Pertenencias formas de creer-crear, Centro Municipal de Exposiciones, Montevideo 1983. Bienal de Plásticos Jóvenes, Centro Municipal de Exposiciones, Montevideo. 2003 ARTE BA Buenos Aires, Argentina. 2002 ARTE BA, Buenos Aires, Argentina. Cambium con madera de artistas, Museo Zorrilla de San Martín, Montevideo. 2001 Tercera Bienal del Mercosur, Port o A l e g r e , B r a z i l . Cinco Escultores en madera, Sala Federico Sáez, Montevideo. 1999 ARTE BA, Bs. As., Argentina. Cinco propuestas en madera, Ministerio de Educación y Cultura, Montevideo. 1998 Arte Contemporáneo en el Uruguay, Miami, Estados Unidos. Santas y vírgenes, Galería del Paseo, Montevideo. 1997 Artistry in Wood, Mainz, Hannover, Germany. Wood.... from near and far art & design of the continents, Mainz, Hannover, Germany. 1995 Influencia del Arte Italiano en Uruguay, Museo Nacional de Artes Visuales, Montevideo. 1989 Encuentro Nacional de Esculturas, Museo de Arte Americano, Maldonado.
1987
1986 1985 1984
Lo mejor del 87-88, Sala de Exposiciones de la Intendencia Municipal de Montevideo. Bienal de Plásticos Jóvenes, Instituto Nacional del Libro, Montevideo. Homenaje a José Belloni, Centro Municipal de Exposiciones, Montevideo. Lo mejor del 85-86, Sala Vaz Ferreira, Montevideo. Bienal de Plásticos Jóvenes, Cabildo de Montevideo. Muestra de Plásticos Jóvenes, Museo de Arte Americano, Maldonado. Salón de San José, Teatro Macció, San José. Italian Cultural Institute, Montevideo. XXXIII Salón Municipal, Centro Municipal de Exposiciones, Montevideo. Museo de Arte Americano, Maldonado.
Main Awards 2001 First Prize, 49 Salón Nacional de Artes Visuales, Museo Nacional de Artes Plásticas y Visuales. 1990 First Mention, Paul Cezanne Competition. 1985 Gran Premio de Escultura, Salón de San José. 1986 Second Prize for Sculpture, Salón Automóvil Club del Uruguay. First Prize for Sculpture, Italian Cultural Institute. 1984 First Prize for Sculpture, V Premio del Este, Museo de Arte Americano de Maldonado. 1983 First Prize, Bienal de Plásticos Jóvenes, Coca Cola. 1982 Third Prize, Concurso Tallas en Madera, Banco de la República.
Texto
Emma Sanguinetti Fotografías
Testoni Studios Diseño gráfico
Fernando Álvarez Cozzi Traducción al inglés
Pauline Stanham Impreso en Uruguay por
Empresa Gráfica Mosca Depósito Legal: 353.220 ISBN - 978-9974-98-083-9