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La Liga de Naciones y el nocaut a la FIFA

Jugando desde el fondo - Artículos cortos de periodismo deportivo

La Liga de Naciones y el nocaut a la FIFA

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Domingo 19 de diciembre de 2021 Pichincha Comunicaciones

La Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) dejó hace siete años de ser ese organismo super poderoso, temido y sobre todo impune. Lejos quedaron los tiempos de amenazas y amedrentamientos de que “la justicia ordinaria no puede obstruirnos” o el decisivo “su Federación o Asociación se queda fuera de todas nuestras competiciones”. Luego de que el FBI pateó las puertas del Hotel Baur au Lac en Zúrich, la tiranía de la FIFA salió en pijamas y calzoncillos para rendirle cuentas a Washington.

En ese contexto se explican las desobediencias y deserciones. La deliberación de Asociaciones, Federaciones y Confederaciones se sujeta más a conveniencias sectoriales que a una dictadura verticalizada. Es aquí donde nace la idea de una intercontinental Liga de Naciones que reúne en un torneo oficial a todos los campeones del mundo, además de las selecciones de Europa y Sudamérica repartidas, de acuerdo a su puntaje, en distintas divisiones: Serie A, B, C y D. Quizás algo de todo lo que se viene sospechaba Gianni Infantino para realizar su gira planetaria y hacerle relaciones públicas a su Mundial de Fútbol bianual.

La Liga de Naciones se juega desde el 2018 en las denominadas Fechas FIFA, y aunque en principio no aparenta amenazar la institucionalidad del Mundial de Fútbol, al menos descentraliza la organización de los magnos eventos, es capaz de reunir a las dos confederaciones más poderosas y está a nada de invitar a las mejores selecciones de las otras. Es decir, los potentes torneos de selecciones ya no solo dependerían de FIFA sino del acuerdo entre sus afiliados, inaugurando iniciativas que permiten la comercializa-

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ción de nuevos derechos de transmisión y otras marcas patrocinadoras.

Aunque el sorpresivo anuncio que estuvo a cargo del vicepresidente de UEFA, Zbigniew Boniek, fue un globo de ensayo que sacudió al universo del fútbol, tal como lo hizo Florentino Pérez el pasado abril con el anuncio de la Superliga Europea de Clubes, la idea aun plantea más preguntas que respuestas y espera el contragolpe de quienes están claramente amenazados. De todas formas, el primer paso está dado, jugar fechas en Sudamérica no sería un inconveniente cuando el acuerdo esté consumado e incluso hacer una Liga de Naciones más ecuménica tampoco estaría del todo descartado.

La historia nos ha enseñado que todos los imperios han sucumbido luego de un periodo floreciente que, como cualquier organismo, entra en decadencia. Esta vez le ha tocado a la FIFA, corporación que las nuevas generaciones no la volverán a conocer como los más viejos del lugar alguna vez la conocimos.

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