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Historias de mamás

Todas sabemos que en la adolescencia tenemos la ilusión de nuestras primeras citas, queremos que todo salga perfecto; ahora, como madres, quisiéramos estar presentes para conocer al galán de nuestras hijas, aunque esto no es lo ideal.

Les comparto que tuve la oportunidad de estar en una cita con mi hija de 14 años y su novio.

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-“Mamá voy a ir al cine con mi novio”. -“Muy bien hija, que te diviertas”.

El mismo día, invité al cine a mi hija menor, compré boletos y nos fuimos muy relajadas. Escogimos la película, nos surtimos muy bien en la dulcería, entramos a la sala y nos dirigimos a nuestros asientos.

¡Sorpresa! En los asientos de atrás de nosotras estaban mi hija mayor y su novio. Reí durante toda la función y aún ahora lo hago al recordar el momento, sin embargo, mi hija recuerda el episodio sin sonreír tanto. Coincidencia divertida.

Cocoxochitl

Las madres siempre queremos vestir a nuestras hijas de la manera que creemos más bonita y olvidamos que cada individuo tiene una personalidad diferente y definida, y que lo que es bonito para unos, para otros puede no serlo. En una ocasión, mi hija, la segunda, recibió un gorro de invierno de parte de su tía, se lo probamos y pensamos que se veía hermosa. Y de repente:

-“Mamá no lo quiero”

-“¿Por qué hija?, si te ves muy moderna”

-“Mamá a mi no me gusta lo moderno, sino lo que se me vea bonito”

Conclusión: no trates de imponer tus gustos, ayúdalos a desarrollar su personalidad.

Laura

Soy médico pediatra de profesión y en una ocasión, cuando mi hija estaba en edad preescolar, mientras la llevaba a la escuela de pronto me preguntó:

-“¿Mamá, por qué no eres como las demás mamás?”

-“¿Cómo?” pregunté.

-“Pues como las otras mamás que siempre están en su casa, haciendo comida y cosas que hacen las mamás”

-“Yo trabajo en mi profesión porque me gusta ser doctora, ayudar a la gente, además me permite darte una vida agradable, me permite tener tiempo para compartir contigo y lograr que tengas una buena educación; ¿eso responde a tu pregunta?” Y me contestó - “¡Ah! Pues sí, ¿verdad?”.

Ahora que la veo realizando su deseo de ser médico veterinario, recuerdo la anécdota y me siento muy feliz y orgullosa de lo que hemos logrado.

Adriana

Mamá y Mau (5 años de edad) van en el carro:

Mamá: amor te dedico esta canción, me encanta (El privilegio de amar)

Mau: ok la escucho

Mamá canta y él escucha, pide de nuevo la canción, otra vez y una más, luego pregunta

Mau: Mamá ¿Cuándo crezca puedes regalarme este carro?

Mamá: Claro amor y si puedo te regalaré uno mejor

Mau: No ma, quiero éste, para cuando tenga mis hijos les dedique esta misma canción.

Siempre he pensado que esa canción habla más de amor a un hijo que de amor de pareja y desde el embarazo se la cantaba sintiendo una gran emoción. La maternidad puede ser todo: hermosa, maravillosa, difícil o cansada, y algunas veces es todo al mismo tiempo pero en momentos como ese, en el que tu propio hijo te expresa, a su manera que quiere hacer las mismas cosas que tú cuando sea papá, todo vuelve a tener sentido.

Alicia

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