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BEISBOL
Agustín Castillo
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La Liga Mexicana de Beisbol se perfila para cumplir sus primeros cien años de existencia. Ha sido un viaje largo, repleto de innumerables historias, épicas hazañas, equipos de leyenda y personajes fantásticos que para el aficionado han sido algo más que súper héroes de carne y hueso.
Hacer beisbol ha sido particularmente complicado desde siempre, sobre todo, en un país como México, donde la oferta de entretenimiento es sumamente amplia, entre otras razones.
Afortunadamente, la historia de la pelota ha contado con diferentes magnates con la capacidad económica e intelectual para mantener la tradición de un deporte que, a pesar de todo, sigue arrastrando multitudes y se mantiene en el gusto de millones de seguidores.
Entre esas figuras de oficina –que no necesitaron atrapar una pelota o tomar un turno al bat– hoy nos ocupa conocer en números una parte del legado de don Alfredo Harp Helú, el directivo más influyente en los últimos treinta años del Rey de los Deportes en nuestro país. Su lugar en la historia está reservado en lo más alto, independientemente de los logros deportivos, que no son pocos. A diferencia del resto, su visión fue más allá de acumular campeonatos y contratar grandes estrellas, que lo ha hecho. Su presencia en el beisbol nacional va de la mano con su decidido impulso en el crecimiento del deporte, dentro y fuera del campo. Muy a su estilo, con cifras contundentes, a continuación presentamos un resumen de 26 años de su inigualable forma de Vivir y morir jugando beisbol.