LA PLANEACIÓN DOCENTE El punto focal para el éxito educativo
30 DE OCTUBRE DEL 2016 LICENCIATURA EN EDUCACIÓN PREESCOLAR Adecuación Curricular
La planeación docente: El punto focal para el éxito educativo La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo. Nelson Mandela
P
ara participar dentro de la educación de un alumno debe comprenderse primeramente a lo que se está intentando intervenir y, si la pretendemos comprender, tiene que tomarse en cuenta todo lo que engloba la palabra
educación, pues ésta posee distintas variables o aspectos los cuales deben cumplirse para obtener una educación favorable para el desarrollo de la vida de ese alumno. El currículo, el plan y programa de estudio que se utilice, el contexto en donde se encuentre, el docente a cargo; son algunos de estos elementos que son por demás reconocidos en el desarrollo educativo de un alumno. Pero, para que todos funcionen en conjunto, es imprescindible que el docente maneje una planeación pertinente para su clase, pues esta es la batería necesaria para que el aprendizaje sea substancial y corra a su correcto ritmo. Dentro de ésta está la clave para una educación integral. Si hablamos, entonces, de que la planeación educativa es totalmente necesaria dentro de un proceso educativo, es por qué la intervención docente es la esencia dentro de la educación de un alumno, punto que también se incluye dentro de las variables comentadas anteriormente. Planteado esto, podría aceptarse en un primer momento el que esto sea cierto, pero la cuestión es ¿por qué es que es importante? ¿cuál es la razón? O ¿qué considera la planeación educativa para que se diga que es un pilar más importante que cualquier otro, dentro del proceso educativo de un alumno? En eso es en lo que nos centraremos. Primeramente, para continuar hablando de planeación debe entenderse su concepto, para lo cual se presenta la siguiente definición:
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Yunnuen Stephanie Tovar Hernández
Para
el
docente
la
planificación
didáctica
representa una oportunidad para la revisión, análisis y reflexión que contribuyen para orientar su intervención en el aula. Del mismo modo es una herramienta fundamental para impulsar un trabajo intencionado,
organizado
y
sistemático
que
contribuya al logro de aprendizajes esperados en los niños; en esta fase del proceso educativo se toman decisiones sobre la orientación de la intervención docente, la selección y organización de los contenidos de aprendizaje, la definición de metodologías de trabajo, la organización de los alumnos, la definición de espacios físicos y selección de recursos didácticos, las estrategias de evaluación y difusión de resultados, principalmente. (PEP, 2011) Según Agustín Reyes Ponce: La planeación consiste en fijar el curso concreto de acción que ha de seguirse, estableciendo los principios que habrán de orientarlo, la secuencia de operaciones para realizarlo y la determinación de tiempo y números necesarios para su realización. La planeación es, pues, aquella que nos permite proveer la efectividad del proceso enseñanza-aprendizaje mediante la instrumentación de estrategias apropiadas, tomando en cuenta el Sistema Educativo Nacional, el contexto de la escuela, tipo de grupo e incluso al alumno en su individualidad. Cotidianamente, al realizar nuestras actividades, las planeamos previamente para que se lleven a cabo tal y como nosotros los deseamos, solo que de una manera distinta pues comúnmente no las redactamos, solo se piensan en torno a un objetivo al cual queremos llegar al final.
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De esto precisamente trata la planeación, el enfocarnos a algo que pretendemos alcanzar y de ahí partir para planear estrategias en actividades para determinar el cómo intervenir, cuándo y con qué. En esto, ya estamos abarcando una parte esencial de la planeación: los objetivos. Toda acción, tiene una reacción, nos decía Newton en sus leyes postuladas, por ende, si nosotros actuamos tomando en cuenta para qué lo hacemos y utilizando lo más pertinente, la reacción que surgiría será con más seguridad la que nosotros consideramos al inicio, cuando ideamos la manera de lograrlo. En las planeaciones estos objetivos deben ser muy claros y substanciales, pues determinan qué sentido tiene el intervenir de la manera que se pretende hacerlo y con las actividades y estrategias que se plasman dentro de las mismas. Dentro del objetivo en una planeación se contempla qué se pretende que el alumno aprenda; de ahí qué tipo de alumno se quiere formar. Entendido todo lo anterior, podemos notar que la planeación incluye mucho más que sólo designar acciones para que los alumnos hagan, sino con un qué voy a planear, lo que es el contenido traducido en competencias; cómo lo voy a hacer, refiriéndonos a las estrategias metodológicas que se van a emplear para poder planificar las acciones; cuándo se hará y dónde, especificando el tiempo y lugar; para qué lo voy a hacer, el cual es nuestro objetivo. Y ¿de dónde provienen estos objetivos? ¿Dónde se plantea qué clase alumno se pretende crear? Viene de un modelo igual de importante como lo son las planeaciones: El currículo. El currículo, es el modelo o paradigma que describe el nivel al que el sistema educativo pretende llegar en cada escolaridad. De éste, surgen los planes y programas de estudio especificando qué contenidos trabajar en cada una de las ramas escolares, qué contexto influye y de ahí qué alumno se pretende generar. Es importante destacar que el mismo, no expone estrategias ni temas a trabajar, pues con frecuencia se suele confundir esta idea con la que se tiene sobre un plan o programa de estudio, únicamente especifica las metas u objetivos que se
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pretenden alcanzar en el alumnado, la educación o nivel de la misma al que se quiere llegar de una manera global. De ahí, que para los docentes sea indispensable tener gran conocimiento de éste, pues con el currículo en conjunto al plan y programa de estudio, podrán planear y prever estrategias didácticas de manera integral para crear un buen sistema de enseñanza-aprendizaje en función a lo que el currículo pretende que se logre, lo que el plan y programa de estudio expone trabajar y la manera en la que el docente va a intervenir en su papel como guía de la enseñanza (entendido como su planeación) para que esta red educativa sea funcional y tener como punto focal al alumno enfatizando en sus intereses así como las necesidades que posee en función a su aprendizaje. Podemos decir, entonces, que el desempeño de un maestro no depende sólo de sus cualidades como lo es el manejo de grupo, conocimiento de los contenidos, su vocación, sino que es necesario que articule su labor docente a una planeación fundamentada a partir del análisis y reflexión pedagógica. Posterior a la reflexión y explicación acerca de lo que la planeación engloba, la manera en la que el currículo influye dentro de la misma, es necesario abordar ciertos puntos importantes que es, de una manera determinante, conocer y tomar en cuenta antes y al momento de planear. Estamos en una sociedad en constante cambio, tanto en avances científicos como tecnológicos por lo cual, los alumnos que se están formando actualmente ya cuentan con conocimientos que no se presentaba en las generaciones anteriores, pues no se tenía un acercamiento a muchas de las herramientas que se tienen ahora. Es necesario, entonces, que las estrategias que se emplean para lograr el aprendizaje que se desea en los alumnos, vayan en constante transformación y no se caiga en metodologías pasadas, pues es muy probable que éstas no funcionen, además de que se necesita acercar a los alumnos a lo actual, la innovación para que ellos sepan actuar ante situaciones que se les presenten dentro de su vida cotidiana. Si el currículo y por consiguiente el plan y programa de estudio está en constante transformación, lo deben estar de la misma manera las planeaciones y
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las estrategias que se emplean para la intervención docente, así como las fuentes desde donde se informa y basa el docente para determinar lo que ha de trabajar. No es posible aprobar los planes y programas de estudio de tal forma que no se puedan realizar los necesarios ajustes a los contenidos, conforme avanza el desarrollo del conocimiento. Tampoco es concebible que no se pueda incorporar bibliografía cuando, en este momento, en ciertas áreas de conocimiento, dos o tres años significan un gran retraso conceptual y tecnológico. (Ángel Díaz Barriga, 2009) Es importante destacar también, lo que la planeación debe considerar, además de los puntos anteriormente mencionados, pues dentro de la misma hay aspectos que no se mencionan textualmente pero sí deben ser tomados en cuenta para planear. El PEP 2011 maneja cinco puntos:
Reconocer que los niños poseen conocimientos, ideas y opiniones y continúan aprendiendo a lo largo de su vida.
Disponer de un tiempo para seleccionar y diseñar estrategias didácticas que propicien la movilización de saberes y de evaluación de los aprendizajes, de acuerdo con los aprendizajes esperados.
Considerar evidencias de desempeño de los niños, que brinden información al docente para tomar decisiones y continuar impulsando el aprendizaje de sus alumnos.
Reconocer los aprendizajes esperados como referentes para la planificación.
Generar
ambientes
de
aprendizaje
que
promuevan
experiencias
significativas. Además, que el maestro que imparta tenga un dominio de los planes y programas, es decir, que comprenda las competencias a desarrollar y los
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aprendizajes esperados y también que sepa llevar a cabo una transversalidad entre las diversas disciplinas coincidiendo en una misma visión y misión. Los tres momentos en los que se divide una planeación: El inicio, donde se da a conocer las intenciones; El desarrollo, referido a la metodología y la utilización de recursos; El cierre, referido a la evaluación. Y de manera muy destacada los estilos de aprendizaje, pues cada alumno aprende de manera distinta por lo cual se es necesario una planeación diversificada que tome en cuenta a todos, pero también que sepa manejar con cada uno e integrarlos de igual manera. En esto se incluye también a los alumnos con necesidades específicas y que se sepa adecuar la planeación a cada situación que se pueda presentar, de manera pertinente y siempre teniendo en cuenta el propósito y objetivo al que se pretende llegar. De esta manera, se logrará una buena intervención docente lo que conlleva así un aprendizaje significativo en los alumnos y por consiguiente una educación integral y fructífera para los mismos.
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BIBLIOGRAFÍA SEP. (2011) Programa de estudio 2011 / Guía para la Educadora Preescolar. México. Ángel Díaz Barriga. (2009). El docente y los programas escolares. México: Bonillas Artigas. N. Giné et. al. (2003). Planificación y análisis de la práctica educativa. Barcelona: GRAÓ. Barry M. Franklin y Carla C. Johnson. What the Schools Teach: A Social History of the American Curriculum since 1950. F Michael Connelly, M.F. He y J.A. Phillion (Eds.), Handbook of Curriculum and Instruction.Thousand Oaks: Sage Publications, 2007. Barry M. Franklin y Carla C. Johnson. (7/11/2007). Conflicto sobre la educación adaptada a la vida. Profesorado: Revista del curriculum y formación del profesorado. Philippe Jonnaert et. al. (15/12/2008). La competencia como organizadora de los programas de formación: hacia un desempeño competente. Profesorado: Revista del curriculum y formación del profesorado.
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