Reseña. Capítulo 5 Lengua y habla Lector: Obra: La lengua y los hablantes Yunnuen Stephanie Tovar Hernández Autor: Raúl Ávila Colaboradores: curso básico para la Grado académico: 2° Semestre de la Licenciatura de Educación Preescolar formación de profesores Edición: 1era Edición Institución: BENMAC Fecha de edición: Agosto, 1977 Editorial: Trillas México Fecha de reseña: 10/02/16 Digitalizador: Institutos de enseñanza superior Introducción: Podemos considerar que toda lengua es un código constituido por un sistema de signos que se utilizan para producir mensajes y un sistema de fonemas con los cuales se forman los signos, lo que corresponde respectivamente a las articulaciones primeras y segunda. Cuando hablamos producimos mensajes apoyados en las reglas y los elementos del código. De acuerdo con nuestra intención comunicativa, seleccionamos determinados elementos y los combinamos según las reglas determinadas y así producimos el mensaje, hablamos. Contenido
Las reglas del juego
La comunicación lingüística tiene un código al que se llama lengua. El mensaje, la realización concreta del código, se conoce como habla. Aprendemos la lengua fundamentalmente escuchando como se utiliza, “viendo las jugadas”. Dado a que aprendemos la lengua prácticamente, sin darnos cuenta, tenemos de ella un conocimiento inconsciente. Para hablar, no es necesario que tengamos conciencia del código que utilizamos. Sin embargo, lo anterior no quiere decir que los hablantes no sepan gramática. En realidad, todo hablante normal tiene en su cerebro una gramática perfecta que aplica cuando se comunica lingüísticamente. Tener un conocimiento inconsciente de la gramática solo significa que no podemos dar explicaciones sobre determinadas reglas gramaticales. Por otra parte, todos lo que vivimos en sociedad utilizamos la comunicación lingüística y, por lo mismo, cuando somos pequeños la aprendemos sin darnos cuenta, simplemente escuchando como la utilizan los demás; por eso no sabemos cuáles son las reglas. Volvamos al código. Tan pronto aprendemos una lengua podemos utilizarla de una manera absolutamente personal, de acuerdo con nuestros deseos, nuestras intenciones o emociones. Al hablar hacemos nuestras propias “jugadas”, que no tienen que ser idénticas a las que aprendimos. El único requisito es que
respetemos el código del que somos inconscientes y que, sin embargo, utilizamos al igual que todas las personas de nuestra comunidad lingüística. Sin embargo, no pensemos que el hecho de respetar el código implica que éste sea un obstáculo para los hablantes. La lengua “se ofrece” a los hablantes para que con ella produzcamos un número infinito de mensajes. Respetar el código supone únicamente que si hemos aceptado utilizar una lengua dada para comunicarnos, debemos emplear las reglas y los elementos de esa lengua u no de otra. Fuera de esa condición, podemos utilizar nuestra lengua como deseemos. Coserio, la lengua “puede considerarse como un conjunto de imposiciones, pero también, y quizá mejor, como conjunto de libertades, puesto que admite infinitas realizaciones y sólo exige que no se afecten las condiciones funcionales del ñinstrumento lingüístico”.
Relaciones paradigmáticas y sintagmáticas
La producción de un mensaje supone un proceso de selección y combinación. Cuando hablamos seleccionamos del código los elementos que necesitamos para nuestras finalidades comunicativas y, de acuerdo con las reglas, los combinamos en una secuencia lineal para producir el mensaje deseado. Las posibilidades que ofrece el código y se combinan para formar un mensaje, si lo deseo puedo escoger otros elementos y formar otras combinaciones. A cada palabra se le llama en lingüística paradigma y a cada combinación sintagma, consideramos los paradigmas con base en los cuales formamos sintagmas. La ubicación de un elemento en un sintagma nos señala a que paradigma pertenece y, en consecuencia, nos permite determinar su valor. El sintagma es, para un elemento dado, su contexto. Las relaciones paradigmáticas y sintagmáticas no sólo existen en los elementos de la primera articulación, utilizando palabras y expresiones con significado. También podemos seleccionar y combinar fonemas, elementos de la segunda articulación; podemos hacer sintagmas fonológicos. Asimismo, podemos producir sintagmas inexistentes, lo que implica que nuestra lengua ofrece muchas combinaciones aún no utilizadas que, en caso necesario, pueden funcionar como palabra. Conclusión del autor: La lengua –el código lingüísticosupone un conjunto de paradigmas y uno de reglas que nos indican como se combinan los elementos para formar sintagmas en el habla. En el paradigma, los elementos, de acuerdo con Jakobson, están en una relación de similaridad. Podemos hablar de elementos similares en la medida en que todos ellos, en un paradigma
Conclusión personal: Es importante seguir las reglas y los esquemas que nos marca nuestra lengua, debido a que es necesario seguir ciertos aspectos para tener un conocimiento lingüístico adecuado. Aunque podemos usarla a nuestra manera necesita de precisiones y códigos para que no pierda el sentido.
dado, son, por ejemplo, “sustantivos”, “verbos” o “preposiciones”, “consonantes” o “vocales”. En cambio, en el sintagma, los elementos están en relación de contigüidad en cuanto a que cada elemento aparece al lado de otro, en posición contigua. En un sentido más general, los conceptos de paradigma y sintagma responden a una forma de organizar el mundo y el pensamiento. Nuestra mente relación y diferencia los objetos tanto por similaridad (paradigmáticamente) como por contigüidad (sintagmáticamente).
Sintagmas: significados Paradigmas: reglas, ejemplos o modelos Antisonantes Malsonantes No sonantes: muecas, Signo: el conjunto de rasgos que lo distingue, significativo Gramema cambia, puede cambiar la raíz morfema: no cambia