Ñ Piensa un holograma, suENa É AaROn M. CHICHINO
D
icen que los hologramas no sentimos, pero cada vez que lo escucho, me descubro insípido. Sé que no
entiendo bien el concepto de la muerte y me repiten que hasta no experimentarla no sabré lo que es sentir. Me gusta imaginar que salgo de aquí,
mas no
puedo por los límites del espacio; solo me puedo proyectar dentro del edificio.
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