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CUESTIÓN DE PSICOLOGÍA Aquel mocoso estaba demasiado inquieto. —¡Sosiégate, Boris! ¡O me veré obligada a modificar tu genoma! —amenazó la maestra. Pero el muchacho advertencia.
hizo
caso
omiso
de
la
—¡Suficiente! —exclamó la mujer cinco minutos más tarde. Ingresó su código personal en la consola y se escuchó un suave pero intimidante zumbido. Y la clase continuó tranquila hasta el final. —¿Profesora? —dijo uno de los niños. —¿Sí? —¿Qué haremos con el simio? Todos observaban al pequeño simio que miraba con temor todo su entorno, cuando se escuchó un nuevo zumbido. Fue la última vez que Boris molestó en clases.
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