ALAS DE
ESPERANZA L
a comunidad de Asillo y la localidad de Purús son lugares de nuestro territorio que la mayoría de peruanos desconocemos donde se ubican en nuestro territorio, así como otros miles de pueblos y comunidades del Perú profundo. Asillo, es una comunidad altoandina, ubicada a 4000 msnm, en la provincia de Azángaro, departamento de Puno, al sur del Perú y Purús es una de las cuatro provincias que conforman el departamento de Ucayali, ubicada en el extremo oriental de nuestra selva amazónica, frontera con Brasil. Son dos de los lugares recónditos de nuestro territorio, uno altoandino con temperaturas bajo cero grados y otro ubicado en nuestra calurosa y extensa selva amazónica, región que ocupa poco más del 60% de nuestro territorio. Ambos lugares tienen un denominador común, que es, su estado de pobreza extrema, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Es allí, a esos lugares, como otros de similares características, a donde llegan nuestras aeronaves FAP en el marco del programa “Alas de Esperanza”, un proyecto social de ayuda humanitaria desarrollado por la Fuerza Aérea del Perú, desde hace nueve años. “Para el alto mando FAP, este es un programa social de prioridad institucional”, señala el coronel FAP Jaime Sayan Araujo, comandante del programa “Alas de Esperanza”.
Este es un
programa social de ayuda humanitaria FAP
Cómo funciona el Programa
E
ste programa de solidaridad, se ubica en el Estado Mayor A-8 del Comando de Operaciones. La FAP recibe cartas de múltiples alcaldes de todo el Perú solicitando apoyo humanitario; es entonces que el programa escoge a las comunidades calificadas de extrema pobreza por el INEI y son ellas las que recibirán el apoyo acorde a un cronograma anual. Otra fase del programa es la articulación que desarrolla la FAP con diversos sectores del Estado y la sociedad civil (empresas, entidades, organizaciones no gubernamentales). “Este apoyo es fundamental pues son ellos los que brindan los servicios de salud y las donaciones que van desde medicinas, alimentos, ropa, frazadas, útiles escolares, juguetes, entre otros. Luego se activan las coordinaciones con las autoridades de las comunidades escogidas, alcaldías, gobiernos regionales, autoridades comunales. Cuando se llega a los lugares también se solicita, si es necesario, el siempre agradecido apoyo de las guarniciones del Ejército, Marina y puestos policiales apostados en los poblados donde acudimos a desarrollar nuestra labor social”, dice el coronel Sayán.
Finalmente, son las aeronaves FAP las que transportan toda esta ayuda que implica el personal que participa en cada evento, tanto civil como militar y las toneladas de carga que se lleva. Son las tripulaciones y aeronaves de los Grupos Aéreos N° 8, N° 3 y N° 42 las que realizan los vuelos. Admirable la labor de nuestros pilotos y sus tripulaciones que, en situaciones diversas, ingresan y decolan de aeródromos de difícil acceso, los helicópteros aterrizan en caseríos lejanos fundamentalmente de nuestra Amazonía y zonas altoandinas, con climas complejos. Las tripulaciones de los L-100, AN-32, C-27J, Twin Otters, KC-390, MI-17, allí están siempre presentes con su profesionalismo y vocación de servicio. Los módulos en los que se atiende a la población al desarrollar los eventos, se instalan en las plazas de armas de los pueblos, en coliseos, canchas de fulbito, colegios o simplemente en algún espacio abierto en el lugar a donde se acude. El personal militar y civil FAP que labora con “Alas de Esperanza” tiene una acentuada vocación de servicio, siempre están de buen ánimo, dispuestos a colaborar en cualquier circunstancia.
Alas de Esperanza ?
La mayoría de las veces, pernoctan en casas, colegios o lugares que ofrece la comunidad durante los tres o cuatro días que dura el evento, donde se atiende a miles de pobladores necesitados de un servicio médico primario, de un corte de cabello, del servicio de Registro de Identificación y Estado Civil y se entregan las donaciones. A los niños se les entrega juguetes, útiles escolares para que puedan escribir, pintar, dibujar, dulces, ropa, zapatos. A los adultos se les ofrece alimentos, medicinas, ropa, frazadas, zapatos, entre otros. El apoyo de alcaldes y autoridades locales, así como el del Ejército, Marina, Policía y población en general es muy importante. Las veces que se tienen que trasladar las donaciones del aeropuerto donde aterrizan las aeronaves hacia las plazas, colegios o más aún hacia comunidades a las que se debe ir por río o trochas carrozables. “Para ello se necesita de “peke pekes”, (canoas o botes de madera que surcan nuestros ríos en la selva), de camiones y combis para trasladar la carga. Es un gran esfuerzo de solidaridad conjunta,” dice el coronel Sayán. Este esfuerzo humanitario hace de nuestra institución, una entidad amigable para los
poblados alejados de nuestro territorio. Cumplimos con una misión de carácter humano como es llevar esperanza a las poblaciones más vulnerables. Para nosotros no existe feriados, ni fines de semana, son precisamente esas fechas en que la gente se encuentra fuera de sus faenas agrícolas o de trabajo por lo que hay una respuesta masiva a nuestra presencia en sus pueblos, nos dice el coronel Jaime Sayán, quien va por su segundo año liderando este programa. “llevar esperanza a los pueblos más extremos de nuestro territorio, es lo que me ha encomendado mi institución y es el mejor servicio que me ha podido tocar. Me siento muy a gusto: Ayudar a que el prójimo no pierda las esperanzas. Llevar un momento de alegría al que más lo necesita. Me recuerda a mi madre y el espíritu de ayuda y sensibilidad humana que cultivo en nosotros, sus hijos”, nos dice este militar que tiene una de las especialidades más intensas, como es la de Fuerzas Especiales. El programa ya cuenta con un equipo básico dental lo que se suma a los módulos que ofrecen atención básica en pediatría, oftalmología, dermatología, medicina. Toda esta labor es gratuita.
Organizaciones que trabajan con
Alas de Esperanza Estas entidades son los aliados estratégicos que trabajan, en diversos momentos, con este programa. Pertenecen al Estado, al sector privado y organizaciones no gubernamentales, Son las que ofrecen las donaciones que la FAP articula y transporta en sus aeronaves.
aVoluntariado Nacional por Amor al Perú
aHospital del Niño de San Borja aVoluntariado del Hospital Dos de Mayo
aDAS Perú aJuguetes Pendientes aConsejo Nacional para la Integración de la Persona con Discapacidad (CONADIS)
aColegio Químico Farmacéutico
aServicios de Áreas Protegidas
aLegados Panamericanos y
aGrupo Gloria aFootloose (empresa de calzado) aDirecTV. aCaridad sin Fronteras aHijas de la Caridad aWUF aMunicipios, regiones, las fuerzas armadas
del Perú
Panpanamericanos- 2019
aInstituto Materno Perinatal aMINSA aESSALUD- SIS aMisiones de Emergencia aJuventud para el Desarrollo (JUPAD) aHijas de la Caridad aCaridad sin Fronteras aWagner Perú aWigo Motors aClub de Leones
(SERNAN)
y policiales acantonadas en los lugares a donde acude “Alas de Esperanza” y necesita del apoyo de transporte terrestre y fluvial para transportar la carga a caserías y comunidades en donde se llega por trocha carrozable o en peke peke por ríos.
n En el 2022, Alas de Esperanza atendió a 89,890 peruanos. n Hasta mayo de 2023, atendió a 44,709 peruanos. n Este año continuará con su programa y llevará ayuda a poblados de Cusco,
Apurímac, Huancavelica, Tacna y Ucayali.
Acciones desarrolladas por
Alas de Esperanza
Sierra E
ntre el 30 de abril y 4 de junio, “Alas de Esperanza” llegó a Asillo, Azángaro, Puno, un lugar donde las heladas a más de 4,000 msnm matan, por congelamiento, animales, cultivos y personas. La FAP llevó a es poblado rural de habla aymara y quechua, 22 toneladas de carga, 55pax, 56 médicos, paramédicos, personal de apoyo militar y civil. 9,349 personas recibieron atención médica y medicinas gratis, otras 7,905 recibieron donaciones como alimentos, ropa, frazadas, zapatos y juguetes.
Selva D
el 8 al 11 de octubre, Alas de Esperanza voló a Estrecho, Angamos, Loreto, llevando cinco toneladas de carga, 40 pax. Se dio atención médica a 4,383 pobladores y otros 4108 recibieron donaciones. Del 17 al 21 de febrero, llevaron a Purús, Puerto Esperanza, Ucayali, 12 toneladas 268 kg. de carga, 260 pax. Ofrecieron 3,577 atenciones médica y 572 donaciones entre ropa, alimentos, juguetes, útiles escolares.
Entre el 6 y 10 de octubre, se llevó a Lares, Calca, Cusco, 14 toneladas de carga, 100 pax. Se ofreció 4,895 atenciones médicas y se entregaron donaciones a 5,136 personas. Entre el 17 y 21 de noviembre, se llevó a Puquina, Sánchez Cerro, Moquegua, 9.6 toneladas de carga, 60 pax. Se ofreció 4,594 atenciones médicas y se entregaron 6,626 donaciones a igual número de personas. Entre el 25 de abril y 2 de mayo del 2022 se llevó a José Sabogal, San Marcos, Cajamarca, 13 toneladas 268 kg, 81 pax. Se ofreció 3,905 atenciones médicas y 3,430 personas recibieron donaciones.
Del 9 al 11 de octubre, llevaron a Purús cinco toneladas 576 kl de carga, 38 pax y ofrecieron 3,145 donaciones. Durante el año 2022, “Alas de Esperanza” también dio atención a zonas vulnerables del departamento de Lima en el 20 I.E Villa El Salvador en San Juan de Miraflores y en Ventanilla, Callao. Entre ambos lugares se repartió 14 toneladas de carga, 250 pax y 23,721 personas recibieron donaciones diversas.
durante el año 2022
Acciones desarrolladas E
ntre el 9 y 13 de marzo, estuvieron en Lancones, Sullana, Piura en donde se llevó siete toneladas de carga, 100 pax; se dio atención diversa a 4,144 personas y se entregaron 2,451 donaciones.
Del 9 al 12 de mayo del 2023 se viajó a Incahuasi, Ferreñafe Lambayeque llevando, igualmente 12 toneladas de carga, 68 pax; se realizaron 5,193 atenciones médicas y se entregaron 4,903 donaciones.
Entre el 13 y 17 de abril, se viajó a San Lorenzo, Daten del Marañón, Loreto, Santa Clara, Loreto donde se llevó 12 toneladas 300 kg., 72 pax, se atendió a 6,953 personas y otras 2,742 recibieron donaciones.
Del 15 al 18 de mayo, viajaron a Pedro Gálvez, San Marcos, Cajamarca llevando 15 toneladas 268 kg., 117 pax, se atendió a 6,286 personas y se entregaron 7,429 donaciones.
Entre el 9 al 12 de mayo, se viajó a Puerto Esperanza, Purús, Ucayali llevando 12 toneladas 146 kgr. de carga, 239 pax, se realizaron 2,545 atenciones médicas y se entregaron 2,063 donaciones.
En estas actividades se incluyó, atención médica, el servicio de Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (RENIEC) y el Sistema Integral de Salud (SIS).
Algunos detalles de los viajes n Para llegar a la localidad de Incahuasi,
en Ferreñafe, Lambayeque, el avión aterrizó en la ciudad de Chiclayo y de allí todo el personal y la carga tuvieron que recorrer siete horas por trocha carrozable y tramos de pista asfaltada. La carga se transportó en camión y el personal tanto militar como civil se trasladó en combis. Fueron unas 50 personas entre personal médico, personal de la Reniec, miembros de las organizaciones donantes y el personal militar y civil FAP. n En algunas de las zonas del departa-
mento selvático de Loreto se soportan temperaturas que llegaron a los 42 grados y en lugares de puna como en Asillo se sufren temperaturas menos 4 grados bajo cero. n Lo gratificante es que se conocen cos-
tumbres, tradiciones, lenguas diversas de las múltiples comunidades a donde se acude.
n La mejor retribución al trabajo son las
sonrisas de los niños al recibir un juguete que quizás nunca pensaron tener. Ellos, en algunos lugares, reciben a nuestros equipos con canciones y banda de música. n Escuchar a un niño en las alturas de la
Puna con poncho y ojotas decir: Quiero ser astronauta”. Por qué no ? ese niño conoce mejor el cielo y las estrellas que muchos de nosotros, pues vive a más de 4,000 msnm. y quizás, si es su destino, lo logre con esfuerzo. n También hay momentos de frustra-
ción en este trabajo y el coronel Sayán lo expresa de la siguiente manera: “Ninguna ayuda es suficiente para tanta demanda social. Sin embargo, nuestro esfuerzo es llevar un momento de alegría y esperanza a tanto peruano de esos lugares recónditos,”
hasta mayo del 2023
Este programa cuenta con el respaldo institucional del Alto Mando y se cruza con personas optimistas, positivas, PERSONAS QUE PONEN EL CORAZÓN en cada una de sus acciones que benefician al prójimo. ELLOS SON EL PERSONAL FAP que labora directa o indirectamente en este programa y todas las entidades y personas que colaboran por sacarlo adelante.
Gracias, Perú