LA PRIMERA MUJER PILOTO EN EL PERÚ PIONERA DE LA AVIACIÓN NACIONAL
Combe armela
“ Vuela bajo y despacito”
era el consejo amoroso que recibía de su madre, Carmela Combe Thomson, la primera mujer piloto de aviación que tuvo el Perú. Su madre desconocía que debía hacer precisamente lo contrario para preservar la vida en el aire. Carmela fue una mujer que se adelantó a su época. Nació en el Perú en 1900 algunas biografías dicen que fue en 1898. A los 14 años sabía manejar autos cuando en Lima se transitaba en tranvía, carretas, cabalgaduras y en los primeros vehículos que paseaban por las estrechas y empedradas calles de nuestra capital. Su familia era de ascendencia francesa. En 1921, año en que el Perú celebraba el centenario de su independencia, se inauguraba el monumento al General José de San Martín, en la plaza que lleva su nombre, en el Cercado de Lima, entre otros grandiosos monumentos que hoy engalanan nuestra capital; Carmela, intrépida y tenaz mujer, aprendió a volar en los endebles aviones de aquella época. Once años antes, Jorge Chávez, otro peruano, había logrado, por primera vez, cruzar los Alpes, en Europa. Hecho que ella leía con avidez y admiración.
Carmela Combe Thomson
Carmela al lado de Elmer Faucett, Lloyd Moore (norteamericanos), Emilio Romanet (francés), Amelia Villa de la Tapia (boliviana), entre otros pilotos, en el aeródromo de Bellavista a inicios de la década de los años 20 del siglo XX.
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ra huérfana de padre y su madre no se opuso a que volara. Aprendió a surcar los cielos en la Escuela de Aviación Civil de Bellavista, entidad financiada por la casa de aviones Curtiss. Ingresa a ese mundo manejado por hombres y recibe instrucción del norteamericano Lloyd Moore quien era piloto de prueba de la fábrica Curtiss y fue el primero en volar de noche sobre la ciudad de Lima, capital del Perú. El 6 de mayo de 1921, ésta audaz peruana logra volar sola en un avión Curtiss-Oriole. En la escuela de aviación conoce a pioneros de la aviación peruana: Elmer Faucett, Mendivil, Revoredo, Mongilardi y a sus amigos Anatoli Belmont, Emilio Romanet (piloto francés), a su amiga Amalia Villa de la Tapia, boliviana quien obtuvo su brevete de piloto en la Escuela de Bellavista, entre otros pioneros que ingresaron a conquistar ese nuevo reto que enfrentaba la humanidad: El mundo de la aeronáutica.
Se salva de accidente aéreo E
l 9 de julio de 1921 tuvo un accidente cuando volaba con su instructor Lloyd R. Moore en un avión Curtiss. Esto ocurrió luego de transportar un dinero para el pago del salario de los trabajadores de una hacienda en Cañete. Este accidente ocurrido a la altura de Chorrillos, le provocó dolores crónicos y una lesión en la columna vertebral. Siguió volando.
“A consecuencia de este suceso quedé un tanto sorda; también, años después, tuve que ser operada de la columna vertebral”, dijo en una entrevista el 12 de mayo de 1957. “Hay que tener valentía, serenidad y sangre fría para surcar el espacio aéreo”, decía. Su pasión por la aviación la llevó a solicitar su herencia anticipada, dinero con el que se compró un avión biplano Curtiss.
Nota del diario “El Comercio” publicada el 10 de julio de 1921.
Pierde su avión en accidente en el que falleció Romanet, piloto francés
Avión Curtiss Oriole
C
noviembre cayó otro marino-aviador Carlos Hildebrandt Dávila.
La aeronave cayó al mar y tiempo después el mar baro el cuerpo del piloto, quien había sido miembro de la célebre escuadrilla de aviación “las Cigueñas” en el 1ra. Guerra Mundial.
La tragedia, conmocionó a Carmela Combe, quien ya había sufrido un accidente y el insistente pedido de su madre, hizo que desistiera de su pasión por el vuelo. Viajó a Francia y allí encontró el amor de su vida. Se casó con Julio Bardi con quien tuvo una hija- Carmela- ingeniera química. Dejó la actividad aérea en 1932 pero antes tuvo la oportunidad de volar con Marcel Doret, famoso piloto francés.
Ese año fue fatídico para la naciente aviación nacional. El 2 de febrero había caído en el mar del Callao, el guardiamarina Carlos Huguet y el 22 de
La familia Bardi-Combe retornó a vivir a Lima y Julio, el esposo de Carmela trabajó en el ámbito de las empresas eléctricas y ella se dedicó a su hogar.
on el dinero que heredó de su padre adquiere el avión Curtiss que, lamentablemente, perdió en un trágico percance en donde falleció el piloto, teniente Emilio Romanet, miembro de la misión de aviación francesa en el Perú, a quien Carmela le había prestado su aeronave para realizar un vuelo LimaHuacho, el 27 de setiembre de 1921.
La entrevista
Nota publicada en diario “La Crónica” en 1975.
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n 1975, cuando trabajaba en el desaparecido diario “La Crónica” tuve la oportunidad de entrevistar a esta pionera de la aviación peruana. Carmela Combe, un día de enero de 1975 me recibió en su casa de San Isidro, distrito limeño. Era una agradable señora de 75 años, alegre, vital, rodeada de sus nietos que por un momento jugaron a su alrededor.
“Desde el colegio soñaba con volar, mis otros cuatro hermanos creían que estaba loca, pero yo soñaba con volar igual que Jorge Chávez y Juan Bielovucic. Me fascinaba el naciente mundo de la aviación”, dijo. Inicialmente, mi madre no se opuso y me decía: “vuela bajo y despacito” y yo jugaba “hasta cachito” (juego de dados) con mis compañeros en la Escuela de Bellavista”, recordó riendo. “Mi instructor fue Lloyd Moore, piloto norteamericano de la empresa Curtiss. El, luego, fue instructor de la Escuela de Hidroaviación de Ancón.
Tuvimos un accidente. Algunos sábados iba en avión hasta las pampas de Imperial, en Cañete, Ica, llevando el pago de trabajadores de una irrigación. El gobierno enviaba el pago por avión porque ya les habían robado por tierra”. De ese percance guardó la astillada hélice del avión y un dolor a la columna que la llevó a operarse tiempo después. Ella, fue una de esas mujeres que rompió los cánones de la mujer estereotipo de su época. Además de volar, también fue una de las primeras mujeres en manejar motocicleta y automóvil en Lima. “La primera mujer que manejó automóvil en el Perú fue Ana Odriozola Barbe y si ella lo hizo, por qué yo no”, esa fue su reflexión, cuando recordó el hecho.
El entonces Mayor FAP Arturo Calle acompaña a Carmela Combe durante ceremonia en donde fue condecorada por la FAP.
Agregó: “En mi época, la situación de la mujer era tan limitante que recuerdo a mi amiga poetisa, Nelly Fonseca Recavarren, quien para publicar sus poemas tenía que firmar con el nombre de Carlos Alberto Fonseca”.
“He sido muy feliz. La vida me dio todo y lo agradezco. Pude demostrar que la mujer y el hombre tenemos igual tenacidad y temple para desarrollar las mismas actividades que la sociedad de ese entonces nos tenía vedadas”, nos dijo con la sencillez de una persona que logró alcanzar sus sueños. Carmela Combe, falleció, a los 85 años, el 10 de mayo de 1984, en el Hospital Central de la FAP.
Esta precursora de la aviación nacional tuvo que enfrentarse al mundo limeño de los años veinte del siglo pasado. La mujer en esa época tenía muchas limitaciones y lograr avanzar era cruzar un campo minado, arrastrando las consecuencias y el cuchicheo social, pero eso a ella no le importó, fue tras sus sueños y lo logró.
La F A P la condecoró
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l 27 de setiembre de 1960, la Fuerza Aérea del Perú la condecoró con la “Cruz Peruana al Mérito Aeronáutico” por ser pionera de la aviación civil en el Perú. El 27 de setiembre de 1980, el
Ministerio de Aeronáutica le impuso la Medalla al Mérito “Jorge Chávez Dartnell” por su contribución al desarrollo de la aviación civil peruana. El entonces ministro, el General FAP José Gagliardi Schiaffino, dispuso se le brinde atención médica gratuita
de por vida en el Hospital Central FAP. El 8 de marzo del 2022, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, en el marco de las celebraciones por el “Día Internacional de la Mujer” le otorgó un reconocimiento póstumo, la condecoración “Orden al Mérito de la Mujer” por ser la primera aviadora en el Perú. El 17 de mayo del 2023, el Ejecutivo promulgó la ley N°31762 declarando el 6 de mayo de cada año “Día de la Aviadora Peruana”, recordando la fecha en que Carmela Combe, en 1921, logró volar sola en un avión CurtissOriole.
El Museo Aeronáutico celebró el reconocimiento póstumo a Carmela Combe con la “Orden al Mérito de la Mujer”, otorgado por el Ministerio de la Mujer, el 8 de marzo del 2022. La ceremonia fue presidida por el MAG FAP Luis Brignardello Aguirre, director de la DINIA. (están con mascarilla por la pandemia mundial de COVID-19).
“Sentía que debía hacer lo que mi espíritu me indicaba; soñaba con
volar y lo logré”
Ella conservó la astillada hélice del avión en el que tuvo su primer accidente.
DIRECCIÓN DIRECTOR Luis Brignardello Aguirre
DE
INFORMACIÓN
SUBDIRECTOR Carlo Diaz Machuca
E
INTERESES
JEFE DE PRENSA Luis Barboza Delgado
AEROESPACIALES
REDACCIÓN, EDICIÓN Mercedes Baca Gálvez
DISEÑO GRÁFICO Rosario Cerna Pérez