Querer ver a la Virgen...
¿Quién es la Santísima Virgen María para tí? La Santísima Virgen María es para mí lo que Ella fue para Jesús: María es mi madre, la amo. María es mi reina, le obedezco María es mi señora, le sirvo María es mi maestra, la escucho María es mi modelo, la imito María es mi estrella, la sigo María es mi sostén, me apoyo en Ella María es mi fuerza, combato con Ella María es mi morada, descanso en Ella María es mi refugio; vivo oculto y escondido en la fortaleza inexpugnable de su Corazón Inmaculado desde el cual quiero encontrar a mi Jesús. En Ella quiero amar, sufrir, callar y morir. Soy todo tuyo y todas mis cosas tuyas son Madre mía. Todo para vos, oh mi reina y soberana señora.
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Es importante, pero es aun más importante ...
¿En qué consiste el Triunfo del Corazón Inmaculado de María? En la aparición a los tres pastorcitos de Fátima (1917), la Virgen hizo una gran promesa a toda la Iglesia: “AL FINAL MI CORAZÓN INMACULADO TRIUNFARÁ” En su triunfo la Madre de Dios vencerá el poder de las tinieblas, al dragón rojo. Pero ese triunfo será en la Iglesia y con la Iglesia; lo vencerá con cada uno de sus pequeños hijos, para establecer en plenitud el reinado de su Hijo Jesús sobre la tierra. Por eso hay que prepararse con la consagración. Pues bien, su triunfo se trata de una gracia especialmente creada por Dios, a través de la cual todos seremos un solo corazón en el corazón de la Virgen María (Ez. 11,19), tal como nos lo cuentan los Hechos de los Apóstoles acerca de la primera comunidad de creyentes que se reunían con la Virgen en el Cenáculo de Jerusalén. A través de esta unidad en el Espíritu Santo; de la Santísima Virgen con sus hijos por la consagración a Ella, seremos revestidos por las virtudes de la Santísima Virgen en cada uno de nosotros, pues el Corazón Inmaculado de la Virgen va a ser entregado a cada uno de nosotros. ¿Qué es la Consagración al Corazón Inmaculado de María? Es el culmen de una verdadera devoción a la Virgen como lo enseña San Luis María de Montfort. Consagrarse a María es recibirla en nuestra propia casa como el Apóstol San Juan lo hizo (Juan 19, 26 y 27), es ser totalmente de Dios y para los planes de El; es darse a Dios desde el vientre de María siendo totalmente de Ella.
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Pronunciar bien las Ave María... Esto hace pensar que si algún miembro de un cenáculo espera el cumplimiento de La Promesa, pero su espera es fruto de su propia convicción y no es la convicción y esperanza de la Santísima Virgen María, por la consagración a Ella; esta sería una Fe supremamente débil. De tal manera puede decirse que no hay el terreno verdadero para el nuevo Pentecostés; dicho jocosamente, el Espíritu Santo no podría encontrar la pista adecuada para aterrizar. “Os daré un solo corazón y un espíritu nuevo” (Ez 11,9)
“ Ella nos enseña a rezar. Es Ella quien nos muestra el modo de abrir nuestra mente y nuestro corazón a la fuerza del Espíritu Santo que viene para ser comunicado al mundo entero” (Aparecida, Discurso de inauguración del Santo Padre al final del rezo del Santo Rosario, Brasil 2007).
¿Cuáles son las características fundamentales que deben tenerse en cuenta para la conformación de un Cenáculo? Espíritu del Cenáculo 1. Un encuentro con María. 2. Aprender a orar con los labios de María. 3. La preparación de un Nuevo Pentecostés. 4. Esperar en la Fe de María (esperar en María). 5. Amarnos y servirnos los unos a los otros (con el corazón de María). 6. Orar juntos con María.
Qué es lo esencial del Cenáculo? Es su espíritu. Por ejemplo: con un pedazo de plastilina, se puede moldear muchas formas diversas y todas ellas siguen conservando una característica común: ser plastilina. Es decir todas las formas mantienen el mismo espíritu. ¿El ejemplo de la plastilina lleva a considerar que el espíritu del Cenáculo se puede trasladar a cada una de nuestras tareas y momentos? Ciertamente, y esta es la verdadera finalidad de la consagración al Corazón Inmaculado de María, alcanzar a hacerlo todo con María, y mejor aún en María; incluso hasta el sufrir y reír. En otras palabras, trasformar nuestra vida toda en un Cenáculo con la Virgen María. Ser uno con María
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escucharse a si mismo las Ave María ...
Yo quiero aprender a rezar y más aún con los labios de María ¿Cómo hacerlo? Permitiendo que la voz se una a la conciencia para gestar la palabra.
Por ejemplo: estoy rezando el Ave María; se debe entonces pronunciar muy bien cada fonema (el sonido de cada letra) para que la voz sea muy nítida y clara. Esto es muy importante porque la nitidez de la voz es la que hace que la conciencia reaccione y se despierte; en nuestro caso, la conciencia de estar rezando y con María, y así dar a luz la palabra1. De no ser así corremos el riesgo de pronunciar palabras vacías como la de aquellos que hablan por hablar, y en el mejor de los casos, este hablar, estar revestido de una mayor o mínima buena voluntad de rezar. ¿Y cómo hacer una muy buena pronunciación para hacer nítida la voz? En el empeño de querer aprender a rezar tenemos que esforzarnos en hacer una muy buena gesticulación con los labios o incluso aprender a vocalizar.Para este empeño hay una muy buena práctica: la de ir visualizando el movimiento de los labios. Esto supone cerrar nuestros ojos para ir siguiendo el movimiento de ellos; y mejor aún, permitiendo a nuestra Madre dirigir esta práctica de visualizar, ya que la visualización es una facultad que Dios dio al hombre y la Santísima Virgen sabe muy bien cómo dirigirla posando sus labios en los nuestros para gestar y dar a luz la Palabra y así enseñarnos a rezar. María de vez en cuando está a tu lado; otras veces está en tu corazón; otras en tu voluntad; y otras veces está en tu mente o en tus labios. Pero hay momentos que no está en ti, sino la complementariedad de la totalidad de María en ti. Gracias papá Dios. 1. El Cristianismo capta en las palabras La Palabra, el Logos mismo (discurso del Papa Benedicto XVI, L´Osservatore Romano, Sept.19 de 2008, Pág. 6)
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Algo que recordar…
En la Sagrada Liturgía de la Eucaristía al unirse el gesto a la Palabra se hace presente Jesucristo (gesto: especies del pan y vino. La Palabra: las que pronuncia el sacerdote en la Consagración “Tomad y comed”)
REZAR CON LOS LABIOS DE MARÍA QUERER APRENDER A REZAR VOZ
CONCIENCIA
NO TENER PRISA
Ser uno con María
Querer ver a la Santísima Virgen en la voz misma
Visualizar mis labios
Vocalizar y Gesticular
Gestar y dar luz a la Santísima Virgen en la palabra. (Darle vida a la Palabra)
La palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. 12
Escucharme a Mí Mismo
Permitirle a María ser parte de mi voz
Acto de Consagración al Corazón Inmaculado de María Movimiento Sacerdotal Mariano Virgen de Fátima,/ Madre de Misericordia,/ Reina del Cielo y de la tierra,/ refugio de los pecadores,/ nosotros, adhiriéndonos al Movimiento Sacerdotal Mariano,/ nos consagramos / de modo especialísimo/ a tu Corazón Inmaculado. Con este acto de consagración / queremos vivir Contigo / y por medio de Ti / todos los compromisos asumidos / con nuestra consagración bautismal. / Nos comprometemos además, / a realizar en nosotros /aquella interior conversión / tan requerida por el Evangelio, / que nos libre de todo apego a nosotros mismos / y a los fáciles compromisos con el mundo, / para estar, como Tú,/ dispuestos a cumplir siempre / la sola Voluntad del Padre. Y mientras queremos confiarte, / Madre dulcísima y misericordiosa, / nuestra existencia y vocación cristiana, / para que Tú dispongas de ella / para tus planes de salvación / en esta hora decisiva que pesa sobre el mundo; / nos comprometemos a vivirla / según Tus deseos, / particularmente en todo lo que concierne / a un renovado espíritu de oración y de penitencia, / a la participación fervorosa en la celebración de la Eucaristía / y al apostolado, / al rezo diario del Santo Rosario / y a un austero modo de vida, / conforme al Evangelio, / que sirva a todos de buen ejemplo / en la observancia de la ley de Dios / y en el ejercicio de las virtudes cristianas, / especialmente de la pureza. Te prometemos también / estar unidos al Santo Padre, / a la Jerarquía y a nuestros Sacerdotes, / para oponer así una barrera / al proceso de oposición al Magisterio / que amenaza los fundamentos mismos de la Iglesia. Bajo tu protección / queremos ser también / los apóstoles de esta hoy / tan necesaria unidad / de oración / y de amor al Papa, / para quién Te suplicamos / una protección especial. Finalmente Te prometemos / conducir a las almas / con las que entremos en contacto, / a una renovada devoción hacia Ti. Conscientes que el ateísmo / ha hecho naufragar en la fe / a un gran número de fieles, / que la desacralización / ha entrado en el Templo Santo de Dios, / que el mal y el pecado / invaden cada vez más el mundo, / osamos alzar confiados los ojos a Ti, / Madre de Jesús y Madre nuestra / misericordiosa y poderosa, / e invocarte también hoy / y esperar de Ti / la salvación / para todos tus hijos, / oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María.
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