“El mal de no creer es creer un poco” Antonio Porchia
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Lecturas Una gitana me leyó la mano derecha, me dijo que tendría el azar de mi lado en estos días. Pagué y me fui sonriendo. En la segunda esquina se me paró el corazón y morí. Decidí revivir y decirle que se había equivocado. Me miró con cara de nada y me dijo: ¿Quién sabe?
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¿Dostoyevski o Eurovegas? Scommette, perde. Giacomo Casanova Dostoyevski dictó El jugador en un mes a la secretaria de su editor para saldar con éste una deuda. Dostoyevski era jugador; ludópata, diría un psiquiatra. Utilizó su propia experiencia para contar esa historia, donde más que de disquisiciones en torno al azar, se nos habla de la voluptuosidad de la incertidumbre vivida por el jugador mientras aún desconoce si ha ganado o ha perdido, que alcanza el éxtasis cuando la mano se decanta a su favor y se convierte en tristeza cuando ocurre al contrario, y que desciende luego, al proseguir jugando sin freno, a otro éxtasis, el de la culpa más flageladora. Es probable que Dostoyevski se excediera irresponsablemente en sus pasiones, pero también que atendiese con singular acierto a su acendrada vocación de místico y psicólogo. Comoquiera, sus cartas fueron, a la vez, excelentes y amargas. Cabe pensar que las de todos lo son, y que Dostoyevski las jugó a su modo, como cada uno al suyo. El juego es ineludible. Incluso quien se deja guiar por otro en el juego está jugando a su modo.
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MALA SUERTE Mala suerte fue que el despertador sonara a su hora, no quemarme con el café, coger a tiempo el autobús que llenó de plomo mis pupilas. Mala suerte fue conseguir ese trabajo, sellar mi destino a una ciudad sin mar, cerrar los ojos al presentir el relámpago. Porque tú te levantaste tarde, ardieron tus labios por la prisa, pasó del largo mi autobús, abriste bien los ojos. Una luz. Un rugido que atraviesa el cielo. El vértigo de perdernos. Sigo esperando la lluvia.
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Último Suspiro “Soy una persona muy afortunada, o sea: soy un tipo con suerte. ¿Por qué? porque así lo quiero, y actúo en consecuencia de eso. ¿Por qué hago todo lo que hago? Porque no necesito una razón para hacerlo. Sólo sé que cuando no queda nada, hay un montón de arco iris que resplandecen por las paredes, mientras me hundo en mi almohada y me invade la paz...” Y en menos de veinte segundos, se quedó dormido mientras algunas luces de colores se mezclaban con sus largos cabellos y su espalda desnuda, en la siesta de un lunes de enero. Él creía que pensaba eso porque era un enamorado de la vida, porque estaba todo demasiado bien, pero nunca olvidaba que todo eso comenzó porque no podía sacársela de su mente. Y así, bajo un ardiente sol de enero en el barrio de Alberdi, dio su último suspiro agradecido a la vida por estar pensando en ella.
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Córdoba Murcia Palermo Federico Fernández Irina del Olmo La_TiPa Roberto Romano Martín Avila Adriano La Licata José Miguel Hernández Alburquerque Francisco Miranda Terrer Ana Inés Jabares Pita Selu Herraiz (el circo de la memoria) Javier García Herrero Isandro Ojeda + Zander Januta Maru Castañeda Dayra Madrona Sandra Rayos Stefania Arcieri Pilar Aumesquet Misa Shine Luca John Nash JM Marín Guevara Emi Wilcox Alessandro Costagliola 35 36 37 38 39 40 41 42
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José Ignacio Vilaplana joseignaciovilaplana.blogspot.com +++DOC+++ docindustries.blogspot.com Claudia Gangi Geoff J. Kim geoffjkim.tumblr.com La_TiPa+Laura+Rafa Cárceles rafacarceles.com Carla Pereira carlapereiradocampo.blogspot.com Juan Carlos López Davis davis.es Selu Herráiz+Rafa Cárceles Murcia, 25-01-2013