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Poco antes de morir, Manuel Beigrano, pos._ .34 ... .-... y ti su usuc.Lu ouusoi a 3 1.4
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reloj de oro que le
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había obsqquiedo el Go bienio Central como reconocimiento a sus victorias de Tucumán y Salta.
Doctor, acepte este reloj como honorario. LJUSU CS
seguir
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midiendo el tiempo que se
Unicanjeate usted y rjja recuerdos vinieron boy 3 visitarme. ¿.Qué ocurre fue-? Vuelvo a oir los nidos de unt ptria iaci ptette y tttútnpsa. Y uede pade hacer. Doctor ¿me escucha? en Salamanca al volver Yo estu5 quise ayudar a ii2in2r un SaeO, ser eb.egado de la primavera, pefl 3ebt4 ls layes por 1-a espada Geieral de batallas v desdichas, En Salfá, Tüáüin gn ¡
vi resbalar
la sangre de la historie.
Y en medio de). fragor -arrojo y muerteamé con desenfreno y cobardía. Tuve
hijos que no reconocí.,
fortunas
que descch4, amigos, csaaradas, que me quisieron o me traicionaron. Fui, corno muchos, noble y egoísta, mas mi pecho aún se inflania si recuerdo el día q ue en la
orilla
de aquel río,
bajo el sol vertical, ea- r e las garzas y unos
•r.rvu iuidaduj,
UUStÁflLflaU4.
le ofrecí u mi çaís una batiders. octcr, siento, que esa bandera me redime del fracaso final: esta Adiós doctor, y un
agonía.
1timo pedido
jue IDE Suaves colores de la patria c ua ndo n;flvI - irvueJ_vau --r-- ,,-._,•_,, tcj'j CutLpO
Antonio Requeni