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Los tirantes

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La coleta

La coleta

usado, lo ajustado de las prendas. Aparece el rito de vestirse y desvestirse que es un acto tan íntimo, como preparase para hacer el amor, en esa danza macabra y erótica que dura la lidia, Algunos animales durante su apareamiento, su cuerpo o plumaje se torna llamativo, brillante curvilíneo y atrae la atención de la hembra, en este caso es el toreo lleno de glamour y de brillos deslumbrantes quien se acerca al astado para vivir esa danza erótica entre él y la bestia.

La calzona se resbala por las piernas y los glúteos del torero, las medias se deslizan por la punta de los dedos hasta quedar prensadas por una liga, la taleguilla ayudada por una toalla entre piernas, recorre las pantorrillas los muslos y el abdomen del torero, mientras acomoda sus genitales.

Se procede a ir ajustando los machos que se encuentran a un costado de las pantorrillas, cada entrada por el orificio de los ojales, y cada jalón es como apretar fuerte el miedo para esfumarlo, reforzando la hombría o valor de mujer decidida.

Viene la camisa impoluta llena de holanes y botonaduras, el toreo siente una gota de sudor recorrer por las axilas, de su cuello cuelga una medalla, con una serie de amuletos.Anteriormente ya puesta la camisa el mismo diestro bordaba una cruz sobre el corbatín con hilo y aguja para sujetarlo. Ahora sólo abrochan una medalla de oro.

Cuando la taleguilla, zapatillas, camisa, corbatín, y chaleco están puestos se respira un poco. Se procede entonces a rezar a encender la veladora, la que estará palpitando a lo largo de toda la corrida, y esperando a que el mismo torero regrese a apagarla. Mientras sus labios mencionan por ejemplo:

La Oración del Torero:

¡O señor del gran poder y Majestad. Dador de la fuerza y de las cualidades! Te pido perdón de mis debilidades humanas. Te ofrezco sinceramente mi actuación de este día… Te suplico me guíes y ayudes para que difunda en tu nombre el arte y la alegría. Que si suena en mi honor la música y las palmas, sean ante todo para ti que me apoderas.

Que si un fracaso se suma a otro, me des el valor de superarme… Que si un percance viene en este día, tenga yo la confianza de que tú me lo vas a encausar para mi provecho… En fin Señor, que la fiesta y la afición siempre progresen. Y tu Señora y Reina, Santa María de Guadalupe… cúbreme con tu manto y dame tu bendición maternal. Así sea.

Autor: PBRO. José Morales Flores

Ahí está el torero, personaje que ha heredado y mantenido la tradición cultural de su traje, con esa percha altiva que lo caracteriza, vestido de sedas y oro parado en la puerta de cuadrillas como firme columna barroca, representante del arte y del valor ante la bestia.

Torero de sol, torero mito, hombre fiesta, hombre miedo, hombre de oro y alamar.

Torera de luna, torera de seda, torera de coleta natural, mujer de arena, mujer de zapatilla negra.

Un día Marbella Rivadeneyra Tovar, madre de un torero, que también es mi madre, me comentó.

“Una tarde sentí el peso de una taleguilla sobre mis piernas, le bordé unas lentejuelas sueltas. Al día siguiente “yo sentí la cornada de mi hijo en el pecho, después lo operaron de un percance de dos profundas trayectorias, de las cuales, sacaron de su carne, arena del ruedo, un pedacito de seda y unos hilos de oro de su terno”.

BIBLIOGRAFIA

El Cossío. El Toreo Tomo I Ed. Espasa Calpe. 160pág.

Müller Meter, Oro Plata. México, D.F. Ed. Diana,1994

Romero de Solis, García Baquero Pedro, y otros. Sevilla y la Fiesta de Toros. Servicio de publicaciones del ayuntamiento de Sevilla. Biblioteca de Temas Sevillanos, Sevilla, 1980. 159pág.

Martínez de Vicente, Patricia. La Tauromaquia. Fiesta Profana, Rito Sagrado. Trabajo De Investigación. Mexico, 2000

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