2 minute read

Sánchez, Baldomero “Guerrilla”

dose a los asuntos de apoderamiento y empresariado taurino, apoderando entre otros al matador de novillos apodado El Moncho, y regentando entre otras plazas durante un tiempo, la de Vinarós (Castellón), en unión de Simón Casas y Enrique Patón.

sáNchEZ, balDomero

“GUERRILLA”

Diestro cordobés nacido en fecha que ignoramos, y fallecido en Méjico el 21 de julio de 1944. Decidido a ser torero, se inició en el oficio como todos los que empiezan, toreando en las modestas plazas de los pueblos de su región logrando llegar a debutar en la de Madrid el 25 de agosto de 1907 con novillos-toros de Carlos Conradi alternando con Joaquín Calero “Calerito” y Antonio Moreno “Moreno de Alcalá”. Entre el tercer y cuarto toro actuó D. Tancredo con un novillo de José Carvajal que fue posteriormente estoqueado por Ambrosio Sarmiento. No le rodaron muy bien las cosas a Guerrilla en la corrida de su presentación y fue avisado en su primero y escuchó pitos, como también fue pitado en el segundo de su lote. Según la escueta crónica que tomo de “Los Anales de la Plaza de Toros de Madrid 1901-1934”, de Víctor Pérez López, “Guerrilla estuvo muy mal en el tercero, escuchó dos avisos y pitos. En el sexto toreo con mucho baile y huyendo, mató de mala manera y escuchó una gran pitada”. Sin embargo, en el anuario “Toros y Toreros en 1908” escrito por Manuel Serrano y García-Vao “Dulzuras”, la critica que hace de este diestro no corresponde al indocumentado que nos pudiera hacer creer la breve critica anteriormente citada. Copio literalmente: “Es un cordobés Baldomero Sánchez que estuvo en Méjico muchos años y sabe dónde le aprieta la pezuña a los toros. Aunque sin cartel en Madrid ha toreado 10 ó 12 novilladas como matador, y en algunas plazas, como la de Burgos, lo han repetido tres veces, porque su trabajo fue muy del agrado de los espectadores. Ha tenido que luchar con las perras condiciones en que se torea por esos pueblos de Dios, donde si un día sale un toro bravo es por una patente equivocación. Sin embargo, sus habilidades de torero viejo le han colocado siempre en buen lugar. También ha figurado como banderillero en algunas corridas, y su faena de peón ha conseguido que se fije en él la atención de los aficionados. En la plaza referida de Burgos, en Toledo, Tetuán, Pozuelo, Alcalá de Henares y algunas más, pueden dar fe de que, si no es un portento extraordinario, no es un engañado ni mucho

This article is from: