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Cama, Antonio “Antonio Cama”

Calpe, el novillero que el año pasado hiciera una huelga de hambre a las puertas de la plaza en demanda de una oportunidad”, escribía Enrique Amat; y cerraba la terna el madrileño Ismael López, un torero de excelente corte que el año anterior había triunfado en la feria de Algemesí. Los novillos llevaban la divisa de Fuente Ymbro. Dos años después toreó en Lodosa (Navarra) el 2 de agosto de 2007, donde dio una vuelta al ruedo. “Calpe se mostró voluntarioso y gustó al público en una labor del agrado del cónclave ante el cuarto astado. Con media plaza, se han lidiado seis novillos de El Capricho, de desigual condición. Miguel Calpe, ovación y vuelta tras petición; Francisco Pavón, ovación en su lote y Miguel Angel Delgado, palmas y ovación” decía escuetamente la crónica de redacción. Por fin, cuando llevaba toradas 25 novilladas con picadores, recibió la alternativa de matador de toros en Carboneras de Guadazón (Cuenca), el 14 de agosto de 2010 con toros de “Los Ronceles”, de manos de Ángel de la Rosa, con quien alternó mano a mano. Angel de la Rosa, obtuvo un clamoroso éxito al cortar dos orejas en su dos primeros toros y una en el que mató por el toricantano, que resultó herido por su segundo oponente. Al de su doctorado había cortado una oreja. Esa fue la única corrida que toreó como matador de toros.

cAmA, antOnIO

“ANTONIO CAMA”

Banderillero natural de Cieza (Murcia), del que tan solo puedo apuntar que tras una etapa de matador de novillos infructuosa optó por hacerse banderillero. Pero como nunca perdiera la ilusión de ser matador de toros continuó participando por pura afición en tentaderos. “Yo empecé muy jovencito. Con tan solo 13 años maté mi primer novillo en el campo. Empecé mi andadura debutando de luces con apenas 15 años y con permiso paterno. Debuté con picadores en Abarán el 29 de septiembre 2002, mi etapa fue corta, estuve cuatro años y con apenas 22 años me retiré. Cuatro años después decidí hacerme banderillero, y hasta ahora. La etapa de novillero sabemos todos la que es, uno está toreando hasta que por circunstancias, o uno no llega hasta dónde puede llegar o su corazón no aguanta. Te das cuenta de que te quedas parado y te ves en una situación en que no tienes oficio ni beneficio. Pasas tu juventud luchando por un sueño y bueno, te pones a trabajar hasta que ves que lo que a ti te llena, es el mundo del toro. Decidí, después de estar cuatro años quitado de novillero, dar el paso a banderillero y la verdad que

ha sido un acierto. Me siento realizado en lo que hago, me siento feliz. Lo más importante en una persona es sentirse feliz en lo que hace”. De banderillero se sintió completamente realizado y hasta cumplió su sueño de torear en Las Ventas, aunque el recuerdo no fuese los grato que debiera, porque sufrió una cogida importante.”El sueño de todo torero es torear en la plaza más importante del mundo. Yo por suerte pude cumplirlo como banderillero y sentí mucha emoción, pues el sueño de cualquier chaval que empieza es cruzar esa plaza vestido de luces. Se dio bien la primera tarde pero desgraciadamente la segunda no. Ahí los toreros van con mucha presión, se intenta dar un pasito más, cruzar la línea y a veces pasa lo que pasa, unas veces te cogen y no pasa nada y otras te meten el pitón. Tuve la desgracia de que me mandó a la cama pero bueno lo afrontamos como lo afrontan los toreros, con orgullo, porque al fin y al cabo son medallas. Eso es lo que dan los toros, cornadas”. Y cuando nadie lo esperaba, ni él mismo, le llegó la oportunidad de cumplir su sueño dorado en Cieza, su ciudad natal, el día 15 de octubre, domingo, en la corrida celebrada con motivo de la festividad de la Hispanidad con toros de Hros. de Garzón y Valdenebro, de manos de Juan José Padilla, que le cedió el toro “Famoso”, de la ganadería de Fermín Bohórquez, que lidió tres toros (1º, 3º, 5º), desiguales de presentación y deslucidos, con el malagueño Jiménez Fortes de testigo. Los otros tres toros fueron de la ganadería anunciada, de los Hros. de Garzón y Valdenebro, bien presentados y nobles, aunque adolecieron de estar muy justos de fuerza. Antonio Cama cortó una oreja a cada uno de sus toros y salió a hombros con sus compañeros, que cortaron respectivamente cuatro orejas y rabo y dos orejas. Solo toreó esta corrida como matador de toros y volvió a las filas de los hombres de plata, de donde salió para doctorarse. Nos lo cuenta el propio torero: “La verdad no estaba en mis planes, sinceramente. La empresa sabía mi carrera y conocía mi trayectoria como banderillero, sabía que en el campo, cuando acompaño a los matadores, me gusta coger la muleta y pegarle cuatro muletazos a las vacas. Me lo ofreció, barajé la posibilidad y dije ¿por qué no? los retos están para asumirlos y por desgracia de novillero no pude llegar a dar el paso, a tomar la alternativa, ahora me ha cogido con cierta madurez, con cierto poso y me he visto capaz y decidí dar el paso. Fue algo que me ofrecieron y decidí afrontarlo. El mejor sitio era en mi pueblo, como así ha sido. A final de temporada que no hago daño a nadie. Ya terminada mi temporada como banderillero y he podido prepararme más. Mi padrino fue Juan José Padilla, una figura del toreo, y de testigo Jiménez Fortes un joven matador que

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