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Martínez Zazo, Enrique “Chapurra” y “Martínez Zazo”
from De Ilusión y Oro
by FCTH
que tenemos de él gracias a Rogelio Burnao, de Baza (Granada), es referente al festival taurino mixto en el que tomó parte en la plaza de toros de Abrucena (Almería) con motivo de la Feria y Fiestas de la localidad. Este era su 2º festejo taurino, y tuvo lugar el 18 de marzo de 2019, cuando escribimos estas líneas, con novillos toros de Roque Jiménez. Aunque con temperatura muy fría, los toreros se encargaron de caldear el ambiente y el público se divirtió a lo grande con el rejoneador Roberto Armendariz, que tuvo una actuación brillantísima y lució una espléndida cuadra de caballos, la mayoría herrados con el hierro de Pablo Hermoso de Mendoza. Por su parte, Jesus de Almería lució sobre todo con la mano izquierda en su primero. Ambos toreros salieron a hombros por la puerta grande con tres orejas, y cuatro y un rabo respectivamente.
mArtínez zAzo, enrIque
Matador de toros nacido el Andújar (Jaén) el 30 de julio de 1977, de donde es toda su familia, aunque reside en Madrid, y por tal motivo algunas fuentes lo hacen natural de la capital de España. Su apodo lo tomó de su padre y de su tío, que por los años 50 del pasado siglo XX toreaban como novilleros con el apodo de Morenito de Andújar, y fue Luis Miguel Dominguín quien le sugirió a su padre, Miguel, que, con ese apodo de “Morenito” ya había muchos toreros, y que era mejor que se pusiera el apodo que tuvieran en el pueblo. Cómo él mismo confesó en una entrevista a Manolo Herrera en enero de 2018 para el portal taurino “Desdeelcallejón” con sus antecedentes familiares, su afición a los toros era lógico que le saliera. “Desde chaval, mi familia es de toreros, mi padre, un tío mío y un hermano mío mayor también hizo sus pinitos. Mi padre estuvo muchos años en la casa de Luis Miguel Dominguín, a su lado. Quiso ser torero y llego a torear bastante de novillero”. Le hizo caso y a partir de ahí comenzó a torear anunciándose “Chapurra”, apodo que ha continuado nuestro biografiado. El joven Enrique se inscribió pronto en la Escuela Taurina de Madrid “Marcial Lalanda”, de la que salió preparado para debutar en público vestido de luces, malva y plata, en Pinto (Madrid), el 15 de agosto de 1987, alternando en la lida de erales de Víctor Aguirre Vázquez, con Manuel Romero “Romerito” y El Ferri. Salió satisfactoriamente de la prueba al cortar una oreja y continuó durante siete
años toreando novilladas sin picadores a un promedio de 10 o 12 festejos por temporada, aunque bien es cierto que una cornada grave sufrida en Fuentepelayo (Segovia), lo tuvo apartado de los ruedos tres temporadas: 1987, 1988 y 1989. El propio torero habla de la dureza de su vida en los ruedos: “La verdad que dura y con muchas dificultades. Empecé de niño por los tentaderos de Jaén, me apunté a la escuela de Madrid y empecé a torear bastantes novilladas con ellos. Después debute con caballos y como se toreaba menos pues alternaba con novilladas sin caballos muy grandes y duras. Toreé en Madrid varias novilladas bastante duras y no pude tener un triunfo grande, por lo que fue dilatada y dura mi etapa de novillero. También me pegaron una cornada muy fuerte sin caballos. La verdad que he vivido siempre la dureza del toreo”. En 1994 debutó con picadores en Noblejas (Toledo), en una novillada nocturna en la que se lidiaron tres novillos de la vacada de los Hnos. González Cava, y le acompañaron Juan Garcés y El Cid, a novillo por coleta. Se silenció su labor en su novillo, y en la siguiente novillada y ultima que toreó en la temporada, renunció a su apodo de “Chapurra” y se anunció como “Martínez Zazo”. Fue en Cadalso de los Vidrios (Madrid), el 16 de septiembre, con Conrado Muñoz y Daniel Granado, y novillos de Alejandro Vázquez (3), y otros 3 de Clemente Parra Polo. En este festejo, Enrique Martinez Zazo fue ovacionado en cada una de las faenas. Ese año estaba previsto que hubiese debutado en Madrid el 23 de octubre, pero al final se pospuso y se presentó en Madrid el 29 de julio de 1995, de fucsia y azabache, en novillada nocturna, con cuatro toros de Miranda y Moreno y 2 de José Vázquez (3º y 5º), junto a Carlos Pacheco y Juan Muriel, también nuevo en Las Ventas, anunciándose nuevamente “Chapurra”. No estuvo muy afortunado y se silenciaron sus dos faenas. El novillo de su debut fue “Bareto”, negro bragado y meano, de 499 kilos, y herrado con el nuero 69. Esta fue la única novillada que toreó en 1995. La misma tónica fue la de las siguientes temporadas. En 1999 sumó 3 paseíllos siendo uno de ellos en Las Ventas de Madrid, el 17 de octubre, con una limpieza de corrales: 3 novillos de Alberto Mateos, 1 de Luis Jorge Ortigao Costa (4º), 1 de Alejandro Vázquez (1º), y 1 de los Hnos. Vergara (5º). Chapurra, que abrió plaza, alternó con Álvaro Gómez y Alberto Álvarez, ambos debutantes en Madrid. Chapurra vio como su labor en ambos toros fue silenciada. En la temporada de 2000 también lidió 3 corridas de novillos, la última de ellas el 9 de noviembre en la plaza de Vistalegre con el halagüeño balance artístico de vuelta al ruedo y ovación. Dos años más permaneció
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toreando novilladas picadas aunque en muy escaso número, hasta que en 2003 tomó la decisión de doctorarse en su tierra, Andújar (Jaén), el 8 de septiembre, de verde manzana y oro, con el toro “Arpado”, número 1 y negro listón, de la ganadería de Román Sorando, que Pepín Liria le cedió en presencia de Víctor Puerto. El toricantano dio la vuelta al ruedo tras mandar al desolladero al toro de su alternativa y cortó las dos orejas al último de la tarde, saliendo a hombros de la plaza en unión de sus compañeros. No toreó más corridas que ésta en dicha temporada y otra en 2004. En 2005 toreó 5 corridas de toros, y en las sucesivas actuó con irregularidad hasta llegar a la temporada de 2012 en la que se le contabiliza su última actuación en Navalcarnero (Madrid), el 16 de junio en una corrida en la que el matador de toros Corbellido Colomo, fallecido en 2019, se encerró en solitario con seis toros de “Los Ronceles”. De sobresalientes salieron José Antonio Cejudo “El Güejareño”, de Granada, y Chapurra, dándose la circunstancia de que al ser cogido el matador titular por su segundo toro al entrar a matar sufriendo una aparatosa herida en la boca, la corrida quedó en un mano a mano entre los dos sobresalientes. Chapurra mató el toro que no pudo matar Coloma, y cortó una oreja en uno y fue aplaudido en el otro. El Güejareño, por su parte, fue aplaudido en uno y dio la vuelta al ruedo en el otro. El parte médico emitido por el equipo médico de la enfermería decía “Herida inciso contusa en hemicara izquierda desde la comisura labial descendiendo hacia región mandibular y ascendiendo hasta región subcigomática. Herida en labio superior que no ha penetrado dentro de la cavidad bucal. Varetazo en muslo derecho cara posterointerna tercio superior. Trasladado al hospital de Móstoles. Pronóstico: menos grave”. En 2017 se dio otro caso similar en Olvera (Cádiz) donde cortó dos orejas sustituyendo al rejoneador Manuel Moreno, y salió a hombros por la Puerta Grande con Paquirri y El Cordobés. “La gente me conoce, y sabe que me tomo la profesión en serio. Yo lo que quiero hacer es torear, no ir eternamente de sobresaliente. Pero seguramente si no fuese por eso y por los festivales que me van saliendo ahora estaría retirado. Cualquier otro en mi situación ya habría abandonado, pero yo tengo una moral muy fuerte”. Y continúa en activo en la actualidad toreando solamente como sobresaliente pese a que no le guste. El balance de su carrera es de 26 novilladas picadas y 10 corridas de toros. “Tengo que torear mucho de sobresaliente para no quedarme parado y además agradecido porque muchas empresas cuenten conmigo. Si no fuera por esta situación creo que hacía tiempo que no me