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I Retos para una banda ancha a toda velocidad

Retos para una banda ancha a toda velocidad

Dr. Joan Francesc Fondevila Gascón - Director del Centro de Estudios sobre el Cable (CECABLE). Catedrático de Universidad

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La Sociedad de la Banda Ancha en España cabalga como un corcel desatado, destrozando registros y recogiendo los frutos inversores y de divulgación del sector. Para empresas y particulares, la conectividad a Internet es fundamental, y más si tenemos en cuenta la paulatina virtualización o combinación mixta de ciertas actividades profesionales.

Los indicadores de velocidad y coste reflejan una posición privilegiada, aunque sobre todo en las medias de precio existe camino por recorrer y surgen retos a afrontar, más allá de coyunturas poco propicias. Si en otras infraestructuras clave España anduvo algo remisa o contemplativa, en banda ancha la apuesta ha sido decidida. Y el retorno de la inversión se visibilizó de forma espectacular a raíz de la gran crisis provocada por la pandemia del coronavirus.

Desde el arranque de Internet, a unas velocidades que hoy en día se antojarían irrisorias, los incrementos de flujo de datos son incluso sorprendentes. Las conexiones xDSL, e incluso las de HFC, suponían en ocasiones una barrera para el tráfico de contenidos digitales, sobre todo en sectores como el comunicativo, el telecomunicativo, el tecnológico o el sanitario. El estudio de 2022 del comparador británico Uswitch sitúa a España en la cuarta posición de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) con la banda ancha más veloz. La velocidad se fija en una media 134,19 Mbps, cifra astronómica si la comparamos con las de inicios del siglo XXI.

los operadores deben intensificar su esfuerzo por una banda ancha garantizada

En términos generales, Chile lidera las velocidades de Internet más rápidas, ya que su velocidad de descarga promedio es de 189,36 Mbps. Ello supone que una película HD con un tamaño de archivo de 1500 MB se podría descargar en un minuto y tres segundos (en España se tardaría un minuto y 29 segundos).

La segunda plaza en este ranking está ocupada por Dinamarca, cuya velocidad media es de 163,60 Mbps. Como aspecto singular de los daneses, el servicio de acceso se concentra enormemente en un solo operador, TDC.

la inversión del sector de las telecomunicaciones y el audiovisual en 2021, ascendió a un total de 7.574 millones de euros

Los Estados Unidos de América se sitúan en tercera plaza en términos de velocidades de descarga promedio, con 143,76 Mbps. Ese registro representa un mérito especial, ya que se trata de un país caleidoscópico, con vastas zonas rurales y escasamente abastecidas, de forma que la media de las zonas urbanas es muy elevada para compensar esos registros modestos.

Tras España, cuarta en global y segunda en Europa, se sitúan Nueva Zelanda (113,14 Mbps), Japón (112,9 Mbps), Suiza (110,3 Mbps), Noruega (105,61 Mbps), Holanda (102,6 Mbps) y Suecia (102,08 Mbps). Se observa una concentración en el Viejo Continente, especialmente en la zona norte, donde modelos innovadores, eficaces y bas-

tante autónomos de implementación de redes de cable de fibra óptica dan sus frutos.

En cambio, algunos países de la OCDE navegan a ritmo muy mejorable, teniendo en cuantas los cánones del tercer decenio del siglo XXI. Así, Turquía ocupa el farolillo rojo de la clasificación, con una velocidad de descarga promedio de 26,34 Mbps, siete veces más lenta que la de Chile. Grecia es la penúltima (33,41 Mbps) y México la antepenúltima (38,77 Mbps). La cuarta plaza por la cola pertenece a Eslovaquia (47,34 Mbps), y la quinta a la República Checa (47,68 Mbps).

En términos de coste, las posiciones son diferentes. Siguiendo ese criterio, Israel cuenta con la banda ancha más asequible, puesto que un paquete promedio implica apenas el 0,78% del ingreso mensual estándar. La velocidad de descarga es de 87,98 Mbps.

En contraste, la banda ancha de Colombia es la menos asequible, con un costo medio mensual de 18,69 libras (el estudio lo llevó a cabo una empresa británica). Ello supone el 5,63% de los ingresos. La diferencia con los israelíes es que la velocidad de descarga de Colombia es de solo 59,97 Mbps.

Las inversiones en redes de banda ancha han sido sostenidas en el tiempo y ello explica los elevados registros en España. Según los datos de la CNMC de inversión en el sector de las telecomunicaciones y el audiovisual de 2021, la inversión total ascendió a 7.574 millones de euros. El eje se centró en el despliegue de redes de acceso de nueva generación y de redes móviles.

En cuanto a los ingresos minoristas, se estabilizaron. Los ingresos mayoristas, de servicios prestados entre operadores, aumentaron un 5,3% respecto al año anterior. La cuota de mercado de los tres principales operadores del sector (Movistar, Orange y Vodafone) llegó al 74,2% de los ingresos minoristas. El Grupo MásMóvil amasaba el 10,8% del total, tras la compra de Euskaltel.

la cuota de mercado de los tres principales operadores del sector en 2021 llegó al 74,2% de los ingresos minoristas

Sobre la velocidad de conexión, el 89% de las líneas activas de banda ancha disponía de una velocidad igual o superior a 100 Mbps, lo que se define como banda ancha ultrarrápida. Ello representaba cinco puntos más que el año anterior. De hecho, se comenzó 2022 con nueve de cada diez líneas de banda ancha igual o por encima de 100 Mbps. Asimismo, el tráfico de datos en redes móviles creció un 43% en comparación al año anterior. El tráfico en redes 5G era simbólico, ya que el 90% del tráfico móvil se canalizaba mediante redes 4G.

Los retos a afrontar por las empresas del sector son diversos y, con frecuencia, compatibles entre ellos. Por un lado, el constante aumento del flujo de datos y la mejora de las ofertas paquetizadas está convirtiendo la banda ancha en una commodity a ojos de buena parte de los usuarios. Los operadores deben ingeniárselas para trasladar al cliente final la idea de que esas velocidades son fruto de ímprobos esfuerzos, tanto de instalación como de mantenimiento, y que hay que valorarlas en su justa medida. Se necesita un insight atractivo, que ilumine al abonado.

la revolución digital o cuarta revolución tecnológica está aquí para quedarse

Por otra parte, los operadores deben intensificar su esfuerzo por una banda ancha garantizada. Detectar todas las zonas de sombra, llevar a cabo las tareas administrativas y de negociación correspondientes y buscar las alternativas más adecuadas son actividades que mejorarán la cobertura y la continuidad en el servicio. Ajustar precios y personalizar ofertas son otros retos en un ecosistema en el que el always on actúa como elemento de presión y, a la vez, de mejora.

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