¿Que sucedió un viernes, 25 de mayo de 1810 en la Ciudad de Córdoba?

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¿QUE SUCEDIÓ UN VIERNES, 25 DE MAYO DE 1810 EN LA CIUDAD DE CÓRDOBA?

Por Federico G. Bordese

Primer trabajo de investigación referido al tema

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Copyright © 2015, Revista HISTÓRICA del Archivo Fotográfico de Córdoba.

Imagen: “La Revolución de Mayo”, óleo realizado por Francisco Fortuny (1865-1942).

Esta obra está bajo una licencia Creative Commons Atribución – Sin Obra Derivada (bynd) 2.5: Se permite el uso comercial de la obra pero no la generación de las obras derivadas.

Queda hecho el depósito que prevé la ley N° 11.723 3

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Nota del editor La revista fue fundada por el Director en el 2011, y se decidió darle un formato sencillo. Recibiendo el nombre HISTÓRICA con su ISSN: 1793-5748 (digital).

La publicación se realiza cada mes desde marzo hasta diciembre, aunque en sus comienzos la tirada no siempre fue de ese modo.

La autoridad a cargo del Archivo Fotográfico de Córdoba – AFC, es quien está como Editor de la revista hasta que dure su mandato.

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Se ha escrito bastante sobre el tema desde la mirada de Buenos Aires, sin embargo se ha dicho

muy poco sobre lo sucedido en Córdoba para aquellas fechas; incluso es un tema que jamás se habló, de hecho fue un tema desapercibido por la Junta de Historia de Córdoba1.

Para redactar sobe el tema, hemos tomado la precaución y tiempo necesario para investigar desde documentos. Fue tanta la documentación rescatada que fuimos realizando dibujos que reconstruyen edificios principales de como lucían en aquellos tiempos.

Desde que el Emperador Napoleón Bonaparte invadió España, la corona española y sus colonias se vieron sacudidas desde sus cimientos. Ocasionando nuevas restructuración del modo de gobernar; por entonces los cordobeses ya tenían conocimientos de este magno acontecimiento.

Tras la caída de Sevilla, el cabildo de Buenos Aires siguió jurando lealtad al Rey de España, Fernando VII; teniendo como Virrey a Baltasar Hidalgo de Cisneros y de la Torre. De este modo, desconocían al nuevo rey José I (1808 – 1813), éste impuesto por su hermano Napoleón.

Lógicamente los cordobeses estaban al tanto de los acontecimientos porque comerciantes y viajeros que, transitaban entre ciudades, mantenían al tanto de lo sucedido.

Podemos comentar que existían tres medios por la cual Córdoba estaba enterado de los sucesos: 1- comerciantes, viajeros que recorrían en ciudades, 2- la Gazeta de Buenos Ayres, de la cual no todos tenían acceso al diario y, 3- la conexión política entre Deán (de la Santa Iglesia Catedral de Córdoba y Vicario General) Funes con los cabildantes de Buenos Aires. Ciertamente Córdoba sabía lo que pasaba, incluso en los movimientos y bullidos de la conocida Semana de Mayo pero la vida social seguía sin cambios; dichos en otras palabras, las personas continuaban haciendo sus tareas cotidianas… Por entonces el clima de la Semana de Mayo en Buenos Aires y Córdoba, eran variantes pues hubo sol, nubosidad, humedad, llovizna y hasta momentos de calor pero fresco por la noche.

Las opiniones políticas-sociales eran divididas, pues algunos pensaron que debían declararse independientes de España o seguir siendo leales al rey; sin embargo la mayoría de los cordobeses optaban por seguir siendo parte de España, a pesar de que muchas personas del interior que ya sentían la pasión por la independencia.

Antes las ideas y vueltas que comenzó el 18 de mayo de 1810, conocida como la Semana de Mayo. Se decidió finalmente llamar a Cabildo Abierto para el 22 de mayo, a las 9:00 hs. de la mañana debido a las diferencias irreconciliables pero con la destitución del Virrey y una Junta organizativa para manejar los asuntos del virreinato. Sin embargo el jueves, 24 de mayo dieron conocer los miembros de la Junta, estando como Presidente y Comandante de Armas, al mismísimo ex Virrey. Evidentemente, esto se trató de un juego sucio porque nada había cambiado para los revolucionarios. Y entre tantas chicanas en ambos bandos; se decidió volver a convocar un nuevo Cabildo Abierto para el 25 de Mayo, a las 9:00 hs. de la mañana; y dicho encuentro de la Junta de Gobierno para decidir el destino del virreinato y del ex Virrey. Y para el 26 de Mayo se formó la Primera Junta, a favor de la revolución y la destitución oficial del Virrey pero con la clara demostración hacia una fidelidad al Rey Fernando VII (La Máscara de Fernando VII), sólo para no levantar sospechas en Europa. Éste acalorado encuentro y debate de la Junta, ocurrió en una de las salas de la planta alta del cabildo de Buenos Aires. Y que dicho salón fuera alterado para su

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Hacemos una excepción a mi querido maestro y miembro fundador de la Junta, don Efraín Urbano Bischoff. Quien fue Doctor Honoris Causa por la Universidad Nacional de Córdoba, el día 10 de julio de 2003.

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Revista HISTÓRICA embellecimiento al estilo italianizante por el Arq. Pedro Benoit. Posteriormente demolida2 cuando se decidió la apertura (1926) de la Diagonal Sur (actual Avenida Presidente Julio A. Roca).

La mañana de aquél 25 de Mayo en Buenos Aires estaba nublado y caía lluvia; mientras que en la ciudad de Córdoba también se hallaba nublado y húmedo con precipitaciones en las siguientes horas, aunque por la noche había estado lloviendo.

Nos imaginamos como las calles y plaza principal se habían formado grandes charcos de agua, con mucho lodo lo cual era dificultoso para caminar; en tanto las muy pocas carrozas y cuantioso caballos, hacía la posibilidad de transitar por las calles… si sabía por dónde pisar.

La mayoría de las personas se hallaban dentro de sus casas, por lo tanto no sabían que estaba pasando con el Cabildo Abierto del 25; por otro lado, muchos no estaban al tanto que en ese día, habría otra decisión en el cabildo. Desde luego, Funes tampoco sabía lo que había pasado para esa hora.

Debido a la lluvia, no había carretas en donde se llevaban productos para vender en la plaza principal (actual plaza San Martín). En el dicho solar público, en su centro, se hallaba una bella fuente labrada en piedra de sapo y su base era un octágono, su anchura era más grande que la pequeña recova emplazada al costado y centro sur de la plaza.

Por entonces el Cabildo de Córdoba lucía un poco diferente; como por ejemplo, no tenía el revestimiento de placas de mármol, tenía techo a dos aguas, no tenía los dos patios actuales y en lugar del balcón corredizo3 que ocupaba tres ventanas, había sido reemplazada por el mismísimo Marqués Rafael de Sobre Monte, cuando era Gobernador-Intendente de Córdoba. Éste pidió a Juan Manuel López que modificara el aspecto del edificio para agregar un reloj público en una torre4, pero López entendió que no podía agregarse más peso al techo, por ello optó por agregar un pórtico sobresaliente en su centro para agregar un reloj y nicho para el santo patrono de la ciudad:

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Se ha dicho que la Sala Capitular aún está, pues fue restaurada. Incluso cuando se demolieron los arcos, la sala aún estaba porque estaba al costado del ingreso principal. No obstante esto es falso, si demolida cuando se derribaron los arcos, y fue completamente demolida cuando se decidió construir el actual cabildo.

3 El Marqués estaba decidido realizar un nuevo cabildo, teniendo a López como arquitecto de obras. De hechos el propio Sobre Monte dirigió las obras cuando el arquitecto se hallaba ausente.

En su comienzo se construyó un balcón corredizo pero luego el Marqués decide que quiere un reloj público. Ante esta situación, López agregará un pórtico. En su centro debiendo quitar el balcón.

4 Es erróneo decir que en la época colonial, el cabildo de Córdoba tuvo una torre de madera. Esto es un mal entendimiento que dieron varios antiguos miembros de la Junta de Historia de Córdoba. Si es correcto decir que se construyó una torre en 1881 por el catalán Arq. Mariano Güell, siendo demolida en 1912.

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Los cabildantes hacían sus habituales reuniones para tratar diversos, y desde luego hablaron sobre la situación del Virreinato ante la invasión de Napoleón. En tanto lo mismo ocurría con las misas celebradas en la Catedral de Córdoba. Y su aspecto también lucía poco diferente: 7

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En el frontis triangular había un nicho, el ingreso (escaleras) era diferente, no tenía reloj, y en ambos costados del templo eran aposentos del cura, además de vasos ornamentales en las torrencillas.

Los límites de la ciudad habían superado aquel trazo damero de 1573; la urbe había llegado hasta bordear el río Primero (actual Suquía), existían quintas y campos en el actual barrio Alberdi y también había un paseo de (la antigua) La Alameda5 alrededor de la actual sede Casa Radical.

Aquella mañana del día 25 de mayo, los cordobeses simplemente hacían sus tareas cotidianas; y siguió así durante el resto del día. No obstante, por la tarde aparecería en escena un joven de dieciocho años, llamado José Melchor Lavín, quién se presentaría ante Cisneros en Buenos Aires. ¿Quién era este muchacho?.

Se ha dicho que era secretario del Ex Virrey, otros dicen que era un entusiasta que se ofreció a defender la corona. Sabemos que Lavín realizó sus estudios en Córdoba y permaneció allí largos años, entablando amistad con personas importantes como Santiago de Liniers, a quien le tendrá una profunda admiración y respeto. De hecho, sabemos que actuó de mensajero en varias ocasiones, llevando correspondencias a Buenos Aires6; muchas de ellas eran para Cisneros. Dicho 5

Existía otro paseo de La Alameda en la calle ancha.

Tenemos constancia de que Cisneros había recibido cartas de Liniers, con fecha del 19 de mayo; con carácter de “reservadísimas”, en donde redactaba de cierto plan de independencia ya dispuesto en Buenos Aires.

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Revista HISTÓRICA de otras palabras, Liniers7 estaba al tanto de todos los acontecimientos realizados, mes antes.

Quizás –de este modo– entendamos ¿Por qué Lavín se presentó ante Cisneros?, pues ya había actuado de mensajero secreto.

En el mismo día del 25 de mayo, Lavín salió desde Buenos Aires (antes de anochecer) velozmente cabalgando y pasando por postas para reemplazar cada caballo agotado hasta llegar a la ciudad de Córdoba.

Se dice que Lavín llegó un día 28 a la ciudad de Córdoba (a las once y media de la noche), otros el día 30 mayo a la noche (sin especificar la hora) pues era imposible que viajara desde Buenos Aires hasta Córdoba en sólo tres días. Sin embargo, nos apoyamos en la hipótesis de que llegó el día 28 pues hay otras documentaciones (de aquella épocas) comentando que llegó ese día; así mismo, hemos hallado otras narraciones de otras historias en donde se narran que otras personas hicieron recorridos entre ciudades en tiempo record de tan sólo tres días. Sea cual haya sido el día, lo importantes es que Lavín llegó muy agotado y por la noche azotado por un fuerte temporal. Allí, el joven se sintió desorientado y muy agotado, su único pensamiento fue ir hasta el domicilio del Deán Funes, que no se hallaba en la esquina de 9 de Julio y Rivera Indarte, en donde se edificó el Hotel Bristol como se suele pensar debido a las placas de bronce adosadas en el edificio; sino en la esquina sudeste de Rivera Indarte y Colón, es decir al frente del predio en donde se levanta actualmente el edificio de la Caja de Jubilaciones de la Provincia.

Gregorio les abrió las puertas, invitándolo, dándole cobijas, cama y comida ya que había sido uno de sus alumnos más destacados, aunque desconocía de qué se trataba todo este desenfrenado choque. Ambos, pasaron la noche hablando sobre lo sucedido con el Cabildo Abierto, Mientras Gregorio mandaba a uno de sus criados para despertar al gobernador sobre lo sucedido... De la Concha concretó una reunión a las 5:00 hs. de la noche en su casa, junto a los señores obispo y Liniers, al oidor jubilado Moscoso, al honorario Zamalloa, a los alcaldes de primero y segundo voto, al coronel de milicias provinciales Allende, a los dos oficiales reales, al asesor del gobierno Rodríguez y Funes. Aquí nos detenemos momentáneamente, pues Gregorio aún no sentía esa euforia por la independencia y que luego sería un firme defensor por una nueva Patria; aunque ya consideraba que era necesario un nuevo gobierno, dependiente de la corona española. Sin embargo su condición de religioso, hizo que recibiera a Lavín y ayudara a llevar las cartas que seguramente le hubiera gustado saber que decían.

Acorde a una carta del presbítero Pedro Giménez Alcántara8, Liniers se hallaba en una de las habitaciones de la casa de Funes, es decir que se hallaba en la ciudad de Córdoba y no en su estancia en Alta Gracia. Así mismo llevará la otra carta para el Gobernador-Intendente, Gutiérrez

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Aquí, hacemos un nota aparte, ya que el virrey Cisneros le concedió el permiso, el 14 de agosto de 1809, para que Liniers se trasladara a Mendoza hasta tanto pudiera realizar el viaje que planeaba a España. No obstante Santiago decide comprar (el 3 de febrero de 1810 al Dr. Victorino Rodríguez) una legua y antigua estancia que le había pertenecido a los jesuitas en Alta Gracia. Radicándose allí por varios meses.

El día sábado, 3 de febrero; Rodríguez había solicitado una escritura pública para proceder la venta de su estancia emplazada en la localidad llamada Alta Gracia: “Casco, edificios, huertas, molinos, tajamar, rastrojos con las tierras que le corresponden y como lo compré yo en pública subasta y según la decisión que hubimos vienes que fueron de los con Don Antonio Arredondo, arreglada a los inventarios y deslindes que se formara de los expulsos jesuitas”. - “Santiago de Liniers”. Autor: Paul Groussac. Ediciones Estrada. Año: 1943.

La venta fue por un total de 8.000 pesos, sin embargo, en la escritura de venta no se agregó la Iglesia ya que era para el servicio y culto; por ello le pertenecía a la comunidad religiosa.

8 “Melchor José Lavín: Un hombre en la Borrasca”. Autor: Efraín U. Bischoff. Editor: «Trabajos y Comunicaciones» (La Plata), núm. 18 (1968). Página n° 82.

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Revista HISTÓRICA de la Concha a su domicilio que se hallaba sobre la actual peatonal Rosario de Santa Fe, frente a la plaza mayor; actual predio Galería San Martín, en donde alquilaba. ¿Qué decían aquellas cartas?. Cisneros comentaba en primera persona, su destitución oficial y la organización de una nueva junta; poniendo en peligro el Virreinato como colonia española, y que desobedecerían las órdenes cuando volviera el Rey Fernando VII, es caso de pasar. Ante este hecho, ambos oficiales y otros, como el Sr. Rodriguez y el Coronel Allende se reunieron en la residencia del gobernador en los siguientes días (uno de esos días ocurrió el 31 de mayo) para tratar sobre el tema. Todos coincidían que debían jurar fidelidad al rey y seguir siendo parte de la corona. No obstante, primero debían reunir una milicia pero que no tendrían problema en armar una Resistencia que formara una contrarrevolución. Hasta este punto, los cordobeses seguían con su vida habitual pero ya se estaban enterando que se había formado la Primera Junta de Gobierno.

El gobernador y otras personas aún permanecían en silencio respecto a este hecho, y lo mismo pasaba con Funes; sin embargo, poco a poco, todos ellos iban develando sus pensamientos y comentándolo a medida que pasaban los días. Posteriormente Liniers iría a su estancia para organizarse y salir desde allí, hasta Buenos Aires con su milicia y De la Concha también organizaría un ejército.

No estamos muy claros, que pasó con Lavín durante esos días pero era un defensor de la corona; por ello, entendemos que formó parte del ejército de Liniers, pues para 1814 ya era teniente coronel que luego escaparía al norte en donde encontraría la muerte en marzo de 1821 en Cuzco.

Cuando De la Concha, declaró su fidelidad a la corona organizando un ejército; la Primera Junta emitió su destitución al cargo como Gobernador-Intendente, declarándolo traidor; ante este hecho fue reemplazado por el Coronel Dalmacio de Allende y Moyano como GobernadorIntendente pero Interino, el 1 de agosto de 1810.

Fueron muchos cordobeses quienes se unieron voluntariamente para pelear contra La Junta de Gobierno, pero luego de tres meses (el 26 de agosto de 1810); Liniers fue fusilado en el Monte de los Papagayos, cerca de la posta de Cabeza de Tigre, cerca de la actual Los Surgentes en el sudeste de Córdoba, junto con los demás jefes de la resistencia: Juan Gutiérrez de la Concha, brigadier de la Armada; Victorino Rodríguez, asesor; Santiago Allende, coronel de milicias, y Joaquín Moreno, oficial real. Salvándose el obispo Orellana, quién fue perdonado por su condición sacerdotal pero igualmente fue puesto en juicio y confinado en monasterios hasta su huida a España.

Este hecho dejó en claro a los cordobeses, que la Junta no toleraría levantamientos en contra de sus intereses. Por ello muchos callaron pero –a su vez– comenzaron a sentir la pasión de una nueva patria, libre de España. Y el 18 de agosto fue elegido Funes para integrar la futura Junta Grande el 18 de diciembre de 1810, de este modo, se disolvía la Primera Junta. Este nuevo gobierno estaba conformada por dieciocho integrantes; estas personas eran políticos destacados del interior del Virreinato del Río de la Plata y, ciertamente personas de la ciudad de Buenos Aires.

Desde la Semana de Mayo hasta la declaración de Independencia de las Provincias Unidas Provincias Unidas en Sud América, el día martes, 9 de julio de 1816. La mentalidad de los cordobeses irá cambiando, habían sido fieles a la corona pero –con el pasar de los años– se volverán unos fervientes defensores por las Provincias Unidas; casi nadie defendía al rey de España y, si hubo protestad, prefirieron el silencio. Mientras los edificios principales seguirán iguales, sin modificación en su estructura edilicia; incluso la plaza seguía con su fuente pero ya no tenía el revestimiento de las piedras de sapo pues ya se la había robado, siendo reemplazados por unos tablones de madera. Y la recova se hallaba casi abandonada aunque algunos cuartos aún se alquilaban.

Luego de 1822, la recova había sido demolida, la fuente ya no estaba y el antiguo atrio de la Catedral será modificado, también será tapiado el nicho que estaba en el frontis triangular (ocurrido en 1815). El paisaje de la plaza mayor había vuelto a ser un solar descampado de tierra, 10

Revista HISTÓRICA con la excepción de una hondonada en su centro pues, recordemos que habían extraído la fuente; esta hondonada será erróneamente mal interpretada por Sarmiento, cuando describió que en el centro de la Plaza Mayor había un estanque… Claro que no lo era, la lluvia y antiguas cañerías quizás lo había llenado de agua aquel pozo grande.

Muchos se autoniegan que los cordobeses hayan sido tan conservadores, demostrando su fidelidad al rey; sin embargo debemos entender el contexto de aquella época, las personas habían nacido cuando la ciudad era una colonia, sus abuelos y bisabuelos también habían crecido en tiempos del virreinato. Por ello, es entendible porque fueron reacios en aceptar una nueva patria. ***

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