Editorial: José Luis Yzuel

CICATRIZANDO PARA AVANZAR HACIA LA RECUPERACIÓN

El final del año 2022 volvió a poner a la hostelería en una situación crítica. Con una tendencia desde verano que auguraba un buen cierre de año, la explosión de la sexta ola vino a tirar por tierra todas las esperanzas de recuperación, situando a la hostelería, una vez más, en el centro de todas las restricciones y produciéndose cancelaciones en cadena.

Las primeras semanas del mes de enero han comenzado con la misma tendencia, a la que se suma el aumento generalizado de los costes, que impacta de manera directa en los estrechos márgenes de los negocios. Ya en el mes de febrero, parece que empieza a percibirse la recuperación de la confianza por parte de los consumidores, las restricciones decaen y la situación parece normalizarse, lo que deja a la hostelería en un escenario de lenta cicatrización de las profundas heridas que sufre. Es el momento de empezar a mirar el futuro con ciertas esperanzas en la recuperación, de cada uno de los negocios, y del sector en conjunto.

Es innegable que hay muchos aspectos que van a lastrar la difícil situación del sector, como son el aumento generalizo de los precios de las materias primas y la electricidad, el incremento del salario mínimo interprofesional, la falta de ayudas a las empresas…y debemos trabajar por solucionarlo, pero también debemos poner nuestra vista en proyectos que aumenten la competitividad de nuestro negocio y supongan una incentivación del consumo.

La gastronomía, es uno de los pilares de esta palanca de recuperación. De hecho, el Gobierno ha anunciado un Plan de Impulso a la Gastronomía dotado con 65 millones de euros. Un plan transversal, que el sector debe aprovechar, porque la hostelería no sólo es el escenario perfecto de encuentros de amigos o personas allegadas, sino que también es el mejor de los escaparates de nuestra acerbo culinario. De hecho, la gastronomía cada año crece posiciones en las encuestas de Turespaña en la motivación de los turistas a la hora de viajar a nuestro país. Nuestros cocineros lideran las prestigiosas listas, sin ir más lejos Dabiz Muñoz ha sido reconocido recientemente como el mejor cocinero del mundo, y gracias a ello han podido posicionar nuestro país en todos los rincones del mundo gracias a nuestra gastronomía. Pero como ellos mismo reconocen, esta labor no sería posible sin el trabajo de todos los hosteleros de nuestro país, que cada día ofrecen en sus establecimientos platos de una excelente calidad, que hace que los turistas se vayan de nuestro país con el mejor sabir de boca.

Esta crisis, como sucede en todas, nos deja un cliente más exigente, y que especialmente, en esta ocasión, valora mucho más cada experiencia. Por ello, de nuevo, la hostelería tiene que demostrar su enorme capacidad de adaptación y transformación, como lo lleva haciendo en toda esta crisis y a lo largo de su historia. Es el momento de adaptar los negocios a los gustos y necesidades de una sociedad más exigente, con un alto índice de digitalización y con una mayor preocupación por el medio ambiente. Como sector, no podemos quedarnos al margen de ese avance social y debemos apostar por la esa revolución tecnológica, la sostenibilidad y una mayor profesionalización, como fórmula de crecimiento, no sólo individual sino del conjunto del sector, para seguir siendo una industria de referencia a nivel internacional.■

JOSÉ LUIS YZUEL

PRESIDENTE DE HOSTELERÍA DE ESPAÑA