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CAINCO - ICAM
Miércoles 28 de diciembre de 2022
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Cuando el año termina sentimos el recorrido del tiempo y reflexionamos sobre nuestros triunfos y derrotas. Tenemos mucho porqué sentirnos orgullosos y encontramos motivos por los cuales debemos ser agradecidos. Santa Cruz exportó 32% más que en 2021 y pudo ser mucho más si no nos hubiesen bloqueado. A pesar de los cupos y otras restricciones que el Gobierno impone a nuestras exportaciones, Santa Cruz ha mostrado nuevamente que es la región de vanguardia en la conquista de mercados internacionales sobre todo si las comparamos a las exportaciones del país que en su conjunto solo crecieron un 5%. Llama la atención que el presidente obvió mencionar el gran desempeño de las familias empresarias en su mensaje de fin de año y declara que “somos la segunda mejor economía del mundo, que somos la envidia de muchos países”, nosotros vemos tendencias preocupantes en por lo menos tres indicadores claves que no menciona: I) las reservas internacionales netas han caído un 20% con una caída en divisas del 50% en el periodo entre Dic. 2021 y el último dato disponible; II el endeudamiento público interno creció 8% y el endeudamiento externo aumentó en un 4%; III) la ejecución de la inversión pública solo llegó al 40% a noviembre. En resumen, tenemos cada vez más deudas que además crecen a un mayor ritmo que la economía, hay cada vez menos inversión y nos quedan cada vez menos divisas. Lo que el gobierno repite cada vez es la baja inflación, la atribuye al modelo económico. Lamentablemente, no menciona que algunas de las principales causas de la baja inflación son el contrabando y el tipo de cambio apreciado. El 2023 llegará con oportunidades y también tendremos retos. Seguiremos defendiendo nuestras causas, el desafío está en renovar las maneras de hacerlo. Debemos buscar nuevos métodos. La representación de nuestros derechos y la lucha contra las negligencias, vengan de donde vengan, no pueden dañar a la economía de los hogares, de las empresas, de los negocios familiares. Mostramos una vez más que somos un pueblo valiente, que nada nos puede detener. Este fin de año, practiquemos la gratitud. La gratitud nos hace humildes y nos libera de sentimientos negativos. Cuando echamos una mirada hacia atrás, lo hacemos con humildad, sabiendo que parte de nuestros logros se los debemos a otros que a lo largo del año nos dieron afecto, confianza, apoyo y contribución. Estamos cerrando el año en unidad, con alivio por haber sobrellevado las adversidades. Recibamos este 2023 con esperanza.
FERNANDO HURTADO
PRESIDENTE
Durante la gestión 2021, la economía nacional logró alcanzar una recuperación del 6,11%, la cual aún es insuficiente para recuperar la pérdida sufrida en 2020. Para 2022, el Gobierno (Presupuesto General del Estado, PGE 2022) se proyectó una tasa de crecimiento del 5,1%; sin embargo, debido a los acontecimientos suscitados, sobre todo, en el segundo semestre de la gestión, principalmente por el paro de 36 días en Santa Cruz, dicha proyección será difícil alcanzarla, por lo cual, se estima que el crecimiento del PIB oscile entre 3,5% - 4%.
Dicha proyección se encuentra acorde a las últimas actualizaciones de los organismos internacionales. En las últimas actualizaciones realizadas, el
Banco Mundial estima un crecimiento del 3,9%; por su parte, la Comisión Económica para
América Latina y el Caribe (CE-
PAL) un 3,5% y, el Fondo Monetario Internacional (FMI) un 3,8%. Si bien la proyección del PGE 2022 nos indica un crecimiento del 5,1%, datos oficiales del INE al primer semestre de la gestión sustentan la estimación realizada para el crecimiento económico, dado que, a junio de 2022, la economía boliviana presenta un crecimiento acumulado del 4,13%, valor muy inferior al observado a similar periodo de 2021, cuando se alcanzó un 10,14%. Asimismo, analizando años pasados, los últimos dos trimestres de cada gestión muestran una desaceleración del crecimiento. En el año 2018, al primer semestre, se tenía un crecimiento del 4,89%, pero se cerró la gestión en 4,22%; similar comportamiento se observa en 2019 y 20212; en ese sentido, el crecimiento para 2022 será inferior al 4%. A nivel departamental, la mayoría de las actividades económicas sufrió las consecuencias de la pandemia; sin embargo, el impacto fue bastante heterogéneo. Si bien se pudo observar una variación positiva del 4,32% durante 2021, aún queda pendiente una recuperación del 5,37% para situarnos en niveles prepandemia (2019). El dinamismo de la actividad económica en el primer semestre de la gestión 2022 fue alentador; sin embargo, la constante conflictividad social (paros y bloqueos hacia el occidente y oriente del país), sumados a los 36 días de paro en el departamento de Santa Cruz y las sequías que azotaron en el último mes distintas regiones del departamento, disminuyeron el dinamismo, por lo que se espera que el crecimiento del departamento de Cochabamba oscile entre 3% y 3,5%. En ese sentido, aún quedará un crecimiento del 1,9% del PIB por compensar, para así hablar de un crecimiento efectivo del departamento, el cual se espera alcanzarlo durante el primer semestre de la gestión 2023.