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CNC - CNI
Miércoles 28 de diciembre de 2022
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El sector empresarial, al igual que la economía, aún se encuentra en una etapa de recuperación después de los efectos negativos de la pandemia por el Covid-19 y el conflicto bélico en Europa.
El principal desafío del sector empresarial privado fue el lidiar con la incertidumbre que generan factores externos que no contralamos, que inciden sobre la economía nacional (Covid-19, guerra, conflictos sociales o políticos, cambio climático, etc.).
Estimamos que esta gestión cerraremos con un índice de crecimiento del Producto Interno
Bruto (PIB) cercano al 4%, lo cual ratifica nuestras proyecciones realizadas a inicio de gestión y refleja una evidente reactivación postpandemia, aunque no de manera simétrica para todos los sectores de la economía nacional.
El sistema financiero mantiene la estabilidad en colocaciones y depósitos, lo que es una buena señal de la fortaleza del sector privado. La inflación acumulada a noviembre ya alcanzó el 3% y considerando que varios productos de la canasta familiar están relacionados a insumos que son subvencionados por el Estado, lo cual genera preocupación ante el escenario internacional futuro. El comercio exterior mantiene una dinámica impulsada por los precios internacionales de las materias primas. Si se mantiene como hasta ahora el ritmo de la dinámica del comercio exterior, al cierre de la gestión 2022 se podría registrar exportaciones que estarían en el rango entre $us 13.500 y $us 14.000 millones e importaciones que podrían estar en el rango entre $us 13.000 y $us 13.500 millones; lo cual ratifica la importancia del comercio exterior boliviano para la dinámica de la economía nacional. Los niveles bajos de Reservas Internacionales generan una preocupación, habiendo registrado en el más reciente reporte del Banco Central (al 9 de diciembre) un nivel que alcanzó los $us 3.800 millones donde apenas el 20%; es decir, $us 758 millones, son divisas, un nivel muy por debajo del promedio del valor mensual de las importaciones que está alrededor de los $us 1.000 millones. Las proyecciones no son muy alentadoras, se prevé que el crecimiento mundial disminuirá a 2,7% el 2023, muy por debajo al registrado en 2021 que alcanzó el 6% e incluso respecto al proyectado para el 2022 que es de 3,2%. América Latina crecerá el 2023 (1,7%) a menor índice que el promedio mundial. Estas proyecciones generan incertidumbre en la población en su conjunto y mucha cautela en las inversiones, por lo cual se debe manejar una estrategia nacional de atracción de inversiones, nacionales y extranjeras, con incentivos y promoción a la innovación y el emprendimiento privado, que pasa por mejorar el clima de negocios y fortalecer la seguridad jurídica para las inversiones.
MARIO PAREDES VARGAS
PRESIDENTE
La Cámara Nacional de Industrias (CNI) estima cerrar el año con un crecimiento del PIB industrial de 2,5%, que estará por debajo de la cifra de 2021, que fue de 3,9%. Esta situación se refleja en el estancamiento de los créditos bancarios al sector (19,58% en 2022 respecto del total cuando en 2018 fue 19,66%); la participación de las industrias respecto del total de empresas en Bolivia registradas en SEPREC fue de 10,5%, mientras que en 2017 llegó a 11,32%; en 2022 cerraron 19% más industrias que en 2021; las exportaciones industriales llegaron al 50% del total; empero, el 42% son exportaciones de oro, plata, estaño y antimonio metálico, oleaginosas, urea y gas licuado; las importaciones de bienes de consumo no duradero (alimentos, bebidas, textiles y manufacturas de madera) subieron 10,8%. Estos indicadores reflejan que el país gradualmente viene experimentando un proceso de sustitución de la producción nacional por importaciones legales y contrabando; es decir, se advierte un proceso que afecta a la producción Hecho en Bolivia. Los factores internacionales que provocaron esta situación son: I) invasión de Rusia a Ucrania, que encareció costos de materias primas, insumos intermedios y bienes de capital para industrias nacionales; II) crisis de suministros y logística internacional originada en puertos de China; y III) los continuos paros y bloqueos en puertos del Pacífico (Arica e Iquique) que aumentan costos y tiempos de transporte de mercadería de importación y exportación. Entre los factores nacionales figuran: I) crecimiento del contrabando y la informalidad, que compiten con la producción nacional; II) conflictividad política y social en el país, que generan pérdidas a la industria; III) la salida gradual de la pandemia Covid–19 aún limita la producción y distribución de productos industriales; y IV) la limitación de provisión de gas para las industrias por encima de su consumo habitual. En 2023, la CNI promoverá la industrialización de Bolivia a través de la elaboración de una Agenda Conjunta que puso en consideración del Gobierno nacional sobre la base de 12 pilares: I) formalización de actividades económicas; II) proponer ajustes y modernización de la normativa jurídica empresarial; III) impulsar la sustitución de importaciones y desarrollo de exportaciones industriales; IV) promover el desarrollo industrial regional-departamental; V) reducir la burocracia estatal y promover la digitalización en el sector público y privado; VI) precautelar por la sostenibilidad en la provisión de energía; VII) promover el desarrollo de incentivos fiscales; VIII) promover el desarrollo de la infraestructura productiva y mejora de la logística nacional e internacional, IX) promover industrias medioambientalmente sostenibles y sustentables; X) impulsar industrias socialmente responsables; XI) promover el uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación; y XII) impulsar la conformación de sociedades anónimas mixtas público-privadas.