MARIA FERNANDA LOZANO CAMPOS.
HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN MÉXICO.
LA ETAPA INDIGENA. -Pablo Escalante Gonzalbo El tema de la enseñanza interesaba, a los religiosos españoles, particularmente a los franciscanos. Así sabemos lo importante que fueron las distinciones de clase y de género en los procesos de enseñanza, instituciones creadas por los indígenas para la educación formal, y apreciamos el estrecho vínculo entre guerra, sacerdocio y educación que caracterizo a las sociedades prehispánicas.
INFANCIA. Los niños convivían estrechamente con sus padres y se iban convirtiendo en sus colaboradores a la vez que aprendían sus oficios y tareas, como pescar, cortar leña, acarrear mercancía. Las niñas, dedicadas a trabajos del hogar, hilar, tejer y moler. Los niños eran “prometidos” al templo, tras su nacimiento, así adquirían los padres el compromiso religioso de llevarlos a la escuela adjunta al templo.
LA CASA DE LOS JOVENES. La mayoría de los jóvenes acudían durante varios años, a la telpochcalli, institución para los hijos de los macehualtin o plebeyos; recibían una Educacion cuyo énfasis estaba puesta en el entrenamiento militar, los muchachos ascendían en la escala militar por sus méritos al combatir al enemigo, pudiendo llegar a convertirse en guerreros especiales, como las águilas y los jaguares.
LOS OTROS JOVENES. Los hijos de las familias nobles acudían al calmécac, se preparaban para desempeñar los más altos cargos en el gobierno. El camécac era la escuela de la elite, estaban sometidos a una rutina de mortificaciones y autosacrificio con la finalidad de habituarlos a realizar la ofrenda de sangre, indispensable en la religión de las elites mesoamericanas.
LA TRANSMICIÓN DEL SABER ARTESANAL. La transmisión de los oficios artesanales ocurrió dentro de los mismos barrios, en los talleres familiares. Los padres de los artesanos esperaban que los hijos maduraran y tomaran su oficio “rostro, corazón, y oficio de artista” era lo que los padres esperaban que adquirieran sus hijos.
LOS MAESTROS Y LA ENSEÑANZA. Los informantes indígenas que trabajaron con Sahagún describen con estas palabras al maestro: “el que enseña, el que educa, el que horada, el rostro a la gente, el que destapa las orejas de la gente. En sus manos, en su boca, está el