Distribuido para INSTITUTO OFTALMOLÃ GICO FERNÃ NDEZ VEGA * Este artículo no puede distribuirse sin el consentimiento expreso del dueño de los derechos de autor.
Publicación
La Nueva España Suplemento, 5
Fecha
19/08/2022
Soporte
Prensa Escrita
País
España
Circulación
52 708
V. Comunicación
14 008 EUR (14,243 USD)
Difusión
44 325
Tamaño
520,27 cm² (83,4%)
Audiencia
144 000
V.Publicitario
3932 EUR (3998 USD)
Si no existen problemas visuales aparentes, la primera revisión oftalmológica debe realizarse a los 3 años Tras el nacimiento del bebé, el pediatra realiza un examen completo para detectar enfermedades oculares congénitas, como las cataratas o el glaucoma
De izquierda a derecha, los doctores Javier Fernández-Vega Sanz, Lucía Fernández-Vega Sanz y Belén Sánchez Cañal. | IOFV
M. S.
El avance de las técnicas diagnósticas y terapéuticas en oftalmología, tanto en procedimientos clínicos como quirúrgicos, ha propiciado la creación de subespecialidades médicas que tienen como objetivo tratar las enfermedades oculares específicas más complejas en algunas partes del ojo o en cierto tipo de pacientes. El Instituto Oftalmológico Fernández-Vega, en su afán por mantener una atención excelente, cuenta con una unidad especializada en Oftalmología Pediátrica, dirigida por el doctor Javier Fernández-Vega Sanz y con las doctoras Lucía Fernández-Vega Sanz y Belén Sánchez Cañal en el cuadro de oftalmólogos especialistas. La Oftalmología Pediátrica trata las afecciones oculares desde el nacimiento del bebé hasta la entrada en la etapa adulta. Es muy importante que los trastornos oculares en niños sean detectados a tiempo con el fin de ser tratados lo antes posible y evitar así problemas visuales, garantizando una buena visión durante el desarrollo y resto de la vida. El éxito de los tratamientos depende, en gran medida, del diagnóstico precoz de las enfermedades oculares. Se aconseja la primera revisión en niños sin un problema visual previo en torno a los tres años de edad. Bien es cierto que, después del naci-
La oftalmología pediátrica previene y trata las dolencias oculares en la infancia El Instituto Oftalmológico Fernández-Vega cuenta con una unidad especializada en niños, dirigida por el doctor Javier Fernández-Vega, y con las doctoras Lucía Fernández-Vega y Belén Sánchez Cañal miento, el pediatra realiza un examen completo de la morfología ocular para detectar enfermedades oculares congénitas (cataratas, glaucoma, estrabismo) y es recomendable permanecer atentos a cualquier cambio en el comportamiento del niño (se empieza a caer frecuentemente, alteración en la posición del ojo, se acerca mucho a los objetos para mirarlos, presencia de mancha blanca en el ojo), momento en el que debemos consultar sin demora a un oftalmólogo pediátrico. Retinopatía del prematuro y retinoblastoma, las dolencias más gra-
ves en bebés. Dos de los problemas más graves que pueden aparecer en la etapa postnatal y antes de los dos o tres años de edad son la retinopatía del prematuro y el retinoblastoma. La primera afección se da en niños prematuros y nacidos de bajo peso. En ellos es necesario examinar el fondo del ojo para evitar la aparición de lesiones retinianas, lo que debe hacerse aproximadamente al mes del nacimiento del bebé. Un examen tardío podría llevar a la aparición de un desprendimiento de retina que conduzca a la ceguera del bebé.
Por otro lado, el retinoblastoma es el tumor maligno intraocular más frecuente en niños menores de tres años, y supone una amenaza para la visión y la vida del niño. Si bien la tasa de supervivencia ronda el 95 por ciento, es determinante la detección temprana. El síntoma más común es la presencia de una mancha blanca en la pupila (leucocoria). La sospecha clínica del retinoblastoma por un oftalmólogo pediátrico implica la necesidad de traslado inmediato a un centro de referencia nacional. Aunque la mayoría son espontáneos (60 por ciento), existe un 40 por ciento con genética positiva que suelen ser más agresivos y afectar a los dos ojos. Otra patología ocular con gran repercusión en la visión es la catarata congénita. Se trata de opacidades del cristalino presentes desde el nacimiento. En muchas ocasiones no se conoce la causa, pero a veces puede ir asociada a enfermedades infecciosas o a alteraciones sistémicas. La presencia de esta opacidad no permite ver bien al niño y por eso es necesario realizar cirugía precoz que, junto con una posterior rehabilitación, logrará una buena agudeza visual en el ojo en cuestión. Estrabismo infantil, diferente al de los adultos. El estrabismo es la subespecialidad oftalmológica que hace referencia a la motilidad ocular, es decir, cuando los dos ojos no se alinean en la misma dirección cuando miran a un objeto lejano o cercano. Esto puede ocurrir por diferentes razones y en distintas etapas de la vi-
da. Cuando sucede en la edad adulta, su principal sintomatología será la diplopía o visión doble de los objetos. Si ésta aparece de manera aguda, lo indicado en la mayoría de las ocasiones es realizar una prueba de imagen y posterior examen neurológico urgente. Si la visión doble permanece en el tiempo, y no se resuelve, es posible que sea necesario realizar tratamientos intervencionistas, como inyecciones con toxina botulínica o cirugía. En la etapa infantil, un estrabismo se comporta de manera diferente al de los adultos, ya que ellos no manifiestan visión doble. Si detectamos un estrabismo en un niño, debemos llevarlo al oftalmólogo para realizar un examen completo de la visión, ya que en la mayoría de ocasiones la causa del mismo es un defecto refractivo no corregido, como la hipermetropía o la miopía. Es crucial, ante la presencia de un estrabismo en un niño, detectar la existencia o no de ambliopía u ojo vago, ya que los tratamientos actuales únicamente son útiles hasta los ocho o nueve años de edad, y si no se realizan a tiempo en esta etapa es posible que el niño no desarrolle una visión al 100 por ciento por uno de sus ojos. Finalmente, si ese estrabismo no se corrige con gafas y presenta una magnitud significativa, muy probablemente necesitará intervención quirúrgica y será el oftalmólogo pediátrico el que decida cuál será el mejor momento para realizarla.