Dr. Miguel Naveiras MIEMBRO DEL EQUIPO DE TRASPLANTES DE LA UNIDAD DE CIRUGÍA DE CÓRNEA Y CRISTALINO DEL INSTITUTO OFTALMOLÓGICO FERNÁNDEZ-VEGA
“Con las nuevas técnicas quirúrgicas de trasplante de córnea podemos rehabilitar la visión de un paciente con distrofia de Fuchs” “La principal ventaja de los trasplantes por capas es el menor índice de rechazo, que se sitúa por debajo del 5 por ciento, mientras que en el caso de los penetrantes el riesgo de rechazo a los diez años es del 15 al 40 por ciento” Elena CASERO
La distrofia de Fuchs es una de las enfermedades más frecuentes del endotelio, la capa más interna de la córnea. El Dr. Miguel Naveiras, miembro del equipo de trasplantes de la unidad de Cirugía de Córnea y Cristalino del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega, habla de en qué consiste esta patología, así como de los diferentes tratamientos que existen. –¿En qué consiste esta patología? –La córnea está dividida en tres capas: endotelio, capa más profunda; epitelio, la más superficial y externa del ojo, y estroma, situada entre ambas. La función del endotelio es bombear el líquido interno del ojo que trasuda hacia el estroma, manteniéndolo transparente para el paso de la luz. Cuando existe una distrofia endotelial, dicha bomba funciona con dificultad y el líquido empieza a pasar a la capa de colágeno compacto, convirtiéndolo así en esponjoso. –¿Y esto en qué se traduce? –Esto provoca visión borrosa, especialmente por la mañana, ya que durante la noche el ojo está cerrado y no evapora por sí solo. En los estadios más avanzados de la enfermedad, la visión borrosa es continua y aparecen ampollas de líquido bajo la capa más externa del ojo, el epitelio. Estas son dolorosas y pueden llegar a infectarse y provocar cicatrices. –¿Qué tratamientos existen? –El tratamiento más moderno y eficaz para tratar este problema es el trasplante endotelial, que consiste en la obtención de una fina capa de endotelio de la córnea donante que se cultiva en el laboratorio para preservar su vitalidad. Finalmente, se usa para sustituirla por el endotelio dañado del ojo del paciente. –¿Cómo es esta técnica quirúrgica?
–La técnica quirúrgica para conseguirlo es compleja y laboriosa, pero permite una rehabilitación precoz y eficaz del paciente. Si las células están correctamente adheridas a su lugar natural y el injerto prende, el paciente puede rehabilitarse visualmente en los primeros tres meses tras la intervención. El riesgo de rechazo es menor que con los trasplantes completos y tiene además la ventaja de que, si las células donantes no prenden, se puede realizar un nuevo injerto de manera poco agresiva. –Comenta que existe el trasplante endotelial, mediante el cual solo se sustituye la capa dañada más interna de la córnea. Entonces, ¿se puede sustituir también las otras capas, estroma y epitelio, si están deterioradas? –Efectivamente. Tradicionalmente se trasplantaba la córnea entera; actualmente esto solo se hace en casos en los que todas las capas de la córnea del paciente están dañadas. A esta técnica quirúrgica la denominamos queratoplastia penetrante. Hoy en día, sin embargo, se pueden realizar los llamados trasplantes o queratoplastias lamelares o laminares de la córnea, aquellos que se realizan para quitar y sustituir únicamente las partes que están concretamente localizadas, pudiendo así realizar trasplantes selectivos. –Hable de estos trasplantes selectivos... –Si daña la capa más superficial (epitelio), realizamos la técnica denominada SALK (Superficial Anterior Lamellar Keratoplasty). Sin embargo, si es más extenso y profundiza a través del estroma, se realiza un DALK (Deep Anterior Lamellar Keratoplasty). Por último, si el problema está únicamente en la parte más profunda, como en el caso por ejemplo de distrofia de Fuchs, en el endotelio, realizamos un DMEK (Descemet Membrane Endothelial Keratoplasty). –Esta novedosa técnica quirúrgica, ¿en qué beneficia al paciente? –Este tipo de trasplantes lamelares han ido ganando terreno en los últimos años, en detrimento de los trasplantes penetrantes, hasta el punto de que el 90% de los que se realizan en la actualidad en el Insti-
ra poder realizar este tipo de cirugías? –Los bancos de tejidos han sido un elemento clave en la mejora de las queratoplastias, en particular de los trasplantes lamelares, dado que nos permiten preparar en las mejores condiciones las córneas que vamos a implantar. Es fundamental realizar un estudio completo de la córnea del donante, utilizando microscopios adecuados para su valoración y son evaluados para seleccionar qué capas tienen sanas y cuáles cumplen los requisitos para convertirlas en tejido donante. Así, en el supuesto de que un donante tuviera una cicatriz en su estroma, todavía se podría aprovechar su endotelio para que otra persona pueda ver. En Asturias, el Centro Comunitario de Sangre y Tejidos de Cruz Roja realiza una labor puntera y fundamental en este campo. –En cuanto a la investigación, ¿qué avances están presentando en este campo? –En el Instituto apostamos por la investigación de patologías oculares a través de la Fundación de Investigación Oftalmológica que patrocina. En la unidad de medicina regenerativa y terapias, tenemos estudios recientes en cuanto a la utilización de córneas artificiales y de cultivos celulares. En cuanto a células madre, estamos investigando la utilidad de injertar esas células madre presentes en el epitelio que se extraen del ojo que no está dañado o bien de un donante, para mejorar los resultados en patología de la superficie de la córnea.
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Nuestros trabajos en investigación nos han permitido realizar avances muy alentadores en este campo
El doctor Miguel Naveiras, frente a las instalaciones del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega. | Foto cedida por el Instituto Oftalmológico Fernández-Vega
tuto Oftalmológico Fernández-Vega son del primer tipo de esta modalidad que comentamos, por capas. La principal ventaja de los trasplantes lamelares es el menor índice de rechazo, que hoy se sitúa por debajo del 5%, mientras que en el caso de los trasplantes penetrantes el riesgo a los diez años es del 40%. Además, la rehabilitación visual del
paciente es mucho más rápida. La dificultad para el cirujano es que con los trasplantes lamelares trabajamos con micras de espesor, por eso la curva de aprendizaje es más larga. En el Instituto ya llevamos tiempo realizándolos con muy buenos resultados. –¿Qué importancia tienen los bancos de tejidos de donantes pa-
–¿Alguno más? –También estamos trabajando con suero autólogo enriquecido con plaquetas, conocido por las siglas PRGF, que ha demostrado tener propiedades regenerativas muy importantes en la patología de la superficie ocular, tanto de la conjuntiva como de la córnea. Nosotros lo utilizamos en tres presentaciones como son colirio, membrana o coágulo para disponer de diferentes opciones según la patología de que se trate; con una fórmula que elimina los factores inmunológicos perjudiciales que pueden favorecer la inflamación. Asimismo, también estamos analizando las mejoras diagnósticas y terapéuticas disponibles en tumores de superficie ocular.