Gdeim Izik, el campamento de la dignidad, visita Naciones Unidas
El pasado seis de diciembre, Naciones Unidas -la mayor organización que existe para facilitar la cooperación en asuntos de Derecho Internacional, paz, asuntos humanitarios y derechos humanos- recibió a tres activistas de la causa saharaui. Isabel Terraza, Antonio Velázquez y Ahmed Yeddou Salem Lecuara se entrevistaron con la Sra. Hamood y el Sr. Syed de la oficina del Alto Comisariado de derechos humanos pertenecientes a la sección MENA (Oriente Medio y África del Norte) y a la Unidad Sociedad Civil, respectivamente. Isabel y Antonio, miembros de Resistencia saharaui, expusieron los acontecimientos de los que fueron testigos oculares durante el desalojo violento del campamento Gdeim Izik, y el allanamiento de domicilios saharauis, saqueos, arrestos, torturas y desapariciones, que tuvieron lugar en los días posteriores, por parte de las fuerzas ocupantes y colonos marroquíes. Ahmed Yeddou relató, en primera persona, las tácticas de tortura que las fuerzas represoras marroquíes ejercieron contra él durante los cinco días que permaneció retenido, junto a 72 personas más, en el cuartel de la gendarmería marroquí de la ciudad saharaui de El Aaiún. Durante las casi tres horas de reunión, l@s representantes de Naciones Unidas, escucharon de forma asertiva las declaraciones y peticiones de l@s tres activistas. Al mismo tiempo, se les hizo entrega de documentación testimonial por escrito, en formato audiovisual y fotográfico que demuestra los hechos relatados.
Por otra parte, l@s activistas remarcaron la ruptura del alto el fuego firmado en 1991, tras el asesinato del niño saharaui Nayen Elgarhi, así como la inoperancia e ineficacia de la MINURSO en los territorios ocupados del Sáhara Occidental, aún a sabiendas de que el desalojo del campamento saharaui de la dignidad, era inminente. La Sra. Hamood manifestó que la visita al Alto Comisariado de derechos humanos (OHCHR) era el primer paso para la denuncia de las violaciones de derechos humanos y expresó las limitaciones con las que se enfrentan ya que no poseen un cuerpo específico para ser enviado, de forma autónoma, a los lugares dónde los derechos humanos están siendo vulnerados, pues esa decisión debe de ser tomada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Por otro lado, la Sra. Hamood prometió hacer llegar toda la información, que le ofrecieron l@s activistas, a un grupo de expertas independientes, encargadas de recabar sobre el terreno, los datos que ayuden a la resolución de lo acaecido, contando con la correspondiente petición del Consejo de Seguridad. L@s activistas hicieron hincapié en la perversidad de la utilización de este sistema que obliga a que toda investigación debe de poseer la autorización del país que “controla” la “seguridad” del territorio. Al mismo tiempo, mostraron su rechazo a que sea el Gobierno marroquí el encargado de conceder dicho permiso instando a que, ese papel, lo ejerza el Estado español por ser la potencia administradora, de la zona no autónoma del Sáhara Occidental. Finalmente, Ahmed Yeddou solicitó protección al Alto Comisariado de derechos humanos para reunirse con su familia, en la ciudad saharaui de El Aaiún.