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Efe Palacios, neorromántico Para el artista vallisoletano el arte es una isla cálida encontrada en medio de un mar helado. Tomás Paredes Presidente de la Asociación Española de Críticos de Arte/AICA Spain
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stá obsesionado con la pintura, quiere “caotizar el orden y ordenar el caos”, busca recuperar la espiritualidad perdida, dar guerra a los que destrozan la naturaleza y que el aire limpio exista. Sueña, vuela, siente, viaja, sin despegarse del universo páramo castellano; plasma el pensamiento envuelto en materia, ternura, soledad: es un neorromántico. “El rastro de olor a esencia de trementina que dejaba mi padre pintando encendió mi curiosidad en la niñez. Yo le imitaba. Su experiencia me ha sido válida”, recuerda. Estudió técnicas pictóricas en la Escuela de Restauración de Valladolid, pero, “al final la conclusión es la misma: soy lo que investigo, lo que experimento, lo que pienso”. Fernando Palacios (Valladolid, 1976), ha adquirido técnica, oficio y lo desarrolla con provecho plástico. Comenzó a exponer en entresiglos, ha participado en ferias, colectivas y en cinco individuales, aún no importantes, pero importa lo que hace
y cómo. Me habló de él Montserrat Acebes y desde entonces le he seguido atento, conmovido, expectante. ¿Y qué hace? Dibuja, pinta, esculpe “objetos plásticos”. Va de la figuración a la abstracción, vive y bebe en Caneja, Richter, Kiefer, notando que “el arte de las antiguas civilizaciones encierra una modernidad casi secreta. Me atraen los gestos del arte oriental y el arte rupestre es un maestro inevitable que me acerca a lo mágico y lo primigenio”. Sutil como ala de libélula o denso como tierra grumosa, leve pintando al café e intenso con los pigmentos, que se tornan corteza del tiempo. Le inquietan los orígenes, del mundo, de la vida, del hombre, y arremete contra las sombras en busca del espíritu hasta asirlo. Misteria y hechiza, fragiliza, tensa, con la armonía de un canto de viento, coronado de sol o de noche, con su peligro hermoso, como sabía Claudio. Es un pintor poético, seguro que escribe poesía además de buscarla con el color y los gestos. Para Efe Palacios: “El arte es una isla cálida encontrada en medio de un
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mar helado. Una plataforma íntima de sentimiento y pensamiento, una forma de vida que te acerca a la felicidad. La pintura es una especie de huracán que me arrastra, daña y a la vez me alivia. Acostarse y levantarse pensando en pintura, sin obsesión no hay Arte”. Introspectivo, íngrimo, silente, observador, introvertido, tímido, filoneísta, cierra los ojos para ver la realidad asimilada por la memoria. Considera que “la hija del tiempo es la verdad y la mirada hacia atrás es imprescindible, me da pistas para seguir creando”. Tiene querencia especial a Caneja y su paisaje y “una idea inútil del arte como objeto, pero el arte como la poesía hace sentirnos más humanos, nos eleva, nos hace soñar”. ¡Atención, no olviden su nombre, seguirá creciendo como persona, como artista, sin correr tras de la fama, pero sin descansar hasta identificar la plenitud! ¡Efe Palacios!. www.beavillamarin.com www.artemodusoperandi.com Precios: De 250 a 5.000 euros