Proyecto Gulliver

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Carta a los niños del Proyecto Gulliver

Queridos niños, queridas niñas: Gulliver envía a ustedes un saludo cariñoso y feliz al poner en las manos creadoras de todos este libro único, que no se parece a otro. El Canto de los Cielos, La Marcha de los Pueblos contiene muchas lecturas breves, que llenarán de energías sus cuerpos y sus almas, pero también es el libro de los mitos y de los juegos con las palabras, es el libro para escribir un nuevo universo, pues nuestro mundo está lleno de males y solo ustedes, niños, pueden cambiarlo todo con su amor y con la magia extraordinaria del lenguaje poético con el que ha sido hecho este libro. Recuerden el verso de Juan Arturo, el niño galo: “Todo comenzó con la risa de los niños”. Ustedes son la nueva esperanza de la tierra. Sin ustedes no habrá futuro humano. Y no exagero. Los invito a vivir, a soñar y a escribir, abrazados a este libro. Aliméntense y vuélvanse fuertes ahora. Cuando estén con sus padres o con sus amigos en el barrio, invítenlos a leer y a hacer los ejercicios de este libro. Y cuando crezcan y tengan hijos, lean con ellos estos mitos, estos poemas, estos relatos. Y sobre todo: sean capaces de escribir sus vidas, de dar todo lo mejor de ustedes mismos cada vez que lean y escriban, de crear con valentía, belleza y sinceridad su porvenir. Hagan que sus vidas sean extraordinarias. es lo único que vale la pena. Los abraza,

Gulliver 2

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Índice

El origen del mundo (7) La magia (15) Los sueños y las estrellas (21) Los animales fantásticos (33) La naturaleza (44) Cuentos orientales (53) Relatos medievales (60) Los viajes (67) La infancia (73) El colegio (78) La libertad (83) El humor (88) El lenguaje (96) La poesía visual (108) La ciencia (114) La guerra y la paz (120) Los derechos de los niños (128) La imaginación y el porvenir (134) El amor (140) La vida y la muerte (143)

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El origen del mundo

Hace mucho tiempo apareció la primera águila en la cumbre de una roca primitiva y gritó fuertemente. En respuesta emergió el primer amanecer del oscuro abismo que estaba frente a la roca. Pero el águila, la roca, el amanecer y el abismo eran todos, en realidad, Wakanda. (Canto indio de la Nación Sioux)

Canto de la creación Un fantasma, nada más existía. El Padre tocó una quimera, cogió algo misterioso. Nada existía. Mediante un sueño el Padre Nainuema retuvo la quimera y pensó para sí. Ningún palo había para sujetarla; con un hilo imaginado la amarró con su aliento

Grupo Editor: Fernando Rendón, Jairo Guzmán, Catalina Garcés, Luis Eduardo Rendón, Beatriz Ortega, Gloria Chvatal. Corporación de Arte y Poesía PROMETEO. 6

Guía de lecturas y ejercicios de escritura para la infancia. Edición: 1.000 ejemplares con destino al trabajo pedagógico con los niños del Proyecto Gulliver en 2013. http:// www.festivaldepoesiademedellin.org/ Proyecto realizado con el apoyo de la Fundación Alta Mane. http://www.altamane.org/

Buscó el fundamento de la pura quimera, pero allí no había nada. “Algo estoy enlazando”. Allí nada existía. Después siguió buscando el Padre, tanteó el fundamento de esta cosa y buscó el vacío y engañoso lugar. Enlazó lo vacío con el hilo soñado Lo pegó con la goma mágica arebeike. Lo sujetó con un nuevo sueño mágico iseike.

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El alma y la música

Cogió ese fundo iluso y muchas veces lo pisó. Y se sentó en la tierra aplanada que niveló. Poseía la tierra quimérica, y sobre ella escupió su saliva y brotaron las aguas. Sentado en esa tierra imaginaria le puso encima el cielo: el cielo azul y blanco. Más tarde hizo Rafuema este relato, allá en el mundo subterráneo, para que nosotros lo trajéramos acá arriba, a la tierra.

Dios hizo una estatua de barro. Moldeó el barro a su semejanza. Quería insuflar alma a esta estatua. Pero el alma no se dejaba atrapar. Pues reside en su naturaleza el deseo de ser volátil y libre. No quiere estar limitada ni atada. El cuerpo es una prisión, y el alma no quiere entrar en esa prisión. Entonces Dios pidió a sus ángeles que tocaran música. Y al tocar los ángeles, el alma se sintió extasiada. Quería experimentar la música de un modo más directo y claro, y por eso entró al cuerpo. Hafiz dice así: “La gente dice que el alma, al escuchar esta canción, entró al cuerpo. Pero en realidad el alma misma es la canción”. (Hafiz, Antigua Persia)

Luego nacieron en la tierra los árboles selváticos y la palma canaguche nos dio frutos para que tuviéramos bebida. En el agua del Padre crecieron los árboles y enredaderas. Él, solo, creó la cigarra, el mono churuco, que come en los árboles el mono de maíz que abre los frutos, el tapir que se come los frutos en el suelo, los jabalíes grandes, el guara, el borugo, que se comen la selva, todos los animales los creó.

Yggdrasill

(Canto indio de la Nación Huitoto)

Creación del mundo a través de la música

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En un principio reinaban las tinieblas. Amaterasu, la diosa del Sol, no reinaba todavía en el cielo. Vivía en una caverna. El mundo era frío, inhospitalario y estaba sin vida. Entonces la diosa tomó seis arcos enormes, los reunió y creó así la primera arpa. En ella tocaba hermosas melodías. Atraída por esa música, apareció la encantadora ninfa Ameno-Uzume. Entusiasmada con sus melodías, comenzó a danzar y, finalmente, también a cantar. La diosa solar Amaterasu quiso escuchar mejor la música que venía desde la lejanía. Por eso se asomó a la entrada de su caverna y, en ese mismo instante, la luz alumbró el mundo. El Sol se hizo visible y sensible. Flores, plantas y árboles comenzaron a desarrollarse. Los peces y pájaros, los animales y los hombres pisaron la Tierra llena de luz. Pero los dioses acordaron desde entonces cultivar el canto y la danza, para que la diosa del Sol no retornara jamás a su caverna. Ellos sabían que si bien la vida se había iniciado gracias al Sol, sin embargo, sin la música de los seis grandes arcos en forma de arpa y sin el canto de la ninfa Ameno-Uzume jamás habría abandonado la diosa del Sol, Amaterasu, su trono celestial. Se habría quedado eternamente en su cueva. Y por esta razón fue que el sonido, que era música y danza, comenzó el mundo. (Antiguo mito del Japón)

Yggdrasill, el árbol de los planetas en la mitología nórdica, es un fresno perenne cuyas raíces y ramas mantienen unidos nueve diferentes mundos. De su raíz nace la fuente que llena el pozo del conocimiento. A los pies del árbol se encuentra el dios Heimdall que es el encargado de protegerlo de los ataques del dragón Niöloggr y de una multitud de gusanos que tratan de corroer sus raíces y derrocar a los dioses. Cuenta con la ayuda de las Parcas que lo cuidan, regándolo con las aguas del pozo de Urd. Un puente une Yggdrasil con la morada de los dioses en el arco iris. El gran fresno está habitado en su cima por un águila, por su tronco corre la ardilla Ratatosk, y bajo sus ramas cuatro potros mordisquean sus yemas. Tres son sus raíces principales; una se extiende hacia el reino de los dioses ases. Allí se encuentra la fuente donde nadan los padres de la raza de los cisnes, y con cuyas aguas riegan las Parcas el árbol. Las Parcas deciden el destino de todas las criaturas, que son muchas, descendiendo en algunos casos de elfos, incluso de enanos. (Antigua leyenda escandinava)

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Preguntas: Te proponemos que realices respuestas imaginativas y creativas. Inventa y responde lo que desees, sin demorarte mucho, sin pensar demasiado, con absoluta libertad. Extiéndete en la respuesta para que tu imaginación se ejercite y para que tu memoria del universo se haga presente en tu escritura. (Grabado: John Tenniel)

- ¿Qué manifestó el Caos a los dioses?

Todo empezó cuando las raíces y las hojas se enredaron en una mujer a la cual se plantaron semillas, crecieron dentro de ella y así aprendió a formarse la vida en el universo. Primero nacieron los gatos y ellos con sus ojos alumbraron todo el universo y como hubo luz salieron de la oscuridad todos los otros seres. (María Isabel Torres Ceballos, 11 años, Colombia)

Canta el Caos. Hablan los abismos. La oscuridad. Te invitamos a que realices un escrito en el que hables del Caos. Un escrito en el que expreses a qué se te parece el Caos y cómo de él surge todo lo que existe en el cielo y en la tierra.

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- ¿Qué piensa la estrella acerca de su origen?

- ¿Si tú fueras el origen como te imaginarías a ti mismo? Escribe un mito sobre el origen del mundo:

- ¿Cómo juegan los planetas?

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La magia “Las fronteras de nuestra mente están siempre en movimiento, muchas mentes pueden fluir hacia otras, y crear una única mente, una única energía…” (William Yeats)

Describe la evolución humana, a partir de esta ilustración:

Padre, píntame la tierra en mi cuerpo. Padre, píntame la tierra en mi cuerpo. Padre, píntame la tierra en mi cuerpo. Una nación yo voy a transformar. Una nación de hombres yo haré sagrada. Padre, píntame la tierra en mi cuerpo. (Canto indio de la Nación Sioux)

¡Cómo relincha alegremente! ¡Escucha cómo relincha alegremente el caballo turquí del Dios sol! De pie sobre pieles preciosas, ¡Cómo relincha alegremente! Allá lejos, se nutre de pétalos de flores nuevas: ¡Cómo relincha alegremente! Allá lejos, levanta polvareda de estrellas: ¡Cómo relincha alegremente! Todo oculto en la bruma de pólenes sagrados: ¡Cómo relincha alegremente! Allá lejos, sus vástagos se multiplican eternamente: ¡Cómo relincha alegremente! (Canto indio de la Nación Navajo)

La canción de Amergin

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Yo soy un viento del mar, Yo soy una ola del mar, Yo soy un sonido del mar, Yo soy un buey de siete peleas, Yo soy un ciervo de siete astas, Yo soy un halcón en un risco, Yo soy una lágrima del sol, Yo soy bello entre las flores, Yo soy un jabalí, Yo soy un salmón en un estanque,

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Yo soy un lago en una llanura, Yo soy una colina de poesía, Yo soy una lanza combatiente, Yo soy un dios que forma fuego sagrado para una cabeza. (Antiguo poema celta)

Canto mágico para curar la locura Conjuro antiguo de los dedos Poderes de los árboles, puntas de los dedos, primer grupo de cinco de los cuatro, descubrid todo lo que vuestro poeta pide tamborileando en su frente. Espiga de abedul, pulgar palpitante, con el poder de la adivina ción, abedul, tráele noticias de amor; el corazón late fuertemente. Vara de fresno, dedo índice, con el poder de la adivinación descífrale un enigma; entrégale la clave. Fresno, dedo del medio, con el poder de la adivinación hábil en el pronóstico, ingenuo de otro modo, distribúyelo entre los vientos. Aliso, dedo médico, con el poder de la adivinación diagnostica todas las enfermedades de una mente dudosa. Vara de sauce, dedo de la oreja, con el poder de la adivinación obliga a hacer confesiones a la boca de un hombre en silencio. Puntas de los dedos, cinco tártagos, árboles, que adivinan la verdad, descubrid todo lo que vuestro poeta pide tamborileando en su frente. (Antiguo conjuro celta)

El curandero en un extremo del piso de plata, en un asiento de oro, en un asiento pequeño, está sentado mirando el lugar. El Viento del Norte se hace más fuerte; el curandero está mirando el lugar. El Viento del Norte y el Viento del Sur están peleando; el curandero está mirando el lugar; él es el curandero. Las olas del mar se están levantando con espuma; el curandero está mirando el lugar; él es el curandero. Las olas del mar casi lo alcanzan; el curandero está mirando el lugar; él es el curandero. Las olas del mar casi se han calmado; el curandero está mirando el lugar; él es el curandero. Las olas del mar casi se han alisado; el curandero está mirando el lugar; él es el curandero. La saliva de las olas del mar está salpicando; el curandero está mirando el lugar.

Una lucha entre magos

La saliva de las olas del mar está formando hilos; el curandero está mirando el lugar. Las olas del mar están resplandeciendo con blancura, como la de la garza, las olas del mar están blanqueando; el curandero está mirando el lugar. Los cocoteros del mar se están doblando por el viento; el curandero está mirando el lugar.

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Yo iba hacia mi aldea cargado de regalos. Cuando ya estaba a una milla del pueblo, se interpuso en mi camino el espíritu del hechicero y me pidió que le entregara los regalos. Como yo me negué, se transformó en una serpiente venenosa e intentó alcanzarme con su picadura mortal. Tuve que utilizar yo también mis fuerzas mágicas: en un abrir y cerrar de ojos me transformé en un garrote largo y empecé a golpearlo. Cuando él sintió fuertes dolores y estaba ya cercano a morir, de serpiente se convirtió en un gran fuego, que quemó el garrote hasta dejarlo en cenizas y comenzó a quemarme a mí también. Sin titubeos me convertí en lluvia y lo apagué como si nada. Pero él se apoderó del sitio en que yo estaba, hizo aparecer un pozo profundo donde yo me sumergí de modo inesperado, y sin gran trabajo se adueñó también de la lluvia que caía en el pozo, dentro del cual yo había caído. En cuestión de segundos, el pozo estuvo lleno de agua. Intentó cerrarlo con una tapadera, para que yo no pudiera salir y muriera. Entonces yo me transformé en un gran pez para poder nadar en la superficie. Tan pronto como vio el pez, se trocó en un cocodrilo, saltó al pozo para devorarme. Pero yo ya me había vuelto un pájaro, había recogido todos los regalos en un coco que colgaba de mi pico y volaba hacia el poblado. (Fragmento de un relato anónimo africano)

Las manzanas de los cocos del mar están brillando en el viento; el curandero está mirando el lugar. Las manzanas de los cocos del mar están luciendo en el viento; el curandero está mirando el lugar. Las puntas de los cocos están resonando por el viento; el curandero está mirando el lugar. Las hojas secas de los cocoteros se están moviendo por el viento; el curandero está mirando el lugar. El Sol está oscureciendo la Tierra, el curandero va a acostarse en la hamaca, las sogas de las hamacas están rechinando... (Canto indio de la Nación Kuna) 17


Empuñar el paisaje Los Magos sostienen que, en la mayoría de las gentes que observan un paisaje, se forma una cápsula. Esa cápsula no es tan pequeña como se cree y constituye el médium entre el paisaje y el contemplador. Si el contemplador pudiese arrancar esa cápsula y llevársela consigo se volvería inconmensurablemente dichoso, conquistaría el paraíso en la tierra. Pero para ello es preciso una delicadeza extrema, una fuerza prodigiosa y saber lo que se hace. Es como arrancar de un golpe un árbol con todas sus raíces. Los espíritus malignos que utilizan por doquier medios nemotécnicos, representaciones gráficas, comparaciones, análisis y brutalidades sobre la materia observada, no solamente ignoran a qué me estoy refiriendo, sino que no pueden darse cuenta de la sencillez maravillosa y casi infantil de esa operación que os conduce con simplicidad al umbral del éxtasis. (Henri Michaux, Bélgica) - Para ti: ¿Qué es la magia?

- ¿Cuáles son los poderes y cuál es la historia de este chamán?

Dibuja un círculo con tiza en el patio. Siéntate en el centro del círculo y no dejes que entre en ti ninguna fuerza destructiva. Ahora cierra los ojos y sueña. Y escribe un relato mágico:

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Los sueños y las estrellas

Realiza un juego donde los niños en grupo elaboran un conjuro curativo para la convivencia y creación del taller. Es un conjuro contra la agresividad y la violencia del lenguaje en el grupo. Escribe aquí el conjuro:

La creación La mujer y el hombre soñaban que Dios los estaba soñando. Dios los soñaba mientras cantaba y agitaba sus maracas, envuelto en humo de tabaco, y se sentía feliz, estremecido por la duda y el misterio. Los indios Makiritare saben que si Dios sueña con comida, fructifica y da de comer. Si Dios sueña con la vida, nace y da nacimiento. La mujer y el hombre soñaban que en el sueño de Dios aparecía un gran huevo brillante. Dentro del huevo, ellos cantaban y bailaban y armaban mucho alboroto, porque tenían enormes deseos de nacer. Soñaban que en el sueño de Dios la alegría era más fuerte que la duda y el misterio; y Dios, soñando, los creaba, y cantando decía: —Rompo este huevo y nace la mujer y nace el hombre. Y juntos vivirán y morirán. Pero nacerán nuevamente. Nacerán y volverán a morir y otra vez nacerán. Y nunca dejarán de nacer, porque la muerte no existe. 20

(Leyenda india de la Nación Guaraní)

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El sueño del Rey -Ahora está soñando. ¿Con quién sueña? ¿Lo sabes? -Nadie lo sabe. -Sueña contigo. Y si dejara de soñar, ¿qué sería de ti? -No lo sé. -Desaparecerías. Eres una figura de su sueño. Si se despertara ese Rey te apagarías como una vela. (Lewis Carroll, Inglaterra)

Carta de Bettina Brentano a Achim von Arnim

Sueño de la mariposa Chuang Tzu soñó que era una mariposa. Al despertar ignoraba si era Chuang Tzu que había soñado que era una mariposa, o si era una mariposa y estaba soñando que era Chuang Tzu. (Chuang Tzu, China)

Qué grandeza, qué fuerza ha asumido para mí ahora ese instante de mi sueño, pues desde hace mucho tiempo siento este deseo en la realidad y percibo al despertar la cercana posibilidad de convertir el invierno en primavera, y que tu pie sea un soporte para los míos. Sí, el soñador no debe contar sus años, pues ignora si es joven o viejo. Se dice con frecuencia que Dios no puede hacer que lo que es deje de ser; el sueño prueba lo contrario.

La sentencia Aquella noche, en la hora de la rata, el emperador soñó que había salido de su palacio y que en la oscuridad caminaba por el jardín, bajo los árboles en flor. Algo se arrodilló a sus pies y le pidió amparo. El emperador accedió; el suplicante dijo que era un dragón y que los astros le habían revelado que al día siguiente, antes de la caída de la noche, Wei Cheng, ministro del emperador, le cortaría la cabeza. En el sueño, el emperador juró protegerlo. Al despertarse, el emperador preguntó por Wei Cheng. Le dijeron que no estaba en el palacio; el emperador lo mandó buscar y lo tuvo atareado el día entero, para que no matara al dragón, y hacia el atardecer le propuso que jugaran al ajedrez. La partida era larga, el ministro estaba cansado y se quedó dormido. Un estruendo conmovió la tierra. Poco después irrumpieron dos capitanes, que traían una inmensa cabeza de dragón, empapada en sangre. La arrojaron a los pies del emperador y gritaron: -¡Cayó del cielo! Wei Cheng, que había despertado, la miró con perplejidad y observó: -Qué extraño, yo soñé que mataba a un dragón así. 22

Pienso con frecuencia que el sueño es preferible al estado de vigilia: en el sueño las fronteras de la existencia se derrumban, nadie puede retenerme en la veloz carrera que me arrastra. Pero cuando estoy despierta vuelvo a encontrarme bien. Cuando sueño, mi lecho angosto es un asilo donde los mares son inmensos y las montañas desmesuradas, donde el Infinito se somete, toma forma y raíces. Además, únicamente en el sueño se presiente cuán infinita es el alma; el hombre navega, en uno solo de sus pensamientos, en uno solo de sus soplos, como un pececito en el agua, desconoce su origen y su destino. Si durante el día deseaba escalar las montañas, por la noche me encontraba en ellas, sumergiendo mi mirada en la inmensidad, hasta en las hondonadas más sombrías, que mi vista no alcanzaba. Y los árboles eran tan altos, que bien habría podido alzar eternamente la vista para distinguir la más alta de las cimas…

(Tsao Hsue-Kin , China)

Poema El Caballo Alado 1. Supongamos que un poeta escribe sobre un niño que sueña con un caballo alado. 2. Supongamos que el poeta no percibe entonces otra cosa que la existencia del niño y su sueño. 3. Por tanto el poeta necesariamente considerará al niño y su sueño como presentes. 4. Es decir, que no podrá dudar tampoco de la existencia del caballo alado aunque no esté seguro de ella. (Luis Rogelio Nogueras, Cuba)

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Un haikú es un poema breve de tres versos, dedicados casi siempre a la naturaleza. En otras palabras un haikú es “lo que está sucediendo en este lugar, en este momento”. Estos son tres ejemplos de haikús:

Hermoso espectáculo A través de la hendija en la ventana La Vía Láctea (Issa, Japón)

En la ventana la luna Que el ladrón Olvidó (Ryokan, Japón)

En el árbol Desnudo Las estrellas (Shiki, Japón) Escribe tres haikús sobre la tierra y el cielo:

Somos el canto de las estrellas Somos el canto de las estrellas. Cantamos con nuestra luz. Somos los pájaros de fuego. Cantamos por encima del cielo. Nuestra luz es una voz. Abrimos una ruta a los espíritus para que pasen los espíritus. Entre nosotros, tres cazadores Cazan un oso. Jamás hubo un tiempo En que no lo cazasen. Estamos sobre las montañas. Y este es el canto de las estrellas. (Canto indio de la Nación Algonquina)

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Por la noche en la playa, solo Por la noche en la playa, solo, Mientras la anciana madre la arrulla cantándole con voz apagada una canción, Mientras veo brillar a las estrellas, pienso en las claves de los universos y en el futuro, Una vasta similitud une todas las cosas, Todas las esferas, las que han nacido, las que aún no nacen, Las pequeñas, las grandes, los soles, las lunas, los planetas, Todas las distancias del espacio, aún las más vastas, Todas las almas, todos los cuerpos vivientes diversos y de mundos diversos, Todos los procesos gaseosos, líquidos, vegetales, minerales, Los peces, los animales, Todas las naciones, colores, sociedades primitivas, civilizaciones, idiomas, Todas las identidades que han existido o pueden existir en este mundo o en cualquier otro, Todas las vidas y muertes, todas las cosas pasadas, presentes y futuras Esta vasta similitud las alcanza a todas y las ha alcanzado siempre, Y las alcanzara siempre, y las unirá y encerrará siempre. (Walt Whitman, Estados Unidos)

El poeta piensa en su pasada grandeza cuando formaba parte de las Constelaciones Celestes La cerveza he bebido del País de los Jóvenes y por saberlo todo he prorrumpido en llanto; he sido un avellano y se escondían la Estrella del Navegante y el Arado Curvado entre mis hojas en lejanos tiempos; y me troqué en un junco, que los caballos pisan; y me troqué en un hombre, enemigo del viento, y supe solamente que nunca mi cabeza descansaré en el pecho de la mujer querida, ni vivo, rozarán mis labios su cabello. ¡Oh bestia de los bosques y pájaro del aire! ¿Hasta cuándo habré de soportar vuestro grito amoroso?

Estos son los nombres de algunas estrellas y constelaciones, con los que puedes imaginar y escribir algunos relatos: El Río Erídano, Aldebarán, Antares, Capella, Rigel, Andrómeda, La Cabellera de Berenice, La Osa Mayor, Las Pléyades, Achernar, Betelgeuse, Alfa, Crucis, Altair, Alcor, Estrella Polar, Espiga, Pólux, Sextante, Auriga, Fomalhaut, Deneb, Castor, Gamma, Shaula, Cabrillas, Canícula, Dragón, Tauro, Espiga y Lince. Las estrellas sueñan. Hoy vamos a escribir el sueño de las estrellas. La estrella de los mares celestiales sueña con un delfín, en el corazón de una galaxia que tiene forma de fruta madura con flores de meteoritos. También podemos inventar los nombres de otras estrellas y escribir los sueños en los que aparecen los seres principales del universo.

(William Yeats, Irlanda)

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Escribe un diálogo entre dos estrellas: Escribe el diálogo entre una estrella y un niño:

(Noche estrellada: Van Gogh)

Comparaciones La estrella Ombligo de Caballo es mágica como ______________________________ La estrella polar es misteriosa como__________________________________________ Escribe un diálogo entre una estrella y un animal

La estrella___________________es fantástica como____________________________ La estrella___________________es esplendorosa como________________________ La estrella___________________es profunda como___________________________ La estrella___________________es_______________como_______________________ La estrella___________________es______________como_______________________

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La estrella____________________es______________como______________________

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Animales fantásticos

(Grabado: M. C. Escher)

Antiguos proverbios africanos

Escribe el sueño más bello que hayas soñado:

(El Jardín de las Delicias: El Bosco)

Si una serpiente muerde a un joven, éste se asusta cuando ve una lombriz. Los monitos se burlan mutuamente de sus órbitas profundas. El oso hormiguero en su agujero, la tortuga en su casa. A la jicotea le gusta bailar, pero no tiene cintura. No embarques nunca al cocodrilo en tu piragua. Quien pasa la noche en la charca despierta primo de las ranas. De noche todas las vacas son grandes vacas negras. Si el león está ausente, los antílopes bailan. Dos leones se respetan mutuamente sus melenas. Más le valen tres patas a un tigre en la selva que cuatro en una trampa. El pensamiento de un lobo basta para matar una oveja. La cebra no se deshace de sus rayas; la corteza de un árbol no se adhiere a otro. Cuando el puerco espín es llevado a un trabajo forzado, el erizo no debe alzarse y decir: ¡hasta luego!

Dos leyendas medievales sobre el tigre

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Existe un cuadrúpedo semejante al león, de hocico más largo y más curvado. Se encuentra en la India, y lo llaman tigre; se dice que guarda a sus crías en una bola de cristal hueca. Cuando descubre que han robado a su cachorro, se precipita tras las huellas del ladrón a la velocidad del viento, y lo alcanza, por grande que sea la distancia que los separa. Entonces, el ladrón entrega al tigre su cachorro dentro de la bola de vidrio, y el cuidadoso animal teme romperla y herir al cachorro. Se lo lleva de regreso a su guarida, haciendo rodar la esfera de cristal delante de sí. ***

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Existe un animal llamado tigre, que es una variedad de serpiente. Esta bestia es de tal naturaleza, tan feroz y cruel, que ningún hombre vivo se atreve a acercarse a ella. Y cuando sucede que este animal tiene cachorros, y que los cazadores han averiguado dónde se encuentran, se los quitan por el procedimiento que vais a oír aquí. Los cazadores toman espejos y los llevan consigo cuando van a apoderarse de los cachorros del tigre. Acechan al animal hasta que ven que se marcha a vagabundear, y que no está en su guarida con los cachorros; entonces se los llevan fuera del cubil. Y toman los cazadores sus espejos, colocándolos en el camino a medida que avanzan. La tigresa es de tal naturaleza, que por muy enfurecida que se halle, no puede ver un espejo sin fijar sus ojos en él. Piensa entonces que los que allí ve son sus cachorros; goza de su imagen con gran placer, y piensa ciertamente haber encontrado a su prole. Y tanto se deleita contemplando la belleza de su hermosa estampa, que olvida perseguir a quienes le han quitado a sus cachorros. Y allí permanece inmóvil, como si la hubiese capturado. Y así es como se llevan los cazadores sus cachorros.

La cabra del Tibet El león sediento Un león sediento se aproximó hasta un lago para beber y al acercarse vio su rostro reflejado en el agua, entonces dijo: -¡Vaya! Este lago debe de pertenecer a este león. Tengo que tener mucho cuidado con él. Se alejó de las aguas, pero tenía tanta sed que regresó al cabo de un rato. Allí estaba otra vez ese león. ¿Qué hacer? No había otro lago cercano. Otra vez retrocedió. Unos minutos después volvió a intentarlo y, al ver al león, abrió sus fauces de forma amenazadora, pero el otro león hizo lo mismo, y sintió terror. Salió corriendo, pero volvió varias veces, aunque siempre huía espantado.

(Guillaume Apollinaire, Francia)

Pero como la sed era cada vez más intensa, tomó finalmente la decisión de beber agua del lago sucediera lo que sucediera. Así lo hizo. Y al meter la cabeza en las aguas el otro león desapareció.

La langosta

(Relato anónimo africano)

Proverbios

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Los pelos de esta cabra, y esos Dorados, el embeleso De Jasón, nada son al lado De las que me han enamorado.

El gusano perdona al arado que lo corta. A la atareada abeja no le queda tiempo para la pena. No hay pájaro que vuele demasiado alto si lo hace con sus propias alas. La ira del león es la sabiduría de Dios. El zorro condena a la trampa, no a sí mismo. Dejad que el hombre vista la melena del león y la mujer el vellón de la oveja. El ave un nido, la araña una tela, el hombre la amistad. Nunca el águila malgastó tanto su tiempo como cuando se propuso aprender del cuervo. El zorro se provee a si mismo; pero Dios provee al león. Cuando ves un águila, ves una porción de Genio: ¡Alza la cabeza! El cuervo quisiera que todo fuese negro; el búho, que todo fuese blanco. Si el león recibiese consejos del zorro, sería astuto. (William Blake, Inglaterra)

Es esta la esbelta langosta, El alimento de San Juan; Ojalá mis versos, como ella, De buenas gentes sea el pan. (Guillaume Apollinaire, Francia)

El cangrejo Incertidumbre, iremos lejos y alegres, sin volver jamás, Así como van los cangrejos; De para atrás... de para atrás... (Guillaume Apollinaire, Francia) 35


Un animal soñado Es un animal con una gran cola, de muchos metros de largo, parecida a la del zorro. A veces me gustaría tener su cola en la mano, pero es imposible; el animal está siempre en movimiento, la cola siempre de un lado para el otro. El animal tiene algo de canguro pero la cabeza, chica y oval, no es característica y tiene algo de humana. Solo los dientes tienen fuerza expresiva, ya los oculte o los muestre. Suelo tener la expresión de que el animal quiere amaestrarme. Si no ¿qué propósito puede tener retirarme la cola cuando quiero agarrarla y luego esperar tranquilamente que ésta vuelva a atraerme, y luego volver a saltar? (Franz Kafka, República Checa)

Un mono El pequeño mono me mira... ¡Quisiera decirme Algo que se le olvida! (Juan José Tablada, México)

(Pintura de Iván Bilibin)

El cien cabezas El cien cabezas es un pez creado por el karma de unas palabras, por su póstuma repercusión en el tiempo. Una de las biografías chinas de Buda refiere que éste se encontró con unos pescadores que halaban una red. Al cabo de infinitos esfuerzo, sacaron a la orilla un enorme pez, con una cabeza de mono, otra de perro, otra de caballo, otra de zorro, otra de cerdo, otra de tigre y así hasta el número cien. El Buda le preguntó: - ¿No eres Kapila? - Soy Kapila, respondieron las cien cabezas antes de morir.

En Lilliput Hormigas sobre un Grillo inerte. Recuerdo De Gulliver en Lilliput... 36

(Juan José Tablada, México)

El Buda explicó a los discípulos que en una encarnación anterior, Kapila era un brahmán que se había hecho monje y que a todos había superado en inteligencia sobre los textos sagrados. A veces, los compañeros se equivocaban, y Kapila les decía “Cabeza de mono, cabeza de perro”. Cuando murió, el karma de estas injurias acumuladas lo hizo renacer como un monstruo acuático, agobiado por todas las cabezas que había dado a sus compañeros. (Jorge Luis Borges, Argentina)

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El hambre

El mono

Este es el hambre. Un animal todo colmillo y ojo. Nadie lo engaña ni distrae. No se harta en una mesa. No se contenta con un almuerzo o una cena. Anuncia siempre sangre. Ruge como león, aprieta como boa, piensa como persona. El ejemplar que aquí se ofrece fue cazado en la India (suburbios de Bombay), pero existe en estado más o menos salvaje en otras muchas partes. No acercarse.

…Ya muchos milenios antes (¿cuántos?), los monos decidieron acerca de su destino oponiéndose a la tentación de ser hombres. No cayeron en la empresa racional y siguen todavía en el paraíso: caricaturales, obscenos y libres a su manera. Los vemos ahora en el zoológico, como un espejo depresivo: nos miran con sarcasmo y con pena, porque seguimos observando su conducta animal. (Juan José Arreola, México)

Justicia vino el pájaro y devoró al gusano vino el hombre y devoró al pájaro vino el gusano y devoró al hombre

(Nicolás Guillén, Cuba)

(Blanca Varela, Perú) ¿Qué es una metamorfosis?

La jirafa …Con todos sus derroches de técnica, que complican extraordinariamente su galope y sus amores, la jirafa representa mejor que nadie los devaneos del espíritu: busca en las alturas lo que otros encuentran a ras del suelo. (Juan José Arreola, México)

El elefante

(Grabado: M.C. Escher)

…En vez de calcular, vámonos todos al circo y juguemos a ser los nietos del elefante, ese abuelo pueril que ahora se bambolea al compás de una polka... - No. Mejor hablemos del marfil. Esa noble sustancia, dura y uniforme, que los paquidermos empujan secretamente con todo el peso de su cuerpo, como una material expresión de pensamiento. 38

(Juan José Arreola, México)

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Escribe una historia sobre este grifo preocupado. ¿Cuándo nació, quiénes eran sus padres, cómo se ha desarrollado su vida y qué está haciendo ahí?

y sus aventuras. Escribe una historia donde ellos actúen mágicamente. Por ejemplo: El toro de siete soles en el cuello es un animal que habita en el séptimo cielo de los grandes arcoíris. Se divierte jugando con las estrellas y canta junto a los remolinos de cometas que llevan en su cola ríos de aerolitos. Este animal gigante como el sistema solar es amigo de los pájaros de siete voluntades, viajeros por las profundidades del universo donde hay una música tan fantástica que los hijos del relámpago se vuelven magos.

(Grabado: John Tenniel)

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41 Inventa los nombres de animales fantásticos y luego describe sus costumbres, sus amistades

Metáforas. Las metáforas asocian y conectan objetos y seres que parecen distantes o distintos.


Construyamos metáforas con animales fantásticos o mitológicos. Ejemplos:

ejemplo:

-Tus mejillas son duendes de mermelada. -De lo caliente que está, el viento es el bostezo de un dragón. -El río es una gran serpiente de plata

Al centauro: un árbol de estrellas y un talismán de rosas Al grifo: una historia para dormir y el cielo dorado Al dragón: un continente de hielo y la risa de la luna

Escribe diez metáforas:

Te proponemos que hagas tus propias dedicatorias a cada uno de los seres míticos de la siguiente lista: Duendes, elfos, gnomos, sirena, hada, ogro, Gorgona, Minotauro, ciclope y Pegaso.

A los duendes:

A los elfos:

A los gnomos:

A la sirena:

Al hada:

Al ogro:

A la Gorgona:

Al Minotauro:

Al cíclope: 42 Dedicatorias. Ahora realizaremos dedicatorias a seres y animales fantásticos o mitológicos. Por

A Pegaso:

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Canto de la tierra

La naturaleza

Toda la tierra es una sola alma, somos parte de ella. No podrán morir nuestras almas. Cambiar si pueden, pero no apagarse. Somos una sola alma Como hay un solo mundo. (Canto indio de la Nación Araucana)

(Dibujo: Edward Lear)

Adivinanza Adivinad qué es esto: La fuerte criatura anterior al Diluvio, sin carne, sin huesos, sin venas, sin sangre, sin cabeza, sin pies... En el campo, en el bosque... Sin mano, sin pie. Además, es tan extensa como la superficie de la tierra, y no nació, ni fue vista... Respuesta: (otneiv lE) (De la Diosa Blanca, Robert Graves)

Tres esencias primarias que hay en el poder de tu mente: Un ojo que puede ver la naturaleza Un corazón que puede sentir la naturaleza Una osadía que se atreve a dialogar con ella

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Enigma de los antiguos poetas irlandeses El día que no es día exige un árbol que no es árbol, que crece bajo pero altivo. Cuando la pálida reina del Otoño echa sus hojas mis hojas están recién empenachadas en sus ramas. Cuando el manzano silvestre deja caer su excelente fruto mi fruto que cura todo cuelga maduro de sus ramas. Mirad los pilares gemelos del templo de verde y oro, el dominante dintel de piedra blanco. Pues aquí con blanco y verde y oro brillo. Injertadme en el Rey cuando su savia asciende para que pueda florecer con él cuando comienza el año, para que pueda cegarlo en su hora de alegría.

Mi pensamiento es hijo de la selva (fragmento) Yo alcancé a conocer los blancos jardines del mar y dentro de ellos dormía un ave y ésta era la imagen de mi mente. Me llevó a conocer el inmenso puente por donde debía pasar al jardín de las ciencias y conocer el canto de ese pájaro, que se despertó de los vaivenes que sacuden su larga cabellera de espumas. Por la fe se le oye el canto y es el pájaro de la inmortalidad del alma humana… El indio logró interpretar el pensamiento de la hormiga y de los varios insectos que cultiva la Naturaleza. El pensamiento de la hormiga más pequeña es el mismo que tiene el cóndor cuando está acabando de vestirse en la cueva; es el mismo que tienen los hijos del tigre y es el mismo que tiene el hijo del hombre. Pues la hormiga,

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al desenvolver sus alas y salir de la guarida, no sigue el camino de las otras, sino que trepa sobre la arena y bate sus alas, desafiando al infinito, porque se siente potente. Pero al trazar el camino la asalta su enemigo, y asimismo asalta el error al hombre… (Manuel Quintín Lame Chantre, indígena de la Nación Nasa)

Carta del cacique Seattle al presidente norteamericano Franklin Pierce Cada pedazo de esta tierra es sagrado para mi pueblo. Cada rama brillante de un pino, cada puñado de arena de las playas, la penumbra de la densa selva, cada rayo de luz y el zumbar de los insectos son sagrados en la memoria y vida de mi pueblo. La savia que recorre el cuerpo de los árboles lleva consigo la historia del piel roja. Somos parte de la tierra y ella es parte de nosotros. Las flores perfumadas son nuestras hermanas; el ciervo, el caballo, el gran águila, nuestros hermanos. Los picos rocosos, los surcos húmedos de las campiñas, el cuerpo sudoroso del potro y el hombre, todos pertenecemos a la misma familia.

(Alfabeto celta de los árboles)

… Esta agua brillante que se escurre por los riachuelos y corre por los ríos no es apenas agua, sino la sangre de nuestros antepasados… Ustedes deberán recordar que la tierra es sagrada, y deberán enseñar a sus niños que ella es sagrada y que cada reflejo sobre las aguas limpias de los lagos hablan de acontecimientos y recuerdos de la vida de mi pueblo. El murmullo de los ríos es la voz del padre de mi padre. Los ríos son nuestros hermanos, sacian nuestra sed. Los ríos cargan nuestras canoas y alimentan a nuestros niños… Ustedes deberán dar a los ríos la bondad que le dedicarían a cualquier hermano. … Mi pueblo prefiere el suave murmullo del viento encrespando la superficie del lago, y el propio viento, limpio por una lluvia diurna o perfumado por los pinos. El aire es de gran valor para nosotros, pues todas las cosas participan del mismo aliento: el animal, el árbol, el hombre, todos. El hombre blanco parece no dar importancia al aire que respira, a semejanza de un hombre muerto desde hace varios días, que es insensible a su propio hedor. … ¿Qué es el hombre sin los animales? Si todos los animales se fuesen, el hombre moriría de una gran soledad de espíritu, pues lo que ocurra con los animales en breve ocurrirá a los hombres. Hay una unión en todo. … Nuestros muertos siguen viviendo entre las dulces aguas de los ríos, y regresan con cada suave paso de la primavera, y sus almas van con el viento que sopla, rizando la superficie del lago. Todo lo que le ocurra a la tierra, le ocurrirá a los hijos de la tierra. Si los hombres escupen en el suelo, están escupiendo sobre sí mismos. Esto es lo que sabemos: la tierra no pertenece al hombre; es el hombre el que pertenece a la tierra. Todas la cosas están relacionadas como la sangre que une una familia.

El árbol Me detuve y fui un árbol en medio del bosque y supe la verdad de cosas nunca vistas; de Daphne y la rama de laurel y de esa vieja pareja que adoraba a los dioses convertida en olmo -roble en la campiña-. No fue sino hasta que los dioses fueron invocados con aprecio, y llamados al calor del hogar en su corazón, que pudieron hacer este prodigio; con todo, he sido un árbol en medio del bosque y muchas cosas comprendí que antes a mi cabeza le parecían locuras. (Ezra Pound, Estados Unidos)

Lo que ocurra con la tierra recaerá sobre los hijos de la tierra. El hombre no tejió el tejido de la vida; él es simplemente uno de sus hilos. Todo lo que hiciere al tejido, lo hará a sí mismo. 46

La tierra es preciosa, y despreciarla es despreciar a su creador... Este destino es un misterio para nosotros, pues no comprendemos que los búfalos sean exterminados, los caballos bravíos sean todos domados, los rincones secretos del bosque denso sean impregnados del olor de muchos hombres y la visión de las montañas obstruida por hilos de hablar.

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—Grandes e inhabitadas salas —dice la piedra— pero no hay lugar en ellas. Hermosas, tal vez, pero no para el gusto de tus pobres sentidos. Puedes reconocerme, pero no me conocerás nunca. Dirijo hacia ti toda mi superficie, interiormente permanezco de espaldas.

Conversación con la piedra Toco a la puerta de la piedra. —Soy yo, déjame entrar. Quiero meterme en ti, mirar alrededor, tomarte como si fueras aire. —Vete —dice la piedra. Estoy herméticamente cerrada. Incluso hecha pedazos estaremos herméticamente cerradas. Aun pulverizadas no admitiremos a nadie. Toco a la puerta de la piedra. —Soy yo, déjame entrar. Vengo por curiosidad pura. La vida es la única ocasión. Quiero recorrer tu palacio y luego visitar a la hoja y a la gota de agua. Tengo poco tiempo para todo. Mi mortalidad debería conmoverte. —Soy de piedra —dice la piedra. Imposible perturbar mi seriedad. Vete de aquí. No tengo músculos para la risa.

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Toco a la puerta de la piedra. —Soy yo, déjame entrar. He escuchado que hay en ti grandes e inhabitadas salas, hermosas en vano, nunca vistas, sordas, sin el eco de los pasos de nadie. Reconoce que tú misma poco sabes de ello.

Toco a la puerta de la piedra. —Soy yo, déjame entrar. No busco en ti refugio eterno. No soy infeliz ni carezco de techo. Mi mundo merece el retorno. Entraré y saldré con las manos vacías Y como prueba de que estuve de verdad en ti no presentaré mas que palabras en las que nadie creerá. —No entrarás —dice la piedra. Te falta el sentido de la participación. Ningún otro sentido sustituye al de ser parte. Ni siquiera la vista omnividente te servirá de nada sin el sentido de ser parte. No entrarás, apenas tienes una idea vaga de ese sentido, estará en germen en ti, tendrás su imagen. Toco a la puerta de la piedra. —Soy yo, déjame entrar. No puedo esperar dos mil siglos para estar bajo tu techo. —Si no me crees —dice la piedra— dirígete a la hoja y te dirá lo que yo. A la gota de agua y te dirá lo que la hoja. Pregúntale al final a un cabello de tu propia cabeza. La risa me revienta, la risa, una risa enorme con la que no sé reírme. Toco a la puerta de la piedra. —Soy yo, déjame entrar. —No tengo puerta —dice la piedra. (Wislawa Szymborska, Polonia)

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La pelea del año Y suena la campana para el tercer mes y el invierno viene de su esquina con aspecto de groggy la Primavera se adelanta con una izquierda a la cabeza seguida de un violento derechazo del cuerpo narcisos prímulas azafranes campanillas lilas violetas el Invierno no soporta más castigo y la Primavera no parece cansarse renacuajos ardillas corderos tejones conejillos liebres locas de marzo caballos y sabuesos la Primavera no tiene piedad el Invierno no llegará a los doce rounds lanosas nubes vientos bribones el sol un artista de la calle en cada pueblo una izquierda a la mandíbula y el Invierno se viene abajo Tomates Rábanos Pepinos Cebollas Remolachas Apio Y toda Clase De lechugas Para el almuerzo. La cuenta del árbitro deja fuera al Invierno Vence la Primavera.

- ¿De qué manera somos nosotros la Naturaleza? Escribe un relato en el que tú eres TODA la Naturaleza:

Escribe lo que sientes cuando estás en el campo, en un río, bajo el sol o bajo las estrellas:

(Roger McGough, Inglaterra) 50

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Cuentos orientales

Escribe de qué forma trata el hombre a la Naturaleza y cómo podemos ayudarla a recuperarse. - ¿Qué haces tú para cuidar la Tierra?

(Grabado: Katsushika Hokusai)

koanes Dos monjes estaban discutiendo acerca de una bandera. Uno dijo: “La bandera se está moviendo”. El otro dijo: “El viento se está moviendo”. Sucedió que el sexto patriarca, Zenón, pasaba justamente por ahí. Él les dijo: “Ni el viento, ni la bandera; la mente se está moviendo”. *** Joshu preguntó al maestro Nansen: “¿Cuál es el verdadero Camino?” Nansen respondió: “El camino de cada día es el verdadero Camino”. Joshu preguntó: “¿Puedo estudiarlo?”. Nansen respondió: “Cuanto más lo estudies, más te alejarás del Camino”. Joshu pregunto: “Si no lo estudio, cómo puedo conocerlo?”. Nansen respondíó: “El Camino no es de las cosas que se ven, ni de las cosas que no se ven. No es de las cosas conocidas, ni de las cosas desconocidas. No lo busques, ni lo estudies, ni lo nombres. Para alcanzarlo, ábrete con la amplitud del cielo”. 52

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Dice el discípulo: -Os ruego me mostréis el camino de la liberación. Responde el maestro: -¿Quién te tiene prisionero? -Nadie. -¿Por qué buscas, pues, la liberación? *** Un koan es una respuesta absurda a una pregunta disparatada. Un kōan muy famoso es aquel en el que el maestro hace un palmoteo y dice: “Este el sonido de dos manos, ¿cuál es el sonido de una sola mano?”. Escribe tres koanes:

El músico y el emperador Un día, el emperador Akhbar, el gran jefe mogol, dijo a su músico cortesano Tansen, no menos famoso que él: ‘Dime, oh gran maestro, ¿quién fue el que te enseñó?’. Le respondió: ‘Majestad, mi maestro es un gran músico; aun más que eso: no puedo llamarlo ‘músico’, tengo que decirle música’. El emperador siguió preguntando: ‘¿Puedo escucharlo cantar?’. Tansen respondió: ‘Quizá, lo intentaré. Pero usted no puede pensar en hacerlo llamar a la corte’. ‘¿Puedo ir a donde está?’. El músico dijo: ‘Incluso su orgullo puede rebelarse si llega a pensar que tiene que cantar ante un rey’. ‘Entonces puedo ir como tu criado’. ‘Si, entonces existirá una esperanza’, opinó Tansen. De este modo, los dos subieron hasta el Himalaya, hasta las altas cumbres donde el santo tenía su templo en una cueva, viviendo en armonía con el infinito, en medio de la naturaleza. Cuando llegaron, el músico iba a lomo de un caballo, mientras Akhbar iba a pie. El santo vio que el emperador se había humillado para escuchar su música y aceptó cantar para él. Su canto era inmenso. Parecía como si todos los árboles y plantas del bosque vibraran; era el Canto del Universo. La profunda impresión que causó en Akhbar y Tansen fue algo que no pudieron soportar; cayeron en un estado de paz e inspiración. Cuando aún se hallaban en ese estado, el maestro abandonó la cueva. Al abrir sus ojos, ya no estaba.

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El emperador dijo: ‘¡Qué milagro tan extraño! ¿A dónde ha ido el maestro?’. Tansen respondió: ‘Jamás volverá a encontrarlo en esta cueva. Pues cuando una persona lo ha disfrutado una vez, entonces trata de seguirlo aunque le cueste la vida. Él es más grande que todo lo demás de la vida’. Una vez que hubieron retornado a casa, el emperador le preguntó al músico: ‘Dime, ¿qué serie tonal, fue la que cantó el maestro?’. Tansen le dijo el nombre y lo cantó para él, pero el emperador no se sintió satisfecho. ‘Si, es la misma música, pero no el mismo espíritu. ¿Por qué sucede eso?’ Tansen respondió: ‘La razón está en que yo canto para ti, el emperador de este país, mientras que mi maestro cantó para Dios. Esa es la diferencia’. (Hazrat Inayat Jan, India)

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Momotaro

— ¡Mono, salta la muralla! ¡Vamos, preparaos! —dice Momotaro. Y grita: — ¡Eh, vosotros, Demonios, Diablos, aquí estamos! ¡Salid! ¡Aquí estamos para venceros, Genios!

Una vez, hace muchos años, en un pueblecito de la montaña, un hombre y una mujer muy viejos vivían en una solitaria cabaña de leñadores. Un día que había salido el sol y el cielo estaba azul, el viejo fue en busca de leña y la anciana bajó a lavar al arroyo estrecho y claro, que corre por las colinas.

El Faisán con su pico, el Perro con los dientes, el Mono con las uñas y Momotaro con sus brazos, luchan denodadamente. Los Genios, al verse perdidos, se lamentan y dicen: — ¡Nos rendimos! Sabemos que hemos sido malos, nunca más volveremos a serlo. Os entregamos el tesoro y todas nuestras riquezas.

¿Y qué es lo que vieron? Flotando sobre el agua y solo en la corriente, un gran melocotón (durazno). La mujer exclamó: — ¡Marido, abre con tu cuchillo este melocotón!

Sobre una carreta cargan el tesoro y todas las riquezas que guardaban los Genios. El perro tira de la carreta, el Mono empuja por detrás y el Faisán les indica el camino. Y Momotaro, encima de los tesoros, entra en su pueblo donde todos lo aclaman como vencedor. (Cuento popular japonés)

¡Qué sorpresa! ¿Qué es lo que vieron? Dentro estaba Momotaro, un hermoso niño. Se lo llevaron a su casa y Momotaro se crió sano y fuerte. Siempre estaba corriendo, saltando y peleándose para divertirse, y cada vez crecía más y más y se hacía más corpulento que los otros niños del contorno. En el pueblo todos se lamentaban: — ¿Quién nos salvará de los Demonios y de los Genios y de los terribles Monstruos? —Yo seré quien los venza —repuso Momotaro—. Yo iré a la isla de los Genios y de los terribles Monstruos y los venceré. — ¡Dadle su armadura! —dicen todos—. Y dejadle ir. Con un estandarte enarbolado va Momotaro a la isla de los Genios Malignos. Va provisto de comida para mantener su fortaleza. Por el camino se encuentra a un perro que le dice: — ¡Guau, guau, guau! ¡Momotaro! ¿Adónde te diriges? ¿Me dejas ir contigo? Si me das comida, yo te ayudaré a vencer a los Demonios. — ¡Ki, ki, kia, kia! —dice el mono—. ¡Momotaro, eh, Momotaro, dame comida y déjame ir contigo! ¡Les daremos su merecido a esos malditos Genios! — ¡Kra, kra! —dice el faisán—. ¡Dame comida e iré con vosotros a la isla de los Genios para vencerlos!

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El paisajista Wu Tao Tzu, un pintor de mucho talento fue enviado por el emperador a una provincia lejana y desconocida, recién conquistada, con la misión de traer imágenes pintadas. El deseo del emperador era conocer así aquellos lugares remotos. El pintor viajó mucho, visitó y observó detenidamente todos los parajes de los nuevos territorios, pero regresó a la capital sin una sola imagen, sin ni siquiera un boceto. El emperador se sorprendió por ello y se enojó mucho.

Momotaro, con el Perro, el Mono y el Faisán, se hace a la vela para ir al encuentro de los Genios y derrotarlos. Pero la isla está muy lejos, muy lejos y el mar, embravecido. El mono desde el mástil grita:

Entonces Wu Tao Tzu el pintor pidió que le habilitaran un gran lienzo de pared del palacio. Sobre aquella pared representó todo el país que acababa de recorrer. Cuando el trabajo estuvo terminado, el emperador fue a visitar el gran fresco. El pintor, varilla en mano, le explicó todos los rincones de la lejana provincia: los poblados, las montañas, los ríos, los bosques...

— ¡Adelante, a toda marcha! — ¡Guau, guau, guau! —se oye desde popa. Y en el cielo se escucha: — ¡Kra, kra! Nuestro capitán no es otro que el valiente Momotaro. Desde lo alto del cielo el Faisán espía la isla y avisa:

Cuando la descripción finalizó, el pintor se acercó a un estrecho sendero que salía del primer plano del fresco y parecía perderse en el espacio. Los ayudantes tuvieron la sensación de que el cuerpo de Wu Tao Tzu se adentraba en el sendero, que avanzaba poco a poco en el paisaje, que se hacía más pequeño y se iba perdiendo a lo lejos. Pronto una curva del sendero lo ocultó a sus ojos. Y al instante desapareció todo el paisaje y quedó el inmenso muro desnudo.

— ¡El guardián se ha dormido! ¡Adelante!

(Antigua leyenda china)

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La aniquilación de los ogros La vida de una tribu entera de ogros puede estar concentrada en dos abejas. El secreto, sin embargo, fue revelado por un ogro a una princesa cautiva, que fingía temer que éste no fuera inmortal. Los ogros no morimos, dijo el ogro para tranquilizarla. No somos inmortales, pero nuestra muerte depende de un secreto que ningún ser humano adivinará. Te lo revelaré, para que no sufras. Mira ese estanque: en su mayor profundidad, en el centro, hay un pilar de cristal, en cuya cima, bajo el agua, reposan dos abejas. Si un hombre puede sumergirse en las aguas y volver a la tierra con las abejas y darles libertad, todos los ogros moriremos. ¿Pero quién adivinará este secreto? No te apesadumbres; puedes considerarme inmortal. La princesa reveló el secreto al héroe. Este libertó las abejas y todos los ogros murieron, cada uno en su palacio. (Antiguo cuento bengalí)

El juramento del cautivo El Genio dijo al pescador que lo había sacado de la botella de cobre amarillo: -Soy uno de los genios heréticos y me rebelé contra Salomón, hijo de David (¡que sobre los dos haya paz!). Fui derrotado; Salomón, hijo de David, me ordenó que abrazara la fe de Dios y que obedeciera sus órdenes. Rehusé; el Rey me encerró en ese recipiente de cobre y estampó en la tapa el Nombre del Muy Alto, y ordenó a los genios sumisos que me arrojaran en el centro del mar. Dije en mi corazón: a quien me dé la libertad, lo enriqueceré para siempre. Pero un siglo entero pasó, y nadie me dio la libertad. Entonces dije en mi corazón: a quien me dé la libertad, le revelaré todas las artes mágicas de la tierra. Pero cuatrocientos años pasaron y yo seguía en el fondo del mar. Dije entonces: a quien me dé la libertad, yo le otorgaré tres deseos. Pero novecientos años pasaron. Entonces, desesperado, juré por el Nombre del Muy Alto: a quién me dé la libertad, yo lo mataré. Prepárate a morir, oh mi salvador. (Cuento árabe de la noche tercera del libro de Las Mil y Una Noches) ¿Qué le contarías de las costumbres y la cultura de Colombia a un niño de otro país? ¿Cómo te imaginas el mundo oriental, sus vestidos, comidas, cantos y costumbres? Escribe y pinta lo que imaginas.

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Relatos medievales Merlín

A menudo, estrechándome entre sus brazos, me besaba. Tras haber estado conmigo un breve espacio de tiempo, desaparecía súbitamente, de manera que no podía verlo más. Muchas veces, también, cuando yo estaba sentada sola, hablaba conmigo, pero sin hacerse visible. Después de haberme frecuentado de ese modo bastante tiempo, se unió a mí muchas veces, como un hombre lo hace, y me dejó embarazada. Que tu inteligencia decida, mi señor, quién engendró en mí a este muchacho, pues no he conocido ningún otro varón». Estupefacto, el rey manda llamar a Maugancio, para que le diga si es o no posible lo que la mujer ha dicho. Traen a Maugancio, quien, después de escuchar toda la historia, punto por punto, dice a Vortegirn: — «He leído en los libros de nuestros sabios y en muchas historias que muchos hombres han sido concebidos de semejante forma. Como afirma Apuleyo en su tratado De deo Socratis, habitan entre luna y tierra ciertos espíritus a los que llamamos demonios íncubos. Participan de la naturaleza de los hombres y de los ángeles y, cuando quieren, adoptan figuras humanas y cohabitan con mujeres. Quizá uno de ellos se apareció a esa mujer y engendró en ella al muchacho». Merlín, que lo escuchaba todo, se acercó al rey y dijo: —«Por qué nos han traído a mi madre y a mí a tu presencia?». Vortegirn respondió: —«Mis magos me aconsejaron que buscase a un hombre sin padre. Si consigo regar con su sangre mi torre, ésta se mantendrá firme.» Dijo entonces Merlín: —«Di a tus magos que comparezcan ante mí. Les demostraré que mienten“. El rey quedó asombrado de lo que acababa de oír. Ordenó venir a sus magos y sentarse frente a Merlín.

Vortegirn tuvo un sueño adverso y convocó a sus magos, les pidió su opinión y les ordenó que le dijeran qué debía hacer. Le dijeron que se construyese una torre muy recia, a la que podía retirarse a salvo cuando perdiese todas las demás fortalezas. Recorrió gran número de lugares con vistas a encontrar uno adecuado para su torre y llegó al fin al monte Erir, donde, reunidos albañiles de diferentes partes del país, ordenó levantarla. Los obreros comenzaron a poner los cimientos. Sin embargo, lo que ellos construían un día, la tierra se lo tragaba al siguiente, de manera que no sabían adonde iba a parar su obra. Lo supo Vortegirn y consultó de nuevo a sus magos, pidiéndoles una explicación del suceso. Éstos le dijeron que buscase un muchacho sin padre y que, una vez encontrado, lo matase, regando la argamasa y las piedras con su sangre. Si hacía esto, le aseguraron, los cimientos se mantendrían firmes. Despacha al punto mensajeros a todas las provincias en busca de un joven de estas características. Los enviados llegan a una ciudad que más tarde se llamó Carmarthen y, viendo allí jugando a unos muchachos junto a la puerta de la ciudad, se acercaron a verlos jugar. Fatigados por el viaje, se sentaron en corro, esperando encontrar lo que buscaban. Finalmente, cuando hubo transcurrido la mayor parte del día, una repentina querella surgió entre dos de los jóvenes, cuyos nombres eran Merlín y Dinabucio. En la discusión dijo Dinabucio a Merlín:

Éste dijo: —«Como no sabéis qué es lo que obstaculiza los cimientos de la torre en construcción, habéis aconsejado que mi sangre se mezcle con la argamasa para que, de ese modo, el edificio se mantenga firme. Pero decidme, ¿qué es lo que yace oculto bajo los cimientos? Pues no cabe duda de que hay algo que impide mantenerse firme a la torre»..

—«¿Por qué intentas rivalizar conmigo, necio? Nunca podrás competir conmigo en nobleza. Yo procedo de sangre real por ambas partes de mi familia. En cuanto a ti, nadie sabe quién eres, pues nunca tuviste padre».

El rey dio crédito a las palabras de aquel que ya había acertado en lo del estanque, y ordenó vaciarlo. Nada lo había asombrado tanto en su vida como Merlín. También estaban asombrados todos cuantos allí estaban presentes ante tanta clarividencia, y juzgaban que un dios habitaba en él.

A estas palabras los mensajeros alzaron sus cabezas y, con los ojos fijos en Merlín, preguntaron a los transeúntes quién era. Éstos le dijeron que nadie sabía quién era su padre, pero que su madre era hija de un rey de Demecia y vivía en esa misma ciudad, en la iglesia de San Pedro, junto con varias monjas.

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No perdieron el tiempo los enviados. Se dirigieron presurosos al gobernador de la ciudad y le ordenaron en nombre del rey que enviase a Merlín y a su madre a Vortegirn, para que el rey hiciese su voluntad con ellos. Conducidos a su presencia, Vortegirn recibió a la madre con toda cortesía, pues sabía que procedía de noble cuna. Después le preguntó quién era el padre del muchacho. Ella dijo: —«Como vive mi alma y la tuya, mi rey y señor, que no conocí a nadie que me hiciera este hijo. Sólo sé una cosa, y es que, mientras me hallaba en mis habitaciones con mis doncellas, solía visitarme alguien bajo la apariencia de un joven muy gentil.

Los magos, aterrorizados, enmudecieron. Entonces Merlín, también llamado Ambrosio, dijo: —«Mi rey y señor, llama a tus obreros y ordénales cavar en tierra. Bajo ella encontrarás un estanque, que es lo que no permite tenerse en pie a la torre». Así se hizo, y encontraron bajo tierra un estanque que hacía el suelo movedizo. De nuevo se acercó Ambrosio Merlín a los magos y les dijo: —«Decidme, aduladores embusteros, ¿qué es lo que hay debajo del estanque?». Guardaron silencio, incapaces de articular palabra. Y Merlín dijo al rey: —«Ordena vaciar el estanque por medio de canales y verás en el fondo dos piedras huecas y, dentro de ellas, dos dragones durmiendo».

(Geoffrey de Monmouth, Inglaterra)

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Enfermo estoy y temo morir, y de ello no sé más que lo que oigo decir; médico buscaré a mi voluntad, y no sé de uno así. Buen médico será si consigue curarme, pero no, si empeoro.

El último de los grandes bardos El último de los grandes bardos de Irlanda de la vieja tradición gaélica fue un músico de arpa llamado Turlough O’Carolan, que vivió alrededor de 1700. Se quedó ciego a la edad de 18, debido a la viruela, y era aprendiz de un arpero así que pudo de igual manera sobrevivir de su oficio. Una noche, aparentemente después de mucho beber, se durmió en el camino entre las colinas de Si Beag y Si Mor (en el condado Irlandés de Leitrim). Estas dos colinas son también el sitio de dos fuertes subterráneos de las hadas. Una gobierna el territorio circundante de Bealtaine a Samhain, la otra de Samhain a Beataine. Durante la noche pudo escuchar la música de las hadas mientras dormía, y esa música continuó reverberando en su cabeza por el resto de su vida. La música que compuso después de eso se puede decir que fue música de hadas, o inspirada por la música de las hadas.

Haré un poema de la pura nada Haré un poema de la pura nada. No tratará de mí ni de otra gente. No celebrará amor ni juventud ni cosa alguna, sino que fue compuesto durmiendo sobre un caballo.

Amiga tengo, no sé quién es, pues nunca la vi, por mi fe. Nada ha hecho que me agrade o me disguste, y no me importa en absoluto, que nunca hubo normando ni francés en mi casa. Nunca la vi y mucho la amo, jamás obtuve de ella favor ni disfavor; cuando no la veo, hago caso omiso: no doy a cambio un gallo. Que sé una más gentil y más hermosa, y que más vale. No sé en qué lugar habita, si es en montaña o si es en llano; no me atrevo a decir la sinrazón que me hace, prefiero callar; y me pesa mucho que ella se quede aquí: por eso me voy. Mi poema está hecho, no sé sobre qué. Me propongo enviarlo a aquél que, por medio de otro, lo enviará a Poitou, de mi parte; y le ruego que de su estuche me haga llegar la contraclave. (Guillermo de Aquitania, Francia)

No sé en qué hora nací, no estoy alegre ni estoy triste, no soy huraño ni agradable, y no tengo la culpa, que de este modo fui de noche hadado en una alta montaña.

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No sé cuándo estoy dormido ni cuándo velo, si no me lo dicen. Por poco se me parte el corazón de un punzante dolor: pero no doy a cambio el precio de una hormiga, ¡por San Marcial!

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Los tres anillos

Escribe un breve cuento de caballería:

Años atrás vivió un hombre llamado Saladino, cuyo valor era tan grande que llegó a sultán de Babilonia y alcanzó muchas victorias sobre los reyes sarracenos y cristianos. Habiendo gastado todo su tesoro en diversas guerras y en sus incomparables magnificencias, y como le hacía falta, para un compromiso que le había sobrevenido, una fuerte suma de dinero, y no veía de dónde lo podía sacar tan pronto como lo necesitaba, le vino a la memoria un acaudalado judío llamado Melquisedec, que prestaba con usura en Alejandría, y creyó que éste hallaría el modo de servirle, si accedía a ello; mas era tan avaro, que por su propia voluntad jamás lo habría hecho, y el sultán no quería emplear la fuerza; por lo que, apremiado por la necesidad y decidido a encontrar la manera de que el judío le sirviese, resolvió hacerle una consulta que tuviese las apariencias de razonable. Y habiéndolo mandado llamar, lo recibió con familiaridad y lo hizo sentar a su lado, y después le dijo: -Buen hombre, a muchos he oído decir que eres muy sabio y muy versado en el conocimiento de las cosas de Dios, por lo que me gustaría que me dijeras cuál de las tres religiones consideras que es la verdadera: la judía, la mahometana o la cristiana. El judío, que verdaderamente era sabio, comprendió de sobra que Saladino trataba de atraparlo en sus propias palabras para hacerle alguna petición, y discurrió que no podía alabar a una de las religiones más que a las otras si no quería que Saladino consiguiera lo que se proponía. Por lo que, aguzando el ingenio, se le ocurrió lo que debía contestar y dijo:

(Obra de Iván Bilibin)

-Señor, intrincada es la pregunta que me haces, y para poderte expresar mi modo de pensar, me veo en el caso de contarte la historia que vas a oír. Si no me equivoco, recuerdo haber oído decir muchas veces que en otro tiempo hubo un gran y rico hombre que entre otras joyas de gran valor que formaban parte de su tesoro, poseía un anillo hermosísimo y valioso, y que queriendo hacerlo venerar y dejarlo a perpetuidad a sus descendientes por su valor y por su belleza, ordenó que aquel de sus hijos en cuyo poder, por legado suyo, se encontrase dicho anillo, fuera reconocido como su heredero, y debiera ser venerado y respetado por todos los demás como el mayor. El hijo a quien fue legada la sortija mantuvo semejante orden entre sus descendientes, haciendo lo que había hecho su antecesor, y en resumen: aquel anillo pasó de mano en mano a muchos sucesores, llegando por último al poder de uno que tenía tres hijos bellos y virtuosos y muy obedientes a su padre, por lo que éste los amaba a los tres de igual manera. Y los jóvenes, que sabían la costumbre del anillo, deseoso cada uno de ellos de ser el honrado entre los tres, por separado y como mejor sabían, rogaban al padre, que era ya viejo, que a su muerte les dejase aquel anillo. El buen hombre, que de igual manera los quería a los tres y no acertaba a decidirse sobre cuál de ellos sería el elegido, pensó en dejarlos contentos, puesto que a cada uno se lo había prometido, y secretamente encargó a un buen maestro que hiciera otros dos anillos tan parecidos al primero que ni él mismo, que los había mandado hacer, conociese cuál era el verdadero. Y llegada la hora de su muerte, entregó secretamente un anillo a cada uno de los hijos, quienes después que el padre hubo fallecido, al querer separadamente tomar posesión de la herencia y el honor, cada uno de ellos sacó su anillo como prueba del derecho que razonablemente lo asistía. Y al hallar los anillos tan semejantes entre sí, no fue posible conocer quién era el verdadero heredero de su padre, cuestión que sigue pendiente todavía. Y esto mismo te digo, señor, sobre las tres leyes dadas por Dios Padre a los tres pueblos que son el objeto de tu pregunta: cada uno cree tener su herencia, su verdadera ley y sus mandamientos; pero en esto, como en lo de los anillos, todavía está pendiente la cuestión de quién la tenga. Saladino conoció que el judío había sabido librarse astutamente del lazo que le había tendido, y, por lo tanto, resolvió confiarle su necesidad y ver si le quería servir; así lo hizo, y le confesó lo que había pensado hacer si él no le hubiese contestado tan discretamente como lo había hecho. El judío entregó generosamente toda la suma que el sultán le pidió, y éste, después, lo satisfizo por entero, lo cubrió de valiosos regalos y desde entonces lo tuvo por un amigo al que conservó junto a él y lo colmó de honores y distinciones. 64

(Giovanni Boccaccio, Italia)

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- ¿Cómo crees que ha cambiado el mundo desde la Edad Media hasta la actualidad?

Los viajes

Escribe un pequeño relato de cómo sería tu vida si vivieras en la Edad Media:

“En la embriaguez del éxtasis hemos subido al carro de los vientos.

Vosotros, mortales, no podéis distinguir sino nuestro cuerpo... el extático es el caballo del viento, el amigo del dios de la tempestad...”.

Fragmento de Los Vedas (India)

Se inclinaron y salieron Nuestros grandes ancestros hablaban juntos. Se levantaron y se miraron caminando. Se inclinaron y salieron del cuarto mundo, sus tesoros estrechados contra su pecho. Se inclinaron y salieron del mundo de la espuma, sus tesoros estrechados contra su pecho.

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Se inclinaron y salieron del mundo de barro, sus tesoros estrechados contra su pecho. Se inclinaron y salieron del mundo del ala, sus tesoros estrechados contra su pecho. Se inclinaron y salieron. Vieron a su Padre el Sol, y respiraron el aliento sagrado de la luz del día. (Canto indio de la Nación Zuñi)

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Tú y yo iremos Es por encima donde tú y yo iremos. A lo largo de la Vía Láctea, tú y yo iremos. A lo largo de la pista florecida, tú y yo iremos. Recogiendo flores a nuestro paso, tú y yo iremos. (Canto indio de la Nación Wintu)

El lenguaje de los pájaros (fragmento) ¨...Por años los pájaros viajaron sobre montañas y valles, y gran parte de su vida la invirtieron en volar en este viaje. ¿Pero cómo es posible relatar lo que les pasó? Tendríamos que haber ido con ellos y vivir por nosotros mismos sus dificultades, y seguirlos por el camino interminable. Sólo así podríamos saber lo que estos pájaros sufrieron. Al final, sólo una pequeña parte de la gran compañía llegó al sublime lugar a donde el Coronado las había guiado. De las miles de aves apenas si quedaron algunas. Muchas se perdieron en el océano; otras perecieron en la cima de las montañas torturadas por la sed. A otras se les quemaron las alas por el calor del sol; otras fueron devoradas por tigres y panteras; otras murieron de fatiga en los desiertos, sus picos se quebraron y su cuerpo se secó con el calor; otras enloquecieron y se mataron unas a otras por un grano de cebada; otras, debilitadas y sufriendo por sus heridas, quedaron tiradas en el camino sin poder continuar; otras, aturdidas por lo que veían, se fueron quedando aquí y allá, estupefactas; y muchas que habían comenzado el viaje por satisfacer su curiosidad, perecieron con la idea de que habían llegado al final. Así que de aquellos miles de aves, sólo treinta terminaron el viaje. E incluso estas llegaron aturdidas, golpeadas, cansadas y sin plumas ni alas. Pero ahora están a la puerta de su Majestad en un estado que no se puede describir y en una esencia que no se puede comprender, porque ese Ser está más allá de la razón y del entendimiento humano. Entonces fueron llenadas de luz, y cientos de mundos se consumieron en un momento. Vieron miles de soles, unos más brillantes que los otros, miles de estrellas y de lunas de igual belleza, y viendo todo ello se agitaron y asombradas en una danza como la del polvo de los átomos... (Antiguo relato de Persia) Escribe un breve relato donde los protagonistas son los pájaros migratorios:

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Fragmento del diario de Cristóbal Colón Puestos en tierra vieron árboles muy verdes, y aguas muchas y frutas de diversas maneras. El Almirante llamó a los dos capitanes y a los demás que saltaron en tierra, y a Rodrigo de Escobedo, escribano de la armada, y a Rodrigo Sánchez de Segovia, y les dijo que tomaba posesión de la Isla de Guananí en nombre del Rey y de la Reina. Luego se juntó allí mucha gente aborigen de la Isla. Esto que se sigue son palabras formales del Almirante, en su libro de su primera navegación y descubrimiento de estas Indias: “Como los indios se mostraron muy amigos, porque conocí que era gente buena les di a algunos de ellos unos bonetes colorados y unas cuentas de vidrio que se ponían al cuello, y otras cosas muchas de poco valor, que les dieron mucho placer y estaban tan agradecidos que era maravilla. Muchos indígenas se acercaban a nuestros barcos nadando. Y nos traían papagayos e hilo de algodón en ovillos y azagayas y otras cosas muchas, y nos las trocaban por otras cosas que nosotros les dábamos, como bolitas de vidrio y cascabeles. En fin, de todo tomaban y daban de aquello que tenían de buena voluntad. Pero me pareció que era gente muy pobre de todo. Ellos andan todos desnudos como su madre los parió, y también las mujeres, aunque no vi muchas mujeres jóvenes. Y todos los que yo vi eran todos hombres jóvenes, y ninguno tenía de más de 30 años. Muy bien hechos, de muy hermosos cuerpos y muy buenas caras. Los cabellos gruesos casi como sedas de cola de caballos, y cortos. Los cabellos traen por encima de las cejas, salvo unos pocos detrás que traen largos, que jamás cortan. Ellos se pintan del color de los canarios, ni negros ni blancos, y ellos se pintan de blanco, y ellos de colorado.. Y ellos se pintan las caras, y todo el cuerpo, y los ojos, y la nariz. Ellos no traen armas ni las conocen, porque les mostré espadas y las tomaban por el filo, y se cortaban con ignorancia. No tienen algún hierro. Sus azagayas son unas varas sin hierro, y algunas de ellas tienen al cabo un diente de pez. Ellos todos a una

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mano son de buena estatura de grandeza y buenos gestos. Yo vi algunos que tenían señales de heridas en sus cuerpos, y les hice señas que era aquello, y ellos me mostraron como allí venía gente de otras islas que estaban cerca y los querían atacar y se defendían…. Ninguna bestia de ninguna manera vi, salvo papagayos en esta Isla”. Todas son palabras del Almirante Cristóbal Colón.

Haciendo un esfuerzo logró romper la cuerda que sujetaba uno de sus brazos pero cientos de pequeñas flechas cayeron sobre su pecho, brazos y piernas, produciéndole una enorme picazón, por lo cual debió permitir que lo volvieran a atar de nuevo. Entonces cesaron de disparar sus flechas. Uno de los pequeños hombres, que le pareció un lilliputiense distinguido, comenzó un breve discurso, entre amenazas y promesas de benevolencia. Al poco tiempo, Gulliver les hizo señas, haciéndoles saber que tenía hambre. Entonces diminutos hombres y mujeres treparon por las escaleras con viandas y alimentos y caminaron directamente hacia su boca, para alimentarlo. Comió lomos y piernas de carnero, y panes. Y luego bebió de un solo trago un tonel con 3.888 litros liliputienses de vino y durmió durante ocho horas…

Fragmento de Los Viajes de Gulliver

(Jonathan Swift, Inglaterra)

Escribe un relato de tu viaje imaginario a pie por el mundo:

Durante muchas semanas, el velero en el que viajaba Gulliver navegó tranquilamente entre las olas, a través del Océano Pacífico, hasta que una poderosa tempestad amenazó con hundir el barco. Olas gigantescas sepultaron a varios marineros en las aguas y rompieron los mástiles arrojando las velas a cubierta. Al anochecer el barco comenzó a naufragar. Una ola salvaje partió en dos la proa y la tripulación fue arrojada al violento mar entre gritos y aullidos. Algunos marineros y viajeros se alejaron nadando a grandes brazadas, entre ellos Gulliver que tragaba mucha agua y en medio de su creciente fatiga y de su pánico pudo asirse a un madero, permaneciendo varias horas a la deriva. Cuando estaba a punto de desfallecer se dio cuenta de que el oleaje lo acercaba a una desconocida playa. - Qué buena suerte, pensó extenuado y sonriente. “Pensé que no sobreviviría”. Al sentir la arena bajo sus pies se incorporó por un momento y cayó de inmediato de bruces sobre la playa. Durmió durante varias horas, hasta el amanecer. Sin saberlo había llegado a Lilliput, un país de hombres y animales diminutos. Cuando despertó se encontró atado a innumerables cuerdas y estacas y pudo observar a cientos de diminutos personajes con una estatura no mayor a quince centímetros, con arcos y flechas, que gritaban: “¡Vengan a ver al gigante que atrapamos!”. Muchos habían corrido al poblado a dar la alarma y cada vez llegaban más curiosos para conocer a este enorme hombre que nunca se habían imaginado que existiera. Muchos habían trepado sobre su cuerpo y pese a los movimientos del gigante que trataba de liberarse, cada vez lo reducían más a la inmovilidad total, trenzando las cuerdas habilidosamente. 70

De pronto Gulliver estornudó fuertemente y muchos hombres diminutos cayeron sobre la playa, empujados por el fuerte viento de su tos. Sin embargo volvieron a trepar sobre su cuerpo, a través de dos escaleras que habían colocado a su costado.

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La infancia “Son los niños quienes encienden los fuegos y gritan delante de las llamas” (Yorgos Seferis)

Alegría infantil “No tengo nombre, Sólo tengo dos días”. ¿Qué nombre te pondré? “Me siento feliz. Mi nombre es Alegría”. ¡Que seas muy feliz! ¡Bella Alegría! Bella Alegría de solo dos días Dulce Alegría te llamo. Tú sonríes Mientras yo canto ¡Que seas muy feliz! (William Blake, Inglaterra)

Del Tao Te King

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El que ha sido dotado de plena gracia es como un niño. Ningún insecto venenoso le clava su aguijón. Ninguna bestia salvaje le ataca. Ninguna ave de rapiña cae sobre él. Sus huesos son frágiles, sus tendones débiles, Pero su abrazo es fuerte. No conoce la unión de varón y hembra, mas posee la plenitud de su sexo. Vitalmente, es perfecto. Puede gritar sin quedar ronco.

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Porque posee la armonía. Y el que conoce la armonía conoce lo duradero. Conocer lo duradero es acercarse a la claridad. (Lao Tse, China)

¡Felices esos días remotos cuando yo brillaba en mi infancia angélica! Antes de comprender este lugar designado para mi segunda raza, enseñé a mi alma a no querer nada salvo un pensamiento celestial y blanco; cuando aún no había caminado más de una milla o dos desde mi primer amor, y mirando hacia atrás (a ese corto espacio), pude ver su radiante rostro; cuando en alguna nube o flor dorada mi alma contemplativa se detenía una hora… (Henry Vaughan, Inglaterra)

El más joven

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Del techo de la libélula Un niño loco se ha colgado, Mira la hierba fijamente, Confiado levanta los ojos: La ligera niebla se lame como un gato Que se despoja de sus sueños. El niño sabe que el mundo recién nace: Todo es transparente, Es la luna quien está en el centro de la tierra, Es el verdor quien cubre el cielo Y está en los ojos del niño, En sus ojos oscuros y profundos Como las noches blancas, Cuando nace la luz. (Paul Éluard, Francia)

Allie ¡Allie, llama a los pájaros, a los pájaros del cielo! Allie llama, Allie canta Y ellos bajan Primero llegaron dos palomas blancas, luego un gorrión desde su nido, después una gallinita enana y cloqueadora y por último el petirrojo. ¡Allie, llama a las bestias, a todas sin excepción! Allie llama, Allie canta Y ellas acuden corriendo. Primero llegaron dos corderos negros, luego una gruñona cerda de Berkshire, después un perro sin rabo y por último una vaca blanca y colorada. ¡Allie, llama a los peces, a los peces del río! Allie llama, Allie canta y ellos se acercan nadando. Primero llegaron dos peces dorados, un pececito de río y un gobio, luego una multitud de pequeñas truchas y las anguilas por último. ¡Allie, llama a los niños, llámalos del campo! Allie llama, Allie canta y ellos acuden deprisa. Primero llegaron Tomás y Margarita, luego Kate y yo y nunca olvidaré cómo jugamos a la orilla del agua hasta esa puesta de sol en abril. (Robert Graves, Inglaterra)

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Flor y cronopio

Escribe quién eres (no digas cómo te llamas, ni escribas qué tienes ni qué haces). Solo escribe quién eres:

Un cronopio encuentra una flor solitaria en medio de los campos. Primero la va a arrancar, pero piensa que es una crueldad inútil y se pone de rodillas a su lado y juega alegremente con la flor, a saber: le acaricia los pétalos, la sopla para que baile, zumba como una abeja, huele su perfume, y finalmente se acuesta debajo de la flor y se duerme envuelto en una gran paz. La flor piensa: «Es como una flor». (Julio Cortázar, Argentina)

Soy amor el viento soplador un diente una lámpara alumbradora Soy Medellín soy la flauta que suena todas las mañanas el mapa que hace cualquier pregunta un nombre un concepto Soy emocionante Soy mi obra

Escribe qué le pedirías a la maga de la infancia:

(Gisela Andrea Bedoya, 9 años, Colombia)

Yo soy la fuerza de los animales que rugen en la selva, soy el amanecer de las mañanas, soy el espíritu de los ángeles, la viveza de los muertos, soy la vertiente de los mares, soy el agua de los ríos. El aire que respiramos, soy el sol de los atardeceres, soy la esperanza de los enfermos, soy la luz de los ciegos, soy el agua cristalina de las cascadas, soy el neumático de los carros que no saben qué llevan en su interior, soy la tierra de los campesinos, soy el alimento de los hambrientos, soy el fuego que te protege de los demás, soy el amor de las parejas, soy el vivir de las personas, soy el hierro de los ferreteros, soy los ladrillos de las casas, yo soy la paz de los violentos. 76

(John Esteban Carvajal Quintero, 12 años, Colombia)

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El colegio Tarea escolar

Colegio de la Naturaleza Todos hablan de sus claustros de educación. Por esta razón yo también debo hablar de los claustros donde me educó la naturaleza. Ese colegio de mi educación es el siguiente: El primer libro fue el ver cruzar los cuatro vientos de la tierra. El segundo libro fue contemplar la mansión del cielo. El tercero fue el ver nacer la estrella Solar en el Oriente y verla morir en el Ocaso, y que así moría el hombre nacido de mujer. El cuarto fue contemplar la sonrisa de todos los jardines, sembrados y cultivados por esa Señorita Naturaleza, que viste un traje azul y que se corona ella misma de flores y se perfuma en su tocador interminable. El quinto libro fue el coro interminable de cantos. El sexto libro ese bello libro de la zoología montés. El séptimo libro fue el oír atentamente esa charla que forman los arroyos de agua en el bosque. El octavo libro fue el idilio. El noveno fue el verdadero Libro de los Amores. El décimo libro fue el libro del reglamento armónico que tiene la naturaleza en el palacio de sus tres reinos. 78

(Manuel Quintín Lame Chantre, indio de la Nación Nasa)

Dos y dos cuatro cuatro y cuatro ocho ocho y ocho dieciséis… ¡Repetid! dice el maestro Dos y dos cuatro cuatro y cuatro ocho ocho y ocho dieciséis. Pero he aquí que el pájaro lira pasa por el cielo el niño lo ve el niño lo oye el niño lo llama: ¡Sálvame juega conmigo pajarito! Entonces el pájaro desciende y juega con el niño Dos y dos cuatro… ¡Repetid! dice el maestro y el niño juega el pájaro juega con él… cuatro y cuatro ocho ocho y ocho dieciséis… ¿Y dieciséis y dieciséis, cuanto es? Dieciséis y dieciséis no son nada y mucho menos de ninguna manera treinta y dos y sigue la ronda. El niño ha escondido el pájaro en su pupitre y todos los niños escuchan su canto y todos los niños escuchan su música y ocho y ocho desfilan a su vez y cuatro y cuatro y dos y dos desfilan a su vez y uno y uno a la una a las dos uno y uno desfilan también. Y el pájaro lira juega y el niño canta y el profesor grita: ¡Cuándo terminarás de hacerte el payaso!

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Mete en un cuerno la harina Y, cuando quieras volar, ¡en un libro echa una pizca!

Pero los demás niños escuchan la música y las paredes de la clase se desploman tranquilamente. Y los vidrios vuelven a ser arena la tinta vuelve a ser agua los pupitres vuelven a ser árboles la tiza vuelve a ser acantilado y el portaplumas vuelve a ser pájaro.

Aprieta el libro en tus brazos Y dale hasta siete abrazos. Empieza luego a pensar, Con mucha concentración, a dónde quieres volar. Cuando tu imaginación esté dispuesta a partir Sólo tendrás que decir. “SISPI, SISPI”, y volarás hacia allí.

(Jacques Prévert, Francia)

Su fe en las ciencias Una esperanza creía en los tipos fisonómicos, tales como los ñatos, los de cara de pescado, los de gran toma de aire, los cetrinos y los cejudos, los de cara intelectual, los de estilo peluquero, etc. Dispuesto a clasificar definitivamente estos grupos, empezó por hacer grandes listas de conocidos y los dividió en los grupos citados más arriba. Tomó entonces el primer grupo, formado por ocho ñatos, y vio con sorpresa que en realidad estos muchachos se subdividían en tres grupos, a saber: los ñatos bigotudos, los ñatos tipo boxeador y los ñatos estilo ordenanza de ministerio, compuestos respectivamente por 3, 3 y 2 ñatos. Apenas los separó en sus nuevos grupos (en el Paulista de San Martín, donde los había reunido con gran trabajo y no poco mazagrán bien frappé) se dio cuenta de que el primer subgrupo no era parejo, porque dos de los ñatos bigotudos pertenecían al tipo carpincho, mientras el restante era con toda seguridad un ñato de corte japonés. Haciéndolo a un lado con ayuda de un buen sandwich de anchoa y huevo duro, organizó el subgrupo de los dos carpinchos, y se disponía a inscribirlo en su libreta de trabajos científicos cuando uno de los carpinchos miró para un lado y el otro carpincho miró hacia el lado opuesto, a consecuencia de lo cual la esperanza y los demás concurrentes pudieron percatarse de que mientras el primero de los carpinchos era evidentemente un ñato braquicéfalo, el otro ñato producía un cráneo mucho más apropiado para colgar un sombrero que para encasquetárselo. Así fue como se le disolvió el subgrupo, y del resto no hablemos porque los demás sujetos habían pasado del mazagrán a la caña quemada, y en lo único que se parecían a esa altura de las cosas era en su firme voluntad de seguir bebiendo a expensas de la esperanza. (Julio Cortázar, Argentina)

Y cuando quieras volver, te bastará con cantar: “IPSIS, IPSIS”, al revés, y volverás a tu hogar. - ¿Qué significa para ti el colegio?

Una canción hace flotar a quien la escucha. - ¿Cuál es la música?

Conjuro de lectura

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Toma dos clases de leña (una blanca y otra negra) y haz un buen fuego con ellas. Llena de aceite un caldero, Fríe en él nieve de enero Guarda el caldo y un carbón, Durante una luna o dos. Tritura la mezcla luego con la mano del mortero.

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La libertad

Escribe un pequeño cuento en el que describas el colegio ideal y los temas que quisieras que te enseñaran en él.

Delirio sobre el Chimborazo

- ¿Si fueras maestro cómo enseñarías?

Yo venía envuelto en el manto de Iris, desde donde paga su tributo el caudaloso Orinoco al Dios de las aguas. Había visitado las encantadas fuentes amazónicas, y quise subir al atalaya del Universo. Busqué las huellas de La Condamine y de Humboldt las seguí audaz, nada me detuvo; llegué a la región glacial, el éter sofocaba mi aliento. Ninguna planta humana había hollado la corona diamantina que pusieron las manos de la Eternidad sobre las sienes excelsas del dominador de los Andes. Yo me dije: este manto de Iris que me ha servido de estandarte, ha recorrido en mis manos sobre regiones infernales, ha surcado los ríos y los mares, ha subido sobre los hombros gigantescos de los Andes; la tierra se ha allanado a los pies de Colombia, y el tiempo no ha podido detener la marcha de la libertad. Belona ha sido humillada por el resplandor de Iris, ¿y no podré yo trepar sobre los cabellos canosos del gigante de la tierra? ¡Sí podré! Y arrebatado por la violencia de un espíritu desconocido para mí, que me parecía divino, dejé atrás las huellas de Humboldt, empañando los cristales eternos que circuyen el Chimborazo. Llego como impulsado por el genio que me animaba, y desfallezco al tocar con mi cabeza la copa del firmamento: tenía a mis pies los umbrales del abismo. Un delirio febril embarga mi mente; me siento como encendido por un fuego extraño y superior. Era el Dios de Colombia que me poseía. De repente se me presenta el Tiempo bajo el semblante venerable de un viejo cargado con los despojos de las edades: ceñudo, inclinado, calvo, rizada la tez, una hoz en la mano… «Yo soy el padre de los siglos, soy el arcano de la fama y del secreto, mi madre fue la Eternidad; los límites de mi imperio los señala el Infinito; no hay sepulcro para mí, porque soy más poderoso que la Muerte; miro lo pasado, miro lo futuro, y por mis manos pasa lo presente. ¿Por qué te envaneces, niño o viejo, hombre o héroe? ¿Crees que es algo tu Universo? ¿Que levantaros sobre un átomo de la creación, es elevaros? ¿Pensáis que los instantes que llamáis siglos pueden servir de medida a mis arcanos? ¿Imagináis que habéis visto la Santa Verdad? ¿Suponéis locamente que vuestras acciones tienen algún precio a mis ojos? Todo es menos que un punto a la presencia del Infinito que es mi hermano».

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Sobrecogido de un terror sagrado, «¿Cómo, ¡oh Tiempo! —respondí— no ha de desvanecerse el mísero mortal que ha subido tan alto? He pasado a todos los hombres en fortuna, porque me he elevado sobre la cabeza de todos. Yo domino la tierra con mis plantas; llego al Eterno con mis manos; siento las prisiones infernales bullir bajo mis pasos;

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estoy mirando junto a mí rutilantes astros, los soles infinitos; mido sin asombro el espacio que encierra la materia, y en tu rostro leo la Historia de lo pasado y los pensamientos del Destino». «Observa —me dijo—, aprende, conserva en tu mente lo que has visto, dibuja a los ojos de tus semejantes el cuadro del Universo físico, del Universo moral; no escondas los secretos que el cielo te ha revelado: di la verdad a los hombres». El fantasma desapareció. Absorto, yerto, por decirlo así, quedé exánime largo tiempo, tendido sobre aquel inmenso diamante que me servía de lecho. En fin, la tremenda voz de Colombia me grita; resucito, me incorporo, abro con mis propias manos los pesados párpados: vuelvo a ser hombre, y escribo mi delirio. (Simón Bolívar, Venezuela) Escribe tus pensamientos y sentimientos sobre este delirio del Libertador Simón Bolívar:

Escribo tu nombre En el fuego glorioso Escribo tu nombre En la carne que se brinda En las frentes amigas En la mano que se tiende Escribo tu nombre En el cristal de sorpresas En estos labios atentos Por encima del silencio Escribo tu nombre En mis refugios caídos En mis faros derrumbados En los muros de mi tedio Escribo tu nombre En la ausencia sin deseo En la soledad desnuda En la raya de la muerte Escribo tu nombre En la salud recobrada En el peligro esfumado En la espera sin memoria Escribo tu nombre Por el poder de un vocablo Yo recomienzo mi vida Solo he nacido por verte Por nombrarte Libertad. (Paul Éluard, Francia)

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- ¿Crees que puede ser feliz la vida en cautiverio? ¿Qué piensas de las aves enjauladas?

- ¿Qué significa para ti la libertad y por qué no es posible que seamos felices si no somos libres?

- ¿Crees que deberían existir los zoológicos?

La jaula vacía Se ve la jaula, se escucha el aleteo. Se percibe el ruido indiscutible del pico que se aguza contra los barrotes. Pero nada de pájaro. Fue en una de esas jaulas vacías donde escuché la gritería más intensa de cotorras de toda mi vida. Naturalmente, no se veía ninguna. ¡Pero qué algazara! Como si en esa jaula hubiese tres o cuatro docenas. “...¿No estarán acaso muy apretujadas en esa jaula?”, pregunté maquinalmente, añadiendo a mi pregunta, a medida que me la escuchaba formular, un matiz burlón. 86

“Sí...”, me respondió el dueño con firmeza, “Esa es la razón por la que chillan tanto. Querrían más espacio”. Henri Michaux (Bélgica)

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El humor

Limericks Había una anciana de Chertsey, / que hizo una notable reverencia; / giró y giró en redondo, / hasta hundirse bajo la tierra, / lo cual apenó a toda la gente de Chertsey. ---Había una vieja de Bath, / tan delgada como un listón, / era morena como una baya, / con una nariz como una cereza; / esta vieja flaca de Bath. ---Había un viejo hombre de Aôsta,/ Quién poseyó una vaca grande, pero él la perdió;/ Pero dijeron, ‘Ustedes no ven,/ ¿ella se ha subido encima de un árbol?´/ ¡Usted viejo hombre desagradable de Aôsta!/

(Grabado: John Tenniel)

---Este era un viejo hombre del Cabo de Hornos/ que deseaba no haber nacido nunca; / se sentó en una silla hasta morir de desesperanza,/ este doloroso hombre del Cabo de Hornos

La noche del Juicio Final Recién pasada la Navidad, los cañonazos de la tierra han volado la ciudad de Arequipa. Reventó la cordillera y la tierra vomitó los cimientos de las casas. Quedó la gente descuartizada bajo los escombros y las cosechas quemadas bajo las cenizas. Se alzó el mar, mientras tanto, y ahogó el puerto de Arica. Ayer, cuando atardecía, un fraile descalzo convocó a la multitud en la plaza de Lima. Anunció que esta ciudad libertina se hundiría en las próximas horas y con ella sus alrededores hasta donde se perdía la vista. — ¡Nadie podrá huir! —gritaba, aullaba—. ¡Ni el más veloz de los caballos ni la más rauda nave podrán escapar! Cuando el sol se puso, ya estaban las calles llenas de penitentes que se azotaban a la luz de los balcones. Los pecadores gritaban sus culpas en las esquinas y desde los balcones los ricos arrojaban a la calle las vajillas de plata y las ropas de fiesta. Espeluznantes secretos se revelaban a viva voz. Las esposas infieles arrancaban adoquines de la calle para golpearse los pechos. Los ladrones y los seductores se arrodillaban ante sus víctimas, los amos besaban los pies de sus esclavos y los mendigos no tenían manos para tanta limosna. La Iglesia recibió anoche más dinero que en todas las cuaresmas de toda su historia. Quien no buscaba cura para confesarse, buscaba cura para casarse. Estaban abarrotados los templos de gente que quiso yacer a su amparo. Y después, amaneció. El sol brilla como nunca en Lima. Los penitentes buscan ungüentos para sus espaldas desolladas y los amos persiguen a sus esclavos. Las recién casadas preguntan por sus flamantes maridos, que la luz del día evaporó; los arrepentidos andan por las calles en busca de pecados nuevos. Se escuchan llantos y maldiciones detrás de cada puerta. No hay un mendigo que no se haya perdido de vista. También los curas se han escondido, para contar las montañas de monedas que Dios aceptó anoche… 88

(Eduardo Galeano, Uruguay)

(Edward Lear, Inglaterra)

La rodilla Una rodilla cruza el mundo sola. Es solo una rodilla y nada más. ¡no es un árbol! ¡Tampoco una farola! Es solo una rodilla, y nada más. En la guerra, una vez un hombre fue A tiros destrozado. Y sólo la rodilla quedó en pie, Lo mismo que si fuera algo sagrado. Desde entonces, el mundo cruza sola. Es solo una rodilla y nada más. ¡No es un árbol! ¡Tampoco una farola! Es solo una rodilla, y nada más. (Christian Morgenstern, Alemania)

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A una nariz

Escribe una historia humorística sobre aquello que hablaban dos personas en lo alto de una torre, cuando fueron interrumpidas por un rayo: (Dibujo: Edward Lear)

Érase un hombre a una nariz pegado, érase una nariz superlativa, érase una nariz sayón y escriba, érase un peje espada muy barbado. Era un reloj de sol mal encarado, érase una alquitara pensativa, érase un elefante boca arriba, era Ovidio Nasón más narizado. Érase un espolón de una galera, érase una pirámide de Egipto, las doce Tribus de narices era.

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Érase un naricísimo infinito, muchísimo nariz, nariz tan fiera que en la cara de Anás fuera delito. (Francisco Quevedo, España)

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Balaúa De oleaje tú de entrega de redivivas muertes en el la maramor plenamente amada tu néctar piel de pétalo desnuda tus bipanales senos de suave plena luna con su eromiel y zumbos y ritmos y mareas tus tús y más que tús tan eco de eco mío y llamarada suya de la muy sacra cripta mía tuya dame tu Balaúa (Oliverio Girondo, Argentina)

Fragmento de Ubu Rey

MADRE UBU - ¡Eres tan burro! PADRE UBU - De por mi velón verde, el rey Venceslas está aún bien vivo; y admitiendo incluso que muera, ¿no tiene acaso legiones de hijos? MADRE UBU - ¿Quién te impide degollar a toda la familia y ponerte en su lugar? PADRE UBU - ¡Ah! Madre Ubu, me estáis injuriando y pronto se os hará pasar por la cacerola. MADRE UBU - ¡Eh! Pobre desgraciado, si yo pasara por la cacerola, ¿quién te remendaría la culera del pantalón? PADRE UBU - ¡Realmente! ¿Y qué más? ¿Es que no tengo un rabo como los demás? MADRE UBU - Si estuviera en tu lugar querría instalar ese rabo en un trono. Podrías aumentar indefinidamente tus riquezas, comer muy a menudo morcilla y rodar en carroza por las calles. PADRE UBU - Si fuera rey me haría construir una gran capellina como la que tenía en Aragón y que esos bribones de españoles me robaron imprudentemente. MADRE UBU -También podrías procurarte un paraguas y un amplio chubasquero que te llegaría hasta los talones. PADRE UBU - ¡Ah! Cedo a la tentación. Pajarraco de mierdra, mierdra de pajarraco, si alguna vez me lo encuentro en alguna esquina pasará un mal rato. MADRE UBU - ¡Ah! Bien Padre Ubu, héte aquí convertido en un verdadero hombre. PADRE UBU - ¡Oh, no! Yo, capitán de dragones, degollar al rey de Polonia. iAntes morir! MADRE UBU (aparte) - ¡Oh! ¡Mierdra! (Alto.) ¿Así pues, vas a continuar de pordiosero, igual que una rata, Padre Ubu? PADRE UBU - Voto a, de por mi velón verde, prefiero ser pordiosero como una rata flaca y valiente que rico como un malvado y gordo gato. (Alfred Jarry, Francia)

Una confusión cotidiana

(Dibujo: Alfred Jarry)

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MADRE UBU - ¡Oh! Mira qué bonito, Padre Ubu, sois un grandísimo gamberro. PADRE UBU - ¡No me hagáis acogotaros, Madre Ubu! MADRE UBU - No es a mí, Padre Ubu, sino a otro al que habría que asesinar. PADRE UBU - De por mi velón verde, no lo entiendo. MADRE UBU - ¿Cómo, Padre Ubu, estáis contento con vuestra suerte? PADRE UBU - De por mi velón verde, mierdra, señora, ciertamente que sí, estoy contento. Y con menos se estaría: capitán de dragones, oficial de confianza del rey Venceslas, condecorado con la orden del Águila Roja de Polonia y antiguo rey de Aragón, ¿qué más queréis? MADRE UBU - ¡Cómo! ¿Después de haber sido rey de Aragón os contentáis conduciendo a las revistas a una cincuentena de matachines armados con machetes, cuando podríais hacer suceder en vuestro frascuelo la corona de Polonia a la de Aragón? PADRE UBU - ¡Ah! Madre Ubu, no entiendo nada de lo que dices.

Un incidente cotidiano, del que resulta una confusión cotidiana. A tiene que cerrar un negocio con B en H. Se traslada a H para una entrevista preliminar, pone diez minutos en ir y diez en volver, y se jacta en su casa de esa velocidad. Al otro día vuelve a H, esta vez para cerrar el negocio. Como probablemente eso le exigirá muchas horas, A sale muy temprano. Aunque las circunstancias (al menos en opinión de A) son precisamente las de la víspera, tarda diez horas esta vez en llegar a H. Llega al atardecer, rendido. Le comunican que B, inquieto por su demora, ha partido hace poco para el pueblo de A y que deben haberse cruzado en el camino. Le aconsejan que espere. A, sin embargo, impaciente por el negocio, se va inmediatamente y vuelve a su casa. Esta vez, sin poner mayor atención, hace el viaje en un momento. En su casa le dicen que B llegó muy temprano, inmediatamente después de la salida de A, y que hasta se cruzó con A en el umbral y quiso recordarle el negocio, pero que A le respondió que no tenía tiempo y que debía salir en seguida. A pesar de esa incomprensible conducta, B entró en la casa a esperar su vuelta. Y ya había preguntado muchas veces si no había regresado aún, pero seguía esperándolo siempre en el cuarto de A. Feliz de hablar con B y de explicarle todo lo sucedido, A corre escaleras arriba. Casi al llegar tropieza, se tuerce un tendón y a punto de perder el sentido, incapaz de gritar, gimiendo en la oscuridad, oye a B -tal vez muy lejos ya, tal vez a su lado- que baja la escalera furioso y que se pierde para siempre. (Franz Kafka, República Checa)

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Escribe una historia absurda:

Escribe tres noticias disparatadas. Por ejemplo: Una joven se queda sorda tras un beso demasiado apasionado. Los jóvenes tardaron más de una hora en decidirse en ir al hospital y solo fueron después de comprobar que la chica era totalmente incapaz de oír a su novio ni a las bocinas de los coches.

La historia de la cabeza de hierba Un peluquero se quedó calvo. No le valió ninguna loción. Se cubría la cabeza calva con una peluca, pero a pesar de todo se sentía muy desgraciado por ser un peluquero calvo. Su mujer se compadeció de él. Pensó: “¡Hay que probar todo!”, y a escondidas le llevó a su marido el frasco de loción con un abono líquido para plantas. Una semana después le empezó a crecer al peluquero un poco de hierba verde en la cabeza. La gente de la ciudad se asombraba, y estaba entusiasmada. Enseguida se puso de moda la cabeza de césped. Pero el pelo de hierba sólo crecía en las auténticas cabezas calvas. Para todas las demás el abono no daba resultado. Tenían que llevar una peluca imitando la hierba, o teñirse de verde su pelo normal. Pero, enseguida se veía quién tenía una buena cabeza de hierba y quién no. Por eso la gente que tenía una cabeza de césped natural era muy envidiada por todos los demás.

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Sin embargo, las auténticas cabezas de hierba había que protegerlas de las vacas, los caballos, las ovejas y otros animales herbívoros. Por eso ya no iban tanto al zoo. A uno de ellos un canguro gigante le había vuelto a dejar calvo. (Ursula Wölfel, Alemania)

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El lenguaje

El príncipe de los poetas africanos El griot es el príncipe de los poetas africanos. Su palabra es la memoria de la aldea. Sus maestros le enseñan durante cinco años los secretos del arte poético, la danza, la percusión, la pantomima y las leyendas. Él entrelaza las generaciones desde la antigüedad. Sus poemas se convierten pronto en bien común. La poesía sagrada africana se inspira en las fuerzas supremas que rigen el mundo, y se manifiesta en los ritos tradicionales y ceremonias de iniciación, exponiendo su sueño cosmogónico y su interpretación de la vida y la muerte. El nommo en la poesía africana es el grito que estremece los nacimientos de la tierra. Por la fuerza de la palabra el hombre puede transformarse y transformar las cosas. Todo lo que la poesía nombra se hace cuerpo por el poder del deseo. La palabra es principio, humedad, fluidez, sangre y agua. (Janheinz Jahn, Alemania) *** “Las palabras vuelan como flechas, pero las escrituras quedan” (Proverbio africano)

Tres cosas enriquecen al poeta: los mitos, la facultad poética, y una provisión de poesía antigua. ***

A E I O U

Soy el seno de todos los montes, Soy el escudo de todas las cabezas, Soy la tumba de todas las esperanzas. Soy la fogata de todas las colinas, Soy la reina de todas las colmenas,

El lenguaje El verdadero Padre Ñamandú, el Primero,/de una pequeña porción de su propia divinidad,/de la sabiduría contenida en su propia divinidad,/ y en virtud de su sabiduría creadora/ hizo que se engendrasen llamas y tenue neblina. Habiéndose erguido (asumido la forma humana),/ de la sabiduría contenida en su propia divinidad,/ y en virtud de su sabiduría creadora,/ concibió el origen del lenguaje humano./ De la sabiduría contenida en su propia divinidad,/ y en virtud de su sabiduría creadora/ creó nuestro Padre el fundamento del lenguaje humano e hizo que formara parte de su propia divinidad./ Antes de existir la tierra, en medio de las tinieblas primigenias,/ antes de tenerse conocimiento de las cosas,/ creó aquello que sería el fundamento del lenguaje humano/ e hizo el verdadero Primer Padre Ñamandú/ que formara parte de su propia divinidad. Habiendo concebido el origen del futuro lenguaje humano,/ de la sabiduría contenida en su propia divinidad,/ y en virtud de su sabiduría creadora,/ concibió el fundamento del amor./ Antes de existir la tierra,/ en medio de las tinieblas primigenias,/ antes de tenerse conocimiento de las cosas,/ y en virtud de su sabiduría creadora, concibió el origen del amor./ 96

(Canto indígena de la Nación Guaraní)

***

Las Kenningar Cielo: Cráneo del gigante Sol: Hoguera del cielo Mar: Anillo de las islas Mar: Camino de la ballena Río: Sangre de los peñascos Vela: Paño del mar Viento: Lobo de los cordajes Barco: Corcel de las olas Barco: Potro del mar Tierra: Mar de las bestias Peñascos: Hombros de las montañas Montañas: Hueso del fiordo Ojos: Lunas del rostro Lengua: Espada de la boca Pecho: Asiento de las carcajadas Pecho: Caja del alma Corazón: Piedra del brío Sangre: Sudor de la batalla

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Dientes: Riscos de las palabras Corazón: Bellota del pecho Corazón: Piedra del brío Cejas: Cortinajes del rostro Brazo: Trono del halcón Guerrero: Lobo de la batalla Guerrero: El que alimenta a los cuervos Batalla: Tormenta de espadas Batalla: Danza de espadas Espada: Rayo de la muerte Espada: Resplandor de la batalla Espada: Mástil de la lucha Espada: Lobo de las heridas Lanza: Dragón de cadáveres Flechas: Lluvia de la batalla Yelmo: Gorro de Odín Yelmo: Cuenco del pelo Cerveza: Marea de la copa Buey: Oso del yugo Águila: Halcón de la sangre Cuervos: Cisnes de Odín Poesía: Zumo del pecho Poesía: Licor de Odín Arpas: Tabla del gozo Kenningar: Caballo de Odín

Todos los niños deben llevar una piedra plana al Taller. Y deben escribir un breve mensaje sobre la piedra, y escribirlo también aquí en esta cartilla. Es una piedra para regalar a alguien a quien se ama desde la antigüedad:

Las Kenningar en la antigua Escandinavia eran formas poéticas (o metafóricas) de conocer o de nombrar las cosas. Escribe 10 Kenningar:

Llegó mi aliento

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El día se levantó entre una suave lluvia El lugar llamado “allí donde aparece el alba” Cuatro lugares denominados “el alba de la vida”. Allí es donde toco tierra. Los hijos del cielo, voy entre ellos. Llegó a mí con una larga vida. Cuando habla por encima de mi cuerpo con la más larga vida. La voz del trueno habló cuatro veces. Me habló cuatro veces con la vida. El santo joven celeste me habló cuatro veces, Cuando me habló, llegó mi aliento. (Canto indio de la Nación Apache)

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Calentoreaba, y las viscotivas tovas vuelteaban y tregujereaban el terecho. Misébiles estaban los borogovas y los deros trugones bramastoilbaban.

El Jabberwocky

(Lewis Carroll, Inglaterra)

Vocales A negro, E blanco, I rojo, U verde, O azul: vocales, diré algún día vuestros nacimientos latentes: A, negro corsé velludo de las moscas brillantes que zumban alrededor de hedores crueles, golfos de sombra; E, candor de los vapores y de las tiendas, lanzas de los glaciares orgullosos, reyes blancos, escalofríos de umbelas; I, púrpura, sangre escupida, risa de labios bellos en la cólera o en las borracheras penitentes; U, ciclos, vibraciones divinas de los mares verdosos, paz de los pastos sembrados de animales, paz de las arrugas que la alquimia imprime en las grandes frentes estudiosas;

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Calentoreaba, y las viscotivas tovas vuelteaban y tregujereaban el terecho. Misébiles estaban los borogovas y los deros trugones bramastoilbaban. “¡Cuídate del Jabberwocky, hijo mío! ¡De sus fauces que muerden, de sus zarpas que agarran! ¡Cuídate del ave jubjub y esquiva al frumioso Bandersnatch!” Él empuñó la vorpalina espada, y persiguió al manxioso enemigo largo tiempo... Hasta que, cansado, bajo el árbol Tum-Tum se detuvo un rato a meditar ¡Y, cuando estaba en muforosos pensamientos, al Jabberwocky, con ojos llameantes, vio volando a través del bosque túlgido, y burbujereó al llegar! ¡Un, dos! ¡Un, dos! Hasta el tuétano la vorpalina espada lo hizo pedazos. Lo dejó muerto, y con su cabeza galofrante regresó. “Has matado al Jabberwocky? ¡Ven a mis brazos, hijo radioso! Oh, día frobioso! ¡Cualuuúh! i Cualuiiíh!”, bufloqueó el viejo en su alegría.

O, supremo clarín lleno de estridencias extrañas, silencios atravesados por mundos y por ángeles: -O el Omega, ¡rayo violeta de sus ojos! (Arthur Rimbaud, Francia)

¿De dónde vienen los poemas? ¿De dónde vienen los poemas? ¿De los talleres de la mente como las armas destructoras, los cálculos filosóficos, los planes para el mejoramiento del hombre? ¿O nacen simplemente de crisoles de amor? ¿No podríamos tú y yo juntos, absortos el uno en el otro, medir su longevidad? Pues quién más puede juzgar méritos o definir deméritos

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Esto continúa siendo tarea de enamorados unidos indisolublemente en el amor y de nadie más. (Robert Graves, Inglaterra)

El horimento bajo el firmazonte “... La farandolina en la lejantaña de la montaña, el horimento bajo el firmazonte…” (Vicente Huidobro)

¡Democrad ¡Puebla el vivo! ¡No dictaremos más admitidores! pro lometemos, samas y deñores, nuestro sotierno va a gobisfacerles.

En el jardín los árboles eran rectos, retóricos, las avenidas rectas, los estanques retóricos… retóricos, y en fila los búhos, rectos, retóricos, retóricos… Y allí nada se veía irregular: los bancales de forma regular -cuadrados, cuadradoslas regulares platabandas, los árboles endomingados geométricamente, conos dados… todo perfecto, exacto, regular. Y eran las sombras semejantes, y los perfumes semejantes, y los aromas semejantes, y, en medio de todo, los búhos decían idénticos dúos semejantes, los idénticos búhos!

Firmaremos la gaz, no habrá más perra, zaperán juntos el queón y el lordero, y quiero promerer y lo promero, vamos a felicirles muy hacerles.

Oh jardín de mis sueños neuróticos donde ensueñan cerebros caóticos ensoñares macabros, exóticos!

(Y el horimento bajo el firmazonte, y el firmazonte bajo el horimento -ye ca no sé-, brillaba, grona y aro).

Y los búhos tejían la trova paralela, y la luna estaba lela, y en la avenida paralela las brujas del aquelarre

que me se raiga un cayo si les miento: fumos soertes y, mo lás pimportante, ¡blasamos hiempre claro!

(León de Greiff, Colombia)

(Carmen Jodrá Davó, España)

Paladras al lectorvo Balada de los búhos estáticos (fragmento) La luna estaba lela y los búhos decían la trova paralela! La luna estaba lela, lela, en el lelo jardín del aquelarre. 102

Y los búhos decían su trova, y arre, arre, decían a su escoba las brujas del aquelarre…

El destarado escretor de fricción, soñar W.S.T.H.Z Eugen Jahra, cerebrado por mochos crípticos de basta refutación y considerasco de madera enánome el mojar peota de su pequeña noción -Simbeck- pero asimiasmo colmo uno de los más talentopos leprosistas del Siclo Vientre, aclava de pudricar un nuevo librium de poesilga titulado La sorna de las fosas que venderán. El gigaenteco legrado littlerario de peste alabardeado escretor ha sido comprado con el de Diantre, ¡el burdo hunanista florentimo que inmoralizó en su más célibre líbrido a Beretriz, inmaenculada niña, cama su cebestial guía en el Pajadizo! En el palorrama de las lepras contemporarias, no conhosco potro autorpe que haya escalado cimias tan elevanas como Zen, en pus del milloncino de oro del harte de la calabra... Mi primor compacto con ladrán sobra de Zen escurrió hocio el frígido infierno de 1922. Remuerdo que loí nalgunos trabados suyos en la cara robista eróptica sementral The Transatanic Review. En aquerella soportunidad

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le envié a Zen una carpa; allí lo felisitiaba de tosco codazón por los experilentos que estraba llevlando a cago con el idiotma y lo animalba a procegar su brúsqueda de sordoridades inépditas. Le desidia, humorísticamante, en uno de los primierdos fárragos de la carpa: ¿Trotas de emuladar las concocidas y fabrosas lasañas de Atilda, el bárbero empelador de los hunos, aquel Atilda sanguinoario que cruzó, a la cabeza de sus hávides y veloces juanetes, lodo el contunante eurofeo para danzarse sobre BRoma? ¿Trotas de emuladar con Atilda y sus feroces vioiladores de rumbo y fuck truck, aquellos arberos que, ante el mudo tenor del inmundo cifilisado, dejaron sin un solo pero a las honratas matonas bromanas, para luego escalvizarlas en los vestilentes harenques de la lejarana Mognolia?... Hieres un hambre de genio provago, Zen, perro no te vayas a pasar mal allá de tus posibilidudas... Diescupa mi atrozvimiento, puerque yo sed que tú eres un consumido meastro, sólo estoy represuntadando el epidémido papiel de alodado del diáblogo. Me pregunto a voces, Zen, si ese rebruscado estiro tuyo llaga a los vectores o se queda en unos locos. Tu trosa es una humolgama emítica de muchas fosas a un miasmo tiento, especie de ensalodo de foenemas y leczemas manicómicas. Yo sé que la literadura es un comino solidario, y que sierpe asecha el pelibro de que al mejor nobelista lo ablandonen los lectorvos. Sed desiertos proetas y desiertos prosiosistas que se quedaron más solos que Joynás prosainiero en el mondóngolo interior de la callena. A veces tengo la tontoción de decirte: ¡Vuelve al orden y al equilibrio, Zen! ¡Represa sin demoda a las fohormas traicionales!... Tal viscosa esgrimí a Zen muchos daños atracos. Pero, hit et knock, quiebro romper mi silanza para retratarme de mis orrores... Perdoma mi animalversión de entonces, quejido Zen. No sufre ver harta qué punto tu sobra se malancea en una cuerda flota entre el presiente y la literatruca de manana -ese manana que, arte o templado, caerá desde el ciego sin nubes de Homero sobre los escturores- “Nadie ve más legos que el vigilia desde el pathos más apto del bardo”, dijo Cincerón; “hay que tener siempre el volar de asonarse al fruturo con las hojas bien abiertas...” ¿Qué dura cave, Zen, de que tú estás en ese pathos más apto? Un admitador sincerlo, J. Joke, 1934 (Luis Rogelio Nogueras, Cuba)

Esperando a Godot (Fragmento)

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VLADIMIRO.- ¿Has leído la Biblia? ESTRAGÓN.- La Biblia... (Reflexiona). La he echado un vistazo, seguramente. VLADIMIRO.- (Sorprendido). ¿En la escuela laica? ESTRAGÓN.- Cualquiera sabe si lo era o no. VLADIMIRO.- Debes confundirla con la cárcel. ESTRAGÓN.- Quizá. Recuerdo los mapas de Tierra Santa. En colores. Muy bonitos. El Mar Muerto era azul pálido. Nada más mirarlo, me entraba sed. Pensaba: «Ahí iremos a pasar nuestra luna de miel. Nos bañaremos. Seremos felices». VLADIMIRO.- Tenías que haber sido poeta. E5TRAGÓN.- Lo he sido. (Señalando sus harapos). ¿Es que no se nota? (Silencio). VLADIMIRO.- ¿Qué estaba diciendo?... ¿Cómo sigue tu pie? ESTRAGÓN.- Se está hinchando.

VLADIMIRO.- ¡Ah, sí, ya caigo!: la historia de los ladrones. ¿La recuerdas? ESTRAGÓN.- No. VLADIMIRO.- ¿Quieres que te la cuente? ESTRAGÓN.- No. VLADIMIRO.- Así matamos el tiempo. (Pausa). Enrase dos ladrones crucificados al mismo tiempo que el Salvador. ESTRAGÓN.- ¿El qué? VLADIMIRO.- El Salvador. Dos ladrones. Se dice que uno de ellos fue salvado, y el otro... (Busca la expresión contraria). Condenado. ESTRAGÓN.- Salvado, ¿de qué? VLADIMIRO.- Del infierno. ESTRAGÓN.- Me voy. (Queda quieto). VLADIMIRO.-Y, sin embargo... (Pausa). ¿Cómo es posible que...? Supongo que no te aburro. ESTRAGÓN.- No escucho. VLADIMIRO.- ¿Cómo es posible que, de los cuatro evangelistas, solo uno cuente los hechos de esta forma? No obstante, los cuatro estaban allí; vamos..., no muy lejos. Y solo uno habla de un ladrón salvado. Pausa). Bueno, Gogo: De vez en cuando podías meter baza. ESTRAGÓN.- Escucho. VLADIMIRO.- De los cuatro, solo uno. De los otros tres, dos ni siquiera lo mencionan, y el tercero dice que ambos lo insultaron. ESTRAGÓN.- ¿A quién? VLADIMIRO.- ¿Cómo? ESTRAGÓN.- No entiendo nada... (Pausa). Insultar, ¿a quién? VLADIMIRO.- Al Salvador. ESTRAGÓN.- ¿Por qué? VLADIMIRO.- Porque no quiso salvarlos. ESTRAGÓN. -¿Del infierno? VLADIMIRO. ¡No, hombre, no! De la muerte. ESTRAGÓN.- ¡Bueno!, ¿Qué? VLADIMIRO.- Que los dos debieron ser condenados. ESTRAGÓN.- ¡Ah!, ¿sí? VLADIMIRO.- Pero el otro dice que uno se salvó. ESTRAGÓN.- Vaya, no están de acuerdo; nada más. VLADIMIRO.- Allí estaban los cuatro. Y solo uno habla de un ladrón salvado. ¿Por qué creer a uno más que a los otros? ESTRAGÓN.- ¿Quién lo cree? VLADIMIRO.- Pues todos. Solo se conoce esa versión. ESTRAGÓN.- La gente es tonta. (Se levanta dificultosamente. Cojeando, se dirige hacia el lateral izquierdo, se detiene, mira a lo lejos, protegiendo con la mano los ojos; se vuelve, va hacia el lateral derecho, mira a lo lejos. Vladimiro lo sigue con la vista; después coge el zapato, mira dentro, lo tira precipitadamente). VLADIMIRO.- ¡Puf! (Escupe en el suelo. Estragón se dirige al centro del escenario y mira hacia el foro). ESTRAGÓN.- Hermoso lugar. (Se vuelve, avanza hasta la batería y mira hacia el público). Delicioso panorama. (Se vuelve hacia Vladimiro). Vámonos. VLADIMIRO.- No podemos. ESTRAGÓN. -¿Por qué? VLADIMIRO.- Esperamos a Godot (Samuel Becket, Inglaterra)

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Escribe un diálogo sin pies ni cabeza:

Inventa diez palabras con sus imaginarios significados:

Mi palabra es el ritmo de la música

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Mi palabra es la mano con la que trabajamos Mi palabra es el ojo por el cual veo Mi palabra es la comida de aquellos mendigos Mi palabra es el aire que respiro Mi palabra es mi boca por donde como Mi palabra es el hogar de aquellos que viven en la calle Mi palabra es la amistad de mis compañeros Mi palabra es la madre que nos tuvo Mi palabra es el cuaderno donde escribo Mi palabra es el amor de aquellas parejas Mi palabra es el ritmo de la música (John Esteban Carvajal Quintero, 12 años)

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La poesía visual Los caligramas son poemas visuales que tienen un origen antiguo. En ellos se juntan el poema y el dibujo para crear una obra poética. A partir de un dibujo, realizado a lápiz, escribimos por la línea del dibujo, con lapicero, un poema inspirado en la figura. Luego se borra la línea a lápiz y queda el caligrama listo. También se puede escribir al interior del dibujo. Cuando escribimos el poema siguiendo la línea del dibujo, se llama caligrama por el borde. Cuando lo hacemos cubriendo el interior del dibujo, lo llamamos caligrama lleno. Hay caligramas que son, a la vez, llenos y por el borde. El siguiente es un caligrama lleno:

A continuación verás una muestra de ellos, para que al final de este capítulo dibujes tus propios caligramas:

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109 El siguiente es un caligrama por el borde:


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Recorta palabras de los periódicos y únelas sobre una hoja de papel para construir tu propio Cut-Up y pegarlo en las carteleras del colegio:

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Collages. Con imágenes, palabras y fotos recortadas de revistas y pegadas sobre una superficie, que puede ser un fondo de un paisaje u otra imagen, realiza sobre hojas de papel o cartulina una composición que tenga buena imaginación, humor, asombro. Puedes utilizar recortes de revistas, flores secas y otros objetos. Cualquier tema es válido: animales, coches, naves espaciales. Realiza tu propio collage y ubícalo en un muro del colegio:

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La ciencia “Los viajes al espacio nos harán inmortales”. Ray Bradbury

El término astronauta designa a todo ______________________ de un objeto espacial, a la tripulación de una nave espacial e incluso, a toda persona que se __________________ en la luna. A los viajeros espaciales soviéticos entrenados en Rusia, se les denomina normalmente ________________ y a los de la República Popular China o entrenados por ellos, taikonautas.

La maldición de Newton Isaac Newton, sentado bajo un manzano, meditaba sobre la fuerza que mueve a los astros cuando vio caer una manzana al suelo. ¡Estúpida leyenda de la manzana! No es por contradecir a Newton pero no creo que la gravedad sea una magnitud constante ni tan siquiera universal ni que todos los objetos sean atraídos por la tierra con la misma intensidad. No. Lo sé porque últimamente, yo mismo he experimentado un anormal incremento de G respecto a mi propia masa corporal. Estoy secuestrado por una fuerza atractiva que me inmoviliza y me aplana contra el suelo. Ignoro por qué la gravedad se haya fijado justamente en mí, pero mientras el resto de personas desplazan sus masas venciendo una atracción de 1G, yo, por el contrario, noto como esa atracción hacia mí crece y crece de uno a dos e incluso a 3G. Vivo, prisionero de mi peso, ralentizado por capricho de la gravedad. Lo verdaderamente preocupante es que la tendencia pueda invertirse y que la fuerza atractiva baje de 1G a 0G y de ahí a -1G, -2G... Volaría hasta que ingravidez y fuerza centrífuga de rotación terrestre me expulsaran de una patada al espacio. Tengo que evitarlo de algún modo.

Vivimos en un universo de origen inteligente. Existen ______________________ de que hay civilizaciones éticas más avanzadas que la nuestra que ________________ en el proceso de nuestro desarrollo. Buzz Aldrin, que viajó en el Apolo XI, dijo que cuando _________________ a la Luna en 1969 había dos grandes ________________ extraterrestres alrededor del _________________. Su versión fue verificada por altos ___________________ de la NASA. La exopolítica es una ciencia _____________________ que estudia las _____________________ entre nuestra civilización __________________ y otras civilizaciones inteligentes en el___________________. Uno de nuestros primeros pasos para la __________________ universal será a través de la ________________ marciana.

- ¿Va a querer postre el señor? (Rubén Salgado, Chile)

Escribe cómo te imaginas la vida en otro planeta:

Investiga y completa los siguientes textos, llenando los espacios en blanco con las palabras que consideres apropiadas:

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Una nave espacial es un ______________________ diseñado para ____________________ más allá de la superficie _______________, en el espacio exterior. Las naves espaciales pueden ser ____________________ o bien estar tripuladas. Dado el escaso ______________________ de los cohetes, gran parte de las ________________ y desarrollos se __________________ en el ámbito de la ciencia ficción.

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Extiéndete en tus respuestas y tómate la libertad de expresar lo que desees, lo que se te ocurra, lo que inventes e imagines. Responde de manera creativa las siguientes preguntas. - ¿Qué piensa la ciencia de la poesía?

Escribe un breve cuento sobre un viaje espacial

- ¿Qué se necesita para que la ciencia cante como un pájaro azul?

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Escribe una historia en la que aparezcan los siguientes personajes: Sabiduría, Ciencia, Poesía y Tecnología.

- ¿Qué piensan las ciencias naturales de las matemáticas?

Te presentados una serie de frases para completar de acuerdo a lo que se nombra. Así: -Decimos ciencia y la palabra es_____________________________ -Decimos pensamiento y la palabra es________________________ -Decimos ____________________ y la palabra es_______________ -Decimos____________________ y la palabra es_______________ 118

-Decimos____________________y la palabra es________________ -Decimos_____________________y la palabra es_________________

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XXXI. Guardar las armas (Fragmento del Tao Te King).

La guerra y la paz

Las armas más valiosas son objetos nefastos, no son instrumentos para el hombre de Tao. Las armas son instrumentos de desgracia, no son instrumentos para el rey. El hombre de Tao utiliza como sitio de honor, en su hogar, la izquierda, y para las armas, la derecha. Sólo en los casos inevitables hace uso de las armas. Luego, si vence, no celebra la victoria, no halla placer en ella. Si hallase placer en ella significaría que se complacía en la matanza de los seres humanos. Pero el que se complace en la matanza de los seres humanos no verá cumplida su voluntad.

Describe en 20 palabras la siguiente ilustración:

(Lao Tse, China)

(Obra de Iván Bilibin)

La Batalla de los Árboles / Cad Goddeu

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LA GUERRA NO ES BUENA PARA LOS NIÑOS Y OTROS SERES VIVIENTES

Las copas de las hayas han retoñado recientemente, Se han cambiado y renovado. Cuando el haya prospera con hechizos y letanías, Las copas de los robles se enmarañan y hay esperanza para los árboles. He despojado al helecho, con el que descubro todos los secretos, El viejo Math ap Mathonwy no sabía más que yo. Con nueve clases de facultades Dios me ha dotado: Soy fruto de frutos recogidos de nueve clases de árboles: Ciruelo, membrillo, arándano, morera, frambuesa, Peral, cerezo negro y blanco, con el serbo en mí participan. Desde mi sede en Fefynedd una ciudad que es fuerte, Observé los árboles y las cosas verdes que se apresuraban. Apartándose de la felicidad se disponían a asumir las formas de las principales letras del alfabeto. Los viajeros se asombraban, lo guerreros se espantaban Ante la renovación de conflictos Como los que causó Gwydion. Bajo la raíz de la lengua una lucha sumamente terrible, Y otra furiosa detrás de la cabeza. Los alisos de la primera fila iniciaron la refriega, El sauce y el fresno silvestre tardaron en ordenarse.

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La obra y el poeta

El acebo, verde oscuro, tomó una actitud resuelta, Está armado con muchas puntas de lanza que hierven la mano. Con el pisotear del rápido roble, cielo y tierra resuenan, -Recio Guardián de la Puerta- es su nombre en todas las lenguas. Grande era el argoma en la batalla, y la hiedra en su flor, El avellano era el árbitro en ese tiempo encantado Tosco y salvaje era el abeto, cruel el fresno, No se desvía la medida de un pie, golpea directamente en el corazón. El abedul, aunque muy noble, tardó mucho en armarse, pero no fue por cobardía, sino por su gran tamaño. El brezo consolaba a la gente exánime, Los álamos de larga resistencia sufrían mucho en la lucha. Algunos de ellos eran expulsados del campo de batalla A causa de los agujeros hechos en ellos por la fuerza del enemigo. Muy airada estaba la vid, cuyos secuaces son los olmos, Yo la elogio mucho ante los gobernantes de los reinos. Fuertes caudillos eran el endrino, con su fruto nocivo, El espino blanco no amado de naturaleza parecida. El junco que persigue velozmente, la retama con su cría, Y la hiniesta que no se comportó bien hasta que la domaron. El tejo que desparrama dotes estaba malhumorado al margen de la lucha, Con el saúco lento para arder entre fuegos que chamuscan, Y la bendita manzana silvestre riendo de orgullo, Desde el Gorchan de Maelderw junto a la roca. Resguardados se quedan el ligustro y la madreselva, Inexpertos en la batalla y el pino cortesano. Pero yo, aunque menospreciado porque no era grande, Combatí árboles, en vuestra formación en el campo de Goddeu Brig.

El poeta hindú Tulsi Das, compuso la gesta de Hanuman y de su ejército de monos. Años después, un rey lo encarceló en una torre de piedra. En la celda se puso a meditar y de la meditación surgió Hanuman con su ejército de monos y conquistaron la ciudad e irrumpieron en la torre y lo libertaron. (Robert Burton, Inglaterra)

Fabulita «¡Viva la paz, viva la paz!»... Así trinaba alegremente un colibrí sentimental, sencillo, de flor en flor... Y el pobre pajarillo trinaba tan feliz sobre el anillo feroz de una culebra mapaná. Mientras que en un papayo reía gravemente un guacamayo bisojo y medio cínico: — ¡Cua cua! (Poema celta medieval)

(Luis Carlos López, Colombia)

Tema para un tapiz La sombra de las jugadas

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En uno de los cuentos que integran la serie de los Mabinogion, dos reyes enemigos juegan al ajedrez, mientras en un valle cercano sus ejércitos luchan y se destrozan. Llegan mensajeros con noticias de la batalla; los reyes no parecen oírlos e, inclinados sobre el tablero de plata, mueven las piezas de oro. Gradualmente se aclara que las vicisitudes del combate siguen las vicisitudes del juego. Hacia el atardecer, uno de los reyes derriba el tablero, porque le han dado jaque mate y poco después un jinete ensangrentado le anuncia: Tu ejército huye, has perdido el reino. (Edwin Morgan, Escocia)

El general tiene sólo ochenta hombres, y el enemigo, cinco mil. En su tienda el general blasfema y llora. Entonces escribe una proclama inspirada, que palomas mensajeras derraman sobre el campamento enemigo. Doscientos infantes se pasan al general. Sigue una escaramuza, que el general gana fácilmente, y dos regimientos se pasan a su bando. Tres días después, el enemigo tiene sólo ochenta hombres y el general cinco mil. Entonces el general escribe otra proclama, y setenta y nueve hombres se pasan a su bando. Sólo queda un enemigo, rodeado por el ejército del general, que espera en silencio. Transcurre la noche y el enemigo no se ha pasado a su bando. El general blasfema y llora en su tienda. Al alba el enemigo desenvaina lentamente la espada y avanza hacia la tienda del general. Entra y lo mira. El ejército del general se desbanda. Sale el sol. (Julio Cortázar, Argentina)

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Las lenguas hechizadas Completa en los espacios vacíos el siguiente diálogo: A. -¿Quién se hará cargo del herido? B. A. -¿Cuándo saldremos del subterráneo? B. A. -¿Por qué vas allí a recordar a la muerta? B. A. -¿Cuándo cesará la matanza? B.

Hubo una vez un brujo malvado que una noche robó mil lenguas en una ciudad, y después de aplicarles un hechizo para que sólo hablaran cosas malas de todo el mundo, se las devolvió a sus dueños sin que estos se dieran cuenta. De este modo, en muy poco tiempo, en aquella ciudad sólo se hablaban cosas malas de todo el mundo: “… Que si este había hecho esto, que si aquel lo otro, que si este era un pesado y el otro un torpe”, etc... Aquello sólo llevaba a que todos estuvieran enfadados con todos, para mayor alegría del brujo. Al ver esta situación, un Gran Mago decidió intervenir con sus mismas armas, haciendo un encantamiento sobre las orejas de todos. Las orejas cobraron vida, y cada vez que alguna de las lenguas empezaba sus críticas, ellas se cerraban fuertemente, impidiendo que la gente oyera. Así empezó la batalla terrible entre lenguas y orejas, unas criticando sin parar, y las otras haciéndose las sordas... ¿Quién ganó la batalla? Pues con el paso del tiempo, las lenguas hechizadas empezaron a sentirse inútiles: ¿para qué hablar si nadie les escuchaba?, y como eran lenguas, y preferían que las escuchasen, empezaron a cambiar lo que decían. Y cuando comprobaron que diciendo cosas buenas y bonitas de todo y de todos, volvían a escucharles, se llenaron de alegría y olvidaron para siempre su hechizo. (Pedro Pablo Sacristán, España)

A. -¿Para qué suben los soldados a la colina gris? B. A. -¿Por qué el niño sigue jugando en el campo arrasado? B.

Escribe cinco diferencias entre la paz y la guerra:

A. -¿Cuándo empezará el bombardeo? B. A. -¿Y qué de la procesión de heridas? B. A. -¿Recuerdas a la sepultada en el túnel? B. A. -¿Qué atormenta al mariscal paralítico? B.

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Gracias a la experimentación con diversas formas de las pregunta, nos familiarizamos con la construcción de diálogos, necesarios en la narrativa y en el teatro.

LA GUERRA NO ES BUENA PARA LOS NIÑOS Y OTROS SERES VIVIENTES

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- ¿Por qué existe la guerra?

Escribe un conjuro mágico para la paz del mundo y la paz interna de los hombres.

Describe escenas de violencia que hayas vivido:

Escribe en papelitos todas las cosas que generan guerra entre los hombres y haz una pequeña fogata al aire libre con tus amigos, donde se quemarán todas ellas mientras cada uno lee su conjuro de paz.

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LA GUERRA NO ES BUENA PARA LOS NIÑOS Y OTROS SERES VIVIENTES

LA GUERRA NO ES BUENA PARA LOS NIÑOS Y OTROS SERES VIVIENTES

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Los derechos de los niños

Los niños no podrán ser separados de sus padres. Cuando los niños tienen muchos hermanos, el estado deberá otorgarles una ayuda económica especial. Los niños tienen derecho a recibir educación gratuita y cultura en la escuela primaria para desarrollar su capacidad creadora, sus talentos y su criterio, para que cuando crezcan puedan ayudar a desarrollar a la sociedad. La responsabilidad primera está en sus padres y maestros.

Más fuerte No tienes derecho a atormentarme Déjame, me vuelvo más fuerte. Ahora me dejas, Tú que querías devorarme. Me vuelvo más fuerte, más fuerte. Una poderosa magia me habita ahora. Ahora ya no puedes dominarme. Me hago más fuerte, Soy más fuerte, más fuerte, más fuerte.

Los niños tienen derecho a jugar mucho y a ser muy felices. La sociedad y las autoridades públicas tienen la obligación de promover el goce de este derecho. Cuando haya un incendio, guerra o terremoto ellos deben ser protegidos antes que nadie. Los niños deben ser protegidos contra toda forma de abandono, crueldad y explotación. Nadie tiene derecho a maltratarlos física o sicológicamente. Los niños no pueden ser obligados a trabajar a una edad temprana, ni menos en un trabajo que afecte su salud o educación o que impida su desarrollo físico, mental o moral. (Canto de la Nación Iroquesa)

Los niños deben ser educados en un espíritu de comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos, paz y fraternidad universal, y con plena conciencia de que deben consagrar sus energías y aptitudes al servicio de sus semejantes.

Queda prohibido (Dibujo: Quino) (Dibujo: Quino)

Declaración Universal de los Derechos de los Niños Los niños no pueden ser discriminados ni excluidos por su raza, el color de su piel, su idioma o religión, su situación económica, sus opiniones o su nacionalidad. Los niños deberán estar protegidos y apoyados para desarrollar su salud, cuerpo, su mente y su espíritu. Los niños tienen derecho desde su nacimiento a un nombre y a una nacionalidad. Los niños tienen derecho a alimentarse bien, a tener una casa, entretenimientos y un médico cuando se enfermen. El niño limitado física o mentalmente debe tener una protección especial y nada debe faltarle. 128

Para poder crecer fuerte y feliz, los niños tienen derecho al amor y a la comprensión. Deberán crecer al cuidado de sus padres, en un ambiente de bienestar material y moral.

Queda prohibido llorar sin aprender, levantarte un día sin saber que hacer, tener miedo a tus recuerdos. Queda prohibido no sonreír a los problemas, no luchar por lo que quieres, abandonarlo todo por miedo, no convertir en realidad tus sueños. Queda prohibido no demostrar tu amor, hacer que alguien pague tus deudas y el mal humor. Queda prohibido dejar a tus amigos, no intentar comprender lo que vivieron juntos, llamarles solo cuando los necesitas. Queda prohibido no ser tú ante la gente, fingir ante las personas que no te importan, hacerte el gracioso con tal de que te recuerden, olvidar a toda la gente que te quiere. Queda prohibido no hacer las cosas por ti mismo, no creer en Dios y hacer tu destino, tener miedo a la vida y a sus compromisos, no vivir cada día como si fuera un ultimo suspiro.

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Queda prohibido echar a alguien de menos sin alegrarte, olvidar sus ojos, su risa, todo porque sus caminos han dejado de abrazarse, olvidar su pasado y pagarlo con su presente. Queda prohibido no intentar comprender a las personas, pensar que sus vidas valen mas que la tuya, no saber que cada uno tiene su camino y su dicha. Queda prohibido no crear tu historia, no tener un momento para la gente que te necesita, no comprender que lo que la vida te da, también te lo quita. Queda prohibido no buscar tu felicidad, no vivir tu vida con una actitud positiva, no pensar en que podemos ser mejores, no sentir que sin ti este mundo no sería igual. (Pablo Neruda, Chile)

¿A qué le tienes miedo?

(Dibujo: Quino) (Dibujo: Quino) ¿Y cuáles otros derechos deberían tener los niños?

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¿Qué prohibirías a tus padres y maestros?

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Estos ejercicios tienen el propósito de alentar la experiencia y la conciencia de la libertad en los lugares donde los niños pueden y deben hablar con libertad, para romper los límites de la tradición que reprime sus mentes libres. Los niños deben escribir también diálogos y poemas, y realizar dibujos, cut-up, caligramas y collages sobre su experiencia y su noción de libertad de expresión:

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La imaginación y el porvenir

La imaginación es como un sol, obra dentro de su mundo donde quiera que brille. El hombre es lo que piensa. La imaginación dirige la vida de los humanos. Cuando el hombre piensa en el fuego, arde; cuando piensa en la guerra, provoca la guerra; o sea, el hombre tiene que hacer totalmente suya la idea de aquello que realmente quiere.

“Pide en la más brillante de tus solitarias horas

Que reunidos podamos aprender para siempre A conservar el sol entre nosotros mismos y el amor” (Malcolm Lowry)

*** Es necesario que sepas lo que puede lograrse mediante una fuerte imaginación. Es el principio de toda acción creadora. Una fuerte imaginación es la fuente tanto de la buena como de la mala suerte. La imaginación manda en todas las cosas. *** La imaginación es semejante al combustible, se adhiere y arde con facilidad. Y cuando ha comenzado a arder, no se la puede apagar. (T.P. A. von Hohenheim, Suiza)

Hacia lo alto Allá lejos viene el alba. El mundo se vuelve verde. La ruta del Mundo de Debajo ¡Está abierta! Sin embargo nosotros vivimos, ¡Hacia lo alto! ¡Hacia lo alto! (Canto indio de la Nación Tewa) (Obra de Iván Bilibin)

Sobre la imaginación

Cuando figura y número no sean

El carpintero es la semilla de su casa. Según sea, tal será su casa. Es su imaginación la que hace la casa, y su mano la perfecciona. La casa es la imaginación. Ahora, si tal es la propiedad de la imaginación que construye una casa, podremos construir con nuestra imaginación una nueva vida para nosotros y para todos. *** La imaginación se ocupa, no de la carne y la sangre, sino del espíritu que existe en cada hombre. *** 134

Así como un hombre con su imaginación cultiva la tierra de acuerdo a su juicio, así mediante su imaginación construye un paraíso dentro de sí y alrededor. ***

Cuando figura y número no sean cifra de seres en totalidad y aquellos que se besan mientras cantan superen en saber al erudito, cuando a la vida libre nuevamente, y al mundo también libre, el mundo vuelva, y una vez más las luces y las sombras en claridad perfecta se aparean, cuando en poema o cuento se registre el verdadero acontecer del mundo ante una sola y mágica palabra todo lo absurdo y falso desaparecerá. (Novalis, Alemania)

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Mi porvenir Acabaré de una vez por alcanzar un país de sonrisas. Una brisa formada de caricias ya me lleva hacia él. Se me invita, está ahí, me aguardan, se sabe que llego. Porvenir, puesto que debes, puesto que vas a invadirme, lleguemos a tiempo, escucha, más de prisa, acércate, atráeme, porvenir, puesto que debes, puesto que vienes... (Henri Michaux, Bélgica)

Imagina. Ahora se trata de que escribas un poema en el que invites al lector a imaginar el porvenir. Entonces cada verso o estrofa comienza con la palabra Imagina. Por ejemplo: Imagina un tiempo futuro en el que todos cantemos junto al fuego Imagina un continente de luz que nos otorga la alegría Imagina la unión de todos los seres, animales y cosas haciendo un coro celeste Imagina los ríos de oro solar entrando por las puertas de tu corazón Entonces se trata de que con tu poema invites a que los otros imaginen un nuevo mundo. ¿Qué es lo que falta al mundo para que los seres humanos sean felices?

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Los ojos de la imaginación. Con los ojos de la mente puedes ver lo que no está ante tu presencia. Puedes imaginarlo todo, con absoluta libertad, y expresarlo poéticamente. Se trata de empezar cada verso con la palabra VEO. Por ejemplo:

Una breve historia futurista. Ahora te proponemos inventes una historia que ocurra en el futuro. Imagina cómo sería todo y sitúa a tus personajes en ese tiempo por venir.

Veo una cascada luminosa cayendo a una pradera Veo niños danzando alrededor de un fuego blanco Veo un gran árbol donde los pájaros cantan poemas Veo un amanecer de luces de oro lleno de cantos y abrazos Veo animales liberados de sus jaulas jugando con la luna Así podemos extendernos todo lo que deseemos. Son escritos que cada persona está en capacidad de crear. Te invitamos a que expreses por escrito tus propias visiones.

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El amor

A una razón “Aquel que camina una sola legua sin amor, camina amortajado hacia su propio funeral” (Walt Whitman)

Un golpe de tu dedo sobre el tambor descarga todos los sonidos e inicia la nueva armonía. Un paso tuyo. Y es el alzamiento de los hombres nuevos y su caminar. Tu cabeza se vuelve: ¡el nuevo amor! Tu cabeza gira, - ¡el nuevo amor! “Cambia nuestros lotes, criba las plagas, empezando por el tiempo”, te cantan esos niños. “Eleva no importa adónde la sustancia de nuestras suertes y nuestros anhelos”, te ruegan. Llegada desde siempre, tú te irás por todas partes. (Arthur Rimbaud, Francia)

Los niños que se aman

Secreto Oh, piedra, piedra inmemorial, Piedra vieja como el mundo. Mejilla de gres curtida por el viento, Grabo sobre ti el secreto de mi cuerpo. Repite eternamente que Najila, hija de Nadir, Ama a Shebbún, el más intrépido de los guerreros. (Poema anónimo tuareg del Sahara)

Los niños que se aman se abrazan de pie contra las puertas de la noche y los paseantes que pasan los señalan con el dedo. Pero los niños que se aman no están para nadie y es sólo su sombra quien tiembla en la noche. Excitando la rabia de los pasantes su rabia su desprecio sus risas su envidia los niños que se aman no están para nadie. Están en otra parte mucho más lejos que la noche. Mucho más altos que el día en la deslumbrante claridad de su primer amor. (Paul Éluard, Francia)

Fragmento del Cantar de los Cantares

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…¡La voz de mi amado! He aquí él viene Saltando sobre los montes, Brincando sobre los collados. Mi amado es semejante al corzo, O al cervatillo. Helo aquí, está tras nuestra pared, Mirando por las ventanas, Atisbando por las celosías. Mi amado habló, y me dijo: Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven. Porque he aquí que ha pasado el invierno, Se ha mudado, la lluvia se fue; Se han mostrado las flores en la tierra, El tiempo de la canción ha llegado… (Salomón, Israel)

- ¿Qué canta el sol a los enamorados?

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Angina de pecho La mitad de mi corazón está aquí, doctor, Pero la otra mitad se encuentra en China, En el ejército que baja hacia el río Amarillo. Cada mañana, Cada mañana con el alba, Mi corazón es fusilado en Grecia. Y cuando el sueño rinde a los presos, Cuando se alejan de la enfermería los pasos últimos, Mi corazón se va, doctor, Se va hacia una vieja casa de madera, allá en Estambul. Además, doctor, hace más de diez años Que no tengo nada en mis manos Para ofrecer a mis hermanos; Tan sólo una manzana, Una roja manzana: mi corazón. Por todas estas cosas, doctor, Y no por culpa de la arteriosclerosis, Ni de la nicotina, ni de la cárcel, Tengo esta angina de pecho Desde mi cama Contemplo la noche tras de los barrotes. Y a pesar de todos estos muros Que me aplastan el pecho, Mi corazón palpita con la estrella más remota.

La vida y la muerte “¿Es el granado loco el que combate la niebla del mundo? (Odysseas Elytis)

“El maíz era oriente y trigo inmortal, que nunca debía ser segado ni jamás fue sembrado. Creí que había permanecido de lo eterno a lo eterno. El polvo y las piedras de la calle eran como oro precioso: las puertas eran al principio el fin del mundo. Cuando vi por primera vez los árboles verdes a través de una de las puertas, me extasiaron y me arrebataron: su dulzura y su rara belleza hicieron saltar mi corazón y casi enloquecí de éxtasis, pues eran cosas tan bellas y extrañas… todas ellas permanecieron eternas puesto que estaban en su propio lugar. La eternidad se manifestaba en la luz del día y algo infinito aparecía detrás de cada cosa que hablaba con mis esperanzas y movía mi deseo”. (Thomas Traherne, Inglaterra)

(Nazim Hikmet, Turquía)

Canción: La faz de la lejana luna

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La lejana faz de tu luna es negra y gloriosa crece la viña; pídeme lo mío que te falte, pero sólo lo mío. Tuya es la gran rueda del sol, y tuyo el cielo sin nubes; toma mis estrellas, tómalas todas, mas llévalas al descubierto. Caminando en esplendor a través del llano Para que el mundo vea, Pues nadie que viva volverá a ver Una pareja como la nuestra. (Robert Graves, Inglaterra)

La voz que embellece la tierra ¡La voz que embellece la tierra! La voz de arriba, la voz del trueno, entre las nubes negras, está sonando y sonando, la voz que embellece la tierra. ¡La voz que embellece la tierra! La voz de abajo, la voz de saltamontes entre las flores y la hierbas, está sonando y sonando la voz que embellece la tierra. (Canto indio de la Nación Navajo)

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De Prometeo Encadenado (Fragmento)

Escribe una breve historia sobre tu paso por un laberinto:

El Coro: ¿Y no llegaste más adelante en tus propósitos? Prometeo: Sí, liberé a los humanos de la obsesión de la muerte. El Coro: ¿Qué remedio has deescubierto para este mal? Prometeo: He hecho nacer entre ellos la ciega esperanza. (Esquilo, Grecia)

El trompetero místico Ahora trompetero, para terminar, otórgame una melodía más sublime que las otras. Canta para mi alma, renueva su esperanza y su débil fe, aviva mi indolente creencia, dame una visión del futuro. Dame por una vez tu profecía y su gozo. ¡Oh canto alegre, triunfante, altísimo! Hay en tus notas un vigor más que terrestre. Todas las victorias -el hombre liberado-, al fin el vencedor. Himnos del hombre universal al Dios universal, ¡todo alegría! ¡Surge una humanidad renacida, un mundo perfecto, todo alegría! ¡Mujeres y hombres en sabiduría, inocencia y salud, todo alegría!

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¡Fiestas de alegría desbordante, llenas de gozo! ¡Ya no más guerra, no más dolor, no más sufrimiento! La tierra purificada, ¡sólo existe el júbilo! ¡El océano lleno de alegría¡ la atmósfera toda alegría! ¡Alegría, alegría en la libertad, en el culto al amor! ¡Alegría en el éxtasis de la vida! ¡Existir es bastante! ¡Respirar es bastante! ¡Alegría, alegría.Alegría sobre todas las cosas! (Walt Whitman, Estados Unidos)

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Y en seguida anochece

Cada uno está solo sobre el corazón de la tierra atravesado sobre un rayo de sol y en seguida anochece

Dí lo que el fuego duda en decir, sol del aire, claridad que se atreve, y muere de haberlo dicho para todos.

(Salvatore Quasimodo, Italia)

(René Char, Francia)

Mientras espero aquí Mientras espero aquí el tiempo ansía fuera en el mar pero una y otra vez es retirado a su cabello azul sin alcanzar eternidad Todavía no hay amor entre los planetas pero tiembla ya un acuerdo secreto (Nelly Sachs, Alemania)

Bailemos en Baronnies Vestida con falda de olivo la Enamorada había dicho: Cree en mi inocente lealtad. Y desde entonces, un valle se abrió

una montaña brilló

un sendero de alianza invadió la ciudad 146

donde el libre dolor se halla bajo las aguas vivas (René Char, Francia)

Y la muerte no tendrá señorío Y la muerte no tendrá señorío. Desnudos los muertos se habrán confundido con el hombre del viento y la luna poniente; cuando sus huesos estén roídos y sean polvo los limpios, tendrán estrellas a sus codos y a sus pies; aunque se vuelvan locos serán cuerdos, aunque se hundan en el mar saldrán de nuevo, aunque los amantes se pierdan quedará el amor; y la muerte no tendrá señorío. Y la muerte no tendrá señorío. Bajo las ondulaciones del mar los que yacen tendidos no morirán aterrados; retorciéndose en el potro cuando los nervios ceden, amarrados a una rueda, aún no se romperán; la fe en sus manos se partirá en dos, y los penetrarán los daños unicornes; rotos todos los cabos ya no crujirán más; y la muerte no tendrá señorío. Y la muerte no tendrá señorío. Aunque las gaviotas no griten más en su oído ni las olas estallen ruidosas en las costas; aunque no broten flores donde antes brotaron ni levanten ya más la cabeza al golpe de la lluvia; aunque estén locos y muertos como clavos, las cabezas de los cadáveres martillearán margaritas; estallarán al sol hasta que el sol estalle, y la muerte no tendrá señorío. (Dylan Thomas, Gales)

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Cuando la vida habla… La vida dice: corro, corro como el tiempo. Cada minuto, cada segundo te pertenece. No desaproveches ni un segundo porque desearás que vuelva. Te irá bien pero también mal. No intentes desalojarme porque es lo único que no se compra. Me verás sólo con tus ojos, pero si no los tienes, con tu alma. Pero la muerte vendrá como una enfermedad. Yo desistiré pero ella me sacará sin tener piedad.

Los violines

(John Jairo Rojo, 12 años, Colombia)

Los violines lloran con los gitanos que marchan a Andalucía. Los violines lloran por los árabes que salen de Andalucía. Los violines lloran por un tiempo perdido que no volverá. Los violines lloran por una patria perdida que tal vez volverá.

Cuando la muerte habla qué me dice

Los violines prenden los bosques de esta oscuridad lejana, lejana.

Cuando la muerte habla me dice: te mataré. Pero esperaré a que te vuelvas anciano. Cuando la muerte habla me dice: no tengo compasión con nadie. Cuando la muerte habla me dice: hasta luego y recuerda que te mataré cuando seas anciano.

Los violines ensangrientan los cuchillos y huelen mi sangre en la yugular. Los violines lloran con los gitanos que marchan a Andalucía.

(Juan Camilo Rojo Flores, 7 años, Colombia) - ¿Si tuvieras solo 24 horas de vida qué harías?:

Los violines lloran por los árabes que salen de Andalucía. Los violines son caballos sobre una cuerda de espejismo y un agua que gime. Los violines son un campo de lilas salvajes que se aleja y se acerca. Los violines son una fiera que tortura la uña de una mujer, la roza y se aleja. Los violines son un ejército que construye un cementerio de mármol y de nahawand. Los violines son la anarquía de los corazones que enloquece el viento en los pies de la bailarina. Los violines son bandadas de pájaros que se escapan de la bandera incompleta. Los violines son el quejido de la seda arrugada en la noche del amante. Los violines son la voz del vino lejano sobre un deseo vencedor. Los violines me siguen, aquí y allí, para vengarse de mí. Los violines me buscan para matarme allá donde me encuentren. Los violines lloran por los árabes que salen de Andalucía.

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Los violines lloran con los gitanos que marchan a Andalucía. (Mahmud Darwsih, Palestina)


- ¿Si quisieras y pudieras vivir de otra manera el resto de tu vida, cómo vivirías?

Un gatico encerrado venció al Emperador. - ¿Cómo lo hizo?

Imagina un diálogo entre la muerte y la vida y escríbelo.

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LA GUERRA NO ES BUENA PARA LOS NIÑOS Y OTROS SERES VIVIENTES

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Canto de la inmortalidad

Si vivo o muero, soy Osiris, a través de ti entro y reaparezco, en ti me marchito y en ti crezco, en ti perezco y caigo de costado. Viven los dioses en mí porque vivo y me levanto en el grano que sustenta a los Venerables. Cubro la tierra, si vivo o muero yo soy la cebada. No seré destruido

Lo que nunca muere

(Canto antiguo de Egipto) - ¿Cuál consideras tú que es el secreto de la inmortalidad? ¿Qué imaginas que podrías hacer para liberarte de la muerte? Una mujer fue a ver a Buda: su niño había muerto y ella lloraba y se quejaba; era una viuda y nunca tendría otro hijo, su único hijo se había muerto, él era todo su amor y a quien prestaba su atención… Buda sonrió y le dijo: “Ve a la ciudad y trae algunos granos de mostaza de la casa donde nunca nadie haya muerto”. La mujer fue corriendo a la ciudad y recorrió casa por casa. Donde quiera que iba le decían: “Podemos darte tantos granos de mostaza como quieras, pero la condición no se cumplirá porque ha muerto tanta gente en nuestra casa”. Así sucedió una y otra vez. Ella aún tenía esperanzas: “Puede ser… ¿quién sabe? Puede haber una casa en algún lugar que no haya conocido la muerte”. Caminó el día entero. Al atardecer había llegado a una gran conclusión: “La muerte es parte de la vida. Sucede. No es algo personal, no es algo que solo me haya sucedido a mí”. Con esta conclusión fue a ver a Buda.

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“¿Dónde están los granos de mostaza?”, preguntó él. Ella sonrió, cayó a sus pies y dijo: “Iníciame en el conocimiento. Quisiera conocer aquello que nunca muere. No pido que mi niño me sea devuelto, porque aun si me lo devuelven, volvería a morir. Enséñame para que pueda conocer dentro de mí lo que nunca muere”. (Antigua leyenda de la India)

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A la pregunta “¿Por qué es necesaria la poesía para los seres humanos?”, varias personas responden de diferentes maneras. Escribe lo que piensas sobre estas respuestas: - Porque cuando a la sociedad se le está muriendo el alma, la poesía la revive. - Para refrescar las almas y mantener viva la sensibilidad hacia lo más humano de lo humano. - Nos enseña a ver y a decir lo que somos y seremos, lo que fuimos y dejaremos de ser. - Porque es el grito de amor que se desgarra desde las heridas de un pueblo que llora. - Es la síntesis de los pensamientos más nobles de la humanidad, es el camino. - Porque es lo maravilloso inesperado. - Construye el mundo y lo hace habitable. - Nombra lo innombrable, libera el grito. - Con ella se nace y se muere, sea crea, se entrega y se vuelve sensible lo inerte. - Para hacer posible lo imposible, mantener el sueño y expresarnos en medio de la violencia. - Para resistir a la pesadilla del país en que vivimos. - Porque transforma el mundo. - Porque se conoce el mundo a través del lenguaje. - Para respirar otros aires. Un mundo sin poesía es un mundo desalmado. - Porque es un lenguaje y un sentir que une a los pueblos. - Porque es la voz esencial del hombre. - Permite expresar lo inexpresable. Es la mayor expresión de la existencia a través del canto. - Es agua para el sediento. - Porque es la palabra hecha vida. Es elíxir para el espíritu y nos hace iguales. - Porque devuelva a la ciudad la esperanza, la humanidad y la solidaridad. - Porque es el alma de la vida, el verbo, la palabra viva que extingue el silencio y vuelve realidad la utopía de la libertad.

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