Revista Prometeo 102 - 103
Memorias del 25º Festival Internacional de Poesía de Medellín
Año 33 | Julio de 2015
Director Fernando Rendón
Consejo Editorial
Gabriel Jaime Franco, Jairo Guzmán, Luis Eduardo Rendón, Juan Manuel Roca, Javier Naranjo, Juan Diego Tamayo, Rafael Patiño, Tallulah Flores, Tatiana Mejía, Myriam Montoya, Jorge Torres, Esteban Moore, Martha Canfield, Jean Portante, Ersi Sotipoulos, Ahmed Al-Shahawi, Hassan El Ouazzani, Ángela García, Gloria Chvatal, Nicolás Suecún, Fernando Rendón.
Colaboradores
Argentina: Rodolfo Alonso. Bahrein: Qassim Haddad. Bolivia: Homero Carvalho. Brasil: Thiago de Mello. Burkina Faso: Frédéric Pacéré Titinga. Canadá: Louise Warren. Chile: Elicura Chihuailaf. Costa Rica: Noberto Salinas. Cuba: Alex Pausides. Ecuador: Maria Clara Sharupi. Egipto: Ahmed Al Shahawi. España: Blanca Andreu. Estados Unidos: Jack Hirshman. Filipinas: Alfred Yuson. Finlandia: Eira Stenberg. Francia: Francis Combes. Grecia: Dinos Siotis. Guatemala: Marvin García.Honduras: Francesca Randazzo. India: Rati Saxena. Islandia: Birgitta Jonsdóttir. Italia: Lello Voce. Líbano: Joumana Haddad. México: Lina Zerón. Nepal: Chirag Bangdel. Noruega: Hanne Aga. Nueva Zelanda: Michael Harlow. Países Bajos: Arjen Duinker. Palestina: Hanan Awwad. Panamá: José Carr. Paraguay: Susy Delgado. Perú: Hildebrando Pérez Grande. Portugal: Casimiro de Brito. Puerto Rico: Vicente Rodríguez Nietzsche. Rusia: Anzhelina Polonskaya. Siria: Lina Tibi. Suráfrica: Zolani Mkiva. Sudán: Taban Lo Liyong. Suecia: Bent Berg. Suiza: Alberto Nessi. Túnez: Tahar Bekri. Turquía: Ataol Behramoglu. Ucrania: Oksana Zabuzhko. Uruguay: Eduardo Espina. Uzbekistán: Aazam Abidov. Venezuela: William Osuna. Vietnam: Nguyen Quang Thieu. Zimbabue: Chenjerai Hove.
Pinturas Fernando de Szyszlo | Perú Producción Corporación de Arte y Poesía Prometeo. Julio de 2015. Carrera 50A # 60-22, Barrio Prado Centro. Medellín, Colombia. Teléfono: +57 4 2549495 Correo electrónico: festivaldepoesiademedellin@gmail.com| www. festivalpoesiamedellin.org | www.youtube.com/revistaprometeo. Facebook: festivalpoesiamedellin. Twitter: @poesiamedellin Valor: $15.000 ISSN 0121-2966 Impreso en Editorial Artes y Letras S.A.S.
Fernando de Szyszlo. Serie Sol Negro, 1996.
CONTENIDO Presentación, 10
Poetas de África Jean Claude Awono (Camerún), 15 Umar Timol (República de Mauricio), 18 Ayo Ayoola-Amale (Nigeria), 23 Moëz Majed (Túnez), 28 TJ Dema (Botsuana), 31 David wa Maahlamela (Suráfrica), 34
Poetas de América Eduardo Gómez (Colombia), 41 Manlio Argueta (El Salvador), 45 Giovanni Quessep (Colombia), 49 Jotamario Arbeláez (Colombia), 52 Lance Henson (Nación Cheyenne, Estados Unidos), 56 Francisco Nájera (Guatemala), 59 Juan Manuel Roca (Colombia), 62 Natalio Hernández (Nación Náhuatl, México), 66 Kevin Bowen (Estados Unidos), 69 Eduardo Dalter (Argentina), 73 Jesús Gaviria (Colombia), 77 Alfredo Vanín (Colombia), 80 Fernando Rendón (Colombia), 83 Norberto Codina (Cuba), 88 Jorge Eliécer Ordóñez (Colombia), 92 Juan Mares (Colombia), 96 Marco Mejía (Colombia), 100 Gabriel Jaime Franco (Colombia), 103 Javier Naranjo (Colombia), 108 Fernando Linero (Colombia), 112 Gustavo Garcés (Colombia), 116 Norberto Salinas (Costa Rica), 120 Fernando Herrera (Colombia), 124
Álvaro Marín (Colombia), 128 Katharine Coles (Estados Unidos), 132 Orlando Gallo (Colombia), 136 Cristina Toro (Colombia), 140 Álvaro Inostroza (Chile), 144 Kalu Tatyisavi (Nación Savi, México), 147 Juan Gregorio Regino (Nación Mazateca, México), 152 Winston Farrell (Barbados), 156 Jairo Guzmán (Colombia), 161 Omar Pérez (Cuba), 166 Fredy Chikangana (Nación Yanacona, Colombia), 172 Jesús David Curbelo (Cuba), 176 Vito Apüshana (Nación Wayuu, Colombia), 179 Juan Diego Tamayo (Colombia), 182 Ana Francisca Rodas (Colombia), 185 Winston Morales (Colombia), 189 Lina Gómez (Colombia), 194 Hugo Jamioy (Nación Kamsá, Colombia), 197 Gabriel Chávez Casazola (Bolivia), 200 Lindantonella Solano (Nación Wayuu, Colombia), 204 Freddy Ñáñez (República Bolivariana de Venezuela), 208 Larry J. González (Cuba), 213 Oscar Saavedra Villarroel (Chile), 216 Eliana Maldonado (Colombia), 220 Augusto Rodríguez (Ecuador), 224 Ángela Suárez (Colombia), 228 Edwin Rendón (Colombia), 231 Jamila Medina (Cuba), 235 Diana Pizarro (Colombia), 239 Isabel Dunas (Colombia), 244 Ronald Cano (Colombia), 248 Felipe López (Colombia), 251 Felipe Posada (Colombia), 255 Carlos Andrés Jaramillo (Colombia), 258 Yenny León (Colombia), 261 Camilo Restrepo (Colombia), 264 Robin Myers (Estados Unidos), 268
Poetas de Asia Ataol Behramoglu (Turquía), 277 Hanan Awwad (Palestina), 281 Nouri Al-Jarrah (Siria), 287 Ke Yang (China), 292 Shen Wei (China), 297 Dinah Roma (Filipinas), 301 Galsansukh Baatar (Mongolia), 307 Basir Ahang (Afganistán), 311
Poetas de Europa Dinos Siotis (Grecia), 321 Bengt Berg (Suecia), 326 Ivo Svetina (Eslovenia), 330 Paul de Brancion (Francia), 334 Marry A. Somby (Nación Sami, Noruega), 337 Stefano Strazzabosco (Italia), 340 Kate Newmann (Irlanda del Norte), 345 Mite Stefoski (Macedonia), 351 María Augustina Hâncu (Moldavia), 355 Marko Pogačar (Croacia), 359 Rafael Lechowski (España), 364
Poetas de Oceanía Ron Riddell (Nueva Zelanda), 371 Martin Langford (Australia), 375 Samuel Wagan Watson (Australia), 380
Traductores al inglés, 387 Traductores al castellano, 388 Fernando de Szyszlo, 389
Presentación 25 años de una batalla de la poesía El Festival Internacional de Poesía de Medellín llega a su primer cuarto de siglo en 2015. Hace 25 años Medellín era la capital mundial del narcotráfico, en realidad una capital de la muerte y del crimen. En esta ciudad se fundaron escuadrones de la muerte, grupos paramilitares y se desarrolló en gran escala el genocidio contra la Unión Patriótica y contra organizaciones sindicales, estudiantiles y populares. 1991 fue el año en que Medellín padeció el mayor número de asesinatos y durante la década de los 90’s, Medellín experimentó una tasa de homicidios mayor que toda Europa Occidental. Tal fue el escenario en el que surgió el Festival Internacional de Poesía de Medellín: contra la adversidad, contra la matanza, hacia la vida, por la serenidad de la población, para fortalecer la esperanza y alcanzar lo imposible realizable. 1300 poetas vinieron a luchar de nuestro lado, desde 165 países. En 25 años continuos, sin ninguna interrupción, el Festival escaló una alta cima, aglutinando a cientos de miles de personas durante años turbulentos, para probar a la población que formas de vida superior son posibles, que la unidad espiritual y las visiones poéticas, el diálogo pacífico entre las tradiciones poéticas del mundo, constituyen una opción privilegiada y alternativa al terror impuesto a sangre y fuego por poderes sanguinarios que han oprimido a nuestro dulce país. El Festival Internacional de Poesía de Medellín, transcurridos estos primeros 25 años de su plena consolidación, tiene mucho camino por delante. Este año celebrará su II Cumbre Mundial de la Poesía por la Paz y la Reconciliación de Colombia, siendo coherente con sus inicios, en una ciudad en la que muchos de sus barrios todavía sufren una dura opresión paramilitar. Pero ya todos sabemos, es con la cultura de una espiritualidad profunda, con el sostenido y persistente vuelo de la imaginación creadora, con los lazos de profunda hermandad y solidaridad, en la búsqueda plena de la justicia social, de la verdad y de la belleza, que nuestro pueblo podrá emanciparse del capítulo más oscuro de la historia de Colombia. 10
Introduction 25 years of a poetry battle
The Medellin International Poetry Festival reaches its first quarter century in 2015. Twenty-five years ago, Medellin was the world capital of drug traffic, indeed the capital of death and crime. In this city, death squads and paramilitary groups were created, and genocide carried out against the Patriotic Union and union, student, and popular groups. 1991 was the year in which Medellin suffered the highest number of murders, and throughout the ‘90s the city had a murder rate higher than all of Western Europe. Such was the scenario in which the Medellin International Poetry Festival arose: against adversity, against slaughter, towards life, for the serenity of the population, to strengthen hope and a chieve the realizable impossible. 1,300 poets came from 165 countries to fight on our side. Throughout 25 uninterrupted years, the Festival reached a high summit, gathering hundreds of thousands of people during turbulent years, to prove to the population that higher forms of life are possible – that spiritual unit, poetic visions, and pacific dialogue between the world’s poetry traditions are a privileged and alternative option to terror enforced through blood and weapons by the bloody powers that have oppressed our sweet country. The Medellin International Poetry Festival, after these first 25 years of full consolidation, has a long way to go. This year it will celebrate its II World Summit of Poetry for Peace and Reconciliation in Colombia, in a manner consistent with its beginnings, in a city where many neighborhoods still suffer strong paramilitary oppression. But we all know it already: it is through a culture of deep spirituality, through the sustained and persistent flight of creative imagination, through ties of deep brotherhood and solidarity, in the full quest for social justice, truth and beauty, that our people will leave behind the darkest chapter in Colombian history.
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Poetas de
Ă frica
Fernando de Szyszlo. Duino, 1994.
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Jean Claude Awono Camerún | 1969
Jean Claude Awono es poeta, ensayista, crítico, editor, profesor de literatura y gestor cultural.
Realizó estudios de literatura francesa en la Universidad de Yaundé y obtuvo una licenciatura en lengua y civilización inglesa. Con otros poetas de su país creó el Círculo de Poetas de Camerún en 1986. Dentro de esta asociación, nació bajo su liderazgo: Hiototi, revista de poesía camerunesa, literatura y cultura, el Observatorio Camerunés de la Cultura, el Centro Cultural Francis Bebey y el Festival de Poesía de las Siete Colinas de Yaundé. Ha participado en festivales de poesía en África, Asia y Europa. Sus poemas han sido incluidos en antologías nacionales e internacionales y han sido traducidos al rumano, inglés, criollo, bretón, español, entre otras lenguas. Jean Claude Awono es coordinador del Movimiento Poético Mundial en Camerún. Libros de poemas: Flujo y reflujo de la locura de un loco; Dos poetas para un poema; Al acecho de la mañana roja; Villadeograma; y, Meteoritos. 15
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I now know why My blood like the river Runs to the sea Why it is ruffled by hippopotamuses Spied upon by sea horses And reprimanded by pirogues It is with the original blood That the rivers’ destination swells And the ancestor always bleeds Towards the sea
Sé ahora por qué Mi sangre como el río Corre hacia el mar Por qué la agitan los hipopótamos Por qué la espían los caballitos de mar Y la amonestan las piraguas Es de la sangre del origen Que se hincha la destinataria de los ríos Y el ancestro sangra siempre Con rumbo al mar
*
Trato de ser un hombre Pero la tumba tiene más corazón que yo Más sangre que mis venas El amor no es más la policía del alba Los árboles son sangre derramada Que se levanta y exhibe la atrocidad Trato de ser un hombre Como antes el ancestro Pero la vergüenza tiene más zancadas que yo 16
Jean Claude Awono
Más luz que mis ojos Hay que movilizar las aguas La sed deseca el tronco de las fuentes * Dejo al niño expulsar El adulto que vigila en mi alma Mi alma que no sabe más qué nombre tener qué paso marcar Y estar bello afea el alba Con mi corazón afilado Remiendo la herida de las estrellas Pero la luz vuelve a sangrar En las vertientes del sueño Y de las ondas Las horas visten la noche Con sábanas nuevas Desgarradas por salvas de rabia He jurado fidelidad al sol Cuando la culpabilidad del silencio Saltó a la vista del invierno
* Y Con mi vientre Supe escuchar El hablar de los peregrinos Había demasiado legados y oráculos Para sólo los oídos Tendido en los cuatro polos de la palabra Mi vientre escuchó toda la enunciación del mito Y el clarín de las epopeyas en la melena de la noche 17
Umar Timol República de Mauricio | 1970
Umar Timol es un poeta de expresión francesa, novelista, narrador y profesor.
Estudió Literatura en la Universidad de Londres, donde descubrió la obra de Rumi, Lautréamont, Baudelaire y Césaire. Ha publicado los libros de poemas: Química; El testamento de la palabra; Sangre (extensa canción mística de amor compuesta en la tradición Sufi, inspirada en la obra de Aimé Césaire); Vagabundeos; y Aforismos -Poesía para gente apresurada. Algunas novelas suyas: El monstruo y Diario de una loca. Incluido en varias antologías, entre ellas, Visiones de África. Publicó sus primeros poemas a los 18 años, en el periódico mauriciano L’Express. Cofundó Point barre, multidisciplinaria revista de poesía de Islas Mauricio, que difunde poetas de todo el mundo. Pertenece al Centro Nacional del Libro en su país natal.
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Umar Timol
Jenine my child you are not yet and I divine your impatience to be don’t worry because the preamble will soon end but I hope you know and are not resentful against me for having chosen this name for you so you will not forget that fear blinds us and darkens the most transparent heart the most spare the softest and can turn it into a monster a torturer so you will not forget that lies sometimes order our footsteps that those who enounce principles are often the most powerful those who claim to want peace are among the most odious the most horrible so you will not forget that men can be crazy and have an impenitent taste for destruction and blood so you will not forget that this world of struggle and hatred is the place of ephemera that we are nothing or little pieces of flesh standing under the sign of the trifle adrift in a dream of land so you will not forget my child to be simply a man among men a witness to beauty with the sole calling of being a love-weaver to love and always to love my child 19
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you are not yet but you will be Jenine Jenine and keep in your hands of clay dove hands her memory
Jenine mi niño no eres todavía y adivino tu impaciencia de ser no te preocupes porque el preámbulo pronto terminará pero esperando sepas y espero que no estés resentido contra mí que te escogí este nombre para que no olvides que el miedo nos ciega y oscurece el corazón más transparente el más desprovisto el más suave y puede convertirlo en monstruo en torturador para que no olvides que la mentira a veces ordena nuestros pasos que los que enuncian principios son a menudo los más poderosos los que pretenden querer la paz son entre los más odiosos los más horribles para que no olvides que los hombres pueden ser locos y que entonces tienen el gusto impenitente de la destrucción y de la sangre para que no olvides que este mundo lugar de combate y odio es lugar de lo efímero que no somos nada o poca cosa 20
Umar Timol
roturas de carne erguidas bajo el signo del irrisorio a la deriva en un sueño de tierra para que no olvides mi niño ser sencillamente un hombre entre los hombres un testigo de belleza tu única vocación de ser el tejedor del amor amar y siempre amar mi niño todavía no eres pero serás Jenine Jenine preservarás en tus manos de arcilla manos de paloma su recuerdo
Aforismos
La literatura es el incesto de las palabras. * Es esencial saber quién eres, para apaciguar el dolor de ser quien no eres. * La belleza del silencio y el silencio de la belleza, dos conjeturas que hacen posible la poesía. 21
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* Evitemos prestarnos los espejos si éstos conservan las huellas de nuestra vanidad. * Quien se inflige a sí mismo su ira existencial en vez de hacerlo contra los demás, es un santo. * El universo se ausenta cuando dos soledades se reconocen. * Seamos los espectadores desengañados de nuestra locura en un teatro que tiene por decoración las sombras de la muerte. * El agotamiento es el cadáver, del amor. * La nostalgia es el pasado descompuesto. * La literatura será de la carne, o no será. 22
Ayo Ayoola-Amale Nigeria | 1970
Ayo Ayoola-Amale es poeta, narradora, dramaturga, performer y profesora universitaria.
Nació en Ikoyi, Lagos. Autora de seis libros de poemas. Destacada constructora de paz. Obtuvo entre otros reconocimientos: Embajadora Universal para la Paz, premio otorgado por la Federación para la Paz Universal, La Musa de la Armonía Poética en África, Embajadora de la Armonía para África y Embajadora del Amor. Fundó la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Justicia. Creó la Fundación de Poesía Esplendores del Amanecer, que aboga por un cambio social positivo en varios países, a través del aporte de maestros en poesía, literatura y educación para la paz. Coordinadora nacional del Movimiento Poético Mundial en Ghana, donde reside actualmente. 23
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Sunlight Is Made We feel the sun of freedom from Monrovia to Capetown. Sunlight is made, and made eternal from the mountains of Abuja to Addis -Ababa. On the wings of a storm, to Tripoli we marched Our heavens were bright from Accra to Bamako. Our mind was made whole from Malabo to Maputo. We saw a broken bowl born into abundance abandoned in Brazzaville. We feel the sun of freedom in Yamoussoukro of no known origin. Sunlight is made, is made eternal from Kinshasha to Mogadishu. The waves embraced by lack drowned the pollen in Bujumbura. We were unjustly imprisoned in the dungeons of mental slavery everywhere. We feel the sun of freedom in Lusaka Lobamba and Luanda Sunlight is made, is made eternal from Yaounde to Windhoek. A land made to answer prison calls could play by the rainbows. We see our Africa blemished by the sour atmosphere of greed, Her answer strengthened an inner light long crippled by her oppressors. We felt the sun of freedom from Lagos to Harare. Just now we saw a hawk knock at our dawn.
La luz del sol se hace Sentimos el sol de la libertad de Monrovia a Ciudad del Cabo. La luz del sol se hace y se hizo eterna de las montañas de Abuja a Addis-Ababa. Sobre las alas de una tormenta hasta Trípoli marchamos Nuestros cielos brillaron de Accra a Bamako. Nuestra mente fue completada de Malabo a Maputo. Vimos un tazón roto nacido en la abundancia, abandonado en Brazzaville. Sentimos el sol de la libertad en Yamoussoukro, de ningún origen conocido. La luz del sol se hace, se hace eterna de Kinshasa a Mogadishu.
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Ayo Ayoola-Amale
Olas abrazadas por la carencia ahogaron el polen en Bujumbura. Estábamos encarcelados injustamente en prisiones de esclavitud mental en todas partes. Sentimos el sol de la libertad en Lusaka Lobamba y Luanda La luz del sol se hace, se hace eterna de Yaundé a Windhoek. Una tierra hecha para responder las llamadas de prisión podría jugar cerca del arcoiris. Vemos a nuestra África mancillada por la atmósfera agria de codicia, Su respuesta fortaleció una luz interna largamente paralizada por sus opresores. Sentimos el sol de la libertad de Lagos a Harare. Justo ahora vimos un halcón llamando a nuestro amanecer.
Hablo Hablo, hablo, hablo en el resplandor de la luz de la luna ¿Dónde está ese sinsentido? ¿Dónde está ese sentido? Nací cuando el sol cantaba Vi claramente como una flor abierta antes que bajara el calor mi mente aterrizó. Hablo, hablo, hablo palabras como cascada y los días se enceguecen, y los corazones ensordecen La Tierra es mi cuerpo, entonces adoro burbujas y espero un sentido tranquilo, dichoso. Hablo, hablo,
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hablo como mi carne he aprendido a oler palabras quemadas que golpean mi corazón pero mi cara ríe como hiena Y la tuya como un sifón asentándose en el cielo tan azul como una piscina Mi sentido corre hacia ninguna parte Hablo, hablo Hablo como el amanecer Al alba la vida es sobre todo sentido y sinsentido y al atardecer nada, absolutamente nada. Mi cabeza corría por todas partes y cantaba hasta que el río se secó en todas partes. Hablo, hablo Hablo como la mañana despertada de su sueño. ¿Cuál es ese sinsentido? ¿Cuál es ese sentido? Vi sentido en lo sinsentido y sinsentido en el sentido. Y me incliné hacia donde el sol corría ya sin verterse y nunca estoy segura... Hablo, hablo hablo como la naturaleza canté mi mente al aire como tulipanes. Mi sentido corre por todas partes. ¿Quién es ese sinsentido? ¿Quién es ese sentido? Lo sabes porque estás en él. Hablo, hablo, hablo como un dios hay una rosa en mi corazón 26
Ayo Ayoola-Amale
y hedor en el fregadero. Basta ya, no encuentro mi cabeza. Pero he aprendido a conservar mis dos cabezas de barro.
Respira con el mundo ni nada comienza, ni termina nada, Una luz malsana nos retiene, nada contiene el dolor aquí entre la huerta ante la luna cantando locamente, aplastado y cantando agrietado, sucio, con la lavanda de la vida eterna.
Hablé con el sol Hablé con el sol y llegó la mañana. Nunca fue la fuerza de un dios cantando como un coro en pesada quietud. Hablé más profundo y el mal y la muerte salieron con los dioses en el cielo. Hablé con el sol y llegó la mañana. Vi las estaciones de tiempo cansado, años encantadores, se rompió en días, se abre un corazón. Se abre una mente. Hablé con el sol y llegó la mañana. El sol se parece a mí. Cuando me lo arranco lo conozco. 27
Moëz Majed Túnez | 1973
Moëz Majed es un poeta de expresión francesa, editor y biólogo.
En sus primeros poemas se percibe un aliento místico, proveniente de la tierra de Kairouan, en su invocación y misticismo. Ha publicado los libros de poemas: La Sombra... La luz; Ensueños de un cerezo en flor; La ambición de un huerto; Reclinado; y Canciones de la otra orilla. Este último libro es una suerte de historia de Túnez. Sus palabras evocan el tiempo del sufrimiento, y la sed de libertad en espera de la resurrección. Premio Paul Verlaine en 2011. Afirma Moëz Majed: “Poesía y biología son la vida misma. Ciencia y poesía responden de una forma diferente a una pregunta común: la búsqueda de la verdad de la vida. La primera tiene metodologías claras y bien definidas para el logro de la verdad científica. La segunda, de instinto para llegar a la verdad”.
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Moëz Majed
Lafayette And the streets die… From seeing the desire that hung from their windows fall into crumbs; From forgetting the names of those who loved there. Streets die too.
Lafayette Y las calles mueren… De ver desmigajarse el deseo que colgaba de sus ventanas; De olvidar los nombres de los que allí se amaron. Las calles mueren también.
Café de la tarde Aquí, al pie del ficus poderoso, Respira una sombra eterna Y el viento… El más salvaje de sus amantes. Y diez mil gorriones Levantan sobre la avenida Las telas de la tarde. 29
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Raoued En Raoued, en octubre, Cuando se levanta el viento, Viene la melancolía. ¿Cuántas veces todavía Nadaré En Raoued? ¿Cuántas veces todavía El primer aguacero de otoño?
Caminos Al atardecer, arrodillarse y guardar silencio. Perseguir, una por una, las luciérnagas en las fronteras del tiempo de los primeros cantos del Mundo. Cerrar en un sueño tantas angustias abiertas, expirar largamente como se vacía un árbol de su sustancia silenciosa. ¡Qué difícil encontrarse al alcance de una sentencia tan humilde! Que cada cosa recobre su sitio, que la luz abrace sin pena la curvatura del tiempo, que la materia fluya, ligera, como un arroyo al destino tan apacible. ¡Cómo es de dulce ver lo que no puede ser visto!
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TJ Dema Botsuana | 1981
TJ Dema es poeta. música, performer, editora y periodista.
Destacada representante del “Spoken Word”. Ha viajado con su arte a Francia, Alemania, Escocia, Dinamarca, Estados Unidos, India, Malawi, Suráfrica y Zimbabwe. Su obra, de amplia conciencia social y política, se destaca con gran carisma en el escenario. Pertenece al grupo musical Sonic Slam Chorus. A pesar de su juventud, es reconocida en su país. Su obra ha sido parcialmente traducida al francés y al chino e incluida en la Antología Sin serenidad aquí. Grabó CD multilingüe Soñar es un regalo para mí y publicó el cuadernillo de poemas Mandíbula. Preside la Asociación de Escritores de Botsuana y cofundó el colectivo Exoduslivepoetry!, que coordina el único festival anual de poesía de Botswana, desde 2004. 31
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Writing The feeling exhumes itself first You cannot call it It must ask for you by name And when the first wave hits Your chest stale with old air Unbuckle yourself, float Do not hold on or back Do not attempt to sand your beaches with sack You are hessian A hungry hour glass for the dune wind The real work begins and ends with release
Escribir Primero el sentimiento se exhuma solo No lo puedes llamar Debe preguntar por ti, nombrándote Y cuando la primera ola golpea Tu pecho está endurecido de aires viejos Desabróchate, flota No te aferres ni te ocultes No intentes arenar tus playas con costales Tú eres yute Un reloj de arena con hambre de duna y viento El verdadero trabajo comienza y termina con la liberación
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TJ Dema
Porque sí Porque sé que vas a preguntar Dónde están las flores He cogido rosas rojas y dulces Las dejé junto al camino para que las aves las coman Porque sé que vas a preguntar Donde están los dulces Te he preparado halwa con estas manos que Revolvieron y derramaron lo que era tuyo Porque sé que vas a preguntar Dónde estoy Hace mucho dejé ese lugar Para caminar despacio entre los árboles Donde tu ojo avaro no pueda alcanzarme
Índigo tuareg Yo soy la que viste color en la piel Adornando la carne con tonos desérticos de índigo Mis historias se narran bajo los ojos Sobre pómulos de mantequilla No necesito un cielo de metal Un ataúd tallado en hueso, majado en sangre Soy un millón de constelaciones moldeadas en lodo El color de un cielo que despierta Recuerdos azul púrpura, secretos sumidos en tormentas de arena Entre mi amante el desierto
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David Maahlamela Suráfrica | 1984
David Maahlamela es poeta, cuentista, novelista, dramaturgo, editor y performer
Escribe en sepedi e inglés. Antes de entregarse a la poesía fue minero, mecánico y artesano. Obtuvo, entre otros reconocimientos, el premio Herifest de Poesía, el Premio Musina Mayoral Excellence para el desarrollo de las artes y el Premio Pan SALB. Ha publicado, entre otros, los libros: Moswarataukamariri, Mphogodiba, Poem to My Poems y Mopedi o Maratong, así como varios libros para nños. Acerca de su escritura, Maahlamela afirma: “La libertad de expresión es mi única arma cuando me acerco a temas polémicos. La voz a la que sirvo como poeta me dio la valentía de decir lo que pienso como es, no como se espera que sea. Me he encontrado con muchas reglas en la literatura, pero siempre hago una pregunta sin respuesta: ¿quién las escribió?”.
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David Maahlamela
La calle cuyo nombre olvidé Esta mañana vi una linda callecita cuyo nombre olvidé. ¿Tendrá si quiera un nombre? ¿Es eso importante? ¿Para qué especular sobre lo que no es esencial? Lo que importa es la jovencita escondiendo su vientre. No quiero ni siquiera imaginar su edad, por amor a dios. Pero ella no es mi problema. Ni siquiera el vientre que escondía. Lo único que no puedo entender es el problema del hombre que no vio problema alguno en exprimir su gran problema dentro de una niña-todavía-sin-solución.
Street whose Name I Forgot This morning I saw a pretty little street whose name I forgot. Does it even have a name? Is that even important? Why fathom on that which is not the spine of the matter? What matters is the young girl who was pushing her belly – I don’t want to even imagine her age, for my heart’s sake. But my problem is not her. Not even the belly she was pushing. I just can’t understand the problem of a man who saw no problem squeezing his big problem into such young girl’s not-yet-a-solution!
Autobiografía Nací en 1984 en un pueblo que no aparece en el mapa de mi país. 35
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a mis diez años mis padres se divorciaron, dormí en el orfanato y en la estación de policía, dormí con los niños de la calle, sobre cartones, y sobreviví a los abismos de miseria. La poesía me asaltó a los catorce aunque no sabía adorarla como me lo solicitaba. A los diez y seis me matriculé y la E, mi logro más alto, confirmaba la ruta de mi profesor: tu cerebro tapa un gran salón sin mobiliario alguno. un año más tarde peleé con lagartos por rayos de sol mientras mis amigos asistían a la universidad. Fui buhonero y jardinero antes de permitirle a De Beers y Anglo Platinum extraer los minerales con mis uñas, una pequeña antorcha de resistencia bañó mis ojos, organicé una marcha de protesta orientada a salvar los trabajos de otros, aunque nunca nadie se preparó para salvar el mío. La muerte me visitó tres veces mis antepasados le dijeron: ¡vete al infierno! la Deidad y la Piedad me poseyeron una vez que todo me fue embargado aprendí a orar en cuevas de púas tomé baños en cascadas sagradas y mantuve conversaciones con las montañas, sólo una montaña me respondió. He sido amado para siempre tantas veces pero todos mis parasiempres han terminado antes del final, nunca en mi vida di un voto Nunca creí en el voto en contra en lugar de, Me rehusé a ser la llave o el martillo de alguien; disfruto cuando muerdo la mano de quien me alimenta especialmente si me ofrece veneno.
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David Maahlamela
Muchos dicen que tengo suerte al no haber conocido las guerras que mis raíces libraron por cada gota de agua. El mío es un corazón de hierro recocido en el horno de la tormenta y la turbulencia, he visto lo nunca antes visto, desarrollé un tercer oído para escuchar lo nunca dicho, aprendí a hacer el amor a los vendavales.
No puedo recordar no puedo recordar cuántos corazones he roto ni cuántas alas de ángeles ciegos he roto yo. algunas personas he vendido por una caja de cerveza de sorgo y a otras por una taza de sopa batida, batida y fría. yo solía ir al río de los corazones de las personas tan sólo para guardar mis anzuelos en sus cestos. la iglesia era el paseo con el caballo medio domesticado y echar a correr con el absoluto desenfreno de la avalancha. yo he convertido los corazones en blancos las palabras de mis padres resuenan en mis oídos. dios, escucha y arregla de nuevo mis atrofiadas cuerdas para que yo pueda contar mis melodías de arrepentimiento. escucha la voz agrietada de mi arpa el hee-haw de una mula agónica.
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Poetas de
AmĂŠrica
Fernando de Szyszlo. Serie Recinto, 1997.
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Eduardo Gómez Colombia | 1932
Eduardo Gómez es poeta, ensayista, profesor universitario, novelista y periodista.
Ha publicado los siguientes libros de poesía: Restauración de la palabra; El continente de los muertos; Movimientos sinfónicos; El viajero innumerable; Historia baladesca de un poeta; Las claves secretas; Faro de luna y sol; y, La noche casi aurora. Fue líder estudiantil en el movimiento contra Rojas Pinilla y cofundador de la Federación de estudiantes Colombianos. Se especializó en Literatura y Dramaturgia en Alemania, en Leipzig y Berlín, donde permaneció como asistente de dirección en el teatro Berliner Ensemble (fundado por Brecht). Durante 40 años fue profesor de literatura europea en la Universidad de Los Andes, donde dirigió la revista Texto y Contexto. Refiriéndose a su obra, afirma German Espinosa: “El poeta actúa en función del universo y de los hombres, y sabe que es un producto social en sus facetas más extrañas u originales”. 41
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Requiem Withouth Tears Your death began a month ago and from the very first day children have played in the parks as usual and your room has been rented to a great big boisterous worker and everything seems the same in the streets although your face grows ever paler in my memory. When darkness surrounds me at night I concentrate in anguish on trying to revive you reconstructing your face closing my eyes and clenching my fists but you just float at the end of a moonlight garden and it’s all in vain for you don´t say a word and your image trembles and is erased like the landscapes reflected in still water that are shattered at out touch. People work converse pass me by and their eyes slip over me indifferently. Think they are cruel but then I remember that they didn’t know you and don’t know that I’m the bearer of the awful news and even if they had know you and loved you could they possibly do anything else but their lives? Our world begins to be young our world only loves the dead who have given it more life. That is why you will not escape oblivion why it is so difficult to retain you why it is so easy to fill the void you have left. Your life was innocent and your death does not shake us. It is but a smile that vanishes with the fog a melodious echo that is lost down dark corridors where we can no longer follow you. 42
Eduardo Gómez
Réquiem sin llanto Hace un mes comenzó tu muerte y desde el primer día los niños juegan en los parques como siempre y tu habitación fue alquilada a un obrero grandote y parrandero y todo parece igual en las calles aunque tu rostro palidece cada vez más en el recuerdo. Cuando la oscuridad me rodea en la noche me concentro angustiado en revivirte reconstruyo tu rostro cerrando los ojos y crispando los puños mas solamente flotas al final de un jardín iluminado por la luna y es en vano porque no pronuncias palabra y tu imagen tiembla y se borra como cuando tocamos los paisajes que el agua quieta refleja. Las gentes trabajan Conversan pasan a mi lado y sus ojos resbalan sobre mí, indiferentes. Pienso que son crueles pero luego recuerdo que no te conocieron que no me saben portador de la tremenda noticia ¿y aunque te hubieran conocido y amado acaso podrían hacer algo que no fuese su vida? Nuestro mundo comienza a ser joven nuestro mundo solamente ama aquellos muertos que le han dado más vida. Por eso no escaparás al olvido por eso es tan difícil retenerte por eso es tan fácil llenar el vacío dejado por ti. Tu vida fue inocente y tu muerte no estremece. Es apenas una sonrisa que la niebla va esfumando un eco melodioso que se pierde en oscuros corredores adonde ya no podremos seguirle. 43
Revista Prometeo
El viajero Después de tantos viajes regresó desnudo a casa en las manos una luna rota recogida en el polvo. Apareció en el camino montando una jirafa, conversando de cosas cotidianas. Le preguntaron sobre las siete maravillas y el narró una conversación de sobremesa. Le preguntaron sobre los rascacielos en Nueva York y narró una pelea de negros armados de blancos dientes. Le preguntaron sobre el París de los taxis y habló de un mendigo pintoresco desayunando en Montmartre. Lucía desnudo pero usaba gruesas gafas y costosos anillos acorazaban sus dedos. Le pidieron que cantara y él habló de los trenes que atropellan la noche. Le pidieron que danzara y habló de la dolorosa quietud de los parias. Lucía desnudo pero guardaba cien raídos trajes: entre condecoraciones y medallas un espejo mellado entre cosméticos y charreteras un librito perfumado, entre muebles anticuados un ataúd-cama entre cuchillos y revólveres pañuelitos de encaje. En sus ojos ardían mil ciudades distantes.
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Manlio Argueta El Salvador | 1935
Manlio Argueta es poeta y novelista, perteneciente a la Generación Comprometida, de gran alcance cultural, social y político.
Ha publicado, entre otros, los libros de poemas: Canto a Huistaluxilt; Canto vegetal a Usulután; Poemas; El animal entre las patas; Un hombre por la patria; En el costado de la luz; De aquí en adelante; Las bellas armas reales y Poesía completa 1956-2005. De su vasta obra narrativa, destacamos los libros: El valle de las hamacas; Caperucita en la zona roja, premio de novela de Casa de las Américas; Un día en la vida y Milagro de la paz. En palabras de Manlio, “las civilizaciones nunca han chocado, chocan los poderes; no hay una oposición por el simple hecho de ser culturas diferentes, yo creo que las culturas tienen que unirse. Lamentablemente los más poderosos quieren acabar a los más débiles y estos a su vez quieren defenderse, creo que las civilizaciones no deben chocar sino interactuar”. 45
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Prison Where are the others? They said they’d come but no one does. Our eyes tether our last memories, but no one comes. We write a name (the walls are gray): men like jungle beasts were here, and here some loved as they had never loved. When will the others come to talk, to look at someone else, to smile with people? Sometimes I say I’m sad and remember the voices I remember. Where could the others be? They said they’d come. I go out to look for my friends, and there they find me, bound by walls.
Cárcel ¿Dónde estarán los otros? Dijeron que vendrían pero nadie aparece. Nuestros ojos amarran los últimos recuerdos pero nadie aparece. Escribimos un nombre (las paredes son grises): aquí estuvieron hombres como fieras en selva, aquí se amaron otros como nunca se amaron. ¿Cuándo vendrán los otros para hablar, para mirar a alguien, para sonreír con las personas? A veces digo que estoy triste y recuerdo las voces que recuerdo. ¿Dónde estarán los otros? Dijeron que vendrían. Salgo a buscar a mis amigos y me encuentran cercado por los muros. 46
Manlio Argueta
Birth Control Esta noche no dormiremos juntos, Hay sarampión en la ciudad y podrías Quedar embarazada, cosa grave: Parirías un monstruo, una flor. Morirías entonces de pesar Y yo de frustración me moriría. Esta noche no dormiremos juntos. No beses esta piel de perro en celo. No me hagas caer en tentación. Podrías concebir lo que no quiero. Además, mejor vivir sin hijos ¡por Dios! Con tanta mala suerte.
Promesa Juro no morirme jamás. No sublevarme. No decir la verdad cuando nos duela. Ofrecer la mejilla cada vez Que me ofendan. A los pobres Daré limosnas. Comeré pan duro Para ser bueno con todos. Sólo dinero (pues no tengo nada) No habré de repartir… Después morir Tranquilamente, libre de pecados, De bronconeumonía o de un callo En el pie O de un catarro en el alma.
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Temor imaginado Me da miedo quererte, por eso me conformo con dibujar tu nombre con mi miel y mis ojos, navegar en las ondas de tu cuerpo de mar. Me da miedo llamarte. Cada palabra tuya a la distancia son tus labios que vuelan y tu celo que tiembla al ritmo de mi cuerpo. Me da miedo la música de tus voz en el aire y perderme en el tiempo sin tiempo del temor. Me da miedo el encuentro de tu sangre y mi sangre, no poder traducir el lenguaje distinto de tus actos que vuelan en la flor y las aves. Sólo tu ofrenda libre me repone del miedo para vencer lo real de tu asombro desnudo que al tacto de mis manos es piel imaginada.
Nadie toca la puerta Como un ángel en llamas localizo el sonido de tu casa en el cerro. Cuando acudes a abrirme solamente la calle, un silencio que huye. Miras el aire de oro mecido por la noche que se acerca y golpea tu ventana de miedo. Como un fantasma entonces te abraza mi fantasma. Mis pisadas se asombran de tu sueño despierto y penetro a tu lecho como un ángel desnudo. 48
Giovanni Quessep Colombia | 1939
Giovanni Quessep es uno de los más grandes poetas colombianos.
Nació en San Onofre. Con su libro Antología Personal, obtuvo este año el Premio Mundial de Poesía René Char. Al decir de los jurados “Su poesía es una forma de resistencia ante la desesperación y el olvido, en el límite entre el canto y el silencio, con la actitud de quien recorre un tiempo único y verdadero. Su espacio es el del exilio y la soledad pero su travesía es la del conocimiento y el paisaje interior...”. Su obra poética, catalogada como una de las más líricas de la tradición poética colombiana, ha sido traducida a diversas lenguas. Ha publicado los libros de poemas, El ser no es una fábula, 1968; Duración y leyenda, 1972; Canto del extranjero, 1976; Madrigales de vida y muerte, 1978; Preludios, 1980; Muerte de Merlín, 1985; Un jardín y un desierto, 1983; Carta imaginaria, 1998; El aire sin estrellas, 2000; Brasa lunar, 2004; Las hojas de la Sibila, 2006; y El artista del silencio, 2012. 49
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Reading William Blake I am happy, despite death lying in wait for me behind the araucaria trees; my happiness comes from another sky where birds worship the tiger’s gaze. Tiger, tiger, burning jewel in the forests of the night, what fairy has settled on your eyes, what garden on your mottled moon skin? I am happy, even though ruin threatens the doors of my house; no one can stop me, no one who lacks the secret of my words.
Lectura de William Blake Estoy feliz, a pesar de la muerte que me acecha desde las araucarias, mi alegría proviene de otro cielo donde los pájaros adoran la mirada del tigre. Tigre, tigre, quemante joya en las florestas de la noche, ¿qué hada se ha posado en tus ojos, qué jardín en tu piel de luna manchada? Estoy feliz, aunque la ruina amenace las puertas de mi casa; nadie podría detenerme, nadie que no tenga el secreto de mis palabras.
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Giovanni Quessep
Metamorfosis del jardín Del jardín en verano nos queda la ceniza, apenas ese abismo desde donde no vemos sino tréboles blancos. A pesar de la muerte alguien canta a un país desconocido, acaso sea su duelo la ventura, aquel destino que nos fuera negado. Todo es ya polvo en nuestras manos, canción: no busques ya ni esperes; tengamos la libélula y no soñemos la estación que dura. El jardín sin escalas guarda bienes y males, mas, ¿no había aquí una primavera, un cuerpo que pasaba entre los árboles?
La hora de vivir La hora de vivir, de tener alas sobre el abismo, azul oscuro reina con su cetro de ortigas en el aire como si te dijeran: Cuida el alma de tu silencio, que la nada acecha de cal y piedra viva en lo esperado. La hora en que es abril el limonero de tu casa profunda. Busca el hilo que se teje en los míticos tapices y no lo sueltes, porque desharías los dibujos que inventan las estrellas.
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Jotamario Arbeláez Colombia | 1940
Jotamario Arbeláez es poeta y el más destacado cofundador del movimiento nadaísta colombiano.
Algunas obras: El profeta en su casa, 1966; El libro rojo de Rojas, 1970; Mi reino por este mundo, 1981; La casa de la memoria, 1986; Doce poetas nadaístas de los últimos días, Antología, 1986; El espíritu erótico, 1990; El cuerpo de ella, 1999; Nada es para siempre (Antimemorias de un nadaísta, 2002). Obtuvo el Premio Nacional de Poesía La Oveja Negra, 1980; el Premio Nacional de Poesía Golpe de Dados, 1980; El Premio Nacional del Instituto Colombiano de Cultura, 1985; el Premio de Poesía Instituto Distrital de Cultura, 1999; y el Premio Internacional de Poesía Valera Mora, Caracas, 2008. Fue Secretario de Cultura del Departamento de Cundinamarca y recibió la medalla del Congreso en el grado de Comendador. Destacado columnista del Periódico El Tiempo.
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Jotamario Arbeláez
We Misfits Don’t Forget You, Marilyn Now that the worms have thrown the first spadeful of oblivion on your body now that you live under Los Angeles and need no psychiatrists now that your haughty hip bone is mere dust in a box and mere dust are your buttocks spread over the satin lining of your coffin now that your whole body fits inside your smallest powder compact now that your toenails lie scattered at your feet like dead planets and the platinum heels of your gala slippers are bent among champagne buckets under the terrible weight of your Achilles tendon’s absence now that in your closet the moths have done the same to your Beverly Hills- and Chanel No. 5- and five fingers of the hand-scented party dresses now that the eccentric millionaire who leased your Brentwood house has stopped looking for your armpits in the living room’s corners and organizes with his guests a rhinoceros safari in Peru now that the psychiatrist who saw you has filed for bankruptcy and is writing your “memoirs” to pay his taxes and because his three wives are in sore need of the twelve thousand dollars a month fees you paid him now that the sleeping pills you took are quickly sold out in drugstores as the ultimate lullabies now that even in the old celluloid tapes your eyes are closing, tired of holding up so many eyelashes, so many rafters now that no one knows who norma jean baker was, because Baker norma jeans are legion in phone directories now that the 188 billion psychopaths no longer see you in their dreams in English with Spanish subtitles like a salem witch flying over a baseball bat now that your ex-husband’s play about your life has been drawn from before Broadway critics and the photographers’ sun has forever ceased to shine on you oh mystery-filled female cat on the mercedes benz of oblivion in this little Latin American country called Colombia we live – the several misfit poets who won’t forget you (you Marilyn were more important for us than the Monroe doctrine) and who remember you when the moon rises over the “jaguars” when we slide down a jet’s gangways when we read in the paper that Dali has made a sculpture of drawers out of your breasts when a white two-tiered ambulance glides past us, fast as a mermaid and our wives cry at the elevators’ highest point Sometimes, like now, we raise a prayer to you why don’t we raise you up in prayer 53
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in a requiem in an anti-requiem in a funeral prayer what do we know of those names only that every man prays to what he loves most especially if what he loves most is dead and it is then that we want to lie face down in Westwood cemetery to feel in our pubic pores the blades of grass growing from your American groin now that you are dead and lie without much hope in the resurrection of the bodies in that small place that is like America’s little navel after having lived between spotlights and fog between grocers and magnates between playwrights and cops between the mirrors and the mirage of love
Los inadaptados no te olvidamos, Marilyn Ahora que los gusanos han echado sobre tu cuerpo la primera palada de olvido ahora que vives debajo de Los Ángeles sin necesidad de psiquiatras ahora que el hueso altivo de tu cadera es puro polvo en una caja y puro polvo son tus nalgas diseminadas por el suelo de raso de tu tumba ahora que la totalidad de tu cuerpo cabe en la más pequeña de tus polveras ahora que las uñas de tus pies yacen a tus pies disgregadas como planetas muertos y los tacones de platino de tus zapatillas de gala se doblan entre canastas de champaña bajo el peso terrible de la ausencia de tu talón de Aquiles ahora que en tu ropero las polillas han hecho lo propio con tus trajes olorosos a fiesta en Beverly Hills a Chanel número 5 a los cinco dedos de una mano ahora que el millonario excéntrico que alquiló la mansión que habitabas en Brentwood ha dejado de buscar tus axilas en los rincones de la sala y organiza con sus invitados un safari de rinocerontes en el Perú ahora que el psiquiatra que te atendía se ha declarado en quiebra y para pagar sus impuestos está escribiendo tus ‘memorias’ y además porque a sus tres esposas les hacen mucha falta los doce mil dólares mensuales
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Jotamario Arbeláez
que le entregabas de honorarios ahora que las pastillas soporíferas que tomaste se agotan rápidamente en las farmacias como canciones de cuna definitivas. ahora que hasta en las cintas viejas de celuloide se están cerrando tus ojos cansados de soportar tanta pestaña tanta vigilia tanta viga ahora que ya nadie sabe quién era norma jean baker porque las Baker norma jean abundan en los directorios telefónicos ahora que los 188 mil millones de psicópatas ya no te ven en sus sueños en inglés con leyendas en castellano como una bruja de salem volando sobre un bate de béisbol ahora que la obra dramática de tu exmarido sobre tu vida ha quedado en tablas ante los críticos de Broadway y ha dejado para siempre de alumbrarte el sol de los fotógrafos oh gata llena de misterio sobre el mercedes benz del olvido en este pequeño país latinoamericano que se llama Colombia vivimos varios poetas inadaptados que no queremos olvidarte (tú Marilyn fuiste más importante para nosotros que la doctrina Monroe) y que nos acordamos de ti cuando sale la luna sobre los ‘jaguares’ cuando bajamos deslizándonos por las pasarelas del jet cuando leemos en la prensa que Dalí ha hecho de tus senos una escultura de gavetas cuando pasa por nuestro lado veloz como una sirena una ambulancia blanca de dos pisos y nuestras mujeres gritan en lo más alto de los ascensores A veces como ahora te elevamos una oración por qué no te elevamos en una oración en un réquiem en un anti-réquiem en un responso qué sabemos nosotros de esos nombres sólo que cada hombre ora a lo que más ama sobre todo si lo que más ama está muerto y es entonces cuando queremos acostarnos boca abajo en el cementerio de Westwood para sentir en nuestros poros púbicos las lanzas de hierba que crecen desde tus ingles norteamericanas ahora que estás muerta y reposas sin muchas esperanzas en la resurrección de los cuerpos en ese pequeño lugar que es como el ombliguito de América luego de haber vivido entre reflectores y niebla entre almacenistas y magnates entre dramaturgos y policías entre los espejos y el espejismo del amor
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Lance Henson Nación Cheyenne, EE.UU., 1944
Lance Henson es poeta, ensayista, dramaturgo, traductor, profesor universitario, tallerista de escritura creativa, danzarín y pintor.
Pertenece a la Nación Cheyenne, “conversadores rojos” o “pueblo de lengua distinta”. Originalmenteores de la región de los grandes lagos, quienes más tarde emigraron a las grandes llanuras, soportando varios siglos de conflicto sangriento. Dirige la compañía de Teatro Experimental La Mama. Activista cultural y político, por su actividad en defensa de la libertad y la justicia, fue reconocido por la Organización de Partisanos de Italia. Ha publicado 28 libros de poesía, entre ellos: Un cuaderno de bocetos cheyenne; Otra canción para América; Otra distancia; En una oscura niebla; Canción del corazón fuerte: versos revolucionarios. Sus poemas han sido traducidos a 25 lenguas.
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Lance Henson
For Charles White Antelope Ni hoi nim mi ni hon ido mi moo Ni hoi nim mi ni hon e inif Ni hoi das i woi nu Na wodstan ni hi vist Na dutz na ha utz I am singing the cold rain I am singing the winter dawn I am turning in the gray morning Of my life Toward home
Para Charles, antĂlope blanco Ni hoi nim mi ni hon ido mi moo Ni hoi nim mi ni hon e inif Ni hoi das i woi nu Na wodstan ni hi vist Na dutz na ha utz Canto la lluvia frĂa Canto el amanecer de invierno Me convierto en la maĂąana gris De mi vida Hacia el hogar
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Canto del peyote Maheo No ni meod dot t Eh yahnodnent hotshk namidon non est et Daiv edotdot dishki nam ido ishk Na no gah Maheo Yo envío mi canto Mi más oscura fuerza Compadécete de mí Esta noche se abre mi pequeño espíritu Estoy solo
Señales del canto del peyote Ishiwoh noh Shiva ditz eis dist stot dit t Pah nov t wud donst t me yan iv Nam shim shisda doh Nah histda not ni meah Es el amanecer Y yo lamento lo que hemos nombrado Toca estas plumas Que sobrevuelan tu camino Cedro del abuelo Yo recojo tus formas
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Francisco Nájera Guatemala | 1945
Francisco Nájera es poeta, narrador, ensayista y profesor.
Es uno de los escritores más destacados de su país. Doctor en Letras. Desde los 17 años vive en la ciudad de Nueva York. Entre sus libros de poesía figuran, entre otros: Nuestro canto; Canto de María; Su cuerpo, las palabras; Poemas de amor y otras mentiras; Sujeto de la letra a; Espejo de gran placer; Imitación de los contrarios –Razones por las que el aire es más frío en las regiones más altas; Cantares del amor extático; y Libro de la historia universal. Publicó el Diccionario Básico de Términos Esenciales de Uso Exclusivamente Masculino (con ayuda de El Pequeño ESPASA). Entre sus libros de narrativa corta se destacan: El sueño de Dios; y, Juan, hijo de María. 59
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for the love of God this infinite fury in my heart
por el amor de Dios esa furia infinita de mi corazón
* la luz que veían en mí no era la mía E. Poniatowska
En este lugar no hay nada de provecho más que el puro pocito que está en el desierto. En medio de este desierto se ven tres árboles grandes y sin hojas. En su triángulo es que está el pocito que no pasa de un metro y medio. en las tardes que llueve se llena de agua pero si no se mantiene seco como por ley divina. Ante él es que empiezo la oración. Aplícate un triángulo de luz, primero en la frente, sobre los ojos y en los oídos, sobre la boca, en el cerebro, bajo los pies y entre las manos, con la palma abierta, hacia arriba. Este es el triángulo de lo divino. Este es el triángulo. Detiene las tempestades, el aire, las ventisqueras, los remolinos. Apacigua las tormentas dentro de uno, aplana los precipicios, anula los abismos. El triángulo es una defensa contra los males, los de la tierra y los del alma. (Si hay un pleito se frotan las manos para que pase el fuego y si se aplican se amaina el pleito.) El triángulo es invisible. Sólo lo atraviesan los ciegos, pero no todos son como ellos. Ellos lo reconocen porque en ellos existen las luces, no las de ellos, 60
Francisco Nájera
es cierto, sino las que son de este triángulo, éste que está en el pocito, ese que está en el desierto. ¿?
De Marx
La forma de la madera es, pues, modificada cuando de ella se hace una mesa, por ejemplo. Mas no por eso deja de ser madera, algo sólido y sensible. Pero no bien se la trata de vender, se la trata de convertir en mercancía, se transforma en otra cosa. No está ya con sus pies sobre el suelo, sino que frente a su nueva existencia se pone cabeza abajo y tiene en su cabeza de madera ocurrencias tan raras que si estuviera por sí sola se pondría a bailar y a bailar toda música en su silencio.
Vox populi El poeta pronunció entonces una frase que me pareció misteriosa, deslumbrante. Dijo que en cierta forma el pueblo nunca se equivoca. Aunque nos parezca estúpido, el pueblo jamás se equivoca. Aunque lo despreciemos y lo explotemos, el pueblo no se equivoca. Esa es nuestra condena, dijo. Nuestra tabla de salvación. 61
Juan Manuel Roca Colombia | 1946
Juan Manuel Roca es uno de los más destacados poetas colombianos. Es también ensayista, cuentista, periodista y crítico de arte.
Obra poética: Memoria del agua; Luna de ciegos; Los ladrones nocturnos; Señal de cuervos; Fabulario Real; País Secreto; Ciudadano de la noche; Pavana con el diablo; La farmacia del Ángel; Tertulia de ausentes; Un violín para Chagall; Lugar de apariciones; Las hipótesis de Nadie; Cantar de lejanía; El ángel sitiado y otros poemas; Testamentos; Biblia de pobres; Pasaporte del apátrida; Tres caras de la luna. Obtuvo el Premio Nacional de Poesía Eduardo Cote Lamus, el Premio Nacional de Poesía de la Universidad de Antioquia, el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar y Premio Casa de América de Poesía Americana. La Universidad del Valle y la Universidad Nacional de Colombia, le otorgaron el Doctorado Honoris Causa en Literatura.
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Juan Manuel Roca
Poem of time A child Frees himself from his father’s Hand. He goes through a hotel’s Revolving doors And after the turn, Back on the street, Is an old man.
Poema del tiempo Un niño Se zafa de la mano De su padre. Entra por la puerta Giratoria de un hotel Y tras el giro, Al volver a la calle, Es un anciano.
La marquesina apagada
(4 de octubre de 1970)
La risita de bruja de Janis Joplin Resuena en un hotel de mierda Bajo una luna adictiva 63
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Y un largo comercio de abismos. Nacer en un pueblo tejano Ajeno al blues y a las voces salvajes Podría haberla señalado como estrella En un coro de cuáqueros. Un pueblo así no imprime siquiera Un pase de cortesía en la leyenda. Todo muy correcto, Como la muerte vestida De vendedora de seguros, Como las damas del ejército de salvación Sirviendo en tazones de peltre Un ponche de olvidos. Ahora se apaga su risita de bruja, Su voz descarriada Que encontró en el blues La fuga del viento, la partitura del relámpago. La muerte, más activista que su banda, La busca en la tierra prometida, Una tierra que cambia de sitio Al momento cuando ella apenas llega. Una provisión de espejismos Marca sus brazos Con agujas que no tejen su regreso. Es como si la embaucadora Que se finge una heroína Dijera entre dientes: apaguen luces, Quiebren la noche.
Temporada de estatuas Hay épocas vedadas Para la caza de estatuas Que prohíben a estudiantes 64
Juan Manuel Roca
Y borrachos Arrojar piedras o botellas A la impasible Dignidad de los héroes. En tiempos de caza es permitido, Inclusive, la decapitación, Así que muchas estatuas Quedan reducidas A pechos con medallas, A cuerpos de guerreros Con caras de Nadie. Entonces aparecen los peritos Que explican a los viajeros Las facciones ausentes De tan clásica estatuaria. Algunas de las estatuas lisiadas Yacen convalecientes En un hospital Para la fatiga del bronce, Explica el historiador: Ya serán repuestas A sus pedestales Aunque sólo las extrañen Los pájaros, los funámbulos Y el ciego Que mientras vende lotería Se acoge al mapa movedizo De sus sombras.
Para Patricia T., Más bella que La Victoria de Samotracia.
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Natalio Hernández Nación Náhuatl, México | 1947
Natalio Hernández es poeta, traductor, ensayista y activo defensor de la lengua y la cultura Náhuatl.
Obtuvo el Premio Nezahualcóyotl. Libros de poemas, entre otros: Veinte flores: una sola flor; Así habló el ahuehuete; Canto nuevo de Anahuac; Canto a las mariposas; y, Colibrí de la armonía. En sus palabras: “El contacto directo con la naturaleza también le fue dando un sentido a mi vida durante la infancia. Me daba cuenta que crecía con los ciclos del maíz, del frijol, de la calabaza, productos que constituían la base de nuestra alimentación. Así, tomé consciencia que al final del ciclo agrícola había una ceremonia para agradecer los dones que provenían de la madre tierra. También disfrutaba andar descalzo porque mantenía un contacto directo con la tierra. Esta experiencia de vida en la comunidad náhuatl, en mi infancia y adolescencia, ligada fuertemente a la tierra, a los cultivos, al medio ambiente y en contacto directo con la vida silvestre, los pájaros, los peces del río cerca de mi comunidad, fueron conformando en mí, al paso del tiempo, lo que ahora denomino la consciencia primaria de respeto a la naturaleza y amor a la madre tierra”.
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Natalio Hernández
Skirt of snakes Mother earth Little girl Little old woman. You give life You give strength You yield life and motion You bloom in spring. Skirt of snakes Skirt of jades Obsidian body Cloak of lush flowers Our Lady who changes skins Mother earth Coatlicue Little girl Little old woman.
Falda de serpientes Madre tierra Pequeña niña Ancianita. Das vida Das vigor Generas vida y movimiento Floreces en primavera. Falda de serpientes Falda de jades Cuerpo de obsidiana Manto de flores preciosas Nuestra Señora que cambia de piel Madre tierra Coatlicue Pequeña niña Ancianita 67
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Madre amorosa Madre amorosa Madre piadosa Cuenta de jades Piedra preciosa Xochicoscatl Madre protectora Madre guía Aurora de la mañana Flor del amanecer Sempoalxochitl Madre benefactora Madre venturosa Señora del Tepeyac Dueña del agua Xinola achaneh Madre tierra Madre de Anahuac Árbol florido Señora de Tonacatlalpan Lugar de nuestro sustento Madre de los pueblos Madre tierra Doncella Xilonen Falda de mazorcas Granos de maíz Madre resplandeciente Madre vigorosa Falda de jades Manto de flores preciosas Tonantzin del Tepeyac
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Kevin Bowen Estados Unidos | 1947
Kevin Bowen es poeta, traductor, pintor y editor.
Por más de 25 años dirigió el Centro William Joiner de la Universidad de Massachusetts, dedicado al estudio de las consecuencias sociales de la guerra. Dirigió proyectos de reconciliación a través de las artes y la literatura en Irlanda del Norte, República de Irlanda, Bosnia, Serbia, Ruanda, Nigeria, Israel, Líbano, El Salvador y Nicaragua, así como programas de intercambios educativos y culturales entre EE.UU. y Vietnam, por lo que recibió el Premio de la Amistad de Vietnam y el Premio Phan Chu Trinh por sus contribuciones a la cultura vietnamita. Ha publicado los libros de poesía: Jugando baloncesto con el Viet Cong; Formas de oración en el Hotel Edison; Ocho mapas verdaderos de Occidente; y Thai Binh/Gran Paz. Ha traducido al inglés algunas obras de literatura vietnamita. Obtuvo el Premio Pushcart y el Premio de la Fundación para las Artes de Massachusetts.
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First Casualty The carried him slowly Down the hill. One hand hung, Gray and freckled. No one spoke but Stared straight up. His body, heavy, Rolled back and forth On the litter. At LZ Sharon cooks spooned The last hot food. One by one the squad Walked back up hill. “Don’t mean nothing,” someone said. But all that winter And into spring I swear he followed us, His soul, a surplice Trailing the jungle floor.
La primera baja Lo bajaron lentamente Colina abajo. Una mano colgaba, Gris y pecosa. Nadie hablaba Sino que miraban Fijamente hacia arriba. Su cuerpo, pesado, Se mecía Sobre la litera. En LZ Sharon los cocineros servían
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Kevin Bowen
La última comida caliente. Uno por uno el escuadrón Regresaba cuesta arriba. “No significa nada”, dijo alguien. Pero todo ese invierno Y hasta entrar la primavera Juro que nos seguía, Su alma, una túnica Arrastrándose por el suelo de la selva.
Ascendiendo al templo Hung
para Fred Marchant, Maxine Hong-Kinston, Lee Swenson, Larry y Preston Heinemann
¿Qué pensarían de nosotros, aquellas mujeres sentadas en fila, dobladas de esa manera familiar mientras nosotros seis, enfrentados al calor, subíamos la montaña a punta de oración, levantando nuestras piernas sobre el sendero pendiente, desprendiendo nuestras suelas del barro negro cobrizo nudosas raíces quebrantadas, madera y ladrillos que algún trabajador exhausto abandonó quinientos años antes que nosotros? Cada uno perdido en sus propios pensamientos, sorprendido En las curvas por las mujeres que salían del bosque, mendigas y vendedoras, Vendiendo incienso, medallones, abanicos, Collares de plástico del Buda, Mientras sin aliento, seguíamos para dar los últimos pasos hasta el montón
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de agachados edificios del templo y esas mujeres sentadas, agitando sus pañuelos de allá para acá Frente a sus rostros mientras intentaban Limpiarse el sudor del día y el calor; ¿qué pensarían de nosotros, Al vernos, entonces, aquellas ancianas Mirando fijamente a través de la extensión por los cuerpos fantasmales de sus hijos desaparecidos?
Canción en una luz verde Para Ha Khanh Linh y Lam Thi mi Pa
Una joven canta en la luz verde: cantos de hojas sobre el río, lluvia de la tarde. Ella se esfuerza en mantener el tempo con el muchacho a su lado que combate la distorsión en su bajo. Su voz, tan clara y fina, equilibra La fuerza de su canción que se remonta Sobre el público: hombres, mujeres, niños, Atraídos al auditorio por cantos elevándose Por altos parlantes colgados de los árboles. Su profesor se yergue nerviosamente a un lado Con vestido y corbata marrones y arrugados. El muchacho frente a él coloca otra gelatina En el reflector cambiando el halo Que encierra al cantante de rojo a verde Revelando un muro de yeso agrietado, Una exhibición de pinturas infantiles Escenas de barcos a la deriva sobre ríos azules, Aldeas en montañas suspendidas bajo lunas de octubre. La tristeza del otoño se reúne aquí. Yo recuerdo tus palabras: “La esperanza es un campo sin cosechar”.
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Eduardo Dalter Argentina | 1947
Eduardo Dalter es poeta, ensayista, conferencista e investigador cultural.
Ha publicado poesía desde 1971. Algunos de sus libros de poemas publicados: Silbos; Hojas de sábila; Mareas; N.Y. Postales para enviar a los amigos; Bocas baldías; El mercado de la muerte; Hojas de ruta; Canciones olvidadas; y Dos cigarrillos para Eliot. También publicó el trabajo de investigación Harlem: los blues de la historia, que incluye una selección poética. Dirigió la revista de poesía Cuaderno Carmín, de difusión continental. Poemas suyos se ha incluido en las revistas Crisis (Buenos Aires), Alero (Universidad San Carlos de Guatemala), Golpe de Dados (Bogotá), Shantih magazine (Nueva York) y revista Casa de las Américas (La Habana). Durante los años de la última dictadura militar de su país vivió en el oriente venezolano y en la ciudad de Maracaibo. 73
Revista Prometeo
Nobody was in its cloth, in its homeland, in its root. A silence of wolf moved forward and bucked in the streets. Terror knocked down doors and peered through peephole. A shock of death, from the door to outside and from the eyes to inward, split up from the other and we were lonely people, with elusive glance, in the corners like sad leaves that the winds piled up.
Nadie estuvo en sus ropas, en su patria, en sus raíces. Un silencio de lobo avanzó y corcoveó por estas calles. El terror derribó puertas y espió por las mirillas. Una conmoción de muerte, de la puerta para afuera y de los ojos para adentro, nos exilió del otro y fuimos gente sola, de mirada huidiza, en los rincones como las hojas tristes que los vientos amontonan.
*
Dejá que entre la luz, dejala que entre, que se acomode, que abra su valija; no vayás a echarla; dale de comer; dejá que ande por la casa. * 74
Eduardo Dalter
Ese hombre inclinado con su palo en medio del basural, donde las bolsas de nailon y los olores gruesos, en marejada, cubren el paisaje, no busca la felicidad, en cualquiera de sus versiones, o acaso sí creyó ver un atajo allá, en los límites del horizonte, entre bolsa y bolsa, o recuerdo y recuerdo; una felicidad fugaz, con un palo, o posible o creíble, mientras el sol lo alumbra.
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Luna, grave luna, encima de los tejados ya húmedos; y las calles solas, solas, donde se va esfumando la estela de tu aliento a cada paso. 75
Revista Prometeo
Papeles en la noche Hay algo que no entiendo, me dije. Una tabla, o un retazo de memoria, quedó en algún lugar, o bajo tierra. Un viento, a veces, alguna hora, dan indicios de esa pérdida o ese pozo; como si una raíz extendida hubiera cesado en algún tiempo (y en mí mismo); una raíz arrancada y puesta a secar lejos; lejos de la vida y de las cosas.
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Hay un camino aún no atascado, aún ni pensado, que comienza en la punta justo de tus pies; hay un camino; hay, hay un camino.
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Jesús Gaviria Colombia | 1949
Jesús Gaviria es poeta, ensayista, crítico de arte y editor.
Nació en Medellín. Publicó los libros de poemas: Una corta danza; Veinte piezas para instrumento de percusión; Cuarta de libre disposición; Pintura sobre porcelana; Poemas–selección; y, El oro, el marfil y el mar de vino. Apartes de sus obras se han publicado en revistas nacionales, antologías y medios digitales. Cofundador de la Revista Aquarimántima en 1973. Fue curador del Museo de Arte Moderno de Medellín y director de la Colección El Arte en Antioquia Ayer y Hoy del Fondo Editorial Universidad EAFIT. Otras publicaciones suyas, sobre arte: La acuarela en Antioquia; El Arte en Suramericana; Imágenes del café; 50 años de pintura y escultura en Antioquia; Pedro Nel Gómez, los años europeos, entre otros.
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Revista Prometeo
To My Father There Amidst the tumult, The loneliness that suddenly falls Upon me like a dark cloak Protects me from others -Not from youThe face you left A long time ago Motionless On the back of a chair. Your face invades Without meaning to And without hope of Obtaining victory by it, Beats Death All my remaining years
A mi padre Allí en medio de la algarabía la soledad que súbita cae sobre mí como un manto oscuro me protege de los otros no de ti faz que hace tanto abandonaste inmóvil sobre el respaldo de una butaca Invasión de su rostro que sin proponérselo y sin que de ello pueda obtener victoria alguna le gana a la muerte los años que me restan.
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Jesús Gaviria
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En el asfalto la lluvia inventa otra ciudad boca abajo entonces cuando el sol esté arriba ese que cuelga de mis pies encontrará la muerte
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cada noche justo antes de dormir la muerte ejecuta en mi presencia una corta danza entonces sueño.
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Mirando cómo el agua (incesante invención de su futuro) no arrastra las cosas que se le dan en reflejo voy inventando la forma de no morir
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Alfredo Vanín Colombia | 1950
Alfredo Vanín es poeta, novelista, cuentista, profesor, tallerista literario, periodista, ensayista, etnólogo y editor.
Nació en las orillas del río Saija, Cauca. Investigador cultural, estudió Literatura y Antropología. La Universidad del Cauca le otorgó el título Honoris Causa en Literatura, en 2012. Ha publicado los libros de poesía: Alegando que vivo; Cimarrón en la lluvia; Islario; Desarbolados; Jornadas del tahúr; y Obra poética (Antología). Publicó los libros de relatos Viajes por la Tierra; El tapiz de la hidra; Historias para reír o sorprenderse y las novelas Otro naufragio para Julio; y, Los restos del Vellocino de oro. Recopilador de la tradición oral afrocolombiana, publicó la compilación El príncipe Tulicio. Cinco relatos orales del litoral Pacífico, 1986.
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Alfredo Vanín
Dream In Scarlet We are the crowd that warmed the grooves of the sand that a word unbind as if the spring in taverns were music and you crowned queen of antelopes by my verse dedicated to the goddesses of Nok here in the street of mirages where your soul and your skin shine is not strange because the traveler lives from the flower of desire and when he endorses his tides, he is loved forever in the mouths of the disemboweled because you always had the lamps ready and we were we and no one had the right to bring our stars down as long as we preserved the seeds of the newborn and the lakes bathed our bodies in the place which never says its name because a unchained tiger lives on there where we collected the wreckage of honey as innocent as fugitives
Sueño en escarlata Somos la multitud que entibiaba los surcos de la arena para que una palabra desatara como si fuera música el manantial en las tabernas y fueras coronada reina de los antílopes con mi verso destinado a las diosas de Nok aquí en la calle de los espejismos donde no es raro que tu ánima y tu piel brillen tanto porque el viajero vive de la flor del deseo y al endosar sus mareas será amado siempre en las bocas de las desentrañadas porque siempre tuviste las lámparas a punto y nosotros éramos nosotros y nadie tenía derecho a derribarnos las estrellas mientras conservábamos las simientes de los recién nacidos y los lagos bañaban nuestros cuerpos en el lugar que nunca dice el nombre porque en él pervive un tigre sin cadenas donde solíamos recoger los pecios de la miel tan inocentes como fugitivos. 81
Revista Prometeo
Al acecho Cuando abres las puertas y humedeces las pequeñas colinas abajo en tu memoria un pequeño guerrero está al acecho: quiere ser el murmullo de las aguas que cruzan puentes levantiscos quiere desatar rebeliones al filo de la muerte y enredarse en las iluminadas cenizas que el mar dejó esta noche.
Migraciones Todo esto guarda la memoria. Los zopilotes vuelan hoy a ciegas y hasta olvidan las pócimas de los hechiceros. Sobre estas playas cubiertas por el lodo florecieron tibias armaduras, conchas iridiscentes que remedaban voces de la cólera. Pero muy poco queda cada hombre o mujer que huyó de estas ruinas sin piel cuenta su propia historia grandiosos artificios donde la muerte nunca triunfa todo lo que estuvo aquí y fue disuelto en las propias entrañas. Todo esto guarda la memoria.
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Fernando Rendón Colombia | 1951
Fernando Rendón es poeta y fundador de la Revista Prometeo y del Festival Internacional de Poesía de Medellín.
Nació en Medellín. También es ensayista, editor y periodista. Cofundó la revista de poesía Clave de Sol. Fundó la revista de poesía Imago. Libros de poemas: Contrahistoria; Bajo otros soles; Canción en los campos de Marte; Los motivos del salmón; y, La cuestión radiante. Bajo su dirección el Festival ha recibido diversos reconocimientos en Suecia, Suráfrica, Egipto, Rumania, España, Cuba y Colombia, donde el festival fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación. En sus palabras, “La belleza contrasta al horror, testimonia el humano deseo y la probabilidad de un nuevo tiempo, una atmósfera respirable, palpable, habitable a partir del diálogo entre los opuestos, que se odian. El amor existe y ha creado a Colombia. El odio existe y está socavando este país. Los poetas y los artistas colombianos debemos elegir la unidad”. 83
Revista Prometeo
Vietnam The lords of words drink rice liquor. The celebration has cost much blood and tears. For weapons have been taken up to resume the day. Each grain of rice costs seven drops of sweat. The mouths of the void pour songs in our ears. One after the other, the invaders’ waves have come and left Like hunger, like winter, like death. Each grain of rice costs seven drops of sweat. Our song is a flame since the roots of time. Resistance feeds the world’s high hope. With blood, music sows and harvests a new life Because each grain of rice costs seven drops of sweat. Spring prepares its expected offensive with flowers The sowers lean down to caress Earth The persistent voice of life sprouts to raise the souls. But each grain of rice costs seven drops of sweat. Frankincense, water, flowers and fruits fill the ancestors’ shrines. Language ploughs, seeds sprout, at the end of difficulties; Vietnam, road, be you our return.
Hanoi, March 5, 2015 For Huu Tinh, Nguyen Quang Thieu and Fam Long Quan
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Fernando Rendón
Vietnam Beben aguardiente de arroz los señores de las palabras. La celebración ha costado mucha sangre y lágrimas. Pues se han empleado las armas para retomar el día. Cada grano de arroz cuesta siete gotas de sudor. Bocas del vacío derraman cantos en nuestros oídos. Una tras otra las olas de invasores han llegado y se han ido Como el hambre, como el invierno, como la muerte. Cada grano de arroz cuesta siete gotas de sudor. Nuestro canto es una llama desde la raíz del tiempo. La resistencia alimenta la alta esperanza del mundo. Con sangre la música siembra y cosecha una nueva vida Porque cada grano de arroz cuesta siete gotas de sudor. La primavera prepara con f!ores su ofensiva esperada Los sembradores se inclinan para acariciar la Tierra La voz de la vida, persistente, brota para aumentar las almas. Pero cada grano de arroz cuesta siete gotas de sudor. Incienso, agua, flores y frutas colman los altares de los antepasados. El lenguaje ara, las semillas germinan, en el extremo de las dificultades, Vietnam, camino, se tú nuestro retorno.
Hanoi, marzo 5 de 2015. Para Huu Tinh, Nguyen Quang Thieu y Fam Long Quan
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Revista Prometeo
Sin mañana
—La historia negará a los poetas que mienten, me dijo en una encrucijada un hombre sin rostro, en un sueño. Me indicó el camino de la desolación, rumbo a Dite, y me dirigí de nuevo a las calles del espanto. Sobre el suelo de arcilla no vi la huella impresa del cadáver del mundo: estaba la cabeza viva del inocente muerto, empotrada en la arena, clamando al cielo de la conciencia por su justicia. Y vi la mano enterrada a medias de quien ya no labraría la madera o los campos, un escalofrío me hizo comprender por qué el hielo del dolor se había abatido sobre el cuerpo mutilado, -multiplicado en mil pedazos por el espejo del mundoque ya no pertenecía a la ciudad que amaba, que el presente no era ya parte del futuro que habíamos soñado. Entre la dura grava y el pantano yacía ahora el asesinado cuerpo del porvenir. De nuevo el hombre sin rostro me habló: —Toma nota y emprende de nuevo el sueño si te atreves, porque la vida que conocemos nos está diciendo a todos que ya no tenemos mañana.
Aún jóvenes Somos unos jóvenes de apenas 2 millones de años Es muy difícil vivir sin tratar de poseer una verdad y es un trabajo de siglos, Pero es más difícil alcanzar la verdad. ¿Y qué es la verdad? La poesía es el dialogo sutil que pone punto final a la muerte y a la guerra ya que el precio del olvido del amor, es la guerra y la muerte. 86
Fernando Rendón
El amor es el poeta de todos los planetas sus rayos dan calor al pueblo sagrado todo el amor del mundo existe pero no tiene dónde vivir nos hemos cerrado al amor aunque somos su casa, los suyos, su corazón que necesita ser habitado, todo el vacío existe para contenerlo, para abrazarlo y abrazados al amor y a su canto ser inmortales ¿Dónde te escondes? Nada se acaba nunca Solo tú sabes cuál es la mano que escribe y cuál es la mano que borra, qué escribe y qué borra
Zoo
La fiera es la jaula
El futuro nos llega como oruga no guarda afán el júbilo El pasado es un lirón que ronca con pocos sueños hermosos La esperanza es un blanco fénix Y mi afán es una gacela escarlata perseguida por los galgos del rey Este zoo es una ciudad de jaulas en cada puerta candados y herrumbrosas cerraduras en cada ventana barrotes y ojos En los rincones simios que niegan ser parientes de Darwin panteras nocturnas con ojos de incendio cocodrilos que lloran como arrepentidos del amor boas con apetito de obispos y banqueros guacamayos con los colores de la poesía hienas que ríen sin ganas ante el día deslustrado leones que pierden la dignidad y la melena tigres jeroglíficos hombres asomados a sus ojos en los ojos infinitos de los animales y muchos carceleros encadenados a sus hierros Cuando crezcáis ayudadnos a abrir todas las jaulas. 87
Norberto Codina Cuba | 1951
Norberto Codina es poeta, editor y gestor cultural.
Nació en Venezuela. Desde hace veintisiete años dirige la revista de arte y literatura La Gaceta de Cuba. Ha publicado los libros de poesía: A este tiempo llamarán antiguo (Premio David); Un poema de amor según datos demográficos; Árbol de la vida; Los ruidos humanos; Lugares comunes; Poesía V; Cuaderno de travesía; Los ruidos humanos; Convexa pesadumbre; El leve viaje de la sangre; y, En el año del conejo. Ha recibido, entre otros reconocimientos, la Distinción por la Cultura Nacional otorgada por el Ministerio de Cultura de Cuba; la Medalla Raúl Gómez García, por más de veinticinco años de labor en el sector cultural, el Premio Nacional de Periodismo Cultural José Antonio Fernández de Castro. Es colaborador de la Fundación Nicolás Guillén.
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Norberto Codina
My Mother Was Born At the Same Time As Ingrid Bergman My mother was born at the same time as Ingrid Bergman. Perhaps that’s why I’ve loved them so much. My mother was first divorced in Casablanca, and no one was waiting for her. I met Anastasia at the age of five and wanted to be the Bolshevik worker who buried her corpse. On the Orient Express, They found each other They travelled for the first time distant and insincere. I confused my correspondence and sometimes wrote about the scripts in which my mother starred, and celebrated her star’s face. Other times, loyal to her singular seasoning, i gleefully devoured the roasts and sweets Ingrid prepared for me. I preferred her playing the nurse’s role, dubbing my mother on screen. They grew up together, they both married Rossellini and Angel, they both aged and forgave me. They behaved magnificently, tremendously actorly and maternal. In the face of one’s death, I watched her films repeatedly. On the occasion of the other death, I feel the aimlessness of the supporting actor lost as the camera pans.
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Revista Prometeo
Mi madre nació junto a Ingrid Bergman Mi madre nació junto a Ingrid Bergman. Por eso, tal vez las he amado tanto. En Casablanca, mi madre tuvo su primer divorcio y nadie la esperaba. Conocí a Anastasia a los cinco años y quise ser el obrero bolchevique que enterró su cadáver. En el Expreso de Oriente las dos se juntaron pasaban por primera vez falsas y lejanas. Yo confundí mis cartas y unas veces escribí sobre los guiones que protagonizó mi madre y célebre su rostro de estrella. Otras devoré con júbilo, con lealtad a su irrepetible sazón, los asados y dulces que Ingrid me preparaba. Pero la preferí haciendo el papel de enfermera doblando a mi madre en la pantalla. Ambas crecieron juntas, ambas se casaron con Rosellini y Ángel, ambas envejecieron y me perdonaron. Se comportaron magníficas, tremendamente actrices y maternales. Contra la muerte de una me defendí repitiendo sus películas. Para la otra muerte tengo el desamparo del actor secundario que se pierde en la paneo de la cámara.
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Norberto Codina
Una cáscara de cebolla puede ser... Una cáscara de cebolla puede ser el atlas donde mi madre quiere descubrir mi paradero, el destino que la hace llorar de un modo manso por mi prolongada ausencia mientras funda con sus provisiones la sabiduría diaria de la cocina. Esos recipientes, carnes y legumbres tienen de antaño su código para los amores desdichados, los hijos perdidos, los amigos muertos. El cuenco de la cáscara, la cifra y el fantasma son detalles de la penumbra, atributos de cada una de sus franjas de silencio. El barro único se renueva al explorar los impulsos hondos que se adivinan en aquellos primeros hornos, en aquellas primeros venablos, en los pétalos de piedra convertidos en herramientas de venganza. Es la ruta del miedo que descubrimos por los sentidos al revelar el olor de la adrenalina del enamorado, el tacto del ciego que teme a la soledad, el paladar del enfermo que confunde los sabores. La sequedad del alma que murmura sus vicios y fracasos, las pérdidas ásperas y los objetos queridos. Queridos y tan raros como el marfil de esa cáscara de cebolla, delicada película con sus capas que la mano de mi madre va separando como la piedra filosofal en el espacio doméstico.
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Jorge Eliécer Ordóñez Colombia | 1951
Jorge Eliécer Ordóñez es poeta, ensayista, editor y profesor universitario.
Nació en Cali. Ha publicado los libros de poesía: Ciudad Menguante; Vuelta de Campana, Premio Instituto de Cultura y Bellas Artes de Boyacá; Brújula Insomne; Farallones; El puente de la Luna; y, Desde el Umbral, poesía colombiana en transición, antología y estudio introductorio. Refiriéndose a sus inicios en la poesía, nos dice Jorge Eliécer Ordóñez: “Fueron variados, más vitales que librescos: desde muy niño, asombrado viendo correr un río a pocos metros de la casa. Elevando cometas, bailando trompos, leyendo las historietas que sacaban los periódicos todos los domingos, jugando el mundial de fútbol en una cancha de tierra, donde las porterías eran los cuadernos de la escuela, algún ladrillo, piedra o zapallo que crecía silvestre en el potrero. En esa épica callejera, sin saberlo, me empezó a visitar la poesía”.
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Jorge Eliécer Ordóñez
Bonfires The stones know fire, bonfires dance around them green wood smoke yellow and blue tongues under the trees like a small sun against the gleam the spider weaves its galaxy
Hogueras Las piedras saben del fuego, en su contorno danzan las hogueras humo de leña verde lenguas amarillas y azules bajo los árboles como un pequeño sol al trasluz la araña teje su galaxia
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Revista Prometeo
Cuando la piedra es hielo El esquimal y su mujer se han amado bajo el cielo redondo del iglú ha sido un abrazo de osos blancos en la noche interminable de la estepa más que un encuentro idílico los amantes semejan un par de bueyes almizcleros, forcejeando y gimiendo entre las luces intermitentes de un pabilo, alimentado con aceite de ballena un ronroneo de animal salvaje los olfateó inocente y arisco, cada vez que la ventisca dejó su desolada voz en el postigo afuera la noche sin fin del polo norte, con el bullicio de los araos y el reposo de los cuerpos que ahora flotan
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Jorge Eliécer Ordóñez
en la isla del iglú donde la piedra es hielo
Dolmen Un vagabundo con una serpiente enorme en sus hombros camina entre guaduales, le habla a las piedras se detiene enrolla su animal como si fuera un juguete de felpa cuidadoso la deposita en un nicho, se desnuda bajo el sol como un caballo, se lanza al charco en primitivas zambullidas tiempo después vuelve a su animal, lo enrolla a su cuello, con diligencia de padre a su criatura, se pierde, silbando entre la fronda y el camino
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Juan Mares Colombia | 1951
Juan Mares es poeta, ensayista y profesor universitario.
Nació en Guatapé, Antioquia. Licenciado en Literatura. Director de La Casa de la Cultura de Apartadó, donde reside desde 1968. Miembro fundador del Taller de Escritores Urabá Escribe y de la revista Kalu. Ha publicado los libros de poemas : Poteas y Pirontes; El árbol de la centuria. Es coautor de Entre la savia y la sangre, recopilación poética de Apartadó; Kalugrafías del instante; Ritmos del equilibrista; Hojas de caladio. Ha participado en cuatro compilaciones literarias de la región de Urabá: Entre la savia y la sangre; Ambrosía y cicuta; El ejercicio de la escritura; y Policromías literarias. Incluido en las antologías, Genealogía de los susurros; Un extenso continente, y Palabras del inocente. Ha participado en encuentros literarios en Colombia, México, España.
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Juan Mares
The Word of the Universe I have a damp word, taken from a pitcher of dreams; quivering word that sticks to a school desk’s Nazarene top. I have a word letter by letter dripping tirelessly, ceaselessly. A word that arrives to me drop by drop, happy, indifferent or sad. I have a word that overflows beyond the causes for tiredness. A wizard word that jumps at me like an agouti in the darkling forest. That blessed word that lives in me, fills me with rivers and oceans, giving my body a swell for centuries. It is, doubtless, a living word. That word flowing pore by pore, walking deserts, moon and hard earth – sailing oceans and flying through space – it is the word sprouting from my saliva. That damp word expanded amidst galaxies by the Universe in a mystery of leaves and sand, gravitating. And, in spite of death, I have a word.
La palabra del universo Tengo una palabra humedecida, sacada de un cántaro de sueños; estremecida palabra que se adhiere a la tabla nazarena de un pupitre. Tengo una palabra letra a letra goteando sin descanso, persistente. Palabra que me llega gota a gota alegre, indiferente o triste. Tengo una palabra que desborda más allá de causas que fatigan. Palabra maga que me salta como guatín en selva oscurecida. Esa bendita palabra que me habita, me llena de ríos y de océanos, dando oleaje a mi cuerpo por centurias. Es sin duda, una palabra viva. Esa palabra que fluye poro a poro, que anda desiertos, luna y tierra dura; que navega océanos y el espacio vuela, es la palabra que brota en mi saliva. 97
Revista Prometeo
Esa húmeda palabra, que un misterio de hojas y de arena el Universo expande entre galaxias, gravita. Y a pesar de la muerte, tengo una palabra.
Origen Vengo del otro día, voy al mañana. Mañana de calientillo y flor de paico. Vengo de la hoja verde de la montaña Donde el bosque hoy susurra sus miedos al hacha. Vengo de los sudores que engendra el amor Y de la hembra pavorosa. De la pava congona quebranta nueces con el calor de su vientre. De la flor extraña que se prende en la volandera, Del pez, del mono y el pájaro: gorgoreo, grito y silbo. Vengo del siete cueros de deslizarle una mirada, Del amarillo del lacre o punta de lanza, Del azul-morado del mortiño, Del rojo de la zarzamora recordando mis brazos: De la mancha del árbol, del bejuco y del arbusto. Vengo del aborigen, del colono y el negro; De la cerbatana, la espada y el diente: De la Triétnia vengo. Vengo del otro día a una mañana (siempre regreso de un atardecer) De las fotografías, ya amarillas, que nos legó el abuelo, De esa sucesión antecesora que recicla el semen. Vengo con luz de invierno, de la sabiduría que me enseñó una mañana: “Felicidad viene de fe”. Vengo del vértice de los torbellinos, De los azules huevos de la garza vaquera Y de los infinitos espacios de la memoria. 98
Juan Mares
Vengo de la fatiga del paseante ola tras ola; De la memoria de los encuentros y los adioses Y de ese agite, después de la danza de los olvidos, De los libros sagrados y las grutas mágicas. Vengo para mirarnos, cantarnos, amarnos y contarnos Las palabras que nos habitan, De los sonidos onomatopéyicos de las piedras al caer al agua cuando jugábamos a ser niños filosofantes. Vengo de arrojar el oro y guardar el verso (oficio de los humanos con luz dentro). Vengo del lamento y de la alegría: del hombre, Del jardín del paraíso.
Hay un perro Hay un perro Llegado a las calles del pueblo Hay un perro Que husmea en las tardes su cielo Dirige su hocico hacia los caminos del monte Evoca tatabros, venados, guaguas o conejos. Ha llegado un perro Ha llegado a las calles del pueblo venido del monte Sin saberse el qué de su cuento Quizás el carnicero le ha tirado un trozo de hueso Y lo ha roído con sospecha sabuesa Pues siempre había ganado el sustento Persiguiendo, en el monte, su presa. Ese perro a veces se queda mirando, Por el camino del monte, Pensando, que su amo era bueno. Hay un ¡PERRO! En las calles del pueblo.
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Marco Mejía Colombia | 1955
Marco Mejía es poeta, cronista, profesor universitario, gestor cultural, cineasta, ensayista y narrador.
Nació en Caldas, Antioquia. Filósofo y periodista investigativo y cultural. Obra publicada: La Reja Inconclusa, 1988, Primer Premio de Poesía de la Dirección de Cultura Departamental; La Fragancia de la identidad, 1992; Cuerno de Imagen, 1997; Primer Premio del Concurso de Ensayo Latinoamericano René Uribe Ferrer; Los disidentes del Campo Santo, 2001; El mar de la gracia, 2003; Las llaves del periódico, 2008; y Cuervo, 2012. Obtuvo el Primer Premio Poesía del Magisterio Antioqueño (1988), y el Premio de Poesía Ciro Mendía (1994). Dirigió la serie documental La casa, y participó en la realización de los mediometrajes Cierraojos (1981), Oración para asustar el miedo (1982), El cargador de hombres (1983), El tajamar y la astromelia (1984).
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Marco Mejía
Legacy Brief legacy from the absent ones. First, the pocket watch, counterclockwise looking for a lost time before the first taste discovered in childhood; the illegible numbers betrayed a stealthy tic-tac ignorant of hours, reliable to defeat the man’s brow fixed as a portrait at the railway station. From then on, on that watch, every minute vanished. Later, the blind man’s stick, stick for every spell never touched by the necromancer hands, but it knew how to avoid the rocks blocking the path and the invisible barriers it could leap, day after day, at a night fitted between the eyes as a net. I have also kept the chains, one after the other. Mysterious collection of fate, testimony of those companies whose echoes now don’t know how to bark to the night’ shadows. It is not only one collar, they’re five or six, I don’t know adding because the dog was another one, but it had the same attitude: at the door it lay waiting for the return of a certain hero struggling against his deviation, man disguised as a beggar dealing to liberate home from solitude hazards threats. I certainly miss those loyal animal`s gazes able to auscultate sorrows when the stage was, again, a farewell. I thought that was it, however, I listened, after the wolf`s minute, the sound of the music box that, as an art at night, burst into smashing the still missing edge of sleep for giving birth to the morning. The furtive invasion of that music circuiting the fragile membrane of memories followed its path until it became drop, a rain of weeping announcing, in a hurdy-gurdy tune, the end of its owner agony. The bedroom lacks the ancient guest, and the case now on the shelf is orphan from the opening case gesture looking for the bottle of fragrance, the ring without lord and the mirror which truth used to contradict the suspected immortality. The music box made room beside the chessboard on which field there is an endless game. These things, I suspect that, barely remain on me, they do not fit my hands curved by straining the bow facing an unique battle. Frozen in the darkness, in the afternoon or at dawn, I rummage into the trunk and I only find weak traces of some echo, or rumors, just rumors. Everything became intangible. Sand’s diary, mirage of forms and barely rust on a heart reluctant to become stony. 101
Revista Prometeo
Legado Breve legado de los ausentes. Primero el reloj de bolsillo, la manecilla con su giro equivocado en busca de un tiempo perdido antes del primer sabor descubierto en la infancia; los números indescifrables delataban el sigilo de un tic-tac ignorante de las horas, seguro de vencer el ceño del hombre que se fijó como un retrato en la ventanilla de la estación del tren. Desde entonces, en aquel reloj, se esfumaron todos los minutos. Luego el bastón del hombre ciego, vara de todo sortilegio que nunca pasó por las instrucciones del nigromante, pero sabía eludir la roca interpuesta en el camino y los obstáculos invisibles que pudo saltar, día a día, en la noche acomodada como una red entre los ojos. También he guardado las cadenas, se acumularon una tras otra. Colección misteriosa de un azar, testimonio de aquellas compañías cuyos ecos no saben ahora ladrarle a las sombras en la noche. No es uno el collar, son cinco o seis, no sé sumar porque siendo otro el perro su actitud era la misma: en la puerta se tendía a esperar el retorno de algún héroe en lucha con su extravío, hombre disfrazado de mendigo con la tarea de liberar la casa de las acechanzas de la soledad. Extraño por cierto aquellas miradas de animal fiel que sabían auscultar las penas cuando la escena era, otra vez, una despedida. Creí que eso era todo, y sin embargo escuché, pasado ya el minuto del lobo, el sonido de la caja de música que, como un arte de la noche, irrumpió destrozando el borde de sueño que aún faltaba para dar luz a la mañana. La furtiva invasión de aquella música orbitaba en la frágil membrana del recuerdo y siguió tras el sendero hasta mutar en gota, en lluvia de llanto contenido. Anunció así, con sus notas de organillo, el final de la agonía de su dueña. Quedó la habitación sin la anciana huésped, y el estuche ahora acomodado en la repisa, se vio huérfano del gesto que abría el cofre para buscar el frasco de perfume, el anillo sin señor y el espejo cuya verdad solía contradecir la presunta inmortalidad. Hizo sitio la Caja de música al lado del tablero de ajedrez en cuyo campo aún permanece un juego sin final. Estas cosas, presiento, apenas sí me han quedado, no caben en mis manos ya curvadas por tensar el arco ante una única batalla. Aterido entre las penumbras, en la tarde o en el alba, hurgo en el baúl y hallo débiles huellas de algún eco, o rumores, rumores solamente. Todo se ha vuelto ya intangible, diario de arena, espejismo de las formas y acaso herrumbre en un corazón que se resiste a convertirse en piedra. 102
Gabriel Jaime Franco Colombia | 1956
Gabriel Jaime Franco es poeta y gestor cultural.
Cofundador del Festival Internacional de Poesía de Medellín, en el que se ha desempeñado como director administrativo. Ha publicado los libros de poemas: En la ruta del día; La tierra de la sal; Reaprendizaje del alfabeto; Las voces escindidas; La tierra memorable; y, Diario del incierto. Selecciones poéticas suyas han sido incluidas en diversas antologías, entre ellas: Disidencia del limbo; Poetas en abril; Postal de fin de siglo y Antología de la nueva poesía colombiana (Venezuela, 2008). Ganó el Premio Nacional de Poesía Fuego en las Palabras; la Beca Nacional de Colcultura, 1998 y en 2006 recibió en Estocolmo, en nombre del Festival Internacional de Poesía de Medellín, junto a Fernando Rendón y Gloria Chvatal, el Right Livelihood Award. 103
Revista Prometeo
Tango Letter for Santiago Sylvester Do I have, Santiago, tell me, more pancreas than fear, more patio than intestines? More sky than vesicle, than spleen? I don’t think my forehead’s any higher, brother, than my leg; we’ve been on our way out together. My ears are no higher or lower, either, than my chest, where more ancient skies than present beat, and more present sinks into the past than morning: we’ve been on our way out there together, ears and chest, eyes and memories. And no higher or lower than my fingers: my eyes. By now, my poor way of being has ruined livers, kidneys collecting their dues, headaches. But my way of being, too, has childhood, gods, patios with ceiba trees in the middle, the fear and sweetness of all that. What wearying thing has got me so weary? Kidneys, of course, with all these years behind me. And I won’t say a word about my lungs, since I’ll choke if I do; and my liver argues about my weariness, since I’ve eaten and drunk and stayed up all night like a beast for forty years. But over those years, brother, a God I never saw and dreamed of seeing and will never see would also speak to me. He still speaks to me. Since here comes the light scattering days and light. Here comes life, Santiago, scattering patios, evenings, painful, ineffable shapes of light. And one thing’s true no matter what, Santiago: one day, some year, in the morning or the evening or at night on that day, we won’t be here anymore. But we had our patio, Santiago, we had our patio. And on that day we’ll sink down with it, sweetly, and our livers, our kidneys, evenings, gods, the bones of our forearms firmly in place.
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Gabriel Jaime Franco
Carta tango para Santiago Sylvester ¿Tengo Santiago, dime, más páncreas que miedo, más patio que intestinos? ¿Más cielo que vesícula, que bazo? No está más alta hermano, creo, mi frente que mi pierna: ahí nos hemos ido yendo juntas. Tampoco más altos o más bajos están mis orejas que mi pecho, en el que palpitan más cielos antiguos que presente, y más presente que se hunde en el pasado que mañanas: ahí nos hemos ido yendo juntos orejas y pecho, ojos y recuerdos. Y no más altos ni más bajos que mis dedos: mis ojos. Mi pobre manera de estar tiene ahora hígados jodidos, riñones en acción de cobro, cefaleas. Mas mi manera de estar tiene también infancia, dioses, patios con ceibas en el centro, miedo y dulzura de todo eso. ¿Qué me cansa que me tiene tan cansado? Riñones sí, por supuesto, ahora que tengo estos años. Y no hablaré de mis pulmones, pues me ahogo si lo hago; y mi hígado argumenta sobre mi cansancio, pues he bebido y comido y trasnochado como una bestia durante los últimos cuarenta años. Pero en esos mismos años, hermano, un Dios que no vi y que soñé ver y no veré, también me hablaba. Me habla todavía. Pues ahí viene la luz también echando días, luz. Ahí viene la vida Santiago echando patios, tardes, dolorosas e inefables formas de la luz. Y una cosa es cierta en todo caso, Santiago: habrá un día de algún año, en la mañana o en la tarde o en la noche de ese día, en el que ya no estaremos. Pero tuvimos nuestro patio, Santiago, tuvimos nuestro patio. Y nos hundiremos ese día dulcemente con él y los riñones, el hígado, Las tardes, los dioses y los húmeros bien puestos. 105
Revista Prometeo
Canción de navidad
A Talluh. Y por ella.
Ayer, anteayer y todos estos días: putos días sin pureza. Pero tú llamaste hoy, irrespetuosa, muy a.m.: Todo quietud y todo silencio en este diciembre en el que, Por no estar tú, Todo eran otra quietud y otro silencio: cosas desvidadas y sin alas: Mi vida misma: desalada: sin ángeles por dentro. Mi vida misma: ruido: cosa desmusicada. Pero tú llamaste hoy, irrespetuosa, muy a.m.: Y en la quietud de siempre, de pronto, al lado de tu voz, Frente a la ventana, un temblor de hojas y de ramas: Una ardilla. Y en el silencio: otro temblor dentro del aire: el canto de un pájaro: Por fin: cosas avivadas, con ángeles por dentro. Pura navidad: ha nacido en mí el Niño Que siempre debí ser: con ojos y con alas: Pura cosa musicada: pues tú estabas
Escribir
Todo ángel es terrible. Rilke
1 Todo es belleza. Y duele. Y yo celebro ese dolor. Todo canta dura y bellamente a quien una vez abrió sus ojos. Vasta, vasta la belleza, vasto mi ojo, vasto mi amor, Pero invasta mi mano y basta mi capacidad de canto. 106
Gabriel Jaime Franco
Mas vasto y basto, canto, celebro. Todo, todo es belleza. Lo bello es realmente terrible.
2 Vivir es bueno. Me quejaré de alguna cosa y después daré las gracias: Pues vivir es bueno, bello. Y duele. Y debo dar las gracias. ¿por qué no las daría? Yo daré mi gratitud por el dolor, duro trigo; y por la belleza: dura sombra luminosa o dura, terrible luz. 3 La luz que no duele no ilumina. La verdadera belleza canta, agradece y se rebela. 4 Vivir es mejor que escribir. Vivir canta; vivir celebra; vivir canta la dura luz que es vivir. ¿No es mejor respirar que escribir respiro? Pero escribir respiro es otra forma de la respiración. Escribir escribo salva. Leer respiro da aire. La palabra es como aire, agua y luz de noséqué. Escribir escribo canta. Escribir escribo celebra. Escribir cantar canta.
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Javier Naranjo Colombia | 1956
Javier Naranjo es poeta, tallerista literario y gestor cultural.
Ha publicado los libros de poemas : Orvalho (en coautoría, 1990); Silabario, 1994; Casa de Las Estrellas (Recopilación de definiciones de niños, 1999, 2000, 2006 y 2009); Lugar de cuerpo ciego, 2006; El Diario de Mammo (para el acercamiento de los niños al Museo de Arte Moderno, 2009; A la sombra animal, 2011; De Parte del Aire (chat), 2011 y Casa das Estrelas, 2013. Ha sido incluido en antologías poéticas, entre ellas Disidencia del Limbo, 1981; Poetas en abril, 1985 y Desde el Umbral, poesía colombiana en transición, 2009. Ha sido finalista en importantes premios nacionales de poesía y dirigió la Casa de la Cultura del Carmen de Viboral, donde fundó el grupo literario Savia. Desde hace varios años viene desarrollando una importante labor de estimular la creación poética entre los niños.
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Javier Naranjo
To Gnaw I have just unstuck from the bushes things that eat them and gnaw at them and deafen the night with their jaws Who will unstick from me that which also eats me and gnaws at me, etcetera and etcetera? Endless gnawing of that which is al so gna wed
Roer Acabo de despegar de las matas cosas que las comen y roen y ensordecen la noche con sus mandíbulas ¿Quién quitará de mí lo que también me come y roe, etcétera y etcétera? Interminable roer de lo que también es ro ído 109
Revista Prometeo
No ser otro A Gabriel Jaime Franco
Siento nostalgia de lo que no puedo ser de lo que no he sido: otro. Y entro a lo que no es mío: Por la puerta entornada veo la señora de bata blanca en mecedora, y en un patio con flores. Nostalgia del jardín en el cemento. Entro a la música que sale por las ventanas y en el aire sombras tenues. A veces voy en el bus desde donde se ven todas las cosas, aleph de lo mismo en cada rostro. En los cuartos entro en quien me ve mirarlo, para decirnos los dos huérfanos del otro
Brillo de la vida La condición de la vida es brillar en cada cosa. Mejor dicho: si la vida brilla
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Javier Naranjo
es porque derrota a la cosa, a los objetos, a los nombres, y a tantos cuerpos. Si la vida brilla es porque está como una pelusa creciendo en los seres, en la espalda de los seres que necesitan su luz intensa para poder morir
Sombra de las palabras La luz no camina, ella sólo puede hacerlo cuando toca las cosas los seres las plantas que la beben la enredadera que busca lamerla, la luz. El viento lleva la luz a pasear en los árboles, en cada hoja, en cada nervadura, en el color que enciende y encuentra, la sombra. Todavía hay luz en el árbol desnudando el haz y el envés, ahora la luz y la sombra se encuentran y en el nombre noche lo vivo destella
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Fernando Linero Colombia | 1957
Fernando Linero es poeta, músico y ensayista.
Nació en Santa Marta. Ha publicado los libros de poesía: Sonata del Sonámbulo; La risa del Saxo; Guijarros; Aparte de Amor; y Palabras para el hombre. En sus palabras: “El único método que conozco para acceder al poema es el mío propio, el ser yo mismo. Yo soy mi propio modelo. El más rico material con que cuento es el de mi vida. Todos los poetas somos distintos, independientemente de sí nuestro trabajo es bueno o malo. Cada uno deja su impronta; cada uno crea su propio mundo y a su juicio lo representa. Desde su soledad, cada uno extiende su imaginación, reinventando las cosas una y otra vez para todos aquellos que sueñan. Esto es lo que constituye el estilo. No hay poesía sin estilo. El estilo es el individuo. Ese es el real aporte del poeta: su búsqueda personal”.
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Fernando Linero
Notes for an Autobiography I was born in Santa Marta on the 4th of October, 1957. I have a woman, two children that I watch grow up, and a dog. I’m not attached to anything in particular. Of the 510,101, 000 square kilometers of the earth’s surface, not one meter is mine. My only worry is perhaps that of truly loving, perhaps that of burning with what I love. I believe in dialogue with the light, dialogue with the earth, for the exaltation of the senses. I’ve been writing poetry since I was fifteen years old. It cures one of a certain disenchantment, of a certain melancholy, and allows one, though briefly, to recover lost things, helps understand, to some extent, the meaning of being human. I love the sea, books, marihuana, strong drink. I love to remember my friends. I love music, the night, the trails. I have crossed my fingers and breathed deeply. I have shared with the sunset the glory of being nothing. At my age, in this fight to get to Who knows where; I have never envied anyone. Only the air knows the end of the road. Deep inside me I hold onto the hope that death is nothing but a mirage.
Apuntes para una autobiografía Nací en Santa Marta el 4 de octubre de 1957. Tengo mujer, dos hijos que veo crecer y un perro. No estoy atado a nada en particular. 113
Revista Prometeo
De los 510.101.000 kilómetros cuadrados que tiene la tierra de extensión ni un solo metro es mío. Mi única preocupación es acaso la de amar verdaderamente, acaso la de arder con aquello que amo. Creo en el diálogo con la luz, el diálogo con la tierra, para exaltación de los sentidos. Desde los 15 años escribo poesía. Ella cura de cierto desencanto de cierta melancolía, permite, así sea fugazmente, recuperar cosas perdidas, ayuda a comprender en algo el sentido de lo humano. Me gustan el mar, los libros, la marihuana, las bebidas fuertes. Me gusta recordar a los amigos. Me gustan la música, la noche, los caminos. He cruzado los dedos y respirado hondo. He compartido con el ocaso la gloria de no ser nada. A mis años, en esta lucha por llegar yo no sé adonde, nunca he sentido envidia de nadie. Sólo el aire sabe del final de la ruta. En lo profundo de mí guardo la esperanza de que la muerte no sea más que un espejismo.
El panadero y yo Lo mío es tan importante como lo del panadero que tiene el sagrado compromiso de elaborar el primer alimento del día. Lo que yo produzco es tan real tan nutricio como un pan. Lo del panadero es tan importante como lo mío. Hacer un pan no es menos misterioso que hacer un poema. Cada día tiene para su pan de cada día una fórmula distinta que el panadero debe descubrir en el color del alba. Lo mío es tan importante como lo del panadero, tan nutricio, tan real. 114
Fernando Linero
Un recuerdo Aquel verano yo tenía veinte años y aún no entendía que -como la nube para el aireel hombre fue hecho para la infelicidad; que en la vida todo pasa; que nada vale la pena ser llorado. Cuando se marchó me di cuenta cómo le latía el corazón bajo la blusa. Pasó una noche, luego otra. Transcurrieron las semanas. Hace poco la vi en sueños. Tenía la misma edad de aquella tarde.
Un día El mundo era fácil, apenas un simple latido. Había el mes de junio, había el verano; en los países de la tarde la inmensa y brumosa soledad del mar; -sin comprender aún que el presente escapa y desaparece anegado por un tiempo remoto-, bajo los matorrales el aprendiz de hormiga. Había en alguna parte sitiada por el influjo de los días una tranquila simpleza, una serena claridad que se dispersaba por el mundo. Había la sed, el resplandor y el arrebato quieto de la canícula; oculta tras el canto del pájaro la labor de las horas. Había la luz de los cerros y el romper de las olas. Todavía los días no habían comenzado la huída hacia el justo naufragio de los años. Una tarde el arbusto en el andén se desprendió de su púrpura y acabó para siempre la infancia. 115
Gustavo Garcés Colombia | 1957
Gustavo Garcés es poeta, tallerista literario, profesor universitario y abogado.
Nació en Medellín. Es autor de los siguientes libros de poesía: Libro de poemas, 1987; Breves días, Premio Nacional de Poesía, 1992; Pequeño reino, 1998; Espacios en blanco, 2000; Libreta de apuntes; 2006; El taller de la llama, 2008; Breve días, antología, 2000; Hasta el fin de los números, 2012 y Una palabra cada día, 2015. Obtuvo en 1992 el Premio Nacional de Poesía del Instituto Colombiano de Cultura. Es asesor de la Procuraduría General de la Nación en derechos humanos y asuntos étnicos. Su poesía, reconocida por su delicada precisión e intensa y expresiva brevedad, rebosa de humor, inteligencia y celebración, reflexión y memoria, de la naturaleza y el mundo.
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Gustavo Garcés
Garden To look at the garden the inscription of a shadow on stone a grayblue flower the cunning eyes of a bird everything devoted perhaps to giving us small shivers life busy with the custom of light
Jardín Mirar el jardín la inscripción de una sombra en la piedra una flor gris azulada
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Revista Prometeo
los ojos astutos de un pájaro todo consagrado tal vez a ocasionarnos pequeños estremecimientos la vida ocupada en la costumbre de la luz
Encuentro La veo de repente como el personaje de un libro que hubiese abierto al azar se voltea y me mira nos sonreímos aturdidos como si el día fuera un mensaje imperioso
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Gustavo GarcĂŠs
Sepelio El sol y el gato estaban tambiĂŠn en el sepelio y el viento y el caballo blanco el muerto mira ya hacia otra parte
OraciĂłn Nada altera el verso permanecen iguales el agua y sus orillas los trenes que se van y los que llegan tus ojos no supieron ser otros
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Revista Prometeo
Norberto Salinas Costa Rica | 1957
Norberto Salinas es poeta, tallerista literario, editor y gestor cultural.
Estudió Filología en la Universidad de Costa Rica. Ha publicado los libros de poemas: Luna en Bebedero; Mascarón de proa; y, Selección de poemas (antología). Dirige Literatura Digital. Es el presidente de la Asociación Casa de Poesía, la cual convoca y organiza el Festival Internacional de Poesía de Costa Rica, siendo el editor de libros a bajo costo de todos los poetas invitados al encuentro. En sus palabras: “Creo firmemente que la poesía puede cambiar el país. Aunque quebráramos económicamente, sostener esto es seguir sosteniendo la posibilidad de que este país, que está tan dividido, con una situación política tan difícil, aunque muchos medios traten de crear una nube de humo, sea esperanzador”.
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Norberto Salinas
Near the Tigris and the Euphrates The kiss lost your father. The house lost its walls. The sky: ribbons blue on gray. The night is a jack rusting in the hall, twisted handlebars. Why do I walk this rubble? An hour ago your school bag lay at the foot of the bed. Fire braided your tresses. No one shut your eyes. I draw near to the twisted bars. Their lies fall at the feet of the steam from your bedclothes. Where do I leave this piece of comb? Your little charred shoes No longer will you sing the anthem at school. There was a girl near the Tigris and the Euphrates. She left her most cherished bracelets. under her pillow
Cerca del Éufrates y el Tigris El beso quedó sin tu padre La casa sin paredes El cielo: serpentinas azul sobre gris La noche es un yaxe oxidado en el corredor una manivela de bicicleta retorcida ¿Por qué camino estos escombros? 121
Revista Prometeo
Hace sólo una hora el bulto de escuela al pie de la cama El fuego te hizo las trenzas Nadie te cerró los ojos Me acerco a los hierros retorcidos Sus mentiras caen al pie del vapor de tu pijama ¿Dónde pongo este pedazo de peineta? tus zapatitos chamuscados Ya no cantarás el himno en la escuela Había una niña cerca del Éufrates y el Tigris Bajo la almohada dejó sus pulseras más queridas.
Noticias de la selva A la danta (tapir) del Río Pizote
I Si cayeran los campanarios sería un gran escándalo Sin la carrera irreverente de la danta abriendo la noche a las bromelias Sin sus ojos ¿Sin sus ojos sabremos dónde están los nuestros? 122
Norberto Salinas
II En el saco del cazador pequeños tucanes los rostros pelones y ciegos Sus nidos al pie del surá Como los niños que duermen en aceras y sueñan que el mundo tiene corazón son unos temblores s o l í s i m o s.
Espejo de agua
El río Tortuguero en tus pupilas
A Sandra
Un millar de pericos tucanes lapas pavas cormoranes garzas rosadas arremolinados Los pizotes avanzan alrededor nuestro El río late como colibrí extraviado El basilisco corre Salpica la belleza Mientras bailamos abrazados se borra y reaparece la inmensa noche en ellas.
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Fernando Herrera Colombia | 1958
Fernando Herrera es poeta, traductor, profesor y gestor cultural
Nació en Medellín. Ha publicado los libros de poesía: En la Posada del Mundo, Premio Nacional de Poesía Universidad de Antioquia; La Casa sosegada; y, Sanguinas, Ganador del VIII Concurso Nacional de Poesía Eduardo Cote Lamus. Obtuvo una Beca de Creación de parte de Colcultura, en poesía, en 1993. Ha sido publicista, editor de obra gráfica y de libros de artista y gestor cultural. Reseñista y comentarista de libros en revistas y periódicos especializados. Poemas suyos han aparecido en distintas revistas y antologías nacionales e internacionales. Obtuvo el Premio Nacional de Literatura del año 2.007 con el libro Breviario de Santana. Publicó igualmente el libro de traducciones de haikú En el corazón de la floresta.
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Fernando Herrera
Russian River On the green slowness of the water, ripened by the drastic summer, a yellow willow leaf reveals to me that that sweltering landscape fleeing and staying is a river. I also know, by the trout that jumps to catch an insect, that water is alive and mysterious and clear, and that far, far away, for this to happen, the stars are embracing. Naked, lying on the sand, humbly, like any other animal, I too celebrate summer.
Russian River Sobre la verde lentitud del agua, madurada por el drástico verano, una hoja amarilla de sauce me revela que ese sofocado paisaje que huye y que se queda, es un río. También sé, por la trucha que salta a cazar un insecto, que el agua está viva y que es misteriosa y clara, y que lejos, muy lejos, para que esto suceda, se abrazan los astros. Desnudo, tendido sobre la arena, humildemente, como otro animal cualquiera, también yo festejo el verano.
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Revista Prometeo
Barriotriste Yo frecuenté las calles de ese barrio. Yo vi los camiones vencidos aguardando al pie de las aceras. Yo vi los talleres de torno con sus ardidas virutas de acero, con sus yunques aporreados; y vi en sus paredes, carteles con hombres enmascarados antes de la lucha del sábado y a bellas hembras cuyo sexo era ya un agujero en el muro. Yo vi a desvalidas mujeres encinta apuntando la suerte de un número en un cuaderno, y a jóvenes que habían crecido “del lado de la gasolina”, maldiciendo sus vidas. Yo vi el nácar falso en los timones, y moteados peces goteando en un ángulo de los camiones. Conocí la parla trasnochada y risueña de aquellos curtidos marineros de asfalto. Yo conocí también los ladrones de esas calles, sé de corazón sus precisas canciones, y sé como era en verdad aquel un barrio triste. Yo vi cómo allí también en aquellas esquinas olorosas a aceite quemado, tan distantes de las soleadas praderas donde las salvajes manadas 126
Fernando Herrera
son pastoreadas por los astros, aquellos hombres, mansamente, hacían de la vida algo cruel y hermoso.
Nocturno Déjame en aquella olvidada cantina, donde pasan rugiendo hacia la costa los camiones. Donde bajo las luces de neón y la música de los acordeones esperan encendidos los motores Diesel, y el acre olor a cisco y orina de novillo. Déjame, que con el alba podré ver, atravesando la carretera, al pie de los algodonales, los contrahechos aviones que han dormido en el terraplén oloroso a kerosene y fungicida. Déjame en aquella olvidada cantina, porque quiero sentir toda la noche, la presencia de estos raros elementos que también pueblan la tierra.
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Álvaro Marín Colombia | 1958
Álvaro Marín es poeta, ensayista, investigador cultural y periodista.
Nació en Manzanares, Caldas. Cofundó la revista Planeta Sur de la Universidad Nacional de Colombia, publicación centrada en temas políticos, culturales y ambientales. Luis Cardoza y Aragón, José Lezama Lima, Macedonio Fernández y Alejo Carpentier, han sido autores estimulantes para su creación. Es coordinador del Movimiento de Artistas e Intelectuales por la Paz de Colombia. Publicó los libros de poesía: Jinete de sombras, y La noche Líquida. También el libro de ensayos La brújula no quiere marcar más el norte. Nos dice: “Nuestra casa es la Tierra y vamos a llenarla de poesía para espantar a la muerte, para conjurar el terror. Corriente arriba como los salmones que buscan el mayor grado de oxígeno, como los hombres y mujeres buscadores de luz”.
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Álvaro Marín
Version of the Lost God believes in no one. God has for a long time now greeted no one, shaken no one’s hand. God doesn’t believe in his faithful Or in the words said by we who are here. “Again the sickness,” he says, “everything is madness here”, As the days repeat themselves: the walls, the bad clouds and the bitter tincture of poison. Until we fall heavily asleep. Until dawn breaks and we are again the slow anaconda, Waking slow and silent, as from the bottom of a well. They say in the street that God has been killed, others say he’s in jail, that they saw the police getting him onto a paddy wagon. Whatever the truth, no one has seen God these days. A son of his says that God tortured and crucified him, and I believe him. One day he came, protected by two guards. “liar,” he called me. I tried to shut his mouth but his guards jumped on my back and took me back to my cell. One of the guards brought the poison in one hand, the electric prod in the other. I shut my mouth and have written since then. I stay silent, like the dark beetle sunk in the holes of the night.
Versión del extraviado Dios no cree en nadie. Dios hace tiempo que a nadie saluda ni a nadie le da la mano. Dios no cree en sus feligreses Ni en lo que decimos quienes estamos aquí. “De nuevo la enfermedad, dice, todo es locura en este lugar” Mientras los días se repiten: los muros, las malas nubes, y la amarga tintura del veneno. Hasta caer pesadamente dormidos. Hasta que amanece y somos de nuevo la lenta anaconda, nos despertamos lerdos y silenciosos, como surgidos del fondo de un pozo.
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Revista Prometeo
En la calle se dice que mataron a Dios, otros dicen que está en la cárcel, que vieron a la policía subirlo a una jaula. Lo cierto es que nadie ha visto a Dios por estos días. Un hijo suyo dice que Dios lo torturo y lo crucificó, y yo le creo. Un día vino protegido por dos guardias: “mentiroso” me dijo. Traté de taparle la boca pero sus guardias saltaron sobre mi espalda y me llevaron de nuevo a la celda. Uno de los guardias trajo el veneno en una mano y en la otra el electrizador. Cerré mi boca y escribo desde entonces. Guardo silencio, igual al oscuro escarabajo sumergido en los agujeros de la noche.
Transiciones El verde crece sobre un espejo de algas muertas, Y los hombres sobre el silencio de otros hombres. Habitamos el lugar de quienes fueron antes, Nos hallamos siguiendo sus pasos perdidos. Y los seres otros que no somos. Los otros, los inconsumados, Legiones que ya no serán nunca. Este es el oleaje de todos los tiempos, somos el viaje y la estación, el paso aventurado en el desbarro. Llevan el mismo destino los movimientos de rotación de los óvulos Y los vuelos migratorios de los planetas. Este es el sueño, la verdadera jornada. Funda el espacio con estos fragmentos, El necesario resplandor sobre la ósea arquitectura: esta es la contienda entre el amor y la muerte.
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Álvaro Marín
Ofrenda La luz está en la infancia. Un niño es un hombre erguido sobre la cáscara del planeta, No ha sido tocado por la antigua enfermedad de la muerte. La infancia es ausencia de muerte, el llanto del niño es dolor cósmico, La supresión del juego de pequeño animal reconciliado con la naturaleza. Lo otro son revenidos malestares El escándalo de las viudas y el sufrimiento de un clan que no conoce el don de la ofrenda. Dramas sobre los que desciende a jugar la muerte. Otra cosa es el dolor, El llanto del niño aislado en un rincón del arca mortuoria. Lo demás es la muerte de la infancia y la podredumbre de los dioses.
Jornada La espiral del caracol puede ser el camino a las estrellas. Y las vertientes De los ríos el caudal de la tierra alimentada con nuestras sangres. ¿Y qué sabemos de la danza sonámbula de la hoja que cae? Nuestro viaje ¿hacia dónde? ¿Por qué el azul velando en tu noche? ¿Por qué este anhelo en la sangre? Estos que ves son dioses, están muertos. Acoge en su finitud a los dioses. Ofrecemos nuestros días a los espíritus de la concupiscencia y de la saliva, A los dioses de la vida y la vegetación. Somos primarios, silvestres, somos provisorios. Entona una alegre canción, es nuestra jornada.
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Revista Prometeo
Katharine Coles Estados Unidos, 1959
Katharine Coles es poeta, novelista, editora, ensayista y profesora universitaria de literatura y escritura creativa.
Ha publicado, entre otros, los libros de poemas: La caricia indicada; Los años dorados de la cuarta dimensión (Ganador del Premio al Libro de Utah); La falla; y La Tierra no es plana, producto de un viaje a la Antártica. Según James McClintock, “La Tierra no es plana de Katharine Coles captura la esencia de la Antártida a través de sus maravillosas representaciones de múltiples formas de hielo, la rica diversidad de la vida marina, y la gente que se labra una vida de ciencia en sus costas. Los poemas pintan una historia conmovedora y profética, no sólo de la belleza cruda y desafiante de este notable lugar, sino de la interdependencia del hielo y la vida en un entorno rápidamente cambiante”. Sus poemas, ensayos y relatos han aparecido en The Paris Review, The Gettysburg Review, Poetry, North American Review, Southwest Review, DIAGRAM, y Ascent, y traducidos al italiano, holandés y chino. Publicó las novelas Estación de fuego y El mundo medible.
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Katharine Coles
Antimanifesto
For Cindy Furse
No woman’s poem diminishes me. The men’s poems I’ll take One at a time. No poem ever took the space Meant for another poem. No poem ever Forced me to listen. There’s no theory I wouldn’t surrender for a line, no line I wouldn’t cast out for a nibble. I’ve never Believed in art or its purity. I would believe If believing wrote a poem. What good Would it do me to insist? The world is Its own machine. The world turns And turns again, and then the world decides.
Antimanifesto
Para Cindy Furse
No hay poema escrito por mujer que me disminuya. Los poemas escritos por hombres los tomaré Uno por uno. No ha existido poema que se haya tomado el puesto Que era de otro poema. No ha existido poema Que me haya forzado a escuchar. No hay teoría Que no daría por una línea. No hay línea Que no lanzaría por un mordisquito. Nunca he Creído en el arte o su pureza. Creería Si creer escribiera un poema. ¿De qué Me serviría insistir? El mundo es Su propia máquina. El mundo gira Y vuelve a girar, y luego el mundo decide. 133
Revista Prometeo
Autorretrato accidental El ser accidental empieza en el Tú, ese Que un siquiatra podría llamar terminal. Podría o no Valer la pena escucharle. Aquí afuera, en El ya continuo y vasto, parece hasta Más pequeño de lo normal, hasta más propenso A ser expansivo y persuasivo. Sus circuitos neurales Se aplican continuamente, sin importar Cómo de frío esté o cuánto le duela La luz a los ojos y luego, escarbando hasta Lo profundo, el cerebro. Tun, tun, tun toca la luz Menos cuando se incrusta, como lo hace Todo, en olas. Aunque quizás no se da cuenta, El ser accidental está bajo constante Remodelación, entrando cada segundo En una nueva relación, en la cual ni la revelación y ni Siquiera la simple percepción se da nunca, aunque Intentemos no perderla. Todos sus sistemas de órganos Excitan, aún esos que nunca considera. Reorganiza Y ordena. Todavía no le ha dado pánico. El ser accidental Se hace el fuerte, se mantiene firme, se limita A la ansiedad ordinaria, por único y Específico que se sienta. Es un blanco en movimiento.
Turbar Hizo a Leviatán para entretenerse. El Dios de mi niñez. Su aleta caudal 134
Para Pam Balluck
Katharine Coles
El tamaño de dos pulcros botes de remos Para ser levantada y dejarla caer Como un cuchillo dentro del agua O para bofetear—tantos gestos Una cola o una aleta pueden hacer con ruina O sin ruina. Recuerdo Una ballena volteándose sobre su costado Sólo—pareciera—para que yo la viera Aleteaba o coqueteaba, su ojo en un profundo Guiño hacia mi ojo, no más Humana por eso. Ni podría Decir que era real más allá De la marea de mi imaginación ni yo Más allá de la suya, tan fuera De escala éramos, tan acertada Se hundió y finalmente no volvió A subir. El Dios de mi niñez La hizo para coquetear y amamantar, para cantar Pero no por mí, sino por Encanto y por amor. Creyendo que No soy supersticiosa, pienso en ella Como en cualquier musa Que me turba, para decir Mientras la ola que se enrosca encima tira A zafarse, se encantada, se alguien perdida, pero Por Dios recuerda ser salvaje.
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Orlando Gallo Colombia | 1959
Orlando Gallo es poeta y abogado.
Nació en Medellín. En 1984 publicó su primer libro de poesía, Siendo en las cosas; obtuvo el segundo puesto en el V Premio Nacional de Poesía Universidad de Antioquia del año 1983, con Los paisajes fragmentarios, publicado en 1985 por esa misma institución; su libro La próxima línea tal vez mereció el Premio Nacional de Poesía Eduardo Cote Lamus en el año 1990 y fue publicado por la Gobernación de Norte de Santander. La Colección de Autores Antioqueños de la Gobernación de Antioquia editó en 1996 su poesía reunida bajo el título Siendo en las Cosas; en ese año, fruto de una beca de creación del Instituto Colombiano de Cultura, escribió Todas las cosas es lo único que dejamos, libro publicado en 1999 por la Editorial Universidad de Antioquia. Desde el año 2007 se desempeña como magistrado del Tribunal Superior de Medellín.
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Orlando Gallo
Adios Today my daughter drew with her finger in the air an incipient goodbye towards me over her mother’s shoulder. We celebrated it for a long while that first real gesture she made even though it provides evidence of a harsh reality: Life trains us early for farewells.
Adiós Hoy mi hija ha trazado en el aire un incipiente adiós dirigido a mí por sobre el hombro de su madre. Le hemos celebrado largamente ese primer gesto elaborado aunque vaya acompañado de una dura comprobación: La vida nos entrena bien temprano para las despedidas.
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Revista Prometeo
Telarañas Ya no esperaba más cambios en mi vida Hasta que mamá murió. No puedo negarlo, desde entonces Se hizo más triste el mundo, Apareció por fin el descampado. La vista de su pesado cuerpo inerte Soliviado por esos dos hombres de finos bigotitos Y uñas impecables Resultó tan… contundente Frente a los sueños, frente a las teorías, Y de un patetismo que bordeó el mal gusto. Mi pequeña obstinada rutina Continuó sin embargo Impertérrita, Salvo por un detalle: El veloz y traicionero entramado De las telarañas Construidas y disueltas por la noche En los marcos de las puertas De mi pieza y del baño: Ese casi imperceptible obstáculo en lo oscuro, En el rostro, Como una caricia.
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Orlando Gallo
Una canción ¿Es el susurro apretujado de los obreros muy temprano en el tren de la mañana una canción?
Señora joven Un primer golpe de vista la encuentra espléndida empujando el carrito en el mercado, con ese rayo de sol rodeando sus pies, como si el tramoyista quisiera destacarlos precisamente esa mañana. Y así la piel que sube muy blanca hasta el vuelo de la falda de organdí, que cae desde la cintura demorando su lascivia en la curva de la cadera. Su muy lento giro para acercarse al aparador de los cereales, con las manos desplazándose dubitativas, deja adivinarlas en el posible ardor de la caricia repetida. Ha sido amada hasta la fatiga y en su rostro hay un clamor pero también un hastío, un desmoronarse del deseo, una vacilación en la dureza de la carne.
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Cristina Toro Colombia | 1960
Cristina Toro es poeta y actriz.
Nació en Medellín. Publicaciones: Cosas de mujeres; Telón de fondo; Apuntes de errancia; La humedad del fuego; Obsesiones nocturnas; Los pasos del olvido. Incluida en De Panidas y poetas; Boca que busca la boca. Antología de la poesía erótica colombiana del siglo XX, entre otras antologías. Con el Águila Descalza ha participado en las obras: Tango Tango, Boleros en su ruta, Filomena la vaca filomenal, País Paisa, Pues Antioquia vos, Medio Medellín, Trapitos al Sol, Chicos malos S.A., Medellín en cartel, Colcha de Retazos, Pecao Mortal, Vida de Perros, Cosas de la vida, El sueño del Pibe, La Patria Boba, Matando el tiempo, Historia Clínica, Su mamá... La suya!, San Gardel de Medellín, Ambiente familiar con cantaleta, Llevando del bulto, Mañana le Pago, Coma callao y Chupe por bobo.
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Cristina Toro
Blood Days This you don’t understand. It will never happen to you. It is a matter of body, of cycles you can’t imagine. Women’s stuff, perhaps for that reason a part of secrets. You don’t talk about this. These are matters to deal with in the bathroom, alone, stealthily, discreetly, so it won’t show inside or outside, won’t be known, won’t be felt, won’t be seen or smelled; so it will happen as if it didn’t happen, even though it does happen and punctually assaults us every time we aren’t mothers, sometimes imposing on us a portion of pain, perhaps as the price for choosing singleness. We must conceal it with guilt, with cleanliness, although it marks us with scandal, although it makes us feel different. These are the things you don’t know, perhaps because we never talk about that, because it’s a blood matter without a visible wound. It’s our useless blood, discarded by the body, the one that reminds us of our animal essence, the one that singles us out as females – it is the body’s cry connecting us with other female animals, with cats in heat when they howl, with mares waiting for the moon, with the sea’s rhythms, we are high tide and low tide, with our ebbing and waxing, we are full moon. Our breasts know it, our skin. We are females: female sex, huge and invisible inner sex, a machinery tied to the planetary clock. This you don’t understand. It’ll never happen to you. Women’s stuff.
Días de sangre Esto no lo entiendes. Nunca te pasará. Es cuestión de cuerpo, de ciclos que no imaginas. Son cosas de mujeres, tal vez por eso forman parte de los secretos. 141
Revista Prometeo
De estas cosas no se habla. Son asuntos de resolver en el baño, a solas, con sigilo, con discreción, para que no se note ni por fuera ni por dentro, que no se sepa, que no se sienta, que no se vea, que no se huela; que pase como si no pasara aunque pase y nos asalte puntualmente cada vez que no somos madres y nos imponga a veces su cuota de dolor, acaso como precio por elegir la soledad. Debemos ocultarlo con culpa, con pulcritud, aunque nos marque con escándalo, aunque nos haga sentir diferentes. Estas son cosas que no entiendes, tal vez porque nunca hablamos de eso, porque es un asunto de sangre sin herida visible. Es nuestra sangre inútil, la que el cuerpo desecha, esa que nos recuerda nuestra esencia animal, esa que nos distingue como hembras, es el grito del cuerpo que nos conecta con las demás animales, con las gatas en celo cuando gritan, con las yeguas que esperan la luna, con los ritmos de los mares, somos marea alta y marea baja, tenemos menguantes y crecientes, somos luna llena. Nuestros senos lo saben, nuestra piel. Somos hembras: sexo femenino, sexo interior gigante e invisible, maquinaria atada al reloj planetario. Esto no lo entiendes. Nunca te pasará. Son cosas de mujeres.
El funeral de este tiempo A mí, a quien nadie espera en estas noches; a quien nadie sabe así, fiera merodeante en su propia jaula, a mí, llegan noticias repetidas, sirenas ululantes de oscuros orígenes, campanas que no percuten por que sólo yo las aliento como melodía posible del funeral de este tiempo. Estalactitas, columnas de sólidas lágrimas detenidas sobre el campo sórdido, pétreas aguas de mármol para llorar a los anónimos. 142
Cristina Toro
Dueños del miedo El ojo de mi infancia se asoma a la tarde que ya conoce el pavor. Veloces vientos helados descienden a mi ventana con su aroma de cerros. El murmullo es una densa nube que me hace imperceptible. Entre las faldas de las señoras busco a mi madre. Todas las mujeres son ella misma, un llanto crudo, desolado. El humo del tabaco es mi lágrima. No sé qué pasa pero lloro. El final de una edad se ha hecho sangre. El campo deslindado se ata con su rastro de acero y púas a la batalla sin fin donde nada será de nadie, sólo el miedo, nuestra gran pertenencia.
Oración lujuriosa Lava de Pompeya, báñame; ceniza del Vesubio, cúbreme; tierra volcánica, sepúltame; fuerzas del centro de la Tierra regrésenme a las paredes donde fui alguna vez hetaira complaciente, llévenme a las termas donde flotó mi lujuria en tiempos de temblores, devuélvanme a la celda del lupanar donde un mancebo se jugó la vida por besarme, hagan de mí un silencio que no grite este deseo de habitar en ti. 143
Álvaro Inostroza Chile | 1960
Álvaro Inostroza es poeta, periodista, crítico de cine y profesor universitario.
Publicó sus primeros poemas en 1979, incluidos en la antología “Uno x Uno. Nueve Poetas Jóvenes”. En 1985 publicó su primer libro de poemas: Patio de Luz. Luego vinieron Tendido (en) público, 1996; Señales de vida, 1998; Días de fiesta, 2004; Hablar de memoria, 2010 y El Genio de la Casa, 2014. Actualmente trabaja en la escritura de su libro Zona de extinción. En 2013 es publicado en dos antologías: Ancestral dominio del verde, de poetas chilenos y colombianos, y en la Antología de la poesía chilena, generación del 80. En los últimos 6 años ha participado en Festivales de poesía en Argentina, Colombia, México, Cuba, Puerto Rico, Panamá y Guatemala.
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Álvaro Inostroza
Witness I wanted to travel but I also wanted to love I wanted to be a poet but I also wanted to have a family I wanted not to be afraid of death but I also wanted to watch my kids grow I wanted a better world but I chose to survive I wanted to live from friendship But I accepted the possession of my significant other I wanted to lend my eyes to transfigure reality but I ended up being just a privileged witness of this future that dissolves rapidly
Testigo quería viajar pero también quería amar quería ser poeta pero también quería tener una familia quería no temerle a la muerte pero también quise ver crecer a mis hijos
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Revista Prometeo
quería un mundo mejor pero opté por sobrevivir quería vivir de la amistad pero acepté la posesión de la pareja quería prestar mis ojos para transfigurar la realidad pero terminé siendo apenas un testigo privilegiado de este futuro que se disuelve aceleradamente
Arte poética I discusión eterna esto de la poesía callejón sin salida II cada uno tiene que tener su vaso cada uno con su cada cual escribir de memoria III ver fotografías vistas con anterioridad estornudar prender la radio tarde verano lo mismo dicho de una manera distinta
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Kalu Tatyisavi Nación Savi, México | 1960
Kalu Tatyisavi es poeta, cuentista, novelista, ensayista, periodista, dramaturgo y profesor universitario
Ñuu Savi, significa “País de la Lluvia”, donde “su Tana y Nana le enseñaron a leer las estrellas”. Ha publicado los libros de poemas: Kuun Nuvi Savi (Jornada en la Lluvia); Savi Iya Kuaa (Lluvia Nocturna); Iyo jika Savi (Exilio de la lluvia); y Tzin tzun tzan (Vuelo del colibrí). Es autor igualmente de los libros Kuiya Uvi Ve’i: 1521 (cuentos); Viko: Savi-Tatyi-Yu’va-Ka’ni (Fiesta de la Lluvia-Viento-Hielo-Calor, (novela) y de la obra dramática Ntia’an Ta’vi Ñuu Savi (Ñuu Savi nonato). Obtuvo en un par de ocasiones, en 2000 y 2012, el Premio Nezahualcóyotl de Literatura en lenguas Mexicanas. Ha ofrecido conferencias y cursos de Lengua, Literatura e Historia de la Ñuu Savi, a nivel nacional e internacional. Estudió Sociología y Letras Latinoamericanas en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). 147
Revista Prometeo
XXXIX The children play: chimpuu chimpuu Ñu’ún is the light and energy with which the ruling Iya Offers itself to the community Who represents the coyote’s howling when the moon turns? Who sculpts the jaguar’s fangs amidst the mountain’s whistles? Who draws the rabbit’s sadness when the smoke reads poverty? Who spells the sun’s path towards the house of rain? Who dances with the earth, seeking the serpent’s breath? Who stops the midnight image of the owl repeating: Children/Maize color? Who claps to the bat’s rhythm in the shiver of dust? Chimpuu chimpuu Ñu’ún is the light and energy with which the ruling Iya Offers itself to the community Mouth traversing the trace of the sacred mud Eyes in the feast of the unfinished cloud Ears for a night alphabet wind Teeth against the ice and no tears Seal of the heat against the face where the sky rests Flintstone-tongue writing the codex Chimpuu chimpuu Ñu’ún is the light and energy with which the ruling Iya Offers itself to the community Voice coming down from the hill, party under the hummingbird’s wings Voice making the maguey turn, the navel of the cave Voice walking in exile, fire in the millennium Voice-heart one less-tooth, wandering Ñuu Savi Migration of light voice, give me your arms for the trouble Foot memory voice, run hide the sacred skin Is a cane without support possible? Chimpuu chimpuu Ñu’ún is the light and energy with which the ruling Iya Offers itself to the community
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Kalu Tatyisavi
Egg-children, hurry to read the codex Old man-star, seed of the word Silence-lightning, pot returning to the Silence-Indian shibboleth cycle, back of the downpour, Today, day 13, month 18, year 52 As long as there is a deer, let the word leap! Chimpuu, chimpuu
*
Los niños juegan: chimpuu chimpuu Ñu’ún es la luz y la energía con que el Iya gobernante se ofrece a la comunidad ¿Quién representa el aullido del coyote cuando gira la luna? ¿Quién esculpe los colmillos del jaguar entre los silbidos de la montaña? ¿Quién dibuja la tristeza del conejo cuando el humo lee la miseria? ¿Quién deletrea el camino del sol hacia la casa de la lluvia? ¿Quién baila con la tierra buscando el aliento de la serpiente? ¿Quién detiene la imagen del búho a la medianoche que repite: Niños/color maíz? ¿Quién aplaude al ritmo del murciélago en el escalofrío del polvo? Chimpuu chimpuu Ñu’ún es la luz y la energía con que el Iya gobernante se ofrece a la comunidad Boca recorriendo la huella del barro sagrado Ojos en la fiesta de la nube inconclusa Oídos para un viento del alfabeto nocturno Dientes contra el hielo y no hay lágrima Estampa del calor contra el rostro donde descansa el cielo Lengua-pedernal escribiendo el códice Chimpuu chimpuu Ñu’ún es la luz y la energía con que el Iya gobernante se ofrece a la comunidad 149
Revista Prometeo
Voz bajando del cerro, fiesta bajo las alas del colibrí Voz que hace girar al maguey, ombligo de la cueva Voz caminando en el exilio, fuego en el milenio Voz-corazón un diente-menos, Ñuu Savi errante Voz migración de la luz, dame tus brazo para el tequio Voz memoria del pie, corre a esconder la piel sagrada ¿Es posible un bastón sin sostén? Chimpuu chimpuu Ñu’ún es la luz y la energía con que el Iya gobernante se ofrece a la comunidad Niños-huevo, apúrense a leer el códice Anciano-estrella, semilla de la palabra Silencio-relámpago, olla que regresa al ciclo Silencio-indiolecto, espalda del aguacero Hoy, día 13, mes 18, año 52 Mientras haya un venado, ¡salte la palabra! Chimpuu, chimpuu
* ¿Acaso las hojas secas no me arroparon? La sangre de mis muertos une las orillas, me dicen: me levanto, quiero prender la antorcha con la resina del ocote ¿Daré un beso ñuusavísimo al temblor? Ñuu Savi es el nombre grabado color agua en la frente del País de la Lluvia ¿Qué hace mi madre hablando en el piso? ¿Qué imagen habla con el eco? ¿Qué ritmo se enreda en el zarzal? No te reconozco ¿Tiemblas? Tus rezos ya no llegan aquí, arde el copal ¿Sonríes? Ten, toma estos huesos me recuerdan a mis hermanos 150
Kalu Tatyisavi
Tiemblas como el gusano asado en comal los siglos son la sombra de tu sombra. ¿Qué ha pasado que no recuerdo tu cuerpo de nahual? Sigo pensando en tus uñas en forma de veintena, la gota explota en la punta de la flecha como grano de maíz —El viaje de la flecha por la bóveda es el juego de la pelota y su risa impaciente es la flecha que persigue a la otra—
*
Los nombres de la lluvia son los nombres del mismo viento y luz: Savi Janikua Quiahuitl Chac Para Jallu Ama La lengua gira hacia el eco de la saliva y no sabe a qué distancia se encuentra la voz, si el sonido retorna a la punta como la sangre hacia el temblor de la figura Los nombres de la lluvia son lo que nombra el color turquesa: Savi Janikua Quiahuitl Chac Para Jallu Ama En el muro de Yuku Kuii, la Montaña Verde es un imán que sustrae la esencia de la memoria y el perfil sobreviene al caer las miradas, ciclos de luces encuentran su destierro y una pluma descarga la montura en la pelea desigual, mientras los pasos suben por la verruga de los años donde un búho encuentra su lugar Los nombres de la lluvia son el coro de las flechas y de los colibríes: Savi Janikua Quiahuitl Chac Para Jallu Ama Tzin tzun tzan es el grito que acompaña al humo y camina con la chirimía donde se tiende la piel del venado y ríe el jade en el canto de la era La paloma reposa en mi hombro porque ensaya el vuelo 151
Juan Gregorio Regino Nación Mazateca, México | 1960
Juan Gregorio Regino es poeta, profesor y gestor cultural.
Ha publicado los libros de poesía: Tatsjejin nga kjaboya (No es eterna la muerte) y Ngata’ara Stsehe (Que Siga lloviendo). Mereció en 1996 el Premio Nezahualcóyotl de Literatura en Lenguas Mexicanas, el más importante premio otorgado a la obra de autores de naciones originarias, el cual le fue otorgado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Destacado representante de la Nación Mazateca, es autor del alfabeto que se está empleando para escribir su lengua. Igualmente es el promotor del Premio María Sabina, que anualmente se entrega a las más destacadas voces creadoras mazatecas. Junto con el poeta Natalio Hernández y otros poetas de su país, está al frente de la organización del Encuentro Mundial de Poesía de los Pueblos Originarios: Voces de Colores para la Madre Tierra, el cual se celebrará en México en 2016.
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Juan Gregorio Regino
The Path of Medicine
In the midst of silence, I listen. Inside the dark, I read. Four times I have been St Peter’s seed. Four times I have arrived at the place of images. Among the dead, I laugh. In the desert, I cry. Four times I have drunk the virgin’s leaf. Four times I have travelled round the world. Despite my disabled body, I walk distances. Despite my barren roots, I bear fruit. Four times I have eaten the mushroom. Four times I have penetrated the world. When the water fast comes, I have already drunk. When the atole fast comes, l have already tasted. When the tortilla fast comes, I have already eaten. When the woman fast comes, I have already lived. Clean in body and soul, I already share God’s table. The medicine is already in my hands, The light in my name.
El camino de la medicina En medio del silencio, escucho. Dentro de la oscuridad, veo. Cuatro veces he sido la semilla de San Pedro. Cuatro veces ha llegado al lugar de las imágenes. 153
Revista Prometeo
Estando entre los muertos, río. Estando en el desierto, bebo. Cuatro veces he tomado la hoja de la virgen. Cuatro veces he recorrido el mundo. Camino distancias aun inválido de cuerpo. Doy frutos aun estéril de raíces. Cuatro veces he comido el hongo. Cuatro ves he penetrado el mundo. Al ayuno de agua, ya bebí. Al ayuno de atole, ya tomé. Al ayuno de tortilla, ya comí. Al ayuno de mujer, ya viví. Limpio de cuerpo y alma. ya comparto la mesa de Dios, ya está la medicina en mis manos y en mi nombre está la luz.
Los guardianes de la Tierra En forma humana deambulan en la soledad de la noche. Jinetes de caballos dorados que roban espíritus ingenuos. Guardianes de la tierra que recolectan tributos. Ojos de la luna que vigilan en la noche. Reflejos de estrellas que iluminan el cielo. Sombras del mundo que espían la tierra. 154
Juan Gregorio Regino
Salen del mundo cuando las sombras se visten de luto. Son los dueños de la noche. Son los dueños del silencio.
No es eterna la muerte No es eterna la muerte espíritus míos que del cielo bajan. Siento presencias aquí en lo imperfecto donde los que tenemos vida estamos muertos, y los que están muertos tienen vida. Vivimos un día de fiesta en un escaparate momentáneo a la muerte, en un instante aferrados a la vida. Compartan la mesa con nosotros, coman y beban nuestros frutos, dancemos luego con la muerte que en cada máscara se oculta. Espíritus vivos. Espíritus muertos. Ésta es nuestra fiesta, asomemos un instante nuestros mundos. Nosotros tenemos corazón, ustedes también. En esta vida que no es eterna. En esta muerte que no es eterna.
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Winston Farrell Barbados | 1960
Winston Farrell es poeta, performer, cantante, actor, dramaturgo y gestor cultural.
Destacado exponente de la Dup Poetry. Ha participado en más de cuarenta montajes teatrales y ha grabado varios CD’s. Ha viajado extensamente por el Caribe, Suramérica, el Reino Unido, Europa, Canadá, Asia y África Occidental. Algunos de sus libros de poemas publicados: Ecos de sangre joven; Descalzo sobre hielo (Premio de Literatura de la Fundación Literaria Frank Collymore); Llamada del Intendente y, Gozándose un blues. En 1989 recibió el Premio Nacional de la Juventud por sus logros destacados en el campo de la dramaturgia, concebida ésta como herramienta para el desarrollo, involucrando en ella a la juventud a través de programas permanentes en las comunidades.
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Winston Farrell
Hunger Hunger came to my door today slapped my stomach sore blew wind up my entrails and laughed at my anger. Hunger come to my door today battered my brains sucked on the sockets of my eye balls leaving me dry. mother gone father gone no friend no brother frustration! Hunger came to my door today jobless penny-less I pain gutted reached for my pen paper of hope and wrote and wrote…
Hambre El hambre tocó hoy a mi puerta abofeteó a mi estómago enfadada sopló viento en mis entrañas y se rio de mi ira. 157
Revista Prometeo
El hambre vino hoy a mi puerta golpeó mi cerebro sorbió los cuencos de mis ojos y me dejó seco. Madre ida padre ido sin amigo sin hermano ¡frustración! El hambre vino hoy a mi puerta desempleado sin un peso con el estómago adolorido busqué mi bolígrafo mi papel de esperanza y escribí y escribí…
Éxodo Un largo camino hemos andado Por sendas sinuosas De margas blancas y areniscas En nuestros ojos Nuestros hombros abatidos Por las dificultades La esperanza nos lleva hacia nubes oscuras Mientras la lluvia en su martilleo se nos cuela en los cráneos Un largo camino hemos andado Desnudos Ansiosos del pan de la vida 158
Winston Farrell
Pulmones sedientos Secos por la bofetada corrosiva del sol Almas iracundas Llorando en la desolación De la muerte Un largo camino hemos andado Desde el azote serpentino, El látigo del amo Que reptaba por nuestras espaldas Como una víbora Un largo camino hemos andado Desde la lógica del hombre blanco Desde la ignorancia de nuestros hermanos negros Las implacables lágrimas Idas ya, de nuestros arrugados ojos, Nómadas negros en la necrópolis del terror Un largo camino hemos andado Así que alzaré Mi mano y gritaré: ¡Jah*! Las palabras no se estrangularán Hasta morir entre mis dientes Debo hablar Pues hemos andado un largo camino.
* N. del T. Jah: Nombre de Dios en el rastafarianismo, forma religiosa sincrética de Jamaica y el Caribe. Creen que Dios encarnó en Ras Tafari Makonen, o Haile Selassie, emperador de Etiopía hasta 1975, último descendiente del Rey Salomón.
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Revista Prometeo
Más allá de este puente Debe haber habido una canoa o dos, o hasta tres en algún lugar a lo largo de la blanca costa soleada. Debe haber habido pasos piel marrón, puntas de flecha antes de que los zapatos de los nuevos pobladores erraran, huyendo desesperados de la costa, para encontrar pelícanos entre idílicas palmeras. Ha de haber habido manos de barro cocidas vasijas rotas la coraza de indios muertos. Ha de haber sido un tambor solitario batiendo en algún lugar de la brisa sin miedo al fuego, de caza después del huracán allí donde la tierra, de un salto salió de las arenas doradas. Hombres barbudos eran higueras tras el nublado velo del humo En un comienzo debe haber habido siempre un sueño un paso de agua la construcción de un puerto y del resalto más allá del puente que hoy llamamos Bridgetown*
* N. del T. Bridgetown: Capital de Barbados. Su nombre traduce “Poblado del puente”. 160
Jairo Guzmán Colombia | 1961
Jairo Guzmán es poeta y director de la Escuela de Poesía de Medellín
Nació en Medellín. Cofundador y coorganizador del Festival Internacional de Poesía de Medellín. Coordina el área formativa de la Corporación de Arte y Poesía Prometeo. Pertenece al consejo editorial de la revista de poesía Prometeo. Dirige el Proyecto Gulliver (Escritura creativa para niños). Ha publicado el libro de poemas Coro de ahorcados (1995), y el opúsculo (poemas y ensayos breves) Todo paisaje es la elegancia del ojo (1997). Edita los blogs de expresión poética: Meridiano 75 (obras de autores locales, latinoamericanos y universales. http://meridiano75.blogspot.com) y El ombligo del pez (http://elombligodelpez. blogspot.com) donde publica sus poemas creados desde 1997. Sus poemas han sido traducidos al portugués, inglés, rumano y sueco. 161
Revista Prometeo
My Love and My Vertigo My love and my vertigo have two blind eyes The fierceness of fever The magnet of ecstasy The black source of the poem The abracadabrant kiss of the witch The pupil of the void run through by an alabaster beam My enjoyment at the reach of the lynx woman the sand woman The slow tearing of the moon in her groin The sigh of the stone its song among the moribund Milk of mystery the offering I pour on you
Mi amor y mi vértigo Mi amor y mi vértigo tienen dos ojos ciegos La fiereza de la fiebre El imán del éxtasis La fuente negra del poema El abracadabrante beso de la maga La pupila del vacío atravesada por un rayo de alabastro Mi gozo al alcance de la mujer lince la mujer de arena El lento desgarrarse de la luna en su entrepierna El suspiro de la piedra su canto entre moribundos Leche del misterio la ofrenda que sobre ti derramo
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Jairo Guzmán
Para una declaración de los derechos de la naturaleza y sus criaturas El árbol tiene derecho a expandir sus raíces más allá de su sed de luz Mucho más allá de nuestra sed de infinito Las piedras tienen derecho a cantar y a predecir el futuro Mientras contienen al desbordante riachuelo Quien a su vez tiene derecho a exceder su caudal Y pasar rampante por todos los valles que le plazca Los pájaros tienen derecho a viajar más rápido que su plumaje A revolotear en círculo en espiral en torbellino Por el empíreo de nuestros sueños de nuestras ilusiones de nuestras dichas El tigre tiene derecho a cruzar los umbrales de su rugido Para entrar en nuestros cantos de ultramar Más allá de la piratería espectral La nutria tiene derecho a nadar en la ciénaga Mientras los niños se sumergen en el oro del huevo solar Y los depredadores se meten en problemas con las abejas africanas Quienes a su vez ejercen su derecho a defender la miel sagrada de su tribu El camello el conejo y la liebre tienen derecho a que los retiren de la lista negra del Levítico El camello tan elegante y humilde al mismo tiempo Más sabio que todos los signos escritos por mil tribus en mil Saharas El conejo tan inocente avanzará rampante Y no será blanco de ningún psicópata La liebre nos traerá la dimensión de la alegría que salta El águila el quebrantahuesos el azor el gallinazo el milano el cuervo La lechuza la gaviota el gavilán el búho el somormujo el ibis El calamón el pelícano el buitre la cigüeña la garza la abubilla el murciélago Y el resto de criaturas aladas Tienen todos los derechos porque Tienen la dicha del aire
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Revista Prometeo
Tienen la gracia del vuelo Tienen todo lo que no podemos alcanzar Con nuestras alas rotas Los escualos y su derecho a que les digamos Buenos días señor tiburón o buenos días señora tiburona Le doy gracias a la vida que usted ya desayunó Ni qué decir de los derechos de las víctimas más comestibles Los pollos los pavos los cabritos los cerdos las reses Todos vulnerados en su dimensión sagrada de Criaturas de la Naturaleza quien a su vez Tiene derecho a romper el cerco La flor y la espiga El colibrí y la abeja Tan elevados en su inocencia y sabiduría Tan telépatas Tan lejos de nosotros Tanto Como la edad de su milagrosa aparición Y la supremacía espiritual de su tribu Y los animales míralos allí van huyen asustados de nosotros Tan ávidos de su carne su pelambre su piel su sangre Tan ávidos de su agilidad de su espíritu Tan necesitados de su inocencia Que es el talismán que nos salvará de perecer La naturaleza y sus criaturas tienen todos los derechos Los deberes son asunto exclusivo de los humanos El río y todo lo que lleva dentro Las piedras La montaña Todo tiene los derechos inimaginables por ti Es tu deber quedarte tranquilo En silencio Admirando todo lo que te fue negado admirar 164
Jairo Guzmán
Sólo ahora comprendes la grandeza de esos hermanos mayores Que surgieron primero que tú y por tanta luz recibida son superiores a ti Es tu deber quedarte sereno Aprendiendo a callar Mientras el río se lleva tus equívocos Mientras el río canta
Arde en letras el rayo de la voz En el crepitar de antorcha del mito Bramo resoplo me desboco Muerdo la aurora me desgarra tu grito Arde en letras el rayo de la voz Incuba la palabra su estertor primero Sangra el nombre su leyenda Tu nacimiento Palabra Es una joya del milagro Entrelazada a un rocío de eternidad
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Omar Pérez Cuba | 1964
Omar Pérez es poeta, músico, ensayista y traductor.
Se graduó en Lengua y Literatura Inglesa de la Universidad de la Habana. Realizó igualmente estudios de la lengua italiana y holandesa. Publicó los libros de poesía: Algo de lo sagrado; Oíste hablar del gato de pelea; Canciones y Letanías; Lingua Franca; y Crítica de la razón puta (Premio de Poesía Nicolás Guillén). Publicó también el libro de ensayos La perseverancia de un hombre oscuro, Premio Nacional de la Crítica. Nos dice Omar: “El ser empieza a hacer poesía, a vivir en la poesía, mucho antes de que comience siquiera a hablar; la poesía es la condición natural de la existencia, y eso es una cuestión tan simple, tan básica, que no se tiene casi nunca en cuenta y de ahí vienen una gran cantidad de enfermedades y disfunciones en la cultura. Creo que nadie se da cuenta de que muchos problemas de la existencia se producen por la poca atención a la ubicación que tiene el pensamiento poético dentro del ser humano y, por último, se coloca a la poesía como género literario, que ya es el colmo de las equivocaciones”.
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Omar Pérez
It’s Not Our Fault There is a homeless man sleeping next to the ATM it’s not our fault there is a padlock on the door of each school and kindergarten there are bars on balconies it’s not our fault there is a phone calling and not answering, there is a phone answering and not calling, it’s not our fault statues smell of pee, bread smells of cockroach coffee smells of fear it’s not our fault in the park there are four kids, next to the park there are 40 condoms it’s not our fault child and adult eye each other suspiciously black man and white man eye each other rancorously man and woman eye each other with weariness it’s not our fault the shoe you buy has a stone inside the house you buy has a thief inside the car you buy has another buyer inside the mask you buy is your neighbor’s face it’s not our fault fixing the pavement is tough, cutting the tree is simple it’s not our fault alcohol drips from the ceiling, ammonia seeps from the drains, barbed wire sprouts from the walls, it’s not our fault the guard chats with the guard in guards’ language the criminal chats with the criminal in politicians’ language the believer chats with the atheist in the language of psychiatrists it’s not our fault in TV they address each other as master in the streets they address each other as ignorant in the schools they address each other as victim it’s not our fault there are thousands shouting hooray hooray hooray and millions keeping mum mum mum it’s not our fault café tabletops are made of gravestones coins for dignitaries are made of hinges 167
Revista Prometeo
soap operas are made of witness statements it’s not our fault in a moor 7000 cows were lost in a soccer field 7000 bulls were lost there is a hammer for crushing testicles at the market gate it’s not our fault since it’s not our fault it’s fair that we aren’t ourselves either.
Los responsables no somos nosotros Hay un indigente q duerme junto al cajero automático los responsables no somos nosotros hay un candado en la puerta d cada escuela, d cada jardín hay rejas en los balcones los responsables no somos nosotros hay un teléfono q llama y no recibe, hay un teléfono q recibe y no llama, los responsables no somos nosotros los monumentos huelen a orines, el pan huele a cucaracha el café huele a miedo los responsables no somos nosotros en el parque hay cuatro niños, junto al parque hay 40 condones los responsables no somos nosotros el niño y el adulto se miran con suspicacia el negro y el blanco se miran con rencor la mujer y el hombre se miran con hastío los responsables no somos nosotros el zapato q compras tiene una piedra en su interior la casa q compras tiene un ladrón en su interior el auto q compras tiene otro comprador en su interior la máscara q compras es el rostro d tu vecino los responsables no somos nosotros reparar el pavimento es complicado, cortar el árbol es simple los responsables no somos nosotros del techo gotea alcohol, d los desagües rezuma amoniaco d los muros brota alambre d púas, los responsables no somos nosotros el custodio conversa con el custodio en el idioma d los custodios el delincuente conversa con el delincuente en el idioma d los políticos 168
Omar Pérez
el creyente conversa con el ateo en el idioma d los siquiatras los responsables no somos nosotros en la televisión se tratan d maestro a maestro en la calle se tratan d ignorante a ignorante en la escuela se tratan d víctima a víctima los responsables no somos nosotros hay miles q gritan viva viva viva hay millones q callan callan callan los responsables no somos nosotros con las lápidas se hacen mesas para las cafeterías con las bisagras se hacen tarjas para los dignatarios con los testimonios se hacen telenovelas los responsables no somos nosotros en un páramo se perdieron 7000 vacas en un estadio se perdieron 7000 toros hay un martillo d aplastar testículos a la puerta del mercado los responsables no somos nosotros dado q no somos los responsables justo es q tampoco seamos nosotros.
Enteridad d cartón T prometieron una ley o la prometes? Un agujero d nervios llena la muela d las revoluciones; los profetas, como periódicos, se distribuyen en el holocausto un millar d sentidos son ofrendados al absurdo. Éste ve caer sus acciones en la bolsa d la cultura los banqueros se pronuncian en las marquesinas del güiro ceremonial: “el sentido común es el modo más económico d adaptarse al caos”. Manchas sin nombre en la madeja d las oportunidades, a un lado el invierno molecular al otro el balón d oro d la entropía el protagonista es un niño con la glotis azul témpano 169
Revista Prometeo
el cerebro hervido en reguetones carboníferos en los cuales el pleistosaurio y el tiranoceno se observan con la furia d guerrilleros derrengados. Habéis visto la hoguera astrológica arder desde las barcazas enhebradas con polietileno, habéis sido el Dios d los Anacronismos, habéis festejado el Día Mundial del Retraso Mental Adquirido? Habéis? Abraham? Abruptos cambios se profesan para el futuro del inodoro republicano: quien no haya comulgado en los límites del corriente año fiscal no podrá asistir a las olimpiadas del tirocinio. “Es una sociedad completa es una civilidad bien formada en hileras d a cinco pesos el minuto ultramarino”. Es una protuberancia magnética a los ojos d planetas deshabitados. 4 puntos para la fundación d un consorcio galáctico: uno: los poetas no están invitados al Festival d las Decisiones ya lo dijo Platón, y su consorte Sócrates. dos: q en el cachumbambé d las ganancias el plano inclinado A-B no debe variar en 14 décadas luz por metro cuadrado d terreno. tres: q jerigonza es permisible sólo a quienes no tienen nada q decir quienes pueden decir a los demás lo q tienen q hacer. cuatro: los niños sean reciclados para un futuro mejor en espera del Big Bang caramelos d cuarzo tortas volcánicas muñequitos d cemento para todos. 170
Omar Pérez
El hombre q inventó el diccionario El hombre q inventó el diccionario pudo haber sido una mujer, varias mujeres pudieren haber sido el hombre q inventó el diccionario. Cuántas veces lo inventara antes d poder abrirlo entonces abrió el libro q él mismo había cerrado. Las noches son claras y simples, los días son oscuros y complicados, se masturbó el cerebro con una aguja d hueso, la cera d las palabras lo inundó hasta las encías, los coros d vocales en la iglesia del ritmo definen, o no, una biblia d murmullos monásticos requerimientos q el hombre q inventó el diccionario solventa con rara picardía, o no, o sí. A, B, C: una silla d ruedas para conocer el mundo, sentarse bajo el sol d David a esperar una babilónica recompensa: KLM, el catauro parte, ADN, BBC, NBA, PIB Barbie bar, barbecue barbudo, barbecho bienal y boludo, habrá máscaras más chusmas, medallas más escachadas? Alfabeto d los besos cruciales d los ethos fatales, garganta d la herencia ilustrada, jarabe d Kafka y Lorca, mamotreto nicho d oscuras peroratas, quijotesca ranura d sonidos, tentempié urbano, viruta d weltanschaung en el yunque zoroastriano. Amazónicas hormigas lexicales en el inconcluso poema d la materia desplegarse en filas unicornes!
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Fredy Chikangana Nación Yanacona, Colombia
Fredy Chikangana es poeta y guardián de la tradición cultural Yanacona.
Su nombre indígena es Wiñay Mallki «raíz que permanece en el tiempo». En 1993 obtuvo el premio de poesía «Humanidad y Palabra», de la Universidad Nacional de Colombia y en 2008, el premio Nosside de Poesía Global Multilingüe, Italia. Ha publicado los libros de poemas: “Espíritu de pájaro en pozos del ensueño”, “el Colibrí de la noche desnuda”. Incluido en “la palabra circular”, “Womain” y “Voces originarias de Abya Yala”. Su obra propone «el retorno a la memoria y aprehensión de los colores desde la madre tierra, el amor, la vida y la muerte». Lucha por el fortalecimiento de la identidad de su gente y por el florecimiento de la lengua y el mundo quechua a partir de la «oralitura», que comparte con hermanos nativos en el continente americano. Con su trabajo se ha logrado la recuperación y construcción de espacios sagrados para la nación Yanakona en el sur del país, como es la Yachay Wassi: «casa del saber y la palabra».
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Fredy Chikangana
Handful of Earth I was given a handful of earth to live in. “Here you are, earthworm,” they said, “there you will grow food, raise your children, chew on your blessed corn.” Then I took that handful of earth, surrounded it with stones so that water would not make it vanish, kept it in the hollow of my hand, warmed it, caressed it and started tilling it… Every day I sang to that handful of earth; then came the ant, the cricket, the nightbird, the scrubland snake, and wanted to help themselves from that handful of earth. I removed the stones and gave each one its part. I remained alone again, with the hollow of my hand empty; then I closed my hand into a fist and decided to fight for what others have taken from us.
Puñado de tierra Me entregaron un puñado de tierra para que ahí viviera. «Toma, lombriz de tierra», me dijeron, «Ahí cultivarás, ahí criarás a tus hijos, ahí masticarás tu bendito maíz». Entonces tomé ese puñado de tierra, lo cerqué de piedras para que el agua no me lo desvaneciera, lo guardé en el cuenco de mi mano, lo calenté, lo acaricié y empecé a labrarlo… Todos los días le cantaba a ese puñado de tierra; entonces vino la hormiga, el grillo, el pájaro de la noche, la serpiente de los pajonales, y ellos quisieron servirse de ese puñado de tierra. 173
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Quité el cerco y a cada uno le di su parte. Me quedé nuevamente solo con el cuenco de mi mano vacío; cerré entonces la mano, la hice puño y decidí pelear por aquello que otros nos arrebataron.
El alto vuelo de Quintín Lame Trepando montañas entre el sol y la lluvia con pasos firmes y ojos inquietos hiciste camino, taita Quintín; tu cuerpo prestaste a un espíritu hijo del trueno y labraste la tierra para sentir sus entrañas. De ahí nacieron tus luchas que son nuestras luchas, y del dolor de ser cautivo en tu propia tierra te liberaste rasgaste las vestiduras del sometimiento, sentiste la vergüenza de ser terrazguero y así marcaste el camino para liberar a tu gente. Las montañas saben de tus pasos firmes y el viento conoce de tus largos vuelos, el río Cauca es testigo de la sangre vertida de tu pueblo indio. Quizá la luna que te cogió despierto en las altas horas de la noche sepa reconocer los dolores profundos que masticaste a solas. Así continuaste la huella y de tus aguas de indio brotó el mar de tu pensamiento; gato montés fuiste ante el peligro y la injuria, ante la calumnia y la infamia fuiste sol en la oscura noche. 174
Fredy Chikangana
Abriste un camino y te hiciste guerrero incansable. Tus huellas que levantaron el polvo de los caminos quedaron eternas en la memoria.
¡Jallalla! Tengo muchas voces en el corazón y voy hablando a solas por los caminos a la piedra cuento mis penas y ella escucha en silencio luego me enseña la dureza de la vida para poder permanecer me levanto y digo: ¡Jallalla! ¡estamos vivos! ¡ hemos triunfado! El árbol de yarumo se alegra cuando me ve con hojas de coca entre mi boca, siéntate me dice y yo me siento bajo su sombra y escucho los latidos de su corazón en cada golpe me esta diciendo: vida, resistencia, fuego, amor… me levanto y digo: ¡Jallalla! ¡ estamos vivos! ¡hemos triunfado! El viento pasa veloz y me brinda palabras en lengua humana yo las recupero en el aire y cuando tengo ya muchas palabras me levanto y digo: ¡Jallalla! ¡estamos vivos! ¡ hemos triunfado! la roja flor y el colibrí me enseñan el arte del amor la Tierra me saluda con una pequeña llovizna el sol asoma por entre la montaña y me brinda su caricia los niños juegan y al escuchar tantas voces se acercan en silencio, escuchan con ojos de curiosidad, luego se levantan y dicen: maestro, ¡Jallalla! ¡estamos vivos! ¡hemos triunfado! Y es ahí cuando todas las voces y lenguas florecen para entrar en el juego de la vida.
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Jesús David Curbelo Cuba | 1965
Jesús David Curbelo es poeta, novelista, cuentista, ensayista, editor, traductor y profesor universitario.
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Licenciado en Literatura y miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Libros de poesía: Insomnios; Extraplagiario; Salvado por la danza; Libro de cruel fervor; Libro de Lilia Amel; El lobo y el centauro; Cirios; Apología del silencio; El mendigo de Dios; Parques; Éxodo; Aprendiendo a callar; Sonetos imperdonables; Cárcel, memoria y abrigo; Las quebradas oscuras; Lilia Amel; Dialéctica del silencio; Anatomía del fracaso; y Quemadura y fulgor. Premios de poesía: David; Emilio Ballagas; Adelaida del Mármol; Fundación de la Ciudad de Santa Clara; y, Bustarviejo. Nos dice Jesús David: “Porque el poeta, desde Orfeo, ha sido un marginal: no es totalmente humano, pero no es divino; encanta a dioses y reyes, pero puede ser decapitado por las masas irredentas; es capaz de morir por amor, mas no alcanza a retener a la mujer amada, cuya imagen se difumina al menor movimiento de cabeza; termina viviendo como un proscrito, pero a su muerte pasa a formar parte del reino de los cielos (recuérdese que la lira de Orfeo se transformó a la postre en la constelación de similar nombre).”
Jesús David Curbelo
The Salt The salt nourishes grain by falling grain. The body trembles at the initial pinch, then it assumes the psalm of sowing, assimilates the scandal, suffers it. “Poetry can be created from pain, yes, but not from filth”, so says the honest man. I contradict him, I vibrate from pain and from filth and from them both I supply my mortar as one who dries his only blanket in the sun. Filth is the pitcher and the nerve where the salt establishes its reign; it is God’s key, it is the shelter against the ambiguity of universe.
La sal Grano a grano cayendo la sal nutre. Con la pizca inicial el cuerpo tiembla, después asume el salmo de la siembra, asimila el escándalo, lo sufre. “Del dolor sí, mas no de la inmundicia, se puede hacer materia de poesía”, dice el honrado. Yo le contradigo, pues de dolor y de inmundicia vibro y de ambos alimento mi argamasa como quien seca al sol la única manta. La inmundicia es el cántaro y el nervio donde la sal instaura su reinado, es la llave de Dios, es el amparo contra la ambigüedad del universo. 177
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El pan Músculo, sangre, envidia, paz, amor, son las insignias de fundir la masa lujuriosa del pan, la que se tasa en un chorro de semen y sudor. La mano mezcla, gira, amasa, engulle el sinsabor tribal de la doctrina. Soy el horno, la mano, el don, la harina. El hambre muere en mí, y de mí fluye. Listo a ser devorado siempre yazgo. Devoro. Me renuevo en el hallazgo de bautizar la luz y el orificio. Músculo, envidia, sangre, amor y paz nutren mi semen, mi sudor: el haz de masa tumultuosa donde oficio.
Cirios Todos los hombres que te amaron antes amasaron tus ansias, maceraron tu espíritu, tras el ingenuo afán de poseerte. Sin saberlo, te estaban educando para llegar a mí. Yo te recibo con la serenidad del último maestro: te dejo ser tú misma, que te aprehendas en el duro ejercicio de celebrar tu libertad total. Si luego decidieras elegirme como heredero de tus testimonios, sería el dócil alumno que precisas para enseñarle dónde empieza el mundo y cuál es el destino de la especie. 178
(ceniza)
Vito Apüshana Nación Wayuu, Colombia | 1965
Vito Apüshana es poeta, productor de televisión y activista cultural y político de la comunidad wayuu.
Vito Apüshana es ante todo una voz... la voz colectiva del estro poético wayuu. Nacido en algún lugar de la península de La Guajira, cerca de la frontera con Venezuela. En 1992 publica su primer libro de poemas: Contrabandeo Sueños con Arijunas cercanos. En 2010, su segundo libro: En las hondonadas maternas de la piel. Sus poemas se han incluidos en varias antologías en Portugal, Estados Unidos, Cuba, Alemania, Francia, Holanda y Colombia. Su poesía es deudora del canto mítico de los poetas wayuu Juan Pushaina y Ramón Paz Ipuana… así como de la memoria narrativa de Gliserio Pana Uliana, Antonio López Epieyuu y Miguel Ángel Juusayuu… y de la palabra serena de los Pütchipü’üi (Palabreros mediadores de conflictos). 179
Revista Prometeo
Pülasü Life comes from the Invisible… drop by drop… goes, like a river, towards the Visible… in the canoe of time… between children and the old spirits sail the waters of the long dream that ties the beginning of the world in the navel of the recent. At the port of goodbye origins are renewed.
Pülasü La Vida viene de lo Invisible… gota a gota… va, como río, rumbo a lo Visible… en la canoa del tiempo… entre niños y ancianos los espíritus navegan en las aguas del largo sueño que anuda el principio del mundo en el ombligo de lo reciente. En el puerto del adiós se renueva el origen.
Pütchi-o’u (palabra-ojo) Epe’yüi: Soy el Jaguar-Hombre de Ailanapa, el Epe’yüi rugiente. Mi corazón se escucha agónico por los lados del paraje de Umaki. Tiemblo, junto a la fiebre, cuando veo a la mujer señorita del clan del Wali’i (El Oso Hormiguero). 180
Vito Apüshana
Ahora sé que la belleza se hace inmortal en lo breve... es su abrazo mi verdadero alimento. Soy el Jaguar-Hombre de Ailanapa, el Epe’yüi hambriento. Mi permanencia depende de una mirada... saltaré a su abismo.
*Hombre – Jaguar
Kashiiwano’u:
Los niños me persiguen, soy un juego en el crecimiento de sus templanzas, nos encontramos en los bordes del baile olvidado de los mayores ... y jugamos desde la inocencia. Soy Kashiiwano’u... la culebra sabanera... la abre caminos ... y doy inicio a la danza del monte.
*Culebra sabanera
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Juan Diego Tamayo Colombia | 1968
Juan Diego Tamayo es poeta, ensayista y profesor universitario.
Nació en Medellín. Cofundador del Festival Internacional de Poesía de Medellín. Pertenece al Consejo de Redacción de la Revista Prometeo. Es Licenciado en Lingüística y Magíster en Filología Hispánica del Instituto de la Lengua Española de Madrid. Ha dictado talleres de apreciación poética y de poesía contemporánea. Ha publicado los libros de poesía: Los elementos perdidos; A una ciudad; y, Monólogos. En sus palabras: “Nuestra América es un continente sostenido en la gracia de la poesía. América ha renovado la literatura del mundo; la poesía de nuestro continente es bálsamo de imágenes, narrativas, plástica, dramaturgia. Hemos puesto en escena lo que sabemos hacer: crear. Y nuestra creación, que en principio es algo inmaterial, es a fin de cuentas el intangible más valioso para todos los pueblos”.
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Juan Diego Tamayo
I am building a house for my dreams Love’s white flags flutter I see them on dawn’s ridge And I see a city bleeding Its fear deep and terrible You speak to me with terms of light With syllables of water With words of seeds I swim in your eyes, in freedom The stars hem the purity of silence
Construyo una casa para mis sueños Las banderas blancas del amor ondean En la colina del alba las veo Y veo una ciudad que sangra Su miedo profundo y terrible Me hablas con vocablos de luz Con sílabas de agua Con palabras de semillas Nado en tus ojos de libertad Las estrellas bordan la pureza del silencio
*
De nuevo tus huesos Despojados del olvido Ver sangrar una palabra Como la belleza propia de los geranios 183
Revista Prometeo
Arrancas una sílaba Del espejo negro de tus alondras Columnas son tus huesos Para tu sangre de corona luminosa Frente al tiempo de la calma La roja estepa de la carne y del agua Se despoja del alba Sin descanso hemos de sentir La noche púrpura y su amanecer
*
Danzas en las cenizas del futuro Y embelleces el mar de la nostalgia Mis recuerdos envejecen En las grietas de la tierra Corren todos los muertos por mis venas Y soy un árbol encendido de pájaros y cantos El cielo es un homenaje de sed y ausencias El mar insiste en pronunciar tu nombre de promesas La mañana es un ruido de palomas de granizo La rosa sueña que le escriben con espinas Esta luz es una risa de cenizas que cierra tus ojos Escucho al río dialogar con la piedra Cada murmullo cicatriza y sana nuestras heridas
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Anna Francisca Rodas Colombia | 1968
Anna Francisca Rodas es poeta y gestora cultural.
Nació en Puerto Mosquito, Cesar. Publicó los libros de poemas: Obsidianna, 2010; y La soledad de las clepsidras, 2014. Algunos poemas suyos han sido traducidos al italiano, inglés y rumano. De su poesía dice el poeta peruano Johnny Barbieri: «Su inserción a lo más profundo del ser, parece develar una idealización de la esencia. Mirar así sólo hace que habitemos, de una u otra forma, la poesía más honesta». Poemas suyos han sido publicados en Piedraluna, 2010; Como verdes guitarras de eucaliptos, 2011; Ontolírica del viento, 2012; Antología de Poesía Colombiana del Siglo XX escrita por mujeres; Poetas en el Equinoccio Día Mundial de la Poesía, 2013; Antología Internacional de Mujeres Poetas “Grito de Mujer”, 2014; Vértice de Encuentros. 86 Poetas en los Vientos del Lago Azul, 2014.
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Revista Prometeo
You May Say Not all birds are ready for the storm they flee the belfry before dawn, they escape, play at inscribing the mystery, and die without a grave, without a name, without an epitaph among the mortals. Nothingness is possible: the birds in the hollow of the hands fish in the nests dusk lighting up around the failings the universe of instinct, your eyes, your eyes querying the whisper to fill me. I unlearn the steps, the rhythm where glass absolves drop by drop the blindness of rain so that when everything is lacking, I will go far away … Far away You may say I liked silence couldn’t stop the flight of fish or the precision of watches when you understand about renouncing… You may say: Feel the autumn, the birds, the fish have flown
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Anna Francisca Rodas
Podrás decir No todos los pájaros están preparados para la tormenta huyen del campanario antes del amanecer, huyen, juegan a inscribir el misterio, y mueren sin una tumba, sin un nombre sin el epitafio de los mortales. Es posible la nada: los peces en el hueco de las manos los peces en los nidos el ocaso prendiéndose alrededor de las carencias el universo del instinto, tus ojos, tus ojos que interrogan el susurro para llenarme. Desaprendo los pasos, el ritmo donde absuelven los cristales gota a gota la ceguera de la lluvia para cuando todo falte, ir lejos … Lejos Podrás decir que me gustaba el silencio que no pude detener el vuelo de los peces ni la precisión de los relojes cuando entiendas de renuncias… Podrás decir: Siente el otoño, los pájaros, los peces, han huido
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Revista Prometeo
Muñeca rota Como un sepulcro, cinco gotas de insomnio Él trenza un tambor para la guerra Ella, agoniza ante el rito Nada sabemos en la tierra de nadie semilla de unos fruto de otros Las moscas, agónicas, dibujan el tedio El olor del chocolate guía la niebla, mientras, danza lo efímero Estoy libando la creencia del origen Hago presencia en el pueblo de mi infancia Busco un rincón que aligere exilios, un rincón donde la sangre de tu sangre recobre su nombre Mi continente, eran tus manos, hoy no me alcanzan
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Winston Morales Colombia | 1969
Winston Morales es poeta, periodista y profesor universitario.
Nació en Neiva. Ha ganado los concursos nacionales de poesía de las universidades del Quindío, Antioquia y Tecnológica de Bolívar. Ganador del Premio Internacional de Literatura “David Mejía Velilla”. Primer Premio Novena Bienal Nacional de Novela José Eustasio Rivera. Ha publicado los libros de poemas Aniquirona; De regreso a Schuaima; Memorias de Alexander de Brucco; Summa poética; Camino a Rogitama y La ciudad de las piedras que cantan. Otros de sus libros publicados: En narrativa: Dios puso una sonrisa sobre su rostro, novela, 2004; en ensayo: Poéticas del ocultismo en las escrituras de José Antonio Ramos Sucre, Carlos Obregón, César Dávila Andrade y Jaime Sáenz, 2008. 189
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Lazarus Now that I am so many things at once Now that I assume my former lives And hurl them to the flesh or the mud To become poems or little leaves upon The curling air of Zaire They call me Lazarus. I am Lazarus Son of Bethania Brother of Martha and Mary I have known death Its river of roses, gladioli, violets, myrrh and irises That I have journeyed, navigated and breathed The four days that Odyssey lasted Through the fascinating world of shadows. I am Lazarus I have seventy names Music, wind, bird, ox and rain Are some of them I believe in resurrection In survival In the warm breeze that extends Beyond these tribes I have risen from the mud nine times And now I am the dust that does not turn to dust My hands and feet Arer still tied up with funeral garbs But it is also true that under my body the grass grows Around it, circle worm, the centipede, the fragrant calambrinas The seagull that takes off In search of other air currents. I am Lazarus Inhabitant of Bethania Friend of the synagogues 190
Winston Morales
Of Canaan, Carfarnaum, Nazareth, Galilee and other distant lands whose names you would not understand My face is covered with a cloth But every time I rise to life Every time a butterfly reminds me I have been born again The cloth gives way To other stars, other lights, New animal species, other roads. I am Lazarus In this trip at the end of life I will sit on another rock To spin the sacred cord The piece of river That returns me to another current Where all the voices clamor, All the musicians sing, All the rains say: “Lazarus, arise!”
Lázaro Ahora que soy tantas cosas al tiempo Ahora que asumo mis vidas pretéritas Y las lanzo a la carne o al barro para que se vuelvan poemas o pequeñas hojas que se enfrenten al aire rizado del Zaire me llaman Lázaro. Soy Lázaro El hijo de Betania El hermano de Martha y de María He conocido la muerte Su río de rosas, gladiolos, violetas, mirtos y lirios Que he transitado, navegado y respirado En los cuatro días que duró 191
Revista Prometeo
Esa odisea por el mundo fascinante de las sombras. Soy Lázaro Tengo setenta nombres Música, viento, pájaro, buey, lluvia Son algunos de ellos Creo en la resurrección En la pervivencia En el soplo cálido que trasciende Más allá de estas tribus. Me he levantado del barro nueve veces Y ahora Soy el polvo que no vuelve al polvo. Mis manos y pies Todavía están atados con envolturas de entierro Pero también es cierto Que bajo mi cuerpo crece la hierba Circundan el gusano, el ciempiés, las calambrinas olorosas, La gaviota que remonta su vuelo En busca de otras corrientes de aire. Soy Lázaro Habitante de Betania Amigo de las sinagogas De Canaám, de Cafarnaum, de Nazaret, de Galilea Y de otras tierras lejanas Cuyos nombres no entenderían Tengo el rostro cubierto con un paño Pero cada vez que me levanto a la vida Cada vez que una mariposa Me recuerda que he nacido de nuevo El paño va cediendo paso A otras estrellas, a otras luces, a nuevas especies de animales, A otros caminos. Soy Lázaro Y en este viaje al final de la vida Me sentaré sobre otra roca A hilar el cordón sagrado El pedazo de río Que me devuelva a otra corriente En donde todas las voces clamen, Todos los músicos canten, Todas las lluvias digan: “¡Lázaro, levántate!”
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Winston Morales
La lluvia Siempre llueve en Schuaima Siempre ese precipitarse de los cielos a la Tierra. Me abrazo a los chorros monocordes de los rĂos Y los cansancios de mi cuerpo se mitigan Por el beso polimorfo de estas lluvias. Siempre llueve en Schuaima Y los follajes de los fresnos -igual que los patos en parvadaBajan cantando por el ayuntamiento y sus orillas Y los sinsontes se pegan a mi boca Como los hilos luminosos de una estrella. Siempre llueve en Schuaima Y uno aprende a querer esta lluvia estrepitosa Uno se acostumbra a su desnudez de ropas A su delirio de doncella A sus pezones grises, De donde mana un agua inescrutable Que moja y contagia de pureza Hasta los precipicios de la muerte. Siempre llueve Y uno sumerge la cabeza contra el viento Y la lluvia llega como un tumulto de palomas A anidar en nuestras ramas los prĂłximos veranos. Siempre llueve en Schuaima Siempre los espejos y cristales Descendiendo de las noches desarmadas Y un resplandor inamovible Se deposita en nuestros hombros Y una queja luminosa Llamea por los bosques Y unos pĂĄjaros de agua Proclaman la grandeza de esta tierra.
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Lina Gómez Colombia | 1970
Lina Gómez es poeta, cuentista y guionista.
Nació en Medellín. Publicó el libro Presagios de Viento en la editorial El Tambor Arlequín en el 2004. Obtuvo el segundo lugar en el concurso de mujeres poetas de la comuna 11 y el tercer lugar en el concurso Meira del Mar en el marco del Festival de Mujeres Poetas, ambos en la ciudad de Medellín, en 2011. Invitada al Festival Internacional de Poesía del Eje Cafetero en Marzo del 2012 y al Festival Internacional de Poesía de la Provincia de Huari, Perú en Noviembre del 2012. Participó en talleres de la Escuela de Poesía del Festival Internacional de Poesía de Medellín y en otros talleres de escritura de la ciudad. Se especializó en la escritura de guiones y libretos para cine y televisión en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, Cuba.
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Lina Gómez
Rites of Passage A little fish at the bottom of a pond can be God in the center of the universe.
Ritos de paso Un pececito en el fondo de un estanque puede ser Dios en el centro del universo.
Reloj de arena Aguardo la caída de este instante, el desove de los renacuajos, la conjunción con algún astro, o la precipitación ínfima de una gota.
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Vidas paralelas Ahora empiezo a añorar el vagón de un tren que nunca conocí a una mujer blanca y serena que nunca fui. Ahora sin embargo, vagón y tren me habitan como en un remoto recuerdo. El olor de los campos, que es de uva, se filtra por entre las ventanas y se posa en esa aguda nariz que siento mía, aunque me invada la certeza de que nunca antes me ha pertenecido Ahora llega el tren a una estación baldía sola se baja la mujer y lleva un maletín marrón en su mano izquierda, eso hace que sienta su peso en la mía y lleve un maletín viejo y discorde en este tiempo del que también sospecho.
Último haikú La vieja acacia cayéndose a pedazos Aún florece.
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Hugo Jamioy Nación Kamsá, Colombia | 1971
Hugo Jamioy es poeta, narrador. investigador de la oralidad y el pensamiento indígena americano.
Nació en Bëngbe Wáman Tabanók (Nuestro Sagrado Lugar de Origen), Valle de Sibundoy, Putumayo. Poeta, narrador, investigador de la oralidad y el pensamiento indígena americano y activista por los derechos fundamentales de su pueblo, el pueblo Kamsá, cuyas actividades centrales son la agricultura, la medicina, la música, el tejido y el tallado. Entre sus libros de poesía encontramos: Mi fuego y mi humo mi tierra y mi sol, 1999; No somos gente, 2001; y Danzantes del viento, 2011. Al decir de Elizabeth Guerra: “La poesía de Hugo Jamioy configura una visión diferente, en la que la naturaleza juega un papel relevante; es un ente que entabla con el ser humano una comunicación diversificada a través de sus elementos, en una relación de protección y autoridad maternal que trasciende a la vida cotidiana del indígena y se transmite de forma oral de padres a hijos…” 197
Revista Prometeo
Stir the Ashes My son, the fire you pulled your name from has been left untended while you seek shelter, shivering, beyond your own energy; come back, sit in the circle where the words of your grandfather spin ask the three stones, which silently protect the echo of ancient songs stir the ashes, where you’ll find, still hot, the placenta your mother swathed you in.
Escarba las cenizas Hijo, abandonado está el fogón de donde desprendiste tu nombre mientras con frío buscas abrigo fuera de tu propia energía; regresa, siéntate en el círculo donde las palabras del abuelo giran pregúntale a las tres piedras, ellas guardan silenciosas el eco de antiguos cantos escarba en las cenizas, calientita encontrarás la placenta con que te arropó tu madre.
Vasija ferviente Taita, esta pócima que invade mi alma me hace ver tu cuerpo emplumado 198
Hugo Jamioy
en cada pluma veo el rostro de muchos ancianos unos danzan, otros cantan, otros soplan, otros curan, otros chupan, otros ahuyentan oscuras siluetas que rondan sus pasos; más allá en el fondo veo hombres, mujeres y niños con sus manos me llaman; veo a mi padre con su wayra, veo a mi madre con su cascabel, su pelo blanco hablando de un largo camino; en una vasija ferviente veo a mis hermanos veo a mis hijos; taita, busco, busco y no me veo; siento mi cuerpo temblando de frío y no entiendo, si sentado junto al fogón escucho tu canto…
Las montañas y las nubes
Las montañas y las nubes se quieren mucho, durante todo el día por esta época, se la pasan acariciándose; otros dicen: ¡Ah! Qué invierno tan feo. 199
Gabriel Chávez Casazola Bolivia | 1972
Gabriel Chávez Casazola es poeta, ensayista, profesor, periodista y tallerista literario.
Publicó los libros de poesía: Lugar Común; Escalera de Mano; El agua iluminada; La mañana se llenará de jardineros; y las antologías Cámara de niebla; El pie de Eurídice; y, La canción de la sopa. De su obra poética, el escritor uruguayo Alfredo Fressia ha escrito: “Poesía del elemento líquido, del viaje, de lo inestable como el tiempo y la memoria, la obra de Gabriel Chávez Casazola tiene el poder de transfigurar lo que toca, de iluminarlo. (…) Al mismo tiempo polifónica y profundamente centrada en la palabra de su creador, la obra de Chávez Casazola –un autor cada vez más reconocido entre los poetas del continente- suscita la inmediata adhesión del lector, la total identificación con el yo de su poesía, que es siempre un nosotros...”
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Gabriel Chávez Casazola
Night Flight /the Art of Poetry That light that goes out is neither an empire nor a glowworm. Antoine knew it, he knew it flying over Patagonia. That light that goes out is a house that stops its gesture to the rest of the world, a mansion —a humble mansion if such is possible: all man’s houses are a mansion, all man’s mansions a cabin— a mansion, said Antoine, that closes on his love. Or his tedium. A flickering light which —cold to heat— some gathered farmworkers are clinging to castaways balancing a match before immensity from a deserted island.
Vuelo nocturno / Arte poética Esa luz que se apaga no es un imperio ni una luciérnaga. Antoine lo sabía, lo supo volando sobre la Patagonia. Esa luz que se apaga es una casa que cesa de hacer su ademán al resto del mundo, una mansión 201
Revista Prometeo
—una humilde mansión si cosa cabe: todas las casas del hombre son una mansión, todas las mansiones del hombre una cabaña— una mansión, decía Antoine, que se cierra sobre su amor. O sobre su tedio. Una luz vacilante a la que —frío al calor— unos labriegos reunidos se aferran náufragos que balancean un fósforo ante la inmensidad desde una isla desierta.
De senectute Y así, de un modo insensible, imperceptible, va uno envejeciendo, no hay brusca ruptura de la vida, váse extinguiendo con esa diuturnidad, ese quehacer cotidiano. Marco Tulio Cicerón, “De la vejez”.
Como un coral joven, como una dendrita que extendiera su primer filo al mundo para asir el tejido, como un güembé cuando se prende al árbol con uñas breves y raíces todavía tiernas, así en algún momento allanó este dolor la casa del verano y fue poco a poco instalándose en ella, construyendo su sillón de hierro sobre el piso del living, entornillando su plato de aluminio vacío en la mesa en la que repicaban las cucharas, hincando un tenedor de ponzoña en los guisos que aromaban la cocina, acostando su cuerpo de calamar viscoso en nuestra cama, haciendo un agujero en alguna tubería del baño —gota sobre gota que marcaba 202
Gabriel Chávez Casazola
las lentas e intermitentes fugas de la dicha. Como un arrecife de coral, como un manglar de dendritas las uñas y raíces de este dolor hicieron suya la casa del verano. Ahora este silencio presagioso que inquieta la biblioteca y recorre los estantes y la mesa de noche acaso anuncia que el invasor muy pronto enmohecerá los libros o desvanecerá sus letras, entrepalabrándolas con panfletos y facturas vencidas. De ahí que sea una urgencia llenar páginas de signos que más aprisa que la carcoma que más aprisa que el tumor puedan acusar recibo de que existió el verano y existieron las cucharas y los guisos y la cama de lino feliz y el agua en la regadera y los libros en la mesa de noche y este que escribe y este que escribe.
Una rendija Y tomando barro de la acequia el niño formó cinco pajarillos cuando nadie lo veía. Se alisó entonces el cabello que le cubría la frente tomó aire sopló suavemente sobre ellos y echaron a volar.
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Lindantonella Solano Nación Wayuu, Colombia | 1975
Lindantonella Solano es poeta, educadora infantil, psicóloga, tallerista literaria y profesora universitaria.
Nació en Süchiimma, Riohacha. Enseña en la Universidad de la Guajira y en la Fundación Universitaria San Martín. Cofundadora de la fundación Atrapasueños, creadora y coordinadora de Poesía al Parque y al Barrio. Obra poética: Apuntes ligeros sobre kashi de 7 eneros desde el vientre de Süchiimma (Poemario que recorre la cosmovisión de los wayuu); La piel de las palabras; Espejos rotos; Acantilados del tiempo; y En la cuerda del silencio.
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Lindantonella Solano
On the Chord of Silence You are the saliva of a word Under the moonlight. HĂŠctor Rojas Herazo
It is useless to get drunk on the lost, The same syllable Quivers in sobs For the shroud of silence, The mouth is a wall With death cracks, Tries to calm The thunder of the fool Who custodies life, That ghost that is named In low tones; In the noisy future Of this head where the stones Of eternity boil. Silence is a door Through which there can be seen a flock Of blank papers, Bites the wind Of the last men When Prometheus has melted The ants’ nest The eyes are Saws gnawed By the frame of this Falling house.
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Revista Prometeo
En la cuerda del silencio
Tú eres la saliva de un vocablo Bajo la luz de la luna. Héctor Rojas Herazo
Es inútil embriagarse de lo perdido, La misma sílaba Tiembla en sollozos, Por la mortaja del silencio, La boca es un muro Con grietas de muerte, Trata de calmar El trueno del insensato Que custodia a la vida, Ese fantasma que se nombra En voz baja; En el ruidoso porvenir De esta cabeza donde hierven Las piedras de la eternidad. El silencio es una puerta, Por ella se divisa una bandada De papeles en blanco, Muerde al viento, De los últimos hombres, Cuando Prometeo ha derretido El nido de las hormigas, Los ojos son; Serruchos roídos Por el marco de Esta casa en derrumbe.
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Lindantonella Solano
Jintu de wolunka Seré acaso una jintu de wolunka soy el hilo roto que dejó la walekeru, La huella de Paulina Epiayu El camino de ipa y la hormiga La gota de jaipai en el asahi, El sueño de mi tío abuelo Sandalio; Una polowi en un Río Ranchería Que foráneos sanguijuelas Traman desviar su cauce, mi eiruku es jasai kashi en creciente ¿Estoy en un desierto de susha, jalashi waya- dónde estamos? ¿En la palaa de kataóu o en el laberinto de yoruja? Somos aún yotojoro, cactus o un pichiguel perdido, Estamos dentro del corazón de una iguaraya En el palabrero camino, Wayuu, Guajira, taya wanepiia
Polvo Cuando el tiempo Utiliza zapatos nuevos Nos deja descalzos Y en el polvo De su recorrido
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Freddy Ñáñez República Bolivariana de Venezuela | 1976
Freddy Ñáñez es poeta, editor, titiritero, cineasta, cantante de rock y periodista.
Presidente de la Fundación para la Cultura y las Artes FUNDARTE. Ha publicado los libros de poesía: Todos los instantes; Un millón de pájaros muertos; Los hombres que vienen de morir; Fuego donde dice paraíso; Bajo palabra; Suma del árbol, antología personal; Sangradas escrituras: antología de la nueva poesía en la frontera; Postal de sequía; y, Del diario hastío. Ha recibido entre otros, los siguientes Premios: Premio Nacional Certamen Mayor de las Artes y las Letras; Bienal Juan Beroes; Premio Nacional de Teatro de Muñecos, con su grupo de Títeres Kinimarí; y, Bienal Ramos Sucre. Refiriéndose a su país afirma: “Este es un país de poetas. De cada diez libros que se publican, seis son de poesía. Esta es una tendencia que yo celebro, otros quizás piensan que es un problema, otros que es un indicador interesante. Yo lo aplaudo porque tiene mucho que ver con nuestro temperamento entusiasta, optimista y celebrativo de lo venezolano y lo latinoamericano”.
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Freddy Ñáñez
[Land, if You Speak to Me] Land, if you speak to me I listen
The trench in the rock The color sepia The thirst in the dust the unfair temperature Land, if you don’t shut up
The bad harvest The sleeping men The house in ruins The female smell The wrinkle, the deafness and the rubble light Land, if your sound is pure
The trace of the river The sore on the leg The shadow’s profile The furrow in the throat The hollow on the path (everything trembled and filled in your footstep) I believe you The orphan feather The word destiny The fossil, the grimace scar The blow in the gaze The epitaph in short what is not there this surplus Land, if you speak to me I listen. 209
Revista Prometeo
[Tierra si me hablas] Tierra, si me hablas yo te escucho La zanja en la roca El color sepia La sed en el polvo la temperatura injusta Tierra, si no te callas La mala cosecha Los hombres dormidos La casa en ruinas El olor a hembra La arruga, la sordera y la luz escombro Tierra, si tu sonido es puro La huella del río La llaga en la pierna El perfil de la sombra El surco en la garganta El hueco en el camino (tembló y colmose todo en tu pisada) Yo te creo La pluma huérfana La palabra destino El fósil, la mueca cicatriz El golpe en la mirada El epitafio en fin lo que no está esto que sobra Tierra si me hablas te escucho. 210
Freddy Ñáñez
Fuego por tierra Para Argelia García
ANCESTRO ÚNICO quién sembró de roca todo y nos prohibió la lágrima y quitó la sal también Quién vino y decretó “el Fuego por tierra” dejando al descubierto cada pedazo tuyo Padre nuestro exhumado Hoy, que ella nada quiere en su seno ¿Beberás tú mi sangre ardiente? Padre sin patria sin cosecha qué hacer con la raíz del mundo con tanta carroña en retirada Si el fuego no alcanza Si no llega el punto exacto de nuestra levadura Y si somos el pan crudo que dijimos, el hambre incorruptible el ay de lo inútil Ancestro único si te apellidas polvo y el polvo te escupió bastardo Si tu reino es espurio Quién gobierna esta mudanza quién firma en la roca
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Revista Prometeo
la ley de nuestros días Ancestro mío, supón que es cierto que carecemos de sustancia.
[Quién pudiera decir: pasó por aquí el desierto...] QUIÉN pudiera decir: pasó por aquí el desierto. Bienvenido! (servir la mesa, ofrecer asiento) Quién pudiera fingir esta piedra donde sentarme cada día Este siempre en el que voy ¡Esta vida! Y desmentir al afligido su contumaz videncia (Sanar el titubeo) Quién pudiera simplemente no sangrar cada mañana (izar el verso, bajar la fiebre) decir: pasó por aquí el desierto (pero mentira) algo de beber habrá quedado (pero nada!) Cómo no preguntar a cada rato: Tierra De cuánta sed te naciste hombre De qué estoraque tu alma Dónde tu otra mejilla (O saludar simplemente) Quién pudiera doblar la esquina y mentir dos veces ¡Bienvenido al hombre! ¡Bienvenido amigo! 212
Larry J. González Cuba | 1976
Larry J. González es poeta, ensayista, historiador y profesor.
Graduado de Historia del Arte en la Universidad de La Habana. Miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC). Beca de Creación Prometeo de La Gaceta de Cuba 2010. Premio David de Poesía 2011 por el libro La novela inconclusa de Bob Kippenberger. Premio UNEAC de Poesía “Julián del Casal 2012” por el libro Osos. Premio de Poesía La Gaceta de Cuba 2015, por su obra Tríceps, lo cual hace posible su participación en el Festival Internacional de Poesía de Medellín. El jurado le otorgó el premio por el “modo tan creativo en que se vale del lenguaje coloquial y los recursos narrativos, convertidos en una legítima expresión poética, para entregarnos extrañas y singulares viñetas o pinceladas de la historia cubana”. 213
Revista Prometeo
Ed Hardy and the Red Carp Caps For years the red carps on my head were salmons The salmon’s eyes (speculate about glass imitating silver eyes). The salmon’s woven tail (russet threads – doubly russet stitches – oppress the mesh covering the brains and the fish’s body ends there). The fish is born from the visor. The tail rolls around the mesh. The alopecia stays clean because the red salmon’s thorough tail does not let tumors look out which are the same size as the mesh’s tiny holes. (—For years I spoke about the red carps as if they were salmons. You shouted that I was not capable of appreciating the obvious differences between a salmon and a red carp because I always had very useless claws at El Lago: —He can’t return to the La Rocosa slope— according to each member of La Fraternidad.)
Ed Hardy y las gorras de carpas bermejas Durante años las carpas bermejas sobre mi cabeza fueron salmones. Los ojos del salmón (especular acerca de los cristales que imitan ojos de plata). La cola tejida del salmón (hilos bermejos —pespuntes doblemente bermejos— oprimen la malla que cobija los sesos y termina ahí el cuerpo del pez). Nace el pez desde la visera. La cola se revuelca sobre la malla. Permanece limpia la alopecia porque la cola minuciosa del salmón bermejo no deja que asomen tumores del mismo grosor que los huecos ínfimos de la malla. (—Durante años estuve refiriéndome a las carpas bermejas como si fueran salmones. Me gritabas que no era capaz de apreciar diferencias obvias entre un salmón y una carpa bermeja porque siempre fui de garras muy inútiles en El Lago: —Él no puede volver a la pendiente de La Rocosa —según cada miembro de La Fraternidad.) 214
Larry J. González
Tríceps El indígena llegó a la tierra de los agrimensores rodeado por algunos dingos. El indígena quiere aprender a usar un teodolito para descomponer las planicies de la villa. Con el agrimensor no habrá grandes problemas. Es un agrimensor que no ve a su hijo como tal. Por eso cuando uno de los dingos que acompañaban al indígena se roba al hijo lactante del agrimensor, y corre a masticarlo bajo el follaje de un eucalipto, el agua no llegó al río. No llega al río donde se levanta un majestuoso puente. Lo que ves es la boca abierta del indígena ante el puente y su ladera inoxidable. Y un rompeolas de concreto más allá. Los ojos del indígena del mismo esférico que los ojos de buey en las quintas de las excolonias británicas. La luz de breves cms en el ojo del teodolito.
Pedacitos de oro —¿Cómo tú pesas esto? —dejo caer en la mano de La Fibra la caja del reloj que me regalara mi abuelo (Sordo y Ciego Fraterno). ―Yo taso a ojo —escupe La Fibra en las afueras de El Gym. Imagino el diálogo anterior en las afueras de El Gym. La Fibra tasando a ojo en las afueras de El Gym —específicamente la caja del reloj. La primera vez que veo a La Fibra tasar una alhaja: espero que la cadencia en los bíceps de La Fibra estén encima del soportal para buscarle un tono a la conversación escueta. —Genuino oro a la vera de la filigrana. Allende el confín de la filigrana no hay oro. La amistad de La Fibra me llegó de golpe. Primero lo hice tasar una alhaja y luego tasar la caja del reloj. A la semana compartimos hierros dulces en El Gym.
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Oscar Saavedra Villarroel Chile | 1977
Oscar Saavedra es poeta, videopoemista y gestor cultural.
Licenciado en Educación. Ha participado en encuentros nacionales e internacionales de poesía. Un adelanto de su proyecto poético dOPING hISTÓRICO fue publicado en Anomalías, 5 poetas chilenos, 2007; Tecnopacha, 2008 y Tecnopacha intervenido, 2012). Ha obtenido varias menciones en diversos concursos, entre ellos los Juegos Florales Gabriela Mistral (2008). Coordinador del encuentro latinoamericano de poesía Descentralización Poética, director de la editorial Andesgraund y de las Escuelas de la Poesía. Dirige cursos de poesía en distintos lugares de Chile.
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Oscar Saavedra Villaroel
I Was so Anxioux that I Touched the Sun with My Fingers withouth Feeling any Pain: I locked myself up in a ruca* room. I called some girls from the space/city and left written on their bodies: I don’t want descendants.
I don’t want my suns to rot near the capitalist poem- I told themI have my own sea for that. And like a junky I went out to walk the territory caged in glass, to stumble into every espunka-mannequin** there was. And I forgot about the hills, and I crossed --without exile-my country,
but my country is a devastated heart, a zone that bones the marrow of my nerves. The tribe started to voyeur- as in Perec- my memories my eyes of Euro-royalty conquest; to reveal Mr. America seen by the all too stupid, to psychopath me out of so much retina, so much skin. I had to call my lawyer again. I said to him: here is the one and only deal, my cursed ethos, inverted like a cross. And he responded- like a mantra-: exile yourself, fucker, exile yourself. I have already done it, I said, I am a constant exile. And your foundation?, He asked. Don’t you see those Westernbrains?, I replied. We went to get a good drink at the club/alternative to the race and I fucked my people, I jerked them off the origin. My lawyer said to me: France, England, Sweeden, Cuba. No!, I said, the sixth world of my sentiments. *Ruca is the name of the traditional Mapuche house type, originally round with a conical roof, which are built communally. ** Lyric neologism that links the denotation of espuma (foam) and punk to create an ethnic character, linked to the landscape of Chilean coastal geography.
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Revista Prometeo
[Me desesperé tanto que tocaba el sol con la yema de mis dedos sin sentir dolor alguno] Me encerré en un cuarto ruca. Llamé a unas chicas del lugar/ ciudad y dejé escrito en sus cuerpos: no quiero descendencia.
No quiero que mis soles se pudran junto al poema capitalista, les dije. Para eso tengo mi propio mar. Y como un yonky salí a caminar por el territorio enjaulado de vidrios, a tropezar con cuanto espunka-maniquí había. Y me olvidé de los cerros, y crucé –sin exiliomi propio país, pero mi país es un corazón devastado, una zona que me deshuesa la médula de los nervios. La tribu comenzó a voyerear - a lo Perec- mis recuerdos; mis ojos de conquista eurorreinata, a traslucir al Sr. América que vieron los muy estúpidos, a sicopatearme de tanta retina, de tanta piel. Tuve que volver a llamar a mi abogado. Le dije: he aquí la única oferta, mi ethos maldito invertido como cruz. Y respondió –como un mantra-: exíliate, cabrón, exíliate. Ya lo hice, le dije, soy un exilio constante. ¿Y tu fundación?, preguntó. ¿Acaso no ves esos cerebros occidentes?, respondí. Nos fuimos a tomar un buen trago al club/ alternativo de la raza y me tiré a mi pueblo, le gatillé el origen. Mi abogado me dijo: Francia, Inglaterra, Suecia, Cuba. No, le dije, el sexto mundo de mis sentimientos.
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Oscar Saavedra Villaroel
[Traducir la lluvia continental de las voces] Elle Hombre detrás de su escritorio planetario-Inti, mira las piernas de la Mujora, bien tatuadas de Andes, bien lustradas de Infanta Costa, bien depiladas de aire; mira su corazón de roca-lava, sus mandíbulas Tasmania, esos ojos de luna-acrílica, esa piel de arena Sahara, ese bronceado que induce a los Pachas a seguirlo, a escuchar su voz de lírica-esterlina, esa voz sensual de mando que le dice: “tráeme el occidente en un ojo esmaltado junto a la luna, tráeme el fundamentalismo de vitrina subiendo por el Monstruo Andes como espunka, la prosa teórica del barro y esa ternura maniquí que truena como oda”. Porque elle Hombre, tan postal eurolírica, tan valle central de los valles, anda, el muy presidente, presidiendo el rompecabezas poblacional de la existencia que los Pachas floran dentro de sus jaulas como pájaros cívicos -sin alas- que chocan con los vidrios del cielo y caen como textos en la memoria colectiva de la masa. ¿Viste, le dice a la Mujora , viste la rabia de esa media agua tatuada en los ojos de ese niño? ¿Viste a ese niño vestirse de pobreza transcultural, babeando banderas en sus cuentos infantiles? La Mujora salivea muy atenta, salivea nube-agua, porque ella dice ser la salvadora burguesa de la tribu. Mientras Elle Hombre le sigue mirando las piernas, la flora milenaria del origen, los caminos desaparecidos de las ciudades que pretenden ser clonadas -según el dopaje de la historia saben las ciudades que desaparecerán si el dictador no comunica, es una quinta persona, un adjetivo histórico que nada dentro de la prosa que prende fuego a la existencia y hace del lenguaje un estrellato, un film con ojos en tiempo presente; polvo, polvo, polvo, polvo, luego barro, agua mundi, origen costra que se introduce en las casas-ruca para gritar: “este soy yo. un neandertal de sangre azul”.
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Eliana Maldonado Colombia | 1978
Eliana Maldonado es poeta, cuentista y tallerista literaria.
Nació en Medellín. Actualmente cursa estudios en el doctorado en Literatura, en la Universidad de Antioquia. Se desempeña como directora del Parque Biblioteca San Javier, en Medellín. Ha coordinado talleres de escritura creativa y clubes de lectura a lo largo de los últimos dos años. Ha sido invitada a festivales de poesía en España, México y Colombia. Sus poemas han aparecido en Ellas escriben en Medellín y Poesía Colombiana del Siglo XX escrita por Mujeres. Publicó los libros de poesía: Bajo la Piel; Lunas de Sombra; El silencio es cierto. Obtuvo el Premio de poesía erótica Jazz -Eros, de la Universidad Nacional.
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Eliana Maldonado
Lilith’s Wings I am sorry to tell you that I am not who you think, am not even sure of being who I think, many little beasts struggle inside this fragile body, sometimes one of them puts out its head and then I’m good or a witch or a saint or a mother or a bitch in short… I am whatever they want. I am sorry and really sorry to tell you this, but no one rules in me, only them, and I have no control, I have too many souls to be yours.
Las alas de Lilith Lamento decirle que no soy quien usted cree, ni siquiera estoy segura de ser quien yo creo, muchas fierecillas se debaten en el interior de este cuerpo frágil, a veces alguna saca la cabeza y entonces soy buena, o soy bruja, o soy santa, o soy madre, o soy puta, en fin… soy lo que ellas quieran. Lamento y en realidad lamento mucho decirle esto, pero nadie manda en mí, sólo ellas lo logran y no tengo dominio alguno, tengo demasiadas almas para ser suya. 221
Revista Prometeo
Maternidad Llevo el vientre hinchado por un ser invisible, hace meses que florecen rosas rojas en mi vientre. De tarde en tarde, abanicos de dedos se asoman a través de mi piel. En sus oídos debe resonar el corazón como una orquesta. ¿Comprenderá lo que le digo, lo que le canto, qué será para él, el aire en mis pulmones, una tormenta acaso? ¿Cómo podrá imaginar el mundo a través de esa bolsa de arterias y vasos sanguíneos de colores fulgentes a sus ojos? Soy como la bóveda celeste en infinita noche y sin estrellas, soy pared lisa, blanda y cálida, soy frontera, soy canal, soy cobijo, alimento.
*
La calle que los hombres dejaron de habitar está ahora sitiada por el agua y los peces del río, los hombres niño que antes corrían ahora navegan en barcas pequeñitas, rápidamente corroídas por el moho. 222
Eliana Maldonado
La lluvia no para y la peste viene con el agua que canta escandalosamente. La muerte se esconde por lo bajo y nada cautelosa en lo profundo, espera a que caigan sosamente los que duermen. Llueve ahora. Arrecia una lluvia de hambre, de lágrimas sin sal. La muerte escapa de su trance, Sonríe, se alimenta.
La manigua
“Ven, acércate más, Muerde mi carne Con tus manos morenas” Laura Victoria
Tengo la piel muy suave para que puedas navegar por los paisajes de mi cuerpo, tengo un cacto sin espinas, tengo dos pequeñas colinas coronadas por pájaros silvestres. Y un bosque húmedo donde nacen los ríos de mis piernas. Ven, acércate más, acércate, cartografía mi paisaje, no tengas miedo, ya no quedan fieras en la manigua.
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Augusto Rodríguez Ecuador | 1979
Augusto Rodríguez es poeta, narrador, periodista, editor y profesor universitario.
Autor de 20 libros entre poesía, cuento, novela, entrevistas y ensayos en prestigiosas editoriales de España, México, Cuba, Perú y Ecuador. Obtuvo el Premio Nacional de Poesía David Ledesma Vázquez y el Premio Nacional Universitario de Poesía Efraín Jara Idrovo. Cofundador del grupo cultural Buseta de papel, ha sido invitado a encuentros literarios en Madrid, Ciudad de México, Granada, La Habana, Santiago de Chile, Guadalajara, París, Caracas, Nueva York, Berlín, Bogotá y Lima. Parte de su obra poética ha sido traducida al inglés, árabe, portugués, catalán, rumano, italiano, alemán, turco, francés y kannada. Editor de El Quirófano Ediciones y Director del Festival Internacional de Poesía de Guayaquil Ileana Espinel Cedeño.
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Augusto RodrĂguez
My Father My father died in Winter I only know that in the end he took his rest in the narrow bed of all his days. No there is noise, no ceremonies, no handkerchiefs, no white roses. In the end, I say, he took his rest from debts, from vice, from bureaucracy. My father died in a small room where nothing remained but medicines, syringes, alcohol, drugs, his cold hands, open and empty, that touched me with tenderness. Eyes white and yellow infected with death. A cancer that did not silence its victory over blood, flesh, inconclusive old age. All the clocks said the same thing And turned back time, to when my father was not my father and was a simply a man filled with energy who opened a path into this life. My father died in a small room of ice and his body got thinner and thinner, grew smaller, evaporated, dissolved into the empaty air of nothingness, the light of the room played with the substance of his skin. His yellow teeth filled with cancer smiled at me and I smiled at him, trembling in fear, though bit by bit he would turn to fleeting dust My father died in winter I only know that in the end he took his rest in the narrow bed of all his days.
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Revista Prometeo
Mi padre Mi padre murió en invierno sólo sé que al fin descansó de la estrecha cama de todos los días. Ya no hay ruido, ceremonias pañuelos, ni rosas blancas. Al fin, dije yo, descansó de las deudas de los vicios, de la burocracia. Mi padre murió en una pequeña alcoba donde quedan remedios, jeringuillas alcohol, drogas, sus manos frías, abiertas y vacías que me tocan con ternura. Unos ojos blancos y amarillos inyectados de muerte. Un cáncer que no silencia su victoria de sangre, de carne de vejez inconclusa. Todos los relojes dan la misma hora y retroceden cuando mi padre no era mi padre sino un hombre que se abría paso ante la vida. Mi padre murió en una alcoba de hielo y su cuerpo cada vez se adelgaza se empequeñece, se evapora en el aire vacío la lámpara de la alcoba juega con la materia de su piel. Sus dientes amarillos me sonríen le sonrío temblando de miedo aunque de a poco se convierta en polvo fugaz.
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Augusto Rodríguez
Mi madre Mi madre llora en un rincón de la cocina su cuerpo se hace pequeño casi diminuto sus manos tiemblan sobre su eje. Su voz suena envenenada por las palabras verdes de mi padre. Trato de consolarla pero no hay consuelo. Mi madre desea marcharse de casa. Intento detenerla sin resultados. Mi madre es un río caudaloso que no tendrá nunca salida al mar.
Un cuerpo enfermo La palabra es una columna rota de jirafa que está partida en dos en la tierra. Un pájaro moribundo como tu pie fuera de mi sábana. El inverso de la aritmética básica que aprenden los niños en la escuela. Un oído que siempre recuerda una dulce canción inexistente. Un puma blanco que sólo existe en la nieve del recuerdo. Una cabeza rota que amanece en el sueño. La palabra es un cuerpo enfermo que siempre expulsa frutas quemadas.
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Ángela Suárez Colombia | 1979
Ángela Suárez es poeta y arquitecta egresada de la Universidad Nacional de Colombia.
Nació en Duitama, Boyacá en 1979. Ganadora del encuentro local de escritores jóvenes Tomalapalabra, de la Universidad del Rosario. Hizo parte del taller de escritores Esperanza y Arena y del taller de creación de la Casa de poesía Silva. Magíster en Escrituras Creativas de la Universidad Nacional de Colombia. En 2013 La editorial El Quirófano publica algunos de sus poemas en la antología Sólo la herida- Veinte poetas jóvenes colombianos, Guayaquil. La editorial Opera prima de la Universidad Nacional de Colombia publicará este año su primer libro de poemas: Parece que prefieres el tren a las plantas domésticas.
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Ángela Suárez
Steam Train The word t r a i n points to a way of travelling with windows around it, of discovering a discreet land from the theory of the wheel, from the logics of proximity. T h e t r a i n, in its wind-friendly trade, recovers data in the environment of the eyes of some forgetful people who have never seen the rumor at the window or the mountains at high speed. When it is a steam train, it is not only used for losing oneself, it also has other minor uses such as forking roads, taking, bringing, passing, reconstructing vertigo, modifying snow and surrounding villages and times as if this required a pendulous, circular, enveloping, spiral, oscillating movement; a movement from the inside and towards elsewhere.
Tren a vapor La palabra t r e n indica una forma de desplazarse con ventanas dispuestas alrededor, para descubrir una tierra discreta desde la teoría de la rueda, desde la lógica de la proximidad. E l t r e n, en su oficio a favor del viento, recupera datos en el entorno de los ojos de algunos olvidadizos que nunca habían visto el rumor en la ventana o las montañas a gran velocidad. Cuando es a vapor, no sólo se utiliza para extraviarse, tiene otros usos menores como por ejemplo bifurcar los caminos, llevar, traer, pasar, reconstruir el vértigo, modificar la nieve y rodear los pueblos y las épocas como si para esto se necesitara un movimiento pendular, circular, envolvente, en caracol, oscilante; un movimiento desde adentro y hacia otra parte.
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Revista Prometeo
Relato itinerante Bailarina: Sustantivo. Dícese de la mujer que no sabe usar su voz, y sin embargo usa sus pies. Relativo a quien no sabe esperar y mucho menos atrás de la entrada de la casa. Se refiere al personaje de género femenino que baila y al mismo tiempo tiene miedo;comúnmente se mueve en redondo hasta las antiguas ciudades de arcilla y en algunos casos viste de falda. Apareció por primera vez en los vecindarios viejos y circulares que suelen sobrevivir desde la primera infancia. Se puede conjugar en tres tiempos: baila, bailaba, bailará.
Mañana de neblina Todo comienza donde se cierran los ojos. Elsa Cross
Si se pronuncia con lentitud y asombro:
—M a ñ a n a d e n e b l i n a .
La niebla o el vapor de agua o el viento visible le permitirán ir por fin a alguna parte, a alguno de esos lugares dudosos, sospechosos, de los que sólo se habla algo de misterio. Seguramente si lo pronuncia con deseo: ¡M a ñ a n a d e n e b l i n a! Al día siguiente, un equipaje con todo lo necesario se aferrará a sus dos manos, y estas se dispondrán ahora a abandonar distancias, imprecisiones, malentendidos; será ahora un viajero auténtico, y llegará realmente, y algo o alguien lo llevará.
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Edwin Rendón Colombia | 1981
Edwin Rendón es poeta y profesor de literatura.
Nació en Fredonia, Antioquia. Licenciado en Español y Literatura de la Universidad de Antioquia. Coordinador de la Tertulia Literaria de Fredonia. Obra publicada: Escupitajo; Sobre un estudio de los árboles (Premio Nacional de Poesía Isaías Gamboa); Manual del perdedor (Finalista I Premio de Poesía Joven Ciudad de Medellín y su Área Metropolitana). Su obra ha sido publicada en la Antología de Poesía Joven Colombiana de la Fundación Verso a Verso. El profesor Mauricio Taborda Alzate plantea que “la poesía de Edwin Rendón es la huella de una mirada hacia el horizonte que Bachelard llamó una metafísica del instante. Rendón logra mostrarnos, sin pretensiones, la profundidad que se genera por los pliegues de la superficie. Lo más cotidiano se nos presenta en su densidad y logra convocarnos a una comunión de sensaciones”. 231
Revista Prometeo
A Prayer Give us, Lord, beautiful women, plenty of rum and rainy mornings. Give us freedom to not believe in you, tangos, friends and an ace under the sleeve. Give us leisure days, sunsets and books, health to spend the night and arms to embrace. Give us, Lord, a little piece of land to get along with the sun and plant. Give us a dog to take care of the house, a sweet girl, a quiet death. Give us, Lord, beautiful women, plenty of rum and rainy mornings. I very much hope.
Una oración Danos, señor, mujeres hermosas, abundante ron y mañanas lluviosas. Danos libertad para no creer en ti, tangos, amigos y un as bajo la manga. Danos días de ocio, atardeceres y libros, salud para pernoctar y brazos para abrazar. Danos, señor, una cuadrita de tierra para entendernos con el sol y sembrar. Danos un perro que cuide la casa, una chica dulce, una muerte tranquila. 232
Edwin Rendón
Danos, señor, mujeres hermosas, abundante ron y mañanas lluviosas. Ojalá así sea.
El poema que quiero escribir Un poema que sea un servicio gratuito, que incomode a los aristócratas, que vaya a marchas y a huelgas, que pueda escribirse en las paredes. Un poema que tenga mala conducta, que se utilice como regalo o papel de baño. Un poema que duela como una contusión. Un poema que ayude a dormir a los niños, que asista a los velorios de los amigos, que a las mujeres sirva de consolador. Un poema que tenga una soga para colgarse, que cure las úlceras y el insomnio. Un poema que pelee contra el hambre contra el miedo y el frío.
Carta para una mujer que ha muerto Esta casa es habitada por la ausencia, tan rotunda que ensordece e impide pensar con claridad. 233
Revista Prometeo
Deambulo con la cabeza convertida en laberinto. Por fortuna estás muerta para que no veas a este fantasma. La casa es herida y cicatriz. La casa no está vacía, sigue habitada por quien no está. Cada objeto contiene memoria: El jarrón, las cortinas, libros donde señalaste algunas líneas, textos donde está tu caligrafía, tu cepillo de dientes junto al mío…. Quisiera escuchar tu voz al contestar el teléfono, tus llaves al abrir la puerta, tus pasos al subir las escalas. Quedaron asuntos sin resolver, unas películas, unos viajes, un hogar con perro y jardín. Estar vivo o estar muerto es sólo una casualidad, pero esta noche, todo en esta casa te extraña.
Éramos nosotros Éramos esa vereda, esa casa. Éramos ese dolor, ese miedo. Éramos esa noche y ese frío. Éramos el café que quedó servido. Éramos olvido, el ruido del llanto. Éramos nosotros los muertos. Éramos en el noticiero los muertos. Éramos nosotros los muertos. 234
Jamila Medina Cuba | 1981
Jamila Medina es poeta, narradora, ensayista, filóloga y editora.
Licenciada en Letras por la Universidad de La Habana. Ha publicado, en poesía: Huecos de araña (Premio David); Primaveras cortadas; Del corazón de la col y otras mentiras y Anémona, 2013). El cuaderno inconcluso País de la siguaraya, le valió la Beca Prometeo 2012, que otorga La Gaceta de Cuba. Narrativa: Ratas en la alta noche y Escritos en servilletas de papel. Ensayo: Diseminaciones de Calvert Casey (Premio Alejo Carpentier). “Su escritura transcurre transida entre lo púbico y lo público, metamorfoseándose entre lo aéreo y lo húmedo, lo vegetal y el hormigón armado. Tensionar del cuerpo y del lenguaje. Fascinación por transgresiones y desplazamientos, en cualquier tipo de portento giratorio (columpios, tranvías, tiovivos, estrellas, botecitos de remo, bicicletas). Lleva un piercing en la ceja y un armadillo en el antebrazo”. 235
Revista Prometeo
Mutations II: the Blow from a Stone I have vegetated in dry/rotating harbors manipulating with cranes containers/continents like a fridge is filled or emptied. I have fallen in love/have fornicated have stayed the night in the thin piers –tightrope walking between fever and wakefulness–. I have traversed/on tricycles Mountain harbors (toothed horse-collars) between plains barely forsaken by snow. To save long-spans I built hanging bridges gelatinous mutants that would enable trains à grande vitesse to pass (under and over them) as well as thicknesses of ghost fishing vessel masts with their ship’s logs in order and juicy frozen crews. Under war’s threatening skies I kept the drinking wells of thirst clean. Dreaming of the earnest greenhouses I have glued my maquettes with paste and built works of maritime engineering around the four corners of my mouth’s network: dams/breeding centers/hydroelectricity stations irrigation plants/reed beds/swamps where there thrive without fear the barley and date/of salt. When I cross the waters over air bridges or strike for the roads when I choose my metro stations at random (enchanted by the aridity of platforms leaning the endless river of a rail/and another rail/and another rail) I fish the symmetries of my obsessions: the nightmare of an unstoppable journey mocking frontiers/riding horses the (gravitational) wave that places stakes on its undulating fishing net/vibrating pulsation.
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Jamila Medina
Mutaciones II: la pedrada He vegetado en puertos secos/ giratorios manipulando con grúas contenedores/ continentes como se llena o se vacía una nevera. Me he enamorado/ he fornicado me he quedado a dormir en los delgados malecones –haciendo equilibrios entre la fiebre y la vigilia–. He atravesado/ en triciclos puertos (colleras dentelladas) de montaña entre llanuras apenas despobladas de nieve. Para salvar grandes-luces levanté puentes colgadizos gelatinosos mutantes que dejaran pasar (por debajo y sobre sí) trenes à grande vitesse espesuras de mástiles de pesqueros fantasmas con la bitácora en orden y jugosas marinerías congeladas. En cerrazones de guerra conservé limpios los aljibes de la sed. Soñando con los graves invernaderos he pegado con engrudo mis maquetas y alzado obras de ingeniería marítima por los cuatro costados de la red de mi boca: embalses/ criaderos/ hidroeléctricas plantas de riego/ juncales/ pantanizos donde cunden sin miedo la cebada y el dátil/ de la sal. Cuando cruzo las aguas sobre puentes aéreos o me echo a las carreteras cuando elijo al azar mis estaciones de metro (prendada de la aridez de los andenes volcada al río interminable de un riel/ tras otro riel/ tras otro riel) pesco las simetrías de mis obsesiones: la pesadilla de un viaje indetenible burlador de fronteras/ corredor de caballos onda (gravitacional) que apuesta a su atarraya cimbreante/ vibrátil pulsación.
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Revista Prometeo
Ovación Entro en el submundo de los veedores del fútbol como en las arcas del Infierno, por supuesto, hay risas gritos humo de cerveza y ese olor tan característico… hay torneos: los veedores se piden las cabezas se amenaza con violar al cabecilla o a la novia del cabecilla de cada bando contrario. Tiemblo me pregunto quién será el cabecilla de nuestro bando sé que a este hora ningún striptease los sacará de quicio los meterá en cintura con el ojo en el gol pero también sé que si perdiéramos si fueras tú el cabecilla olvidado de ti me violarán 1, 2, 3 mil vencedores no mirando mi carne sino la portería. Maldito cuerpo de mujer con esta forma de falsa valla red encubierta que no tiene el valor de la penetración en público. A fin de cuentas qué es un gol sino una violación cien mil veces aclamada -bajo el cieloen la garganta abierta del estadio.
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Diana Pizarro Colombia | 1981
Diana Pizarro es poeta y abogada.
Diana Pizarro nació en Medellín en 1981. Poeta y abogada. Entró a la poesía motivada por tempranas tertulias literarias en las que intervenía su familia materna. Fue incluida en la Antología de poesía joven de Medellín, publicada en la Revista Prometeo 90. Obtuvo Mención de honor en el I Premio de Poesía Joven del Festival Internacional de Poesía de Medellín en 2011. Poemas suyos también fueron publicados en el libro Manantial de Palabra, del Consejo Municipal de la Juventud, Medellín, 2002.
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Revista Prometeo
The Two Beasts I Am It’s storm season. Inside me live two beings of discordant natures. One of them is a city cat walking in high heels amidst buildings. A kitty with brushed fur planning scholarly hunts in a library’s books or paper ambushes in full daylight. A politically silent and socially domestic cat, trained not to flee from her middle-class attic. A barren kitty who doesn’t scratch the walls who drinks warm milk and eats canned tuna fish. A docile kitty who sleeps on a taffeta couch waiting for death to arrive in its sleepy routine. The other creature is a feline in heat who slinks along the alleyways and meows at the moon on the rooftops. A carnivore cat gobbling down its prey hunted in the dark with claws as sharp as a notary’s quill. A black feline with eyes of fire and honey who belongs nowhere and who nonetheless is the sleepless custodian of all latitudes. A cat who has survived the medieval stakes, a witchcraft apprentice and incarnation of the female miracle.
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Diana Pizarro
A nimble and fertile feline waiting for death in a dark corner to catch it with a swipe. Sometimes the city cat bites the world with knife and fork while the uncivil cat licks her hotcrimson whiskers. The urban kitty I sometimes am has good spelling and writes pink verse. The gruff feline I can be on other days exorcizes her demons in raw poems. One cat smells of Chanel, the other smells of dance-under-the-rain sweat. One feline is Eros, the other is Thanatos, one is made of earth, the other of wind. One dwells in my brain’s left hemisphere, the other on the right side of the cardiac muscle. Sometimes the two cats living me run across each other by accident and clash against each other. Each cat wants to conquer the other’s dominions. Each territorial cat wants to be my only self. In the storm season, when the cats I am curl up into a ball and roll down the cold passage between my soul and my brain, I manage for some alchemical moments some sacred fragments some immortal seconds to be a whole woman.
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Revista Prometeo
Las dos fieras que soy
Es temporada de tormentas. Dentro de mí habitan dos seres de naturalezas disonantes. Una de ellas es una gata de ciudad que camina en tacones ente los edificios. Una minina de pelaje cepillado planeando eruditas cacerías en los libros de una biblioteca o emboscadas de papel a plena luz. Una gata políticamente silenciosa y socialmente doméstica, entrenada para no huir de su buhardilla clase media. Una minina estéril que no araña las paredes que toma leche tibia y come atún en lata. Una gata dócil que duerme en sofá de tafetán a la espera de la llegada de la muerte en su rutina somnolienta. La otra creatura es una felina en celo que se escabulle por los callejones y maúlla a la luna sobre los tejados. Una gata carnívora engullendo su presa cazada en la penumbra con garras afiladas como una pluma de escribano. Una felina negra con ojos de miel y fuego que no pertenece a ningún lugar y sin embargo, vigila insomne todas las latitudes. Una gata sobreviviente de hogueras medievales, aprendiz de hechicera y encarnación del milagro femenino. 242
Diana Pizarro
Una felina ágil y fecunda esperando a la muerte en un recodo oscuro para sorprenderla en un zarpazo. A veces la gata citadina muerde el mundo con cubiertos mientras la gata incivil se relame los bigotes de carmesí caliente. La minina urbana que soy en ocasiones tiene buena ortografía y escribe versos rosa. La felina arisca que otros días puedo ser exorciza sus demonios en poemas descarnados. Una gata huele a Chanel, la otra a sudor de danza bajo la lluvia. Una felina es Eros, la otra Tánatos, Una está hecha de tierra, la otra de viento. Una habita el hemisferio izquierdo de mis sesos, La otra el lado derecho del musculo cardiaco. A veces las dos gatas que me viven se cruzan por accidente y hacen brotar las chispas. Cada gata deseando apoderarse de los dominios de la otra. Cada gata territorial queriendo ser mi único yo. En temporada de tormentas cuando las gatas que soy se hacen un ovillo y ruedan por el frio pasadizo que comunica mi alma y mi cerebro, logro por alquímicos instantes, por fragmentos de sagrados por segundo inmortales ser una mujer completa.
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Isabel Dunas Colombia | 1982
Isabel Dunas es poeta, cantautora y tallerista literaria.
Nació en Santa Bárbara, Antioquia. Escribe poesía desde los 17 años, época en la que conoció la obra de Fernando Pessoa, Porfirio Barba Jacob, Charles Baudelaire, Arthur Rimbaud, Vicente Huidobro, Alejandra Pizarnik, y otros poetas que la inspiraron a buscar un espacio en la palabra escrita. Ha estudiado teatro, también varios semestres de filosofía y actualmente cursa la carrera de traducción en la Universidad de Antioquia. Ha viajado haciendo arte callejero en diferentes pueblos de Antioquia y en algunas ciudades del país. Ha publicado sus poemas en varias ediciones de la revista Ouroboros del corregimiento de San Cristóbal, participando en diferentes eventos con lecturas e intervenciones musicales. Ha sido lectora en pasados festivales de poesía de Prometeo y ha sido tallerista invitada en el proyecto Gulliver.
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Isabel Dunas
Accent I begin to write Invent myself again Dwell in ink Dwell in the instant in which I write My fingers trace the line of time This line in which I dwell in myself and lose myself My fingers lead words of sand Break the matter and sinuously Transform it As the wind does with dunes As the water does with stones I begin to read myself Dwell in the ghost of my previous flight Dwell in the lunar remains of night already consummated Elusive night of my first youth Filled with joyous non-harmonies Today I can’t manage to get drunk on its bluish songs Don’t want to get lost in its magnetic deserts No longer take communion with the poison of its ambrosia I begin to miss myself Don’t dwell in myself Don’t reach myself Crawl along graphemes Cling to the proximity of the last breath Of the last syllable Look for what is more real than any gesture I may find myself in the intervals I go forward so ethereally Can’t reach myself Hurry calligraphy “Lascia ch’io pianga” in my ear And all the universal density against my breast I begin to feel myself Allow myself to become with each accent Find myself there In the place where I give back to the word
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Revista Prometeo
Its sonorous path In the ledge of each line Just before the fall Find myself weaving my melodious weft I furiously sing to my old melancholies Fearfully throw my clumsy tracery at them Say farewell to them forgiving time
Acento Empiezo a escribir De nuevo me invento Habito la tinta Me habito en el instante en que escribo Mis dedos trazan la línea del tiempo Esa línea en la que me habito y me pierdo Mis dedos conducen palabras de arena Rompen la materia y la transforman Sinuosamente Como el viento a las dunas Como el agua a las piedras Empiezo a leerme Habito el fantasma de mi anterior huida Habito los restos lunares de la ya consumada noche Escurridiza noche de mi primera juventud Colmada de gozosas inarmonías Hoy no logro embriagarme con sus azuladas canciones No quiero extraviarme en sus imantados desiertos Ya no comulgo con el veneno de su ambrosía Empiezo a extrañarme No me habito No me alcanzo Voy reptando por los grafemas Me aferro a la proximidad del último aliento De la última sílaba 246
Isabel Dunas
Busco lo que es más real en cualquier gesto Tal vez me encuentre en los intervalos Voy tan etérea No me alcanzo Apuro la caligrafía “Lascia ch’io pianga” en mi oído Y toda la densidad universal contra mi pecho Empiezo a sentirme Me permito devenir con cada acento Me encuentro allí En el lugar en donde le devuelvo a la palabra Su ruta sonora En la cornisa de cada renglón Justo antes de la caída Me encuentro tejiendo mi cadencioso entramado A mis viejas melancolías les canto con furia Les arrojo temerosa mi torpe filigrana Me despido de ellas perdonando al tiempo
Al camino le debo Al camino le debo la sal, la herida abierta del cosmos, la gloria del ensueño plácido del idilio. Al camino le debo la espina también como el perfume mundano. Le debo la hoja arrancada sin piedad de su suelo. Al camino le debo el silencio del viaje, le debo la sangre de un vientre, el pan del mendigo. Al camino le debo la espuma de mi boca y mi llanto bohemio.
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Ronald Cano Colombia | 1983
Ronald Cano es poeta y sociólogo.
Nació en Medellín. Promotor de lectura. En 2003 Ganó el “Premio de Poesía Joven Ciudad de Medellín y su Área Metropolitana” con el libro titulado El animalista. Participó en el 23 Festival Internacional de Poesía de Medellín. Sus poemas han sido incluidos en la Revista Prometeo y en la Revista Internacional de Teatro y Literatura Alhucema. Participó en la Antología de poetas colombianos y peruanos En Tierras del Cóndor, 2014. En la actualidad colabora con periódicos y revistas culturales. En sus palabras: “El lugar que ocupa el Festival en la sociedad es el mismo lugar que ocupa la poesía en el cuerpo humano. La poesía hace parte de la naturaleza humana, es un lenguaje que debe ser develado a los hombres y mujeres, a los pueblos que necesitan ser libres”.
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Ronald Cano
Animals and Humans To live like an animal It is enough to pursue oneself Like crazy. To live like a Human It is enough to close one’s eyes And let oneself be caught.
Animales y humanos Para vivir como animal Basta correr en persecución de uno mismo, Como un loco. Para vivir como Humano, Basta cerrar los ojos Y dejarse alcanzar.
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Revista Prometeo
Promesa a Brigitte Bardot Cuando el comunismo acabe te comparé un elefante, Lujoso como los del circo, montaremos juntos, Colgaremos nuestra ropa sobre su trompa Y tú te colgarás sobre la mía. Si este cataclismo acaba Te juro por la momia de Lenin, y por la calva de Mao. Te juro por la sudadera del comandante Chávez ¡Y por las barbas de Fidel! Que nuestro paquidermo será tan fuerte como un pueblo libre. Pero libre de verdad. Nada que ver con los animalitos domésticos, Que en otros tiempos, también he prometido a otras mujeres.
Marie Bergman (1944) Sentada a la espera de su hijo María la loca se volvió madera. Nadie supo cómo, ni cuándo se desdibujó La voluptuosa línea que marcaba el límite. Entre su cadera y la silla de roble, El comején.
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Felipe López Colombia | 1985
Felipe López es poeta, gestor cultural y tallerista literario.
Nació en Manizales. Estudia Psicología en la Institución Universitaria de Envigado. Preside la Corporación Cultural Sísifo de Envigado, que se dedica a la promoción cultural, a través de tertulias, recitales poéticos y concursos de poesía. Incluido en Ex-libris (2009) y El vacío como llenura (2010). Ganador del premio Sueños de Luciano Pulgar, Poesía 2010. Con su obra Un viaje en un grito y los poemas genealógicos, obtuvo el Premio de Poesía Joven Ciudad de Medellín, en 2013; según los jurados: “Esta obra refleja un universo poético bastante orgánico, en una escritura que ha sopesado el lenguaje y ha situado la experiencia del mundo y su memoria en planos poéticos sustentados en una voz que rebasa el yo civil y transporta la mirada por el mundo, destilando vitalidad y lucidez”. 251
Revista Prometeo
Mommy Water I who came out of the bubble’s womb whose body is a childish breath riding the sky Am more than the shire horse grazing in the haze, a no-place of wells, a no-place in the river’s bespangled hatchery… In the new world I was conceived in the breeze’s spiral, in the crook’s ascending whirlpool, in the ocean hills, stomach-fishbowl of mommy water… With the moon’s rope I was born of the yellow river, with the breasts of Bachué in the no-place of sea fowl. Mommy water the black clouds when the gods bathe in your womb Mommy water in the Hudson the new york poets get drunk on oil Mommy water, a paper fish and… I’m the spiral of water claiming for a faucet in the ice morgue My time expands in the length of an aquarium Mommy water I was for nine months the sea of tadpoles it won’t stop raining in my lungs and … Mommy water I, the umbilical spiral of the first atom
Mamá Agua Yo que salí del vientre de la burbuja que mi cuerpo es un soplo infantil que cabalga en el cielo Soy más que el percherón que pasta en la nebulosa, un no lugar de pozos, un no lugar en la incubadora constelada del río… En el nuevo mundo yo fui concebido en la espiral de la brisa, en el remolino ascendente del arroyo, en las colinas oceánicas, pecera-estomago de mamá agua... 252
Felipe López
Con la soga de la luna yo nací del río amarillo, con las tetas de Bachué en el no lugar de las aves marinas. Mamá agua las nubes negras cuando los dioses se bañan en tu útero Mamá agua en el Hudson los poetas de Nueva York se emborrachan con aceite Mamá agua, un pez de papel y… Soy la espiral del agua que reclama un grifo en la morgue del hielo Se expande mi tiempo en la longitud de un acuario Mamá agua yo fui nueve meses el mar de los renacuajos no para de llover en mis pulmones y… Mamá agua Yo, la espiral umbilical del primer átomo
Las noches en Siberia, lo sólido de los espejos El paso del trineo en las escarchas del reno, los abedules en las hendiduras de las huellas Es la tundra y los espectros de las escamas cristalinas, el ojo disipado en las auroras boreales. Un mar de taiga recrea las huellas extendidas de la botella, es la boca de los cosacos una señal de océanos decapitados, las nevadas ebrias de lo monocromo. Transiberianos galopan los escombros, gélidos con sus tentáculos en la puerta del cristal: los rieles, los sólidos espejos de la noche. Metalurgia de los barrotes en el témpano, el óxido de la cárcel Omsk, una vocal desesperada en los ojos de Dostoievski. En las herraduras golpea el frigorífico; en el lomo de Marengo el jinete hilvana la última nevada Ártica… 253
Revista Prometeo
Los extraños alfareros, los Bolcheviques en la vieja usanza, la carreta y el carbón, el músculo en los bosques de abetos. Torvas, celliscas, la mística polinia en el mar abierto, se resquebrajan las nubes, los rompe hielos sobre las basquisias, el amistoso grito de la madera hirviente... Se desnudan el grito congelado, los sólidos espejos en la sonrisa Siberiana
Rodando en el Kilimanjaro Esta piel que rueda en el Kilimanjaro, este vientre donde he nacido, el escupitajo de turmalinas, mis primeros pasos salvajes Esta tez negra estremece, los descendientes espejos, embriagarse de escarchas y lenguajes primitivos Las centurias de la madera fragmentada, afilar las garras del tigre: Desgarros, arañazos, zarpazos extendidos de la madera, el origen de llevar las estepas en cuchillos camuflados Rugen planicies, safaris de un pigmento extraño, el indefenso cazador de las profundidades, un extranjero perdido de la manada, diminuto Pasan los marfiles, colmillos que deliran con Aníbal en los Alpes, toneladas de carne, un palmoteo al subsuelo y el tambor de los pasos extintos Sistemas nerviosos de tonalidades felinas: los colmillos en el cuello, y la muerte escapando como gacela Nocturnos cazadores, depredadores y el ruido del yembe que habita en los hormigueros, en las cavernas, en el delta del Nilo la extensión del átomo ancestral, los dedos en las entrañas prolongadas del suelo Rodar en la montaña, multiplicarse en la sabana, rodar en la sangre, esta piel que rueda en el Kilimanjaro, este fiero renacer… 254
Felipe Posada Colombia | 1985
Felipe Posada es poeta, músico, sociólogo y tallerista literario.
Nació en San Carlos, Antioquia. Por el conflicto armado su familia se desplazó a Medellín siendo él un niño. Es poeta, músico, percusionista, sociólogo y tallerista de poesía para niños. Investigador en el área de la pedagogía lúdica, en la que mezcla el teatro, la danza, la cuentería, la poesía, los juegos de palabras y la fabricación de instrumentos musicales con diversos materiales. Ha realizado talleres de poesía para el proyecto Gulliver, dirigidos a niños de zonas deprimidas de Medellín. Labora con la Corporación Ciudad Comuna, en el área de la comunicación audiovisual y la edición de documentales. Algunos de sus libros de poesía Día a su Degüello y Arritmias de gris. 255
Revista Prometeo
Dream Tell everyone that the blasts have ceased there are no more bombs on earth the hares come out of the trenches and grasshoppers leap out of the parapets! The war is over! The crowd yells waving the white handkerchief which has dried up their tears Let’s go back to the country where the green grass the mango trees the exuberant waterfalls the donkey’s braying and the cock’s crow will help us find daily sustenance The old are sharpening machetes and scythes the young are bringing out the seed and hoe the women are lighting bonfires and cane liquor is drunk in the shadow of the guava tree and of the sun-gilded stone into the fresh pond a lad jumps in a hell of a dive.
Sueño ¡Diles a todos que los estruendos callaron ya no hay bombas en la tierra salen liebres de las trincheras, y saltamontes brincan fuera de los parapetos! 256
Felipe Posada
¡La guerra ha terminado! Grita la muchedumbre ondeado el pañuelo blanco con que han limpiado sus llantos Regresemos al campo donde las hierbas verdes, los árboles de mango las exuberantes cascadas de agua, el rebuznar del burro y el cantar del gallo nos ayudarán con el sustento diario Los viejos afilan machetes y guadañas jóvenes sacan semillas y azadón mujeres prenden las hogueras se bebe caña bajo la sombra del guayabo y de la piedra dorada por el sol al fresco charco un mocosuelo salta en tremendo chapuzón.
Garabato pueril Paisajes que incluyen los lugares señalados por la rosa de los vientos Verde y azul una sola crayola Líneas entre cielo y tierra desvanecen fronteras punto y punto derrumban el vacío Se fusionan ángeles y demonios en el solo grafo de la figura humana Retazos de la corta vida cosidos por menudas manos con hilos de la desdeñada inocencia Trazos infantiles donde letras y dibujos descubren con sencillez la compleja verdad
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Carlos Andrés Jaramillo Colombia | 1986
Carlos Andrés Jaramillo es poeta y estudiante de filosofía.
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Carlos Andrés Jaramillo nació en Medellín. En 2014 ganó uno de los estímulos al talento creativo de la Gobernación de Antioquia, en Poesía. Ese mismo año publica su primer libro de poemas: Extinciones. En 2015 ganó el IV Premio de Poesía Joven Ciudad de Medellín. En sus palabras: “la poesía por sí misma, en su no determinación, en su no adoctrinamiento, está mostrando que la libertad, que el cambio de mentalidad es posible; que las utopías pueden ser pensadas, que lo posible puede ser admitido. De modo que la única exigencia que puede hacérsele a un autor es la de llevar su obra a la máxima libertad, esto es, a la creación de horizontes nuevos, de lo que hasta entonces nunca existió, de la palabra inédita. Dicho de otra forma, lo que puede pedírsele al poeta es que corresponda, se muestre a la altura, de esa flexibilidad propia del lenguaje, explorándola hasta agotar sus límites.
Carlos Andres Jaramillo
Things Not to Forget My father’s mute brother who, in his final hours, kept gesturing for water without anyone understanding him. That old philosophy professor who asked his friends to take him so he could say goodbye to the water before he died. And that other man, old and alone, who left the keys to his apartment at the Institute, so that, in case he didn’t show up for class one day, they could go collect his body.
Cosas para no olvidar El hermano enmudecido de mi padre que, durante su agonía, y a través de sus gestos, pedía agua sin que nadie pudiera comprenderlo. Aquel viejo profesor de filosofía que pidió a sus amigos ser llevado a despedirse del agua antes de morir. Y aquel otro, viejo y solitario, que dejó en el Instituto las llaves de su apartamento, por si un día no llegaba a dictar sus clases, fueran a recoger su cuerpo.
Oficios curiosos Cazador de águilas Vocero del alba Avistador de estrellas 259
Revista Prometeo
Lector de entrañas Mercader de almas Espantador de perros Emplumador de aves
*
Qué silenciosa la muerte Silenciosa es también la apertura de la flor. Muy tenue. Leve sonido, que no alcanza a ser sonido, como el del vacío que rebosa ese agujero. (Y como esa callada apertura no quiere la muerte albergar hondura sino mostrarse, derramarse superficie).
*
Llueve, y la lluvia recién nace para quien la ve (cada lluvia es su caída cae por única vez). Nace la lluvia en la mirada que ahora se ilumina como quien comprende. Llueve para otro también y ese mismo alumbrarse de la lluvia los une tal vez.
260
Yenny León Colombia | 1987
Yenny León es poeta, filóloga, profesora y tallerista literaria.
Nació en Medellín. Ha trabajado como docente en la red de escritores de la misma universidad. Obtuvo el Primer Premio de Poesía Joven Ciudad de Medellín y su Área Metropolitana, convocado por la revista Prometeo y el Festival Internacional de Poesía de Medellín en 2011, con su poemario Tríptico. También ocupó el primer puesto en el 1er Premio Nacional de Poesía Joven Andrés Barbosa Vivas (2011) con su poema Mujer de agua. En 2012, ganó la IX Beca a la Creación Artística y Cultural Ciudad de Medellín, modalidad poesía. En 2013, la editorial Planeta publicó su poemario Entre árboles y piedras. Varios de sus escritos han sido publicados en revistas literarias nacionales e internacionales. 261
Revista Prometeo
when the days are finished and the leaf no longer incubates its roots sunken in the underside of rocks emptiness will lie down, deranged by light huge losses will make of the mountain their center like harbors with no return they will resort to memories just to shape the past in our eyes they will be as old As water’s fate.
cuando los días se acaben y la hoja ya no incube su raíz sumergido en el reverso de las piedras yacerá el vacío enloquecido de luz las grandes pérdidas harán de la montaña su centro como puertos sin retorno se acogerán a la memoria sólo para darle forma al pasado serán tan viejas en nuestros ojos como el destino del agua.
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Yenny León
*
¿Con qué flauta cosí mi casa? En mi antiguo jardín no se oían los árboles enrojecidos. A mi puerta ciega no llegaba el aullido del sol. Ahora, presto al sur el paso de las percas // adopto en mis raíces el peso perpetuo de esta construcción abandonada que son mis manos.
* Yeti, no todas las palabras condenan a muerte. Wislawa Szymborska
la niña se hunde en el cuarto silencio más largo de la tierra pasa el día encerrada en una burbuja de fuego el yeti se sacude hasta el círculo diminuto deja huellas de herrumbre la piedra calla contra la lluvia. Con vehementes aleteos
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Camilo Restrepo Colombia | 1987
Camilo Restrepo es poeta, narrador, performer, profesor y tallerista literario.
Nació en Medellín. Licenciado en Pedagogía Infantil. Mantiene inéditos los libros inéditos de poesía: El espacio que me habita; Felonías; El libro de los misterios; Los rostros insondables; y, El ombligo de Adán. Fue miembro del grupo literario “El aprendiz de brujo” con el que publicó el libro colectivo de cuentos La palabra se baña en el río. Poemas suyos han aparecido en antologías y periódicos independientes de Colombia, Argentina, Chile y México, tales como Prometeo, Letras Vivas, El Terraplén y La Ira de Morfeo. Integró también el colectivo artístico Unicornio de Palo, con el que ha realizado diversos performances poéticos y con el que fue invitado al foro Puente de palabras del Mercosur.
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Camilo Restrepo
If when you kiss a mouth you find a spectre, flee The wounds from the past tend to be deep and the path of shared love long and thick as mist What’s more, if you are fierce and your love has now run aground on such a shore all that’s left is to begin the battle Fight, in the end, perhaps there will be two tongues to lick your wounds.
Si al besar una boca encuentras un espectro, huye Suelen ser profundas las heridas del pasado y el camino del amor compartido largo y espeso como la niebla Mas si eres fiero si tu amor ha encallado ya en esa costa no te queda mĂĄs que iniciar la contienda Lucha al final, tal vez haya dos lenguas para lamerte las heridas.
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Revista Prometeo
Dejen a las madres llorar a sus muertos Señores de la guerra magnates del dolor si quieren róbense las flores para que no adornemos las tumbas o graben con impuestos el sol para que los bebés no puedan bañarse con sus rayos pero por favor dejen a las madres llorar a sus muertos Cuando nuestros ojos estén secos y nuestros cuerpos sean hueso forrado con piel maullaremos para que sus oídos se conviertan en cajas de música y sus corazones revienten de júbilo pero por favor dejen a las madres llorar a sus muertos Desnudas nuestras almas orarán a las fábricas en sus chorros de humo se perderán los rayos de todas las tormentas aunque la lluvia no caiga y el ácido de su bilis nos queme el rostro y nos convirtamos en esqueletos deformados por el llanto por favor dejen a las madres llorar a sus muertos El dolor será la única pertenencia que no puedan quitarnos locos y borrachos danzaremos en sus bailes satánicos pero por favor dejen a las madres llorar a sus muertos
* 266
Camilo Restrepo
¿Cuánto ha pasado desde que miramos el primer reloj? ¿Cuántos siglos cuántas casas derrumbadas cuántos sueños imposibles se han abierto tras el rito arcano del primer hombre que se decidió a cerrar los ojos y pensar? Nuestros muertos han renacido una y otra vez del polvo para acomodarse en los armarios de la historia y aún no termina la espera Tal vez a esta hora llueva lejos de mi casa y las plazas sigan convirtiéndose en abismos o el mundo en un gran barco para los borrachos mientras yo sigo aquí esperando para ver mi rostro entre las aguas como si otro uno que habitara allí del otro lado luciera la máscara de mi gemelo para burlarse de mí ¿Algo o alguien tocará mi espalda?
De los viajes Un día entras en la noche para siempre y después el sol ya no te reconoce.
Guatapé, febrero de 2010. A Daniel. 267
Robin Myers Estados Unidos | 1987
Robin Myers es poeta y traductora.
Varios poemas suyos han sido traducidos al español y publicados en las revistas Letras Libres, Tierra Adentro, Laberinto (suplemento cultural del diario Milenio), la Revista Metrópolis, México Kafkiano, Transtierros y Ventizca. Ha traducido y publicado a diversos escritores de español a inglés, tanto poetas como narradores, entre ellos Antonio Gamoneda, Juan Gelman y Eduardo Espina. Como poeta ha sido invitada a varios encuentros literarios en México, entre ellos el Encuentro de Poetas del Mundo Latino, en Aguascalientes; el Encuentro Internacional de Escritores “Literatura en el Bravo”, en Ciudad Juárez; la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería y el Festival Verbo, en México D.F.
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Robin Myers
Light “I think it is all light at the end; I think it is air.” -Larry Levis
I think it is all light at the end. But not, in the end, because it is beautiful or temporary, or even solemn in these ways. Once, I was in love with a man and we hiked through the woods in a rainstorm. This had not been the plan. But he loved it; he was from Wyoming and accustomed to loving things the world decided he could handle on short notice. The rain battered the trees. It made a river of the path, unearthed the earth, and I doubted I would ever be dry again. Yet as we reached a ridge and looked out over the valley, the sun rushed through the clouds that held it back, and the storm became a storm of light. The entire valley went a rich orange, the brilliant trees doubly lit— at first by autumn, now by sun. The man surveyed, amazed, the bright wet earth before us. I think it is all light at the end, but not because it changes what it touches. I think he believed that our very presence there made us part of what we saw—he touched my face, where there was still rain, and perhaps light—that we were even, somehow, responsible, at least in the sense that we always are, a little, for what we have decided we are witness to. I think it is all light at the end, but not because it blesses or erases us: I felt, coming down the mountain, a sort of uneasy tenderness for this body beside me, this man whose hand had touched my skin as if it really were about his hand, and about my skin; whose love of the world will always be fiercest as he looks down into it and watches the sun spotlight everything he knows to be true. We passed a stream with shoots of light in it like fish. We watched the light sift through the air. And so 269
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we saw the air. I think it is all light at the end, but only because it has nothing to do with us, can do nothing for us, can only light us up the way it lights up a stand of trees, an empty highway, a bed at sunup, rumpled on a lover’s way out. I think it is all light, because we go bright, then dark, then bright again, whether we mark its happening or don’t. Because we don’t. Cannot.
Luz “Yo creo que al final es todo luz; creo que es aire” -Larry Levis
Yo creo que al final es todo luz. Pero no, finalmente, porque sea algo hermoso o temporario, ni siquiera solemne. Una vez, con un hombre del que estaba enamorada, fuimos al bosque a caminar y de repente comenzó a llover. No estaba en nuestros planes. Pero igual le encantó; él era de Wyoming, y estaba acostumbrado a amar aquellas cosas que el mundo decidía que podía manejar sin previo aviso. Sacudía los árboles la lluvia. Convertía el sendero en un riachuelo, levantaba la tierra, y a mí me parecía que jamás volvería a estar seca. Pero cuando llegamos hasta un risco y miramos abajo, en dirección al valle, vimos que el sol se abría paso a través de las nubes que antes lo ocultaban: súbitamente, la tormenta era una tormenta de luz. Se tiñó todo el valle de un naranja profundo, los árboles brillaban doblemente: antes por el otoño, ahora por el sol. El hombre contemplaba, asombrado, el barro reluciente ante nosotros. Yo creo que al final es todo luz, pero no porque cambie lo que toca. 270
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Yo creo que él creía que estar ahí nos convertía a ambos en parte del paisaje –y me tocó la cara, donde tenía lluvia todavía, y quizá algo de luz-; y también me parece que creía que de algún modo éramos responsables, en el sentido, al menos, de que siempre lo somos de las cosas que decidimos ver. Yo creo que al final es todo luz, no, sin embargo, porque nos bendiga o nos borre: sentí, al bajar por la ladera, una especie de incómoda ternura por el cuerpo que tenía a mi lado, este hombre cuya mano había tocado mi piel, como si de verdad todo esto se tratara de su mano y mi piel; cuyo amor por el mundo siempre será más fuerte cada vez que pose la mirada sobre él y mire cómo el sol resalta todo aquello que él sabe verdadero. Pasamos por al lado de un arroyo salpicado por esquirlas de luz, como si fueran peces. Vimos la luz filtrarse por el aire. Y así vimos el aire. Yo pienso que al final es todo luz, pero tan sólo porque no guarda relación alguna con nosotros, no nos puede ayudar, tan sólo iluminarnos, de la misma manera en que ilumina una fila de árboles, una ruta desierta, sábanas arrugadas al amanecer tras la partida del amante. Pienso que es todo luz, porque nos encendemos y después nos apagamos, luego nos encendemos otra vez, le demos importancia o no a ese hecho. Porque no. No podemos.
La conversión del magdaleno Dios me ama. Pero no siempre fue así. Cuando era joven, antes de que se me empezaran a caer 271
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una tras otra las extremidades como hongos desprendiéndose de un árbol, me odiaba tanto que ni siquiera existía. Él no era nada, no estaba en ningún lado; yo mismo no era ni siquiera eso. Les chupaba la sangre a las mujeres, envenenaba hombres, bebía los licores de la tierra. Si Dios hubiera sido la tierra, me lo habría bebido a él también. Después vino la peste. La carne, una corteza que se iba desprendiendo; ya no sentía las extremidades. La piel, como los restos de un incendio, que hasta la propias llamas rechazaron. Todo me rechazaba. Así, cuando yo mismo me convencí de no desear ya nada, acostado en el suelo boca abajo, mientras me atragantaba de polvo, Dios me habló desde la nada, y dijo: “Ahora veo que hay algo que tú quieres”. Dios no era nada, pero yo lo había escuchado. No era nada, e igual creía en él. Si bien tenía las piernas chamuscadas, me paré como pude. Yo podría haber muerto y él quiso que viviera. Cuando hasta Dios no es nada, y nada, pero nada te quiere, de algún modo tú vives.
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Robin Myers
El retorno Ésta es la calle donde naciste. Ésta es la llave que se te cayó en la nieve, y éste es el abrigo que te pusiste para ir a buscarla. Éste es el cielo visto desde la ventanilla del avión, la mañana que te fuiste del país. Éste es el lugar del que pensabas que jamás te irías. Éste es el sándwich que comiste en la escalinata de una iglesia, las migas que les diste a las palomas. Ésta es la funda de la almohada que todavía tiene pelos tuyos. Esto es el verano. Éste es el continente que cruzaste, la carta que pusiste a lavar con la ropa por error, el cuchillo con el que te cortaste picando una cebolla. Ésta es la maravilla de poder reconocer a un amigo por su tos en el cuarto de al lado. Esto, aunque estás durmiendo, es un ratón debajo de las tablas de madera del piso, ésta es la luz que las recubre, y éstas son las sombras que salpican la columna vertebral de alguien que está acostado boca abajo. Esto es casi lo que querías decir. Esto es alguien que toca una pieza de Brahms en el piso de abajo, el vaso de agua que tiembla sobre el piano, el agua derramada. Esto es enojo, ésta es una clase de manejo, un año de tu vida; la parada del camión, la sábana, la ola de calor; éstos son los fuegos artificiales que mirabas a lo lejos, que en silencio brotaban como flores en los montes oscuros. Ésta es la forma en que miras a la gente en el tren para luego extrañarla. Ésta es la fe, como un nudo en la soga que estás trepando, y éstos son tus dedos, ardidos y despellejados alrededor de ella. Esto no es una excusa. Esto es el mar, adentro de un caracol. Esto es el mar. Esto es, según parece, a lo que hemos llegado. Ésta eres tú, si vuelves tras tus pasos. Ésta eres tú, si no regresas nunca.
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Poetas de
Asia
Fernando de Szyszlo. Serie Sol Negro, 1992.
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Ataol Behramoglu Turquía | 1942
Ataol Behramoglu es poeta, ensayista, dramaturgo, crítico literario, profesor universitario, traductor y activista cultural y político.
Pertenece al comité coordinador del Movimiento Poético Mundial y es co-organizador del Festival Internacional de Poesía de Esmirna. Ganó el Premio Lotus de Literatura en 1982 y El Gran Premio de Poesía 2003, del PEN Internacional de Turquía. Ha publicado los libros de poemas: Ni lluvia… Ni poemas; Estado de sitio; La épica de Moustapha Suphi; Cuartetos; Los bebés no tienen naciones; Tú eres mi amada; El amor es cosa de dos; Gazal de un nuevo amor; y, He aprendido algunas cosas. En sus palabras: “Independientemente de las circunstancias sociales y políticas, la poesía siempre será necesaria. La poesía, como manera de una persona retar el universo y el destino, siempre mantendrá su papel como compañera de destino para los seres humanos”. 277
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The One Who Fell on the Ground They told him Come on, to the war Nothing else Did they tell him They took him from his village With celebrations Three kids left behind A spouse and a mother They handed a gun To his hand And confronted The enemy armies He was shot and fell In the first combat With a pit in his chest And three holes in his forehead You, the one who fell on the ground For these lands Did you have one hand span of land When you lived?
El que cayó sobre la tierra Le dijeron Vamos, a la guerra. Nada más Le dijeron Se lo llevaron de su aldea Con celebraciones Quedaron tres niños Una esposa y una madre 278
Ataol Behramoglu
Le pusieron una pistola En la mano y enfrentó Los ejércitos enemigos Le dispararon y cayó En el primer combate Con un hoyo en su pecho Y tres agujeros en su frente Tú, el que cayó sobre la tierra Por estas tierras ¿Tuviste un puñado de tierra Cuando viviste?
Secretamente mi amor Los sueños, todavía, esperan la noche para aparecer en secreto tú, en mi corazón, en el lugar secreto dentro de mí, Secretamente mi amor Nadie conoce mi tristeza Y cargo esta sensación como mi muerte en la parte más secreta, tranquila y apartada de mi vida Hay un lugar donde mi amor, secretamente, duerme En secreto mi amor, amargo como la vida misma Mientras el deseo quema mi alma Yo anhelo en esta profunda vida que desaparece Secretamente, mi amor
* Cuando pienso en ti Los portones del patio de la infancia se abren muy dentro de mí Todos los niños del mundo entran 279
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Cuando pienso en ti Algo así como la primavera se produce Una alegría indescriptible lo cubre todo La pluma en mi mano Se convierte en pájaro Que canta en mis dedos Mi escritorio nada en un mar de sol Cuando pienso en ti Las palabras que sufren soledad se toman los brazos entre sí de repente, Cuando pienso en ti Me convierto en una nube Que no sabe nada, sólo volar
Yo te había sostenido Yo te había sostenido... el verano se desvanecía El verano se desvanecía, y nosotros nos desvanecíamos Habíamos sostenido el verano de su mano Vendrás pronto, nos miraremos el uno al otro Nos miraremos el uno al otro, mientras ambos existimos o no, Mientras ambos existimos o no, nos besaremos el uno al otro Entre nosotros, la distancia de las palabras nunca se dijo Entre nosotros, la distancia de las cosas nunca se vivió La sensación de las estrechas separaciones sobre nuestra piel La vida se desvanecía, y nosotros nos desvanecíamos, Cerca de una triste orilla del mar El otoño se extendía como una enfermedad Con su luz madurada, el otoño Y nosotros, confrontados con las separaciones que trataban de unirse Envueltos en sensaciones de invierno El clamor de nuestro hijo llega desde afuera
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Hanan Awwad Palestina | 1951
Hanan Awwad es poeta, narradora, académica, ensayista, profesora y activista política en defensa del pueblo palestino.
Es miembro de la Comisión de Paz para el Medio Oriente, presidente del Pen en Palestina y miembro del Consejo Nacional Palestino. Fundó la Asociación de Escritores Palestinos, la Asociación de Periodistas Palestinos y La Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad. Ha publicado, entre otros libros: Escribo con mi sangre; El retorno prometido; He elegido el peligro; Desde atrás de la alambrada; Memoria del asedio; y, En el comienzo TÚ, Palestina. Obtuvo, entre otros reconocimientos, el Premio de la Academia de Artes y Ciencias de China; el Premio de Poesía de Italia; el Premio de Literatura de la República de Mali; y, el Premio Yasser Arafat. 281
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It’s Time for the Knight to Triumph In the shade of the olives In the lemon leaves In the eyes of birds I look for you On the summit of the red volcano In the land painted with thyme, O greatest joy of mine, O greatest joy, O home of sorrows, erupt! O home of sorrows, erupt! Shall we worship other gods In the shade of your ashes And hang on the gallows Of your branches? Can we forget That we belong to the pregnant earth? Can we forget that we come from a bigger root? O home of sorrows, erupt! O home of sorrows, erupt! Givara’s approaching. The revolution kindles its insurrection. It’s ignited by the tawny face, Givara kisses its forehead And perceives unconquerable lions. Gaza, O my mother, O Gaza, The flame of longing grows bright, Grandfather’s tent holds a song Made up of the dreams of poverty, Played by grains of light And the sickle. This is my mother, she bears a secret Drawing me toward the yellow sands 282
Hanan Awwad
To love, fragrant in my homeland In a hut on a green mountainside. April! Proclaim that my blood exudes the fragrance Of the land of my ancestors.
Es tiempo de que el caballero triunfe En la sombra de los olivares, En las hojas del limonero En los ojos de los pájaros Yo te busco En el encuentro del volcán rojo En la tierra plantada de tomillo Oh, mi mayor regocijo, Oh, mi mayor regocijo, ¡Oh, tierra de pesares, erupciona! ¡Oh, tierra de pesares, erupciona! ¿Habremos de adorar a otros dioses En la sombra de tus ascuas Y colgar de los patíbulos De tus ramas? ¿Podremos olvidar Que pertenecemos a la tierra preñada? ¿Podremos olvidar Que procedemos de una raíz mayor? ¡Oh, tierra de pesares, erupciona! ¡Oh, tierra de pesares, erupciona! Givara* se aproxima La revolución se inflama con su insurrección Es encendida por su rostro moreno Givara besa su frente Y percibe leones inconquistables. 283
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Gaza, oh mi madre, oh Gaza La llama de la nostalgia se hace radiante La tienda del abuelo guarda una canción Hecha de sueños de miseria Tocada por granos de luz Y la hoz. Esta es mi madre, ella porta el secreto Llevándome hacia la arena amarilla Hacia el amor, fragante en mi tierra natal, En una choza En la verde ladera de montaña. ¡Abril! Proclama que mi sangre exuda la fragancia De la tierra de mis ancestros.
La melodía del calor del mediodía La melodía calcinaba, El alma inflamada, Las heridas se montaban sobre el alma herida Encima de la flor de la ramita, El primer experimento. La rama se rompió al abrirse, El arbusto se pegó a los restos de sus componentes, La fisura escindida creció Colgaba una rama de tez endurecida, Un arbusto, tratando de abrazar lo que yo podría salvar suavemente. El recuerdo supuraba desde tus ojos, Encaramado sobre la joroba de la memoria sentimental, El lugar estaba desierto, O, tú, el Invisible, el Tangible. Tu presencia reúne el calor del universo, Sobre aquella llanura sumida en el silencio del momento Te he extrañado a ti, he extrañado Esa melodía apasionada cuyo ritmo se torna discordante Porque aquel lugar carecía de tu presencia. 284
Hanan Awwad
Te veo ir y venir Como las ruedas puntudas del destino. Tus miradas vacilantes intimidan y perturban, La generosidad de tu espíritu alzándose nutre al mío, Juega de acuerdo al ritmo de la primera nota. ¿Robarás, o sancionarás la primera palabra secreta? ¿O, le brindarás respeto al fruto del olivo, O, tendrás cautela ante la alucinación, O estarás mudo del susto por diez días, diez años, O, nos abandonarás Pasando frío, permaneciendo en esquinas desalmadas? El grito del destino explota Sobre cercanas y distantes regiones Más altas que la lluvia, más veloces que el tornado, Más delgadas que el esqueleto del país. La patria entera explota, Todas las revoluciones, Las protuberancias enteras de la tierra explotan. La melodía usurpada se remonta, Tu ritmo me obsesiona en plácido tono lila, En el silencio de la noche La recurrencia del sueño nublado Cubre la caravana de papel que vuela.
Abrazo de amor TÚ reclinas tu cabeza sobre los corazones de los amantes Abrazándolos, Mientras te acuestas Bajo el retoño del anhelo Dormitando bajo los susurros del sol, Tus pestañas aletean con anhelo, Besos parten sobre la brisa, Lavas tu rostro cansado. Tus pestañas aletean con anhelo, Besos parten sobre la brisa, Lavas tu rostro cansado. 285
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Desde tesoros de calor El amor se cumple. Sostén las flores de primavera Cargadas con dignidad ceremonial, Esparciendo su perfume sobre sueños dispersos. Recuéstate con amor, Cuando el amor se aproxime Inundará, Cuando los ojos de Jerusalén se encuentren con los tuyos La victoria será tuya. Oh tú, héroe de héroes, ¿Ha regresado el tiempo A ser cumplido Por la luz de tu luna llena? Una luz a ti reservada, Y en los ríos Tu luz se realza, Desde tu luz Los anhelos se propagan. Reclinas tu cabeza sobre los corazones de los amantes, con tus pestañas cubres los sueños en mis ojos mientras las lágrimas fluyen desde mi corazón, Abrazan la fragancia de la gloria, Como melodías y renacimientos Luego el dolor cesará. Hoy es tu día Mi felicidad es inminente, Desde los colores de tu compasión El verde toca la rojez de las mejillas Y la negrura de tus pupilas La blanca la pureza de tus ojos, Amanecer palpitante dibujado por el destino, Como tu rostro ilumina Cuando la revelación Del día te reconoce Días para ti Orgullosos de ti.
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Nouri Al-Jarrah Siria | 1956
Nouri Al-Jarrah es poeta, periodista y editor.
Fundador de varias revistas literarias en Beirut, Chipre, Londres y los Emiratos Árabes Unidos. Co-fundador de la reciente Asociación Alternativa de Escritores Sirios. Con su primer libro de versos, publicado a comienzos de los años 80, se convirtió en parte de la nueva ola de la poesía en prosa, en la que ha sido una figura importante junto con Abbas Beydoun, Bassam Hajjar y Salim Barakat. Por todos los cambios por los que ha pasado su poesía, sobre todo en los cambios de ubicación, ha permanecido constante la perspectiva niña de una mirada directa, removiendo apariencias, dando un acceso muy personal a las preguntas de la poesía, el mundo, el amor y el tiempo. Ha publicado los libros de poemas: El Niño, 1982; Niñez de una muerte, 1992; Un cristal oscuro, 1993; Jardines de Hamlet, 2003 y Obras Completas, 2 Volúmenes, 2008. 287
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On Reflection To a Greek poet The invaders you wait for outside the poem are behind you in the city: the miller pilfering weights of grain, the one who stole the wheel from the temple, the merchant with his stack of deeds, the judge with greasy hands, the rabid lawyer, the officer of polished medals, the soldier with a shadow on his lip thin and naked in a stranger’s bed, the informer, the lowest, who submits reports in the ink of the flag. You wait for them in the upper city, with your anthems, with lofty expectations, with foam in the mouths of spokesmen, with scales of beguiling balance, with banners of the battle, invaders are behind you in the bazaar, in the castle. Al-Hamidiya, how will you speak to the crescent of Ramadan this year? The invaders, mothers wait for them in the fields with jugs of milk and fathers carry plates of food and grandmothers bring embroidery. The invaders, who stir the thoughts of women and turn water to a burning trickle, pass through your waking hours and pass through your sleep. Thus imagination triumphs over the city, clouds of smoke over the mountains, the sleepers in the honey of ideas triumph over those who punch the salt 288
Nouri Al-Jarrah
and over transients in the blood of night; how the sleeping soldier triumphs over he who sits awake, how the coward who runs triumphs over the stalwart who stays to hold the wall. The vehement orator, the flexible politician, the scandalous consul, all sing together to the belly dancer tonight, Long live the homeland! Long live the homeland! No one asks for photos of the victims, nor the names of the wounded and the missing. They throw the dead and injured on carriages and dump on them piles of laurels and barley bags. The invaders you wait for inside the poem, in the shadow, are with you in the marrow of the city.
Sobre la reflexión A un poeta griego Los invasores, que esperas fuera del poema, están detrás de ti, en la ciudad: el molinero hurtando cargas de grano, el que robó la rueda del templo, el comerciante con su resma de escrituras, el juez de manos grasientas, el abogado rabioso, el oficial de pulidas medallas, el soldado con una sombra en su labio delgado y desnudo en la cama de una extraña, el informante, el más vil, el que presenta informes en la tinta de la bandera. Los esperas en la ciudad alta, 289
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con tus himnos, con elevadas expectativas, con espuma en la boca de los portavoces, con balanzas de equilibrio seductor, con banderas de batalla, los invasores están detrás de ti en el bazar, en el castillo. Al-Hamidiya, ¿cómo hablarás a la medialuna del Ramadán este año? Los invasores, madres los esperan en campos con jarras de leche y padres llevan platos de comida y abuelas traen bordados. Los invasores, que despiertan los pensamientos de las mujeres y tornan el agua un ardiente goteo, atraviesan tus horas de vigilia y tu sueño. Así triunfa la imaginación sobre la ciudad, las nubes de humo sobre las montañas, los durmientes en la miel de las ideas triunfan sobre aquellos que golpean la sal y sobre vagabundos en la sangre de la noche, Cómo triunfa el soldado durmiente sobre el que se desvela, Cómo el cobarde que corre triunfa sobre el que no se rinde y se queda a sostener el muro. El orador vehemente, el político flexible, el cónsul escandaloso, todos cantan juntos a la danza del vientre esta noche, ¡Viva la patria! ¡Viva la patria! Nadie pide fotos de las víctimas, ni los nombres de los heridos y los desaparecidos. Lanzan muertos y heridos sobre carruajes Volcando sobre ellos ramilletes de laurel y bolsas de cebada. Los invasores, que esperas dentro del poema, en la sombra, están contigo en la médula de la ciudad. 290
Nouri Al-Jarrah
Una fiesta tardía No había notado que estaban muertos -los celebrantes tocando vasos vacíos con el pulgarhasta que ella se precipitó por la charla de ellos con un goteo de vino en su blusa azucarada. ¿Está ahora sin sostén en el fregadero, frotando la mancha con toallas de papel? Y esta noche, cuando ella ría y se desnude ¿Con quién yacerá mientras nosotros, pálidos empleados de nómina, estemos sin sangre, a la deriva en nuestras habitaciones?
Damasco En esta pequeña bolsa que roza mi hombro, Cargo una pregunta más grande que el Monte Qasioun. La entrada a Damasco yace cerrada y bajo control; fuera de alcance, la ciudad ha ocultado su corazón. Niños que se suicidaron dejaron ovillos de lana; Ato mi puerta, tejo delantales para los muertos, espero.
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Ke Yang República Popular China | 1957
Ke Yang es poeta, ensayista y editor.
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Destacado representante del movimiento “escritura popular” en su país y testigo de muchos momentos vitales de la poesía china en los últimos treinta años. Desde 1985, ha publicado once libros de poemas, así como tres libros de ensayos. Sus obras han sido incluidas en más de 300 antologías de poesía. Ha sido invitado a participar en conferencias internacionales de poesía e intercambios literarios en Alemania, Japón, Australia, Finlandia, Noruega, Filipinas, Indonesia, etc. Ha ganado numerosos premios de literatura en la China continental y Taiwán, incluyendo el octavo Premio de Literatura de Lu Xun para la provincia de Guangdong y el Premio de Poesía Contemporánea de China. Ke Yang es vicepresidente de la Asociación de Escritores Guangdong y Presidente de la revista Obras Literarias.
Ke Yang
Letters 1.
“your voice comes, separated by distant time and space” the left hand pressing the paper, with a heart-piercing force facing, in an instant, many a thing that can’t be recalled such as the tone, the intonation, pauses organic and inorganic even your heart murmurings, strong and weak “the incurable smells, and the body odours” the instant pain, the man writing characters hidden in the squares whose wind may be leaked by the characters if not careful enough putting the hand over the characters you had written the heaven-and-earth sweeping feeling, nearly striking one down the characters so energetic, with enough force to wound and kill “the hand over them could gain energy” so much so that i seemed to be hovering over a face or something else the most enticing part of it was to smell it, and you could taste the sun “the change in the skin of an easterner has a moving charm” the damned mosquitoes bit the arch of my foot “isn’t that as unbearable as licking someone’s soul?” by accident i swallowed a chrysanthemum so softly smooth and slippery that one “sinks” thought and “thought” sinks thoughts that emerged on and off, like drinking muddy water thirsty, then quenched, feeling so happy but the throat got stuck with mud thirsty again and quenched again, life jammed between the head and the body in the instant when hell was entered into, despair surging like first love no one could really bear the “strike” with happiness “it would be a luxury to die in happiness”
Cartas 1.
“Llega tu voz, separada por tiempo distante y espacio” la mano izquierda presiona el papel, con una fuerza que punza el corazón, afrontando, en un instante, muchas cosas que no pueden ser recordadas 293
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tales como el tono, la entonación, pausas orgánicas e inorgánicas incluso los murmullos de tu corazón, fuertes y débiles “los olores incurables, y los olores corporales” el dolor inmediato, el hombre escribiendo caracteres ocultos en cuadros cuyo viento puede fugarse por los caracteres, si no hay suficiente cuidado poniendo la mano sobre los caracteres que has escrito una sensación que barre con cielo y Tierra, casi derribándolo a uno, los caracteres tan vigorosos, con suficiente fuerza para herir y matar “La mano sobre ellos podría energizarse” tanto es así que me pareció flotar sobre un rostro u otra cosa lo más atractivo era olerla, podías saborear el sol “el cambio en la piel de un oriental tiene un conmovedor encanto” los malditos zancudos mordieron el arco de mi pie “¿No es eso tan insoportable como lamerle el alma a alguien?” por accidente me tragué un crisantemo tan suavemente liso y resbaladizo que uno “sumerge” el pensamiento y el “pensamiento” se sumerge pensamientos que surgían y se apagaban, como beber agua turbia sediento, luego saciado, sintiéndose muy feliz pero la garganta atorada de barro sediento de nuevo saciado otra vez, vida atascada entre la cabeza y el cuerpo en el instante en que se entró al infierno, desesperanza creciente como el primer amor nadie podía soportar el “golpe” de la felicidad “Sería un lujo morir de felicidad”
2.
el sur es un nido vacío y yo soy un pájaro solitario bajo el alero, indiferente, frío, con una personalidad múltiple, mis alas empleadas para abrazar, no para volar; hay viento afuera, lluvias ocasionales buhoneros, vendedores ambulantes coqueteando entre sí; mujeres en plena flor en su morada de caracol, al retorno del esposo de la pequeña y bella mujer, el propietario de la casa ha cambiado 294
Ke Yang
nietzsche ha muerto; huélelo; ¡huele horrible! gauguin dijo que quería establecer el derecho a hacer lo que quisiera divide una pluma para mí, ya que a nadie le importa cuando me vuelvo vulgar ¿leer? ¿escribir? pasar días fragmentariamente como gallinas y perros como barro en el fondo del lago, sintiéndome morir centímetro a centímetro “Pero en semejante noche ¿puedes permanecer solo sin escribir caracteres?” mucha gente no es tan buena como un pájaro, la gente, realmente no conoce variedades de pájaros “¡No me escuchen hablando basura! Parezco tan voluble” -¿malhumorado de qué? y por ninguna razón en absoluto
3.
No obstante, al leer tu primera carta lo que dijiste le enseñó a mi alma a volar sin evidencia de tus caracteres el demonio sólo sabe quién eres, el demonio sólo sabe lo que hago no te conozco, pero me familiarizo contigo aunque no esté en condiciones de probar tu existencia Sospecho que los caracteres que escribiste posiblemente se originaron antes de la edad media el asalto de la memoria contiene una sensación de mareo en lo más débil de uno es fácil volver a la infancia levantar una corta cortina de agua, en un pequeño espacio uno dos tres cuatro cinco seis siete .... un golpe, otro golpe, babeando, siendo serios tiempo girando al revés, como crisálida de gusano de seda metamorfoseándose, tienes dos gruesas y largas trenzas, mirando a la gente de forma extraña y yo era tu vecino, “te llamaré gran hermano” Siempre pensaste que sólo tú podrías llamarme así grillos alrededor de la cintura cantaban un verano incluyendo glicinas, que se ensortijan y se ensortijan y se ensortijan me hiciste sentir puro, inocente 295
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aunque no pueda volver allí de nuevo la tristeza desciende mezclada con deseos innombrables, fumar un cigarro e imaginar, de nuevo, una mujer con todos los colores, fragancias y sabores que ante la tumba de Su Xxiaoxiao, fue también la famosa cortesana de algún lugar hace cientos o miles de años y, encontrando la pasión, acompañó a su señor a la conquista del mundo avergonzando a una bella dama, sosteniendo el ribete de su falda, dejando atras la versión de una corriente de viento para mí tales personas siguen misteriosas y seguras excepto que tienen una fuerza inexplicable para herir y matar ah, quizá ninguna versión de la ficción funciona pero sería más insoportable para un hombre parar de imaginar, que para una mujer dejar de mirarse al espejo
4.
tal vez mi cuerpo fue atado por tu letra, justo desde el principio, lo que es flexible y resistente no es el lenguaje, sino la atadura en sí misma no sé quién escucha las palabras del santo, quien habla indeciblemente en los llamados de los pájaros al amanecer, escucho palpitaciones a través de una flor en ciernes veo parte de ti eres físicamente real en mi sueño, pero nada cuando me despierto ya no me conmueven la melodía musical ni el ritmo de la poesía me conmueve sólo “el significante”, mi mano humedecida por tus labios ardiendo, ascendiendo, caen nubes coloridas, “raptadas” por ángeles, por un verano completo he volado brillantez en tu belleza brillante excepto que nunca estoy seguro si esto es un incidente experimentado o un espejismo deseado
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Shen Wei República Popular China | 1965
Shen Wei es poeta, narrador, ensayista, dramaturgo y profesor universitario.
Es uno de los representativos poetas chinos de la generación del 60. Pertenece a la Asociación China de Escritores, editor en jefe de Occidente, revista literaria de Xinjiang. Su obra incluye los libros de poemas: Estadía instantánea; Abismo en un lugar alto; Mi polvo; Mis caminos fáciles; Poemas de Xinjiang; y Shanshan, Poemas de Shen Wei; y Poema cantante y bailarín. Editó igualmente los libros de ensayo: Diccionario de Xinjiang (Premio traducción literaria otorgado por la revista estadounidense Ninth Letter); Leyenda de Plantas; Kashigar; Erato de mediodía y Así sucesivamente. Obtuvo, entre otros reconocimientos, el Premio Lu Xun Literatura, el Premio de Literatura Octubre, el Premio de Poesía Lian Liu, el Premio de Poesía Rougang, el Premio de Poesía Anual y el Premio de Arte de Tianshan. 297
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Dialogue -Where are you from? “I’m not a southerner, nor am I from the northwest. For the time being I’m from Urumqi.” -What’s your sorrow? “I bear no sorrow of my own, nor do I bear history’s anguish. Only that of a forsaken city.” -What do you want to say? “A wall with form is not scary at all, You can push it, smack into it, tear it down and blow it up. Formless walls, though, grow ever higher…” -On which side do you stand? “I do not stand on this side, Nor do I stand on that side. I only stand on the side of the dead.”
Pasando una tarde a orillas del río kaidu con una hormiga Sobre la orilla del Río Kaidu, pasé la tarde con una hormiga. Esta hormiga pequeñita tenía una barriga perfectamente redondeada. Apurada, se montó una carga de comida en su camino a casa. Tenía un color saludable, patas delgadas y vivaces; en nada diferente a hormigas de otras partes. 298
Shen Wei
Pero, quién está ahí para reparar en el esfuerzo de una hormiga. Cuando está viva, no agrega nada a la felicidad del hombre. Cuando muere, no se da ni el más simple funeral que pueda interferir en el progreso del cosmos. Me incliné y conversé con la hormiga Y escuché con mucho cuidado su idea sobre el mundo Así pasé una tarde en la orilla del río Kaidu con una hormiga El sol distribuyendo indistintamente su luz sobre cada ser viviente.
Cayendo
Alguien cansado del mundo, desde la azotea de un noveno piso decide saltar— Noveno piso: un viejo, asediado por un dolor de muela, se mantiene en suspenso entre la vida y la muerte. Octavo piso: Envueltos en humo, un grupo de gente juega majong en una oscuridad disoluta. Séptimo piso: una pareja hace el amor sin parar al son de un rock and roll. Sexto piso: un hombre calvo y nuevo rico regaña a una criada recién llegada del campo. Quinto piso: una mujer se pinta los labios, y de repente, una misteriosa sonrisa. Cuarto piso: flotan aromas de la cocina, el buen vino está listo y llegan los invitados. Tercer piso: el dueño salió, un felino hambriento maúlla incontrolablemente. Segundo piso: canción de niños, un bebé de un mes duerme. Primer piso: en su estudio, un poeta enredado en sus pensamientos considera a “la vida”… Alguien, cansado del mundo, en el momento de llegar al suelo no es visto, ni cambia el mundo. 299
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Sobre la superficie fangosa, como cuando prende una flor fresca espanta una nube de polvo, y a unas cuantas palomas rebuscando qué comer.
Diálogo -¿De dónde vienes? “No soy un sureño ni vengo del noroeste. Por los momentos, soy de Urumqui.” -¿Cuál es tu tristeza? “No albergo tristezas propias, ni cargo la angustia de la historia. Sólo aquella de una ciudad abandonada.” -¿Qué quieres decir? “Una muralla con forma no asusta en lo absoluto, puedes empujarla, estrellarte contra ella, tumbarla y reventarla. Muros sin forma crecen mucho más alto…” -¿De qué lado te paras? “No me paro en este lado, Ni me paro en aquél. Me paro solamente del lado de los muertos”.
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Dinah Roma Filipinas | 1968
Dinah Roma es poeta y profesora de literatura y escritura creativa.
Autora de los libros de poesía: Un festejo de los orígenes (que obtuvo el Premio Nacional al Libro Filipino de Poesía en inglés y otros dos importantes premios); Geografías de la luz; (Premio Carlos Palanca de Poesía) y, su más reciente libro, Nombrar las ruinas. Mientras su primer libro celebra sus inicios en el arte poético, el segundo persigue andanzas más audaces que fusionan sus motivos favoritos de viajes y epifanías. Se inspira en las ricas tradiciones de Asia para trazar el transcurso del viajero a través de paisajes y territorios, pueblos y culturas, el tiempo y la memoria. Su tercer volumen inicia sobre una nueva huella al reflexionar sobre el aspecto de las ruinas: sus paisajes internos y externos-en nuestro día a día. En ella reflexiona sobre la destrucción del cambio climático en su país, frecuentemente devastado. 301
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An Origin of Words I caught the last word—tulang as it faded into the screech of train brakes. You pulled up your sleeve to show the jutting elbow, the easy joint that allows you to bend and reach. “It also means uncle, the sage who links us to the realm of gods.” What for you is man, in my village is bone. What binds tongue to place? How did islands cradled between words erode into tracts of land embedding syllables in an alternate of sea and sky? The stark geography of knowing everything was once connected, adrift though we are now in our search for destinations. Man, bone, and gods—slivers of trinity stringing our myth of creation. Yet how could we not know in each other is a true language?
Dalam hati, yes, --within the heart. Though for us, dalamhati is sorrow spoken in the briefness of a word bearable after the heart hinged on an oath. In the saying and the act, a caution manyumpa, never to be broken. It will be years before we sense how tone hides intent and suffixes burden the moment of utterance. Together, we shift in earth’s slow axis, its steady turning, jolting and pulling ridges apart into the ocean, the origin of depth the fluid freight of words known as laut— whose wisdom weans water from shoreline before its tremors down everything back in silence. 302
Dinah Roma
El origen de las palabras Percibí la última palabra–tulang cuando se diluía entre el chirrido de los frenos del tren. Tú te subiste la manga para mostrar el codo sobresaliente, la coyuntura fácil que te permite doblar y alcanzar. “También quiere decir tío, el sabio que nos conecta al reino de los dioses”. Lo que para ti es hombre, es en mi aldea hueso. ¿Qué es lo que ata la lengua a un lugar? ¿Cómo las islas acunadas entre palabras se erosionaron en comarcas engarzando sílabas en alternancia de mar y cielo? La adusta geografía de conocerlo todo estuvo una vez conectada, a la deriva aunque ahora estemos en nuestra búsqueda de destinaciones. Hombre, hueso, y dioses–hilachas de trinidad enhebrando nuestro mito creacional. Sin embargo, ¿cómo pudimos ignorar que en cada uno hay un lenguaje verdadero?
Dalam hati, sí, --dentro del corazón. Aunque para nosotros, dalamhati es sufrimiento dicho en la brevedad de una palabra soportable cuando el corazón es vinculado a un voto. En el dicho y el acto, una advertencia manyumpa, que nunca ha de romperse. Pasarán años antes de que percibamos cómo el tono oculta la intención y los sufijos abruman el momento de enunciar. Juntos, giramos en el lento eje de la tierra, su constante dar vueltas, sacudiendo y separando cordilleras hacia el océano, el origen de la profundidad la fluida carga de esas palabras conocidas como laut– cuya sapiencia desteta al agua de la orilla antes de que sus temblores lo derriben todo de regreso al silencio. 303
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Lo agonal Como en un manual, morir procede en fría lógica. Cuando dispara su aguda manera, el cuerpo simplemente se deshilacha hacia algún fin mientras la muerte opta por dónde comenzar: el corazón, cerebro, los pulmones, cada uno presagiado por una sinfonía de causa. Las partes fallan, en agonía, cesan a favor de un descargo de ligereza. Desde el dolor más punzante, liberarse es preciso. La gravedad ralentiza la sangre para un retorno a los elementos– los que se debilitan exhalan por la vida, las austeras palabras. El aliento, que en su retirada, aflige la carne en su pasaje hacia la flora del sueño. Nada es arbitrario. La muerte tiene sus propias prioridades. Así entiendan cómo Martha, en su pena, reta a Jesús respecto a la muerte de su hermano– Si hubieras estado aquí, él no habría muerto. La bondad desafía la pérdida pactada. Creed, y ella de mortal alcance fracasa entre el misterio mayor que es de la carne. Pues ¿quién era él para preservar al mendigo agonizante de morir? Por tres días, el alma de Lázaro se suspendió, al cuarto el hedor de la plaga comenzó. Pues la muerte es cierta y llorar es su sonido. He ahí que cuando él recoge la brillante vara rompiendo la olorosa oscuridad, y se alza y arrastra hasta la boca de la cueva, los sudarios desplegándose 304
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en un elogio de la luz, en el umbral donde es visto, y vive, siente horror en su maravilla. ¿Desde qué se ha levantado para que otro hombre vuelva a caer? La historia termina en el margen De nuestros restos. En su finito ser y divino, un hombre abandona a otro en sufrimiento. En su finito ser y divino, el hombre se atormenta ante cómo nada desbarata la muerte. Este es el milagro.
El mito de la creación: disculpas a un sobrino No basta que la llame puerca, ladrona, bizca o sanguijuela delante de sus hijos protegidos por la puerta de la cocina, las lenguas arrebatadas por las palabras, humaredas de polvo marital. Los ojos están alertas, galaxias no reclamadas. Él está loco y por razones que sólo él conoce, tiene el derecho de menoscabarla menoscabar su corazón, maldecir todo lo que sabe de ella, ser y carne. Este es el modo en que se vacía de esa rabia verticilada en el olvido que llaman amor. Pero ella sabe cómo darle fin, más tarde. Agotada por sus propias maldiciones, apremia a los niños escaleras arriba para comenzar el verdadero recuento. Entre lágrimas sinceras, les hace 305
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ensayar su dolor, les dirige el latir de los corazones para atraer perdidos senderos nublados por un mundo de nombres. Ahora con las ropas compuestas, el cabello peinado con precisión, las mejillas sonrojadas para el perdón, vuelve abajo para una tarea aún por hacer. Ante él, hace desfilar los niños, rostros tallados en piedras caídas– una conquista a cambio del tormento percibido. Inclinado, él abraza su propia rendición. Aliviados, son humanos de nuevo. El acto empieza y concluye, como siempre. Mientras, los niños aprenden cómo empezó el universo: la inocencia astillada en la grave colisión de miedos.
Maya, reavivada Escalando distancia hasta el calor, Tomaste esta mano como la niebla nocturna sobre mi cabello. Más temprano en el día, La habría considerado Ilusión. El suelo donde te paraste, espacio iluminado hasta el vacío corazón anunciando otra sombría brillantez. En otro lugar ahora, ella espera cada día dulce incandescencia. 306
Galsansukh Baatar Mongolia | 1972
Galsansukh Baatar es poeta y profesor de Literatura.
Ha sido reconocido como uno de los poetas más destacados e innovadores en la generación de nuevos creadores en su país. Se graduó en el Instituto Máximo Gorki de Literatura en Moscú. En 2006 obtuvo la especialización académica en el Instituto de Literatura “Corea” en Seúl. Ha publicado, entre otros libros, su antología poética: Consejo a Dios. Al decir de su traductor al inglés, DELGEMAA Ganbat “La poesía de Galsansukh Baatar es de su Mongolia natal, pero “foránea” ya que viola totalmente el vocabulario tradicional, la gramática y las características de la poesía y literatura de Mongolia desde el inicio de la carrera del poeta, en su adolescencia a finales de los años 80”.
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Magical Poems Like the air kiss like the wet dream As I think it’s necessary when I have nothing to do And cause useless things, harmless mistakes like an interjection From my deeds I’ve done and are left in my mind Like photography, and still are reminded in my soul Even when I read aloud fairy tales for my son Or when I watch a bay duck swimming in a pergola Or a fine lake while shielding my eyes with my hand It makes me sigh and suffer my mind and soul Like the person who’s flown slipping on the rock With covered with green wormwood or the one Who offers one’s lower garment in front of snake gathering To ask for blessing, my soul gets twisted and shaked And my soul gets relaxed sleeping so deeply After being defeated by my sleep like lullaby, My soul is relaxed like Sunday and feels like a baby As it gets clear like a noun or adjective, It welcomes the events like midwife and form acts It concentrates like governors and sees the end in advance And counts/relaxes/whether to break into the tree That we’ll see at first or to go around it And like sitting on a red orange carpet and meditate /I get calmed/ my environment gets enlivened and colored The fine scent is spread/gets landed on my planet/my soul was separated From my body and was being fried thrusted in a rotisserie.
Poemas mágicos Como el beso de aire, como el sueño húmedo Como lo que creo necesario cuando no tengo nada que hacer Y produzco cosas inútiles, errores inofensivos como una exclamación Desde los actos que he cumplido y quedaron en mi mente Como una fotografía, y aún son recordados en mi alma Incluso al leerle en voz alta cuentos de hadas a mi hijo 308
Galsansukh Baatar
O cuando observo un pato de bahía nadando en una pérgola O en un buen lago mientras cubro mis ojos con mis manos. Me hace suspirar y sufren mi mente y mi alma, Como la persona que ha volado deslizándose sobre la roca Con cubierta de ajenjo verde o el Que ofrece la propia prenda interior ante la asamblea de serpientes Para pedir bendición, mi alma se tuerce y sacude Y mi alma se relaja durmiendo tan profundamente Después de ser derrotada por mi sueño como una canción de cuna, Mi alma se relaja como el domingo y se siente como un bebé Mientras se aclara como sustantivo o adjetivo, Da la bienvenida a eventos como una partera y forma actos, Se concentra como gobernadores y ve el final de antemano Y cuenta/se relaja/bien sea para irrumpir en el árbol Que veremos en un primer momento o evadiremos Y como sentarse en una alfombra naranja roja y meditar /Me calmé/mi entorno adquiere vida y color El aroma fino se esparce/posado sobre mi planeta/mi alma separada De mi cuerpo estaba siendo asada, rotando en un asador.
*
Como en las nubes, un muchacho de nalgas de plata y pecho de oro Toca el arpa de boca sumergiéndose en éxtasis y dicha, Mientras yo, de pie y chupando un huevo me observo Pensando ante el espejo “Tú no serás fijado y mejorado” La abeja verde amarilla entrelaza los tallos del Azul brillante, flores rojo tierno de las profundidades marinas Recogen miel como oro puro Ante la lluvia acuosa del horizonte celeste; Irreconocible marca, un signo, una señal, un gesto, La puerta de Valhalla -tierra de almas de guerreros vistos Que murieron como tenedores de plata entre la grieta de la nube. El tiempo Se vuelve tortuga, se torna caballo veloz Luego es golpeado por gotas de lluvia que caen precipitadamente Y se rompe desapareciendo, luego se torna estanque Y entonces se adentra en el nido de hormigas 309
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Y me yergo en la plaza de granito totalmente empapado Donde monumentos de aves, marmotas y antílopes iluminan Parece que yo cruzara el océano saltando los continentes De pie sobre muchos e incontables bichos negros Gotas de agua escurren, salpican de mis alas crepitantes Sobre la plaza de granito como un collar de perlas arrancado sobre la frente Un cuervo negro y brillante aletea cortando el denso aire húmedo Se posa con elegancia sobre mi hombro y grazna gur gur.
*
El sol y la luna cruzan sus caminos como soldados de juguete Y se persiguen mutuamente como dice la fábula aquella Yo persigo al lama, al reverendo y Al monje, el reverendo me persigue /o/ Si se mira claramente, semejan moteles baratos A lo largo del camino preparan platos de khuushuur, buuz, Tsuivan, y ofrecen manta caliente y cama suave De pie junto al camino, luego mientras CIERRO MIS OJOS Y parto del mundo, ciervos de plata vuelan Tajando el otoño de oro, evento indiscutible Del cual el significado revelado produce duda. El principio de las cosas inciertas, oscuras y vagas Se revela, parece ser fácilmente cual tiras cómicas Animadas, divertidas, graciosas, inocentes y De repente comprendo cómo es más fácil escuchar Mientras entrecruzo mis piernas y enciendo Un cigarrillo en lugar de hablar y aprender ¡Qué hermoso es caminar e ir a sentarse En un bosque seductor, observo huellas de lobo Hibernáculos de osos y setas como Paracaidistas borrachos, escucho la risa del arroyo Quiero ir y ver el espejismo semejante a una fuente del Gobi, flotando, Las lágrimas del joven camello que corre hacia su madre gimiendo Después mirar y preguntar sobre la tolerancia en Saxaul; De los animales, bestias y aves y cosas Que tienen cerebro irreflexivo para no saber sus nombres Encuentro calma, reposo mi cerebro y ABRO MIS OJOS. 310
Basir Ahang Afganistán | 1984
Basir Ahang es poeta, periodista y activista en la defensa de los derechos humanos.
Estudió Literatura Persa en la Universidad de Kabul. Vive en Italia como refugiado político. Pertenece al pueblo Hazara, de raíces mongoles y turcas, que constituye la cuarta parte de Afganistán. El pueblo Hazara ha sido fuertemente golpeado por los talibanes y miles de sus habitantes asesinados. En sus poemas documenta y denuncia esos crímenes, a la vez que hace un recorrido por el exilio e invoca la solidaridad mundial por la preservación de su pueblo. Recientemente publicó el libro de poemas: Arroyo de ciervo, 2014. Ha participado en numerosas conferencias sobre refugiados de guerra, los derechos de las mujeres y las minorías, así como la crisis en Afganistán, siendo reconocido por Aljazeera como un experto en el tema de los refugiados.
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This Is My Race They say that humans can be Stones hard and heavy Or flowers fragile and light They say that humans come undone To make something from nothing And bring new joys to life The say that humans freeze themselves To resemble to pain And wound with gun powder might I am at the moment trying out that stoney hardness And with my mind full of smoke I live the feeling of lead Gazing Unable to see the dawn I am human And this is my race
Esta es mi raza Dicen que los humanos pueden ser Piedras duras y pesadas O flores frĂĄgiles y livianas Dicen que los humanos se deshacen Para hacer algo de la nada Y traer nuevas alegrĂas a la vida
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Basir Ahang
Dicen que los humanos se congelan a sí mismos Para parecerse al dolor Y herir con el poderío de la pólvora En el momento pongo a prueba esa dureza pétrea Y con mi mente llena de humo Vivo el sentimiento de plomo Contemplo Incapaz de ver el amanecer Soy humano Y esta es mi raza
Exilio errante Exilio errante Abatido pero valiente Con maleta de cuentos de guerra y congoja Tal vez mi huida de la muerte, La sensación de abandono, Me arrastraron al exilio en esta ciudad extranjera Las suelas de mis zapatos son mi patria entera Ya que en un mundo tan amplio No me ha sido dado un sitio que pueda llamar propio Escribo sobre los muros de la noche “sé un refugio para la humanidad” Como un aliento para silenciar la ciudad Mi única motivación Mis cuentos de cuna sobre las paredes coloridas de la ciudad, Que desvanecen el humo y la decepción
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Mi idioma es desconocido por todos Incluso por mi vecino más cercano ¿Quién ignora mis buenos días con ceño fruncido? Aun así vivo con esperanza Exiliado Y centenares de kilómetros de toda mi existencia y mis recuerdos Atados a un terruño Que sirve de cruce a la sangre y el terror Pero viviré esperanzado todavía Tal vez un día este nudo será deshecho Y cuando la próxima generación en esta ciudad Lea nuestras historias Ya no serán huéspedes sino anfitriones en sus propios hogares Y tal vez mi destino Maldecirá sólo a sus padres Esta es mi historia Soy un exilio errante Y mi patria no es más Que las suelas de mis zapatos
Déjame decírtelo de verdad ¿Cómo explicar Amada mía Dónde comienza Este cuento De tortura eterna? ¿En las larvas que hace tanto Han vaciado mi corazón, En la llama que me incendia, O en tu obstinación?
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Basir Ahang
Déjame decírtelo de verdad Amada Que mi amor Es la abstinencia de un adicto Mis heridas Lívidas de cal pura La historia de esta Tierra Es sólo un cuento de obstinación Una nación burlada por el poder Despreciado por su propio pueblo Déjame decírtelo de verdad Amada mía No hay nadie aquí para nadie Corazones dudan encarcelados Labios se cierran cosidos Mira mi frente Y la cicatriz que se asienta allí Esta es la herida de cuchillas Afiladas en mi tierra Déjame decírtelo de verdad Amada mía Cuando todo está dicho y hecho Los escombros de Kabul Los jardines podados del Norte Las fosas comunes de Yakawlang Y los jirones de un Buda Por ahora demasiado lejos Nunca fueron más Que los deseos de un pueblo sufriente Déjame decírtelo de verdad Amada mía Que de Afshar A Kabul Sólo hay silencio Que los senos De madres y hermanas Permanecen en rodajas Para siempre Sobre los cables de luz de la ciudad 315
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Que desde el fondo de las ruinas Aún se escucha El grito de los niños Arrancados de los regazos Ahora estériles Déjame decírtelo de verdad Amada mía No hay nadie aquí para nadie Los caminos están envenenados Y la pobreza ha negociado Cuerpos por pan Bebés por cobre Tal vez tú entiendas también Amada mía Que en medio de toda esta miseria No hay lugar No lo hay entre los versos Para el abrigo de lana De cualquier viejo Karzai Aquí el mundo está llegando a su fin Y si te fijas bien Amada mía Puedes leer su fin Entre los surcos de mi frente
En honor de Zaher Rezai Zaher Rezai (Mazar-i-Sharif. Afganistán 1991 - Venecia 2008). Joven muchacho que el 10/12/08 perdió su vida bajo un camión en Mestre (Venecia- Italia) tratando de huir de la policía fronteriza en el puerto de Venecia.
Venecia es fría Cansada de turbulencias Y los barcos errantes del Mediterráneo 316
Basir Ahang
Llenas de maniquíes de moda sus calles Calcula con precisión el tiempo que se acaba gota a gota Hasta su último encuentro con la Signora Nera Por estas partes IZRAEL es desconocido El divino temor de la democracia engulle a todos La tristeza pesa sobre el hombre que carga su pequeña mochila Pero su mundo está lleno de dignidad Canta ahora el himno de la noche Un himno esperado Por necesidad leído Por necesidad escrito El mundo incomunicable Con sus días amargos Su cabello marchito Su mente inquieta Y pensamientos melancólicos Un color oscuro encierra mis ojos Suficiente silencio Los árboles torturados de Kabul nunca reverdecerán ¡Levántate mi querido muchacho! San Marco en su grandeza observa a Los jóvenes embajadores que se presentan ante él Una voz bien conocida por todos invita al pueblo a Vía Orlanda Pero es la muerte que habla Gotas de sangre recitan poesía Un niño muerto de hambre, desertor de la guerra Mi corazón elevaría una cometa Y escribiría sobre ella: Jardinero, abre las puertas de tu jardín No soy un ladrón de flores
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Poetas de
Europa
Fernando de Szyszlo. Ceremonia 2.
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Dinos Siotis Grecia | 1944
Dinos Siotis es poeta, narrador, ensayista, periodista y editor.
Forma parte del comité coordinador del Movimiento Poético Mundial. Ha publicado cerca de veinte libros, en griego y en inglés, entre ellos: Y qué; Territorio extranjero; El solsticio de los ángeles; Pelando el poema; y, Crisis. En sus palabras “Lo mundano es parte de lo metafísico y lo metafísico es una extensión de la realidad. Lo surreal se ha vuelto real y viceversa. La poesía no tiene que hacernos sentir tristes o amargos. La poesía nos podría hacer fuertes para enfrentar la mediocridad, debería fortalecer nuestro espíritu y despertarnos a todos y mostrarnos lo que es real y lo que yace en medio de toda la pelusa llamada “vida”. Los verdaderos poetas son profetas y la poesía es la forma más segura de interpretar la vida”. 321
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Epistrophy Stay out of trouble if you want to return, stay away from statistics if you want your future to be spared by fate, in effect you return full circle after wandering the world, in effect you pass through the same door that thousands of people passed through, you kiss lips kissed by many seeking amnesia, if you want people to love you as you are then return when they need you (return when the almond trees blossom), the hands of emptiness point to your land but you have to ignore your thirst for water because you have no alibi, you have no fan to blow on metaphors, you have no desire to step into the beauty of things fractured unless you show some hope for renovation, unless you express the wish to be hit by history Upon your return expect nothing, look for your parents’ house, look for your dog you left behind, wrap your past into your arms
Epístrofe Aléjate de los problemas si quieres regresar, aléjate de las estadísticas si quieres que tu futuro se salve del hado, en efecto regresas en círculo completo tras recorrer el mundo, en efecto atraviesas la misma puerta 322
Dinos Siotis
que miles de personas atravesaron, besas labios besados por muchos que buscaban amnesia, si quieres que las gente te amen tal como eres entonces regresa cuando te necesiten (regresa cuando florecen los almendros), las manos del vacío apuntan hacia tu tierra pero tienes que ignorar tu sed de agua pues no tienes coartada, no tienes abanico para soplar metáforas, no tienes deseo de penetrar en la belleza de las cosas fracturadas a menos que muestres algo de esperanza en la renovación, a menos que expreses el deseo de ser golpeado por la historia A tu regreso no esperes nada, busca la casa de tus padres, busca tu perro que dejaste atrás, envuelve el pasado en tus brazos
Espacio para poetas La recompensa por la paz es tener una vida libre de malos ojos La recompensa de una vida libre de malos ojos es tener ángeles que nos limpien la sala No esperamos que las esponjas limpien nuestros apasionados temperamentos de la pizarra Pero sí reservamos un espacio para los poetas de los suburbios que llegan como aves planeando sobre campos relucientes El tiempo está sepultado en el horizonte y nuestros corazones laten como una lata que cuelga de una mata de higo 323
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Acerca de la nieve El otro día leí un poema escrito hace doce siglos por un poeta chino, era acerca de la nieve que cae suavemente del cielo gris, blancos copos en el silencio denso de un paisaje chino en la provincia de Hunan, y la armonía que se hunde dentro del poeta lo inspiró a escribir un poema acerca de la nieve, y me pregunto si es pura coincidencia o simplemente casualidad o quizás otra cosa que justo ahora haya empezado a nevar suavemente blancos copos en el silencio denso de un paisaje de New England y la armonía que en mí se hunde es tal que me inspira a escribir un poema acerca de la nieve Dejó atrás un largo grito Una nota de sorpresa en mi mente tranquila
Tinos Tinos es mi patria; palabra bisílaba que nada con otras bisílabas en el mar Egeo 324
Dinos Siotis
entre Míkonos y Andros, más al sur Paros y Naxos, enfrente Sira y Dilos es decir, pequeños picos de montaña que se miran frente a frente desde la Aegeida mítica hace ya cuatrocientos milenios
Los refugiados Al final del mar muerto del silencio una multitud semejante a rocas Hay un convoy de salmos saliendo de las rocas que parecen refugiados Los salmos hacen una pausa con cada pulso del desierto Los refugiados se despliegan sobre la geografía del dolor mientras La luz de la luna protege la letanía de las carpas adonde se dirigen Para tener un centenar de sueños, un centenar, y siguen contando.
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Bengt Berg Suecia | 1946
Bengt Berg es poeta, novelista, editor y parlamentario.
Ha publicado alrededor de 35 libros, en su gran mayoría de poesía. Por sus muchas actividades culturales y su copiosa creación literaria ha sido merecedor de una serie de premios, entre ellos, el Premio Anual de la Comuna de Karlstad, el Premio Cultural del Departamento de Värmland, un estipendio de la Academia Sueca y una beca por parte de la Federación de Escritores de Suecia. En su poemario En un rincón del mundo, Bengt Berg insinúa que la poesía se alimenta de las pequeñas cosas; que a partir de ellas se llega a las grandes formulaciones. Su tema es el de la cotidianidad vestida con palabras transparentes acompañadas de sutil humor. Su obra es un acto de creación que en su marcha indaga, cuestiona, propone y al llegar al alma de los seres humanos, la alienta, la reta a soñar, a disfrutar del encanto de la vida.
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Bengt Berg
Northern Icarus
In sandals through the drifting snow with a tango wrapped around my neck Perhaps there are dark days bright nights, a thin sparkling layer of hope? But the crescent moon promises nothing The spruce forest keeps its mouth shut Ecstasy has gone astray: The wolf tracks lead straight into a dream A comforter of stars warms my sight as I relieve myself in the snow Wings of hoarfrost, - 23°C and it is soon midnight The whole world is still there, life has a pair of pedals left Winter’s empire rules it is a long way to Rio de la Plata …
Ícaro nórdico En sandalias a través de nieve corrediza con un tango rondando la garganta Quizás hay días negros, noches luminosas, ¿una reluciente membrana de esperanza?
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Pero la luna menguante nada promete El bosque de abetos calla tranquilo Éxtasis en rastrojos: la huella de lobo conduce adentro del sueño El manto de estrellas calienta la mirada cuando orino en la nieve Las alas de la escarcha, -23°C y pronto será media noche El mundo aún existe, de la vida queda un par de pedales El imperio del invierno manda, queda lejos el Río de la Plata
Ojo por ojo Es mañana invernal con agradable paisaje a lo lejos. Pasan muchas cosas todo el tiempo sobre todo con las horas que deben alcanzar, alcanzan, el tiempo, vez por vez se lleva cada minuto y se va arrastrando como serpiente dorada entre la nieve consiente que no tiene impedimentos Mientras la luna todo el tiempo milagrosamente se da vuelta
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como un punto añadido al orden del día democracia — de acuerdo al tiempo. la manada de lobos al otro lado de la frontera nos recuerda ― a pesar de helicópteros y cámaras de televisión ― una vieja guerra de la época cuando la muerte aún era cierta
Conciencia Mariposa matutina cuya vida se da por supuesto de manera diferente a la mía, es capaz de manejar el aire nada más que lo necesario Lúdica y seriamente muere como si supiera por qué
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Ivo Svetina Eslovenia | 1948
Ivo Svetina es poeta, dramaturgo, traductor y autor de libros para niños.
Director del Museo Teatro Nacional de Eslovenia. Ha publicado más de veinte libros de poemas, entre ellos: Disertaciones; y, Lesbos. Ha obtenido numerosos premios por su teatro y poesía, entre ellos el Premio de la Fundación Prešeren y el Premio Jenko. En su ensayo ¿Por qué insistir con la poesía? Nos dice Ivo Svetina: “En una palabra: no ya más estética sino ética. ¡Ética sin moralizar)! Esta es la tarea que espera a los poetas, que tomarán el significado de los ‘horribles trabajadores’ de Rimbaud, quienes en un esfuerzo por ser visionarios, incesantemente ‘disuelven’ sus sentidos, día y noche, en el sueño y la vigilia. Es solamente con el aniquilamiento de osificadas concepciones, emociones y pensamientos, ideas y prácticas, que la poesía adquiere sentido y es capaz de pronunciar la verdad de los mundos de hoy y mañana.
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Ivo Svetina
What stuff is the happiness of bees made of, who thus distill drop by drop their life into sweetness? Is it made of sunlight or of man’s forgotten dreams? In a single day fleetingness turns into eternity when, in the same morning dew, the flower opens for the last time. And in its hundred eyes, a single element becomes the image of the entire world – of the sky from East to West. The happiness of bees thus lies also in the existence of wasps, whom people happily kill because they have an ability which bees lack: that of filling the air with their poison, enveloping people, and thus being more alone. Only the guardian of the stone, who can attract sunbeams for honey’s workers to travel in, knows where the happiness of beings comes from, for whom an instant is a palace to which they cannot find the way. And in sweetness the crystals of honey are lost.
¿De qué materia está hecha la felicidad de las abejas, que vierten así gota a gota su vida en la dulzura? ¿De la luz del sol o de los olvidados sueños del hombre? En un solo día la fugacidad se convierte en eternidad, cuando, en el mismo rocío de la mañana, se abre la flor por última vez. Y en sus cien ojos, un solo elemento llega a ser la imagen de todo el mundo -del cielo de Este a Oeste. La felicidad de las abejas reside entonces también en la existencia de las avispas, a las que la gente mata con alegría porque tienen una capacidad de la que las abejas carecen: con su veneno llenan el aire, envuelven a la gente, y así se quedan más solas. Sólo el guardián de la piedra, que es capaz de atraer a los rayos del sol para que en ellos viajen las trabajadoras de la miel, sabe de dónde viene la felicidad de los seres para los que el instante es un palacio, del cual no encuentran el camino. Y en la dulzura se pierden los cristales de miel.
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79 Los tiempos pasados, presentes y futuros han madurado –gotas de una lluvia inesperadase han vertido al manantial, por encima del cual sigo al que ya una vez fue yo para compartir las penas y la felicidad. La mano vacía es lecho de río, donde sufren de sed los humillados, los famélicos y todos los salvajes. Y el cielo los alcanza, a los que me he entregado en forma de tres recipientes: uno de piedra, otro de metal, y otro vacío de viento, que aúlla por encima de las cimas blancas donde danzan las águilas, que una vez fui.
Ley 24
El árbol se yergue en la puerta del agua y no deja a nadie acercarse a ella, pues es su barco para llevarlo muerto mundo a través. Porque la ama, a ella que invita a tantos a que se laven, a que rejuvenezcan y se conviertan en sus hijos. Pero si la puerta se abriera, delante crecería un hacha y el árbol sería premiado por su lealtad. Y por todo el mundo, el que se ve y el que sólo parece un sueño, resonaría el canto del metal talando la madera enamorada. Y cuando el barco que lleva a los fieles adoradores a su corazón, estuviese listo, existiría una prueba más de que es la puerta la parte menos segura de la Casa del amor.
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332
Ivo Svetina
¿Son éstos los gritos de un gato agonizando? ¡No!, eso no es la voz de la muerte adueñándose de un dulce gatito. Es un papagayo real, un ave del paraíso de larga cola y blando pecho, el que tanto grita, el que llama y pregona que la jungla se abre bajo los golpes poderosos del machete. Abre su pico de piedra cubierto de madera joven y dilata sus esmeraldinas cuerdas vocales, gélidos ratones muertos, aprieta su garganta púrpura, y nos llegan voces cortantes del Paraguay, a través de kilómetros y kilómetros, y en forma de briznas mortales se filtran en nuestro cuerpo y envenenan el tejido con cuentos de hadas suramericanos; mañanas a través de la lluvia, salpicadas de rocío hirviendo, serpientes borrachas cuelgan de los árboles y en la lejanía oscura y fuertemente fragante se mueve una grey de osos hormigueros, se abren las flores caníbales, plantas carnívoras, rosas furiosas, el manto cardenalicio de un sombrero de medialuna español, el escudo del manantial solar en ebullición, silenciosas selvas ardientes, puertas grandiosas del aire, por las que pasa volando en las alas de los insectos una tropa irisada de jíbaros, indios de cristal que lanzan niños como alimento a las pirañas.
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Para un poema basta un presentimiento, hermoso como una silenciosa tortuga alimentándose, animal luminoso, de sublime blancura que ha crecido en su cuna de dibujos de sangre, en el nido de la luz y del silencio eternos, oculta bajo una mano de oro. En el palacio negro de tu ojo leo el poema. ¿De dónde vienes, suave concha del universo? En tu cuerpo estelar duerme el brillo tenue de la pintura italiana, la milagrosa profundidad de la geometría metálica bordea a la gente, a los ángeles, a los animales y a las tierras. Anuncias los dones de los sabios, el rubor acaricia tu pecho, tu pelo, pavos reales de largas colas sobre el cielo del mediodía. ¿De dónde vienes, concha azul del universo? En los lirios que son barcos en los espejos de las cerezas, largos largos brazos, fragantes con el vino que sale del pecho joven de la Madona. Tus labios queman venenosos, nace la luz, la azulada habitación de la lengua. ¿De dónde vienes, gran concha de Botticelli? 333
Paul de Brancion Francia | 1951
Paul de Brancion es poeta, novelista y traductor.
Realizó estudios de Filosofía y ha sido por mucho tiempo profesor de universitario de filología románica y literatura (Aarhus, Dinamarca, Estrasburgo). Es fundador y director de la revista literaria Sarrazine (desde 1993). Ha sido productor y conductor de radio (programas literarios en Estrasburgo y París). Ha trabajado con compositores contemporáneos, entre ellos Gilles Dodger. Actualmente vive y trabaja en París. Ha publicado, entre otros, los siguientes libros: El castillo de las estrellas, extraña historia de Tycho Brahe, astrónomo y noble; El niño de Cederfeld; Viento contrario; La cama de Alexander; El caminante del olvido; Tiempo de espera; y, Mi mor está muerta.
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Paul de Brancion
21 I am touching a key issue when I say: “Mom is dead.” It is always a shock, like the death of one’s child. It cannot be accepted, it’s inadmissible, completely unthinkable. I cannot realize this, that my Mor is dead, that my child is dead and I still am not alive. I breathe, I may suffer but I am alive. I keep existing, keep existing while my Mor is dead, dead. It is not possible, especially since Mor had not yet become adult. She arrived in the world unknown to herself, grew up in ignorance and died an eternal girl. Thus Mor died like a child. Losing her, I have also lost a child (my mother) and partly lost myself. I need to find myself again. Necessarily. Little Mor is dead, double mourning. Mor, mordancy, mordacious, remord. Without shame. One must live
21 Estoy tocando un punto clave cuando digo: «Mamá está muerta ». Siempre es un choque, como la muerte de un hijo. Ne se puede aceptar, es inadmisible, absolutamente impensable. No puedo darme cuenta de esto, que mi mor está muerta, que mi niño ha muerto y yo, yo sigo sin estar vivo. Respiro, mi corazón late, a lo mejor sufro pero estoy vivo. Sigo existiendo, sigo existiendo mientras que mi Mor está muerta, muerta. No es posible, sobretodo porque Mor todavía no se había vuelto adulta. Llegó al mundo desconocida de ella misma, creció en la ignorancia, y murió eternamente niña. Así Mor murió como un niño. Al perderla, también he perdido un niño (mi madre), y en parte me he perdido. Tengo que reencontrarme. Necesariamente. La pequeña Mor está muerta, luto doble. Mor, muerde, mordedura, remordimiento. Sin vergüenza. Hay que vivir
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Revista Prometeo
1 Se trata de mi Mor. Me produce malestar hablar de ella ya que estaba tan mezclada, como mis sentimientos a propósito suyo. Mezclada, era permanentemente contradictoria. La felicidad de la lengua materna no bastaría
5 A veces la echo de menos. Es extraña, esta sensación, porque era mi temor, mi ausencia de consciencia y a veces es como un regreso, me sorprende. Sin más, está en mi mente, y me pone triste. La echo de menos en su vivacidad y por otra parte estoy contento de estar liberado de sus «estragos». No añoro esta liberación, y sin embargo, no consigue consolarme.
8 No le he dicho adiós a mi Mor todavía, todavía no. Aunque lo he hecho. Me ha dicho adiós. He recibido su adiós pero no he contestado, no he dicho nada, era imposible porque había sido tan dura. Nunca la tomé en serio, ni siquiera en su muerte. Era como una especie de monstruo. Ahora que está muerta, soy consciente de que después de todo estaba extremadamente viva, es imposible decirle adiós de espaldas. Con ella no había cara a cara, huía, insistía en su huida. Era una madre huidiza. Tenía la huida en ella, insistente, permanente, irreductible. Masiva. Mamá masiva e ida ya. Esto no me consuela. Mi tarea esta frente a mí. Estoy extremadamente sorprendido por mi emoción. Lloro casi. ¿Cómo puedo llorar así por esta mujer que con tanta furia destroza todo a su alrededor?
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Marry A. Somby Nación Sami, Noruega | 1953
Marry A. Somby es poeta, dramaturga, actriz, pintora y titiritera.
Nació en Deatnu. Es una destacada activista en la defensa del pueblo sami y de su territorio ancestral, sometido al saqueo y a la explotación capitalista. Realizó estudios en la Universidad de de Tromsø. Hizo su debut en 1976, cuando escribió el primer libro para niños en lengua sami. Ha publicado más de una docena de libros, entre ellos varios libros de poesía. Su primer libro de poemas lo publicó en 1994. Por un tiempo vivió en Norte y Suramérica. En 1979 fundó la Asociación Sami de Escritores, lo que inspiró a muchos artistas a construir sus propias organizaciones.
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Revista Prometeo
May the Northern Lights burn your name engulf it in flames that flicker as intensely as all the silk skirts you have touched
Que la aurora boreal queme tu nombre lo envuelva en llamas que tiemblen tan intensamente como todas las faldas de seda que has tocado.
ROCOSAS LLANURAS ESTÉRILES un guerrero inca atrapa un lagarto y lo consume vivo Días y noches el tiempo corre como un licor espantamoscas desde fondos de botellas vacías conversación borrosa y palabras como látigos puños cerrados golpean muelen y golpean 338
Marry A. Somby
El amante En sueños viene danzando en un gakti arcoíris Sé mi novia Susurra, a la orilla del cielo lo espera su canoa encantada Eres mi novia tararea con tenue voz me gira labios besan nubes como moras el cuello emana el aroma del té labrador sobre la cabeza un brote de abedul En el abril de Finnmark su cabello azul violeta se riza y se trenza alrededor de mi cabello rubio Ven a mi lavoo a mi tienda ahumada encendamos un fuego y miremos intensamente dentro de la llama Viajamos lentamente nos consumimos en la breve oscuridad donde chispas ascienden en la noche antes que la nieve polar vuelva a brillar.
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Stefano Strazzabosco Italia | 1964
Stefano Strazzabosco es poeta, traductor, profesor universitario y gestor cultural
Doctor en Filología Italiana, Poética y Retórica (Universidad de Padua), ha publicado los libros de poesía: Racconto; Dímmene tante; Blister; 66; P. Planh por Pier Paolo Pasolini; ensayos (sobre Guido Piovene, Goffredo Parise, Giacomo Leopardi, Giordano Bruno, Cesare Pavese, etc.), traducciones (Octavio Paz, Fabio Morabito, Tonino Guerra, Carlos Montemayor, Aurelio Arturo, José Manuel Arango, Juan Gelman, etc.) y el monólogo teatral Tina. Masque sobre/su Tina Modotti (versión bilingüe español-italiano, Sinopia 2007). Después de trabajar por seis años como Lector de Lengua y Literatura Italiana en el Instituto Politécnico Nacional, la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Italiano de Cultura de la Ciudad de México, vive en Vicenza, Italia, en donde desarrolla su labor de maestro y ha dirigido el festival poético internacional “dire poesia”.
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Stefano Strazzabosco
The Shot I heard a shot in my right ear When I turned around it had disappeared inside
El disparo Oí un disparo en el oído derecho Cuando me volteé se había esfumado adentro
Juan G. A Juan Gelman, in memoriam
En cuálescuántos trozos, cuántoscuáles trozos te fuiste, padre nuestro nunca vivo bastante? A cuáles recónditos exilios, cuántas amorosas guaridas te irás ahora con tu paso de resplandor y el alma desarzonada de un caballo al galope? Cuántas más sangres, cuántos recovecos vas visitando en tu callado andar que fluye como un río dentro del mar?
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Revista Prometeo
El mundo no da tierras ni jardines tan grandes que pudieras florecer ya que tampoco las palabras saben su nombre, calcinadas, retorcidas? El cielo no da pájaros que hieran tus manos que un tiempo acariciaban mejillas más diáfanas que la justicia espectra? Padre nuestro, tiembla la voz cuando repite: calla la luz dentro de los ojos y el tizne marca los párpados. Enero corta el anillo que hacía cojear la pata del jilguero, el colibrí se pasea en su manto de colores sobre el barandal de la muertevida.
Plan por Pier Paol Pasolini
Una vez que se ha renunciado a la justicia, ¿qué son los Estados si no un gran tropel de malhechores? Agustín de Hipona
Quiero llorar a Pasolini muerto con su camisa clara en Ostia Scalo, un día de noviembre en un desierto de lodo, sangre, mierda, arena, un palo de hormigón armado contra el cuerpo de un poeta indefenso: pues me ama lo de muerte negra si no hablo y digo quién era el suyo, quién es mi enemigo. Oigo los gritos, el mal, aquella huida inútil en un campo bardeado 342
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con oxidado alambre; la salida lejana en la mirada ya velada de un hombre ensangrentado y con la vida martirizada, rota, destrozada como una bola de pelambre y carne, comida para perros, vil escarnio; la yerba débil, salina que el mar baña en su resaca, sin la luna, donde a oscuras lo van a golpear junto a una malla sucia, sin ninguna piedad, al maricón, lo van a echar al otro mundo por la estrecha runa de una aguja que se quiebra en la vena, con infinita, renovada pena. Lloro al poeta muerto asesinado por hordas criminales en jauría enviada a matar por el pecado de escribir con demasiada osadía contra el poder oculto de doblado pico enmierdado por la porquería de la Italia fascista, gobernada por bandas de matones, y matada. Él conocía los nombres y las comas de quien perdió a la gente estafada para vender antiguos cromosomas de historias sepultadas en la nada de plástico y de vanas mayordomas con una joya en el diente incrustada que sirven el gin-fizz en las terrazas de los penthouse suntuosos en las plazas de todo el mundo, donde los furtivos pasos ferales de la dictadura vuelven a vivos muertos, muertos vivos en la inmovilidad de la pavura; él dijo claro, sin hablar esquivo, lo que se oculta bajo la censura de las películas, de noticiarios y de los rendimientos accionarios del Estado siniestro y canallesco 343
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que decreta sus leyes con las bombas y con las tetas falsas del grotesco teatro que se anuncia con las trombas de la imbecilidad, como un putesco baile grosero que transforma en tumbas los hipermercados globales: que Salò es todo el mundo. Esto sé. Vos que escucháis en rimas este son de mi lamento que me dicta amor, si hay esperanza aún de algún perdón por la inocencia de una hoja o flor, abrid el pecho de Pier Paolo y en don comed un trozo de su corazón: céfiro vuelve y mayo en su esplendor, así regrese junto su valor. Odiarán los patrones lo que he hecho: que sepan que los odio por derecho. Mi Bello Alivio, si tendrás merced no sufriré de hambre ni de sed.
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Logré entrar pasando por la entrada principal: adentro, me encontré con todos iguales a sí mismos y yo también me vi igual a como estoy ahora que no estoy aquí.
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Kate Newmann Irlanda del Norte | 1965
Poeta, tallerista de esritura creativa y editora.
Nació en el Condado de Down. Es una de las poetas más reconocidas de su generación. Ha publicado, entre otros, los libros de poemas: Yo soy (Con Joan Newmann, 1999); La ciega en la casa azul, 2001, Pertenencias (Con Joan Newmann, 2007) y Yo soy un caballo, 2011. Igualmente publicó los libros: Diccionario biográfico de Ulster, 1993; Seguir adelante, Antología de poesía y prosa, 1998; y Recuerdos de la piedra, estudios irlandeses en el Evergreen State Collage, 2004. Ha obtenido, entre otros reconocimientos, el Premio de Poesía Allingham y el Premio de Poesía Listowel. Participa en la Cumbre Mundial de la Poesía por la Paz y la Reconciliación, transmitiendo la experiencia de Irlanda del Norte en este campo.
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The Dead Dog That is Christopher Columbus’ dog. A burial casket dug up by archaeologists left stranded on the porch, an oval of hard clay, a murmur of bones, of decay, and that is Christopher Columbus’ dog. Did he get his share of ship’s rations? Did he cower in the galley through the worst of storm? Oh, Christopher Columbus found a place — his house —his dog— his colonial heart opening to heat and light — a disaster.
El perro muerto Ese es el perro de Cristóbal Colón. Un ataúd desenterrado por arqueólogos abandonado en un corredor, un óvalo de barro duro, un murmullo de huesos, de putrefacción, y ese es el perro de Cristóbal Colón. ¿Le tocarían sus raciones en el buque? ¿Se escondería en la cocina del barco durante lo peor de la tormenta? Sí, Cristóbal Colón encontró un lugar – su casa —su perro— su corazón colonial abriendo al calor y a la luz— qué desastre.
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Kate Newmann
Los que queman carbón en Melidoni, Creta Sus días porosos y borrosos, los que queman carbón nunca dejan las pilas de madera antigua de olivo amontonadas en montículos de rituales. Escultores de lo que no se ha tocado, de lo no visto, sus ojos miran como si el lento arder ocurriera dentro de sus cráneos. Leen el dulce hedor del humo, abren huecos de aire en la ceniza, cuidadosos como cantantes que controlan su respiración. Y no puedes permanecer mucho tiempo cerca de su piel negra del humo en ese silencio carbonizado, y no estarás ahí cuando terminen esta liturgia de tizar cuando solemnemente destapan el carbón —todo con la forma de secuela, como todo lo que no te es permitido decir vuelto a la luz para una segunda oportunidad de arder.
En el cementerio de Père-Lachaise, París ¿Por qué elegimos venir aquí — a este abarrotado distrito de muertos que respiran con la tierra?
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Tomábamos oscuro vino de Cahors de la botella, nuestras voces gruesas con la acústica musgosa, nuestra carne pesada desplazaba la luz. Los muertos se hacían campo unos a otros como viejos vecinos. Nosotros éramos extraños, oscureciendo el aire como acacias invernales añorando el amarillo perdido. Caminamos por sus calladas calles, liquen pelándose como moquillo, los muertos esperando a que nos fuéramos, indiferentes frente a nuestra revelación silenciosa que nos habíamos perdido uno al otro antes de habernos conocido siquiera.
Las naranjas están baratas hoy — más baratas que ayer En algún lugar hay naranjas y las polillas son manchas sobre la corteza del árbol. En algún lugar las palabras “cúrcuma” y “comino” se muelen hasta alcanzar aroma. Arriba del molinillo de especias, en aleros aterrorizados, la familia de Ana Frank pierde el hábito del habla. El papel de colgar, manchado de haya cobriza. Anne pega a Ginger Rogers, Leonardo da Vinci, la merienda de chimpancés en el zoológico de Londres.
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Kate Newmann
Las paredes le han enseñado cómo contener el aire – quieta como una hoja. Por días come lechuga hervida, Que se marchita hasta un lodo indecible. Ella ha llenado las márgenes, escritas por canales de la memoria en ambas direcciones. Las paredes todo lo abrevian. El suelo es una tiquetera. Ella intercambia su pisada-valeriana por un rectángulo de ahogo. Pálida, blanquea el vello de su labio superior y se alegra, cuando por la membrana del desespero sus ciclos mensuales retornan: confianza absurda del cuerpo en su propio futuro. Sus nervios han aprendido una nocturna cadencia vacilante, sus manos rozan el suave coro de sus pechos. Sobre las sillas donde duerme no hay espacio para que las octavas del corazón se extiendan sólo la pequeña danza de pulmones, pulso, entraña y el mortificante timbal de orinar en una olla. A veces la tierra colabora y contrabandea en un exceso de maduración. Tantas arvejas – sus monosílabos desenvainados Suenan poc en el tazón, Anne desgrana los adentros de cada vaina, dejando una translucidez deslumbrante atravesada de venas; el olor, adentro, de la lluvia campestre. Y observando a su padre embotellando el porvenir 349
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en color rojo; hirviendo las fresas por segunda vez por temor a desperdiciarlas. En algún lugar, una mujer pedalea a través de Amsterdam en la densa niebla, una bolsa de naranjas, escondida. En algún lugar, un hombre – no un judío – quien le vendía a ella naranjas sin preguntar. En alguna parte sombras arreadas, Intimidadas, de nuevo en forma humana. En alguna parte lugar el hombre está en un camión de ganado. El hombre que vendía naranjas encerrado en un camión de ganado por días. En alguna parte viene lentamente a abrir una puerta, Ya sin piernas por congelación. Arriba del ático una mano se cierra sobre el planeta sin semilla, la unidad indignante de una naranja, demasiado cáscara, demasiada bagazo, demasiada pulpa para soportar.
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Mite Stefoski Macedonia | 1975
Mite Stefoski es poeta, cuentista, ensayista, editor y crítico de arte.
Realizó estudios de Filología, Literatura Comparada y Teoría de la Literatura. Dirige Struga Poetry Evenings, el más antiguo festival internacional de poesía del mundo contemporáneo, el cual se celebra anualmente a finales de agosto, desde 1962. En su arte poética, considera que “…Un día probablemente sabrán que yo inventé ese poema, pero nadie sabrá con certeza que también inventé la calle, con todo lo que hay allí. Supondrán, sin embargo, convencidos que esta es una calle de mi infancia, una calle real, una calle diferente, que por alguna razón merece que se escriba un poema sobre ella. Algunos a lo mejor la buscarán. Algunos no leerán ese poema, sobre la calle estrecha y adoquinada. Algunos intentarán caminar por allí. ¿Será mi calle en su imaginación la misma que yo inventé...?
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A Poem for the Repetition From the distance a cloud of doubts approaches and starts to rain without stop. The sky up already has no name. The earth down that has no name, tired of labour, barren like the whiteness is shifting upwards towards the falling sky. In the twilight things take off the words like worn-out shoes. They wander about, until they find a new port, a shelter, a haven where they would populate the world again. Somebody else’s net is waiting over there to catch them, to harness. To find them a new home. New sky and new earth. And the same game again. Yet somebody at the back is giggling at the repetition of the mistake. Despite the reminder of the promise, spilled over the blue sky like this ink containing all the previous ones and hinting at a new flood.
Un poema sobre la repetición Una nube de dudas se acerca y empieza a llover sin parar. El cielo ya no tiene nombre. La tierra, también sin nombre, cansada de parir, desolada, sube hacia el cielo que se está cayendo.
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Mite Stefoski
En el crepúsculo las cosas desnudan las palabras como zapatos viejos. Vagan hasta encontrar un refugio, un escondite, una salida desde la cual repoblar el mundo. Una red ajena espera un poco más lejos para cazarlas, atraparlas, para encontrarles un nuevo hogar. Un nuevo cielo y tierra nueva. Y otra vez el mismo juego. Mientras alguien allí atrás sonríe ante la repetición del error. A pesar del recordatorio de la promesa, esparcida por el cielo azul como esta tinta que contiene todas las anteriores y las noticias anuncian una nueva inundación.
Las cosas ya no son las mismas ¿Debería suceder todo esta mañana? Los periódicos escriben: Apareció un nuevo mar. En algún lugar de África el sol pasó demasiado bajo y prendió fuego a los baobab. Los profetas no saben a quién anunciar primero. Los santos a parecieron varias veces en vano. Las televisiones anunciaron: Desde anoche hay varios continentes inundados. El sol se incendió. Se encontró una cura para una enfermedad desconocida. Los dioses regresaron a la tierra. Lucrecia vuelve a violar en los parques.
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Todo pasa antes de que despierte. No debería levantarme tan tarde.
Un tiempo nuevo
una llave perdida de la alcoba de los sueños algunas fotografías de difuntos que ríen una calle que recuerda mis pasos el pensamiento antes de recurrir al cuchillo el vuelo de ese mismo pájaro algún río que inundó mi sueño silencio separado del sonido de salida dos manzanas que se han podrido en la alacena un barco papel que zarpó para no regresar la bestia que ruge en la larga noche la garza que pica la mañana el tiempo leía mientras yo escribía
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Maria Augustina Hâncu Moldavia | 1981
Maria Augustina Hâncu es poeta, traductora, ensayista y guionista.
Sus poemas y textos han sido publicados en Moldavia, Rumania, Francia, Bélgica, Panamá. Ha traducido al francés poetas y novelistas rumanos, al español la Antología de poesía rumana de Moldavia. Es miembro de la Unión de los Escritores de Moldavia y de la Sociedad de los Artistas, Compositores y Editores de Música de Francia. Entre sus obras se encuentran: En la sombra del destino; Grito de luz; La caída en la estrella; Las lágrimas rojas y, La corona de la ceniza. Por su libro de poemas y ensayos Las lágrimas rojas y por su guión Extranjero en su casa, obtuvo el Premio Nacional de Literatura Joven de Moldavia.
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Revista Prometeo
Unique Each day is different like the glint of a precious stone Tomorrow will be different from the way I see it today From afar coral shines among them all Phosphorescent in the bottom of the sea where The clueless diving suits keep arriving When I meet his gaze I dive into the depths The abysses come closer in space for the first time Faults are joined, wounds regenerate Suture stitches vanish in the healing We become a whole My heart beats fast like when I am At the sea shore my blood transforms Through my veins sea water ink runs Everything I touch becomes the flight of birds Everything I breathe is the movement of waves In his eyes books succeed as ships in the water I never tire of turning the pages We have met on the same read pages, it’s easy To see how each dive raises feelings Like each ship anchors in our souls I have stopped in mid-water, what’s the course, His path traces mine, the vital conditions, How many lives may man have how many deaths and loves A great ship pulls our hearts filled With renewed harmony the world’s ship
Único Cada día es diferente como los reflejos de una piedra preciosa Mañana será otro a como lo veo ahora De lejos brilla entre todos un coral
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Maria Augustina Hâncu
Fosforescente en el fondo del mar al cual llegan Cada vez las escafandras sin referencias Cuando encuentro su mirada me zambullo en profundidades, Los abismos por primera vez en el espacio se acercan, Las fallas se unen, las heridas se regeneran, Los puntos de sutura se desvanecen en la curación Llegamos a ser un conjunto Mi corazón late fuerte como cuando estoy Al lado del mar mi sangre se transforma En mis venas corre tinta de agua de mar Todo lo que toco llega a ser vuelo de aves Todo lo que respiro son movimientos de olas En sus ojos los libros se suceden como barcos en el agua Yo no me canso de girar sin cesar las hojas Nos hemos encontrado en las mismas páginas leídas, es fácil Ver como cada buceo eleva sentimientos Como cada barco ancla en nuestras almas Me he parado en medio del agua, cuál es el rumbo, Su camino traza el mío, la condición vital, Cuántas vidas puede tener el hombre cuántas muertes cuántos amores Un gran barco hala nuestros corazones llenos De armonía renaciente el barco del mundo
Frágil No me preguntes dónde buscar la luz para elevarme, los océanos vienen a renovar sus fuentes en mi alma y una gota de agua puede ahogarme. Quieres que sea fuerte pero las peñas más grandes caen primero el cristal más fino corta mejor.
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Revista Prometeo
Las cosas no vividas son un embudo con lo bajo hacia arriba Los poemas no escritos, sombras de las cosas no vividas, extensas sobre el cuerpo algas disformes, se deslizan en mĂ saliendo a la superficieun embudo que funciona con lo bajo arriba ventanas abiertas al aire del mar con vista hacia callejones sin salida.
Ave Encerrada yo en el espacio de la letra A, tĂş tomas tu impulso de los brazos abiertos de la letra V. A y V, dos mundos inversamente proporcionales que existen cuando uno sube y el otro baja. TĂş y yo anunciando al cielo AVE, dos sombras triunfando azules en el espacio sobre las aguas infinitas dos barcos.
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Marko Pogačar Croacia | 1984
Marko Pogačar es poeta, ensayista, narrador, traductor, editor y músico. .
Editor de la revista Zarez, pertenece al consejo editorial de la revista literaria Quorum y ha trabajado para la Radio de Croacia. Se graduó en Literatura Comparada e Historia en la Universidad de Zagreb. En 2006 obtuvo el Premio Quirinus por el mejor debut en poesía. Su poesía ha sido traducida a quince lenguas. Algunos de sus libros publicados: Pijavice nad Santa Cruzom, 2006; Poslanice običnim ljudima, 2007; Predmeti, 2009; An die verlorenen Hälften, selected poems, 2010; Portret s britvama, selected poems, 2010; Cada oliva és un estel fos, selected poems, 2010; Predmeti, selected poems, 2012; Bog neće pomoći, 2012; Atlas glasova, 2011; Jer mi smo mnogi, 2011. Toca la batería en una banda post-punk llamada Death Disco.
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Revista Prometeo
St. Marko’s Square Something is happening, but I don’t know what. a chest expanding and tightening, the vein walls constricting, those grooves, glands releasing immense bitterness over Zagreb. that’s what the sky is like these days: a nightmare without a bit of holiness. a sketchbook in which many things have and have not been drawn, the rustle of millions of legs on the move. nightmare, voices repeat, nightmare you repeat. the sharp stripes down which rain descends into its ruts; fingernails, surely fingernails. leaves tied around wrists, because it’s autumn and these things painlessly pass. water is boiling in pots. dogs blossom black. those who approach me approach the blunt evil: nightmare, I repeat, nightmare, they repeat. the entire sky has huddled into the clavicle, and in the sheer noise no one can hear each other. everything’s new, and everything’s foul, everything in Zagreb. eyes, plates, things across which we look at each other. all holy, all sharp all dogs, all our dense voices. the speech of a city eager to bite, pine trees, a flock, something in the air, under the ground, in the walls; something above us and somewhere else. something is happening, I don’t know what.
Plaza de San Marcos Algo está pasando, pero no sé el qué. un pecho expandiendo y contrayéndose, las paredes venosas constriñendo, esas ranuras, glándulas, secretando un inmenso amargor sobre Zagreb. así es como está el cielo estos días: una pesadilla sin rastro alguno de santidad. un bloc en el que muchas cosas 360
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han sido y no han sido dibujadas, el rumor de millones de piernas en movimiento. pesadilla, repiten voces, pesadilla repites. rayas afiladas por las que la lluvia desciende a sus regueros; uñas, seguramente uñas. hojas trenzadas alrededor de los pulsos, porque es otoño y estas cosas pueden ocurrir sin que nada pase. hay agua hirviendo en ollas. perros florecen en negro. todos los que se me acercan se acercan a una maldad roma: pesadilla, repito, pesadilla, repiten. el cielo entero amontonado en la clavícula, y entre el puro ruido nadie puede escuchar al otro. todo es nuevo, y todo es repugnante, todo en Zagreb. ojos, platos, cosas a través de las cuales nos miramos unos a otros. todo santo, todo cortante todo perros, todo nuestras densas voces. el discurso de una ciudad impaciente por morder, pinos, una bandada, algo en el aire, bajo el suelo, en las paredes; algo encima de nosotros y en otra parte. algo está pasando, no sé el qué.
Mi lengua es un oscuro puño carnoso, una cesta llena de uñas, un puente, en ella entro como a una nueva primavera, milicia nacional, en ella meto ovejas y rajas, de ella nada fluye, nada hace remolinos. mi lengua es la Meca, el puño carnoso, maquia, flora que se inflama sola, algo, el pene de alguien, se levanta y arde,
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se pronuncia a sí misma, alguien se yergue, abre las ventanas, abre el periódico, dice buenos días, bonito día; mi lengua ataque de alergia, la ropa de la joven Garbo. lengua homenaje a los años ochenta, parrilla, presente y pretérito salvajes. un combate de boxeo en ella vive y me canta, los negros cátaros se retiran por mis huellas, lengua camión que transporto. ¡oh mi palabra croata! oh gulash que, jugando, cocino sin querer, oh rana, picadura de abeja en la boca que me empuja a todo; desde ti gotea México, por ti me dejo caer como por el bar favorito, don, light & dust, a ti, hermana y Moisés te digo que eres mía, máquina de la que fluye el oscuro espresso, sueño
Técnica del poema Al primer presidente croata se le asesina por el olvido, a su junta por sopa demasiado caliente y camareros muertos que ahora los ignoran; mientras recorro la ciudad en la dirección opuesta a la muerte, mientras compro periódicos, compro café en un quiosco, escucho mi encanto agresivo, mi carácter suave y a la banda Haustor; a un croata medio se le asesina por la convivencia, por la tolerancia, con su boca llena de nieve: un vasto y ligero humo se acuesta sobre él y se lo lleva, junto a todo ese otoño, su 362
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oscuro matutino, con agua que te sube por el pescuezo, agua, material y suave; a la iglesia se la asesina por las constantes citas a Cristo, por amor, incondicional y duradero; un cerdo desaparece por sí mismo, se encoge, vuelto un charco de respiración, un puñado de sangre que corre ante la experiencia; a un poema se lo asesina con Drago Štambuk; a una madre, como algunos detallados documentos describen; nada permanece nada ese brillante sol abrasado.
Un hombre cena con las zapatillas de su padre puestas Ahora eres lo que fueron las fronteras. era un mayo profundo y plano, la carretera levantada por las obras, la nieve seca y de repente. lo diré abiertamente: nunca he debido nada a nadie. me quedé en la puerta, el agua helada por el miedo me mojaba la espalda. y cuando cerré los ojos vi palomitas de maíz corriendo hacia su sal y supe que a veces ennegrecen por la noche, como caquitas de oveja. entré para enfrentarme a la torturante imagen: no el amor, la estupidez, la estupidez es el corazón del mundo― y ahora estoy dentro comiendo y llorando con estas zapatillas puestas, sólo como y lloro en esta casa.
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Rafael Lechowski Polonia-España | 1965
Rafael Lechowski es poeta y músico.
En el ámbito musical, Rafael Lechowski (1985, Wroclaw) es considerado uno de los letristas más importantes de habla hispana en su género: su voz resuena cada vez más fuerte, ejerciendo una notable influencia en España y Latinoamérica. La crítica lo incluyó en el año 2007 entre los mejores de Europa por su obra Donde duele, inspira. Su palabra se distingue por su profundidad, pero también por su cercanía: oscura, pero transparente, áspera, pero sensible, encima de los escenarios y lejos de ellos. Otro de sus libros, Diario de un asceta urbano, es resumen de una salvación, de la victoria del amor sobre el miedo. La consecución de máximas distribuidas en capítulos traza un itinerario que conduce el fracaso del amor individual a la realización espiritual en el descubrimiento del Amor universal. En el segundo libro —El arte de borrar—, el autor teoriza sobre la escritura y el entorno del arte y del artista.
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Rafael Lechowski
Purpose —What is the purpose for your writing? —I write to help my family to lift out of poverty. —Is it a large family? —Seven thousand million people.
Fin —¿Con qué fin escribe usted? —Escribo para ayudar a mi familia a salir de la miseria. —¿Es familia numerosa? —Siete mil millones de personas.
Rezo del ateo No hay otro dios que lo amado; no hay mayor religión que el amor ni más profunda oración que amar: amen. 365
Revista Prometeo
Deseartraesed Llevaba días arrastrándome sediento por el abrasador desierto cuando, de pronto, vislumbré un oasis. Pero al llegar al verde remanso para hundir el cuenco de mis manos y sorber el agua límpida y fresca descubrí que mi sed era un espejismo.
Con el corazón –¿Cómo se llega con la palabra al corazón del lector? –De ningún modo. Es siempre el corazón del lector el que llega hasta la palabra.
Equipaje ¡Qué equipaje tan pensado! ¿no podría dejarlo aquí apoyado? ¡Por favor, sólo un ratito! después volvería aquí a buscarlo. ¡Ay, si pudiera andar sin él no viviría tan cansado! ¡Qué equipaje tan pesado! ¿Qué equipaje tan pesado! Qué raro, cuando más henchido está es cuando el camino es más liviano, mas cuando lo arrastro vacío es como llevar el mundo atado; cómo fatiga el cuerpo entero 366
Rafael Lechowski
algo que cabe en una mano. ¡Qué equipaje tan pesado!: ir con el corazón a todos lados.
Amor en la distancia Tan lejos que nos separa la distancia; tan cerca que estás adentro. Como la luna reflejada en un charco: tan cerca y tan lejos al mismo tiempo.
Patriota Yo soy un patriota y estas son las partes de la bandera de mi patria: raíces tronco ramas hojas y, como emblema, un pájaro que canta.
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Revista Prometeo
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Poetas de
Oceanía
Fernando de Szyszlo. Sin Título, 1987.
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Ron Riddell Nueva Zelanda | 1949
Ron Riddell es poeta, pintor, novelista, dramaturgo y músico.
Autor de varias obras de teatro y novelas, ha publicado 22 libros de poemas. Su novela más reciente es El guardián del escudo, 2013, y su último libro de poesía Niños bajo la lluvia, 2014. Al decir de Iván Guzmán López, “quienes gozamos de la amistad y la poética de Ron Riddell, sabemos que se trata de un poeta del mundo, no porque lo recorra en una especie de cruzada fraternal, solidaria, humana y estética, sino porque su poesía parece reconocer al mundo todo, con una frescura, una familiaridad y un asombro permanentes en las metáforas, las figuras y las palabras que usa, que hace que él mismo no se sienta extranjero en ningún lugar. Su obra ha sido traducida a siete idiomas. (www.ronriddell.com). 371
Revista Prometeo
Raukura i.m. Te Whiti O Rongomai & Tohu Kakahi
On the steps of the whare kai beneath the white mountain women and children are holding white feathers no muskets, no meres no swords, no taiaha only raukura from an albatross wing only an emblem of peace of hapu, mana rangitiratanga: to what avail against the guns? to what avail against blind south winds which storm the pataka and wreck the pa O raukura, raukura cradled in their hands white feather, white feather sacred gift of the land
* Pluma blanca del albatros. Emblema de la Comunidad pacifista Maori de Parihaka
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Ron Riddell
Raukura i.m. Te Whiti O Rongomai & Tohu Kakahi
A la entrada de la whare kai detrás de la montaña blanca mujeres y niños sujetan plumas blancas sin mosquete, ni meres sin espadas, ni taiaha sólo la raukura del ala del albatros Sólo un emblema de paz de hapu, mana rangitiratanga sirve contra las armas. para protegerse de los ciegos vientos del sur que asaltan el pataka y el naufragio de pa O raukura, raukura arrullada en sus manos pluma blanca, pluma blanca divino regalo de la tierra.
* Pluma blanca del albatros. Emblema de la Comunidad pacifista Maori de Parihaka
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Revista Prometeo
La vía mística No tienes que deberme para conocerme. No tienes que tenerme para amarme. No tienes que verme para estar conmigo. No tienes que abrazarme para tocarme. No tienes que desearme para acariciarme. No tienes que callarme para escucharme. No tienes que poseerme para dejarme libre. No tienes que preguntarme qué quiero que seas. No tienes que hacer nada yo no tengo que ser nadie. sólo hay un encuentro, un saludo: el cielo, los campos, la puerta abierta.
Algo Hay algo en esa forma en que la luz se desliza entre las casas golpeando las ramas del otoño en las afueras de mi ventana me saca de mí mismo llevándome más allá de las palabras 374
para Latif Bolat
Martin Langford Australia | 1952
Martin Langford es poeta, ensayista, autor de literatura para niños y gestor cultural.
Nació en Plymouth, Inglaterra. Desde los 8 años de edad vive en Australia . Publicó los libros de poesía: Fallas geológicas; La gran muralla del instinto; Sé sincero conmigo; Isla; El proyecto humano: Poemas nuevos y selectos. Publicó también Microtextos (Aforismos sobre la poesía y las poéticas). Ha dirigido el Festival de Poesía de Australia. “Su obra, influenciada por los paisajes de Sydney, explora las formas en que podríamos imaginarnos a nosotros mismos más allá de nuestra herencia biológica y la evolución de nuestros espacios sociales e imaginativos”. Según Judith Beveridge, la poesía de Martin Langford es “a la vez dura y musical. . . su mente puede pensar hasta el punto de la revelación dentro de sus figuras o imágenes elegidas”. Y dice Susan Wicks: “Sus poemas presentan lo equivalente a una cosmovisión poética con compromiso total a nivel moral, intelectual, emocional y lingüístico”. 375
Revista Prometeo
Weight Thousands and thousands of years – practising, learning, the weight of these hills: fish-paths and bee-tracks and shade-pools; cycles of step and embodiment tensioned and eased . . . Now there’s a new mob: unless we, too, get the weight of this place in our bodyminds – work-dance and mouth-dance its textures and beats – it will vanish from under our gaze like the bush-rat’s plump tail. We are clumsy, like all recent-chums. And hampered by paraphernalia: reason – not easy to dance with; a habit of panopticana; teenager-tales of advancements, and progress; deep insulations like houses, and chosen careers. Still, if we’re ever to dance with – not perch, like a talking galah, on – these gnarled, shining hills – we had better step out with some footwork: for the small creeks to run clear again; for the firetails and wrens to come back; for our own understandings to flourish – specific, loose-limbed.
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Martin Langford
Peso Miles y miles de años – practicando, aprendiendo, el peso de estas colinas: rutas de peces, senderos de abejas y estanques de sombras; ciclos de pasos y encarnaciones tensionados y apaciguados… Ahora hay una nueva muchedumbre: a menos que nosotros, también, pongamos el peso de este lugar en nuestros cuerpos-mente: trabajar danzando y musitar danzando sus texturas y ritmos – se desvanecerá ante nuestra mirada como la gruesa cola de la zorra. Somos chapuceros, como los camaradas recientes. Y estorbados por la parafernalia: la razón – con la que no es fácil bailar; un hábito de panoramas panópticos; cuentos adolescentes de avances, y progresos; profundos aislamientos como casas, y carreras elegidas. Sin embargo, si alguna vez bailáramos con – no posarnos, cual cotorras, sobre estas encrespadas colinas brillantes – mejor retirarnos hábilmente: para que los arroyuelos vuelvan a correr limpios; para que regresen los reyezuelos y los pájaros cola-de-fuego; para que florezca nuestro propio entendimiento – específico, suelto.
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Revista Prometeo
Los escritores Se acurrucan al crepúsculo en la parte trasera del templo, y rezan por ser limpios, por ser favorecidos de Dios. Se someten al escalofrío de las escrituras. Se adentran en los solitarios retiros de los cuartos empapelados. En la servidumbre del terrible susurro del caso-en-cuestión, dejarán sentadas sus frases: Aquí hay un hombre con un brillo en los ojos y una víctima. Este es el impacto que la metralla puede tener en el hueso. Miren, dirán, esta vida hecha de días sin coraje o cuidado por los otros. Y: Escuchen, escuchen, dicen, este es un hombre al caer. Esta es la muchacha por la que ningún amante vino. Esta es la suerte ingrata del hombre que alzó la voz. Las galaxias siguen de largo, a pesar de. La tierra brilla, y brilla en su noche. Los escritores entran en sí mismos con sus libros y sus peleas, pequeñeces, rarezas. Saben que no basta con nombrar los males y dejarlo así. Buscan los espacios que las gentes puedan penetrar juntas. Piensan que la música de las palabras puede conducir lateralmente a la luz. 378
Martin Langford
Año tras año, examinan el festín de los omnívoros. Minuciosos, y prestos a la sugerencia; esperanzados pero sin confiar en la esperanza; saben que debe haber un modo de imaginar una dulzura.
La lenta lluvia La lenta lluvia descendiendo con su crepúsculo puede ser tan desnuda como cualquier antigua pregunta. ¿Qué es este cello de suspiros que no nos necesita del cual estamos hechos que vive como la sangre? Los árboles tiemblan y tosen como bestias mudas. Las cortinas de la oscuridad perseguida de nieblas barren las curvas de la tierra. Así como los astros se vuelven temporales, transparentes, los suaves globos entran deslizándose: íntimos, distantes, despectivos de todo lo que un ser es – esta dulzura que rezuma a través de nuestro polvo como si nosotros fuéramos la sequía.
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Samuel Wagan Watson Australia | 1972
Es poeta, cuentista, ensayista y fotógrafo.
En su sangre coexisten ancestros irlandeses, alemanes, Bundjalung y Birri Gubba. Ha publicado, entre otros, los libros de poesía: De Musa, sin dirección y medianoche; Blues Itinerante; Hotel hueso; Susurros cifrados de humo (Premio de Poesía Kennett Slessor al mejor libro de poesía del año); y, Perros de tres patas y otros poemas. Obtuvo también el Premio David Unaipon de poesía para jóvenes escritores indígenas. Su poesía oscila entre la observación de la vida cotidiana y los efectos de la colonización en un lenguaje vívidamente directo, casi táctil. Entre otros reconocimientos recibió en el año 2000 un importante premio por sus contribuciones sobresalientes a la cultura australiana. Él no sólo reconoce la influencia de sus padres y raíces, sino también la de Nick Cave, Tom Waits, Jack Kerouac, Charles Bukowski y Robert Adamson.
380
Samuel Wagan Watson
Point Blank Please don’t touch ‘cause it hurts, these memories on razor-blades cut. And I could probably silence anyone who’d try and do it again WITH OUT THINKING
A quemarropa Por favor
no toques porque duele, estos recuerdos cortados a cuchilla.
Y podría probablemente acallar a cualquiera que lo intentara y lo haría otra vez SIN
PENSAR
LO
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Revista Prometeo
Poema de amor
Tenía A M O R tatuado a lo largo de su puño derecho apretado, seguido de P O E M A, grabado con una púa de vagabundo, a lo largo del otro. Y con estos puños atacándote a la vez podías saborear su POEMA DE AMOR. Caminaba por las líneas torcidas de este mundo, enderezándolas con un pequeño POEMA DE AMOR. “Mi viejo arregló el mundo con sus puños… en su memoria tengo un pequeño POEMA DE AMOR…” Empezaba con el poema y luego lo adornaba con algo DE AMOR, sus estrategias de uno-dos, dos-uno con sus malditos guantes tatuados. Dejó de usar su verdadero nombre, solo la combinación de puñetazos, POEMA AMOR, POEMA AMOR, POEMA, AMOR, POEMA AMOR, POEMA AMOR, POEMA, AMOR…A este mundo duro, torcido le estaba haciendo falta que lo suavizaran un poco con un pequeño POEMA DE AMOR, POEMA DE AMOR, AMOR…POEMA.
Boxeador de medianoche En boxeador de medianoche se ha convertido Aquel que los fantasmas de las “tiendas” de antaño reverencian Recuerdos que llenan una habitación de casa de huéspedes, 382
Samuel Wagan Watson
Nudillos reventados que alivia el incesante aceite de goanna Y en el alma cicatrices ¡que no encuentran alivio! Historias en sus ojos: ¿!Yo pude haber sido un Olímpico?! Pero intenta extraer la malicia de sus puños; Él no sabría cómo tirarse en la lona, Un tierno honor adquirido en los campos de batalla de la asimilación, En boxeador de medianoche se ha convertido Tanque de gasolina de cincuenta y siete años que no logra vaciarse Oscurecida piel cual memoria oscurecida Y duro, ¡sencillamente duro! Pilar no reconocido de su manada, Y cuando la medianoche se haya ido, ido por completo, Y su tiempo se acabe ¿Será extrañado, mencionarán sus triunfos? En boxeador de medianoche se ha convertido…
Terror (Bienvenido a Tierra de Nadie) “…Ustedes hablan de terror… ¡yo he estado aterrorizado toda mi vida!” De “Terrorized” Mr. Willie King, Leyenda del Blues de Alabama (1943–2009)
Todas las señales rezan SONRÍA…ESTÁ EN CÁMARA, Bienvenido a Tierra de Nadie, usted está pisando Terra Firma, que algún otro explorador acuñó Terra Australis, y otro explorador luego retocó con Terra Nullius, que robó los sueños de esta tierra, Terra Firma pudiera ser el próximo blanco de la Guerra al Terror, de Terra Australis a Leyes Antiterrorismo, SONRÍA…ESTÁ EN CÁMARA, Bienvenido a Tierra de Nadie, Terra Australis, con su Terra Firma, considerada Terra Nullius, embrollada en la Guerra al Terror y todo el 383
Revista Prometeo
mundo es gobernado por las Leyes Antiterrorismo, SONRÍA…ESTÁ EN CÁMARA, Bienvenido a Tierra de Nadie, población bajo observación, tienes que amar un país tostado de sol con una personalidad seca, escindida. Terra Australis, bajo Terra Nullius, justo donde pisas Terra Firma con su belleza y su Terror, Terror, Terror…Bienvenido a Tierra de Nadie.
Rastreador negro... Escritor negro... Sujeto negro A veces, cuando tomo una pluma soy el rastreador negro, siguiendo un rastro de tinta a través de una página de país, para encontrar palabras perdidas y descarriadas. Y entonces a veces, cuando el agarre de la pluma es muy bueno soy el escritor negro; el escritor
negro que puede sentir el resentimiento de otros sujetos negros a los que se les ha negado la dicción de Su Majestad. Con o sin pluma, sin embargo, siempre soy el sujeto negro, el sujeto negro atisbando hacia un rastro interminable de las notas mortuorias de Su Majestad. 384
Samuel Wagan Watson
Propaganda y tinta envenenada; la medicina que los niños de Su Majestad usan ahora para editar a los sujetos negros. Ocasionalmente, soy el sujeto negro, escritor negro y rastreador
negro y todos caminamos juntos. La Reina le paga al rastreador negro por parte de mis trabajos sucios, el escritor negro alimenta la lengua de Su Majestad con mi Sueño, y entonces los sujetos
negros no vienen a mis lecturas de poesía, así pago por mis palabras. Alienado solo como el sujeto negro. Pero con o sin la pluma, es el sujeto negro quien heredará la Tierra. Porque al final del día, el sujeto negro no puede ser comprado como el
rastreador negro y el sujeto negro no puede ser seducido como el escritor negro, pues el sujeto negro siempre va a saber; es con la pluma que las mentiras se usan para escribir encima del Sueño, y la palabra escrita nunca valdrá lo que vale el país sobre el cual se escribe… 385
Revista Prometeo
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Traductores al inglés: Laura Chalar tradujo I now know why de Jean Claude Awono; Jenine de Umar Timol; Lafayette de Moëz Majed; We Misfits Don’t Forget You, Marilyn de Jotamario Arbeláez; Poem of Time de Juan Manuel Roca; Vietnam de Fernando Rendón; The Word of the Universe de Juan Mares; To Gnaw de Javier Naranjo; Garden de Gustavo Garcés; Russian River de Fernando Herrera; Version of the Lost de Álvaro Marín; XXXIX de Kalu Tatyisavi; The Path of Medicine de Juan Gregorio Regino; Blood Days de Cristina Toro; My Love and My Vertigo de Jairo Guzmán, It’s Not Our Fault de Omar Pérez; Handful of Earth de Fredy Chikangana; Pülasü de Vito Apüshana; You May Say de Ana Francisca Rodas; Rites of Passage de Lina Gómez; [Land, If You Speak To Me…] de Freddy Ñáñez; On the Chord of Silence de Lindantonella Solano; Ed Hardy And The Red Carp Caps de Larry J. González; Lilith’s Wings de Eliana Maldonado; Steam Train de Ángela Suárez; Mutations II: The Blow From A Stone de Jamila Medina; The Two Beasts I Am de Diana Pizarro; Accent de Isabel Dunas; Animals and Humans de Ronald Cano; Mommy Water de Felipe López; Dream de Felipe Posada; What Stuff Is the Happiness of Bees Made Of... de Ivo Svetina; I am touching a key issue when I say: “Mom is dead”… de Paul de Brancion; Unique de Maria Augustina Hâncu; G. Leogena tradujo Dream in Scarlet de Alfredo Vanín, Near the Tigris and the Euphrates de Norberto Salinas, The Salt de Jesús David Curbelo; Night Flight /the Art of Poetry de Gabriel Chávez Casazola; I Am Building a House for My Dreams… de Juan Diego Tamayo, I Was so Anxioux that I Touched the Sun with My Fingers Withouth Feeling any Pain de Oscar Saavedra Villaroel; If When You Kiss a Mouth You Find a Spectre de Camilo Restrepo, y When the Days Are Finished de Yenny Léon; Robin Myers tradujo Prison de Manlio Argueta, Skirt of Snakes… de Natalio Hernández, Tango Letter for Santiago Sylvester de Gabriel Jaime Franco, Stir the Ashes de Hugo Jamioy y Things Not to Forget de Carlos Andrés Jaramillo; Carol O’flynn tradujo Requiem Without Tears de Eduardo Gómez; María Luz Fernández tradujo Nobody was in its cloth… de Eduardo Dalter; Francisco Nájera tradujo su poema For the Love of God…; Joe Broderick tradujo Adios de Orlando Gallo; Santiago Hoyos tradujo To My Father de Jesús Gaviria; Jimena Codina tradujo My Mother Was Born In Time With Ingrid Bergman de Norberto Codina; Juliana Borrero Echeverry tradujo Bonfires de Jorge Eliécer Ordóñez; Angie-Mary Hickie (Angelita) tradujo Notes for an Autobiography de Fernando Linero; Luis Rafael Gálvez tradujo Lazarus de Winston Morales; Fatih Akgül tradujo The One Who Fell On the Ground de Ataol Behramoglu; Ouyang Yu tradujo Letters de Ke Yang; DELGERMA Ganbat tradujo Like the Air Kiss Like the Wet Dream… de GALSANSUKH Baatar; Rebecca Lily Bowen tradujo This is My Race de Basir Ahang; Edi Thorstensson tradujo May the Northern Lights Burn… de Marry A. Somby; Ana Topenčarova tradujo A Poem For The Repetition de Mite Stefoski; Tomislav Kuzmanovic, Dona Massini y Anthony Mccann tradujeron St. Marko’s Square de Marko Pogačar.
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Revista Prometeo
Traductores al castellano: Omar Pérez tradujo los poemas de Dinah Roma, Martin Langford, Samuel Wagan Watson y los poemas de Dinos Siotis, excepto Refugiados; G. Leogena tradujo los poemas de Kevin Bowen, Marry A. Somby, Katherine Coles y Kate Newmann; León Blanco tradujo, con la colaboración de G. Leogena, los poemas de Ayo Ayoola-Amale, Ataol Behramoglu, Nouri Al-Jarra y Basir Ahang; Stéphane Chaumet tradujo los poemas de Umar Timol, Moëz Majed y Jean Claude Awono; Tallulah Flores tradujo los poemas de David wa Maahlamela y Lance Henson; Arturo Fuentes tradujo los poemas de Galsansukh Baatar y La melodía del calor del mediodía y Abrazo de amor de Hanan Awwad; Sebastián Velásquez Escobar tradujo los poemas de TJ Dema; Ricardo Gómez tradujo los poemas de Winston Farrell; Kalu Tatyisavi tradujo sus propios poemas; Ezequiel Zaidenwerg tradujo los poemas de Robin Myers; Nelson Ríos tradujo los poemas de Ke Yang; Víctor Rojas tradujo los poemas de Bengt Berg; Paul de Brancion tradujo sus propios poemas; Stefano Strazzabosco tradujo sus propios poemas; Yolanda Castaño y Pau Sanchis Ferrer tradujeron los poemas de Marko Pogačar; Maria Augustina Hancu tradujo sus propios poemas; Raúl Jaime Gaviria tradujo Es tiempo de que el caballero triunfe de Hanan Awwad; Nicolás Suescún tradujo Refugiados de Dinos Siotis; Javier Bozalongo y Marija Krstevska tradujeron los poemas de Mite Stefoski; Saray Torres y Carlos Bedoya tradujeron los poemas de Ron Riddell.
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Fernando de Szyszlo Perú | 1925
Fernando de Szyszlo es uno de los grandes artistas contemporáneos, pintor y escultor.
Considerado “una leyenda viva de las artes plásticas peruanas”, Fernando de Szyszlo nació en Lima el 5 de julio de 1925. Su primera exposición la realizó en 1951, tras retornar de un fructífero paso por Europa donde se conectó con la fuerza principal del arte vanguardista. En 1947 fundó con el poeta Emilio Adolfo Westphalen, la revista cultural Las Moradas, y en 1949 se casó con la gran poeta peruana Blanca Varela. Infatigable creador, ha pintado más de 2500 cuadros. Su obra ha sido definida por los críticos como “Indigenismo Abstracto”. En sus palabras: “Todos mis cuadros, a pesar de ser distintos, persiguen la obra que pinto dentro. La obra de un pintor es la suma de todas las derrotas. Es una carrera que no tiene fin”. 389
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25° Festival Internacional de Poesía de Medellin
Movimiento Poético Mundial
Revista Prometeo
Aplicaciones logos a color Patrocina
Aplicación del logo vertical para para patrocinios, convenios o alianzas.
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Con el apoyo de LA RESPUESTA ES Evento apoyado por el Ministerio de Cultura Programa Nacional de Concertación Cultural
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