Katherin Cortés

Katherin Cortés

PIEL, KILÓMETROS Y SANGRE DE FRONTERAS

Sangran las Uñas La lengua se congela, derrumbando direcciones. Los ojos acumulan estas tierras que no han visto, y el calor que se desborda me hace producir ese aroma a chile de Puebla y a barbacoa argentina o a ese último Pettit Café que me serví antes de esconderme en el saco de café

Y aquí en distancias que nublan la Joroba del Dromedario o del Jet que vengo a conducir. Los cuerpos desdentados y el frío inquebrantable se encierran en esta Brújula que me hace vivir a la espera de un acceso.

Dromedarios que servilmente se desplazan entre Fronteras, venias para el hambre.

Acumulación de colores en las pieles blancas, negras, morenas, amarillas, que hacen de paisajes

multitudinarios sueños diarios, colchonetas desgastadas flotan en desiertos, mares y embarcaciones. Identidades divisorias, Anclas precisas que someten al pensamiento, pero expulsan en plena travesía, arden los ojos con tierra, la sangre la baña.

¡Desconocida que te apareces, tierra!

Tierra tan prometida pero no entendimos que la expulsión no da Bienvenidas.