UNIVERSIDAD DE CUENCA FACULTAD DE FILOSOFÍA, LETRAS Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
AMÉRICA LATINA MODERNA Y CONTEMPORÁNEA SELECCIÓN DE TEXTOS, REDACCIÓN PARCIAL DE LAS UNIDADES Y PLANIFICACIÓN DE ACTIVIDADES: Dra. María Fernanda Cordero Mst. Manuel Carrasco Dr. Juan Martínez Dra. Ana Luz Borrero Dr. Juan Chacón Revisión: Dr. Napoleón Almeida
Ciclo de Estudios Comunes Septiembre 2010
FACULTAD DE FILOSOFÍA, LETRAS Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN
Mst. María Augusta Vintimilla C. DECANA
Mst. Fernando Ortiz V. SUBDECANO
Dr. Manuel Villavicencio DELEGADO DOCENTE AL CENTRO DE PUBLICACIONES Y DIFUSIÓN
AMÉRICA LATINA MODERNA Y CONTEMPORÁNEA TEXTO DE ESTUDIO PARA LOS CICLOS COMUNES Universidad de Cuenca Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación Centro de Publicaciones y Difusión Diseño y diagramación Margarita Dávila Vázquez
Cuenca-Ecuador 2010
PRÓLOGO La Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación de la Universidad de Cuenca tiene dos ejes fundamentales, las Humanidades y la Educación, en su interrelación y complementariedad. Las carreras no ligadas, en principio, con la formación de docentes, como Ciencias de la Comunicación Social, están impregnadas, también, del espíritu de dichos ejes. Quienes ingresan a la Facultad de Filosofía cursan un primer ciclo común, que ha sido renovado en su sentido y finalidad, así como en sus asignaturas, contenidos y metodología de trabajo. Además de Informática Básica y Cultura Física, que son obligatorias para todo estudiante de la Universidad de Cuenca y que, de acuerdo al Sistema de Créditos, las puede aprobar en cualquier momento de su carrera, se han establecido cinco asignaturas, con cuatro créditos cada una. Tres son de contenido humanístico (Filosofía, América Latina Contemporánea, Expresión Oral y Escrita), una de aproximación a la educación (Educación) y la quinta de carácter instrumental (Métodos y Técnicas de Estudio). Dicha renovación del primer ciclo común se propone prescindir del dictado y desarrollar un método de enseñanza-aprendizaje, sustentado en algunos criterios:
Utilizar recursos escritos en todas las materias, sin excluir los recursos audiovisuales y virtuales.
Despertar el deseo de aprender y desarrollar la capacidad para ello.
Realizar un aprendizaje significativo, partiendo de lo que sabe el alumno, de lo que puede y debe aprender.
Aprender “con” y “entre” todos.
Desarrollar destrezas, habilidades y capacidades básicas para estudiar cualquier carrera.
Ejercitarse en la lectura comprensiva, analítica y crítica, así como en procesos de argumentación y de estructuración lógica del pensamiento.
Acrecentar el vocabulario humanístico y educativo de los alumnos.
En este marco conceptual, los objetivos generales del primer ciclo común son: -
Ambientar al estudiante en la vida universitaria y ayudarle a comprender el sentido de una Facultad de Humanidades y Educación.
-
Ayudarle a elegir, con reflexión y madurez, la carrera, que comenzará a partir del segundo ciclo (marzo-julio), siempre que haya aprobado, al menos, el 60% (tres) de las cinco asignaturas mencionadas (Filosofía, Expresión Oral Escrita, América Latina Contemporánea, Educación, y Métodos y Técnicas de Estudio).
-
Reforzar competencias y destrezas para cursar con éxito la carrera que elija.
EVALUACIÓN DEL PRIMER CICLO COMÚN El rendimiento de los alumnos del Primer Ciclo Común se evaluará, de acuerdo a lo aprobado en el SÍLABO de cada asignatura, como establecen los reglamentos pertinentes, conforme a los siguientes criterios: 1. 2. 3.
Aprovechamiento: cumplimiento de actividades diseñadas en cada uno de los textos de las cinco materias y para cada unidad. Se calificarán de 0 a 50 puntos. Examen interciclo, que se calificará de 0 a 20 puntos. Examen final, que se calificará de 0 a 30 puntos. Evaluará la visión global de los contenidos y destrezas planteadas en el programa de la asignatura.
DE LAS ACTIVIDADES DEL TEXTO El objetivo del cumplimiento de estas actividades es favorecer la comprensión de los temas, expresarlos y presentarlos como desempeños de comprensión tanto individual como grupal. Pueden incluir tareas, prácticas, observaciones, entrevistas, ensayos, análisis, glosarios, anotaciones de campo, lecturas adicionales, exposiciones, presentaciones en power point, búsqueda de información en Internet, controles de lectura. Según lo resuelto por el H. Consejo Directivo, el Aprovechamiento se divide en dos momentos llamados: Parcial 1 y Parcial 2. El Parcial 1 (sobre 25 puntos) evalúa los aprendizajes desde el inicio de clases hasta el último día previo al examen interciclo. El Parcial 2 (sobre 25 puntos) evaluará el aprovechamiento durante el resto del semestre, hasta una semana antes del examen final. En ambos momentos deberán consignarse por lo menos tres calificaciones, que evaluarán el desarrollo de las actividades programadas. RECOMENDACIONES METODOLÓGICAS:
Que tanto docentes como estudiantes comprendan que la evaluación se hace sobre el desarrollo de destrezas, por lo que los textos y las actividades de asimilación deben permitir la consolidación de las destrezas, que se planteen como necesarias. Que el proceso de evaluación posibilite valorar aspectos más subjetivos como la motivación, interés, iniciativa, creatividad. Que, al evaluar los distintos productos de los estudiantes, el docente preste atención al nivel de redacción y ortografía. Que el cumplimiento de las actividades lleve al estudiante a un progresivo mejoramiento de su expresión oral y escrita, así como a un enriquecimiento léxico. Que los instrumentos de evaluación superen el nivel informativo, memorístico y de repetición, que tienen actualmente la mayoría de pruebas y exámenes. Desechar, tanto en alumnos como en profesores, el carácter intimidatorio de la evaluación y que se convierta en un acto responsable y honesto.
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Que las actividades cumplidas por parte de los estudiantes tengan un proceso de retroalimentación frecuente y oportuna. Que el cumplimiento de las actividades en el texto de enseñanza generen formas creativas de producirlas y presentarlas. Algunas actividades deben ser interdisciplinarias. Que los contenidos y las actividades atiendan el necesario tratamiento de los problemas y elementos de reflexión desde una perspectiva contemporánea.
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AMÉRICA LATINA MODERNA Y CONTEMPORÁNEA ÍNDICE DE CONTENIDOS UNIDAD 1
SÍNTESIS GEOGRÁFICA DE AMÉRICA LATINA
UNIDAD 2
SINOPSIS HISTÓRICA DE AMÉRICA LATINA
UNIDAD 3
AMÉRICA LATINA Y EL DESARROLLO
UNIDAD 4
AMÉRICA LATINA Y EL PROBLEMA AMBIENTAL
UNIDAD 5
ESTADO Y POLÍTICA EN AMÉRICA LATINA
UNIDAD 6
POBLACIÓN, ETNIAS Y SOCIEDAD
UNIDAD 7
RELIGIÓN CRISTIANA Y SOCIEDAD
UNIDAD 8
IDENTIDAD Y CULTURA CONTEMPORÁNEA EN AMÉRICA LATINA
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UNIDAD 1 SÍNTESIS GEOGRÁFICA DE AMÉRICA LATINA 1.
PRESENTACIÓN Unidad introductoria que describe las generalidades del entorno natural de América Latina, sustento físico de las actividades socioeconómicas y culturales de sus pueblos.
2.
SUMARIO
3.
Ubicación, superficie, islas importantes Constitución geomorfológica: cordilleras, mesetas, llanuras Hidrografía Clima
OBJETIVOS DE LA UNIDAD
Despertar en los estudiantes el interés por conocer el medio ambiente de América Latina; y, Analizar los diferentes componentes naturales que conforman su estructura físico-geográfica.
La superficie de América Latina es aproximadamente de veinte millones de kilómetros cuadrados, dimensión equivalente a la del conjunto Estados UnidosCanadá. De esta área, los diecisiete millones pertenecen al subcontinente meridional, dos millones quinientos mil a México y la región ístmica y quinientos mil a las Antillas y demás islas. Abarca más o menos las dos terceras partes del hemisferio occidental; comienza en el Río Grande y se extiende hasta el Polo Sur. Abarcaría tres veces al continente europeo. Las islas más importantes se encuentran en el Caribe son: Cuba, Española y Puerto Rico, también conocidas como Antillas Mayores. Entre las otras, destacan las Galápagos, famosas por su especial geología, flora y fauna, tan útiles en la hipótesis sobre la evolución de las especies de Darwin. Muchas de las especies de flora y fauna son endémicas; entre los animales más espectaculares figuran las enormes tortugas y las iguanas. En su constitución geomorfológica, América Latina presenta tres estructuras bien diferenciadas: cordilleras, mesetas y llanuras. En lo referente a las cordilleras, México está unido a Centroamérica a través del istmo de Tehuantepec, surcado por cadenas de montañas, entre ellas la Sierra Madre Oriental y Sierra Madre Occidental, que son una continuación de las Rocosas. El territorio centroamericano está constituido por una serie de sistemas montañosos que toman nombres locales. La cordillera de los Andes, espina dorsal de América del Sur, es el conjunto orográfico más extenso del planeta, con una longitud de 7500 km. Es superior casi en tres veces a los Himalayas; toma este nombre sólo en Sudamérica. Empieza sobre los 11 grados de latitud norte, cerca del golfo de Darién y corre paralela al
Océano Pacífico hasta Tierra de Fuego, formando la divisoria continental de las aguas. Su ancho es variable según las diversas secciones; de norte a sur tiende a aumentar y alcanza un máximo de 800 km en Bolivia. La parte central de América meridional está ocupada por grandes llanuras, geológicamente correspondientes a cuencas sedimentarias que sirven de soporte a llanuras aluviales. Generalmente son zonas de escaso declive, donde no se encuentran mayores irregularidades orográficas y de escaso drenaje determinando, en muchos casos, una fácil inundación. Los llanos venezolanos y la cuenca amazónica se localizan dentro de la zona tropical, mientras que la llanura chaco-pampeana en la zona templada a excepción del chaco boreal que está en la tropical. Sobresale la floresta Amazónica con una extensión que supera los tres millones de Km2; es la región boscosa de mayor trascendencia en el mundo. Hacia el este de América meridional predomina una forma orográfica denominada meseta, que en términos generales se caracteriza por ser un relieve maduro, erosionado y donde no existen mayores alturas. Sobresale la de las Guayanas, la del Brasil con sus tres conjuntos mesetarios: Goias, Matto Groso y Minas Gerais y la Patagónica. La hidrografía de América Latina está estructurada por la morfología, por el volumen y régimen de las precipitaciones y sobre todo por la dislocación de los relieves. En el altiplano mexicano los cursos de agua tienen longitudes modestas y cuencas poco extensas; al sur, el caudal de las aguas es constante y a menudo importante por la abundancia y continuidad de las lluvias, pero no existen ríos que constituyan importantes arterias de comunicación. En la región ístmica, ellos son cortos pero disponen de abundante caudal durante todo el año, en primer lugar, y, en sus costas, la presencia del guatemalteco lago Izabal y la de los de Managua y Nicaragua, comunicados entre ellos y con el mar Caribe mediante el río navegable San Juan, forman una vía acuática, en segundo. La asimetría de la división de aguas entre los dos océanos es una particularidad original de América del Sur; casi las tres cuartas partes son tributarias del Atlántico. En este océano desemboca el más caudaloso río del mundo, el Marañón. El elemento sobresaliente del fenómeno climático de América Latina tiene su origen en el hecho de que cerca de dos tercios de su área están situados en la zona tropical a excepción de Chile, Argentina, Uruguay y Paraguay, países participantes también de la zona templada. No obstante, los influjos marinos, las alturas, los vientos, contribuyen a determinar sus características y actúan como elementos de diferenciación, a menudo profundos, entre las diversas zonas.
PALABRAS CLAVE geología istmo sedimentario
Darwin latitud aluvial
endémicas altitud morfología
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meseta llanura orográfica
asimetría cuenca glaciar
CUESTIONARIO
Anote la superficie e islas más importantes de América Latina ¿Qué características presentan las cordilleras en México y en la región ístmica? ¿Qué características presenta la cordillera de los Andes? Explique la importancia de la llanura Amazónica ¿Qué características presentan los sistemas fluviales en México, la región ístmica y en las antillas? ¿Cuáles son los principales sistemas fluviales de América del Sur? Describa en forma sintética las características climáticas de América Latina TEMAS PARA REDACCIÓN O PRESENTACIÓN ORAL
Investigar y luego redactar sobre alguno de estos temas: 1. 2. 3. 4.
5.
La Selva Amazónica “es el bosque pluvial macrotérmico más importante del planeta”, “es el pulmón de la humanidad”. Las Galápagos: situación geográfica, clima, suelos, vegetación, especies animales, la presencia de Charles Darwin en las islas. Características de los desiertos en América Latina. Se suele decir que hay una relación entre el clima de un país y el modo de vida de sus habitantes, ¿está de acuerdo con esto? Explíque con relación al Ecuador o cualquier otro país de América Latina. Investigue y delimite geográficamente las zonas de escasa vegetación de América Latina y explique el motivo de su presencia.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
CUNIL, Pedro: La América Andina. Editorial Ariel. 1978 CHANG-RODRIGUEZ, Eugenio: Latinoamérica su Civilización y su Cultura. Heinle & Heinle Publishers. 1991. Segunda Edición Boston, Massachusets, USA. DERRAU, Max: Tratado de Geografía Humana. Ed. Vinces Vives, sexta edición, Barcelona, España. 1976 PUYOL, Rafael y otros: Geografía Humana. Madrid, Artes Gráficas Benzal, S.A. 1988 KATTAN-IBARRA, Juan: Perspectivas Culturales de Hispanoamérica. Illinois, USA. 1995
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UNIDAD 2 SINOPSIS HISTÓRICA DE AMÉRICA LATINA 1.
PRESENTACIÓN En síntesis, la unidad se refiere a la evolución social y cultural de América Latina en un significativo lapso de más de veinte mil años, que se inicia con el aporte de los grupos vernaculares precolombinos, continúa con la colonización europea y el consecuente proceso independentista y culmina con la formación de los Estados soberanos.
2.
SUMARIO
3.
América Nuclear Colonización Española Explotación de la fuerza de trabajo indígena Explotación de metales preciosos La gran propiedad agrícola Organización social en la colonia La esclavitud Declinación del período colonial La independencia y los nuevos Estados
OBJETIVOS DE LA UNIDAD
Explicar y situar el estado de desarrollo de las culturas asentadas en lo que hoy es América Latina al momento de la llegada de los españoles y portugueses. Despertar en el estudiante el interés por el conocimiento y análisis del importante período colonial. Analizar las características de las instituciones creadas por los conquistadores para afianzar su dominio. Conocer las razones que llevaron a la independencia sobre la base de la discusión y análisis de la situación nacional e internacional imperante en esa época. Debatir sobre los móviles que llevaron a la formación de los estados nacionales en nuestra América Latina.
LA AMÉRICA NUCLEAR Cuando los europeos arribaron al sector continental de América, se sorprendieron de la gran variedad de lenguas que se hablaban (más de tres mil) y de una muy acentuada pluralidad cultural ya que si Cortés y Pizarro conocieron grandes ciudades, reyes, mercados, templos y obras de ingeniería sorprendentes, otros conquistadores reportaron la presencia de pueblos que vivían congregados en simples bandas cazadoras, en aldeas agrícolas permanentes o pueblos enormes, artesanos de los metales y amantes de la hechicería, como los cañaris del Ecuador, pero que no habían constituido aún el nivel social estatal. Se afirma que lo más espectacular de las civilizaciones americanas se agrupó en lo que ciertos antropólogos llaman la América Nuclear, ubicado en el sector montañoso de baja latitud, desde el
valle central de México hasta los Andes Centrales, zona en donde emergieron las tres altas civilizaciones antiguas de este continente: aztecas, mayas e incas. La configuración general de estos pueblos correspondía a los perfiles de una alta cultura o civilización que, en el orden de la evolución social, significan urbanismo, especialización laboral a tiempo completo, presencia de un rey que vive, una capital, existencia de un ejército profesional, estratificación social marcada y adscrita a las actividades personales, burocracia, y, a excepción de los mayas, expansionismo militar para apropiarse de la mano de obra de los sometidos que se insertan en una economía altamente centralizada. En Mesoamérica, (México y Centro América), con unas pocas excepciones, ellos laboraron siempre con instrumentos de madera y piedra pulimentada; en los Andes se conocían además las herramientas de cobre y bronce. No usaron la rueda, ni tuvieron animales de tiro; todo esto impuso severas limitaciones a su desarrollo, por ejemplo falta de carruajes para el transporte, ausencia de arado de tracción animal en la agricultura, etc. La única bestia de carga utilizada en los Andes era la llama, que podía transportar pequeños bultos (de un máximo de 10 kilos) por distancias relativamente largas. En el área mesoamericana sobresalen los Mayas y Aztecas, quienes desarrollaron complejos sistemas de calendario derivados de la observación de los ciclos solares, lunares y celestiales. De esta forma se regulaba el tránsito del tiempo; usaron básicamente dos: uno ceremonial o religioso, el lunar y otro agrícola, el solar. La interrelación del calendario primero con el segundo originaba el ciclo de 52 años, lapso máximo concebido para los pueblos del área mexicana. Esta es la llamada ronda calendárica. Los mayas conocieron además otra forma de contabilizar el tiempo: la cuenta larga, que abarcaba miles de años y fue exclusivamente de los mayas, quienes alcanzaron el más alto desarrollo al respecto en Mesoamérica. Estos cálculos temporales fueron más exactos que el europeo anterior al calendario gregoriano del siglo XVI. No poseyeron escritura alfabética, aunque los mayas dominaron ampliamente la escritura pictográfica e ideográfica; recientes investigaciones afirman que los aztecas también habían desarrollado una compleja escritura. El desarrollo de la arquitectura se manifiesta en la construcción de palacios, templos y pirámides para lo que utilizaron levas masivas indicadoras del poder despótico sobre los pueblos. La construcción de pirámides fue uno de los sellos característicos de las civilizaciones mesoamericanas. Inicialmente estas construcciones consistían en modestos túmulos levantados en honor a los dioses. Cumplían la función mediadora entre los hombres y el panteón. Con el recurrir del tiempo, aquellos promontorios fueron adquiriendo dimensiones enormes. La pirámide clásica de Cholula alcanza una altura de 60 metros y 25 acres de base, siendo la más extensa conocida en el orbe. La “del Sol”de Teotihuacán clásico tiene una altura de 66 metros. Entre los mayas, las pirámides no fueron tan monumentales, salvo una de Tikal; sin embargo, eran mucho más elaboradas que las de México. En el México antiguo se construyeron verdaderas ciudades como Teotihuacán, Tula, Tenochtitlán. Para planificar y calcular la extensión de las urbes y centros ceremoniales concibieron un singular modelo: alrededor de un eje encerraban espacios con complejos construidos alrededor de una plaza.
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Dentro de la región andina sobresalen los Incas innegables herederos de civilizaciones peruanas muy anteriores a ellos como Chavín, Mochica, Paracas, Ica-Nazca, Tiahuanaco, etc. La unidad social básica del gran imperio Inca, que abarcó desde el sur de Colombia hasta el norte chileno argentino, fue el ayllu, unidad fundamental, económica y administrativa. Los procedimientos de asimilación de los territorios incorporados por conquista implicaban una planificación estatal muy inteligente. En principio, respetaban las costumbres, las instituciones y la religión de los vencidos; después, se llevaba al territorio masas colonizadoras que poco a poco, casi insensiblemente, incanizaban el territorio asimilado, propagando sus elementos culturales; en otros casos, grupos desestabilizadores, como los cañaris, eran en parte dispersados por los confines del reino. Estos migrantes son conocidos como Mitimaes. Uno de los grandes instrumentos de incanización fue el quechua, no se prohibía el uso de las lenguas locales, pero nadie podía encontrar ventaja alguna si no hablaba la lengua oficial, la imperial. Gracias al establecimiento de una extensa red burocrática, El Estado llevaba con sorprendente precisión la contabilidad tributaria. El instrumento utilizado para ello era el quipu, esto es, una serie de cordones de variados colores atados a uno principal. Algunos historiadores postulan que el quipu es la representación parcial de un complejo sistema de escritura andino, pero el estado actual de conocimientos sobre el pasado regional, hace que todos sus pueblos, incluyendo el de los expansionistas quechuas, sean aún considerados ágrafos. La comunicación entre las distintas regiones del imperio se lo hacía a través de una vasta red de caminos, a dos de los cuales, por su importancia se los designaba como Capac-ñan; tanto el primero, que atravesaba la sierra, como el otro, que se construyó a largo de la costa, eran recorridos por verdaderos atletas, los chasquis o correos, que se iban relevando de trecho en trecho, asegurando la fluidez de la información en todo el imperio. Los incas basaban su subsistencia en el cultivo de la papa, considerado sagrado regalo del sol, pero también cultivaban maíz, las ocas y mellocos, la quinua y el amaranto o ataco y otras decenas de plantas, entre las que sobresalieron el ají, la coca y el algodón. A las características primordiales del arte inca se las encuentra en las construcciones arquitectónicas, sobre todo en las militares y religiosas. Su austeridad implica la supremacía de lo funcional sobre lo decorativo; la fábrica era de una calidad excelente mediante el sistema de levantar muros con bloques de piedra poliédricos ensamblados gracias al ajuste perfecto de sus ángulos y aristas. Con la expansión del poderío inca se introdujo la construcción con bloques más pequeños, rectangulares y perfectamente labrados, colocados en hileras horizontales; los complejos arqueológicos de Ingapirca y Pumapungo en el Ecuador son un buen ejemplo de este estilo llamado “imperial”. La mita era el servicio que obligatoriamente presentaban los “puric” al estado incaico. Existían dos clases de mitas: la de trabajos agrícolas en los campos del Inca y del Sol y la de tareas en proyectos controlados por el gobierno: puentes, caminos, palacios, fortalezas, canales de riego, etc. El servicio de la
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mita recaía sobre las clases populares y estaba rígidamente organizada a través de un sistema decimal. Por esto, en corto tiempo era posible reclutar miles de trabajadores, guerreros o lo que el Estado necesitaba. LA COLONIZACIÓN ESPAÑOLA Los rasgos fundamentales de lo que sería la estructura social, política y económica de los países latinoamericanos tienen su génesis en tres aspectos: 1ro La forma en la que se realizó la conquista; 2do Las instituciones que implantaron tanto españoles como portugueses y que se constituyeron en el sustento de una gran organización capaz de crear las bases necesarias para la consolidación de la conquista de las nuevas tierras y, ro 3 Las singularidades culturales de las sociedades indígenas de cada región. El Estado español comprobó en la práctica que la mejor forma de proteger sus intereses era ceder a los particulares la posibilidad de descubrir y someter a los nuevos territorios por incorporar a la Corona pero manteniendo el control político y la administración mediante sus funcionarios y cuerpos legales complejos. La conquista de los territorios americanos, más que una acción del imperio español, fue asumida como una empresa particular en la que primaba la iniciativa individual y en muchos casos, promovida por personas de recursos relativamente modestos, que organizaba grupos de individuos cuyo fin era el reparto de los frutos de tan codiciada aventura; en muchas ocasiones se transformó en simple acto de pillaje, debido posiblemente a la lejanía del poder central y a la debilidad de los pueblos por conquistar. A partir del 12 de octubre de 1492 la expansión española, y posteriormente portuguesa, no se detendrá hasta dominar una enorme región que se extendía desde el sur de los actuales Estados Unidos hasta el estrecho de Magallanes. Hernán Cortés impondrá el dominio español en territorio de los aztecas, conquistando y destruyendo Tenochtitlán; Francisco Pizarro hará lo mismo con el Tahuantinsuyo al apoderarse del Cuzco; otras múltiples expediciones permitirán el conocimiento de nuevas zonas y la imposición del dominio hasta fronteras para ellos insospechadas. EXPLOTACIÓN DE LA FUERZA DE TRABAJO INDÍGENA La acción individual que sirvió de base a la ocupación territorial de América, se realizó dentro de un marco contractual estrictamente delimitado por los Estados metropolitanos. En el caso de España, a través de “Capitulaciones”, el reino transfería al conquistador individual ciertas prerrogativas, al mismo tiempo que le exigía varias obligaciones. Las recompensas otorgadas por el Estado español alcanzaron su forma definitiva en la institución de la Encomienda, mediante la cual se confiaba a un conquistador un núcleo de población indígena, con la responsabilidad de cristianizarlo y el derecho a utilizarlo como fuerza de trabajo. La explotación directa de la energía indígena fue realizada inicialmente a través de esta institución, que se convirtió en el instrumento principal para organizar la producción, y además aseguraba el cobro de los impuestos y tributos.
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Otras formas de explotación basadas en instituciones muy bien controladas se fueron implantando poco a poco; es el caso de los “obrajes”, que podrían ser calificados como incipientes unidades de producción manufacturera para la elaboración de tejidos de lana, algodón y cabuya, así como sombreros, alpargatas, sogas e hilos; también se constituyeron los “batanes”, encargados del teñido y preparación de la lana para la elaboración de textiles. Complementariamente, para sus fines, aprovecharon varias formas indígenas de organización del trabajo, verbigracia de la mita incásica, que se convirtió en la principal modalidad de explotación de la fuerza de trabajo en los Andes. A partir de la disposición legal del Virrey Toledo, de 1570, todos los indios comprendidos entre los 18 y 50 años estaban obligados a prestar su fuerza laboral a la Corona. Existieron mitas de servidumbre doméstica, de hierba y leña, de alimentos, de pastoreo, de labranza, de trapiches y molinos, de construcción de casas, de telares, de obrajes, de servicios públicos, de minas. En síntesis, la organización colonial española en América se centró en torno a los dos imperios preexistentes, el azteca y el incaico, donde se conjugaba una situación de abundancia de metales preciosos, de recursos humanos para explotarlos y una agricultura excedentaria que permitía el sustento de la mano de obra y del colonizador. EXPLOTACIÓN DE METALES PRECIOSOS La producción de metales preciosos que sirvió de base económica a la fundación y organización de los imperios español y portugués en las Américas, asumió dos formas principales: la extracción de oro aluvial y la producción de plata. El pillaje de los tesoros que habían sido acumulados en México y Perú, asume gran importancia en los primeros años, los de la conquista, y sirve principalmente para excitar la imaginación de España. La fase que se extiende hasta la mitad del siglo XVI se caracteriza por el esfuerzo de los españoles por descubrir las fuentes de los metales preciosos. La explotación se limita al oro de aluvión, que va siendo descubierto en distintas regiones y que tiende a agotarse rápidamente. La búsqueda de este metal explica la extraordinaria dispersión demográfica original: siendo tan poco numerosos, los españoles ocuparon en pocas décadas tierras que se extienden desde el norte de México hasta Chile. Sin embargo, la producción de oro tuvo poca importancia en la organización definitiva del espacio económico; agotadas las arenas auríferas de fácil explotación, en general la región se despoblaba. La plata pasa a ocupar el primer plano a mediados del siglo XVI; a diferencia del oro de aluvión de rápida declinación, la extracción de plata de mina alcanzará un desarrollo muy superior y gran estabilidad durante un largo período. La producción de la plata -extracción del mineral y refinación del metal-, desempeñó un papel totalmente distinto, pues dio origen a auténticos polos de crecimiento. Contrariamente al oro, la producción de plata exigió grandes inversiones de capital en galerías, obras hidráulicas e instalaciones mecánicas. Sus minas tenían además la característica de que al comienzo de la explotación el mineral era de fácil extracción pero de calidad inferior; al profundizar las galerías mejoraba la ley; de este modo la industria exigía capitales crecientes, pero conservaba su rentabilidad e incluso la aumentaba con el correr de los años.
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La explotación de muchos yacimientos se prolongó durante varias décadas e incluso siglos, dando lugar a un importante proceso de urbanización y a la formación de economías satélites. En Potosí para 1650 la población era de 160.000 habitantes, siendo el mayor agrupamiento urbano que existió en América en la época de la colonia. La demanda de alimentos, de tejidos y otros objetos de uso popular, así como de ciertos materiales de construcción y de animales de carga, generada por esa gran aglomeración urbana, exigió la organización de importantes economías satélites; con la declinación de los metales preciosos fueron también perdiendo importancia esos centros urbanos hasta casi desaparecer y, en muchos de ellos, en la actualidad se observan comunidades campesinas dedicadas a una agricultura de subsistencia. LA GRAN PROPIEDAD AGRÍCOLA A la declinación en la explotación y refinación de los metales preciosos debido a su agotamiento, siguió la decadencia del sistema económico que se había organizado en torno a los polos productores de dichos metales, ocasionando la descentralización de las actividades económicas y sociales y contribuyendo de esta forma a hacer de la propiedad de la tierra la institución básica de todo el orden social, puesto que, en esas circunstancias, será la propiedad de la tierra la que permita continuar extrayendo excedentes de los indígenas por la apropiación de la fuerza de trabajo. De esta manera, la estructura social tendió a adoptar la forma de unidades aisladas, dominios rurales desvinculados casi en su totalidad de la autoridad estatal; en definitiva, la propiedad de la tierra pasó a ser la base de un sistema de dominación social al servicio de una pequeña minoría étnica y culturalmente diferenciada. LA ORGANIZACIÓN SOCIAL EN LA COLONIA Antes de la conquista española no había el concepto de “indio”. Existían como se ha visto distintas naciones, varias áreas culturales con diferentes niveles de organización de la producción, de la sociedad y del poder político. No se conoce con exactitud las categorías usadas por los nativos para establecer y analizar los componentes de las distintas sociedades autóctonas y las relaciones entre ellas, mas ninguna era la de “indio” como concepto general; más bien parece que cada pueblo consideraba a sus miembros como seres humanos y a los de otros grupos como seres salvajes o enemigos a quienes había que cazarlos y sacrificarlos para propiciar el beneficio de sus dioses. Al producirse la conquista el término indio designará al “otro”, es decir al no europeo y conforme la sociedad colonial se fue consolidando, el concepto fue adquiriendo un uso de tipo descriptivo y, de categoría general, pasó a adjetivo concreto casi siempre peyorativo. No debe olvidarse que la Corona española siempre designó a América como “Indias Occidentales” y por lo tanto a sus habitantes como indios. En un principio la situación colonial surge como resultado de la puesta en relación de sociedades distintas: la colonizadora, que establece un dominio compulsivo, casi total sobre la colonizada, étnica y culturalmente diferente, fundamentándose para ello en el ejercicio de la violencia permanente, que caracteriza al dominado como inferior y homogéneo. Pero transcurridos los tiempos, el intercambio cultural, social y económico entre los variados sectores sociales fue permanente dándose el fenómeno que un autor actual llamaría de “hibridación”; paulatinamente los criollos y los mestizos asumen una identidad americana y así llegan a distinguirse con claridad de los españoles peninsulares.
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Durante la primera época, el lugar de nacimiento, el idioma, el color de la piel, las creencias religiosas, eran suficientes indicadores de diferenciación étnica y social, pero luego aparecieron otros factores con el surgimiento de nuevas mezclas raciales que se incorporaron al aparato productivo en diversas ocupaciones como la artesanía, pequeños comercios o el control de la masa indígena o negra; a una gran cantidad de mestizos no se les permitió participar en la vida activa convirtiéndose en sectores marginados. Los criollos (hijos de españoles, nacidos en América), al haber asumido gran importancia en la sociedad, fueron relegados por los administradores españoles por lo que al ocupar cargos secundarios dentro de la administración colonial, se constituyeron en los protagonistas de importantes revueltas que agitaron el Nuevo Mundo. De una manera bastante esquemática se puede estructurar de la siguiente manera el cuadro social de la América colonial: 1. 2.
3. 4.
5.
Aristocracia cortesana. Familias de comerciantes, mineros, terratenientes y propietarios de grandes talleres artesanales, de fuerte poderío económico, pero cuyos privilegios no tenían protección legal. Familias dependientes de empleos administrativos más modestos o del comercio y la artesanía que no requerían demasiado capital. Grupos de artesanos y comerciantes indígenas y mestizos que habían logrado modestas acumulaciones de capital y que por tanto poseían propiedades urbanas y rurales. La masa indígena y los esclavos africanos ubicados en el último escalón configuraban la base de una pirámide social estructurada sin mayores posibilidades de movilidad.
LA ESCLAVITUD El surgimiento de América como una gigantesca reserva de materia prima, constituyó un factor decisivo en la instauración de una institución tan vieja como la humanidad: la esclavitud como forma de trabajo forzado. El advenimiento del cristianismo cuestionó el concepto aristotélico de seres inferiores condenados a la servidumbre por la propia naturaleza, sosteniendo una posición contraria al tráfico de esclavos. Sin embargo, en la edad moderna y durante el siglo XVI hasta parte del XlX, se mantuvo vigente la legitimidad del tráfico de esclavos defendido y practicado por las potencias europeas como una necesidad del desarrollo capitalista. El rápido descenso de la población indígena en los años posteriores a la conquista, la inexistencia de tribus aptas para el trabajo sometido, el auge de la actividad agro exportadora tropical fueron, entre otras, las razones para la esclavitud en América. Es en estas circunstancias, que África constituía una óptima reserva de material humano -los negros eran fuertes, estaban acostumbrados al clima cálido y tenían nociones de técnicas agrícolas-; Dahomeyanos, Mandingos, Ashantis, Congolenses y Angolanos, fueron arrancados de sus tierras por millares, amontonados en malsanas bodegas de barcos y transportados a América Latina. El extenuante viaje, duraba varios meses; al final del trayecto les esperaban el Nuevo Mundo y los mercados donde eran expuestos como mercancías.
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El africano se transformó así en un objeto para ser usado; su propietario tenía poder de vida y muerte sobre él; podía venderlo, canjearlo y constituía un medio de producción y por tanto no gozaba de la protección de las leyes y al contrario de lo que sucedía con el indio, ni el Estado ni los teólogos trataban de defender sus derechos ni de reconocerle los mínimos principios de dignidad humana. Las áreas de gran producción agrícola, particularmente de cultivos tropicales como la caña de azúcar, el algodón o el tabaco, se constituyeron en los centros esclavistas principales; sin embargo, también los esclavos cumplían con tareas domésticas siendo frecuente su presencia en las ciudades. Podríamos afirmar que en toda la América Española existió presencia africana en mayor o menor medida y aunque su visibilidad histórica es escasa, su aporte a la cultura es inmenso aunque muy poco reconocido. LA DECLINACIÓN DEL PERÍODO COLONIAL En términos generales y siguiendo a Celso Furtado en la obra “La Economía Latinoamericana”, se puede advertir que la desorganización de los imperios español y portugués en la época de las guerras napoleónicas, constituyó el acto final del complejo proceso histórico que se extendió durante todo el siglo XVIII y que se relaciona directamente con las transformaciones económicas y políticas ocurridas en Europa. Así, las aspiraciones españolas de diversificar la economía en sus colonias, se enfrentaron a obstáculos que no pudieron ser superados dado su nivel de desarrollo: en primer lugar, los impedimentos de tipo proteccionistas creados en los principales mercados europeos por el mercantilismo y luego, porque España fue incompetente en la provisión de productos manufacturados para sus colonias. En estas circunstancias, las colonias buscarán alternativas que se materializaron ya sea a través del contrabando en busca de la conquista directa de mercados que les resultaba incluso más rentable que las mercancías inglesas, más baratas y de mejor calidad, o de lo contrario, produciendo internamente los artículos que necesitaban. Recordemos que las nuevas condiciones creadas por el avance de la Revolución Industrial en Inglaterra y el control progresivo que este país pudo ejercer sobre los transportes marítimos tendrían que terminar en una política de puertos abiertos en todo el continente americano, práctica ésta incompatible con el tipo de relaciones que prevalecían entre España y sus colonias. Si a este análisis sumamos la rápida difusión de los principios liberales que se traducía en una ideología de cambios en lo político, económico y social, el auge demográfico y la fuerza que significaban los criollos y mestizos que habían adquirido una conciencia nacional, percibiremos que el conflicto por uno u otro camino era evidente con la metrópoli. Un factor importante es el desarrollo de una identidad americana, fenómeno que se consolida lentamente y se acelera a partir del siglo XVIII. El sistema colonial ya agotado y sin salida política y económica paulatinamente cuestionado por los grupos criollos que buscan la oportunidad de una nueva forma de gobierno inspirada en principios liberales.
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Ahora bien, abierto el proceso de guerras napoleónicas, el aislamiento de España y la rápida penetración comercial inglesa, crearon situaciones realmente insostenibles que culminarían con la instalación de gobiernos locales autónomos. En muchos casos, las declaratorias de independencia nacieron de situaciones en que no había una agresión franca hacia la metrópoli que en esos momentos estaba ocupada por los franceses. Con todo, la propia dinámica del proceso conduciría a la ruptura, que en algunas regiones americanas tomaría la forma de una lucha cruel, heroica y prolongada por la obstinación con que los españoles pretendieron mantener su dominio.
LA INDEPENDENCIA Y LOS NUEVOS ESTADOS En las circunstancias anotadas y de forma gradual, el poder español es derrotado. Simón Bolívar desarrolla una gesta heroica de magnitud extraordinaria para liberar a los territorios de la Nueva Granada y de la Nueva Castilla (el Virreinato del Perú), José de San Martín hace lo propio con el Virreinato del Río de la Plata mientras que en México los esfuerzos de Benito Juárez y otros héroes permitirán la liberación del territorio. La Batalla del Pichincha, el 24 de mayo de 1822, cuando el ejército patriota bajo el mando de Antonio José de Sucre derrota a las tropas españolas, significará la independencia definitiva de los territorios de la Real Audiencia de Quito. La independencia americana favorecerá la aparición de gobiernos nacionales independientes. Sin embargo, las fuerzas que apoyaron o dirigieron los movimientos emancipadores no estaban en condiciones de organizar un sistema de poder lo suficientemente fuerte como para sustituir a la antigua metrópoli, consecuentemente, el localismo y caudillismo político tendieron a prevalecer, puesto que ni siquiera existían vínculos económicos de significación entre las regiones. En el Norte se conservó la unidad política de lo que fuera la Nueva España -México-, debido posiblemente a que la actividad minera se mantuvo vigorosa en este último período y además porque permanecía latente la tradición de centralismo administrativo desde antes de la colonia. Centroamérica nace a la vida independiente en un especial acto jurídico declarándose como República Federal Centroamericana, pero no tenía ninguna coherencia ni económica ni ideológica, tampoco hubo un grupo o clase social lo suficientemente fuerte como para imprimir su hegemonía al resto de la región y generar una dinámica de unidad nacional. Si a esto sumamos el despertar de caudillos y la encarnizada lucha por el poder, queda explícito que esta experiencia tenga una lenta agonía y que termine extinguiéndose en el segundo tercio del siglo XIX, formándose las pequeñas repúblicas que conocemos, a excepción de Panamá que para ese entonces formaba parte de Colombia. En el Sur, las Capitanías de Venezuela y Chile se transformaron en unidades políticas independientes. Nueva Granada se dividió en Colombia y Ecuador; el vasto virreinato de Nueva Castilla, dio origen al Perú y Bolivia y el recién creado virreinato Río de la Plata, se desmembró, dando origen a Argentina, Uruguay y Paraguay.
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Los países recientemente independizados asumen un reto histórico al proclamar un sistema republicano, constitucionalista y democrático como forma de gobierno a ejemplo de los Estados Unidos de Norte América; algunos esfuerzos se harán para establecer sistemas monárquicos pero éstos fracasarán una y otra vez. La inestabilidad interna produce, sin embargo, como consecuencia, que frecuentemente se rompa el orden legal bajo el modelo de la dictadura civil y, frecuentemente, militar. La organización de los nuevos Estados estuvo condicionada por dos factores: 1.
Las luchas por el poder entre los diversos caudillos dominantes que no logran acuerdos mínimos para el desarrollo de los países.
2.
La maniobras de la burguesía urbana que mantendrá contactos con el exterior y que auscultará toda posibilidad de difusión en lo que a intercambio externo se refiere. Así, en la medida en que surgen posibilidades de expandir una u otra línea de exportación, el grupo urbano tiende a consolidarse al mismo tiempo que se integra con intereses rurales, creándose de ese modo condiciones para la estructuración de un efectivo sistema de poder.
Como se puede advertir, el período que abarca la primera mitad del siglo XIX tiene diversa significación en los distintos países que hoy conforman América Latina, según sea la capacidad y velocidad con que organizaron sus Estados Nacionales y lograron superar las etapas de caudillismo y anarquía.
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PALABRAS CLAVE arqueología caudillismo realistas monarquía liberalismo
sedentarización astronomía jeroglífico democracia capitulaciones
antropología ideográfica pictográfica esclavismo gobiernos
proteccionista peyorativo encomienda minería mita
neolítico túmulos obraje tributo
CUESTIONARIO
Destaque los logros en la elaboración de cerámica, escritura y arquitectura de las culturas maya y azteca. Escriba las características de la construcción de pirámides, de ciudades y del calendario en el área maya y azteca. ¿En qué consistió la institución de los mitimaes dentro de los incas? Escriba sobre la mita, construcción de caminos y el arte inca. ¿Qué significado tuvo la mita dentro del periodo colonial? Explique las características de la “Gran Propiedad Agrícola”. ¿Por qué razones se instaura la esclavitud en América y cuáles sus características? De una forma sintética explique las razones que llevaron a la finalización del período colonial. TEMAS PARA REDACCIÓN O PRESENTACIÓN ORAL
1.
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6. 7. 8. 9.
¿Qué características comunes presenta la religión de las civilizaciones precolombinas? ¿De qué manera está unida la religión a la organización sociopolítica y económica de estos pueblos? ¿Qué relaciones se pueden observar entre su religión y su arte? Investigue sobre la forma de construcción y función de las pirámides en el área mesomericana y cuál su diferencia con las de Egipto. Consulte y luego resuma los hechos y circunstancias relativos a los aztecas, o incas al momento de su enfrentamiento con los españoles. Situación sociopolítica, económica y cultural de España y/o Portugal al momento de la conquista de las tierras americanas. La explotación de metales preciosos durante la colonia: La explotación de oro o de la plata: característica e importancia dentro de la actividad económica y de articulación del espacio geográfico. La Gran Propiedad agrícola o latifundio y su influencia en los aspectos socioeconómicos y políticos dentro de América Latina. La educación formal dentro de la Colonia. Posibilidades de acceso para los diferentes estratos sociales. El papel de la iglesia durante la Colonia. Ciencia, literatura y artes durante la Colonia.
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS CARDOSO, F.H. y FALETTO, Enzo: Dependencia y desarrollo en América Latina. DAUS, A. Federico: El Subdesarrollo Latinoamericano. Ed. El Ateneo, Argentina. 1971 EQUIPO EDITORIAL AULA ABIERTA: Culturas Indígenas Americanas. Salvat Editores, Barcelona. 1983 GALEANO, Eduardo: Las Venas Abiertas de América Latina. Siglo XXI Editores, 39° edición, México. 1987 LACOSTE, Yves: Geografía del Subdesarrollo. SANCHEZ, A. Luis: América desde la Revolución Emancipadora hasta Nuestros Días. Madrid. 1981 SUNKEL, Osvaldo: El Subdesarrollo Latinoamericano y la Teoría del Desarrollo. Ed. Siglo Veintiuno. SUNKEL, Osvaldo: La Dimensión Ambiental en los Estilos de Desarrollo de América Latina. CEPAL, Santiago de Chile. 1981 ZEA, Leopoldo: Simón Bolívar, Integración en la Libertad. Ediciones Edicol, México. 1980
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UNIDAD 3 AMÉRICA LATINA Y EL DESARROLLO 1.
PRESENTACIÓN Es un capítulo que explica la situación de desarrollo de América Latina desde su incorporación al Sistema Capitalista Mundial a raíz de la formación de los nuevos Estados, hasta los actuales momentos. Muestra la vulnerabilidad, poca consistencia y dependencia que le han significado los modelos económicos que ha seguido: agroexportación, sustitución de importaciones y neoliberalismo. Se aborda también los nuevos planteamientos sobre desarrollo sustentable. Trata temáticas implícitas en este proceso de desarrollo como son la deuda externa, tecnología, globalización y la participación de nuestros países en el ALCA.
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SUMARIO
3.
América Latina y el Sistema Capitalista Mundial La falsa independencia: el comercio con las grandes potencias Vulnerabilidad del comercio de exportación La segunda revolución industrial: consecuencias en América Latina. Actividad industrial y desarrollo tecnológico La nueva revolución tecnológica EL desarrollo contemporáneo de América Latina El desarrollo sustentable Caminar hacia un desarrollo sustentable La deuda externa latinoamericana El papel del Fondo Monetario Internacional La crisis de la deuda externa en América Latina Deuda externa, programas de ajuste estructural y fuga de capitales Globalización y globalizaciones Las diferentes olas de la globalización Aldea global y globalización ALCA: Área de Libre Comercio de las Américas
OBJETIVOS DE LA UNIDAD
Explicar el papel de América Latina dentro del sistema capitalista mundial. Caracterizar, comparar y evaluar la producción comercial e industrial de América Latina frente a la del mundo desarrollado. Analizar las relaciones entre neocolonialismo y dependencia Advertir sobre las características de la revolución tecnológica que vivimos y el papel de América Latina. Conocer y analizar los modelos de desarrollo contemporáneos aplicados en América Latina. Razonar la relación entre deuda externa y modelos de desarrollo. Detallar la crisis y consecuencias de la deuda externa. Conocer el significado de la Globalización Identificar las relaciones espaciales e históricas de la globalización y América Latina como también sus impactos y consecuencias. Analizar el significado del ALCA y sus consecuencias para América Latina.
AMÉRICA LATINA Y EL SISTEMA CAPITALISTA MUNDIAL Los países latinoamericanos, libres y soberanos, entran en el juego del modelo capitalista, conservando el mismo sistema de intercambio de la época colonial: productos primarios frente a manufacturas y control comercial. La diferencia estaría en un mercado más amplio, posibilidades expansivas y aumento de la capacidad de consumo de la minoría criolla exportadora, identificada abiertamente con los intereses extranjeros. Además será esta clase criolla la que lleve las riendas del poder político y de hecho controlará los resortes de la economía nacional, lo que hace que vaya tomando forma una aguda e intensa polaridad social. En todo caso, durante los tres o cuatro decenios que siguen a la independencia, la mayoría de los países latinoamericanos enfrentaron serias dificultades para abrirse líneas de comercio. Aparte de los metales preciosos, cueros y pieles, ningún otro producto encontró condiciones favorables de mercado; por ejemplo, el algodón, que era la base de la producción textil de Inglaterra, se cotizaba a precios bajísimos, haciéndose imposible competir con productores como los del sur de Estados Unidos que utilizaban mano de obra esclava. Igual se puede decir del azúcar y demás productos tropicales, que se vieron aún más afectados por el descenso de precios cuando terminaron las guerras napoleónicas. Algunos autores manifiestan que el desarrollo de las exportaciones en este período fue restringido por la inestabilidad política que primaba en casi todos los países; otros, en cambio, sostienen que fueron más bien las dificultades con las que se encontraron en los mercados externos para poder abrir líneas de exportación, lo que impidió organizar un tipo de intercambio expedito y rentable. Sea como fuere, es claro que para el desarrollo de las nuevas relaciones externas tuvo mucha significación el grado de vinculación que se pudo establecer con Inglaterra, el hecho de haber sido centros coloniales o simplemente áreas periféricas, los recursos naturales que poseían, la situación geográfica en lo que a vías de comunicación marítima se refiere y también, el tipo de productos que Inglaterra necesitaba importar durante esa fase de su expansión industrial. LA FALSA INDEPENDENCIA: EL COMERCIO CON LAS GRANDES POTENCIAS Efectivamente, la independencia no significó la liberación económica de los nuevos pueblos, ni el encuentro de una vía de auténtico progreso en lo económico, social ni cultural. Algunos autores como René Baez, conciben a esta situación como Neocolonialismo que se lo define como el dominio o influencia de las grandes potencias sobre países políticamente independientes para asegurarse la explotación de sus recursos económicos y su fidelidad diplomática, es una forma de imperialismo pero que al menos, teóricamente, no violenta las instituciones soberanas del país dominado. A partir de 1870, comienzan a producirse las primeras inversiones directas de capital extranjero en América Latina. Este hecho está relacionado con el paso del capitalismo premonopolista al imperialismo, que no es sino un sistema de conquista y dominación económica y que en sus mejores tiempos llegará a
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envolver virtualmente la totalidad de territorios del planeta. Esta expansión del capitalismo se conjuga con los asombrosos adelantos en la siderurgia y la electricidad, la aplicación de la química a la industria, la utilización del petróleo en gran escala, la construcción de grandes barcos, etc. Estos avances de la época, crean el marco adecuado para el rompimiento del capitalismo basado en pequeñas unidades competitivas y auspician el surgimiento de gigantes monopolios en la industria y las finanzas. Las más fuertes inversiones hacia América Latina corresponden a INGLATERRA, gestora de la llamada Primera Revolución Industrial, que se esforzará por consolidar sus posiciones en América Latina, convencida de que su poderío económico era suficiente para garantizar la dependencia de los nuevos Estados, la explotación de sus mercados y posteriormente de sus recursos naturales. A mediados del siglo XlX el predominio comercial de Inglaterra era casi absoluto en América Latina. Adquiría la mayoría de productos de exportación de estos países y los proveía de artículos elaborados. También sus inversiones se caracterizarán por la creación de toda una infraestructura destinada a facilitar la explotación eficaz de las materias primas y su exportación; de esta forma se construirán ferrocarriles, instalaciones portuarias, líneas telegráficas y telefónicas. Con el crecimiento de las ciudades aparecerán las inversiones en energía eléctrica, transportes urbanos e interurbanos y otros servicios públicos. Desde 1880 se verificó el primer florecimiento real de las inversiones FRANCESAS en América Latina. En su gran mayoría antes y después de la guerra de 1914, se concentraban en Argentina, Brasil y sobre todo, México; el sector preferido era el ferroviario; también el sector público de estos países absorbió y recibió aunque en menor medida capitales franceses. Después de la crisis del 29, intervinieron las firmas estadounidenses que en expansión hacia el exterior compraron numerosas empresas francesas en la región. Nacionalizaciones de la postguerra pusieron fin, prácticamente, a las inversiones francesas de alguna importancia. La penetración ALEMANA fue predominantemente de carácter comercial. A fines del siglo XIX, empresas alemanas invirtieron sus capitales en la actividad bancaria, asumiendo por un cierto período una función considerable en el financiamiento exterior de América Latina; sus inversiones se canalizaron también hacia los servicios públicos y en la adquisición de bienes de producción en América Latina. En todos estos casos se ignoraron por completo los intereses nacionales y las líneas adoptaron el trazado caprichoso que convenía a los intereses extranjeros. La expansión de ESTADOS UNIDOS hacia nuestra América Latina puede fecharse a partir de 1890, cuando agotado su crecimiento interno, que hasta entonces había requerido todos los esfuerzos, se vio precisada a vertir en el exterior las inmensas fuerzas productivas acumuladas por la explotación de tan vasto espacio nacional. La fecha clave puede situarse en 1898, con la incorporación de Cuba, Puerto Rico y Filipinas al área económica yanqui. En esos tiempos, los norteamericanos pusieron sus ojos inicialmente en México, la región del Caribe y América Central. Realizaron el 80% de sus
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inversiones en plantaciones, ferrocarriles y minas, extendiéndolas después a servicios públicos como luz, gas, teléfonos, etc. Con la Primera Guerra Mundial iniciaron sus operaciones a gran escala en los países de América del Sur y entre 1914 y 1919 sus capitales aumentaron en un 50%. En los años siguientes, de 1919 a 1929, Estados Unidos duplicó sus inversiones en América Latina. Inglaterra había dejado de ser el eje comercial, financiero e industrial del mundo; el centro de gravedad del capitalismo había pasado a los Estados Unidos. La crisis de 1929 y la consiguiente contracción de las exportaciones de materias primas, afectaron considerablemente a los países; algunos, los mejor situados, pretendieron romper el esquema. Se produjeron movimientos populistas en la década de los treinta y los cuarenta, que además de las transformaciones políticas se plasmaron en notables esfuerzos de industrialización sobre todo en México, Brasil y Argentina. Pero la recuperación de la crisis y el estallido de la Segunda Guerra Mundial abortaron estos esfuerzos acentuando las contradicciones del sistema de dependencia. La Segunda Guerra Mundial, y la posguerra, supusieron para los Estados Unidos una situación privilegiada en orden a afianzar el sistema de control monopolístico multinacional, no sólo en Latinoamérica sino en la misma Europa desarrollada y en otros países del mundo. Es preciso citar algunos cambios de mucha significación como: 1.
2.
La concentración de conocimientos tecnológicos y científicos desarrollados por la guerra en manos de las grandes empresas que al aplicarlos a la producción permitieron alcanzar elevados niveles de eficacia y productividad. Como consecuencia de la guerra se generan también grandes excedentes de ahorro que se tienen que colocar en el exterior iniciando una especie de colonización financiera, que significa concentración, centralización y monopolización a escala internacional.
Es a continuación la Segunda Guerra Mundial, cuando se generaliza la práctica del neocolonialismo, época en la que gran parte de países de África y del Asia se independizan de sus respectivas metrópolis, pero sus primeras manifestaciones en la política internacional habría que buscarlas en la famosa doctrina Monroe y en la posterior política del Big Stik -la gran estaca- por la que el Caribe y gran parte de América Latina se convirtieron en una dependencia norteamericana. Como se ha podido advertir, desde principios del siglo XX la influencia económica estadounidense se hizo más firme en América Latina y actualmente no hay país de esta región que no deba a los Estados Unidos. Las inversiones que este país hace en los nuestros, no sólo producen utilidades enormes que cada año se reenvían, sino que hacen también posible el control de fuentes de materias primas, de los mercados y de los procesos internos de industrialización. Además la necesidad de divisas y la crisis económica determina un aumento vertical de las deudas hacia el exterior directamente, o a través de organismos internacionales estrechamente ligados con Washington. En algunos países la totalidad de los recursos para el
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intercambio están en manos de los Estados Unidos, sus empresas controlan las minas y el petróleo, exportan el café, banano, algodón, flores, camarones, etc., dominan el sector de los seguros y créditos, y hasta tienen injerencia en nuestro sistema político y jurídico. A fines del siglo pasado el senador estadounidense Albert J. Beverdige decía: “Las fábricas norteamericanas producen más de lo que el pueblo norteamericano puede comprar. El suelo norteamericano produce más de cuanto el pueblo puede consumir. El destino ha trazado nuestra política. El comercio mundial debe ser nuestro y lo será”. VULNERABILIDAD DEL COMERCIO DE EXPORTACIÓN Al estallar la Primera Guerra Mundial, la participación latinoamericana en las exportaciones era de significación, pero durante el gran conflicto y en los años inmediatamente posteriores, los precios de estos productos fueron muy altos, la avidez de ganancia extrema, la especulación se presentaba como algo seductor. Entonces, muchas oligarquías incorporaron enormes extensiones de tierras a los cultivos tropicales. Estos procesos se desarrollaron de forma diversa, pero generalmente dos vías fueron utilizadas: el despojo de los campesinos sin títulos y la entrega de terrenos de propiedad de la nación. A lo largo de aquellos años de auge en sus ventas al extranjero, las burguesías exportadoras de productos agropecuarios y minerales exacerbaron su habitual gusto por el lujo y la ostentación, se dedicaron a construir suntuosas mansiones, importantes edificios públicos e impresionantes rascacielos. Creían que el auge de sus exportaciones iba a ser eterno. Con semejante concepción de la vida el continuo endeudamiento parecía una solución normal y permanente. Por eso, a pesar de balanzas comerciales ampliamente acreedoras, los fabulosos viajes postbélicos por Europa y Estados Unidos, los envíos de capitales criollos al exterior, la repatriación de enormes ganancias imperialistas terminaron por provocar balanzas de pagos deficitarias. La aparente prosperidad en realidad se basaba en la exportación masiva de un número muy limitado de productos. Esta situación se ve ya más claramente desde los años 1924-1925, cuando terminó la reconstrucción de la agricultura europea; entonces empezaron a deteriorarse los términos de intercambio. Además, en lo concerniente a ciertas materias primas y a algunos minerales, se optó por producciones sustitutivas. El caucho amazónico que representaba en 1914 el 31% de las ventas mundiales pasó en 1927 a ser un escaso 5.5%; su rival indochino más barato lo desplazó; el Amazonas se arruinó; algunas grandes ciudades que habían crecido vinculadas con la economía cauchera declinaron y todavía no había aparecido su competidor sintético. Algo semejante ocurrió con el salitre chileno, única fuente natural de nitrato que existía para la agricultura y muchas industrias; hasta 1914, proveyó el 80% del nitrógeno del mundo. Pero durante la guerra, Alemania y después Noruega desarrollaron un eficaz sistema para obtener nitrógeno de la atmósfera que luego sería transformado en producto químico. En los años veinte los costos al principio prohibitivos de ese procedimiento bajaron notablemente y las exportaciones salitreras de Chile decayeron.
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En lo referente al petróleo, de importancia creciente como productor de energía y materia prima, la situación fue otra. En 1918, México ocupaba el segundo lugar entre los países productores. Pero a partir de 1926, por temor a una radicalización del proceso político mexicano, las compañías petroleras empezaron a disminuir la extracción del oro negro en esas repúblicas. En su lugar propiciaron la producción venezolana incrementándola notablemente. Así en 1928 Venezuela pasó a ser el primer exportador y el tercer productor en el mundo. LA SEGUNDA REVOLUCION INDUSTRIAL: CONSECUENCIAS EN AMÉRICA LATINA. ACTIVIDAD INDUSTRIAL Y DESARROLLO TECNOLÓGICO Desde comienzos del siglo XX se inició lo que algunos autores han denominado Segunda Revolución Industrial, consolidada tras la II Guerra Mundial, que acentuó los procesos de crecimiento, concentración, diferenciación espacial y dependencia iniciados en el siglo anterior. Las transformaciones tecnológicas, organizativas e institucionales que acompañaron este período hicieron posible una expansión económica sin precedentes, que desde 1945 a 1970 alcanzó un crecimiento acumulativo tanto en los países más industrializados del mundo capitalista como en los de economía planificada, junto a profundos cambios en las estructuras económicas, sociales y territoriales que afectaron aunque de forma muy distinta a casi la totalidad de las regiones del mundo. El intenso desarrollo de las fuerzas productivas materiales constituyó, sin duda, el elemento más visible de todas las transformaciones acaecidas. En primer lugar se descubrieron nuevas fuentes de energía (hidrocarburos, electricidad), abundantes y a bajo precio, que diversificaron las áreas de aprovisionamiento y permitieron superar algunas de las restricciones impuestas anteriormente por el carbón, al ser más fácilmente desplazables. En el mismo sentido, la constante innovación tecnológica en materia de transporte y comunicaciones no sólo posibilitó una reducción de las tarifas, sino también que aumentó la elasticidad de los medios frente a las diversas necesidades empresariales, produciendo en suma, una contracción del espacio que elevó la competencia ínter-empresarial, la especialización territorial y la integración del sistema industrial. En lo referente a los sectores motrices, fueron éstos los impulsores del crecimiento por sus altas tasas de expansión y efectos multiplicadores, así la siderurgia y el textil dejaron paso a la metalurgia de transformación, en particular, la fabricación de automóviles y maquinaria, material eléctrico y electrodomésticos; y, la química, con la petroquímica, plásticos, fibras artificiales, laboratorios farmacéuticos, etc. Paralelamente, la aparición de nuevos productos y la creciente segmentación de los procesos productivos elevaron la proporción de los bienes semielaborados en el total de la producción industrial, aumentaron con ello los vínculos ínter-empresariales y de los complejos industriales. Este gran desarrollo tecnológico y su apropiación por parte de las grandes corporaciones transnacionales produjo esta llamada Segunda División Internacional del Trabajo, en virtud de que actividades ligadas a la alta tecnología son reservadas para la producción en los centros desarrollados porque de ellas se obtienen mayores ganancias; mientras que la producción industrial
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más tradicional, fue transferida a los países de mayor o mediano desarrollo relativo entre los países dependientes entre ellos los de América Latina. En ambos casos, producción sofisticada y secundaria, el control y la propiedad sobre la tecnología está en las transnacionales, lo que implica un doble beneficio para ellas: por un lado el cobro por traslado de esta tecnología como la de patentes, asesoría, etc. y por otro, la utilización para su producción de mano de obra barata, aparte de las ventajas que significa la simplificación de las trabas aduaneras. Como se ha visto, aunque este fenómeno tiene un carácter universal y progresivo, alcanzó su mayor significación en los países desarrollados del sistema capitalista y en aquellas actividades que exigen fuertes inversiones de capital fijo, bien por necesitar de instalaciones y equipos muy costosos o por incorporar un importante componente tecnológico, que exige destinar grandes fondos a actividades de investigación y desarrollo. LA NUEVA REVOLUCIÓN TECNOLÓGICA En estos años, al incontenible proceso de innovación tecnológica, se lo califica como “Tercera Revolución Industrial” por ser generadora de una rápida obsolescencia en los equipos y métodos de producción, así como de excedentes laborales, que agudizan las relaciones socioeconómicas mundiales. Más allá de la polémica que pueda suscitar la atención pública y empresarial otorgada hoy a los programas de investigación y desarrollo como base para la modernización del aparato productivo, de lo que no cabe duda es que asistimos a una NUEVA REVOLUCIÓN TECNOLÓGICA DE GRAN ALCANCE, que tiende a afectar progresivamente los diferentes aspectos de la actividad humana. Su primer rasgo original radica en que se trata de una serie de descubrimientos científicos y desarrollos tecnológicos que afecta a los procesos de producción y gestión, es decir a la forma de hacer y organizar, en mayor medida que a los productos. Por otra parte, si las dos revoluciones anteriores estuvieron muy vinculadas a la utilización de nuevas fuentes energéticas, que permitieron un importante desarrollo de las fuerzas productivas, la materia prima básica de la actual, es la información. De este modo, lo que hace la microelectrónica y la informática es procesar y, eventualmente, generar información. El objeto de las telecomunicaciones es la transmisión e intercambio de información a velocidades cada vez mayores, con un costo gradualmente menor; lo que lleva a cabo la automatización -la robótica, la información industrial, etc.- es la programación de instrucciones y mensajes. Lo que representa la biotecnología y sobre todo, la ingeniería genética, es la capacidad de descifrar los códigos de la materia, y en particular de la materia viva, para reprogramarla. En consecuencia, el acceso a la información, así como la capacidad para su tratamiento y utilización, parecen constituirse en indicadores cada vez más significativos del potencial de desarrollo con que cuentan una sociedad y un territorio determinados, contribuyendo así a reforzar las desigualdades y los procesos de dominación-dependencia preexistentes.
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De modo más concreto, la incorporación de las nuevas tecnologías a la industria se está produciendo con gran rapidez. Su principal manifestación es probablemente la progresiva automatización de los procesos productivos (control numérico de máquinas-herramientas, robots industriales, diseños asistidos por ordenador) mediante la incorporación de la microelectrónica a un número creciente de tareas, no sólo repetitivas, sino incluso necesitadas de una cierta creatividad, junto a la sustitución de fuerza de trabajo y los graves costes sociales que ello origina. EL DESARROLLO CONTEMPORÁNEO DE AMÉRICA LATINA Introducción: Se pueden tener muchas lecturas e interpretaciones sobre el desarrollo contemporáneo de América Latina; estas visiones pueden provenir desde dentro de la región, vista por los académicos, los empresarios, los políticos, los sindicatos, los movimientos sociales, la iglesia, los ecologistas, etc., otras provienen de fuera, desde la académica hasta las más pragmática. La actual situación económica y política de Latinoamérica tiene sus raíces en el pasado histórico, como ya se ha analizado en líneas anteriores, particularmente de las relaciones dependientes de las fuerzas externas del colonialismo de sus madres-patrias, y de los intereses neocoloniales de Europa y Estados Unidos, así como también de las grandes corporaciones transnacionales y multinacionales. Se puede hablar de tres grandes fases: la primera relacionada con la extracción de materias primas y productos agrícolas primarios, llamada también fase extractiva temprana; la segunda, la de la industrialización sustitutiva de importaciones y, finalmente, la actual, de ajuste estructural. Estas tres fases se han caracterizado por varios niveles de influencia externa y han dado lugar a un crecimiento de la brecha de la pobreza y desigualdades en el ingreso. La primera fase, denominada “extractiva”, tuvo como ejes la minería (metales preciosos, principalmente), los ranchos, haciendas y plantaciones. La segunda fue una reacción contra la inicial; aunque los modelos y estrategias aplicados en la de industrialización sustitutiva se basaron en principios equitativos y de protección, no llegaron a cumplir con las metas deseadas; la manufactura pesada, en manos del Estado, llegó a ser cara e ineficiente; no se obtuvo los resultados esperados, muchas veces se produjo aún una mayor dependencia en las exportaciones de materias primas. La última fase de la economía latinoamericana ocurre después de la crisis de la deuda externa, que se inicia en México en 1982, con lo que se llamaría el “efecto tequila”, en el cual la banca de México fue incapaz de pagar las obligaciones de la deuda externa. La crisis de la deuda trajo como consecuencia el fin de la etapa de sustitución de importaciones, y llevó a la región latinoamericana hacia una de las políticas sociales y económicas más severas que ha vivido la zona. A estos cambios se los denominó programas de ajuste estructural (cuyas siglas en inglés son SAP); estos programas de ajuste fueron desarrollados por el Fondo Monetario Internacional, cuya meta es la de promover políticas de libre mercado, de privatización y reducción drástica de la inversión estatal en salud, educación e infraestructura. Los cambios y medidas de ajuste no necesariamente han llegado a cumplir su fin, la carga de la deuda incluso ha crecido, ha habido en algunos
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países crecimiento económico, pero a costa del crecimiento de las desigualdades entre los pobres y los ricos en América Latina. El desarrollo latinoamericano, sus etapas, visiones, modelos, estilos van a cambiar desde la óptica de quién los mire, pero, en base a estudiosos de la realidad contemporánea latinoamericana, en particular los CEPALINOS, se podría señalar los siguientes hitos o etapas en los últimos decenios, que a su vez se vinculan con “ideas-fuerza” o “mensajes” dados por la guía del pensamiento desarrollista latinoamericano: la CEPAL (Comisión Económica de las Naciones Unidas para la América Latina). Las etapas del desarrollo latinoamericano han estado acompañadas por la CEPAL desde la posguerra hasta fines del siglo XX y se podrían dividir en: a) b) c) d) e)
Orígenes y años cincuenta: industrialización; Años sesenta: “reformas para desobstruir la industrialización”; Años setenta: reorientación de los “estilos” de desarrollo hacia la homogeneización social y hacia la diversificación pro exportadora; Años ochenta: superación del problema del endeudamiento externo mediante el “ajuste con crecimiento”; Años noventa: transformación productiva con equidad.
Para los años cincuenta, América Latina había entrado con mayor fuerza en la etapa de la industrialización, como un proceso que formaba parte de una estrategia o modelo de desarrollo, el modelo sustitutivo de importaciones. Para Osvaldo Sunkel (1991:40) el modelo seguido por los países latinoamericanos a partir de los años cincuenta en adelante fue racionalizado por la CEPAL y por Prebisch, pero muchos países latinoamericanos desde la década de los años treinta ya habían enfrentado la crisis de la Gran Depresión a través de un tipo de políticas dirigidas hacia la industrialización y protección de sus economías, “para ello captaron recursos del sector exportador y los reinvirtieron vía la acción del Estado en la creación de infraestructura, en la promoción del desarrollo industrial, en la modernización agrícola, e incluso en la provisión de algunos servicios sociales básicos de educación, salud y vivienda. Dicha experiencia fue acogida por otros países de la región y por muchos otros del resto del mundo, dando lugar a una estrategia y políticas de desarrollo que fueron enormemente exitosas durante las décadas de los cincuenta y sesenta”. Pero, el proceso de industrialización según el mismo autor (Sunkel, 1991:41) adolecía de fallas: a) toda la actividad industrializadora se dirige hacia el mercado interno; b) la elección de las industrias se ha hecho por razones circunstanciales, más que por consideraciones de economicidad. EL DESARROLLO SUSTENTABLE Origen y Concepto: El término de Desarrollo Sustentable o Sostenible nace directamente de conceptos económicos y sociales anteriores como el ecodesarrollo y se alimenta normativamente del socialismo utópico, la democracia moderna y el sincretismo espiritual; sin embargo, todavía, el concepto de Desarrollo Sustentable se encuentra en una etapa de formación y discusión. Una definición dice que, “El Desarrollo Sustentable es el que satisface las necesidades del presente sin dañar la capacidad de las futuras generaciones
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para satisfacer sus propias necesidades”. Sin duda, esta primera aproximación conceptual era, más que un concepto, un señalamiento sobre la necesidad de cambiar el punto de vista sobre los modelos de desarrollo tradicionales. Por su parte, el documento latinoamericano “Nuestra Propia Agenda”, producido por la Comisión de Desarrollo y Medio Ambiente de América Latina y El Caribe (1990), hace el primer intento de darle una connotación regional al concepto de Desarrollo Sustentable. Este reporte enfatiza la necesidad de definir nuestra propia agenda de desarrollo ambiental, partiendo de los problemas y potencialidades que ofrece el patrimonio natural de América Latina y estableciendo prioridades arrancando de la aceptación del hecho que los problemas ambientales están siempre determinados por las realidades económicas y sociales presentes en cada fase del desarrollo y por las características del entorno natural y social. La lucha por la justicia social y la erradicación de la pobreza como requisitos para lograr un verdadero desarrollo sustentable, son dos de los aspectos más resaltantes de este documento histórico, propuesto por Latinoamérica para las negociaciones con el mundo industrializado. Otra referencia importante a la hora de reseñar la génesis del término “Desarrollo Sustentable”, la encontramos en los documentos producidos durante el Foro Internacional de ONG's y Movimientos Sociales, reunido en Río de Janeiro en 1992. Allí se dijo “Rechazamos enérgicamente que el concepto de desarrollo sustentable sea transformado en mera categoría económica, restringido al empleo de nuevas tecnologías, y subordinado a cada nuevo producto del mercado. Permitir esto significa garantizar la continuación de la pobreza y la riqueza estructurales, emergentes del modelo de civilización dominante que denunciamos. Se plantea por ello la necesidad de agregar unos cuantos sustantivos a la definición, como por ejemplo, el que este nuevo concepto de desarrollo lleva implícito otros, como la equidad, la participación ciudadana, la justicia social, la erradicación de la pobreza, la información y educación ciudadana. Por ello se debe entender al Desarrollo Sustentable como un modelo de organización social y económica basado en una visión participativa y equitativa de desarrollo que reconoce al ambiente y los recursos naturales como fundamentos de la actividad económica y como entorno físico determinante de la actividad social. Así, el „Desarrollo Sustentable‟ representa la posibilidad de generar un proceso histórico de cambio estructural, donde gracias a la participación de las fuerzas sociales y económicas, se genera un cambio de dirección en el modelo de desarrollo pasado y actual, hacia la búsqueda de un nuevo paradigma civilizatorio”. CAMINAR HACIA UN DESARROLLO SUSTENTABLE En América Latina, como en los demás países subdesarrollados es cada día más urgente encontrar el equilibrio propuesto entre desarrollo económico, social y ambiental. Es decir nuestras políticas y proyectos deben caminar hacia el desarrollo sustentable que no es otra cosa que hacer desarrollo con responsabilidad en el que los aspectos ambiental y social se equilibren con el económico. Los países de América Latina no han hecho más que copiar modelos económicos que no se adaptan a nuestra realidad socio-cultural y han dado
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paso a un desarrollo inmaduro y a una economía “ficticia” que nos hace creer que estamos en un mundo moderno cuando los índices de calidad de vida reflejan altísimos niveles de pobreza e indigencia con una distancia abismal entre un minoritario grupo de ricos que tienen acceso a un mundo “moderno” y la mayoría que no tiene nada. Se trata de economías tan ilusorias que se las puede entender contraponiendo estos ejemplos como el de la falta de energía eléctrica vs. la implementación de las últimas tecnologías en telecomunicación e informática o la falta de planificación en abastecimiento de combustible y la falta de carreteras vs. la importación de vehículos cada vez más sofisticados. Las migraciones de campesinos e indígenas hacia las ciudades, traumatiza los procesos productivos agrícolas y también industriales porque la mano de obra que viene del campo no es la más calificada para este sector. El campo es abandonado y la pobreza aumenta en las ciudades y con ella las enfermedades y malas condiciones sanitarias. La desesperación en la búsqueda de sustento, lleva a la población a las malas prácticas agrícolas, que carecen de técnica u organización: se utilizan zonas no habilitadas para el cultivo, se cosecha productos dañinos para el suelo, se deforesta los bosques y éstas son las principales causas de la erosión de los suelos. Ante las exigencias naturales del medio ambiente, de los acuerdos internacionales y de nuestros desastres naturales, la política económica y sobre todo el concepto tiene que cambiar y ser más firme en todos los aspectos integrando al medio ambiente. Se han creado “leyes ambientales”; sin embargo, lo que hace falta es la puesta en práctica y la continuidad de estas leyes que no surten efecto por ablandarse ante las respuestas inmediatistas de enriquecimiento, por parte de la empresa privada y de los gobernantes. En este punto son nuestros gobiernos los que además de ir erradicando la corrupción, deberán aplicar medidas estrictas que sigan una disciplina ambiental y que a la vez nos lleven al desarrollo. Algunos proyectos inmediatos que se deben aplicar son: Transporte: Control de los vehículos contaminantes y racionalización de la circulación. Implementación de nuevos sistemas de transporte colectivo como el trolebús o buses a gas. Forestal: Planes de reforestación agresivos. Intercambio de bienes y actividades (innecesarias o poco rentables) por bases para reforestación. Sistema de bonos o “premios” a la industria y sectores cuyas prácticas incluyan la reforestación y cuidado del medio ambiente. Reciclaje: Un 60% de los productos que se desechan son reciclables y esta práctica reduciría a la mitad la tala de árboles. Se debe organizar y sistematizar la práctica de reciclaje industrial y doméstico. Agricultura orgánica: Si bien no es una práctica agrícola de producción a gran escala sí nos encamina a una producción de los alimentos más sana para el ecosistema. Industria: La sofisticación de procesos industriales se tiene que aplicar sin diferencias de manera que se logre la ecoeficiencia.
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LA DEUDA EXTERNA LATINOAMERICANA Las crisis económicas en la antigüedad se originaron por causas naturales -pestes, epidemias, terremotos- que provocaron bajas en la actividad productiva. Las crisis capitalistas modernas tienen su origen en causas estrictamente económicas, esto es, por un aumento de la producción sobre el consumo. Las empresas producen más de lo que la gente puede comprar: millones de artículos se abarrotan en bodegas; las fábricas tienen que bajar la producción pues no hay a quién vender; parte de la maquinaria queda ociosa y miles de trabajadores en la desocupación por el cierre de las empresas. Así se extiende la crisis a otras ramas industriales -de vestidos, de alimentos, etc.-, afectando al conjunto de la economía, como ocurrió en 1929. Luego de esta gran “crisis” el sistema entró en una fase de auge económico sin precedentes; ella enterró en el olvido los pavorosos hechos del 29. Sin embargo en la década del 70, la economía capitalista cayó en una nueva crisis. El Endeudamiento: Las empresas multinacionales, especialmente norteamericanas, buscaron dónde colocar el exceso de capitales que se había formado en la época de bonanza y se canalizó preferentemente a los bancos, donde los capitales encontraron mejores ganancias, ya que la producción se hallaba afectada por la crisis. Los bancos privados encontraron entonces mercados para poner sus capitales. Vendedores ambulantes de préstamos con un télex a mano y un jet privado partieron a los países que necesitaban dinero. En realidad no habían billetes de por medio. Las computadoras facilitaban todo y el dinero quedaba convertido en impulsos electrónicos que se transmitían de uno a otro banco. Llegó la era de la moneda electrónica. El capital entró ágilmente en el Tercer Mundo, que difícilmente podía negarse a recibir dinero fácil que le permitía evitar en muchos casos la paralización de la economía. Pero el negocio fundamental era para los países del Norte, puesto que además de encontrar numerosos clientes dispuestos a seguir el juego, encontraban también compradores para las máquinas y demás productos elaborados en la decadente industria multinacional. Trayectoria: A los problemas históricos del subdesarrollo se suman hoy los efectos devastadores de la crisis mundial y de la deuda externa. En 1970 los préstamos de las agencias-gobiernos, FMI, Banco Mundial, eran similares a los de los bancos privados, pero luego los créditos privados triplicaban a los oficiales. Estas modificaciones en los flujos de capital mostraron claramente la importancia de los chulqueros y el afianzamiento de condiciones leoninas en los préstamos.
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Conforme aumentaron los clientes, los bancos redujeron los plazos de diez y quince años a menos de cinco y en no pocos casos a menos de doce meses y se elevaron vertiginosamente los intereses. La elevación de la tasa de interés y el aumento de la deuda, configuraron una situación insostenible para los países deudores. Las nuevas deudas contraídas servían para pagar las anteriores. Para 1984, se calculaba que por cada 100 dólares que nos prestaban 68 iban a pagar préstamos atrasados. El decrecimiento de nuestros países se manifestó en la industria, la agricultura y otros sectores de la economía. Aumentó el número de desempleados y subempleados y se agravaron las condiciones de vida de la población a niveles de hambre y sobrevivencia. La deuda externa que se suponía iba a mantener el ritmo de crecimiento al inyectar recursos se convirtió en un boomerang. El remedio fue peor que la enfermedad; salieron ingentes riquezas a través del pago de la deuda, exprimiendo a nuestras economías. Los problemas surgieron primero en Africa, pero pronto atravesaron el Atlántico hacia Argentina -1976- y Perú -1977- donde las medidas del FMI provocaron la primera huelga contra ese organismo. Pero ninguno de estos casos atemorizó a los banqueros, que seguían prestando. El 12 de agosto de 1982 uno de los más grandes deudores, México, informó al Secretario del Tesoro norteamericano que no podría pagar las cuotas que se vencían en aquellos días. El gobierno de Washington por primera vez puso atención al tema. Luego vendrían otros problemas escabrosos: Brasil, el mayor deudor del mundo; Argentina con el conflicto de las Malvinas; Bolivia que se declaró en mora. Para fines de 1983, 40 países hacían cola ante el FMI para negociar su deuda. El Shock: Los principales representantes del sistema financiero internacional dijeron que las crecientes dificultades de los países del Tercer Mundo para pagar su deuda se debía a la mala utilización del dinero y al nivel demasiado elevado del endeudamiento. Pero se olvidaron que los países subdesarrollados no empezaron esta dinámica, sino que siguieron un ritmo impuesto por el propio sistema financiero en su búsqueda desesperada de clientes. El shock se produjo cuando los bancos decidieron parar de un golpe esta dinámica, exigiendo de inmediato el pago de los préstamos anteriores. Esta nueva actitud se debía a que para la banca privada resultaba un mercado mucho más atractivo el norteamericano, cuyo gobierno debió endeudarse para cubrir su cada vez más abultado déficit presupuestario y por la necesidad de capitales en Estados Unidos para iniciar un nuevo despegue tecnológico en función de superar la crisis. EL PAPEL DEL FONDO MONETARIO INTERNACIONAL En razón de los crecientes problemas de recuperación de los préstamos los bancos encontraron en el F.M.I. el defensor de sus intereses. Como ellos no podían exigir directamente a los gobiernos de los países subdesarrollados que firmen tratados para aplicar medidas económicas emplearon una entidad oficial.
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El FMI sirvió de coartada a los bancos y Estados industrializados para imponer su política a los países dependientes, sobre todo cuando los deudores estaban a punto de declararse en mora. Si alguien necesita dinero de un banco privado, éste le obligaba a pasar previamente por las oficinas del Fondo para que firme un acuerdo. La entidad prepara paquetes de medidas y vigila su aplicación. Se incluía medidas como bajar las importaciones, subir las exportaciones, eliminar controles de precios y reducir salarios, restringir gastos sociales del Estado, abrir las puertas al capital extranjero, devaluar la moneda, bajar tarifas aduaneras. El recetario provoca un efecto fundamental: depresión y estancamiento de la economía. Ajustarnos los cinturones, vender todo lo que podamos, aunque dejemos de comer, para seguir pagando el tributo de la deuda externa. Este tipo de medidas se enmarca dentro de un esquema neoliberal, según el cual la libre competencia y privada son la palanca del crecimiento económico. De allí que el neoliberalismo ataque frontalmente toda intervención del Estado en la economía y promueva que los precios se regulen según la oferta y la demanda y que no haya límites fijados por el Estado; que se deben eliminar las barreras arancelarias (o impuestos a la importación y exportación) a fin de permitir el libre comercio de mercancías; que se deben entregar a manos privadas todas las empresas e incluso los servicios públicos y que se deben disminuir los presupuestos estatales -comenzando lógicamente por los programas sociales de salud, vivienda, educación-. En síntesis, el FMI. y sus recetas neoliberales sirvieron para organizar la economía del Tercer Mundo en función de las nuevas necesidades de los países ricos. Como se ha dicho, el FMI asume el papel de gran defensor de los intereses de los acreedores, y en función de ellos preconiza e impone políticas que acaban condicionando toda la conducción económica de los países latinoamericanos. LA CRISIS DE LA DEUDA EXTERNA EN AMÉRICA LATINA Uno de los peores flagelos sufridos por América Latina es el de la deuda externa, problema combatido en parte por políticas de ajustes económicos que producen graves consecuencias financieras y sociales. Los años ochenta son conocidos también como los del ajuste económico. En 1982, una caída en los precios internacionales del petróleo, impidió que México cumpla con sus pagos de la gigantesca deuda externa; después de la crisis de México, la banca internacional se resistió a aceptar préstamos y prórrogas a los otros deudores de América Latina, a menos que éstos acepten una serie de cambios políticos y económicos (ajuste estructural), estos cambios se asocian con las políticas neoliberales; se llegó al error de aceptar en muchos de los países latinoamericanos estas propuestas en las que el paradigma neoliberal suponía que la justicia social (alimentación básica, vivienda y educación para todos) podría provenir de una economía libre de mercado. La historia de América Latina desde la década de los ochenta o también llamada década de los ajustes económicos, puede demostrar cuán equivocados estaba el FMI, los gobiernos y los políticos impulsores de esta propuesta. Gran parte del problema de la crisis de la deuda externa de inicios de los ochenta está en la
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elevación de las tasas de interés internacional, llevada a cabo por los Estados Unidos y luego la banca internacional. DEUDA EXTERNA, PROGRAMAS DE AJUSTE ESTRUCTURAL Y FUGA DE CAPITALES La recesión mundial que siguió a la subida del precio del petróleo en 1973, más la posibilidad de pedir crédito, ya que habían abundantes “petrodólares” en el mercado financiero procedentes de los países exportadores de petróleo del Oriente Medio, a tipos de interés realmente bajos (a menudo inferiores a la inflación del país acreedor), hizo que numerosos Estados Latinoamericanos se endeudaran considerablemente para corregir déficits en sus balanzas de pago o financiar su expansión económica e industrial. Tras la segunda gran subida de 1979 y una nueva recesión de la economía mundial, los tipos de interés se hicieron variables para reflejar la inflación de los países acreedores. Inmediatamente los países con deudas más abultadas (principalmente Brasil y México) comenzaron a pasar serias dificultades para hacer frente a los pagos de deuda. En 1990 la deuda externa de los países latinoamericanos ascendía a 423 mil millones de dólares (aproximadamente el 50% del PNB de la región y 300% de las exportaciones anuales) con una deuda per cápita de más de mil dólares. Brasil, México y Argentina responden por aproximadamente el 70% del total adeudado. ¿Cómo se utilizó la deuda contraída? Cualquier simplificación de un cariz u otro sería falsa. Sin embargo, podemos afirmar con Luis de Sebastián que “los préstamos no se utilizaron en financiar reformas estructurales profundas que beneficiaran a las mayorías pobres de los países latinoamericanos, que son las que ahora llevan el peso mayor en el pago. Se aprovecharon principalmente los que siempre se han beneficiado de la creación de la riqueza en sociedades oligárquicas, porque poseen los instrumentos de apropiación de la riqueza que se produce en sus países”. Ante la crítica situación actual, las instituciones financieras multilaterales (Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional, entre otras) han impuesto los programas de ajuste estructural a aquellos países deudores que deseen recibir nuevos créditos. Si bien dichos programas pueden tener –al menos a corto plazo– efectos macroeconómicos beneficiosos (mayor control del gasto público ineficiente, control de la tasa de inflación etc.) la congelación de los salarios reales y los recortes en gastos sociales públicos (educación, sanidad, subsidios a productos de primera necesidad, etc.) que ellos suponen, están teniendo un dramático impacto en la población de menores recursos. Estos programas no han demostrado en ningún caso que el control del gasto público, la privatización masiva de las empresas públicas, el incremento de las exportaciones (materias primas), el control cambiario y demás medidas hayan hecho posible el crecimiento económico ni, mucho menos, una más justa redistribución de la riqueza. Desde hace nueve años Latinoamérica es un exportador neto de recursos financieros al exterior. La transferencia neta de capitales desde Latinoamérica a los países del Norte en 1990 fue de unos 20.000 millones de dólares. En su mayor parte estos recursos fueron reembolsados o invertidos legal o ilegalmente (fuga de divisas) en bancos de EE.UU., Suiza, etc. Esta descapitalización, más la disminución de los flujos crediticios hacia los países latinoamericanos, hacen muy difícil cualquier estrategia sostenible de
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desarrollo (estrategias que en cualquier caso deberían ser diferentes a las actuales, según se indica en diversos apartados de este documento). CUADRO ESTADÍSTICO DE LA DEUDA EXTERNA EN AMÉRICA LATINA: EVOLUCIÓN DESDE 1980-2002 (En miles de millones de dólares) PAÍS
Años: 1980
Argentina Bolivia Brasil Colombia Costa Rica Chile Cuba Ecuador El Salvador Guatemala Haití Honduras Jamaica México Nicaragua Panamá Paraguay Perú Rep. Dominicana Uruguay Venezuela América Latina y El Caribe
27,2 2,7 71,0 6,9 2,7 12,1 Nd. 6,0 0,9 1,2 Nd. 1,5 1,9 57,4 2,2 3,0 0,1 9,4 0,2 1,7 29,3 260,8
2002 132,9 4,2 228,7 37,8 4,2 39,2 12,2 15,9 4,0 4,2 1,2 4,7 4,2 141,0 6,2 6,2 2,6 28,6 4,3 7,0 32,9 725,1
Fuente: Universidad Emilio Máspero (UTAL). Análisis Estadístico
GLOBALIZACIÓN Y GLOBALIZACIONES Para Göran Therborn (1999)1, en su obra “Globalizaciones y Modernidad. Experiencias y Perspectivas de Europa y América Latina”, la globalización es multidimensional, puede cubrir un infinito número de aspectos de la vida social; este concepto se refiere a una pluralidad de procesos sociales y por tanto se debe utilizar el plural, no globalización solamente, sino globalizaciones. Las dimensiones de la globalización van desde una visión del mundo hasta interacciones a nivel planetario en casi todos los campos; como ejemplo Therborn señala los siguientes aspectos en los que se produce un proceso global: en la división mundial del trabajo, en los derechos humanos universales, en el capital e ingreso, en la cultura, identidad y conocimiento, en 1
Therborn Göran: Profesor de sociología. “Globalizaciones y Modernidad. Experiencias y Perspectivas de Europa y América Latina”. 1999
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los valores, normas y formas simbólicas. Estas áreas o aspectos de la globalización a su vez dan lugar a procesos de mundialización del mercado, de la producción, del derecho (internacional), de las finanzas mundiales, de la cultura mundial, del conocimiento, de las religiones e ideologías, del arte y de la arquitectura, de la lengua, de la ciencia, del concierto mundial, así también como de los conflictos, guerras, y crisis ambiental. LAS DIFERENTES OLAS DE LA GLOBALIZACIÓN En América Latina, particularmente en la gente que tiene una conciencia de la colonialidad latinoamericana, la globalización suele estar ligada al concepto popular de que todo comenzó con la conquista, a partir de 1492, o etapa germinal (1400-1750) como lo sostiene el sociólogo Roland Robertson, pero no necesariamente es así; la globalización es un proceso histórico con muchas olas, con muchas etapas. El pionero en el campo de la globalización, Göran Therborn (1999), uno de los principales teóricos del modelo de la globalización señala que en el proceso se pueden distinguir seis olas principales que son: La primera ola: que comienza con la difusión de las religiones mundiales y el establecimiento de las civilizaciones transcontinentales, este hito puede tener como inicio el período comprendido entre los siglos cuarto y séptimo. Uno de los elementos claves es la expansión del Cristianismo, Islamismo, Hinduismo y Budismo. La segunda ola: que se inicia con la conquista colonial europea, principalmente la que se llevó adelante por Holanda, Gran Bretaña y luego los países Ibéricos, siendo notablemente importante para América Latina, la conquista y colonización Española y Portuguesa. Esto permitirá que América se convierta en el espacio más multicontinental del mundo a partir del siglo XVI. La tercera ola: que se relaciona con la lucha de poderes en Europa, las guerras entre potencias, la lucha entre Gran Bretaña y Francia, las guerras napoleónicas, las guerras de los Estados Europeos entre sí. La cuarta ola: que se relaciona con el Imperialismo Europeo, desde la mitad del siglo XIX, hasta 1918. Este período de la globalización se caracteriza por la expansión del comercio mundial, así como las migraciones masivas intercontinentales, donde América Latina recibe una importantísima inmigración de población de todos los continentes, pero particularmente de Europa. Todos estos procesos se producen gracias al adelanto de los medios de comunicación y de la transportación. La quinta ola: que se produce después de la Segunda Guerra Mundial, sobre todo gracias a que se reducen notablemente los precios y costos de la transportación. Esta quinta ola tiene que ver con el crecimiento de Estados Unidos como potencia mundial, y el constante conflicto entre la Unión Soviética y esta potencia, así como el problema mundial de la llamada Guerra Fría. La globalización de la Guerra Fría llegó a su máxima expresión a mediados de la década de los años setenta.
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La sexta ola: finalmente se produce la sexta ola, la que está ocurriendo en este momento, en donde la dinámica político-militar de la Guerra Fría, ha sido superada por una globalización financiera y cultural. Esta última globalización, se inicia en la segunda mitad de la década de los ochenta, con un enorme crecimiento de las finanzas mundiales, del comercio, y sobre todo de la influencia del FMI, de las políticas e ideologías neoliberales, las privatizaciones, la reducción del tamaño y poder de los Estados, el desmantelamiento de las tarifas y aduanas, y la profundización de la competencia mundial. Esta ola también se relaciona con la caída de los gobiernos comunistas de Europa. La última ola de la globalización va de la mano con una migración sin antecedentes desde el Sur al Norte, desde América Latina hacia los países del Centro, Estados Unidos y Europa principalmente. ALDEA GLOBAL Y GLOBALIZACIÓN En lo cultural, se puede decir de forma breve que se implanta un nuevo sistema de comunicaciones en donde el paradigma o ejemplo es la CNN establecida en 1980, con la cual la información satelital mundial se inicia. La dirección de las emisiones e información y comunicación, tanto en noticias, música, telenovelas, programas televisivos, entrevistas, etc., vienen principalmente desde Estados Unidos y Gran Bretaña. En el caso de América Latina, también existen dos países que producen una alta cantidad de productos más mediáticos para la exportación: Brasil y México. Un elemento de crucial importancia en la globalización es indudablemente el INTERNET, floreciente desde mediados de los años noventa. Este sistema permite una comunicación mundial barata con todos los rincones del planeta. En la corriente globalizadora actual, hay que hacer hincapié en el imperialismo hacia los países del Tercer Mundo, particularmente la posibilidad de Gobernar al Tercer Mundo, por parte de los banqueros internacionales (de los países del Norte), la influencia del FMI en las finanzas internacionales, y sobre todo en las crisis financieras, una de ellas, la de la deuda externa, dura carga para las economías y la población de los países pobres, un problema constante en la vida económica de América Latina desde los años ochenta en adelante. La globalización no ha llegado hacia aspectos “positivos” de la organización social mundial como por ejemplo una “sociedad civil global o de una democracia cosmopolita”, como señalara Göran Thernborn en su obra sobre Globalización y Modernidad (1999). Por otro lado, la globalización tiene un alto impacto en las ciudades pues éstas se afirman como territorios centrales donde se concentran las principales actividades económicas, sociales, políticas y culturales que caracterizan nuestra época. El acelerado proceso de cambio y transformación que vivimos tiene lugar en las civilizaciones urbanas y son las ciudades los principales
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espacios donde el proceso de globalización exhibe de manera más clara sus efectos contradictorios. Así, la polarización y desigualdad social, la cohesión y la fragmentación, la actuación de libre mercado en detrimento de la fortaleza del Estado son entre otros los más agudos contrastes que se viven a diario en los espacios urbanos. A escala mundial se vive el fenómeno de la globalización social, cultural y económica, que produce -paradójicamente- una tendencia creciente hacia la concentración, pues necesita de las ciudades para proyectarse por el conjunto del territorio planetario. Una característica central del proceso de globalización es que se trata de un mecanismo que opera simultáneamente tanto de manera incluyente como excluyente. Incluye e incorpora a su lógica lo que produce valor a escala mundial; excluye y margina lo que devalúa y es irrelevante para la lógica del sistema. Y es precisamente en Latinoamérica donde estos efectos se hacen visibles e imprimen un sello distintivo a la problemática urbana de nuestra región. Las diferencias son tan evidentes en los niveles de empleo e ingreso que sólo unos cuantos están capacitados para beneficiarse del progreso de la economía mundial, en contraste con la extensa población abandonada a las actividades de la economía informal, donde los bajos salarios y la mala calidad de vida son el común denominador. De esta manera, las grandes urbes latinoamericanas, con su doble carácter incluyente y excluyente, favorecen el que unos cuantos se vinculen a las redes de la economía global y unos muchos queden, localmente, desconectados. La interacción de lo global y lo local es parte de la dinámica propia que adquieren estos espacios urbanos. ALCA: ÁREA DE LIBRE COMERCIO DE LAS AMÉRICAS Autor: Osvaldo Martínez: doctor en Ciencias Económicas y Director del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial, el 20 de abril del 2001 (extracto) “Las razones del ALCA no están tan ocultas y resulta bastante fácil poderlas encontrar. El ALCA no es más que un proyecto norteamericano para crear un Acuerdo de Libre Comercio entre la economía de Estados Unidos -es decir, la más rica y poderosa del planeta- y las economías latinoamericanas y caribeñas, subdesarrolladas, endeudadas, dispersas, y cuyo Producto Interno Bruto, sumado, es casi diez veces inferior al de Estados Unidos. Podemos decir en una primera aproximación que no es, ni más ni menos, el proyecto de integración entre el tiburón y las sardinas. Ahora, las razones para el ALCA no son las opciones latinoamericanas, o caribeñas, ni las supuestas ventajas de la integración económica para ella, sino realmente los apetitos estratégicos de dominio norteamericano sobre la región ante la competencia con otros rivales en el mundo desarrollado actual y también las propias debilidades latinoamericanas que están presentes aquí. Es fácil darse cuenta de que América Latina llega a esta negociación sobre el ALCA en unas condiciones muy especiales de debilidad, de pobreza, de crisis económica, social y política; que pretende concertar el acuerdo de mayor trascendencia histórica que nunca haya concertado con Estados
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Unidos, que puede comprometer a fondo el futuro de la región y de sus pueblos, y hacerlo en su momento de mayor debilidad económica y política, y de mayor falta de cohesión interna. Esta debilidad latinoamericana actual creo que la podemos concretar en dos elementos fundamentales: el primero de ellos es la práctica casi generalizada y dogmática en la región de la política neoliberal; el segundo, la propia crisis económica y social que esa política neoliberal, aplicada durante dos décadas, le ha traído a la América Latina. Esta dependencia y esta debilidad merecen comentarse en dos aspectos relacionados con la forma de practicar y de entender la integración económica. Si hace 20 años atrás en América Latina se entendía la integración económica como un proceso, ante todo, de defensa de los mercados internos latinoamericanos, sobre todo del capital norteamericano con mayores niveles de eficiencia y mayor poderío; si -repito- hace 20 años se entendía así la integración, con un sentido defensivo, con un sentido de protección de los mercados internos, ahora, con la adopción dogmática del neoliberalismo, se ha pasado a colocar en primer lugar, no la defensa de los mercados internos y la creación de un espacio de preferencia para los latinoamericanos, sino que el gran objetivo es insertarse en las corrientes de comercio y de flujos de capitales en el mundo, y en la práctica se abandona la protección del mercado interno. Un segundo punto con el que quisiera ejemplificar esto de la debilidad latinoamericana, es el problema de los diferentes niveles de desarrollo entre los países. Si hablamos de un proyecto de integración entre la economía más desarrollada del mundo y un conjunto de economías en diferentes grados de subdesarrollo, que van desde la economía de Brasil hasta Haití, Bolivia, Honduras, economías sumamente débiles, e incluso, pequeñísimas economías insulares de habla inglesa del Caribe, entonces, el problema de los diferentes niveles de desarrollo es un problema de vital importancia. Hace 20 años atrás, en la integración latinoamericana se entendía como necesario dar en ella un trato preferencial a los países de menor desarrollo. Ahora, con la adopción del neoliberalismo, esto se ha sustituido por un concepto de reciprocidad que solo admite que los países hagan una misma política neoliberal, y la única diferencia posible es que lo hagan en plazos ligeramente diferentes. Digamos, que Honduras o que Bolivia demoren uno o dos años más en hacer lo mismo que harían Estados Unidos y Canadá, así, tan absurdo como suena. La otra gran debilidad latinoamericana del momento creo que es la crisis económica y social que vive la región, generada por dos décadas de aplicación diligente de la política neoliberal. Se ha producido en estas dos últimas décadas un crecimiento insuficiente. En el mejor de los casos, el crecimiento obtenido en la década de los 90, fue la mitad del mínimo de crecimiento que la Comisión Económica para América Latina de Naciones Unidas establece como indispensable para poder empezar a reducir las distancias entre desarrollo y subdesarrollo, y para poder empezar a reducir la pobreza en la región.
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Ese anémico e ínfimo crecimiento ha sido un crecimiento de muy baja calidad, y se ha basado en factores muy endebles y que, además, tienden todos a agotarse rápidamente. En primer lugar, las privatizaciones. En otras mesas redondas hemos hablado de la oleada de privatizaciones que ha caído sobre América Latina, cómo se han privatizado desde empresas hasta correos, parques, carreteras, cementerios, y esa privatización desaforada ciertamente ha permitido algún ingreso de capital a los gobiernos que lo han hecho, por supuesto, al precio de ceder soberanía nacional; pero, sencillamente, esta vía de ingreso de capital se agota cada vez más, porque no queda ya mucho por privatizar en América Latina, de manera que no se puede seguir apoyando ningún crecimiento en un proceso de privatizaciones que ya va encontrando muy poco que privatizar. En segundo lugar, el ingreso de capital, otra de las panaceas neoliberales para el desarrollo de América Latina que pierde mucho de su encanto cuando uno se da cuenta de que, por lo menos, la tercera parte de ese ingreso de capital no son más que capitales golondrinas, capitales especulativos de corto plazo, que entran y salen con una tremenda velocidad y constituyen factores de desestabilización, que han actuado así en todas las crisis financieras que la región ha padecido en la década de los 90; y que, además, ese capital extranjero ciertamente entra, pero también saca utilidades. La tercera base de este proceso de crecimiento ha sido el endeudamiento. Recordemos simplemente que en 1985 América Latina tenía una deuda de 300.000 millones de dólares. Hoy la deuda es de unos 750.000 millones de dólares; pero solamente entre los años 1992 y 1999 la región entregó, como servicio de esa deuda, 913.000 millones de dólares. Esa deuda compromete hoy el 56% de los ingresos de exportaciones de bienes y servicios de la región, simplemente para pagar esta deuda y para que la deuda siga creciendo, pagar más y deber más, como estas cifras demuestra. Creo que lo último que refleja la situación de debilidad y de crisis con la cual la región se aboca a una negociación trascendental con Estados Unidos sobre el ALCA, es este recurso desesperado al cual ya algunos gobiernos están recurriendo, a la dolarización de las economías latinoamericanas; es decir, a ceder la elemental soberanía de manejo de su moneda nacional, de tener una política monetaria, para adoptar directamente el dólar de Estados Unidos, en una tal variante de neocolonialismo que realmente es difícil imaginar otra sujeción y otra dependencia más fuerte que esta. Ahora, si este es el panorama de la crisis económica, la expresión social que esto tiene es realmente espantosa. Si en 1980, cuando todavía el neoliberalismo apenas empezaba, eran pobres en América Latina -según Naciones Unidas- el 39% de los latinoamericanos, ahora lo son el 44% -por supuesto con las estadísticas que Felipe decía que siempre están por debajo de la realidad, pero son las estadísticas de Naciones Unidas. Hoy 44% de la población latinoamericana es pobre, eso significa, en términos absolutos, 224 millones de pobres, de los cuales 90 millones son indigentes, es decir, están en el extremo último de la pobreza.
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Las dos décadas de neoliberalismo en América Latina le han regalado a la región la distribución más desigual del ingreso, más inequitativa y más injusta del ingreso en el mundo entero. El 20% más rico de la población latinoamericana recibe un ingreso que es diecinueve veces superior al 20% más pobre. El desempleo, según estas estadísticas edulcoradas, abarca el 9% de la población latinoamericana. Pero, además, de cada 100 empleos, de esos que se consideran como empleados, 85 lo son en el sector informal, caracterizado por bajísimos salarios, desprotección de derechos laborales, no derecho a la jubilación, en fin, absolutamente a merced de los empleadores. La mortalidad infantil en el primer año de vida en esta región es, como promedio, de 35 por 1.000 nacidos vivos, en lo que sigue siendo una verdadera vergüenza y bochorno para la región latinoamericana. El 13% de la población latinoamericana es analfabeta, más de 170 años después de haber conseguido la independencia de las metrópolis coloniales la mayoría de los países de la región; solo uno de cada tres estudiantes alcanza a llegar solamente a la enseñanza secundaria. Por último, la tasa de homicidios que refleja la situación de pobreza, de extrema violencia en esta región, es de 300 por un millón de habitantes, que es el doble del promedio mundial. Esta es la situación con que América Latina llega a la negociación del ALCA.
Ahora, ¿cuáles son los objetivos de Estados Unidos con el ALCA?: En primer lugar, afianzar el dominio sobre América Latina y el Caribe, que es la región donde tradicional e históricamente han tenido y siguen teniendo un mayor grado de control económico y político, y afianzar este dominio en el contexto de la pugna entre los grandes centros de poder mundial que están hoy protagonizando una especie de regionalización del poder económico. Estados Unidos enfrenta la competencia europea y la competencia japonesa fundamentalmente. La Unión Europea ha avanzado, como sabemos, a lo largo de un proceso de integración y no solamente ha avanzado en su integración, sino la Unión Europea ha encontrado una nueva área explotable, en condición de nueva periferia subdesarrollada explotable, en los antiguos países socialistas. Japón, por su parte, cuenta con su área de influencia asiática, en la cual la economía japonesa tiene un peso muy grande. Por lo tanto, para Estados Unidos, regionalizar la América Latina bajo su dominio y bajo su mando, es también una forma de hacerle frente a esta competencia entre los grandes centros de poder económico; es estrechar el control sobre América Latina en la pugna por mercados o inversiones, por colocación de capitales especulativos, por acceso a recursos naturales, especialmente los recursos de energía, el petróleo fundamentalmente; por el acceso al agua potable, que es otra de las
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grandes apetencias norteamericanas hacia la región; por el acceso a la riqueza de biodiversidad que hay en esta región. Es, en definitiva, excluir de la competencia a europeos y japoneses en esta área. Pretende ser el ALCA, en definitiva, un espacio de libre circulación de capitales y de mercancías norteamericanas, desde Canadá hasta el extremo sur del continente, en condiciones de preferencia frente a europeos y japoneses. El segundo factor que quiero mencionar, como segundo objetivo norteamericano con el ALCA, es minar y paralizar la integración económica latinoamericana, esa integración que aun con sus deficiencias, sus limitaciones, tiene un determinado grado de avance y que tiene en el MERCOSUR su principal exponente. El MERCOSUR, a pesar de todas sus limitaciones, ha tratado de avanzar y de crear, incluso, una preferencia dentro de sus países miembros, frente a los capitales extranjeros. Objetivo norteamericano: liquidar el MERCOSUR; liquidar, por tanto, todo intento de integración propia, autóctona latinoamericana; liquidar la Comunidad Andina; liquidar el Mercado Común Centroamericano; liquidar el CARICOM, aquí en el Caribe. Es decir, sencillamente, hacer una integración a la medida de los intereses norteamericanos. Creo que si queremos tener una imagen muy reveladora de lo que puede representar el ALCA al entrar en vigor en América Latina, no tenemos más que mirarnos en el espejo de la economía mexicana. Recordemos que México desde 1994 está unido a Estados Unidos y Canadá a través del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, y, en definitiva, este Tratado de Libre Comercio de América del Norte no es más que el ALCA en una dimensión más pequeña, puesto que responde al mismo tipo de filosofía, al mismo tipo de concepción neoliberal, y es también, aunque más pequeño, un intento de integración entre dos economías desarrolladas y una economía subdesarrollada y pobre. ¿Qué ha pasado en México en estos seis años ya -vamos caminando hacia siete años- de aplicación del Tratado de Libre Comercio? Si echamos a un lado la cara de modernidad de altas cifras de inversión de capital, que es el emblema de la propaganda favorable a la política neoliberal y al TLC, vamos a ver que el Tratado de Libre Comercio ha representado para México un deterioro de su base económica nacional y un retraso social evidente. Por ejemplo, para hablar en términos muy concretos, en los años setenta, sin Tratado de Libre Comercio y sin neoliberalismo, la economía de México creció a un promedio de 6,6% anual; en los años noventa, con Tratado de Libre Comercio y con neoliberalismo, creció 3,1% anual, menos de la mitad realmente. Otro de los temas: Los subsidios y las medidas antidumping: Estados Unidos quiere que la negociación del ALCA se centre solamente en reducción de aranceles, de barreras arancelarias; pero es que los principales instrumentos de discriminación comercial contra América Latina los tiene Estados Unidos no en las barreras arancelarias, sino, justamente, en las no arancelarias.
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¿Cuáles son las no arancelarias? Una gama enorme de barreras que van desde las medidas de supuesta protección ambiental o ecológica en Estados Unidos hasta, digamos, exigencias de etiquetados especiales que de hecho sacan del mercado a los productos latinoamericanos hasta la existencia en la legislación de Estados Unidos de una llamada Sección 301 en la Ley de Comercio Exterior de ese país, y más aún una parte de ella que es conocida como la Super-301, que es „Super‟ por la cantidad de medidas, de barreras de exclusión y de discriminación que contiene, y que incluye hasta disposiciones de excluir de los supuestos beneficios de la relación comercial con Estados Unidos a los países que no cumplan las normas norteamericanas sobre derechos humanos, sobre democracia. Algunas palabras sobre el tema de la inversión de capital: En realidad el ALCA para Estados Unidos, más que un interés comercial, que lo tiene también, pero más que eso tiene un gran interés de inversión de capital, de lograr una gran área geográfica en la cual poder invertir y mover libremente el capital norteamericano. Ahora, ¿cuáles son sus dos posiciones básicas sobre la inversión? Primero, que el capital norteamericano tiene que recibir lo que ellos le llaman el trato nacional. ¿Qué cosa quiere decir esto? Digamos, que Bolivia -para seguir usando este ejemplo- debe tratar al capital norteamericano igual que trata al capital boliviano o igual que trata al capital de cualquier otro país de la región latinoamericana. Otra característica de la posición norteamericana sobre la inversión es una definición ambigua, imprecisa y -me atrevo a decir- muy mal intencionada del propio concepto de inversión, que incluye dentro de esa inversión no solamente las clásicas cosas que cualquiera entiende como una inversión, es decir, la inversión en una empresa, en crear activos reales, sino, dentro de esa definición que tratan de imponer en la negociación del ALCA, se incluirían cosas que van hasta deudas que serían consideradas como inversión y que permitirían a Estados Unidos pedir garantías especiales hasta para la deuda del sector privado en un país latinoamericano, contraída con capitales o prestamistas norteamericanos. Permitiría también considerar como inversión, recibir trato nacional y evadir cualquier regulación a esas inversiones especulativas de capitales golondrinas de largo plazo. Por último, sobre las compras del sector público. Pretende también, Estados Unidos maniatar a nuestros gobiernos para que ni siquiera el sector público, el Estado de estos países, pueda hacer las compras con un interés social, con un fin de desarrollo. Es muy simpático en la posición norteamericana cuando se dice que las compras del sector público deben evitar los monopolios oficiales y deben preferir - textualmente-, „a las empresas que tengan mayor experiencia y mayor volumen de negocios‟, lo cual equivale a decir, en América Latina, que todas las compras del sector público habrá que hacerlas a empresas norteamericanas, obviamente”.
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PALABRAS CLAVE Neoliberalismo polaridad monopolios plusvalía nacionalización crisis sustentable sostenible indigencia tecnología subdesarrollo mediáticos PIB
dependencia globalización salitre robótica automatización modelo transnacionales inflación equidad informática recesión cosmopolita subsidio
internacionalización expansiva Neocolonialismo centralización biotecnología ingeniería genética estrategia eco-desarrollo migración planificación privatización multidimensional economía informal economía planificada
sustentable independencia premonopolista hidrocarburos petroquímica ficticia multinacionales patrimonio estructura reciclaje modernidad detrimento neoliberalismo
CUESTIONARIO
¿Cuál es el papel de América Latina en el comercio internacional luego de la independencia? ¿Cómo define René Baez al Neocolonialismo? Explique sobre las inversiones inglesas en América Latina Explique sobre las inversiones francesas y alemanas en América Latina Explique sobre las inversiones estadounidenses en América latina ¿Por qué se habla de vulnerabilidad del comercio de exportación? ¿Por qué razones se habla de Segunda Revolución Industrial? ¿Que significado tuvo para América Latina la llamada Segunda División Internacional del trabajo? ¿A qué se denomina “La nueva revolución tecnológica”? ¿Qué tipo de modelo o modelos de desarrollo se han dado en América Latina? ¿Qué etapas se pueden reconocer en el desarrollo latinoamericano desde los años cincuenta al presente? Enumere las característica del desarrollo contemporáneo de América Latina ¿Cuáles son las fases del desarrollo contemporáneo de América Latina? ¿Cuál es el origen del término Desarrollo Sustentable o Sostenible? ¿Qué se dice en el documento latinoamericano “Nuestra Propia Agenda”, respecto al desarrollo sustentable? ¿Cómo debe entenderse al desarrollo sustentable? Respecto a la deuda externa, ¿a qué hace referencia la fase denominada de “endeudamiento”? En síntesis explique cuál es la “trayectoria” de la deuda externa ¿Cuándo se produce el shock en relación a la deuda externa?
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…/continúa
Anote sobre el papel del FMI ¿Por qué razones se habla de “crisis” en cuanto a deuda externa? ¿Qué significa “programas de ajuste estructural y fuga de capital” en cuanto a deuda externa? ¿Qué es la globalización? ¿Qué relación existe entre Orden Mundial y globalización? Enumere las llamadas olas de globalización ¿Qué significado tiene “aldea global o globalización? ¿Qué es el ALCA? TEMAS PARA REDACCIÓN O PRESENTACIÓN ORAL
1.
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3.
4. 5. 6. 7. 8.
9. 10.
11.
12. 13. 14.
Investigue y luego redacte un breve ensayo sobre las características del comercio de América Latina con las grandes potencias. Investigue y establezca comparaciones sobre los desarrollos alcanzados entre la llamada Segunda Revolución Industrial y la revolución tecnológica a la que asistimos en la actualidad. Redacte un ensayo que explique por qué se dice que América Latina forma parte del Tercer Mundo o de los llamados países subdesarrollados. Investigue, anote y exponga sobre las principales características que explican el desarrollo actual de nuestra América Latina. Investigue y luego conteste esta pregunta: ¿Es posible seguir el modelo de desarrollo sustentable en el Ecuador? ¿Qué consecuencias trajo el endeudamiento externo a los países latinoamericanos? ¿Qué etapas ha vivido el desarrollo latinoamericano? Consulte en bibliografía especializada sobre el impacto del modelo de sustitución de importaciones en el desarrollo económico de América Latina. Investigue y luego redacte un resumen de las características de la economía de América Latina. Consulte y elabore un informe sobre los montos de endeudamiento de los países de América Latina y que políticas económicas se aplican en los países para cumplir con este servicio. Investigue sobre las causas que motivaron el excesivo endeudamiento de los países de América Latina y el papel que juega el Fondo Monetario Internacional en este aspecto. Consulte y luego exponga sobre los diferentes enfoques que explican el término globalización. ¿Qué impactos económicos trae la globalización a los pueblos de América Latina? ¿Cómo afecta a la identidad y a la cultura de las sociedades latinoamericanas la globalización?
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…/continúa 15. Investigue la relación que existe entre comunicación (televisión, prensa, radio, Internet, telefonía, etc.) y globalización 16. Consulte y elabore un informe sobre las características del ALCA y su impacto en el Ecuador
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS: ARROYO, Fernando: Subdesarrollo y Tercer Mundo. Ed. Cincel S.A., España. 1986 ATIENZA, Jaime A.: Migraciones y crisis del desarrollo. En Migraciones una realidad con futuro. Ediciones Abya-Yala, ILDIS-FES, Quito. 2004 BIELSCHOWSKY, Ricardo: Evolución de las ideas de la CEPAL. Artículo publicado en la conmemoración de los cincuenta años de la CEPAL. 1998 CARDOSO, F.H. y FALETTO, Enzo: Dependencia y desarrollo en América Latina. CHANG-RODRIGUEZ, Eugenio: Latinoamérica su Civilización y su Cultura. Heinle & Heinle Publishers, Segunda Edición Boston, Massachusets, USA. 1991 DAUS, A. Federico, El Subdesarrollo Latinoamericano. Ed. El Ateneo Argentina. 1971 FURTADO, Celso: La Economía Latinoamericana. IDIS: Capitalismo y Crisis. Cuenca, Ecuador. 1984 LACOSTE, Yves: Geografía del Subdesarrollo. SUNKEL, Osvaldo: Del desarrollo hacia adentro al desarrollo desde dentro. En. El desarrollo desde dentro. Un enfoque neo estructuralista para la América Latina. Editorial Fondo de Cultura Económica, El Trimestre Económico, México. 1991 SUNKEL, Osvaldo: El Subdesarrollo Latinoamericano y la Teoría del Desarrollo. Ed. Siglo Veintiuno. SUNKEL, Osvaldo: La Dimensión Ambiental en los Estilos de Desarrollo de América Latina. CEPAL, Santiago de Chile. 1981 TOUSSAINT, Eric: Crisis de la Deuda y Globalizacion a final del Siglo XX. En Ecuador Debate Nº 45, Quito, CAAP. 2002 TORTOSA, José María: Globalización: Tendencias, ideologías y políticas. En Estado y globalización, Quito, ILDIS. pp. 9-30. 1998 UGARTECHE, Oscar, GEORGE, Susana y VUSKOVIC, Pedro: Los problemas de la Deuda en América Latina. CEDIS, 70 p. 1988 YCAZA TIGERINO, Julio: La Cultura Hispánica y la crisis de Occidente. Ministerio de Cultura, Madrid. 1981 ZEA, Leopoldo: Simón Bolívar, Integración en la Libertad. Ediciones Edicol, México. 1980
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UNIDAD 4 AMÉRICA LATINA Y EL PROBLEMA AMBIENTAL 1.
PRESENTACIÓN La situación ambiental del planeta es objeto de los más polémicos debates en los actuales momentos. La unidad aborda esta problemática al explicar el deterioro ambiental que ocasiona el mal uso de los recursos naturales, las políticas implementadas para la gestión y comercialización de estos recursos como también las causas y consecuencias de la contaminación de las ciudades.
2.
SUMARIO
3.
Explotación de Recursos Naturales y Deterioro Ambiental Política y gestión de los recursos naturales Mecanismos de pago por servicios ambientales El proyecto FACE en Ecuador Las ciudades: contaminación
OBJETIVOS DE LA UNIDAD
Conocer, entender y evaluar la importancia de los Recursos Naturales que posee América Latina, en el contexto de su patrimonio y de las relaciones comerciales internacionales. Explicar los daños medioambientales ocasionados por el mal uso de los recursos naturales. Despertar en los estudiantes actitudes de respeto a la naturaleza. Explicar las razones de la contaminación en las ciudades. Conocer las políticas que en materia económica-ambiental se plantean actualmente y cuáles las posibilidades de negociación para América Latina en este aspecto.
EXPLOTACIÓN AMBIENTAL
DE
LOS
RECURSOS
NATURALES
Y
DETERIORO
La forma de desarrollo económico que fundamenta la actividad mundial se centra en la explotación intensiva e irresponsable de recursos renovables y no renovables que va ocasionado un creciente deterioro del medio ambiente. El surgimiento de análisis críticos y de la aparición de movimientos sociales ha influido en una lenta pero progresiva atención hacia el medio ambiente por parte de los poderes públicos, plasmada en una legislación algo más restrictiva. En términos generales, la contaminación consiste, básicamente, en la generación de residuos en un medio, que se introducen por encima de la capacidad de éste, para eliminarlos. No es, pues, una cuestión de qué productos se introducen, sino su cantidad. La proliferación de aquellos residuos supone un desequilibrio grave en el biosistema, hasta el punto de llegar a imposibilitar la vida de las especies existentes. El agua, el aire y el suelo, son los medios contaminados.
La explotación irresponsable de recursos que utilizamos provenientes de suelo, aire y agua son causa evidente del problema ambiental que enfrentamos. Analizaremos un poco: Suelos: El 16% de la tierra en América Latina está afectado por la degradación del suelo. Entre el 40 y 60% de las zonas de ladera de los Andes y Centroamérica y de la selva amazónica tiene problemas de erosión. El desgaste varía según el tipo de uso del suelo y las subregiones, pero siempre con mayor intensidad en la tierra cultivada que en los pastos o bosques. Este problema es causado principalmente por la deforestación y la expansión de la frontera agrícola hacia áreas marginales, los monocultivos intensivos inapropiados para ecosistemas frágiles, sobrepastoreo y la degradación química. Otra causa es el consumo irresponsable de Agroquímicos: Según la FAO, 1995, el consumo de fertilizantes químicos en América Latina aumentó de 3,6 millones de toneladas en 1973 a 8,0 millones en 1993. Entre 1983 y 1993, el uso de insecticidas aumentó el 67% y el de herbicidas 146%. Esta situación ha generado fuertes impactos ambientales, como pérdida de biodiversidad, daños y contaminación en ecosistemas naturales y de fuentes de agua, resistencias de plagas, enfermedades y problemas de salud pública por intoxicaciones y por efectos residuales en los alimentos. En varios países de la región Andina y de Centro América 50 de los 250 productos químicos utilizados, están prohibidos en otros lugares. También tiene que ver los llamados cultivos transgénicos. En años recientes, el desarrollo de las técnicas de ADN recombinante hizo posible trasladar características genéticas entre plantas, animales y microorganismos, originando así los llamados “organismos genéticamente modificados (OGM) o transgénicos”. Esta manipulación genética abrió a la industria biotecnológica enormes posibilidades para el uso, manejo y aplicación comercial de los recursos genéticos. Para el desarrollo de estas nuevas tecnologías la industria de los países del Norte busca tener libre acceso a los recursos genéticos, mediante la realización de actividades de bioprospección y biopiratería en países como los latinoamericanos, que son centro de origen de biodiversidad agrícola y silvestre. Estos recursos genéticos son conservados en bancos de germoplasma y sobre ellos se aplican sistemas de propiedad intelectual mediante patentes biológicas y derechos de obtentores vegetales (DOV), pasando por encima de los derechos soberanos que tienen nuestros países y de los derechos colectivos de las comunidades locales de donde son originarios. En la región se encuentran prácticamente todas las empresas semilleras transnacionales y de genética vegetal: Monsanto, Dekalb, Cargill, Pioneer, Mycogen, Novartis, AgrEvo, Rhone Poulenc, DuPont, Ciba Geigy y Nidera. De la misma manera que sucedió con la Revolución Verde, ahora la industria biotecnológica para introducir los transgénicos, plantea que la única forma de garantizar la disponibilidad de alimentos en el mundo en el nuevo siglo y resolver el problema del hambre, sólo es posible mediante el desarrollo de “supersemillas” y de productos modificados genéticamente. Pero la mayoría
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de las innovaciones biotecnológicas actuales no responden a las necesidades para la agricultura y la alimentación de la mayoría de las poblaciones humanas, sino que buscan generar OGM de alto valor comercial, protegidos DPI (Patentes) que permitan el control total de los medios productivos. Pero las empresas no quieren invertir dinero para la evaluación de bioseguridad, es decir los riesgos e impactos ambientales, socioeconómicos y en la salud que pueden generar estos organismos GM. En América Latina la prioridad y mayor presión de la industria para la introducción de transgénicos se basa en soya y maíz GM en los países del Cono Sur, y principalmente en maíz GM en México, en los países Andinos y en Centroamérica. En varios países existen investigaciones y ensayos de campo con cultivos GM de papa, algodón, yuca, arroz, tomate, tabaco, entre otros. Pero el aspecto más crítico en América Latina es la introducción masiva de transgénicos a través de la importación de alimentos, especialmente de maíz y soya de EEUU y Argentina, sin el debido control y aplicación de las normas de bioseguridad. En relación con los Bosques, hasta 1974 casi la mitad de América Latina estaba cubierta por bosques. Desde 1960 han desaparecido mas de 250 millones de hectáreas de bosques y actualmente la tasa de deforestación continúa a ritmo alarmante, principalmente en América Central, México y en la región Amazónica de Brasil, Ecuador y Colombia. Esta situación ha generado fuertes impactos sobre los suelos, las cuencas hidrográficas, la biodiversidad y ocasiona cambios climáticos. La deforestación es, sin duda, el daño ambiental que refleja mayores efectos negativos y a más corto plazo. Si se continúa con la tala indiscriminada de los bosques y no se reforesta masivamente, en el año 2030, aseguran los expertos, muchas de las especies de bosque se habrán extinguido y con ellos, una fuente de energía, un hábitat para los ecosistemas más ricos del mundo y el principal consumidor de CO2, que por ser el gas presente en exceso en la atmósfera, debe ser disminuido considerablemente. Adicionalmente, la deforestación causa derrumbamiento de tierras y a su vez estancamiento de agua en ríos y represas. La explotación de petróleo, que lo posee buena parte de los países de América Latina es considerado como el producto de actividad global por naturaleza. Por un lado se trata de un producto intercambiado a nivel internacional, en un mercado que por mucho tiempo fue regido por una lógica oligopolística, donde los actores se repartían las zonas de producción y acordaban fijar los precios de venta. Por otro lado, se trata de un recurso cuya importancia es tan estratégica que su explotación es el objeto de complejas relaciones entre economía y política. El petróleo es a los países en vía de desarrollo lo que el carbón fue para los países industrializados. Ello es particularmente obvio en el caso de América Latina, donde la dependencia hacia los hidrocarburos (petróleo y gas natural) se tradujo por su creciente importancia en el consumo de energía primaria. Si bien es cierto que la industria petrolera ha impulsado las economías latinoamericanas como es el caso ecuatoriano, también ha acarreado graves consecuencias para el medio ambiente. Tan sólo en el período comprendido
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desde 1972 hasta 1993, por citarse un ejemplo, más de 30 mil millones de galones de desechos tóxicos y petróleo sin refinar fueron descargados hacia las tierras y vías fluviales de la Amazonía ecuatoriana. Los estudios epidemiológicos han demostrado que la contaminación producida por la industria petrolera ecuatoriana ha afectado adversamente a la salud de los habitantes de la región oriental del país. Según análisis efectuados en el Ecuador en 1999, de los ríos usados por las comunidades cercanas a los campos petroleros, las aguas tienen concentraciones elevadas de hidrocarburos de petróleo totales. En algunos riachuelos las concentraciones de hidrocarburos eran más de 100 veces mayores que el límite permitido por los reglamentos de la Comunidad Europea. Otra fuente importante de contaminación es la minería artesanal, principalmente la del oro, que genera emisiones importantes de mercurio. Prácticamente todos los países de América Latina tienen actividades de ese tipo, y se estima que un millón de mineros artesanales producen unas 200 toneladas de minerales al año. Agua: El ambiente costero marino, se ha visto claramente afectado por la transformación y destrucción de hábitats, la sobrepesca y la contaminación. Muchos de estos impactos se originan en actividades terrestres humanas situadas a grandes distancias del mar. En América Latina 60 de las 77 mayores ciudades son costeras. Otro problema constituye la conversión de manglares para la acuacultura que afecta funciones ecológicas de gran importancia, como las de ser ambiente natural para diversos organismos (aves, cangrejos, ostras, etc.), áreas de guardería para peces, camarones, langostinos y langostas, y protección de la línea costera contra la erosión del oleaje. Otro factor importante de contaminación de aguas y sedimentos costeros son las actividades de extracción, procesamiento, almacenaje y transporte de gas natural y petróleo, así como el trasiego transfronterizo de desechos tóxicos y peligrosos, incluyendo químicos y materiales radioactivos. Aunque hay pocos datos actualizados en este ámbito, diversos estudios realizados en el Gran Caribe han encontrado niveles de concentración de hidrocarburos de petróleo disueltos en aguas superficiales. Los derrames de sustancias peligrosas en incidentes marítimos con embarcaciones, navíos petroleros y cargueros, son una de las fuentes de riesgo en este campo. En Brasil, por ejemplo, hay muchas experiencias de este tipo, generalmente vinculadas a factores accidentales o fallas humanas, pero también algunas de carácter criminal, como el lavado de lastres en áreas cercanas a las costas. Los vertederos de desechos, son hoy por hoy las aguas de ríos y mares que suponen parte importante y vital en el globo y en donde precisamente se encuentran el plancton marino que ejerce absorción de CO2 y otras especies marinas que nos proveen de alimento o derivados.
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Estamos destruyendo ecosistemas sin conseguir deshacernos de toda la basura que estamos produciendo, (el reciclaje es el proceso más recomendable para contrarrestar este problema que debe ser tratado como política ambiental). También observamos impactos en el agua dulce que es el componente más preciado de nuestro planeta. Si bien es cierto que el agua es uno de los recursos más abundantes de la Tierra, no toda ella es para el consumo humano. Sólo el 3% del agua en el planeta es dulce, del cual, el 2,997% resulta de muy difícil acceso para el consumo, debido a que se sitúa en los casquetes polares y en los glaciares. Tan sólo el 0,003% del volumen total del agua de nuestro planeta es accesible para el consumo humano. El consumo global de agua dulce aumentó seis veces entre 1900 y 1995 en América Latina, duplicando la tasa de crecimiento demográfico. Alrededor de un tercio de la población mundial vive en países con problemas entre moderados y altos de abastecimiento. La falta de agua constituye una limitación para el desarrollo industrial y socioeconómico en muchos lugares. La demanda por agua crece rápidamente con la expansión demográfica, la actividad industrial y el turismo. El riego agrícola (el uso más importante) continúa en aumento; se cree que las tasas de deforestación en aumento pueden estar contribuyendo a los severos ciclos anuales de inundación y sequía. El principal problema es la contaminación producida por la descarga directa de desechos domésticos e industriales no procesados en los cuerpos de agua superficial. Ello contamina no sólo a estos cuerpos de agua sino también los acuíferos de agua subterránea adyacentes. Con la expansión de la industria, la minería y el uso de agroquímicos, los ríos y acuíferos se contaminan con los sólidos orgánicos, químicos tóxicos y metales pesados. De particular importancia en la contaminación de aguas subterráneas es la lixiviación debida al uso y liberación inadecuados de metales pesados, químicos sintéticos y desechos peligrosos. Estos compuestos llegan a las aguas subterráneas provenientes de los botaderos de basura y otras fuentes no puntuales como escorrentía, infiltración en zonas agrícolas, etc. También afectamos la diversidad biológica. El número total de especies en el planeta es muy grande; se han reconocido y registrado alrededor 1,7 millones, pero se cree que existen muchas más: Los ambientes más ricos en especies son los bosques húmedos tropicales, que posiblemente alberguen más del 90% de las especies en el planeta. En conjunto, las regiones más ricas en biodiversidad son África, Asia y el Pacífico, y América Latina. América Latina es el espacio que origina más del 35% de los productos alimenticios del mundo. En esta región se domesticaron plantas como: maíz, fríjol, papa, tomate, calabazas, yuca, ñame, batatas, algodón, tabaco, cacao, raíces, cereales, frutas, plantas medicinales y de otros usos. América Latina posee 8% de la población mundial, pero tiene el 23% de la tierra potencialmente cultivable del mundo (700 millones de hectáreas). La región posee el 46% de los bosques tropicales y 31% del agua dulce del planeta.
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Se estima que en una hectárea de bosque amazónico puede haber 1000 a 2000 especies vegetales, es decir más de la que existe en toda Europa. Brasil es el país con mayor biodiversidad del planeta, con aproximadamente 55.000 especies, seguido por Colombia, que tiene 45.000; estos datos contrastan por ejemplo con Europa, que en total posee 13.000 especies. Otros países como México, Perú, Ecuador y Costa Rica, tienen una enorme diversidad biológica. Son muchas las amenazas que pesan sobre la biodiversidad. Un problema fundamental en su protección es precisamente el cómo evitar la destrucción de hábitats y la consiguiente extinción de especies (muchas de las cuales aún no han sido descritas por la ciencia). La expansión de la agricultura, tanto en las regiones tropicales como en las semiáridas, así como la tala de bosques y el agotamiento de los humedales, han reducido la población de muchas especies. No se ha intentado ninguna evaluación sistemática del cambio de hábitats y el agotamiento de especies, pero las cifras disponibles sugieren un impacto significativo: 1244 especies de vertebrados se encuentran amenazadas. No obstante, los investigadores en esta área indican que las tendencias de una diversidad biológica declinante podrían continuar en las próximas décadas si no se toman las medidas necesarias; para ello se requiere crear capacidades institucionales en los distintos gobiernos de la región y promover el diseño, monitoreo y evaluación de los diversos impactos ocasionados por el hombre y que afectan la biodiversidad como los anotados en páginas anteriores. POLÍTICA Y GESTIÓN DE LOS RECURSOS NATURALES Los recursos naturales, como hemos visto, incluyen suelos, agua, bosques, pesquerías y recursos genéticos para la alimentación y la agricultura. En América Latina, el desafío consiste en determinar y promover sistemas integrados de gestión de los recursos que sean a la vez económicamente viables, ecológicamente sostenibles y sociales y culturalmente apropiados, para así satisfacer las necesidades de una población en aumento y cada vez más urbanizada. Desde las propuestas emitidas por varios economistas y ambientalistas, los organismos internacionales y gobiernos de cada nación, han creado una serie de políticas en materia económica-ambiental. Sin embargo, existen muchos puntos por definir y que serán motivo de cumbres y protocolos en el futuro ya que el tema reviste mucha complejidad. Será de esperar que las negociaciones se fundamenten en un intercambio con principios de justicia y equidad para los países del tercer mundo (dueños de la mayor biodiversidad y menos contaminantes), y no como actualmente ocurre, una brecha profunda en los términos de intercambio entre bienes industrializados versus materia prima, que fundamenta el orden internacional impuesto por los países industrializados. No es el objetivo profundizar en materia económica y política, pero si cabe mencionar ciertos parámetros que además de informar sobre las acciones ya tomadas, ayudarán a ser más críticos en cuanto a proyectos y leyes que los gobiernos nacionales establezcan.
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Se parte de que el desarrollo económico no debe estancarse, que de hecho no lo hará, pero sí debe “tender” a una evolución económica sustentable. Es decir, la industrialización continuará pero ya no se medirá su rendimiento en base tan sólo al factor “rentabilidad monetaria” sino en base al factor ambiental también. De esta forma la contabilidad de las empresas y la de los Estados debería incluir en sus balances los efectos ambientales. La naturaleza sería considerada como “capital ambiental” y deberá ser contabilizado y valorado con sus ingresos y egresos respectivos. De la misma forma que se invierte un capital monetario o de bienes para obtener una utilidad o ganancia en una empresa cualquiera, se deberá llegar al punto de que el “capital natural o ambiental” que se invierta, obtenga ganancias también. Pero, la parte más complicada de este proceso resulta el avaluar o valorar en forma tangible y cuantitativa y justa, el patrimonio ambiental; aún no se llega a una fórmula aplicable porque en definitiva este patrimonio posee en su gran mayoría los llamados países del Tercer Mundo. Existen de hecho políticas ambientales que se han impuesto algunas empresas (políticas de eco-eficiencia) en los países desarrollados, como sucede por ejemplo con algunos fabricantes de automóviles y químicos. Estas consisten en implementar sistemas en su producción que reducen el consumo de recursos energéticos y la emisión de gases tóxicos a la vez que utilizan el reciclaje de gases, líquidos y sólidos. Los resultados han sido positivos en todos los casos ya que, además de contribuir a la protección del medio, se benefician por reducir sus costos y obtener productos de mayor durabilidad. En este caso el empleo de tecnología sofisticada colabora a largo plazo con el ambiente. En materia política las propuestas formuladas a nivel internacional (de las que muchos puntos siguen en debate), son las siguientes:
Mecanismos oficiales de control, por medio de los cuales se establecen normas relativas a la contaminación y sencillamente se exige a quienes contaminan, que las cumplan.
Impuestos a la contaminación, por tanto, debe cobrarse a quien contamina según el nivel de emisiones (de CO2) producidas.
Permisos negociables, a través de los cuales se otorgan a los contaminadores permisos para contaminar hasta lo que establece la norma y la opción de comprar y vender permisos en el mercado; esto último se está aplicando, pero veamos en qué condiciones, cuando se aborde el tema de “Pago por Servicios Ambientales”.
Los países que mejoren en su control ambiental obtendrán devoluciones o transferencias internacionales, por ejemplo. Se pueden transferir directamente a un país pagos de una sola vez para compensarlo por no haber explotado un recurso. Se pueden hacer transferencias en forma de asistencia técnica y préstamos para proyectos específicos.
Intercambiar parte de las deudas por un acuerdo para reducir destrucción en el medio ambiente.
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MECANISMOS DE PAGO POR SERVICIOS AMBIENTALES Se ha propuesto en el Ecuador un sistema de valoración, titulación y pago de los servicios ambientales. El proceso se inicia con un estudio de mercado para los servicios ambientales, por parte de un intermediario que puede ser una corporación sin fines de lucro, con fines de lucro, o una institución del Estado. Se identifica el mercado nacional e internacional para servicios ambientales, basándose en la demanda existente, y se hace una valoración inicial de los servicios ambientales. Luego se procede a identificar a los “proveedores pilotos”. Es decir, que el sistema se inicia ante una iniciativa del intermediario para obedecer a una necesidad del “comprador”. No responde a necesidades de las poblaciones locales. El intermediario compra a los proveedores pilotos los derechos para la comercialización de los servicios ambientales; esto es, se compra el derecho de uso de su territorio. Con el fin de garantizar la exclusividad y permanencia por un determinado período de la venta del derecho al uso, se firma un contrato con el proveedor. Se sugiere pagar la compra del derecho al uso, con una suma anticipada. El siguiente paso es la titulación de los servicios ambientales: una vez adquiridos o comprados, los derechos de comercialización de los servicios ambientales son transformados en títulos de valores o bonos que pueden ser vendidos a los clientes de los servicios ambientales. Para cumplir con los requerimientos internacionales, cuando el cliente es extranjero, se requerirá de una verificadora internacional, para luego lograr la emisión del título valor por una institución financiera internacional. Finalmente se procede a la venta del servicio ambiental. Estos pueden ser transados en las bolsas de valores y su precio dependerá de la oferta y la demanda, y se reinvierte en el fondo inicial. El intermediario debe monitorear el cumplimiento de los compromisos de “los proveedores” de los servicios ambientales. El sistema prevé la creación de los siguientes tipos de bonos:
Bonos de carbono
Bonos de biodiversidad
Bonos para generación de agua
Bono para la conservación del suelo
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EL PROYECTO FACE EN ECUADOR La Fundación para la Absorción de Carbono de la Federación Holandesa de Empresas Eléctricas, ha iniciado un proyecto de absorción de carbono en el Ecuador, a través de la empresa PROFAFOR. La empresa paga US$ 0,73 por cada tonelada de Carbón absorbida en el Ecuador. Este precio en Holanda es de US$ 8,04. El proyecto se ubica entre los 2.400 y 3.500 metros sobre el nivel del mar, donde la gente se dedica a actividades agrícolas y ganaderas sobre todo de subsistencia. El plan de la Fundación es sembrar 75.000 hectáreas de pino y eucalipto, a través de PROFAFOR en la Sierra alta del Ecuador, aunque luego de una serie de denuncias se propuso el uso de especies nativas. El proyecto prohíbe a los campesinos dar al suelo otros usos distintos a las plantaciones forestales, como la agroforestería o el pastoreo. Este proyecto no contribuye para el desarrollo campesino, puesto que éste tiene que buscar otras tierras para suministrarse de productos directos para el consumo familiar. Las poblaciones campesinas no pueden tampoco aprovechar algunos productos de estas plantaciones como es el aprovisionamiento de leña, uso de las hojas con fines medicinales, etc., porque el objetivo de estas plantaciones es el almacenamiento de CO2, y estas formas de uso significan la liberación de CO2. Otro factor importante es que la empresa tiene una exclusividad del “servicio ambiental”, lo que limita a los campesinos a dar al páramo cualquier forma alternativa de uso. Para asegurar la exclusividad, se firma una hipoteca por varios años. En caso de que la exclusividad se rompa, la hipoteca a favor de la empresa se efectiviza. De acuerdo a Vidal (2000), quien evaluó algunas de las plantaciones de PROFAFOR, el crecimiento de los árboles está muy por debajo de lo esperado para cumplir con los objetivos de absorción de Carbono (3 TM/ha/año), frente a lo calculado (5,5 TM/ha/año). En 25 años, se habría almacenado 80TM/ha, mientras que el efecto de esta plantación sobre el suelo liberaría carbono por oxidación de materia orgánica (que se produce inmediatamente al ser absorbida la gran cantidad de agua presente en el páramo, por efecto de los árboles), esto podría representar una liberación de más de 1.000 TM/ha. Los suelos bajo las plantaciones de pino son muy ácidos, de menor contenido de humedad y de materia orgánica. Se convierten en suelos pobres, porque no se desarrolla el sotobosque, y los microorganismos del suelo tienen mucha dificultad en descomponer las agujas del pino. Los páramos resultan fundamentales en el mantenimiento hídrico, por lo que, una vez talada la plantación, el suelo del páramo se convertirá en una zona desértica. Se dan también impactos en otros componentes de la biodiversidad, por efecto cascada. Ya en algunas zonas de la provincia de Bolívar, donde existen plantaciones masivas, se ha puesto de manifiesto que las fuentes hídricas se están secando (Vidal, 2000).
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En definitiva, hoy, cuando los bosques están amenazados y las fuentes de agua, secando; cuando los niveles de CO2 en la atmósfera amenazan al clima mundial y las plantas medicinales constituyen un negocio para la industria farmacéutica, se crea la figura de “servicios ambientales”, y se les da un valor monetario, en detrimento de los derechos de los pueblos indígenas y comunidades locales. Pretender resolver los problemas ambientales con este tipo de propuestas elude las verdaderas causas del deterioro ambiental. La lógica de los servicios ambientales es que la venta de los derechos de uso sea rentable. Si los llamados agentes o intermediarios se interesan por adquirir los derechos de comercialización de los servicios ambientales a una comunidad de páramo, será para poder vender este derecho para alguna actividad que sea altamente rentable. LAS CIUDADES: CONTAMINACIÓN La ciudad es un espacio artificial y cómodo para la vida humana. En ella está ausente la mayor parte de la naturaleza salvaje, aunque está presente el paisaje domesticado en los parques, las riberas de los ríos y los animales de compañía. Fuera de esto, todo es artificial. Hasta el piso sobre el que caminamos es sintético, de asfalto o piedras de distinto tipo. Pero hasta en nuestra ciudad persiste la vida salvaje pues observamos y convivimos con pájaros, insectos, algunos animales que se acercan para conseguir comida entre nuestros residuos o las ratas que mantienen en buen estado las alcantarillas y las tuberías más pequeñas. Además de ser un entorno artificial es un espacio concentrado, lo que convierte a la ciudad en un agente contaminante de primer orden. Existe contaminación lumínica, que permite ver durante la noche casi con la misma eficacia que durante el día. Existe contaminación atmosférica, procedente de la combustión de gasóleos y gasolinas, tanto por el transporte como por las calefacciones. Existe contaminación por residuos, biológicos, sólidos y químicos, que utilizamos en nuestras vidas diarias generando basuras de muy difícil degradación. La eliminación de basura es probablemente uno de los problemas más graves de la sociedad actual. Los residuos llegan a la naturaleza, desde la ciudad, por distintos caminos: las alcantarillas y los ríos, la recogida de basuras controlada y la eliminación de basura incontrolada. Dentro de la ciudad el automóvil es un elemento esencial y un agente contaminante de primer orden. El coche contamina el aire por la combustión de gasolina o gasóleo, y el medio por ruido y por la gran cantidad de espacio que ocupa. Son frecuentes los atascos, pero también los malos aparcamientos que dificultan el tránsito peatonal. Como consecuencia de los altos niveles de contaminación las ciudades tienen un topoclima diferenciado. En general, la temperatura dentro de la ciudad es mayor que en las afueras. Esta diferencia se incrementa en situaciones de estabilidad por la acción de un anticiclón térmico; es entonces cuando aparece la isla de calor. La isla de calor es una situación atmosférica que se presenta en las grandes ciudades y consiste en el rápido aumento de la temperatura desde las afueras hacia el centro urbano, donde los edificios y
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el asfalto desprenden por la noche el calor acumulado durante el día. Provoca vientos locales desde el exterior hacia el interior. Además, la atmósfera urbana es ligeramente más húmeda. Las precipitaciones son las mismas que en el resto del entorno, pero la escorrentía está dirigida. El asfalto y la piedra convierten a las calles y alcantarillas en canales de aguas rápidas que arrastran consigo las basuras acumuladas durante las épocas secas. Esto provoca un aumento repentino de los detritos en el agua de los ríos, aumentando su contaminación. La contaminación atmosférica produce un aumento de las partículas, sobre todo de CO2 y SO2, que producen lluvia ácida sobre los bosques más o menos cercanos. Pero el impacto de la ciudad sobre el medio no se limita a la contaminación. La ciudad organiza en torno a sí todo el país. Necesita materias primas y recursos naturales para vivir, ya que ella no las produce. Las ciudades consumen el 16% del agua, además de maderas, piedras, productos energéticos, alimentos, etc.; y todo ello lo ha de conseguir de una naturaleza más o menos cercana y en buen estado. La salud de la naturaleza es vital para la existencia de la ciudad. Los ciudadanos exigimos de la naturaleza un campo de ocio en buen estado, aunque no siempre tengamos el cuidado de procurarlo. Son frecuentes las escapadas al campo los días de fiesta, pero no son tan frecuentes las recogidas de los residuos que generamos, y es que mucha gente se cree que alguien lo recogerá, como pasa en la ciudad. Todos los productos que necesita una urbe los consigue a través de las vías de comunicación: carreteras, ferrocarril, aviación y puertos. Es necesario crear una densa red de comunicaciones entre las distintas ciudades, y con el medio rural y natural, para el buen funcionamiento de éstas. Toda la actividad económica y social y su impacto ambiental gravitan sobre las ciudades, la nuestra es una cultura urbana, es éste el modelo de convivencia, pero dependemos de unas condiciones ecológicas robustas para sobrevivir.
PALABRAS CLAVE degradación genética atmósfera acuacultura
erosión glifossato biodiversidad plancton
monocultivos Oligopolio mercurio acuíferos
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ecosistemas lluvia ácida hábitat humedales
CUESTIONARIO
¿Qué importancia tiene el suelo para la vida animal, vegetal y para el hombre? ¿Cuáles son las causas de la degradación de los suelos y qué tiene que ver la aptitud de los suelos con problemas de degradación? ¿Por qué razones se deben mantener los bosques y qué daños a la biodiversidad causa la deforestación? ¿Por qué razones el petróleo es considerado como el producto de actividad global por naturaleza? Describa la riqueza que contienen los sistemas marinos y costeros. Con sus palabras anote las causas para la contaminación de de los sistemas marinos y costeros. El agua dulce es considerada un recurso natural fundamental para el mantenimiento de la vida. Explique el ¿por qué? ¿En qué consiste la diversidad biológica o biodiversidad? ¿Qué hacen los países por conservar la diversidad biológica o biodiversidad? En materia de política ambiental, ¿qué están haciendo en la actualidad los organismos internacionales y gobiernos de los países? ¿Qué opina usted de este enunciado “La naturaleza sería considerada como „capital ambiental‟ y deberá ser contabilizado y valorado con sus ingresos y egresos respectivos”? ¿Constituye la venta de los derechos de uso de los servicios ambientales un mecanismo para promover el desarrollo local? ¿Es un mecanismo de sustentabilidad ambiental la forma como se negocia en la actualidad los “servicios ambientales”? TEMAS PARA REDACCIÓN O PRESENTACIÓN ORAL
1.
2.
3. 4.
5. 6.
El consumo incontrolado de agroquímicos produce impactos ambientales. Averigua el por qué y elabore un informe con un ejemplo en particular. Investigue sobre los cultivos transgénicos en Ecuador y qué productos de esta naturaleza se consumen vía importación, luego elabore un informe. Averigüe sobre la existencia de bosques protegidos en Ecuador y explique con sus palabras la importancia de su mantenimiento. Investigue y relate tres situaciones de descargas accidentales o no de desechos tóxicos y petróleo sin refinar en tierras, vías fluviales u océanos del planeta. Explique en un informe las formas de contaminación que produce la minería artesanal. En el Ecuador de hoy es común la conversión de manglares para dar paso a la acuacultura. Relate ejemplos concretos y explique cómo afecta a las funciones ecológicas.
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…/continúa 7.
8.
La contaminación producida por la descarga directa de desechos domésticos e industriales no procesados en los cuerpos de agua superficial y la contaminación de aguas subterráneas es común en la mayoría de las ciudades de América Latina. Investigue y relate cómo se produce el proceso de contaminación y cómo afecta a la vida de animales y vegetales. Investigue si existen políticas nacionales e internacionales para proteger la diversidad biológica y si las hay explique una de ellas.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Acción por la Biodiversidad. Sección noticias en www.biodiversidadla.org (2003) BRAVO, E: Impacto ambiental de las tecnologías agrícolas. El caso del maíz transgénico. Acción Ecológica, Quito, Ecuador. 2002 BRAVO, Elizabeth: Desarrollo Local, Territorio y Sustentabilidad Ambiental. En Movimiento Mundial por los Bosques tropicales, Quito, Ecuador wrm@wrm.org.uy (1999) BIODIVERSIDAD: Nuevas Formas para controlar los territorios y la biodiversidad. Revista. Enero 2004 BIODIVERSIDAD: Estrategias Corporativas Agroindustriales América Latina. Revista. Enero 2004 Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL: El Desarrollo Sustentable: transformación productiva, equidad y medio ambiente. Naciones Unidas, Santiago de Chile, Chile. 1991 Comisión de Desarrollo y Medio Ambiente de América Latina y El Caribe: Nuestra Propia Agenda. Banco Interamericano de Desarrollo, México. 1990 DE LA RUBIA, PEPE: Agricultura, Ingeniería Genética y Medio Ambiente Col·lectiu Ecopacifista l'Arquet, e-mail: arquet@xarxaneta.org URL: http//www.xarxaneta.org/arquet/ FAO: El Pago por Servicios Ambientales Programa FAO “Relaciones tierraagua en cuencas hidrográficas” http://www.fao.org/landandwater/watershed/defaults.htm HURRELL, Andrew y Kingsbury: “El medio ambiente y las relaciones internacionales. Una perspectiva mundial”. Benedict (editores), Colombia. 1992 GUHL, Ernesto y Tokatlian, Juan: Medio Ambiente Internacionales. Tercer Mundo Editores. Colombia. 1992
y
Relaciones
LASCOUTX, Alfredo: Aproximación a una dimensión política de la cuestión ambiental. Fundación La Era Agrícola, Mérida, Venezuela.
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PNUMA/ORPALC: Situación de los recursos naturales en América Latina Unidad de Recursos Naturales, México, D.F., México. TORRES, Mónica: Desarrollo Sustentable. 1999 SÁNCHEZ-GRIÑÁN, María Inés: Seguridad Nutricional en las Zonas Urbanas de América Latina. VIDAL, V.: Impactos de la aplicación de políticas sobre cambio climático en la forestación del páramo del Ecuador. En Páramos y Bosques de Niebla. CENSAT AGUA VIVA, Bogotá. 2000
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UNIDAD 5 ESTADO Y POLÍTICA EN AMÉRICA LATINA
1.
PRESENTACIÓN La unidad analiza la conformación de los Estados republicanos en América Latina a partir de la independencia de España y las diferentes incidencias que han vivido las dictaduras propiciadas por el caudillismo, la aparición de los populismos y los procesos revolucionarios de mayor significación en la región, incluye otros aspectos como la relación de la Iglesia y el Estado y la aparición de los partidos políticos en torno a esta situación -liberal, conservador- y luego alrededor de la cuestión obrera y social -socialista, comunista-.
2.
SUMARIO
3.
Conformación y consolidación de los estados nacionales Crisis económica, nuevas dictaduras y movimientos nacionalistas La dependencia: entre la revolución y la reforma De los ochenta al tercer milenio
OBJETIVOS DE LA UNIDAD
Proporcionar a los estudiantes una visión panorámica de la conformación política de los estados latinoamericanos a partir de la Independencia. Despertar en los estudiantes el interés por los estudios sobre América Latina Moderna y Contemporánea. Analizar las causas de la dependencia económica y política de los Estados latinoamericanos, especialmente con relación a los Estados Unidos. Demostrar a los estudiantes la fragilidad del Estado republicano democrático y los frecuentes arbitrajes del ejército.
CONFORMACIÓN Y CONSOLIDACIÓN DE LOS ESTADOS NACIONALES La transición del Estado monárquico absolutista al republicano, a través de la independencia, bajo los principios políticos e ideológicos de la Revolución Francesa, fundamentados en el constitucionalismo, la división de los poderes del Estado, el gobierno electivo, popular, alternativo, responsable, estuvo signado por las siguientes fases:
La primera que va de 1821 a 1870, en la que se realizan los esfuerzos de adaptación a la vida independiente.
La segunda, comprende desde 1870 hasta 1914, víspera de la Primera Guerra Mundial; y,
La tercera, desde 1914 hasta la Gran Depresión de 1929; en ella se produjeron cambios considerables y radicales en los procesos económicos, sociales y políticos.
Primera Fase: De adaptación, está caracterizada por:
Las duras condiciones de vida impuestas por la economía agotada tras la prolongada contienda independentista; y, La imposibilidad de recibir ayudas e inversiones del exterior porque la crisis de la Bolsa de Londres en 1825, provocó una larga recesión, que acabó en 1850.
A partir de ese año, se deja sentir una importante tendencia a la recuperación que concluyó hacia 1870, en el cual se inicia una serie de circunstancias que abrieron nuevas tendencias en la organización y los objetivos de la política. Desde 1825 las jóvenes repúblicas se vieron envueltas en el torbellino de los cambios políticos, que influyeron en la adaptación a las condiciones de la vida independiente, manifestado a través de:
El prestigio de los oficiales militares de la Independencia, terratenientes en mayoría, que no logró consolidar un sistema político basado en la confederación o el centralismo; Bolívar fracasó en la Conferencia de Panamá (Congreso Anfictiónico) a la que asistieron sólo cuatro Estados, lo que significó el comienzo de la división o “balcanización” de Latinoamérica; El poder local, detentado por caudillos regionales, opuestos al dominio político central llevó a frecuentes enfrentamientos internos; La inmediata presencia de prolongados conflictos fronterizos.
Esta etapa se caracteriza por el predominio del antagonismo social, la anarquía política y la guerra civil, en la que se configuró el caudillismo civil y militar de fuerte influencia en la vida política. El caudillismo surgió sobre la base del caciquismo y presentó infinidad de variantes, de acuerdo a las singularidades regionales y la personalidad de cada caudillo. En la conformación política de los nacientes Estados se dejaron sentir dos tendencias: la conservadora y la liberal, cuyas diferencias sustanciales estaban marcadas por la concepción de las relaciones Iglesia-Estado. Para los conservadores la Iglesia Católica debía prevalecer sobre el Estado, mientras que los liberales planteaban el patronato del Estado sobre la Iglesia. Otro asunto de desencuentro estaba relacionado con la estructura del Estado: centralismo o federalismo; los partidarios del centralismo planteaban un ejecutivo fuerte, mientras que los federalistas confiaban en el parlamentarismo. Muchas veces estas tendencias fueron anuladas por la presencia de los caudillos o en otras ocasiones éstos adoptaban por una de ellas, declarándose liberal o conservador. Los caudillos, por lo regular eran mestizos surgidos de los ejércitos, capaces de arrastrar la admiración de las masas e imponer su prestigio y voluntad política. Es el caso de Antonio López de Santa Ana, que dominó en México de 1833 a 1853, etapa en que tuvo lugar la mutilación de México por Estados Unidos:
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1836, independencia de Texas; 1845, anexión de Texas por Estados Unidos; 1846, guerra contra Estados Unidos y conquista de la ciudad de México, lo que condujo al durísimo tratado de Guadalupe Hidalgo (II-2-1847), que supuso la pérdida de más de la mitad del territorio nacional.
En Argentina, los antagonismos entre gauchos y porteños, dividieron profundamente al país y condujeron a la tiranía del estanciero Juan Manuel de Rosas (1835-1852). Su derrota en Caseros (1852) dio paso al establecimiento de un sistema oligárquico que hizo posible una larga estabilidad nacional. En Chile, después de la dictadura militar de Bernardo de O'Higgins (1817-1823), se intentó un interesante ensayo político de signo conservador orientado hacia el presidencialismo apoyado en el parlamento bajo el gobierno de Diego Portales. El Ecuador fue gobernado, luego de su separación de Colombia, por el caudillo militar venezolano, general Juan José Flores (1830-1845), cuya influencia política se dejó sentir hasta 1864, año de su muerte. José María Urbina, a partir de 1851 acaudilló el militarismo nacional, en contraposición del militarismo extranjero liderado por Flores. Entre 1860 y 1875 el país fue gobernado por Gabriel García Moreno, quien bien puede ser considerado un caudillo civil, conservador autócrata; hay que rescatar su labor integradora luego de la crisis disgregativa de 1858 y del año subsiguiente. En las restantes naciones de Latinoamérica se reprodujo el esquema de un modo constante y regular, convirtiéndose la anarquía y la corrupción en valores absolutos que dificultaban la consolidación del Estado republicano y el avance de las reformas sociales. Segunda Fase: Esta fase está caracterizada por el dominio político de la oligarquía, el progresismo liberal y el nuevo papel del ejército. Tres aspectos hay que resaltar:
El cambio en la orientación de la producción agrícola y ganadera destinada a la exportación; El auge de la doctrina positivista que abrió nuevos caminos hacia la concepción del Estado, la ciencia y la tecnología, afirmando el espíritu nacionalista; y, La nueva dimensión del papel del ejército en cuanto a sus objetivos fueron encaminados hacia las guerras fronterizas y el resguardo de regiones consideradas de importancia económica por disponer de alguna materia prima de valor comercial, a la par que se iniciaba un proceso de profesionalización mediante la creación de colegios militares y becas al exterior.
Chile, después de la Guerra del Pacífico (1879-1883), se apoderó de ricos territorios mineros peruanos y bolivianos, a la par que Brasil cercenó extensos territorios de Paraguay. Hacia 1910 se reactivó el antiguo conflicto limítrofe entre Ecuador y Perú en el gobierno liberal y revolucionario de don Eloy Alfaro.
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Los Estados continúan siendo frágiles, han pasado fugazmente por numerosas constituciones y se observa un reforzamiento del presidencialismo. Persiste, en el interior de cada república, la tendencia separatista, pues la verdadera realidad de la vida política latinoamericana consiste en la afirmación y consistencia del poder local y regional. Se observa un juego constante entre democracia-anarquía, dictadura-corrupción como únicas posibilidades de enfrentar el problema libertad-orden, produciendo incesantes luchas entre facciones. Ejemplo de esta inestabilidad estructural del Estado puede ser Brasil que, a raíz de su independencia (1822), se había declarado como imperio; sin embargo, desde 1870 la política interna brasileña se quebrantó rápidamente, de manera que después de la guerra con Paraguay (1864-1870) el ejército y la oligarquía cafetalera iniciaron un proceso de inestabilidad política que culminó en 1899 con la declaratoria de la república por el mariscal Deodoro de Fonseca. Este tipo de república oligárquica, al servicio de los intereses de los grandes propietarios, se encuentra muy extendido, y en parte es sostenido por las tendencias progresistas muy en boga en la región. Es el caso de México en el gobierno de Porfirio Díaz, (1876-1911), mantenido por los “científicos”. Argentina, experimenta una fase de prosperidad basada en la producción de cereales y ganado; en el gobierno se alternan liberales y conservadores, fundamentados ideológicamente en el romanticismo y sostenidos políticamente por el ejército. Algo semejante se registra en el Perú en donde una aristocracia enriquecida por la explotación del guano, apoyada por el ejército, se enfrenta con los civilistas. Se observa una larga serie de caudillos liberales, que va desde el cesarismo progresista hasta la tiranía más radical por lo que se producen frecuentes y sangrientas guerras civiles. En el Ecuador, después del asesinato de García Moreno (1875) a manos de una facción liberal, se produce un vacío de poder que no puede ser resuelto por el presidente Antonio Borrero, recurriéndose una vez más al arbitraje del ejército con la dictadura de Ignacio de Veintimilla. Ante los desafueros del dictador una coalición conservadora-liberal puso fin a su gobierno, abriéndose un paréntesis de cierta estabilidad con los gobiernos “progresistas” (18781895). Pero las condiciones históricas estaban dadas y tras un escándalo conocido como “la venta de la bandera” el 5 de junio de 1895 se inició el proceso de la Revolución Liberal liderada por Eloy Alfaro quien trata de aprovechar las favorables condiciones económicas que se habían generado por la exportación del cacao. Siguiendo la tónica de la época, más o menos generalizada en América Latina, la Revolución Liberal procuró la reforma del Estado, implantando principios tales como la separación de la Iglesia y el Estado, la laicización de éste y de la educación, las libertades de pensamiento, culto, religión, garantías y derechos constitucionales, igualdad de los ciudadanos ante la ley, reversión de las tierras de la Iglesia al Estado, supresión de la prisión por deudas, que favoreció especialmente al campesinado indígena y una serie de tibias reformas sociales más.
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Entre 1895 y 1912 Alfaro ejerció el poder como Jefe Supremo o en calidad de presidente constitucional rodeado de un clima de tensión y lucha política debido a la oposición de los conservadores y de los mismos liberales conciliadores. La acción revolucionaria del liberalismo radical que lideraba Alfaro se truncó con su asesinato y posterior incineración en los campos del Ejido (I-1912). El partido liberal conciliador liderado por Leonidas Plaza cumplió con ciertas reformas estatales, como la ley de matrimonio civil, el divorcio, la ley de manos muertas y la del patronato, que convenían a la burguesía agro exportadora, abriendo en el país un período de estabilidad económica y social que, debido a la notable influencia de la banca privada, especialmente de Guayaquil, es conocido como plutócrata. Sin embargo, habían quedado pendientes asuntos que la revolución no logró salvar; entre ellos la llamada “cuestión social” que abarcaba la explotación centenaria de los indígenas y la reciente aparición de la clase trabajadora urbana que se complicó con la caída de los precios del cacao, iniciándose una crisis económica y política que trató de ser solventada con la insurrección de jóvenes oficiales, conocida como la Revolución Juliana (VII-9-1925). Tercera Fase: Corre entre 1914 y 1929, es decir, entre la Primera Guerra Mundial y la Gran Depresión Económica, esta fase se caracterizó por:
La iniciación del reformismo social. La alternativa entre la revolución y la evolución, La imposibilidad de superar la dependencia económica de las exportaciones y las inversiones extranjeras. La persistencia de profundas desigualdades sociales por lo que grandes masas de la población no tenían acceso a bienes y servicios esenciales. El inicio de la hegemonía estadounidense, especialmente después de la Primera Guerra Mundial.
En Argentina, surge, a partir de 1914, una tendencia democratizadora que implantará una importante política de reformas sociales: se estableció el voto secreto, lográndose el triunfo de la Unión Cívica Radical en 1916, bajo la presidencia de Hipólito Irigoyen, quien fue un adelantado del movimiento populista latinoamericano, basado en sectores medios de la población y del nacionalismo que defendía el orden social. Por otra parte, en 1918, en Córdoba, se planteó la reforma universitaria cuyos fundamentos se encontraban en el cogobierno, la elección democrática de las autoridades universitarias y la adopción de nuevas metodologías pedagógicas. En Chile, el liberal Arturo Alessandri dio al país un Código de Trabajo y luchó contra la oligarquía, lo que produjo una descomposición de fuerzas y una situación de anarquía que obligó al ejército a intervenir para restablecer el régimen presidencialista. El hombre fuerte de la situación era el coronel Carlos Ibáñez, quien estableció una dictadura progresista (1927-1929). En México, Porfirio Díaz (1876-1911), a partir de 1910 se vio fuertemente combatido por el intelectual Francisco I. Madero, bajo el principio de “sufragio efectivo, no reelección” a quien se unieron los líderes revolucionarios Pancho
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Villa, Emiliano Zapata y Álvaro Obregón. Elegido Madero, no contó con el apoyo de los revolucionarios ni de los Estados Unidos por lo que advino la dictadura de Victoriano Huerta quien gobernó hasta 1914, combatido por los revolucionarios. A la caída de Huerta se inició una nueva guerra civil que enfrentó a “constitucionalistas” y “convencionalistas” hasta concluir con la victoria de los primeros, consolidada al ser promulgada la nueva Constitución (Querétaro, II- 1917), que supuso el triunfo de la revolución, la integración del anticlericalismo con el nacionalismo y la promesa de inicio de las reformas sociales: legislación laboral y reforma agraria entre otras. Alvaro Obregón ascendió a la presidencia (1920) con lo que se inició una ola de asesinatos políticos que eliminó a la mayoría de líderes revolucionarios (Zapata, Villa, Carranza), a la vez que iniciaba la reforma agraria e imponía el predominio del ejército. Le sucedió el general Plutarco Elías Calles, durante cuya presidencia estalló una nueva guerra civil, de fundamento religioso, conocida como “guerra de los cristeros”. Calles organizó en 1930 el Partido Nacional Revolucionario, que, poco a poco, pondría a México bajo su tutela. En la mayoría de repúblicas gobernaba la oligarquía, mientras se alternaban en el poder conservadores y liberales, quienes mantenían un profundo inmovilismo político, social y económico, a la par que los dignatarios eran elegidos por el fraude electoral, por lo que prácticamente carecían de representación. Por lo general eran gobiernos opuestos a las reformas y la modernización a fin de mantener la estructura agrícola patriarcal, seguían vigentes el caciquismo y el militarismo del cual surgió una nueva y fuerte oleada de caudillos que gobernaron de modo absoluto y sin discusión. Desde 1898, cuando se reconoció la independencia de Cuba, apoyada por Estados Unidos, y desde que se cedió Puerto Rico a este país, en el área del Caribe, se implantó la hegemonía económica y militar norteamericana, cuyas consecuencias políticas fueron muy profundas, pues modificó los supuestos de la soberanía nacional. CRISIS ECONÓMICA, NUEVAS NACIONALISTAS (1929-1945)
DICTADURAS
Y
MOVIMIENTOS
La crisis del sistema económico capitalista de 1929 trajo graves consecuencias para América Latina: en 1930 Irigoyen fue destituido en Argentina por un golpe militar, lo que también le ocurrió a Leguía en Perú y Rafael Leonidas Trujillo iniciaba su larga dictadura en la República Dominicana, se ponía fin al régimen del coronel Ibáñez en Chile y simultáneamente se iniciaba una serie de dictaduras en varios países latinoamericanos apoyadas por los ejércitos que impulsaron un fuerte nacionalismo al que plegaron los nuevos partidos políticos, socialista y comunista, que buscaban la reestructuración de los estados oligárquicos y burgueses a fin de implantar “la dictadura del proletariado”. Así, en Chile surgió el Frente Popular, en México se conformó la Central de Trabajadores de América Latina (CTAL), liderada por Lombardo Toledano, mientras Raúl Aya de la Torre fundaba el APRA (1929). Otro efecto de la crisis fue la multiplicación de regímenes “populistas” que constituyeron una versión criolla de los métodos fascistas europeos, como el corporativismo, la mitificación del jefe y oferta de solucionar la situación de los
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pobres; en el fondo son una manifestación más del caudillismo demagógico cuya estratégica fundamental, basada en el verbalismo, el nacionalismo y la defensa de los pobres. Así tenemos el movimiento “integralista” brasileño de Getulio Vargas, el justicialismo argentino de Perón, el Movimiento Nacional Revolucionario de Paz Estenssoro, en Bolivia, el partido “febrerista” paraguayo o el “populismo” ecuatoriano iniciado por Velasco Ibarra en 1934. En México, en 1935 el presidente Lázaro Cárdenas retomó los principios de la Revolución con sus lineamientos agraristas, olvidados por Calles. Nacionalizó la riqueza petrolera e inició una política de inversiones industriales, que supuso el comienzo de la modernización del estado mexicano. En el Ecuador, luego del fracaso del corto gobierno militar juliano, asumió el poder el reformista Isidro Ayora. Durante su gobierno se hicieron reformas sustanciales en los aspectos financieros, administrativos y de legislación social con el afán de modernizar al Estado ecuatoriano, siguiendo la tónica general impuesta en América Latina. Se concedió el voto a la mujer y el concepto de propiedad privada fue modificado, reconociendo su función social. A la caída de Ayora (1931) se abrió un largo período de inestabilidad política y crisis económica en la que se sucedieron cortos y numerosos gobiernos entre civiles y militares, surgió el populismo, se produjo una corta pero cruenta guerra civil, conocida como “de los cuatro días” y el país perdió más de la mitad de su extensión territorial por la invasión del Perú (1941). El gobierno de Carlos Alberto Arroyo del Río fue depuesto por una insurrección popular, conocida como “la Gloriosa” (V-28-1944), encabezada por una coalición de fuerzas de izquierda y derecha (Alianza Democrática Ecuatoriana) que promovió el retorno de Velasco Ibarra. En 1945 se dictó una nueva constitución considerada de avanzada ideológica; fue derogada por el líder populista quien se entregó a las fuerzas políticas reaccionarias. Un nuevo golpe militar abrió un corto período de crisis que fue estabilizado a partir de 1948 con el gobierno de Galo Plaza Lasso. Se iniciaba la exportación bananera. LA DEPENDENCIA: ENTRE LA REVOLUCIÓN Y LA REFORMA (1945-1980) Destacamos en esta etapa el férreo dominio de los Estados Unidos sobre Latinoamérica, caracterizado por su complejidad y que puede ser definido por lo siguiente: Desde el punto de vista financiero, participación directa de la poderosa empresa privada norteamericana. Influencia de las instituciones universitarias estadounidenses en los terrenos didáctico y de desenvolvimiento de la ciencia pura y de las técnicas aplicadas. Ciertas condiciones de vinculación pública a través de relaciones entre los países latinoamericanos y los Estados Unidos e instituciones interamericanas. Los cambios geopolíticos generados a partir de la Segunda Guerra Mundial marcaron el final de un modelo político y económico hasta entonces imperante en el conjunto de América Latina; sus antiguos custodios, oligarquías y dictadores, se volvieron obsoletos y los Estados Unidos, que emergía de la Segunda Guerra Mundial como paladín de la democracia no pudo permitir que en el continente se mantuviesen regímenes dictatoriales, por lo que inició una ofensiva democratizadora que alentó la caída de gobiernos fuertes y de índole nacionalista.
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Poco antes de finalizar la Segunda Guerra Mundial se realizó en Bretton Woods la Cumbre Monetaria y Financiera de las Naciones Unidas (VII/1944) en la que se sentaron las bases del sistema monetario internacional y de la cooperación económica a nivel mundial; se acordó la creación del Fondo Monetario Internacional (F.M.I) y del Banco Internacional para el Desarrollo (BID), con lo que prácticamente se inició el proceso de globalización en el que nos encontramos inmersos. El dominio financiero directo sobre América Latina parte de la “estrategia de ayuda” elaborada por W.W Rostov en 1957, en la que se manifiesta que resulta sumamente fácil cumplir los objetivos de una política exterior mediante la ayuda bien orientada a los países subdesarrollados para conseguir su modernización y la estabilidad exterior que favorezcan los propósitos norteamericanos. Sobre todo se determina el papel que deben desempeñar las empresas estadounidenses, esto es, controlar extensos sectores de la actividad económica a fin de convertirse en verdaderas superpotencias cuyas decisiones afectan inevitablemente a muchos de los sectores que pertenecen a la iniciativa económica y, por supuesto, política nacional. La intervención norteamericana en América Latina prácticamente parte de la Doctrina Monroe (1823) y se encuentra constituida por una diversidad de fórmulas políticas que pasan por el panamericanismo, la Alianza para el Progreso del presidente Kennedy y los derechos humanos del presidente Carter, todas con la velada o abierta intención de controlar el desarrollo político en Latinoamérica. El sistema «interamericano», previsto por el Acta de Chapultepec (1945), constituyó el principal objetivo de la IX Conferencia de Estados Americanos que se reunió en 1948 en Bogotá donde se firmó el Pacto de Bogotá para el establecimiento de soluciones pacíficas y se constituyó la Organización de Estados Americanos (OEA), que configuró la existencia de un pacto regional dotado de organismos permanentes. Deben añadirse además, los efectos continuados derivados de las relaciones bilaterales entre los distintos Estados latinoamericanos y el poderoso federalismo estadounidense cuyas intervenciones en los asuntos particulares de los primeros se efectúan por medio de procedimientos altamente complejos promovidos por todopoderosas agencias y a través de una permanente ayuda militar. La dominación estadounidense ha sido particularmente profunda en el Caribe y de modo muy especial se ejerció sobre las estructuras económicas y los sistemas políticos de la isla de Cuba. Ello proporcionó sólidos y extensos apoyos a los propósitos revolucionarios de Fidel Castro, quien el 26 de julio de 1953 con un grupo de universitarios llevó a efecto el asalto al cuartel Moncada en Santiago de Cuba. Tres años después inició la lucha de guerrillas contra el régimen de Batista; tuvo como centro de operaciones la provincia de Oriente, desde donde se produjo una experiencia psicológica de atracción ideal frente al grosero materialismo antinacionalista representado por la dictadura de Batista. El primero de enero de 1959 tuvo lugar la entrada triunfal de los “barbudos” en La Habana. Los tecnócratas estadounidenses de la política exterior fracasaron lamentablemente en el tratamiento de esta revolución surgida en el mismo umbral de su dominio y que había de conducir inevitablemente a la creación de un modelo revolucionario antinorteamericano bajo la cada vez más intensa y
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complaciente protección y ayuda de la URSS. El punto culminante se alcanzó con la proclamación de Cuba como República Democrática Socialista el 1 de mayo de 1961. A finales de ese año Fidel Castro se declaró marxista-leninista y presentó esa vía como la única efectiva para conseguir una verdadera modernización ofreciéndola a todo el continente. El presidente Kennedy se apresuró a ofrecer a los pueblos latinoamericanos la Alianza para el Progreso en coincidencia con el fondo social y económico de los programas de los partidos políticos de orientación nacionalista e izquierdista que habían surgido en el área latinoamericana como Acción Democrática Venezolana. En la Conferencia de Cancilleres de Punta del Este (22 al 31 de enero de 1962) se resolvió la separación de Cuba como miembro de la OEA. Por mayoría de dos tercios y con significativas abstenciones (México, Argentina, Brasil, Chile, Bolivia y Ecuador); esta actitud comunitaria tuvo lugar con motivo de la llamada “crisis de los cohetes” (22 de octubre de 1962), en la que la Estados Unidos contó con el apoyo latinoamericano. La retirada de los buques soviéticos portadores de cohetes a Cuba y la unánime condena hispanoamericana supusieron un fuerte frenazo a la exportación de las ideas revolucionarias al resto del continente. Pero, entre 1962 y 1968, se acentuó el movimiento guerrillero, especialmente en Centroamérica y países andinos, así como en Argentina, Paraguay y Uruguay. Ello explica la presencia de regímenes militares que actúan contra tales movimientos y que triunfan sobre ellos -como en el caso de Perú- reafirmando sus viejas aspiraciones al poder, e incluso al mantenimiento de programas revolucionarios. También se crearon partidos políticos de obediencia castrista. La inclinación de la política nacionalista hacia los extremos y la consiguiente radicalización de posturas experimentadas globalmente en toda el área latinoamericana, condujo, por una parte, a la exacerbación de planteamientos reformistas y posiciones políticas de mayor moderación, entre los cuales ocupa lugar preferente la política de contención instrumentada principalmente por las fuerzas armadas. Los más importantes regímenes militares son los arraigados en Brasil, a partir de 1964, con el derrocamiento de Joao Goulart, que ha sido considerado como un régimen modernizador; en el Perú, la revolución de 1968, encabezada por el general Velasco Alvarado, que ofreció una interesante conjunción colaboradora entre militares de muy sólida base intelectual, con profesionales formados básicamente en el CAEM, y universitarios de formación marxista. La toma del poder por el ejército chileno en 1973 se hizo con el propósito de normalizar la situación económica y acabar con la agitación social, pero en Chile, como en Uruguay y Argentina, la situación de profundo deterioro alcanzado ha implicado una radicalización excesiva del militar profesional en el poder, produciendo en el Uruguay una clara frustración de su evolución democrática y, en la Argentina, una notable acentuación de la ya profunda crisis de Estado, agravada por el problema de los desaparecidos, y por la trágica guerra de las Malvinas (1982). Estos gobiernos autoritarios no pueden considerarse aliados incondicionales de los Estados Unidos, pues al combatir la subversión en nombre de la doctrina de la seguridad nacional mantienen una relativa independencia en relación con Washington. Simultáneamente la voluntad de
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independencia se acentúa de forma notable desde planteamientos económicos (CEPAL), sociológicos, universitarios e intelectuales; igualmente aparece la voluntad de independencia con mucha frecuencia en las reuniones de cancilleres de la OEA. En julio de 1975 se reunieron en San José de Costa Rica los 21 firmantes del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, que decidieron la elaboración de un nuevo tratado que sustituyese al primero. En esa misma reunión se decidió finalizar la cuarentena económica que pesaba sobre Cuba desde 1962. Aunque perviven fuerzas políticas arcaicas y se aprecia la ausencia de partidos políticos representantes del campesinado, existe una importante presencia de movimientos representativos de los grupos sociales medios y se advierte la configuración de fuerzas obreristas que han superado los arcaicos esquemas de las izquierdas tradicionales. Al contrapeso ejercido por el ejército profesional, los componentes del cual tienen un nivel intelectual mucho más denso y alto, se añade el peso político de una parte de la Iglesia Católica que ha abandonado el conservatismo para afiliarse claramente al progresismo y ha hecho una importante cesión de su doctrina a los partidos democristianos. DE LOS OCHENTA AL TERCER MILENIO (1980-2000). Este período se caracteriza por:
El fin de las dictaduras latinoamericanas La crisis de la deuda externa El alto costo social de las dictaduras, la aplicación del neoliberalismo y los atentados contra los derechos humanos: y, La búsqueda de nuevas formas de dominio norteamericano a través de la firma de tratados de libre comercio con las repúblicas latinoamericanas.
A fines de los ochenta se puso fin a las dictaduras militares del Cono Sur y del Brasil, que dejaban una secuela de dolor y violación de los derechos humanos. El retorno al régimen democrático en el Brasil desembocó en el corrupto gobierno de Fernando Color de Mello que en 1992 fue derrocado para dar paso a una fase de estabilidad política que concluiría con la elección del dirigente sindicalista Lula (Luís Ignacio) da Silva (2003). En Chile fue electo presidente Patricio Aylwin (1989), quien después de la dictadura de Augusto Pinochet inició la dura tarea de desmontar el sistema dictatorial; se creó la Corporación de Reparación y Reconciliación que, con la Oficina Nacional de Retorno, se encargó de auxiliar y compensar a exiliados y demás víctimas de la dictadura. Su sucesor, Eduardo Freí Ruiz-Tagle, se vio envuelto en el caso de la prisión de Pinochet en Londres a pedido del juez español Baltasar Garzón. Le sucedió el presidente socialista Ricardo Lagos. En Argentina, el retorno al régimen constitucional fue acaso más duro que en Chile; el país tuvo que enfrentar la inflación que había alcanzado el 434%, con una deuda externa superior a los 43 mil millones de dólares, a la par que se iniciaban juicios a los militares responsables de la guerra de las Malvinas y a los dictadores. El gobierno de Carlos Saúl Menem, contra los postulados del peronismo, aplicó principios neoliberales en la economía y privatizó las empresas nacionales más importantes. Envuelto en escándalos de corrupción, a la vez que concedía indulto a los jefes militares implicados en
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crímenes durante las dictaduras, Menem, luego de fracasos electorales, quedó en situación de arresto domiciliario, acusado de tráfico de armas a Croacia y Ecuador; finalmente recobró la libertad y volvió a terciar en las elecciones. En el marco de una profunda crisis económica, política y social se presentó a los comicios presidenciales, quedando para una segunda vuelta con Néstor Kirchner, pero ésta no llegó a desarrollarse, pues Menem retiró finalmente su candidatura, y Kirchner, convertido en presidente electo, fue investido jefe del Estado el 25 de mayo del 2004. En Uruguay luego de la etapa dictatorial, a partir de 1984, se han sucedido gobiernos democráticos pertenecientes a los moderados partidos blanco y colorado hasta el reciente triunfo del izquierdista Tabaré Vázquez, mientras que en el Perú, en 1985, triunfó por primera vez el APRA con Alan García, acusado de corrupto e incapaz, bajo su gobierno se acrecentó la guerrilla de Sendero Luminoso y del Movimiento revolucionario Túpac Amaru. A partir de 1990 gobernó el país Alberto Fujimori quien dos años más tarde disolvió el Parlamento iniciando prácticamente una dictadura civil que culminó hacia el 2000, cuando reelegido con métodos fraudulentos huyó del país y desde el Japón renunció a la presidencia. En México, después del gobierno revolucionario de Lázaro Cárdenas (1936-40), la revolución se aburguesó y a partir de 1946 se inicia una larga hegemonía política del Partido Revolucionario Institucional (PRI) que fue vencido en el 2000 por el triunfo presidencial de Vicente Fox. En el Ecuador, luego de la estabilidad política proporcionada por el auge de las exportaciones bananeras hacia 1960 se inicia un nuevo período de inestabilidad gubernamental con la caída de la cuarta administración velasquista, el breve gobierno izquierdista de Carlos Julio Arosemena M. y la instauración de la Junta Militar de Gobierno (1963-66) claramente identificada con la política anticomunista de los Estados Unidos. Luego de la sucesión de gobiernos interinos y constitucionales, hacia 1970 Velasco Ibarra, por quinta ocasión en el poder, se declaró dictador abriendo un nuevo período de gobiernos de facto militares que usufructuaron del inicio de las exportaciones petroleras en el marco de una política económica de “endeudamiento agresivo”. El retorno a la vida constitucional se produjo en 1979 al ser elegido Jaime Roldós Aguilera con el auspicio de la populista Concentración de Fuerzas Populares iniciando, según se ha dicho, el más largo período de vida constitucional en la historia republicana, signado por la crisis de la deuda externa, los reajustes estructurales neoliberales a la economía exigidos por el F.M.I, la presencia política del movimiento indígena liderado por la CONAIE y, desde 1997, por la inestabilidad gubernamental que ha dado paso a siete gobiernos en tan corto lapso y que va desde la caída y fuga de A. Bucaram a la caída y fuga de L. Gutiérrez.
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PALABRAS CLAVE monárquico centralista anarquía positivismo reformismo romanticismo
absolutista anfictiónico oligarquía nacionalismo justicialismo parlamentarismo
republicano balcanización caciquismo guano geopolítica constitucionalismo
federalismo caudillo patronato plutocracia presidencialismo
CUESTIONARIO
¿Cuáles son las causas de la dependencia de los países latinoamericanos? ¿Por qué se dice que las repúblicas latinoamericanas han vivido una democracia débil? ¿Cuáles han sido los roles que han desempeñado los ejércitos en América Latina? ¿Cuáles han sido los principales procesos revolucionarios de América Latina y cuáles sus motivaciones o principios políticos? ¿Cuáles son las principales características de los populismos latinoamericanos?
TEMAS PARA REDACCIÓN O PRESENTACIÓN ORAL 1.
2.
3. 4.
Consulte y profundice en la vida pública de algunas personalidades políticas latinoamericanas como Simón Bolívar, Emiliano Zapata, Pancho Villa, Juan Domingo Perón, Eva Duarte de Perón, Raúl Aya de la Torre, Lombardo Toledano, José María Velasco Ibarra. Consulte y profundice en los procesos de reforma agraria realizados en América Latina a partir de la revolución mexicana de 1910. Consulte y profundice sobre los movimientos nacionalistas de América Latina en el siglo XX. Consulte y profundice sobre las causas de la dependencia económica y política de América Latina con relación a los Estados Unidos.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS CUNIL, Pedro: La América Andina. Editorial Ariel. 1978 HERNÁNDEZ SÁNCHEZ BARBA, Mario: Las grandes etapas de la evolución política en Historia Universal. Salvat. 1987 (Tomo 10) Historia Universal. Editorial Sol 90. 2004 (Tomos 15, 16, 17) Encarta. Biblioteca de Consulta. 2005
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UNIDAD 6 POBLACIÓN, ETNIAS Y SOCIEDAD
1.
PRESENTACIÓN La unidad analiza la evolución cuantitativa y cualitativa de la población americana a partir de la independencia, los procesos de inmigración y emigración a los que se ha visto sometida hasta la presente fecha, la composición étnica y racial de la población -se pone énfasis en el mestizaje como principio de identidad-, se da cuenta de la presencia histórica y cultural de amerindios y afroamericanos así como de algunos problemas sociales: delincuencia y narcotráfico, educación y diferencias socioeconómicas
2.
SUMARIO
3.
La población latinoamericana a finales del siglo XIX y comienzos del XX. La explosión demográfica La migración en América Latina: migración interna e internacional Tendencias de la migración internacional Causas de la emigración internacional en América Latina Análisis de algunos de los impactos de la migración Etnias y mestizaje en América Latina Algunos aspectos de la vida social en América Latina: delincuencia y narcotráfico, diferencias socioeconómicas y educación.
OBJETIVOS DE LA UNIDAD
Dar a conocer a los estudiantes la situación social de la población latinoamericana. Analizar y explicar los diferentes componentes del mestizaje americano y la presencia histórica de algunas etnias autóctonas. Contribuir para que el estudiante analice y reflexione sobre algunos problemas como el narcotráfico, delincuencia, educación y las diferencias socioeconómicas presentes en América Latina. Describir las tendencias de la migración en América Latina Contemporánea. Analizar las causas y características de la migración de la población de América Latina. Describir algunos de los principales impactos de la migración internacional en América Latina.
LA POBLACIÓN LATINOAMERICANA ENTRE FINALES DEL SIGLO XIX Y COMIENZOS DEL XX Las guerras de la Independencia causaron un descenso en la población latinoamericana, especialmente en las zonas de combate. La guerra a muerte, decretada por Bolívar, provocó decenas de millares de víctimas entre civiles y militares; algo semejante sucedió en Uruguay o en el sur de México. En el resto de América Latina la transición del Estado monárquico al republicano fue
menos cruenta. En Brasil no hubo derramamiento de sangre. La población dominante tuvo que abandonar las nuevas repúblicas, como sucedió en Haití ante la sublevación de los negros, mientras españoles y portugueses lo hicieron en menor número. En términos generales, el descenso de la población latinoamericana durante los primeros años de vida independiente se compensó por cierto equilibrio en los ritmos de fertilidad y mortalidad. Ya hacia la segunda mitad del siglo XIX se extendió la equivocada creencia, especialmente entre las elites gobernantes, de que la población latinoamericana no era suficiente, ni estaba calificada para avanzar hacia el desarrollo por lo que se propició la migración de colonos extranjeros. Pero los planes de colonización no siempre tuvieron resultados positivos: en los puertos los comerciantes nativos fueron reemplazados por extranjeros, las colonias establecidas en Brasil, Perú o Argentina apenas sobrevivieron; en Chile, aisladas en el sur, conservaron su identidad y se multiplicaron, en México la colonización propició la pérdida de sus territorios septentrionales a manos de los Estados Unidos. Además de la población libre el Imperio de Brasil y las islas que España conservó en el Caribe después de la independencia recibieron gran número de trabajadores esclavos. Entre 1821 y 1860, aproximadamente ochocientos ochenta mil esclavos entraron en Brasil, cuatrocientos diez mil en Cuba y cuarenta y cinco mil en Puerto Rico, pese a los tratados que prohibían el tráfico de esclavos, por lo que esta práctica, eliminada hacia la segunda mitad del siglo XIX, se prolongó en estos países por algunos años más. Una modalidad de esclavitud disfrazada fue la introducción de culis chinos en Perú, Cuba, México y Colombia. Superada la segunda mitad del siglo se presentaron condiciones favorables para impulsar la migración desde la Europa meridional y oriental que sufrían una grave crisis agraria y no tenían capacidad para industrializarse, situación que obligó a la movilización de numerosa mano de obra. Desde Italia, España y Portugal y otros rincones del Viejo Continente partieron varios millones de hombres, jóvenes y solteros en su mayor parte, expulsados de sus tierras y a la vez atraídos por la esperanza de “hacer la América”. La depresión agrícola del área mediterránea coincidió con óptimas circunstancias para la agricultura en algunas zonas del continente receptor. Cerca de nueve millones emigraron a América Latina entre 1880 y 1930 y los que vinieron temporalmente fueron otro tanto, entre 1908 y 1930, más de cien mil japoneses se establecieron en Brasil. Los inmigrantes mostraron claras preferencias por México, Centroamérica, la región andina, Argentina, Uruguay, Brasil y Cuba, países en los que cubrieron la escala entera de ocupaciones, comenzando por las más bajas hasta ascender a las más altas. Los extranjeros acudieron como braceros o arrendatarios agrícolas, como peones en la construcción u obreros de las fábricas, como comerciantes o profesionales, la mayoría se ubicó en las ciudades de tal manera que la migración resultó de los campos europeos a las ciudades latinoamericanas por lo que se produjo un notable crecimiento urbano, como el caso de Buenos Aires y México, a la par que crecía notablemente la población de los países receptores en porcentajes significativos.
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Pero el crecimiento vegetativo no fue muy importante, pues la relación de hombres solteros inmigrantes con mujeres lugareñas siempre fue mayor de éstos con relación a aquellas, y los matrimonios no eran muy frecuentes pues muchos se regresaban a sus lugares de origen; sin embargo, la mortalidad también empezó a mermar entonces. Mejores servicios sanitarios y asistenciales y avances médicos como la vacunación y la pasteurización hicieron de las ciudades latinoamericanas lugares más sanos. El medio rural quedó a la zaga. Disentería, sarampión, escarlatina, fiebre tifoidea, tuberculosis, malaria, etc., siguieron causando estragos en el campo, no ya en forma epidémica, pero si de una manera, en general, más paulatina. Tres guerras provocaron pérdidas cuantiosas entre militares y civiles: la de la Triple Alianza, (1865-1870), en la que Paraguay combatió solo contra Brasil, Argentina y Uruguay, las guerras de Cuba (1868-1898) en las que perdió alrededor del 13 % de la población; finalmente México, de 1910 a 1920, experimentó una disminución de una vigésima parte de su población en las luchas revolucionarias. La crisis mundial de 1930 repercutió gravemente sobre la economía latinoamericana y, en consecuencia, sobre su evolución demográfica; las condiciones de vida empeoraron y se detuvo la inmigración y los países receptores impusieron normas restrictivas con el objeto de preservar los puestos de trabajo para los nacionales. México haría una excepción con los republicanos españoles y abrió generosamente las puertas del país a decenas de miles de exiliados a raíz de la guerra civil española (1936-1939). LA EXPLOSIÓN DEMOGRÁFICA Hacia 1930, América Latina se hallaba poblada por ciento cuatro millones de habitantes, lo que significa que en su primer siglo de vida independiente se multiplicó cuatro veces y fue superada sólo por América del Norte. Pero este crecimiento vertiginoso se superará en las décadas siguientes, estimándose que para inicios del tercer milenio su población será seis veces mayor por lo que es posible afirmar que se ha registrado una inmensa explosión demográfica que sólo empezó a disminuir a partir de los años setenta del siglo pasado. La celeridad con que América Latina ha crecido -a un 2,8% anual entre 1950 y 1970- es la más alta que se conoce para una área de escala continental. El promedio nivela las velocidades muy superiores de algunas naciones con las más moderadas de otras. Costa Rica creció a razón de un 3,7% anual entre 1950 y 1960. Y Colombia, El Salvador, Ecuador y México entre el 3,5% y el 3,3% en 1960-1970. Estas tasas significan que la población de estos países se duplicaba cada veintidós años aproximadamente, rapidez basada, por lo demás, en un mero incremento vegetativo, es decir, sin inmigración. Venezuela, con inmigración, creció a razón de un 4% anual en el decenio de 1950. Por otra parte, los habitantes de Uruguay y Argentina aumentaron a casi un tercio de la velocidad de Colombia: tasas del orden del 1,2 % y el 1,4 %. La explosión demográfica afecta de manera muy especial a la América tropical, desde México a los Andes y Brasil. Las zonas templadas de Argentina y Uruguay a las que en parte se suma Chile, aunque después de haber pasado
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por una fase de rápido crecimiento, se muestran ahora relativamente lentas en su crecimiento. Cuba y Puerto Rico, por distintas razones, han experimentado subidas también menos fuertes. América Latina, la región menos poblada del mundo en el siglo XIX -excepción hecha de Oceanía- superó hace unos treinta años a dos grandes bloques humanos de nuestros días: Estados Unidos y la Unión Soviética. En la década de los noventa aventajó a Europa, a finales de siglo XX sólo la superaban en habitantes Asia y África, cuyos crecimientos respectivos no habrán sido, sin embargo, tan altos o sostenidos. El crecimiento demográfico se origina en tres factores: la mortalidad, la fecundidad y las migraciones. En lo que respecta a éstas, se reanudaron parcialmente al terminar la II Guerra Mundial. Los países más arruinados por la contienda -Italia y los de la Europa central- proporcionaron los mayores contingentes. A ellos se sumaron los españoles y los portugueses. Las naciones receptoras fueron las que se hallaban sometidas a dictaduras desarrollistas: la Argentina de Perón, el Brasil de Vargas y la Venezuela de Pérez Jiménez. Entre 1946 y 1957, estos tres países absorbieron un millón cuatrocientos mil extranjeros. A diferencia de la corriente anterior, estos nuevos inmigrantes estaban profesionalmente mejor calificados y por su significación política, menos dispuestos a echar raíces. Recuperada Europa y desvanecida la prosperidad de los países latinoamericanos citados, parte de los emigrantes retornaron. A partir de las últimas décadas del siglo XX comenzó a producirse el fenómeno contrario: la población de numerosos países latinoamericanos emigra hacia el norte, en un movimiento difícil de cuantificar ya que muchos cruzan la frontera ilegalmente o, en el caso de los puertorriqueños, porque lo hacen en calidad de ciudadanos estadounidenses. Cientos de miles de braceros mexicanos, inicialmente temporales, han terminado por radicarse en territorio estadounidense. Los mexicanos han vuelto a poblar sus antiguas provincias interiores de Texas a California. Su penetración ha llegado también hasta los suburbios de Chicago. Los puertorriqueños se han instalado por centenares de miles en Nueva York, desde donde se han desperdigado por la costa este estadounidense. Entre los años ochenta y el dos mil, la atracción se ha extendido a otras islas del Caribe y naciones del continente. Cubanos, dominicanos y haitianos se han instalado en Florida y Nueva York. De Centroamérica y el norte de la región andina (Colombia y Ecuador) han llegado otros centenares de miles más de personas, de tal manera que la población hispana ha llegado a constituir algo así como la quinta parte del total de habitantes de los Estados Unidos. A partir de la década de los setenta del siglo pasado, aproximadamente, un nuevo destino se ha abierto para los emigrantes latinoamericanos: Europa, especialmente España e Italia. En principio fueron exiliados políticos, perseguidos por las dictaduras del Cono Sur; hoy son también braceros y todo tipo de trabajador y profesional que busca en el Viejo Mundo mejores destinos para su vida. Otro factor a tomar en cuenta para explicar el crecimiento demográfico es el de la fecundidad y su relación con la tasa de mortalidad que en Latinoamérica se redujo sensiblemente cuando se fomentó la salud pública,
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acción que llevó a que se registren tasas de natalidad superiores al 40%, salvo en el Río de la Plata, Puerto Rico y Cuba donde llegan al 20%. Se calcula en el 2,6 % la tasa de reproducción, esto es que cada mujer procrea 2,6 niñas, futuras madres, por lo que la capacidad reproductiva en el continente aumentó a más del doble. Al parecer este incremento obedece al mejoramiento de las condiciones de vida. Hacia 1935 la esperanza de vida de los latinoamericanos no superaba los 36 años, hacia 1950 alcanzaba los 46 años y entre 1965-1970 a más de los 61, aunque en algunos países, como Bolivia y Haití, no supera los 45 años. En la actualidad hay países que pasan los 70 años de esperanza de vida al nacer -en Ecuador la esperanza de vida, según los datos del censo realizado en el 2001, es de 78 años-. En términos generales se calcula el índice de natalidad en un 40%, mientras que el de mortalidad alcanza el 11%. El triunfo de la vida sobre la muerte obedece al mejoramiento de los servicios sanitarios en el campo y a la extensión de la asistencia pública, junto con la mejora de la alimentación y de las condiciones de vida, junto con el uso de los insecticidas y los antibióticos. El DDT combatió eficazmente a los insectos transmisores de infecciones. Campañas sistemáticas de fumigación acabaron con los mosquitos propagadores del paludismo y otras enfermedades tropicales. Millones de kilómetros fueron recuperados. En nueve años Venezuela tornó salubre y habitable la extensa región de los Llanos. Hacia 1960, treinta millones de personas en Brasil y siete en Colombia se vieron a salvo del azote del paludismo. Las costas de México, Centroamérica, la República Dominicana, Ecuador y Perú también consiguieron librarse de estos males. A esto debemos agregar el uso de antibióticos y otros fármacos modernos que han permitido tratar otras dolencias muy difundidas como las neumonías y la tuberculosis. Sin embargo, ante la desaparición de unas amenazas han aparecido otras como las cardiopatías, el cáncer, los accidentes de tránsito, el sida. En América Latina el avance en salud pública ha llegado cuando todavía queda todavía mucho por hacer; es preciso reducir las tasas de mortalidad y cubrir con servicios sanitarios extensas zonas rurales y urbanas a las que aún el médico no llega. La primera consecuencia de estos decenios de alta natalidad y de mayor supervivencia de los niños ha sido el rejuvenecimiento general de América Latina. En 1970 más de la mitad de la población tenía menos de veinte años de edad (un 42% de la población tenía de 0 a 14 años y el 20%, de 15 a 19) cuando en las naciones demográficamente maduras la población infantil y juvenil suele abarcar sólo un tercio del total. Las necesidades de la juventud son fundamentalmente de: alimentación, salud, educación, vivienda, vestuario, etc. Y requieren el crecimiento de la producción de bienes y servicios por lo que la carga que pesa sobre el grupo de población económicamente activa es mayor, el 31% del total de la población -hombres adultos mayormentesostiene al resto. Aparte de sí mismo cada latinoamericano tiene que mantener a 2,2 personas más. Ahorrar parte de este esfuerzo para transformaciones que no se limiten a necesidades sino que incrementen el nivel de vida no es fácil. El dinamismo acaba en estancamiento o deterioro.
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La explosión demográfica requiere de un aumento de la producción agrícola, caso contrario se registra una escasez de alimentos. Países que antes exportaban alimentos hoy se ven precisados a importarlos; por otra parte, la disminución de oportunidades en la agricultura ha obligado a millones de campesinos a emigrar. Algunos -salvadoreños, colombianos, chilenos, bolivianos o paraguayos- se han instalado en las tierras menos explotadas de las naciones vecinas, otros, -brasileños o ecuatorianos- se han desplazado dentro de su propio país, de tal manera que las repúblicas latinoamericanas están dejando de ser eminentemente rurales, pues los pobladores del campo emigran a las ciudades o al extranjero. El éxodo ha conducido a buena parte de los campesinos latinoamericanos a los suburbios de las ciudades. La urbanización es una última consecuencia de los cambios demográficos y sociales recientes. Durante los postreros decenios los centros urbanos de América Latina han crecido más de prisa que los de cualquier otra región del mundo. Hay países como Argentina y Uruguay donde más de la mitad de la población reside en ciudades superiores a los 100.000 habitantes, aglomeraciones de tamaño considerable. En Brasil, Colombia, Chile, Puerto Rico y Venezuela, más de un tercio de la población habita en ciudades de esta categoría. Si en el pasado la capital era la mayor población del país a gran distancia de las demás, esto ha dejado de ser así, salvo en pequeñas naciones. En la actualidad, las ciudades de provincia suelen crecer más rápidamente que la capital y en algunos casos como en Brasil y Ecuador la ciudad principal y más activa ya no es la capital política. Una veintena de ciudades latinoamericanas supera ya el millón de habitantes. En el último lustro, México se ha convertido en la mayor aglomeración urbana del mundo (unos 16 millones de habitantes), Sao Paulo (13 millones), Buenos Aires (11 millones) y Río de Janeiro (10 millones), se encuentran -cifras provisionales- entre la docena de ciudades más populosas del globo. La urbanización a marchas forzadas ha dotado a las ciudades latinoamericanas de un cinturón de favelas, colonias, suburbios o villas miseria, y el equipamiento urbano resulta deficiente incluso en el centro de estas aglomeraciones. Sin embargo, pobreza y contaminación no empañan la atracción que la ciudad ejerce. Antes de la explosión demográfica, el latinoamericano era primordialmente un campesino; hoy ya no es así. LA MIGRACIÓN EN INTERNACIONAL
AMÉRICA LATINA:
MIGRACIÓN
INTERNA
E
La migración de la población en América Latina es una constante en la historia demográfica de la región, el éxodo internacional ha constituido un aspecto esencial de su historia; se puede encontrar diferentes tipos de movimientos migratorios en América Latina contemporánea la migración interna; la migración interregional y la internacional. En el primer caso, La migración interna, es un fenómeno que ha estado presente en todos los países de la subregión; inclusive se puede señalar que una de las características más importantes de la población desde los años cincuenta en adelante ha sido la movilidad, particularmente aquella que se da desde las áreas rurales hacia las zonas urbanas de América Latina. El proceso de urbanización, así como el crecimiento urbano, tienen como fuente principal la migración interna, ese cambio desde el campo a la ciudad.
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El alto crecimiento poblacional que alcanzó Latinoamérica, cuya cúspide está entre 1965 y 1975, con tasas promedios superiores al 3% anual, “desencadenó una altísima movilidad de la población desde las áreas rurales a las urbanas, las ciudades crecieron a un ritmo muy intenso y varias de ellas se colocaron entre las más grandes del mundo” (Pellegrino, 2003). Según la misma autora, estos cambios se manifestaron en todos los componentes de la dinámica demográfica: descenso de la fecundidad, aumento de la esperanza de vida, grandes movimientos de migración interna y cambio de signo en la migración internacional. Pellegrino (2003) cita lo siguiente: “La transformación del subcontinente, que deja de ser receptor de inmigración transatlántica y se convierte en expulsor de población hacia los países desarrollados, y muy especialmente hacia los Estados Unidos, marca una nueva etapa desde el punto de vista migratorio, que tendrá profundos efectos en la economía, la sociedad y la cultura de América Latina”. Durante la década de los años setenta, los movimientos tanto interregionales como los internacionales se diversifican; el destino principal de la migración de latinoamericanos es hacia los Estados Unidos, pero también toma importancia Canadá, Australia y Japón; posteriormente, un fuerte flujo de migrantes se dirigirá hacia la Comunidad Europea; España e Italia tienen un importante rango como lugares de destino de los migrantes de Latinoamérica. TENDENCIAS DE LA MIGRACIÓN INTERNACIONAL: En las últimas décadas a escala global, debido sobre todo a la estructura del sistema mundial, dentro del marco del desarrollo capitalista, se ha producido un proceso de migración internacional agudizado por la internacionalización de la producción y la consolidación de un mercado laboral mundial. Esto da lugar a que la migración de trabajadores haya adquirido la forma de un mercado mundial de fuerza de trabajo, que puede ser reclutado en cualquier parte del mundo (Sandoval, 2004: 111). La situación señalada anteriormente da lugar a una verdadera explosión de las corrientes migratorias internacionales, siendo ésta un elemento de la globalización económica (así lo señalan Aragonés, 2000; Castles, 2000; Castles y Miller, 1993). Uno de los ejemplos claves de este proceso es el de los trabajadores de origen mexicano, centroamericano y caribeño hacia los Estados Unidos y, a partir de los noventa, desde América del Sur hacia este país. Sandoval (2004: 112) señala que “actualmente existen aproximadamente 10 millones de mexicanos nacidos en México que residen en Estados Unidos, de donde enviaron más de 10 millones de dólares en remesas… existen entre dos y cuatro millones de inmigrantes centroamericanos en Estados Unidos, que envían más de cinco mil millones de dólares en remesas a sus comunidades de origen… en el caso de América del Sur, vemos que si bien tradicionalmente los trabajadores de algunos países como Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Paraguay, han sido la reserva laboral de países como Venezuela y Argentina principalmente, al iniciar la década de los noventa, y con el proceso de globalización, algunos de estos países se han vuelto ya también la reserva laboral internacional de Europa, Estados Unidos y aún de Japón, como el caso de los ecuatorianos, colombianos y peruanos”.
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El fenómeno emigratorio en América Latina no es nuevo; la emigración desde México hacia los Estados Unidos es un fenómeno de larga data, en tanto movimiento de tipo fronterizo. Desde mediados del siglo XX comenzó a aumentar considerablemente y se puso de manifiesto un componente creciente de irregularidad (Pellegrino, 2003). El problema de la inmigración irregular mantuvo el tema migratorio en la agenda legislativa de los Estados Unidos durante más de quince años, hasta que fue promulgado en 1986 el IRCA (Immigration Reform and Control Act), destinado sobre todo a solucionar el tema de la inmigración irregular mediante tres componentes básicos: 1. La legalización de los inmigrantes indocumentados, incluyendo algunos trabajadores agrícolas temporales; 2. La institución de sanciones a los empleadores que contrataran migrantes irregulares; y, 3. El incremento del control fronterizo (Díaz Briquets, 1995). Como consecuencia, se legalizaron cerca de tres millones de inmigrantes irregulares, aunque el objetivo de impedir la inmigración irregular no se cumplió. Una nueva ley, promulgada en 1990, aumentó el número total de admisiones, dividió en dos grandes categorías el sistema de preferencias para el otorgamiento de visas: las de reunificación familiar y las destinadas a inmigrantes independientes, incluyendo entre éstas, diferentes tipos de calificaciones profesionales, con el claro propósito de incorporar personas altamente calificadas. Ecuatorianos han salido a Estados Unidos y Europa (España e Italia principalmente) en grandes números; más de 400.000 ecuatorianos dejaron el país entre el 2000 y el 2003 rumbo a los destinos antes citados. Hay dos millones de ecuatorianos fuera del país, en Europa unos 700.000, la mayoría en España y el resto en Estados Unidos, donde las remesas llegan a casi 2 mil millones de dólares por año. Colombianos fuera de su país especialmente en Estados Unidos, Europa y los limítrofes Ecuador y Venezuela, suman también dos millones de personas, desplazados por el conflicto armado y la guerrilla llegan a Ecuador en alto número. Unos dos millones y medio de peruanos han corrido igual suerte y con los mismos destinos, a más de la migración hacia Japón, Argentina y Chile (en los últimos dos años la afluencia de migrantes peruanos en busca de trabajo en Ecuador se ha acrecentado, aunque no se tienen datos exactos sobre el número de trabajadores migrantes de origen peruano al país). La primera comunidad extranjera en España en el 2004 es la ecuatoriana, con más de 390.000 personas, desplazando a un segundo lugar a los migrantes de origen marroquí; lamentablemente muchos están en condición de irregulares (AFP, 2004: Fuente Secretaría de Estado de Inmigración de España). CAUSAS DE LA EMIGRACIÓN INTERNACIONAL EN AMÉRICA LATINA Según expertos en el tema migratorio, por ejemplo Harris, Todaro (1987), Lee (1966) y otros, existen ciertos factores que explican la migración; en el caso de los dos primeros, uno de los elementos explicativos es el del diferencial de salarios entre el lugar de origen y el lugar de destino; para Lee, las causas están en los factores o fuerzas de atracción y repulsión: push-pull; esto quiere decir que la decisión de emigrar se basa en un conjunto de factores de empuje (push) que actúan desde la oferta (lugar de destino) y otros de atracción (pull), que actúan desde la demanda (lugar de origen). La emigración es sin duda un problema complejo.
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Entre los principales factores de empuje (push) de la población están los siguientes: en primer lugar, la desigualdad internacional, que define el diferencial en las rentas salariales, en las condiciones de vida y en las oportunidades de progreso de las personas. A esto hay que añadir las diferencias o desigualdades en el país emisor, los niveles de pobreza, inseguridad financiera, desempleo, desestructuración económica y social en los lugares de origen del emigrante. Entre los factores que se pueden señalar como fuerzas de atracción (fuerza pull) de la emigración figuran: las oportunidades de trabajo en los mercados del Norte, la corriente cada vez más creciente de homogeneidad de gustos y valores a escala internacional, mayor proximidad cultural con los países de destino, por cambio cultural o dominio del idioma. La existencia de redes sociales y familiares en el país de destino, y por último la reducción de los costes de transporte, que aminora las barreras de entrada de la corriente migratoria. ANÁLISIS DE ALGUNOS DE LOS IMPACTOS DE LA MIGRACIÓN Al analizar algunos de los impactos de la migración en los países y regiones de origen, cabe señalar y destacar que existe un beneficio para el país emisor de emigrantes; este beneficio se deriva de las corrientes migratorias y se basa en las remesas o los fondos y ahorros transferidos por los emigrantes a sus familias. Según los datos citados en un artículo sobre “Emigración y Desarrollo, Implicaciones Económicas” (Alonso, 2004: 99), el Ecuador es el décimosexto país en recibir remesas de migrantes en el mundo y el quinto de América Latina, después de la India; México es el primer país latinoamericano en recibir remesas de migrantes con 9.9 miles de millones de dólares (datos del 2001) y Ecuador con 1.450 mil millones. La principal región del mundo receptora de remesas es Asia, con el 35% de los recursos de remesas; le sigue muy de cerca América Latina con un 29% del total, para el 2002 esta región recibía un total de 31.2 mil millones de dólares por remesas (Ratha, 2003). La relación del PIB con las remesas en América Latina es del 1%; cabe destacar aquí la importancia que tienen las remesas en algunos países latinoamericanos y el PIB, tal es el caso de: Nicaragua con una relación PIB-remesas del 16%, El Salvador del 13% y el Ecuador del 7.9%. De manera igualmente importante, la emigración hacia el norte se ha convertido en un proyecto de vida para muchos latinoamericanos, cuyo impacto trasciende el efecto individual sobre los migrantes y sus familias y contribuye a alteraciones en la estructura social de los países de origen, a cambios culturales significativos y crea nuevas visiones de la ciudadanía y su relación con la territorialidad que darán lugar a grandes discusiones en los debates internos e internacionales del continente. Se puede decir también que el aumento de la inmigración latinoamericana en los Estados Unidos constituye un fenómeno de gran importancia política, económica y cultural para el continente. La inmigración “latina” tiene una influencia reciente en los distintos aspectos de la vida social y cultural de los
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Estados Unidos, que permite afirmar que esta “nueva” inmigración de Asia y América Latina contribuirá a un cambio sustancial de la sociedad norteamericana que se acentuará en el correr de este siglo (Pellegrino, 2003). Otra consecuencia o impacto de la migración para el lugar de origen de la migración es la pérdida de mano de obra calificada; si bien la migración fronteriza desde México y la de Centro América, es más bien heterogénea, predomina una migración de trabajadores sin mayor calificación, pero no sucede así con los migrantes de origen Sudamericano y Caribeño, que muestra una migración de población con alto nivel educativo y calificación, muchas veces podemos hablar de una migración de personas con un perfil educativo y ocupacional en los extremos, desde los migrantes de frontera estacionales, generalmente trabajadores agrícolas poco calificados, hasta los migrantes sudamericanos con altos niveles educativos y con un alto perfil profesional, que ocupan puestos directivos en el lugar de destino. Según datos citados por Pellegrino (2003), la mayor parte de doctores que emigran hacia Estados Unidos proviene de México. Es muy difícil establecer los verdaderos impactos de la emigración sobre los países de origen del emigrante. Las evaluaciones económicas de la inmigración en los países suele ser vista generalmente como positiva para los países de destino. La evaluación económica según el informe del National Research Council de los Estados Unidos en 1997 determina que los efectos son totalmente positivos; los problemas o críticas que generan los inmigrantes provienen en mayor medida de sus efectos sociales, de la conflictividad que surge de las diferencias étnicas o religiosas y también de las reacciones de los sindicatos y de los grupos de presión, que ven a los inmigrantes como competidores en el mercado de trabajo. Por el contrario, el balance de los impactos económicos o en general el balance de los impactos de la emigración son más difíciles de establecer. Es muy complicado evaluar las ausencias y las proyecciones; por tanto, existe una relación no resuelta entre desarrollo y migración; si bien por un lado los países de origen de la migración se ven beneficiados por las remesas, son una fuente de ingresos de dinero muy importantes, sobre todo a nivel de las familias, pero es difícil hacer análisis de los balances reales en cuanto a la contribución de estas remesas o transferencias monetarias en el desarrollo local, regional o nacional de los países emisores de migrantes, particularmente en lo que se refiere por ejemplo a actividades productivas generadoras de empleo o de riqueza (Pellegrino, 2003: 26). Es indiscutible, por otro lado, el aporte de las remesas para el mejor desempeño individual y familiar, del migrante y su familia. Otro efecto o impacto de la migración es lo que se ha llamado drenaje de cerebros, o fuga de cerebros, que tiene que ver con la incorporación del capital humano de un país en otro. Además un problema que no tiene una solución rápida es la sangría de jóvenes que significa la emigración. Aunque podríamos decir a corto plazo la emigración puede actuar como una válvula de escape que alivia las presiones sobre el mercado de trabajo y el aporte de remesas puede resultar y de hecho lo es altamente beneficioso, ¿qué pasará a largo plazo?
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Razones por las que salen los ecuatorianos: Salarios bajos No hay trabajo Para buscar una mejor calidad de vida en el futuro
7% 32% 48%
Fuente: Acosta, 2002 ETNIAS Y MESTIZAJE EN AMÉRICA LATINA Uno de los rasgos fundamentales de la identidad latinoamericana es el mestizaje, término que hace referencia al cruce de europeos, africanos e indígenas realizado a partir de 1492. El largo proceso del mestizaje fue el eje de la transformación llevada a cabo en América Latina al actuar como elemento dinamizador de la sociedad. A partir del siglo XVII el mestizo formó parte de una realidad generalizada, que perdió las referencias raciales específicas y entró a formar parte de todos los grupos sociales, gracias a una verdadera movilidad social, que se basa sobre todo en valoraciones económicas, de prestigio político y profesional, de tal manera que hoy en día resulta difícil, por no decir imposible, hablar de grupos raciales o étnicos puros, estableciéndose cualquier tipo de diferencia más bien en el campo cultural. El mestizaje ha sido fundamentado ideológicamente en “La raza cósmica”, (1925) de José Vasconcelos (1882-1959), obra en la que realiza un utópico análisis del futuro de la humanidad, y más concretamente de Latinoamérica, en el que, frente a la idea de exclusión que representa el concepto de selección natural, concede una vital importancia al argumento de síntesis que protagonizará el mestizaje. Debido a la herencia cultural que América Latina tiene en este sentido, será allí donde se producirá el surgimiento de una nueva civilización, una nueva raza, a la que denomina “raza cósmica”, superadora, por integración, de las diferencias interraciales. Esa raza cósmica, sobre la que ejercerá un especial patronazgo España y que se ubica en una ciudad amazónica a la que bautiza con el nombre de Universópolis, tendría como objetivo esencial la extensión de la enseñanza y la cultura por todo el mundo. Han transcurrido ochenta años desde que Vasconcelos publicara su utópico libro; en este lapso se ha afirmado aún más el proceso de síntesis que significa el mestizaje latinoamericano al que se han integrado nuevos elementos raciales y culturales, como es el caso de los asiáticos, por lo que a inicios del tercer milenio bien se podría afirmar que América Latina es un continente mestizo. Sin embargo, el mestizaje no ha logrado solucionar determinadas situaciones que permanecen pendientes aún, desde un punto de vista histórico y cultural, con relación a las etnias indo y afro americanas que también integran la realidad cósmica de la América Latina mestiza. Después de la independencia, indios y negros continuaron como los grupos étnicos más oprimidos. Sobrepasada la primera mitad del siglo XIX, en la mayoría de naciones latinoamericanas se concedió la manumisión, en unos casos, y la liberación, en otros, de los esclavos negros, que de alguna manera
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alivió, siquiera en parte, su dura condición social. En el Ecuador, por ejemplo, pasaron de esclavos a conciertos. Es decir, ya no podían ser vendidos como animales o cosas, pero quedaban adscritos a la tierra donde trabajaban. En América Latina la “negritud” ha surgido como una fuerte corriente de identidad de lo afroamericano que, superando quizás la arraigada tendencia de considerar como sus únicos aportes a lo latinoamericano el deporte y el folklore, demuestra que este grupo étnico puede ir, y de hecho ha ido, más allá, a los campos de la literatura y el arte, con figuras de la talla de Nicolás Guillén en Cuba, Adalberto Ortiz o Nelson Estupiñán Bass en el Ecuador, por citar unos pocos ejemplos. Quizás más dura fue la condición de los indios: en algunos lugares siguieron existiendo como una sociedad aparte, sujetos a campañas sistemáticas de exterminio o de redistribución, como sucedió en Argentina donde prácticamente desaparecieron, mientras que en los países andinos y México continuaron sometidos a la hacienda por medio de relaciones sociales de producción serviles. En el siglo XIX, atrapados entre dos fuegos, en medio de las pendencias políticas de liberales y conservadores, eran reclutados por uno u otro bando, de acuerdo a las situaciones políticas que cada república vivía, cuando no se sublevaban ante abusos y exacciones de todo tipo cometidas por las élites mestizas gobernantes o en pugna por el poder. En México durante el Porfiriato (1876-1991), miles de indios se mantuvieron durante años en estado de insurrección; se destacan la guerra de castas de los mayas de Yucatán, a cuyo término miles de indios vencidos fueron deportados a Cuba, y la revuelta de los yanquis del Estado de Sonora. En Ecuador, entre algunas, recordamos la sublevación de Fernando Daquilema durante el gobierno de Gabriel García Moreno en la que el indígena reconocido por los de su raza como rey de los puruhuáes se levantó contra el despojo de tierras y el trabajo subsidiario. En términos generales, podemos manifestar que entre los siglos XIX y XX la lucha de los indios latinoamericanos osciló entre reivindicaciones de tipo salarial y laboral, por la propiedad de la tierra que trabajaban y, ya en nuestros días, en procura de un espacio político, como es el caso del movimiento indígena ecuatoriano, liderado por la Federación de Indios del Ecuador (FEI), en la década de los treinta, y por la CONAIE en la hora actual, cuya presencia se dejó sentir a partir de los noventa, aunque los asuntos anteriormente indicados continúan siendo de preocupación prioritaria. En México, en 1994, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), en el Estado de Chiapas, liderado por el subcomandante Marcos, inició un proceso de sublevación ante la situación de extrema pobreza de los indígenas y campesinos de todo el país, la reivindicación de propiedad sobre las tierras arrebatadas a las comunidades indígenas, un mejor reparto de la riqueza y la participación de las diferentes etnias tanto en la organización de su estado como de la República en su conjunto, con el objeto de que fueran respetadas y valoradas las diferentes culturas de los grupos que viven en todo el país. Pese a ser uno de los Estados mexicanos que posee mayores recursos naturales (petróleo, maderas, minas y tierras fértiles para la práctica agrícola), en Chiapas es donde la desigualdad entre los distintos sectores sociales se ha mostrado históricamente de una manera más patente, ya que su organización sociopolítica sigue apoyada en las viejas estructuras sociales y políticas de carácter autoritario y latifundista.
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Finalmente hemos de resaltar la lucha de Rigoberta Menchú Tum, indígena maya, quien a partir de 1981 denuncia el abandono de los indígenas y la situación interna de una Guatemala que sufrió el conflicto más largo y sangriento de Centro América en el que desaparecieron cientos de miles de indígenas. Por su actividad valiente, reveladora de la situación de sus congéneres, fue mundialmente reconocida y en 1992 recibió el Premio Nobel de la Paz. “La historia de Guatemala es imposible de modificar de una u otra manera, porque los delitos que se cometieron han sellado la memoria de nuestro pueblo. Fueron miles y miles los secuestros, las torturas, los asesinatos, las personas quemadas vivas”, dice en uno de sus testimonios. ALGUNOS ASPECTOS DE LA VIDA SOCIAL EN AMÉRICA LATINA Delincuencia y Narcotráfico: Un hecho que causa gran preocupación en la mayoría de nuestros países es la seguridad ciudadana. En mayor o menor grado todos los países han experimentado un notable aumento de las acciones delictivas, especialmente en los grandes centros urbanos. En las encuestas realizadas en algunos países a la ciudadanía se considera que la tarea prioritaria de los gobiernos debe ser el combate a la delincuencia en todos sus frentes, desde la delincuencia juvenil que alcanza niveles alarmantes, hasta el crimen organizado y el narcotráfico. Una buena parte de las acciones delictivas está ligada al narcotráfico y son pocos los países que escapan a ellas. En Colombia por ejemplo, la violencia desatada por el narcotráfico ha alcanzado niveles de extrema crudeza y no se logra desmantelar las organizaciones que mueven el comercio de la droga a pesar de la intervención de las fuerzas del orden y del ejército. El poder económico de estas organizaciones es inmenso y la demanda en los países consumidores de los estupefacientes, como Estados Unidos o los europeos, sigue creciendo. En los sectores productores como Bolivia, Perú y Colombia, los gobiernos buscan erradicar los cultivos de coca, tarea difícil cuando se trata de convencer a campesinos pobres de que sustituyan siembras altamente rentables por otras de mera subsistencia como el maíz. Las fuerzas del mercado y la ley de la oferta y la demanda son mucho más poderosas que la fuerza policial. Diferencias Socioeconómicas: Las diferencias socioeconómicas, tan evidentes en toda América Latina, conllevan modos de vida diferentes. Un sector minoritario, en casi todos los países, tiene acceso a formas de vida muy similares a la de jóvenes de países desarrollados. Su situación económica les permite asistir a buenos colegios, realizar estudios universitarios y de postgrado y encontrar con mayor facilidad un empleo que les permita mantener su nivel de vida. Frente a ellos, la gran mayoría de jóvenes latinoamericanos está más llena de aspiraciones que de realizaciones. Las dificultades económicas y la consiguiente falta de oportunidades limitan sus capacidades y tienden a perpetuar su condición. Por otro lado, las relaciones entre los jóvenes y el grupo familiar son más estrechas en América Latina que en los países ricos. La convivencia con los padres se extiende generalmente hasta el momento del matrimonio. En la
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mayoría de los casos los jóvenes dependen económicamente de su familia. En la medida de sus posibilidades, ésta costeará sus estudios y proveerá para sus gastos personales. Las dificultades en la búsqueda de empleo han contribuido a perpetuar la dependencia económica más allá del matrimonio. Educación: No existe un sistema educativo unificado. Ello no sería posible debido a las diferentes realidades sociales, económicas políticas y culturales. En gran medida, los sistemas educativos están basados en viejos esquemas europeos, a veces alejados de las verdaderas necesidades de cada nación. Algunos Estados han llevado a cabo reformas a la enseñanza a fin de mejorar su calidad y de incorporar al sistema al mayor número de personas. El gasto público en el área de la educación en un buen número de países más bien se ha reducido, lo que ha llevado a una crisis educativa. En lo que se refiere a la educación primaria, si bien es obligatoria, amparada en las constituciones, sin embargo un 28% de las personas mayores de quince años no saben leer ni escribir, aunque la distribución del analfabetismo varía considerablemente de unos países a otros. Según estimaciones de la oficina de estadísticas de la UNESCO, los índices fluctúan entre un 40% en Guatemala y un 10% o menos en Argentina, Costa Rica, Cuba, Chile. Pocos niños llegan más allá de los dos o tres primeros grados de primaria. Las causas son múltiples, anotaremos las principales:
Un bajo nivel de vida de la población, especialmente en el campo, obliga a los niños a asumir responsabilidades de adultos desde muy temprana edad, participan junto a sus padres en las labores agrícolas. Lejos de las ciudades y pueblos faltan escuelas. Los niños deben caminar largas distancias para llegar al centro educativo más cercano, lo cual contribuye al ausentismo y a la deserción. La falta de medios económicos impide muchas veces a los padres comprar libros y ropa para sus hijos. Además, los niños están generalmente mal alimentados. Los planes de estudio tienen escasa relación con las necesidades de las distintas regiones. Existe un divorcio entre la escuela y la realidad.
En lo referente a la enseñanza secundaria y universitaria se puede decir que en años recientes se ha visto una gran expansión. Ha aumentado el número de colegios estatales y privados y se han creado muchas Universidades. En líneas generales su situación es: A nivel secundario la proporción de jóvenes matriculados es relativamente baja y a nivel universitario, la proporción es menor. Su mayoría procede de las clases medias y altas. El sistema de becas es deficitario. La recesión de los últimos años ha impedido a muchos de los graduados obtener puestos de trabajo dentro de sus áreas de especialización. Muchos de ellos se encuentran desempleados o emigran a las naciones industrializadas en busca de oportunidades de trabajo.
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PALABRAS CLAVE transición migración braceros vegetativo demográfico éxodo eclosión lúdico
fertilidad tráfico crecimiento mortalidad fecundidad rasgos costumbrista contundente
mortalidad meridional zaga epidémico cuantificar exilio indigenista
elites inmigrantes boom celeridad desperdigado mestizaje surrealismo
CUESTIONARIO
¿Cuál fue el estado de la población latinoamericana después de la independencia? ¿Por qué se propició la inmigración de europeos a Latinoamérica a partir de la segunda mitad del siglo XIX? ¿Qué ventajas podría tener la inmigración de europeos a Latinoamérica? ¿Cuáles son las causas de la explosión demográfica en América Latina? ¿Qué es el mestizaje? ¿A qué factores obedecen las emigraciones en América Latina? Indique los principales movimientos indígenas que se han producido en América Latina entre los siglos XIX y XX. ¿Qué caracteriza a la migración internacional de América Latina? ¿Cómo se relaciona la migración con las condiciones de vida de la población? ¿Cuáles son las principales razones de la emigración actual de la población en América Latina? ¿La migración en América Latina es un fenómeno reciente? ¿Cuáles son los impactos de la migración internacional en América Latina? TEMAS PARA REDACCIÓN O PRESENTACIÓN ORAL
1.
2. 3. 4. 5. 6. 7.
Consulte y profundice sobre la política de los gobiernos latinoamericanos en torno a las inmigraciones de europeos en el siglo XIX. Consulte y profundice en torno a las emigraciones de latinoamericanos en el siglo XX. Consulte y profundice sobre el urbanismo en América Latina. Consulte y profundice en torno a los movimientos indígenas en América Latina en el siglo XX. Investigue y luego redacte un breve ensayo sobre el proceso migratorio latinoamericano en el tercer cuarto del siglo XX. ¿Cuáles son las principales causas de la emigración de latinoamericanos y ecuatorianos hacia Norteamérica o Europa? ¿Existe una relación entre el desarrollo latinoamericano y la migración internacional?
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…/continúa 8.
Consulte cuáles han sido las principales políticas inmigratorias de los países que reciben migrantes latinoamericanos, especialmente Estados Unidos y España. 9. Investigue y luego redacte un resumen de las características de la población migrante en Ecuador y en América Latina. 10. Consulte y luego escriba un informe sobre la delincuencia y narcotráfico en América Latina o un país en particular. 11. Consulte y luego escriba un informe sobre la educación o las diferencias socioeconómicas en América Latina o un país en particular
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ACOSTA, Alberto: Ecuador: Deuda externa y migración, una relación incestuosa. Debate, Quito, Ecuador. 2002 ALONSO, José Antonio: Emigración y Desarrollo: implicaciones económicas. En Migraciones: un Juego con cartas marcadas. Edit. Abya Yala, ILDIS, CINDES, FES, Plan Migración, Comunicación y Desarrollo, Quito. 2004. pp. 43-104 BORRERO, Ana Luz y VEGA, Silvia. Mujer y Migración. Un fenómeno nacional y regional. Edit. Abya Yala e ILDIS, Quito. 1987 Encarta. Biblioteca de Consulta. 2005 Historia Universal: Los años de la guerra fría. Editorial Sol 90. 2004 GREEN, Duncan: Faces of Latin America. Nueva York, Latin American. 1997 MEAN STREETS, Chapter 4: Migration and Life in the City. Traducción propia. pp. 59-70. SANDOVAL, Juan Manuel: Los movimientos migratorios, una perspectiva desde el Sur. En Migraciones: un Juego con cartas marcadas. Edit. Abya Yala, ILDIS, CINDES, FES, Plan Migración, Comunicación y Desarrollo. Quito. 2004. pp. 105-146. PELLEGRINO, Adela: La Migración internacional en América Latina y el Caribe: tendencias y perfiles de los migrantes. En Población y Desarrollo Nº 35. CELADE (Centro Latinoamericano de Demografía), Santiago. 2003 SÁNCHEZ ALBORNOZ, Nicolás: La explosión consecuencias. En Historia Universal Salvat. 1984
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demográfica
y
sus
UNIDAD 7 RELIGIÓN CRISTIANA Y SOCIEDAD 1.
PRESENTACIÓN La cultura Occidental se ha desarrollado en íntima relación ideológica con el cristianismo, una de cuyas expresiones es el catolicismo. A través de la religión han prosperado algunos rasgos que han garantizado el desarrollo del capitalismo. Las contradicciones existentes en América Latina han sido problematizadas por la Teología de la Liberación, al asumir la defensa de los pobres.
2.
SUMARIO
3.
La Cristiandad La Conquista Espiritual de América Teología y Economía de la Liberación La Teología de la Liberación y la Crítica al Capitalismo Corrientes del Pensamiento Contemporáneo: Nuevos aportes latinoamericanos al acervo mundial: la pedagogía liberadora, la teología de la liberación y la economía de la solidaridad.
OBJETIVOS DE LA UNIDAD
Resaltar cómo la Iglesia se alejó de los objetivos espirituales del cristianismo. Señalar la incidencia económica y política de la Iglesia, en América Latina. Evidenciar las formas de dominación de América Latina, incluidas las religiosas.
LA CRISTIANDAD La destrucción del poder imperial romano, ocasionalmente reconstruido por los carolingios y los otones, obligó a la Iglesia a asumir la tarea de dirigir la política de Europa, para garantizar un mínimo de orden y paz. De esta manera, se fortaleció la idea de cristiandad, que concebía a la Iglesia católica romana como poseedora de poder político e incluso, de fuerza militar, para obligar a la obediencia a los reyes y príncipes del feudalismo. La corrupción del sistema feudal afectó la vida interna de la Iglesia. Los reyes instituían los cargos episcopales como si fueran feudos; los príncipes negociaban los nombramientos de los curas de las parroquias, según su conveniencia. Los monasterios se convirtieron en feudos, beneficiados por abades laicos. La desigualdad de la riqueza y del privilegio, dentro de la Iglesia, dio lugar a la formación de un clero alto, identificado con los sectores aristocráticos y ricos de la sociedad y un clero bajo que compartía las penalidades del pueblo. Todo esto afectaba profundamente a la fisonomía político-moral de la Iglesia.
El Papado romano consiguió, en parte, librar a la Iglesia del dominio feudal, desarrollando el principio de soberanía política. La pretensión autocrática del Papado hizo que asumiera los poderes imperiales, justificados por la teoría del origen divino del poder (teocracia). Afirmada en su poder, la Iglesia asumió una posición dogmática sobre la infalibilidad pontificia y la supremacía de su autoridad sobre la del Estado civil. Desde el siglo XI, el Papa romano llevó corona imperial de oro y piedras preciosas. Este triunfalismo no fue bien visto por muchos sectores laicos y eclesiásticos que adoptaron una posición de crítica y resistencia contra el poder y lujo principescos de la Iglesia. Consideraban que esta magnificencia secular era un signo de decadencia de la religión. Martín Lutero dirigió la resistencia religiosa que originó el protestantismo. La sociedad civil europea superaba el feudalismo y accedía a la época moderna. A partir del siglo XII, surgió en Europa un nuevo espíritu, alejado del control de la Iglesia, dirigido por la aristocracia y la burguesía de las ciudades, caracterizado por el laicismo, la búsqueda de la riqueza y el ejercicio autónomo del poder del Estado. La cultura se organizó alrededor del conocimiento científico, lejos de la visión religiosa del mundo y de la sociedad.
LA CONQUISTA ESPIRITUAL DE AMÉRICA El descubrimiento de América tuvo consecuencias económicas y políticas que elevaron a España a la categoría de protagonista de la política monárquica europea y defensora de la exclusividad religiosa de la cristiandad. El mundo europeo se organizó dentro del área geográfica de Alemania, Francia e Italia, que conformaba el ámbito del Sacro Imperio Romano Germánico. La historia de la cristiandad se manifestaba en un tira y afloja entre los dos poderes, el civil y el eclesiástico, el emperador y el Papa. Luego de la unificación monárquica, con los Reyes Católicos, la aristocracia española se empeñó en incorporarse al mundo europeo, asumiendo la normativa de sociedad cristiana controlada por los clérigos y jurisconsultos de las Universidades de París y de Bolonia. Europa exigió de España la reconquista de su identidad cristiana, sin concesiones a formas de tolerancia con judíos y moros, y la recuperación del espacio político universal amenazado por los infieles. La nobleza hispana quiso demostrar su capacidad de respuesta al reto europeo asumiendo la pureza de su ascendencia visigótica, identificando su orgullo de raza con su fe inmaculada. La limpieza de la sangre se identificó con la pureza de la fe. En la conquista de América se hicieron presentes los traumas culturales y prejuicios ideológicos de los europeos, aplicados con mentalidad militar española contra los indígenas, como demostración de virtud cristiana, sin consideraciones de carácter cultural o humanístico. España no estuvo presente en la historia intelectual de Europa desde la Edad Media, pasando por los sueños de una ciencia universal en el Renacimiento, hasta las discusiones sobre el método científico de la primera modernidad.
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España entró a la Modernidad, a partir del siglo XIV, asumiendo los componentes germánicos de su tradición cultural, identificada con el totalitarismo político, reforzada por la Inquisición, brazo religioso del centralismo político, encargado de calificar a las personas en función de la limpieza de sangre. Extremó su actitud de intolerancia contra los “otros” (moros y judíos) que no encajaban con el criterio de selección étnico-religiosa. Al producirse el descubrimiento de América, España afianzó su hegemonía en ultramar, bajo la protección de la Iglesia, a quien debió la legitimación jurídica de la posesión de los territorios coloniales. Consecuente con la ideología aristocrática de la elite gobernante, la conquista de América se realizó con un sentido de cruzada, destruyendo todo aquello que era calificado como hereje y bárbaro. La tierra americana fue considerada “res nullius” (tierra de nadie) e incorporada al patrimonio de la Corona de Castilla. La población indígena fue avasallada y sometida a servidumbre. Los españoles perdieron el respeto por la humanidad y la cultura de los pueblos conquistados. Los dominios de las Indias asumieron la colonialidad, definida como descentramiento y pérdida de identificación cultural. Los Estados europeos rivales de España le disputaron el dominio colonial, poniendo en tela de juicio la autoridad de las bulas papales. Dicha legitimidad fue sustituida por el Tratado de París (1763), dentro del marco de las guerras de religión, por el que se reconoció derechos en territorios americanos, a los ingleses y franceses. Este acontecimiento marcó un cambio en la hegemonía económica-política del mundo europeo, perdiendo España el control colonial. Papel de la Iglesia: La iglesia católica es parte sustancial de la historia de América Latina. Más de quinientos años de vida ininterrumpida hacen de ella, la institución más importante y poderosa del continente. Su influencia llega a todos los niveles de la sociedad. La tercera parte de los católicos del mundo es latinoamericana. La Iglesia Tradicional: La iglesia llegó con la conquista a propagar la fe y a convertir a los pueblos conquistados. El indígena se sometió al nuevo orden religioso impuesto por los conquistadores. Abandonó sus cultos milenarios. Durante siglos la Iglesia tuvo la protección de los grupos dominantes y de los elementos más conservadores de la sociedad. La iglesia no representaba al pueblo sino a las elites gobernantes. Esta posición fue crucial para su supervivencia. Además la institución era dueña de grandes latifundios en el medio rural y en la ciudad, de escuelas, colegios y Universidades destinadas principalmente a la educación de los más ricos. La Nueva Iglesia: A principios de la década de los sesenta, el ala progresista del clero empezó a tomar conciencia de los problemas económicos, sociales y políticos que afectaban a América Latina y apoyó a los partidos políticos reformistas de ideología cristiana al reconocer la necesidad de cambios fundamentales para mejorar el nivel de vida de los grupos menos privilegiados.
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Ante la pobreza y violencia institucionalizada entre las décadas de los 70 y 80, la Iglesia católica se radicalizó cada vez más. Surge así la Teología de la Liberación; doctrina y práctica que se declara por “la opción por los pobres”, predica la necesidad de cambios revolucionarios. Esta nueva óptica, fundada por el sacerdote peruano Gustavo Gutiérrez, ha ganado fuerza en muchas partes de América Latina, especialmente en el Brasil con el teólogo Leonardo Boff, quien opina que los conflictos obedecen a la miseria y hambre que vive el pueblo, y que el uso de la violencia es una respuesta de los oprimidos; por ello lo importante es su liberación, “la liberación de los oprimidos”. En repetidas ocasiones ha sido censurado por el Vaticano por su creciente politización y acercamiento al pensamiento marxista. En algunas naciones la institución se ha transformado en la voz de la oposición y en ardiente defensora de los derechos humanos. En el Salvador, el arzobispo Oscar Romero -asesinado en 1980- denunció la desaparición, tortura y asesinato de miles de salvadoreños por parte de grupos paramilitares de derecha que contaban con el apoyo del ejército y del gobierno. En Chile, la oposición a la dictadura de Pinochet se unió en torno a la iglesia que dio protección a los perseguidos y denunció las constantes violaciones de los derechos humanos. La participación de sacerdotes en el gobierno Sandinista de Nicaragua fue duramente criticada por el Vaticano, que les exigió abandonar sus cargos si deseaban permanecer en su condición de clérigos. En 1985 se prohibió a Ernesto Cardenal, entonces Ministro de Cultura nicaragüense, continuar ejerciendo el ministerio sacerdotal. En 1994, en el conflicto desatado en México entre la guerrilla de Chiapas y el gobierno de este país, algunos representantes de la iglesia católica dieron abierto apoyo a los insurgentes TEOLOGÍA Y ECONOMÍA DE LA LIBERACIÓN: AMÉRICA LATINA, 500 AÑOS DE MUERTE, DESPOJO Y EXPLOTACIÓN *Werner Onken La Conquista Continúa: En 1992 se repite quinientas veces el año en el que Cristóbal Colón descubrió América. Delfín Tenesca, un indígena Ecuatoriano, opina al respecto: “los gobiernos hablan de 500 años del encuentro de dos mundos, las iglesias hablan de 500 años de evangelización; pero nosotros los indígenas celebraremos 500 años de resistencia, todo depende desde cuál punto de vista uno considera la cosa”. En 1492 comenzaron los europeos a depredar Latinoamérica, como también Africa y Asia; las naciones fueron saqueadas y las riquezas de sus suelos robadas. Millones de aborígenes fueron asesinados o murieron a consecuencia de las enfermedades que llevaron consigo los europeos y contra las que los indígenas carecían de anticuerpos, pueblos y culturas enteras fueron exterminados. Gustavo Gutiérrez considera que en Latinoamérica antes de la llegada de los europeos vivían aproximadamente 57 millones de aborígenes los cuales en 80 años fueron diezmados a escasos 9 millones. Tzvetan Torodov considera aún mayor la cifra de los aborígenes sacrificados.
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El genocidio que en el siglo XVI hicieron los conquistadores so pretexto de la evangelización de los pueblos paganos, está ligado en línea directa con los grandes genocidios del siglo XX: El holocausto judío por los nazis y el terror del Gulag por el comunismo. Lo que los europeos hurtaron en otra parte de la tierra constituyó, en cierto sentido, el capital inicial para el avance del capitalismo moderno y el surgimiento de estructuras económicas mundiales las cuales les aseguraron la supremacía al dinero de los europeos y norteamericanos ricos. Los poderosos de este mundo han sabido manejar durante 500 años a esta tierra por medio de su lógica racional de la valorización del capital y de intereses máximos. Aún después de la independencia de los pueblos latinoamericanos quedan dependencias neocoloniales representadas en estructuras feudales dentro de los países mismos así como en forma de deudas e intereses frente a países extranjeros. Los intereses pagados por los países „subdesarrollados” del Sur a los países ricos del Norte son mucho mayores que el reembolso voluntario de Europa y los EE.UU. en forma de “ayuda para el desarrollo”. En 1492 se inició para los pueblos del Tercer Mundo un viacrucis que todavía continúa hasta hoy. Leonardo Boff lo denomina un “Viernes Santo que continúa desde 500 años y el que no deja entrever perspectiva alguna de resurrección. ¿Quinientos años de muerte y despojo, opresión e incremento del dinero pueden considerarse como un motivo de ‘celebración’? El año 1992 debería ser de conversión e invitarnos a reflexionar sobre la forma de superar el problema de la conquista”. LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN Y LA CRÍTICA AL CAPITALISMO La Teología latinoamericana de la Liberación le ha dado un impulso esencial a esa reflexión al romper el matrimonio tradicional entre Iglesia y Estado. Durante muchos siglos el Estado fue el encargado de las cosas necesarias para la existencia del más acá, mientras la Iglesia era la encargada de la salud de las almas en el más allá; el que la Iglesia no se mezclara en las cosas concernientes a este mundo, no significaba otra cosa que una alianza con los poderosos de la tierra. Los teólogos de la liberación ya superaron esa distinción entre el más acá y el más allá, entre cielo y tierra. La explotación y opresión en este mundo son consideradas ya como “estructuras pecaminosas” y la Iglesia ha reconocido como labor profética el estar en este mundo al lado de los pobres, luchar contra los pecados de explotación de la naturaleza y del hombre. La historia profana y de salvación se ha fundido en unidad. En medio de grandes peligros y víctimas, recordemos el asesinato a sangre fría del arzobispo Oscar Romero (1980) y la atroz masacre en El Salvador donde murieron el P. Ellacuría y otros jesuitas más en 1989. Los teólogos latinoamericanos de la liberación han reconocido la forma europea del mensaje cristiano como un evangelio pervertido que ayuda a sostener el dominio de los ricos; y ante ello han renovado el cristianismo como evangelio de los pobres. Medellín (1968) y Puebla (1979) fueron piedras fundamentales en ese camino de repensamiento, el que ha tenido ya repercusiones positivas en la teología europea. http://www.geldreform.de/
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Lectura Complementaria LA FORMACIÓN DE EMPRESARIOS Y LA DIRECCIÓN DE EMPRESAS Tomado de: SANTOS Y PILLOS. El Opus Dei y sus paradojas Joan Estruch (1993) La situación de partida: a) Durante los años sesenta, los sociólogos Juan J. Linz y Amando De Miguel realizaron diversos estudios sobre los empresarios y los grupos de intereses en el empresariado español, y sobre las élites funcionariales confrontadas con el proceso de reforma administrativa (Linz y de Miguel, 1966, 1968; véase igualmente Beltrán, 1977, y Moya, 1975, 1984). Del conjunto de estas investigaciones se desprende la conclusión de que, para todos estos autores, la estrategia de liberalización económica y de reforma administrativa adoptada en España a partir de 1957 supone la progresiva substitución de la antigua aristocracia financiera por los nuevos ejecutivos y los tecnócratas. En torno a la “entrepreneurship” se construye la ideología impulsora del crecimiento. Al mismo tiempo, en un artículo conectado con estas investigaciones, se presentan los siguientes resultados en cuanto a los niveles de estudios de los empresarios españoles (Miguel y Linz, 1964, 33): el 22% posee sólo estudios primarios, el 43% estudios de nivel medio y el 32% estudios superiores; de entre estos últimos, la mayoría son ingenieros (16%) y Iicenciados en derecho (7%); los licenciados en económicas no suman más del 1,5%. En el caso de Barcelona el nivel medio es notablemente más elevado: los empresarios con estudios superiores son un 36%, un 48% posee estudios de grado medio y tan sólo un 10% tiene únicamente estudios primarios. En un estudio sobre el empresariado catalán hecho en la misma época (Pinilla, 1967; pero los datos se basan en una encuesta realizada en 1964), Esteban Pinilla se refiere concretamente al año 1958 como fecha de la toma de conciencia de los problemas empresariales, y del inicio de un movimiento de racionalización y modernización. El año 1958, señalado por Pinilla, es justamente el de la creación, en Barcelona, de las dos primeras escuelas superiores de estudios empresariales. b) En 1957 se reedita en Madrid un libro de un ensayista español, fusilado en 1936, que había sido uno de los “maitres a penser” del minoritario sector “pensante” del tradicionalismo vencedor de la guerra española. Su autor es Ramiro de Maeztu, y el libro lleva un título curiosísimo: “El sentido reverencial del dinero”. Maeztu escribe la obra después de un viaje a los Estados Unidos (1925), que le causa una impresión hasta cierto punto comparable a la del propio Weber unos veinte años antes. La diferencia radica en el hecho de que Maeztu conoce la tesis de Weber, de suerte que regresa de América convencido de que el sociólogo alemán tiene razón al establecer una relación entre protestantismo, creación de riqueza y capitalismo (Artigues, 191 ss). La prosperidad económica de los Estados Unidos se explica, según Maeztu, por la “reverencia” auténticamente religiosa que allí se profesa por la eficacia y por la riqueza, mientras que la indiferencia de los países latinos por el dinero tiene unos efectos nefastos desde el punto de vista económico. Es preciso, por lo tanto, substituir esta indiferencia por un “sentido reverencial del dinero”, que no necesariamente ha de
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ser incompatible con el catolicismo, y que en cualquier caso es el precio que hay que pagar si se quiere acceder a la riqueza (Velarde, 1967, 131 ss). Maeztu escribe: “Mi ideal consistiría en multiplicar en los países de lengua española los capitanes de industria, los agricultores modelos, los grandes banqueros, los hombres de negocios.(...) Es mucho más difícil levantar un negocio creador de riqueza que distribuir nuestra fortuna entre los pobres e ingresar en un convento. Esto último no requiere sino abnegación, valor y caridad. Aquello exige el mismo valor, porque se arriesga la fortuna en el negocio; mayor abnegación, porque no se contenta con exigir nuestro sacrificio de un momento, sino que pide el de toda una vida en el trabajo; y aunque la caridad parece que no necesita ser tan grande, en realidad es mucho mayor, porque los pobres a quienes se hace una caridad siguen siendo pobres después de recibirla, mientras que las gentes ocupadas en el negocio se ennoblecen en el trabajo, aparte de que encuentran en él su camino para mejorar su posición(...). En las raíces de la vida económica se encuentra siempre la moral. La economía es espíritu. El dinero es espíritu” (Maeztu, 1957, 139). “Time is money”, decía Benjamin Franklin, citado por Weher. “El dinero es espíritu”, dice Maeztu. Y Escrivá: “Los que andan en negocios humanos dicen que el tiempo es oro. Me parece poco: para los que andamos “en negocios de almas el tiempo es gloria” (Camino, N°. 355) c)
Desde hace años Alberto Moncada sostiene que la entrada del Opus Dei en el mundo de los negocios no fue intencional y deliberada, sino más bien la consecuencia no querida de una situación que el mismo Opus Dei no controlaba. La tesis de Moncada no puede descartarse así como así, si se tiene en cuenta que no sólo había sido miembro del Opus sino que como secretario de la Asociación de Amigos de la Universidad de Navarra hizo, en 1966, un viaje al Perú, Colombia y Venezuela -en nombre y por cuenta del IESE, según Ynfante- para entrevistarse con los representantes de los gabinetes de planificación y escuelas de administración pública de dichos países (Ynfante, 346). En el primer libro que dedicó al Opus después de haberlo abandonado, Moncada afirma que durante los primeros años la cuestión de los negocios preocupaba bien poco y que “era más o menos despreciada desde perspectivas mas altas e intelectuales” (Moncada, 1974, 78). Ocho años más tarde, explica la aparición de esta preocupación como “resultado de un triple miedo”: “Parece cierto que la entrada del Opus en las áreas del poder político y económico se debió inicialmente al miedo. Miedo de quedar aislado por los grupos más potentes del catolicismo español, como los jesuitas y los propagandistas, que recibieron de uñas a los seguidores de monseñor. Miedo a la animosidad falangista, igualmente belicosa. Y miedo, sobre todo, a las deudas económicas del ‘mal de piedra’ que le entró a Escrivá desde muy pronto, y que obligaba a sus hijos a empeñarse una y otra vez para pagar los edificios de Roma y de Pamplona. De esta manera entró el grupo en contacto con financieros, sobre todo catalanes y vascos, y luego con el franquismo administrativo a través de los sinuosos pasillos del poder” (Moncada, 1982, 106 ss).
Habría por lo tanto una primera interpretación posible por lo que respecta a la relación del Opus Dei con el mundo de los negocios, según la cual esta relación estaría fundamentalmente condicionada por la situación y las necesidades internas de la propia organización. Sin embargo, este tipo de
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planteamiento fácilmente deriva hacia el discurso sobre “el imperio económico de la Obra de Dios” (cuyo ejemplo más paradigmático continúa siendo, todavía hoy, el libro de Ynfante, 229-295), que, al mismo tiempo que puede aportar informaciones más o menos interesantes, tiene el inconveniente de acabar no distinguiendo las empresas del Opus de los negocios dirigidos por miembros del Opus, o incluso de aquellos en los que trabajan socios de la Obra (Casanova, 1982, 330). Inevitablemente se entra entonces en un auténtico diálogo de sordos con quienes sostienen que todo esto nada tiene que ver con el hecho de pertenecer al Opus Dei, y que “toda presentación del Opus Dei como una central de consignas y orientaciones temporales o económicas, carece de fundamento” (Escrivá, “Conversaciones”, N° 52), sencillamente porque “el Opus Dei es una organización sobrenatural y espiritual” (Ibíd., N°. 53). Pero hay también una segunda interpretación posible que, sin descartar necesariamente todos los elementos de la anterior, tal vez tenga la ventaja de ser menos rebuscada y más pragmática. Aun suponiendo que el Opus Dei fuera “una organización sobrenatural y espiritual”, ello no quita que sus dirigentes no vieran la conveniencia de disponer de una sólida base económica. Y no para construir un imperio, ni para pagar las deudas de las aficiones arquitectónicas de su fundador, sino como medio racional e indispensable de su “apostolado”, a partir del momento de la expansión e internacionalización del movimiento y de la creciente diversificación de sus actividades. En tercer lugar, y en lo que concretamente a la creación del Instituto de Estudios Empresariales del Opus Dei se refiere, cabe todavía otra interpretación posible, según la cual no respondería a ninguna necesidad interna de la Obra, ni representaría por lo tanto ninguna clase de “central de consignas y orientaciones económicas”. Sencillamente, la coyuntura española del año 1958 exige una iniciativa de este tipo (no contemplada en aquellos momentos en el marco de la enseñanza universitaria oficial): lo pide la situación del empresariado, y el contexto social y económico además se presta a ello. Por ello no es casual, por otro lado, que jesuitas y Opus Dei vuelvan a coincidir -y a competir- una vez más, fundando al mismo tiempo y en la misma ciudad (tampoco la elección de Barcelona es casual), una institución educativa de semejantes características. Esta tercera interpretación, posiblemente la más pragmática de todas, es la que da el fundador del IESE (Instituto de Estudios Superiores de la Empresa).www.opuslibros.org/libros/Santos_pillos/indice.htm
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CORRIENTES DEL PENSAMIENTO CONTEMPORÁNEO Nuevos aportes latinoamericanos al acervo mundial: la pedagogía liberadora, la teología de la liberación y la economía de la solidaridad. Luis Razeto: Las empresas alternativas, Montevideo, Nordan, 2002 1.
La Pedagogía Liberadora: En los años setenta el pedagogo Paulo Freire, oriundo de Recife–Brasil, marcaría un jalón importante en las ciencias de la educación al proponer una nueva mirada sobre cómo trabaja la cultura dominante para legitimar ciertas relaciones sociales. Entre las obras de Freire destacan La educación como práctica de la libertad (1967) y Acción cultural para la libertad (1970). En estos y otros textos, se parte de una mirada dialéctica de la cultura, según la cuál, ésta no solo contiene una forma de dominación, sino además las bases para que los oprimidos puedan interpretar la realidad y transformarla según sus propios intereses. Para comprender este fenómeno, el autor recurre a ciertas nociones básicas y hasta entonces escasamente utilizado en el lenguaje de la pedagogía, como es el caso del poder, la concientización, ideología, emancipación, etc. Estas ideas han contribuido a criticar los mecanismos más usualmente utilizados en política de alfabetización, en tanto reducen los procesos de lectura, escritura y pensamiento a meras técnicas alienantes que no solo ignoran la cultura del oprimido, sino que además contribuyen a fortalecer las ideologías dominantes. En tal sentido, numerosas experiencias populares de educación en todo el mundo han basado su método en las elaboraciones de Freire.
2. La Teología de la Liberación: Otro de los aportes sobresalientes del pensamiento latinoamericano tuvo lugar en el marco de las elaboraciones teológicas, en este caso con amplias repercusiones en las ciencias sociales así como en la realidad social: nos referimos a la teología de la liberación. La teología de la liberación nace en el marco de una serie de cambios muy significativos de la Iglesia Latinoamericana, sobre todo luego del Concilio de Medellín (1968), que harían hincapié en la necesidad de lograr un mayor compromiso de los cristianos con el cambio social. En ese marco, numerosos teólogos entre quienes el más representativo es Gustavo Gutiérrez, comienzan a buscar cierta secularización de la esperanza cristiana intentando quebrar una tendencia muy manifiesta en ciertos cortes conservadores de la Iglesia, en el sentido de ahistorizar el cristianismo. En 1968 escribía el sacerdote peruano: “Una teología de la liberación tendrá que responder en primer lugar, a esta pregunta: ¿hay alguna relación entre construir el mundo y salvarlo?... se trata de un proceso de liberación humana, de emancipación del hombre en la perspectiva de la fe...”.
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Estas ideas, luego recogidas por numerosos teólogos fundamentalmente latinoamericanos, entre ellos quienes el uruguayo Juan Luis Segundo, terminarían por generar una verdadera corriente teológica (no exentas de diferencias según el autor que se trate) encarnada en la realidad social del continente más desigual del mundo. La idea fundamental de esta teología es que Dios libera al hombre en todos los planos, inclusive el social. Es así que el relato bíblico incluye hechos históricos concretos donde Dios intercede a favor de la justicia social y la liberación de su pueblo, caso del Éxodo, el regreso del exilio de Babilonia, la figura del Jubileo, la labor de los Profetas, etc. Apoyados en esta idea central, los teólogos de la liberación procuran una lectura más integral de la relación entre religión y sociedad. Es así que apoyan sus elaboraciones con las de las ciencias sociales (de allí el vínculo que han tenido con ciertos instrumentos del método marxista utilizados por algunos teólogos), mostrando especial interés por la praxis liberadora. Así otra de las nociones fundamentales es la de la esperanza de “un nuevo cielo y una nueva tierra”, entendidos no como un horizonte sobrenatural, sino como una realidad que está parcialmente presente en la historia. Estas ideas tienen como antecedentes las elaboraciones teológicas europeas de Moltmann o Metz, influidas por el texto El Principio Esperanza (1956) del filósofo de origen marxista, Ernest Bloch. Además de los citados Gutiérrez y Segundo, cabe mencionar otros autores de relevancia como Leonardo Boff, Hugo Assmann, Jon Sobrino, Giulio Girardi, o el recientemente designado asesor presidencial de Lula en Brasil, Frei Betto. 3.
Economía de la Solidaridad: La idea según la cuál además del sector capitalista y estatal de nuestras economías, existe un tercer sector con una racionalidad propia de carácter solidario, tiene antecedentes muy lejanos en el tiempo, entre los cuáles, notoriamente los vinculados a la doctrina cooperativista, surgida por la labor de los pioneros de Rochdale (Inglaterra) en el año 1848. Sin embargo, la elaboración teórica más fina, recurriendo a un análisis científico riguroso de estas ideas, nace en Latinoamérica junto al término “economía de la solidaridad” que terminaría generalizándose en todo el mundo. Concretamente nace con las elaboraciones de Luis Razeto en Chile, sobre comienzos de los años ochenta. Más allá de sus orígenes, la economía de la solidaridad, desde sus vertientes latinoamericanas, explica la activación económica de ciertos grupos sociales, comunidades de trabajo, cooperativas y organizaciones populares que deciden producir, consumir, acumular y distribuir con racionalidades e instrumentos alternativos a los que hegemonizan en nuestros mercados. Por ejemplo, mientras que una empresa capitalista se caracteriza por ser dirigida por el factor capital, una empresa alternativa se caracterizará por estar dirigida por el factor trabajo o el factor C (con este nombre se individualizan los factores comunitarios que inciden económicamente en la gestión de numerosos emprendimientos solidarios).
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Mientras que la racionalidad empresarial capitalista conduce en el mejor de los casos a pagar de acuerdo a la productividad de los factores, la racionalidad solidaria incorpora criterios sociales y de equidad. Así sucesivamente podríamos ir sumando diferencias entre la acción hegemónica y la acción alternativa. A raíz de estas elaboraciones numerosas organizaciones sociales y populares, además de sindicales, se han dedicado a fortalecer esas experiencias económicas alternativas. Cabe mencionar, por ejemplo, la importancia que han tenido en los últimos años en la región, las empresas recuperadas por los trabajadores, convertidas en experiencias autogestionarias. www.pabloguerra.tripod.com/C10.htm
PALABRAS CLAVE evangelización burguesía capitalismo dependencia indígena
teología teocracia colonialismo empresa teología de la liberación
feudalismo dogmatismo socialdemocracia eurocentrismo
aristocracia marxismo riqueza dicotómico
CUESTIONARIO
Indique en qué se fundamenta el cuerpo teórico de la fe religiosa cristiana. ¿Qué significa la iniciativa misionera de la Iglesia? ¿Qué es una organización jerárquica? Comente la siguiente afirmación: “La Iglesia progresó gracias a la protección de los gobernantes”. Exprese su opinión sobre la forma cómo se realizó la dominación ideológica de los indígenas americanos durante la Colonia.
TEMAS PARA REDACCIÓN O PRESENTACIÓN ORAL 1. 2. 3.
Redacte un micro ensayo sobre los valores religiosos y morales del cristianismo. Realice un ensayo sobre la conquista espiritual de América Latina. Realice una investigación sobre el aporte de la Teología de la Liberación a la solución de los problemas sociales de América Latina.
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UNIDAD 8 IDENTIDAD Y CULTURA CONTEMPORÁNEA EN AMÉRICA LATINA
1.
PRESENTACIÓN La Unidad explica la diversidad cultural que nos caracteriza y las tendencias actuales en pintura, escultura, arquitectura, música, cine y literatura.
2.
SUMARIO
3.
Rasgos culturales Características de la cultura contemporánea latinoamericana Culturas rurales, culturas tradicionales La pintura, la arquitectura, la música, el cine, la literatura Diversidad cultural y globalización en América Latina
OBJETIVOS DE LA UNIDAD
Discutir las características de la cultura latinoamericana contemporánea en el marco de la globalización. Conocer algunos de los grandes aportes de América Latina a la cultura mundial. Entender las características propias de las artes plásticas, la pintura, la arquitectura, la música, el cine, y la literatura latinoamericanas. Distinguir los cambios que caracterizan a las culturas juveniles. Comprender las relaciones que existen entre tradición y cambio en el mundo globalizado.
RASGOS CULTURALES La palabra cultura tiene dos acepciones fundamentales: la una, utilizada en un sentido amplio se enmarca en la antropología, la otra proviene de la historia de la cultura. En esta unidad vamos a tratar de aquellas realizaciones excepcionales de los latinoamericanos en el campo del arte, la literatura, la arquitectura, entre otras de las múltiples actividades en las que puede desplegar su espíritu creador, especialmente en el siglo pasado. Hacia la década de los sesenta la literatura latinoamericana alcanzó renombre internacional. Un grupo de escritores vio cómo sus obras eran publicadas y traducidas a diversos idiomas en medio de un gran despliegue editorial cuyo centro era Barcelona, en España. La eclosión creativa de los escritores latinoamericanos fue bautizada como el boom, casi todos ellos narradores y en su mayoría novelistas que estimulados por premios literarios, la crítica y la publicación de sus obras en editoriales de fama internacional dieron a conocer sus creaciones. Como rasgos característicos del boom debemos señalar el apoyo político a la revolución cubana, del que algunos renegarían luego, y la residencia de los escritores en ciudades europeas, ya sea por exilio político o por decisión personal.
La mayoría de estos escritores marcaron una ruptura con la literatura costumbrista e indigenista latinoamericana y encontraron en el surrealismo, la narrativa norteamericana de inicios del siglo XX y la literatura fantástica, sus fuentes de inspiración. Esta síntesis de estilos se expresó a través del denominado “realismo mágico”, mediante el cual se expresó el genuino espíritu latinoamericano que oscila entre la fantasía la realidad. “La muerte de Artemio Cruz”, del mexicano Carlos Fuentes y “La Ciudad y los perros” del peruano Vargas Llosa, publicadas en 1962, al parecer son las precursoras de esta corriente novelística, le siguieron “Rayuela” (1963) de Julio Cortázar cuya “propuesta de una lectura libre, no sujeta a un orden impuesto por el autor, creó un espacio de libertad nunca visto en la novelística, al mismo tiempo que confirió a la creación literaria un carácter lúdico sorprendente, en especial por provenir la propuesta de un escritor que se caracterizó por un compromiso político casi militante” (El auge literario del Nuevo Mundo, en Historia Universal, editorial Sol 90, Nº 16). “Cien años de soledad” (1967) de Gabriel García Márquez que “marcó el momento de mayor esplendor del boom latinoamericano”. La excentricidad -a veces casi esperpéntica- de los personajes, la desmesura de los hechos que ellos protagonizan, hasta las circunstancias climáticas -en el pueblo de Macondo no cesa de lloverbastaron para acuñar la hoy difundida fórmula del “realismo mágico”, todo es tan increíble que se vuelve verosímil. Por esta vía la denuncia de la realidad latinoamericana, signada por la violencia y la injusticia, se volvió más contundente ante los ojos europeos que la que habitualmente habían formulado los escritores el realismo tradicional. Pero no fueron sólo los del boom; a su sombra se hicieron internacionalmente famosos algunos otros que ya habían publicado sus obras antes, tal es el caso de Juan Rulfo: “El Llano en llamas” (1953) y “Pedro Páramo” (1955), del cubano José Lezama, “Lima”, muy poco conocido hasta entonces, que ya había publicado su famoso “Paradiso” (1966), el uruguayo Juan Carlos Onetti (“El astillero” (1961) y “Juntacadáveres” (1964). Entre ellos se encuentran también Alejo Carpentier (“El siglo de las luces”, 1962), Guillermo Cabrera Infante (“Tres tristes tigres”, 1967), cubanos los dos, el chileno José Donoso, con su “El obsceno pájaro de la noche” y el paraguayo Augusto Roa Bastos con “Yo el supremo”, 1974, y una verdadera pléyade de escritores y novelistas latinoamericanos que de una u otra forma se vieron vinculados con el boom, a excepción de Jorge Luis Borges, que venía publicando desde 1920, ya que de alguna manera el autor de “Ficciones”, 1944, el “Aleph” 1949 y “El hacedor”, 1960, fue el gran contraste del boom. Pero no es sólo la literatura el medio a través del cual se expresan el alma y el espíritu latinoamericano; está la música, con el bolero, el tango, el valse y el huaylo; el cine, en el que sobresalen México, Argentina y Cuba, la arquitectura, que influida por distintas tendencias adquiere en el siglo XX una poderosa identidad que se nutre de los aportes particulares de cada país, las artes plásticas en las que a lo largo del siglo XX ha dejado sentir la influencia europea y norteamericana, a la vez que intentado rescatar su propia identidad en especial a partir de la recuperación de las raíces precolombinas y el registro de su realidad social y política.
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Los orígenes de esta recuperación estética sobre todo en la pintura, acaso se encuentren en el muralismo mejicano, surgido a raíz de la Revolución Mexicana y por impulso de José Vasconcelos desde la Secretaría de Educación Pública (1921-24) y en el que se destacan las figuras de Diego Rivera, José Clemente Orozco, David Alfaro Sequeiros. Influenciados por el muralismo. Rufino Tamayo, Frida Kahlo y Remedios Varo buscaron nuevas formas expresivas en la pintura mexicana, mientras que en Ecuador Oswaldo Guayasamín, Nicolás Kigman y otros brindaban al indigenismo nuevos aportes estéticos y de denuncia desde la pintura. CARACTERÍSTICAS AMERICANA
DE
LA
CULTURA
CONTEMPORÁNEA
LATINO-
América Latina es una región del mundo que se ha caracterizado por poseer rasgos culturales propios que se derivan de su particular desarrollo histórico y de la forma cómo se asumen los aportes de los diversos pueblos que la integran. Si, como conocemos, la cultura se refiere a modos de comportamiento, ésta puede también identificarse en las realizaciones materiales, simbólicas o rituales que son significativas para el desarrollo de los pueblos. De alguna manera en América Latina se puede señalar que existe un conflicto entre tradición y modernidad que no ha sido resuelto en su totalidad. Generalmente se admite como parte de la cultura latinoamericana solamente aquello que se deriva de tradiciones históricas antiguas sin que se admita a plenitud el derecho que les asiste a los creadores contemporáneos de insertarse en el mundo desde una perspectiva amplia y convertirse en creadores de una cultura propia. Sin embargo, el desarrollo acelerado de las culturas urbanas, que se deriva de los procesos de cambio de la estructura poblacional, especialmente acentuados en los últimos años, ha permitido la consolidación paulatina de nuevas manifestaciones culturales aunque esto conlleve la lenta desaparición de formas tradicionales ahora en gran medida restringidas a grupos minoritarios de la población; ha habido, acentuémoslo, también en muchos países de América Latina un flujo intenso de lo popular o lo tradicional a lo contemporáneo como ha sucedido con la música de raíces africanas que hoy caracteriza a la llamada “música tropical latinoamericana”, pero este no es un fenómeno general ni ha beneficiado por igual a todos los sectores de la población. En el mundo actual se identifica a “lo latinoamericano” en forma bastante confusa y este concepto responde en gran medida a estereotipos que surgen desde los centros de dominio. En realidad debemos admitir que la gran diversidad cultural e histórica de nuestro continente hace casi imposible definir a la cultura latinoamericana en forma unitaria sino que obliga, por el contrario, a aceptar su gran variedad que es, entre otras razones, el origen de su riqueza. CULTURAS RURALES, CULTURAS TRADICIONALES A lo largo de América Latina podemos identificar la existencia de una cultura rural de fuerte arraigo y que se sustenta en los modos de vida tradicionales hoy sometidos a cambio. Entre estas manifestaciones tradicionales podemos destacar algunas como las festividades populares, en las que se conjugan el arte, la música, los rituales, los fuegos artificiales y las creencias de la gente. Por ejemplo, forman parte de la cultura tradicional de América Latina las prácticas dirigidas a los difuntos y que conocen en México su mayor difusión. El día de difuntos, el 1 de noviembre de cada año, miles de indígenas y mestizos mexicanos acuden a los cementerios para recordar festiva y jocosamente a sus
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muertos, así en el pueblo de Janitzio, situado en el lago de Pátzcuaro, las tumbas son adornadas de papeles de colores, los muertos reciben serenatas y comidas y a lo largo de la noche se desarrolla una verdadera fiesta en el cementerio; en el ámbito urbano se fabrican calaveras de azúcar que se regalan a los amigos y que son recibidas con alegría. En los Andes ecuatorianos subsiste la costumbre de preparar la colada o mazamorra morada que junto con las guaguas de pan se destinan a ofrenda para los muertos y en algunos pocos pueblos todavía se practican juegos funerarios como el huayro o se realizan rituales como el lavado del cinco. Todos estos rasgos se sustentan en la adaptación de las prácticas funerarias precolombinas a las creencias cristianas actuales. Algunas fiestas tradicionales conocen gran éxito como las celebraciones del carnaval o diablada que se realizan en el pueblo de Oruro en Bolivia o el complejo y barroco carnaval brasileño que asume su manifestación más pura en la ciudad norteña de Bahía; a estas fiestas acuden miles de visitantes de todas partes del mundo y son motivo de atractivo turístico. Otras se realizan entre unos pocos parientes o amigos y apenas sí suscitan interés aunque en algunos casos como en el peregrinaje al santuario del Señor de Qoillur Riti en Perú asistan miles de fieles, como es el caso también de nuestra romería de la Virgen del Cisne. Otro aspecto complejo de la tradición popular se encuentra en las artesanías que nutriéndose de motivos y técnicas tradicionales satisfacen todavía las necesidades prácticas y estéticas de millones de personas; entre ellas se cuentan tejidos, cestería, joyas, cerámica, talla en madera, fundición de metales, cerería, talabartería, carpintería, laudería (o fabricación de instrumentos musicales), talla en piedra, pintura, plumería y decenas de manifestaciones más. Por igual asumen importancia extraordinaria las manifestaciones musicales populares que poseen también gran diversidad como puede observarse en la existencia de ritmos tales como el malambo argentino, el huayno peruano, el yaraví ecuatoriano, el choriño brasileño, el bambuco venezolano, mucho menos conocidos que el tango, el valse, el pasillo, la samba o el corrido. Los instrumentos varían grandemente en su origen y características y así encontramos marimbas y tambores de origen africano, requintos, charangos, arpas, violines, guitarrones de origen europeo, maracas, zampoñas, rondadores, pingullos de origen indígena y miles de instrumentos más. Aunque no se han recogido sino fragmentos de la rica literatura oral latinoamericana, lo poco que se conoce muestra la diversidad de cuentos, mitos, leyendas, coplas, poesías y tradiciones del continente. Destacamos, por ejemplo, la existencia en la provincia de Esmeraldas en el Ecuador de las poesías llamadas “décimas” que son compuestas e interpretadas por maestros decimeros que, careciendo de instrucción formal, son capaces de seguir complejas reglas de composición literaria. LA PINTURA El carácter de la cultura latinoamericana contemporánea se ha manifestado en las artes plásticas de forma muy poderosa. Desde inicios del siglo XX los movimientos estéticos latinoamericanos encontraron un lugar especial; así, a partir de la Revolución Mexicana se desarrollará el movimiento nacionalista que encuentra su máxima expresión en los muralistas Diego Rivera, José Clemente Orozco y Rufino Tamayo, al mismo tiempo la refinada y dolorosa pintura de Frida Kahlo mostrará una obra única inspirada con claridad en la
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cultura popular mexicana y en su propia y desgarradora experiencia personal; en los años recientes se reconocerá a esta pintora como una de las más grandes artistas contemporáneas. LA ARQUITECTURA En América Latina la arquitectura ha sido un desafío permanente para superar las contradicciones del espacio y las rupturas históricas que se han producido a lo largo del tiempo (entre arquitectura precolombina y colonial, entre renacentista y barroca, entre barroca y romántica, entre romántica y moderna, etc.), por ello no es extraño que el más grande proyecto arquitectónico latinoamericano sea un proyecto utópico, el de la construcción de una ciudad perfecta salida de la nada, la nueva capital del Brasil: Brasilia. Ante el conflicto por la situación de la capital brasileña en Río de Janeiro o Sao Paulo (hay que recordar que el Brasil es uno de los pocos países latinoamericanos cuya capital ha cambiado a lo largo del tiempo) el gobierno de Juscelino Kubitschek decide en 1956 construir en el corazón del Brasil una nueva capital. Bajo la dirección de Oscar Niemayer se escoge el proyecto de Lucio Costa que se construirá rápidamente aunque no sin problemas hasta que en 1970 toda la sede del gobierno se traslada a la nueva ciudad. LA MÚSICA Ha seguido patrones tradicionales y foráneos que han adquirido carta de naturalización en el continente. Desde el primer y el segundo tercio del siglo XX se desarrolla el trabajo de grandes compositores clásicos que desarrollan el género nacionalista en mayor o menor medida. Destacan entre ellos el nombre de Heitor Villalobos, Silvestre Revueltas, Julián Orbón y Alberto Ginastera, quienes componen piezas de intenso carácter americano sustentadas en una brillante interpretación de las tradiciones culturales regionales y universales. Entre la música juvenil contemporánea han sido los compositores e intérpretes argentinos los que mejor han sabido captar el significado de un “rock latinoamericano” habiendo creado excepcionales obras del más distinto género y estilo. En Argentina a partir de los años setenta, y en plena dictadura militar, el rock se convierte en una expresión juvenil de carácter nacional y capaz de atraer multitudes enormes a los conciertos que se realizan en lugares abiertos o en los estadios de fútbol como el Monumental de River Plate. Entre los grupos que surgen se destacan voces como las del dúo “Sui Géneris”, la del guitarrista y cantante Luis Alberto Spinetta o el sutil compositor Miguel Abuelo; más adelante al separarse de Sui Géneris el rockero Charly García emprenderá una rutilante y azarosa carrera en colectivo o en solitario siendo el eje de un extenso movimiento que dará paso a compositores y cantantes como Fito Páez o el grupo Soda Stereo liderado por Ceratti. EL CINE El cine latinoamericano ha conocido momentos de gloria y oscuridad. A la época de oro del cine mexicano de los años cincuenta siguió una lenta decadencia con películas de pésima calidad argumental y técnica apenas destacándose algunas de las comedias tardías de Mario Moreno, Cantinflas,
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pero a partir de la década de los 90 algunos jóvenes directores como Ignacio López Iñarritu dan una nueva orientación a la producción, la dirección y la actuación lográndose obras de gran impacto como la extraordinaria película “Amores Perros” situada en ciudad de México y que refleja las contradicciones de la gran urbe en una estética oscura y de profundo significado. A esta obra le han seguido otras de diverso nivel algunas de las cuales han recibido una excelente acogida de la crítica internacional. LA LITERATURA Los escritores latinoamericanos han desarrollado una tarea de gran calidad y significado creando una tradición literaria de carácter único en el mundo. Más allá del movimiento mal llamado del “boom latinoamericano” o del “realismo mágico” los novelistas, poetas, ensayistas y cuentistas latinoamericanos crean obras complejas de gran belleza y sensibilidad incursionando en muy diversos estilos y géneros. Algunos nombres destacados son el mexicano Octavio Paz, el chileno Pablo Neruda, los argentinos Julio Cortázar, Jorge Luis Borges o Ernesto Sábato, el peruano Mario Vargas Llosa, el colombiano Gabriel García Márquez, el uruguayo Mario Benedetti, el cubano Alejo Carpentier o el brasileño Jorge Amado. La lectura de estas obras remite a la imaginación y la realidad de una América Latina compleja y variada desde visiones de carácter desgarrado como en Sábato, reflexivo e intelectual como en Borges, pleno de imaginación e ironía como en Cortázar, hasta miradas sobre el barroquismo de la selva como en García Márquez o la reflexión ensayística radical de Paz. DIVERSIDAD CULTURAL Y GLOBALIZACIÓN EN AMÉRICA LATINA Los cambios culturales que van aparejados a la globalización tienen un profundo impacto sobre América Latina; como hemos señalado, las culturas tradicionales han sufrido profundos cambios y la presencia de otras manifestaciones culturales es frecuente en nuestro continente. Sin embargo, en América Latina encontramos una gran riqueza y diversidad que nutriéndose del mestizaje, con sus orígenes múltiples indígena, africano, asiático, español, se enriquece con los aportes de los nuevos mestizajes hasta llegar a plantearse el fenómeno que el escritor argentino Néstor García Canclini llamará de “hibridación cultural” es decir la capacidad de asumir los rasgos de la cultura global sin perder de vista una identidad local. No debe desconocerse, empero, que los cambios derivados de nuevos patrones de consumo de la cultura pueden convertir a extensos sectores de la población latinoamericana en meros consumidores de la cultura estadounidense, que se asume sin criterio y como si fuese una forma válida de cultura para nuestro entorno. Los riesgos de la imitación de los patrones de una cultura basada en la violencia, el consumo, las drogas, la publicidad, la discriminación, son muy grandes y cada ciudadano deberá reflexionar sobre las razones de asumir estas formas culturales o la conveniencia de reforzar otros modelos.
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PALABRAS CLAVE cultura globalización consumo tradición modernidad cambio cultural entorno urbano
ritual mestizaje artesanía
patrones de cultura tradición oral géneros musicales
CUESTIONARIO
¿Cómo se entiende la diversidad cultural latinoamericana? ¿Qué significa el conflicto entre modernidad y tradición en América Latina? Señale algunas importantes contribuciones de América Latina en la pintura, la arquitectura, el cine, la música y la literatura.
TEMAS PARA REDACCIÓN O PRESENTACIÓN ORAL 1. 2. 3. 4. 5. 6.
Investigue y luego redacte un trabajo sobre la música tradicional latinoamericana. ¿En qué circunstancias históricas se desarrolló el movimiento muralista mexicano? ¿Cuáles son los rasgos principales de la obra de la pintora mexicana Frida Kahlo? Realice un pequeño comentario sobre la película “Amores Perros”. Realice un trabajo de investigación sobre algunos grupos de música juvenil contemporánea en México. Consulte y profundice en temas de la cultura latinoamericana tales como la literatura, la arquitectura, la pintura, la música y el cine.
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ÍNDICE Página 3 4 6
Prólogo Evaluación del Primer Ciclo Común Índice de Contenidos UNIDAD 1: SÍNTESIS GEOGRÁFICA DE AMERICA LATINA 1. Presentación 2. Sumario 3. Objetivos de la Unidad Palabras Clave Cuestionario Temas para redacción o presentación oral Referencias bibliográficas
7 7 7 7 8 9 9 9
UNIDAD 2: SINOPSIS HISTÓRICA DE AMÉRICA LATINA 1. Presentación 2. Sumario 3. Objetivos de la Unidad La América Nuclear La Colonización Española Explotación de la fuerza de trabajo indígena Explotación de metales preciosos La Gran Propiedad Agrícola La Organización Social en la Colonia La Esclavitud La Declinación del Período Colonial La Independencia y los Nuevos Estados Palabras Clave Cuestionario Temas para redacción o presentación oral Referencias bibliográficas
11 11 11 11 11 14 14 15 16 16 17 18 19 21 21 21 22
UNIDAD 3: AMÉRICA LATINA Y EL DESARROLLO 1. Presentación 2. Sumario 3. Objetivos de la Unidad América Latina y el Sistema Capitalista Mundial La Falsa Independencia: El comercio con las Grandes Potencias La Segunda Revolución Industrial: Consecuencias en América Latina, Actividad Industrial y Desarrollo Tecnológico La Nueva Revolución Tecnológica El Desarrollo Contemporáneo de América Latina El Desarrollo Sustentable: Origen y Concepto Caminar hacia un Desarrollo Sustentable La Deuda Externa Latinoamericana El Endeudamiento Trayectoria El Shock El Papel del Fondo Monetario Internacional La Crisis de la Deuda Externa en América Latina Deuda Externa, Programas de Ajuste Estructural y Fuga de Capitales Cuadro Estadístico de la Deuda Externa en América Latina Globalización y Globalizaciones
23 23 23 23 24 24
I
28 29 30 31 32 34 34 34 35 35 36 37 38 38
ÍNDICE
Las Diferentes Olas de la Globalización Aldea Global y Globalización ALCA: Área de Libre Comercio de las Américas Palabras Clave Cuestionario Temas para redacción o presentación oral Referencias bibliográficas
Página 39 40 41 47 47 48 49
UNIDAD 4: AMÉRICA LATINA Y EL PROBLEMA AMBIENTAL 1. Presentación 2. Sumario 3. Objetivos de la Unidad Explotación de los Recursos Naturales y Deterioro Ambiental Suelos Agua Política y Gestión de los Recursos Naturales Mecanismos de Pago por Servicios Ambientales El Proyecto FACE en Ecuador Las Ciudades: Contaminación Palabras Clave Cuestionario Temas para redacción o presentación oral Referencias bibliográficas
51 51 51 51 51 52 54 56 58 59 60 61 62 62 63
UNIDAD 5: ESTADO Y POLÍTICA EN AMÉRICA LATINA 1. Presentación 2. Sumario 3. Objetivos de la Unidad Conformación y Consolidación de los Estados Nacionales Primera Fase Segunda Fase Tercera Fase Crisis Económica, Nuevas Dictaduras y Movimientos Nacionalistas (1929-1945) La Dependencia: Entre la Revolución y la Reforma (1945-1980) De los Ochenta al Tercer Milenio (1980-2000) Palabras Clave Cuestionario Temas para Redacción o Presentación Oral Referencias Bibliográficas
65 65 65 65 65 66 67 69
UNIDAD 6: POBLACIÓN, ETNIAS Y SOCIEDAD 1. Presentación 2. Sumario 3. Objetivos de la Unidad La Población Latinoamericana entre finales del Siglo XIX y comienzos del XX La Explosión Demográfica La Migración en América Latina: Migración Interna e Internacional Tendencias de la Migración Internacional Causas de la Emigración Internacional en América Latina Análisis de algunos de los Impactos de la Migración Razonas por las que salen los ecuatorianos (cuadro)
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II
70 71 74 76 76 76 76
77 79 82 83 84 85 87
ÍNDICE Página Etnias y Mestizaje en América Latina Algunos aspectos de la Vida Social en América Latina Delincuencia y Narcotráfico Diferencias Socioeconómicas Educación Palabras Clave Cuestionario Temas para Redacción o Presentación Oral Referencias Bibliográficas
87 89 89 89 90 91 91 91 92
UNIDAD 7: RELIGIÓN CRISTIANA Y SOCIEDAD 1. Presentación 2. Sumario 3. Objetivos de la Unidad La Cristiandad La Conquista Espiritual de América Papel de la Iglesia La Iglesia Tradicional La Nueva Iglesia Teología y Economía de la Liberación: América Latina, 500 años de muerte, despojo y explotación La Conquista continúa La Teología de la Liberación y la Crítica al Capitalismo Lectura Complementaria: La Formación de Empresarios y la Dirección de Empresas Corrientes del Pensamiento Contemporáneo La Pedagogía Liberadora La Teología de la Liberación Economía de la Solidaridad Palabras Clave Cuestionario Temas para Redacción o Presentación Oral
98 101 101 101 102 103 103 103
UNIDAD 8: IDENTIDAD Y CULTURA CONTEMPORÁNEA EN AMÉRICA LATINA 1. Presentación 2. Sumario 3. Objetivos de la Unidad Rasgos Culturales Características de la Cultura Contemporánea Latinoamericana Culturas Rurales, Culturas Tradicionales La Pintura La Arquitectura La Música El Cine La Literatura Diversidad Cultural y Globalización en América Latina Palabras Clave Cuestionario Temas para Redacción o Presentación Oral
105 105 105 105 105 107 107 108 109 109 109 110 110 111 111 111
III
93 93 93 93 93 94 95 95 95 96 96 97