Diálogo 17 Nueva Época/La Protesta Social en la América Latina

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Publicación mensual de FLACSO

Nueva época, Año II, No. 17, agosto de 2002 / 1

Publicación mensual de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales/FLACSO-Guatemala. Nueva época, Año II, No. 17, agosto de 2002

* Profesor investigador del posgrado de sociología del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. ** Historiador y sociólogo, doctor en Estudios Latinoamericanos, profesor investigador del posgrado en sociología del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma de Puebla y miembro del Sistema Nacional de Investigadores de México. Las opiniones expresadas en este suplemento son de la exclusiva responsabilidad de sus autores.


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ENTRE

Nueva época, Año II, No. 17, agosto de 2002

LA CRISIS Y EL

CONFLICTO: UN BALANCE RECIENTE SOBRE

AMÉRICA LATINA1 Carlos Figueroa Ibarra

No resulta irrelevante constatar que en buena parte de la literatura sociológica y de ciencia política acerca de las transiciones democráticas y procesos políticos en América Latina, la protesta popular y las movilizaciones sociales en general no aparezcan como un factor importante a ser tomado en cuenta en el análisis de dichas transiciones y procesos. Es posible constatarlo al leer el libro de Julio Cotler y Rome Grompone sobre la caída de Alberto Fujimori en Perú. A no ser por una mención ocasional a la marcha de los cuatro Suyos, la protesta popular apenas aparece. Sin embargo, al analizar todo el proceso político que antecedió a la renuncia del alguna vez poderoso presidente peruano, la protesta social resalta como algo muy importante. Desde 1992 hubo importantes movimientos sociales en diversas regiones de Perú

es una publicación de FLACSOGuatemala y de elPeriódico.

Secretario general de FLACSO Wilfredo Lozano San José, Costa Rica CONSEJO ACADÉMICO DE FLACSO-GUATEMALA Víctor Gálvez Borrell-director Virgilio Álvarez/Walda Barrios-Klée/Silvel Elías/ Gisela Gellert/Claudia Dary/Irene Palma/ Edelberto Torres-Rivas Tels: (502) 362-1431 al 33 Fax: (502) 332-6729 Correo electrónico: flacsoguate@flacso.edu.gt Página web: http://www.geocities.com/athens/rodes/9162 Coordinación de edición: Hugo de León Diseño de portada: José Bolaños Diseño, edición y diagramación: Magna Terra editores Esta edición es posible gracias al apoyo financiero de la agencia sueca de desarrollo internacional ASDI / SAREC

30,000 ejemplares

«Hay una creciente insatisfacción en amplios sectores de las distintas sociedades de la región»

protestando por la arbitraria desaparición de los poderes regionales dispuesta por el mismo Fujimori, continuando por el hecho de que en la década de los 90 hubo una significativa movilización contra las medidas neoliberales promulgadas por dicho presidente, las cuales tuvieron tanto éxito que Fujimori decidió restringir el derecho de referéndum para cuestionar las mismas. Desde el anuncio de que Fujimori intentaba reelegirse para desempeñarse en un tercer período presidencial la movilización no paró, empezando por la marcha de los cuatro Suyos en julio de 1999, continuando por diversas concentraciones de masas observadas en el primer semestre de 2000 y por una segunda marcha de los cuatro Suyos que llegó a concentrar en julio del mismo año a más de 100,000 personas en las calles de Lima. Cuando el presidente Fujimori renunció desde Tokio, las diversas organizaciones sociales habían convocado a una huelga general para el 25 de noviembre de ese año. 1

Versión resumida de la presentación hecha por el autor en el foro «La protesta social en América Latina», realizado el 17 de julio de 2002, organizado por FLACSO-Guatemala y el Programa Centroamericano de Ciencias Sociales de las tres FLACSO en Centroamérica (Costa Rica, El Salvador y Guatemala).

Independientemente de la anterior argumentación, hay que constatar lo que en otro contexto parecería una verdad de perogrullo: que han sido muy importantes las protestas populares durante la última década del siglo XX y en los primeros años del siglo XXI. Tan importantes que han dado lugar a significativos efectos políticos y sociales en aquellos países en los cuales se han observado. Pero antes de entrar a analizar estos efectos habría que hacer unas breves consideraciones sobre el contexto general que origina las protestas sociales en América Latina. Tal parece que dicho contexto estriba en la profunda contradicción que se da entre el proceso político que ha llevado a muchos países del área a adoptar la democracia representativa como sistema político y el cambio esencial en el patrón de acumulación que en el mundo se ha venido implantando desde mediados de la década de los 70. Las democracias políticas en América Latina –un sistema que supuestamente tendría que garantizar la igualdad jurídica y política de los miembros de una comunidad– se empezó a implantar en un momento en que también avanzaba un modelo de acumulación, el neoliberal, que ha profundizado la desigualdad en el planeta en general, y en particular en Lati-


Publicación mensual de FLACSO noamérica. Hay una creciente insatisfacción en amplios sectores de las distintas sociedades de la región como consecuencia de los efectos de lo que David Harper ha llamado la «acumulación flexible».

Nueva época, Año II, No. 17, agosto de 2002 / 3 protagonizaron los pueblos indígenas de Ecuador, encabezada por el Consejo Nacional Indígena (CONAI). Todos estos hechos fueron precedidos o fueron el factor desencadenante de importantes ciclos de protesta popular.

representaciones teatrales, encadenamientos a puertas de edificios públicos, bocinazos y apagones. Finalmente, detrás de los piqueteros también aparecen las mejores tradiciones del movimiento obrero argentino; detrás de los zapatistas una acumulación de experiencias que nace de las concepciones guerrilleras de los años 60 o 70, y detrás de la eclosión étnica en Guatemala se encuentra la experiencia de la insurgencia de las décadas pasadas.

©Hugo de León

Los efectos de este patrón de acumulación Todas estas protestas son hechos en los se evidencian en la implantación de democracias que coexisten viejos y nuevos sujetos sociales, electorales que coexisten con una notable inefi- viejas y nuevas formas de lucha, y también, a la cacia administrativa, una inefectividad de la ley y par de su novedad, las mismas son expresión un crecimiento no desdeñable del particularismo, de experiencias acumuladas desde décadas expresado en la corrupción en el seno del Estado atrás por los movimientos sociales en los distintos Las protestas populares en América Latina y en el clientelismo como mecanismo para garan- países. han tenido también efectos políticos y sociales tizar resultados electorales para los partidos en que no pueden ser desestimados. Es posible disputa. La creciente ofrecer someramendesconfianza en las te algunos ejemplos. instituciones del EsEl ciclo de protesta tado, tales como el popular que desensistema de adminiscadenó el caracazo tración de justicia, adede 1989 terminó bamás de los partidos rriendo el sistema de políticos, crea vacíos partidos políticos que estatales que ocupan se había instaurado poderes y códigos o en Venezuela desde legalidades informael Pacto de Punto les. El aumento desFijo en 1959. Las puemesurado de la delinbladas argentinas cuencia común y orterminaron expulsanganizada en los dido de su cargo al arversos países de la tífice del neoliberaregión, se convierte lismo en dicho país y por todo lo anterior en derrocaron a dos prela forma siniestra y sidentes. Los zapapolicíaca de la lucha tistas provocaron que «Todas estas protestas son hechos en los que coexisten viejos y de clases. nuevos sujetos sociales» el Partido Revolucionario Institucional terPero la crisis sominara su hegemocial y el descontento nía casi absoluta en Chiapas, propiciaron un Al mismo tiempo que es visible en buena también tienen formas de manifestarse a través reparto agrario en dicho estado como no se había de la protesta social. En los últimos años tres parte de estas protestas la clase obrera orgahan sido los momentos climáticos de la protesta nizada en sindicatos, aparecen igualmente los observado antes y fueron uno de los factores del en América Latina. El primero de ellos lo obser- cocaleros de Colombia y Bolivia, muchos de colapso de la hegemonía del presidente Carlos vamos en febrero de 1989, cuando un amotina- ellos ex mineros o ex trabajadores industriales Salinas de Gortari. miento contra medidas de carácter neoliberal tuvo lugar en Caracas y en otras ocho ciudades de Venezuela. Un segundo momento lo encontramos con el alzamiento zapatista en Chiapas, en el sur de México, en enero de 1994. Y un tercero protagonizado por la rebelión expresada en las «puebladas» en Buenos Aires y otras ciudades argentinas entre el 19 y 20 de diciembre de 2001. En medio de estos hechos, habría que agregar como momentos notables de protesta social el proceso observado entre 1999 y 2000 en Perú y, por supuesto, la gran movilización social que

que han encontrado en el cultivo de esta planta una alternativa de sobrevivencia. Una buena parte de los integrantes del Movimiento de los Sin Tierra (MST) de Brasil, también fueron obreros metalúrgicos o son marginales urbanos. Los “piqueteros” de Argentina son, en grado significativo, desempleados que han encontrado en los cortes de ruta, las ollas populares y las asambleas, parte de la construcción de una nueva identidad. A la par de las huelgas, los motines y tomas de alcaldías, se encuentran marchas carnavalescas, crucifixiones, desangramientos,

Cabe finalizar esta sumaria exposición diciendo que pese a que en muchas de estas movilizaciones se advierte un rechazo implícito o explícito al sistema capitalista en particular y a su expresión neoliberal, el gran dilema radica en la construcción de una alternativa social a lo que se repudia. Es posible pensar que éste seguirá siendo el dilema fundamental de la protesta social, no solamente en Latinoamérica, sino en el planeta entero en los próximos años.


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Nueva época, Año II, No. 17, agosto de 2002 moderno. La legitimación es una especie de salto mortal de la política; es una suerte de prestidigitación que permite la creación de un campo imaginario donde del sombrero de copa no sale un conejo sino la igualdad y la libertad como «realidades concretas», aunque sean el resultado de una abstracción.

ZAPATISTAS

Y

PIQUETEROS:1 LA EMERGENCIA CRÍTICA DE LOS SUJETOS

Sergio Tischler En su forma dominante, la política ha sido hasta el día de hoy una construcción vertical. Ello porque ésta ha sido la forma en que las relaciones de poder y dominación se han legitimado. La democracia liberal no escapa a dicha trama. El aparato institucional (partidos políticos, burocracia administrativa, policía, ejército, etc.) es una forma de verticalización en la sociedad capitalista, donde la legitimidad se vincula a la defensa del individuo y la propiedad privada, del individuopropietario, o lo que se ha llamado el individualismo posesivo. Sin embargo, legitimidad y verticalización no son una misma cosa, sino aspectos contradictorios del proceso político 1

Versión resumida de la presentación del autor en el foro «La protesta social en América Latina», realizado el 17 de julio de 2002, organizado conjuntamente por FLACSO-Guatemala y el Programa Centroamericano de Ciencias Sociales de las tres FLACSO en la región (Costa Rica, El Salvador y Guatemala).

La abstracción hace que individuos desiguales socialmente sometidos a relaciones de dominación y de explotación aparezcan como iguales. Una de las funciones de los partidos políticos del sistema (y del aparato estatal) es procesar el paso de lo social a lo político; el movimiento desde la desigualdad social a la igualdad jurídica, preservando la fuente de la asimetría social cristalizada en las relaciones de propiedad. No todos los partidos tienden a lo mismo, pero en las condiciones actuales la mayor parte constituye una mediación en ese proceso de legitimación. En otras palabras, en la definición hegemónica la forma partido es una mediación que implica la unidad contradictoria de la política como verticalización (poder) y como legitimación (consenso). Una cuestión similar ocurre con las ciencias sociales. Cuando se refieren a los movimientos sociales tienden a separar el conflicto social del conflicto político en compartimentos. De tal manera, dichos movimientos quedan encerrados conceptualmente en una esfera de acción social que tiene su propia naturaleza y que es, por definición, diferente a la esfera de la política. Entre ambas esferas habría, a lo sumo, una suerte de nexo externo. Con ello se consagra la idea que la política es el reino de lo universal, y la esfera social el reino de lo particular. Partimos de la idea que, conceptualmente, el problema del sujeto social en la sociedad moderna es parte de la trama capitalista; es decir, la forma capital implica una relación de fuerzas que contiene al sujeto, pero en la forma de su negación. Con esto queremos decir que la separación entre la esfera de lo social y la esfera

de lo político es parte constitutiva de la dominación del capital, una forma de fragmentación del sujeto social. Así el desarrollo de una teoría crítica del sujeto social implica el reconocimiento de la naturaleza conflictiva y antagónica de nuestra realidad social y al sujeto proceso de negación de esa realidad; esto es, como proceso de organización de la subjetividad antagónica (en esa concepción no sólo se desafía la separación artificial entre lo social y lo político, sino la forma vertical de la configuración de los sujetos). En el sentido señalado arriba, ¿cuál o cuáles serían las características que hacen de algunos movimientos sociales en América Latina una crítica real de lo existente? Me parece que se pueden definir algunas a partir de la experiencia del neozapatismo y de ciertas manifestaciones organizativas surgidas de la crisis social argentina, como los piqueteros y las asambleas de barrios. Una de las características que me gustaría comentar es la siguiente. Los movimientos antes señalados no se agotan en reivindicaciones particulares, ya sean de carácter económico, político, étnico o de género. La lucha por las reivindicaciones indígenas en el zapatismo, por ejemplo, tiende a la resignificación de la nación y el Estado en México, cuestión que conlleva también una crítica radical al capitalismo neoliberal. En ese discurso, la exclusión (la condición indígena) es un síntoma de una dominación que envuelve al conjunto de la sociedad y que cristaliza en una determinada forma de Estado. De tal suerte, el racismo es percibido como dimensión de una identidad construida como parte de una relación de dominio, lo cual tiene la virtud de poner en entredicho la dimensión ética del poder constituido. La democracia es buena, pero una democracia que extrae su concepto de la exclusión y la dominación supone una contradicción. Esa «revelación» de lo reprimido en lo existente es una de las grandes virtudes del zapatismo. Éste no actúa de la manera ortodoxa, aplicando un conjunto de principios estereotipados (los cuales operan como un «desde afuera», un a priori o una receta) al orden del capital. Procede, por el contrario, desde adentro, desde la fisura de lo existente, como movimiento de revelación crítica de las contradicciones del capital y sus conceptos. De esa manera, se puede identificar la trama interna del racismo y de la identidad (basada en la exclusión) con el proceso de fragmentación


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de los sujetos sociales, y prefigurar en un mismo gesto un concepto crítico de «sociedad civil». Sabemos que el concepto «sociedad civil» implica la centralidad del individuo ligado a la propiedad privada (el individualismo posesivo). De tal suerte, la noción de sujeto que dicho concepto entraña es la del capital (pues aquí la burguesía es encarnación del capital, como diría Marx), lo cual es una manifestación de un tipo específico de hegemonía. Si no que lo diga la llamada izquierda institucional, la que se ha cuidado de depurar su vocabulario de los últimos vestigios gramscianos que le conferían a dicho concepto una fuerza crítica. En el vocabulario zapatista, la sociedad civil aparece como un movimiento crítico, a «contrapelo» de la forma dominante. Parafraseando a Walter Benjamín, podríamos decir que la visión zapatista de sociedad civil surge de una situación de emergencia, vista ésta en dos dimensiones: como el peligro de la pérdida de la memoria colectiva ligada a la lucha en una situación de derrota y de reforzamiento de la dominación, y como conciencia de la necesidad de la configuración de un nuevo sujeto. En dicha visión, que es una suerte de proceso que va del desgarramiento o dimensión sensible hacia el concepto –sin aniquilar el desgarramiento como fuente del mismo concepto–, se encuentra la fuente de una noción alternativa de sujeto; lo cual es un proceso dirigido a superar las categorías verticales de construcción de la política, como las que se reproducen en la fórmula dominante sociedad civil-Estado, o en la visión instrumentalortodoxa de la clase obrera subordinada al

«Sin lugar a dudas, esos movimientos son un desafío para la izquierda tradicional.»

partido. Por cierto, ésa es una visión más cercana a la noción de lucha de clases en Marx que a las formas de acción de la izquierda en el siglo recién pasado. Para dicho autor, la afirmación de tal clase era un momento del movimiento de la negación de la dominación. En otras palabras, la crítica avanzaba deconstruyendo las categorías verticales de la política. Nos parece que los zapatistas no parten de una idea de clase en abstracto; parten de la idea de pueblo asociada a la de sociedad civil y a la de trabajo. Para ellos, el movimiento de las múltiples expresiones del trabajo en la trama de la dominación capitalista podría dar lugar a una

resignificación de lo popular, así como a una construcción del concepto de sociedad civil desde el lado de la subjetividad antagónica. El movimiento de los piqueteros y de las asambleas de barrio en Argentina sigue una lógica similar. Son movimientos sociales cuya definición atraviesa por la crítica a los partidos del sistema (en cuenta a los que se sitúan en la zona difusa llamada izquierda). Pero esa posición no es un capricho o un pesimismo que se cierra en sí mismo; implica la transformación de la desilusión en crítica de lo existente a partir de la recuperación de la utopía. Una recuperación que es patrimonio de los oprimidos y explotados, de aquellos que pueden pensar que la política en la acepción dominante es parte de la trama de la dominación del capital. En otras palabras, esos movimientos sociales son parte de la crítica práctica y conceptual, sin la cual el futuro sería una repetición ampliada del presente, un tiempo vacío y homogéneo, en palabras de Benjamin. Ir a «contrapelo» es su consigna, una consigna que supone luchar por quebrar ese tiempo, que es el tiempo de la dominación. Sin lugar a dudas, esos movimientos son un desafío para la izquierda tradicional en tanto formas de crítica a la trama vertical de constitución de la política, y abren un espacio imaginario para pensar la izquierda más como un movimiento que como una institución.

Hugo de León ©


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Noticias FLACSO

Con el seminario-taller «Periodismo investigativo en procesos de paz» y la premiación de los ganadores del Concurso Reporteando la Paz, en el que participaron numerosos estudiantes de ciencias de la comunicación y periodistas departamentales, concluyó la actividad organizada por la Misión de las Naciones Unidas para Guatemala (MINUGUA), elPeriódico y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales FLACSO-Sede Guatemala. En el acto de premiación intervinieron Tom Koenigs, representante especial del Secretario General de las Naciones Unidas y Jefe de Misión en Guatemala; Víctor Gálvez Borrell, director de FLACSO-Guatemala, y Juan Luis Font, director de elPeriódico. Por su parte, la periodista Ana Carolina Alpírez, en representación del jurado calificador,

Hugo de León ©

CONCLUYE CONCURSO REPORTEANDO LA PAZ

De izquierda a derecha: Juan Luis Font, director de elPeriódico; Tom Koenigs, representante del Secretario General de las Naciones Unidas en Guatemala, y Víctor Gálvez Borrell, director de FLACSO-Guatemala.

dio a conocer los ganadores del concurso, resultando favorecido con el premio único en la rama de periodistas departamentales Adolfo Leonidas Camas, y con el mismo reconocimiento en la rama de estudiantes Claudia Lorena Vásquez. El jurado calificador decidió otorgar mención honorífica a Norma Concepción Laj. Como última actividad del acto de premiación se presentó el panel «Libertad de prensa y poder en Guatemala», en el que se contó con

la participación de Iduvina Hernández, directora de José Eduardo Valdizán, director de Radio Punto; Haroldo Shetemul, editor general de la edición dominical de Prensa Libre; Juan Pablo Corlazzoli, representante residente del Sistema de Naciones Unidas y del PNUD. Como moderador intervino el periodista colombiano Eduardo Márquez, quien también participó en el taller sobre periodismo investigativo. Estas actividades culminaron el Festival periodístico patrocinado por MINUGUA. SEDEM;

LA IZQUIERDA DESDE LA IZQUIERDA

El encuentro contó con la conducción de Carlos Figueroa Ibarra y Sergio Tischler, académicos guatemaltecos radicados en México, quienes a la vez se desempeñan como profesores invitados en el posgrado en Ciencias Sociales de FLACSO. El objetivo de este encuentro fue considerar los diversos enfoques que sobre la pobreza tiene esta corriente de opinión en Guatemala, y desarrollar un diálogo amplio y abierto sobre las perspectivas, retos y riesgos que enfrentan. Como invitados asistieron Nineth Montenegro, Marco Augusto Quiroa, Luz Méndez, Francisco Cali, Alfredo de León, Wilson Romero, Mario Alfonso

Marcel Arévalo ©

«La izquierda desde la izquierda» se denominó el encuentro que FLACSO-Guatemala organizó como parte del Programa Interdisciplinario de Estudios sobre Pobreza que patrocina la cooperación sueca en este país.

Algunos de los asistentes al encuentro: Wilson Romero, Francisco Cali, Nineth Montenegro, Alfredo de León y Ricardo Sáenz de Tejada.

Bravo y Sergio Flores, representantes de distintas orientaciones de la izquierda guatemalteca. Encuentros similares a éste, con la participación de otros sectores (empresarios, represen-

tantes de medios de comunicación, universidades, etc.) se realizarán en el futuro para discutir el tema de la pobreza.


Publicación mensual de FLACSO ENTREGA DEL LIBRO DE JULIÁN LÓPEZ Y BRENT E. METZ EN JOCOTÁN, CHIQUIMULA El miércoles 21 de agosto, en Jocotán, Chiquimula, la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales Sede Académica Guatemala y la Coordinación para el Desarrollo Integral Maya Ch’orti ( COMACH) presentaron el libro Primero Dios. Etnografia y cambio social entre los mayas-ch’orti’s del oriente de Guatemala, investigación realizada por Julián López y Brent E. Metz. El acto dio inicio con la participación del Sr. Rigoberto Ramírez López, presidente de la COMACH, sucediéndole en el uso de la palabra el Ing. Carlos R. Bonilla A., coordinador del Proyecto Ch’orti´, quien dio una breve explicación sobre la gestión realizada para la edición del libro. A continuación, el Ing. Silvel Elías, coordinador del Área de medio ambiente de FLACSO-Guatemala, hizo entrega del libro a uno de sus autores, el Dr. Julián López, quien reside y trabaja en España. El Dr. López compartió con el auditorio

Nueva época, Año II, No. 17, agosto de 2002 / 7 sus experiencias durante el trabajo de campo en la región. Se dio lectura a una carta enviada por el Dr. Brent E. Metz desde la Universidad de Kansas, donde labora como docente e investigador. Los comentarios a la obra estuvieron a cargo de la maestra Claudia Dary, coordinadora académica de investigación de FLACSO.

día en que hubo un cierre de la carretera que de Chiquimula conduce a Honduras, pasando por Jocotán y Camotán.

El libro fue repartido a varios asistentes cho’rti’s, ladinos, y extranjeros, quienes trabajan en proyectos de ONG locales, así como a representantes de la Iglesia, del magisterio y de la Municipalidad. También estuvieron presentes representantes de organizaciones ch’orti’s de Honduras. La reunión se celebró con un almuerzo en el que no faltó el chilate, bebida tradicional de los ch’orti’s. El acto tuvo un carácter muy emotivo, pues es quizá la primera vez que un libro sobre los ch’orti’s se entrega en el área en donde ellos habitan a representantes de las propias organizaciones y aldeas que trabajan en la zona, generándose un gran entusiasmo. Fue una presentación muy concurrida a pesar de haberse llevado a cabo el mismo

NoVEdaDeS ¡SUPLEMENTO DIÁLOGO

PRONTO AL ALCANCE

DE SU MANO EN UN SÓLO TOMO!

diálogo es una publicación mensual de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO-Sede Guatemala, dedicada a examinar temas relevantes de la coyuntura política, social y económica, que circula como suplemento de elPeriódico en la última edición dominical de cada mes.

ADQUIÉRALO

A sugerencia de varios colegas que nos hicieron ver que la mayoría de los textos publicados son de difícil localización y consulta, FLACSO-Sede Guatemala decidió editarlos como libro, e inició así una nueva colección para poner a disposición de los interesados los diez artículos que en forma seriada se dieron a conocer durante 2001.

EN LAS LIBRERÍAS DEL PAÍS


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Nueva época, Año II, No. 17, agosto de 2002

YA

A LA VENTA

Colección Dinámicas agrarias en Guatemala 3 tomos Tomo I: Tomo II: Tomo III:

120 págs. Q50.00 192 págs. Q60.00 200 págs. Q60.00

En Guatemala, la conflictividad de la tierra no tiene únicamente una dimensión jurídica. Por el contrario, su fisonomía deriva de una compleja articulación de factores donde se imbrican lo étnico, lo cultural, lo político y lo espiritual, entre otros, que en la historia han evolucionado adquiriendo un contenido y una forma específicos para la realidad agraria guatemalteca. Poner en evidencia la complejidad del problema y, con ello, contribuir a su transformación, es el propósito de esta serie de investigaciones sobre dinámicas agrarias en Guatemala.

VALOR ECONÓMICO DEL LAGO PETÉN ITZÁ: PROBLEMAS Y OPORTUNIDADES

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Al igual que otras zonas del país, la cuenca del lago Petén Itzá enfrenta acelerados procesos de cambio que presionan sobre la existencia de ecosistemas de importancia estratégica. La deforestación de la selva tropical, el manejo de potreros y zonas ganaderas y la creación de nuevos asentamientos, afectan severamente la conservación de la biodiversidad, la estabilidad de los suelos y la regulación hidrográfica que toca el sistema lacustre. Congruente con esa realidad, el investigador intenta trascender la valoración del lago, indagando sobre las posibilidades de aplicar mecanismos de gestión ambiental en el sentido de combinar la preservación del mismo con el progreso económico de los habitantes desde una óptica de sustentabilidad.

Este libro plantea la tensión existente entre el Estado y los grupos de la élite empresarial. Nos referimos a una discordia que destaca en nuestra biografía política como uno de los mayores obstáculos para la democratización del poder. De hecho, el conflicto de intereses entre lo público y lo privado ha prefigurado un sólido y rentable liderazgo empresarial en detrimento de la sociedad guatemalteca. Así, El Estado para el capital... proyecta una mirada crítica del poder y de sus protagonistas públicos y privados, con la intención de rescatar de la historia, lejos de la enumeración de datos, una interpretación que explique lo que únicamente aparece entre líneas. La idea es abrir un espacio académico, ciudadano, para la discusión de visiones que legitimen cada vez más la lucha social por incidir en la recuperación del Estado en un tiempo complejo en el que parece que la solidaridad y el interés común han dejado de ser un horizonte y una dirección política correcta.

EL ESTADO PARA EL CAPITAL: LA ARENA FISCAL, MANZANA DE LA DISCORDIA ENTRE EL EMPRESARIADO Y EL PODER PÚBLICO

MAYRA PALENCIA PRADO 284 PÁGS. Q65.00


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