Nueva época, Año 3, No.
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Guatemala, marzo de 2004
¿Son o no impostergables las reformas a la Ley Electoral?
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Hugo de León
Presentación
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a aprobación de una nueva legislación política y electoral es un tema que viene discutiéndose en Guatemala desde hace varios años. La Ley Electoral y de Partidos Políticos, Decreto 1-85 de la Asamblea Nacional Constituyente, fue emitida en diciembre de 1985 y cobró vigencia hasta el año siguiente, en 1986. Sufrió una modificación en 1987. A partir de aquella reforma han transcurrido 17 años, se han realizado cuatro elecciones generales, se firmaron los Acuerdos de Paz y
los partidos políticos han iniciado un lento, azaroso y no siempre continuado proceso de transformación. Dentro de este contexto, la legislación política y electoral se ha quedado a la zaga y, lejos de favorecer los cambios del sistema de partidos políticos, los obstaculiza. Uno de los principales puntos que la nueva legislación debe considerar, es la separación temática y funcional entre la regulación de los proceso electorales, por una parte, y la normativa de las organizaciones
políticas por la otra. Aspectos como el documento único de identidad para ejercer el sufragio y sustituir a la desprestigiada cédula de vecindad, el obsoleto padrón electoral, la práctica de encuestas electorales durante las campañas, así como la proliferación de mesas receptoras de votos en los centros poblados de más de 500 empadronados y sus riesgos, son algunos de los más urgentes que corresponderían al primer componente de esta nueva legislación. La democratización interna de los partidos políticos, así como el financiamiento y la fiscalización de tales organizaciones entre otros temas, pertenecen al segundo componente. A raíz de los Acuerdos de Paz, cobró conciencia la necesidad de reformar la legislación
política y electoral, y quedó expreso el compromiso de realizarla. Las elecciones generales de 2003 y, sobre todo, la campaña electoral, con el caudal de temores e incertidumbres sobre un posible fraude que la acompañaron, así como las deficiencias en el momento mismo de las votaciones (el exceso de electores en muchas mesas receptoras de votos durante la primera vuelta), pusieron de manifiesto más que nunca la necesidad de tal reforma. La disyuntiva no es entonces si debe o no reformarse la ley, sino si se aprueba el texto que se encuentra en el Congreso de la República y que fuera elaborado por la legislatura anterior, o si se establece un compás de espera para su revisión e incorporación de otras enmiendas, que
RONALDO PORTA ESPAÑA*
Introducción
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s necesario dejar constancia que el contenido de este artículo refleja exclusivamente el pensamiento de su autor.
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Secretario general de FLACSO Wilfredo Lozano San José, Costa Rica CONSEJO ACADÉMICO DE FLACSO-GUATEMALA Víctor Gálvez Borrell-director Virgilio Álvarez/Walda Barrios-Klée/ Virgilio Reyes/Edelberto Torres-Rivas Tel. PBX (502) 362-1431 Fax: (502) 332-6729 Correo electrónico: flacsoguate@flacso.edu.gt Página web: http://www.flacso.edu.gt Coordinación de edición: Hugo de León Edición: Víctor Gálvez Borrell Diseño y diagramación: José Bolaños Corrección: Ariel Ribeaux Esta publicación es posible gracias al apoyo financiero de la Agencia Sueca de Desarrollo Internacional ASDI/SAREC 30,000 ejemplares
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Dentro de la tradición académica de FLACSO-Guatemala de ofrecer un espacio para la discusión de temas relevantes, este diálogo ofrece dos versiones sobre el tema de la legislación política y electoral: el artículo del licenciado y maestro Ronaldo Porta España, ex diputado al Congreso de la República y ex presidente alterno del Parlamento Latinoamericano, actualmente miembro del Foro Permanente de Partidos Políticos, y el punto de vista del Msc. Pavel Centeno, economista, experto en finanzas e investigador político.
tocolmo, Suecia, el 7 de diciembre de 1996, ya se reconoce la necesidad de realizar una reforma electoral en Guatemala, lo que así queda plasmado en los Acuerdos de Paz suscritos el 29 de diciembre de 1996. Desde entonces, es decir desde hace mas de siete años, los sectores involucrados en la actividad cívico-política del país, aceptan y pregonan a toda voz la urgencia de tal reforma, sin que a la fecha ésta se haya realizado, a pesar de los serios esfuerzos hechos en tal sentido.
Urgencia de la reforma electoral en Guatemala
Publicación mensual de FLACSO-Guatemala y elPeriódico
se estiman indispensables para la modernización del sistema de partidos políticos en Guatemala y que no han sido expresamente consideradas en el proyecto en discusión.
Hugo de León
No obstante, como integrante del Foro Permanente de Partidos Políticos, comparto plenamente el acuerdo consensuado en su seno, en el sentido que el proyecto de decreto que contiene las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos, debe ser aprobado en tercera lectura y por artículos por el Congreso de la República a la mayor brevedad posible.
Antecedentes En el Acuerdo de Paz sobre Reformas Electorales y Régimen Electoral, suscrito en Es*
Abogado y notario; licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales por la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC), master en Administración Pública y estudios de postgrado en Economía en la Universidad de Puerto Rico. Catedrático universitario. Ex diputado al Congreso de la República de Guatemala y ex Presidente alterno del Parlamento Latinoamericano. Presidente de la Comisión de Reforma Electoral del Foro Permanente de Partidos Políticos.
En efecto, atendiendo la solicitud que se le hiciera en el Acuerdo suscrito en Estocolmo, el Tribunal Supremo Electoral (TSE), mediante Acuerdo No. 16-97 de fecha 19 de febrero de 1997, convocó a la integración de la Comisión de Reforma Electoral (la cual integró el autor de este artículo, de principio a fin). Dicha Comisión celebró su primera sesión el 1 de abril de 1997 y concluyó oficialmente sus labores el 31 de marzo de 1998, pero el informe final fue publicado por el TSE en junio del mismo año, con el título Guatemala, Paz y Democracia. El TSE, previa aprobación y en uso de sus facultades, presentó el Informe de la Comisión de Reforma Electoral, convertido en iniciativa de ley, al Congreso de la República el 5 de noviembre de 1998. Dicha iniciativa fue remitida a la Comisión Específica de Asuntos Electorales del propio Congreso, la cual la devolvió con dictamen favorable al Pleno del mismo, para su discusión, el día 25 de junio de 2001. Tal proyecto ya fue aprobado en segunda lectura, mereció dictamen favorable de la Corte de Constitucionalidad, requisito legal necesario por tratarse de una ley constitucional, y sólo está pendiente de ser aprobado en tercera lectura. Tiene, pues, más de cinco años de estar en el Congreso de la República, a pesar de la necesidad y urgencia que todos le reconocen. Me pregunto: ¿qué pasaría si no fuera así?
El proyecto Como integrante del Foro Permanente de Partidos Políticos, he participado en las múltiples discusiones que se han desarrollado en su seno en relación con el proyecto en cuestión. En un principio expresé mis dudas sobre si era conveniente o no revisarlo de nuevo. Pero después de analizar los fundamentados argumentos vertidos en tales discusiones por los partidarios de la necesidad de su pronta aprobación, llegué al firme convencimiento de que eso era lo conveniente, para que diera inicio una reforma política integral. De lo contrario, tal proceso volvería a empantanarse por algunos años más, durante los cuales continuaríamos siendo el Estado más atrasado en materia electoral y de partidos políticos de Centroamérica (pues es muy aventurado afirmar que de América Latina y del Caribe, ya que pueden existir, si mucho, dos o tres casos con los cuales es posible que nos comparemos favorablemente). Ésta es una verdad muy dura de aceptar para los guatemaltecos, pero no reconocerla para tomar las medidas necesarias con el fin de superarla, implica continuar en el atraso. Al respecto de lo indicado con anterioridad, el economista e investigador social Fernando Solís afirma: “(...) los partidos políticos que surgen durante la transición política (después de la Constitución de 1985) conservan muchas de las características que experimentaban los que tuvieron vigencia durante los 40 años precedentes, lo que hace que, pese a que han existido avances en la configuración de una institucionalidad que dé paso a una auténtica democracia, no se puede hablar de que exista, como elemento fundamental de ellos, un verdadero sistema de partidos políticos en Guatemala”. Y más adelante agrega: “(...) la transición política guatemalteca muestra visos de agotamiento, expresados en la necesidad de reformular las reglas del juego político y dar paso a una institucionalidad electoral cualitativamente superior que tenga, como una de sus bases, un proceso de institucionalización de los partidos políticos guatemaltecos, no sólo en aras de que se constituyan
en intermediarios válidos entre la sociedad y el Estado, sino también en auténticos agentes de cambio”.1 El proyecto de reformas bajo referencia, desde luego que no es perfecto, pero no olvidemos que la filosofía popular, que no se equivoca porque es producto de muchos años de experiencia, nos enseña “que lo perfecto es enemigo de lo bueno”. Adolece de errores de redacción fácilmente corregibles sin contradecir el dictamen favorable de la Corte de Constitucionalidad, precisamente porque no
toras de votos en lugares con un mínimo de 500 ciudadanos(as) empadronados y otros. En su conjunto, entre otras, las reformas crean condiciones para garantizar el proceso electoral, evitando la manipulación del padrón electoral, de la voluntad política y el acarreo de votantes”.2 Basta citar uno de los logros incluidos en el proyecto de reformas de mérito: el Documento Único de Identidad (DUI). Este instrumento existe en los demás países de Centroamérica desde hace varios años. Es vergonzoso que en Guatemala todavía haya alguien que dude de su necesidad. En el dictamen de la Comisión Específica de Asuntos Electorales del Congreso de la República, favorable al proyecto de reformas, se consigna atinadamente: “El Registro Civil, a pesar de ser una institución de gran importancia, para la administración pública y la institución encargada de brindar seguridad jurídica a los datos relacionados con el estado civil de las personas, adolece de deficiencias en su organización y funcionamiento, lo que no permite que sea una buena fuente para alimentar los datos del Registro de Ciudadanos.
La Cédula de Vecindad es un documento caduco que ha dejado de tener certeza jurídica, es muy fácil de falsificar y el hecho de ser emitida por la administración de las municipalidaFotos de la Centuria,1941-1950. S/A des, ha propiciado condison de fondo; es decir, no cambian el sentido ciones de delincuencia e impunidad. de la ley. Pero contiene las reformas necesaConsideramos que es una medida viable rias para dar inicio y sentar las bases de la encaminada a solucionar este problema, crear modernización, democratización y transparenel registro de identificación ciudadana. Nacia del proceso político electoral pues, como turalmente, la distinta información relacionada afirma el Foro Permanente de Partidos Políticon una persona podrá incluirse en el docucos en su último manifiesto público: “(...) El mento moderno que se emitirá y contará con Foro considera de urgencia nacional la apromecanismo electrónicos y de informática, que bación de la iniciativa de ley de reformas a la no permitan su falsificación y que aparte agiliLey Electoral y de Partidos Políticos, que está cen y mejoren la actualización de los datos reen tercera lectura en el seno del Congreso de lacionados con el estado civil de ciudadanos.3 la República. Dichas reformas incluyen temas Por todo lo anterior, compartimos el sentir como el Documento Único de Identidad, la fisdel Foro Permanente de Partidos Políticos, en calización de los fondos para las campañas su manifiesto ya citado, que de no aprobarse políticas, la igualdad de acceso a los medios de comunicación, la ubicación de mesas recep2
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“Partidos políticos e institucionalidad electoral”, Segunda Parte Año 2, No.7, en El Observador Electoral. Guatemala, febrero de 2004, pp 19 y 20. (El paréntesis y las cursivas son del autor).
elPeriódico, Guatemala, 14 de marzo de 2004. p 20. (Las cursivas son del autor). 3 Comisión Específica de Asuntos Electorales del Congreso de la República, Dictamen al Proyecto de Ley No. 2047 de la Dirección Legislativa. p 6.
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a la mayor brevedad posible las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos, se dará cabida a “(...) que se mantengan acciones de sectores interesados en mantener el control y el uso del sistema político y electoral, para garantizar sus intereses por encima de los de la población en general. (...) que se siga vedando el derecho y las facilidades para elegir y no contar con una legislación que trans-parente el financiamiento de los partidos políticos, y queden sujetos al mercantilismo político.
“goce efectivo del derecho al voto”: la falta de documentación confiable, la ausencia de un padrón electoral técnicamente elaborado, dificultad de acceso al registro y votación, carencias de información y necesidad de transparencia en las campañas electorales. Para remediar tales deficiencias, que las elecciones generales de 2003 volvieron a confirmar, se propuso la integración de una Comisión de Reforma Electoral, presidida por el propio Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Compartimos también con el Foro su postura de pleno respaldo al proceso de reformas, su apoyo a la Comisión Específica de Asuntos Electorales del Congreso de la República, para que con la brevedad se concrete el proceso de reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos, honrando así el compromiso asumido por todos los partidos políticos dentro de la Agenda Nacional Compartida.
Visto a la luz de los acontecimientos, lo anterior quizá no fue lo más afortunado, ya que si bien el TSE se ha caracterizado por su honradez e imparcialidad, también lo ha sido por el conservadurismo de sus integrantes. Ello ha coincidido con la actitud de la clase política guatemalteca, que pocas veces ha aceptado la necesidad de propiciar cambios significativos en sus esquemas organizacionales. La proliferación de partidos, producto de sus desavenencias internas, podría considerarse como una expresión de esta conducta.
Los tiempos son propicios para que el Congreso de la República, sin dilaciones, provea a los guatemaltecos de un marco jurídico moderno, confiable, práctico y efectivo, que sea aplicable al próximo proceso electoral. Si la experiencia nos impone la necesidad de una segunda generación de reformas, habrá que hacerlas. Pero no puede haber segunda sin primera que le sirva de fundamento. De lo contrario, señores diputados, habrá que asumir la responsabilidad histórica de haber perdido unos cuantos años más para verdaderamente hacer patria.
La Comisión presentó su informe, que tituló Guatemala, paz y democracia. Éste fue aprobado por el TSE, quien lo remitió, en el ejercicio de su iniciativa de ley, al Congreso de la República. Sobre este proyecto se ha discutido durante seis años: ha sido tomado, olvidado y retomado por tres legislaturas que lo han compuesto y descompuesto, y que cada cierto tiempo anuncian su posible o inminente aprobación.
Expectativas recientes
¿De qué reforma electoral hablamos?
Al inicio de la administración Portillo, se creyó que la reforma electoral sería aprobada, puesto
que tanto el propio Jefe del Ejecutivo al asumir el cargo, como el Presidente del Congreso –quien permaneció en el puesto los cuatro años de gobierno–, se comprometieron a impulsar el consenso político para lograr la mayoría parlamentaria necesaria, mayoría imprescindible ya que por tratarse de una ley con rango constitucional, debe aprobarse con las dos terceras partes de los legisladores, previo dictamen de la Corte de Constitucionalidad. La legislatura anterior dominada por el Frente Republicano Guatemalteco (FRG), así como la Comisión de Reforma Electoral del Congreso, emitieron dos dictámenes, recibiendo el último de ellos “luz verde” por parte de la Corte de Constitucionalidad (opinión, que al no mencionar si es favorable o desfavorable, ha sido señalada de jurídicamente incorrecta por el presidente del TSE). Desde un principio, el proyecto de reforma electoral –que surgió de la instancia propuesta por los Acuerdos de Paz– fue señalado como “tibio”, puesto que no abordó los temas más importantes, a saber: la cuotas por género, los sistemas electorales (entendiéndose éstos como los procedimientos mediante los cuales los votos se convierten en escaños, como en el caso del Congreso, los concejales en las corporaciones municipales y el PARLACEN), el número fijo de diputados,1 la conformación de partidos regionales o departamentales, los mecanismos en contra del verticalismo partidario –que radica en el Comité Ejecutivo Nacional–, la consulta popular en el ámbito local, el referéndum revocatorio, entre otros. Los congresistas, por su parte, siempre han cometido el mismo error: al discutir el tema de la reforma política, se asumen como los portadores de la verdad absoluta, y en consecuencia, las distintas sugerencias y proyectos que ha presentado la sociedad civil, no son más que legajos olvidados en alguno de los anaqueles del Palacio Legislativo. La nueva legislatura y los nuevos partidos de gobierno han asumido ahora como suya, una herencia malsana, al anunciar que antes de que termine marzo la reforma electoral deberá ser aprobada.
PAVEL CENTENO*
Antecedentes
En este espacio y muy escuetamente, se abordarán los motivos por los cuales deben revisarse, por lo menos en lo más evidente, ciertos puntos de la propuesta de reforma para no hacer retroceder al país en aspectos operativos y tratar con seriedad los grandes temas que quedarán pendientes, aceptándose desde
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l 7 de diciembre de 1996, pocos días antes de que se suscribiera la “paz firme y duradera”, se firmaba el Acuerdo sobre Reformas Constitucionales y Régimen Electoral. Dentro de sus considerandos, dicho Acuerdo hacía mención a las deficiencias que dificultaban el
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Licenciado en Economía por la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC); maestría en Finanzas por la Universidad de Guadalajara, Jalisco, México. Investigador político.
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Hugo de León
En el Acuerdo de Paz sobre Reformas Constitucionales y Regimen Electoral se señalaron 80 diputados como suficientes. En la actualidad, recordemos que el Congreso de la República cuenta casi con el doble de parlamentarios.
siempre la necesaria modificación del marco electoral.
Los defectos, las incongruencias y los peligros Entre los errores acumulados pueden señalarse los siguientes: a) el dictamen legislativo en torno a la reforma electoral hace inviables las modificaciones legales, tales como la constitución de comités cívicos electorales,2 y b) establecer plazos en normas transitorias, olvidándose de modificar lo sustantivo en el cuerpo legal –por ejemplo, en lo concerniente al procedimiento de liquidación de los partidos o a su propia constitución. Por otra parte, llama la atención que la legislatura actual no se haya percatado que sus antecesores pretendían modificar el texto vigente en el sentido de ya no sancionar a los partidos que realicen propaganda reeleccionaria en torno al presidente de la República. Paralelamente a lo anterior, es necesario insistir que el tema del financiamiento privado a los partidos políticos ha estado siempre presente en las campañas electorales. Sin embargo, fue durante el gobierno del FRG, cuando se denunciaron pagos de favores a cambio de reintegros de gastos de campaña, que el tema alcanzó notoriedad. En estos meses en que recién ha terminado la contienda, tres de los principales partidos de oposición –la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), el Partido de Avanzada Nacional (PAN) y el FRG– se encuentran sumidos en el mayor escándalo de financiación política que públicamente se ha ya registrado en Guatemala. Se ha evidenciado, además, que del propio presupuesto estatal fueron triangulados fondos para pagar gastos de campaña (uno de los principales implicados después de su frustrada evasión se encuentra ya guardando prisión y es sujeto a investigación criminal). Adicionalmente a lo indicado, el proyecto que se pretende aprobar no tiene claramente definidos los siguientes puntos: el techo de gastos de campaña; la duración de la misma; las sanciones para el partido que utilice dinero público; aquél proveniente de actividades ilícitas; y el uso gratuito del espacio en los medios de comunicación. El tema se centra, entonces, en la necesidad de establecer claramente los límites de gastos y de definir las sanciones administrativas y penales de rigor. 2
Al modificar el artículo respectivo mutilándose el texto restante del mismo quedó incongruente al precepto.
En cuanto al aspecto de la democratización interna, al parecer la clase política no se ha dado por enterada que se encuentra en crisis. Los ejemplos del pasado reciente, cuando de la Democracia Cristiana o del Movimiento de Liberación Nacional se produjeron varios desprendimientos que dieron origen a otras organizaciones políticas, no han sido adecuada
torales ya no presente una lista de 30 candidatos, sino de 40.
Aunque sobre el Documento Único de Identidad (DUI) no se sabe mayor cosa, el TSE reclama que conforme al Acuerdo de Paz sobre Reformas Constitucionales y Régimen Electoral, es a ellos a quienes corresponde administrarlo. Los políticos, por su parte, no han planteado cómo piensan encarar el grave problema de la identificación personal de los guatemaltecos, para de una vez por todas terminar con los robos de inmuebles por medio de cédulas falsificadas, asientos de nacimientos apócrifos, actualización efectiva del padrón electoral y desorden en los 331 registros civiles que operan a lo largo del país, sin unidad de criterio. Al respecto, los temores de la sociedad civil de que las agencias represivas gubernamentales se hagan cargo de este proyecto siempre están latentes, y muchos están a la espera de que alguna nueva ocuFotos de la Centuria,1941-1950. S/A rrencia salga del hemiciclo parlay suficientemente analizados; mucho menos mentario. la crisis reciente del PAN, del que surgieron el El tema del voto en las aldeas es otro de Partido Unionista y los que integran la GANA. los problemas que nunca se aclara. Por una La idea de incorporar a las minorías a los Coparte, los partidos quieren asegurar que la mités Ejecutivos es una apremiante necesidad logística del TSE llegue a la mayor cantidad aunque, paradójicamente, esta medida fortade ciudadanos. Por la otra, la autoridad eleclecería la institucionalidad de las mismas orgatoral manifiesta que existe contradicción en la nizaciones. normativa relacionada con el tema, y que en Cabe señalar que si el Congreso actual la forma como ésta se plantea, la descen-tracuenta con un número elevado de diputados lización de los centros de votación es impoes porque el TSE convocó a elecciones con sible. base en un censo cuyos datos fueron entreComo puede apreciarse, estas cuestiones gados por partes. Al hacerlo así, se rompió la son más complicadas de lo que parecen. Los unidad del mismo, lo que constituía una capartidos no hacen públicas sus posiciones y racterística fundamental de dicho instrumento se limitan a manifestar que el tema lleva mucho de medición del número guatemaltecos. Con de estar engavetado; y que, por lo tanto, lo el propósito de contar con nuevos parámetros mejor es aprobar las cosas como están, para demográficos para definir la cantidad de cudespués enderezar los entuertos y corregir los rules, el gobierno del FRG logró aumentar errores que se hayan establecido antes del significativamente la conformación del legislaproceso electoral de 2007, pues “aseguran”, tivo, sorprendiendo a un TSE que no supo que cuentan con el consenso necesario para emular a la anterior magistratura que ya había su aprobación. rechazado la misma maniobra. Ahora es urPor su parte, la sociedad civil organizada gente saber si los partidos renunciarán a incorha sido espectadora del debate en torno a la porar a tantos de sus dirigentes nacionales y reforma electoral. Pocas instituciones han departamentales como parlamentarios en el lanzado su voz de alarma, permitiendo así que próximo período o continuarán con la misma la primera de las leyes de la actual legislatura conducta hasta que Guatemala cuente con un nazca con pecados originales, que lo único que Congreso que desborde diputados. podrán asegurar es la continuidad de un La actual legislatura ha hecho oídos sordos esquema errático y poco democrático como a las diversas denuncias de intromisión parel que se pretendía corregir en 1996 con la tidaria dentro del propio seno del TSE, y presuscripción del Acuerdo de Paz tantas veces tende aprobar una reforma que permita que la citado. Comisión de nominación de magistrados elecmarzo 2004, No. 32 /
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Ojalá que alguno de los partidos de oposición o de los que hace gobierno lean completamente el proyecto, ya que a través de esa simple lectura se evidencian muchos de los aspectos que se han mencionado en este trabajo. Con una lectura a fondo nos percataremos de que muchos otros se han quedado en el tintero.
Contrariamente a lo afirmado por la clase política del país, la balanza se inclina porque las reformas a la Ley Electoral no sean aprobadas sin antes realizar un cuidadoso examen al proyecto, el cual se considera, adolece de todas aquellas bondades que se le han atribuido. No es cierto que éste, tal como está en su tercera lectura, se pueda calificar de mo-
derno, confiable y efectivo para superar el control que existe sobre el sistema electoral por parte de grupos económicos –positivos o negativos– interesados en tomar el poder paralelamente. El breve análisis que aquí se ha presentado nos da la pauta para creer que el proyecto adolece de serias deficiencias.
Bobbio, una vida al servicio de la vida
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l 9 de enero de 2004 murió Norberto Bobbio a los 94 años de edad, dejando una obra escrita extraordinaria por lo prolífica y por la profundidad de su pensamiento. Más de 140 libros de filosofía, de política, de la ciencia jurídica y de textos polémicos. En uno de sus últimos trabajos, De Senectute, reflexiona sobre la vejez y la vida como compromiso con ella misma, y afirma que es como un arcoiris que se recorre productivamente, sin recordar el punto de partida y sin ver el fin del camino. En vida, Bobbio destacó en Europa como una inmensa figura intelectual y moral, intentando ser el prototipo de una síntesis difícil, un liberal socialista. Y también fue conocido en América Latina donde se convirtió a lo largo de este último cuarto de siglo en uno de los intelectuales europeos más influyentes en el mundo académico y político, en las áreas de la teoría y filosofía políticas y en la ciencia del Derecho. Su vasta cultura política y jurídica y la tradición ideológica en la que se formó, lo condujeron a definirse como un hombre de pensamiento liberal, respetuoso de la libertad del individuo, de su dignidad como ser independiente. Al mismo tiempo, del valor de la solidaridad y de los valores de la igualdad y el respeto mutuo. Su honradez política lo llevó a enfrentar a Mussolini, a ser víctima del fascismo y luego partisano de la victoria democrática. Su sensibilidad intelectual y el torbellino de la democracia italiana que giró siempre en el interior del dualismo democracia cristiana/partido comunista, lo convirtió en un militante socialista a partir de 1968. Murió siendo senador vitalicio, pero sin abandonar la cátedra en la universidad. Al defender el laicismo del Estado, hace poco tiempo, criticó la designación de Tomas Moro como patrono de los políticos en el reciente Jubileo cristiano, considerando a Juan Pablo como “el perfecto Papa de la Contrarreforma”. Argumentó que el hecho de elegir como santo protector de los políticos a Tomas Moro, decapitado por haber condenado el cisma de Enrique VIII, “tiene algo de macabro y burlón”.
Fue en el terreno de la ciencia política, trazada en una perspectiva sin límites de disciplina cerrada, donde sus trabajos de divulgación contribuyeron a formar varias generaciones de estudiantes latinoamericanos. La mayor parte de sus escritos teóricos fueron traducidos al español casi de inmediato, tales como el Diccionario de Política (escrito con Matteucci y Pasquino), El futuro de la democracia, liberalismo y 6 / marzo 2004, No. 32
democracia, Teoría general del Derecho, Sobre Thomas Hobbes, Derecha e izquierda, Orígenes del Estado moderno, y muchos otros. Son textos de utilidad “urgente” porque corresponden a necesidades de la docencia inmediata. Después de 1975 fue el protagonista de un extendido e influyente debate con intelectuales de la izquierda radical, encabezados en esos años por el filósofo marxista más importante en Europa, Galvano de la Volpe. En una de sus obras más recientes, La duda y la elección: intelectuales y poder en la sociedad contemporánea escribió un difundido ensayo “Ni con ellos, ni sin ellos”, que resume su posición cuando afirma que nunca ha sido comunista, que la mayor parte de su vida la ha dedicado a discutir con ellos temas fundamentales como la libertad y la democracia, pero que nunca fue anticomunista, “considerándolos no como enemigos a combatir, sino como interlocutores en un diálogo sobre las razones de la izquierda”. Definía la democracia como el conjunto de reglas que establecen quién está autorizado para tomar las decisiones colectivas y bajo qué procedimiento deben ser escogidos los mejores, sin importar su militancia política o ideológica. De ahí, uno de sus ensayos más conocidos: “Con los comunistas mal, pero sin los comunistas, peor”, cuyo contenido es algo más que un juego de palabras. Combinó la militancia cívica y política, aunque la mayor parte de su vida se dedicó a la docencia, casi siempre en la Universidad de Turín. Enriqueció su existencia entre enseñar, escribir y debatir en un luminoso ejercicio de volver compatibles dos tradiciones que pueden juntarse: el liberalismo y el socialismo. No el neoliberalismo, que despreciaba. En una de sus tantas conferencias en defensa de lo mejor de la tradición cultural universal, este socialista liberal proclamó: “(...) el valor de la investigación, del fermento de la duda, la disposición al diálogo, el espíritu de crítica, la moderación en el juicio, rigor filológico, el sentido de la complejidad de las cosas (...).” En un momento como el que vive Guatemala, resulta importante su preocupación fundamental, la pregunta no quién gobierna, sino cómo se gobierna. Para Bobbio, para nosotros también, es más decisiva la segunda respuesta. EDELBERTO TORRES-RIVAS
Panel sobre pobreza y elecciones Como parte de las actividades académicas de FLACSO-Guatemala, el 11 de marzo de 2004 se realizó en las instalaciones de la Facultad el panel “Los resultados electorales y la pobreza en Guatemala”, con la participación de las licenciadas Victoria Peláez y Karen Sánchez, del Instituto de Investigación Económica y Social IDIES de la Universidad Rafael Landívar URL, y el ingeniero agrónomo Ricardo Miyares, jefe de la sección de Sistemas de Información Geográfica de SEGEPLAN. Como comentaristas intervinieron los maestros Pavel Centeno y Oscar López Rivera, de FLACSO-Guatemala. El Msc. Pavel Centeno conversando con los asistentes al Foro.
FLACSO presenta conclusiones del seminario “Hacia una agenda educativa”
Dr. Víctor Gálvez Borrell, director de FLACSO-Guatemala; Señor Rolf O. Berg, Excelentísimo Embajador de Noruega en Guatemala; Ing. María del Carmen Aceña, Ministra de Educación, y Lic. Floridalma Meza, Viceministra técnica.
Las conclusiones del seminario “Hacia una agenda educativa”, que de marzo a octubre de 2003 reunió 15 académicos de reconocido prestigio en el tema educativo, fueron presentadas a la Comisión de Educación del Congreso de la República y a la señora Ministra de Educación, María del Carmen Aceña. Las conclusiones reúnen una serie de propuestas consideradas urgentes e importantes para el logro efectivo de las metas que los déficit escolares le imponen al país. En la presentación ante la Comisión de Educación del Honorable Congreso de la República, realizada el 10 de marzo del presente año, y que estuvo a cargo del Dr. Virgilio Álvarez, responsable de los estudios sobre educación de FLACSO-Guatemala, participaron las y los honorables
diputados: Arturo Eduardo Meyer Maldonado, Jorge Leonel Villatoro Monterroso, Miran Frinee Ponce de Samayoa, Leonardo Camey Curup, María Concepción Reinjardt Mosquera, Raymundo González, Gabriel Heredia Castro, Edgar Caín González Aguilar, y Luis Amílcar Arguello Salazar. El 11 de marzo de este año, FLACSO-Guatemala, en compañía del Sr. Rolf O. Berg, Embajador de Noruega, hicieron entrega a la Ing. María del Carmen Aceña, Ministra de Educación y a la Licda. Floridalma Meza, Viceministra técnica, de la publicación que contiene las conclusiones de dicho seminario. marzo 2004, No. 32 /
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La edición técnica de publicaciones
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a edición puede definirse como el proceso por el cual un original se transforma en una matriz (arte final) o prototipo del cual se pueden producir, por métodos industriales, cientos o miles de copias. Cuando a través de este proceso se obtienen publicaciones no literarias, debe hablarse de edición técnica, término que en realidad abarca una amplia variedad de géneros editoriales. La edición técnica supone revisar un original (de uno o varios autores) con el fin de verificar la forma en que está organizado, si se adecúa al lector al cual está dirigido, si cumple con el propósito para el cual ha sido escrito, si existe relación entre fotografías y epígrafes o para asegurar la consistencia en el tratamiento de un mismo elemento, titulación de tablas, etcétera.
Cuando hablamos de edición técnica nos remitimos, entre otros, a libros de texto, informes de investigación, informes de actividades, manuales universitarios, guías de uso, publicaciones que es común incluyan gráficas estadísticas, mapas, esquemas, cuadros, dibujos y fotografías.
Por lo anterior, un editor técnico necesita contar con saberes editoriales específicos, más allá de los que manejan los editores comunes. La Editorial de Ciencias Sociales, con varios años dedicada al trabajo técnico de ediciones, ofrece su experiencia en este campo a los centros de investigación, ONG, organismos internacionales y otras instituciones académicas.
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