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CAPITULO

edificaciones de Túcume se elevaban inadvertidas sobre la llanura como si hubieran sido dejadas allí por el Creador (ilus. 3-6).

Para la gente de Túcume, este desnudo desierto de pirámides erosionadas, situado en sus propias puertas, es conocido como El Purgatorio. Durante más de cuatro siglos han considerado las ruinas como restos oprobiosos de sus antepasados paganos, un lugar donde los curanderos del pasado y del presente se comunican con los demonios. Unicamente el Director del Museo Arqueológico Brüning, situado en el cercano pueblo de Lambayeque, comprendió plename_nte la importancia de las ruinas para la ciencia y el turismo. Pero su entusiasmo no llegó hasta las autoridades en Lima. Hasta el momento en que los saqueadores de tumbas encontraron tesoros increíbles en una pirámide similar situada en un lugar cercano denominado Sipán, las pirámides de Túcume seguían dormitando abandonadas, cubiertas por la arena.

Este hecho hubiera parecido realmente extraño en cualquier otro país, pero quizás no tanto en el Perú. Las llanuras de Túcume forman parte del extenso valle de Lambayeque, tachonado de impresionantes pirámides. A corta distancia, el viajero puede encontrar lugares tan importantes como Sipán, Batán Grande, Chotuna, Pampa Grande, Zaña y Ucupe. El valle debe haber sido inmensamente rico y muy poblado en tiempos preincaicos tempranos, aunque tan sólo quedaban algunas ruinas de su antiguo esplendor cuando llegaron los españoles hace unos quinientos años.

Los conquistadores europeos encontraron que el valle de Lambayeque estaba aún siendo intensamente cultivado por medio del riego artificial. Los constructores originales de las pirámides habían irrigado amplias zonas de las llanuras desérticas circundantes durante siglos incalculables, cuando llegaron los incas de la sierra precediendo a los españoles como conquistadores de la costa. Hoy día, Túcume, con el cercano bosque de algarrobos de Batán Grande, parece un oasis en el árido desierto que es la llanura del litoral peruano, atravesado por canales preincaicos de riego. Estos impresionantes canales fueron construidos por hábiles ingenieros hidráulicos durante la época Moche, en el primer milenio d.C. El canal Taymi, el más grande, que mide más de 70 km, se extiende a lo largo del complejo de pirámides de Túcume. Desde aquí, el canal era navegable para embarcaciones medianas de balsa o de caña hasta el mar en una dirección y tierra adentro en la otra, hasta que fue regulado por modernas compuertas.

Un antiguo camino se extiende 20 km hasta el mar, pasa por la aldea de pescadores de Mórrope y el legendario lugar de las dos pirámides grandes: Chotuna y Chornancap, apenas tierra adentro de la playa, donde la trádición oral indica que habría desembarcado Naymlap, fundador de la primera dinastía de Lambayeque. Actualmente, como cuando llegaron los españoles, tanto el pescado fresco como el seco traídos del mar son parte importante de la dieta de los pobladores de Túcume.

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