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ANIVERSARIO MARINA MERCANTE Valparaíso 26 de Junio 2013
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Importancia de la Marina Mercante en la Historia de Chile
Agente de desarrollo económico, comercial y social Destacar la influencia que este sector tiene y tuvo en la conformación de la nación resulta imprescindible para entender el futuro de nuestro país.
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egún precisa la historia, cuando el general Bernardo O’Higgins Riquelme formó la Primera Escuadra Nacional lo hizo con buques mercantes armados en guerra a fin de disputar el dominio del mar al Imperio español. El éxito que la naciente escuadra tuvo en su primera campaña, quedó de manifiesto al capturar no sólo la fragata “Reina María Isabel”, sino que también a seis transportes que eran las naves de apoyo logístico requerido por las tropas españolas para reducir las ansias de independencia de los criollos. Con esta parte de nuestra historia se da inicio
a la Marina Mercante Nacional, puesto que los transportes que conformaron la Escuadra de la Expedición Libertadora del Perú, fueron el nexo logístico entre la Patria y los hombres que, al mando del General Juan José de San Martín y Matorras y del Almirante Thomas Alexander Cochrane, trataban de romper el dominio español en América. Según cuentan los antecedentes de la Armada de Chile, los buques fueron el medio en el cual se transportaron hombres, armamento, municiones y avituallamiento para que pudieran mantener su operatividad combativa en tierras extrañas. Asimismo, las naves sirvieron como enlace de las comunicaciones del mando en campaña y las autoridades nacionales que estaban prestas a satisfacer las necesidades de un ejército y una marina operando en ultramar. Según precisan los textos de la Armada, España había impuesto desde el tiempo de la conquista, el
monopolio del comercio marítimo a buques de esa nacionalidad. La Nación chilena, que se encontraba en formación, aún no contaba con una Marina Mercante propia que pudiera haber provisto los buques necesarios para ese propósito. En 1813 se decidió rebajar los derechos aduaneros a las mercancías que arribaran en buques de bandera chilena, a los buques que sus tripulaciones estuvieran compuestas por dos tercios de chilenos, a los buques comprados en el exterior y los insumos para mantener su operación. Pero estos esfuerzos no dieron los resultados esperados, debido a que el factor de riesgo era muy grande para los financistas, por estar aún indemne la flota española del Pacífico. Pasados los años, y pese a que en 1934 se promulgaron exenciones tributarias para incentivar la Marina Mercante, según cuenta la Armada, el Gobierno nuevamente tuvo problemas para adquirir naves para poder llevar las expediciones del
Almirante Manuel Blanco Encalada y del General Manuel Bulnes Prieto al Perú, porque muchas naves nacionales habían cambiado de bandera ante el temor de los navieros de una eventual pérdida. Sin embargo, muchas de éstas se encontraban disponibles en el país, debido a un nuevo tratamiento especial para la Marina Mercante promulgada en 1836, lo que ya constituyó una fundamental diferencia con respecto a los tiempos de O’Higgins. Primera naviera Pasados los años el 6 de septiembre de 1838, Guillermo Wheelwright, quien posteriormente construyera el ferrocarril de Copiapó a Caldera, fundó con capitalistas ingleses una empresa naviera de esa nacionalidad en Liverpool, que unió Europa con la costa occidental de Sudamérica, creando así a la Pacific Steam Navegation Company (P.S.N.C.), la cual obtuvo del Gobierno de Chile el monopolio de
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la navegación a vapor por sus costas hasta 1845, extendida posteriormente hasta 1850. Así, y tal como cuentan los documentos de la Armada, el 15 de octubre de 1840 recalaban a Valparaíso, sus primeros vapores de 700 toneladas, de casco de madera, de nombres “Chile” y “Perú”, los que constituyeron la base de un lucrativo negocio que al correr de los años, en 1870, contaba con treinta y cinco buques con un total de 65.762 toneladas gruesas. Paralelamente, los inversionistas nacionales se
interesaron por el negocio naviero y formaron en 1864 la Compañía Nacional de Vapores, cuyo buque más representativo era el “Paquete del Maule”, que podía remontar el río de ese nombre, lo cual constituía una ventaja ante los buques extranjeros. El 19 de agosto de 1870 se funda otra empresa naviera nacional. Nace la Compañía Chilena de Vapores, que empieza a operar sus buques “Limarí” y “Copiapó”, “Bío Bío” y “Maipú”, tanto en cabotaje como en viajes al exterior. Ante los nuevos competidores que atendían parte de
su tráfico, la Pacific Steam Navegation Company bajó drásticamente sus fletes, lo que casi llevó a la quiebra a ambas compañías chilenas. Paralelamente inició gestiones para tratar de fusionarse con la Compañía Chilena de Vapores, su más fuerte competidora. Defensa nacional Tal como cuenta la historia de nuestra Armada, las compañías chilenas defendieron su independencia y prefieron fusionarse entre sí, lo que es aprobado por Decreto Supremo de 9 de octubre de 1872. Su nuevo nombre fue Compañía Sud Americana de Vapores (C.S.A.V.). Esto trajo la reacción de la P.S.N.C. que con una numerosa flota operando paralelamente a la C.S.A.V., disminuyó sus fletes hasta límites increíbles para sacar a su adversario del mercado, lo que trajo como consecuencia la inminente quiebra de la naciente Compañía. El Gobierno del Presidente Federico Errázuriz Zañartu tuvo una preclara visión de los acontecimientos que sucedían en los países limítrofes e intuyendo que el país podría necesitar de los servicios de buques mercantes en caso de un conflicto bélico, acudió en ayuda de la C.S.A.V. Es así, que el 5 de mayo de 1874 se firmó un contrato entre el Gobierno y la C.S.A.V. en el cual se establecía que el primero subvencionaría por 10 años al segundo en $ 100.000 anuales, pagaderos en trimestres vencidos, condicionado a cumplir un tráfico establecido entre puertos chilenos, rebajas a fletes fiscales y otras garantías, más la obligación de entregar las naves en arrendamiento al Gobierno en caso de un conflicto bélico, aceptando la designación de jefes navales cuando se considerara conveniente. Este contrato, aparte de salvar a la C.S.A.V. de una quiebra, contribuyó enormemente a la victoria obtenida durante la Guerra del Pacífico, por cuanto las naves de la Compañía Sud Americana de Vapores constituyeron la columna vertebral de los convoyes
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que transportaron nuestras tropas a los puntos de desembarco, asegurando además la logística necesaria para sostener las campañas terrestres y las comunicaciones con la Patria. Durante los cinco años de guerra transportaron 146.195 personas, que incluían tropas y autoridades de gobierno. Sin la participación de esas naves, la victoria habría sido obtenida en plazos más largos, con muchas dificultades y sacrificios inútiles de vidas. Pasada la guerra, en 1884 se firma un nuevo contrato entre el Gobierno y la C.S.A.V. en términos semejantes al anterior y con muchas ventajas económicas para el primero. En los inicios de la Guerra Civil de 1891, cuando el Congreso Nacional se levantó contra el Gobierno del Presidente José Manuel Balmaceda Fernández con la ayuda de la mayoría de la Armada, las fuerzas rebeldes se apoderaron de casi todos los buques de la C.S.A.V. con los cuales aseguraron la logística y movilidad de las tropas y elementos necesarios para combatir a las fuerzas balmacedistas. Teniendo así, el dominio del mar y la logística asegurada, pudieron tomar la iniciativa estratégica desembarcando en los puntos elegidos, asegurando con ello su victoria. Según precisa la Armada en su documento histórico, los ejemplos anteriores, debieran invitar a reflexionar sobre la importancia que ha tenido la Marina Mercante en la historia de Chile, la que ha permanecido oculta, al destacarse los hechos más heroicos. Finalmente para la Armada de Chile es imprescindible fomentar el incremento de la Marina Mercante, ya que es sin lugar a dudas una de las formas de dar seguridad al país, porque aparte de llevar los productos nacionales de exportación a los últimos confines del mundo y traer de ultramar aquellas mercancías necesarias para la industria, comercio, agricultura y otras actividades, su participación es indispensable en el caso que nuevamente el país requiera de sus servicios.
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Una propuesta educacional validada con el compromiso de toda una Comunidad Docente que forma, innova y proyecta calificadamente a los jóvenes de hoy hacia un futuro profesional de alta calidad.
Escuela de Tripulantes y Portuaria de Valparaíso
Pionera y Sostenedora de la Educación Marítima en Chile
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onsciente del destino marítimo de Valparaíso, la Escuela de Tripulantes y Portuaria de Valparaíso, con sus 47 años de existencia se sigue proyectando como una positiva respuesta a los anhelos juveniles que tienen vocación e interés por profesionalizarse como marinos mercantes, dentro del contexto de la Enseñanza Media Técnico Profesional en Chile. Planteando una línea formativa estructurada con disciplina, valores, conocimientos y competencias profesionales, la Escuela de Tripulantes va conformando gradualmente el perfil profesional del futuro marino mercante, quien además debe sumar múltiples experiencias de navegación que le permiten alcanzar una formación personal y profesional idónea para los requerimientos exigidos a bordo de un buque mercante. Luis Atineos Lazarte, director de la entidad educativa, sostiene que lo anterior no es fácil de alcanzar, más aún en los tiempos actuales. “La propuesta formativa institucional se orienta a lograr en el educando el sentido de la autorresponsabilidad asumida, gradualmente, dentro del contexto de los niveles de enseñanza en que se encuentre el educando. El Régimen Escolar o de Convivencia es el elemento canalizador de deberes y derechos puestos en Prácticas diariamente en su quehacer consciente que debe demostrar logros alcanzados en su responsabilidad disciplinada y valórica junto a competencias intelectuales, sicomotoras y tecnológicas que demuestren capacidad para resolver problemas de convivencias escolares y del Régimen, en forma correcta y segura”. Según precisa Atineos, la especialización como Tripulantes de Alta Mar de Cubierta o de Máquinas, se ejecuta por medio de docentes profesionales del área, de vasta experiencia, junto a docentes de formación universitaria del área humanística-científica. “A lo anterior se suman los Cursos OMI realizados en el Centro de Instrucción Marítima de la Armada, Cimar y en Humboldt Marine Training. Los cuales, una vez aprobados permiten que la Autoridad Marítima
entregue un permiso de embarco como aspirante a tripulante, y con ello quedar en condiciones de iniciar la realización de los embarcos de familiarización coordinados por la Asociación Nacional de Armadores en los buques mercantes de las compañías asociadas”. Los estudiantes, al completar su ciclo formativo en 4° año, y con el pase del Consejo Técnico Profesional, egresa e inicia su incorporación a la Marina Mercante Nacional, lo que le permite realizar su práctica profesional de 4 meses, ya sea en Cubierta y Puente o Máquinas, según la especialización escogida. Aprobada dicha práctica, comienza su proceso de titulación ante el Mineduc, en tanto para obtener su matrícula como Tripulante de Alta Mar, debe rendir un examen de competencia profesional ante la autoridad marítima, que contempla el dominio del idioma inglés. “Cada año, a partir del 2001, la Asociación Nacional de Armadores entrega tres becas, a las primeras antigüedades de la especialidad de Máquinas, para proseguir estudios en la Escuela de Ingeniería en Marina Mercante de la Universidad Andrés Bello, durante 4 años, terminados éstos, obtiene el grado académico de Licenciado en Ingeniería y el título profesional de Ingeniero en Marina Mercante, mención Puente o Máquinas”, precisó el directivo agregando que un significativo número de egresados como Oficiales Mercantes, trabaja eficientemente en las diferentes compañías navieras, obteniendo algunos reconocimientos por su calidad profesional en la Marina Mercante. Finalmente, Luis Atineos recalca la formación de la institución destacando su visión de futuro y compromiso con la Marina Mercante. “Estos valores han permitido que la Escuela de Tripulantes y Portuaria de Valparaíso, entregue una educación marítima de calidad y excelencia a jóvenes que adquieren y respetan los valores formativos y se esfuerzan por obtener un alto nivel profesional que han marcado un surco indeleble contribuyendo al desarrollo marítimo de Valparaíso”.
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Estudiantes muestran gran interés en modelismo naval Los premiados: Premio a la Mejor Maqueta: -Fernando Laorga- Colegio Casteliano de Viña del Mar Premio a la Destreza Técnica en la Construcción : -Bárbara Riquelme- Colegio Blumenthal de Talagante Premio a la Destreza Técnica en la Pintura : -Fabián Maulén- Colegio Blumenthal de Talagante Premio al Proyecto más Creativo: -Esteban Martínez- Colegio Blumenthal de Talagante
Menciones Honrosas: 1.“Capitán de Fragata Arturo Prat Chacón”: -Camilo Urbina- Escuela de Tripulantes y Portuaria de Valparaíso 2.“Vicealmirante Manuel Blanco Encalada”: -Jocelyn Vizcarra- Colegio Blumenthal de Talagante 3.“Contralmirante Juan Williams Rebolledo”: -Bryan Ortiz- Escuela de Tripulantes y Portuaria de Valparaíso 4.“Gloriosa Esmeralda”: -Eduardo Cornejo- Escuela de Tripulantes y Portuaria de Valparaíso 5.“Batalla de Angamos”: -Pablo Sanhueza- Colegio Nueva Esperanza de Quilpué 6.“Acorazado Blanco Encalada”: -Alexis Calderón- Escuela de Tripulantes y Portuaria de Valparaíso
Actividad extraescolar premió a los alumnos que se destacaron en la creación de modelos a escala de importantes embarcaciones.
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fines de mayo culminó el trabajo y preparación de decenas de estudiantes que participaron del 4° Interescolar de Modelismo Naval, organizado por la Universidad Andrés Bello. La competencia que premió la constancia y dedicación de los participantes en la elaboración de maquetas de embarcaciones a escala reconoció en variadas categorías el mérito de los estudiantes que se involucraron en esta iniciativa, que acerca a los estudiantes al mar y los motiva a explotar sus talentos y creatividad al cien por ciento. La ceremonia realizada en el Museo Marítimo Nacional de Valparaíso, contó con la presencia de docente y directores de los colegios participantes, además de autoridades de la Armada y de la Universidad Andrés Bello. La directora de Interescolares de la UNAB,
Bárbara Durán enfatizó la participación de los colegios de la zona. “Este año con mucha alegría hemos observado que el número de alumnos que culminó su trabajo ha sido mayor a los anteriores, esto se debe al apoyo que los participantes obtienen de su familia y profesores, quienes además los ayudan a desarrollar una capacidad de tolerar la frustración y ser perseverantes con un trabajo manual de esta envergadura”. Asimismo, para el alumno Fernando Laorga, del colegio Casteliano de Viña del Mar, quien obtuvo el premio a la mejor maqueta, sostuvo que este Interescolar significó una forma de reafirmar su decisión por una carrera, “para mi esta competencia fue ardua y cansadora. Sin embargo, aprendí lo perseverante y minucioso que se puede ser cuando se está apasionado por algo, porque particularmente me gusta el arte como fotografía, arquitectura y construcción”. Vale precisar que la ceremonia, realizada en el Museo Marítimo Nacional de Valparaíso, contempla la exhibición de las obras hasta fines de junio.
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Implicancias para su desarrollo
Las tendencias del transporte internacional La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo analiza los acontecimientos que afectan la relación comercial de los países en desarrollo.
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sumir los cambios que debe enfrentar el comercio internacional es uno de los principales objetivos dela Comisión de Comercio y Desarrollo de las Naciones Unidas, entendiendo que a lo largo de los años el transporte marítimo ha evolucionado en respuesta a las modificaciones del contexto económico, institucional, reglamentario y operativo. En esta línea, y según precisa el documento elaborado por Naciones Unidas, la modificación de la estructura económica mundial, el aumento de los imperativos de sostenibilidad ambiental y energética y la creciente preocupación sobre el cambio climático, han hecho y se mantendrán como un factor a considerar en el transporte marítimo. Según precisa el escrito de Naciones Unidas resulta fundamental considerar los siguientes puntos: -Modificar los costos, los precios, las estructuras logísticas y las cadenas de suministro, así como las ventajas comparativas son elementos que pueden determinar en gran medida los resultados comerciales y la competitividad de los países, especialmente en las regiones en desarrollo. Aunque se necesitan más estudios para mejorar la
comprensión de las implicaciones precisas de estas tendencias, resulta claro que la optimización de los sistemas de transporte marítimo necesitará que se las tenga debidamente en cuenta, considerando asimismo los costos externos derivados de las actividades de transporte marítimo. -El examen de la evolución de los diferentes sectores del transporte marítimo señalan algunos posibles factores que los países en desarrollo podrían examinar a fin de ayudar a sus sectores nacionales a convertirse en grandes agentes del transporte marítimo. Entre esos factores figuran los siguientes: el desarrollo de agrupaciones de empresas marítimas; el apoyo a la productividad laboral, y la adopción de políticas adaptadas a las realidades nacionales. Varios de los actuales agentes principales en algunos sectores marítimos se han beneficiado de las políticas industriales y el apoyo gubernamental para establecer y ampliar sus exportaciones de, por ejemplo, buques, servicios de operación de puertos o gente de mar. -El acceso a los servicios regulares de transporte marítimo seguirá siendo un aspecto importante de la competitividad comercial de los países en desarrollo.
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Algunos factores determinantes de la conectividad del transporte marítimo de línea están en gran medida fuera del control de los responsables de la adopción de políticas, en particular la posición geográfica de un país dentro de la red de servicios mundiales y el volumen de la carga cautiva. Al mismo tiempo, las inversiones en infraestructura y modernización portuarias, junto a la facilitación del comercio y el tránsito que mejoren la región servida por un puerto, pueden tener efectos importantes sobre los servicios y sobre el despliegue de buques de empresas de transporte marítimo. -El vínculo entre el transporte, la energía, el medio
ambiente y el cambio climático es muy fuerte y seguirá dando forma a las políticas y estrategias de transporte en el futuro. El impulso para avanzar en esta dirección está creciendo. Para los países en desarrollo, la evolución hacia un transporte de mercancías sostenible es especialmente importante porque las actividades de transporte de carga están creciendo sustancialmente, al mismo tiempo que se están desarrollando sistemas de transporte. -La aplicación de principios de sostenibilidad en el transporte de mercancías no solo ayudaría a reducir la dependencia del petróleo, a minimizar los elevados costos de transporte y a limitar los impactos
ambientales, sino que también brindaría una oportunidad para pasar a un sendero de desarrollo sostenible y de bajas emisiones de carbono, haciendo frente al mismo tiempo a los retos persistentes del déficit de la infraestructura del transporte de mercancías y de los servicios de transporte inadecuados. Al culminar el análisis, Naciones Unidas sostiene que la pérdida de estas oportunidades podría dar lugar a mayores costos en el futuro, ya que tanto los gobiernos como las empresas tendrían finalmente que hacer frente a gastos adicionales, por ejemplo en infraestructura y modernizaciones
técnicas, y tendrían que elaborar y aplicar estrategias de mantenimiento para adaptarse a las nuevas condiciones de funcionamiento. Según sostiene la entidad, en el caso de los países en desarrollo, el reto consiste en iniciar el cambio hacia sistemas de transporte de carga sostenibles que reflejen sus respectivas condiciones. Finalmente, Naciones Unidas aconseja a los países en desarrollo que formulen su propio enfoque para promover políticas, programas y estrategias de inversión de un transporte sostenible, que equilibren los objetivos económicos, ambientales y sociales para el logro de un desarrollo sostenible e incluyente.
Ingeniería en Marina Mercante, una carrera con amplios horizontes
Publireportaje
La Universidad Andrés Bello es la principal casa de estudios en Chile que dicta esta carrera, que se caracteriza por ofrecer proyección internacional y atractivos salarios.
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l incremento del comercio internacional y el transporte de mercancías a través de los mares, está haciendo que el mundo necesite cada vez más marinos mercantes. A nivel global, se estima que hacia 2015 el déficit de oficiales de marina mercante superará los 17 mil. En Chile, la Universidad Andrés Bello es la principal institución que cuenta con un plan de estudios para la formación de los futuros profesionales
del mar: Ingeniería en Marina Mercante. La carrera cuenta con las menciones de puente y máquinas y es dictada en las sedes de Viña del Mar y Concepción. La carrera posee la certificación ISO 9001:2008, del American Bureau of Shipping Quality Evaluations, la cual acredita su alta calidad. Esto se refleja en su cuerpo académico, conformado por docentes con amplia trayectoria y experiencia. “Todos los profesores
de asignaturas profesionales, absolutamente todos, han tenido experiencia como marinos”, destaca Christopher Salas, estudiante de tercer año. Además, la Universidad cuenta con modernos simuladores de navegación y máquinas en ambas sedes, los cuales permiten a los estudiantes desarrollar las competencias exigidas por los convenios internacionales. “La carrera tiene cuatro años de duración más seis meses de práctica profesional a bordo, al
término de los cuales la Universidad otorga el título de Ingeniero en Marina Mercante, mientras que la Dirección General del Territorio Marítimo entrega el título de Piloto Tercero o Ingeniero Tercero, previa aprobación del examen de competencia correspondiente”, explica Manuel Fernández, director de la Escuela de Ingeniería Marítima con sede en Viña del Mar. Los alumnos que egresan de la carrera pueden ejercer a bordo
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de los buques mercantes nacionales o extranjeros como oficiales a cargo de la guardia de navegación o de la guardia de Máquinas, según la mención elegida, como también en empresas relacionadas al transporte marítimo. La carrera tiene el reconocimiento de la Autoridad Marítima de
Panamá, lo que permite a sus titulados navegar en la mayor flota mercante mundial. La Universidad Andrés Bello saluda a la Marina Mercante Nacional en este aniversario y confirma su contribución al desarrollo marítimo nacional a mediante la formación de profesionales competentes
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