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ALBERTINE STAHL, ARTISTA VISUAL

Por Sheila Ramírez

EL ARTE COMO AGENTE DE CAMBIO

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LEJOS DEL FRENESÍ COTIDIANO, ALBERTINE STAHL REFLEXIONA SOBRE EL IMPACTO DE LA COLABORACIÓN ARTÍSTICA EN CENTROAMÉRICA Y LAS MANIFESTACIONES DE LIBERTAD QUE ENTRAÑA ESTE EJERCICIO.

“La soledad también es un acto de rebeldía”, dice contundente Albertine Stahl. Cuando comenzó la pandemia, la artista visual decidió internarse en la naturaleza costarricense. Vivir en medio de una reserva de aves y en la cercanía de un río, le ha permitido contemplar el arte con otros ojos: con esos que miran nuevas posibilidades de cambio.

Los recuerdos de Stahl en Solentiname son parte de ese ejercicio de introspección. Fue en el conjunto de islas, ubicadas en Nicaragua, donde trabajó mano a mano con prolíficos artesanos para desarrollar el primer taller para la fabricación de papel, utilizando la abundante posta de vaca como materia prima.

El emprendimiento representa una alternativa para que la comunidad pueda “hacer frente a la depresión económica imperante en el archipiélago, a consecuencia de la crisis sociopolítica en el país”. Asimismo, significa una propuesta para reconstruir el tejido social y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Una pieza abstracta basada en las formas tradicionales de los pájaros es testimonio de la colaboración de Stahl con el escultor José Peña, que surgió en aquella residencia de Arte en Solentiname. La obra formó parte de la exposición Después del Edén. Arte y

Posibilidades humanas

Miles de grifos de yeso aportan un significado de colectividad. medioambiente que tuvo lugar durante el 2021 en el Centro Humboldt, localizado en Managua.

“Memorias como éstas me hacen pensar con frecuencia cómo dejar un legado real que impacte en las personas positivamente, más allá de las emociones que produce el arte en el plano decorativo, en lo estético”, acota en entrevista la tallerista en técnicas y procesos de creación artística nacida en El Salvador.

IMAGINARIOS REALES

El arte es un medio que materializa la observación que una persona hace de su propia conciencia y estados de ánimo. El ensayo visual de Stahl La Unión y la Fuerza (2019) es una referencia de esta premisa y, al mismo tiempo, una tarea con la que logró contradecir sus propios procesos.

El collage está formado por 1,100 grifos de yeso elaborados a mano por la artista y decenas de voluntarios, pintados con pigmentos minerales locales. Estas pequeñas esculturas se convirtieron en el objeto que marcó “el inicio de conversaciones, relaciones y nuevos encuentros”.

Albertine Stahl disfruta de los encuentros presenciales. Hoy, sin embargo, valora mucho la desconexión. “Cuando estás en las redes sociales [digitales] lees una cantidad extraordinaria de información. Pero ¿cuánta de ella te aporta un verdadero aprendizaje?... Por eso me he dado más espacio para escuchar a las aves y sumergirme en los libros”. Al respecto confiesa que Las 48 leyes del poder, escrito por Robert Greene, la tiene fascinada.

Pues, si hay algo que quiere mantener, es su investigación acerca de la construcción de imágenes con relación al poder, y las manifestaciones de libertad para encararlo.

“El arte ha servido como ejercicio político para muchos artistas de Centroamérica; para decir cosas que nuestro contexto represivo y violento no permite que digamos. Así que es importante seguir abriendo espacios de expresión… Estamos en un momento de cambio”. Ella misma atraviesa un proceso de transformación, en el cual la naturaleza tiene una gran influencia creativa. Ello, sin duda, se verá reflejado en los proyectos que tiene como parte de una nueva etapa con La Galería Rebelde, en Guatemala, y en la creación de piezas de gran formato para Art Basel, en Miami.

“El arte ha servido como ejercicio político para muchos artistas de Centroamérica; para decir cosas que nuestro contexto represivo y violento no permite que digamos”

Espacio colaborativo

Albertine Stahl proyectando en “Woman is art”, evento que se celebró en ME Cabo, en México.

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