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Antonio S. Deza G SUEÑOS…, ESTE FUE GRIS Chileno
De La Cima de mi Huella 2da. Edición 1992
¿Será ésta la última puesta de sol o la última noche sin luna…? Esa nube negra que pasa lenta hace ya tanto tiempo, se ha llevado todas las últimas gotas de agua infestadas con virus informáticos; cargadas de asesinas y venenosas partículas de plásticos y explosivos nucleares.
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¿Y las estrellas? ¿Dónde están las estrellas?
Como añoro ese azul palpitar de las estrellas sobre el pulcro terciopelo negro…
De todo lo nuestro que había, se ha esfumado ya, hasta lo último…
La última flor, el último pez, el último pan.
El frío taladrante de nuestra oscuridad, ha consumido hasta el último rayo de luz propio.
La última plegaria, el último perdón, la última laguna ya sin aves.
El último árbol, el último nido, vacío.
El último resto de suela en los zapatos.
Miles de manos ya sin uñas…, no encontraron la verdad.
Las heridas en la piel, no tienen importancia, las de adentro no se ven…
Es el fin…, no alcanzan a sanar.
Las almas se han ido sin rumbo por esa noche infinita. La última hebra de saliva anudada se aferra a la garganta.
Las últimas lágrimas destrozan las mejillas. El último beso…, sangran los labios. El último orgasmo no tiene razón, es infértil… La última caricia…, la última sombra, ¿qué es eso? Para generar odio, ya no queda tiempo ni queda vida, para disfrutar la paz. Ni hay tiempo, para hacer la guerra. Ni fuerzas…, para destruir lo que no queda. Este es el último trozo de papel, ¿lo escrito?... El último suspiro del último día, la última hora, el último minuto… Ya no queda tiempo, es el último instante, el fin de la esperanza… En este sueño gris, camino y avanzo por sendas de espinas entre nuestros calafates muertos. En este sueño gris, me he visto vagando sin rumbo, por todo el sur de…, de mi arca vacía…
Gracias Dios nuestro, aún estamos, aún estamos despiertos. Antes de dormir, soñemos la paz… ¡Qué viva la vida!