La Colonia Actual

LA COLONIA ACTUAL

Salomé Jaramillo Arbeláez Juan Diego Cómbita Bernal Mariana Marín Betancur Fotografía e Historia 2017-1

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LA COLONIA ACTUAL

Salomé Jaramillo Arbeláez Juan Diego Cómbita Bernal Mariana Marín Betancur Fotografía e Historia 2017-1

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INTRODUCCIÓN Nunca habíamos tenido la oportunidad de conocer Santander y menos a Barichara, pero si eramos conscientes por voces amigas que se trataba de un pueblo maravilloso, que te hacía despegar de cualquier apego que tengas y que sobretodo es un hermoso lugar para conectarte con la naturaleza y la historia. Aproximadamente a casi 7 horas de Bogotá, este pueblo adornado de una flora radiante y luminosa, con unas calles relucientes de limpieza al mejor estilo europeo y con una temperatura casi perfecta, la hacen un paraíso turístico y un patrimonio actual de nuestra patria.

Casi 8000 habitantes con un espíritu de solidaridad y unión hacia sus raíces, hacia la conservación y mejora de su pueblo, pero jamás dejando de lado su historia, su arquitectura o sus costumbres, todos estos elementos innegociables y fundamentales para ellos. Cabe agregar que es un pueblo agradecido con el otro, con su vecino y con sus ciudadanos que han puesto su nombre en la historia de nuestro país, caso tal de Aquileo Parra, expresidente de nuestro país de 1876-1878, que en la actualidad le es conservada su casa en Barichara y tomada como uno de los lugares más concurridos en dicho pueblo. Hacen de Barichara un pueblo acogedor donde el turista se siente bienvenido desde su letrero en los inicios del pueblo “Bienvenidos a Barichara”, donde puedes llegar y mudarte y eres absolutamente bienvenido,

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eso sí sin irrumpir en su arquitectura ni alterar el orden ni la sana convivencia que respiran sus ciudadanos, sino eres libre de irte.

La salida de campo nos demostró como aún existen pueblos que conservan la arquitectura y costumbres de la época colonial. Una época en la que el país tuvo muchos conflictos y transformaciones de todo tipo, y Barichara no se ha negado en permanecer en un estado en el que nos transporta a la colonia, debido a su arquitectura y los colores de sus fachadas, iglesias, calles, incluso, el ambiente que entrega la sensación de esta. En el siguiente trabajo se realizará un recuento de esta salida, presentando una serie de fotografías que permiten conocer el recorrido por Barichara y conocer más a fondo cuáles son los hábitos diarios de sus habitantes.

Recorrer este pueblo e interactuar con la gente oriunda, conocida como los patiamarillos, y saber sus relatos nos hizo dar cuenta de las historias que hacen parte de su creación, al igual que sus anécdotas, los personajes que en algún momento allí estuvieron, y además de esto, la arquitectura que los caracteriza. Haciendo referencia a su arquitectura, fue muy común ver los balcones de las casas, únicamente con dos pisos de altura, que fueron construidos por los indígenas junto con las materias primas que allí estaban, como la tapia pisada, además del característico color blanco y sus pisos color amarillo gracias al barro, lo cual se conserva con el paso de los años sin importar el año de su construcción. De igual manera, existe el importante Puente Grande, cumpliendo con la particularidad de que es tipo calicanto y fue construido en 1800 para generar un carácter independista y un movimiento comercial de tabaco.

Otro hecho histórico que hace referencia a Barichara, fue la aparición de la virgen en una piedra en 1702. Un

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momento milagroso que hace que el pueblo comience su crecimiento y fervor, empezando con la construcción de un templo únicamente para esta piedra en una de las salidas del pueblo.

No solamente recorrimos Barichara, sino que anduvimos por el camino real con dirección a Guane, un pueblo a 9 kilómetros de distancia. Como Barichara, este pueblo también tiene características similares, tiene sus casas pintadas de blanco y el piso de estas con el color del barro, un pueblo tranquilo en el que permanecen tradiciones y costumbres coloniales.

Además de haber resaltado la capacidad de conservar la arquitectura colonial, y todo lo que ya fue mencionado anteriormente, vamos a introducir un poco más allá de lo tangible e irnos a lo más importante, que son los sentimientos y sensaciones que nos produjo conocer un pueblo como Barichara. Este pueblo tiene la capacidad de producir una gran tranquilidad, ya que este posee intereses diferentes a los que todos los colombianos conocemos en otros pueblos, como lo es la vida nocturna, es decir, todo lo que es rumba, en cuanto a bares, discotecas, alcohol y todo lo que este espacio lo constituye.

Barichara es un espacio para gastar tiempo, aprovechando los paisajes y adentrarse a la Colombia colonial que ya no abunda, además, entender cómo se vive en lugares como este. Se puede interpretar cómo esta simplemente “viven”, cosa completamente diferente a nuestro día a d´´ia en la ciudad, en este caso Bogotá. Una vida caracterizada por el afán y no vivir el momento, una vida de estar pensando en el mañana, y no en el hoy.

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Foto: Juan Diego Cómbita

Un espejo Quizás, una imagen si valga más que mil palabras, esta nos dice en perfección como es Barichara, un pueblo que guarda y mantiene su arquitectura colonial, su techo en tejas de barro perfectamente alineadas, las construcciones en piedra. Por otro lado, la conexión directa con la naturaleza, con las montañas que lo rodean.

BARRO CON MANOS DE LIBERTAD

Tapia pisada Desde la formación del pueblo se trabaja este material del que están hechas la mayoría de las casas. Es una mezcla de tierra, fique, agua y cal, a su vez, es uno de los materiales más representativos de la zona.

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Foto: Mariana Marín

Conservación de las fachadas Gracias a los buenos y fuertes materiales que utilizaron los indígenas en la construcción del pueblo, las casas de Barichara han conservado sus estructuras intactas, a pesar de que se dejara a un lado este tipo de construcción hace unos 100 años.

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Foto: Mariana Marín

Un pueblo encima de la naturaleza Barichara está ubicada en una zona geográfica bastante favorable, por sus paisajes, su camino real y la obtención de materias primas importantes, pero a su vez desde las calles más 12 empinadas, podemos notar que el pueblo está construido sobre una montaña.

Foto: Juan Diego Cómbita

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Benditos indígenas Una imperfección en esta maravillosa arquitectura tenía que haber, así nos lo dice esta imagen, los balcones torcidos se debían a los indígenas, pues ellos no se encontraban con los mayores conocimientos arquitectónicos.

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Foto: Juan Diego Cómbita

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Foto: Mariana Marín

El orden de lo simple y lo bello Su simple iluminación, sus cuadriculas perfectamente trazadas y sus árboles gigantes que cubren esta plaza, la hacen en cierto aspecto, simple, pero a la vez mas contemplativa y más bella. También se puede ver una especie de vehículo, el cual se llama moto-taxi y es el sistema de transporte implementado en el pueblo y establecido desde el año pasado, siendo eficiente y más que necesario para todos los patiamarillos.

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CIENTOS DE MANOS HISTÓRICAS

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Así es Barichara Con sus casas todas en similitud, pegadas como si todas fueran vecinos y amigos, adornadas con la misma arquitectura y mismos techos, con sus calles en piedra, y sí... así es Barichara, por momentos sus calles solitarias denotan un espacio para la tranquilidad, para el relajamiento y para sentir la paz y la armonía que se habita en él.

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Foto: Mariana Marín

Orden y perfección Las calles de Barichara son sinónimo de limpieza y una estructura perfectamente equilibrada y ordenada, sus calles con un armonioso trazado reflejan una evidente etapa colonial. Las cuadriculas de sus calles perfectamente vistas por algunos caminos empinados denotan el cuidado y el buen planeamiento que se tuvo en su construcción.

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Foto: Salomé Jaramillo

La plaza principal Fundado en 1705, este parque principal, al frente de la Catedral Inmaculada Concepción, es el centro vital de los pobladores de Barichara. Su color amarillo en su andar va caracterizando la arquitectura del pueblo, además de su decoración con una fuente. Este parque es un lugar para relajarse y contemplar el interior de este pueblo.

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Foto: Mariana Marín

En memoria del cacique Justo al frente de la Iglesia de Santa Lucia en Guane, se encuentra su único parque principal, rodeado de continuos árboles y guiado para que todas sus entradas conduzcan hacia un punto en común, el centro. Consiste en una piedra enmarcada, además de un bello adorno floral, con una placa en agradecimiento al Cacique Guanenta, que gobernó el pueblo Guane.

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Foto: Mariana Marín

Apego a las construcciones arquitectónicas Al pasar los años, algunas estructuras de Barichara se van deteriorando y perdiendo un poco su forma, pero es tanto el afecto y conservación que tienen sus habitantes, que prefieren dejar estas construcciones ílesas de algún cambio.

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Foto: Mariana Marín

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Precisión No solo la arquitectura de las casas e iglesias de Barichara tienen estructuras perfectas, también lo tiene su naturaleza. Convirtiéndose en cosas maravillosas que solo podemos encontrar en un pueblo que tiene una belleza natural única.

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Foto:Juan Diego Cómbita

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Foto: Salomé Jaramillo

De La Inmaculada Concepción Adornada con una preciosa piedra amarillenta y ubicada frente al parque principal, está establecida la Catedral de la Inmaculada Concepción, que se estima del año 1838, sobresaliendo con su altar mayor, inigualable fachada y techo artesanado, la hacen uno de los íconos culturales y turísticos de Barichara.

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LA FE DE LOS PATIAMARILLOS

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Santa Lucía Ubicada en Guane, exactamente a 9 kilómetros de Barichara, radica la Iglesia de Santa Lucia, haciendo referencia con su nombre a la patrona de Guane y reina de los ciegos. Esta parroquia, construida en el siglo XVIII, está establecida como patrimonio arquitectónico, además es la primera capilla doctrinera indígena del país.

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Foto: Mariana Marín

San Antonio Esta capilla construida en 1823, por obra del señor Narciso Reyes, quien contribuyó con la parte monetaria para su construcción, está ubicada exactamente al lado del Asilo San Antonio. Se diferencia de las demás iglesias debido a su forma, fachada republicana en cemento y carburo blanco, su acceso con arco de herradura y su campanario central.

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Foto: Salomé Jaramillo

Jesús Resucitado Su ubicación acentuada en la parte alta de la población de Barichara y a un lado del cementerio, se establece la Capilla de Jesús Resucitado.

Joya arquitectónica para los Baricharas. Posee un sencillo altar superior de madera policromado, un interior colonial y un techo que acapara todas sus miradas, esto se debe a que esta sostenido con rústicos maderos, exactamente como se construía hace 300 años.

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Foto: Salomé Jaramillo

El sueño eterno Ubicado junto a la capilla de Jesús Resucitado y en frente de un parque, se encuentra este recinto que data alrededor del año 1870. Caracterizado y contemplado por seguir con la entonación arquitectónica del pueblo, su tono amarillento que cubre la piedra de los sepulcros, además de sus tumbas de piedra labrada. La centenaria antigüedad de algunas de sus tumbas la llenan de silencio y tranquilidad.

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Foto: Salomé Jaramillo

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Foto: Juan Diego Cómbita

El paso final Como último paso y no menos importante, se encuentra el proceso de secado de la hoja de papel.

Puede secarse adentro, la duración aproximada del secado en el exterior es de 2 horas y las que se quedan en el interior (foto) es de 4 horas.

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MANOS CONSERVANDO HISTORIA

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El Taller de “oportunidades” Se funda en el año 2001 y se considera como uno de los mayores productores de empleo y oportunidades de Barichara. Once personas elaboran de manera directa la producción del papel, las cuales la mayoría son mujeres cabeza de hogar. Se trabaja con el fique, una de las fibras más representativas de Santander.

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Foto: Salomé Jaramillo

Sentido de pertenencia Los trabajadores del Taller de Papel han decidido seguir con la técnica de machacar el papel, aunque los molinos les hagan el trabajo más fácil y rápido, es tanto la involucración y el sentido de pertenencia que con proyecto que decidieron seguir con el proceso lento y manual, pero siendo satisfactorio para ellos.

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Foto: Salomé Jaramillo

En el proceso El fique, siendo representativo de Santander, es el Ăşnico material con que se trabaja en este Taller de Papel. El proceso que cumplen con el fique, lo agilizan utilizando estos molinos, generando mayor eficacia y rapidez para llegar a un producto final.

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Foto: SalomĂŠ Jaramillo

Don Jaime Apoyado en una silla, en posición de descanso y dejando reposar por un momento de su bastón, se encuentra Don Jaime, habitante de Barichara desde hace más de 65 años. Le debe todo a este pueblo, pues le abrió las puertas desde que no era nadie.

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Foto: Juan Diego Cómbita

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Lugar de descanso En el dialecto guane (pueblo indígena que habitó Santander), Barichara significa “lugar de descanso”, su pasividad y tranquilidad, acompañada de sus hermosos paisajes y abundante flora, hacen que sea considerado como “El mejor pueblo de Colombia”.

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Foto: Salomé Jaramillo

MĂĄs que un simple hotel Hicasua ocupa una hermosa fachada de estilo colonial, situado exactamente en la Calle 7 de Barichara. Este hotel ofrece varios servicios, desde centro de convenciones hasta matrimonios. Su llamativa arquitectura con techos de teja, detalles en madera y paredes de piedra, haciĂŠndolo uno de los mejores hoteles.

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Foto: SalomĂŠ Jaramillo

La Veranera Entre la carrera 6ta y la calle 4ta está ubicado uno de los restaurantes más famosos y visitados de Barichara, La veranera, marcada por su fachada colonial española, con los techos de barro y el piso de piedra la hacen una más del pueblo, cabe resaltar que este restaurante hace parte de la escuela Fundación de Taller Barichara, que colabora con oportunidades para el uso del conocimiento en la cocina.

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Foto: Juan Diego Cómbita

Foto: Mariana Marín

El Mirador de la Cordillera En los alrededores de la iglesia de Santa Bárbara y en la parte occidental del cañón del rio Suárez, se encuentra ubicado el Mirador de Barichara, que además permite deleitarnos y disfrutar de la topografía de la Cordillera de los Andes.

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ARQUITECTURA NATURAL

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El Camino Real Un camino de 1867 que tiene 9 kilómetros que separan a Barichara de Guane. recorrerlo es un sacrificio porque sol incesante, y a su vez, un viaje al pasado de los aborígenes guanes y de la influencia española. son más de dos horas de camino, lleno de subidas y bajadas.

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Foto: Juan Diego Cómbita

Camino a Guane Recorriendo los 9 kilómetros, notamos muchas dificultades para caminar, piedras, vegetación y subidas, pero a la vez, nos dimos cuenta que los indígenas hicieron un gran esfuerzo por formarlo y dejar su huella arquitectónica.

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Foto: Mariana Marín

El Puente Grande IConstruido en 1800 con el fin de independizarse y tener autonomía. Aparte de esto, fue de gran importancia, ya que a través de él, se movilizaban las mercacíasde tabaco. Además, es un puente tipo calicanto.

Foto: Juan Diego Cómbita

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El paisaje real El paisaje que rodea el Camino Real, de Barichara hacia Guane, está orientado a lo lejos por la topografía de la Cordillera de los Andes.

Foto: Juan Diego Cómbita

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CONCLUSIÓN Para concluir plantearemos una pregunta: ¿Es el pueblo más bonito de Colombia?

La respuesta para la mayoría de sus visitantes va a ser siempre “Sí”. Y si nos preguntáramos porque lo diríamos, sería sencillo, diríamos que Barichara es de esos pueblos en vía de extinción, donde lo que reina aparte de su arquitectura y lo que lo hace lindo como denominan muchos de los que conocen es su gente, la calidez de su gente, es parte esencial, donde muchos presidentes residen allá por la tranquilidad de su zona. Tienen muchos foráneos, y son personas con sentido de pertenencia donde no los dejan innovar, sino se acomodan a las costumbres, propias de la región, es un pueblo como para descansar, donde puedes comprarte un buen libro, y disfrutar de los paisajes, es un pueblo tan tranquilo que si acaso aparece la policía.

Después de haber hecho una recopilación y descripción de nuestro viaje a Barichara, podemos darnos cuenta que es importante conocer los pueblos de nuestro país, rescatar sus tradiciones y que es de gran valor que algunos de ellos conserven con la historia que nos caracteriza como país, la colonia, ya que de esta manera podríamos tener más conocimiento y apropiarnos de cosas que nos hicieron crecer como colombianos. También, fue enriquecedor

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para cada uno de nosotros poder tener la oportunidad de entender cómo viven los patiamarillos, su historia y la trayectoria que han tenido como comunidad. Recorrer Barichara fue de gran ayuda para entender y experimentar como fue para las personas avanzar en el tiempo, aunque conserven características que los hagan tan conocidos.

Cabe resaltar que la tranquilidad de estos pueblos se ve reflejada en la ausencia de policía, como lo aseguró uno de sus habitantes “no hay policías desde hace 30 años en el pueblo”. Esto es un factor muy importante para la constante visita de turistas colombianos y extranjeros, ya que el brindar seguridad a sus visitantes garantiza visitas constantes, siendo esto un punto a favor para Barichara y los pueblos vecinos. Por esta razón, este pueblo es considerado uno de los pueblos más hermoso de Colombia, gracias a dicha tranquilidad, las calles se mantiene limpias e intactas, la arquitectura no se pierde con la adaptación de sitios para las diferentes distracciones. Lo más importante es que Barichara no se acopla a la actualidad si no que la actualidad de acopla a Barichara, siendo así una experiencia turística diferente.

Por otro lado, la visita a Barichara nos hizo conocer otro tipo de turismo, es un pueblo tranquilo sin vida nocturna, es decir, es para el tipo de turismo para quien goce del descubrimiento de nuevos paisajes y arquitectura clásica, en este caso, arquitectura colonial.

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La hermosa estructura del pueblo, nos enseñó cómo es capaz un lugar como Barichara en Colombia, conservando su tranquilidad y seguridad, mediante la tradición. Esto nos hizo entender cómo estos sentimientos pueden generar una gran calidad de vida sin la necesidad de lujos, simplemente vivir con lo que se tiene y se puede obtener de una manera feliz, siendo esto otra razón por la cual, la calidad de vida de Barichara es buena y diferente, haciéndonos concluir que este destino turístico, nos sirve para contagiarnos de todo esto. Además, “vivir unos días a la manera de Barichara”, al lado de hermosos paisajes y principalmente, para los amantes de la fotografía e historia.

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