Esencia de colores
Andrés Felipe Lozano Luna Universidad Externado de Colombia
Introducción
Cada persona tiene colores dentro de sí; colores que nos identifican y nos hacen definir bastantes aspectos de lo que somos y a veces, si sabemos conectar todos esos puntos, pueden ayudar a responder tantas preguntas que nos hacemos casi a diario. Hemos olvidado esa esencia, nos hemos distraído de todo lo que somos por estar enfocados en factores externos que, después de haberlos experimentado, te dejan más vacío que lleno, haciendo que nos perdamos en otras voces y nos olvidemos de escucharnos a nosotros mismos. En este fotodiario, daré a exponer un poco de quién soy yo por medio de tres bellos colores que he podido percibir en ciertos momentos de mi vida. Colores que, si bien no me definen del todo, demarcan aspectos muy presentes en lo que hoy soy como persona.
Parte I: Verde
Creación, pureza, libertad.
El verde me transmite cierta conexión con la Divinidad. Encuentro en este color esa cercanía con la parte más pura y eterna de mi ser y me hace sentir en paz, llenándome de un gozo indestructible por el que sólo puedo decir “gracias”. Me hace desear cada vez más descubrir los secretos más puros ocultos en cosas que pasan a nuestra vista pero que las ignoramos.
“ (...) y luego poder renacer allí, en donde solo soy alma; donde no hay odio ni guerras ni heridas, donde la vanidad no nos persiga, donde nada se imponga ni se impida. Donde realmente empiece la vida.” - Horus
“Emanciparnos de la esclavitud mental, porque nadie más que nosotros puede liberar nuestras mentes.” - Bob Marley
Parte II: Blanco Espacio, desahogo, calma.
El blanco me refleja ese tiempo de calma que siento cuando me alejo de cualquier contacto, lejano o cercano, y me concentro en mí. Me transmite esas ansias de hacer procesos internos, mientras disfruto de placeres “terrenales” como comer o tomar algo.
“Caminas tú y tratas de sacarte el mal que hay en tu corazón. Intentas sí: buscar aquí, buscar allá, pero no intentas en tu interior.” - Dread Mar I
Cuando me tomo el tiempo para estar conmigo, no importa el paisaje, la vestimenta o el recorrido. No necesito ir a un templo, iglesia o mezquita para poder disfrutar de la dulce pero confrontante introspección, simplemente decido salir, ir a lugares que conozco, comprar comida que hace del momento algo más placentero y poder pensar en todo y en todos, iniciando por mí.
“Si crees que estás solo, es porque aún no te conoces.” - Horus
Parte III: Amarillo Juego, diversión, calidez
En lo personal, este es el color que más sale a relucir de mí. No puedo evitar el mostrarme como una persona extrovertida y bastante espontánea, como lo que este color refleja para mí. No olvidar nunca que tuve una inocencia infantil que, a medida que fui creciendo, la iba perdiendo por ser un comportamiento “inadecuado”.
Mi amor por el cielo y las nubes nace desde pequeño. Puede que nunca consiga estar ahí arriba, pero es en estos momentos de juego en los que disfruto de la ilusión de volar, donde me encuentro unos milímetros más cerca de ese deseo. Y, justo ahí, es en dónde ese niño interior sonríe.