Nemocon

Nemocon

Ecos de un grito olvidado

Nemocon

Ecos de un grito olvidado

Felipe guerra de Le贸n Karen Martinez Sarmiento Alejandro Pi帽eros Fotografia Segundo Semestre 2015

FACULTAD DE COMUNICASION SOCIAL - PERIODISMO

Introduccion En la Sabana centro, a 45 kilómetros de la capital colombiana, Nemocón se alza al norte de la cordillera andina y combina sus accidentes geográficos con el atractivo de la historia de su pueblo. Allí donde fue el centro de los chibchas y donde los zipas iban a entonar sus lamentos y gritos, se concentra una parte importante de la producción salina en Colombia y, por supuesto, también se ha formado una atracción para turistas nacionales e internacionales. Esta producción fue, desde el siglo XVII y hasta el día de hoy, el sustento y la motivación que les dio a todos sus habitantes durante generaciones.

Como Nemequene, protector y creador de las leyes a favor de la dignidad, lo había soñado (según la leyenda), los expedicionarios ‘hombres blancos’ llegan por primera vez en 1537 y reconocen a un pueblo que ya ha fijado sus bases en la explotación de sales e intercambio de maíz. Este pueblo de origen precolombino, fundado por el oidor Don Luis Henríquez en el año 1600, el 26 de julio, años más tarde se somete a la religión española y a la pérdida que esto le significa, a los indígenas que tan apegados estaban a sus dioses. Sin embargo, la cultura de explotación y producción de la sal no la pierden y hasta el día de hoy, le representa significativas ganancias. El Nemocón que hoy conocemos está atestado de casas aún coloniales, de magia y del ambiente que a todo tipo de personas una cultura puede ofrecerle y que por nada del mundo puede perderse. Por eso, este recorrido para nosotros como profesionales en formación es tan importante. A través de todo el camino, las formaciones de roca y suelos, los terrenos áridos y la desolación se convierten en objetivos fijos para nuestros lentes. El señor que nos acompaña, con un tono muy particular, nos explica cómo la lluvia

con rol moldeador es responsable de aquel ‘Desier to de la Tatacoita’, y entre explicaciones coloquiales acerca de lo que significan realmente guache y bacán –son todo lo opuesto al uso que le damos hoy en día-, muestra su optimismo por la naturaleza y la convierte en la responsable de lo que vamos viendo a lo largo de aproximadamente 2 horas. Sin embargo, su semblante cambia cuando se encuentra un pequeño cilindro, muestra de la cacería que a veces se da en estos terrenos. Nos pide que si encontramos más, o cualquier otra basura la recojamos, pues toda esta contaminación hace que las tierras que están ubicadas en ese espacio pierdan sus cualidades. El camino es largo, y entre bajadas, subidas, rocas y una panorámica constante, hacemos registro de cada cosa. Es interesante el contraste que se presencia en esta parte del viaje.

Por un lado, las formaciones que tienen un color ocre, huecos, columnas, montañas y laberintos, y por otro solo extensiones de tierra, que tristemente en ciertos lugares tienen un aspecto acabado y seco, pero que representan la belleza y las marcas que el tiempo ha dejado. Su gente, que aun es muestra de la historicidad del municipio, combina el valor del pasado y la esperanza de seguir siendo pilar del turismo y la industria de la sal.

En este libro se quiere representar dicha belleza, evidenciada a través de la caminata, del recorrido en la mina de sal y todo lo que este municipio ofrece. Por medio del lente y de la historia, toda la riqueza de esta tierra hace eco y se reafirma como un lugar que a simple vista no se ve relevante como tal, pero que si se examina su historia y todas sus contribuciones, es de vital imortancia. La extracción de sal, sus paisajes, la minería que allí se formó, la explotación de caolín que sirve para la losa y las baldosas son hoy algunas de las cosas que este poblado, del cual -

el origen de sunombre es lamento del guerrero’.

Durante el paseo tuvimos la fortuna de entrar a la mina de sal de el nemocon. sin dudas fue un paseo que dejo una sensacion en las personas de satisfaccion y de fasinacion por el interior de la mina, la forma como decoraban con luces y como dejaban en evidencia las superficcies cubiertas por sal que en ocacciones se mostraba brillante y en un estado cristalizado. por otro lado los datos que nos contaban los guias sobre como se formaban esas cristalizaciones de la sal, de donde provenia el agua, como se trabajaba dentro de una mina de sal y todos los datos durante el paseo por el interior de esta. sin duda alguna es una experiencia que con las palabras no se puede describir, debido a que se puede contar de tantas formas y con tantos detalles que es casi imposible darle un orden a esas imagenes que se quedan plasmadas en la cabezas de las personas que bajan para ver ese espectaculo.

“Resaltedad Natural” por Alejandro Piñeros.

Es inóspito esperar durante un arduo recoorido y entre grantes extensiones de matorrales, varios troncos que resalten en medio de tanta soledad.

Horizonte: vemos como el camino se va perdiendo entre el paisaje monta単esco.

Foto: Felipe Guerra de Leon

Travesia: vemos a los estudiantes en el entorno arido de el nemocon con los guias turisticos Foto: Felipe Guerra de Leon

terrenal: vemos principalmente la textura de el monticulo de tierra formado por las lluvias en el espacio Foto: Felipe Guerra de Leon

Pinos color ocre: junto con el verde, y el azul del cielo, la aridez de estas tierras tienen su encanto y sus grandes pilas se alzan al pasar del tiempo.

Foto: Karen MartĂ­nez Sarmiento

Ritmos: vemos como se complementan los terrenos aridos con la vegetacion que lo rodea Foto: Felipe Guerra de Leon

Profundidad: vemos como los estudiantes que atraviesan el terreno le dan una profundidad con la monta単a que se ve encima de ellos Foto: Felipe Guerra de Leon

“Marco Naturalâ€?por Alejandro PiĂąeros.

La diversidad natural no otorga un marco, con el cual se logra dar un enfoque a distintos paisajes.

Tríadica: tres columnas donde la lluvia dejó su huella y que hacen parte del espectáculo natural que Nemocón ofrece.

Foto: Karen Martínez Sarmiento

“Monumento Terrenal” por Alejandro Piñeros.

A través del tiempo y la mezcla continua en tre tierra y lluvias deja como consecuencia el undimiento de la tierra causando la elevacion de estas formaciones rocosas.

Tragaluz: la luz que se filtra a traves de las nueves y deja un zona calida y la otra oscura Foto: Felipe Guerra de Leon

Un hueco en el cielo: bajo el laberinto de las formaciones que la roca y la lluvia formaron, se alza un cielo limpio y brillante.

Foto: Karen MartĂ­nez Sarmiento

Entrada a la naturaleza: bajo una panorĂĄmica verde, el camino hacia la mina y hacia mĂĄs lugares por descubrir son solo el comienzo.

Foto: Karen MartĂ­nez Sarmiento

“Rconocimiento Historico” por Alejandro Piñeros

Rconocimiento social a los antecesores que infliyeron en el munnicipio de Nemocón.

Iglesia colonial de el pueblo de nemocon Foto: Felipe Guerra de Leon

Entrada principal de la mina de sal de el nemocon, una maravilla visual Foto: Felipe Guerra de Leon

“Replica a la capsula de rescate en chile”por Alejandro Piñeros Homenaje a los 33 mineros enterrados a causa del derrumbe de mina.

“Efectos Salinos” por Alejandro Piñeros La iluminación concreta de los cristales sujetos a la madera con el transcurso del tiempo.

“Ruta de Trabajo”por Alejandro Piñeros

Los elementos de trabajo utilizados por los mineron y sus rutas engañosas a su resplandor.

Corazones de sal: dos corazones unidos simb贸licamente dan como resultado algo fuerte y grueso, como esta obra de arte que reposa en las profundidades de la mina.

Foto: Karen Mart铆nez Sarmiento

santuario de la mina de nemocon: luz ligeramente desenfocada y aura de movimiento Foto: Felipe Guerra de Leon

El arco verde: Dentro de la mina de Nemoc贸n, esta luz refleja a lo lejos quietud, tranquilidad y esperanza.

Foto: Karen Mart铆nez Sarmiento

Florecimiento: entre tanta rama predominante, el crecimiento de esta flor parece no acabar y sus colores son uno entre un mill贸n

Foto: Karen Mart铆nez Sarmiento

Madre e hijo: como patrona de los mineros, la Virgen del Car-

men se convierte en un sĂ­mbolo de la religiosidad de NemocĂłn.

Foto: Karen MartĂ­nez Sarmiento

“Una caida Salina”por Alejandro Piñeros.

La textura constante que se mantiene en surgimiento con el paso del tiempo .

“Contaminacón desertica” por Alejandro Piñeros.

Un logar desolado a la aderivadeel constante ataque del sol, quebrantando sus entrañas.

Primer plano de la textura con un lijeron desenfoque de la carcava Foto: Felipe Guerra de Leon

Visitantes: a contraluz, las figuras de quienes visitar las minas contrastan con la magia y el brillo que este recinto natural nos ofrece.

Foto: Karen MartĂ­nez Sarmiento

“Abandono Culturalâ€? por Alejandro PiĂąeros

La soledad es constante en el desierto de Tatacoita y sus habitantes dejan un legado de experiencias reflejadas en lo material.

CONCLUSION. Entendimos que Colombia, un país en el cual podemos encontrar una gran biodiversidad con respecto a su fauna, flora, minerales y muchos más recursos naturales que abundan en ella. También logramos reconocer varios lugares de interés turístico, ya sea el mar de siete colores de San Andrés y Providencia, Los glamurosos sitios de Bogotá, el parque natural del Tayrona en Magdalena, las grandes extensiones de terrenos naturales en el pulmón del mundo en Leticia, Amazonas, las planicies de Los Llanos Orientales, el espectáculo que nos da la ciudad de las luces, Medellín y muchas más que abundan es esta gran Colombia. Pero hay un municipio al cual le queremos otorgar un reconocimiento por su abundancia en historia y cultura.

En el departamento de Cundinamarca (Colombia), se encuentra un bello municipio ubicado en la provincia de Sabana Centro, a 45 km de Bogotá. Este toma el nombre de Nemocón reconocido por su gran acogida hacia los turistas que deciden visitarlo, su pueblo que conserva un aire antiguo y los grandes espacios memórales dignos de admirar que los representa. Nemocón significa, en idioma muisca, “Lamento o Rugido del Guerrero”. Y tras haber caminado más de 6 horas consecutivas instruyéndonos y culturizándonos como estudiantes frente al gran conocimiento del señor Orlando Áreas y los funcionarios de la mina de sal de Nemocón, al exponernos toda la historia que tienen estos lugares nos permiten realizar nuestro “ Rugido de Guerrero” pero en forma de agradecimiento.

Finalmente la historia que tiene Nemocón en sus espacios turísticos como el desierto de la Tatacoita, cuyas tierras fueron pisadas y manipuladas por los muiscas, tribu indígena, y siempre cuidada por la gran “Pacha Mama” su Dios a quien todo le confia-

ban, La Mina de sal de Nemocón y sus varias anécdotas de mineros que tomaron un papel de suma importancia para los ciudadanos del municipio. Nos dejan un legado de aprendizaje invaluable con el cual tenemos la responsabilidad de respetar, apreciar y admirar, no solo como estudiantes de salida de campo, sino como Colombianos empapados de sus antecedentes y de su cultura general, pertenecientes de ella y así mismo recrear un sentido de propiedad digno.

Dejando d e forma clara la importancia para conocer un poco mejor de donde provienen y que regiones habitaron nuestro antepasados , como era su dialecto, el entorno al cual se habian acostumbrado aunque cambiara de forma considerable geograficamente. tambien resaltar un poco como era su vida y que clase de orden tenian en su sociedad desde los ordenes jerarquicos hasta las leyes que los regian y el porque de cada una de esas leyes.