CARTILLA DE FORMACIoN
Selección de Textos SINDICALISMO DOCENTE
Selección de textos Historia de CTERA (Investigación), Brandariz, Carolina; Giacomini, Ernesto y Marucco, Marta Febrero 2012 ¿Qué organización necesitamos l@s docentes en la ciudad? (Documento) Lista de Maestr@s Diciembre 2008 Desafíos del clasismo en el sindicalismo docente (Artículo) Juan Pablo Casiello y Ariel Petruccielli en Pensar las prácticas sindicales docentes, 2012
BREVE PRESENTACIÓN Esta selección incluye textos que hemos leído, trabajado, debatido, en diferentes instancias de encuentro: reuniones de formación, campamentos de formación, plenarios. No expresan nuestra posición sobre el eje que los atraviesa, aunque probablemente se arrimen a ideas que compartimos; en todo caso, su función no es representar nuestras ideas si no invitar a indagar, profundizar y preguntarse, esperando que colaboren en la elaboración de alguna repsuesta, pero sobre todo, de nuevas y mejores preguntas. FRENTE POPULAR DARIO SANTILLAN en TERCIARIOS, 2013
La Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (C.T.E.R.A) entre 1973 y 1985 Indagación realizada en el marco de la investigación: Historia reciente del Sindicalismo Docente en Argentina: entre la política educativa y el trabajo docente (Febrero 2012) Brandariz, Carolina; Giacomini, Ernesto y Marucco, Marta Contextualización En 2010, la indagación se focalizó en las siguientes cuestiones: *La conformación del mapa gremial a partir de la creación del primer sindicato docente: la Liga de Maestros de San Juan, en 1892 *La incidencia de la sanción del Estatuto del Docente (1958) en el incremento de las luchas reivindicativas de los educadores argentinos y de los intentos de unidad sindical *La oposición a la reforma educativa del dictador Onganía como factor de cohesión no solo respecto de los reclamos específicos de los docentes sino también de las definiciones sobre política educativa En 2011, el análisis se centró en *Las posiciones de carácter gremial y político-educativas sostenidas por la CTERA desde su creación hasta el golpe de estado de 1976 *El accionar de CTERA durante el período de suspensión de la actividad gremial por el Acta para el Proceso de Reorganización Nacional del 24/03/1976 *La reactivación de la actividad gremial a partir del Seminario Nacional convocado por CTERA y desarrollado entre 1982 y 1985 en sucesivas jornadas regionales La Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina desde su creación hasta el golpe de Estado de 1976 Antecedentes A partir de 1960, las organizaciones gremial-docentes comenzaron a conformar mesas de acuerdo, pero la falta de coincidencia en las posiciones sobre política y filosofía educativa determinó que las acciones comunes se redujeran a la lucha por las reivindicaciones salariales y previsionales El primer nucleamiento fue la Junta Docente de Acción Gremial que el 2 de mayo de 1960, a once días de su formación, declaró el primer paro nacional de educadores, motivado por el incumplimiento del Art. 38 del Estatuto del Docente, sancionado en 1958, que estipulaba la actualización anual de los haberes de acuerdo con el aumento del costo de vida. En 1961 fue reemplazado por el Comité Unificador de Acción Gremial (CUDAG), integrado por la Confederación Argentina de Maestros y Profesores (CAMYP), la Comisión Coordinadora Intersindical Docente (CCID), la Unión de Educadores (UNE) y la Federación de Agrupaciones Gremiales de Educadores (FAGE). Producido el golpe de Estado de 1966, las tres primeras organizaciones solicitaron reiteradamente a la FAGE la ampliación de los objetivos del CUDAG, incorporando la defensa integral del Estatuto del Docente y la oposición a la retrógrada política educacional de la dictadura militar. Ante la oposición de la entidad, que tenía en su mesa directiva a un asesor eclesiástico, CAMYP, CCID, UNE y la Confederación General de Educadores de la República Argentina (CEGERA), surgida en 1967, reunidas en la ciudad de Córdoba firmaron, el 3 de octubre de 1970, el acta constitutiva del Acuerdo de Nucleamientos Docentes (AND), al que se sumó, en mayo de 1971, el Movimiento Gremial Docente de la provincia de Buenos Aires El AND constituyó, al igual que sus antecesores, una mesa de acuerdos, pero con variantes fundamentales: estaba integrado por las organizaciones de mayor representatividad gremial, incluía entre sus objetivos la defensa de la escuela publica y la reconquista de todos los derechos avasallados, tendía a la unificación de la docencia en un ente confederal, ajustado a la ley de 1
Asociaciones Profesionales, se comprometía a analizar y pronunciarse sobre los acontecimientos trascendentes de la vida nacional. Su convocatoria a la realización de un paro el 18 de noviembre de 1970 logró el amplio respaldo de gremios y docentes afiliados y no afiliados El 25 de mayo de 1973, el gobierno constitucional presidido por el Dr. Héctor Cámpora reemplazó al gobierno de facto surgido del golpe de Estado de 1966. En la publicación Hacia la unidad gremial docente sin discriminación político partidista, el AND planteó sus coincidencias con el discurso de asunción del Presidente de la Nación en los siguientes puntos: 1. La independencia cultural como factor de descolonización 2. La educación sostenida por el pueblo y para el pueblo con la práctica de la justicia social 3. La participación de la comunidad educativa para pensar a la educación como un patrimonio del pueblo 4. La aspiración a eliminar el analfabetismo y el semianalfabetismo, a ensanchar la cultura y a incorporar la enseñanza del trabajo productivo 5. La vigencia de la educación permanente y de la igualdad de oportunidades y la eliminación de las barreras artificiales creadas por el sistema educativo 6. El incremento del personal docente y la vigencia de una remuneración y jubilación justas 7. El mayor apoyo a los docentes que se encuentren desenvolviendo su tarea en sectores marginados1 Fundación de la CTERA: Documentos liminares Dando cumplimiento a los principios que fundamentaban el accionar del Acuerdo, expuestos en el documento aprobado en febrero de 1973 en Tafí del Valle, (Tucumán), el 12 de setiembre de 1973, 286 delegados representado a 100 entidades y a 135.000 afiliados, fundaron la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA) Declaración de Principios: Aprobada el 3 de agosto de 1973 en las sesiones preparatorias del Congreso de la Unidad Docente, (Huerta Grande - Córdoba). Reproduce, en gran medida, el contenido de la Declaración del AND de 1970 Plantea como puntos de partida: La consideración del docente como trabajador de la educación La afirmación del carácter político-ideológico de su función, al sostener que el docente está trascendiendo la condición de transmisor de conocimientos para actuar como un factor del avance social que posibilitará la auténtica liberación del hombre, la patria y los pueblos La democracia sindical como base de la organización de la entidad gremial Los ocho principios que integran la Declaración explicitan la posición de CTERA respecto de 1) La política educacional
Se concibe a la educación como derecho del pueblo y, en consecuencia, como deber y función imprescriptible, indelegable e inalienable del Estado Se postula la igualdad de oportunidades a una enseñanza común, única, gratuita, obligatoria, no dogmática, científica, coeducativa y asistencial; cuya concreción exige eliminar las trabas sociales, económicas y culturales que lo impiden Se plantea el monopolio del Estado en la formación de los docente y en su habilitación para el ejercicio profesional
2) La política gremial
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Participación docente en el gobierno, planeamiento y política de la educación a través de su organización gremial Obligación de la entidad de defender los derechos profesionales, laborales, salariales, previsionales y culturales de toda la docencia en actividad, pasividad o aspirante a cargos. Esta defensa se extiende a los docentes del sector privado, sin que ello signifique convalidar la privatización del sistema educativo
Publicación del Acuerdo de Nucleamientos Docentes, junio de 1973, pp. 9-10
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Rechazo de toda forma de discriminación política, religiosa, racial o ideológica y prescindencia de la confederación en materia político-partidista o confesional. Defensa del derecho de sus miembros a gozar de las libertades constitucionales y de los derechos humanos que, como conquistas, surjan de las luchas populares Admisión de todas las organizaciones gremiales del país a condición de que compartan los principios de la entidad y se encuadren en sus normas estatutarias Consideración de la solidaridad como base de la acción gremial
Estatuto: Aprobado en setiembre de 1973, define la modalidad organizativa y el funcionamiento de la Confederación El Capítulo I establece que la CTERA estará integrada por las federaciones, uniones y organizaciones de primer grado de los educadores (Los nucleamientos preexistentes acodaron disolverse) El Capítulo II enuncia los objetivos y fines de la entidad que se caracterizan por
trascender la defensa de los derechos de los docentes, pues se incluye la de los educandos a una atención plena y al cumplimiento de la legislación protectora de la minoridad proponer la adhesión a la CGT “en el momento en que se lo considere necesario y conveniente” (Esta aclaración alude a la complejidad del momento caracterizado por la división y el enfrentamiento de posiciones en el ámbito gremial y en la sociedad en su conjunto) asegurar la plena vigencia de la democracia sindical mediante la representación de las bases y la deliberación y consulta a los trabajadores de la educación comprometerse a bregar por la participación de los sectores populares junto, a los docentes, en la elaboración de la política educacional y a impulsar con sentido nacional una educación que responda a los intereses de los sectores populares
Los Capítulos restantes definen exhaustivamente las características y funciones de los organismos de gobierno y de sus integrantes:
Congreso Nacional: En el reside la soberanía de la entidad que no podrá ser resignada ni delegada en ningún otro organismo. El número de representantes por cada organización será proporcional a la cantidad de afiliados cotizantes Congreso Nacional Ordinario: Se celebra anualmente. Tratará la Memoria y Balance, la Renovación de la Junta Ejecutiva , la determinación de la política a seguir en el período que se inicia, la afiliación y desafiliación de entidades Congreso Nacional Extraordinario: Podrá ser convocado por la Junta Ejecutiva cuando lo considere necesario, por el Consejo Confederal o por no menos del 20% de las entidades confederadas, que deberán solicitarlo por nota, con especificación de los asuntos a tratar Abordará los asuntos propuestos por quien convoca y, además, tendrá a su cargo enjuiciar y sancionar a los miembros de la Junta Ejecutiva y a las entidades confederadas; disponer la realización o levantamiento de medidas de acción directa y reformar el Estatuto Consejo Confederal: Es un órgano consultor y de decisión y un instrumento de fiscalización y comunicación que asegurará el nexo directo entre las entidades confederadas y la Junta Ejecutiva Sus atribuciones son: Formular advertencias a la Junta Ejecutiva si se observaran desviaciones en el cumplimiento de la línea gremial dispuesta por los Congresos; requerir de ella mayor operatividad cuando se advierta inercia en el desempeño de sus funciones; la avalará cuando adopte medidas de acción directa en circunstancias de emergencia y ante la imposibilidad de convocar al Congreso por la urgencia de la situación Cada entidad confederal estará representada por un delegado quien tendrá derecho a tantos votos como afiliados posea la organización que representa. Junta Ejecutiva: Es el organismo que dirige, administra y representa a la CTERA. Está integrada por: 1 Secretario General; 4 Secretarios Adjuntos y 18 Secretarios responsables de administración y actas, prensa, cultura, finanzas, acción social, jubilaciones, relaciones gremiales, educación y cada una de las ramas y modalidad de la enseñanza. Se eligen por votación secreta de los delegados según el sistema de representación proporcional. La Secretaría General corresponderá al candidato que ocupe el primer puesto en la lista que obtenga la mayoría de votos
El Estatuto de CTERA garantizaba el principio de democracia sindical proclamado por la Declaración fundacional de la organización al asegurar la representación de las bases en el
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gobierno de la entidad y en la toma de decisiones sobre la definición e instrumentación de la política educativa y gremial La primera Junta Ejecutiva de la CTERA quedó en manos del AND que obtuvo 349 votos, ocupando la Secretaría General: Carlos Rocchi (CAMYP) y tres de las cuatro Secretarías Adjuntas: Simón Furlan (UEPC), Francisco Arancibia (ATEP) Y Juan Carlos Comínguez (UMP). Carlos de la Torre en nombre de la CUTE (Central Unificadora de los Trabajadores de la Educación)2 ocupó la restante Período de funcionamiento pleno: Relaciones de CTERA con el Gobierno Nacional La documentación analizada sobre las relaciones de CTERA con el gobierno nacional desde su creación hasta el golpe de estado de 1976 nos permite reconocer dos períodos. El primero, que concluyó con la muerte del Presidente Perón el 01/07/74, se caracterizó por el reconocimiento de la legitimidad de un gobierno surgido de la voluntad popular al que se le demandaba la satisfacción de los reclamos gremiales y político-educacionales explicitados en la declaración de principios de la Confederación, ratificados por sus Congresos ordinarios y extraordinarios Posiciones asumidas y acciones desarrolladas hasta julio de 1974 El 28/09/73 se inauguró, en la ciudad de Buenos Aires, la 4º etapa del Congreso Nacional de Educación. El discurso del Presidente de la Comisión de Auspicio, Prof. Augusto A. Guibourg, nos permite analizar la posición de CTERA ante el gobierno constitucional de Héctor Cámpora ya que varias de las organizaciones gremiales que promovieron en 1970 la realización del Congreso fueron determinantes en la posterior creación de la Confederación Del discurso de Guibourg3 (miembro de la CAMYP), pronunciado a 16 días de la fundación de CTERA y a pocos días de la iniciación del tercer período presidencial del Gral. Perón, destacamos los siguiente aspectos
Menciona que el Congreso Nacional de Educación por primera vez desde su creación en 1970 ha solicitado y obtenido el auspicio de instituciones oficiales, ejecutivas y legislativas, nacionales y provinciales, docentes y no docentes Señala que se está produciendo una conjunción de las fuerzas populares con las propias de la docencia que se expresa en la presencia del primer Secretario General de la CTERA, Carlos A. Rocchi, dirigente de CAMYP, invitado “para que diga su palabra de coincidencia con los principios que mueven a vastas corrientes dispuestas a respaldar una escuela del pueblo y para el pueblo”4 El Ministro de Cultura y Educación, Dr. Jorge Taiana, estuvo representado en el acto por el Interventor del Consejo Nacional de Educación, Prof. Alfredo Natalio Fernández, quien habló en nombre del ministro Se obtuvo el apoyo del Interventor de la UBA, Dr. Rodolfo Puigross, traducido en la cesión del Salón de actos de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UBA para la apertura del Congreso y de aulas del Colegio Nacional de Buenos Aires para el funcionamiento de las comisiones Se señaló que el lema del Congreso “La liberación del pueblo se afirma en la educación” justifica su reclamo de que “la educación debe ser propia del pueblo a través de su representación legítima, que son las instituciones de gobierno y no función de grupos sociales que, a veces, conspiran contra el interés del país, contra su esencia y su presencia”5 Se reiteró que este Congreso, que afirma su condición de popular, no pretende ser expresión total del pueblo, sino la voz de grandes grupos, muy diversos, que lo integran. Diversos, pero coincidentes en los puntos fundamentales, los mismos que en 1970 sonaban
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La CUTE se formó a mediados de 1972 por sindicatos que querían acelerar el proceso de unidad, pues consideraban que el AND lo retrasaba, entre ellos, el Sindicato del Magisterio de Mendoza, los docentes privados de Córdoba, el Sindicato de trabajadores de la educación de Rosario (SINTER) y gremios de partidos de la provincia de Bs. As. (Matanza, Gral. Sarmiento, Almirante Brown y San Isidro) que acababan de ser expulsados de la Federación de Educadores Bonaerenses por cumplir un paro declarado por el ADN 3
Congreso Nacional de Educación (mimeo) Op. Cit. 5 Op. Cit 4
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a subversión y que hoy, a solo tres años de distancia, tienen el argentino sonido de la verdad aceptada y proclamada por casi todo nuestro pueblo6
Otro hecho expresivo de las relaciones entre la CTERA y el gobierno nacional lo constituye la invitación del Ministro de Educación, Dr. Jorge Taiana, a participar en las reuniones del Consejo Nacional de Educación en las que se elaborarían los proyectos de Ley Orgánica de Educación y Ley Universitaria que, posteriormente, el Poder Ejecutivo elevaría al Parlamento Nacional Medidas de lucha: paros, reclamos, denuncias El 12 de octubre de 1973, el General Juan Perón asumió por tercera vez la Presidencia de la Nación. El gabinete que lo acompañó estaba integrado, entre otros ministros, por Jorge Taiana (Cultura y Educación), José Ber Gelbard (Economía) y José López Rega (Bienestar Social) En 1974, el Congreso Nacional Ordinario de la CTERA aprobó la realización de paros docentes nacionales en los meses de mayo y junio. ¿En qué contexto político-social se declararon? Para responder este interrogante, es necesario caracterizar la situación en la que se decidieron El 8 de junio de 1973, a instancias del Ministro de Economía José Ber Gelbard, fundador y presidente de la Confederación General Económica, se firmó un pacto social entre el gobierno nacional, la CGT presidida por José Ignacio Rucci y la CGE. Su propósito era la recuperación económica del país, afectado por problemas coyunturales y estructurales, y la consolidación del crecimiento económico. Para lograrlo se fijaron los siguientes objetivos: Alcanzar la participación de los asalariados en el 40-50% del ingreso Nacional, en un lapso de 4 años incrementando los salarios reales de los trabajadores Reducir la alta inflación, problema recurrente de la Argentina
Los primeros resultados del pacto social fueron positivos ya que la coyuntura internacional resultaba favorable: los precios de las exportaciones tradicionales eran altos y la cosecha alcanzó niveles récords. La inflación disminuyó del 62% al 17% anual; la capacidad adquisitiva de los salarios se recuperó en un 13,33%; se revirtieron los problemas de la balanza de pagos gracias al superávit producido por el comercio exterior; se expandió el mercado interno debido al incremento de los salarios y del gasto público Hacia diciembre de 1973, comenzó a advertirse el desgaste del plan: reapareció la inflación; la crisis del petróleo, a nivel internacional, afectó a la reactivación industrial; las importaciones se encarecieron comprometiendo nuevamente a la balanza comercial; el Mercado Común Europeo dejó de importar carne argentina debido a la fiebre aftosa El Pacto Social que había permitido fijar precios máximos comenzó a ser violado sistemáticamente por los empresarios; la agudización de la inflación provocó desabastecimiento y mercado negro. Perón trató de evitar los conflictos obreros convocando a una paritaria nacional que acordó un aumento del 13% y el incremento del salario mínimo, pero se permitió a los empresarios el traslado parcial de los aumentos a los precios Las medidas tomadas por el gobierno, (subsidio cambiario, revaluación del peso), no dieron los resultados esperados. El plan económico debió ser reformulado y en marzo de 1974, se concedieron nuevos aumentos que resultaron insatisfactorios para los trabajadores. Esta situación desencadenó reclamos sindicales a lo largo del país. Las medidas de fuerza no solo cuestionaban a la política económica-social sino, también, a la burocracia sindical que trataba de impedir las luchas En este contexto político-social, la CTERA resolvió nuevos paros nacionales para los días 4, 5, 17 y 18 de setiembre. El 2 de setiembre la Confederación se dirigió a la opinión pública para informar las causas de las medidas de acción directa publicando una solicitada en el diario La Nación. Su titular, Nos dan la razón, pero… la razón nada más, aludía a que las múltiples gestiones realizadas en los ministerios de educación, trabajo y bienestar social, lograron el reconocimiento de la justicia de los reclamos, pero las soluciones no llegaban 6
Op. Cit
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La solicitada señalaba que después de innumerables gestiones los docentes debían recurrir a la huelga como ya lo habían hecho en mayo y junio por la reiterada negativa de atender a sus reclamos respecto del reintegro de los descuentos por los días de paro; la fijación de un sueldo inicial acorde con lo establecido por el Convenio Colectivo de Trabajo (Estatuto del Docente); la restitución del sistema jubilatorio establecido por ley; la sanción de una ley general de educación nacida de un amplio y exhaustivo debate; el aumento progresivo del presupuesto educativo; la devolución de la obra social a los docentes; la reincorporación de los docentes universitarios al Estatuto del Docente y la inclusión en él de quienes se desempeñaban en establecimientos privados; la no aplicación de la ley de prescindibilidad; la no intervención del SIDE en la designación, escalafonamiento y promoción del personal docente por ser un organismo ajeno a la actividad educativa7. La Ley de Prescindibilidad, mencionada en el pliego de reivindicaciones de la CTERA, existía desde 1973 y fue reformada por el Congreso de la Nación en los primeros días de agosto de 1974. Autorizaba a ministros, secretarios de estado o autoridades superiores de los organismos públicos a dar de baja a personal de la administración pública, empresas estatales o cualquier dependencia oficial. Al respecto, Agustín Tosco8 decía: Otro punto que señalamos, es contra la Ley de Prescindibilidad: ¿es posible que centenares de miles de compañeros y compañeras, tengan la espada de Damocles sobre la cabeza? ¿Qué quede pendiente su salario de los caprichos, del mal humor, de la persecución o la discriminación ideológica, de los funcionarios, que están al frente de las instituciones estatales? Algunos funcionarios decían que la Ley de Prescindibilidad, era para aplicarse a los continuistas, a los que estaban contra la reconstrucción, a aquellos de niveles y de jerarquías altas, a funcionarios de relevancia. Los compañeros de Industrias Mecánicas del Estado que quedaron cesantes, nos son funcionarios de relevancia; los compañeros del Banco Nación, tampoco. Son trabajadores que al mismo tiempo que enfrentan la política cómplice de la burocracia de la Asociación Bancaria, desarrollan una lucha en defensa de su estabilidad que va proyectándose cada vez más. Son obreros concientes, que denuncian el Pacto Social y que levantan consignas de lucha de la clase obrera en las instituciones estatales, por eso la represión y por eso la ley de prescindibilidad...(…)Y señalamos, también, las denuncias que han surgido de los compañeros de Vialidad Nacional, de los compañeros de la Junta Nacional de Granos, que denuncian el avance de esta ley de prescindibilidad. A su vez señalamos también, que quienes apoyan a la Intervención, que quienes la han impulsado, señalaban por las radios que se debía cumplir en Córdoba el Pacto Social; que debía llevarse adelante la ley de Prescindibilidad9
El 1º de julio de 1974 murió el Presidente Perón en ejercicio de sus funciones y fue sucedido por la vicepresidenta, María Estela Martínez. El 14 de Agosto asumieron los nuevos ministros, entre ellos el Dr. Oscar Ivanissevich en la cartera de Cultura y Educación. En octubre y noviembre de 1974, la Presidenta resolvió la intervención federal a las provincias de Santa Cruz y de Salta deponiendo a los gobernadores constitucionales Jorge Cepernik y Miguel Ragone. Con estas acciones dio continuidad a la política iniciada por Perón quien, además del reemplazo del mandatario cordobés, Obregón Cano,10 decidió el de Alberto 7
Diario La Nación, 2 de setiembre de 1974, Pág. 4 Agustín Tosco Acto del Movimiento Sindical Combativo de Córdoba, 28 de marzo de 1974. www.agustintosco.com.ar 8
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Agustín Tosco Acto del Movimiento Sindical Combativo de Córdoba, 28 de marzo de 1974. www.agustintosco.com.ar 10
La noche del miércoles 27 de febrero de 1974 un grupo de más de cincuenta policías cordobeses ingresó a la Casa de Gobierno provincial y depuso al gobernador peronista Ricardo Obregón Cano y a su vice, el dirigente gremial Hipólito Atilio López. Los rebeldes se encontraban al mando del jefe de la policía provincial, Teniente Coronel (RE) Antonio Domingo Navarro. El golpe de Estado contra el gobernador constitucional contó con la activa participación de José Manuel De la Sota. El Presidente Perón designo como interventor federal de la provincia a Mario Agodino
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Martínez Baca y de Oscar Bidegain, gobernadores de Mendoza y de Buenos Aires, respectivamente. Las situaciones descriptas determinaron que los paros nacionales convocados por CTERA para el 17 y 18 de setiembre de 1974 asumieran un nuevo carácter ya que a las reivindicaciones aprobadas por el Congreso Ordinario, se sumó el repudio de la entidad al discurso pronunciado por el Ministro de Educación, Dr. Oscar Ivanissevich, en vísperas del Día del Maestro. En una solicitada publicada en el diario La Razón11, la CTERA planteaba que en defensa de la unidad nacional y de la educación popular, ningún argentino podía avalar las palabras del Dr. Ivanissevich, por cuanto desacreditaba los reclamos gremiales de los educadores, planteaba la necesidad de modificar el estatuto del docente calificándolo de maniobra de apariencia legal, pero sutilmente negativa, definía como gasto y no como inversión las partidas destinadas a educación, afirmaba que la investigación debía desarrollarse en las empresas industriales, con los universitarios que ellas elijan o con los superdotados que tengan vocación de inventores; señalaba que la lucha docente era instrumentada por una tendencia contraria al justicialismo. La solicitada rechazaba cada uno de los términos del discurso y le señalaba al Ministro que había equivocado el rumbo porque como planteaba el extinto Presidente Perón era la hora de unirse o perecer. A continuación; convocaba a la docencia a luchar por el respeto a su dignidad profesional, la vigencia plena del estatuto, sus justas reivindicaciones siempre postergadas, una ley general de educación amplia y exhaustivamente debatida, una educación al servicio del pueblo sin sectarismos que violentaran la libertad de conciencia. El 1º de octubre de 1974, la CTERA entregó a los representantes de los nueve partidos de la oposición reunidos para considerar la situación política y gremial del país, una publicación titulada En defensa de la unidad nacional y de la educación popular12. La misma informaba acerca de los estudios y gestiones realizadas por la Confederación con vistas a concretar las reivindicaciones gremiales de la docencia y fijaba su posición respecto de la situación nacional. La publicación reunía los siguientes trabajos
Documento básico: Enunciaba los reclamos de la CTERA que dieron origen a los paros docentes de 1974. En los fundamentos, ratificaba su apoyo a la continuidad de la vida constitucional, pero aclarando que ello “no implicaba someterse a una política que no genere la transformación de las estructuras socioeconómicas y proceda a una justa distribución de la riqueza y al reconocimiento y avance de los derechos sociales de todos los trabajadores”. En tanto gremio independiente de la patronal y del Estado, se consideraba obligado a continuar luchando por sus justas reivindicaciones. Enumeraba las gestiones realizadas que incluían entrevistas con los Ministros de Educación, Bienestar Social y Economía; con los integrantes de la Comisión de Educación del Senado, cuyo Presidente José Antonio Allende realizó gestiones a nivel presidencial y de los ministros pertinentes para resolver las demandas docentes. Mencionaba iniciativas de senadores y diputados del oficialismo y de la oposición, tendientes a la devolución de los haberes descontados, el otorgamiento del aumento salarial, la restitución del régimen jubilatorio Respuesta al Secretario de Seguridad Social, Ing. Celestino Rodrigo, consistente en un estudio que demostraba la factibilidad financiera de restituir el art. 52 del Estatuto del Docente (Haber jubilatorio equivalente al 82% móvil del último sueldo en actividad) Posición de la CTERA respecto del problema salarial, dirigido al Ministro Gelbard, demostrando que los aumentos otorgados no respondían a lo establecido en el Estatuto del Docente y presentado una propuesta para resolver la cuestión Posición respecto de OSPLAD solicitando la derogación del decreto-ley 19.655/68 que seguía vigente y la formación de una comisión con representantes gremiales de la CTERA para elaborar un nuevo proyecto de ley que restituyera a los educadores el gobierno de su obra social
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Diario La Razón, 15 de setiembre de 1974, Pág. 7 Folleto preparado y diagramado por la Secretaria de Prensa y Difusión de la CTERA, Rebeca G. de Berflein cuya impresión fue posible por el aporte voluntario de los docentes de todo el país 12
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Síntesis de las versiones taquigráficas de dos reuniones convocadas por la Comisión de Educación de la Cámara de Senadores con el propósito de que los representantes de los gremios docentes (CTERA – UDA – UBA) expusieran sus inquietudes
Todos los documentos que integran la publicación de referencia estaban firmados por Simón Furlan, Secretario General, y Alfredo Bravo, Secretario de Relaciones Gremiales de la CTERA En noviembre de 1974, el Ministerio de Trabajo restituyó a la UDA (Unión Docentes Argentinos) una personería gremial que nunca había tenido y en enero de 1975 dispuso la retención a todos los docentes del país del 1% de sus haberes, como cuota sindical compulsiva. Simultáneamente, el Ministerio de Educación autorizaba solamente a la UDA a ingresar a las escuelas para realizar propaganda gremial En una declaración refrendada por Francisco Isauro Arancibia (Sec. Gral. Adjunto a cargo de la Sec. Gral.) y Alfredo Bravo (Sec. Relaciones Gremiales), la CTERA denunció “una maniobra oficializada” cuya meta era lograr la anulación de la entidad mayoritaria y representativa de la docencia para “instrumentar, sin oposición gremial-docente, un proyecto de política educativa regresiva, elitista y ajena a los intereses del pueblo”13 La CTERA apeló legalmente las decisiones de los Ministerios de Trabajo y Educación basándose en las circunstancias que dieron nacimiento a la UDA: En 1953, la CGT decidió intervenir a una de las organizaciones que la integraban: la ADA (Agremiación del Docente Argentino) creada en 1950, por haber renunciado su Comisión Directiva y encomendó a los interventores la sanción de un estatuto que asegurara el desenvolvimiento legal de la entidad y la convocatoria a elecciones para que los afiliados designaran a sus nuevas autoridades. Pero, ninguna de las dos acciones se concretó. En reemplazo de la ADA, en noviembre de 1953 se constituyó la UDA que recibió los bienes pertenecientes a aquella entidad y declaró al entonces Presidente de la Nación, Gral. Perón, afiliado número uno de la agrupación. Asimismo, fijó su posición política de apoyo al gobierno justicialista En la asamblea constituyente, se resolvió efectuar un plebiscito para determinar la afiliación de la entidad a la CGT o a la CGP (Confederación General de Profesionales) Realizado el plebiscito, por 6422 votos se resolvió la afiliación a la CGP. El inciso m del punto 5º, artículo 3º, del Estatuto de la UDA establecía “que el gobierno de la enseñanza debía ser desempeñado por docentes de carrera y militancia en la CGP” En base a estos hechos, la CTERA denunció que no era posible devolver a la UDA una personería gremial que nunca había tenido, afirmando: “Nos encontramos pues, no ante una restitución de personería gremial sino ante la concesión de una nueva personería gremial a quien no está capacitada de gozarla, en perjuicio de entidades gremiales con personería preexistente (con referencia a seis entidades de la CTERA, entre ellas ATEP, que poseyéndola habían interpuesto recurso de nulidad contra la Resolución que se la concedía a la UDA), las que no fueron escuchadas y, a quienes, en consecuencia, no se les permitió el derecho a defenderse”14
A continuación, planteaba “Parece una burla que la entidad que en un momento determinado repudió su afiliación a la CGT, pronunciándose por la CGP, haga hoy gala en su Estatuto de estar adherida a la CGT” “La UDA jamás fue una asociación profesional de trabajadores, fue una asociación de profesionales”15 Por otra parte, CTERA, con 200.000 afiliados cotizantes nucleados en 128 entidades de base, se había inscripto, en setiembre de 1954, en el Registro del Ministerio de Trabajo solicitando la personería gremial
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Folleto ¿Quién está fuera de la ley?, marzo de 1975. Preparado y diagramado por la Secretaria de Prensa y difusión y el Secretario de Relaciones Gremiales de la CTERA , editado gracias al aporte voluntario de los docentes de todo el país 14 Idem 15 Idem
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En Canto Maestro16, página 18, se informa que “la UDA se incorporó a las 62 organizaciones y se alineó con la política educativa del nacionalismo católico peronista” CTERA desarrolló una serie de acciones tendientes a la revisión de la medida, entre ellas un petitorio a la Presidente María Estela Martínez de Perón, elevado el 16/04/75, firmado por docentes de todo el país, solicitando con carácter urgente un Plebiscito Nacional en todas las ramas, niveles y jurisdicciones de la enseñanza a fin de que los propios docentes ratifiquen cuál es la organización gremial –la CTERA o la UDA- que los representa. Sería convocado y garantizado por el Ministerio de Cultura y Educación y se ajustaría a las normas comunes de todo proceso electoral democrático En noviembre de 1975, la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo dictó la nulidad de la personería gremial otorgada a la UDA, decisión confirmada posteriormente por la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Producido el dictamen de la Corte, la CTERA reclamó la suspensión inmediata del descuento del 3% mensual para la Caja Complementaria de Jubilaciones y Pensiones creada en marzo de 1975 por un acuerdo entre la UDA y el Ministerio de Educación, sin consultar a la docencia; solicitó la dirección de OSPLAD (Obra Social para la Actividad Docente) y reiteró el pedido de otorgamiento de la personería gremial en trámite desde 1974 El 11 de abril de 1975, CTERA informó a la opinión pública que a pesar de la prohibición oficial, la docencia libre y democráticamente organizada del país había rendido homenaje en las escuelas al maestro Guillermo José Barros, militante político y social y dirigente del gremio docente, secuestrado y asesinado por la triple A. El comunicado de prensa Nº25 del 12/04/75 denunciaba “la inseguridad de tipo personal que sobrelleva la ciudadanía toda, ante la falta de esclarecimiento de los sucesivos crímenes ejecutados por los mercenarios de siempre, que a diario conmueven a la opinión pública” y solicitaba al Parlamento Nacional la constitución, con carácter de urgente, de una Comisión Investigadora que identifique a los responsables de la violencia impune El comunicado de prensa Nº 26 del 14/04/75 informaba que se había realizado el plenario nacional de Asociaciones Docentes Universitarias, convocado por el Consejo Confederal de la CTERA, con la presencia de delegados de las Universidades Nacionales de Rosario, Santa Fe, Córdoba, Nordeste, Sur, Comahue, Lomas de Zamora, La Plata, Buenos Aires y Tecnológica Nacional. Tras analizar los informes de las agremiaciones presentes, se resolvió pedir la libertad de todos los presos universitarios y demás detenidos políticos y gremiales a disposición del Poder Ejecutivo Nacional; la inmediata destitución del Ministro Ivanissevich y su equipo; la reincorporación de los cesanteados por la misión Ivanissevich y la estabilidad en los cargos docentes hasta la sustanciación de concursos; la anulación de la personería gremial de la UDA El 19 de abril de 1975, se reunió en Buenos Aires el 8º Consejo Confederal de la CTERA que, tras debatir los informes de las entidades de base sobre la problemática educativa y la situación de la docencia, emitió una declaración denunciando la provocación instrumentada por las autoridades en contra de la educación popular y sus trabajadores. Responsabilizaba a la Misión Ivanissevich de:
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El ahogo presupuestario de la educación en todos los niveles y ciclos; el cierre de los centros de alfabetización y la clausura de escuelas y grados; el desmantelamiento científico y tecnológico de la universidad; el intento de reflotar la Reforma Educativa de 1970; el incumplimiento de las pautas programáticas del Plan Trienal de gobierno en materia educativa La violación de la Ley de Asociaciones Profesionales y del Estatuto del Docente al desconocer a la CTERA como la organización representativa de los educadores y legalizar a la UDA, instrumento para una política al servicio de la dependencia y contraria al interés nacional La acción intimidatoria y represiva expresada en el asesinato del maestro Barros y la prohibición de que se lo homenajeara en las escuelas, las cesantías y prescindibilidades aplicadas a más de 15.000 educadores, el descuento compulsivo a favor de la UDA y su reconocimiento como única Canto Maestro (2003) Suplemento especial “30 años de lucha y compromiso”, CTERA, Pág. 18
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entidad representativa de la docencia, la falta de difusión por radios y canales oficiales de los comunicados y conferencias de prensa de la CTERA, la rebaja del puntaje en el concepto anual profesional a los docentes que adhirieron a las huelgas
Ante esta situación, el 8º Consejo Confederal resolvió Continuar la lucha / Desarrollar una nueva etapa de movilización de la docencia y esclarecimiento de la opinión pública / Peticionar a la Presidenta y al Congreso Nacional la realización de un plebiscito para determinar si CTERA o UDA representaría a la docencia argentina en el orden nacional / Autorizar a las entidades de base a tomar medidas de lucha según las necesidades de cada lugar / Responder a los ataques a los docentes y a sus organizaciones de un modo oportuno, masivo y contundente en el tiempo y la forma que consideren los trabajadores de la educación / Solicitar la renuncia del Ministro y su equipo Asimismo, el Consejo Confederal reafirmó las siguientes reivindicaciones básicas de la docencia argentina:
Realización de paritarias con legítimos representantes de los trabajadores de la educación para discutir un sueldo básico, mínimo de emergencia Jubilación con 25 años de servicio, sin límite edad, y con el 82% móvil, lo que se puede lograr sin la creación de la Caja Compensadora Devolución de la obra social a los docentes para ser dirigida por representantes genuinos de los interesados Trato legal para la entidad Confederal que agrupe a los educadores, acorde con la representación poseída Reincorporación de los docentes cesanteados arbitrariamente Estatuto para los trabajadores de la educación privada, acorde con el de los oficiales Presupuesto educativo que asegure la real vigencia de una escuela popular necesaria para el pueblo que ansía liberarse de las dominaciones económicas y culturales Renuncia del ministro y su equipo
El programa de acción propuesto para lograr las reivindicaciones docentes incluía: petitorios, movilizaciones, concentraciones, mesas redondas y conferencias de prensa. Publicación de solicitadas, pegatinas y volanteadas. Mesas de trabajo con participación popular para discutir un proyecto de Ley de Educación, el presupuesto educativo, la infraestructura escolar, las reformas al Estatuto del Docente. Reuniones con padres, partidos políticos, sindicatos y entidades populares para abordar la problemática educativa y las reivindicaciones de los educadores. Concentraciones ante el Parlamento Nacional y las Legislaturas provinciales. Manifestar y organizar la solidaridad con los trabajadores de Villa Constitución17 y gremios en conflicto. Coordinar acciones con gremios no docentes18 El 8º Consejo Confederal centralizó la realización de determinadas acciones a través de un cronograma cuyo propósito era que se llevaran a cabo simultáneamente en todo el país, pero al mismo tiempo autorizó a las entidades de base a tomar otras medidas que respondieran a necesidades y problemas específicos El suplemento especial de Canto Maestro conmemorando los 30 años de la creación de la CTERA, señala que la política de violencia y represión, germen del Terrorismo de Estado, también afectó a los docentes y sus organizaciones: En Rosario, una bomba destruyó la Casa 17
La UOM de Villa Constitución dirigida por Alberto Piccinini no respondía a la CGT oficial era multipartidaria y venía protagonizando luchas por reivindicaciones laborales, de seguridad y salubridad El 19 de marzo de 1975 la presidenta denunció que los organismos de inteligencia habían detectado un complot subversivo tendiente a paralizar la actividad industrial con epicentro en Villa Constitución. En la madrugada del 20, la ciudad fue sitiada por las fuerzas represivas comenzando una experiencia piloto de la represión que desencadenaría la dictadura militar en todo el país. El verdadero complot había sido orquestado por la burocracia sindical, el gobierno y las patronales con el propósito de descabezar el sindicalismo combativo, disciplinar la mano de obra, imponer un proyecto político antipopular y eliminar los focos de resistencia e ese proyecto. Las consecuencias para el movimiento obrero local fueron: centenares de obreros encarcelados, más de 800 despedidos y decenas de personas asesinadas 18
Declaración del Consejo Confederal de la CTERA (Mimeo), Buenos Aires, 19/04/75
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del Maestro y fue amenazada de muerte la conducción del sindicato local. Similares amenazas y atentados a cargo de la Triple A se produjeron en otras ciudades. Conciente de la gravedad de la situación, la CTERA participó, el 12 de diciembre de 1975, en la fundación de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos y llegó al 2º Congreso Ordinario con una lista de unidad, superando las disidencias internas. Asumieron como Secretario General: Alfredo Bravo (CAMYP); Secretario General Adjunto 1º, Francisco Isauro Arancibia (ATEP), Adjunto 2º, Celso Hugo Robledo (UEPC), Adjunto 3º, Marina Leticia Vilte (ADEP, Asociación de Educadores Provinciales – Jujuy), Adjunto 4º, Carlos de la Torre (FUSTE, Federación Única de Sindicatos de Trabajadores de la Educación. Santa Fe) En marzo de 1976, la CTERA realizó su último Congreso Confederal antes del golpe. Hasta ese momento se habían desarrollado quince confederales. Pasarían ocho años antes de que pudiera reunirse el próximo19 Período de funcionamiento restringido: 1976-1983 El 24 de marzo de 1976 se produjo el golpe cívico militar que derrocó al gobierno constitucional. Ese mismo día se difundió el Acta para el Proceso de Reorganización Nacional que establecía la suspensión de los Partidos Políticos a nivel nacional, provincial y municipal (Art.7º) y de las actividades gremiales de trabajadores, empresarios y profesionales (Art. 8) En la misma fecha, se aprobaron dos leyes que determinaban
la suspensión transitoria del derecho de huelga o de toda otra medida de fuerza: paro, interrupción o disminución del trabajo, o su desempeño en condiciones que puedan afectar la producción, tanto de parte de los trabajadores o de los empresarios y de sus organizaciones20 la derogación de los fueros a favor de los integrantes de comisiones directivas o consejos directivos de las asociaciones profesionales de trabajadores de cualquier grado21
La restricción a la actividad gremial impuesta por la legislación de facto se complementó con la persecución y el asesinato de dirigentes sindicales. La primera víctima docente fue Francisco Isauro Arancibia, Presidente de la Asociación Tucumana de Educadores Provinciales (ATEP) y 1º Secretario General Adjunto de la CTERA. A las dos de la madrugada del 24 de marzo, treinta policías provinciales vestidos de civil, primero encapuchados y luego a cara descubierta, ingresaron a la sede de ATEP y acribillaron a Arancibia y a su hermano Arturo. Según el historiador Eduardo Rosenzvaig, a pesar de que el golpe estaba en marcha, Isauro había resuelto trasladarse a la sede del gremio, en la que vivía, para concluir la redacción de la impugnación a un concurso docente que debía presentar la mañana siguiente. Conscientes del riesgo que corrían, los hermanos Arancibia se acostaron con un fusil al alcance de sus manos. En una carta personal fechada en San Miguel de Tucumán el 25 de abril de 1976, dirigida a Benito Brusser, Secretario de Relaciones Gremiales de la Confederación, un dirigente de la Asociación de Profesores de Enseñanza Media de Tucumán que se identifica como Luis relata que la muerte de Arancibia nos anonadó y fue sentida profundamente por todo el pueblo de Tucumán, ya que todo el mundo rescataba su carácter de luchador honesto y verdadero puntal de los derechos del magisterio y de la escuela pública. Pareciera que su muerte impactó más que el golpe mismo y dio un tinte sombrío al nuevo gobierno. Las expresiones de dolor se vieron limitadas por las amenazas represivas, pero igualmente su entierro tuvo características multitudinarias, siendo despedido por varias personas, entre las que se destacaron Julio Bulacio (dirigente de la FOTIA, Federación de Obreros y Trabajadores de la Industria Azucarera) y Dionisio Sixto Paz, de ATEP. Durante varios días aparecieron decenas de avisos fúnebres del personal de las distintas escuelas, hasta que el interventor del Consejo de Educación ordenó que se suspendieran, a riesgo de ser considerados “actos subversivos”. Una verdadera barbaridad que indignó a todos. Tal vez el mejor dato para caracterizar el valor de Arancibia estuvo dado en su
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Canto Maestro. Suplemento especial “30 años de lucha y compromiso”. 2003, CTERA/CTA. Pág. 19 Ley 21.261/76 – Artículo 1º Ley 21.263/76
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entierro cuando los cientos de maestras con guardapolvo (a pesar de que aun no habían comenzado las clases) se peleaban por llevar un trecho su féretro y lloraban desconsoladamente22
En su libro La oruga sobre el pizarrón, Eduardo Rosenzvaig relata que CTERA pide una audiencia al Ministerio del Interior, solicitando investigación y castigo a los culpables del asesinato. “¿Cuál asesinato? –preguntó un militar de civil- En el hecho fue muerto el Sargento Pedro Oscar Fagioli de un tiro en la espalda, y resultó herido otro agente. Un grupo grande de delincuentes terroristas actuó desde los techos y salientes de las paredes del gremio de ATEP. Esto es lo que hay que investigar”23
Reunidos en un café, los dirigentes decidieron publicar en los diarios La Nación y La Gaceta de Tucumán el siguiente recordatorio: Francisco Isauro Arancibia. Al cumplirse el primer mes de su muerte, la CTERA rinde su emocionado homenaje a quien fuera Secretario General de la entidad y solicita al magisterio del país recordar permanentemente la figura de este luchador que dio su vida en defensa de la educación popular y los derechos de los docentes. El diario La Gaceta no lo publica. El policía Ignacio Suárez Ledesma recibirá una medalla del General Bussi por su heroico comportamiento en el asalto al gremio durante la 24 madrugada del día veinticuatro”
La muerte de Arancibia fue seguida por una dura represión que significó para la docencia aproximadamente 600 desaparecidos, entre ellos varios miembros de la Junta Ejecutiva Nacional: Marina Vilte de Jujuy, Eduardo Requena de Córdoba, Susana Pertierra de la Unión de Educadores de General Sarmiento, Provincia de Buenos Aires. Muchos otros militantes fueron encarcelados, cesanteados o debieron exiliarse Varios sindicatos de base con personería gremial fueron intervenidos: UEPC (Unión de Educadores Provinciales de Córdoba), ATEP, SUTE (Sindicato Único de Trabajadores de la Educación de Mendoza). Algunos dejaron de funcionar al ser encarcelada gran parte de su conducción como ocurrió con la Asociación de Maestros y Profesores de La Rioja, otros suspendieron sus actividades ante las persecuciones o las redujeron al mínimo. Los escasos miembros de la Junta Ejecutiva Nacional que continuaron en función realizaron gestiones por la aparición de los docentes detenidos o desaparecidos, ayudaron a salir del país a los perseguidos, presentaron Habeas Corpus, denunciaron en el exterior el terrorismo de Estado impuesto por la Junta de Comandantes y sus colaboradores. Asimismo, respondieron mediante documentos y comunicados de prensa los sucesivos ataques a los derechos laborales y profesionales de los docentes El 29 de marzo de 1976, se promulgó la Ley 21.278 que suspendía la vigencia del Estatuto del Docente. En los considerandos, se señalaba que habiendo sido elaborado sobre la base de pautas ideales, solo había tenido una aplicación parcial y que, en la práctica, constituía un factor negativo para la organización del sistema educativo nacional, por haber creado una situación disfuncional de los cuadros docentes. Por tal razón, debía dictarse un nuevo instrumento legal que facilitara la consecución de los objetivos formulados en el Acta para el Proceso de Reorganización Nacional estableciendo las disposiciones que permitieran proceder en forma progresiva a la adecuación normativa en función de una coherente administración del personal. La Ley facultaba al Ministerio de Cultura y Educación de la Nación para suspender total o parcialmente el Estatuto del Docente, la estabilidad del personal docente dependiente de establecimientos de enseñanza privada y el régimen laboral de profesores designados por cargo. (Proyecto 13) La CTERA por Nota 028 del 7 de setiembre de 1976, firmada por Alfredo Bravo (Secretario General) y Benito Brusser (Secretario de Relaciones Gremiales), se dirigió al Presidente de facto, Jorge Rafael Videla, para oponerse a la suspensión. Tras señalar que la vigencia del Estatuto ”como Ley de la Nación sirvió para desterrar la ingerencia del poder político y del político-partidista, en el ingreso, la estabilidad, los ascensos y los traslados, condicionando los 22
Carta tipeada a máquina. Firma manuscrita. Forma parte del material donado por Benito “Cholo” Brusser al CCC 23 Rosenvaig, E (2006) La oruga sobre el pizarrón. Francisco Isauro Arancibia, Maestro. Bs. As., Edición especial CTERA. Pág. 119 24 Idem pp. 119-120
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mismos solo a concursos de antecedentes y oposición”, se analizaban críticamente los considerandos, el articulado de la Ley y resoluciones posteriores del Ministerio de Cultura y Educación. A lo largo del documento, se refutaban con sólidos argumentos los intentos de justificación de la suspensión y se solicitaba la revisión de la medida Una circunstancia particularmente difícil fue el secuestro del Secretario General y Copresidente de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, Alfredo P. Bravo, por un grupo de tareas, el 8 de setiembre de 1977 mientras se desempeñaba como maestro de adultos en la Escuela Nº 6 del DE 7º. Bravo fue retirado del aula por personas que se identificaron como pertenecientes a un organismo de seguridad. Inmediatamente, se realizaron gestiones en distintas dependencias del Estado para localizarlo, pero ante su resultado negativo se denunció su desaparición. La reacción nacional e internacional fue rápida e intensa. A partir del 9 de setiembre comenzaron a llegar a las autoridades telegramas enviados por maestros de todo el país pidiendo su aparición y su libertad. Simultáneamente, se entrevistaba a autoridades militares, gubernamentales y eclesiásticas; se presentaban petitorios con millares de firmas costeados con aportes voluntarios de los firmantes Representantes de los más diversos sectores se unieron para reclamar la liberación del dirigente gremial y social. Entre muchos otros, los obispos católicos Jaime De Nevares y Jorge Novak; figuras destacadas de otras confesiones religiosas como los obispos Carlos Gattinoni, José Miguez Bonino y Federico Pagura; el rabino Marshall Meyer; los dirigentes políticos Arturo Illia, Ricardo Balbín, Alicia Moreau de Justo, Ángel Robledo, Enrique de Vedia, Rubens Íscaro, Raúl Alfonsín, Raúl Bustos Fierro; figuras destacadas de la actividad, científica, gremial y artística: Gregorio Klimovsky, Bernardo Canal Feijoo, Fermín Estrella Gutiérrez, Juan José Taccone, Luis Brandoni, Saulo Benavente La solidaridad internacional fue inmediata. Antes de cumplirse cuarenta y ocho horas de su detención, la Confederación Mundial de Organizaciones de Profesionales de la Enseñanza (CMOPE), la Federación Internacional de Sindicatos de la Enseñanza (FISE), la Confederación de Educadores Americanos (CEA) y decenas de entidades afiliadas a esas centrales mundiales se dirigieron al Presidente de facto, a los Ministros y a la CGT solicitando el esclarecimiento del secuestro y la libertad de Bravo A los doce días, el 20 de setiembre por la noche, el Ministerio del Interior dio a conocer un decreto por el que Alfredo Bravo era puesto a disposición del Poder Ejecutivo Nacional, pero, a pesar de que no existía ningún cargo en su contra, permaneció detenido en la ciudad de La Plata hasta 1979. Una escueta síntesis del accionar de CTERA durante el período de funcionamiento restringido, incluye: Lucha permanente en defensa del derecho a un salario digno y contra la anarquía salarial Análisis críticos a la Ley de Asociaciones Profesionales de la dictadura que pretendía atomizar y condicionar al movimiento gremial y reiteradas presentaciones demandando la vigencia integral del Estatuto del Docente Denuncia de las desapariciones ante las Comisiones de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y de la Organización de Estados Americanos, la UNESCO y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) Reclamo por la reincorporación de los docentes declarados prescindibles sin sumario previo ni derecho a defensa. Presentación del problema ante la UNESCO y la OIT Reuniones con la CGT y diversas organizaciones gremiales de trabajadores estatales y concurrencia a sesiones de la OIT Vinculación con entidades docentes internacionales e incorporación como miembro de la Junta Ejecutiva de la Confederación de Educadores Americanos (CEA) Denuncia de las irregularidades en concursos docentes y titularizaciones masivas
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Defensa del derecho del pueblo a la educación: rechazo a la transferencia de escuelas a las provincias sin los recaudos pedagógicos y financieros imprescindibles para asegurar su funcionamiento; propuestas para eliminar la deserción escolar; oposición a la censura bibliográfica y al dogmatismo impuesto en las aulas que impedían que “la educación propenda al desarrollo de la conciencia y de las actitudes científicas y críticas de los educandos frente a la realidad y a la sociedad” (Declaración de Principios de la CTERA) Reclamos por la vigencia de la jubilación a los 25 años de servicio sin límites de edad, percibiendo el 82% móvil Normalización de la obra social para la actividad docente intervenida en 1966 por la dictadura de Onganía Aumento del presupuesto educativo para contar con los recursos suficientes y necesarios que posibiliten “una educación común, única, gratuita, obligatoria, no dogmática, científica, coeducativa y asistencial” (Declaración de Principios) Período de reactivación de la actividad gremial: Seminario Nacional CTERA – CMOPE. 1982 - 1985 Finalizada la Guerra de Malvinas, el 14 de junio de1982, se produjo la derogación de hecho de la veda gremial y política impuesta el 24 de marzo de 1976 por la dictadura cívico-militar, La reactivación de CTERA tuvo como motor las Jornadas Regionales convocadas por la Confederación conjuntamente con la CMOPE (Confederación Mundial de Organizaciones de Profesionales de la Enseñanza) Su objetivo era reunir a los docentes de las distintas provincias; movilizar a los educadores desde abajo, desde las escuelas; provocar un debate sobre la situación educativa, sobre las reivindicaciones docentes y ayudar a la reorganización y revitalización de las entidades gremiales provinciales. Ya en enero de 1982, el Secretario Adjunto de CMOPE, Marc Alain Berberat, había participado en una reunión de la CTERA en la que se volvió a plantear un proyecto del que se venía conversando desde 1978: desarrollar un Seminario Nacional que reuniese a los representantes docentes de todo el país. En mayo del mismo año, se realizó una reunión ampliada de la Junta Ejecutiva a la que asistieron secretarios de varios gremios provinciales. Inmediatamente después de este encuentro, que tuvo lugar en la oficina que ocupaba CTERA en la Asociación Gallega Betanzos, sita en México 1660, Capital Federal, se efectuaron rápidas negociaciones con CMOPE para aprobar un plan que contemplase la realización de cinco Jornadas Nacionales que culminarían en un Seminario Nacional. El 26 de Junio de 1983, en un plenario (modalidad de reunión que utilizaba la Junta Ejecutiva ante las dificultades orgánicas que se vivían en aquellos años) se aprobó finalmente la realización de las Jornadas. Luego de seis años de duros golpes a las organizaciones sindicales en general y a las de los trabajadores de la educación en particular, que exhibían 600 detenidos–desaparecidos, el asesinato de Isauro Arancibia, la detención de Alfredo Bravo, la prescindibilidad de numerosos docentes, la censura de contenidos y bibliografía, la persecución ideológica…, los trabajadores de la educación volvían a reunirse regionalmente para diagnosticar la situación del sistema educativo argentino y revitalizar a las organizaciones sindicales. Las Jornadas se desarrollaron según el siguiente cronograma: JORNADA Litoral y Mesopotamia Sede: Santa Fe. Noroeste argentino Sede: Salta Patagonia Sede Río Negro Cuyo y Centro
FECHA 30 y 31 de Octubre de 1982. 15, 16 y 17 de Abril de 1983 30 de Septiembre, 1 y 2 de Octubre de 1983. 22, 23 y 24 de Junio
PROVINCIAS Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Chaco y Formosa. Salta, Jujuy, Tucumán, Santiago del estero, Catamarca y La Rioja Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego Córdoba, Mendoza, San Luís y San
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Sede Córdoba Capital Federal y Provincia de Buenos Aires Sede Capital Federal
de 1984. 7, 8 y 9 de junio de 1985
Juan Capital Federal y Provincia de Buenos Aires
En todos los encuentros se abordaron los siguientes temas-eje: 1. Los Docentes y las Bases para una Ley General de Educación 2. Los Docentes y sus condiciones de Trabajo (reivindicaciones gremiales y profesionales) 3. Los Docentes y sus Organizaciones Representativas. Síntesis de los despachos sobre los temas-eje aprobados en las sesiones plenarias de las cinco Jornadas Regionales 1. Los docentes y las bases para una Ley General de Educación Se parte de la caracterización de la crisis socio-económica generada por el golpe de 1976 y de sus consecuencias sobre la educación, destacando los siguientes aspectos: La destrucción del aparato productivo con su secuela de desocupación y subocupación; el continuo descenso del nivel adquisitivo del salario; la crisis de las economías regionales; el abandono por el Estado de su función imprescriptible, indelegable e inalienable en educación y su reemplazo por el principio de subsidiariedad; el cercenamiento de las libertades democráticas que en el ámbito educativo se expresaron en cesantías, prescindibilidad de maestros y profesores, censura bibliográfica, veda gremial, insuficiencia del presupuesto educativo, agravamiento de los índices de analfabetismo, desgranamiento, deserción, fracaso escolar, dificultades de aprendizaje25
Las propuestas de los docentes y sus organizaciones para superar las manifestaciones educativas de la crisis se sustentan en la recuperación por el Estado de su función imprescriptible, indelegable e inalienable de asegurar a todos los habitantes una educación común, gratuita, única, no dogmática, científica, coeducativa, asistencial, permanente y obligatoria, que cuente con los recursos necesarios y suficientes para garantizar una real igualdad de oportunidades y posibilidades para todos. Del conjunto de proposiciones realizadas, se transcriben a continuación las que se reiteran con mayor frecuencia Respecto de la educación inicial, se postula la obligatoriedad del nivel; su estructuración en dos ciclos: Jardín Maternal (de 45 días hasta 3 años), Jardín de Infantes (3 y 6 años); su funcionamiento como un nivel más del sistema y no como un apéndice de la enseñanza primaria; su gobierno por docentes especializados; la dotación de una infraestructura autónoma y adecuada a sus funciones; el incremento de establecimientos en los espacios rurales y fronterizos y en las zonas urbanas y suburbanas desfavorecidas; el aumento de institutos formadores de maestros en la especialidad y la supervisión de los privados por quienes ejercen esa función en los oficiales; la articulación del nivel inicial con el primario En cuanto a la enseñanza primaria, se considera que hasta tanto se garantice a la población la plena ocupación, la existencia de un salario mínimo, vital y móvil y la vigencia integral de los derechos sociales establecidos por el Art. 14 bis de la Constitución Nacional, el Estado debe asegurar: el comedor escolar gratuito durante todo el año calendario; la provisión de vestimenta, calzado, textos y útiles a quienes lo necesiten; la atención médica (física, psíquica y odontológica) de carácter preventivo y recuperatorio; becas y subvenciones familiares para reemplazar el salario del menor cuando este fuese indispensable en el hogar. Asimismo, para reducir el fracaso escolar, se propone la formación de maestros habilitados para comprender las características evolutivas del niño; asegurar a los docentes su acceso al perfeccionamiento y a la investigación educativa, dentro del horario escolar; la formación de equipos interdisciplinarios de apoyo escolar con funciones consultivas, de asesoramiento y diagnóstico; la disminución paulatina de las subvenciones a la enseñanza privada y su transferencia a la escuela pública 25
Publicación Nº 3 Seminario Nacional Los docentes y la situación educativa actual. Primera Jornada Regional, 30 y 31 de octubre de 1982, pág. 7
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El apartado Enseñanza Primaria incluye el diagnóstico y la recomendación de acciones específicas sobre Educación Rural, Especial, de Adultos; Escuelas Hogares y de Recuperación; Fracaso escolar; Gabinetes interdisciplinarios; Regionalización de la enseñanza Sobre la situación de la Enseñanza Media, se mencionan: su desarticulación con los niveles anterior y posterior; los currículos dogmáticos y desconectados de la realidad; el escaso valor de la salida laboral que ofrece; el énfasis en una enseñanza centrada en la reproducción de conocimientos en desmedro de la comprensión y de la formación de aptitudes y actitudes; la designación de los docentes por horas/cátedra y no por cargo; la ausencia de especialidades adecuadas a la realidad productiva de la región Entre las acciones recomendadas, se señalan: la sanción de una ley que regule la enseñanza media enmarcada en una ley general de educación; una formación polivalente que permita al egresado la adaptación a las cambiantes situaciones técnico-profesionales; la legalización de los Centros de Estudiantes para canalizar la participación democrática de los alumnos en la institución; la organización del currículo por áreas y no por materias; la adopción de una metodología pedagógica que promueva la comprensión científica, el análisis crítico de la realidad y la construcción activa del conocimiento; la elaboración participativa de un proyecto educativo que permita a la escuela asumir integralmente su rol social y, como parte de este, la inserción laboral de los egresados Respecto de la Universidad, las propuestas se centran en la derogación de los instrumentos legales impuestos por la dictadura cívico-militar: Ley Universitaria Nº 22.207/80 y Estatutos Universitarios; la anulación de los concursos realizados durante el período de facto para cubrir las cátedras y la suspensión de los convocados, hasta tanto las casas de estudio cuenten con autoridades legítimamente constituidas 2. Los docentes y sus condiciones de trabajo En relación con este tema-eje, se abordaron en forma recurrente las siguientes cuestiones: El deterioro de las condiciones de trabajo de los docentes, consecuencia de las políticas socio-económicas de la dictadura, y su incidencia negativa sobre la eficacia y calidad del sistema educativo La necesidad de elaborar un diagnóstico de la situación educativa a nivel de las escuelas y de asegurar la participación de los docentes en el diseño de políticas educativas que propicien la resolución de las problemáticas diagnosticadas La inclusión en la formación docente del conocimiento de sus derechos laborales, del sentido de su trabajo, y de su responsabilidad en el logro del progreso social, para promover su participación activa tanto en la organización y administración escolar, como en la elaboración de las políticas del área. El desarrollo de la investigación y de la experimentación pedagógica como puntos de partida para la elaboración de los programas curriculares, la actualización de la metodología didáctica y de los procedimientos de planificación, evaluación y promoción de los alumnos. Ante el incumplimiento del Estatuto del Docente por el gobierno de facto, proceder a la revisión y actualización de ese instrumento legal para garantizar la carrera docente (ingreso, ascenso, calificación y traslados de los educadores). Representación mayoritaria de los docentes en las Juntas de Clasificación y Disciplina La reparación de las injusticias cometidas al separar arbitrariamente a los docentes de sus cargos por la aplicación de las represivas leyes de prescindibilidad, que funcionaron como mecanismo de disciplinamiento y de persecución ideológica. El análisis, como parte de la formación docente, de la dimensión cultural impuesta por la dictadura a través de la censura, la persecución ideológica, los sistemas persecutorios de evaluación diseñados para resaltar las deficiencias de los examinados, el individualismo. Paralelamente, la necesidad de recuperar los valores de la cooperación, del trabajo en grupo, de la amplitud democrática de los contenidos de estudio, del respeto a la libertad de 16
cátedra, de la eliminación de la censura bibliográfica. Esta tarea debe ser responsabilidad prioritaria del Estado, tanto en institutos públicos como en privados, debiéndose garantizar su desarrollo durante el horario de servicio de los docentes. El respeto al derecho a la libre agremiación y a la actividad sindical que contemple la licencia gremial a los docentes legítimamente elegidos por sus representados. La vigencia de una política salarial acorde con la función social que cumple el educador y del sistema jubilatorio establecido por el Estatuto del Docente Nacional y los estatutos provinciales: jubilación a los 25 años de servicio, con remuneración equivalente al 82 por ciento móvil. La necesidad de la definición de un proyecto político educativo global que contemple la interdisciplinariedad y la acción conjunta de todos los sectores responsables de la educación, respetando las características regionales. La responsabilidad inalienable del Estado de garantizar un sistema educativo inclusivo así como de asegurar condiciones dignas de trabajo para los docentes creando Escuelas de Capacitación en todas las jurisdicciones y con participación gremial. 3. Los Docentes y sus Organizaciones Representativas En las cinco Jornadas Regionales se reclamó la restitución de los derechos avasallados por el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional y se reivindicaron los principios contenidos en la declaración de principios de la CTERA de 1973. A su vez, se planteó la necesidad de concientización y formación de sus afiliados para la conquista y defensa de sus derechos, y para la participación activa en la superación de la injusticia social. Con relación a lo anteriormente mencionado, en las conclusiones de las distintas jornadas se plantearon las siguientes demandas y reivindicaciones: Urgente levantamiento de la veda sindical, reparación a los afectados por prescindibilidad, cesantía, desjerarquización, ascensos en detrimento de terceros y cualquier otra irregularidad resultante del incumplimiento del Estatuto Nacional y de sus similares provinciales y municipales. Derogación de toda legislación que trabe u obstaculice el derecho a la libre agremiación (Ej. Ley Universitaria impuesta por el gobierno de facto). Modificación sustancial de la ley vigente de asociaciones gremiales de trabajadores a partir de la amplia participación de éstos en su elaboración. Devolución inmediata de las entidades gremiales intervenidas y su normalización por comisiones de trabajadores de la educación propuestos por los docentes de cada provincia, conforme a los principios de la democracia sindical. Devolución de las obras sociales y del derecho a participar en el gobierno de la educación. (Ej: Juntas de Clasificación y Tribunales de disciplina). Al mismo tiempo se propuso: Promover la creación de organizaciones representativas de los docentes en las provincias en las que aún no existan e incorporación masiva de los trabajadores de la educación a sus organizaciones representativas. Propender, superando viejas resistencias, preconceptos y esquemas perimidos a la más amplia unidad en cada provincia en torno a entidades únicas fuertemente representativas. Incorporación de la CTERA a la CGT. Fortalecimiento de la CTERA a través de la incorporación activa de nuevas organizaciones docentes y de la participación permanente de sus bases revitalizadas en su quehacer gremial. Obtención de la personería gremial de la CTERA. Cumplimiento y plena vigencia del Estatuto del Docente hasta tanto se elabore uno nuevo que incluya a todos los niveles y modalidades de la educación, amparando al conjunto de los docentes que se desempeñan en el área privada, asegurándoles iguales derechos que los correspondientes a la docencia oficial.
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Agregar la expresión Trabajador de la Educación en la denominación de los Estatutos Docentes Incorporar en las normas estatuarias el respeto a los derechos humanos como único reaseguro del sistema de vida democrático. Establecer que la elaboración de un nuevo Estatuto, o cualquier reforma del mismo, debe hacerse con la participación de las organizaciones gremial-docentes representativas y reconocidas. Formar en cada jurisdicción una Comisión Permanente de Estudio y Reforma del Estatuto del Trabajador de la Educación integrada por representantes del gobierno y de los docentes. El acápite que estamos analizando realiza, además, los siguientes aportes: Definió al gremio como el lugar natural que ofrece al docente la posibilidad de defender sus derechos profesionales, laborales, salariales, previsionales, asistenciales y culturales, Reafirmó el principio de democracia sindical entendido como la “efectiva y orgánica participación de los afiliados en la totalidad de las decisiones trascendentes y en la elección, sin discriminaciones, de los cuerpos directivos”26. Recomendó que los órganos de conducción educativa en el orden nacional, provincial y municipal tuviesen una estructura colegiada y contasen con la representación de los docentes democráticamente elegidos por el voto directo de los trabajadores de la educación de la jurisdicción respectiva. Este principio de gobierno colegiado y ejercido por los aportantes debería extenderse a las Cajas Previsionales y las Obras Sociales Proclamó que la función de las organizaciones gremiales no se agota en la defensa de los intereses profesionales de los docentes sino que incluye, también, el deber y el derecho de participar activamente en la determinación y ejecución de la política educativa En cuanto a la política gremial, la CTERA propuso Tender a la estructuración de sindicatos únicos por provincia y fortalecer a la entidad madre como central única a nivel nacional. Participar en el movimiento obrero organizado incorporándose a la CGT para que, integrada al conjunto de los trabajadores del país, contribuyera a gestar las transformaciones que el país requiere para “eliminar la dependencia, asegurar la liberación y posibilitar la construcción de una sociedad justa”27 Crear Escuelas de Capacitación Gremial en todas las entidades de base e incorporar en el currículo de los Institutos de Formación Docente el estudio de la legislación laboral, los deberes y derechos de los educadores, y la función social del gremialismo. Asignar a la capacitación gremial, junto con el objetivo de formar dirigentes que fortalecieran el crecimiento de la entidad, la concientización de los docentes para asumirse como trabajadores de la educación y no como apóstoles. En la quinta Jornada, desarrollada en la Ciudad de Buenos Aires, se planteó que las políticas de la dictadura dieron cumplimiento a los planes del imperialismo de profundizar la dependencia, paralizando el desarrollo de las fuerzas productivas y anulando la igualdad de oportunidades y posibilidades educativas para todos, demostrando, así, que la educación no es un hecho aislado o exclusivamente pedagógico sino “un acto político-social (que) condiciona en gran medida el modo concreto de pensar, de sentir, y fundamentalmente de actuar”28. Es por ello que, ante el panorama educativo heredado del gobierno de facto, resulta necesario que el rol docente esté al servicio de: Favorecer la autonomía de los alumnos. Estimular su pensamiento crítico y reflexivo. 26 27
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Documento CTERA-CMOPE-CUARTA JORNADA REGIONAL CTERA-CMOPE. Ibíd. Ibíd.
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Concientizar a los educandos sobre el rol protagónico que tendrán en el futuro del país. Impulsar el trabajo en conjunto, fomentando el accionar solidario. Generar la necesidad de participar de manera activa en la vida política, sindical, social y cultural del país. En cuanto a la vida sindical, tenderá a: Contribuir al desenvolvimiento de una conciencia popular, antiimperialista y democrática que impulse la aplicación de un proyecto de liberación nacional y social. Fortalecer la democracia garantizando un marco político, económico y social de igualdad y justicia. Promover sindicatos independientes del Estado, de los partidos políticos y de la patronal, con plena participación democrática de las distintas corrientes internas comprometidas con esta orientación. Asumir el compromiso de unidad y solidaridad con los trabajadores de la educación de América Latina. A modo de cierre: El presente informe sintetiza nuestra indagación del funcionamiento de la CTERA desde su creación hasta la finalización del Seminario Nacional convocado conjuntamente con la CMOPE. Convertimos en objeto de análisis, los antecedentes de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina; sus documentos preliminares; su modo de organización y funcionamiento; las medidas, acciones y denuncias llevadas a cabo entre 1973 y 1976; su actuación durante el periodo de facto, y los inicios de su reactivación con las jornadas del Seminario Nacional desarrollado entre 1982 y 1985. Consideramos que las Jornadas Regionales constituyen un hito fundamental en la historia del sindicalismo docente al funcionar como agente catalizador para la reactivación del movimiento gremial y por haber producido una serie de documentos que reafirmaron y profundizaron los principios constitutivos de la entidad. La historia posterior a esta reactivación, la relación de la CTERA con los gobiernos constitucionales que profundizaron el neoliberalismo al que la dictadura militar abrió camino, no sólo en lo económico-social, sino también en lo cultural y específicamente educativo, amerita una investigación futura. El desarrollo de dicha investigación no sólo abrirá un debate en torno a la vigencia de los principios fundantes de la CTERA sino que también permitirá pensar, nuevamente, la interpelación al docente como trabajador de la educación. Bibliografía Declaración de Principios y Estatuto de CTERA, 1973 Folleto En defensa de la unidad nacional y de la educación popular, CTERA, octubre 1974 Folleto ¿Quién está fuera de la ley?, CTERA, marzo de 1975. Canto Maestro (2003) Suplemento especial “30 años de lucha y compromiso”, CTERA, Documentos de CTERA, 1976-1983. Ver Anexo Documentos Jornada Regionales Seminario Nacional CTERA-CMOPE, 1982-1985 Leyes 21.261/76 y 21.263/76 Publicaciones del Acuerdo de Nucleamientos Docentes. 1970-1973 Publicaciones del Congreso Nacional de Educación 1970-1976 Rosenvaig, E (2006) La oruga sobre el pizarrón. Francisco Isauro Arancibia, Maestro. Bs. As., Edición especial CTERA. Tosco, A: Acto del Movimiento Sindical Combativo de Córdoba, 28 de marzo de 1974. www.agustintosco.com.ar Vázquez, Silvia y Juan Balduzzi, (2000) De Apóstoles a Trabajadores. Bs. As., CTERA
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Anexo El presente Anexo resumirá las principales actividades de la CTERA durante el período de la última dictadura militar. Se presentarán las acciones realizadas por la misma para dar cuenta de su continuidad a pesar de la prohibición de la actividad gremial y política y de la violación de los derechos humanos por el gobierno de facto, expresada en cesantías, detención, tortura y desaparición forzada de personas. Dentro de los límites propios de la época, la CTERA no renunció, en esos años, a los principios que le dieron origen en 1973 en Huerta Grande, no cerró sus puertas a los temores e inquietudes de las entidades y de los docentes, y fue el centro de apoyo, publicidad e iniciativa para efectuar los reclamos. Durante este período la Junta Ejecutiva de CTERA funcionó en condiciones políticas que dificultaron su accionar. El escaso apoyo financiero con que contó fue provisto por gremios de Jujuy, Santa Fe, la Unión de Maestros Primarios y la Unión de Educadores de San Martín y Tres de Febrero. Entre 1976 y 198, solo 5 miembros de la Junta Ejecutiva continuaron trabajando, convocando a reuniones de acuerdo al momento y a las posibilidades. Por este motivo, las circulares de CTERA llevaban inscripta la frase “Los miembros de la Junta Ejecutiva que continúan al frente de la entidad”. Año 1976-1983
Acción Reclamos por aumento salarial a nivel nacional y provincial
1976-1983
Presentaciones en defensa de la jubilación
1976-1983
Presentación sobre Caja Complementaria
1976-1983
Reclamos permanentes por la intervención militar a ATEP, SUTE, UEPC, ante el Ministerio de Trabajo y los interventores de la CGT. 30 de Marzo: Reclamo ante el Ministro de Interior, General Harguindeguy, por el asesinato de Isauro Arancibia. Se exige esclarecimiento y castigo a los culpables. 31 de Marzo: Pedido de audiencia ante el Min. de Educación por la no vigencia de los derechos establecidos en el Estatuto del Docente. Agosto: Asistencia a la Asamblea Anual de CMOPE.
1976
1976
1976 1976
Noviembre: Apoyo al paro docente realizado por gremios de la Provincia de Buenos Aires.
1976
Noviembre: Reclamo de anulación del descuento compulsivo del 1% para la UDA
1977
Enero: Entrega de la 1er lista de desaparecidos docentes (39) a la delegación de la CIOSL. La lista estaba encabezada por Marina Vilte y Eduardo Requena. 5 de Septiembre: Presentación y reclamo al Ministro Bruera por las violaciones al Estatuto del Docente Mayo: Seminario de Seguridad Social de la CMOPE en Costa rica. 11 de Septiembre: Movilización a nivel Nacional e Internacional para rescatar con vida a Alfredo Bravo.
1977 1977 1977
1977
1977
1978 1978
Presentación ante el Ministro Catalán y el resto del gobierno de facto sobre la transferencia de escuelas primarias a las provincias. Diciembre: Visita del Secretario General de CMOPE, John Thompson a Alfredo Bravo detenido en la Unidad N°9 de la Plata. Abril: Segunda Conferencia de Educadores del Tercer Mundo 7 de Septiembre: Presentación al presidente de facto Videla “En defensa del Estatuto del Docente”
Observaciones Los reclamos se efectivizaron por medio de 12 presentaciones acompañadas por notas y telegramas. Jubilación a los 25 años, sin límite de edad y con el 82 % móvil. Se demuestra la descapitalización a raíz de la intervención militar. Se reclama el traspaso al manejo de los docentes.
Isauro Arancibia fue asesinado por un grupo de tareas el 24 de Marzo de 1976.
Planteamiento de los problemas docentes y de la violación a los DDHH. El apoyo de CTERA a los gremios que protestaban contra la prolongación de la jornada laboral de los auxiliares y la cesantía de psicólogos provocó el paro. Motiva el reclamo la confirmación de la personería Gremial de la UDA por parte de la Corte Suprema. Demuestra que la CTERA no se limita a lo técnico administrativo como pretendía el proceso. El reclamo fue reiterado en varias oportunidades. Participación en el mismo Alfredo Bravo fue secuestrado el 8 de septiembre de 1977 en la escuela donde trabajaba
Esta visita se enmarca en otras tantas visitas solidarias de representantes de CMOPE (apróx 10) y de la FISE (4). Se pidió solidaridad para Alfredo Bravo.La misma fue impresa y distribuida en las escuelas.
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1978
Octubre: Presentación ante Videla sobre la crisis educativa y la transferencia de escuelas. Diciembre: Se evitan 400 cesantías a través de una campaña contra las prescindibilidades en la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires Enero: Freno al cierre de Escuelas de Jornada Completa a través de una presentación ante el Intendente Cacciatorore. Febrero: Congreso de la Confederación de Educadores Americanos ( CEA).
1978
1979 1979
1979 1979
Julio: Elaboración de un Documento sobre Ley Universitaria. Agosto: Elaboración de un Folleto en contra del Estatuto Docente Municipal. Presentación ante el gobierno de facto sobre problemas de la educación. Diciembre: Presentación de la lista de docentes desaparecidos, detenidos y cesantes ante la CIDH. Julio: Asamblea de CMOPE en Brasilia y Seminario sobre DDHH en Río de Janeiro. Agosto: Documento en contra de la Ley de Asociaciones Gremiales de la Dictadura. Agosto: Realización de un documento sobre deserción escolar. Enero: Visita de Marc Alain Berberat, Secretario Adjunto de CMOPE
1979 1980 1980 1981 1982
1982
Mayo: Reunión ampliada de la Junta Ejecutiva de CTERA con secretarios gremiales de varias provincias.
1982
Rápidas negociaciones con CMOPE para realizar cinco Jornadas Nacionales que confluyeran en un Seminario Nacional.
1982-1983
La Junta Ejecutiva adopta la modalidad del Plenario para las reuniones. Asistían miembros de la junta y secretarios de la provincias
1982
Junio: En un plenario se aprueba el plan de las Jornadas Regionales; se elabora un documento sobre situación salarial. 7 de Julio: En un plenario se fija la realización de la 1era Jornada Regional y se elabora otro documento sobre los problemas referidos a salarios, jubilaciones, Estatutos, Obra Social, presupuesto educativo y libertad de cátedra. 21 de Julio: Presentación de una nota denunciando la anarquía salarial y defendiendo la Ley de Equiparación.
1982
1982
1982 1983/ 84 y 85
Uno de los argumentos que se imponía para establecer la cesantía eran “razones de mejor servicio”
En 1978, CTERA fue designada miembro del Comité Ejecutivo de la CEA en la persona de Alfredo Bravo. Dicho Estatuto presentaba un alto contenido regresivo. El folleto fue distribuido en las escuelas. Esta actividad continuó de forma diaria y permanente.
Se vuelve a plantear una propuesta de 4 años atrás de realizar, en el momento propicio, un Seminario Nacional que reuniera a dirigentes gremial docentes de todo el país Se intercambiaron informes, se analizó la situación nacional (luchas obreras y populares, Malvinas, etc), los problemas docentes y se aprobó el desarrollo del Seminario Nacional. El objetivo era reunir a los docentes de las distintas provincias, movilizar desde “abajo” desde las escuelas, debatir sobre la situación educativa y los problemas docentes, y ayudar a la reorganización y revitalización de las entidades docentes. Sin ser estatuarios, los plenarios sirvieron para reorganizar las entidades de base y la adopción de decisiones para las luchas de 1983.
En esta nota, también se hacían propuestas de solución mediata e inmediata que sirvieron de base para las luchas del período 1982-1983.
30 y 31 Octubre: Se lleva a cabo la Primer Jornada Regional en Santa Fe, con una previa reunión preparatoria en Paraná. Realización de las segunda, tercera, cuarta y quinta Jornadas Regionales
Cabe mencionar, que durante este período, la CTERA mantuvo reuniones con gremios como La Fraternidad, ATE, FPECYT, Empleados de Comercio, Asociación Argentina de Actores, Sindicato Único de Publicidad, Petroleros, entre otros. De este modo, la CTERA al mismo tiempo que sostenía las actividades propias de un gremio docente y la lucha contra la violación sistemática de los Derechos Humanos, con las limitaciones mencionadas, también participó en diversas Comisiones para apoyar el proceso de unidad de los trabajadores
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¿Qué organización necesitamos l@s docentes en la Ciudad? La reciente lucha que hemos protagonizado en la Ciudad pone en discusión nuevamente la cuestión de la organización que requerimos para defender nuestros derechos como trabajadoras y trabajadores de la educación. La existencia de 17 sindicatos es, verdaderamente, una traba para esa organización. El problema de la dispersión sindical en la Ciudad no es nuevo: ya existía en la década del ‘70 y expresaba tanto las ramas de la educación: nacionales, primaria, media, etc., como distintas corrientes político-gremiales (radicales, peronistas, corrientes socialistas, etc). Más recientemente, sin embargo, la dispersión se profundizó. Cada interna de los sindicatos se dirimió armando uno nuevo que expresa más confusamente la pelea por lugares en el aparato del Estado como representantes de esos sindicatos, sin que aparezca claro algún tipo de representación por la base. Los sucesivos gobiernos dieron cabida a tal situación, alentando la división sindical y ejerciendo la cooptación de dirigentes. La realidad es que hoy la mayoría de las escuelas no están sindicalizadas y muchos docentes lo están sólo a los fines de realizar cursos para obtener puntaje, y no porque acuerden con la conducta gremial de los sindicatos a los que están afiliados1. Así, la organización sindical existente no expresa una verdadera confianza en la mayoría de esas organizaciones, ni tampoco una participación en ellas para la defensa de nuestros derechos. En el reciente conflicto, la voluntad de recuperar el salario perdido, entre otros reclamos, trajo acarreada la unidad de acción. Pero esa unidad de hecho tuvo un límite enorme: no existió ninguna instancia unitaria donde el conjunto de la docencia pudiera resolver y luego hacer valer su decisión sobre las negociaciones y las medidas de lucha, e impedir, por ejemplo, la traición de la Lista 822. Las 5 asambleas de Capital, autoconvocadas algunas e impulsadas por Ademys otras, fueron muy importantes pero no lograron transformarse en un ámbito reconocido por toda la docencia y al que los sindicatos tuvieran que respetar como decisorio de la voluntad de las escuelas. La docencia ha logrado un importantísimo crecimiento en participación, plasmado la propagación de las asambleas de distrito, como también reflejado en el desarrollo de una mayor actividad en las asambleas que ya existían. No obstante, estos espacios carecieron de una relación orgánica con la asamblea de Capital. Sin restarle importancia a la experiencia, hay que reconocer que la dinámica de las asambleas de Capital estuvo lejos de favorecer que los maestr@s activos en sus asambleas de distrito vieran en ella una alternativa real para avanzar en la coordinación y unidad a nivel de Ciudad (ver nota Balance…). Fue en las asambleas de distrito donde confluyeron aquellos que querían participar y que no querían que la división sindical impidiera la unidad. Estas asambleas fueron, sin duda, el saldo organizativo más rico de este proceso.
En el curso del propio conflicto se dieron discusiones y hasta una elección sindical (UTE) que pusieron en cuestión qué hacer a futuro. Desde nuestro colectivo queremos aportar nuestra propuesta. La propuesta de Lista de Maestr@s Consideramos que es necesario afiliarse a un sindicato, pues esta es una herramienta de los trabajadores para la lucha por la defensa de nuestros derechos. Fundamentar esta propuesta nos exige profundizar en el análisis tanto de las potencialidades de la organización sindical y los límites de los sindicatos existentes, como de los que contiene la forma de organización asamblearia. Las asambleas autoconvocadas y distritales son valiosísimas pues es allí donde el conjunto de la docencia puede expresarse y hacer valer su decisión. Son ellas los primeros órganos desde donde se puede avanzar en la construcción de la unidad. Esto se ve favorecido por el hecho de que quienes confluimos en las asambleas de distrito nos conocemos
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Una muestra de lo que decimos es que la mayoría de la docencia continuó con las medidas de fuerza a pesar de que la lista 822 (SEDEBA, CAMyP, ADEF, etc) levantó el paro. La docencia, incluidos sus afiliados, rechazó su actuación.
por haber compartido grados, escuelas, actos públicos, charlas. Este conocimiento personal promueve que en las asambleas se generen confianza y compañerismo, que permiten que la discusión de las diferencias se dé en un tono fraterno que favorece la inclusión amplia de los maestros que se acercan a participar. No es casual que los lazos que se crean en estos espacios hayan dado lugar a una fuerte identidad colectiva de cada asamblea. Sin embargo, a pesar del valioso carácter democrático y unitario de estos colectivos, éstos no llegan a abarcar todas las instancias organizativas que nos podemos dar. En primer lugar, el sentido profundo de las asambleas está en su carácter masivo. Éste no está determinado por haber alcanzado cierto número de integrantes, sino porque allí confluyen maestros, que tienen experiencias disímiles, y se aglutinan en momentos de alza de la lucha2. Sabemos -y no sólo por la experiencia docente- que resulta muy difícil sostener el funcionamiento cotidiano de las asambleas en momentos de reflujo o decrecimiento de la lucha. Por lo general, la organización en forma de asamblea aparece como el modo “natural” en que todos los que se acercan impulsados por determinada situación pueden participar en pie de igualdad. Pero cuando el motivo que dio inicio a la movilización se resuelve o se desdibuja, el esfuerzo de mantener con vida esos espacios recae sobre aquellos maestros que cuentan con mayor experiencia o con más voluntad para seguir militando aun en contextos menos movilizadores. Esto último sirve para reflexionar en torno a cierta idealización sobre el carácter espontáneo de la “autoconvocatoria”. Sin duda, el término de autoconvocatoria permite poner de relieve que las asambleas no son el resultado de una decisión impuesta por una estructura exterior a los maestros de base. Pero todos los que militamos durante años a favor de esta forma de organización sabemos que las asambleas no surgen de la noche a la mañana. Por el contrario, tanto en su conformación como en su desarrollo, la actividad de ciertos maestr@s reconocidos por su capacidad de organización, por su compromiso, por su seriedad en la labor pedagógica cotidiana es sumamente importante. El ejemplo de las asambleas muestra entonces no tanto una situación en donde todos participan por igual, sino en donde nadie tiene derechos especiales por el simple hecho de dedicarle a las actividades de la asamblea más tiempo y esfuerzo que otros. Junto con los problemas que plantea la tendencia a que las asambleas se desarrollen con momentos de gran participación y otros en los que la actividad y cantidad de participantes se reduce considerablemente, encontramos que otra característica propia de este forma de organización opera al mismo tiempo como un elemento de fuerza y de debilidad. La fuerza de la identidad de las asambleas de distrito basada en el conocimiento cara a cara y la preeminencia de lo local por sobre lo general, tiene el problema de servir de base involuntariamente para una práctica fragmentaria. Si cada distrito se aferra a la soberanía e identidad de su asamblea, la unidad entre todos los docentes de la jurisdicción (o por lo menos los que están movilizándose) resulta algo exterior que interfiere con la dinámica propia. En consecuencia, por un lado las asambleas se erigen como el ámbito más propicio para que los maestros que empiezan a participar se nucleen con otros, aportando así a la construcción de la unidad entre los compañeros de un mismo distrito; pero por otro lado el problema de la unidad reaparece a nivel del conjunto de los docentes de Capital. Desde Lista de Maestr@s creemos que la organización sindical contiene potencialmente elementos que permiten comenzar a superar este tipo de problemas; creemos e impulsamos activamente con nuestros aportes posibles la actividad de las asambleas distritales, pero no las oponemos a la organización en un sindicato, ni mucho menos creemos que cualquiera de estas dos instancias pueda reemplazar a la otra. El sindicato apela a la identidad de trabajadores de determinada actividad y de cierta región. Por tanto, es una identidad que contiene a la que surge en los distritos, pero la integra en una más amplia. Por supuesto, en la realidad actual muy lejos está de representar al conjunto de la docencia de la ciudad la existencia de 17 sindicatos (así como la CTERA no expresa al conjunto de los docentes, ni la CGT a los trabajadores). No obstante, a diferencia de la asamblea autoconvocada, el sindicato es una forma más estable de organización y participación, que al tiempo que puede unificar la fragmentación de las identidades más fuertes, puede convertirse en el hilo de continuidad que medie los momentos de avance y retroceso en la participación masiva. Ante el reflujo puede centrarse en la elaboración de una síntesis de la experiencia para aportarla enriquecida ante la próxima alza, evitando que
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Al hablar de “alza” nos referimos a un incremento de la participación en la lucha respecto de la situación inmediatamente anterior. No queremos decir con esto que el “alza” incluya a todos los maestros ni que se haya alcanzado un nivel de lucha equivalente al de otros momentos históricos.
cada lucha comience de cero. Puede, a su vez, encarar una labor sistemática, allí donde la autoconvocatoria tal vez se ve superada por la dinámica cotidiana e inmediata; puede también destinar una parte de su acción a la formación política y a dar discusiones que muchas veces se tornan artificiales para el conjunto más amplio, pero son indispensables en el crecimiento ideológico, y en una visión estratégica de las acciones que trascienda los vaivenes en la participación que se dan en ámbitos asamblearios más abiertos. Así como el principal protagonismo del sindicato en los momentos de lucha más activa puede ser el de encabezar esas reivindicaciones, cuando este tipo de actividad decrece puede centrar más su actividad en pensar, discutir, estudiar y planificar cómo enfrentar problemas que si bien no suelen aparecer con la urgencia del salario son tanto o más importantes que éste. Sólo por mencionar los más preocupantes: la privatización de la educación y el vaciamiento de la escuela pública, la falta de reflexión sistemática y colectiva acera de la práctica pedagógica, la apatía de muchos (por no decir la mayoría) de nuestros compañeros… A su vez, el sindicato puede constituirse en una espacio de confluencia entre compañeros con distintas identidades y perspectivas políticas, y de transmisión de experiencias entre distintas generaciones de trabajadores3. Por todo esto, si el sindicato está “lleno”, puede convertirse en una verdadera escuela de formación y de participación; puede contribuir a pensar y debatir entre todos cómo generar participación en las escuelas y distritos, cómo superar las demandas estrictamente salariales, cómo acumular fuerzas. En síntesis, a potenciar y realizar de un modo organizado, sistemático, muchas acciones que se hacen de forma fragmentaria y hasta individual. No obstante, todas estas posibilidades no son llevadas a la práctica en la actualidad por ninguno de los sindicatos. Por el contrario, aun cuando no primen intereses de privilegios, el reflujo de la participación no es concebido como un problema que obliga a realizar determinadas tareas para tratar de que los espacios de decisión se amplíen, sino que se recurre a la defensa de la organización sindical como fin en sí mismo, a cerrarse entre quienes ya están integrados al sindicato, y a recostarse en los acuerdos con las cúpulas de otras organizaciones sindicales. A este diagnóstico hay que agregarle un fenómeno fundamental que marca un quiebre en la historia del movimiento obrero, que es el de la pérdida de su independencia frente al Estado. El reconocimiento estatal de los sindicatos, la capacidad de intervenir en su funcionamiento interno, está en el origen de los procesos de burocratización que tanto han desprestigiado a esta forma de organización al transformar su sentido de lucha en negociación (más allá de las formas que según el caso ésta asuma). El reconocimiento de 17 sindicatos muestra esta capacidad de intervención estatal en las organizaciones al tiempo que las comisiones de servicio, las prebendas y nombramientos de todo tipo contribuyen a que entre la burocracia y las bases se alce una barrera. Pero esa realidad no debe hacernos desistir de la necesidad de contar con sindicatos. De lo que se trata, en todo caso es de luchar para sacar a las burocracias y establecer mecanismos estatutarios que impidan esos procesos de burocratización. Por ejemplo, desde Lista de Maestr@s impulsamos que nadie pueda estar fuera de tareas de aula por más de un período electivo, y que tampoco se pueda ganar un salario mayor al del cargo de base por participar en esas instancias de representación. También peleamos por la ampliación de los espacios colectivos de decisión, para que las asambleas sean masivas, con mandato escrito, y soberanas. Y estos postulados los realizamos en los hechos. Jorge Adaro, que fue electo miembro de Junta de Primaria por ADEMYS e integra Lista de Maestr@s, dona el plus salarial que el gobierno le da a los miembros de Junta, y ese plus se destina a un Fondo de Huelga que administran dos compañeros elegidos en una Asamblea de Capital. Este ejemplo, sin antecedentes cercanos en nuestro gremio, es muy grande, porque significa que es posible otro sindicalismo que no busque privilegios como los Moyano, sino que se ponga al servicio de la voluntad de l@s trabajador@s que representa.
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Muchos argumentos contrarios a la organización sindical se basan en la premisa correcta que plantea la expansión y proliferación de dirigencias y sindicatos burocratizados. No obstante, ello no impugna las potencialidades que la instancia sindical contiene, ni tampoco da cuenta de experiencias históricas recientes y hasta actuales de organizaciones clasistas y antiburocráticas. La existencia de organizaciones corrompidas no invalida la necesidad recuperar una herramienta que pueda representar nuestros intereses genuinamente y más allá de lo inmediato. También existen argumentos que alegan que las tareas de reflexión y formación que permite la instancia sindical pueden ser llevadas a cabo (y de hecho eso ocurre en muchos casos) por grupos independientes que no forman parte de un sindicato. Lo que se pierde de vista en esos casos es el potencial que le otorgaría a esos grupos o actividades el hecho de formar parte de un proyecto colectivo más amplio que dichos grupos en sí.
Entonces, ¿qué sindicato? La UTE es el actual sindicato de base de CTERA en Capital. En el ‘89, cuando la Lista Celeste que lo dirige desde entonces cambió sus estatutos, perdió todo vestigio de democracia sindical. No hay asambleas resolutivas y no existe impedimento para que los compañeros permanezcan décadas fuera del aula. Sus prácticas de mediar la participación entre bases y dirigencias, hacen que se desestimen los mandatos escritos, y que la figura del delegado sirva muchas veces para reemplazar a las bases en lugar de representarlas. Los compromisos de la Lista Celeste con los sucesivos gobiernos de la Ciudad desde el ‘89 hasta Telerman los llevaron a apoyar todas las políticas de Estado: desde la Ley de Transferencia, Ley Federal de Educación, impuesto al automotor, Ley de incentivo salarial en negro, actual Ley de Educación Nacional, el establecimiento de las sumas en negro, el crecimiento del régimen de contratados… todo esto junto con la práctica a gran escala del otorgamiento de comisiones de servicio rentadas, que sacan a los docentes de las escuelas fomentando un modelo de militante sindical burocratizado y despegado de la actividad cotidiana de sus compañeros. Su compromiso con los gobiernos sucesivos y con el aparato estatal explica por qué no hicieron ningún paro jurisdiccional durante 17 años, hasta fin de 2007, y los hacen recién ahora contra Macri. Para las recientes elecciones de UTE, Lista de Maestr@s propuso la formación de una lista unitaria de oposición mediante una asamblea que resolviera los candidatos. Pero lamentablemente fracasamos. Hubo 3 listas reiterando el divisionismo entre agrupaciones de izquierda que desalentó la participación de muchos docentes que querían cambiar la conducción del sindicato. Durante años, la Lista Celeste proscribió las listas unitarias de oposición al mejor estilo de la burocracia de la CGT. Ahora fue la división de la oposición la que les permitió darse el lujo de autorizar a las tres listas, y así legitimarse. Por otro lado, continuando con en el resto del panorama sindical, están las entidades nucleadas en la llamada Lista 822 (SEDEBA, CAMyP, ADEF, etc). El año pasado ganaron las elecciones en Junta de Clasificación en Zona II, expresando la bronca de la docencia con el comportamiento de UTE. Pero su actuación en este conflicto demuestra que no expresan la voluntad de las bases. SEDEBA surgió firmando con el gobierno radical el levantamiento de la huelga del ‘88 por fuera de la decisión de las bases que en asamblea de Capital ratificaron la continuidad de la misma. CAMyP y Seduca (ex – UDAM) hicieron lo mismo. La 822 tiene de hecho acuerdos políticos con el gobierno de Macri, y muchos de sus integrantes participan en las direcciones de área como antes lo hacía la conducción de UTE. En estos sindicatos no existen formas de participación de las bases. Son aparatos. Por eso descartamos de plano participar en ellos. En Capital hay un sindicato, ADEMYS, que guarda y ha guardado independencia política de los gobiernos de turno. En sus 25 años de existencia estuvo contra la Ley Federal de Educación, contra las cifras en negro -siendo quien impulsó la iniciativa popular en la Legislatura que condujo a la reducción de las mismas-, impulsó los documentos de La Reforma Contraataca que denunciaban que la Ley de Educación Nacional de Filmus mantenía los desastres de la Ley Federal. Y denuncia actualmente la derivación de 600 millones de pesos a la educación privada. En su seno no existe una capa de dirigentes enquistados que busquen beneficios personales. Es significativo que como sindicato promueva que su Comisión Directiva trabaje en escuelas al mismo tiempo que toma las tareas de la organización. Creemos que las características y potencialidades de ADEMYS lo configuran como el espacio donde se pueden dar debates y peleas por construir un sindicalismo diferente: antiburocrático y clasista. A pesar de considerar que es un error equiparar a su conducción con la burocracia de los otros sindicatos, hemos tenido y tenemos diferencias dentro ADEMYS con decisiones y métodos de su Comisión Directiva. Éstas surgen porque en muchos casos entendemos de manera diferente el modo en que se construye sindicalmente, y el tipo de sindicato que queremos. Desde Lista de Maestr@s apostamos a fomentar y desarrollar la participación real de afiliados y no afiliados en asambleas con carácter resolutivo, debido a que entendemos que fomentar la participación de la mayor cantidad de trabajadores es una tarea central de un sindicato, a la vez que es el mejor resguardo contra la burocratización. Queremos un sindicato que se ponga al frente de los reclamos salariales o de las condiciones de trabajo más inmediatas (formas de contratación, situación edilicia, etc.) pero que también encabece el debate profundo de qué educación y qué
país queremos, de por qué entendemos que la defensa de la educación pública incluye pero es mucho más que la gratuidad, de cuáles son las razones por las que la defensa del estatuto docente y del acceso por concurso de antecedentes son condiciones para una escuela verdaderamente pública, de qué enseñamos cuando enseñamos determinados contenidos y no otros, o lo hacemos de un modo y no de otro. Queremos un sindicato en el que el modelo de militante o dirigente sea el de un docente respetado y referenciado por sus compañeros en base a su coherencia. Estamos convencidos de que hoy el único sindicato en el que se puede trabajar en ese sentido es ADEMYS. Por eso, la mayoría de nosotros está afiliado a él, y propone afiliarse a este sindicato para participar colectivamente en pos de imprimirle una dinámica que lo acerque cada vez más al sindicato que queremos. La perspectiva que vemos a largo plazo es la de construir un sindicato único de toda la Capital que tenga a la Asamblea de Capital y a las asambleas de distrito como la instancia soberana. Pensamos que esta perspectiva, sin embargo, debe surgir de una voluntad de abajo y no porque lo imponga una ley de asociaciones profesionales del Estado, como lo que ocurre en el orden nacional, y que defienden los burócratas de la CGT. Esta perspectiva es un camino. Tenemos planteado, además, la recomposición de la unidad nacional de la docencia con democracia. La actual conducción de CTERA es la misma que la de UTE, la Lista Celeste que apoyó todas las políticas de los gobiernos de turno desde la Transferencia a la fecha, y que firma en paritarias pisos salariales que no recuperan la pérdida por inflación ni la desigualdad entre jurisdicciones. Con estas paritarias se pretende amordazar las luchas de cada jurisdicción, a las que se deja sin una coordinación nacional, tan importante para romper el aislamiento. La unidad de todos los sindicatos y listas opositoras se impone también, a largo plazo, como necesidad en todo el país.
Esperamos que estas líneas, producto no acabado de un debate largo, amplio y abierto, sirvan no sólo para difundir nuestra posición como colectivo, sino principalmente para instalar y profundizar una discusión necesaria en el plano organizativo entre todos los compañeros que durante este año compartimos intensas luchas, y de seguro las compartiremos en 2009.
Colectivo Lista de Maestr@s – diciembre de 2008