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ANTA MARI DEL PUEBLITO DESDE SU SANTUARIO
Año IX – Número 56 – Mayo / Junio 2014
DIRECTORIO
CONTENIDO
SANTA MARÍA DEL PUEBLITO, es una publicación bimestral de los religiosos franciscanos del Santuario de Nuestra Señora del Pueblito, con la finalidad de compartir la Fé católica y la devoción a María Santísima en su título del Pueblito.
Presentación ………………………………………………… 1
Guardián del Santuario: Fr. Ignacio de la Cruz Morales O.F.M.
Consagrarse a Dios, una forma de amar ……… 11
Equipo de redacción: Fr. Francisco Javier Dimas Bernal, Fr. José Eduardo Rincón Sánchez, Fr. Noé Alfaro Casas, Fr. Juan Gasca Paloalto, Fr. Juan Manuel Martínez Cañada y Fr. Marco Antonio Erape Arias.
Juan XXIII y Juan Pablo II …………………………….. 14
Director de la revista: Fr. Hugo Córdova Padilla O.F.M.
Documentos históricos sobre
Editor: Fernando Pérez Valdez
Crónica del Santuario ……………………….…………. 25
Dirección de la publicación: Pedro Urtiaga 27, El Pueblito, Corregidora, Qro.
Portada: imágenes de la Santísima Virgen del Pueblito y de los Santos Juan XXIII y Juan Pablo II
E-mail: oficinas santuario@yahoo.com.mx
Nos trajeron a Cristo …………………………………….. 3 Dos Papas santos …………………………………………. 6 María: madre y modelo de la Iglesia …………….10
Ecos de la canonización de los Santos
La Pascua del Señor ……………………………………. 16 Santa María del Pueblito, la Inmaculada …….. 18 Cambio y elección de la Mayordomía …………. 21
la Virgen del Pueblito (V) …………………………..… 23
Contraportada: claustro del Santuario. Visite la página web del Santuario http://www.santamaríadeelpueblito.org/
Presentación
Apreciables lectores de nuestra revista y devotos de Nuestra Madre Santísima de El Pueblito, reciban un saludo de Paz y Bien y mis mejores deseos. En estos meses en que vivimos de un modo especial la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo y la solemnidad litúrgica de nuestra Reina , Madre y Patrona Nuestra Señora de El Pueblito en la Santa Iglesia Catedral de Querétaro y en su Santuario.
Estimados fieles devotos, les invito a que en la medida de nuestras posibilidades y de nuestro tiempo, luchemos porque las peregrinaciones de mayo al Santuario, no se pierdan; participemos, asistamos, animemos a nuestros familiares, compañeros de trabajo, amigos para que el rezo y meditación del Rosario y el ofrecimiento de flores que se hacen en este mes sea la manifestación de .
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nuestra Fe y del amor a la Madre de nuestro Salvador que en este lugar invocamos bajo el título de Nuestra Señora de El Pueblito. Que nuestros actos de piedad, acompañados de nuestro compromiso evangelizador y sostenido por una sólida formación en nuestra santa fe católica, nos ayuden a trabajar por la extensión del reino de los cielos y la salvación de nuestros hermanos. Además creo que la Santísima Virgen, modelo de fe es quien nos impulsa a creer más y más en el poder de su Hijo Jesucristo, especialmente lo corroboramos cuando cada uno de nosotros, personal o comunitariamente podemos dar nuestro testimonio sobre la poderosa intercesión de María que nos auxilia, nos sana y nos protege. Tenemos confianza en que toda expresión de piedad popular mariana es un impulso definitivo para proclamar a su Hijo Jesucristo con fe en la Misión permanente; ella nos invita “a echar las redes en el mundo, para sacar del anonimato a los que están sumergidos en el olvido y acercarlos a la luz de la fe”. Ella, que durante todo el mes de junio saldrá, como lo hace cada año, a misionar a la ciudad de Santiago de Querétaro, sus visitas anuales a las diferentes Parroquias y Rectorías de la ciudad episcopal representa un reto, una invitación a ser como Santa María de El Pueblito, Misioneros Permanentes.
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Finalmente queremos comunicarles que, el pasados domingo 4 de mayo del presente año, Nuestra Señora de El Pueblito fue proclamada públicamente Reina, Abogada y Patrona de la Comunidad de Charros de Querétaro, el acto se llevó a cabo en el Lienzo Charro de los “Hermanos Hernández” de El Pueblito. En la próxima edición les presentaremos una detallada descripción acompañada de fotografías sobre este nuevo título de Nuestra Madre Santísima de El Pueblito. Reciban una seráfica bendición asegurándoles nuestras oraciones ante nuestra excelsa Madre, Patrona, Reina, y Generala Santa María de El Pueblito. Paz y Bien. Fr. Ignacio de la Cruz Morales Camarillo O.F.M. Guardián del Santuario
Nos trajeron a Cristo 1.- Los Hermanos Predicadores (O. P.) El título se presta a una doble lectura: que Cristo nos fue traído, que se nos dio a conocer y a amar y, además, que nosotros fuimos llevados a Cristo, que fuimos sacados de nuestra ignorancia y llevados al conocimiento de Cristo y de la salvación que nos trae. Ambas lecturas son correctas y verdaderas refiriéndonos a las familias religiosas, que se interesaron por cristianizarnos a raíz del descubrimiento de América. No así, si nos referimos a los grupos religiosos llegados de poco al presente predicando a “su Cristo”, porque ellos pretenden quitarnos el Cristianismo pleno, el Cristianismo Total, el católico, para iniciarnos y asociarnos al suyo, siempre reductor, siempre desconocedor conscientemente de aspectos y enseñanzas del Cristianismo predicado por los Apóstoles y contenido en las Sagradas Escrituras. Ambas lecturas del título son aplicables válidamente a los miembros de las órdenes religiosas que vinieron a evangelizarnos movidos sólo por su fe, la que querían compartirnos, por su amor, por el que sin conocernos querían llevarnos al conocimiento y a la comunión con el único y verdadero Dios y, por su fidelidad a Él, por obedecerlo, menospreciando todo lo que tenían y lo que podían tener, así como aceptando las carencias, los trabajos y los peligros que su decisión traía consigo, vinieron a México para hacer posible el encuentro de nosotros los mexicanos con el verdadero Dios. A ellos me refiero en la serie de breves artículos que con éste iniciamos.
Después de la llegada de los franciscanos a nuestra patria en 1524, llegaron los Hermanos Predicadores. Esta Orden o familia religiosa fue fundada por el español Santo Domingo de Guzmán (1170-1221), nacido en la población de Caleruega, en la provincia de Burgos. En 1191 entró a formar parte de la Orden Agustiniana, en la que fue ordenado Sacerdote. El Papa Honorio III (12161227) aprobó, el 22 de diciembre de 1216, mediante la bula “Religiosam vitam eligentibus”, la Orden de Hermanos Predicadores (O.P.), fundada por él, por Santo Domingo. Estos religiosos, llamados más generalmente Dominicos, por su fundador, llegaron a territorio mexicano en 1526. Al parecer, los Dominicos, por disposición de Carlos I., rey de España (1516-1556) y V emperador de ese nombre en Alemania (1519-1556), estuvieron a punto de llegar a Nueva España, al actual México, con los doce franciscanos llegados en 1524.
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Cuando Fr. Tomás y los siete que venían con él prosiguieron su camino se les unieron unos de los que los habían antecedido a Santo Domingo. Esta primera “barcada”, como se decía entonces, de hermanos dominicos, llegó a Nueva España el mismo día que Ponce de León, el 23 de junio de 1526. No se sabe con seguridad el número y el nombre de todos los que venían, ciertamente lo hicieron: 1.- Fr. Tomás Ortiz, con nombramiento de Vicario General, 2.- Fr. Vicente de Santa Ana, 3.- Fr. Diego de Sotomayor, 4.- Fr. Pedro de Santa María o de Agurto, 5.- Fr. Gonzalo Lucero, 6.- Fr. Domingo de Betanzos, Debían ser también doce y ser encabezados por Fr. Tomás Ortiz; pero estando ya en San Lúcar de Barrameda, ya para embarcarse, Fr. Tomás se quedó en España por alguna razón. Unos dicen que por disposición del Cardenal García de Loaiza, ex general de los dominicos y entonces Presidente del Consejo de Indias, a quien el rey había encargado cumplir su disposición respecto al viaje de los dominicos a Nueva España; otros dicen que por despachar ciertos negocios y, otros más, que por ir a despedirse de sus parientes y que, tomando otro su lugar, salieron los doce dominicos con los doce franciscanos, viajando con ellos hasta la ciudad de Santo Domingo en la isla La Española. Lo cierto es que cuando llegó allí Fr. Tomás, quien salió de San Lúcar el 2 de febrero de 1526, acompañado de otros siete religiosos, en la misma embarcación en que venía Luis Ponce de León a ejercer juicio de residencia a Cortés, encontró, entre otros, a Fr. Domingo de Mendoza, Fr. Pedro de Córdoba, Fr. Antonio de Montesino, Fr. Domingo de Betanzos, Fr. Tomás de Berlanga y Fr. Bartolomé de las Casas.
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7.- Fr. Diego Ramírez, 8.- Fr. Bartolomé de Calzadilla (Lego) y 9.- Fr. Vicente de las Casas (Novicio), quien había tomado hábito en Santo Domingo. Se hospedaron con los franciscanos mientras encontraron casa para ello. En 1527 llegó a Nueva España el dominico Fr. Julián Garcés a regir la diócesis de Tlaxcala-Puebla, la más antigua de la Nueva España, erigida por el Papa León X (1513-1521), mediante la bula “Sacri Apostolatus ministerio”, después de que la expedición de Francisco Hernández de Córdoba, en 1517, descubrió Yucatán, el 24 de enero de 1518, con el nombre de “carolense”, pero que no se pudo erigir luego porque Yucatán no había sido conquistado; sino sólo descubierto. A petición de Carlos V, aconsejado por Cortés, en cédula real fechada el 19 de septiembre de 1525, el Papa Clemente VII (1523-1534), el 13 de octubre de 1525, con la bula “Devotionis Tuae probata sinceritas”, extendió su territorio a Veracruz,
Tabasco, parte de Chiapas y Tlaxcala y fijó la sede en la capital de este último estado, a la vez que confirmó lo establecido por su antecesor el Papa León X, la sede permaneció en Tlaxcala hasta el 6 de junio de 1543, fecha en que el Papa Paulo III (1534-1549) la trasladó a Puebla.
Ese mismo año de 1527, el Cardenal Loaiza dio a Fr. Vicente la Santa María letras del Papa Clemente VII, en las que se le encargaba organizar una segunda “barcada” de dominicos con destino México y otras del General de la Orden, en las que se le confería el oficio de Vicario General de los dominicos residentes en Nueva España. A principios de 1528 se embarcó Fr. Vicente de Santa María, trayendo consigo, al parecer, a otros 24 dominicos y llegó a Veracruz en octubre de ese año de 1528. Fr. Domingo de Betanzos, por su parte, se dirigió primero a Guatemala, con el fin de hacer allí una fundación dominica y luego se dirigió a Roma.
En 1530 llegó a Nueva España Fr. Tomás de Berlanga con una tercera “barcada” de dominicos y en 1534 Fr. Domingo de Betanzos, al volver de Roma, trajo, con el mismo destino, una cuarta “barcada” de dominicos y el nombramiento de Vicario General de los dominicos de la Nueva España. Además, traía del Capítulo general, celebrado en Roma el año 1532 y del Prior General elegido en él, Fr. Juan Fenario, la encomienda de erigir la primera provincia de religiosos dominicos en Nueva España, lo que se realizó y él, en el primer Capítulo provincial, el 24 de agosto de 1535, fue electo primer Prior provincial, de la recién erigida Provincia de Santiago Apóstol. A partir de ese momento, los dominicos se volvieron más dedicados a la conversión y catequización de nuestros antepasados, obra que, con las limitaciones actuales de los religiosos, siguen ejerciendo hasta el presente.
Fr. Eulalio Hernández Rivera, OFM.
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Dos Papas santos El pontificado de Juan XXIII en números Con motivo de la pasada canonización de dos grandes papas del siglo XX, les presentamos una breve semblanza de lo que fueron cada uno de los pontificados de estos dos hombres que cambiaron no sólo la Iglesia, sino el mundo. Estos dos artículos han sido tomados de (Zenit.org) este medio de comunicación que nos mantiene informados al día, de la vida de la Iglesia. Por Iván de Vargas El 28 de octubre de 1958, contando con 77 años, el cardenal Angelo Giuseppe Roncalli fue elegido Papa ante la sorpresa de todo el mundo a causa de su avanzada edad. Escogió el nombre de Juan, nombre de su padre, del patrón de su pueblo natal y del evangelista de la caridad. En seguida empezó una nueva forma de hacer de Papa, movido por su fe y por su temperamento alegre. Juan XXIII supo dotarse de un programa preciso, cargándose de compromisos serios, dotados de grandes y trascendentales consecuencias. No olvidó jamás que el primer papel de un Papa es la oración. Si el mundo católico se extrañó ante el anuncio de la elección del cardenal Roncalli, de quien se había hablado poco antes del Cónclave y del que poco se conocía, más todavía le extrañó a él mismo que ni se había planteado semejante posibilidad. Desde el principio se definía amablemente como "un Papa aprendiz" y decía "dejadme que haga mi noviciado", se acercó sin temor a sus primeras tareas y con su habitual tranquilidad se enfrentó a ellas.
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La misma noche de la bendición "urbi et orbi", su secretario le preguntó cuáles eran los primeros problemas de importancia a los que se quería enfrentar, respondió: "Ahora voy a tomar mi Liturgia de las Horas y voy a rezar Vísperas y Completas". En los dos discursos iniciales del 29 de octubre, en su primer radio-mensaje al mundo y en el del día 4 de noviembre, día de la Coronación, Juan XXIII trazaba cuidadosamente y con aplomo el programa de su Pontificado, realizado después de manera efectiva con mucha paciencia, fuerza y tenacidad. "Queremos sobre todo subrayar con insistencia que Nosotros cargamos en nuestro corazón de una manera muy especial la tarea de pastor de toda la grey. Todas las otras cualidades humanas --la ciencia, el interés y el tacto diplomático, los talentos organizativos y de liderazgo--, pueden ser como ornamentos, acabados y para completar un gobierno pontifical, pero de ninguna manera pueden tomar el lugar suyo. Mas el punto central de todo es el celo, la pasión del "Buen Pastor", listo para cada ardua empresa sagrada, lineal, constante, hasta el sacrificio extremo". Un programa entonces clara e inequívocamente pastoral. Pero también ecuménico y misional, guiado por la conquista de los alejados.
La magnitud y la extraordinaria popularidad del papa Juan proceden en buena parte, también de un inalterable optimismo frente al hombre y frente a toda la Humanidad, sustentado en una inquebrantable y valiente fe, y de un sentido intenso y fuerte de lo Divino, que le permitió ir al encuentro, y establecer los consiguientes contactos, con las iglesias ortodoxas y protestantes, además de con hombres de distinta fe, religión o ideología. Tres meses después de su elección, el 25 de enero de 1959, en la Basílica de San Pablo Extramuros, ante la sorpresa de todo el mundo anunció el XXI Concilio Ecuménico --que posteriormente fue llamado Concilio Vaticano II--, el I Sínodo de la Diócesis de Roma y la revisión del Código de Derecho Canónico. Durante su pontificado nombró 37 nuevos cardenales, entre los cuales por primera vez uno de Tanzania, un japonés, un filipino y un mexicano. Fue el primer Papa, desde 1870, que ejerció su ministerio de obispo de Roma visitando personalmente las parroquias de su diócesis. El 4 de octubre de 1962, una semana antes del Concilio, el papa Juan peregrinó en tren a Loreto y a Asís para orar y hacer orar por el Concilio que se iba a celebrar. Ésta fue la primera salida de un Papa fuera de la región del Lazio desde la incorporación de Roma al Estado Italiano (1870). Todos los medios de comunicación destacaron el hecho. La prensa remarcó los discursos realizados en Loreto y Asís. A lo largo del viaje muchas personas lo recibieron en las estaciones de tren por las que pasaba para dirigirse a su destino. Él hablaba con la gente desde la ventanilla del tren, pero lo más importante era el hecho que se dirigía a las dos zonas de peregrinación para recibir la gracia de Dios en vista al Concilio Ecuménico, el Vaticano II. El 11 de octubre de 1962 el papa Roncalli abrió el Concilio Vaticano II en San Pedro, indicando la precisa orientación de los objetivos: no se trataba de definir nuevas verdades ni condenar errores,
sino que era necesario renovar la Iglesia para hacerla más santa y capaz de transmitir el Evangelio en los nuevos tiempos, buscar los caminos de unidad de las Iglesias cristianas, buscar lo bueno de los nuevos tiempos y establecer diálogo con el mundo moderno centrándose primero "en lo que nos une y no en lo que nos separa". El 1 de marzo de 1963 su nombre se asociaba al premio internacional Balzan por la paz en reconocimiento de su intensa actividad para evitar los conflictos y su tarea de mostrar a la humanidad los caminos para conseguir la convivencia pacífica. El día 7 del mismo mes recibió en audiencia privada al senador Giovanni Gronchi, presidente general de los premios de la Fundación Internacional Balzan, el cual le comunicó oficialmente la asignación del premio. En esa ocasión pronunció un discurso en francés. Recibió el premio el 10 de mayo. El 7 de marzo de 1963 recibió en su estudio privado del Vaticano a Alexej Adjubei, yerno del líder soviético Nikita Kruscev, y su esposa Rada. Rada estaba emocionada y feliz y dijo al Papa: “Usted tiene las manos grandes y fuertes como los campesinos, igual que mi padre”. El 11 de abril de 1963, Jueves Santo, el papa Roncalli publicó la Encíclica "Pacem in terris" (Paz en la Tierra), dirigida no sólo a los católicos sino a "todas las personas de buena voluntad". Dada la situación del momento, fue bien acogida por todo el mundo como expresión del camino para alimentar la esperanza de paz y solidaridad del género humano. Fue guardada en los archivos de las Naciones Unidas, en Nueva York. El papa Juan escribió ocho encíclicas en total: "Pacem in terris"; "Paenitentiam Agere"; "Aeterna Dei Sapientia"; "Mater et Magistra"; "Princeps Pastorum"; "Grata Recordatio"; "Sacerdotii Nostri Primordia"; "Ad Petri Cathedram". El 23 de mayo del mismo año fue anunciada públicamente la enfermedad del Papa y el 3 de
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junio -después de cuatro años, seis meses y seis días de pontificado- Angelo Giuseppe Roncalli, que había tomado el nombre de Juan XXIII, moría en paz invocando el nombre de Jesús y ofreciendo su vida de acuerdo con las palabras de Jesús: "Que todos sean uno" (Ut unum sint). Una persona que lo conocía bien y le había seguido durante esos pocos años sintetizó muy bien la impresión de todos: "El papa Juan me ha hecho descubrir de una forma nueva y consoladora la paternidad de Dios".
La causa de beatificación fue introducida por Pablo VI en 1965, después de la clausura del Concilio Vaticano II. El Papa Bueno fue beatificado por Juan Pablo II el 3 de septiembre del 2000, durante el Jubileo, en la misma celebración de la beatificación de Pío IX. En aquella ocasión, el milagro aprobado para su beatificación fue la curación de sor Caterina Capitani en 1966. El beato Angelo Giuseppe Roncalli fue proclamado santo por el papa Francisco el pasado 27 de abril, segundo domingo de Pascua, Fiesta de la Divina Misericordia, en una ceremonia de canonizaciones que se celebró en la plaza de San Pedro del Vaticano y a la que acudieron cientos de miles de personas.
El pontificado de Juan Pablo II en números
El Papa polaco canonizado 9 años después de su muerte Los cardenales reunidos en Cónclave eligieron Papa a Karol Wojtyla el 16 de octubre de 1978. Tomó el nombre de Juan Pablo II y el 22 de octubre comenzó solemnemente su ministerio petrino como 263 sucesor del Apóstol Pedro. Su pontificado ha sido uno de los más largos de la historia de la Iglesia y ha durado casi 27 años. El Pontífice polaco ejerció su ministerio petrino con incansable espíritu misionero, dedicando todas sus energías, movido por la "sollicitudo omnium
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Ecclesiarum" y por la caridad abierta a toda la humanidad. Realizó 104 viajes apostólicos fuera de Italia, y 146 por el interior de este país. Además, como Obispo de Roma, visitó 317 de las 333 parroquias romanas. Entre sus documentos principales se incluyen: 14 Encíclicas, 15 Exhortaciones apostólicas, 11 Constituciones apostólicas y 45 Cartas apostólicas. Publicó también cinco libros como doctor privado: "Cruzando el umbral de la esperanza" (octubre de 1994);"Don y misterio: en el quincuagésimo aniversario de mi ordenación sacerdotal" (noviembre de 1996); "Tríptico romano Meditaciones", libro de poesías (marzo de 2003);
Presidió 15 Asambleas del Sínodo de los obispos: 6 generales ordinarias (1980, 1983, 1987, 1990, 1994 y 2001), 1 general extraordinaria (1985) y 8 especiales (1980, 1991, 1994, 1995, 1997, 1998 (2) y 1999). Más que todos sus predecesores se encontró con el pueblo de Dios y con los responsables de las naciones: más de 17.600.000 peregrinos participaron en las 1166 Audiencias Generales que se celebran los miércoles. Ese número no incluye las otras audiencias especiales y las ceremonias religiosas (más de 8 millones de peregrinos durante el Gran Jubileo del año 2000) y los millones de fieles que el Papa encontró durante las visitas pastorales efectuadas en Italia y en el resto del mundo. Hay que recordar también las numerosas personalidades de gobierno con las que se entrevistó durante las 38 visitas oficiales y las 738 audiencias o encuentros con jefes de Estado y 246 audiencias y encuentros con primeros ministros.
“¡Levantaos! ¡Vamos!” (mayo de 2004) y “Memoria e identidad” (febrero de 2005). Realizó numerosas canonizaciones y beatificaciones para mostrar innumerables ejemplos de santidad de hoy, que sirvieran de estímulo a los hombres de nuestro tiempo: celebró 147 ceremonias de beatificación -en las que proclamó 1338 beatos- y 51 canonizaciones, con un total de 482 santos. Proclamó a santa Teresa del Niño Jesús Doctora de la Iglesia. Amplió notablemente el Colegio cardenalicio, creando 231 cardenales (más uno "in pectore", cuyo nombre no se hizo público antes de su muerte) en 9 consistorios. Además, convocó 6 reuniones plenarias del colegio cardenalicio.
Juan Pablo II falleció el 2 de abril de 2005, a las 21.37 hrs., mientras concluía el sábado, y ya habíamos entrado en la octava de Pascua y domingo de la Misericordia Divina. Desde aquella noche hasta el 8 de abril, día en que se celebraron las exequias del difunto Pontífice, más de tres millones de peregrinos le rindieron homenaje, haciendo incluso 24 horas de cola para poder acceder a la basílica de San Pedro. El 28 de abril, Benedicto XVI dispensó del tiempo de cinco años de espera tras la muerte para iniciar la causa de beatificación y canonización de Juan Pablo II. La causa la abrió oficialmente el cardenal Camillo Ruini, vicario general para la diócesis de Roma, el 28 de junio de 2005, y el Pontífice polaco fue beatificado en un tiempo récord por Benedicto XVI, el 1 de mayo de 2011. El papa Francisco canonizó el pasado domingo segundo de Pascua a Karol Wojtyla ante cientos de miles de personas en la plaza de San Pedro.
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María: madre y modelo de la Iglesia El "sí" de María, ya perfecto al principio, creció hasta la hora de la Cruz. Allí su maternidad se ha extendido abrazando a cada uno de nosotros Queridos hermanos hermanas, ¡buenos días!
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Continuando con la catequesis sobre la Iglesia, hoy me gustaría mirar a María como imagen y modelo de la Iglesia. Y lo hago recuperando una expresión del Concilio Vaticano II. Dice la constitución Lumen gentium: "Como enseñaba san Ambrosio, la Madre de Dios es una figura de la Iglesia en el orden de la fe, la caridad y de la perfecta unión con Cristo» (n. 63).
Texto completo de la audiencia: María madre y modelo de la Iglesia Por San Juan Pablo II, Papa
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1. Partamos desde el primer aspecto, María como modelo de fe. ¿En qué sentido María es un modelo para la fe de la Iglesia? Pensemos en quién fue la Virgen María: una joven judía, que esperaba con todo el corazón la redención de su pueblo.
Pero en aquel corazón de joven hija de Israel, había un secreto que ella misma aún no lo sabía: en el designio del amor de Dios estaba destinada a convertirse en la Madre del Redentor. En la Anunciación, el mensajero de Dios la llama "llena de gracia" y le revela este proyecto. María responde "sí", y desde ese momento la fe de María recibe una nueva luz: se concentra en Jesús, el Hijo de Dios que se hizo carne en ella y en quien que se cumplen las promesas de toda la historia de la salvación. La fe de María es el cumplimiento de la fe de Israel, en ella realmente está reunido todo el camino, la vía de aquel pueblo que esperaba la redención, y en este sentido es el modelo de la fe de la Iglesia, que tiene como centro a Cristo, la encarnación del amor infinito de Dios. ¿Cómo ha vivido María esta fe? La vivió en la sencillez de las miles de ocupaciones y preocupaciones cotidianas de cada madre, en cómo ofrecer los alimentos, la ropa, la atención en el hogar... Esta misma existencia normal de la Virgen fue el terreno donde se desarrolla una relación singular y un diálogo profundo entre ella y Dios, entre ella y su hijo. El "sí" de María, ya perfecto al principio, creció hasta la hora de la Cruz. Allí, su maternidad se ha extendido abrazando a cada uno de nosotros, nuestra vida, para guiarnos a su Hijo.
María siempre ha vivido inmersa en el misterio del Dios hecho hombre, como su primera y perfecta discípula, meditando cada cosa en su corazón a la luz del Espíritu Santo, para entender y poner en práctica toda la voluntad de Dios. Podemos hacernos una pregunta: ¿nos dejamos iluminar por la fe de María, que es Madre nuestra? ¿O la creemos lejana, muy diferente a nosotros? En tiempos de dificultad, de prueba, de oscuridad, la vemos a ella como un modelo de confianza en . Dios, que quiere siempre y solamente nuestro bien? Pensemos en ello, ¡tal vez nos hará bien reencontrar a María como modelo y figura de la Iglesia por esta fe que ella tenía! 2. Llegamos al segundo aspecto: María, modelo de caridad. ¿De qué modo María es para la Iglesia ejemplo viviente del amor? Pensemos en su disponibilidad hacia su prima Isabel. Visitándola, la Virgen María no solo le llevó ayuda material, también eso, pero le llevó a Jesús, quien ya vivía en su vientre. Llevar a Jesús en dicha casa significaba llevar la alegría, la alegría plena. Isabel y Zacarías estaban contentos por el embarazo que parecía imposible a su edad, pero es la joven María la que les lleva el gozo pleno, aquel que viene de Jesús y del Espíritu Santo, y que se expresa en la caridad gratuita, en el compartir, en el ayudarse, en el comprenderse.
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Nuestra Señora quiere traernos a todos el gran regalo que es Jesús; y con Él nos trae su amor, su paz, su alegría. Así, la Iglesia es como María, la Iglesia no es un negocio, no es un organismo humanitario, la Iglesia no es una ONG, la Iglesia tiene que llevar a todos hacia Cristo y su evangelio; no se ofrece a sí misma –así sea pequeña, grande, fuerte o débil- la Iglesia lleva a Jesús y debe ser como María cuando fue a visitar a Isabel. ¿Qué llevaba María? A Jesús. La Iglesia lleva a Jesús: ¡este el centro de la Iglesia, llevar a Jesús! Si hipotéticamente, alguna vez sucediera que la Iglesia no lleva a Jesús, ¡esta sería una Iglesia muerta! La Iglesia debe llevar la caridad de Jesús, el amor de Jesús, la caridad de Jesús. Hemos hablado de María, de Jesús. ¿Qué pasa con nosotros? ¿Con nosotros que somos la Iglesia? ¿Cuál es el amor que llevamos a los demás? Es el amor de Jesús que comparte, que perdona, que acompaña, ¿o es un amor aguado, como se alarga al vino que parece agua? ¿Es un amor fuerte, o débil, al punto que busca las simpatías, que quiere una contrapartida, un amor interesado? Otra pregunta: ¿a Jesús le gusta el amor interesado? No, no le gusta, porque el amor debe ser gratuito, como el suyo. ¿Cómo son las relaciones en nuestras parroquias, en nuestras comunidades? ¿Nos tratamos unos a otros como hermanos y hermanas? ¿O nos juzgamos, hablamos mal de los demás, cuidamos cada uno nuestro "patio trasero"? O nos cuidamos unos a otros? ¡Estas son preguntas de la caridad! 3. Y un último punto brevemente: María, modelo de unión con Cristo. La vida de la Virgen fue la vida de una mujer de su pueblo: María rezaba, trabajaba, iba a la sinagoga... Pero cada acción se realizaba siempre en perfecta unión con Jesús. Esta unión alcanza su culmen en el Calvario:
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aquí María se une al Hijo en el martirio del corazón y en la ofrenda de la vida al Padre para la salvación de la humanidad. Nuestra Madre ha abrazado el dolor del Hijo y ha aceptado con Él la voluntad del Padre, en aquella obediencia que da fruto, que trae la verdadera victoria sobre el mal y sobre la muerte. Es hermosa esta realidad que María nos enseña: estar siempre unidos a Jesús. Podemos preguntarnos: ¿Nos acordamos de Jesús sólo cuando algo está mal y tenemos una necesidad? ¿O tenemos una relación constante, una profunda amistad, incluso cuando se trata de seguirlo en el camino de la cruz?
Pidamos al Señor que nos dé su gracia, su fuerza, para que en nuestra vida y en la vida de cada comunidad eclesial se refleje el modelo de María, Madre de la Iglesia. ¡Que así sea! Traducido del texto original en italiano por José Antonio Varela V.
Consagrase a Dios una forma de amar
Cuando el joven siente fuertemente el amor como ideal supremo de vida, se está encontrando con lo que lleva más profundamente dentro de sí mismo que es Dios = Amor. Muchas veces la elección por la vida consagrada se realiza por una corazonada, pero Pío Xl añadió en uno de sus escritos a los sacerdotes católicos: “Más que un sentimiento de corazón, atracción sensible -que es distinta del instinto divino que procede de Dios- pues esta puede faltar o desaparecer, se ha de manifestar en la recta intención de quien aspira a la vida consagrada.
Unido al conjunto de dotes físicos intelectuales y morales que le hacen idóneo para tal estado. Sin descartar que la Palabra de Dios, varias veces muestre que Dios llama a los que desde el punto de vista puramente humano, parecen menos idóneos”. (1Cor 1,26-29, Dt 7,7-11) La opción por cualquier camino ha de implicar amar, pues esta es la naturaleza a lo que está llamado el hombre. El amor no es color de rosa sino de todos los colores. Fr. Juan Gasca Paloalto
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Ecos de la canonizaci贸n de los Santos Juan XXIII y Juan Pablo II
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La Pascua del Señor San Antonio de Padua, en uno de sus sermones, nos habla sobre la Resurrección de Cristo y de las 10 apariciones después de que resucitó.
“El joven les dijo: ¡No se asusten! Ustedes buscan a Jesús, el Nazareno, el crucificado. Ya resucitó: no está aquí. Miren el lugar donde lo pusieron. Ahora vayan y digan a sus discípulos y a Pedro, que El irá delante de ustedes a Galilea. Ahí lo verán, como se lo había dicho” (Mc 16, 6-7). Desapareció la amarga raíz de la cruz, floreció la flor de la vida con sus frutos. El que yacía en la muerte, resucitó en la gloria. Resucitó de mañana, el que había sido sepultado por la tarde, para que se cumpliera la palabra del salmo: “Por la tarde durará el llanto, por la mañana brillará la alegría” (Sal 29, 6). Jesús fue sepultado el sexto día, antes del sábado, que se llama Parasceve, hacia el ocaso. La noche siguiente y el sábado, con la noche siguiente, quedó colocado en el sepulcro; el tercer día, la mañana del primer día después del sábado, resucitó.
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Se lee en el evangelio que el Señor,
Entonces permaneció en el sepulcro un día y dos noches: así añadió la luz de su única muerte a las tinieblas de nuestra doble muerte. Éramos esclavos de la muerte del alma y del cuerpo. El sufrió por nosotros una única muerte, la de la carne; y así nos libró de nuestra doble muerte. Unió su única muerte a nuestra doble muerte; y así, muriendo, destruyó a los dos.
Se lee en el evangelio que el Señor, después de su . resurrección, se apareció a sus discípulos diez veces, de las que las primeras cinco se realizaron el mismo día de la resurrección. La primera vez se apareció a María Magdalena; la segunda, a las mujeres que volvían del sepulcro; la tercera, a Pedro, según la afirmación de Lucas: “El Señor resucitó y se apareció a Simón” (Lc 24, 34); la cuarta, a los dos discípulos que iban a Emaús; la quinta, a los diez apóstoles reunidos en el cenáculo, a puertas cerradas, en ausencia de Tomás. La sexta vez se apareció a los discípulos, ocho días después, con la presencia también de Tomás; la séptima vez, cuando se manifestó a los siete discípulos que estaban pescando; la octava, en el monte Tabor, donde el Señor había establecido que todos se juntaran; y así antes de su ascensión se apareció ocho veces. En el mismo día de la ascensión se apareció dos veces: una vez, mientras los once discípulos estaban comiendo en el cenáculo. Por eso dice Lucas:
“Mientras comían, les mandó que no se alejaran de Jerusalén”; y otra vez se mostró después de la comida. Los once apóstoles y otros discípulos, la Virgen María con otras mujeres se dirigieron al monte de los Olivos, donde se les apareció el Señor; y “mientras ellos estaban mirando, el Señor se elevó, y una nube lo escondió a sus ojos” (Hch 1, 9). Fr. Noé Alfaro Casas.
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Santa María del Pueblito: la Inmaculada (III) Cuestionamientos del número anterior de la revista “Santa María del Pueblito, desde su Santuario”, de los cuales, espero, que hayamos reflexionado bien durante la cuaresma. Ahora en el presente artículo trataremos de exponer el dogma sobre la “Inmaculada Concepción de María”, tratando de exponer en breve lo que afirma la Iglesia, y lo que esto significa para nosotros en un mundo que se muestra hostil y amenazador, no solo para nuestra integridad física con la violencia desencadenada en nuestro país, sino al respecto de nuestra integridad espiritual, pues es ésta la que nos impulsa a sobre salir de cualquier tipo de desavenencia. De este modo, con un espíritu lleno de esperanza en el Señor que es Nuestra Pascua: comencemos.
«¿Somos practicantes de la virginidad de María, es decir, hemos renunciado a nuestros caprichos para acoger únicamente el Amor Verdadero de Dios?; ¿Somos capaces de Amar limpiamente, es decir, amar sin esperar un amor que nos corresponda?; ¿Somos en verdad, amantes de aquél que nos vino por María, o sea, de Jesús, el Cristo de Dios?» Estos son solo algunos cuestionamientos que nos despierta nuestra Fe, nuestro Amor, nuestra Esperanza depositada en la Madre del Señor, y que como cristianos debemos estar dispuestos a responder. Y esto no para demostrar elocuencia de espíritu, sino para demostrar «la firmeza del corazón y la grandeza del alma» como decía San Ignacio de Antioquia.
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En primer lugar, aclaremos que la «Inmaculada Concepción» es algo completamente distinto a la concepción virginal de Jesús en el seno de la Virgen. Tampoco significa que su nacimiento sea o haya sido algo distinto al de los demás seres humanos, o incluso que su procreación haya sido distinta, ¡nada de eso! La procreación de María en el vientre de su madre fue igual que la de nosotros, por medio de la unión conyugal que se encarnó y dio vida a un nuevo ser. Para el teólogo alemán, Karl Rahner, el nacimiento de María es igual al nuestro, y agrega lo siguiente: «cuando en una familia un ser humano recibe la existencia, su nacimiento es un acontecimiento sagrado, algo querido por Dios», de este modo, no podemos pensar que el nacimiento de María, e incluso el nuestro, estuvo manchado por alguna especie de pecado, pues la vida es un Don de Dios,
En primer lugar, aclaremos que la «Inmaculada Concepción» es algo completamente distinto a la concepción virginal de Jesús en el seno de la Virgen. Tampoco significa que su nacimiento sea o haya sido algo distinto al de los demás seres humanos, o incluso que su procreación haya sido distinta, ¡nada de eso! La procreación de María en el vientre de su madre fue igual que la de nosotros, por medio de la unión conyugal que se encarnó y dio vida a un nuevo ser. Para el teólogo alemán, Karl Rahner, el nacimiento de María es igual al nuestro, y agrega lo siguiente: «cuando en una familia un ser humano recibe la existencia, su nacimiento es un acontecimiento sagrado, algo querido por Dios», de este modo, no podemos pensar que el nacimiento de María, e incluso el nuestro, estuvo manchado por alguna especie de pecado, pues la vida es un Don de Dios, y puesto que el pecado no puede interponerse a la acción liberadora de Dios, el nacimiento significa el llamado a la santidad, el llamado a la vida de gracia.
Cuestionamientos del número anterior de la revista “Santa María del Pueblito, desde su Santuario”, de los cuales, espero, que hayamos reflexionado bien durante la cuaresma. Ahora en el presente artículo trataremos de exponer el dogma sobre la “Inmaculada Concepción de María”, tratando de exponer en breve lo que afirma la Iglesia, y lo que esto significa para nosotros en un mundo que se muestra hostil y amenazador, no solo para nuestra integridad física con la violencia desencadenada en nuestro país, sino al respecto de nuestra integridad espiritual, pues es ésta la que nos impulsa a sobre salir de cualquier tipo de desavenencia. De este modo, con un espíritu lleno de esperanza en el Señor que es Nuestra Pascua: comencemos.
El Papa Pío IX en el año de 1854, inspirado por la sabiduría del Magisterio de la Iglesia y su Sagrada Tradición afirmó solemnemente que: María, en consideración a los méritos de Jesucristo, su hijo, y por tanto en razón a la salvación llevada a cabo por Él, «ha sido revestida desde el primer instante de su existencia» con la gracia santificante, y que por consiguiente, no se halló nunca en el estado que nosotros llamamos pecado original. Hasta aquí parece muy entendible la proposición de la Iglesia, sin embargo: ¿Para nosotros, fieles Católicos del siglo XXI, qué significa el pecado original? En efecto, la doctrina del pecado original señala, el pecado de los primeros padres, que remontándonos al contexto bíblico, serían Adán y Eva, lo cual nos conllevaría a deducir, que su pecado fue el nuestro, pues se remonta a los orígenes de la existencia humana.
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Sin embargo, el sentido teológico del pecado original no implica tanto un hecho histórico, sino más bien: una orientación del ser humano de seguir su propia perspectiva, o sea, sus caprichos, su propia voluntad, y poner en último lugar, el proyecto de Dios, el vivir acuerdo a su voluntad pronunciada sobre nosotros, que es la verdad de nuestra propia vocación a ser, vivir y morir como sus Hijos, de una forma libre y auténtica, llena de fe, esperanza y caridad. De lo cual, entenderíamos el pecado original, no ya como algo que se haya realizado hace miles o millones de años, sino con una situación bajo la cual nace el ser humano, que no consiste en otra cosa que: la falta de gracia en el hombre.
La «ausencia de la gracia de Dios» en el momento del nacimiento hasta el bautismo es el pecado original, de ahí que la doctrina del bautizo sea, que por medio de éste la persona es incorporada a la Iglesia, al cuerpo místico de Cristo, y al mismo tiempo, invitada a vivir la vida trinitaria en un proceso de formación y santificación por medio de los sacramentos y la oración. En María fue un poco distinto a nosotros, pues si ella es «la concebida sin la culpa original», estamos afirmando, que en ella estuvo y está: Toda la plenitud de la Gracia –como afirmaba San Francisco de Asís-. De este modo, si María estuvo revestida de la gracia de Dios desde el primer instante de su existencia, decimos también que ella: estuvo rodeada del amor redentor y santificante de Dios; decimos también, que ella no necesitó del bautizo porque ella toda rebozaba de la gracia de Dios, pues estaba destinada a ser la Madre del Señor, la Madre de la Divina Gracia, y por ello, Refugio de pecadores.
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Así pues, este dogma nos invita a ser testigos de la gracia de Dios que se nos ofrece por medio de los sacramentos, por medio de una vida recta, que teniendo su ejemplo en María, nos invita a abrirnos radicalmente al plan de Dios, a su voluntad, o sea, a su amor que nos transforma.
A ejemplo de María, también podemos ser «inmaculados», pues ella es el modelo de la Iglesia, y si la Iglesia somos nosotros, nosotros podemos ser como ella. Pero ¿cómo realizarlo en nuestras vidas? No es fácil, pero si es posible; y es aceptando “libre y voluntariamente” la voluntad de Dios; muriendo a nuestro egoísmo y autoreferencialidad; muriendo a ser los únicos que tienen la razón, abriéndonos a la verdad del prójimo. Arrepintiéndonos y creyendo en el Evangelio, pero de una forma más peculiar, siendo testigos de que la cultura de la muerte, el dolor y el horror no prevalecerán en nuestras familias ni en nuestra historia. Fr. José Eduardo Rincón Sánchez.
Cambio y elección de la “Mayordomía” El sábado 20 de marzo en punto de la 16.00 horas, nuestro Santuario se llenó de gozo en el Señor, por medio de su santísima madre, Santa María de El Pueblito de los naturales, mejor conocida como la “Tenanchita”. El motivo de esta festividad, fue la entrega de la venerada imagen de los naturales, de parte de la Mayordomía saliente (2013 – 2014), a la Mayordomía entrante (2014 – 2015), la llegada de la venerada imagen de la “Tenanchita” se realizó con una procesión que comenzó en la caza del primer Mayor el Señor Alejandro Hernández Mata de la Mayordomía saliente y concluyo en el atrio del Santuario de nuestra Señora de El Pueblito, donde la Mayordomía entrante ya los estaba esperando, con una pequeña vaya humana y donde fueron recibidos por el Padre Guardián de este santuario, el R.P. Fr. Ignacio de La Cruz OFM.
Después se dio paso a ingresar al Santuario para celebrar la santa Eucaristía en acción de gracias de la Mayordomía saliente, donde también el primer mayor y la primer Tenanche, entregaron la cruz de las tres potencias (Bastón de mando) y la cruz del compromiso respectivamente, estas reliquias junto con la cruz de la pasión de la Mayordomía, el estandarte y la venerada imagen de la santísima virgen, estuvieron en nuestro Santuario durante el sábado y parte del domingo, hasta que fueron entregados a la mayordomía entrante. Más tarde a las 21.00 horas se realizó en el mismo Santuario, la vigilia de purificación por parte de la Mayordomía entrante (2014 – 2015), dicha vigilia fue presidida por el R.P. Fr. Ignacio de la Cruz OFM.
El día domingo 21 de marzo, se vivió otro día de muchas bendiciones del Señor, ahora el motivo era el famoso Tratol y la entrega oficial de puestos de primer Mayor y primera Tenanche, todo comenzó este día a las 7.00 horas cuando el señor Alejandro Hernández Mata junto con algunos acompañantes como lo son su sargento, vinieron al Santuario a pedir licencia para la recolección del Tratol que en la tradición del pueblo, eran los presentes que ofrecía el novio a el padre de la novia. Luego en punto de las 12.00 horas, se realizó una celebración Eucarística Presidida por Fr. Ignacio de la Cruz, que fue ofrecida en intención de la Mayordomía entrante, en dicha celebración se realizó la entrega de la cruz de las tres potencias (Bastón de mando) al primer Mayor, el señor Lucio Olvera Morales, y la cruz del compromiso o juramentos a la primer Tenanche la señora María Ester Trejo Breña, durante la misma celebración, al momento de las ofrendas el celebrante recibió a la
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mayordomía saliente que vinieron a presentar el Tratol, una vez terminada la celebración, la mayordomía entrante (2014 – 2015), llevaron la imagen de la “Tenanchita” en procesión a la casa del primer mayor, donde permanecerá para rendirle culto, todo un año. Casi para concluir esta fiesta no podía faltar como se acostumbra en este bello lugar de El Pueblito, que la Mayordomía tanto saliente como entrante pasan por las autoridades tanto eclesiásticas como civiles, a los que en la puerta de sus respectivas casas se les entonan las mañanitas, una vez reunidas todas las autoridades se pasó a la calle del primer mayor entrante, donde nos deleitaron con una riquísima cena y los tradicionales tamales y buñuelos de este lugar. Después se pasó a la elección de la mayordomía (2015-2016), dicha elección por este año no se realizó debido a que solo se registró un candidato en el tiempo que estuvo la convocatoria, por lo que se declaró al señor Rubén Hernández Luna como primer mayor en el periodo (2015 – 2016) y como primer Tenanche a la señora Ester Arellano García.
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Enseguida se pasó a la imposición del tradicional sombrero que es símbolo para quien lo recibe de servir y custodiar la imagen de la venerada imagen de los naturales, y los dulces que son dispersados encima de él, son el símbolo de las bendiciones que se derraman sobre de la persona por la intercesión de la madre de Dios, una vez concluida la imposición de sombreros, se pasó al intercambio entre las Mayordomías (2013 – 2014) y (2014 – 2015) y de esta manera terminó esta festividad de cambio de Mayordomía, que tiene su origen lo más probable en la época colonial, cuando los hacendados mandaban cada año a sus mayordomos, a ofrecer ofrendas a la Virgen en acción de gracias de favores obtenidos, esta tradición sigue actual en este poblado de El Pueblito, la gente del pueblo sigue ofreciendo ofrendas a la madre de Dios, que intercede por ellos ante su divino hijo y los cubre siempre con su santísimo manto. Fr. Francisco Javier Dimas Bernal.
Documentos históricos sobre la Virgen del Pueblito (V) En esta serie de artículos, estamos reseñando algunos documentos históricos antiguos, poco conocidos y, en ocasiones, difíciles de encontrar, sobre la venerable imagen de Nuestra Señora del Pueblito. En este quinto artículo, hablaremos de un pequeño folleto, que lleva por título: “El pueblo queretano a su singular patrona María Santísima en su advocación del Pueblito”, Publicado en Querétaro, en la imprenta del c. Rafael Escandón, en el año de 1837. El documento es una invocación a la Santísima Virgen María en su título de El Pueblito. Se compone de un total de cuarenta y cuatro cuartetas. Los versos son libres, sin tener una rima, ni una métrica determinada y esencialmente son un canto a la Virgen. Lo curioso es que a lo largo del texto, podemos encontrar pies de página explicativos –cosa curiosa en los versos–, que ayudan a entender, sobre todo a los foráneos, algunos de los términos. Así, por ejemplo, nos explica que “el cerro”, se refiere a un cerro hecho a mano (la pirámide), al norte del Santuario, en donde la gentilidad Chichimeca veneraba a sus ídolos. De igual forma, cuando en los versos se menciona a “un sacerdote”, al pie de página nos explica que se refiere al P. N. Núñez de la Orden de San Francisco.
Otra nota curiosa, es cuando en los versos de menciona el río Sabina. El pie de página explicativo, nos aclara que es el río es la línea divisoria del continente Mejicano (sic) y los Estados Unidos. Finalmente, hay dos notas aclaratorias sobre epidemias y enfermedades que se dice azotan a la región. La primera es sobre la influencia: la nota aclara que se trata de una enfermedad .
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epidémica, tan nociva como el Cólera morbus asiático, cuya aparición en Inglaterra ha sido muy funesta, ya que ataca el pulmón con síntomas mortales. La última nota al pie, hace referencia a que el Cólera ha invadido Centro América, después de haber hecho estragos en el continente Mexicano (sic). Los versos son muy bellos y nos muestran la .
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forma de ver y de alabar a la Virgen en otras épocas. Vale la pena leerlo completo. Dicho volumen se encuentra en la biblioteca de la Universidad Autónoma de Nuevo León, con el número de control: UANL000141705. Se puede consultar en línea, en la siguiente dirección electrónica: http://cdigital.dgb.uanl.mx/la/1020000194/1020 000194_001.pdf
Crónica del Santuario Sábado 22 de marzo de 2014
Domingo 23 de marzo de 2014
Entrega de la Tenanchita al Santuario
Tratol – cambio de Mayordomía. Por la mañana a la 7:00am fue la licencia de la Mayordomía saliente. Solemne misa a las 12:00 del medio día.
Por la noche a las 7:40pm la mayordomía fue por el guadián del Santuario, y exactamente a las 8:00pm llegaron por nuestro señor cura el P. Sacramento, y despues de 5 minutos llegaron por nuestro señor Presidente Municipal. Por la tarde, a las 5:15pm fue la entrega de la Imagen de la Tenanchita, al Santuario por la Mayordomía saliente, que con gran esmero, trabajo, sacrificio, pero sobre todo, con gran alegría y júbilo estuvieron a cargo de nuestra Santísima Madre de El pueblito. Que el Señor todo poderoso, bendiga a esta gran Mayordomía saliente.
A las 8:30pm de la noche despues de unas pequeñas palabras de nuestro Guardián, fue presentado el nuevo mayordomo El Sr, Raúl. Así, como la nueva tenanche: Sra. Ester.
El mismo día pero por la noche, a las 10:30pm, en el santuario de nuestra virgensita muy amada, los de la mayodomía entrante hicieron la vigilía. En la cual eran acompañados por nuestro guardián del Santuario fr. Ignacio.
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A las 8:50pm empezaron las entregas de los sombreros, empezando por el nuevo mayodomo y la tenanche, siguiendo con el guardián, el párroco, el Presidente y por último al rector del Santuario, fr. Miguel.
Viernes 11 de abril del 2014 La corona dolorosa
Una de las tradiciones de la Iglesia católica, que todavia se mantiene, es el rezo de la corona dolorosa, que se llevó a cabo a las 6:00pm en el Santuario de nuestra Santísima madre del Pueblito, donde muchos fieles, ofrecieron en cada misterio, las ofrendas tradicionales que ya se conocen.
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Domingo 13 de abril de 2014 Domingo de Ramos La bendición de las palmas se llevó a cabo en el ex panteón, después de ello, se llegó hasta el Santuario para continuar con la solemne Eucaristía.
Jueves Santo 17 de abril de 2014 La institución de la Eucaristía y el lavatorio de los pies.
Miércoles 16 de abril de 2014 Corona dolorosa de Nuestro Señor Jesucristo. A las 5:30 de tarde empezó la corona dolorosa de nuestro Señor Jesucristo, precedida por el P. Fr. Miguel. Donde tuvimos la especial participación de los angelitos, en las ofrendas como tradicionalmente se hacen.
A las 5:00 de la tarde fue la solemne Institución de la Eucaristía, junto con el lavatorio de los pies.
Y terminada la solemne Eucaristía siguió la hora santa, preparada por el P. Fr. Miguel Rector de nuestro Santuario.
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Viernes Santo 18 de abril de 2014 Pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo El viernes Santo por la mañana se llevó a cabo la sentencia, crucifixión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo.
Y a las 5:00 de tarde se hizo la liturgia de la adoración de la Santa Cruz y terminada ésta, se continuó con la procesión del silencio, acompañada de las diversas corporaciones del Santuario como de todos sus fieles.
Sábado Santo 19 de abril de 2014 Vía Matris - Solemne Vigilia Pascual A la 12:00 del día se rezó por la calles principales, la vía matrix, organizada por el P.Fr. Miguel.
Y por la noche, alas 9:30pm se empezó la solemne vigilia pascual, donde Nuestro Señor Jesucristo Resucita triunfante, precedida por el P.Fr. Ignacio y concelebrada porel P.Fr. Gerardo.
Fr. Marco Antonio Erape Arias.
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a gloria de Querétaro III Mas la ciudad, piadosa de abolengo, a su Madre abrazó con infinito alborozo, fundiéndose dos vidas: Querétaro y la Virgen del Pueblito. Como al salir el sol todo se alegra tras la tristeza de la noche oscura, así como al llegar la primavera cobran los campos vida y hermosura; al tomar posesión la Virgen Santa de su reino, del pueblo queretano, ¡qué rico florecer de fe y de vida! ¡qué resurgir de aliento soberano! Desde entonces la fe de aqueste pueblo ¡cuán ferviente se ha visto y cuán sincera! atacada mil veces, los ataques la han vuelto cada vez más verdadera. ¡Oh vosotros, Linaz, Margil y Frutus y todos los heroicos Misioneros que de aquesta ciudad la fe llevasteis a remotos países extranjeros! ¿No es verdad que templasteis vuestro pecho a los pies de la Virgen del Pueblito, y su dulce recuerdo os infundía para la gloria de Dios celo infinito?
¡Lucas Guerrero, Caballero y Ocio, Fausto Merino, píos congregantes, que fuisteis de la Reina Aparecida del Tepeyac Apóstoles amantes! Del Pueblito la Virgen ¿no fue acaso la que impulsó vuestro ardoroso anhelo a inflamar en amor guadalupano esta porción del mexicano suelo?
¡Cuántos bienes con Ella no vinieron! Grandes hombres hermosos monumentos, Las ciencias cultiváronse y las artes, Se irguieron bellos templos y conventos… ¡Oh siglo diecisiete venturoso, el siglo de la Virgen del Pueblito! A Querétaro viste transformarse floreciendo con ímpetu inaudito. ¡Oh artistas, oh sabios queretanos, de noble ciencia e inspiración raudales la Virgen del Pueblito os dio: por eso nos legasteis mil obras inmortales! Y vosotros, bizarros militares, estadistas, caudillos, oradores, venerables obispos, religiosos, juristas, gobernantes, escritores, hijos todos preclaros de mi pueblo legión ilustre, pléyade gloriosa, la Virgen del Pueblito os hiso grandes, Ella, la Madre dulce y poderosa. Mons. Dn. Salvador Septién
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