NÚMERO ESPECIAL:
Adviento, Navidad y Año Nuevo Año IV
Número 23
diciembre 2008 - enero 2009
Contenido La bienaventurada Virgen María en los tiempos litúrgicos de Adviento y Navidad ............................................. 1 La figura y la obra de San Antonio de Padua .......................... 4 Visita de la reliquia de San Antonio de Padua al Santuario de Nuestra Señora de El Pueblito ........................7 El buey y el asno en el pesebre ............................................... 8 La encarnación en el pensamiento de Francisco ................. 11 62º Aniversario de la coronación pontificia de la Santísima Virgen de El Pueblito ............................................. 12 Nuevos candiles y un cancel en el Santuario ....................... 14 Etapas de la formación franciscana ...................................... 16 El Santuario de la Madonna del Divino Amore ..................... 19 Año Jubilar Paulino ................................................................. 22 La "santa muerte" o una muerte "santa" .............................. 27 La festividad de La Sagrada Familia ....................................... 28 DIRECTORIO SANTA MARIA DE EL PUEBLITO DESDE SU SUANTUARIO, es una publicación bimensual de los religiosos franciscanos del Santuario de Nuestra Señora de El Pueblito, con la finalidad de compartir la fé católica y la devoción a Santa María en su título de El Pueblito. Guardián de la fraternidad: Fr. Octavio Luna Alvarez O.F.M.; Rector del Santuario y editor responsable: Fr. Hugo Córdova Padilla O.F.M.; Equipo de redacción: Fray Leonardo Carranco González O.F.M., Fray Carlos Abraham Avila García O.F.M., Fray Emanuel Guerrero Ruiz O.F.M. y Fray Félix Bárcenas Franco O.F.M. Editor: Fernando Pérez Valdez. Dirección de la publicación: Pedro Urtiaga 27, El Pueblito, Corregidora, Querétaro. E-mail: oficinasantuario@yahoo.com.mx
Portada Representación del Nacimiento del Niño Jesús, pintado por C. Rosendo. Contraportada Traicional arbolito navideño.
Visite la página web del Santuario www.santamariadelpueblito.org
ADVIENTO
La bienaventurada Virgen María en los tiempos litúrgicos de Adviento y Navidad En
el tiempo de Adviento, la liturgia romana celebra el designio de salvación por el que Dios misericordioso llamó a los patriarcas y los atrajo hacia sí con una alianza de amor, estableció la Ley por medio de Moisés, suscitó profetas y escogió a David para que de su descendencia naciera el Salvador del mundo. Los libros del antiguo Testamento, al anunciar de antemano la venida de Cristo, «van sacando a luz progresivamente y cada vez con mayor claridad la figura de una mujer, Madre del redentor» (LG 55), a saber, la Virgen María, a quien la Iglesia proclama honor de Israel y excelsa Hija de Sión. (MBVM, p.33)
El tiempo de Adviento y el tiempo de Navidad no se pueden comprender ni valorar en su pleno significado sin contemplar y llegar a entender la persona de María y su relación con la encarnación del Mesías. La Exhortación Apostólica “Marialis Cultus” de Paulo VI, la Carta Magna sobre el lugar que la Virgen María ocupa en el culto cristiano, nos dice al respecto sobre María y el Adviento lo siguiente: Durante el tiempo de adviento, la liturgia recuerda frecuentemente a la Santísima Virgen – aparte la solemnidad del día 8 de diciembre, en que se celebran conjuntamente la Inmaculada Concepción de María, la preparación radical (cf. Is 11,1. 10) a la venida del Salvador y el feliz exordio de la
Iglesia sin mancha ni arruga –, sobre todo en los días feriales desde el 17 al 24 de diciembre y más concretamente, el domingo anterior a la Navidad, en que hace resonar antiguas voces proféticas sobre la Virgen Madre y el Mesías, y se leen episodios relativos al nacimiento inminente de Cristo y del Precursor. (MC 3). Estas afirmaciones de Paulo VI, aclaran de manera apocadiptica, cómo la Virgen María está relacionada con la espera y el nacimiento de Cristo desde la visión profética del antiguo Testamento, fundamento bíblico a favor del insustituible papel de María en la encarnación del Hijo de Dios.
Paulo VI continúa diciendo: De este modo, los fieles que viven con la liturgia el espíritu del Adviento, al considerar el inefable amor con que la Virgen madre esperó al Hijo, se sentirán animados a tomarla como modelo y a prepararse, “vigilantes en la oración y…jubilosos en la alabanza”, para salir al encuentro del Salvador que viene. Queremos, además, observar cómo la Liturgia del Adviento, uniendo la espera mesiánica y la espera del glorioso retorno de Cristo al admirable recuerdo de la Madre, presenta un feliz equilibrio cultual, que puede ser tomado como norma para impedir toda tendencia a separar, como ha ocurrido a veces en algunas formas de piedad popular, el culto a la Virgen de su necesario punto de referencia: Cristo. Resulta así que este período, como han observado los especialistas en liturgia, debe ser considerado como un tiempo particularmente apto para el culto a la Madre del Señor; orientación que confirmamos y deseamos ver acogida y seguida en todas partes (MC 4). Podemos decir, por lo tanto, que, el tiempo del Adviento, de manera lógica, hablando escriturísticamente, nos hace dirigir la mirada hacia Aquella, a través de la cual Dios ha querido llegar hasta nosotros y poner su morada en medio de los hombres y mujeres. El Adviento no se podría entender sin la presencia de María, la jovencita de Nazaret. Este tiempo litúrgico, es el más apropiado para agradecer a la
Virgen Madre, su disponibilidad y ejemplaridad a seguir en todo proyecto salvífico que Dios tenga previsto en relación a nosotros. ¿Qué decir de la Virgen María y el tiempo litúrgico de la Navidad? En el tiempo de Navidad, la Iglesia celebra los misterios de la infancia de Cristo Salvador y sus primeras manifestaciones. Por ello, en este tiempo litúrgico, que concluye con la fiesta del Bautismo del Señor, se incluye también una misa relacionada con la manifestación del Señor en Caná de Galilea. La santísima Virgen, por designio de Dios, intervino de manera admirable en los misterios de la infancia y de la manifestación del Salvador: cuando engendró virginalmente al Hijo, lo mostró a los pastores y a los magos, lo presentó en el templo y lo ofreció al Señor; cuando marchó fugitiva a Egipto, buscó al Niño perdido, llevó con él y con su esposo José una vida santa y laboriosa en su casa de Nazaret; cuando, finalmente, en el banquete nupcial intercedió por los esposos ante el Hijo, el cual «comenzó sus signos» y «manifestó su gloria» (Jn 2, 11). (MBVM, p.44). La Virgen María trajo al mundo a Jesús, el Redentor, y también lo mostró al mundo sin ninguna prerrogativa. Podemos también afirmar como en el Adviento: no se puede comprender plenamente el tiempo de la Navidad sin la persona de María. Paulo VI dice al respecto: El tiempo de Navidad
constituye una prolongada memoria de la maternidad divina, virginal, salvífica de Aquella “cuya virginidad intacta dio a este mundo un Salvador”: efectivamente, en la solemnidad de la Navidad del Señor, la Iglesia, al adorar al divino Salvador, venera a su Madre gloriosa; en la Epifanía del Señor, al celebrar la llamada universal a la salvación, contempla a la Virgen , verdadera Sede de la Sabiduría y verdadera Madre del Rey, que ofrece a la adoración de los magos el redentor de todas las gentes (cf. Mt 2,11); y en la fiesta de la Sagrada Familia (domingo dentro de la octava de Navidad), escudriña venerante la vida santa que llevan en la casa de Nazaret Jesús, Hijo de Dios e Hijo del hombre, María su madre y José, el hombre justo (Mt 1,19). En la nueva ordenación del período natalicio. Nos parece que la atención común se debe dirigir a la renovada solemnidad de la Maternidad de María; ésta, fijada en el día primero de enero, según una antigua sugerencia de la Liturgia de Roma, está destinada a celebrar la parte que tuvo María en el misterio de la salvación y a exaltar la singular dignidad de que goza la Madre Santa, por la cual merecimos recibir al Autor de la vida; y es, así mismo, ocasión propicia para renovar la adoración al recién nacido Príncipe de la paz, para escuchar de nuevo el jubiloso anuncio angélico (cf. Lc 2,14), para implorar de Dios, por mediación de la Reina de la paz, el don supremo de la paz. Por eso, en la feliz coincidencia de la
octava de Navidad con el principio de nuevo año, hemos instituido la “Jornada mundial de la Paz”, que goza de creciente adhesión y que está haciendo madurar frutos de paz en el corazón de tantos hombres. (MC 5). He querido transcribir estos textos del Magisterio de la Iglesia, que hablan de la Virgen María y su relación con la concepción y el nacimiento de Jesucristo, para que se llegue a comprender mejor la trascendental colaboración de María en la obra redentora del Señor, nuestro Mesías. Quiera Dios, que esta lectura reflexiva, nos lleve a una mejor vivencia cristiana – católica de estos dos tiempos fuertes de la Liturgia: Adviento y Navidad, con los que iniciamos el nuevo año litúrgico cristiano, para que encontremos en la Virgen María un estímulo y ejemplo de acogida en nuestra vida de Jesucristo, nuestro Salvador y Redentor. Fr. Hugo Córdova Padilla O.F.M.
hg
FRANCISCANISMO
La figura y la obra de San Antonio de Padua ¡
San Antonio, llamado de Padua, nació en Lisboa, Portugal, entre 1190 y 1195, hijo de una familia de apellido Martins Bulhôes, posiblemente nobles o, al menos, de una posición social reconocida y respetada por el pueblo. Su padre fue un hombre que prestó servicios en la corte del Rey en los asuntos administrativos. Fue bautizado en la catedral de Lisboa con el nombre de Fernando y de los primeros años de vida, entre 1201 y 1210, lo único que se sabe es que frecuentó la escuela de la catedral. Entre 1209 y 1210, después de haber cumplido quince años de edad, decidió entrar en los Canónigos Regulares de san Agustín, vistiendo el hábito en el monasterio de san Vicente de Fora, en su misma ciudad.
La permanencia en aquel monasterio fue breve, pues para 1212 ya se le localiza en el monasterio de la Santa Cruz, en Coimbra, permaneciendo ahí unos nueve años dedicándose al estudio de las ciencias sagradas y profanas, en particular, al estudio de la Sagrada Escritura y los Padres de la Iglesia. En este monasterio tuvo por maestros a los profesores egresados de la universidad de París; con ellos aprendió a explicar las Escrituras con el método alegórico y anagógico o místico, y a exponer el Evangelio en su sentido moral con argumentos coherentes. En 1220, una vez terminados sus estudios eclesiales fue ordenado sacerdote en Coimbra, cuando contaba con una edad entre veinticinco y treinta años.
Antes de 1220 san Antonio, por el oficio de hospedero que desempeñaba en el monasterio, debió haber conocido y tratado con los frailes menores que se habían establecido cerca de la ciudad, los cuales, por su estilo de vida le impresionaron y motivaron a pedirles que lo admitieran entre ellos. De modo particular le impresionó la noticia de la muerte de los cinco frailes que en ese mismo año fueron martirizados y que posiblemente conoció cuando pasaron por ese lugar, de Asís a Marruecos. Ese acontecimiento fue fundamental y decisivo para la vocación franciscana de nuestro Santo, pues a mediados de ese año pasó definitivamente de los Canónigos Regulares de san Agustín a la Orden de Frailes Menores. Después de recibir el hábito se estableció con ellos en san Antonio de los Olivos y cambió su nombre de Fernando por el de Antonio. A ejemplo de aquellos cinco mártires decidió también irse a misionar y buscar el martirio en Marruecos. Así, a finales de 1220, ya no se encontraba en su tierra natal debido a que se había embarcado junto con otro fraile a la tierra de los musulmanes. El intento de misionar de san Antonio y la búsqueda del martirio se frustraron al poco tiempo de haber partido, debido a que enfermó y se vio obligado a regresar a su patria para restablecerse, pero al regreso, la nave que lo transportaba, se encontró con una tormenta que la arrastró hasta las costas de Sicilia, cerca de Mesina, ciudad en la que se encontró un grupo de frailes que lo recibió y lo atendió en su enfermedad.
Fue entre los meses de marzo o abril de 1221. En mayo de ese año se encaminó a Asís al capítulo general de las Esteras; allí conoció a san Francisco y al provincial de Emilia Romagna que se lo llevó al eremitorio de Monte Paolo, cerca de Forlí. En septiembre de 1222 dio a conocer sus dotes de orador y de hombre de cultura al predicar, por mandato del superior, el sermón de la ordenación sacerdotal de unos religiosos, encomienda que improvisó y que sorprendió a la asamblea; por otra parte, eso también le valió para que su provincial le confiriera el oficio de predicador, dedicándose de esta forma, por espacio de un año, a la predicación itinerante en el norte de Italia: Emilia Romagna, Lombardía, Piamonte y Rimini, en donde pululaban los movimientos sectarios y heréticos como los cátaros, albigenses, beguinos, etc. Durante este primer periodo de su predicación, probablemente hacia el mes de octubre de 1223 y hasta la mitad del año siguiente, 1224, desempeñó también el oficio de lector de teología en Bolonia, oficio para el que fue apoyado por el mismo san Francisco, quien le envió una carta en la que le manifestaba su satisfacción y, a la vez, donde lo exhortaba a no disminuir el espíritu de oración; de esta manera a san Antonio se le podrá considerar como el primer lector y maestro de teología entre los frailes menores. A finales de 1224 san Antonio fue enviado al sur de Francia, donde permaneció hasta
finales de 1227. En esos años predicó a los albigenses y en su itinerario visitó varias ciudades, entre ellas Toulouse y Montpelier, donde enseñó teología, doctrina católica y preparó a los frailes para el apostolado, orientándolos además al ministerio de la predicación. En 1226 fundó en Brive un eremitorio y a finales de ese año, en el Capítulo de la Provincia de Provenza, convocado en Arles, fue nombrado Custodio de los hermanos de Limoges. En ese Capítulo se realizó el milagro que narra Celano de la aparición de san Francisco bendiciendo a los frailes, el cual es visto por nuestro Santo, mientras les predicaba. A inicios de 1227 partió para Asís, pues como Custodio que era debía participar en el Capítulo general de Pentecostés, ahí fue nombrado Ministro provincial del norte de Italia, oficio que desempeñó hasta 1230, cuando dejó su cargo en otro Capítulo general para dedicarse de lleno a la predicación. En los siguientes meses, después de ese Capítulo, san Antonio se encontró en Roma formando parte de la delegación enviada a consultar y a pedir una declaración al Papa Gregorio IX sobre la obligatoriedad del Testamento de san Francisco, resuelta con la bula Quo elongati del 28 de septiembre de 1230. Con esta ocasión la Curia romana también llegó a conocer sus dotes de predicador, ciencia y santidad. Los últimos años de su vida se estableció en Padua y sus alrededores, zona en la que se dedicó a la vida eremítica, a la redacción de los Sermones y a la predicación de la
penitencia, principalmente en la Cuaresma de 1231, durante la cual predicó diariamente. En la segunda mitad del mes de mayo se retiró cansado y enfermo al eremitorio de Camposampiero, a unos veinte kilómetros de la ciudad, y poco antes de su muerte le pidió a los frailes que lo transportaran a Padua, pero antes de llegar, debido a su delicado estado de salud, lo llevaron a la Arcella, otro eremitorio que se encontraba en los suburbios de Padua. Ahí murió el 13 de junio de 1231. Antes de cumplirse un año de su muerte, gracias al fervor popular, comenzó el proceso de canonización y el 30 de mayo de 1232, día de Pentecostés, fue proclamado Santo en la catedral de Espoleto por el Papa Gregorio IX. En esta ocasión utilizó la antífona de los doctores de la Iglesia, O Doctor optime, sin embargo, no es sino hasta el 16 de enero de 1946 cuando el Papa Pío XII lo proclamó oficialmente “Doctor de la Iglesia”. Tomado de “La encarnación y la pasión de Jesucristo en los sermones de San Antonio de Padua”. Fr. Octavio Luna Alvarez O.F.M., Doctor en Espiritualidad Franciscana.
VISITA DE LA RELIQUIA DE SAN ANTONIO DE PADUA AL SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE EL PUEBLITO La reliquia de san Antonio que nos visitará, es una masa corpórea, viene en un tubo de cristal de aproximadamente unos 15 cm. Colocado encima de una Biblia que es sostenida por la mano izquierda de un busto de san Antonio. Las medidas de la figura son: altura, 76 cm.; ancho, 50 cm. Programa de la visita. n
Bienvenida: martes 30 de diciembre a las 19:00 hrs. Entre las calles Pedro Urtiaga y Sebastián Gallegos, desde donde la reliquia será llevada en procesión hasta el interior del santuario.
n
Misa de bienvenida: 19:30 hrs.
n
Conferencia: San Antonio y la Sma. Virgen María, por Fr. Octavio Luna Álvarez, OFM. doctor en espiritualidad franciscana. 21:00 hrs.
n
Hora santa franciscana: 22:15 hrs.
Vigilia de la reliquia de san Antonio de Padua. n Martes 31- 16:00 hrs. Acto devocional a San Antonio de Padua y despedida de la reliquia. n 17:00 hrs. salida de la reliquia al monasterio de hermanas clarisas Santa María de El Pueblito en Doctor Mora, Gto.
NAVIDAD
El buey y el asno en el pesebre
El calendario festivo de la iglesia no se ha desarrollado primero en torno a la Navidad de Jesús sino a partir de la fe en su resurrección. Quien por primera vez estableció que Jesucristo nació el 25 de diciembre fue, con certeza, Hipólito de Roma, en su comentario al libro de Daniel. También, otro dato importante del cual quiero hacer mención, es que en aquel tiempo, en esta misma fecha, se celebraba la consagración del templo, instituida por Judas Macabeo en el año 164 a. C. así, la fecha del nacimiento de Jesús significaría al mismo tiempo que, con Él, amaneció la luz de Dios en la noche invernal y que, aconteció una verdadera consagración del templo de la creación. Respondiendo a las indicaciones de san Francisco, en la cueva de Greccio estaban en la nochebuena el buey y el asno. Francisco había dicho al noble Juan “deseo
celebrar la memoria del niño que nació en Belén y quiero contemplar de alguna manera con mis ojos lo que sufrió en su invalidez de niño, cómo fue reclinado en el pesebre y cómo fue colocado sobre heno y entre el buey y el asno. A partir de entonces, el buey y el asno forman parte de toda representación del nacimiento. Pero ¿de dónde proviene el buey y el asno? bien es sabido que las historias de Navidad del Nuevo Testamento no hacen referencia alguna a ellos. Si investigamos la cuestión, llegaremos a un asunto importante tanto para las costumbres navideñas en su conjunto como, en general, para toda la liturgia navideña de la Iglesia. El buey y el asno no son un mero producto de la imaginación piadosa, sino se han convertido en acompañantes del
acontecimiento de la Navidad en virtud de la fe de la iglesia en la unidad entre el Antiguo y Nuevo Testamento. En efecto, en Isaías 1,3 dice: “conoce el buey a su dueño y el asno el pesebre de su amo; Israel no conoce, mi pueblo no entiende”.
¿Quién es hoy buey y asno que sí entiende y reconoce a su Señor y quien “mi pueblo” que no lo entiende? ¿En qué se reconoce al buey y al asno, en qué a mi pueblo? ¿Y por qué la ausencia de razón alcanza el conocimiento y la razón es ciega?
Los padres de la iglesia vieron en esas palabras un discurso profético que anuncia el nuevo pueblo de Dios, la iglesia formada por judíos y gentiles. Ante Dios todos los hombres, judíos y paganos, eran como bueyes y asnos, sin razón ni entendimiento. Pero el niño del pesebre les abrió los ojos de modo que, ahora, entienden la voz del dueño, la voz de su Señor.
Para encontrar respuesta nos tenemos que remontar una vez más, junto con los santos padres de la iglesia, a la primera Navidad. ¿Quiénes fueron los que no reconocieron al Señor? ¿Y quiénes lo conocieron? ¿Y por qué se dieron así las cosas?
En las representaciones medievales de la Navidad llama siempre la atención que las dos bestias tienen rostro casi humano al encontrarse e inclinarse con reconocimiento y veneración ante el misterio del niño. Era lógico, pues ambos animales fueron considerados símbolo profético detrás del cual se esconde el misterio de la iglesia –nuestro misterio, el de quienes somos ante el Eterno como el buey y el asno que en la nochebuena se nos abren los ojos para reconocer el pesebre del Señor-. ¿Quién lo reconoció y quien no? Pero ¿lo reconocemos realmente? al colocar las figuras del buey y el asno en el pesebre tiene que venirnos a la memoria toda la frase de Isaías, que no es como un “evangelio” –promesa de conocimiento futuro- sino también como juicio de la ceguera presente. El buey y el asno conocen, pero “Israel no conoce, mi pueblo no entiende”.
El que no lo reconoció fue Herodes, que no entendió nada cuando le contaron acerca del niño, sino que se encegueció aún más por sus ansias de poder y el correspondiente deliro de persecución (Mt 2,3). La que no la reconoció fue “toda Jerusalén con él” (ibídem), los que no lo reconocieron fueron los hombres vestidos de refinamiento (Mt 11,8), la gente fina; los que no entendieron fueron los eruditos, los conocedores de la Biblia, los especialistas en exégesis de la Sagrada Escritura, que sabían exactamente cual era el versículo que correspondía, pero, a pesar de ello, nada comprendieron (Mt 2, 6). Los que sí lo reconocieron –a diferencia de toda esa gente de renombre- fueron “el buey y el asno”: los pastores, los magos, María y José. ¿Es que acaso podía ser de otro modo? en el establo donde está el Niño Jesús no vive la gente fina: allí viven, justamente, el buey y el asno. Pero ¿y nosotros? ¿Estamos tan lejos del establo por que somos muy finos, y sesudos para estar en él? ¿No nos enredamos también nosotros en interpretaciones eruditas de la Biblia, en demostrar la
inautenticidad o autenticidad del lugar histórico, al punto de quedarnos ciegos para el Niño y no captar nada de él? ¿No estamos nosotros demasiado en “Jerusalén”, en el palacio, afincados en nosotros mismos, en nuestra arrogancia, en nuestra manía persecutoria, como para poder escuchar por la noche la voz de los Ángeles: “Acudir al pesebre y adorar”? Así pues, esta noche los rostros del buey y el asno nos miran con ojos interrogativos: Mi pueblo no entiende; ¿entiendes tú la voz
de tu Señor? al colocar en el pesebre estas figuras tan familiares deberíamos pedirle a Dios que le regale a nuestro corazón la sencillez que descubre en el Niño al Señor, como en su día san Francisco en Greccio, entonces podría sucedernos también a nosotros lo que Celano, siguiendo muy de cerca las palabras de san Lucas sobre los pastores de la primera nochebuena (Lc 2,20), narra acerca de los que participaron en la nochebuena de Greccio: “todos retornaron a sus casas colmados de alegría” Fr. Carlos A. García O.F.M..
Así pues, esta noche los rostros del buey y el asno nos miran con ojos interrogativos.
FRANCISCANISMO
La encarnación en el pensamiento de Francisco La encarnación es para Francisco el
anonadamiento del verbo del Padre, que abandona su gloria divina para hacerse hombre pobre entre los hombres. Esta humillación a que Cristo se sometió, la pone Francisco mas de relieve, cuando habla a sus hermanos del hijo que el padre nos dio, primero en el Cristo humanado y ahora en el Cristo hecho eucaristía: “ved que diariamente se humilla, como cuando desde el trono real descendió al seno de la Virgen; diariamente viene a nosotros él mismo en humilde apariencia; diariamente desciende del seno del Padre al altar en manos del sacerdote” En este texto, tomado de las admoniciones de san Francisco, se conjugan los dos aspectos de la persona de Cristo: el trono real en el que estaba desde la eternidad y el seno de la Virgen en que tomó carne humana; este pensamiento, tan común de Francisco confronta la condición santísima del hijo que sometiendo su voluntad a la voluntad del Padre, en un misterio de obediencia suprema y salvífica, se hace hombre como nosotros y hombre, pobre de ahí la opción de seguir a Jesús viviendo sin nada propio. En el día de navidad, Francisco ora en estos términos a la hora de vísperas (oficio de la pasión) “se nos ha dado un niño santísimo amado y nació por nosotros, fuera de casa y fue colocado en un pesebre, porque no
había sitio en la posada” Francisco vuelve a contraponer la condición santísima del niño y la pobreza en que nació por nosotros. Al contemplar a Cristo pobre en el pesebre, no olvida en ningún momento que es por nosotros por quienes este niño “es enviado de lo alto” por el padre celestial y ha compartido con nosotros la carne de nuestra humanidad y fragilidad y ha escogido la pobreza hasta la muerte de cruz, aceptada como supremo sacrificio de obediencia. Lo que le impresiona a Francisco, sobre todo, no es el desarrollo de los acontecimientos exteriores de la vida de Cristo, sino su anonadamiento, este movimiento de amor que impulsó al Hijo de Dios a abandonar la gloria celeste para venir a vivir pobremente entre los hombres. Fr. Félix Bárcenas Franco O.F.M.
CRONICA DEL SANTUARIO
62º Aniversario de la coronación pontificia de la Santísima Virgen de El Pueblito Como cada año, al volver de Santiago de Querétaro, se inició en el santuario el tiempo de preparación para celebrar el aniversario de la coronación pontificia de Nuestra Madre de El Pueblito.
frío, se reunían los devotos de la Santísima Virgen en los diferentes puntos de reunión para dirigirse al santuario donde se llevaría a cabo la celebración eucarística a las seis de la mañana.
Durante el tiempo del novenario, del 24 de Octubre al 1 de Noviembre, se siguió un esquema de celebraciones iniciando con los rosarios de aurora, en los que a las cinco y media de la mañana, a pesar del clima tan
Por la tarde también se celebró la Santa Misa con la participación de las distintas corporaciones y asociaciones. Cada día presidieron y predicaron varios sacerdotes invitados, siendo el P. Fray Juan Ramírez el
segundo día toco el turno a Fray Ignacio de la Cruz; el tercero a Fray Eulalio Hernández; el cuarto día a Fray Alfonso Reséndiz; el quinto a Fray Hugo Córdova; el sexto al padre Pasionista Alejandro González; el séptimo al presbítero Carlos Escamilla y por último al P. Fray Alfredo Villagrán. El sábado primero de Noviembre la Santísima Virgen salió del santuario para recorrer las calles de El Pueblito, hizo una pequeña visita a la Parroquia de San Francisco Galileo y siguió rumbo al
santuario, donde llegó alrededor de las ocho de la noche, y hasta muy tarde, siguieron llegando fieles a visitarla y pasar por debajo de su cauda. El domingo dos de Noviembre se llevó a cabo la concelebración eucarística en honor a la Virgen de El Pueblito, presidida por el Ministro provincial Fray Eulalio Gómez, acompañado por los sacerdotes del santuario y otros sacerdotes de la cuidad. Fr. Emmanuel Guerrero Ruiz O.F.M.
NUESTRO SANTUARIO
Nuevos candiles y un cancel en el Santuario El santuario se engalanó con once nuevos candiles, para darle mayor belleza y elegancia con motivo del 62 aniversario de la coronación de Nuestra Madre Santísima de El Pueblito. Los dos candiles grandes están colocados en las naves del crucero del templo y los pequeños; cuatro de ellos en la capilla de san Francisco, tres en la capilla de la Pasión, otro frente al cancel de la entrada principal del templo y el último frente al salón de la asesoría espiritual. Agradecemos, con este motivo, la generosidad de: Fam. López Hernández, Cooperativa de los tianguistas de la calle Isidro Hernández. Grupo de Oración del Santuario. Guadalupe Zúñiga, Guardia Real de Ntra. Sra. Del Pueblito, Laura Malagón y fam, María Luisa Trejo de León y fam, Orden Franciscana Seglar, Unión de Comerciantes Independientes de Corregidora, Qro. Socios de la calle Sebastián Gallegos, Sr. Presidente Oscar González y Teresa Servia Gutiérrez. Que Dios recompense su generosidad, igual que, a todas las personas que de algún modo ayudan a embellecer nuestro Santuario.
Ahora les presentamos el nuevo cancel, colocado en la entrada de la capilla de san Francisco, para seguir dando belleza a nuestro santuario y evitar las corrientes de aire que incluso llegan hasta el presbiterio. El cancel contiene dos hermosos vitrales con las figuras de san Pedro y san Pablo, personajes que dan nombre a nuestra provincia y mártires que entregaron su vida por el Evangelio.
De ellos nos dice san Agustín:
"Por su martirio, por su fe y por su amor, ambos apóstoles indican donde está la verdadera esperanza y son fundadores de un nuevo tipo de ciudad, que debe formarse en modo renovado y siempre en medio de la vieja ciudad humana, que es amenazada por las fuerzas contrarias del pecado y del egoísmo de los hombres". S. S. Benedicto XVI
"El Señor Jesús, antes de su pasión, como sabéis, eligió a sus discípulos, a los que dio el nombre de apóstoles. Entre ellos, Pedro fue el único que representó la totalidad de la Iglesia casi en todas partes. Por ello, en cuanto que él sólo representaba en su persona a la totalidad de la Iglesia, pudo escuchar estas palabras: Yo te daré las llaves del reino de los cielos. Porque estas llaves las recibió no un hombre único, sino la Iglesia única. De ahí la excelencia de la persona de Pedro, en cuanto que él representaba la universalidad y la unidad de la Iglesia cuando se le dijo: Yo te entrego, tratándose de algo que ha sido entregado a todos. Pues, para que sepáis que la Iglesia ha recibido las llaves del reino de los cielos, escuchad lo que el Señor dice en otro lugar a todos sus apóstoles: Recibid el Espíritu Santo. Y a continuación: Quedan perdonados los pecados a quienes los perdonéis; quedan retenidos a quienes los retengáis. En este mismo sentido, el Señor, después de su resurrección, encomendó también a Pedro sus ovejas para que las apacentara. No es que él fuera el único de los discípulos que tuviera el encargo de apacentar las ovejas del Señor; es que Cristo, por el hecho de referirse a uno solo, quiso significar con ello la unidad de la Iglesia; y si se dirige a Pedro con preferencia a los demás, es porque Pedro es el primero entre los apóstoles. En un solo día se celebra el martirio de los dos apóstoles. Es que ambos eran en realidad una sola cosa, aunque fueran martirizados en días diversos, primero lo fue Pedro, luego Pablo." (Sermón 295, 1-2. 4. 7-8: PL 38, 1348-1352) Fray Leonardo Carranco González O.F.M.
FORMACION
Etapas de la formación franciscana Estimado lector, con este artículo concluiremos de tratar el asunto de la formación franciscana en la etapa de la profesión temporal. El final de esta etapa se vive en la casa “san Antonio de Padua”, ubicada en El Paso Texas. A este periodo corresponde el estudio de la Teología. Nuestra formación de hermanos menores
es gradual, por consiguiente todas las dimensiones que habíamos citado en el artículo anterior (humana, cristiana, ministerial, franciscana) van adquiriendo madurez e interiorización en el hermano, van afianzándose y creciendo equilibradamente. A esta etapa de la formación franciscana, también la podemos ver de la siguiente manera:
FORMACIÓN ESPECÍFICAMENTE FRANCISCANA.
FORMACIÓN ACADÉMICA.
La experimentación y puesta en práctica de lo aprendido en el proceso formativo, a través de la regla, las biografías y escritos de san Francisco, las constituciones de la Orden, etc. En sí, el ser franciscano con toda la espiritualidad que la Orden nos ofrece.
En el primer periodo el estudio de la filosofía y de los filósofos franciscanos y en el segundo y último periodo el estudio de la teología y de los teólogos franciscanos.
Estos dos grandes apartados, van de la mano en el proceso de formación inicial. Uno depende del otro y así el fraile consolida su identidad de menor, haciendo al hermano cada vez más hermano. Nuestros frailes estudian cuatro años de teología, pero en el tercer año realizan la profesión solemne y apartir de ahí comienzan la formación permanente. Pues recordemos que los frailes menores están en continua formación, que los lleva a la plena y total fidelidad a su vocación de menor, es decir, siendo siempre los últimos entre los últimos. A continuación mencionaré algunas de las materias que reciben en teología los hermanos formandos:
*Iniciación Bíblica. *Introducción al Griego bíblico. *Teología Fundamental. *Moral Fundamental. *Patrología. *Pastoral Fundamental. *Derecho Canónico. *Liturgia Fundamental. *Catequesis Jacobita. *Ketubim. *Cristología. *Teología Espiritual. *Psicología Pastoral. *Moral Social. *Misionología. *Historia de la Iglesia: México Independiente (S. XIX-XX). *Liturgia: El Año Litúrgico. *Pastoral Diversificada.
*Historia de la Iglesia: Edad Antigua. *La Liturgia de las Horas y Sacramentales. *Profetas. *Catequesis Ad Gentes. *Dogmática: Sacramentos. *Moral Matrimonial. *Dogmática: Sacramentos. *Moral Matrimonial. *Historia de la Iglesia: La Iglesia Latinoamericana. *Liturgia: Eucaristía. *Catequesis Petrina. *Teología Dogmática: De Trinitate. *Teología Dogmática: Mariología. *Historia de la Iglesia: México Colonial. *Pentateuco. *Catequesis Joanea. *Antropología Teológica. *Eclesiología. *Homilética. *Historia de la Iglesia: Edad Media. *Sacramentos.
*Escatología. *Teología de la Historia. *Bioética. *Catequética. *Historia de la Iglesia: Edad Moderna (S. XV-XX). Como podemos ver es una amplia gama de materias. Pues bien, todo esto no tiene otro fin sino el de perfilar al hermano a que antes de emitir la profesión solemne, tenga muy clara su identidad de menor, seguir a Jesucristo pobre, humilde y crucificado, tras las huellas del Seráfico Padre san Francisco. "… También debemos honrar y venerar a los teólogos y a los que nos administran las santísimas palabras divinas, como a quienes nos administran espíritu y vida…" Test 13 Fr. Carlos A. García O.F.M.
SANTUARIOS MARIANOS
El Santuario de la Madonna del Divino Amore
A
unos doce kilómetros del centro de la ciudad de Roma, Italia, muy lejos del bullicio y de las rutas turísticas que recorren la ciudad eterna, se encuentra un hermoso y apacible Santuario dedicado a la Santísima Virgen María en su advocación del Divino Amor. Se trata del “Santuario de la Madonna del Divino Amore”. En un hermoso remanso de paz y recogimiento, rodeado por abundantes áreas verdes, el Santuario del Divino Amor consiste en un extenso complejo divido en varias secciones. En primer lugar, tenemos el Santuario antiguo, el cual data del siglo XIII. La historia nos narra que en una zona agrícola de la
IMAGEN DE LA MADONNA
campiña romana, en la torre del castillo de Leva, había una imagen pintada al fresco de la Virgen María con el Niño Jesús sentado en sus piernas y una paloma descendiendo sobre ella como símbolo del Espíritu Santo, que es el divino amor. Esta imagen era muy venerada por los pastores de la época. En 1740, una persona que pasaba por el lugar fue atacada por una turba de perros. Esa persona se encomendó a la Virgen y sucedió el milagro de que los perros se alejaran sin hacerle ningún daño. SANTUARIO ORIGINAL
19
espacio de mayores dimensiones. En el año de 1999, el Papa Juan Pablo II, consagró el nuevo Santuario, que es una imponente edificación cuyas fachadas, de enormes proporciones, están totalmente cubiertas de cristal, las que en su interior nos revelan unos impresionantes vitrales.
i
El nuevo Santuario cuenta con un imponente órgano tubular, fabricado por la casa alemana Kart Schuke, de Berlín. EL NUEVO SANTUARIO
Iglesia, mientras se construía el Santuario y, una vez concluído, fue colocada en al Altar principal. Ante el número cada vez mayor de peregrinos que acuden al Santuario, se hizo necesaria la construcción de un nuevo
El Santuario cuenta, desde el año de 1983, con una casa del peregrino, para convenciones, retiros y ejercicios espirituales. Entre las celebraciones especiales que se realizan en el Santuario de Nuestra Señora del Divino Amor, destaca la peregrinación nocturna a pie que se realiza el sábado de Pascua, saliendo de la ciudad de Roma a la
INTERIOR DEL NUEVO SANTUARIO
20
El 27 de abril del 2008, en la Basílica de San Pedro, en Roma, fueron ordenados tres nuevos Sacerdotes, provenientes de dicho Seminario, por el Papa Benedicto XVI.
PEREGRINACION DE SABADO DE PASCUA
medianoche y llegando al Santuario a las cinco de la mañana. El viernes Santo, a las 20:30 hrs., se realiza la más impresionante representación romana del Via Crucis. El Santuario también es sede parroquial, atendiendo a una población de 15,000 habitantes de la zona. Cuenta con espacios y salones para actividades pastorales, culturales y deportivas. Ahí operan también el Seminario Diocesano de Nuestra Señora del Divino Amor, para la formación de Sacerdotes y la Congregación de Religiosas de las Hijas del Divino Amor.
Entre las maravillas de este Santuario, cabe destacar una sala museo dedicada a las advocaciones de la Santísima Virgen María en todo el mundo. En esta sala museo, ordenadas por países, podemos encontrar las advocaciones que se veneran en cada lugar. Algunas de ellas son muy locales, en tanto que otras abarcan todo un país o todo un continente, como es el caso de la Virgen de Guadalupe, en América. En la sección dedicada a México, podemos observar las principales advocaciones de la Santísima Virgen María que se veneran en nuestro país. Como una buena noticia para nuestros lectores, les comentamos que la imagen de la Virgen de El Pueblito ya se encuentra en la sala museo del Santuario de la Madonna del Divino Amore, en Roma. Italia. Fernando Pérez Valdez
21
AÑO JUBILAR PAULINO
Bimilenario del nacimiento del Apóstol San Pablo S
aulo, Saulo, ¿porqué me persigues?, son las palabras que el Señor dirige a Pablo cuando éste se encaminaba a Damasco en persecución de los cristianos. El libro de los Hechos de los apóstoles nos narra con detalle y con una rica y profunda simbología el proceso de la conversión de Saulo. Leamos este interesante acontecimiento. "Cuando estaba (Saulo) ya cerca de Damasco, de repente lo envolvió un resplandor del cielo, cayó a tierra y oyó una voz que decía: Saúl, Saúl, ¿porqué me persigues? Saulo preguntó: ¿Quién eres, Señor? La voz le respondió: Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Levántate, entra en la ciudad y allí te dirán lo que debes hacer. Los hombres que lo acompañaban se detuvieron espantados; oían la voz, pero no veían a nadie. Saulo se levantó del suelo, y aunque tenía los ojos abiertos. No veía nada; así que lo llevaron de la mano y lo introdujeron en Damasco, donde estuvo tres días sin ver y sin comer ni beber". (Hech 9, 1-19). Entres ocasiones Pablo narra este acontecimiento de su conversión, en la cita antes mencionada y en Hech 22, 3-21 y Hech 26, 9-20. Cabe también señalar 5 citas más donde pablo hace alusión al mismo hecho: 1 Cor 15, 8-10, 1 cor 9, 16-17, Gal 1, 11-17, Fil. 3, 4-12 y 1Tim 1,13. La insistencia con la cual Pablo saca a relucir el acontecimiento de su conversión, muestra la importancia que tanto para él, como para sus discípulos significó tal suceso en su vida,
quedando ésta marcada para siempre y sirviéndole como ejemplo en sus testimonios tanto ante las comunidades fundadas por él mismo, como ante los tribunales judíos y romanos. Todo este acontecimiento está lleno de signos que nos ayudarán a comprender mejor el significado de toda conversión hacia el Señor. La luz del cielo, la voz del resucitado, la
caída en tierra, el asombro de los compañeros de viaje, los tres días que estuvo sin ver y sin comer ni beber, la imposición de manos de Ananías, una especie de escamas que se le cayeron de los ojos, y la recuperación de la vista. Cada uno de estos elementos nos ayuda a comprender mejor cómo la así llamada "conversión de Saulo" más que tratarse de un acontecimiento que se dio de la noche a la mañana, se trata de un proceso, de un camino por el cual Saulo tuvo que pasar hasta llegar a una comprensión clara y firme sobre quién es Jesús, y qué son los cristianos.
de ruta, debe de volverse atrás, para retomar el camino del bien. La caída en tierra señala que, ante el Señor toda rodilla debe doblarse, en la tierra y en el cielo, quién puede sostenerse en pie delante de Dios. Pablo reconoce aquí su humana debilidad, y al mismo tiempo la necesidad de cambio en la manera de conducirse por la vida. Esta caída nos está hablando de la necesidad de cambio de pensamiento, es necesario dejar caer mis pensamientos, para dar cabida a los pensamientos de Dios. Es indispensable conformar nuestra mente a la mentalidad del Señor.
Saulo, Saulo, ¿Por qué me persigues?
La luz del cielo, el resplandor que envuelve a Saulo, hasta cegarlo por completo, significa, tal y como lo presenta Lucas, el escritor del libro de los hechos, que Pablo es depositario de una revelación. En primer plano no está la luz del cielo, ni la caída a tierra, sino el encuentro con Cristo. Cristo es el resplandor de la verdad que ilumina todo camino en la vida. Pablo necesita de una luz interior para darse cuenta que no va por camino correcto, sino que debe de cambiar
La voz del resucitado. Es indispensable percibir en nuestros oídos interiores la voz de Jesús, ya que la Voz, genera vida y provoca la metanoia, es decir, un cambio en la manera de ver y concebir la vida misma y la de los demás. Tres días estuvo Saulo sin ver y sin comer ni beber. Tres días estuvo Lázaro en la tumba, tres días estuvo Jonás en el vientre del cetáceo y, al tercer día Jesús resucitó. El número tres simboliza el tiempo necesario y justo para que se de la
transformación exacta querida por Dios para llevar a cabo su obra salvífica. Al mismo tiempo, nos habla del proceso por el cual tuvo que atravesar Saulo antes de dar una respuesta satisfactoria al Señor y así mismo. Todo cambio, toda transformación necesita de tiempo, si no, preguntémonos a nosotros mismos sobre cuánto tiempo necesitamos para cambiar, y para ser transformados por la gracia de Dios. La penitencia, el sacrificio y la perseverancia son indispensables para que todo cambio sea auténtico, y perdure para siempre. Una especie como de escamas cayeron de sus ojos, y enseguida recobró la vista. Cuando actuamos erróneamente en la vida, es porque no vemos claramente lo que hacemos, ni medimos las consecuencias de nuestros actos "perdónales, Padre, porque no saben lo que hacen" dijo Jesús en la cruz. El orgullo, la soberbia y la vanagloria, ciegan nuestros ojos, físicos y sobre todo
espirituales, por lo que necesitamos que se nos caigan de los ojos una especie como de escamas que cubren la verdad y el camino cierto para llegar a la meta segura. Es indispensable recuperar la vista para contemplar la gloria de Dios y a su enviado, Nuestro Señor Jesucristo. Este acontecimiento tantas veces narrado y recordado por Lucas, subraya la incidencia que tal evento ha tenido, no sólo en la vida y persona de Pablo, sino sobre la historia misma del cristianismo. Quién, al enfrentarse ante este pasaje de la vida de Pablo, no vuelve a tener esperanzas de un cambio de vida no sólo personal, sino de toda la humanidad, o de alguien en especial. Leer y volver a leer y reflexionar sobre este acontecimiento, nos llena de fe y esperanza en nuestra propia conversión, y nos hace levantarnos de cualquier caída sufrida por el pecado. Fr. Hugo Córdova Padilla O.F.M.
Slogan:
"Por la gracia de Dios, soy lo que soy"
(1Cor 15,10).
Pablo reconoce que llegó ser lo que pudo ser, es decir, el Apóstol de Cristo, no por sus méritos sino sólo por la gracia de Dios, es decir por sólo regalo de Dios. Sepamos reconocer con humildad, que también nosotros somos lo que somos por sólo la gracia de Dios.
ESPECIAL
La "santa muerte" o una muerte "santa"
I.- La santa muerte. Una rama de tradicionalistas autodenominada “Iglesia Católica Tradicional Mex-USA”, obtuvo, en nuestro país, registro de asociación religiosa en abril de 2003, el registro AGAR/ 2573/ 2003. Cuatro meses después, el 15 de agosto de ese mismo año de 2003, David Romo, que dice ser arzobispo primado de esa “iglesia”, declaró santa a la muerte. Romo dice haber descubierto que la muerte es una santa, cuando uno de sus feligreses le pidió que fuera a celebrar “misa”
en su casa a la “santa muerte”, en acción de gracias por haberle ayudado a resolver problemas económicos. El mismo Romo preside el llamado “santuario” de la santa muerte o niña blanca, ubicado en la calle Bravo, número 35, colonia Morelos, en el D.F. Se dice que la muerte tiene templos, también, en otros lugares de la República, tales como Chiapas, Guerrero, Hidalgo, Michoacán, Oaxaca, Puebla… En nuestro estado de Querétaro hubo uno en Pedro Escobedo, a un lado de la autopista México-Querétaro, lo construyó Teodoro Reyes Díaz.
Romo, que es quien hace las oraciones y novenas autorizadas, dice que, según sus feligreses, la muerte es abogada especial para los que tienen “trabajos peligrosos” y para obtener “dinero fácil”. La secretaría de gobernación le canceló el registro por medio del oficio 5604/2005, la causa era el “desvío grave” de los objetivos señalados en sus estatutos al promover el culto a la denominada “santa muerte”. A pesar de ello ese culto no se acabó, incluso, a partir del 12 de agosto de 2007, según informó Romo, “la antigua representación del esqueletito queda descontinuada como imagen oficial” y su lugar lo tomó la representación con rostro encarnado y angelical, pelo negro, túnica y velo dorados y cruz dorada al cuello. El cambio obedece a que una creyente de ese culto se le presentó en el templo de la colonia Guerrero notificándole que en un sueño la muerte le había pedido que le cambiaran de imagen, que “quiere manifestarse a sus fieles en forma de ángel”. Esta nueva presentación, realizada en yeso, ha sido registrada en Derechos de Autor para evitar que sea pirateada y sólo producirla él en el santuario que preside. Además, ha decidido que el día de su culto oficial sea el 15 de agosto. II.- UNA MUERTE SANTA. La muerte, lo hemos comprobado varias veces, es la cesación de la vida, el final de ella. Sólo la padece el ser vivo. La Biología la incluye en el proceso natural del ser vivo diciendo que éste nace, crece, se reproduce y muere. El humano, en cuanto ser corporal es también ser biológico, esto es, sufre la muerte, ésta pone fin a su existencia temporal, terrena o mundana.
El morir es “santo”, se tiene una muerte “santa” cuando la vida ha sido al mismo tiempo preparación para ese último momento, cuando se ha vivido respetando las leyes de la propia conciencia y las de la convivencia humana, si no se tiene fe, si Dios no ha concedido la gracia de conocer su existencia y, si se tiene fe, además hay que cumplir las leyes divinas, hacerlo todo en conformidad con la voluntad de Dios. Este vivir verdaderamente humano, en el primer caso y, verdaderamente cristiano en el segundo, es lo que permite tener una muerte “buena” o “santa”. Se ha vivido una vida verdaderamente humana y como el ser humano, lo sepa o lo ignore, lo acepte o lo rechace es imagen de Dios, el único que es santo, tiene una muerte verdaderamente humana, verdaderamente “santa”, con santidad “natural”. Si además, ha vivido cristianamente, si ha vivido en comunión con Dios, su muerte también se realiza en comunión con Dios, es una muerte “santa” con santidad sobrenatural. III.- RESPUESTA A LA PREGUNTA DEL TÍTULO. La primera parte es afirmación de que la muerte es una santa más junto a los santos y santas de cielo, lo que no es ni puede ser,
debido a que para ser santo se necesita entidad personal, capacidad de reflexión, decisión y acción y la muerte no es ni siquiera entidad sustancial, menos personal, es sólo una propiedad del ser viviente, en el caso en cuestión, del ser humano. La muerte es sólo un acontecimiento de la vida humana. Hay una diferencia imposible de suprimir entre la muerte y santa Rosa de Lima o san Felipe de Jesús, que sí son personas y personas verdaderamente santas. La muerte, pues, no es una santa, ni mucho menos hace milagros. Si la muerte hiciera milagros entonces también pueden hacerlos el nacimiento, el crecimiento y la reproducción del humano, pues los cuatro acaeceres son accidentes de la sustancia viviente y de la sustancia humana.
Pero afirmar que hacen milagros, que son santos, no sólo es ridículo sino también contrario a la razón, un imposible. La segunda parte del título es la afirmación de que hay personas que logran tener una muerte “santa” o buena, lo que no sólo es posible sino también real. De la misma forma en que quién no está satisfecho consigo y con lo que ha hecho, a la hora de la muerte, enfrenta a ésta con el sentimiento de haber vivido inútilmente, de ser un fracasado, así, también, los que han vivido realizándose y realizando sus ideales se sienten satisfechos y así, con satisfacción, con paz, tranquilamente viven la experiencia irrepetible del morir, de la muerte, la viven santamente. En conclusión, la muerte no es la “santa muerte”, una santa más, porque no pudo ni puede tomar decisión y mucho menos realizar obras buenas, que son las que danel carácter de bueno y ganan la gracia de Dios, la amistad divina o santidad; en cambio el ser humano bueno, el amigo de Dios, el santo sí puede tener y de hecho tiene una muerte “santa”. Fr. Eulalio Hernández Rivera O.F.M.
ESPECIAL
La festividad de la Sagrada Familia
En 1921, el Papa Beneditco XV estableció para la iglesia universal la festividad de La Sagrada Familia. El Concilio Vaticano II, nos dice: El carácter sagrado de la familia, fundado por el creador y en posesión de sus propias leyes, la íntima comunidad conyugal de vida y amor, está establecida sobre la alianza de los cónyuges. Así, del acto humano por el cual los esposos se dan y se reciben mutuamente, nace ante la sociedad, una institución confirmada por la ley divina, pues es Dios mismo el autor del matrimonio. Su importancia es muy grande para el género humano para el bienestar personal de cada miembro de la familia y su vida eterna, para la dignidad, estabilidad, paz y prosperidadde la misma familia y de toda la sociedad humana. Esta intima
unión como mutua entrga de dos personas, lo mismo que el bien de los hijos, exige plena fidelidad coyugal y urgen su indisoluble unidad. (Documentos completos del Concilio Vaticano II, 47, 178) Muchas familias no sabemos poner en práctica el deber de una paternidad responsable. Sin embargo, la Iglesia cree en la familia. INVOCACION Invoco a mi Madre Santísima para que sea ella quien cuide al Jesús que se forma en cada uno de nosotros, para que comprendamos que en su regazo debemos vivir el misterio de nuestra transformación en Cristo, que se ofrece al Padre, por todos los hombres. Elia Aguiñaga Zamarripa
"Alégrate, llena de gracia. El Señor está contigo" Lc 1, 28
Religiosos franciscanos Santuario noviciado Santa MarĂa de El Pueblito Corregidora, Qro. www.santamariadelpueblito.org