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Editorial

Inagotable paradigma

Ciudad Guayana, 09 de junio de 2013

Cré di tos

Animado por la firme idea de llevar a nuestra creciente, exigente, ávida de conocimientos e inteligente comunidad de lectores, la más amplia y autorizada visión sobre las realidades, expectativas y tendencias que rodean al inagotable paradigma de la educación, El Diario de Guayana, en otra acertada propuesta de su Unidad de Proyectos Especiales, les ofrece para celebrar sus diez años de fundado, otra entrega de colección bajo el título, “Educación Transformadora”. En ella podrán encontrar respuestas creativas e innovadoras, ideas claras y propuestas inspiradoras, sobre los acelerados y visibles cambios de nuestra época a través del consecuente, selecto y autorizado grupo de colaboradores que nos honra con su trabajo, las cuales conducen al ser humano, individual y colectivamente, hacia la revisión de ese inagotable paradigma que es la educación, con sus referentes más inmediatos y cercanos al entorno social venezolano y obviamente guayanés, buscando con ello “encuentros cercanos” con nuevas fronteras educativas, no sólo por la globalización, que citamos insistentemente como fenómeno indetenible e inevitable, sino también por la urgente necesidad de toparnos con esas respuestas que nos plantea el siglo XXI, soportadas abrumadoramente en la exigencia de la ilustración. “Lo único permanente es el cambio” decía el filósofo griego Heráclito, considerado el padre del pensamiento dialéctico y siendo la educación, el núcleo vital del cambio social en todos los órdenes, está presente en esta publicación aniversario, mediante una compilación de diferentes miradas y percepciones en el tema y su relación con la dinámica que el mundo global ha generado en todos nosotros, con la intención de tener un panorama general de la complejidad del asunto, las formas como ha afectado la labor educativa y a vislumbrar las posibles rutas a seguir, haciendo un ejercicio de futurología, megatendencias y de prospectiva. Creemos que estamos ante grandes interrogantes y desafíos, que surgen y brotan como torrentes desbocados de las nuevas realidades del quehacer educativo, no sólo de cara a su gestión del cambio, sino también a la construcción del futuro colectivo, al papel humanista de la escuela, a la preparación de los individuos y sus estructuras nacionales, regionales y locales para competir en una economía mundializada, basada en los conocimientos y en la ya citada ilustración. Se impone reducir la brecha educacional, seguir el paso de las continuas reformas educativas que los países desarrollados ponen en práctica para mantener o mejorar sus propias posiciones competitivas en los mercados mundiales y una clara, y firme, voluntad política para lograrlo, ya que hablamos de desarrollo económico y social. Guayana, que es tierra de potencialidades y oportunidades, desea sumarse a ese proceso y aquí está plasmada comen esta edición de colección, nuestra mayor contribución al mismo, como medio de comunicación social com prometido con su destino y el de su pueblo. No queda otra senda para escoger. Ese es el camino y aquí abrigamos la atrevida pretensión de mostrarlo.

PRESIDENTE Francisco Suárez EDITOR / DIRECTOR Abilio A. Suárez GERENTE DE RR.PP Bella Camacho

X EDICIÓN ANIVERSARIO DIRECCIÓN EDITORIAL Abilio A. Suárez COORDINACIÓN GENERAL Evelyn Guzmán Bigott ASESOR EDITORIAL Nobel Medrano Matos CONCEPTO Y DISEÑO GRÁFICO Elluz Ávila

Índice

FOTOGRAFÍA César Peavey

Educación y paradigmas transcomplejos / Ángel Américo Fernández

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El siglo de la educación necesaria / José Hilario Carvajal

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Situación estudiantil en Bolívar / Fotoreportaje

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Polinomio del siglo XXI / Luis d’Aubeterre

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El docente: un investigador social / Dilia Di Scipio

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Necesitamos más y mejores educadores / José Francisco Juárez

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La plena atención / Lilia Perdomo

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El profesor trabaja con el conocimiento / Rebeca Castellanos

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La investigación: tarea pendiente / Liz Mary Salazar

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El reto de educarnos-educando / Nay Valero

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La educación en la revolución bolivariana / Maruja Romero

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Para construir lecciones aprendidas / Mabel Mundó

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Las misiones educativas / Nelson Ortega

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Evolución Histórica

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Desafíos de la educación básica en la presente centuria / Armando Alcántara Santuario

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Retos de la educación / Ángel Gutiérrez Sanz

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La educación es un hecho político / Carla Luongo

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Las universidades: cuatro mentiras / Moisés Naím

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La inserción social de las instituciones universitarias / Lucy Núñez

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Tendencias en la educación superior latinoamericana / Axel Didricksson

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La transformación universitaria / Alex Fergusson y Rigoberto Lanz

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Las TIC imponen nuevos desafíos / Sandra Castillo

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Situación educativa regional / Fotoreportaje

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El poder del lenguaje en las matemáticas / Ángel Omero Mora

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La enseñanza de la historia local / Hildelisa Cabello

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Desplegar las inteligencias múltiples / Yanet Márquez

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La educación empieza por casa / José Eduardo Orozco

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EJECUTIVAS DE VENTAS Irene Gutiérrez Yennifer Suárez Leida Pérez Trinidad Aguilera FIRMAS INVITADAS Alex Fergusson, Ángel Américo Fernández, Ángel Gutiérrez Sanz, Ángel Omero Mora, Armando Alcántara Santuario, Axel Didricksson, Carla Luongo, Dilia Di Scipio, Hildelisa Cabello, José Eduardo Orozco, José Francisco Juárez, José Hilario Carvajal, Lilia Perdomo, Liz Mary Salazar, Lucy Núñez, Luis d’Aubeterre, Mabel Mundó, Maruja Romero, Moisés Naím, Nay Valero, Nelson Ortega, Rebeca Castellanos, Rigoberto Lanz (+), Sandra Castillo y Yanet Márquez.

DIRECCIÓN: Puerto Ordaz: Zona Industrial Los Pinos, Parcela 16-02. Edificio El Diario de Guayana - Telfs.: (0286) 994.1162 / 994.1503 994.0298 Fax: (0286) 994.2776 / 994.2779 Correo: info@eldiariodeguayana.com.ve Caracas: Av. Libertador, Torre Maracaibo, Piso 9, Oficina 9-D - Telfs.: (0212) 763.1290 / 763.2378 / 0414 – 386.1793 0416 – 630.1544 Correo: sspublicidadcaracas@gmail.com

El Diario de Guayana, NO SE RESPONSABILIZA POR LOS CONCEPTOS EMITIDOS POR SUS COLABORADORES Y ARTICULISTAS, CUYA OPINIÓN SON DE SU ABSOLUTA AUTORÍA


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Educación y paradigmas transcomplejos La concepción que ha escindido el saber en compartimientos estancos, trasladada a la organización académica para entronizar una división en disciplinas, departamentos y cátedras, entra en crisis ante la irrupción de nuevos paradigmas

Pensar la complejidad al interior del espacio educativo supone una apuesta en favor de la pluralidad y la diversidad

La percepción de la conciencia histórica contemporánea no es que el futuro viene, sino que ya ha llegado para instalarse en las subjetividades, en los nuevos equipamientos para dialogar con el mundo que se abren a múltiples horizontes de comprensión. El principio complejidad se impone en todos los territorios de lo real desde la física hasta la biología molecular y ello marca profundas huellas en los saberes, en las concepciones filosóficas y, por tanto, en los diversos abordajes y naturaleza de las prácticas educativas. La ciencia nueva ha revelado cambios sustantivos en las concepciones del universo y la naturaleza. La noción de objeto y de objetividad se ha debilitado. Ya no es posible hablar de un observador imparcial y objetivo, pues hasta en la física atómica se registra que “el sujeto influencia las propiedades de los objetos observados”. La materia ya no es asimilable al con-

cepto de “bloque de elementos sólidos” sostenido por la física clásica. El mundo subatómico está lleno de paradojas y de “indecidibles”, lo cual señala el fin de la ciencia de lo simple. La noción de objeto puro debe ser abandonada en beneficio de un campo real del conocimiento que enuncie un objeto percibido y coproducido por nosotros. El ideal de un saber completo en la ciencia fue fracturado hace tiempo con los trabajos de Godel, cuando “descubre” las proposiciones no decidibles, es decir, proposiciones que no son demostrables ni refutables dentro de un sistema lógico. Asistimos hoy al declive de los presupuestos, principios y fundamentos que han caracterizado a la escuela hasta el presente. La concepción que ha escindido el saber en compartimientos estancos, trasladada a la organización académica para entronizar una división en disciplinas, departamentos y cáte-

dras, entra en crisis ante la irrupción de nuevos paradigmas. Un pensamiento abierto consistente al pensamiento complejo está llamado a recuperar el carácter rizomático del conocimiento, pensar lo cognitivo desplegado como un follaje, de ramas que se entrelazan y se cruzan. Esta lectura implica una nueva mirada para visitar los saberes, sin fronteras, sin linderos, saberes abiertos, amplios ventanales para la comunicación entre ellos, para viajar y recorrerlos sin los viejos límites y presupuestos de la edad de las disciplinas.

SIETE SABERES La educación repensada con base en nuevos paradigmas debe considerar a fondo lo que Edgar Morín llamó los siete saberes necesarios para el futuro que quedan condensados en las siguientes tesis: Conocer cómo se produce el conocimiento, rebasar el conocimiento

Ángel Américo Fernández AUTOR

es profesor de Ciencias Sociales, mención Historia, egresado del Pedagógico de Maturín (1979), con maestría en Gerencia de la Educación. Epistemólogo y profesor de Postgrado

fragmentario para acceder a lo complejo. Enseñar la condición humana en sus distintos bucles: (cerebro-mente cultura), (individuo-sociedad-especie). Enfrentar las incertidumbres, más allá de las consabidas certezas de la ciencia convencional. Enseñar la identidad terrenal y el destino planetario del ser humano. Enseñar la comprensión entre los seres humanos como antídoto para combatir racismos y xenofobias. Abordar la ética del género humano, condición para una verdadera democracia. Finalmente, pensar la complejidad al interior del espacio educativo supone una apuesta en favor de la pluralidad y la diversidad. El pensamiento único es exactamente la negación de la Ilustración. Decía Kant: ser ilustrado es atreverse a pensar como condición para salir del tutelaje y romper con la autoridad de un libro, de un sacerdote o de un jefe burocrático, haciendo uso público de la razón.

en la cátedra de Filosofía de la Ciencia (UGMA, UNEG, UPEL). Es coautor del libro Paradigmas, métodos y posmodernidad (ULA, 1995) y autor del libro “Problemas epistemológicos de la ciencia” (USA, West Virginia 2007).

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7 son los saberes necesarios para el futuro que debe considerar a fondo la educación repensada con base en nuevos paradigmas.


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El siglo de la educación necesaria

En los albores del siglo XXI, las claves para la educación pertinente están determinadas, más que por razones metodológicas instrumentales, en redefinir posiciones éticas, no sólo referentes a las convicciones sino también a las responsabilidades

Un promedio entre países de América Latina y el Caribe determinó que en 2008, de 65,3% de los niños con edad para educación preprimaria se matricularon en un programa de este nivel de educación, que son

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%

más que en el año 2000. Eso es muy significativo por el impacto positivo que la asistencia a la educación preprimaria tiene en los niños para prepararlos de la mejor manera para afrontar los desafíos a los que se enfrentarán en los niveles educativos subsiguientes. Fuente Informe Regional de Monitoreo del Progreso hacia una Educación de Calidad para Todos en América Latina y el Caribe, EPT 2012

No hace falta citar a Maslow para saber qué lejos está la educación para la mayoría de los niños en el planeta, sin acceso a las condiciones de vida más elementales.

En educación destacan dos dimensiones esenciales. Una referida a la información cultural básica y a las habilidades instrumentales necesarias para la transformación del ambiente; y otra, el aseguramiento de los recursos axiológicos -principios y valores- para la convivencia social y la conservación planetaria. La primera orientada al “saber hacer” para el desarrollo socioeconómico, incluye planes de estudio, educadores, infraestructura educativa y demás recursos para la enseñanza-aprendizaje. Es la llamada educación formal y requiere mucha atención por sus niveles de eficiencia, eficacia y efectividad actuales. No obstante, no es ello lo más preocupante. En Venezuela recientemente demostramos que con pocos recursos y mucha voluntad se puede avanzar satisfactoriamente en ese plano, en menos de dos años la Unesco nos reconoció país libre de analfabetismo. Es en la segunda dimensión, orientada al fortalecimiento del Ser y su conciencia ambientalista, donde es imperativo actuar con extrema urgencia dada su

orientación actual que pone en riesgo la sobrevivencia humana.

CRISIS CIVILIZATORIA Para reflexionar sobre educación y desarrollo en un país en particular, es imperativo considerar las imposiciones del mundo globalizado actual. Máxime cuando se ha iniciado una crisis civilizatoria cuyas principales causas son el agotamiento del petróleo recuperable y de otra parte el fracaso del modelo urbano-industrial de desarrollo y de las instancias para la gobernabilidad planetaria, impuestas por los triunfadores de la segunda guerra mundial a mediados del siglo pasado. Edgar Morín sintetiza el legado del siglo XX como “la alianza de dos barbaries: la primera viene desde el fondo de la noche de los tiempos y trae consigo guerra, masacre, deportación, fanatismo. La segunda, helada, anónima, viene del interior de una racionalización que no conoce más que el cálculo e ignora a los individuos, sus cuerpos, sus sentimientos, sus almas y multiplica las potencias de muerte y de esclavización técnico-industriales”.

Al inicio del siglo XXI, la situación no es diferente. Hoy en Siria, qué le importa a un niño no acudir a su escuela o a un joven a su universidad o a un científico a su centro de trabajo, si tienen que salvar sus vidas de balas, bombas y misiles, sin saber quién ni por qué los martiriza. Ayer fue Libia, ¿y mañana? El Pnud muestra que la mortalidad infantil (fallecidos/1000 nacidos vivos) promedio en los 10 países más desarrollados es de 4, mientras que en los 10 países menos desarrollados son 166. No hace falta citar a Maslow para saber qué lejos está la educación para la mayoría de los niños en el planeta, sin acceso ni siquiera al agua potable, comida y a las condiciones de vida más elementales, que mueren por miles todos los días por diarreas u otros males evitables.

LO AXIOLÓGICO Todo ello en la insólita paradoja de la dependencia de los países ricos de las materias primas y recursos financieros de los países pobres, cuyo suministro es asegurado, bien por los cantos de sirena de la globalización neoliberal desde los centros de poder que generan en los paí-

José Hilario Carvajal

AUTOR

Edición Aniversario / Educación Transformadora

es licenciado en Educación, mención Matemáticas, egresado de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (Upel), con maestrías en Sociología del Desarrollo en la Universidad de La Sorbona - París III, y en Gestión Universitaria en la Universidad La

ses pobres ausencia de sentimientos de soberanía, igualdad, libertad y justicia. O bien, por la abierta intervención militar violatoria de toda ley internacional. La prevalencia de lo axiológico en la orientación de la educación no es reciente. Ya Freire hace 40 años planteaba como la educación sin rasgos alienantes debía constituirse en fuerza de cambio libertario del hombre-objeto al hombre-sujeto. Igualmente, el Informe Delors insiste en que aprender a vivir juntos, aprender a ser, son imperativos para la educación a lo largo de la vida. En los albores del siglo XXI, las claves para la educación pertinente están determinadas, más que por razones metodológicas instrumentales, en redefinir posiciones éticas, no sólo referentes a las convicciones sino también a las responsabilidades. Se trata de un diseño/praxis educativo en un espíteme propio a partir de lo que Morín llama la antropo-ética para abordar la contradicción entre el individuo singular y la especie humana como un todo. Hoy en Latinoamérica hay razones, muchas y variadas, para ser optimistas en la superación de tal desafío.

Habana - Cuba donde también cursó el doctorado en Ciencias de la Educación. Fue coautor del Primer Plan de Desarrollo del Sector Educativo del Estado Bolívar elaborado por la Gobernación del Estado y Cordiplan en 1992. Es profesor del Departamento de Educación, Humanidades y Artes de la Uneg.


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Población estudiantil en Bolívar Para el período analizado (20072008), la matrícula estudiantil del estado Bolívar representa aproximadamente un 6% de la matrícula a nivel nacional del Subsistema de Educación Básica y sus Modalidades, y un 4% del Subsistema de Educación Universitaria. Siendo la población del estado, conformada por niños, niñas y adolescentes estimada para el 2008, de 587 265 (proyección con datos del censo 2001), la matrícula vinculada es de 65,73 % En relación a la matrícula por dependencia, la mayor concentración se encuentra en las instituciones oficiales, con un 80% de estudiantes en el sector. Los municipios Caroní y Heres, del estado Bolívar, agrupan el 72% de la matrícula estudiantil, al igual que el mayor número de instituciones educativas pertenecientes al Subsistema de Básica un (46%). Lo cual es lógico esperar, dado que estos son los dos municipios más populosos del estado Bolívar, agrupando el 73,28% de la población (INE Bolívar, 2008). Fuente: Clarysse Quijada e Yramia Lanz, Centro de Investigaciones para la Educación, Productividad y Vida de la UCAB Guayana, marzo 2010.

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Polinomio

del siglo XXI

Evolución, especie, cultura y ciudadanía son las claves para entender la capacidad de aprendizaje de los educandos y su maduración bio-psico-socio-social

20 En los últimos

años, los profesores-investigadores universitarios hemos vivenciado un grave proceso de degradación de la calidad en todos los niveles del sistema educativo.

Encontramos una profunda fragilidad cognoscitiva y un lamentable e inaceptable desconocimiento de áreas tan primarias como: lengua, matemáticas, historia y geografía, en esa base humana de niños, adolescentes y jóvenes que, con todo derecho, reclaman tener una educación de calidad.

Lo vivo se caracteriza por su capacidad para captar información del entorno, asimilarla y adecuarla a su estructura funcional original, lo cual supone una protointeligencia. Esa capacidad instalada en unicelulares y homínidos, a lo largo de cientos de miles de millones de años, ha permitido a las especies su autoeco-exo-transformación, desplegando capacidades y estrategias adaptativas formidables e incrementando sus probabilidades de vida. Esta íntima relación entre evolución, aprendizaje y mejora del bioequipamiento funcional/ estructural, permitió que las especies hayan almacenado a nivel genético, conductas apropiadas que son transmitidas de generación en generación, garantizando así las estrategias básicas de supervivencia. Hace 2,5 a 3 millones de años, gracias a las cualidades del neo-cortex, a su adaptabilidad y a su compleja socialización, los homínidos (homo faber) desarrollaron capacidades para construir objetos (tecnología), potenciando sus competencias de lucha contra otras especies por los recursos indispensables para la vida.

Junto a la sedentarización, la invención de la agricultura y el dominio del fuego, se produjo un fenómeno fundamental irreversible: la invención del signo y la aparición del homo sapiens. Esto supuso un refinamiento en la transmisión de conocimientos: la proto-palabra (onomatopeya), el grafismo y el gesto potenciaron una capacidad cognoscitiva fundamental: la abstracción, un distanciamiento con respecto a la materialidad de los hechos de la realidad, que conlleva a la creación del espacio simbólico. Esto significó la creación de las primeras nociones e ideas acerca del mundo. La historia evolutiva de las últimas decenas de miles de años, desde las civilizaciones milenarias hasta la contemporaneidad, trajo consigo el despliegue de heurísticas y sistemas de pensamiento cada vez más densos y complejos que conllevaron a una sabiduría sistematizada y escrita, transmitida a través variados registros sígnicos. Con la Modernidad se dio un salto cuántico formidable merced a la invención de la imprenta y el libro en serie. Gracias a la transmisión sistemática del conocimien-

to a través de libros, prensa escrita, escuela pública laica y universidades de las potencias coloniales modernas, el proceso que conocemos como desarrollo, dependió de la capacidad inventiva de pensadores-inventores-científicos, para producir nuevos conocimientos aplicados a todos los ámbitos de la acción humana. Consecuentemente, el Estado moderno organizó la administración de la educación en sistemas institucionales que imparten contenidos, estructurados congruentemente según la capacidad de aprendizaje de los educandos y su maduración bio-psico-socio-social.

ESPECTADORES-CONSUMIDORES Esto ha configurado lo que hoy conocemos como la “sociedad del conocimiento”. Frente ésta, los venezolanos somos más espectadores-consumidores que actores. Ella significa una vertiginosa sobre-aceleración digitalizada/ globalizada de todos los procesos científico-tecnológicos que nos han transformado a lo largo del siglo XX y lo que va del XXI. La brecha entre países ricos, desarrollados, postindustriales y el nuestro (eufemística-

Luis d’Aubeterre

AUTOR

Edición Aniversario / Educación Transformadora

es licenciado en Psicología con maestría en Psicología Clínica de la Universidad de Paris II (Vincennes, Francia) y doctorado en Psicología de la Universidad Central de Venezuela (UCV). Desde 1993 hasta la fecha es docente e investigador adscrito

mente llamado “en vías de desarrollo”), se acrecenta y refleja en la invisibilidad de nuestras universidades en los rankings académicos mundiales. En los últimos 20 años, los profesores-investigadores universitarios hemos vivenciado un grave proceso de degradación de la calidad en todos los niveles del sistema educativo. A pesar de los discursos pedagógicos, sofisticados y populistas de los gobiernos de turno y de las últimas estadísticas que disparan los porcentajes de “inclusión escolar” en el milenio; al hurgar lo que pueden significar esas cifras, encontramos una profunda fragilidad cognoscitiva y un lamentable e inaceptable desconocimiento de áreas tan primarias como: lengua, matemáticas, historia y geografía, en esa base humana de niños, adolescentes y jóvenes que, con todo derecho, reclaman tener una educación de calidad y que apenas si pueden respirar una tenue capa de vagos conocimientos inconexos, elementales, superficiales, poco nutritivos, sin digerir, no asimilados, ni internalizados que nos mantienen al margen de la sociedad del conocimiento a la cual aspiramos.

al Centro de Investigaciones Antropológicas de Guayana (Ciag) de la Universidad Nacional Experimental de Guayana (Uneg). Ha recibido el premio Conaba 1995 de la Comisión Nacional del Sistema para el Reconocimiento de Méritos a los profesores de las universidades nacionales.


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Edici贸n Aniversario / Educaci贸n Transformadora


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Elundocente: investigador social Asumir la investigación desde un nuevo paradigma, supone considerar al sujeto desde una perspectiva multidimensional, a partir de procedimientos de investigación renovados que permitan un abordaje integral del problema

El propósito es convertir al contexto escolar en una fuente constante de investigación y asumirla como una estrategia de acción permanente.

546 664 es el número total de docentes en Venezuela para 2011, según cifras aportadas por el Ministerio de Educación y publicadas en el portal del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).

“Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”, es una frase muy emblemática de Albert Einstein que aplica en todos los ámbitos del quehacer social, y en particular, para quienes concebimos la educación como la base para el crecimiento y el progreso de los pueblos. Esa búsqueda de cambio permanente subyace a una concepción de educación que supone procesos dinámicos, complejos y sistémicos, en unos contextos sociales muy diversos y cada vez con mayores exigencias. Esas demandas del mundo contemporáneo representan para el docente venezolano un constante reto, uno de ellos, la pertinencia de su ejercicio profesional. A mi juicio, esa pertinencia implica que el docente debe formarse permanentemente y ser un investigador agudo y crítico. En Venezuela, los procesos investigativos en los que participamos los docentes son muy variados; sin embargo, la mayoría de ellos se circunscriben a estudios aca-

démicos y de postgrado que realizamos para nuestro desarrollo profesional. Con este tipo de estudios hemos “teorizado” sobre los problemas, pero son escasas las oportunidades en las que hemos concretado y materializado las soluciones a los problemas cotidianos. Desde esta perspectiva, la investigación se ha limitado al análisis aislado de una realidad muy compleja, que necesita ser abordada en toda su dimensión y en el marco de procesos reflexivos y de acción, que aborden el plano teórico y práctico, y que conduzcan a su vez, a una comprensión y transformación de lo local, regional y mundial.

NUEVO PARADIGMA Asumir la investigación desde un nuevo paradigma, supone considerar al sujeto desde una perspectiva multidimensional, a partir de procedimientos de investigación renovados que permitan un abordaje integral del problema. Es ir más allá de las metodologías tradiciona-

les, enmarcadas en concepciones relacionadas con la valoración cuantitativa y objetivista de la realidad y acercarlos al verdadero problema: reivindicar al ser humano como sujeto pensante, actuante, creador y constructor de su vida. Para Morín, ese cambio de paradigma supone penetrar la madeja de la vida en sus inconmensurables dimensiones y exige un método basado en la interdisciplinariedad y la multiculturalidad. Se trata entonces de “encontrar la unidad de la diversidad”. De cara a los planteamientos expuestos, el propósito es convertir al contexto escolar en una fuente constante de investigación. Se trata de asumirla como una estrategia de acción permanente y privilegiar la intencionalidad pedagógica y la sistematicidad como principios fundamentales del hacer educativo. ¿Por dónde empezar? En una actividad en la que compartimos con la doctora Ana María Quintero, se propició un

Dilia Di Scipio AUTOR

Edición Aniversario / Educación Transformadora

es licenciada en Educación Especial con maestría en Lingüística y estudiante del doctorado en Ciencias Humanas de la Universidad del Zulia (LUZ). Actualmente, es directora del

espacio interesante para reflexionar en relación con algunas preguntas clave que pudieran generar procesos investigativos. En este sentido, sugiere que el colectivo evalúe, en primer lugar, la situación del entorno escolar que se desea mejorar; se indague en las posibles causas que están originando el problema y se reflexione en relación con: ¿qué pasa si no se hace nada y qué se puede hacer? Hacer este tipo de ejercicios en colectivo, permitirá el desarrollo del análisis situacional y la detección de las necesidades de investigación más urgentes. Lo siguiente, es emprender las acciones y mantener el entusiasmo y el compromiso por salir adelante. De esta manera, podríamos darle vida a las palabras del padre jesuita Velaz, fundador de Fe y Alegría: “es urgente emprender la investigación y acercarla a la problemática social de los más pobres”. Es nuestro momento y es nuestra tarea.

Centro de Formación “Luís Beltrán Prieto Figueroa”, adscrito al Ministerio para la Educación y profesora de la Escuela de Educación de la Universidad Católica Andrés Bello, extensión Guayana.


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Necesitamos más y mejores educadores En la Universidad Católica Andrés Bello se está desarrollando una experiencia significativa a través del programa “El Maestro Ahora Soy Yo” que otorga una beca a un estudiante que ha demostrado interés por la educación

372 mil

367 becas de pregrado y postgrado fueron otorgadas en 2009. Fuente Ministerio para la Educación Universitaria.

Hay que empezar a construir una alternativa para alcanzar una educación de calidad, que desarrolle en el sujeto, junto a las competencias profesionales, el ser compasivo, consciente y comprometido por el desarrollo del país.

La educación no ha escapado a la crisis social y de valores que padecemos los venezolanos. Tenemos cada vez menos personas preparándose para estudiar la carrera docente, sobre todo en áreas científicas. Esto ha traído como consecuencia que las instituciones de educación media no cuenten con el personal requerido para cumplir con los objetivos de formación que necesitan los estudiantes en su preparación personal y profesional. Ser docente en nuestro país no es una prioridad. Al menos así lo evidencian las cifras de inscritos en las Escuelas de Educación de las universidades reconocidas del país.

ACTIVARSE Se ha hablado mucho acerca de esta problemática, pero se ha hecho muy poco. Es el momento de activarnos

como sociedad para ser creativos y buscar las soluciones más acertadas a esta compleja realidad. De no hacerlo, seguiremos promoviendo individuos con intereses mezquinos, sin sentido crítico, deformadores de la realidad, incapaces de reconocerse en los otros y sin las condiciones básicas para competir en una sociedad globalizada. La familia y los directivos de las instituciones educativas deben ser conscientes de que si no surgen en su seno las vocaciones para formar a las futuras generaciones, a corto plazo las consecuencias se harán sentir. En tiempos de crisis, la creatividad y la innovación son fundamentales en la solución de los problemas. No podemos seguir esperando por los cambios en las políticas educativas por parte del Estado. Eso sería lo ideal. Pero mientras esto no ocu-

rra, hay que empezar a construir una alternativa para alcanzar una educación de calidad, que desarrolle en el sujeto, junto a las competencias profesionales, el ser compasivo, consciente y comprometido por el desarrollo del país.

ALIANZAS Para alcanzar esta meta proponemos varias acciones. En primer lugar, establecer alianzas entre las instituciones de educación superior y la educación media. Los educadores necesitan actualizarse permanentemente y las universidades son los referentes para responder a la demanda formativa de las instituciones educativas. En segundo lugar, necesitamos que las escuelas preparen y desarrollen un programa de incentivo a los educadores que trabajan en ella. Asimismo, tenemos que organi-

José Francisco Juárez Pérez

AUTOR

Edición Aniversario / Educación Transformadora

es doctor en Educación con Maestría en Gerencia Educativa y licenciado en filosofía. Profesor Asociado. Actualmente es el director de la Escuela de Educación de la Universidad Católica Andrés Bello - Caracas. Dicta las asignaturas de Introducción al Estudio del

zar dentro de las instituciones educativas una campaña de motivación a la vocación docente durante todo el año escolar. Hay que destacar el brillo del ejercicio profesional y darlo a conocer sin vacilaciones. De las escuelas pueden surgir muchas vocaciones, si se orienta de manera inteligente la promoción de la carrera. En la Universidad Católica Andrés Bello se está desarrollando una experiencia significativa. El programa “El Maestro Ahora Soy Yo”, consiste en que la institución educativa otorga una beca a un estudiante que ha demostrado interés por la educación. Así, el colegio se involucra en el problema y es parte de la solución. Un poco más de iniciativa de cada uno de los sectores involucrados, hará posible que tengamos más y mejores educadores en nuestro país.

Hombre en pregrado y Pedagogía de los Valores en el postgrado de Educación en Valores Ciudadanos del cual fue director desde el año 2007 hasta julio de 2012. Actualmente está acreditado en el Programa de Estímulo al Investigador (PEI) como investigador en la categoría A.


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La plena atención Es una herramienta más para lograr una educación transformadora que permita al educando relacionarse y vivir como un ser socialmente responsable y libre; capaz de reflexionar sobre su quehacer y corregir sus errores de manera pacífica

Ya es hora de crear un nuevo ser humano: abierto al cambio, dispuesto al consenso y al diálogo.

El Diario de Guayana, en su edición aniversario, dedica parte de su contenido a la educación transformadora; y, en el marco de ella, ofrece algunos temas para disertar en áreas que tienen que ver con el desarrollo educacional, la enseñanza y el aprendizaje dentro nuestro sistema escolar y universitario. Desde mi rincón de docente jubilada, y como dicen: “viendo los toros desde la barrera”, me propongo a reflexionar sobre algunos planteamientos filosóficos que considero aún faltan por lograr para llegar a la tan anhelada educación o aprendizaje transformacional. La educación es un proceso de construcción consciente, a través del cual se asume que el educando es una persona que requiere de una formación íntegra, favorecido por aprendizajes que lo reconozcan en su totalidad, y en la cual cada una de sus dimensiones humanas se interrelacionen, con el fin de armar a niños y a jóvenes completos. Otros planteamientos, como los del sociólogo y filósofo Edgar Morín, indican que el aula debe ser un lugar de conocimientos y debates, donde se establezca una sana discusión de temas con sus debidas argumentaciones. Este método ampliará el campo de comprensión del estudiante

consigo mismo y con su entorno, permitiendo respetar puntos de vista, la alocución de las distintas voces, mayoritarias o minoritarias, y las opiniones. Sin embargo, pese a estos planteamientos, queda la duda de cómo lograr influir en ese sistema por muchos años influenciado por políticas educativas erróneas. La enseñanza, en la escuela o en el hogar, ¿acaso está generando esos procesos de transformación? No. ¿Estamos nosotros, los padres, colaborando en la mediación entre el niño y su entorno escolar para elevar esa ansiada conciencia? Tampoco. Parece que estamos esperando aquel fenómeno que nos permita el “darnos cuenta”, lamentablemente, una vez que el daño en el educando ya está hecho y las herramientas para solucionarlo son débiles. Por esta razón, estimo que lo necesario para llegar a esa transformación se debe tomar en consideración al individuo como sujeto y no como objeto, y así, es posible suscitar ese cambio interpersonal que lo invite a observarse a sí mismo como un ser pensante con capacidad para influir en él mismo, en su entorno y en el mundo. Pese a las teorías, los estudios y las investigaciones en beneficio de la educación, nuestros jóvenes están absorbidos

por la violencia, la insatisfacción y el descontento dentro de los planteles y fuera de ellos. No son conscientes de la realidad más allá de lo que como individualidad les concierne, sin tomar en cuenta al otro. Nuestro único mecanismo de acción como educadores es inyectar esa capacidad de transformación en los nuevos formadores para que guíen a los niños, adolescentes y adultos. Ya es hora de crear un nuevo ser humano: abierto al cambio, dispuesto al consenso y al diálogo. Algunas corrientes filosóficas abren las puertas a estos nuevos proyectos. Una de ellas en la meditación o la atención pena (mindfulness), que debe ser aplicada desde la más temprana edad. Esta se define “como un proceso de auto purificación mediante la auto observación. Se comienza observando la respiración natural para concentrar la mente y luego, con la conciencia agudizada, se procede observar la naturaleza cambiante del cuerpo y la mente; todos podemos practicarla en cualquier momento y lugar, sin que se produzcan conflictos por motivos de raza, comunidad, o religión a la que se pertenezca y es beneficiosa para todos y cada uno que quieran implementarla”.

Lilia Perdomo Marín

AUTOR

es licenciada en en Educación Integral, mención Lenguaje (Uneg), con maestría en Gerencia Educativa (Ugma), Certificada como Coach de Aprendizaje (Fundación Kalidé) y Coah de Bienestar (Instituto de Análisis Transaccional Eric Berne), con formación en: atención plena y meditación vipassana, pnl, inteligencia emocional, formación humana, inteligencias múltiples, cerebro

Como herramienta, para aplicar en las aulas, se logrará que el educando pueda relacionarse y vivir como un ser socialmente responsable y libre; capaz de reflexionar sobre su quehacer y corregir sus errores de manera pacífica. De allí que, para librarnos de agitaciones negativas, tenemos que manejar las manifestaciones básicas de la sociedad, pues éstas surgen de manera espontanea; y si no tenemos la capacidad de enfrentarlas, perdemos el control de nuestra cotidianidad, y por ende, no convertimos en seres no armónicos, contaminados por el pesimismo. El sistema educativo actual remedia el colapso escolar con curitas que se remueven con gran facilidad dejando cicatrices removibles. Los alumnos consiguen desviar su realidad a través de métodos que no tienen fechas sino horas de vencimiento. La posición de descanso, los ejercicios, los cantos y el consumo de alimentos que no cumplen con los estándares de una buena alimentación reparan por poco tiempo las necesidades del momento, pero no la calidad de vida que se encuentra en desarrollo. Estas insatisfacciones permanecen, y renacen cuando esa realidad, de manera inesperada, trae nuevos retos.

triuno, resilencia, entre otros conocimientos dirigidos a la formación humana y el crecimiento personal. Ha sido facilitadora de programas de Componente Docente de la UBV y de la Uneg; coordinadora del programa de Investigación en Ciencias de la Educación (Proince) Fundacite Bolívar (MppCyT), jefa del Municipio Escolar Caroní, estado Bolívar; profesora de la Ucab Curriculo de Educ, Inicial y Programas No Convencionales.

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En el 2010 se asignaron 128 382 cupos para ingresar a la educación universitaria, de los cuales

217 fueron personas con discapacidad y 2 702 indígenas. Fuente Ministerio para la Educación Superior.


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El profesor

trabaja con el conocimiento

Si no hay conocimiento nuevo, el intercambio con la sociedad resulta de pobre impacto, difícilmente haya innovación y la docencia se convierte en un mero ejercicio de repetición de viejos aprendizajes

El ejercicio de las funciones de docencia, investigación y extensión, vistos como procesos fundamentales de la academia, giran alrededor de la generación, difusión y consumo del conocimiento.

Se capacitaron más de

5700 venezolanos que realizaron pasantías en los Programas Nacionales Formación y en postgrado en diferentes áreas de conocimiento durante 2010. Fuente Ministerio para la Educación Superior

La profesión académica posee como eje vertebrador el conocimiento; esto quiere decir que el ejercicio de las funciones de docencia, investigación y extensión, vistos como procesos fundamentales de la academia, giran alrededor de la generación, difusión y consumo del conocimiento, lo cual conlleva el ejercicio permanente de reflexión, crítica, observación e indagación por parte de sus principales actores: los profesores y estudiantes universitarios. El profesor trabaja con el conocimiento. Si no hay conocimiento nuevo, el intercambio con la sociedad resulta de pobre impacto, difícilmente haya innovación y la docencia se convierte en un mero ejercicio de repetición de viejos aprendizajes. Podemos disponer de adecuada infraestructura física y tecnológica, de un número importante de estudiantes, de espacios para aulas y otros servicios pero ello, “per se”, no es garantía de calidad si la universidad no posee una política enérgica de formación y desarrollo de su personal académico.

Desde 1996, la Unesco ha mostrado su interés y preocupación por la formación de los profesores, las Conferencias regionales y mundiales sobre Educación Superior realizadas en los años 1996, 1998, 2008 y 2009 así lo recogen. Por ejemplo, la Conferencia Regional para América Latina y el Caribe (2008), exige garantizar la formación permanente de los profesores y sus estudios de postgrado, igualmente insta a los gobiernos regionales a implementar regímenes salariales acordes con la elevada misión a cumplir. En la Conferencia Mundial del 2009 es explícita la necesidad de formar a los profesores, la obligatoriedad de la investigación y un alto nivel de los docentes para la formación en valores de los estudiantes.

RED DE RELACIONES Para que los procesos formativos rindan los dulces frutos de la calidad esperada deben ser pensados y ejecutados sobre la base de la compleja red de relaciones

propias de la función académica, a la luz de la investigación y actualización permanente. ¿Qué quiere decir lo anterior? Tomar en cuenta los principios de unidad entre lo externo e interno, lo afectivo y lo cognitivo, lo organizacional, nacional y mundial durante el ejercicio de la carrera académica. Vale decir, la consideración de aspectos socio-históricos, de política nacional e institucional, naturaleza y áreas estratégicas de la universidad y región, el uso de las TICs, la responsabilidad social de las universidades y el hincapié en el desarrollo del pensamiento crítico en los estudiantes; conjugados con aspectos internos del profesor: valores, principios, comunicación e interacción con otros, su área de formación y experticia como elementos fundamentales en las funciones que le corresponde asumir. Sería ideal que todo ello descansara en el desarrollo de una aptitud y actitud investigativa de la mano de condiciones institucionales favorecedoras para ello.

Rebeca Castellanos

AUTOR

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es licenciada en Educación, mención Dificultades de Aprendizaje, egresada de la Universidad Nacional Abierta con maestría en Gerencia de Recursos Humanos de la Universidad Nacional Experimental de Guayana (Uneg), coach de Aprendizaje de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (Upel)-Fundación Kalidé, y doctora en Ciencias Pedagógicas de la Universi-

ESCENARIO COMPLEJO En la Venezuela actual coexisten dos visiones distintas de Educación Universitaria, de calidad académica y de la formación de los profesores que ello conlleva. Por una parte, la visión del Estado con énfasis en la docencia y masificación, con una formación profesoral centrada en lo socio-político, el intercambio con la sociedad y la pedagogía crítica como aspectos fundamentales y por otra, la visión de las universidades autónomas con énfasis en lo disciplinar y un desarrollo ganado en investigación. Una paradoja resulta de ello: muchos profesores trabajan, a la vez, en instituciones con visiones diversas. Indiscutiblemente un escenario complejo donde hay incertidumbre, duplicidad y antagonismo entre dos posturas. Surgen varias interrogantes: ¿Cuál es calidad académica más adecuada para el desarrollo del país? En consecuencia ¿Cómo planificar la formación de sus profesores en pro de dicha calidad? Estamos construyendo las respuestas!

dad de La Habana, Cuba. Obtuvo el diploma en Transformación Educativa de la Multiversidad Mundo Real, Edgar Morín, México. Actualmente es investigadora del Centro de Investigaciones en Ciencias de la Educación Ciceg-Uneg; investigadora Nivel B del Programa Estímulo a la Investigación (PEI) del Ministerio de Ciencia y Tecnología; y adjunta a la Coordinación General de Investigación y Postgrado UNEG.


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La investigación: tarea pendiente

La actividad investigativa solo tiene cabida en un currículo que concibe el acto de enseñar como un proceso flexible, abierto y dinámico

2millones 600 de bolívares se destinaron en 2012 para financiar 1 600 trabajos de investigación y desarrollo. Fuente Ministerio para la Ciencia, Tecnología e Innovación.

El aula debe convertirse en una especie de laboratorio, donde se planteen permanentemente situaciones que le permitan al alumno ejercitar el pensamiento divergente.

América Latina es, junto con África, la región del mundo con menos investigación y desarrollo de nuevos productos, y con menos patentes registradas en el mercado mundial, según lo señala Andrés Oppenheimer (2010), periodista argentino que se ha dedicado a revisar y profundizar en los sistemas educativos de países como la India, Singapur, Finlandia, Argentina, Uruguay, México, Chile, Israel, Perú, Colombia y Venezuela; y “las cifras son escalofriantes: sólo 2% de la inversión mundial en investigación y desarrollo tiene lugar en los países latinoamericanos y caribeños, comparativamente, 28% de la inversión mundial en este rubro tiene lugar en los países asiáticos, 30% en Europa y 39% en Estados Unidos”. Partiendo de esta referencia, es imperativo hacer un análisis de lo que ocurre en el caso específico de Venezuela y cuáles son los factores que sostienen estas cifras alarmantes. En un primer plano, a nivel del estado es muy poco lo

que se dedica a estimular la investigación, incluso desde los programas educativos que se aplican en preescolar, básica y bachillerato la inversión también es menor; los acercamientos que se hacen con el desarrollo de proyectos científicos, resultan insuficientes porque solo se preparan unos pocos para cumplir con la tarea; las líneas ministeriales deberían apuntar a desarrollar políticas claras y definidas en este sentido. Si no se hace de esto una rutina dentro del aula que involucre a todos, son casi nulos los resultados que pueden obtenerse.

LABORATORIO EN CLASE El maestro juega un rol preponderante, porque el aula debe convertirse en una especie de laboratorio, donde se planteen permanentemente situaciones que conflictuen a los alumnos, que le permitan ejercitar el pensamiento divergente, que los obligue a especular y a desarrollar el pensamiento lógico, que

los anime a dar respuestas a problemas cotidianos, que los lleve a indagar con frecuencia las respuestas a la expresión “que pasaría si…”; aumentar la formulación de preguntas de tercer nivel que lleven al estudiante a especular y plantearse hipótesis y luego a registrar, y experimentar, para darle rigor científico. La cultura de investigar es un ejercicio vital para implementar en los distintos centros educativos partiendo de hechos cotidianos. La actividad investigativa no tiene cabida en un currículo tradicional, rígido, cerrado y centrado en el régimen de asignaturas, sólo en un currículo que concibe el acto de enseñar como un proceso flexible, abierto y dinámico, que acepta la diversidad de competencias, ritmos, estilos, valores culturales, expectativas, intereses y demandas, que pueden favorecer el desarrollo de los alumnos. En este caso, la investigación puede recobrar su importancia y se convierte en una opción pedagógica

Liz Mary Salazar Fermín AUTOR

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es directora de la Escuela de Educación de la Universidad Católica Andrés Bello, Extensión Guayana. Licenciada en Educación egresada de la Universidad Nacional Abierta (1997) con

y didáctica en el proceso formativo del estudiante.

CAMBIOS Hay que comenzar a mirar hacia afuera, no quedarse mirando solo hacia adentro, porque el mundo se está transformando a pasos agigantados y nos estamos quedando rezagados, la educación y la investigación deben convertirse en una obsesión, porque solo a través de la formación integral de la población -en todas las áreas- es posible abandonar el subdesarrollo. Analizar las mejores prácticas educativas de otros países y la forma en que resuelven sus problemas, y contextualizarla luego, puede servir de guía para consolidar proyectos de gran envergadura en el ámbito educativo, sostenibles en el tiempo y apoyados sobre bases sólidas, puede hacer que se suban peldaños y se transiten caminos con la idea de ir siempre tras la búsqueda de la excelencia académica.

maestría en Ciencias de la Educación (2003), mención honorífica summa cum laude, en la Universidad Nacional Experimental de Guayana; y doctorado en Ciencias de la Educación (2010) de la Universidad Interamericana de Panamá.


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El reto de educarnos-educando Reflexionar sobre los principios axiológicos que subyacen en la Educación Ambiental permite transitar por una retrospectiva desveladora que se ubica en el blanco y negro, para identificar cuáles han sido los referentes en los que la sociedad ha centrado sus intereses para configurar el tipo de ciudadanos que somos

Es imperiosa la necesidad de apalancar políticas de formación y de generación de relevo para todo los niveles educativos, con énfasis en el nivel de Educación Secundaria, donde desde hace más de

10 años

, estas áreas han sufrido una gran contracción tanto en las escuelas de formación universitaria, como en la práctica pedagógica.

La educación debe estar centrada en la praxis axiológica del educador y del educando

La educación es uno de los pilares fundamentales en la construcción de un país; por ello, la inversión en ella debe estar orientada a fortalecer la infraestructura estratégica para lograr cubrir los niveles y modalidades que conforman el Sistema Educativo en cuanto a profesionales formados con calidad y competencias para consolidar las políticas y planes de desarrollo; así como la dotación de inmobiliario, laboratorios, transporte, bibliotecas y programas curriculares actualizados. Se asume en este sentido, la educación como un proceso multidimensional a largo plazo; por ello, en ella no se puede improvisar, ni disminuir la calidad en las áreas de formación básica como: las matemáticas, las ciencias biológicas, las ciencias físicas y las químicas; y se deben incorporar las nuevas tendencias para la construcción del conocimiento desde las fronteras disciplinares a la interdisciplinariedad; el diseño y desarrollo de proyectos con los procesos de socialización que faciliten e impulsen el reconocimiento y valoración de sabe-

res cotidianos y su reconstrucción en los saberes científicos desde los contextos locales, regionales, nacionales e internacionales. A este respecto, en el Cuadro Nº 1 se pueden observar el % de profesionales según su nivel de formación que ocupa las aulas de las Instituciones Educativas en el Nivel de Secundaria en el Estado Bolívar.

IMPROVISACIÓN Este escenario, unido a la demanda e improvisación de diversas actividades en las instituciones educativas que desvían el propósito del hecho educativo, y la ausencia oficial de un currículo actualizado para este nivel, genera una de las más grandes deudas sociales para la nación, dado que es justo en él donde se prefiguran y/o consolidan las potencialidades de los perfiles profesionales para garantizar la prosecución escolar. Si bien es cierto que hoy en día hay mayor matrícula escolar en las instituciones educativas, no hay proyectos que evalúen sistemáticamente la calidad del proceso ni de sus egresados; sin em-

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bargo, cuando observamos el ingreso en Educación Superior, se evidencia la debilidad en las competencias mínimas de: comprensión lectura, cultura general, pensamiento lógico-abstracto, redacción coherente, uso adecuado de las fuentes de información; así como, poco o ausente dominio de conceptos básicos, situación que incremente la deuda social por los costos asociados a la “gratuidad” de la enseñanza, donde hay una inversión (deficiente) para garantizar no sólo el cupo y la permanencia del estudiante (aún con altos índices de repitencia) sino la infraestructura para el desarrollo pleno de las funciones universitarias (docencia, extensión e investigación).

PROCESO COMPLEJO Como se puede apreciar, el proceso educativo es un bucle recursivo, complejo, dinámico e interdependiente con una alta corresponsabilidad de los diferentes actores que hacen vida en él, por ello, en mi rol de profesional académico en el área de Educación Ambiental, pro-

yecto la mirada en este proceso y realizo una interpelación reflexiva en cuanto al aspecto teórico-metodológico y axiológica que implica educador en tiempos de incertidumbre, de grandes cambios y retos en el país, todo ello, con una mirada al rescate de los valores éticos de la profesión y la invitación para asumir el reto de educarnos-educando para la vida y desde la vida, es decir, reconocer y activar las potencialidades individuales y colectivas desde los contextos locales con arraigo e identidad regional y nacional, incorporando en el “aula” la indagación, la imaginación, la creatividad y la sistematización de los procesos para demarcar el camino a recorrer, tal cual como se definen los “lechos de los ríos” que en su transitar delimitan el espacio, siguen un norte, definen rutas con algunas islas, con bordes e inundaciones, pero siempre mantienen su cauce hasta llegar a unirse con otro río conformando una cuenca y ésta a su vez interconectándose a otras y configurando una red de relaciones como las del sistema educativo de un país.


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Para establecer el recorrido es importante incorporar en los proyectos institucionales de forma coherente y contextualizada los lineamientos expresados en los acuerdos internacionales para la construcción del discurso pedagógico y los lineamientos de política educativa más allá de sus enunciados, profundizando en las implicaciones prácticas y su impacto en los procesos educativos. En ese transitar una autoevaluación de las actitudes y aptitudes tienen una base centrada en el manejo y comprensión de la información por parte de los actores.

TRÍADA NECESARIA Establecer una relación entre la participación, los problemas socio-ambientales y los sistemas ambientales desde el punto de vista conceptual, permite construir un referente teórico para abordar la Educación Ambiental como una herramienta, para desvelar las actitudes y los valores, sobre los que subyace el comportamiento de los ciudadanos. La base en la tríada de la EA es la participación, y para que ésta sea efectiva, debe considerar: el manejo de información sobre la situación ambiental (sistemas ambientales o problemas socio-ambientales) y las acciones desde lo individual y colectivo que se puedan generar.

Esta relación implica, a su vez, identificar los mecanismos de comunicación necesarios para lograr los objetivos del colectivo; en este sentido, son varios los sistemas que integran el proceso de la EA desde la perspectiva de la complejidad. Intentando llevar a la práctica este reto en el contexto de una educación para la vida, como debe asumirse la Educación Ambiental, ya que ésta implica una revaloración de la relación del ser humano con el sistema en el cual interacciona y determina su desarrollo socioambiental, se define en esta propuesta, analizar la estructura conceptual implícita en cada uno de los principios básicos de la EA a los fines de explorar en la práctica individual y colectiva de los procesos de enseñanza-aprendizaje los puntos de anclaje en los participantes y los nudos críticos que permitan dinamizar propuestas educativas significativas desde referentes locales, para las transformaciones socio-ambientales en pro del beneficio de los colectivos. Los desarrollos tecnológicos como incentivo a la creatividad e innovación del ser humano, deben ser preventivos y correctivos, considerando lo sistémico, lo integral, las interrelaciones y las capacidades de transformación y adaptación de los sistemas socio-naturales.

COMPROMISO ÉTICO En el transitar del proceso enseñanza y aprendizaje a nivel universitario y en los programas de actualización docente que he desarrollado por más de 10 años, he sentido la necesidad de profundizar y de comprender algunos significados de aspectos conceptuales que se esbozan desde la teoría, pero que dificultan los aprendizajes en la cotidianidad de los participantes, lo que significa a su vez la reconstrucción de la práctica educativa. En este sentido, asumo la premisa que propone Novo (1998) al referir que “no es lo mismo desarrollar nuestra consciencia sobre los problemas ambientales que cambiar nuestras pautas de consumo o nuestros estilos de vida”. Es decir, que en el eco del silencio de un aula de clase se pone de manifiesto la coherencia entre el discurso pedagógico (el compromiso de educar) y la práctica de la cotidianidad (el compromiso de ser); por ello, educar-educándose en una constante para la reflexión retrospectiva, no sólo de qué, sino del por qué y del para qué educamos, evaluando permanentemente el cómo. Reflexionar sobre los principios axiológicos que subyacen en la Educación Ambiental permite transitar por una retrospectiva desveladora que se ubica en

FIGURA 1

el blanco y negro, para identificar cuáles han sido los referentes en los que la sociedad ha centrado sus intereses para configurar el tipo de ciudadanos que somos; y ante las fracturas de los sistemas naturales (impactos y problemas ambientales) y los sociales (incremento de la brecha entre desarrollo y subdesarrollo, pobreza, fragmentación, tecnologías “agresivas”) urge la necesidad de formular un replanteamiento ético centrado en el reconocimiento del valor y derecho de lo humano y lo natural, de lo vivo y sus múltiples interrelaciones –la vida-. Surge un replanteamiento de revisión conceptual y procesual que permita vislumbrar un quehacer desde los contextos y una revisión del desarrollo socio-económico de nuestra sociedad, a la luz de las amenazas del ser humano sobre los sistemas base de vida. Replanteamiento que subyace en la revisión profunda de los aspectos aquí referidos como elementos vinculantes para incorporar el nuevo planteamiento ético-ambiental en los procesos educativos en todas las modalidades y niveles, a los fines de lograr permear la formación de los ciudadanos y futuros profesionales desde los contextos locales de cada entidad territorial (desde los saberes estos principios se relacionan con el ser y convivir).

FIGURA 2

La tríada de Educación Ambiental

Las interrelaciones de los sistemas

Fig. Nº1

La tríada de Educación Ambiental se asume como una propuesta pedagógica que permite vincular dos escenarios de acción: uno asociado al abordaje de los problemas socio-ambientales en sus diferentes ámbitos de acción (local, nacional, mundial) y el otro desde el reconocimiento y valoración de los sistemas ambientales (condiciones naturales de éstos), ambos escenarios sobre una base común: la participación.

Fig. Nº2

CUADRO 1 Fuente: Coordinación de Educación Media de la División Académica Zona Educativa Estado Bolívar (2010/2011)

Nivel de formación profesional % de graduados en la especialidad % de graduados en Educación Integral % de profesionales no docentes % de bachilleres sin grado ni especialidad

Nay Valero

AUTOR

es licenciada en Educación, mención Biología, egresada de la Universidad de Los Andes (ULA) con maestría en Ciencias Ambientales y Sistemas Complejos por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (España) y especialista universitario en Educación Ambiental y Desarrollo Sostenible por la misma institución.

Química

Física

Biología

24,62 53,85 14,62 6,92

10,00 64,17 17,50 8,33

31,56 58,67 7,11 2,67

Es Magíster en Ciencias Ambientales por la Universidad Nacional Experimental de Guayana (Uneg) y cursando el doctorado en Educación Ambiental. Profesora e investigadora del Centro en Gestión Ambiental y Desarrollo Sustentable de la Uneg. Facilitadora de talleres sobre Educación Ambiental, Regionalización Curricular y Ciclo de Indagación.

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se presentan las interrelaciones de los sistemas, vistos éstos en una dinámica socioambiental, donde la construcción de redes desde el punto de vista pedagógico permitirá evidenciar los nudos críticos para la acción, pero desde la práctica son un tejido recursivo.


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La educación

en la revolución bolivariana En esta concepción ideológica se propone una pedagogía abierta y reflexiva con una amplia relación con la comunidad, que favorece la participación y la construcción de una nueva ciudadanía para la libertad, la solidaridad y el respeto

Se concibe una escuela que debe ser: espacio para la producción y la productividad. Espacio para la paz. Espacio para la formación integral.

40 En los últimos

años, el país desarrolló su sistema educativo con una fuerte influencia de los paradigmas e ideologías extranjeras foráneas.

La educación y la idea pedagógica que le acompañe, no se reduce a técnicas y metodologías, es sobre todo una propuesta de ideales de lo que el ser humano debe ser; formula en sus preceptos formas de cultura, de hacer cultura, tiene como base ideales antropológicos claramente definidos en cada época y en cada espacio humano. Qué hombre y mujer se va a educar; para qué sociedad se va a educar; qué estrategias serán favorecidas para tal fin, es asunto de la filosofía aplicada, aplicada a la tarea de educar. Desde hace 500 años, las ideas que sobre educación tenían los invasores españoles tomaron forma en esta Tierra de Gracia, y a lo largo de nuestra historia, las ideas europeas, y las de otros países americanos, señalaron una pauta en nuestras concepciones de qué se debía enseñar y cómo debía ser enseñado. En los últimos 40 años, el país desarrolló su sistema educativo con una fuerte influencia de los paradigmas e ideologías extranjeras foráneas. De la misma manera como económicamente hemos sido un país conquistado, el sistema educativo ha respondido a las modas didácticas. Se dio prioridad a las necesidades del mercado dentro de una concepción

de desarrollo exógeno, se modelaron y copiaron modas curriculares y procederes extranjeros, los cuales se han sobrepuesto a nuestra realidad social haciendo énfasis en aspectos técnicos administrativos y procedimentales.

FACTOR HUMANO Los nueve planes nacionales concebidos en la cuarta república, nunca pudieron ser llevados a cabo, de forma tal que el país contempló el aumento del abandono escolar, la exclusión, la repitencia, el deterioro de la planta física, la deficiente formación de los maestros, el decaimiento del salario del maestro ante una inflación creciente, la imposibilidad de ejercer el derecho a la jubilación, la imposibilidad del cobro de las pensiones y otros factores asociados, los cuales todos han impedido alcanzar el nivel de vida deseado por la población y el desarrollo económico y social. La Revolución Bolivariana conceptualiza la educación en torno al factor humano centrado en el desarrollo endógeno y la soberanía de la patria, se busca un equilibrio social al atender al ser humano desde la fase maternal, con los Simoncitos, pasando por la escuela Bolivariana,

el liceo Bolivariano, la escuela técnica Bolivariana, hasta llegar a la Universidad Bolivariana. En esta concepción ideológica se propone una pedagogía abierta y reflexiva con una amplia relación con la comunidad, que favorece la participación y la construcción de una nueva ciudadanía para la libertad, la solidaridad y el respeto. La propuesta ideológica de la Educación Bolivariana, deberá estar en consonancia con la República libre, democrática, soberana, y reflejará los ideales de lo que el ser humano debe ser, conocer y hacer, para crear y recrear esa República, por lo tanto se persigue: garantizar el acceso, la permanencia y prosecución de todos; extender la cobertura de la matrícula, dándole prioridad a la población rural, indígena y de frontera; articular el sistema educativo con el productivo; desarrollar la planta física, y profundizar la dotación convencional así como la tecnológica; brindar atención integral a los no escolarizados; y erradicar el analfabetismo. En consonancia con estos objetivos se concibe una Escuela que debe ser: espacio para la producción y la productividad. Espacio para la paz. Espacio para la formación integral. Espacio para la creación

Maruja Romero Yépez AUTOR

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es licenciada en Filosofía egresada de la Universidad Central de Venezuela (UCV) con maestría en Administración Educacional de la Universidad de San Francisco (EEUU), y doctorado en Ciencias del

y creatividad. Espacio de salud y vida. Espacio centro del quehacer comunitario. Espacio de comunicación alternativa. Espacio para la tecnología de información. Espacio de innovación tecnológica. La escuela está integrada a la comunidad, al desarrollo del entorno en donde está localizada para generar acciones de integración local, estadal, regional y nacional. La escuela participa y se incorpora al diseño y ejecución de las políticas que se derivan de los planes de desarrollo, la escuela trasciende y se incorpora al proceso de cambio, para así garantizar la participación protagónica de los ciudadanos. ¿Por qué las consideraciones de los supuestos expertos o críticos se hacen fuera del contexto de la propuesta educativa en referencia; por qué se apoderan de un término y a partir de él crean un discurso panfletario e ilógico, amparado en la supuesta autoridad de quien lo expresa; por qué no discuten y atacan la propuesta; por qué los medios de inmediato toman como bandera el caso y lo sazonan con todo el amarillismo posible? De alguna manera debemos desmontar tanta falsedad y engaño, afortunadamente la Educación Bolivariana servirá también para ese importante fin.

Desarrollo. Profesora Titular de la Universidad Nacional Abierta (UNA) de la cual fue rectora durante el periodo 2002-2005. Exviceministra de Políticas Académicas del Ministerio para la Educación Superior entre 2006 y 2010.


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Para construir lecciones aprendidas Foto cortesía William Marrero

Las misiones educativas son una ¿política pública para la inclusión o estrategia para el clientelismo político? Lo más importante en un proceso de resignificación de una política educativa para propiciar y mantener la inclusión social y económica, es formular y diseñar sus procesos e implantación

La Misión Sucre para 2009 registra 577 321 inscritos quienes cursan estudios en

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Los constantes procesos de rediseño de las misiones educativas obedecen más a los cambios de estrategia política del régimen, que al control de gestión de los programas educativos.

aldeas universitarias en todo el territorio nacional. Fuente Ministerio para la Educación Universitaria.

...en muchos “momentos de

Generaron mucho impacto y complacencia en la población venezolana más desfavorecida, no sólo por los beneficios económicos del programa, sino por la valoración que los adultos excluidos conceden a la oportunidad de acceder y disfrutar del derecho a la educación y la importancia que conceden a que “¡por fin un Gobierno se preocupa por los pobres!”. La naturaleza clientelar de las misiones educativas en muchos momentos de la implantación social de estas políticas públicas y en muchos de sus componentes programáticos ha sido privilegiada con respecto a los principios esenciales de la educación para los adultos excluidos y los procesos de inserción

social, económica y ciudadana. Las misiones educativas han tenido dinámicas propias y específicas, las mismas dependen del nivel educativo, los mecanismos de acceso, la calidad de los programas, la institucionalidad y la funcionalidad guardada con los objetivos de los diferentes momentos políticos de la revolución bolivariana. No obstante, es posible establecer características comunes a esta innovación de política educacional.

IMPLANTACIÓN El diseño y la formulación de estos programas, así como el proceso de implantación y ejecución, padecieron de escaso cuidado metodológico de parte

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la implantación social de estas políticas públicas y en muchos de sus componentes programáticos ha sido privilegiada con respecto a los principios esenciales de la educación para los adultos excluidos...

de los analistas de políticas públicas y sus gerentes. En esta circunstancia podría estar la explicación del discreto éxito, eficacia e impacto que esta estrategia de EPT ha tenido para cambiar las magnitudes del analfabetismo y los déficits de escolaridad que exhibe la población venezolana mayor de quince años en los niveles de educación básica y media; afirmación que se hace a partir de los frágiles resultados que reportan las Memoria y Cuenta del Ministerio de Educación y el de Educación Superior, así como la baja magnitud del cambio en la tasa de analfabetismo y personas que culminaron los seis grados de básica y los cinco de la media. Desde la perspectiva de financiamiento


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de una innovación política en el sector educativo, las misiones están asociadas a la figura legal de «plan extraordinario». Sin embargo, a pesar de las disposiciones de la Ley Orgánica de Financiamiento a la Administración Pública relativas a la realización de una evaluación anual y la documentación de la gestión para aprobar los recursos y la ejecución del años siguiente, la opacidad en la rendición de cuentas es severa; quizás sea este el motivo que impide explicar el porqué de los magros logros alcanzados. Se aprecia que la estrategia curricular y pedagógica de estos programas no fue la más idónea; los motivos de mayor recurrencia se concentran en la falta de preparación de los docentes, la ausencia de supervisión y la interrupción frecuente y luego definitiva del servicio educativo. Los constantes procesos de rediseño de las misiones educativas obedecen más a los cambios de estrategia política del régimen, que al control de gestión de los programas educativos. De los tres momentos, parece que sólo el lapso comprendido entre el 2003 y el 2005 fue exitoso. La baja de cobertura experimentada a partir del 2006 habla del poco éxito que tuvo entre la población de bajos recursos el asignarle a las misiones educativas el papel de referente en la homogeneización, organización, adoctrinamiento y formación del apresto militar entre los integrantes de los diferentes grupos políticos y operadores del movimiento revolucionario, tal y como fue planteado en los objetivos

estratégicos de la nueva etapa (2005 a 2007).

MUNICIPALIZAR LAS MISIONES Merece mención aparte en este punto el tema de la municipalización, el cual goza de diferentes significados en la teoría e ideología revolucionaria, pues para las misiones Robinson y Ribas está más centrado en la organización política de los afectos al proceso revolucionario que en la flexibilización del servicio educativo, y en la Misión Sucre está orientado a la masificación de la educación superior, gracias a la maximización de espacios y recursos docentes coordinados y planificados en instancias del Ejecutivo nacional localizados en la capital del país. El planteamiento anterior se hace porque para los gerentes de las misiones

...la inseguri“ dad personal y la

violencia son enemigos acérrimos de la educación nocturna para adultos, también es cierto que las consideraciones de desplazamiento en el acceso a la educación están asociadas a la edad del usuario y a su capacidad de movilización

educativas la municipalización de la educación superior significa un servicio universitario cercano a su casa. Si bien es cierto que la inseguridad personal y la violencia son enemigos acérrimos de la educación nocturna para adultos, también es cierto que las consideraciones de desplazamiento en el acceso a la educación están asociadas a la edad del usuario y a su capacidad de movilización. La mayoría de los países que han hecho políticas de inclusión educativa para adultos se han preocupado por garantizar el desplazamiento al centro educativo y al hogar en condiciones de seguridad y confort. El significado de la municipalización en la educación es válido para el preescolar y los seis primeros grados de la educación básica, no para la educación media y mucho menos para la superior. Se piensa que en estos criterios, y en la concepción de las aldeas universitarias, el hacedor de las políticas públicas olvidó las características esenciales de la educación superior, como son la convivencia estudiantil, la formación de competencias de trabajo en equipo del futuro profesional, de destrezas para desempeñarse en roles del creador, adaptador, innovador del conocimiento o del tecnólogo especializado; en otras palabras, el investigador o el profesional que diariamente aplica tecnologías y técnicas nuevas en prácticas de producción de bienes y/o servicios. Las primeras aproximaciones para conocer la magnitud del impacto de las misiones educativas desde el 2003 a 2008 en las poblaciones analfabetas

y en aquellas que no han culminado grados o años de la educación básica y media, alertan sobre la exigua significación de sus resultados.

COMPONENTE CLIENTELAR En atención al objetivo de este artículo se concluye que el aprendizaje social negativo y el estigma que ha impregnado las misiones educativas y a sus egresados, como resultado de la implantación de una política educativa en donde el componente político clientelar ha tenido un fuerte peso, pueden irradiar al cuerpo de estrategias educativas que configuran la educación de adultos. Por último, lo más importante en un proceso de resignificación de una política educativa para propiciar y mantener la inclusión social y económica es formular y diseñar sus procesos e implantación, no para saldar la deuda social, sino teniendo presente que la sociedad, y la tecnoestructura económica de la información que la dinamiza, demandan la presencia de ciudadanos capacitados y formados en competencias profesionales y laborales actualizadas. Sólo así es posible garantizar el manejo y control de los métodos, procesos y sistemas que la innovación científica y tecnológica incorpora de forma incesante a la vida cotidiana y a la producción de bienes y servicios. Asumir el reto de la «Educación Para Todos», y durante toda la vida, representa una de las estrategias vitales para prevenir, controlar y disminuir la fuerza de la exclusión anidada en la sociedad de la información.

95 627 estudiantes egresaron en 2010 de los

24 programas de formación de la Misión Sucre, de quienes 75 170 son licenciados y 20 457 son TSU. Fuente Ministerio para la Educación Universitaria.

La municipalización para las misiones Robinson y Ribas está más centrada en la organización política de los afectos al proceso revolucionario que en la flexibilización del servicio educativo.

Mabel Mundó AUTOR

es socióloga egresada de la Universidad Central de Venezuela (UCV) con máster en Gestión de Información y máster en Ciencias Políticas de la Universidad Simón Bolívar (USB) donde es doctoranda en Ciencias Políticas. Investigadora

docente del Centro de Estudios del Desarrollo (Cendes) y jefa del Área de Desarrollo Cultural y Educativo. Es responsable de la asignatura Sistemas de Información e Información para Políticas Públicas de las maestrías Planificación del Desarrollo.

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Las misiones educativas Esta política pública ha generado resultados altamente positivos en el sentido de concretar un proceso de inclusión social para la superación de la pobreza

La composición de participación en las misiones educativas en el caso del sector pobre se distribuye:

4

%

en Robinson I; 6,9% en Robinson II; 43,3% en Ribas y 44,3% en Sucre.

Los que viven bajo la línea de la pobreza y participan en las misiones educativas, asisten prioritariamente y de manera contundente a las misiones Ribas y Sucre.

Como parte del proceso posterior a los acontecimientos sociales y políticos ocurridos entre los años 2002 y 2003, el Estado venezolano se vio en la obligación de desarrollar programas sociales que permitieran revertir la grave crisis en el que estaba sumergido, y los mismos deberían estar focalizados en los sectores afectados en situación de pobreza y pobreza extrema; y así mismo surgen las misiones sociales, y parte de ellas en el sector educativo, y de esta manera lograr el acceso al sistema educativo de la población excluida. Las misiones educativas se clasifican en cuatro grupos; Robinson I destinada al proceso de alfabetización; Robinson II para la obtención de la educación básica; Ribas referente a la educación secundaria y Sucre vinculada al acceso a la educación universitaria.

EN DETALLE En el período 2002-2010 se puede determinar que la Misión Robinson I ha lo-

grado alfabetizar un número importante de personas que nos permitieron ubicar en la zona libre de analfabetismo, correspondiendo al 92,86% de los que iniciaron el proceso y que han logrado absorber el 77,38% de la población analfabeta. En el caso de la Misión Robinson II sus graduados corresponden al 22,47% de los que iniciaron el proceso y culminaron, abordando el 97,18% de la población objetivo y equivalente al 0,6% del subsistema de educación Básica. En la Misión Ribas sus graduados corresponden al 10,57% de los que iniciaron el proceso y culminaron, abordando el 75,64% de la población objetivo y equivalente al 18,6% del subsistema de educación secundaria. En la Misión Sucre de las personas incluidas se ha abordado el 35,64% de la población objetivo y equivalente al 30,65% del subsistema de educación universitaria. La participación de la población venezolana en las misiones sociales alcanza el

72,2% de los hogares, dentro de los cuales se estiman 1,6 misiones y 2,2 beneficiarios, por lo que se puede considerar una alta penetración de las mismas y por tanto resulta pertinente establecer vinculaciones con las variables que inciden en la disminución de la pobreza y así determinar su impacto en este ámbito. Podemos ver además que la composición de participación en las misiones educativas en el caso del sector pobre se distribuye 4% en Robinson I, 6,9% en Robinson II, 43,3% en Ribas y 44,3% en Sucre. En el caso de la composición de participación en las misiones educativa en el caso del sector pobre extremo se distribuye 7,4% en Robinson I, 8% en Robinson II, 47,5% en Ribas y 36,1% en Sucre.

SUPERACIÓN DE LA POBREZA De esto se puede concluir que quienes viven bajo la línea de la pobreza y participan en las misiones educativas, asisten prioritariamente y de manera contundente a las misiones Ribas y Sucre.

Nelson Ortega

AUTOR

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es ingeniero en Informática (Universidad del Táchira UNET) con diplomado en Innovación Tecnológica (Universidad de Oviedo, España) y estudiante de postgrado en Planificación Global (UPEL). Profesor y asesor de Misión Sucre y Universidad Bolivariana de Venezuela.

Otro elemento fundamental refiere a la controversia generada sobre la posición de diversos sectores políticos en referencia a las ayudas socio-económicas otorgadas por las misiones sociales, que alcanzan bien sea a través de servicios, especies o dinero al 20% de la población; considerada por algunos como una política exclusivamente asistencialista en contra de quienes afirman que resulta necesario acompañar el desarrollo humano integral con el apoyo del Estado para garantizar los objetivos planteados. Lo cierto es que la política pública, a efecto de las misiones educativas, ha generado resultados altamente positivos en el sentido de concretar un proceso de inclusión social para la superación de la pobreza, pero que corre dos graves riesgos: uno de ellos consiste en mantener el ritmo ya desacelerado del proceso inclusivo que mitigaría el impacto de las misiones educativas en la reducción de la pobreza, y otro por la institucionalización de las mismas que sería someter su acción al Estado burocrático existente.

Coordinador General de la Academia de Software Libre. Miembro del Frente Bolivariano de Investigadores, Innovadores y Trabajadores de la Ciencia, y del Centro Nacional de Investigaciones Educativas. Actualmente, es investigador de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES).


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Desafíos de

la educación básica en la presente centuria No sólo en México, sino en muchos otros países, tanto la opinión pública como los especialistas expresan su profunda insatisfacción por el estado en que se encuentran los sistemas educativos

Para el año 2008 la región de América Latina y el Caribe destinó en promedio alrededor del

4,7% de su PIB para la educación. Fuente Informe Regional de Monitoreo del Progreso hacia una Educación de Calidad para Todos en América Latina y el Caribe, EPT 2012.

Como se sabe, aprender a vivir juntos, aprender a aprender, aprender a hacer y aprender a ser, constituyen lo que el Informe Delors considera los cuatro pilares de la educación.

Los indicadores, unos más objetivos que otros, señalan los bajos puntajes en las pruebas que evalúan el rendimiento de estudiantes y maestros, lo mismo que expresiones por la falta de sentido que hallan los alumnos en lo que se supone deben aprender en la escuela. A esto se suma el desencanto de los empleadores que se ven en dificultades para encontrar personas capaces de realizar adecuadamente las actividades del mercado laboral.

DESAFÍOS PEDAGÓGICOS Ante este deplorable panorama de la educación actual en México y en el mundo, es muy aleccionador el texto del conocido especialista en educación argentino Juan Carlos Tedesco, publicado en la más reciente edición de la Revista Iberoamericana de Educación (núm. 55, 2011, pp. 31-47), en la cual analiza los desafíos de la educación básica en el presente siglo. Tedesco apunta que la insatisfacción mundial que se tiene acerca de la calidad educativa proviene de los intensos

cambios que se han producido en todas las esferas de la sociedad. Un elemento muy importante en las transformaciones anteriores es el relacionado con el saber pedagógico. Otro elemento clave en las consideraciones del autor, es la enorme complejidad y dificultad que existe para modificar los patrones de funcionamiento de los sistemas educativos. Un balance de las reformas educativas de los años noventa permitiría observar que si bien consiguieron aumentar la cobertura e introducir nuevas modalidades e instrumentos de gestión, no lograron reformar de modo significativo los resultados de aprendizaje de los estudiantes. Las explicaciones tradicionales a esta problemática, añade el autor, apelan a factores como el corporativismo, el tradicionalismo y la resistencia al cambio, entre otros. No obstante, Tedesco identifica, además de éstos, otros vinculados a las tendencias estructurales del “nuevo capitalismo”, basados en el uso intensivo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), en la

globalización y en la desregulación de los servicios sociales.

OBJETIVOS HOY En este contexto, el autor menciona que varios expertos y diversos organismos internacionales especializados en educación han identificado dos grandes objetivos educativos desde una perspectiva internacional: aprender a vivir juntos y aprender a aprender. Desde el punto de vista pedagógico, el aprender a vivir juntos pone de relieve la importancia que adquiere la introducción en las prácticas educativas de los objetivos de cohesión social, de respeto al diferente, de solidaridad, de resolución de los conflictos por medio del diálogo y la concertación. El aprender a aprender es cada vez más importante por dos características presentes en la sociedad actual: la enorme velocidad que ha adquirido la producción de conocimientos y la posibilidad de acceder a un enorme volumen de información. En este sentido, la educación ya no de-

Armando Alcántara Santuario AUTOR

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es dcientífico social, educador, pensador e investigador mejicano. Psicólogo con estudios de maestría en Pedagogía de la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam). Obtuvo una maestría en Desarrollo Educativo

berá dirigirse sólo a la transmisión de conocimientos y de información, sino a desarrollar la capacidad de producirlos y utilizarlos. El papel del docente deberá ser, según el autor, el de un acompañante cognitivo que desarrolle un conjunto articulado de actividades destinadas a hacer explícitos los comportamientos implícitos de los expertos, de manera que el estudiante pueda observarlos, compararlos con sus propios modos de pensar, para luego, gradualmente, ponerlos en práctica con la ayuda del maestro y de los otros compañeros. Tedesco finaliza su ensayo destacando que, en el marco de las variables de contexto y junto con las de tipo institucional, adquiere un valor especial la hipótesis según la cual para que las reformas lleguen al aula y se modifiquen las relaciones y los resultados de aprendizaje, la variable clave es el docente, sus métodos, sus actitudes y sus representaciones. Desde esta perspectiva, la nueva agenda coloca en un lugar central las preguntas acerca de quién y cómo se enseña.

Internacional de la Universidad de Stanford y doctorado en Educación con especialidad en Ciencias Sociales y Educación Comparada de la Universidad de California. Es investigador del Centro de Estudios sobre la Universidad de la Unam.


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Retos de la educación

Hemos iniciado el nuevo siglo, teniendo sobre la mesa una abultada carpeta de asuntos pendientes, que piden pronta solución. Los tiempos pasan a velocidad de vértigo y los cambios en todos los órdenes se suceden. La educación no sólo ha de tener en cuenta estos cambios que se van produciendo, en los ámbitos social, cultural, técnico, laboral, etc., sino que ha de preverlos también, en la medida que esto sea posible, para poder formar así convenientemente al niño de hoy, que está llamado a ser el hombre del mañana. En tal sentido intento hacer en este artículo tres previsiones que me parecen oportunas. La primera hace referencia al desarrollo técnico que está afectando ya a los medios y procedimientos didácticos. La sociedad que nos espera, previsiblemen-

te, será una sociedad pragmática. ¿Lo será también la educación? La presencia de las máquinas en la enseñanza y el papel tan relevante que están llamadas a desempeñar nos hace pensar que la funcionalidad va a contar más que la afectividad, que la operatividad será más importante que los sentimientos, y esto, por donde quiera que se mire, merece una reflexión. El poner ordenador en las aulas se ha considerado como un logro sin precedentes en el mundo de la educación. Falta saber si será la tecnología la que está al servicio de la educación o, por el contrario, si será la educción la que esté al servicio de la tecnología. Una educación movida exclusivamente por aspiraciones técnicas o por exigencias de mercado laboral, deja de ser ya

una apasionante aventura humana para convertirse en un forcejeo insufrible para abrirse hueco en una sociedad competitiva. No se me entienda mal. A través de los ordenadores los alumnos y alumnas van a tener en sus manos la enorme operatividad que le brindan unos potentes medios de comunicación, que pueden ser aliados magníficos para la difusión de la cultura. Lo que hay que tener claro es el uso que de estas poderosas herramientas se vaya a hacer.

EDUCACIÓN HUMANIZADA Así, entre recelos y esperanzas, seguimos el curso de una educación altamente tecnificada. Yo me mantengo firme en la esperanza de que, por muchos cambios que se produzcan, la educación humana y humanizada no desaparecerá

Ángel Gutiérrez Sanz AUTOR

es doctor en Filosofía de la Universidad Complutense de Madrid. Tiene también los estudios completos de teología obtenidos en el Estudio General de los padres Dominicos de Alcobendas adscrito a la Universidad Católica de Manila

nunca, porque es algo consustancial al hombre, y por mucho que se hable de las máquinas de enseñar y de los medios digitalizados yo quiero seguir creyendo que el educador habrá de seguir siendo una pieza importante en la sociedad del futuro, aunque cambie de imagen. La educación seguirá siendo una tarea de hombres para hombres, y si no es así dejará de ser educación. Otra previsión que, me gustaría verla pronto convertida en realidad es la de una educación entendida como bien de todos y para todos. La educación no puede seguir por más tiempo siendo un bien privado, al que sólo tienen acceso los ciudadanos de primera. El otro acontecimiento a nivel mundial lo protagonizó la Comisión Internacional sobre Educación para el siglo XXI, orga-

(Filipinas). Se ha dedicado a la docencia y tiene publicados varios libros y numerosos artículos. Es un ameno conferenciante y colabora en diversas revistas digitales en las que proyecta su pensamiento insertado en el humanismo cristiano.

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nizada por la Unesco y presidida por Jacques Delors en 1996, en cuyo informe se manifiesta de forma clara y explícita que la educación constituye un bien colectivo.

EDUCACIÓN PARA LA PAZ En estos momentos de conflictos, a nivel mundial, una educación para la paz se ve tan necesaria hoy en día que me ahorra cualquier tipo de justificaciones. Cuando hablamos de paz, nos referimos a ella como producto de una educación intercultural, que implica no sólo la ausencia de guerras, terrorismos y de violencias, sino también de un renacer de la justicia, de la solidaridad, así como el reconocimiento de los derechos humanos comunes a todos los hombres y el respeto a la dignidad de todas las personas, incluidas naturalmente, las mujeres.


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Laeseducación un hecho político Desde siempre la acción educativa, en toda sociedad, ha servido a elevados fines sociales, orientándose a satisfacer la sociedad en la cual se desarrolla, es decir, a la clase dominante que rodea al Estado y es aquí precisamente donde se involucra el carácter ideológico en la formación de la sociedad

Se hace necesario destacar que la labor educativa, definitivamente, es una tarea político-ideológica, que comprende la instrucción general y la educación social para formar al hombre libre, con virtudes y conocimientos necesarios para vivir en una sociedad.

9 años de actividades de la Universidad Bolivariana de Venezuela se han titulado más de 170 mil profesionales en todo el país. Fuente Correo del Orinoco.

El amor a la patria, a sus símbolos y monumentos históricos, a la obra de sus artistas y científicos; el respeto y admiración por la obra de los mártires y héroes que dieron su vida por la independencia de su país, forman parte de los sentimientos patrióticos que cada ciudadano guarda en su corazón. Estas ideas aparecen en casi todas las Constituciones de América Latina y se expresan, y divulgan, como valores que han de perdurar en la conciencia de los habitantes de una nación. Lo que no está explícitamente expuesto es que los contenidos expresados en los artículos de las cartas magnas entran a formar parte del proceso de formación político–ideológico, que los sistemas educativos de cada país inculcan a la población escolar por medio de la escuela, los textos escolares, la labor de los maestros y otros agentes educativos.

LO POLÍTICO-IDEOLÓGICO En ese proceso de formación político– ideológico, al que todos hemos sido sometidos, los detentadores del poder en las repúblicas burguesas y oligárquicas no suelen mencionar la palabra política, sus teóricos pretenden hacer creer (y en buena medida lo logran), que la educación no es un fenómeno político, que la cultura manipulada no es política, que las escuelas y universidades no son instituciones de influencia política. Dentro de los reglamentos y documentos normativos de la educación (básica y universitaria) venezolana, rara vez se ha tomado en cuenta o se ha manifestado en forma explícita el carácter políticoideológico como parte del sistema, sin embargo, ante esta aseveración, la ministra Yadira Córdova señala: “Todas las universidades se han creado bajo los mismos criterios clásicos y clasistas (...)

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para así asegurar el papel reproductor de clase que va instalándose en ellas”, expresión que devela la intencionalidad política e ideológica que subyace en la creación de las instituciones universitarias. La educación universitaria “... es uno de los medios fundamentales para la

La educación universitaria “... es uno de los medios fundamentales para la transformación de la sociedad (...), se entremezclan: lo económico, lo político y lo social, pero no se confunden”

transformación de la sociedad (...), se entremezclan: lo económico, lo político y lo social, pero no se confunden”, es un medio porque a través de ella se fundamenta la República y es fin porque tiene un carácter continuo, es decir, permanece en movimiento según las transformaciones. La formación del republicano se basa entonces en el sistema en el cual se desenvuelve su República, y es aquí donde se evidencia la existencia intrínseca de la intencionalidad político-ideológica que direcciona la educación como parte de la formación del ser humano. No en vano, se hace necesario destacar, que la labor educativa, definitivamente, es una tarea político-ideológica, que comprende la instrucción general y la educación social para formar al hombre libre, con virtudes y conocimientos necesarios para vivir en una sociedad.


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En tal sentido, Freire asevera que “...la educación ayer, hoy y mañana, jamás fue, es, o será neutra”, razón que manifiesta la no neutralidad dentro de la educación y conlleva a reflexionar que la “neutralidad” en la educación también es un referente del componente político–ideológico que existe dentro del ámbito educativo. Esta idea cobra más de fuerza, cuando se considera al Estado como el ente que asume la educación como instrumento de conocimiento al servicio de la sociedad, por lo que resultaría incongruente que este abandonara la función de orientación y formación de los ciudadanos, nuestra Carta Magna promulga al respecto“...El Estado, con la participación de las familias y la sociedad, promoverá el proceso de educación ciudadana, de acuerdo con los principios de esta Constitución y en la ley.”

EL ESTADO Y LA EDUCACIÓN Es evidente la estrecha relación que existe entre el Estado y la educación con toda la carga intencional que esta posee (el por qué y para qué) en la formación de la sociedad que se necesita, es decir, el Estado interviene por decreto y derecho en la educación del país

y ella se direccionará según la doctrina política establecida. “Si el Estado es fascista, la escuela es fascista, (...). Y si el Estado es democrático, la orientación de la escuela necesariamente tiene que ser democrática.” Es la educación entonces un hecho totalmente político. Me permito expresar entonces, que desde siempre la acción educativa, en toda sociedad, ha servido a elevados fines sociales, orientándose a satisfacer la sociedad en la cual se desarrolla, es decir, a la clase dominante que rodea al Estado y es aquí precisamente donde se involucra el carácter ideológico en la formación de la sociedad. Es preciso formar educadores con valores humanistas y con responsabilidad social para contribuir con la sociedad en marcha, pero no se ha de olvidar que “la ideología dominante se va a concretar y a expresar a través de las instituciones y sus políticas”, por tanto la labor ejercida por gran parte de las universidades, como producto al servicio de determinados grupos, desplazó todo tipo de relación con las comunidades. En tal sentido, la universidad, en su quehacer de formar profesionales de la educación, muchas veces ha fungido sólo como

capaces “ de contribuir

con su desarrollo integral en sus dimensiones: económica, social, políticodemocrático, cultural, fundamentado en valores como: justicia social, libertad y solidaridad. Ideas estas responden a las necesidades actuales del pueblo venezolano

“... instrumento de ascenso social. Sirve a la consolidación de las elites políticas y sociales, y de mecanismo de control ideológico y político, en el marco de un evidente dominio de clase...” Córdova, Y, de modo que quien egresa bajo este precepto, claramente dejará en segundo plano la formación del “ser humano”.

COMPROMISO UBV Producto de ideas como la antes expresada es que surge la Universidad Bolivariana de Venezuela cuyo compromiso y responsabilidad es formar profesionales con sentido de país, capaces de contribuir con su desarrollo integral en sus dimensiones: económica, social, político-democrático, cultural, fundamentado en valores como: justicia social, libertad y solidaridad. Ideas estas responden a las necesidades actuales del pueblo venezolano. Como propuesta distinta acerca del quehacer universitario y su propósito en la formación de los profesionales surge el Programa Nacional de Formación de Educadores con el reto de formar un educador integral, bolivariano, laborioso, consciente de su papel transformador y comprometido con la patria, pues sus profesores asesores son de naturaleza distinta, no es un simple transmisor operativo del saber, sino que trabaja en el entendido de la educación como un proceso histórico que encierra un carácter político, su práctica peda-

gógica posee amplio sentido colectivo y social pues este profesor asesor asume un rol que implica múltiples retos y contradicciones que debe vencer (en el proceso formativo que dirige) aplicando su accionar en todo el contexto en que se desempeñarán profesionalmente los estudiantes. Esta dinámica evidencia las relaciones existentes entre el componente político-ideológico y la formación del profesional de la educación que siempre han desarrollado en una estrecha vinculación, en efecto, de igual manera que en la teoría, en la práctica educativa, ha existido un trasfondo político – ideológico enlazado a las relaciones de poder, el modelo de sociedad y el ser humano / profesional que es promovido por la práctica educativa del momento histórico que se vive y que a la vez, se deriva de estructuras sociales - económicas respaldadas por matrices ideológicas que expresan las relaciones de poder presentes en el entorno social. La acción formativa del profesional de la educación, ha estado perennemente articulada a las formas de gobierno y a los modelos de sociedad, en función de la cual se han formado profesionales orientados bien sea a mantener o, por el contrario, a transformar las relaciones de poder establecidas en su momento, consolidando o reorientando la sociedad en los cuales los sujetos han estado inmersos.

La UBV tiene una población de más de

270 mil estudiantes incorporados en los 335 municipios del país y participando todos en aldeas universitarias junto a las comunidades. Fuente Correo del Orinoco.

Es preciso formar educadores con valores humanistas y con responsabilidad social para contribuir con la sociedad en marcha.

Carla Luongo

AUTOR

es licenciada en Educación Integral de la Universidad Nacional Experimental de Guayana (Uneg) con doctorado en Ciencias Pedagógicas del Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño (Iplac) de La Habana-Cuba. Actualmente es profesora asistente a dedicación exclusiva en la Universidad Bolivariana de Venezuela

(UBV), coordinadora regional del Programa Nacional de Formación de Educadores de la UBV sede Bolívar y encargada de la comisión de enlace entre Misión Sucre y UBV en la municipalización del Programa Nacional de Formación de Educadores en los municipios Padre Pedro Chien, Roscio y El Callao 2007 – 2013.

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Las universidades: cuatro mentiras

De la enseñanza superior se esperan resultados que no puede dar. Y además, las conversaciones sobre las universidades suelen incluir afirmaciones presentadas como verdades indiscutibles, pero que o ya no son ciertas o nunca lo han sido

El caso de España es muy revelador: es uno de los países europeos con más población universitaria y más graduados que el promedio de Europa. Pero el

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%

de estos profesionales están subempleados. Y el 12% está sin trabajo (en Europa la media es 5,2%).

En EE UU o Chile, por ejemplo, los estudiantes y sus familias se endeudan para pagar estudios universitarios que les dan un diploma no muy valorado por el mercado laboral.

Cuando Karl Elsener andaba diseñando una navaja para el Ejército suizo, a finales del siglo XIX, no podía imaginar que, más de cien años después, su invento se habría convertido en una herramienta multiusos universal. La navaja suiza nos saca de cualquier apuro. Sirve como destornillador, cortaúñas, tijeras o abrelatas. ¿Olvidó el dentífrico? Aquí está el palillo de dientes. ¿Celebración imprevista? Oportuno sacacorchos. Al igual que Elsener, los padres fundadores de las universidades en la Edad Media tampoco imaginaron que esos centros de sabiduría acabarían convirtiéndose en una herramienta universal para resolver los problemas del mundo. La educación, sobre todo la superior, es erróneamente tratada como la navaja suiza del cambio social, el progreso económico y la paz internacional. El remedio polivalente para los problemas más acuciantes, presentes y futuros. Del desempleo a la violencia. De la pobreza a la decadencia industrial y de la falta de probidad de políticos al conflicto armado. Por supuesto que las universidades son fundamentales para un país. Pero al igual que sucede con la panacea universal, de la enseñanza superior se esperan resultados que no puede dar. Y además, las

conversaciones sobre las universidades suelen incluir afirmaciones presentadas como verdades indiscutibles, pero que o ya no son ciertas o nunca lo han sido. Estas son cuatro de ellas: • La educación es prioritaria. Es difícil encontrar un candidato presidencial o un Gobierno en el mundo que no consagre la educación como una de sus prioridades. Pero a menudo la retórica se diluye a la hora de asignar recursos, dedicar esfuerzos o arriesgar capital político en las universidades, que chocan con los intereses de quienes se benefician del statu quo. En muchos países, la consideración por las universidades se refleja más en los discursos que en las decisiones de quienes pueden hacerlas mejores. • La educación superior es la ruta hacia mayores ingresos. En muchos países sucede lo contrario. En EE UU o Chile, por ejemplo, los estudiantes y sus familias se endeudan para pagar estudios universitarios que les dan un diploma no muy valorado por el mercado laboral. Fontaneros y electricistas obtienen una tasa de retorno a su inversión en educación muy superior a la de sociólogos y psicólogos. El caso de España es muy revelador: es uno de

los países europeos con más población universitaria y más graduados que el promedio de Europa. Pero el 40% de estos profesionales están subempleados. Y el 12% está sin trabajo (en Europa la media es 5,2%). Esto no quiere decir que un diploma universitario no sea deseable. Lo que quiere decir es que depende del diploma, de la universidad que lo otorga y del país. Y que en ciertos casos un diploma no es el camino a la prosperidad, sino una costosa pérdida de tiempo. • Las universidades tienen mucho que ofrecerle a la empresa privada. Para que las empresas privadas recurran a las universidades, deben tener incentivos para invertir en investigación y desarrollo. Las empresas no pueden pensar en I+D si están contra la pared, luchando por sobrevivir. También hay problemas del lado de la oferta: no todo profesor universitario hace cosas que interesen a la industria privada o tiene incentivos para hacerlo. Si lo que hace es muy interesante para la empresa, es probable que la empresa lo contrate y lo saque de la universidad. A nivel mundial, los casos en los que hay una provechosa colaboración entre academia y empresa son más la excepción que la regla.

Moisés Naím AUTOR

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es economista y obtuvo el Ph.d. y la maestría del Instituto de Tecnología de Massachusetts. Actualmente es Senior Associate en el departamento de economía internacional del Carnegie Endowment for International Peace en Washington, y

• Los estudiantes y los profesores universitarios son agentes de cambio social. A veces, sí. Pero lo normal es que sean poderosos obstáculos al cambio. Los académicos suelen ser muy revolucionarios con respecto a la sociedad en la que viven y muy conservadores con respecto a la organización que los emplea. Abogan por el cambio afuera y luchan aguerridamente por impedir que, por ejemplo, haya más competencia entre ellos o sus instituciones. En muchos países, los profesores que alcanzan cierto estatus obtienen garantías laborales que los adormecen —y que no se dejan quitar. Y basta acudir a muchas facultades públicas en América Latina o Europa para descubrir que, salvo excepciones, no son centros donde se premia la excelencia, sino lugares donde los profesores aburren a los estudiantes con el mismo curso a lo largo de los años. O que algunos departamentos son solo nostálgicos cementerios de ideologías fracasadas. Todo esto va a cambiar. En la próxima década las universidades van a experimentar más transformaciones de las que han vivido desde el siglo XI. Internet y otras fuerzas sociales, y económicas, se encargarán de ello.

principal analista internacional del diario El País de España y A-List del Financial Times. Es presidente del directorio de Population Action International (PAI) y también de El Grupo de los Cincuenta (G-50) En 2011 obtuvo el Premio Ortega y Gasset de periodismo a la mejor trayectoria profesional.


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La inserción social de las instituciones universitarias La integración social universitaria va más allá de una actividad extensionista, o de las iniciativas grupales o individuales de académicos que se realizan en el marco de una línea de investigación, o de una asesoría especializada

2

Venezuela ocupa el

do

lugar entre los países de América Latina y el Caribe y el 5to en el mundo con mayor tasa de matriculación de estudiantes universitarios, con 83%. Fuente Unesco

El problema radica en el modo en cómo se ha venido interpretando la misión social de la universidad.

Con la nueva Carta Magna de 1999 se inició un proceso de refundación de la hoy República Bolivariana de Venezuela, por una sociedad más justa e igualitaria en la que se establecen dos procesos fundamentales para el logro de esos fines: la educación y el trabajo, entendiendo a la educación como eje vertebrador de la política de desarrollo del país. Es a través de la educación que se pueden formar ciudadanos capaces de comprender y actuar en sociedad, de proporcionar solución a los problemas que aquejan a las mayorías y de anticiparse al porvenir para asegurar los niveles de prosperidad y bienestar de todos los que formamos parte de esta sociedad. Este nuevo marco constitucional nos obliga a mirar focalmente nuestras universidades, sea que formemos parte de su comunidad, o seamos uno más de los muchos ciudadanos y ciudadanas interesados en el desarrollo socio-productivo de nuestro país.

PRÁCTICA MONÁSTICA La educación superior, y particularmente la universidad, debe romper con su heredada práctica monástica de estar inmersa en su ‘campus’, donde alumnos y profesores, ‘monjes del saber’, viven enclaustrados ‘en una especie de cielo epistemológico’ con poco impacto en la sociedad. Más bien, la universidad debe renovarse, integrarse a la sociedad, participando junto a las comunidades organizadas e instituciones que conforman el estado, haciendo frente a los problemas que atentan contra la calidad de vida a la población, y/o contribuyendo al desarrollo de los planes socio-productivos existentes en la localidad, la región o el país. A mi entender, el problema radica en el modo en cómo se ha venido interpretando la misión social de la universidad, la cual desde sus inicios ha sido concebida como una función de extensión. Se tiene entonces, que la función de extensión por definición, parte de distanciar la universidad de la comunidad, reflejo de la concepción tradicional de la edu-

cación que imperó en el siglo XIX hasta algo más de los inicios del siglo XX, cuyo modelo pedagógico asumía al aprendiz como un ser pasivo y al docente como la autoridad sobre el conocimiento y por tanto, sobre el aprendiz. Esta visión, por demás asistencialista, sufrió un severo cuestionamiento en la segunda Conferencia Latinoamericana de Extensión Universitaria y Difusión Cultural celebrada en México en 1972, por la influencia de la teoría y experiencia de Paulo Freire. En esa segunda conferencia se acordó la función ‘liberadora’ de la extensión, en el sentido de favorecer la concientización de los sujetos sobre su realidad, a fin que fuesen ellos quienes actuaran con compromiso sobre ella, transformándola para superar sus problemas sociales. Sin embargo, el mismo Freire afirmó que la misma no produciría ningún efecto educativo ‘liberador’ mientras se mantuviera la práctica de ‘extender’ el conocimiento desde la ‘sede del saber’ hasta la ‘sede de la ignorancia’.

Lucy Núñez AUTOR

Edición Aniversario / Educación Transformadora

es doctora en Ciencias de la Educación, profesora titular de la UNEG (Jubilada) y docente del doctorado en Ciencias de la Educación de la Universidad Latinoame-

VISIÓN COMPARTIDA Desde entonces, y aún en la actualidad, no existe una visión compartida entre las instituciones de educación universitaria acerca del concepto y alcance de la función de extensión. En las universidades públicas existe una diversidad de estructuras, programas y formas de relaciones de la universidad con su entorno que incluyen proyectos y actividades de educación continua, socio-comunitaria, agrícola, sociorecreativa, deportiva, consultoría y servicio, entre otras. Mientras que en las universidades privadas la función extensionista se orienta a la generación de ingresos propios, al cumplimiento de la responsabilidad social y al servicio comunitario estudiantil (Pérez de Maza, 2007). Lo cierto es que la integración social universitaria, es un tema pendiente en la agenda de la transformación universitaria, el cual, como misión social de la universidad, debe ser una política del sistema educativo universitario venezolano por las implicaciones estructurales, políticas y culturales que conlleva.

ricana y del Caribe (ULAC) y miembro de la Comisión Evaluación y Acreditación de Programas e Instituciones de Educación Superior del Ministerio de Educación Universitaria.


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Tendencias en la educación superior latinoamericana

Hacia el futuro éstas aparecen aún más pronunciadas y diferenciadas, apuntando a alcanzar una mayor profundidad en sus transformaciones, dentro de enormes brechas y déficits sociales, económicos, de equidad e igualdad, de organización y de currícula, ideológicos y conceptuales

El estudio PISA mide los logros de aprendizaje de estudiantes de 15 años. En el año 2009 participaron nueve países de la región. El estudio muestra que un promedio de

48,4% de los alumnos entre estos países ni siquiera alcanza un nivel básico en lectura. Fuente Informe Regional de Monitoreo del Progreso hacia una Educación de Calidad para Todos en América Latina y el Caribe, EPT 2012.

A los cambios que han ocurrido desde una perspectiva histórica, habría que agregar los que se han sumado como expresión del siglo 21, tal es el caso del impacto tremendo que tienen las nuevas tecnologías y que redefinen los espacios de aprendizaje.

De las universidades públicas tradicionales que dominaban el panorama de la región, se ha pasado a la organización de un sistema de educación superior complejo y diversificado, que presenta una realidad harto distinta: de instituciones de un solo campus urbano, se ha pasado a las macrouniversides públicas nacionales con multicampus de estructuras complejas y diferenciadas; de las escuelas técnicas y vocacionales de nivel medio superior, se ha conformado un importante aparato de instituciones politécnicas y tecnológicas de nivel medio, medio superior y superior; de la existencia de unas cuantas y poco significativas escuelas privadas se ha pasado a una condición de dominio en muchos países, por la concentración que tiene la empresa privada en el acceso social y en el número de sus instituciones; de la escasa investigación científica y de un número reducido de investigadores, se cuenta ahora con una multiplicidad de laboratorios e institutos de ciencia que abarcan todas las áreas del pensamiento

humano y de sus fronteras, a pesar de sus insuficiencias; de unos cuantos miles de estudiantes que conformaban la elite de los profesionales, la región vive la masificación de la demanda social por educación superior. A los cambios que han ocurrido desde una perspectiva histórica, como los anteriores, habría que agregar los que se han sumado como expresión del nuevo periodo en el que nos encontramos, tales como la extrema comercialización y mercantilización de las escuelas privadas; el impacto tremendo que tienen las nuevas tecnologías que redefinen los espacios de aprendizaje; el desarrollo de nuevas áreas de conocimiento de base interdisciplinaria que empiezan a verse como sustitutivas de las tradicionales conformaciones curriculares y de la oferta de carreras actual; la contracción severa de los recursos financieros provistos por los gobiernos, con una mezcla de mecanismos de evaluación, rendición de cuentas, aparatos de acre-

ditación que valoran el desempeño de instituciones, programas y personas; la importancia que está adquiriendo la internacionalización de los procesos de aprendizaje y de conocimiento, la aparición de redes y asociaciones académicas, la movilidad de estudiantes y los nuevos procesos de transferencia de conocimientos y tecnologías.

ESTRATEGIAS CLARAS Las anteriores son tan solo algunas de las tendencias fundamentales que durante los últimos decenios están en proceso en la educación superior de América Latina y el Caribe, y hacia el futuro éstas aparecen aún más pronunciadas y diferenciadas, apuntando a alcanzar una mayor profundidad en sus transformaciones, dentro de enormes brechas y déficits sociales, económicos, de equidad e igualdad, de organización y de currícula, ideológicos y conceptuales, dentro de lo cual debe destacarse la falta de políticas de Estado que puedan apreciar no sólo

Axel Didricksson

AUTOR

Edición Aniversario / Educación Transformadora

es sociólogo, doctor en Economía, director del Centro de Estudios sobre la Universidad/UNAM, coordinador general de la Red de Macrouniversidades Públicas de América Latina y el Caribe, miembro Nivel II del Sistema Nacional de Investigadores, titular de la Cátedra Unesco

los cambios que ocurren en las instituciones de educación superior en su relación con la construcción de sociedades del conocimiento, sino también la falta de estrategias claras y de orientaciones con la altura de miras que se requiere. En esta perspectiva, la Unesco-Iesalc se ha propuesto estudiar desde un enfoque prospectivo las grandes tendencias y cambios que ocurren en la región, para definir escenarios de largo plazo que puedan ser un referente central para la conformación de políticas y la definición de estrategias estructurales, que coadyuven a la discusión respecto del papel de la universidades y de la educación superior, en la constitución de una sociedad de aprendizaje permanente y para toda la vida; en la definición de rumbos y procesos que hagan posible vislumbrar lo que podrá ser el sistema futuro de educación superior de la región, para que puedan ser asumidos como propuestas pertinentes desde el presente.

“Universidad e Integración Regional” desde 1995. Especialidad en Educación Superior, disciplina: Políticas Educativas, subdisciplina: Prospectiva de la Educación Superior. Ha publicado “Las macrouniversidades en América Latina y el Caribe” (Unesco, UCV, Caracas 2002), entre otros.


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La

transformación

universitaria Se trata de encarar el doble movimiento de una profunda transfiguración del mapa cognitivo heredado, al tiempo que se reformulan en su raíz los modelos epistemológicos, pedagógicos y organizacionales tradicionales

Es el ejercicio de la reflexión lo que hace de la universidad una comunidad plural de pensamiento

Lo que aparece en el horizonte con toda claridad, es que un cierto imaginario de cambio se ha posicionado en la agenda de la reforma universitaria. Una agenda de algún modo comprometida con un cierto entorno epistemológico, con una determinada visión de la academia, la educación, la ciencia y la tecnología, los saberes populares y la sociedad misma, algunos de cuyos elementos destacados son los siguientes:

LA PERTINENCIA SOCIAL, exigida

cada vez con mayor fuerza. Sin embargo, esta exigencia es inseparable de las instancias de enunciación y de los enfoques y desde los cuales se realiza: para unos, la pertinencia se define como adecuación a demandas socio-económicas o políticas concretas, tal es el caso de las exigencias de profesionalización planteadas desde el mercado laboral o de los requerimientos de la investigación estrictamente asociada a la solución de problemas locales y regionales. Para otros, la pertinencia refiere al cumplimiento de objetivos más amplios como la generación de conocimientos científicos y tecnológicos, y la formación científica y tecnológica, en cuanto condiciones fundamentales del desarrollo económico y social, la creación de bienes culturales

y simbólicos, tales como la investigación social y humanística, los valores consustanciales al ejercicio de ciudadanía y a la profundización de la democracia, la elevación del nivel cultural, educativo y crítico de los diversos sectores sociales.

LA DEMOCRACIA, entendida como un concepto que emerge de la voluntad de participación, y en condiciones de igualdad, de quienes hacen vida en sus espacios. Se traduce en la idea y práctica de un gobierno universitario de talante democrático, el cual implica no sólo la intención de hacer presentes a los distintos sectores que componen a la universidad en la toma de decisiones, sino también, y esencialmente, en las sensibilidades democráticas instaladas en las formas de concebir y practicar la dirección de los asuntos universitarios con claros sentidos de igualdad y de justicia. Se expresa, asimismo, en la potenciación de sus prácticas de investigación, enseñanza e inserción social, cruzadas por la reflexión, como ejercicio de pensamiento libre, de comprensión y crítica frente a toda forma de encuadramiento y disciplinamiento normalizador de los sujetos, comenzando por las que funcionan en la universidad misma. Así como en la expansión de permanentes espacios de de-

bate y de investigación ética que vinculen su quehacer con cuestiones sociales tales como la exclusión, la economía social, el nuevo orden mundial, la sociedad de derechos, la resignificación de la política, la democracia y la ciudadanía, las nuevas lógicas y prácticas culturales asociadas a las nuevas tecnologías de información y comunicación, la salud pública, la educación, la ecología y el desarrollo sustentable, entre otras. En tal sentido, el ejercicio de la democracia universitaria constituye uno de los aportes fundamentales de la universidad a la formación ciudadana y al fortalecimiento de la democracia como forma de vida política.

LA EQUIDAD, pues cualquier propuesta de reforma implica asumir, sin ambigüedades, el compromiso de la universidad, que coloca en primer plano su lucha frontal contra todas las formas de exclusión. En tanto expresión fundamental de esta lucha, es impostergable debatir y buscar alternativas para enfrentar la situación de iniquidad que hoy caracteriza tanto el acceso a la universidad como las condiciones convergentes en los logros educativos de quienes acceden a ella; un álgido asunto en sociedades que, como la nuestra, están marcadas por

una profunda desigualdad económica y por manifiestas prácticas de exclusión e injusticia social. Como sabemos, estos principios se cumplen precariamente en detrimento de grupos sociales, históricamente excluidos, por la conjunción de razones económicas, sociales, culturales, educativas, geográficas, de tradiciones y de comportamientos internos a las instituciones. Por esto, la puesta en escena de la equidad en la educación universitaria comporta la atención a los grupos más vulnerables de nuestras sociedades, ya que sin ello no puede haber impacto de esta educación en la construcción de una sociedad más justa. La educación es la vía para la construcción de una sociedad más justa y democrática, ella brinda las posibilidades para que amplios sectores sociales tengan acceso a bienes materiales y culturales. Estamos obligados a indagar en lo que hemos hecho o hemos dejado de hacer para que la iniquidad en el acceso y en la obtención de logros educativos sea una marca de la institución universitaria, a explorar lo que podemos hacer para que esta marca vaya borrándose, pues entre los asuntos vitales en juego está el papel que la universidad ha de cumplir en los procesos efectivos de democratización social, cultural y política.

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9 Un total de

casas de estudios superiores se crearon en 2010. Fuente Ministerio para la Educación Universitaria.


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el sentido de “lopor justo y del bien

2 293 914 es el número de inscritos en educación universitaria, incluidos pregrado y postgrado, para

2010 según cifras aportadas por el Ministerio para la Educación Universitaria y publicadas en el portal del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).

Hablamos de un asunto que se inscribe en la postulación de una irrestricta apuesta cuyos espacios de realización involucran la confluencia de voluntades, las necesarias sinergias intra e interinstitucionales y, sobre todo, la emergencia de una nueva manera de pensar y objetivar los vínculos entre universidad, Estado y Mundo.

LA CALIDAD E INNOVACIÓN, que asume el enfoque integral de calidad que apunta a los procesos que impulsan a las instituciones de educación superior al logro de metas cada vez más altas y a cumplir de manera satisfactoria con las responsabilidades y expectativas que le son planteadas, entre éstas, las que son de impacto y proyección en su entorno social. LA AUTONOMÍA RESPONSABLE, pues la naturale-

El número de estudiantes por cada mil habitantes se duplicó, al pasar en el año 1998 de

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za académica de las instituciones de educación superior, se vincula con la autonomía como valor sustantivo de las mismas y como condición para la Creación Intelectual. La autonomía de dichas instituciones refiere a las relaciones de estas instituciones con el Estado y la sociedad y, ejercida en los marcos jurídicos de la sociedad, constituye el soporte fundamental de la libertad como expresión, en la vida interna de las instituciones, del derecho a la libertad de pensamiento y expresión. Tal y como la entendemos, la autonomía institucional es una autonomía responsable, en el

sentido de que comporta el deber de responder ante el Estado y ante la sociedad por lo que ellas realizan en el cumplimiento de su misión. La autonomía institucional, en consecuencia, no excluye la rendición social de cuentas o resultados de su quehacer, no sólo en lo que atañe al uso de los recursos financieros sino también, y en lo fundamental, en lo concerniente a las actividades de formación, creación intelectual y difusión del conocimiento. De ello se desprende que la autonomía tiene expresión en el ejercicio de participación democrática de sus cuerpos académicos, en el predominio de los criterios académicos por encima de los de carácter personal, grupal, político o ideológico; en los distintos aspectos de la actividad universitaria; en la innovación de procesos académicos y de gestión, característica de la experimentalidad; en la inviolabilidad del recinto universitario; y en la rendición social de cuentas o resultados de su quehacer en lo concerniente a las actividades de formación, creación intelectual y vinculación social, tanto como al uso de los recursos que la sociedad le otorga.

EL EJERCICIO DEL PENSAMIENTO CRÍTICO, pues

la universidad no sólo es un espacio de creación de conocimientos, de formación y de inserción social, sino también de reflexión como acto que involucra el crear y dar sentidos a lo que se piensa, se dice y se hace.

común; nuevas maneras de relacionarnos con nuestra memoria colectiva, con el mundo en que vivimos, con los otros y con nosotros mismos

Es el ejercicio de la reflexión lo que hace de ella una comunidad plural de pensamiento que asume el pensamiento libre, la duda fructífera, la voz problematizadora y el debate como condiciones para comprender y saber posicionarse ante los fenómenos que definen la compleja situación histórica del presente, ante los problemas éticos de los modelos de desarrollo, del conocimiento, de la política, la cultura democrática, la economía, la comunicación, la educación, la universidad misma; para recrear como diálogo vivo los vínculos con nuestra tradición cultural e intelectual y con el pensamiento universal, para redefinir las formas de relación con el saber y sustentar epistemológica, social y éticamente sus plurales ámbitos, propuestas y formas de acción individual y colectiva.

LA FORMACIÓN INTEGRAL, pues, la organización y el quehacer académicos de las instituciones de educación supe-

por cada mil a 71 por cada mil en 2009. Fuente Ministerio para la Educación Universitaria.

5 700 venezolanos realizaron en 2010 pasantías en los Programas Nacionales de Formación y en Postgrado en diferentes áreas de conocimiento. Fuente Ministerio para la Educación Universitaria.

El ejercicio de la democracia universitaria constituye uno de los aportes fundamentales de la universidad a la formación ciudadana y al fortalecimiento de la democracia como forma de vida política.

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rior en los que se aprende a saber, se sabe aprender y se sabe enseñar, tienen como finalidad fundamental la formación de sus estudiantes, entendida ésta “como un proceso complejo, abierto e inacabado mediante el cual se contribuye no sólo a desarrollar competencias profesionales, sino también y, fundamentalmente, a forjar en los estudiantes nuevas actitudes y competencias intelectuales; nuevas formas de vivir en sociedad movilizadas por la resignificación de los valores de justicia, libertad, solidaridad y reconocimiento de la diferencia, tanto como por el sentido de lo justo y del bien común; nuevas maneras de relacionarnos con nuestra memoria colectiva, con el mundo en que vivimos, con los otros y con nosotros mismos; lo que implica la sensibilización ante las dimensiones éticas y estéticas de nuestra existencia”. El enfoque de la formación integral permite revitalizar la función educadora de dichas instituciones y su importancia parte del reconocimiento relativo al “hecho de que nuestros problemas no son sólo de orden técnico, científico y económico, sino también de carácter social, cultural y ético, es decir, problemas cuya comprensión y solución requieren capacidad de análisis social, compromiso con la consolidación de espacios democráticos y de una sociedad más justa, y el ejercicio de valores éticos. De ahí que las instituciones deban fortalecer la formación integral asumiéndola como el aspecto central de su función docente y de su responsabilidad social”.


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LA EDUCACIÓN HUMANÍSTICA Y ÉTICA, ya que las sociedades de hoy

enfrentan un sinfín de crisis, todas simultáneas y todas interrelacionadas. Entre ellas forman fila las guerras, la destrucción ambiental, la brecha de desarrollo entre el Norte y el Sur, las divisiones de naturaleza étnica, religiosa o idiomática, la barbarización de la política. El camino hacia las soluciones puede parecer demasiado remoto y, sus escollos, terminan por intimidar. Ante ello, la educación puede seguir un curso de desarrollo aislado de toda consideración por la vida humana, o, por el contrario, hacerse cargo de las preguntas relativas a nuestra condición humana: ¿Quiénes somos? ¿Dónde estamos? ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos? Se trata de preguntas que involucran la necesidad de romper con el pensamiento fragmentario y reduccionista de lo humano, que ha disuelto la complejidad de nuestra condición. Y, por ende, la puesta en juego de un nuevo modo de pensar que permita comprender la unidad de lo humano en la diversidad; la unidad de la cultura en la singularidad de cada cultura, el carácter a la vez

singular y múltiple de cada ser humano como ser complejo que no sólo vive de racionalidad y de técnica sino de emociones y sentimientos; que es al mismo tiempo “racional y delirante, trabajador y lúdico, empírico e imaginador, económico y dilapidador, prosaico y poético”. El estudio de la complejidad de la condición humana “como una de las vocaciones esenciales de la educación... conducirá a la toma de conocimientos, esto es, de conciencia, de la condición común a todos los humanos, y de la muy rica y necesaria diversidad de los individuos,

una exigencia “ democrática que

procura el acceso a oportunidades educativas múltiples y flexibles, tanto desde el punto de vista de los ámbitos, contenidos, experiencias, trayectos y niveles

de los pueblos, de las culturas, sobre nuestro arraigamiento como ciudadanos de la Tierra”. Una educación humanística es indispensable para el ejercicio de una ciudadanía asumida con criterio, a la vez, político y ético, y en perspectiva, al mismo tiempo, local y universal.

LA EDUCACIÓN A LO LARGO DE LA VIDA, como concepto asociado a

una perspectiva de la educación, para encarar los retos que tienen ante sí las instituciones, como resultado de la vertiginosidad de los cambios en las dinámicas del conocimiento, en los campos económicos, sociales, políticos, tecnológicos y culturales, y de las formas de desempeño individual y colectivo en ellas. En este sentido, la educación a lo largo de toda la vida se reconoce como una necesidad insoslayable y como una exigencia democrática que procura el acceso a oportunidades educativas múltiples y flexibles, tanto desde el punto de vista de los ámbitos, contenidos, experiencias, trayectos y niveles, como desde el ángulo de los diversos sectores de la población a los cuales van dirigidas. Así pues, la agenda de las reformas uni-

versitarias se define como el gran desafío intelectual y político por reconectar la misión de este espacio singular con los umbrales de otro modo de producción de conocimiento, con el horizonte ético de una mundialización solidaria que se hace cargo responsablemente de las implicaciones de los modelos de desarrollo tecnológicos, de los impactos ambientales, de la equitativa distribución de los recursos del planeta, de las brechas de la pobreza y la exclusión, de los nuevos requerimientos culturales de una época en transición. Semejante programa no es pensable en los estrechos márgenes de un modelo de reflexividad, como el que existe actualmente en la comunidad universitaria, que hace “aguas” por todas partes. Vano sería pretender encarar la gigantesca tarea de repensar la Universidad arrastrando la vieja “caja de herramientas” que apenas permite los ejercicios de sobrevivencia del mundo académico: sin talante crítico, dinamizado sólo por el “¿cuándo pagan?”, sin fuerza creadora, sin voluntad para comprender la complejidad de lo real, sin vigor ético para desafiar el oscurantismo del pensamiento hegemonizante.

La agenda de las reformas universitarias se define como el gran desafío intelectual y político por reconectar la misión de este espacio singular con los umbrales de otro modo de producción de conocimiento.

Alex Fergusson AUTOR

Miembro Fundador del Observatorio Internacional de Reformas Universitarias (Orus-Int. Paris-Francia), Capítulo Venezuela y el Caribe. Candidato a doctor en Ciencias (UCV).

es profesor-investigador en Ecología Humana del Laboratorio de Socioecología del Centro de Ecología Aplicada de la Universidad Central de Venezuela (UCV).

Rigoberto Lanz (+) AUTOR

es sociólogo graduado en la Universidad Central de Venezuela, con maestría en Filosofía de la Ciencia, UCV 1971. Se recibió como Doctor en Sociología en la “Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales” de París en 1985, y cursó

post doctorados en la Universidad de Montreal, en el Colegio de México, en la Universidad de Lille y en la Universidad de la Sorbona. Profesor titular desde 1985, se jubiló en 1994. Vicepresidente del Observatorio Internacional de Reformas Universitarias (Orus).

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DE RAÍZ Con una reforma del pensamiento como la expuesta, se trata de encarar resueltamente el doble movimiento de una profunda transfiguración del mapa cognitivo heredado, al tiempo que se reformulan en su raíz los modelos epistemológicos, pedagógicos y organizacionales tradicionales, es decir, los sistemas de enseñanza, las metodologías de investigación, el lugar de este espacio respecto al entorno sociocultural, las formas de gobierno y de gestión, las reglas formales que rigen estos sistemas, los nexos orgánicos con la educación como un todo, la formación profesional para mercados laborales radicalmente diferentes, en fin, la formación ciudadana para un mundo cuyos parámetros axiológicos poco tienen que ver con la vieja sociedad que va quedando atrás.


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Las TIC imponen nuevos desafíos

Una vez establecidas la condiciones, lineamientos y estándares para lograr la integración de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en los planes de formación inicial y permanente se hace necesario fijar los contenidos, sin dejar de lado aspectos tales como la predisposición y actitud de los docentes en el cambio de rol, y funciones que trae consigo la incorporación de las tic en su práctica profesional

Al hablar de “La educación como eje fundamental del desarrollo” se hace necesario hablar del uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación pues, es indudable que ellas llegaron para quedarse.

300 docentes- aproximadamente- están inscritos en la Asociación Venezolana de Educación Matemática (Asovemat), según censo del 2012.

Para nadie es un secreto que una de las unidades curriculares que ha ocupado los índices más bajos de rendimiento ha sido la Matemática, junto a otras ciencias básicas como los son la Física y la Química. Tratar de solventar los problemas que se han venido presentando con estas ciencias ha ocupado numerosas investigaciones desde los diferentes elementos y aspectos que conforman las Ciencias de la Educación. Encontramos investigaciones relacionadas con el quehacer del docente, sus creencias, motivación, formación académica inicial y permanente o investigaciones desde la perspectiva de los alumnos acerca de sus maneras y estilos de aprendizaje, los procesos involucrados en la apropiación del conocimiento matemático para hacerlo socialmente significativo. Además, se han realizado investigaciones acerca de los recursos utilizados durante los procesos de enseñanza y aprendizaje, entre otros tantos aspectos. Algunos de los resultados obtenidos en dichas investigaciones, sencillamente dan respuesta de acción inmediata y no a mediano o largo plazo, como a veces se pretende. Otros resultados, por el

contrario, quedan engavetados o expuestos en anaqueles sin tener mayor incidencia en la solución de los problemas planteados en la investigación. Creo que se está llegando a una suerte de transformaciones curriculares que, se ha determinado, son necesarias para que la educación sea considerada un eje fundamental de desarrollo. En este sentido, se habla de la matemática para la vida, es decir, hacer una matemática accesible, ponerla más terrenal bajándola de lo abstracto a lo concreto y resaltando su utilidad al servicio de la sociedad. Hablamos de una matemática aplicada y propia para cada individuo dependiendo de su formación. Es decir, nos preguntamos cuál es la matemática que requiere conocer un alumno del subsistema de educación básica, por ejemplo, o cuál sería la que necesita un alumno del educación superior. Nos cuestionamos acerca de qué tanta matemática debe conocer un ingeniero, un abogado o un contador por nombrar solo algunas de las carreras universitarias. Llegar a un consenso sobre la matemática que cada especialista necesita, estamos conscientes, es una tarea titá-

nica pero es, en definitiva, nuestro reto como docentes investigadores.

EDUCACIÓN 2.0 En la Universidad Nacional Experimental de Guayana estamos trabajando en el diseño de programas de cursos avanzados en Educación Matemática, Ciencias Básicas y Gestión Educativa con la finalidad de responder a las necesidades de la comunidad respecto a la demanda de profesores que se requieren en estas áreas del conocimiento. El programa de estudios avanzados en educación matemática pretende, entre otros aspectos: contribuir con la formación matemático-didáctica de los docentes, propiciando: a) el análisis, mejoramiento o creación de propuestas viables e innovadoras en los procesos de enseñanza y aprendizaje de las matemáticas escolares y b) reforzar y consolidar el conocimiento disciplinar (conocimiento matemático), el conocimiento didáctico (conocimiento pedagógico) y el conocimiento tecnológico. En este último aspecto quiero hacer énfasis, en la utilización de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC),

Sandra Castillo Vallejo

AUTOR

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es licenciada en Educación, mención Informática y Matemática, egresada de la Universidad Católica del Táchira, con maestría en Educación mención Enseñanza de la Matemática en convenio UNEG – UPEL y realizó el doctorado en Ciencias Humanas

pues, es bien conocido que hablamos de la Educación 2.0, aún no hemos terminado de apropiarnos de ella cuando ya se está hablado de la Educación 3.0. Estamos en presencia de nuevos desafíos que debemos enfrentar tanto en la formación permanente de los docentes de matemática en ejercicio, como en los docentes que se están formando a lo largo y ancho del país en las distintas instituciones universitarias. Se debe procurar un cambio de actitud hacia el uso de las TIC en la formación de los docentes y favorecer la integración de las mismas en el diseño curricular para fomentar actitudes y habilidades para la investigación, desarrollar conocimientos y habilidades para la selección y evaluación de recursos tecnológicos y usar la mayor cantidad de entornos de aprendizaje y enseñanza para alcanzar los niveles de alfabetización esperados, tomando en cuenta la infocultura y la inforestructura de las instituciones, de todos los niveles del sistema educativo, contribuyendo así, a visualizar y concebir la educación como un eje fundamental de desarrollo que forme individuos competentes y críticos para vivir en la sociedad del siglo XXI.

de la Universidad del Zulia en la Línea de Investigación Didáctica de las Matemáticas y las Ciencias Naturales. Es docente de la Universidad Nacional Experimental de Guayana (Uneg) donde también coordina el Centro de Investigaciones en Ciencias de la Educación Guayana (Ciceg).


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Situación educativa regional En el estado, el nivel de primaria agrupa mayor cantidad de estudiantes en el sector oficial, en cambio el nivel de educación media presenta mayor matrícula en el sector privado. El porcentaje de repitientes en el estado es de 4,9% en el nivel de media, siendo los municipios Sifontes, Gran Sabana, Sucre y Cedeño los de porcentaje más elevado (18, 13, 12 y 9 % respectivamente), con respecto a su propia matrícula. La concentración de docentes que laboran en el subsistema de Básica, en el estado Bolívar equivale, aproximadamente, al 5% del total de docentes reportados por el Ministerio del Poder Popular para la Educación en el país, concentrados en su gran mayoría en el sector oficial y en los municipios Heres y Caroní. De acuerdo a las cifras del número de secciones y aulas, tanto de dependencia oficial como privada, existe un déficit de aulas en ambos sectores; en correspondencia con el número de instituciones, son los municipios Caroní y Heres quienes agrupan el mayor número de aulas y secciones. En cuanto a las misiones educativas en el estado Bolívar, la Misión Robinson concentra el 50% de su matrícula en los municipios El Callao, Heres y Cedeño, mientras que la Misión Ribas agrupa el 45% de su matrícula en el municipio Caroní y un 25% en el municipio Heres. Fuente: Clarysse Quijada e Yramia Lanz, Centro de Investigaciones para la Educación, Productividad y Vida de la UCAB Guayana, marzo 2010.

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El poder del lenguaje en las matemáticas

La enseñanza-aprendizaje de las matemáticas como lenguaje, parte del supuesto de que el uso consciente de las relaciones entre el lenguaje matemático y natural permiten a los estudiantes alcanzar la apropiación con significado y sentido de los objetivos matemáticos

1993 año en que se constituyó la Asociación Venezolana de Educación Matemática (Asovemat), asociación que impulsa la realización del Congreso Venezolano de Educación Matemática (Covem).

La enseñanza-aprendizaje de las matemáticas como lenguaje constituye una propuesta didáctica socializadora que reconoce el poder del uso del lenguaje para activar el protagonismo de los estudiantes en el desarrollo del ser, hacer, conocer y convivir de la clase de matemática.

La matemática posee un lenguaje abstracto que se manifiesta en la enseñanza, al menos de dos maneras: a nivel didáctico y como objeto de conocimiento. A nivel didáctico permite instrumentar la enseñanza a través de la comunicación efectiva en el uso del lenguaje y como objeto de conocimiento el aprendizaje de la matemática en términos lingüísticos. El problema de su aprendizaje radica en la comprensión del lenguaje de las matemáticas, el cual resulta ser tan incomprensible a la mayoría de los estudiantes como el de una lengua extranjera que no habla. Al respecto, se piensa que las dificultades en el aprendizaje de las matemáticas radican en el carácter oculto de las especificidades de los objetos matemáticos (OM), dadas en el lenguaje matemático que, al no ser comprendidas por los estudiantes, generan el conflicto y actitudes desfavorables hacia el aprendizaje de las matemáticas.

Esta dificultad se incrementa si el profesor instrumenta regularmente en la clase de matemática sólo el lenguaje matemático (literal) para referirse a los OM. En ese sentido, se considera elucidar el lenguaje matemático sobre la base del lenguaje natural, bajo una concepción socializadora de las matemáticas, que concibe al aprendizaje de las matemáticas como un problema de lenguaje.

APROPIACIÓN La enseñanza-aprendizaje de las matemáticas como lenguaje, parte del supuesto de que el uso consciente de las relaciones entre el lenguaje matemático y natural permiten a los estudiantes alcanzar la apropiación con significado y sentido de los OM. Ésta didáctica se centra en el poder del uso del lenguaje en la clase de matemática, la cual le permite al profesor ir más allá de la mera presentación de los OM o lectura del libro texto,

porque, «cuando se le muestra a alguien la pieza del rey en ajedrez y se dice “ese es el rey”, no se le explica con ello el uso de la pieza – a no ser que ya conozca las reglas del juego salvo en este último extremo» (Wittgenstein, 1988, p.47). Al respecto, es clave la verbalización en voz alta y para sí del estudiante del qué del significado de las acciones y operaciones realizadas sobre las representaciones y registros de los OM. La apropiación del conocimiento matemático no es el objeto que se pasa de persona a persona como el juego de cualquier pelota, o colocar o imponer en forma acabada en la mente del estudiante el OM, el aprendizaje depende en gran medida del otro que enseña, el profesor, quien instrumenta la comunicación con niveles de ayuda en la zona de desarrollo próximo del estudiante. En esa dirección se insiste ofrecer a los estudiantes, en los momentos inicia-

Ángel Omero Mora Pernía AUTOR

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es licenciado en Educación, mención Matemática, egresado de la Universidad de Los Andes (ULA), con maestría en Educación, mención Enseñanza de la Matemática, realizada en la Universidad Pedagógica Experimental Liberta-

les de la enseñanza, ejecutar acciones de tipo verbal sobre el objeto material para derivar interpretaciones sobre las representaciones semióticas, sobre todo aquellas de carácter lingüístico, que permiten a los involucrados el acto de comunicar las distintas facetas, dadas primeramente por las representaciones y después en los registros semióticos. Esta distinción hace que el estudiante tome conciencia plena del objeto matemático, sea capaz de verbalizar si reconoce o no las aplicaciones posibles y diferenciar el concepto con las representaciones, entre otros aspectos. En ese sentido, la enseñanza-aprendizaje de las matemáticas como lenguaje constituye una propuesta didáctica socializadora que reconoce el poder del uso del lenguaje para activar el protagonismo de los estudiantes en el desarrollo del ser, hacer, conocer y convivir de la clase de matemática.

dor (UPEL), y doctorado en Ciencias Pedagógicas de la Universidad de La Habana (Cuba). Es miembro del Centro de Investigaciones en Ciencias de la Educación (Ciceg) donde desarrolla la línea de investigación en educación matemática.


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La enseñanza de la historia local

Los habitantes de hoy conocen muy poco de lo que fuimos y el rol histórico que ha jugado esta tierra ancestral en la formación del ser venezolano; lo que está estrechamente vinculado a la historia que se enseña en las escuelas y liceos de nuestra región

El interesante y complejo proceso de construcción histórico-social, es prácticamente desconocido por los venezolanos, -y porque no decirlo-, por los propios habitantes de la región. En la imagen: Carta de Guayana de J. N. Bellín de 1763.

En

1840 ocurre otro “milagro” para que la atención de los historiadores se vuelquen sobre estas tierras de selva y aguas, mitos y leyendas: se descubren las minas de oro de la cuenca del Yuruary.

El proceso histórico de formación de la nación venezolana no fue simple, ni homogéneo. Este fue contradictorio y complejo. Venezuela no fue un país integrado sino hasta bien avanzado el siglo XX, es decir, hasta la aparición del petróleo. Antes de esa transformación, el espacio geográfico que hoy conocemos como Venezuela, estaba conformado por una serie de regiones separadas unas de otras, sin vías de comunicación que las vinculara, sin una historia común que las uniera; sin una estructura económicas o modelo de producción integrado; cada región se conectaba directamente con los centros capitalistas externos que demandaban sus productos. La capitalidad de Caracas, durante y después de la Independencia, fue vista -por el resto de las provincias- como un hecho administrativo formal; ésta, en la práctica, no era aceptada, y en muchas ocasiones los intereses locales y regionales entraban en contradicción con los intereses de la dirigencia asentada en la capital. Con el correr del siglo XIX y XX, Caracas se convirtió en el centro de la vida nacional. Con Guzmán Blanco, luego con los andinos en el poder, y finalmente, bajo el modelo económico petrolero, el centralismo caraqueño se exacerbó, y el

resto del territorio fue relegado o convertido en el patio trasero de la capital venezolana. La forma de escribir y enseñar la historia del país reprodujo ese modelo centralista. La rica multiplicidad histórica venezolana fue reducida a una visión lineal gestada desde la región central del país. Consecuencia de ello, las particularidades históricas de las regiones y localidades venezolanas, no están debidamente contenidas en la historia “nacional”. Estas aparecen y desaparecen, según los intereses y vaivenes de la “dirigencia nacional” asentada en Caracas; por lo tanto, no son vistas, en sí misma, sino como apéndices de los grandes acontecimientos de la historia nacional promovida desde la capital de la república. Por su parte, el proceso desconcentrador y descentralizador que comenzó en 1989, que parecía irreversible y liberaba la provincia venezolana, y sus procesos, de la asfixia que significaba el centralismo impuesto desde Caracas, no trascendió el siglo XXI.

LA GUAYANA AUSENTE Por su supuesto, Guayana no ha escapado a esa concepción de la historia del país. Antes por el contrario, ha sido una de las grandes ausentes en la “his-

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toriografía nacional”. Su interesante y complejo proceso de construcción histórico-social, es prácticamente desconocido por los venezolanos, -y porque no decirlo-, por los propios habitantes de la región. La historia de Guayana –conocida ¿difundida?-, no trasciende las letanías y reiterativas referencias que dan cuenta: antes de la llegada de los españoles, ríos, selva y aborígenes; el siglo XVI: el Dorado, piratas y aventureros (Raleigh), las Amazonas, seres deformados con ojos en el pecho (mito y leyenda); XVII y XVIII: Diego de Ordaz, Antonio de Berrío y la fundación de Santo Tomé de Guayana, el desarrollo económico promovido por los capuchinos catalanes (aunque actuaron otras órdenes religiosas, entre éstas, los jesuitas, quienes dejaron una obra escrita en el campo geográfico y cultural, que trasciende a nuestros días), la gestión del gobernador Manuel Centurión (aunque se cuentan por docenas los gobernantes coloniales y republicanos con reconocida obra de gobierno, Dalla Costa, por ejemplo); el puerto de Angostura (aunque San Félix o puerto de Tablas fue tan importante como aquel). Respecto al siglo XIX, Guayana es referida en la “historia nacional”, principal-

mente, en el periodo de la Independencia, primero, por la supuesta “traición” y “deslealtad” de los guayaneses con los “compatriotas” caraqueños en 1810 (sin la fundamentación de esa aptitud); motivando, incluso, ser execrada de la historia de patria, es decir, de la historia que se escribió en y desde Caracas. Así se explica que entre 1810 y 1817, Guayana no aparece en la historiografía nacional, sino como desleal y traidora. Sin embargo, como consecuencia de la presencia de Simón Bolívar en Guayana (1817-1819) -gracias a la visión táctica y estratégica del general Manuel Piar, cuya impronta en Guayana tampoco es reflejada por la historia nacional-, la creación del Correo del Orinoco y la celebración del Congreso de Angostura, entre otros, Guayana pasa a ser parte importante, más no fundamental, como en efecto lo fue, en la etapa culminante de la guerra por la independencia nacional y de la Nueva Granada. En 1820-21, al comenzar la transmigración de los libertadores de Angostura a Cúcuta y de ésta a Bogotá -pues, había nacido la República de Colombia-, Guayana y Angostura quedaron desamparadas y en la ruina, producto de sus aportes en hombres y recursos a la guerra; nuevamente silencio y olvido.


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Sin embargo, en 1840 ocurre otro “milagro” para que la atención de los historiadores se vuelquen sobre estas tierras de selva y aguas, mitos y leyendas: se descubren las minas de oro de la cuenca del Yuruary. Hasta fines del siglo XIX esta riqueza, no solo, mantuvo la economía regional, junto al balatá, la sarrapia y el caucho; sino también, ocupó la atención, incluso, del propio presidente Antonio Guzmán Blanco, quien propició la creación del Territorio Federal Yuruary (1881), a fin de ejercer todo el control sobre el importante recurso minero. Con la disminución del potencial aurífero, desaparecen también las páginas referidas a Guayana en la “historia nacional”. Aunque en 1902, la presencia de Juan Vicente Gómez en Guayana, quien por esos años vicepresidente de Venezuela, vino a Guayana a sofocar el levantamiento militar conocido como la Batalla de Ciudad Bolívar, se le confiere a la región “el privilegio de figurar” nuevamente en la “historia nacional” venezolana de fines de siglo XX “como la tierra donde se cerró el ciclo de las guerras civiles en Venezuela”. Luego de medio siglo (1900-1950) de silencioso trabajo de exploración y explotación del mineral de hierro, cuyo mineral –incluso- pasó a ocupar el segundo lugar como generador de divisas a la nación, surge otro milagro: se crea la Corporación Venezolana de Guayana y el Distrito Municipal Caroní (1960 y 1961) respectivamente; y con ello, la historia regional y local guayanesa contemporánea; una interesante etapa de la historia local y regional guayanesa, en la que muchos de los que escuchan o leen estas líneas, han sido actores, protagonistas, en fin, artesanos de su construcción. Así, el proceso histórico-social guayanés, ha estado caracterizado por saltos, omisiones, apariciones, desaparicio-

nes, siempre al compás de la dinámica e intereses del poder militar, político y económico asentado y dirigido desde Caracas.

CONTENIDOS SIN HISTORIA Guayana ha sido para los venezolanos una gran desconocida; aún hoy, la percepción que se tiene de ella es de ser solamente una tierra de selvas, ríos, etnias indígenas, hierro, aluminio y Puerto Ordaz. Pero más grave aún es que el desconocimiento es así mismo una realidad, para la mayoría de los guayaneses. Los habitantes de hoy conocen muy poco de lo que fuimos y el rol histórico que ha jugado esta tierra ancestral en la formación del ser venezolano. Obviamente, ello está estrechamente vinculado a la historia que se ha escrito, se conoce y se difunde; en fin, la historia que se enseña en las escuelas y liceos de nuestra región. Es un hecho reconocido por las mismas autoridades educativas la inexistencia de programas y contenido programáticos referidos al tema histórico regional y local. Al respecto se fundamenta las limitaciones que deben enfrentar los docentes ante la carencia de textos de referencia sobre temas regionales. Con-

secuencia a su vez, de la falta de promoción y apoyo a las investigaciones sobre los procesos regionales y locales, como a la publicación de los mismos. La segunda mitad del siglo XX fue fructífera en publicaciones científicas referidas al tema histórico guayanés, en particular sobre el período colonial y la independencia, que aportaron interesante información, crítica y documental, sobre las particularidades y especificidades regionales de ambos períodos históricos en Guayana, pero falta mucho más por hacer y profundizar. En fin por conocer y aprender. Por todo lo antes expuesto permítaseme puntualizar lo siguiente: la regionalización de la enseñanza no es un problema administrativo que se resuelve con la creación de una Autoridad Única. La regionalización de la enseñanza es “fundamentalmente un hecho académico”, que como bien lo afirmaba el historiador Rutilio Ortega, del Centro de Estudios Históricos de la Universidad del Zulia, en las Jornadas para la Enseñanza de la Historia Local y Regional del Estado Bolívar, celebradas en Ciudad Guayana en 1991: “…es formar al hombre de cada región dentro del amor, el respeto y defensa de lo local y regional”, es decir,

formar al ciudadano desde su entorno más inmediato. Regionalizar la educación en Guayana, exige conocer a Venezuela partiendo de Guayana. Por ello estamos ante el reto de tener que revisar y redimensionar la educación local y regional en Guayana, de revisar programas y textos para incluir y discutir lo regional y local ¿O es que vamos administrar un proceso educativo regional sin incluir nuestros valores, nuestra historia, en esa enseñanza? La promoción de los estudios históricos regionales y locales en Venezuela, no son una vía: es la vía posible para alcanzar el objetivo de construir una auténtica historia nacional venezolana; lo cual supone promover, incentivar y apoyar los estudios, investigación y enseñanza de los procesos históricos locales y regionales en Venezuela; que incorpore todas las regiones y localidades, sus particularidades y especificidades desde sí mismas. Esta es una responsabilidad que debe asumirse, como un compromiso irrenunciable y una responsabilidad, en beneficio de una sólida y auténtica formación y enseñanza de la historia local, regional y nacional venezolana, como eje fundamental para el desarrollo del

La historia de Guayana va más allá de los españoles, el Dorado, los piratas y aventureros como Raleigh o de seres deformados con ojos en el pecho.

Hildelisa Cabello Requena AUTOR

es licenciada en Historia, egresada de la Universidad de Los Andes. Es funcionaria emérita de la Corporación Venezolana de Guayana donde se desempeñó en los Departamentos de Educación y Cultura, egresando como gerente-fundadora del

Archivo Central CVG. Autora de la Historia Regional del Estado Bolívar (1996/97), investigación encomendada por la Academia Nacional de la Historia. En 1984, en el marco de los programas educativos de la CVG, diseñó y coordinó la ejecución del proyecto “Centros de Historia Regional”.

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XIX Respecto al siglo

Guayana es referida en la “historia nacional” en el periodo de la Independencia por la supuesta “traición” y “deslealtad” de los guayaneses con los “compatriotas” caraqueños en 1810 (sin la fundamentación de esa aptitud); motivando, incluso, ser execrada de la historia de patria, es decir, de la historia que se escribió en y desde Caracas.


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Desplegar

las inteligencias múltiples La inteligencia no es una calidad monolítica sino que tiene manifestaciones, las que a su vez, pueden variar a lo largo de la vida dependiendo del desarrollo que se le dé a esa inteligencia

20 seccionales conforman la Asociación Nacional de Institutos Educativos Privados (Andiep), institución que contribuye en la búsqueda de mejorar la calidad de educación, y hoy día impulsan las “inteligencias múltiples”.

No sabemos dónde nos llevará la revolución de la inteligencia. Se ha demostrado que todos los humanos somos inteligentes (1978) y que se pueden desarrollar al máximo nuestras habilidades.

La Asociación Nacional de Institutos Educativos Privados (Andiep), sin temor a equivocarme, es cuna de líderes con sentido, creatividad y transcendencia. Hacer un histórico de Andiep nos lleva a pasearnos por grandes hombres y mujeres que fraguaron las bases para que la educación privada laica contribuyera con el fortalecimiento del proceso educativo, como instrumento fundamental para alcanzar el desarrollo socioeconómico, político y cultural del país. Por su papel formativo de recursos humanos, su función es crear, adoptar y difundir conocimientos científicos y tecnológicos, y su efecto en la educación de nivel de vida de las grandes mayorías. Los objetivos fueron y han sido cambiantes, pues se realizaron asambleas con todos los miembros afiliados a nivel nacional con un total de 20 seccionales, donde cada 2 años se elegían presidentes para dirigir y analizar a fondo las grandes revoluciones de la humanidad pues, de acuerdo al eminente sociólogo Abraham Maslow, vemos que con cada revolución hemos avanzado un poco hacia la satisfacción de las necesidades básicas del ser humano.

REVOLUCIÓN DE LA INTELIGENCIA Antes de la revolución agrícola, nuestros antecesores apenas podían cumplir con sus necesidades fisiológicas mínimas: agua, comida, sueño, sexo; gracias a la revolución agrícola, pudimos avanzar y satisfacer las necesidades básicas de seguridad: una familia, un hogar, una sociedad. La revolución industrial nos permite seguir subiendo en la escalera de las necesidades humanas básicas hasta el punto que con la revolución de la inteligencia podemos considerar la satisfacción de las necesidades de autoactualización y realización personal. Maslow definió este estado máximo como: “el deseo de ser más y más de lo que uno es, llega a ser todo lo que uno es capaz de ser”. No sabemos dónde nos llevara la revolución de la inteligencia. Se ha demostrado que todos, los humanos somos inteligentes (1978) y que se pueden desarrollar al máximo nuestras habilidades. Luis Alberto Machado, venezolano, contra viento y marea perfeccionó sus ideas hasta que fueron llevadas a la práctica; decía: “nadie nace genio” y no hay ningún misterio insondable en la inteligen-

cia del genio. En 1984, la Unesco en un trabajo titulado “El desarrollo de la inteligencia ¿Una esperanza o realidad?”, se enfatizan dos hechos fundamentales: 1.La inteligencia humana es mejorable o es susceptible de ser estimulada y perfeccionada científicamente. 2.Los procedimientos para estimular el desarrollo de la inteligencia son heterogéneos, imperfectamente conocidos y los resultados no siempre previsibles y en general, moderados. 3.Machado no ha arado en el mar. Sus ideas se utilizan en lugares alrededor del mundo. 4.La revolución del cerebro. El cerebro es el órgano más maravilloso del ser humano. Es la estructura más compleja del universo conocido. Controla los pensamientos, las emociones, los movimientos y los sentimientos.

INTELIGENCIAS MÚLTIPLES Como Andiep, en la búsqueda de mejorar la calidad de educación, nos hemos propuesto seguir y revisar las diferentes etapas de su respectivo siglo, y hoy día desarrollamos las “inteligencias múltiples”,

Yanet Márquez AUTOR

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eslicenciada en Educación Integral, mención Lengua, con postgrados en Ciencias Educativas 2004 y Uso de la Técnica en Educación Universidad Metropolitana, y culminación del

demostrando algunos estudios que la inteligencia no es una calidad monolítica sino que tiene manifestaciones, las que a su vez, pueden variar a lo largo de la vida, dependiendo del desarrollo que se le dé a esa inteligencia. Howard Gardner ha popularizado sus estudios sobre siete diferentes inteligencias como son: lingüística, musical, espacial, lógico-matemática, kinestésica corporal, interpersonal, intrapersonal; el admite que puede haber otros tipos de inteligencias y que una persona puede exhibir más de una. La inteligencia se va desarrollando con la práctica, así lo reconoció el científico estadounidense Thomas Ávila Edison: “El genio es 1% inspiración y 99% transpiración”. Somos culpables de tantos errores y de tantas faltas. Pero el peor de nuestros crímenes es abandonar a los niños, desperdiciando la fuente de la vida. Muchas de las cosas que necesitamos pueden esperar; el niño no puede. Ahora es la hora, se están formando sus huesos, se está haciendo su sangre y se están desarrollando sus sentidos. No podemos responderle “mañana” su nombre es “hoy”.

doctorado Innovación, Curricular UNA y UCE (Córdoba, España). Actualmente es la presidenta nacional de Andiep y directora de Formación del Centro de Políticas Públicas Ifedec.


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La empieza educación por casa Una nación próspera, segura y que ofrece oportunidades a sus ciudadanos, nace como resultado de importantes esfuerzos que imprimen los entes que en ella hacen vida y, si nos disponemos a trabajar para lograr este cometido, habrá que considerar el legado de nuestro Libertador, así como también, la presencia y cooperación de los sectores que integran la sociedad

449 500 el número de docentes que trabajan en el sector oficial mientras que 97 164 laboran en el sector privado, según cifras aportadas en 2011 por el Ministerio de Educación y publicadas en el portal del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).

Hogar y escuela deben trabajar en mutua coordinación y teniendo siempre en cuenta que el objetivo que se persigue es formar ciudadanos dignos y comprometidos con su nación.

Nuestro amado Libertador Simón Bolívar durante toda su vida manifestó gran apego y respeto por la educación como la gran formadora y modeladora de verdaderos ciudadanos, tal es así que, entre otros de sus pensamientos que se han encontrado en sus escritos, expone: “Las naciones marchan hacia el término de su grandeza con el mismo paso que camina su educación”. Y otros que valen la pena destacar en este sencillo escrito son: “Moral y luces son nuestras primeras necesidades”. Así como: “Un ser sin estudios es un ser incompleto” El legado que nos viene del hombre más grande nacido en América, involucra elementos indispensables para el logro de tales fines como son los valores, y si vamos a referimos someramente a los principios que hacen posible la formación de individuos aptos para la sociedad, que en síntesis son de los que depende la construcción de la nación que soñamos, queremos y necesitamos, se hace indispensable mencionar por una parte, los que se consideran fundamentales: respeto, responsabilidad, decencia, compromiso, puntualidad y

girando todos en torno a la ética como rectora de las actitudes que debe manifestar con el ejemplo todo buen ciudadano. Como complemento determinante a este requerimiento, es importante destacar el rol que deberán asumir los padres en la constitución de verdaderos hogares, considerados estos por excelencia, como células de las familias y sociedad.

CORRESPONSABILIDAD En este sentido cabe destacar que, existen marcadas diferencias entre lo que es vivir en una casa y lo que es formar un hogar. Sociólogos y expertos en esta materia exponen que tales discrepancias están relacionadas directamente con: la comunicación, el afecto y presentación de modelos que de parte de los padres se deben proyectar a quienes coexisten en un núcleo familiar. En otras palabras; cuando se vive por vivir en una casa, las interrelaciones que expresan sus miembros, no se desarrollan bajo un clima de hospitalidad, amor, cordialidad, generosidad, respeto ni amistad, etc. Por el contrario, en un

hogar, la mayoría de sus integrantes, comparten desde los alimentos hasta las situaciones que les presenta la cotidianidad. Todo lo anterior invita a reflexionar y más allá, actuar en pro de la conformación de verdaderos hogares, por lo que se hace urgente trascender en los hijos con modelos de vida que les permita ubicarse en una sociedad exigente en la que hoy por hoy debe ser marcada por buenos comportamientos que, apegados a valores y principios, eleven la condición de vida de quienes las integran. Otro ámbito al que habría que poner atención, si queremos desde ya dar pasos hacia la construcción de un país distinto al que hoy tenemos, es la escuela por constituirse como el centro de formación y capacitación de los jóvenes que van hacia una vida profesional. En este sentido, la labor del maestro deberá estar dirigida a no sólo instruir, sino con su ejemplo a educar, por lo que se requerirá de la participación de hombres y mujeres comprometidos que posean, entre otras de sus actitudes y/o capacidades, una muy especial condi-

José Eduardo Orozco AUTOR

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es educador y profesor de Ética del Centro de Extensión, Desarrollo Ejecutivo y Consultoría Organizacional (Cendeco) de la Universidad Metropolitana (Unimet), y de la Universidad “Santa María”; productor y conductor del

ción humana. En este orden de ideas, se hace imperioso distinguir entre lo que es un docente y lo que es un educador. Un docente lo identifico como un profesional que, gracias a sus esfuerzos, logra obtener un título en cualquiera de las áreas del conocimiento y que está plenamente autorizado por el estado, para brindar importantes nociones en lo que corresponde a su especialidad. Un educador, además de contar con las características anteriores, aprovecha su misión de vida, el momento social e histórico para trascender en sus alumnos a través del ejemplo que le marcan sus valores: es puntual, responsable, respetuoso, decente, empático y mucho más allá, comprometido con lo que hace; es decir, no se queda en una clase, va más allá porque comprende y valora a sus alumnos. Los dos (2) importantes ámbitos abordados hasta el momento, deben trabajar en mutua coordinación y teniendo siempre en cuenta que el objetivo que se persigue es formar ciudadanos dignos y comprometidos con su nación.

programa de radio: “De Educación y Algo Más” transmitido por el circuito Actualidad de Unión Radio 90.3 FM, el cual recibió de la Federación Venezolana de Maestros el premio “Día del Maestro” como mejor programa educativo del año 2009.


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