SIERVOS DEL
DIVINO AMOR
AGOSTO 2020 Año
VIII
No. 84
Seminario de San José
EDITORIAL
LLAMADOS A SER SANTOS A cada uno de nosotros el Señor nos eligió «para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor» (Ef 1,4). Nos recuerda el Papa Francisco en su Exhortación apostólica “Gaudete et Exsultate” sobre el llamado que hace Dios a todo ser humano a ser santo.
El Santo Padre hace hincapié en este llamado que es la finalidad de nuestra vida, no hay ninguna otra meta, ideal, ilusión u objetivo más importante para cada ser humano que el ser santos. Ser santos no es sólo para unos cuantos privilegiados sino para quienes, a través de muchas maneras, tantas cuantas distintas personas existan, se esfuercen por vivir la Voluntad de Dios en sus vidas. Y el Papa también afirma que el camino a la santidad es distinto para cada quien, es cierto que en los grandes santos ya canonizados encontramos ejemplos que nos ayudan y motivan para alcanzar esa meta, sin embargo, Dios tiene un camino personal para cada uno pero siempre en el seguimiento de Cristo especialmente el camino de la Cruz que el sendero de la verdadera santidad.
Así, cada santo venerado, ha transitado por ese camino de una manera o de otra de la mano de Jesús, acompañado y moldeado por la Gracia del Espíritu Santo quien es el Santificador. Por eso cada persona encuentra ese camino de santidad según lo que Dios quiere de el. Y en eso consiste la santidad en hacer la Voluntad del Padre y completar la misión que El le ha encomendado desde toda la eternidad. Y así descubrimos la vocación (llamado) que cada uno tiene a través de las distintas formas de vida: el sacerdocio, la vida consagrada, el matrimonio y la soltería todas estas formas a las que Dios llama para alcanzar la santidad.
El Papa nos advierte de dos peligros que nos impiden ser santos: dos herejías antiguas que hoy son muy actuales, en primer lugar el “gnosticismo” entendido en palabras muy simples como el querer ser santos con mis conocimientos sobre los demás, haciendo a un lado la vida de oración y privilegiando lo intelectual, saber más sobre Dios sin hacer vida la Palabra de Dios, y por otro lado el “pelagianismo” que se entiende como valerme yo mismo y con mis solas fuerzas y esfuerzos para ser santo haciendo a un lado la gracia de Dios que finalmente, por ser gracia, es decir un regalo, es como el Espíritu Santo nos santifica, y el esfuerzo humano cuenta por supuesto, pero no lo es todo para ser santos.
En fin, los invito a que lean y estudien este documento del Papa “GAUDETE ET EXULTATE” “Alégrense y regocíjense” de Papa Francisco que nos ayuda para vivir la santidad y nos da como itinerario de salvación la vivencia de las “bienaventuranzas”. María Santísima nos ayude para lograr esa santidad en estos tiempos difíciles pero que al mismo tiempo nos dan oportunidad de lograr esa meta de llegar a ser santos.
Dios es Amor P. Francisco Javier Rebollo León sda
Porque a cada uno de nosotros el Señor nos eligió «para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor» (Ef 1,4).
NUESTRA ESPIRITUALIDAD ¿Por qué estáis con tanto miedo?¿Cómo no tenéis fe?
Cuando Jesús increpa a la tempestad porque sus apóstoles tenían miedo Él les dice: “¿Por qué estáis con tanto miedo? ¿Cómo no tenéis fe?” (Mc. 4, 35-41). Así pareciera ahora que estamos en medio de la tempestad y, pareciera también que nuestra barca se hunde en medio de esta pandemia que es el mar embravecido.
Pero, recordemos que, con nosotros, en nuestra barca va Jesús que, aunque parece que descansa durmiendo, ahí está. Y nosotros atrevámonos a llamarlo para pedirle que nos ayude, que nos hace falta fe, y que una vez que haya aumentado nuestra fe, sabremos que es ÉL, y sólo Él, quien nos puede ayudar en situaciones como estas. Y, que no nos diga cómo no tenéis fe, sino que, vea que es tanta nuestra fe en que sólo con Él estaremos a salvo, que nos conceda la gracia de calmar la tempestad que es esta pandemia, y que todavía es más fácil hacerlo si empezáramos junto con Nuestro Señor a tranquilizar esa pandemia de falta de fe que hay en todo el mundo.
Veamos una parte de nuestros escritos de nuestra espiritualidad, que nos pueden dar luz para meditar en esta situación. “Que nada les espante ni los acobarde.” Recuerda que me tienen a Mí, que nada les espante ni los acobarde, vean lo que vean oigan lo que oigan, porque es verdad todo será según el pecado, la falta de fe hacia Mi. Yo Soy el Único y no hay otro Dios. Sean ustedes siempre fieles a Mi Amor. Plagas, terremotos, incendios, el mar bramará y parecerá que todo se acabará mas no será así porque el fin sólo si ustedes fallan en creer en Mi se adelantará la parusía, si el hombre por su ceguedad prefiere la muerte como es el aborto, y todo lo que no es vida, Yo lo escucho y así será su propio destructor.
Padre Jesús Leonardo Rebollo León sda
Pero el que me ama y es fiel creyendo que somos un solo Dios Verdadero y que Soy Misericordia, no morirá porque esta cierto de La Verdad que Yo Soy. María los ama especialmente México, sigan en oración Yo los bendigo. Yo te digo pongan atención a los acontecimientos háganlo con fe sin prisas tendrán avisos claros inconfundibles. Yo los bendigo. De Nuestra Espiritualidad propia. 6 de mayo del 2015, 3:15 p.m. Sagrado Corazón de Jesús. Siervos del Divino Amor.
Pidámosle a Dios y a Su Santísima Madre nos dé fe en Él y en su infinito amor para que, llenos de esperanza salgamos fortalecidos de estos momentos difíciles para toda la humanidad.
LA VOZ DEL PAPA La Iglesia es llamada a vivir las obras de misericordia y a evangelizar, a ser mansos, y humildes. ¿Qué es el arrepentimiento? ¿Qué es la conversión? Estas palabras son las que resuenan en el evangelio y las que nos ayudan a poner nuestra mirada en Dios. Para alcanzar esa mirada es necesario dejarnos atrapar por la misericordia de Dios. El papa pone como argumento que la llamada a la conversión implica la acción de Dios en nuestros corazones. Por eso Dios nos ha ocultado su accionar, y se lo ha revelado a la gente sencilla (a los pobres, mansos, humildes, a los que siguen su mirada de amor).
El papa pide a los sabios y entendidos que tienen el corazón duro a que se dejen impregnar del Espíritu. Dice el papa que la verdadera sabiduría entra en el corazón, y es por la que debemos de velar como los pobres que se dejan inundar de la gracia y también ellos dan gracias por ella. Nos argumenta el papa que solo se les abre los misterios del Padre a los «pequeños», a los que se abren a la confianza de la Palabra de salvación. También proclama que la conversión llega para ese rico, falto de Dios, cuando se une a ese Dios que perdona, y deja que fluya en esa unión como una flor que brota, revelando así gratuitamente su belleza y su bondad. Y de aquí dice el papa la invitación de Jesús de: «Venid a mí…» (v. 28). Él quiere donar lo que toma del Padre. Quiere donarnos la verdad, y la verdad de Jesús es siempre gratuita: es un don, es el Espíritu Santo, la Verdad.
Y de aquí dice el papa la invitación de Jesús de: «Venid a mí…» (v. 28). Él quiere donar lo que toma del Padre. Quiere donarnos la verdad, y la verdad de Jesús es siempre gratuita: es un don, es el Espíritu Santo, la Verdad.
Jesús también se dirige a aquellos cansados de soportar a sus hermanos. Nos remarca el papa que también Jesús se pone en medio de ellos, ya que Él es el «manso y humilde de corazón» que aprecia a todos sus hijos, y bajo la llamada a la conversión les invita a ser soportes de nuestros hermanos para que llegue esa trasformación en ellos y así también en nosotros. Él también quiere que tengamos esa mansedumbre, para dejarnos guiar por él. Como nos los pronuncia el papa: Él es el modelo de los «pobres de espíritu» y de todos los otros “bienaventurados” del Evangelio, que cumplen la voluntad de Dios y testimonian su Reino.
Jesús también abre su misericordia a aquellos dormidos en la pesadumbres y les ofrece descanso, pero no como aquel descanso que sabe dar el mundo sino un descanso de Dios que ofrece alegría en el dar. Así lo dice el papa: Este es el alivio: la alegría, la alegría que nos da Jesús. Es única, es la alegría que Él mismo tiene. Es un mensaje para todos nosotros, para todos los hombres de buena voluntad, que Jesús dirige todavía hoy en el mundo, que exalta a quien se hace rico y poderoso. Es un mensaje para la Iglesia, llamada a vivir las obras de misericordia y a evangelizar a los pobres, a ser mansos, humildes. Así el Señor quiere que sea su Iglesia, es decir nosotros. Seminarista Francisco Javier Merlo Rodríguez
ALGUNOS SANTOS DEL MES DE AGOSTO
4 DE AGOSTO SAN JUAN MARÍA VIANNEY
9 DE AGOSTO SANTA TERESA BENEDICTA DE LA CRUZ
15 DE AGOSTO LA ASUNCIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
28 DE AGOSTO SAN AGUSTÍN OBISPO Y DOCTOR DE LA IGLESIA
4 DE AGOSTO SAN JUAN MARIA VIANEY
En este día recordamos a uno de los grandes santos, reconocido por su humildad y sencillez, por su gran devoción a Jesús Eucaristía, a la Santísima Virgen María y por su celo por la salvación de las almas. Nació en Lyon, en Francia el 8 de mayo en el año de 1786. Cuando era pequeño sus papas, que vivían en el campo, le enseñaron a ser pastorcito; después se convertiría en el gran pastor de almas. Ingresa al seminario, donde le costó mucho trabajo sus estudios, sobre todo por la gramática latina, ya que en ese tiempo se impartían las clases en latín, pero logró finalizarlos con la gracia de Dios y el 13 de agosto de 1815 se ordenó sacerdote a los 29 años.
Enviado a un poblado pequeño llamado Ars, que posteriormente sería erigida ahí una parroquia y él se convertiría en el santo cura de Ars. Su falta de memoria la suplía con mucha oración y muchas horas de preparación para sus sermones, a veces hasta siete horas. No escatimaba esfuerzos por acercar a los todos los aldeanos a la Eucaristía. Pasaba muchas horas en el confesionario donde ganaba muchas almas para Dios y las arrebataba al demonio. Muchas veces sufrió ataques del demonio que embestía contra el santo, en ocasiones no lo dejaba dormir haciendo ruidos e incluso una vez quiso impedir que celebrara el santo la Misa, por lo que prendió el enemigo fuego en su habitación. Varios fueron a apagar el incendio, pero esto no impidió que celebrara la Eucaristía.
Por su labor apostólica, su salud fue menguando a tal grado que fallece la madrugada del 4 de agosto de 1859. Su cuerpo se conserva incorrupto en Ars, Francia. Dios nos conceda la gracia de tener ese celo de la salvación de las almas, tanto la propia como la de los demás; como la tuvo el Santo Cura de Ars. Que tengamos ese amor y adoración a Jesús Eucaristía; que amemos a María Santísima Madre Nuestra y obtengamos nuestra autentica y verdadera conversión para vivir realmente en el amor de Dios.
“Cuando no tenéis el amor de Dios en vosotros. Sois como un árbol sin flores y sin frutos” (Santo Cura de Ars) Diácono: Pablo Santoscoy Rebollo.
Santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith) Stein, virgen de la Orden de las Carmelitas Descalzas y mártir, la cual, nacida y educada en la religión judía, después de haber enseñado filosofía durante algunos años entre grandes dificultades, recibió por el bautismo la nueva vida en Cristo y la desarrolló bajo el velo de religiosa, hasta que, en tiempo de un régimen hostil a la dignidad del hombre y de la fe, fue desterrada y encarcelada, muriendo en la cámara de gas del campo de exterminio de Oswiecim o Auschwitz, cerca de Cracovia, en Polonia (1942). Etimológicamente: Teresa = Aquella que es experta en la caza, es de origen griego.
Cuando Edith Stein, la última de once hermanos, nació en Breslau el 12 de octubre de 1891, la familia festejaba el Yom Kippur, la mayor fiesta hebrea, el día de la expiación. "Esto hizo, más que ninguna otra cosa, que su madre tuviera una especial predilección por la hija más pequeña". Precisamente esta fecha de su nacimiento fue para la carmelita casi un vaticinio.
El padre, comerciante de maderas, murió cuando Edith no había cumplido aún dos años. La madre, una mujer muy religiosa, solícita y voluntariosa, una persona verdaderamente admirable, al quedarse sola, debió hacer frente tanto al cuidado de la familia como a la gestión de la gran hacienda familiar; pero no consiguió mantener en los hijos una fe viva. Edith perdió la fe en Dios. "Con plena conciencia y por libre elección dejé de rezar".
En Gottinga Edith Stein se encontró también con el filósofo Max Scheler y este encuentro atrajo su atención sobre el catolicismo. Pero todo esto no la hizo olvidar el estudio con el que debía ganarse el pan en el futuro y, en 1915, superó con la máxima calificación el examen de Estado. No obstante, no comenzó el periodo de formación profesional.
En 1913, la estudiante Edith Stein se fue a Gottinga para asistir a las clases universitarias de Edmund Husserl, de quien llegó a ser discípula y asistente, consiguiendo con él el doctorado. Por aquellos tiempos, Edmund Husserl fascinaba al público con un nuevo concepto de verdad: el mundo percibido no solamente existía de forma kantiana, como percepción subjetiva. Sus discípulos entendían su filosofía como un viraje hacia lo concreto. "Retorno al objetivismo". Sin que él lo pretendiera, la fenomenología condujo a no pocos discípulos y discípulas suyos a la fe cristiana.
En el verano de 1921 fue durante unas semanas a Bergzabern (Palatinado), a la finca de la Señora Hedwig Conrad-Martius, una discípula de Husserl. Esta señora, junto con su esposo, se había convertido al Evangelio. Una tarde Edith encontró en la biblioteca la autobiografía de Teresa de Ávila. La leyó durante toda la noche. "Cuando cerré el libro, me dije: esta es la verdad". En enero de 1922 Edith Stein se bautizó. Era el día de la Circuncisión de Jesús, la acogida de Jesús en la estirpe de Abraham. Estaba erguida ante la fuente bautismal, vestida con el blanco manto nupcial de Hedwig ConradMartius, que hizo de madrina. "Había dejado de practicar mi religión hebrea y me sentía nuevamente hebrea solamente tras mi retorno a Dios". Ahora tendrá siempre conciencia, y no sólo intelectualmente, sino de manera tangible, de pertenecer a la estirpe de Cristo. En la fiesta de la Candelaria, una fiesta cuyo origen se remonta también al Antiguo Testamento, fue confirmada por el Obispo de Espira en su capilla privada.
El 14 de octubre Edith Stein entra en el monasterio de las Carmelitas de Colonia. En 1934, el 14 de abril, tuvo lugar la ceremonia de toma de hábito. El Archiabad de Beuron celebró la misa. Desde aquel momento Edith Stein llevará el nombre de Sor Teresa Benedicta de la Cruz. Al amanecer del 7 de agosto sale una expedición de 987 judíos hacia Auschwitz. El 9 de agosto Sor Teresa Benedicta de la Cruz, junto con su hermana Rosa y muchos otros de su pueblo, murió en las cámaras de gas de Auschwitz.
15 DE AGOSTO ASUNCIÃ’N DE LA SANTISIMA VIRGEN MARIA
Esta gran fiesta mariana, nos recuerda que María Santísima, debido a que gozo anticipadamente de las gracias otorgadas por la muerte y resurrección de Jesucristo; María fue conservada sin culpa del pecado original y después de que terminara su misión terrena, fue llevada al cielo en cuerpo y alma. El papa Pío XII, El 1 de noviembre de 1950, el papa Pío XII, proclama solemnemente la Asunción de María Santísima a los cielos en cuerpo y alma como dogma de fe para todos los católicos de la siguiente manera: “Con la autoridad de Nuestro Señor Jesucristo , de los bienaventurados Pedro y Pablo y con la nuestra pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma revelado por Dios, que la Inmaculada Madre de Dios siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrena, fue asunta a la gloria celeste en cuerpo y alma”.
Lo que llevó a la Santísima Virgen María a ser elevada a tan gran altura y grado de santidad, fue ese amor divino y esa incomparable humildad “el que se humilla será ensalzado” (Lc18,14). En toda su vida no era otro su deseo que agradar a Dios y esa preocupación por todos sus hijos.
María aspiraba a pasar desapercibida en este mundo, tan es así que consiguió que el Rey del Universo se fijara en su humildad, ya que se consideraba la esclava del Señor (Lc 1,38); atraído por: su perfume, su santidad, por su pureza y singular belleza, consiguió ser cual bella flor de la creación trasplantada del cielo a la tierra.
Concédenos, Dios nuestro por intercesión de la Bienaventurada Siempre Virgen María, una verdadera humildad de corazón, que estemos inflamados con el fuego del Divino Amor para amar a Dios y al prójimo (Mc 12,31); para poder participar después de la gloria de Dios reservada para los que estén unidos a los Sagrados Corazones de Jesús y de María.
Diácono: Pablo Santoscoy Rebollo
María Santísima; como buena madre, cooperó en los primeros tiempos de la vida de la Iglesia fundada por su Hijo. Ahora, desde el cielo, elevada por Dios de forma tan sublime, con admiración y gozo de todos los ángeles y todos los santos, es coronada por Dios mismo como Reina de cielos y tierra; donde esta al pendiente de nosotros sus hijos que formamos la Iglesia peregrina para ser después elevados al cielo por Jesucristo para gozar junto con María toda una eternidad.
28 DE AGOSTO SAN AGUSTÍN OBISPO Y DOCTOR DE LA IGLESIA Memoria de san Agustín, obispo y doctor eximio de la Iglesia, el cual, después de una adolescencia inquieta por cuestiones doctrinales y libres costumbres, se convirtió a la fe católica y fue bautizado por san Ambrosio de Milán. Vuelto a su patria, llevó con algunos amigos una vida ascética y entregada al estudio de las Sagradas Escrituras. Elegido después obispo de Hipona, en África, siendo modelo de su grey, la instruyó con abundantes sermones y escritos, con los que también combatió valientemente contra los errores de su tiempo e iluminó con sabiduría la recta fe (430). Etimológicamente: Agustín = Aquel que es venerado, es de origen latino.
Fecha de canonización: Información no disponible, la antigüedad de los documentos y de las técnicas usadas para archivarlos, la acción del clima, y en muchas ocasiones del mismo ser humano, han impedido que tengamos esta concreta información el día de hoy. Si sabemos que fue canonizado antes de la creación de la Congregación para la causa de los Santos, y que su culto fue aprobado por el Obispo de Roma, el Papa
.San Agustín es doctor de la Iglesia, y el más grande de los Padres de la Iglesia, escribió muchos libros de gran valor para la Iglesia y el mundo.
Nació el 13 de noviembre del año 354, en el norte de África. Su madre fue Santa Mónica. Su padre era un hombre pagano de carácter violento.
Santa Mónica había enseñado a su hijo a orar y lo había instruido en la fe. San Agustín cayó gravemente enfermo y pidió que le dieran el Bautismo, pero luego se curó y no se llegó a bautizar. A los estudios se entregó apasionadamente pero, poco a poco, se dejó arrastrar por una vida desordenada.
A los 17 años se unió a una mujer y con ella tuvo un hijo, al que llamaron Adeodato.
Estudió retórica y filosofía. Compartió la corriente del Maniqueísmo, la cual sostiene que el espíritu es el principio de todo bien y la materia, el principio de todo mal.
Diez años después, abandonó este pensamiento. En Milán, obtuvo la Cátedra de Retórica y fue muy bien recibido por San Ambrosio, el Obispo de la ciudad. Agustín, al comenzar a escuchar sus sermones, cambió la opinión que tenía acerca de la Iglesia, de la fe, y de la imagen de Dios.
Santa Mónica trataba de convertirle a través de la oración. Lo había seguido a Milán y quería que se casara con la madre de Adeodato, pero ella decidió regresar a África y dejar al niño con su padre.
Agustín estaba convencido de que la verdad estaba en la Iglesia, pero se resistía a convertirse.
Comprendía el valor de la castidad, pero se le hacía difícil practicarla, lo cual le dificultaba la total conversión al cristianismo. Él decía: “Lo haré pronto, poco a poco; dame más tiempo”. Pero ese “pronto” no llegaba nunca.
Un amigo de Agustín fue a visitarlo y le contó la vida de San Antonio, la cual le impresionó mucho. Él comprendía que era tiempo de avanzar por el camino correcto. Se decía “¿Hasta cuándo? ¿Hasta mañana? ¿Por qué no hoy?”. Mientras repetía esto, oyó la voz de un niño de la casa vecina que cantaba: “toma y lee, toma y lee”. En ese momento, le vino a la memoria que San Antonio se había convertido al escuchar la lectura de un pasaje del Evangelio. San Agustín interpretó las palabras del niño como una señal del Cielo. Dejó de llorar y se dirigió a donde estaba su amigo que tenía en sus manos el Evangelio. Decidieron convertirse y ambos fueron a contar a Santa Mónica lo sucedido, quien dio gracias a Dios. San Agustín tenía 33 años.
San Agustín se dedicó al estudio y a la oración. Hizo penitencia y se preparó para su Bautismo. Lo recibió junto con su amigo Alipio y con su hijo, Adeodato. Decía a Dios: “Demasiado tarde, demasiado tarde empecé a amarte”. Y, también: “Me llamaste a gritos y acabaste por vencer mi sordera”. Su hijo tenía quince años cuando recibió el Bautismo y murió un tiempo después. Él, por su parte, se hizo monje, buscando alcanzar el ideal de la perfección cristiana.
Deseoso de ser útil a la Iglesia, regresó a África. Ahí vivió casi tres años sirviendo a Dios con el ayuno, la oración y las buenas obras. Instruía a sus prójimos con sus discursos y escritos. En el año 391, fue ordenado sacerdote y comenzó a predicar. Cinco años más tarde, se le consagró Obispo de Hipona. Organizó la casa en la que vivía con una serie de reglas convirtiéndola en un monasterio en el que sólo se admitía en la Orden a los que aceptaban vivir bajo la Regla escrita por San Agustín. Esta Regla estaba basada en la sencillez de vida. Fundó también una rama femenina.
Fue muy caritativo, ayudó mucho a los pobres. Llegó a fundir los vasos sagrados para rescatar a los cautivos. Decía que había que vestir a los necesitados de cada parroquia. Durante los 34 años que fue Obispo defendió con celo y eficacia la fe católica contra las herejías. Escribió más de 60 obras muy importantes para la Iglesia como “Confesiones” y “Sobre la Ciudad de Dios”.
Los últimos años de la vida de San Agustín se vieron turbados por la guerra. El norte de África atravesó momentos difíciles, ya que los vándalos la invadieron destruyéndolo todo a su paso.
A los tres meses, San Agustín cayó enfermo de fiebre y comprendió que ya era el final de su vida. En esta época escribió: “Quien ama a Cristo, no puede tener miedo de encontrarse con Él”.
Murió a los 76 años, 40 de los cuales vivió consagrado al servicio de Dios.
Con él se lega a la posteridad el pensamiento filosófico-teológico más influyente de la historia. Murió el año 430.
AYUDA AL SEMINARIO Sigamos Ayudando a Nuestro Seminario
Llegará el día, si así lo quiere Dios, en que el Santo Sacrificio de la Misa sea celebrado en lo que será la capilla central de esta casa de formación.
Este espacio será el comedor donde se compartirá el pan en sana convivencia.
Que pronto estĂĄs habitaciones para seminaristas estĂŠn ocupadas por los futuros sacerdotes, pastores de almas.
Es una bendición que Dios nos permita seguir avanzando con este su seminario, pero es mucho lo que nos falta y es mucha la ayuda requerida para la conclusión de esta casa, no dejemos de seguir contribuyendo con nuestro granito de arena. Dios les pague. Y además recuerda que cada 8 días viene mucha gente por su despensa si no puedes apoyar económicamente, entonces con despensas o algo de comida como arroz, frijol, aceite etc.
Oración para pedir por la construcción del Seminario de San José́ de los Siervos del Divino Amor. “Ahora es el momento de que Tu Señor, en esta piedra, como le dijiste a Pedro: que sobre esta piedra fundabas Tu Iglesia, con este recuerdo de La Verdad que Eres Tú, te pedimos que tu bendición haga prospera esta Tu Obra, para que este lugar sea para darte Gloria, que los Corazones de María, y de Señor San José́ nos ayuden a perseverar, y así ́ este lugar sea semillero de vocaciones santas, que su deseo sea El Tuyo y su Anhelo como el Tuyo, las almas sean su único deseo para darte Gloria a Ti Señor. Amén.” ¡No dejes pasar la oportunidad de apoyar al seminario, necesitamos más sacerdotes! ¡Gracias! (Lc. 3, 10-11) “La gente le preguntaba: Pues que debemos hacer, y él les respondía: El que tenga dos túnicas, que las reparta con el que no tiene; el que tenga para comer, que haga lo mismo”
Para tus donativos tenemos esta cuenta bancaria: BANCO: SANTANDER Rebollo León Cuenta:
Jesús
Leonardo
60550481196 CLABE BANCARIA TRANSFERENCIAS: 014320605504811963 Depósitos en OXXO: 9014 3192
PARA
5579 0700
SOPA DE LETRAS
San Juan María Vianney
San Agustín
Oración
Asunción
Patrón de sacerdotes
Misterio de trinidad
María
Llena de gracia
Conversión
Hipona
Sacrificio
Penitencia
Contรกctanos
Antigua Carretera a Chapala No. 8005 A, Col. Insurgentes Sur, El Salto, Jalisco. C.P. 45690 Tel: (33) 36-89-02-35 MAIL: sda@siervosdeldivinoamor.com WEB: www.siervosdeldivinoamor.com