Como ingleses 2

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Por Magie Lane vamos a dar a High st. y nos metemos en la maravillosa plaza donde estรก la Cรกmara Radcliffe y la Iglesia de Sta.Mary.

Pensamos que desde lo alto de su torre la vista debe ser impresionante y pagamos las 4 libras que cuesta subir a ella.


Tras esperar, pues sólo permiten

Cámara Radcliffe

subir a grupos pequeños , iniciamos

la subida que no es difícil, salvo en su último tramo donde la escalera de

caracol es tan estrecha que no caben dos personas a la vez, por lo que si te encuentras con alguien que baja

mientras subes, o viceversa, uno de los dos debe retroceder.

Arriba la pasarela también es estrecha y, como no se puede dar la vuelta completa a la torre, al retroceder si te encuentras con otras personas hay que apretujarse en algún hueco para permitir el paso.

Pese a esas incomodidades la subida merece la pena. La vista es maravillosa, los diferentes colegios parecen maquetas con sus agujas de ensueño.

“Y esa ciudad encantadora con sus torrecillas de ensueño, no necesita de una primavera para glorificar su belleza” Mattheuw Arnold.


All Souls College


Bodleian Library

Brasenose College


La iglesia tambiĂŠn merece verse y su visita es gratuita.


Visitamos después la Bodleian Library, aunque no su interior cuya visita

queremos hacerla el próximo viaje.

Si su interior está en sintonía con su espectacular patio, la visita será más que obligatoria.



Para comer nos vamos al Golden Cross que fue el patio de una posada medieval,

después, teatro y ahora, una plazoleta comercial que da a Cornmarket St.

Patatas asadas con diferentes condimentos; yo, una Madrid; ellas, sendas Barcelonas. Regadas con cerveza fresca nos resultan deliciosas y la comida nos sale por 26 libras los tres.

Curioseamos después por el mercado cubierto que hay muy cerca de la

confluencia de High St. Con Cornmarket St., donde nos llama la atención una

confitería en la que en sus escaparates

hay unas señoras confeccionando unas artísticas tartas.

En una de las tiendas me compro una sudadera de la Universidad de Oxford.


Nos dedicamos, despuĂŠs, a lo que es un verdadero placer en esta ciudad, callejear. Este edificio, ahora ocupado por tiendas, fue construido en 1389

Torre sajona de la Parroquia de S. Miguel.

Iglesia de San Miguel, con su maciza torre sajona y su viejo cementerio en pleno centro de Oxford.


Memorial de los Mártires. Levantado en 1841 en honor de los mártires protestantes de Oxford.

Broad Street. Famosa por sus librerías, como la Blackwell. A esta ancha calle se abren dos grandes colegios: el Balliol y el Trinity, además del Museode la historia de la Ciencia.



El Teatro Sheldonian. Inaugurado en 1669. AquĂ­ se celebran las ceremonias de la Universidad.

Bodleian Library


El Puente de los Suspiros, construido en 1913 para enlazar los edificios de

Hertford a ambos lados de New College Lane. AhĂ­ nos comienza

lloviznear y para buscar refugio nos dirigimos al Museo de

Historia Natural.


El Museo Universitario de Historia Natural estรก ubicado en un edificio gรณtico victoriano construido en 1855. Su colecciรณn se exhibe en un gran atrio con techo de vidrio y altos arcos de hierro forjado.


Nos llama la atención los esqueletos de distintos dinosaurios y el cuerpo disecado del último “dodo” de Europa, el ave extinta de la isla Mauricio.


Al salir ha cesado de llover y, como son las cinco, decidimos tomarnos un té con unos scone (un dulce típico de aquí consistente en una especie de magdalena a la que se le unta mantequilla y mermelada) en The Rose, en High St.

El lugar no es que sea bonito, ni siquiera es lo acogedor a los que nos tienen acostumbrados los diferentes pubs, pero el té y los scone son deliciosos. Por cierto, la camarera es española.


Para dirigirnos a High St. Pasamos de nuevo bajo el Puente de los Suspiros y nos metemos por una sinuosa callejuela, New Coll Lane, que conserva la atmรณsfera de una vieja calle medieval.


Llegamos a High St. y me ratifico en que es una de las calles mรกs bonitas que he visto.


El té con Scones.

Y ya restablecidos, vuelta a callejear.

Y pasamos por delante del University, el Colegio que visité en mi anterior viaje, y en el que me invitaron a un té en su precioso comedor.




Randolph Hotel, Memorial a los Mรกrtires con el

frente al Museo Ashmolean

Balliol College al fondo.

Castillo de Oxford.

Cansados y de vuelta a la estaciรณn de ferrocarril nos sorprende otro chaparrรณn que va a mรกs. Menos mal que, como no nos fiamos de este clima, llevamos colgados los chubasqueros.


9/08/2014. Sábado Tras estar casi toda la noche lloviendo amanece un día radiante, aunque corre un aire más que fresquito. De nuevo a las nueve nos encontramos en la

estación, hoy le toca a Londres. No me extraña que esté todo verde, aquí te cae un chaparrón cuando menos lo esperas, hay que ir siempre con el chubasquero en la mochila. Lo malo es que para los próximos días anuncian fuertes lluvias.

Tras llegar a Paddingon cogemos el metro, abarrotado como siempre, hasta Embankment para ver de frente la enorme noria que se encuentra al otro lado del Támesis

Seguimos bordeando el río hasta el puente de Westminster que,

debido a algún acontecimiento

ciclista, se encuentra cerrado al tráfico por lo que podemos contemplar a placer y

fotografiar, esta vez sin el sol en contra, el Parlamento.



Volvemos a coger el metro en Westminster hasta Tower Hill para ver la Torre de Londres y el Tower Bridge.

Hay miles de turistas y vemos que estรกn alfombrando el foso con miles de amapolas rojas. Parece ser que con motivo del

estallido de la Primer Guerra Mundial.


Rodeamos la Torre y nos vamos hacia el Puente.



Recorremos el Puente en toda su longitud, ida y vuelta. DespuĂŠs nos dirigimos hacia la City, centro financiero de Londres, plagado de rascacielos que me recuerdan el Walk Street neoyorquino.


No se ve un alma, todo está cerrado y nos da la impresión de que nos encontramos en el escenario de una película futurista y apocalíptica. Como todo son oficinas, el fin de semana esto se despuebla.


Pasamos por el “Monumento�, una alta columna que recuerda el

gran incendio de Londres de 1666.


Y llegamos a la enorme Catedral de San Pablo. En ella todo es enorme, la cúpula es la segunda más grande en el mundo, después de la de San Pedro en Roma.

En la torre sur , además del reloj, contiene la campana más grande d Inglaterra, “Great Paul” que pesa más de 16 toneladas.


Tras fotografiarla desde diversos ángulos, buscamos un sitio para comer y lo encontramos junto a un lateral de

la Catedral, “Gourmet Burger Kitchen”. Nos comemos unas hamburguesas con patatas y cerveza San Miguel.

También el camarero es español y no

me mancha, el que se mancha soy yo, parece ser que no tengo suerte con el kétchup.

Al salir comprobamos que hay una boda. La novia es japonesa y está

posando, junto con sus familiares, al pie de la escalinata de la

atedral, formándose alrededor un semicírculo de turistas echando fotografías.


Pasamos al interior de la catedral que me recuerda la de San Pedro de

Roma, pero no podemos ver el interior de la enorme cúpula, hay que pagar 16 € que por tres son 48. De nuevo cogemos el metro en St. Paul´s y tras un trasbordo en Holborn bajamos en Knightsbridge y nos vamos a

curiosear a los célebres almacenes Harrov, enormes y lujosos hasta

a horterada. Reyes había oído hablar de

una sección con decoración egipcia y la buscamos hasta encontrarla.


De pronto nos topamos con una especie de altar con los retratos de Diana y

Dodi Al Fatah, representados tambiĂŠn en dos esculturas bailando. ÂĄHay gustos para todo!

Recorremos algunas secciones en las que no paramos de ver mujeres

musulmanas cubiertas de negro de pies a cabeza, comprando en los departamentos mĂĄs lujosos

Deambulamos por la zona de restaurantes y comida.

Multitud de barras con camareros

curiosamente ataviados y manjares que escapan a nuestro presupuesto.


Salimos sin comprar nada, claro, y nos dirigimos al Museo de Historia Natural, un edificio enorme que parece una catedral.

Alberga más de 70 millones de muestras: botánica, entomología,

mineralogía, paleontología y zoología.

Abarcando desde dinosaurios hasta insectos minúsculos procedentes de todo el mundo.


Como el tiempo vuela, hemos ido directamente a la galería de los dinosaurios cuya estrella es un

Tiranosaurio Rex animado. Se mueve, ruge, olfatea…

Como nosotros han debido pensar

todos ya que la galería esta a rebosar. ¡Menudo banquete se iba a dar el bicho si fuese real!


De allí nos hemos ido al Museo Victoria y Alberto, un inmenso tesoro

de las artes y artesanías seleccionados de entre todas las épocas y culturas.

Al entrar nos dividimos, Reyes y Nieves se van a la sección de los vestidos a través de las épocas y yo corro más que ando admirando en cada sala reproducciones del arte universal.



Lástima que, al cerrar a las seis, no me haya dado tiempo más que a vislumbrar una mínima parte de sus tesoros. Al juntarnos a la salida, Reyes me enseña fotos y fotos de lo que han visto.. ¡Menos mal que no me he ido con ellas!

Subiendo por la elegante Exhibition Road llegamos a la también carísima Kensington

Road y Kesington Garden, junto a Hyde Park. Admiramos el Royal Albert Hall, hogar de la

buena música. Frente a él, en el parque, se alza el Albert Memorial, erigido en honor del esposo de la Reina Victoria, el príncipe Alberto que impulsó el establecimiento de los museos del sur de Kesington.



Reventados cogemos el metro en South Kensingston para ir a Paddington,

donde tenemos que coger el tren para Didcot. Cerca de la estación de

Paddington y antes de coger el

tren ,cambiamos 300 € en libras. El cambio está en 1,31 € la libra, así que nos dan 228 libras.

Ya en Didcot, sin haber tomado nada desde el “Gourmet”…”, nos tomamos

una pinta en “Las armas de la Reina”, un pub no precisamente bonito

que se encuentra en Lydall´s Road, cerca de esa vieja iglesia que encontramos ayer.

Su dueño, al ver que somos españoles, nos dice que tiene una casa en Nerja

y Reyes le comenta que allí es donde solemos veranear últimamente.

Camino de casa nos acercamos a un establecimiento de comida hindú y nos llevamos a casa algo que no sé qué es, pero que Reyes conocía y está bueno.


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