La Biblia

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«Dulce como la miel» Ezequiel 3,3

Un primer acercamiento a la Biblia

fray Domingo Cosenza OP

«Es tanta la eficacia que radica en la Palabra de Dios, que es, en verdad, apoyo y vigor de la Iglesia, y fortaleza de la fe para sus hijos, alimento del alma, fuente pura y perenne de la vida espiritual. Muy a propósito se aplican a la Sagrada Escritura estas palabras: Pues la palabra de Dios es viva y eficaz, que puede edificar y dar la herencia a todos los que han sido santificados». Concilio Vaticano II, Constitución dogmática DEI VERBUM 21

«Los judíos y los cristianos se remiten a la autoridad del mismo libro: la Biblia (que los judíos llaman «Tanak» y los cristianos «Antiguo Testamento»). Al buscar en él orientación religiosa, enriquecimiento espiritual y educación comunitaria, judíos y cristianos extraemos enseñanzas similares: Dios creó y sostiene el universo; Dios estableció una Alianza con el pueblo de Israel; la palabra revelada de Dios guía a Israel por una vida de rectitud; y Dios redimirá finalmente a Israel y a todo el mundo». National Jewish Scholars Project, Declaración DABRU EMET sobre los cristianos y el cristianismo 1


«Ella es vuestra vida» Deuteronomio 32,47

La Biblia es el texto que guía la vida de millones de creyentes, judíos y cristianos. Su inspiración es reconocida igualmente en el Islam (Corán 5,46). Despierta el interés de investigadores y también de lectores no creyentes. Septiembre, el mes de la Biblia, nos da la oportunidad cada año de reflexionar en este legado para toda la humanidad, que es el pan que ha alimentado la vida de millones de personas a lo largo de los siglos. Como aporte para esta reflexión comparto con ustedes estas páginas. Ellas son apenas una ventana para asomarnos al amplísimo mundo de esta fascinante literatura fray Domingo Cosenza OP

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n torno al año 398 aEC, durante una solemne asamblea litúrgica, se dio comienzo a una nueva etapa en la historia del pueblo de Israel. Allí se fijó el marco de referencia que regiría en lo sucesivo su vida y expresaría definitivamente su identidad nacional: «Trajo el sacerdote Esdras la Torah ante la asamblea, integrada por hombres, mujeres y todos los que tenían uso de razón. Era el día uno del mes séptimo. Leyó una parte en la plaza que está delante de la puerta del Agua, desde el alba hasta el mediodía, en presencia de los hombres, las mujeres y todos los que tenían uso de razón; y los oídos del pueblo estaban atentos al libro de la Torah» (Nehemías 8,2-3). Se habría escuchado allí por primera vez una obra formada por tradiciones elaboradas a lo largo de varios siglos. Quedaban reunidos así recuerdos tan antiguos como la llegada de las tribus hebreas al país de Canaán, las leyes compuestas en aquellas épocas remotas y los códigos rituales que regían el culto. También se conservaron otros escritos que contenían exhortaciones a practicar de corazón la Torah (los textos 2

de los profetas), y las obras en que se narraba la historia de Israel anterior al destierro en Babilonia. Poco a poco, y según se fue acostumbrando el pueblo a su conexión con la Torah, la dignidad específica de ésta fue transferida también a esos otros textos. El conjunto sería al fin considerado como la expresión definitiva de la voluntad de Dios para toda la comunidad de Israel. Las iniciales de cada parte del corpus: la LEY (Torah), los PROFETAS (Nebiim) y los ESCRITOS (Ketubim), formaron la palabra TaNaK, que dio nombre al conjunto. Pero los judíos alejandrinos que más tarde tradujeron estos textos al griego los denominaron ta Biblia ta Hagía, es decir «los Libros Santos» (1 Mac 12,9). O simplemente ta BIBLIA, nombre que se popularizó en todo el mundo. Las primeras generaciones de discípulos de Jesús usarían esta versión para buscar «lo que había sobre él en todas las Escrituras» (Lc 24,27). Así pusieron por escrito su comprensión de la vida y misión del Maestro en una nueva serie de textos, que se sumarían a la Biblia. A la luz de estos escritos leerían los anteriores, a los que comenzaron a llamar «Antiguo Testamento» (2 Co 3,14). Ésta es, muy resumidamente, la historia de la Biblia, el Libro más leído de todos los tiempos.


«Lo que nuestros padres nos contaron» Salmo 78,3

Todo sistema de creencias tiene textos de referencia que registran los acontecimientos en los que se ha fundado cada tradición religiosa. Los textos sagrados son un punto de llegada porque, aunque relatan los remotos orígenes de una comunidad, son redacciones muy posteriores a los episodios que describen. Allí los hechos han sido interpretados a la luz de una determinada experiencia espiritual. Pero, a la vez, son el punto de partida ineludible para las siguientes generaciones porque, al ser leídos como Revelación, todo desarrollo de la fe deberá partir de ellos.

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os relatos bíblicos recogen las experiencias sobre El núcleo fundante del cristianismo ya está enunciado las que se fundamentan la tradición judía y en el relato del bautismo de Jesús de Nazaret, cuando se la cristiana. De tal manera son fundadoras y declara el sentido de su predicación y de los gestos de su ejemplares las vivencias relatadas que, tanto los profetas vida: que Dios es fuente infinita de bondad, al que se le como los apóstoles, continuamente remitirán a ellas. puede llamar Padre, y desde quien los hombres se Estas vivencias están constituidas por dos Pascuas, por descubren como hermanos, por encima de cualquier dos tránsitos. En ambos casos se trata de una experiencia frontera étnica o religiosa que pueda separarlos. de liberación y en ambos casos se comprende el La confirmación de esta vivencia queda expresada en acontecimiento como una los relatos que describen las irrupción de lo divino en la experiencias personales que los «A Jesús, hijo de María, le dimos el historia. discípulos tuvieron de Jesús Evangelio, que contiene Dirección y Luz, El núcleo fundante del Resucitado. en confirmación de lo que ya había de la judaísmo está recogido en el A la vez se prolonga en la Torah y como Dirección y Exhortación relato de Moisés ante la zarza experiencia colectiva el día de ardiente (Ex 3,1 - 4,17), cuando Pentecostés, cuando fueron para los temerosos de Dios». recibe la misión de liberar a inflamados por el Espíritu de Corán 5,46 Israel de la esclavitud de Dios, que resucitó a Jesús (Hch Egipto. Como prolongación de 2,1-4.32-33). esta misma manifestación se El acontecimiento pascual, encuentra la revelación del Decálogo en el Sinaí (Ex 19,9- realizado en estos dos momentos, constituye la clave de 25), que constituye la fundación del Pueblo elegido interpretación de toda la fe cristiana. Sobre él debe mediante el sello de la Alianza (Ex 34,1-28). fundamentarse todo desarrollo teológico (1 Co 15,14).

Exodo de Israel

El Exodo de Israel y la Pascua de Jesús son los dos focos de la Biblia, que se despliega narrativa y doctrinalmente en torno a ellos. A partir de estas dos claves judíos y cristianos desarrollan su fe.

Alianza por medio de la Torah

Liberación histórica y colectiva

Resurrección de Jesús

Los textos del Nuevo Testamento constituyen una ampliación de la Escritura judía y, por tanto, deben ser leídos en conexión con ella.

Alianza por medio del Espíritu santo

Liberación trans-histórica y personal 3


«Escribe esto en un libro para que sirva de recuerdo» Exodo 17,14

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a creación de la escritura hace unos 5000 años mejoró la comunicación humana pero, sobre todo, hizo posible conservar de modo duradero la información más allá de su memorización y transmisión oral. Supuso el comienzo de la Historia, como registro de los hechos pasados. Las primeras inscripciones estaban formadas por pictogramas (dibujos que representaban palabras, que se fueron estilizando como signos). Puesto que las palabras de las lenguas antiguas eran en su mayoría monosilábicas, los signos comenzaron a representar sílabas, más allá de

su significado original. Términos de más sílabas se escribieron combinando los simbolos correspondientes. Así se compusieron los sistemas cuneiforme (en Mesopotamia) y jeroglífico (en Egipto). Estos sistemas tenían cerca de 600 signos. La escritura alfabética (surgida entre los fenicios cerca del 1500 aEC) redujo a 22 la cantidad de signos, usando uno para cada sonido. Israel lo asumió, reemplazándolo en una época posterior por la variante aramea del mismo. Creado para una lengua semítica, el alfabeto fue adaptado luego para lenguas indoeuropeas como el griego o el latín.

Hebreo

Sobre este fragmento de caliza encontrado cerca de la antigua Guézer se ha grabado un poema que describe los meses del año agrícola. Es la inscripción hebrea más antigua que se conserva (s.X aEC) y utiliza el alfabeto fenicio, extendido por el país de Canaán. La grafía hebrea llamada «cuadrada» que se utiliza hoy entró en uso durante el período persa, cuando el arameo llegó a ser la lengua diplomática del Medio Oriente. Derecha: Evolución del alfabeto fenicio hacia el hebreo y el griego.

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Arameo

Fenicio

Griego arcaico y clásico

alef

alfa

bet

beta

guimmel

gamma

dalet

delta

hei

epsilon

vav

ypsilon

zayin

zeta

jet

heta

tet

theta

yod

iota

kaf

kappa

lamed

landa

mem

mu

nun

nu

samej

sigma

ayin

omicron

pe

pi

tsade

-

qof

-

resh

rho

shin

xi

tav

tau


«Se me ha prescrito en el rollo del libro hacer tu voluntad» Salmo 40,8-9

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tro avance en la escritura fue el uso de pliegos (elaborados con papiro o con pergamino) en lugar del grabado sobre arcilla, piedra o metal. La forma más extendida fue el rollo, hasta que se impuso finalmente el códice o cuaderno. La ventaja del códice fue su capacidad para agrupar varios libros en un tamaño cómodo, para escribir y leer de ambos lados (girando el folio) y para encontrar rápido un texto, sin tener que desenrrollar todo el volumen.

Hoja del códice más antiguo de las cartas de Pablo: el Papiro Chester Beatty II (P46) del siglo II.

Rollo de Isaías encontrado en Qumran (s. II aEC - I EC).

Fin de Jeremías en el Códice Sinaítico (s.IV EC).

Libro de Esdras. Biblia etíope (1350-1450).

Papiro Rylands (P52), del año 150. Podría ser el fragmento más antiguo que se conserva del Nuevo Testamento. Contiene Juan 18,31-33 y 18,37-38.

Ev de Juan. Biblia inglesa de Wycliffe (1388).

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«Cierto que esta g pueblo sabio EGIPTO

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ara cuando comienza la actividad literaria en las cortes de los Reinos de Judá e Israel, otros pueblos más poderosos del antiguo Oriente contaban con grandes bibliotecas que contenían un inmenso patrimonio cultural. Israel, inmerso en el área de influencia de estos imperios, supo aprovechar dicho patrimonio. Pero lo integró en su propio proyecto religioso, marcado por su concepción de una historia de salvación. Las relaciones con Egipto fueron especialmente fluidas. Salomón fue yerno del Faraón (1 Re 3,1). Se recurrió constantemente al reino del Nilo para tener carros de guerra (2 Re 18,24) y hacia allí huyeron muchos habitantes de Jerusalén durante la primera invasión babilónica (2 Re 25,26). De Egipto asumió Israel parte de su rica herencia sapiencial, cultivada en la tradición de los escribas. Hoy conocemos importantes colecciones de consejos, que contienen instrucciones para aprender a vivir. La más conocida e influyente ha sido la atribuida a Amenemope.

AMENEMOPE

PROVERBIOS

«Considera estos treinta capítulos [de los que consta la enseñanza], que instruyen y educan» (XXVII,7-8)

«¿No he escrito para ti treinta capítulos de consejos y ciencia, para hacerte conocer la certeza de las palabras verdaderas» (22,20-21)

«Presta tus oídos, escucha lo que se te dice, aplica tu corazón a entenderlos. Vale la pena guardarlos en tu corazón» (I,1-3)

«Presta oído y escucha las palabras de los sabios, y aplica tu corazón a mi ciencia, porque te será dulce guardarlas en tu seno» (22,17-18)

«Guárdate de robar a un desdichado y de enfadarte con un débil» (IV 4-5) «Dios prefiere al que honra al pobre más que el que adula al rico» (XXVI,13s)

«No despojes al débil, porque es débil, y no aplastes al desdichado en la puerta porque Yahveh defenderá su causa y despojará de la vida a los despojadores» (22,22-23)

«No ambiciones un codo de terreno, ni traspases los linderos de una viuda» (VII,14s)

«La casa de los soberbios la destruye YHWH, y mantiene en pie los linderos de la viuda» (15,25)

Las instrucciones de Amenemope señala un hito en la sabiduría de Egipto por la profundidad de su humanismo y de su religiosidad. Una parte del libro de los Proverbios, posterior a esta enseñanza, depende literariamente de ella, como lo muestra un paralelismo entre ambas.

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Las relaciones con Babilonia desembocaron en el drama del destierro, del cual, sin embargo, la fe de Israel resurgió con más fuerza. En ese contexto pudo aprovechar motivos provenientes de los mitos de la creación para expresar sus propias vivencias religiosas. Destaca especialmente el poema Enuma Elish, que describe la creación del mundo. Pero en el relato bíblico no encontramos un enfrentamiento entre un principio divino malo (Tiamat) y otro bueno (Marduk), que se impone desmembrando a su oponente vencido. La narración bíblica describe a YHWH «separando» la confusión del caos, sin combate, por medio de su palabra. Y concluye diciendo: «Vio Dios cuanto había hecho, y todo estaba muy bien» (Gn 1,31). Se corregía así el dualismo de aquella mitología. Si hay mal en el mundo, es porque los hombres lo introdujeron, de modo que “la tierra se llenó de violencias” (Gn 6,11). Puede observarse que los mitos cosmogónicos babilónicos están marcados por el pesimismo propio de una tierra que resulta muchas veces adversa para la vida. Por el contrario, en la Biblia queda reflejado el optimismo de la vivencia de Israel. Este pueblo primero ha experimentado que Dios le regaló una tierra. A partir de allí pudo comprender que Dios le regaló a la humanidad un mundo. Tablilla XI de la Epopeya de Gilgamesh, que narra el diluvio universal. Una comparación con el relato bíblico muestra tanto una dependencia literaria como una diferencia de perspectivas. El relato primitivo muestra a unos dioses que se interesan sólo por lo que los hombres pueden darles. La narración bíblica muestra a un Dios que se compromete a asegurar el sustento de los hombres más allá de la maldad de éstos (Gn 8,21-22).


gran nación es un e inteligente» Deuteronomio 4,6 MESOPOTAMIA CANAÁN

La literatura del antiguo Medio Oriente también nos muestra colecciones legislativas con la misma finalidad reguladora de la vida social. Así la Ley mosaica guarda ciertas semejanzas con las leyes de Hammurabi. La famosa ley del talión es registrada en la Biblia varios siglos después, con el mismo fin de disuadir a la víctima de tomarse una revancha desproporcionada, sancionando un sistema de venganza equitativa (cf. Ex 21,23-25). Dada la proximidad con otras legislaciones conocidas, con toda razón se puede considerar al Decálogo bíblico como expresión de la conciencia moral, no sólo de Israel, sino de toda la humanidad. Expresión de una ley moral universal, que se ha ido explicitando progresivamente en unas proposiciones fijas, de cuya observancia dependerá la relación pacífica entre los hombres.

La Biblia debe incontables préstamos a la literatura del antiguo Oriente. Sin embargo es un libro diferente a causa de la experiencia religiosa implicada en sus relatos: la conciencia de un pueblo pequeño que se sabe continuamente salvado por su Dios.

GILGAMESH

GENESIS

«Hombre de Suruppak, hijo de Ubar-Tutu, ¡demuele esta casa, construye una nave! Renuncia a las posesiones, busca la vida. ¡Desiste de bienes mundanales y mantén el alma viva! A bordo de la nave lleva la simiente de todas las cosas vivas. El barco que construirás, sus dimensiones habrá que medir. Igual será su amplitud y su longitud. Como el Apsu lo techarás» (XI,23-31)

«Hazte un arca de maderas resinosas... longitud del arca, trescientos codos; su anchura, cincuenta codos; y su altura, treinta codos. ... Contigo estableceré mi alianza: Entrarás en el arca tú y tus hijos, tu mujer y las mujeres de tus hijos contigo. Y de todo ser viviente, de toda carne, meterás en el arca una pareja para que sobrevivan contigo» (6,14-19)

«Al llegar el séptimo día, envié y solté una paloma. La paloma se fue, pero regresó; puesto que no había a la vista lugar donde reposar, volvió. Entonces envié y solté una golondrina. La golondrina se fue, pero regresó; puesto que no había a la vista lugar donde reposar, volvió. Después envié y solté un cuervo. El cuervo se fue y, viendo que las aguas habían disminuido, come, se cierne, grazna y no regresa. Entonces dejé salir todo a los cuatro vientos y ofrecí un sacrificio. Vertí una libación en la cima del monte. Siete y siete vasijas cultuales preparé, sobre sus trípodes amontoné caña, cedro y mirto. Los dioses olieron el sabor, los dioses olieron el dulce sabor, los dioses se apiñaron como moscas en torno al sacrificante (XI,146-162)

[Noé] «soltó a la paloma, para ver si habían menguado ya las aguas de la superficie terrestre. La paloma, no hallando donde posar el pie, tornó donde él, al arca, porque aún había agua sobre la superficie de la tierra... Aún esperó otros siete días y volvió a soltar la paloma fuera del arca. La paloma vino al atardecer, y he aquí que traía en el pico un ramo verde de olivo, por donde conoció Noé que habián disminuido las aguas de encima de la tierra. Aún esperó otros siete días y soltó la paloma, que ya no volvió donde él. Noé construyó un altar a Yahveh, y tomanda de todos las animales puros y de todas las aves puras, ofreció holocaustos en el altar. Al aspirar Yahveh el calmante aroma, dijo en su corazón: «Nunca más volveré al maldecir el suelo por causa del hombre, porque las trazas del corazón humano son malas desde su niñez, ni volveré a herir a todo ser viviente como lo he hecho» (8,8-21)

Estela del Código de Hammurabi (Museo de Louvre). Las leyes del rey no proceden de la divinidad [Shamash] a través de un dictado, como en el relato de la revelación del Sinaí. Sin embargo no carecen, según el antiguo documento, de una garantía de inspiración divina: «Yo soy Hammurabi, rey de justicia, a quien Shamash ha otorgado la verdad. Mis palabras son escogidas, mis obras son sin igual; no son vacías más que para el necio; para el sabio no merecen más que alabanzas».

HAMMURABI

LEY MOSAICA

«los juicios de justicia que Hammurabi, rey competente, ha establecido y ha hecho adoptar en el país como camino recto y buen comportamiento... Para que el fuerte no oprima al débil, para hacer justicia al huérfano y a la viuda, en Babilonia, la ciudad cuya cima han elevado Anu y Enlil, en Esagil, el templo cuyos fundamentos son tan estables como los cielos y la tierra»

«Mira, como YHWH mi Dios me ha mandado, yo os enseño preceptos y normas para que los pongáis en práctica en la tierra en la que vais a entrar para tomarla en posesión. Guardadlos y practicadlos, porque ellos son vuestra sabiduría y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos» (Dt 4,5-6)

«Si un hijo golpea a su padre, se le cortará la mano» (195)

El que golpee a su padre o a su madre morirá» (Ex 21,15)

«Si uno golpea a otro en una riña y le causa una herida, ese hombre jurará: no lo golpeé expresamente, y le pagará al médico» (206).

«Si dos hombres riñen y uno hiere a otro con una piedra o con el puño, pero no muere, sino que, después de guardar cama, puede levantarse y andar por la calle, apoyado en su bastón, el que le hirió quedará exculpado, pero pagará el tiempo perdido y los gastos de curación completa» (Ex 21,18-19)

«Si uno le saca el ojo a un notable, se le sacará el ojo. Si se le rompe un hueso a un notable, se le romperá un hueso. Si se le hace caer un diente a un hombre de su rango, se le hará caer un diente» (196.197.200).

«Si resultare daño, darás vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida» (Ex 21,23-25)

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«No hace nada el Señor sin revelar su secreto a sus siervos los profetas» Amós 3,7 Israel conoció la existencia de mediadores divinos en las culturas de su entorno y terminó desaprobando las prácticas de los adivinos, magos y evocadores de muertos. Sin embargo aceptó el ministerio de determinados hombres (y a veces también de mujeres como María, la hermana de Moisés, Débora o Juldá) cuyas funciones sirvieran de nexo comunicativo entre Dios y el resto del pueblo. Sacerdotes y profetas, cada cual a su modo, comunicarían el cielo y la tierra en ambas direcciones: desde Dios a los hombres (con la bendición sacerdotal y el oráculo profético) y desde los hombres hacia Dios (la intercesión y el sacrificio sacerdotal).

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Elías en el Monte Carmelo

l mensaje de los profetas estuvo definido algunas «Y yo, ¿no podré trataros, israelitas, como ese alfarero? veces por una VISIÓN , que hizo posible su Como está el barro en manos del alfarero, así estáis comunicación al mensajero de Dios (Is 1,1; Ez 1,2; vosotros en mis manos, israelitas» (cf. Jr 18,1-10). Am 1,1; Abd 1,1; Miq 1,1; Hab 1,1). La experiencia de la visión familiarizaba al mensajero con la voluntad y los En esas circunstancias Dios comunicaba su propio planes de Dios. Mediante esa visión la mirada del profeta Espíritu (inspiraba) al corazón del profeta no sólo el se volvía clara y sus ojos se abrían a acontecimientos conocimiento de sus planes, sino también los afectos de su futuros. corazón: amor, aflicción, A partir de lo que tenía cólera, solicitud por sus ante sus ojos, cosas tan cohijos... Los sentimientos del Receptores del mensaje de Dios munes a la vista para cualcorazón de Dios llegaban al quier persona, como una corazón del profeta. Y de este «Creemos en Dios y en lo que se nos ha revelado, rama de almendro (Jer 1,11), modo la clarividencia sobre en lo que se reveló a Abraham, Ismael, Isaac, Jacob una olla al fuego (1,13), o dos el futuro era la certeza de lo y las tribus, en lo que Moisés, Jesús y los profetas cestos de higos (24,1), un que Dios haría. Pues el recibieron de su Señor. No hacemos distinción entre profeta llegaba a percibir profeta había llegado a ninguno de ellos y nos sometemos a El». más profundamente la reasentir como Dios. Corán 2,136 lidad de su pueblo. En esos El ámbito donde Dios se objetos podía descubrir algo manifiesta al profeta era la nuevo y comprender la fuvida cotidiana. Amós tuvo tura actuación de Dios. ante sus ojos lo mismo que observaban sus contemporá¿Cómo explicar psicológicamente esta experiencia? neos: mercados donde se comerciaba, calles llenas de po¿Como una suspensión de la conciencia con respecto a la bres, campesinos sin tierra, palacios lujosos en Samaría, realidad? ¿O, mejor, como una elevación de la conciencia a participación fervorosa en el culto del santuario de Betel y un grado de mayor intensidad, de tal modo que ya no media peregrinaciones numerosas al de Bersheva por parte de nada entre ella y el sentir de Dios? El contenido y el tono de los mismos abusadores de los pobres... Pero el profeta veía los discursos proféticos reflejan que el profeta, en esas algo más que los otros: el olvido de la justicia y de las situaciones de visión, quedaba desligado de un modo exigencias de la Alianza con Dios (Am 4-5). Dios le permiespecial de sus sentimientos, y era introducido en el sentir tía ver lo que los demás no se animaban a ver, y le quitaba el del mismo Dios. Jeremías, viendo esforzarse a un alfarero velo con el que la mayoría habían tapado sus ojos. Eso es la en su trabajo, observando detalladamente sus gestos y revelación en el sentido más profundo de la palabra. expresiones al modelar una vasija, comprendió qué Por encima de la sensibilidad del pueblo, el profeta consemejante era la situación de Dios respecto a su pueblo: taba con la misma sensibilidad de Dios.

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«Un gran profeta se ha levantado entre nosotros» Lucas 7,16 Jesús se inserta dentro de la tradición profética, especialmente la cultivada a partir del destierro en Babilonia. Su mensaje es el cercano Reinado de Dios (Is 52,7). Su misión es anunciar una Buena Noticia (Is 61,1).

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Jesús formuló normas éticas radicales y provocativas, l núcleo de la predicación de Jesús fue el anuncio del Reino de Dios como una voluntad de bien que se pero con la intención de afianzar la identidad religiosa de impondría pronto en el mundo. Gracias a ella, los su pueblo. El amor a los enemigos buscaba que sus discídébiles verían respetados sus derechos, los hambrientos pulos superaran el comportamiento natural de los gentiquedarían satisfechos y al pecador se le brindaría la posi- les (Mt 5,46-47). Su flexibilidad frente a otros preceptos bilidad de conversión. El castigo divino caería sólo sobre buscaba que los débiles y pecadores pudieran integrarse aquellos que rechazaran esa salvación que Dios ofrecía plenamente a la comunidad de Israel: curó a una mujer, aunque era sábado, por ser ella «una hija de Abraham» sin condiciones. El Reinado de Dios representa el triunfo de su voluntad (Lc 13,16). Jesús entró en casa del publicano Zaqueo, porsalvífica. Implica por eso una disposición semejante por que también él era «un hijo de Abraham» (Lc 19,9). Finalmente Jesús murió sin que llegara el Reino de Dios parte del hombre. El hombre debe comenzar a realizar lo que espera que Dios obre en su definitiva e inminente anunciado por él. No se había producido la intervención intervención: asistir a los débiles, enfermos y marginados, definitiva de Dios para salvar a Israel como esperaban sus discípulos (cf. Lc 24,21). Pero esa fe no se extinguió, sino perdonarse mutuamente las ofensas. El Reino de Dios no una realidad inmaterial, como se lo que ellos comenzaron poco después a proclamar: ha presentado muy a menudo (cf. Rom 14,17). Según Jesús, «A este Jesús Dios lo resucitó, de lo cual nosotros en el Reino de su Padre se come y se bebe (Lc 14,15). Está somos testigos. Y exaltado por la diestra de Dios, ha ubicado en la tierra de Israel; allí confluirán las naciones recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo» desde Oriente y Occidente (Mt 8,11). Sin embargo, es un (Hech 2,32-33). Reino que trasciende toda frontera, incluso la de la muerte. Los Patriarcas aparecen en Fundaban esta proclaél como personas vivas (Mt Sembrando una Buena Noticia mación en el testimonio de 22,32). En este sentido, no se que Jesús se había mostrado identifica con ningún reino «En el Evangelio se compara a los creyentes con la vivo ante ellos. Y tal predipolítico. En cambio represensemilla que, habiendo germinado, fortifica su brote y cación no ha cesado desde ta una esperanza religiosa éste crece y se yergue en el tallo, constituyendo la entonces. Ésta fue para ellos con una dimensión social: la alegría del sembrador [Mt 13,18-23]». la Buena Noticia, que venía realidad esperada contrasta Corán 48,29 a confirmar la que ya había con las situaciones de injusanunciado Jesús: ticia del presente. Jesús usó, como otros «Dios ha resucitado a su Siervo y lo ha enviado para maestros de su tiempo, una forma de hablar accesible a bendecirlos, con tal que cada uno de ustedes se aparte todos: las parábolas. Se trata de metáforas sobre la llamada de sus iniquidades» (Hech 3,26). de Dios al hombre. Por medio de ellas Jesús proclama una ética de la responsabilidad. Mediante este anuncio se formó una comunidad que Esta ética tiene su núcleo en la interpretación que Jesús hace de la Torah. Al subordinar todos los preceptos al tenía conciencia de ser el pueblo renovado por la efusión mandamiento del amor al prójimo Jesús se situó dentro de del Espíritu Santo, según el anuncio del profeta Ezequiel: una tradición compartida. Por ejemplo, la interpretación «Infundiré mi Espíritu en vosotros y haré que os prudente de los maestros sobre el descanso sabático, según conduzcáis según mis preceptos y observéis y el principio rabínico: «el sábado se os entrega a vosotros, y practiquéis mis normas» (36,27). no sois vosotros los entregados al sábado» (Mekiltá sobre Ex 31,13). Compartió así con los fariseos la opinión de que El Espíritu de Dios que resucita a los muertos también «todo peligro de vida desplaza el sábado» (Mishná Yomá hace al creyente capaz de comenzar una vida nueva. VIII,6; cf. Mc 3,4). 9


«Muchas e importantes lecciones se nos han transmitido por la Ley, los Profetas y los

otros que les han seguido» Ben Sirá (Eclesiástico), Prólogo 1-2

Todo grupo religioso tiene necesidad de establecer un canon de referencia, para distinguir aquellos textos que fundamentan su experiencia básica (la «Escritura») de aquellos otros que son interpretaciones que la prolongan y enriquecen (la «Tradición»).

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a palabra Biblia es un término griego plural que significa «los Libros». Se trata, en efecto, de una biblioteca de textos sagrados, así reconocidos por el judaísmo, primero, y por el cristianismo, después. La fe de Israel constituye una síntesis de dos corrientes de tradición: la de unas tribus que ya se habían asentado en el país de Canaán, vinculadas a los Patriarcas, y la de otras tribus que fueron liberadas de Egipto, marcadas por la figura de Moisés y por la experiencia del Sinaí. La síntesis entre ambas se habría producido durante la época del primer Templo (ss. X-VI aEC) y se habría completado definitivamente después del exilio en Babilonia y el retorno al país de Judá (s. V aEC). Se habría realizado intercalando cronológicamente los diversos relatos transmitidos. Pero si bien el relato de Abraham precede a toda la narración, fue la experiencia de Moisés la que aportó un contenido teológico más decisivo, en torno a las nociones del Dios salvador, de la Alianza y de la Ley (Torah). Es importante destacar que en este proceso las tradiciones más antiguas no se perdieron, sino que se integraron

en un conjunto más amplio y aportaron los matices que alimentaron en cada momento la experiencia religiosa del pueblo de Israel. Así unas tribus heterogéneas poco a poco se fueron convirtiendo en un único Pueblo, con un único Dios, con una única capital y con un único Templo, después de haber pasado la dura prueba del exilio, donde se puso en juego su identidad. El texto definitivo sigue una secuencia de grandes unidades temáticas:

la historia de la creación (Gn 1-11) los relatos patriarcales (Gn 12-50) la salida de Egipto (Ex 1-15) la revelación en el Sinaí (Ex 19-24; 32-34) la marcha por el desierto (Ex 16-18; Nm 11-20) la conquista de la tierra (Nm 20,14ss).

En esta sucesión, más allá de la unidad que le ha dado la redacción final, se puede apreciar una rica diversidad de ideas combinadas entre sí.

ANTIGUO TESTAMENTO TaNaK (BIBLIA HEBREA)

Pentateuco

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Profetas Anteriores

Profetas Posteriores

Los Cinco Rollos

Baruc

Sabiduría Eclesiástico (B. Sirá)

I - II Macabeos

Tobías

Judit

Ester

Lamentaciones

Deuterocanónicos

Eclesiastés (Qohelet)

Rut

Cantar de los Cantares

I - II Crónicas

Esdras - Nehemías

Daniel

Proverbios

Salmos

Job

KETUBIM (Escritos)

Los Doce Profetas

Ezequiel

Jeremías

Isaías

I-II Reyes

I-II Samuel

Josué

NEBIIM (Profetas)

Jueces

Deuteronomio

Levítico Números

Génesis

Éxodo

TORAH (Ley)


Formación del Canon

Para buscar un texto

«El origen de los textos del Antiguo Testamento y la historia de la formación del canon han dado lugar a importantes trabajos de investigación durante los últimos años. Se ha llegado a un cierto consenso, según el cual al final del siglo I de nuestra era, el lento proceso de formación de un canon de la Biblia hebrea estaba prácticamente terminado. Este canon comprendía la Torá, los Profetas y la mayor parte de los Escritos. A menudo es difícil determinar el origen de cada uno de los libros. En varios casos, hay que contentarse con hipótesis. Estas se basan principalmente en observaciones tomadas del estudio crítico de las formas, la tradición y la redacción» .

Como en la mayoría de las obras antiguas, también los libros de la Biblia han sido divididos en capítulos y versículos.

Gn 1,1-3 Génesis 1 1 al 3

Cita Libro del Capítulo Versículos

GÉNESIS

1

En el principio creó Dios los cielos y la tierra. 2 La tierra era caos y confusión y oscuridad por encima del abismo, y un viento de Dios aleteaba por encima de las aguas. 3 Dijo Dios: «Haya luz», y hubo luz.

Génesis

Pontificia Comisión Bíblica, El Pueblo Judío y sus Escrituras Sagradas en la Biblia Cristiana n.9.

El corpus del Nuevo Testamento se fue formando durante los siglos I-II EC. Ante la multiplicación de textos de todo tipo sobre la vida y la persona de Jesús, se hizo necesario fijar aquellos que se consideraban más fidedignos. La determinación de recoger sólo cuatro de esos relatos estableció definitivamente el modo de comprender la persona de Jesús de Nazaret. Pero el hecho de que los cuatro relatos sean diferentes significa también que se admitió una pluralidad de interpretaciones de su persona y del alcance teológico del acontecimiento pascual. El Evangelio más antiguo es el de Marcos. Subraya el carácter arduo de la misión de Jesús y la incomprensión de su mensaje por parte de sus mismos discípulos. El de Mateo presenta a Jesús como el Mesías de Israel, y se esfuerza en mostrar el cumplimiento de las profecías.

1

Lucas subraya la acción del Espíritu Santo sobre Jesús, que se prolonga en la vida de la Iglesia. El de Juan es el más elaborado y está escrito en un ambiente de conflicto y de ruptura con la comunidad judía. Presenta una alta cristología, hablando de la preexistencia del Hijo en Dios, a la vez que subraya la relación de Cristo con cada creyente y la acción del Espíritu en ellos. Los múltiples acentos se reflejan también en la polémica de Pablo con la Iglesia de Jerusalén, con la que se mantuvo, sin embargo, en comunión. Sus cartas son los textos cristianos más antiguos que conservamos, pero se ocupan sólo del significado salvífico de la vida de Jesús. Los Evangelios rescatarán, después, los detalles de su vida. Por otra parte las Cartas Católicas asumen tanto la herencia paulina como la autoridad de los otros Apóstoles.

NUEVO TESTAMENTO

Apocalipsis

Judas

III Juan

II Juan

I Juan

II Pedro

I Pedro

Santiago

Hebreos

CARTAS CATOLICAS

Filemón

Tito

II Timoteo

I Timoteo

II Tesalonicenses

I Tesalonicenses

Filipenses

Colosenses

Efesios

Gálatas

II Corintios

CORPUS PAULINO

I Corintios

Romanos

HECHOS

Hechos de los Apost.

Juan

Marcos Lucas

Mateo

EVANGELIOS

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«Nosotros lo escucharemos y lo pondremos en práctica» Deuteronomio 5,27

La lectura que los creyentes hacían diariamente de la Biblia para alimentar su fe, esperanza y amor, recibió desde el siglo III el nombre de «lectio divina». Es una lectura, individual o comunitaria, de un pasaje de la Escritura, acogida como Palabra de Dios, y que se desarrolla bajo la moción del Espíritu en meditación, oración y contemplación.

A

pesar de que la lectio divina es una práctica muy antigua, su gran impulsor ha sido Gregorio Magno (s.VI EC). Esencialmente la presenta como una búsqueda del sentido literal (o histórico) del texto, para extraer de él un sentido típico (o ejemplar), y, por último, aplicar el sentido moral, que es el decisivo. No se trata de una interpretación especulativa de la Biblia, sino de una lectura orante, que conduce a imitar aquello que se lee y a orientar desde allí la vida del lector: «Escuchamos la Escritura, si obramos según ella» [cf. Lc 8,21]. Obrar según la Escritura es «amar y practicar su enseñanza», porque «Dios nos habla a través de la Escritura con un solo propósito: conducirnos a su amor y al amor del prójimo» (cf. Moralia XXVII,21,41). La sistematización en cuatro grados o escalones se hizo recién en el siglo XII, cuando un monje cartujo llamado Guigo escribió un librito llamado «La Escalera de los Monjes», en el que detalla el método tradicional:

la lectura, la meditación, la oración y la contemplación.

Estas instancias deben ser cuatro actitudes que existan y actúen juntas durante todo el proceso, aunque con una intensidad distinta, conforme al momento en que se encuentra la persona o la comunidad. El camino recorrido en la lectio divina consiste en que el lector se ubique delante de Dios, escuche la Palabra, estudie y descubra su sentido. Que luego la comience a rumiar hasta que ella entre en su propia vida, y pueda pasar de la mente al corazón. Entonces el lector, en oración delante de Dios, transforma todo eso en proyecto para su vida. A partir de allí el lector logra tener una nueva mirada para observar y evaluar la vida y la historia. Es la mirada de Dios sobre el mundo; una mirada nueva. Eso es la contemplación. Una mirada fundamentalista considera a menudo que el mundo es un lugar de perdición. Por eso busca alejarse de él y desiste de cualquier intento por transformarlo. La contemplación, en cambio, corrige esta mirada. Descubre que no es Dios quién está ausente de la realidad. Es el hombre el que, en su ceguera, no percibe su presencia (cfr. Is 42,19). Mediante la lectura de la Biblia, Dios nos ayuda a comprender la realidad y a transformarl, para que ella vuelva a ser una manifestación de su bondad. La contemplación así entendida no sólo medita el mensaje bíblico, sino que también lo realiza. No sólo oye: lo practica.

Los cuatro grados de la Lectio Divina

Lectura y experiencia

«La lectura es el estudio de la Escritura, hecho en un

«Instruidos por lo que nosotros mismos sentimos, ya no percibimos el texto como algo que sólo hemos escuchado, sino como algo que experimentamos y tocamos con nuestras manos; no como una historia extraña e inaudita, sino como algo que engendramos desde lo más profundo de nuestro corazón, como si fueran sentimientos que forman parte de nuestro propio ser. Insistimos: no es la lectura la que nos hace penetrar en el sentido de la Palabra, sino la experiencia propia, adquirida en el vivir la vida de cada día».

espíritu atento; la meditación es una actividad diligente de la mente, que con la ayuda de la propia razón busca el conocimiento de la verdad oculta; la oración es un impulso del corazón fervoroso hacia Dios, pidiendo que aleje los males y conceda las cosas buenas; la contemplación es una elevación de la mente sobre sí misma que, suspendida en Dios, saborea las alegrías de la dulzura eterna». Guigo el Cartujo, Escalera de los monjes

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Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de Predicadores

Casiano, Colaciones X,11.

Según el monje Juan Casiano (s. V), la realidad cotidiana es también un ámbito donde hay que escuchar la voz de Dios, para penetrar, desde allí, el mensaje de la Escritura.


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