Posgrados by fredy cabana

Documento marco Posgrados

USTA COLOMBIA

Documento Marco

Posgrados

ACREDITACIÓN INSTITUCIONAL AUTORES Unidad Posgrados

Responsable Carlos Julio Flórez Márquez Director Unidad de Posgrados Sede Bogotá Diego Mauricio Plazas Gil Coordinador de Procesos Curriculares y Gestión de la Calidad Unidad de Posgrados Sede Bogotá Participantes:

Coordinación editorial: Valeria D’Amato Orozco, María Adelayda López Alzate, Yeniter Khatéleen Escalona Poleo.

Alexander Torres Director Maestría en Comunicación, Desarrollo y Cambio Social

Corrección de estilo: Mayra Alejandra Castellanos Meneses, Óscar Javier Arango Arboleda, María del Mar Agudelo Torres, Hilda Liliana Ayala Hernández, Luis Daniel Pico Páez, Jessica Nathalia Sanabria Cantón, Nadia Johana Paola González Rodríguez, Juan Carlos Molano Carrillo, Gloria Elisa Amézquita Ospina, María Fernanda Chacón Castro, Juan Carlos Velásquez Sánchez, Jesús Delgado Argoti, Clara Inés Galindo Huertas.

Ana Elvira Castañeda Directora Maestría en Educación

Pauta gráfica: Sylvana Silvana Blanco Estrada. Diseño: Laura Cortés Ardila. Diagramación: Taller de Edición Rocca.

Carlos Alberto Pabón Coordinador Desarrollo Curricular Sede Villavicencio Diana Carolina Godoy Coordinadora de Procesos de Investigación y Proyección Social Unidad de Posgrado Sede Bogotá Doris Janeth Herrera Directora Maestría en Planeación para el Desarrollo

Impresión: Ultracolor Artes Gráficas L.T.D.A.

Galo Numpaque Director de Posgrados Seccional Tunja

Hecho el depósito que establece la ley Impreso en Colombia • Printed in Colombia Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra, por cualquier medio, sin la autorización expresa del titular de los derechos.

Germán Darío Marín Director de Posgrados Convenio USTA-ICONTEC Ignacio Chaves Docente Maestría en Comunicación, Desarrollo y Cambio Social Jorge Alberto Castro Director de Posgrados Seccional Bucaramanga José Duván Marín Docente Doctorado en Educación

Julio Abel Niño Director Maestría en Psicología Clínica y de la Familia Ligia Lugo Vargas Directora Especialización en Ordenamiento y Gestión Integral de Cuencas Hidrográficas

Luz Marina Marciales Directora Especialización en Gestión Territorial y Avalúos Mónica Eliana García Coordinadora de Evaluación y Regulación Académica Unidad de Gestión Integral de la Calidad Universitaria Sede Bogotá Sonia Uruburu Gilede Docente Maestría en Comunicación, Desarrollo y Cambio Social Wilber Najar Ramírez Director Especializaciones en Finanzas y Gerencia Empresarial

Tabla de contenido Introducción 6 1. Contextualización y antecedentes 7 1.1. Referentes nacionales e internacionales 8 1.2. Contextualización y antecedentes USTA 10 2. Conceptualización 12 3. Misión y visión 16 3.1. Misión de la educación posgradual en la Universidad Santo Tomás 17 3.2. Visión de la educación posgradual en la Universidad Santo Tomás 18 4. Políticas y lineamientos 19 4.1. Políticas generales de los posgrados 20 4.2. Lineamientos generales de posgrados 21 5. Gestión y organización 23 6. Recursos 26 6.1 Unidad de Posgrados como unidad articuladora 29 7. Logros e impactos 30 8. Sistema de evaluación, seguimiento y mejora del proceso 36 Referencias 42

Introducción 6

La Universidad Santo Tomás, comprometida con la formación integral de las personas en el campo de la educación superior, ha venido trabajando con las comunidades académicas y sociales en la identificación de soluciones éticas, creativas y críticas, a partir de la formación de profesionales con altos estándares de investigación en las distintas áreas del saber. En este proceso, durante los últimos treinta años, los programas de posgrado de la USTA se han propuesto responder a las problemáticas y necesidades de los distintos sectores, consolidando su infraestructura académica dentro de los principios humanistas cristianos planteados por la Institución. Ahora, en el marco de la Acreditación Institucional Multicampus, la Universidad Santo Tomás ha venido reflexionando sobre todo su quehacer, permitiendo reconocer su historia y, en ella, el transcurso, el valor y el impacto que la formación posgradual ha tenido en las regiones donde la USTA hace presencia. Para ello, se propone identificar los referentes nacionales, internacionales e institucionales en los cuales se inscribe la formación posgradual, para definir brevemente bajo qué conceptos se concibe en la USTA, resaltando los aportes que desde la investigación y la proyección social se hacen a la formación integral de los profesionales. Luego, se procederá a describir cómo se implementa la formación posgradual dentro del Proyecto USTA Colombia, enunciando su misión y su visión, las políticas y lineamientos generales, dando respuesta a las funciones sustantivas; también se describirá cómo se administran y qué infraestructura se plantea para su óptimo desarrollo; finalmente se indicarán algunos de los impactos de los posgrados con mayor trayectoria de la USTA, con el objeto no de dar razón de un largo proceso, sino con el compromiso de continuar dando respuesta a las necesidades de la sociedad y del país.

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Contextualizaci贸n y antecedentes 1.

1.1. Referentes nacionales e internacionales 8

El reto de la política educativa en los últimos años en Colombia, ha sido una apuesta —a través de la Política Nacional de Fomento a Posgrados— orientada a responder al atraso en términos de cobertura y calidad en la formación a nivel de maestrías y doctorados en Colombia, es decir, al nivel más alto de la cadena de formación. En la historia de Colombia existió una concentración a nivel de especialización, el cual no es un nivel reconocido mundialmente, sólo algunos países usan la misma figura. Desde el informe presentado por la Misión de Educación, Ciencia y Desarrollo1, se fortalece un imaginario social de la educación superior y posgradual, y como resultado se construyen las condiciones para la construcción del Plan Decenal de Educación 1996-2005 y 2006-2016. Esta Misión denunció como problemática de fondo una desarticulación entre la educación superior y el sistema investigativo y educativo, basada en unas “estructuras administrativas inadecuadas y la cultura que caracterizan a las instituciones de educación superior que no estimulan ni facilitan la investigación en el medio académico” (p. 75); ante esta problemática se propone como una recomendación categórica: “Renovar la educación superior”. Esta propuesta sustenta el fomento de la generación del conocimiento dentro del sistema universitario, para lo cual argumenta que Colciencias debe financiar y apoyar la investigación científica de frontera en grupos de investigación y programas doctorales articulados en redes de excelencia, debidamente dotados de laboratorios y bibliotecas (con especial énfasis en ciencia y tecnología), adicional, a la flexibilización de los planes de estudios. Estas propuestas se constituyeron en un reto para la educación posgradual en Colombia. Así mismo plantea que la autonomía universitaria debe sustentarse en dos principios: la garantía de creación de conocimientos, sin presiones externas y con un alto compromiso social, y una visión compartida por toda la comunidad universitaria de una excelencia académica y calidad en su gestión, para ofrecer soluciones a la problemática nacional y regional.

1 Conocida como la Misión de Sabios, cuyos resultados fueron entregados en 1994 y presentados en el Libro Colombia al filo de la Oportunidad, publicado por la Presidencia de la República de Colombia y Colciencias en 1995. Universidad Santo Tomás

De allí surge la adopción de planes educativos institucionales, la acreditación de calidad de los programas, los mecanismos de apoyo financiero y el bienestar para reducir la deserción estudiantil; los ciclos propedéuticos con titulación intermedia, la racionalización y homologación de la oferta hacia programas pertinentes, y el incentivo a la conformación de una planta docente de tiempo completo, calificada para la creación de conocimientos. Producto de las demandas en la relación con el sector productivo, en la última década en Colombia, los niveles de ingreso y egreso de maestrías y doctorados han aumentado. Pero, si bien hay una tendencia al alza, de acuerdo a las cifras del Sistema Nacional de Información de Educación Superior (Snies) y la web de doctorados en línea (DocLac) seguimos rezagados frente a otros países de América Latina como Brasil, México y Chile respecto a la oferta, las mediciones internacionales y la posición de las universidades colombianas, de acuerdo a los datos aportados por la Universidad Autónoma de Bucaramanga (Cabrera Cruz, 2009). En cuanto a la medición que realiza el Institute of Higher Education de la Universidad de Shanghai Jiao Tong, para el periodo 2010-2013, ninguna universidad colombiana figura en el ranking de las 500 mejores universidades del mundo. De Latinoamérica ingresaron Brasil, México, Argentina y Chile. Las mediciones nos llevarían a reflexionar sobre la investigación, la calidad y el currículo. De igual forma, ninguna universidad latinoamericana se encuentra ubicada en el top 100, según la Academic Ranking of World Universities (ARWU) de 2013. Teniendo en cuenta lo anterior, estamos a la mitad del camino para lograr convertirnos en un país de investigación. Si bien existen en Colombia universidades con excelente docencia e investigación, se sigue evidenciando una fuerte desconexión con el medio. En conclusión, se requiere que las Instituciones de Educación Superior (IES) y el Ministerio de Educación Nacional de Colombia (MEN), establezcan apoyos mutuos para lograr la cobertura y calidad de los programas, respecto a los retos que establece la globalización del conocimiento frente a los posgrados. Como lo afirma Esquivel (2007, p. 2): La transformación se produce no sólo por el impacto del capitalismo global sobre la producción y los servicios, sino también por la asunción local de las políticas neoliberales propuestas por el Banco Mundial (BM) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), entre otros organismos.

De tal manera, se hace necesario consolidar los posgrados a la altura de los requerimientos tecnológicos, científicos, sociales, culturales y académicos que demandan los países donde se ofertan, que se adapten con prontitud al entorno a través de diferentes estrategias, con claridad sobre los impactos en los mercados y con pertinencia investigativa a los contextos locales y globales que convergen en las regiones.

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1.2. Contextualización y antecedentes USTA

Universidad Santo Tomás, desde su fundación como Universidad de Estudio General en 1580, ha estado atenta al desarrollo de los tiempos, en busca de su articulación y pertinencia constante, sin pérdida de su identidad. En 1965, después de su cierre en el gobierno de Tomás Cipriano de Mosquera por intereses políticos, abre sus puertas con programas de pregrado: Ingeniería Civil, Economía, Contaduría, Derecho, Filosofía y Humanismo, y Filosofía y Ciencias Religiosas. Posteriormente, en 1973, inicia labores la sede de Bucaramanga con los programas en pregrado de Economía y Administración de Empresas, Contaduría Pública, y Derecho y Ciencias Políticas. Dos años más tarde, se crea el Programa de Arquitectura. En 1975, la Universidad Santo Tomás fue una de las pioneras en ofrecer programas con la modalidad de Educación a Distancia, con la cual se han formado un alto número de profesionales de diferentes regiones del país. Luego, se instauró en la capital boyacense el 3 de marzo de 1996; al año siguiente se estableció en Medellín, y en 2007 comenzó la oferta de programas presenciales en Villavicencio. A nivel posgradual, el Estatuto Orgánico de la Universidad, en su artículo 12, mediante el Acuerdo 4 del 10 de junio de 1977, establece como parte de su misión institucional la promoción de la formación integral de las personas en el campo de la educación superior en los niveles de especialización, maestría, doctorado y posdoctorado, con la creación de la Escuela de Posgrados en Bogotá, la cual pretende unificar los criterios académicos y administrativos en la dirección y desarrollo de los programas de posgrado, tanto en la modalidad presencial como a distancia. Entre las primeras maestrías que se desarrollaron con el fin de capacitar a sus propios docentes e impulsar el pensamiento latinoamericano, están las maestrías en Educación, Investigación y Docencia Universitaria, y, un año después la maestría en Filosofía Latinoamericana, inspirada en la Filosofía y Teología de la Liberación. En 1976, a través del Acuerdo 13 del Consejo Superior, se crea la Maestría en el Área Clínica y de la Familia, hoy Maestría en Psicología Clínica y de la Familia, al igual que la Maestría en Planeación Socioeconómica. En Bucaramanga, el primer posgrado inició con la Maestría en Administración de Empresas, en 1986.

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Con el transcurso del tiempo, la consolidación de la investigación, y el fortalecimiento de los programas de pregrado en las distintas sedes y seccionales, la Universidad Santo Tomás fue desarrollando nuevas especializaciones y maestrías, además de procurar su extensión a distintas ciudades del país. En esta medida, para garantizar una mejor articulación y sinergia entre los programas de pregrado y posgrado, tanto en lo académico como en lo investigativo, el actual Estatuto Orgánico de la Universidad (2010c), en su artículo 77, constituye a las facultades como unidades orgánicas que imparten docencia, propician la investigación, fomentan la interdisciplinariedad y el servicio a la comunidad, tanto en programas de carácter profesional como de formación avanzada. Para fomentar el crecimiento de los programas de posgrado, la seccional de Bucaramanga creó la Dirección General de Posgrados, mediante la Resolución No. 33 del 11 de octubre de 2010 del Consejo Directivo, bajo la dependencia de la Vicerrectoría Académica con el fin de apoyar, acompañar y asesorar las diversas facultades y programas de educación posgradual en el diseño de las políticas y lineamientos de los posgrados, en relación con los procesos propios de sus funciones sustantivas. Posteriormente, para promover una ágil gestión en los procesos, mediante la Resolución 034 del 24 de septiembre de 2013 se crea la “Comisión General de Posgrados de la Universidad, Santo Tomás Seccional Bucaramanga”, comisión de alto nivel para la toma decisiones. Por otro lado, Bogotá como parte de los compromisos adquiridos en el plan de mejoramiento a partir de la acreditación institucional, crea la Unidad de Posgrados, mediante el Acuerdo del Consejo Superior No. 28 del 14 de diciembre de 2012. Más tarde, la Unidad se estructura con cuatro comités, como cuerpos colegiados en donde se socializa, discute y consensua lo pertinente a cada uno, de acuerdo a las funciones sustantivas y adjetivas de la Universidad: Comité de Currículo, Comité de Investigación, Comité de Gestión de la Calidad, y Comité de Proyección Social. La Universidad Santo Tomás, a mayo de 2014, en la Sede Principal, cuenta con tres (3) doctorados, veinte (20) maestrías y veintiséis (26) especializaciones, para un total de cuarenta y nueve (49) programas de posgrado. Además, cuenta con seis (6) especializaciones y una (1) maestría en extensión a diferentes ciudades del país, aumentando el número de programas a cincuenta y seis (56). Actualmente, la seccional de Bucaramanga cuenta con 31 programas de posgrado (7 maestrías y 24 especializaciones) que desde el desarrollo de las funciones sustantivas de la educación superior contribuyen a la concreción de la misión institucional. El nuevo reto de la educación posgradual consiste en acreditar, desde una óptica multicampus, la calidad académica que profesa. La seccional de Tunja se ha consolidado como una de las mejores universidades de la región y ofrece seis (6) especializaciones y cuatro (4) maestrías. En el año 2007, la Universidad Santo Tomás comenzó la oferta de programas presenciales en Villavicencio, y actualmente cuenta con dos programas de posgrado: Especialización en Gerencia Empresarial y en Derecho Administrativo. En el año de 1997 se estableció la Universidad Santo Tomás en Medellín, y hoy cuenta con cuatro programas de pregrado y cuatro (4) especializaciones.

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Conceptualizaci贸n 2.

Los programas de posgrado son programas de formación avanzada que incursionan en dos ámbitos académicos: la profundización o la investigación. En este sentido, los programas de posgrado se clasifican en: especializaciones (cualifican el ejercicio profesional y desarrollan competencias para la solución de problemas), maestrías de profundización (ahondan en un área del conocimiento, y desarrollan competencias para la solución de problemas o análisis de situaciones particulares de carácter disciplinario, interdisciplinario y profesional), maestrías de investigación (desarrollan competencias para la participación activa en procesos de investigación que generen nuevos conocimientos o procesos tecnológicos), doctorados (son el más alto grado educativo; desarrollan competencias para el ejercicio académico e investigativo de alta calidad, y son de investigación, en el sentido más riguroso del término) y, por último, posdoctorados (no se encuentran formalmente tipificados por la legislación educativa colombiana, en virtud de que no confieren un título académico formal; los estudios los realizan miembros de una comunidad de doctores, en el desarrollo conjunto de investigaciones del más alto nivel en las áreas que los convocan). Los programas de posgrado son parte fundamental en el proceso formativo de los profesionales, que comprende la educación como un proceso que tiene como única finalidad la perfectio, que, como se expresa desde la concepción dominicano-tomista, consiste en la realización o plenificación del ser humano (USTA, 2010a, pp. 40-46). Esto, en virtud de que el proceso educativo implica la totalidad de la vida humana y que, en definitiva, no termina de completarse sino que simplemente se interrumpe con la muerte. La educación posgradual en la Universidad Santo Tomás, contribuye al desarrollo de lo propuesto en su Misión Institucional, la cual, Inspirada en el pensamiento humanista cristiano de Tomás de Aquino, consiste en promover la formación integral de las personas en el campo de la educación superior, mediante acciones y procesos de enseñanza-aprendizaje, investigación y proyección social, para que respondan de manera ética, creativa y crítica a las exigencias de la vida humana, y estén

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en condiciones de aportar soluciones a la problemática y necesidades de la sociedad y del país (USTA, 2004, p. 17).

En la perspectiva cristiano-tomista, la vida humana y la dignidad de la persona son valores fundantes de los demás valores: plenitud personal (desarrollo de todas las potencialidades individuales), libertad en situación, responsabilidad, solidaridad, justicia, bien común, paz y verdad. Estos valores exigen de la USTA “promover la formación integral”, tanto el desarrollo de las aptitudes personales como el compromiso con la vida social; la integración del saber hacer profesional con el saber obrar de la madurez ética. Los valores de desarrollo personal y los de convivencia no funcionan de manera aislada, sino en plexo, es decir, como red de elementos entrelazados (Cf. USTA, 2004b, pp. 11-13). De esta manera, la formación integral se ha venido incorporando en los programas de posgrado a partir de su diseño curricular, al incluir la cátedra de Humanismo, Ética y Sociedad, bajo la responsabilidad directa del Departamento de Humanidades, según el acuerdo 28 del 16 de octubre de 2013. 14

Con el fin de fomentar la identidad institucional y de armonizar la dinámica de fortalecimiento académico en la organización y jerarquización de los contenidos, en el reconocimiento de créditos académicos, conocimientos, capacidades, habilidades y estrategias pedagógicas, los posgrados deben promover estructuras curriculares flexibles y pertinentes a las necesidades del contexto. Con este propósito, la Política Curricular establece la formación profesional como: Un cuerpo de conocimiento especializado y de intervención práctica, a través del cual se busca atender necesidades y problemas relacionados con el campo de actuación profesional. De ahí la importancia de evaluar con periodicidad los posibles y diversos contextos de desempeño, las bases sociales de la profesión, las relaciones con otros campos de conocimiento y de intervención profesional, los aspectos organizacionales, institucionales, legales y valorativos del ejercicio profesional, con el objeto de diseñar una propuesta pertinente de formación, teniendo en cuenta la fuerte vocación de servicio social que caracteriza a las profesiones (USTA, 2004b, p. 34).

En estos procesos de construcción curricular, las maestrías y doctorados de la Universidad Santo Tomás se nutren y fortalecen mediante un trabajo disciplinario, interdisciplinario y transdisciplinario, dinamizado primordialmente por procesos investigativos de diversos géneros. Así pues, ningún programa de maestría o doctorado se puede entender sin una estructura investigativa y sin una conformación que asegure unos niveles mínimos de calidad. Esta claridad se evidencia en su Política de Investigación, donde la USTA se propone “promover estudios de posgrado que incorporen la innovación, la interdisciplinariedad y la transdisciplinariedad en sus programas, fundando las orientaciones a largo plazo en los objetivos y necesidades sociales y culturales”. (USTA, Política de Investigación, 2009, p. 49). Respecto a la proyección social, los distintos programas de posgrado: […] pueden implementar variadas estrategias orientadas al trabajo con empresas, comunidades, gremios, entidades oficiales y privadas, organismos nacionales e internacionales Universidad Santo Tomás

que permiten la aplicación del conocimiento con propósitos de utilidad práctica y atienden a la solución de problemas locales. Estos trabajos se justifican en cuanto son asumidos como proyectos académicos que contribuyen a enriquecer la enseñanza, el aprendizaje y la investigación, convirtiendo el contacto con el entorno social en una oportunidad pedagógica (USTA, 2009, p. 23).

Las relaciones internacionales: […] permitirán a la USTA fortalecerse académicamente, pues podrá desarrollar proyectos de investigación compartidos, alcanzar el perfeccionamiento de sus docentes a nivel de formación avanzada (maestrías y doctorados); acceder a programas de pasantías para estudiantes y profesores buscando una actualización permanente en su respectiva área; gestionar la participación de pares académicos en la evaluación de sus programas, realizar contactos con agencias gubernamentales y fundaciones privadas que ofrecen financiación a proyectos de desarrollo e investigación, llevar a cabo el intercambio de publicaciones y la divulgación de resultados de investigación. De esta manera, la USTA podrá cumplir con mayor calidad su función educativa e investigativa, y dar a conocer ante instituciones afines en el extranjero los programas que ofrece, sus líneas de investigación, sus ventajas comparativas y sus propias necesidades (USTA, 2004, p. 144).

Solo de esta manera, al integrar y articular las funciones sustantivas en la formación posgradual, se consolida una cultura de calidad que busca brindar a la sociedad profesionales con las más altas competencias, que den respuesta a sus necesidades a nivel nacional e internacional. El hablar de calidad connota eficiencia, eficacia y excelencia, junto al concepto de visualizar programas acreditables y acreditadores, [al igual que] El fortalecimiento […] de los posgrados, la proyección social, la cualificación de los docentes, la renovación curricular y la cooperación interinstitucional, entre otras acciones planteadas en los planes de desarrollo institucionales (USTA, 2009, pp. 14-15).

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Misi贸n y visi贸n 3.

3.1. Misión de la educación posgradual en la Universidad Santo Tomás Los posgrados de la Universidad Santo Tomás, inspirados en el pensamiento humanista-cristiano de Tomás de Aquino, fomentan la profundización, construcción y generación de conocimientos en los distintos campos del saber, para responder de manera ética, creativa y crítica, a las problemáticas y necesidades de la sociedad.

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3.2. Visión de la educación posgradual en la Universidad Santo Tomás 18

Los posgrados serán reconocidos por la calidad de sus programas y el impacto social, que desde el humanismo cristiano-tomista, genere la comunidad académica.

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PolĂticas y lineamientos 4.

4.1. Políticas generales de los posgrados 1. La Universidad Santo Tomás, a través de sus programas académicos de posgrado, contribuirá 20

al desarrollo del país, mediante la formación integral de personas capaces de aplicar el conocimiento como respuesta a las problemáticas profesionales y a las necesidades de las regiones, y de llevar a cabo proyectos de investigación que amplíen las fronteras del conocimiento, para contribuir al fomento de comunidades de conocimiento. 2. Los posgrados en la Universidad Santo Tomás son programas académicos conducentes a un

título universitario de especialización, maestría o doctorado, los cuales, como diferentes niveles de formación, se comprenden de la siguiente forma: c. Especializaciones. Son programas de posgrado cuyo objetivo formativo se centra en el desarrollo de competencias para la cualificación profesional en un área específica del conocimiento. d. Maestrías. Son programas de posgrado que buscan desarrollar y ampliar los conocimientos para la solución de problemas disciplinarios, interdisciplinarios o profesionales, por medio de procesos de investigación en un determinado campo del saber. e. Doctorados. Son programas de posgrado que tienen como propósito perfeccionar la formación avanzada para el desarrollo de competencias, para la orientación y realización de procesos académicos e investigativos innovadores, y de manera autónoma.

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4.2. Lineamientos generales de posgrados Basados en la experiencia de las diferentes sedes y seccionales, y entendiendo los lineamientos como principios orientadores y dinamizadores que regulan los desarrollos de las funciones sustantivas de la Universidad Santo Tomás en los programas de formación posgradual, se crearon cuatro grupos de lineamientos que abordan aspectos curriculares, investigativos, de calidad y de proyección social de los posgrados a nivel nacional, así:

4.2.1. Currículo • Garantizar que las propuestas educativas ofertadas por los programas de posgrado respondan a

lo estipulado en los Documentos Maestros respecto a los criterios de flexibilidad, internacionalización, interdisciplinariedad, integralidad y transversalidad. • Los programas de posgrado definirán espacios permanentes de evaluación curricular, que sus-

tenten la pertinencia, coherencia y relevancia del programa con los contextos. • Los programas velarán por el desarrollo y articulación del componente institucional humanista y

la política de bilingüismo con su campo propio de conocimiento. • Gestionar, implementar y evaluar permanentemente la pertinencia de los convenios al interior

de los currículos, articulados a las necesidades de la investigación y la proyección social de los programas de posgrado. • Fomentar el uso de las mediaciones tecnológicas en el proceso de enseñanza y aprendizaje, que

permitan el seguimiento del trabajo independiente de los estudiantes.

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4.2.2. Investigación • Los posgrados articularán sus actividades de investigación con los centros de investigación, con

las líneas medulares institucionales y con las líneas activas de los grupos en los que se encuentra adscrito el programa. • La investigación, trabajos de grado de maestrías y tesis doctorales adelantadas desde los posgra-

dos, deben responder a las líneas de investigación que sustenten los programas y estarán dirigidas por docentes de planta. • Los posgrados promoverán que sus productos de investigación respondan a un plan de visibili-

zación nacional e internacional. • Los proyectos de investigación de posgrados deben orientarse al trabajo con los diferentes secto-

res económicos, acordes a la naturaleza del programa. 22

• Los posgrados deben articular de manera permanente los resultados de las actividades propias de

la investigación con el currículo.

4.2.3. Proyección social • Los posgrados deben articular sus procesos curriculares con las políticas y estrategias de proyec-

ción social propuestas por la Universidad. • Los posgrados generarán espacios para socializar sus proyectos y resultados de investigación en-

tre la comunidad académica y los sectores económicos interesados, según corresponda. • Los posgrados realizarán periódicamente procesos de evaluación de sus actividades curriculares

y de investigación, con el fin de fomentar su articulación con las estrategias de proyección social propuestas por la Universidad.

4.2.4. Gestión integral de la calidad universitaria • Los posgrados realizarán periódicamente procesos de autoevaluación con base en un diagnóstico

sobre la situación del programa, y elaborarán el plan de mejoramiento que de allí se derive. • Los posgrados deberán formular, gestionar y hacer seguimiento a los planes de mejoramiento

resultantes de los procesos de autoevaluación, articulados con los planes operativos de las facultades y el Plan General de Desarrollo de la Universidad. • Los posgrados participarán permanentemente en los procesos de Gestión Integral de la Calidad

Universitaria, implementados como parte de los procesos de Calidad Institucional, de acuerdo con los lineamientos establecidos por las instancias pertinentes. Universidad Santo Tomás

Gesti贸n y organizaci贸n 5.

De acuerdo con el capítulo 1, artículo 2 del Reglamento General de Posgrados (2008): La Sede Principal y cada una de las Seccionales y Sedes de la Universidad, así como la

Vicerrectoría de Universidad Abierta y a Distancia (en adelante VUAD) contarán con una dependencia, estructura o sistema organizativo responsable de la orientación y de la coordinación de la formación posgradual, el cual debe estar debidamente articulado con la facultad o división en la cual se halle adscrito el programa o grupo de programas de posgrado; ha de estar de acuerdo con la metodología del programa o grupo de programas, así como con las políticas y con las funciones emanadas del Consejo Superior y del Consejo de Fundadores.

Gráfica 1.

Estructura Orgánica Académica de la USTA División Consejo de Facultad

Facultad

Comité de Programa

Programas de pregrado

Programas de posgrado

Fuente: elaboración institucional

De acuerdo con las funciones que señala el Reglamento General de Posgrados (2008), capítulo 1, artículo 3, Universidad Santo Tomás

El Comité del programa o grupo de programas, el Consejo de la Facultad a la que está adscrito el programa, el Consejo Académico Particular, el Consejo Académico General y el Consejo Superior son los órganos colegiados competentes para decidir sobre los programas de posgrado.

Los programas de posgrado en la Universidad Santo Tomás, se encuentran adscritos directamente a una facultad, y ésta a su vez, por su área de conocimiento y proximidad epistemológica, a su respectiva División. De acuerdo con el Reglamento General de Posgrados, los posgrados de la Universidad Santo Tomás se pueden administrar en forma individual o grupal; también pueden ser compartidos entre varias facultades o divisiones, con el fin de favorecer la interdisciplinariedad y la flexibilidad académica y administrativa. Cada programa cuenta con un Director de Programa encargado de administrar las actividades académico-administrativas del programa a su cargo. 25

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Recursos 6.

La Universidad Santo Tomás enuncia su política, a través de la cual se sientan las bases para la comprensión de los posgrados como componentes de un sistema cuyo propósito es responder con calidad, efectividad y pertinencia a las necesidades de formación de las comunidades científicas y académicas, y a las demandas de conocimiento especializado para la sociedad.

Gráfica 2.

Unidad de Posgrados como unidad transversal Vicerrectoría Académica

Unidad de Posgrados Comité de Currículo y Formación Docente Comité de Gestión de la Calidad Comité de Investigación Comité de Proyección Social

Unidades Académicas Departamentos Administrativos

Decanaturas Facultades Programas

Estudiantes Fuente: elaboración institucional

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Comunidad Académica Nacional e Internacional

Para velar por esa correcta comprensión de los posgrados se crea la Unidad de Posgrados, como instancia transversal de apoyo en la gestión académico-administrativa de los posgrados en la USTA, por medio del acompañamiento, asesoría y articulación con las funciones sustantivas de la Universidad Santo Tomás, expresadas en las unidades académicas y las instancias administrativas, tal como se muestra en la gráfica 2. En concordancia con lo expuesto anteriormente, los comités de la Unidad de Posgrados son espacios de diálogo, discusión y socialización de las problemáticas y necesidades propias de las funciones sustantivas en la puesta en práctica al interior de los programas, se reconocen las experiencias exitosas y se analizan las oportunidades de mejora en los otros programas, permitiendo así la consolidación y actualización de políticas y directrices, favoreciendo sinergias que propenden a la optimización a sus procesos y procedimientos, todo ello dentro de los lineamientos trazados por la Misión y la Visión institucional. 28

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6.1 Unidad de Posgrados como unidad articuladora La Unidad de Posgrados está dirigida por un director, encargado de coordinar todos los procesos académico-administrativos referentes a la unidad, para garantizar la calidad de los programas de posgrados ofrecidos por la Universidad. Como apoyo al director, están las coordinaciones, cuya función es apoyar a la Dirección en la orientación, armonización y seguimiento de los procesos correspondientes a Currículo, Investigación, Gestión de la Calidad, Proyección Social y de carácter administrativo de los programas de posgrado de la Universidad, procurando el fortalecimiento de los canales de comunicación, tanto internos como externos (ver Gráfica 3).

Gráfica 3.

Director de la Unidad

Coordinaciones Académicas Coordinación Administrativa

Comités

Estructura de la Unidad de Posgrados Directores de Programa Instancias Administrativas

Fuente: elaboración institucional

Las coordinaciones de la Unidad de Posgrados tienen a su cargo acompañar, fomentar y gestionar los procesos en torno a las políticas y lineamientos de la educación posgradual, con el fin de promover la calidad y mejoramiento de las funciones sustantivas, la consolidación del sistema de información y de los procesos de autogestión de los programas, articulado con las distintas unidades académicas y departamentos administrativos de la USTA, a través de los comités de la Unidad.

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Logros e impactos 7.

Los impactos de la formación posgradual de la USTA, se puede reconocer en varios órdenes de acción, los cuales valoran de manera cualitativa y cuantitativa los resultados de los procesos de gestión administrativa y académica de los mismos, y están fundamentalmente en concordancia con las funciones sustantivas de la Universidad, como lo son la docencia, la investigación y la proyección social. Evaluar y valorar los impactos de los posgrados, implica que se den los procesos y procedimientos que reconocen los indicadores e instrumentos que van desde la sistematización hasta la investigación. Esto conlleva a la construcción de una cultura en el marco de los procesos de autoevaluación y en los planes de mejora de los mismos programas, reconociendo los dominios socioculturales, académico-investigativos y técnico-metodológicos, para lo cual, se identifican los siguientes lineamientos de impacto: • Se diferencian los impactos en los diferentes niveles de formación, por sus propias características

en lo esperado como aporte a los profesionales que las cursan. De esta manera, los impactos de las especializaciones se dan en un orden más técnico, los de maestría, en un orden teórico y metodológico, y los doctorados, en la creación de nuevos conocimientos. • Los posgrados, en sus modalidades presencial y a distancia, generan una alta posibilidad de op-

ciones para estudiantes de todo el territorio nacional, de tal manera que sus coberturas regionales permiten reconocer un acceso a profesionales que están en diferentes regiones, y no deben desvincularse de ellas debido a su proceso de formación posgradual. • Para el desarrollo de las prácticas profesionales y de investigación, se firman cartas de intención

y convenios interinstitucionales. De esta manera se garantiza el contexto de desarrollo de las competencias tanto profesionales como investigativas, además se fomentan relaciones en redes profesionales y académicas. • Como efecto de los acuerdos y convenios de los posgrados con los diferentes sectores de educa-

ción, producción, salud, social y empresarial, se realiza una cobertura de servicios profesionales

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a comunidades en situaciones de vulnerabilidad o de difícil acceso a los profesionales especializados. • Los diferentes programas cuentan con la infraestructura y procedimientos de los laboratorios,

consultorios o Instituciones Prestadoras de Servicios (IPS) de la Universidad. Además de implicar una formación contextual y problémica, como parte de los criterios pedagógicos de la Universidad, dicha infraestructura representa una manera de ofertar servicios especializados a las comunidades que los requieren, participando corresponsablemente en las necesidades de las comunidades. • Como parte del desarrollo de los trabajos monográficos en las especializaciones, los trabajos de

grado en las maestrías, y las tesis en los doctorados, la Universidad permite generar redes interinstitucionales de cooperación y colaboración, para dar cuenta de explicaciones y comprensiones de los problemas y necesidades particulares a las disciplinas. 32

• Las investigaciones docentes, tanto en los proyectos disciplinares e interdisciplinares, como en

los proyectos específicos de los programas, permiten que se generen nuevas propuestas de estrategias metodológicas, resignificaciones epistemológicas y principios teóricos, evidenciados en las publicaciones, en los espacios académicos de formación de los profesionales, y en la creación de patentes, modelos o protocolos que ofrecen alternativas de cambio a los problemas. • Desde los egresados de los programas de posgrado, los empleadores y comunidades que están

en contacto con ellos, todos logran evidenciar las competencias del saber ser característico de la formación humanista-tomista en la identidad institucional; las competencias profesionales que operacionalizan el saber obrar de manera problémica y crítica frente a las realidades diversas y complejas, y las competencias del saber conocer y comunicar las tendencias y saberes científicos. • Los posgrados de la Universidad Santo Tomás lideran los centros, grupos y líneas de investiga-

ción de las divisiones y las facultades; orientan las tendencias teóricas y metodológicas disciplinares, que son retomadas en la formación de los estudiantes de pregrado y la educación continuada de los profesionales y egresados. Ahora bien, después de esta mirada a nivel general, queremos puntualizar a partir de las divisiones algunos hechos puntuales: • La División de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Santo Tomás, dando

respuesta a las necesidades de formación posgradual requeridas por las organizaciones colombianas, desde hace más de 28 años ha venido ofreciendo programas académicos a nivel de especializaciones y de maestría. Hoy, la división cuenta con 3 maestrías que responden al área de Ciencias Económicas, Protección Social y de Administración. De igual forma, cuenta con 7 especializaciones en las áreas de Salud, Finanzas, Gerencia Empresarial, Negocios Internacionales, Auditoría de Sistemas y de Auditoría, y Administración de la Información Tributaria. Actualmente, avanza en la consolidación de la documentación requerida para ofrecer un nuevo programa a nivel de

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doctorado en Ciencias Económicas. Se ha fomentado la participación de estudiantes y docentes en procesos de intercambio académico y cultural a través de pasantías, ponencias y prácticas empresariales en instituciones como Barry University (Miami), la Pontificia Universidad Católica de Argentina (UCA), la Escuela Superior de Administración de Negocios (ESAN) en Perú, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Tecnológico de Monterrey, la Universidad de San Petersburgo en Rusia, y la Universidad de Sao Paulo en Brasil. Asimismo, ha venido ofreciendo capacitación a universidades extranjeras en temas de auditoría y gerencia, como es el caso reciente del Curso Internacional en Gestión de Servicios de Salud, ofrecido a estudiantes del MBA de la Universidad de Ciencias Aplicadas del Perú. Igualmente, ha desarrollado procesos de consultoría, asesoría y acompañamiento en múltiples proyectos a organizaciones, tales como: Policía Nacional, Organización de Naciones Unidas, Codensa, Dirección Nacional de Planeación, Alcaldía Mayor de Bogotá y Secretaría de Planeación. • La División de Filosofía y Teología, además de ser la esencia misma del estudio general que desa-

rrolla e impulsa la identidad institucional, cuenta con un doctorado y dos maestrías. La Maestría en Filosofía Latinoamericana, con más de tres décadas filosofando desde nuestra América, fue creada hacia el año de 1977; denuncia el universalismo abstracto y ahistórico de la filosófica occidental, que desconocía otras ricas tradiciones de pensamiento, y que se mostraba incapaz de responder a los retos de las circunstancias concretas de los hombres y mujeres de nuestra región. A partir de este inconformismo, impulsó el proyecto de un filosofar en, desde y para América Latina. Hoy en día, prácticamente todos los currículos de formación filosófica han incluido en sus planes de estudio asignaturas de historia del pensamiento filosófico colombiano y latinoamericano, así como investigaciones sobre las tradiciones de pensamiento de América Latina. Alrededor de medio centenar de promociones y cerca de quinientos egresados, quienes en su gran mayoría se desempeñan como docentes de educación media y universitaria, se han convertido en los mejores embajadores y promotores de la inquietud por pensar nuestra realidad desde un horizonte filosófico. La investigación en la Maestría nutre instancias y medios académicos de gran proyección nacional e internacional, como la revista Cuadernos de Filosofía Latinoamericana y el apoyo a la realización de los reconocidos Congresos de Filosofía Latinoamericana, evento que en el año 2013 realizó su décimo quinto certamen. • La División de Ciencias de la Salud, cuenta con una Especialización en Psicología Jurídica y Fo-

rense, y tres maestrías: Actividad Física para la Salud, Psicología Jurídica, y Psicología Clínica y de la Familia. Esta última cuenta con gran reconocimiento internacional por su enfoque de intervención sistémico de la familia, una larga trayectoria de formación en la comunidad académica nacional e internacional, y sus prácticas en el Servicio de Atención Psicológica IPS USTA, con atención a comunidades vulnerables. • La División de Ciencias Sociales, cuenta con el programa de Maestría en Comunicación y Cam-

bio Social, y la Maestría en Planeación para el Desarrollo. Esta última, creada en agosto de 2012, cuenta con estudiantes provenientes de Buenaventura, Arauca, Barrancabermeja, Cali, Acacias,

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Castilla la Nueva, Villavicencio y La Chorrera (Amazonas). Este aspecto es considerado como un logro, por cuanto la apuesta del programa es por un desarrollo humano integral con un enfoque territorial. Al respecto, se ha afianzado un espacio de diálogo en el marco de los conversatorios sobre los temas de desarrollo. Igualmente, se apoyó la propuesta metodológica del Foro de Tierras y Territorios, que se realizó en Villavicencio el 16 de agosto de 2012, y la compilación del cuaderno de trabajo. La Maestría en Comunicación, Desarrollo y Cambio social cuenta entre sus logros: la participación de invitados internacionales como el profesor Alfonso Gumucio Dagrón, promotor de la investigación en comunicación para el cambio social en América Latina; el profesor Antonio Erizalde Evia, chileno, autor del libro Desarrollo a escala humana, que transforma el paradigma econométrico del desarrollo, y el profesor argentino Sergio Visakopsky. Asimismo, la maestría participó en el convenio con el Magisterio y con la Secretaría de Educación Distrital para la capacitación posgradual de docentes del distrito. • Los logros más importantes de los posgrados de ingeniería se resumen en un número de más 34

de 100 cohortes de especializaciones: 52 cohortes en Gerencia de Proyectos de Ingeniería de Telecomunicaciones, 23 cohortes en Instrumentación Electrónica, 11 cohortes en Gerencia de Multimedia, 13 cohortes en Redes de Datos, y 28 cohortes en Gerencia Técnica de Proyectos de Ingeniería Electrónica. Por otro lado, se han realizado convenios con empresas importantes del sector como Claro, Telefónica, Huawei, y Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (ETB), lo que genera un impacto directo en su interior, al contar con el personal mejor calificado, capacitado en nuestra institución y ubicados en posiciones importantes en su organización. Se ha participado en licitaciones de educación continuada, y en la capacitación de más de 300 personas de la ETB. Cabe mencionar de manera especial, los posgrados que se vienen desarrollando en convenio con el ICONTEC, en donde se destacan algunos resultados de la Maestría en Calidad y Gestión Integral. En 8 años se han abierto 22 grupos de la maestría en Bogotá y 2 en Bucaramanga. En el campo investigativo, se cuenta con 115 proyectos de estudiantes desarrollados, 3 proyectos institucionales (ISO, PYMES, Sector Público), la publicación de 8 números de la revista de investigación Signos, indexada por Colciencias, y 2 grupos de investigación reconocidos por Colciencias: Calidad Integral y Calidad y Responsabilidad Social. Desde la proyección social, cabe destacar: apoyo al Programa Mesoamérica en 2011, 2012 y 2013, descuentos para funcionarios públicos entre 2005 y 2013, y proyectos de investigación orientados a las organizaciones. La Especialización en Administración y Gerencia de Sistemas de la Calidad ya cuenta con 84 grupos abiertos en 20 años en Bogotá. • La División de Ciencias Jurídicas y Políticas, cuenta con 1 doctorado, 5 maestrías (Derecho Penal,

Derecho Público, Derecho Contractual Público y Privado, Defensa de los Derechos Humanos y del Derecho Internacional Humanitario ante Organismos, Tribunales y Cortes Internaciones, Gobierno y Democracia), y 3 especializaciones en Derecho Administrativo, con cuatro extensiones (Meta, Medellín, Cúcuta y Valledupar). Se destaca la participación de universidades internacionales en procesos formativos, congresos y eventos, como la Universidad de Konstanz, Montesquieu y Salamanca. Así mismo, se destaca el impacto que ha generado en las regiones de Universidad Santo Tomás

extensión del Programa en Derecho Administrativo, y la Especialización en Derechos Humanos, con su modalidad a distancia y con la capacitación de 348 defensores del pueblo en todo el país, con el apoyo de las Naciones Unidas. • Vicerrectoría de Educación Abierta y a Distancia (VUAD): La enseñanza desescolarizada nace

por creación del Consejo de Provincia de San Luís Bertrán de Colombia, según el Acta No. 83 del 13 de octubre de 1975, como una respuesta a las necesidades más apremiantes del entorno social, regional, y como innovación de aplicaciones pedagógicas contemporáneas. Pasado un tiempo, comenzaron a aparecer las primeras “carpetas de trabajo” marcadas con el logo de “Filosofía a Distancia”. En julio de ese mismo año, se crea el Centro de Enseñanza Desescolarizada (CED), como organismo que maneja los programas a distancia impartidos por la Universidad. En el segundo semestre de 1976, se abrió el primer centro regional en Bucaramanga. En 1981, se desarrollan los posgrados en el CED, y se lleva la Maestría en Educación y Filosofía Latinoamericana a las ciudades de Ibagué y Cartagena, y Barranquilla y Cali, posteriormente. El 13 de mayo de 1998 se conforma el área de posgrados en la Facultad de Ciencias y Tecnología, según los acuerdos 7, 8 y 9 del Consejo Superior, con los cuales se crean las especializaciones en Gestión para el Desarrollo Empresarial, Administración del Ecoturismo, y Gerencia de Empresas Agropecuarias. Más adelante, el 31 de julio de 1998, con el acuerdo 17, se crea una nueva especialización: Patología de la Construcción. Unos de los logros más significativos, que involucró tanto a los programas de pregrado como de posgrado, fue la creación, en 1983, del “Plan Integrado de Universidad a Distancia y Desarrollo de la Comunidad”, en el cual las licenciaturas pretenden la profesionalización de los docentes, con una orientación muy definida hacia la promoción de la comunidad y la familia, y las tecnologías orientadas hacia el desarrollo de las zonas rurales. Los programas no formales buscan la extensión a la comunidad de cursos de capacitación y educación continuada que ayuden a mejorar las condiciones de vida y favorezcan la promoción de la comunidad. El Programa de Maestría en Educación fue creado en 2004, y hoy cuenta con un número significativo de docentes de la Secretaría de Educación del Distrito. Posteriormente, en 2008, se crea el Doctorado en Educación.

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Sistema de evaluaci贸n, seguimiento y mejora del proceso

Los posgrados en general están enmarcados en el modelo de evaluación institucional, en la legislación y reglamentación del Ministerio de Educación Nacional y del Sistema de Aseguramiento de la Calidad Institucional. La evaluación institucional ha sido descrita por la Universidad Santo Tomás a través de su Comité de Acreditación Institucional, y en particular por la Unidad de Gestión Integral de la Calidad Universitaria, quienes indican que la autoevaluación es un proceso cíclico y constante, por medio del cual se identifica el estado interno de los programas y se trazan las acciones de mejoramiento de la calidad de dichos programas. Por calidad se entiende “el conjunto de propiedades, atributos o cualidades constitutivas de algo y referidas a su ser integral y perfeccionamiento” (USTA, 2010b, p. 89). Son precisamente los procesos de autoevaluación y de autorregulación los que permiten adoptar estrategias para el aseguramiento de la calidad por medio de una cultura de autoevaluación permanente y, en ese sentido, de toma de conciencia del estado de los programas, siempre desde una perspectiva de autonomía universitaria que permita una mirada diferenciada y referida a los procesos propios y diversos de cada programa.

a. Referente gubernamental e institucional Desde la perspectiva de la acreditación, se reconoce la calidad como la forma en la que las instituciones se acercan a su propia naturaleza, basada en la autoevaluación y en el desarrollo de las funciones sustantivas de la Universidad (docencia, investigación y proyección social), y en la posibilidad de reconocer en esa evaluación de calidad lo que es genérico de toda universidad (cultura académica, universalidad y autonomía), y lo que es específico de cada una en su Proyecto Educativo Institucional. De acuerdo con el Consejo Nacional de Acreditación (CNA, 2014), se asume la calidad como conjunto de propiedades que diferencian alguna cosa de otra de su mismo género, en el sentido de ser mejores o peores. Sin embargo, la palabra “cualitas” de origen latino no se refiere tanto a un conjunto

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de propiedades que diferencian o jerarquizan, sino más bien a una manera de ser, a la forma como las cosas se realizan a sí mismas. Para el modelo de acreditación, la calidad es un proceso vital. Es fundamentalmente la realización en la práctica de un proyecto, de algo que quiere hacerse a sí mismo, como lo que cabalmente quiere ser. La educación se asume como una acción dinámica, compleja, multidimensional e interactiva y, como tal, no es fácilmente explicable en sus causalidades, ni se agota en la medición o descripción de sus aspectos más visibles. La reflexión sobre la calidad, desde esta postura, no puede agotarse solamente en la medición de los productos o evaluación de recursos (calidad formal), sino que se debe orientar a un esfuerzo de comprensión de sentido, de interpretación de procesos y finalidades.

De acuerdo con el CNA, la calidad en la educación superior, hace referencia a la síntesis de características que permiten, por un lado, reconocer el modo como un programa académico específico o una institución de determinado tipo están cumpliendo con su misión, y, por otro, hacer un juicio sobre la distancia relativa entre dicho cumplimiento y el óptimo que corresponde a su naturaleza. El proceso de acreditación de alta calidad de maestrías y doctorados, se está iniciando actualmente no solo en Colombia, sino también en casi todos los países iberoamericanos. Este proceso se está realizando como consecuencia de dos factores complementarios: en primer lugar, la creciente importancia de las maestrías y los doctorados en la consolidación de una educación superior de alta calidad que la sociedad del conocimiento requiere; en segundo lugar, la globalización de la educación superior y de los procesos de generación de conocimiento (ciencia y tecnología). Ahora bien, la Universidad Santo Tomás, en su Informe Ejecutivo de Autoevaluación (2010b) ha trazado como objetivos de calidad los siguientes: • Fortalecer los procesos que articulen las funciones sustantivas entre sí y su relación con la gestión

administrativa. • Consolidar la cultura de la excelencia en el desarrollo de las competencias del talento humano. • Afianzar la gestión de los posgrados, su sinergia y la interacción con los pregrados. • Fortalecer la gestión de los sistemas de información académico y administrativo, de manera que

ofrezcan información confiable y oportuna. • Dinamizar los procesos de comunicación institucional en la comunidad universitaria. • Armonizar la gestión entre la demanda académica y la infraestructura. • La Unidad de Gestión Integral de la Calidad Universitaria, tiene como objetivo fundamental

orientar, coordinar y promover, con las diferentes dependencias académicas y departamentos, el desarrollo de las políticas institucionales relacionadas con la evaluación y regulación académica de nuestra Universidad.

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b. El proceso de autoevaluación en la USTA Según el Informe Ejecutivo de Autoevaluación (USTA, 2010b), los procesos de evaluación de la Universidad se orientan bajo los siguientes principios: • Investigación: La evaluación adquiere sentido en la medida en que se entiende como espacio aca-

démico que promueve la búsqueda de la verdad a partir de una dimensión investigativa. • Flexibilidad: Se comprende como la posibilidad de adaptarse y adoptar posiciones de apertura

al diálogo, la participación, el derecho a equivocarse, a reconocer la diferencia y construir, desde estas expresiones, nuevos escenarios. • Responsabilidad: Hace referencia a intervenir en los procesos evaluativos con trasparencia y

compromiso, interactuando con respeto. • Realismo: Fundado en la necesidad de orientación cierta y razonable frente a los logros y limita-

ciones de las expresiones de la vida universitaria. • Mejoramiento: La evaluación académica permite descubrir la distancia entre el ser y el deber ser,

condición para decidir las posibilidades de mejora o perfeccionamiento. • Autonomía: La capacidad que tiene la Universidad para reafirmar las exigencias de su identidad. • Creatividad: Permite la activación de la capacidad innovadora para el análisis, la reflexión, la

búsqueda de alternativas y la proyección de escenarios deseables. • Participación: Es un principio de comunidad que busca la construcción de conocimiento en co-

lectivo. • Liderazgo: La capacidad para dinamizar la construcción de sentido universitario, para orientar la

acción evaluadora, a través de equipos en beneficio de la Institución. Según el documento, son objetivos de los procesos de evaluación: • Generar la cultura de la valoración integral en la Universidad, que permita en forma permanente

el aseguramiento de la calidad. • Promover la integración y participación de la comunidad universitaria en los procesos de auto-

rreconocimiento Institucional. • Organizar, establecer y desarrollar planes de autorregulación a partir de las oportunidades de

mejora, y articularlos con los planes generales de desarrollo. • Generar las condiciones para que la USTA rinda cuentas al Estado y a la sociedad sobre la calidad

de sus servicios educativos y el cumplimiento de su responsabilidad social. Estos procesos de autoevaluación se corresponden con los lineamientos trazados por el CNA. Son regulados en nuestra Universidad por la Resolución No. 46 del 15 de agosto de 2006. A partir de Posgrados

tales derroteros, el Comité de Acreditación Institucional de la Universidad ha diseñado metodologías puntuales para la implementación de los procesos de autoevaluación. Esta metodología es mixta (cuantitativa y cualitativa), y utiliza estrategias e instrumentos variados tales como datos estadísticos, documentación institucional, encuestas y entrevistas a miembros de la comunidad académica de los programas, para captar su opinión acerca del mismo, entre otros objetivos. Ahora bien, el proceso de autoevaluación está dividido en tres etapas, cada una de ellas con un cúmulo de acciones por desarrollar. La primera etapa se refiere a la implementación de medidas de mejoramiento y ajuste al modelo de autoevaluación institucional, y, según el Informe Ejecutivo de Autoevaluación (2010b) se desarrolla a través de las siguientes acciones: • Elaboración del cronograma de actividades. • Revisión y socialización de resultados de los procesos de autoevaluación y autorregulación ade40

lantados por la Universidad. • Revisión de la documentación Institucional, visita a las dependencias Administrativas y Acadé-

micas, con el fin de socializar los resultados de las evaluaciones adelantadas. • Sensibilización en la comunidad universitaria sobre el modelo de Acreditación de Autoevalua-

ción y Autorregulación adoptado por la Universidad con fines de Acreditación Institucional. • Fundamentación de los criterios de ponderación de factores, características e indicadores. • Revisión e identificación de indicadores según su tipología. • Elaboración de instrumentos para la Autoevaluación. • Validación de los instrumentos. • Definición de la población y muestra de los participantes del proceso. • Sensibilización y socialización del proceso.

La segunda etapa está dirigida a la aplicación de instrumentos, organización y análisis de la información, y se desarrolla a través de las siguientes acciones (USTA, Informe Ejecutivo de Autoevaluación, 2010b): • Adecuación del software y de los recursos tecnológicos requeridos para el proceso evaluativo. • Aplicación de encuestas en línea a estudiantes, docentes, administrativos y directivos. • Aplicación de encuestas a través de correo electrónico a Egresados y Empleadores. • Aplicación de Matrices documentales. • Socialización de resultados por parte de los equipos evaluadores.

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• Análisis de la información, identificando las fortalezas y los aspectos por mejorar. • Socialización de los resultados de la Autoevaluación a través de conversatorios con estudiantes,

docentes, administrativos, egresados, empleadores y directivos. • Valoración externa adelantada por un par Colaborativo Internacional. • Elaboración del plan de autorregulación.

Por último, la tercera etapa, denominada como preparación de informes y preparación de la evaluación externa (USTA, 2010b, p.93), se desarrolla a través de las siguientes acciones: • Elaboración del Informe Ejecutivo. • Revisión y actualización de los documentos institucionales de apoyo al Informe Ejecutivo. • Preparación de la visita de los Pares Evaluadores designados por el Consejo Nacional de Acredi-

tación.

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